{#} 1º Batalla de Grupos: The Damned

Definitivamente odiaba acercarme a la grandes ciudades, pero allí estábamos los dos, en nuestro viaje hacia Nebraska habíamos parados por varios sitios para recoger comida, gasolina, lo típico que necesitábamos para seguir adelante, procurábamos siempre hacerlo en puebluchos, algunas estaciones de servicio y todos esos sitios para así evitar a las grandes hordas de caminantes, aunque esto era un factor con el que te podía encontrar en cualquier parte, muchas era hordas de nómadas y viajaban por las carreteras, pero siempre sabíamos evitarlos, ahora no nos había quedado más remedio a Jared y a mi que entrar en aquella ciudad, ya en la entrada, cuando elegimos esa opción y casi todo el camino dije lo mismo:

-No, no me gusta nada...-Repetía una y otra vez en voz alta casi sin pensar mientras que íbamos por algunas de las desoladas calles, dejar el coche a las afueras era una buena o a lo mejor no tan buena idea, se suponía que así no haríamos mucho ruido y por tanto no atraeríamos a esas cosas, pero es que además estábamos en las últimas con vehículo, apenas le quedaba gasolina, por lo que esa era otra razón para dejarlo allá y no venir con él, sería todo un problema acabar tirados en una calle llena de esas cosas.

Yo iba delante con la página arrancada de la guía de mapas que llevaba en el coche, llevaba una mochila al hombro nueva que había encontrado, estaba vacía y esperaba salir de allí con ella cargada de cosas útiles, en las manos llevaba el mapa y lo alzaba estirando los brazos mirándolo con atención, como si fuera haciendo turismo, la verdad es que la imagen tenía que ser un tanto graciosa o simplemente estúpida, iba señalando las calles sin prestar mucha atención a lo que había, eso se lo dejaba a Jared, yo me encargaría de la ruta a elegir y para una cosa que hacía tampoco es que la hiciera muy bien porque me daba la sensación de ir dando vueltas por las calles.

-Mapas de mierda...-Susurré para mi misma mientras le daba una palmada a la hoja y alzaba la mirada todos los edificios me parecían igual de destrozados, se suponía que debíamos dar con una gasolinera, ¿por qué había un icono de gasolinera en esa calle, pero luego en verdad no había nada?, estaba apunto de destrozar el mapa, hacerlo una bola y tirarlo al suelo cuando doblé una calle y visualicé a una buena justo allí en frente. Palidecía a la vez que retrocedía y me pegaba a la pared mirando a Jared que venía detrás mía para agarrarle del brazo.

-Estaban tardando en aparecer...-Le comenté en voz baja señalando con la mirada la calle, parecía que iban hacia nosotros por lo que cruzamos y fuimos directos hacia un enorme edificio, yo iba tan preocupada que ni me fijé en donde estábamos entrando, tan solo me preocupé de que las puertas quedasen cerradas detrás nuestro y de que no hubiera nada por allí.

Al final siempre pasa lo mismo, no sé cómo nos lo montamos. Bueno, en realidad cuando iba en plan lobo solitario también me pasaba pero es que calcular cuanta gasolina te queda y reponerla es demasiado complicado, por eso yo tendía a ir cambiando de coche a menudo pero aquí mi amiga rubia está demasiado enamorada de su Impala, que en realidad era de mi hermano, como para dejarlo atrás. Probablemente lo querría más que a su hijo, en el caso hipotético de que llegara a tener uno porque tampoco me la imagino con la barriga. Está tan flaca que apuesto a que se caería de espaldas y se quedaría como una tortuga.

-¿Estás segura de que estás mirando eso bien?- la miro de reojo en cuanto empieza a maldecir y mascullar cosas por lo bajo pero tampoco le presto demasiado atención porque ya la voy conociendo y sé que tiende a ofuscarse muy rápido -No descartes la opción de que volara en mil pedazos con varias manzanas a la redonda...- empiezo a decir descartando la opción rápidamente porque entonces hubiéramos encontrado algo parecido a un cráter, ¿no?

Chasqueo la lengua con cierto fastidio pero opto por volver a centrarme en las calles y edificios cercanos, girando sobre mí mismo con la ballesta bien preparada por si algo se mueve más de la cuenta. Queríamos ir lo más deprisa posible y salir de aquí pero ya estamos tardando más de lo esperado y en cuanto Nessa me frena está claro que las cosas se empiezan a torcer... todavía más.

La sigo hasta el primer edificio que nos parece suficientemente grande y con las puertas abiertas y entonces cerramos tras nosotros, atrancando las puertas dobles con una especie de asta con la bandera americana hecha mierda y añadiendo después unas butacas que encontramos cerca -Joder, vaya forma de recibir a los turistas- protesto burlonamente antes de fijarme mejor en el edificio en el que acabamos de meternos. Por suerte todavía es de día y queda bastante bien iluminado a través de las múltiples ventanas, parece una de esas enormes edificaciones más o menos góticas que tanto solían usarse para edificios públicos, museos y cosas por el estilo. De hecho no tardamos demasiado en encontrar el escudo de la universidad en una de las muchas pareces, bastante polvoriento por cierto.

-Genial, creo que no podíamos haber ido a parar a un sitio más inútil... pero eso debe de venir bien indicado en el mapa, ¿no? Señorita GPS, informe...- le cedo entonces unos segundos para que nos ubique pero es probable que lo envíe todo a la porra -Será mejor que nos movamos, aquí hay demasiadas ventanas- propongo empezando a caminar con precaución -Espero que no aparezca el puto equipo de rugby infectado por aquí- mascullo arqueando una ceja claramente desconfiado. Es un edificio potencialmente lleno de zombies.

-La Ramona es la más gorda de las mozas de mi pueeeblo, Ramonaaaa te quiieeerooo...-Iba cantando como si nada mientras avanzaba por un largo pasillo de lo que se suponía que en su tiempo debió ser una universidad, ya llevaba dando vueltas por allí un buen rato y como no me salía ningún mal bicho de esos pues me puse a cantar la primera gilipollez que se me pasó por la cabeza y como los pasillos eran bien anchos y todas esas cosas pues yo iba por el centro y si me salía algún infectado pues me daría tiempo a partírle algo en la cabeza y si me salían más de cinco... Pues nada a correr como un valiente gilipollas dirección la contraria.

-...Tiene un globo por cabeza y no se le ve el pescueeezo...-Seguía cantando recordando la melodía de la canción cada vez más motivado porque entre que llevaba una buena torrija encima estaba más aburrido de lo normal, así que me iba balanceando de un lado a otro, medio bailando a la vez que seguía avanzando moviendo la bolsa de deporte que llevaba en una mano de un lado a otro.

Ya seguía yo solo tan flipado como siempre cuando me daba el punto y se me iba la cabeza, llevaba días, semanas más bien sin ver a nadie y yo cuando me aburría era un pesado, además de que con lo solateras que estaba era cantar o me ponía a hablar conmigo solo y eso si que no... Antes hacía el gilipollas y eso sin beber, que ya cuando bebía... Si ya lo decía mi padre, que era un sin luces, había miles de muertos a saber donde y yo no tenía nada mejor que hacer que ponerme a cantar para atraerlos. Ya solo me faltaba ponerme a dar palmas, pero bueno hasta ahí no llegaba, yo seguía por el pasillo cantando la canción mientras que me movía de un lado a otro riéndome yo solo con la canción.

Spoiler:

Vaya día llevaba, madre mía, primero Josh se perdió y luego el coche que me dejó tirado así como si nada, se suponía que Josh y yo íbamos a ir a Los Angeles ya cansados de seguir buscando a Lionel, no dábamos con él, ni el cadáver ni al niño, habíamos perdido las esperanzas por lo que ahora tan solo nos quedaba dar con su padre, Zane nos iba a matar, aunque bueno, ni siquiera él sabía que seguíamos vivos, bueno, nosotros tampoco estábamos seguros de si él seguiría con vida, pero en los últimos días en los que las lineas funcionaban conseguimos hablar con él, había cambiado de trabajo, para Pandemonium y nosotros sabíamos que esa era la compañía rival de Umbrella por lo que estábamos un tanto dudosos, había algo que nos mosqueaba y queríamos ir hacia allí.

Decidí atravesar la ciudad con el coche, Josh tenía que ir hacia esa zona, habíamos decidido el día anterior que rodearíamos esa ciudad para llegar a la gasolinera más cercana y así obtener combustible para poder seguir avanzando, pero ahora que nos habíamos separado tenía las prisas de llegar cuanto antes mejor a ese sitio así que no lo pensé mucho y decidí meterme en la ciudad con el coche, cual fue mi sorpresa al ver que este se quedó sin gasolina antes de lo que yo pensaba.

-¡Venga ya!-Decía mientras miraba la aguja, si marcaba como que quedaba más... Estaría rota, joder,e so era un problema por lo que fui directo hacia el primer edificio que vi, que sorpresa al ver que era una universidad y sorpresa con sarcasmo, no me podía haber metido en un edificio más aburrido que aquel, bueno al menos habría baños porque me estaban dando ganas de ir a plantar un pino, esperaba que hubiera papel, cuanto tiempo sin él...

Iba a salir del baño, abrí apenas un poco la puerta cuando escuché una voz que provenía del pasillo y me vi obligado a quedarme quieto, puse cara de: "¿¡Pero qué coño?!" al escuchar la canción que aquí el alguien iba cantando por los pasillos. Seguí allí quieto esperando que el tipo se acercara más, cuando me di cuenta de que aquella voz me sonaba bastante, ¿qué clase de idiota se podía poner a cantar en la situación en la que estábamos?

-¡¡¡Ramonaaaa te quieeerooo!!!-Continué de golpe yo la canción saliendo del baño estirando los brazos como si hubiera hecho una aparición de esas de magos, riéndome porque reconocí nada más ni menos que a Paco y así era él, al verlo no pude evitar salir cantando igual que él, no me lo podía creer, estaba vivo el muy capullo, si estaba en el hospital cuando ocurrió todo, pensamos que habría caído como las moscas con lo complicadas que se pusieran las cosas en esos sitios con el brote. -... Sus piernas son dos columnas y su trasero es un panderoooo...-Seguía cantando riéndome para dar dos pasos y y estirar un brazo al rededor de su hombro para ir bailando con él los dos por el pasillo cantando.

Era cierto, todo estaba destruido, de aquella ciudad ya no quedaba nada, pero es que ni siquiera sabía en que ciudad estaba, no la reconocía, no reconocía nada, nada de nada... Nada me daba algún recuerdo de mi pasado al que poder aferrarme para así recordar quien era. Ni reconocía aquel lugar ni nada y apenas hablaba con la gente que me encontraba porque me hablaban raro, entendía algunas palabras, pero del resto nada... Ahora mismo caminaba solo por aquellas calles, llevaba un destornillador en una mano, sin duda, "un gran arma" para enfrentarme a aquello que había arrasado con el mundo entero, actualmente solo sabía unas cuatro cosas.
·No recuerdo nada de mi vida.
·Umbrella no es de fiar, ¿pero que era Umbrella, algo así como un loquero?
·Estoy más solo que la una.
·Esto parece una puñetera película de George A. Romero, ¿Pero quien es George A. Romero?.
Y nada más, estaba más perdido que un satánico en una iglesia... ¿Que era un satánico a todo esto?. Me preguntaba mientras caminaba por un lugar feo y lleno de escombros, un lugar perdido en el tiempo...

Me quedaba poco tiempo ya que no tardaría en hacerse de noche, tenía que encontrar un lugar en el que dormir, comida y bebida, algo con lo que no morir, un arma mejor que eso y... Ya me diría el tiempo. Al entrar en el interior de aquel edifico alcé la mano con el destornillador, ¿amenazante?, yo diría patético, pero no tenía otra cosa... Iba caminando por el lugar con lentitud, pasando de un pasillo a otro demasiado perdido, había entrado por una puerta (ala oeste), entre ambos pasillos, en una intersección, me quedé quieto, y fui girándome lentamente para ver un rostro desencajado que abría la boca y mostraba unos dientes asquerosos hacia mi, le miré serio mientras hacía su numerito de te voy a morder y...

-¡AHHHHHHHHHHH!-Salí corriendo hacia adelante siendo perseguido por el bicho hasta que me digné de mirar hacia adelante para ver hacia donde coño estaba corriendo porque no dejaba de mirar hacia atrás al bicho por si me alcanzaba, al mirar hacia adelante solo vi un cartel desprendido del techo apenas me dio tiempo a frenar por lo que me di con él en toda la cara cayendo al suelo, y escuchando aún el "¡Pom!, del golpe que me había dado.

En español/Off: Entré por un ala distinta al vuestro, pensé que la universidad, la planta de abajo podría tener un pasillo en forma de cruz, Nessa y Jared ir hacia el pasillo por el que vienen Paco y Belikov, Keanu en alguna habitación, si acaso que salga y nos encontramos todos en el centro, yo vengo por el pasillo que sería la derecha de la cruz y me he comido el cartel de escaleras al frente en el centro de la cruz.
PD: puede que mi rol suene a alguien, lo reutilicé, porque me gustaba demasiado, espero que no haya problema.

Tenía un objetivo para estar allí, algo que había hecho en varias ocasiones antes. Tenía que aprovechar el tiempo que me quedaba sin que esos bastardos me comenzaran a perseguir. Era simple terquedad la mía, una idea absurda que pocos comprendería. Sí, quería ser médica, enfermera, quería saber curar, eso de antes de que el apocalipsis comenzara. No me había animado mucho a hablar de eso, mucho menos cuando con la mayoría de las personas con las que me crucé me detestaban. Me lo había ganado, no me molestaba, pero era buen motivo para no contar aquel deseo.
Estacioné mi Lamborghini en una plaza que quedaba ahí cerca. Igual que en todos los sitios del mundo, al menos de Estados Unidos, todo era un caos, estaba el suelo sucio, la hierva se comía el suelo de asfalto, la sangre seca hacía de alfombra en las calles. Caminé tranquila, dirigiéndome a mi objetivo. Quería libros útiles, un temario, quería conseguir referencia de los difuntos profesores para seguir la cronología de sus clases, conseguir los exámenes y ver cómo me iba. Algo complicado de aprender por propia cuenta. Tenía que intentarlo.
No me faltaba nada, en la mochila tenía para improvisar alguna comida, colación y cosas al azar que seguramente nunca quitaba de ahí. También había tomado mis armas mas livianas y de corto alcance, es que no pretendía andar en plena calle, al contrario, como se puede entender, quería ir a la Universidad.
La contemplé antes de entrar, era un sitio grande, aun conservaba un aire llamativo, se notaba que era un sitio de prestigio. Caminé, ingresando por una puerta que parecía ser alternativa, no era la gran puerta principal.
Todo era un pasillo largo, no había nadie aparentemente, al menos de momento no oía nada. Quería un mapa, algo que me dijera dónde me encontraba, dónde estaba la biblioteca, el despacho de los profesores. Me llevaría un buen tiempo recorrer el lugar. Aun así tenía que mantenerme alerta, el silencio no era garantía. Y vaya que no lo era, pude comprobarlo. Volví a la puerta donde había entrado, fuera estaba lleno de zombis, lleno de esas asquerosas criaturas pútridas. Se estaban acercando más y mas a donde yo me encontraba. Cerré bien y comencé a recorrer el lugar sin rumbo.
Primero me pareció oír unos alaridos masculinos. No, no me acercaría a nadie y menos si eran hombres. Habían sobrevivientes allí, y mientras pueda pasar inadvertida mejor, al menos no quería distraerme, quería ir a lo mío y ya. No podía perder el tiempo.
Un aula se veía realmente aterradora, asquerosa, alguien había juntado ahí todos los cuerpos de los pasillos. No eramos los únicos en haber llegado a la universidad luego del día cero. Tenía mucho estómago, pero ese aula se parecía a esas pinturas medievales que representaban el purgatorio. Sí, no era tan inculta.
- ¡Ah! - dije en un sobresalto al ver que de la nada alguien corrió por el pasillo por donde pretendía doblar luego. Oí un golpe, desenfundé la katana y en cuanto vi a ese ser pútrido que perseguía al sujeto me abalancé sobre él, dándole un intenso katanazo en el pecho, algo que lo obligó a entrar a un aula con la puerta abierta. Cerré, no quería pelear, al menos no ahora.
Caminé hacia el sujeto que corría, ahora estaba tirado en el suelo. No podía creer lo que veían mis ojos. Era el mismo coreano de hacía unos meses, ese que tenía la cara familiar. Pero ahora que lo veía con más detenimiento... ¿Era él? El de la música... No era momento para pensar en eso la verdad. Ni siquiera estaba de buen genio.
- ¡Levántate!

Yo iba delante apenas un par de pasos, estábamos en una universidad, me di cuenta de ello al ver el enorme escudo de esta en una de las paredes, me quedé allí mirándolo un tanto abstraída en mis propios pensamientos, recordando lo mucho que me costó ingresar a mi en la universidad para luego nada, acabar como estaba ahora, un año entero de trabajo, en el que por poco acabé perdiendo la cabeza para nada, para acabar así...

Reaccioné con un pequeño respingo volviéndome hacia Jared para mirar el mapa y ver efectivamente el icono de universidad en esa misma calle, ¿en serio?, el icono de la gasolinera estaba justo al lado, ¿por qué coño no la vimos en la calle?
-¡Ah, pues mira si que está!-Le contesté con una sonrisa algo divertida, pero más bien un poco emocionada por dar por fin con algo en aquel dichoso mapa. -Y pone que la gasolinera estaba en esa misma calle... ¡No lo entiendo!-Empecé a decir con lentitud, pero acabé hablando molesta porque de verdad que no era lógico aquello, tal vez fuera un mapa antiguo me decía mientras que me acercaba a la puerta y me asomaba por una de las pequeñas ventanas que daba al exterior viendo como la calle se iba llenado de aquellas cosas, en un momento sentí un escalofrío, que jodido sería que se dieran cuenta de nuestra presencia y acabaran vieniéndo todos a la vez hacia nosotros, luego me fijé en un pequeño cartel que señalaba un un parking subterráneo, la gasolinera debía estar allí... Suspiré a la vez que me volvía rodando los ojos, cansadamente porque habíamos pasado por ahí, pero me imaginaba una gasolinera en la calle no en el interior de un edificio, me aparté de la ventana.

-A las buenas, he dado ya con la gasolinera...-Comenté señalando en la ventana la zona y me volví a apartar, lo último que nos faltaba es que nos vieran, avancé luego unos pasos por el pasillo mirando a mi alrededor.

-Quien sabe a lo mejor si que es más entretenido de lo que te crees tu...-Hice una mueca entre divertida y pícara mientras echaba a andar hacia adelante y miraba a mi alrededor cuidando de que no hubiera nada raro o peligroso.-Para empezar, en las aulas suele estar la mesa del profesor que es bastante grande y no se rompe con tanta facilidad...-Comenté con cierto tono burlón pero divertido.

-Y si damos con el equipo de Rugby seguro que te lo pasas pipa cargándotelos...-Añadí de forma distraída y bajando ya algo más la voz, me había parecido escuchar algo, que coño, estaba escuchando algo, moví la cabeza a la vez que avanzaba y todo me pareció entonces demasiado surrealista, al fondo del pasillo justo enfrente mía avanzaban dos cantando una canción estúpida, entonces reconocí a Belikov y a su amigo el periodista, los dos iban hacia nosotros moviéndose de un lado a otro, me quedé allí de pie con cara de idiota observando la escena cuando de la nada salió un tipo corriendo que chocó contra un cartel, me aparté retrocediendo varios pasos hacia atrás por la impresión del golpe.

-Hoostia...-Susurré, pues me dolió el golpe hasta mi y de repente de la nada salió una chica que agarró a un caminante, dándome cuenta de que el chico corría huyendo de aquelbicho y yo reconocí a la chica que rápida se deshizo del muerto, era la que en mitad de la carretera se puso a discutir con Iñaki y la que se largó no sin antes hacer mucho ruido para dejarnos a él y a mi un tanto atareados... Y si la situación ya era bastante rara una puerta se abrió y alguien empezó a gritar a voces que nos calláramos y como si nada el mismo tipo se volvió a meter en la habitación.

-Vaaale...-Empecé a decir alzando ligeramente las manos, estaba acostumbrada a toparme con gente desagradable en situaciones peores, ¿pero con aquello?, bueno de Belikov ya no se podía decir nada... Estaba acostumbrada ya a sus "espectaculares" apariciones, lo que me chocó fue ver a Francisco a su lado con vida haciendo lo mismo que él, ¿y Josh?... Ellos seguían avanzando como si nonos hubieran visto con esa canción estúpida acabarían atrayendo a la universidad entera hacia nosotros, ¿es que no podían callarse aunque fuera un poquito? Tampoco pensé demasiado, me coloqué a un lado de los dos asiáticos quitándome una zapatilla para entonces tirársela a Francisco a la cabeza.

-¿La has encontrado?- me quedo un tanto rallado en cuanto menciona la gasolinera precisamente ahora -Tal vez podamos salir por otra puerta y dar un rodeo a la calle... no sé- encontrar más salidas debería ser fácil, el problema es que había bastantes zombies fuera así que aunque vayamos desde otra dirección no estoy seguro de que pudiéramos con todos pero se puede intentar. Armas no nos faltan, eso seguro, pero si empiezan a venir a de otros sitios la cosa se complicaría demasiado.

-¿Cómo dices...?- no puedo evitar reírme entre dientes cuando comenta traviesamente lo de la mesa de los profesores, entonces la agarro por la cintura desde atrás y le mordisqueo el cuello para provocarle algunas cosquillas pero el juego no dura demasiado porque enseguida un ruido hace que nos pongamos a la defensiva, al menos yo.

-Creo que están matando a alguien- opino mientras avanzo preparando ya la ballesta, imaginando que algún zombie se está metiendo un festín hasta que vamos avanzando -Joder, es alguien cantando...- me relajo un poco pero tampoco del todo, alguien que canta tan mal y grita tanto seguro que no puede estar demasiado bien de la azotea.

Después de eso llega un espectáculo digno del más penoso de los circos. Gente entrando y saliendo por aquí y por allá... Creo que es la vez en la que me topo con más desconocidos sin tratarse de un refugio o algo por el estilo -¿Ese no es...?- me quedo mirando a uno de los dos tíos que cantan pero no me extraña demasiado distinguir a Belikov. Ya noté que le faltaba algún tornillo en el anterior encuentro.

Como nadie parece muy interesado en el bienestar del pobre chaval que se ha comido el suelo, excepto la china que le grita, decido acercarme a él para ayudarle a levantarse -¿Estás bien, tío? Ya se han cargado a esa cosa, tranquilo- y nada más decirlo un zapato vuela hasta la cabeza de uno de los dos sopranos. Espero que al menos eso les incite a callarse.

-Afuera hay bastantes zombies, hemos tenido que atrancar las puertas principales así que no podemos salir por allí... y estaría bien que dejarais de gritar como si fueran las fiestas de vuestro pueblo- recomiendo arqueando una ceja porque tienen pinta de ser de pueblo con ese comportamiento así que espero que no les siga una cabra o algo así.

-La Ramona, la Ramona...-Iba cantando moviéndome de un lado a otro aburrido cuando de la nada se abrió una puerta por lo que me pegué hacia el lado opuesto de la pared, en un primer momento pensé que se trataría de un caminante y me quedé medio callado, eso si, sin dejar de cantar. -La Ra-mo-na...-Hasta que Belikov salió de esa puerta, Belikov, vivo, el hijo de puta estaba vivo, una enorme sonrisa surcó mis labios al verle y la sonrisa acabó en carcajada cuando salió alzando los brazos y cantando conmigo se acercó de tal forma que ambos empezamos a ir por el pasillo cantando juntos, alzando la voz como lunáticos y balanceándonos de un lado a otro, derecha, izquierda, derecha, izquierda y los dos moviéndonos a la vez perfectamente coordinados.

Hasta que llegamos a la intersección en cruz sin mirar a nada ni nadie y me puse a bailar a su lado como en los viejos tiempos, moviéndome hacia arriba y abajo como buen idiota. Con Belikov, Josh, Zane, Kenneth, Silver, Danny... Cada vez que nos juntábamos se nos iba la cabeza de aquella forma, llevaba días aguantando aquella mierda por lo que si teníamos aunque fuera un momento de tranquilidad y locura, de esos de los que te echabas unas risas pues que fuera bien recibido.

Off:

Estaba haciendo aquello ya medio de rodillas en el suelo cuando justo en nuestras narices, de uno de los pasillos salió uno corriendo comiéndose literalmente una de las señales que colgaba del techo.

-¡¡Uhh, coño!!-Me puse de pié de un salto echando los brazos hacia atrás. -¡Tío... Me ha dolido hasta a mi!-No me dio tiempo a decir o hacer nada más, de repente empezó a llegar gente como si se paseara por su casa, una chica mandó a tomar por culo al muerto que perseguía al que se había hostiado, un tío salió de una habitación y volvió a entrar en ella creyéndose teleñeco y al fondo del pasillo llegaban otros dos, la zapatilla no la debí de ver muy bien en un principio, porque cuando me dio, si que la vi, me hizo perder el equilibrio y me moví hacia atrás tambaleándome, pero hice el esfuerzo de no caerme y de nada sirvió porque di dos traspiés y caí de rodillas casi a los pies de la loca que me había lanzado la zapatilla, la miré indignado y al reconocerle alcé los brazos y terminé la canción:

-¡¡Ramonaaaa te quieeerooo!!-Dije riéndome primero y luego eché un vistazo a mi alrededor, moví la cabeza con resignación al ver al otro tipo. - Belikov, ya no confiaré en ti más... No solo me traes a la rubia irritada si no que al gilipollas de su chorbo también-Dije de mal humor cogiendo la zapatilla para tirársela a la cabeza al tal Aaron, ya había tenido varios encontronazos con él y en todos acababa recibiendo por su culpa. -¡Eso por lo de la última vez imbécil!-Grité poniéndome en pie y señalandole con el dedo. -¿Ahora que ya no vas con tu gente ya no te pones tan chulo, no?-Empecé a decirle serio mientras que me fijaba en el asiático del suelo, me sonaba... Y entonces caí en la cuenta. -¡Eh tu eres Hero Jajeoong!-Indiqué sacando de mi bolsa de deporte un viejo periodico que llevaba de los últimos días, en él salía su grupo de música siendo recibidos en el aeropuerto, le miré y asentí para luego mostrárselo y señalar su cara en la foto, dándome cuenta de que él era coreano y tal vez no me entendería ni la mitad...

-당신은 온...-"Viniste", conseguí articular señalandole, ese idioma se me hacía no complicado, si no lo siguiente, pero algo tuve que aprender forzado cuando una vez fui a Corea del Norte. -시작 ...-"iniciar" Entre mi mala pronunciación y que debía parecer un indio hablando a saber que entendería y yo no sabía como seguir, por lo que me quedaba pensativo intentando añadir palabras que supiera. -Ehhh... 좀비! -"¡Zombies!" dije alzando las manos. -¡Qué no, que no, que son zombies de verdad, que vienen!-Señalé al final del pasillo por donde Belikov y yo habíamos venido, de la nada empezaron a salir caminantes, que parecían haber estado allí estudiando, todos jóvenes. -¡Por las escaleras!... 계단! -"¡Escaleras! añadí en coreano para el chico y la chica por si acaso no me entendían y salí disparado hacia ellas.

Definitivamente no estaba siguiendo las indicaciones que le habían dado. Ya se había perdido en la ciudad, no tenía mapa, no tenía rumbo, no sabía dónde quedaba el norte y el sur. Un grupo de personas poco amistosas accedieron a llevarlo a un lugar seguro. Tenía para elegir refugiarse en unas casas de la zona, en un club, en una universidad o en un hospital. Tras pensárselo bien decidió que la universidad debería ser buena opción.

Lo dejaron en la calle, cerca de la puerta poco segura que daba al campo de futbol americano. No pudieron haberlo dejado en peor sitio. Fuera habían muchos caminantes que al sentir su presencia comenzaron a abalanzarse sobre él. Corrió por su vida y por la del niño hasta la entrada hasta que logró entrar y cerró, colocando una tabla que duraría lo suficiente como para entrar al edificio principal de la universidad. Caminó lo más rápido que pudo hasta lograr entrar allí.

- Ya estamos a salvo pequeño - las manos le temblaban al descubrir parte de la bolita arropada en su pecho, mostrando así el rostro de un bebé de apenas cuarenta días de vida. Lo contempló unos segundos y sonrió tontamente, frotando su espalda para darle calor - Estaremos bien aquí - besó su frente, contemplando cómo estaba medio dormido y luego lo cubrió, para seguir su camino.

Se estaba acostumbrando a llevar el peso de la mochila y del niño al mismo tiempo, pero aquello lo hacía caminar mucho más lento que cualquier persona que se ocupara sólo de si mismo. Hizo una pausa, intentando hallar alguna indicación. Por suerte parecía estar todo calmo, no habían muertos caminando por ahí. De todos modos siempre se mantenía alerta, por si algo pasaba.

Un sonido llegó a sus oídos, era como un canto, poco afinado pero él no es quién para hacerse el cantante de ópera. Si había más gente allí quería enterarse y ver si eran buena gente, o no. Confiaba en que si no lo era llegaran a un acuerdo y así él apartarse. Ya que no puede andar haciéndose el orgulloso cuando tiene una vida qué cuidar.

Se acercó a su paso lento hasta llegar a poder contemplar las personas que allí estaban. Minzy, a ella la conocía; Jaejoong, a él lo conocía de la tele; más otros personajes desconocidos. Llegó al tiempo en que un muchacho emocionado hablaba en coreano, en un tono por demás curioso. Pero captando el mensaje, observó en dirección hacia donde éste señalaba. Tras un gesto de sorpresa y horror buscó las escaleras, alterado. No podía enfrentarse a ellos. ¡Pero si estaba ya al lado de las escaleras! Entonces comenzó a subir al trote mientras el bebé comenzaba a despertarse y a quejarse un poco.

Llegó al otro piso, donde todo parecía estar más tranquilo, a excepción de su corazón, alterado por haber corrido en las escaleras, y del bebé, al que no le ha gustado nada que Eun Gyeol se haya apurado de esa manera.

- Shh... Shh... - comenzó a intentar calmar al bebé ya que estaba comenzando a llorar, y no sabía si era excepción, pero ese niño sí que tenía buenos pulmones. - 조용한.... 조용한.... sh.... - frotó su espalda y miró a los ojos al joven que había subido con él, el que hablaba coreano. No sabía qué decirle, más porque hacía mucho que no se encontraba con nadie. Agachó su cabeza hacia él, la típica sutil reverencia que se hace como un saludo cordial. Chequeó que el niño estuviera calmado. Lo estaba, pero también estaba bien despierto, queriendo observar lo que lo rodeaba.

Off: Me empiezo a poner nervioso... Uh!

Aquello parecía como un sueño, un sueño estúpido pero al fin y al cabo un sueño, Paco seguía vivo, Josh aparecería por allí con el crío, seguro que Zane igual, veríamos a Kenneth y los demás y nos pondríamos a hacer el idiota, saldríamos a la calle e iríamos a algún pub y no habría muertos. Pero aquello era DEMASIADO pedir. Me eché a reir con él mientras íbamos por el pasillo cuando vimos dos figuras, Paco se echó hacia adelante y luego algo hacia atrás, no fe el único, la hostia que se había dado el chino fue de película...

-¡Joder!-No pude evitar gritar, ¿pero para que evitarlo?, entre el golpe, que había provocando un fuerte "¡Pom!", nosotros dos gritando y el caminante que salió de la nada dirección al chico que corría... Es que no me dio tiempo ni a reaccionar, antes de que pudiera dignárme a cargarme al fantasma salió una chica más, que parecía bastante joven y acabó con él.
-¿Ves?, hasta con apocalipsis zombie hay chinos por todas partes... Si es que vienen acompañados...-Exclamé con tranquilidad llevándome las manos a la cintura, sin ninguna mala intención, o tal vez si que fue un comentario para darme de hostias, pero no pretendía ser ofensivo, cuando Paco no vio por donde le llegaban las hostias, de un zapatillazo acabó callado cayendo al suelo, en ese momento rápido como una bala se abrió una puerta, nos regañaron por el ruido y la puerta se cerró.

-Vale digo yo... ¿Cuándo ha terminado el apocalipsis y han empezado las clases?-Pregunté mientras que el Wonka hacía la gracia y se tiraba al suelo dedicándole la última frase de la canción a Vanessa, por lo que me empecé a reír al verla, lo mejor era la cara que ponía ella. Y detrás llegó Jared el del bigote, no me sorprendió verlo con la rubia. -¡Rubiaa, Jared el del bigote!-Saludé a ambos como si nada, como si se tratara de un sábado por la tarde con los colegas.

Apenas dos segundos y a Paco se le fue la cabeza, no había hablado con él desde hacía meses, a saber si estaría un tanto tocado por lo del apocalipsis, empezó a gritar acerca de Vanessa, tal vez pensó que la había traído conmigo y luego... Di un pequeño respingo al ver el zapatillazo que le lanzaba a Jared el del bigote.

-¡Tío, calma, que se te va la cabeza!-Empecé a decirle mientras que me acercaba y le cogía por los hombros cuando empezó a... ¿amenazar a Jared?, le miré fijamente. -Eh calma, ¿qué coño pasa?, ya está Wonka, tranquilo, Josh tiene que estar buscándome, iremos a por él, ¿te ha pasado algo en estos días?, ¿le conoces?-Empecé a decirle y preguntarle, poco a poco, Paco era muy tranquilo en aquel aspecto, nunca peleaba con nadie, nunca buscaba bronca, siempre muy suyo, no le gustaban las peleas así que no entendía aquella forma de comportarse y después de ver lo que ocurrió con Anna... Madre mía la hostia que se iba a llevar como no se callase, pero decidí actuar, me volví hacia Jared al tiempo que Paco pasaba de todo y se lanzaba a por el chino. -Joder...-Susurré, lo de antes había sido normal, pero ahora le veía raro y ya cuando empezó ha hablar en aquel idioma que ni entendía cual sería... Pero mientras que Pacos e hacía el interesante yo me volví hacia Jared para procurar que nos e lanzara sobre él a dejarle más gilipollas de lo que ya parecía.

-Eh... -Comenté con seriedad alzando las manos, en son de paz, intentando calmar la situación. - ¿Le conoces?-Pregunté al par que salía de la nada otro asiático más, pero este venía con regalo, un bebé, aparté la mirada en su dirección algo sorprendido. -¡Ves lo que te decía!-Exclamé.

Paco gritó algo que no comprendí, seguido de un: "¡Qué no, que no, que son zombies de verdad, que vienen!" Miré en la dirección en la que habíamos venido viendo como empezaban a llegar decenas de caminantes. Salir no era un plan, Jared ya lo había confirmado, pero quedarse allí abajo tampoco.
-¡La madre que me parió!-Tiré de los hombros de Paco hacia atrás y salí corriendo detrás de él, no sin antes lanzar la zapatilla del suelo a la puerta de la que había salido aquel tipo (Keanu) para darle una viso, o al menos algo de él, salí escaleras arribas, llegando a una de esas puertas de doble hoja que abrí, entré dentro y empecé con la mano a meter prisa al resto.

-¡Vamos coño!-No había mucho tiempo y a saber si aquella puerta aguantaría.

Aún con el eco del "pom" en mi cabeza me llevé ambas manos a la frente rozando la parte en la que me había golpeado.
-통증 ... -Susurré en voz baja y luego recordé otra frase que pronuncié casi sin saber que significaba.-¡Hostia terrible!-Me quedé allí tirado boca arriba observando el techo y el letrero medio deprendido que se balanceaba de un lado a otro ligeramente, aún por culpa del golpe que me había dado, tremendo golpe a decir verdad...

Esperaba ya que aquella cosa se lanzara sobre mi para sentir un buen mordisco, normalmente los evitaba, seguro que en verdad se trataba de un policía tratando de capturarme y yo lo veía como aquella cosa, estaba loco, me había escapado de un hospital mental porque me imaginaba cosas, pero el bicho no llegó, en vez de eso aquel silencio que había sido roto por culpa de mi golpe se vio aún más dañado, voces de un lado, por otro y yo empezaba a no entender nada, ¿por fin recuperaba la cordura?, empezaba a distinguir a gente hablar, incluso... ¿Cantar?, me pregunté dubitativo. Cantar, me repetí en mi cabeza, me gustaba aquella palabra.

Empecé a incorporarme mareado, al hacerlo sentí como si algo dentro de mi cabeza se moviera, el lugar pareció tambalearse y con él yo que moví mi cuerpo junto a él, hacia un lado, para luego parpadear y negar varias veces, "¡Levántate!" me dijo una chica a la que me pareció reconocer, ¿levántate?, que significaba esa palabra?, entonces me quedé mirando al chico que acababa de acercarse, "¿Estás bien, tío? Ya se han cargado a esa cosa, tranquilo" más palabras que no entendía, pero el solo hecho de verle hablar me hizo sonreir, llevaba meses solo escuchando el gruñido de centenares de personas que parecían muertas y así llegaron a a mi muchas palabras más, no entendía ninguna de ellas, pero me hicieron mirara a su alrededor con esa sonrisa aún en mi rostro se diría que emocionado, ¿me había curado ya?, gente viva, gente hablando... Me puse de pie con ayuda del tipo que me había dicho aquella frase que en mi cabeza había empezado a analizar, me quedé con las palabras "bien", "cosa", "tranquilo" y "tío", conseguí traducir solo tío, que venía a ser el hermano de un padre...

-¿T-ío...?-Pregunté dubitativo, al menos conseguí articular la palabra. - Yo no te-ner her-maaanos...-Y de golpe me di cuenta de algo, no tenía hermanos.

-Cosas nuevas:
·No estoy seguro, pero creo que no tengo hermanos.

Apenas había pensado en más cuando alguien empezó ha hablar, me volví aún un tanto mareado y sorprendido hacia un chico que estaba de rodillas, sorprendido al escuchar las palabras: "Hero Jaejoong". Como si hubieran encendido un interruptor empecé a escuchar voces en el interior de mi cabeza, todas repetían las mismas palabras: "Hero, Hero, Hero, Hero, jae, Hero, Kim, Hero, Jajejoong..." Y todas eran voces distintas, distintos tonos, la sonrisa se borró de mi rostro a lo último al recordar una voz más, masculina, grabe y tranquila: "Proyecto Hero activado".

Pestañeé rápido al sentir aquel fuerte dolor en mi cabeza, llevándome una mano a la zona en la que me había golpeado y quejándome del dolor.

Ojos:

Y se pasó.

-좀비! -Repetí con tono de pregunta completamente sorprendido al recibir tal información, pero en verdad no tanto, cuando el pasillo se volvió un caos, sentí que alguien iba corriendo y como me daban un empujón, no vi quien, pero decidí seguir al chico que había mencionado las escaleras, lo seguí corriendo viendo a lo lejos la maraña de efectivamente zombies que venían a por nosotros, no, seguía enfermo, o no, sería hora de asumirlo, entre aquel caos me dejé guiar por aquellos desconocidos escaleras arriba hasta dar con una puerta que uno mantenía abierta y por la cual entré sin pensar que podría ocurrir a continuación.

Off: Yo siento como si Paco estuviera detrás apuntándome con una pistola de bolas a la cabeza para que postee rápido... Que cosas, Minzy me rescató otra vez!

Aquello cada vez tenía más pinta de circo que de universidad, empezaba a sentirme un poco agobiada cuando empezó a salir gente de la nada como si no hubiera habido un apocalipsis que había destruido el mundo entero... Era extraño, pero me sentía así, ¿cuantos eramos ya, siete contando con el que había salido de la habitación? y llegó el octavo, bueno, octavo y medio, ¡un bebé!, parpadeé asegurándome de que lo que acababa de ver era real, casi ni me lo podía creer, un bebé ente tanta muerte...

Miré a Francisco de forma asesina, es que no podía con él, tampoco es que le conociera mucho para decir por qué, si me ponía a pensarlo él no había hecho nada en contra mía, ni siquiera yo en contra de él, si nos llevábamos así era por Aaron, tenía entendido que tuvieron un encuentro una vez, uno de esos choques por la calle que te cabreas con alguien por cualquier cosa, ya ni me acordaba de por qué, tampoco estaba muy segura de si fue por la calle, me lo contaron, unas cuantas de malas palabras y Aaron se le tiraría encima, lo podía hasta visualizar, pero el problema fue cuando tuvieron el segundo encuentro, recordatorio, ahí si que estaba yo, por eso nos conocíamos, luego Belikov nos quiso presentar y fue el colmo...

No pensé en ello, no caí hasta que Francisco vio a Jared y se puso como un energúmeno, en un principio hasta me asusté y retrocedí varios pasos, normalmente era Aaron quien le buscaba las cosquillas y Francisco el que callaba hasta que ya no le quedaba de otra, vi mi zapatilla volar por segunda vez en dirección Jared.

-¡Oye!-Le recriminé a la vez que me quitaba la otra zapatilla y le golpeaba con ella en plena cara.-¡Que no es él!-Añadí para volver a darle en el otro lado.

Retrocedí un tanto aturdida por la situación, de repente se pusieron ha hablar en... ¿chino, japonés, coreano?, a saber... Y ya no solo eso, también estaba el bebé, el tipo que acababa de llegar, la chica esa que me parecía una chalada, Belikov que le había visto las intenciones a Jared, ¿cómo reaccionaría ahora él?. Por un segundo me volví a fijar en Francisco, parecía fuera de si, no le conocía, no podía decir nada, pero es que me parecía un loco, me acerqué a los dos y coloqué una mano sobre el hombro de Jared acercándome por detrás a él.

-Te ha confundido con Aaron, no se... llevaban muy bien que digamos...-Ni muy ni nada, es que se mataban a hostias cada vez que se veían, bueno le mataban a hostias normalmente...

Y entonces Francisco gritó las palabras mágicas, ¡Qué no, que no, que son zombies de verdad, que vienen!, que nos hicieron correr a todos por lo menos yo no me detuve cuando empezaron a subir escaleras arriba, que por una parte me parecía una estupidez, nos estábamos adentrando de seguro aún más en la boca del lobo, ¿no sería más fácil salir elegantemente por la puerta de atrás?. Pero para que pensar demasiado supongo que me dejé llevar por el pánico grupal, deslicé mi mano del hombro de Jared por su brazo hacia abajo para agarrar su mano con fuerza y seguir a Belikov que había abierto una puerta en la segunda planta.

Justo lo que había pensando hacía tan solo unos minutos, que todos aquellos entraran en el edificio de golpe, no parecían tantos, pero aquella sensación de angustia y casi claustrofobia volvió al pensar que nos estábamos acorralando nosotros solos en un edificio lleno de muertos y sin posible salida.

Parecía una junta. No entendía cómo es que en algunas ocasiones me encontraba con tanta gente. ¡Es el fin del mundo! Todo debería ser un desierto infernal de destrucción y muerte. Pero no, tenía que encontrarme con gente que le cantaba a la Ramona, con otro que daba alaridos, con el que no sabía ni los números, la rubia que me exasperó en un principio, y el que ayudaba a Jaejoong que nada bueno traería tampoco. No, no estaba de buen genio, pero tenía que aguantarme e ignorar aquello. No podía hacer nada, así que a poner buena cara.
Me puse en cuclillas al lado del coreano que se golpeó, a ver si lograba reponerse. A fin de cuentas, siempre terminaba llevándome mejor con los orientales, que conservan aun el mínimo de respeto al que estaba habituada. Cuando se puso de pié yo también volví a pararme.
- Hero Jaejoong... - murmuré con una sonrisa de lado. Le veía cara conocida, pero no es lo mismo ver a alguien por la tele que verlo en persona, poder ver bien los gestos, la altura. La verdad es que me lo hacía más alto, por ahí un poco más grande, o mejor dicho, jamás había pensado en siquiera conocerlo. Negué un par de veces, aun sin creerme que ése perdido estuviera vivo. Luego pensé que debía de ser horrible estar en un país que no es el tuyo, con gente que no conoces, con un idioma que no comprendes. Y vaya que se le hacía raro el idioma, con ese intento de decir que no tenía hermanos. La verdad es que no sabía mucho de él, así que tampoco es que pudiera darle mucha información a nivel 'fan'.
Y pensando en ello es que ignoré a medio mundo. La rubia parecía que le gustaba aventar zapatos, el otro me había dicho 'china' y ya tenía un hostiazo asegurado, cuando se me diera la gana de dárselo.
- ¡Ay! - una puntada recorrió mi nuca y subió a mi cerebro segundos luego de haber oído al famoso quejarse. Ya conocía esa sensación, me había pasado algunas veces en Umbrella. "Ignóralo, ignóralo. Suprímelo. No dejes que te encuentren, no ahora. ¡Umbrella, vete a la mierda!" Me aguanté esa especie de calambre y logré suprimir aquello. ¿Por qué a él también le dolió? ¿Y qué fue eso que oí en eco? ¿Por que su nombre rebotó en mi cerebro? El mío siempre rebotaba cuando eso pasaba. Debió ser por la sorpresa. O tal vez no. Lo miré de forma extraña, con el ceño fruncido. Lo tendría vigilado entonces, eso fue extraño.
Y luego pasó corriendo a mi lado Eun Gyeol. Claro, típico, te encuentras a un ermitaño del bosque en una universidad con un niño en brazos. La situación que estaba viviendo era más random de lo que estaba acostumbrada. Pero ahora sólo me preocupaba cortar esa conexión con Umbrella, esa interferencia en mi cerebro no fue buena ni graciosa. Y esa extraña sensación que me produjo el famoso tampoco me agradó.
Troté hasta las escaleras. No volteé a ver qué había detrás. Seguro que no era Paquita la del Barrio precisamente, no habían muchas opciones.
Una vez arriba me decidí por comenzar a decir algo un poco más útil. Parecía que todos se conocían entre todos, pero yo sólo conocía a mis compatriotas y a la rubia.
- No creo que esas cosas sean mejores que nosotros subiendo escaleras. - dije en un tono audible para todos. - Pero lo mejor sería bloquearla. Tampoco creo que se sepan la estructura del edificio, por lo que no creo que busquen otras escaleras - dije mientras caminaba hacia un aula y llevaba en brazos el banco de los profesores, que era significativamente más grande de el de los alumnos, y que, aunque no lo haya notado en el momento, era bastante pesado para que alguien de mi tamaño lo llevara con tanta soltura. Pesaba, si, pero algo en mi me dejaba cargarlo sin mucho esfuerzo. - Por cierto. Me llamo Minzy. - y como parecía que nadie más subiría puse el banco atravesando la escalera.
Había que moverse ya hacia algún lado. No sabía bien hacia dónde, así que no dije nada. Me limité a ir a ver el bebé que traía Eun Gyeol.