- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 9 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 9 Invitados :: 2 Motores de búsquedaNinguno
Élite {50/54}
|
Hermanos
Directorios
|
Así comienzan las películas de miedo [Keira D.]
Página 2 de 2. • Comparte
Página 2 de 2. • 1, 2
Recuerdo del primer mensaje :
Era media tarde cuando Abby decidió alejarse un poco y pasear sola por aquellos bosques. Tenía la necesidad de despejar su mente y de estirar las piernas tras estar un buen rato sentada en el pequeño campamento que había improvisado en mitad de la nada, igual no era lo más oportuno dejarlo solo, pero... Caminaba entre los árboles armada tan solo con su vieja cámara de fotos. Un par de pájaros en unas ramas, las hojas del suelo, un par de árboles, los detalles de la madera de estos... Hasta que en su visor apareció algo que se salía del paisaje natural.
Se había pasado los últimos meses refugiada en un viejo y pequeño hotel de montaña y ahora que llegaba el buen tiempo por fin podía bajar hacia las ciudades. La nieve y la distancia habían evitado que descendiera. Además de que aquel lugar había contado con provisiones para sobrevivir al invierno. Ahora lo poco que quedaba le cabía en la mochila. Su trayecto estaba durando varios días, pero aprovechando que había encontrado una tienda de campañas y más cosas de acampada se armó de valor para continuar con el trayecto a pie. Pues para ir contaba con una vieja camioneta que ya ni arrancaba.
Ahora, en su pequeño paseo. Al fondo, entre las ramas de los árboles y otros arbustos, Abby podía distinguir algo más. Comenzó a acercarse con mucha cautela, hasta quedar en el límite del claro. Se trataba de una casa, una que parecía mantenerse a duras penas en pie, pero que aún seguía allí. La morena alzó la cámara de fotos y sacó una imagen de esta casa que tanto llamaba su atención: era antigua, se veía siniestra y la vegetación había comenzado a adueñarse de ella. La hiedra recorría paredes, tapaba incluso media ventana de la parte superior y parecía que una entera de la inferior.
Abigail salió de entre los arbustos como mejor pudo, a punto estuvo de tropezar con una de las raíces en el suelo, pero logró guardar el equilibrio. Se rió tontamente y miró a su alrededor. El lugar parecía estar desierto. Así que dejó la cámara colgando de su cuello, tapó el objetivo con el protector y avanzó a paso lento pero firme hacia las puertas. Estas eran de madera y aún se conservaban en la entrada de la vivienda, no en muy buen estado, pero aguantaban. El porche era de piedra y madera, la mayoría de esta apenas se veía, ya que la hiedra se había adueñado de la mayoría de su superficie.
Abigail se acercó a las puertas, una de las dos hojas estaba entreabierta, por lo que observó el interior de la vivienda: estaba totalmente a oscuras. Sentía cierto temor a entrar, pero a su vez creía que podría ser una buena oportunidad para encontrar algo interesante o incluso para refugiarse en aquel lugar durante esa noche, en vez de al raso. Se armó de valor y empujó con mucho cuidado la pesada hoja de madera, dejando que la luz iluminase y descuidado y antiguo hall.
Se adentró lentamente en él, era un largo pasillo con puertas y unas escaleras a un lado. Al final, el pasillo se abría en una habitación que parecía mucho mejor iluminada, con la luz natural que entraba de las ventanas. Tenía toda la pinta de que aquello fuera el salón de la casa. Abby lo miraba todo, desde la escaleras que no parecían tener fin hasta los cuadros colgados en las pared. Su corazón latía con más fuerza, estaba nerviosa, o tal vez y mejor dicho: asustada. Se adentró por el pasillo hasta la última habitación y efectivamente, se trataba de un salón, todo adornado con una estética muy recargada que imitaba los salones típicos de la época victoriana. Abby se dio cuenta en aquel momento de que quería marcharse de allí, tenía miedo, había algo en el lugar que no le gustaba, así que se giró para marcharse, pero en aquel momento veía como la puerta de la entrada se cerraba sola de un golpe, tal vez producto del viento. Igualmente a Abby el corazón le dio un vuelco en el interior del pecho y a punto estuvo de gritar, de no ser porque estaba tan asustada incluso, como para ello.
Uno de Mayo de 2016
Algún lugar de Kansas
Algún lugar de Kansas
Era media tarde cuando Abby decidió alejarse un poco y pasear sola por aquellos bosques. Tenía la necesidad de despejar su mente y de estirar las piernas tras estar un buen rato sentada en el pequeño campamento que había improvisado en mitad de la nada, igual no era lo más oportuno dejarlo solo, pero... Caminaba entre los árboles armada tan solo con su vieja cámara de fotos. Un par de pájaros en unas ramas, las hojas del suelo, un par de árboles, los detalles de la madera de estos... Hasta que en su visor apareció algo que se salía del paisaje natural.
Se había pasado los últimos meses refugiada en un viejo y pequeño hotel de montaña y ahora que llegaba el buen tiempo por fin podía bajar hacia las ciudades. La nieve y la distancia habían evitado que descendiera. Además de que aquel lugar había contado con provisiones para sobrevivir al invierno. Ahora lo poco que quedaba le cabía en la mochila. Su trayecto estaba durando varios días, pero aprovechando que había encontrado una tienda de campañas y más cosas de acampada se armó de valor para continuar con el trayecto a pie. Pues para ir contaba con una vieja camioneta que ya ni arrancaba.
Ahora, en su pequeño paseo. Al fondo, entre las ramas de los árboles y otros arbustos, Abby podía distinguir algo más. Comenzó a acercarse con mucha cautela, hasta quedar en el límite del claro. Se trataba de una casa, una que parecía mantenerse a duras penas en pie, pero que aún seguía allí. La morena alzó la cámara de fotos y sacó una imagen de esta casa que tanto llamaba su atención: era antigua, se veía siniestra y la vegetación había comenzado a adueñarse de ella. La hiedra recorría paredes, tapaba incluso media ventana de la parte superior y parecía que una entera de la inferior.
Abigail salió de entre los arbustos como mejor pudo, a punto estuvo de tropezar con una de las raíces en el suelo, pero logró guardar el equilibrio. Se rió tontamente y miró a su alrededor. El lugar parecía estar desierto. Así que dejó la cámara colgando de su cuello, tapó el objetivo con el protector y avanzó a paso lento pero firme hacia las puertas. Estas eran de madera y aún se conservaban en la entrada de la vivienda, no en muy buen estado, pero aguantaban. El porche era de piedra y madera, la mayoría de esta apenas se veía, ya que la hiedra se había adueñado de la mayoría de su superficie.
Abigail se acercó a las puertas, una de las dos hojas estaba entreabierta, por lo que observó el interior de la vivienda: estaba totalmente a oscuras. Sentía cierto temor a entrar, pero a su vez creía que podría ser una buena oportunidad para encontrar algo interesante o incluso para refugiarse en aquel lugar durante esa noche, en vez de al raso. Se armó de valor y empujó con mucho cuidado la pesada hoja de madera, dejando que la luz iluminase y descuidado y antiguo hall.
Se adentró lentamente en él, era un largo pasillo con puertas y unas escaleras a un lado. Al final, el pasillo se abría en una habitación que parecía mucho mejor iluminada, con la luz natural que entraba de las ventanas. Tenía toda la pinta de que aquello fuera el salón de la casa. Abby lo miraba todo, desde la escaleras que no parecían tener fin hasta los cuadros colgados en las pared. Su corazón latía con más fuerza, estaba nerviosa, o tal vez y mejor dicho: asustada. Se adentró por el pasillo hasta la última habitación y efectivamente, se trataba de un salón, todo adornado con una estética muy recargada que imitaba los salones típicos de la época victoriana. Abby se dio cuenta en aquel momento de que quería marcharse de allí, tenía miedo, había algo en el lugar que no le gustaba, así que se giró para marcharse, pero en aquel momento veía como la puerta de la entrada se cerraba sola de un golpe, tal vez producto del viento. Igualmente a Abby el corazón le dio un vuelco en el interior del pecho y a punto estuvo de gritar, de no ser porque estaba tan asustada incluso, como para ello.
- Gracias:
Cuando obtuvo una respuesta afirmativa por parte de Keira, Abby sonrió aún más. ¿Quién diría que seguramente estaban animadas por buscarse más problemas? Algo le decía a la morena que no sería fácil su idea, pero desde luego prefería hacerlo con Keira a sola.
— ¡Perfecto! — se podía notar algo de entusiasmo en sus palabras y es que acostumbrada a dejar pasar los días, con el único objetivo de sobrevivir... hacía de sus días monótonos y aburridos. Se limitaba a sobrevivir como buenamente podía. Ahora sentía por primera vez en mucho tiempo algo de emoción.
— Vale, si quieres puedes dormir en la tienda conmigo, solo tengo un saco, pero es mejor que estar al aire libre, si pasa algún caminante, mientras no hagamos ruido y no nos vean... — hasta ahora no había tenido problema con ello, salvo por las mañanas ser muy cuidadosa cuando salía, sin hacer mucho ruido, por si había zombies cerca que no la detectaran.
— Tengo algo de comida en la mochila, podemos cenar algo si quieres o hacer turnos... ¿Cómo lo ves? — Abby se estiró, la idea de hacer turnos de vigilancia no parecía tampoco tan mala idea. Por lo menos se quedarían más tranquilas. — Tratar de descansar, cenar y... de excursión mañana, ni tan mal, ¿verdad? — sonrió mientras se acercaba a revisar su mochila.
— Si necesitamos calentar algo tiene que ser ya, de noche llamaría mucho la atención y es preferible apagarla — comentó. No muy lejos del fuego había colocado algo de madera que encontró, todo por si se apagaba el fuego. Aunque no era gran cosa ya que no había mucho por esos lugares.
— ¡Perfecto! — se podía notar algo de entusiasmo en sus palabras y es que acostumbrada a dejar pasar los días, con el único objetivo de sobrevivir... hacía de sus días monótonos y aburridos. Se limitaba a sobrevivir como buenamente podía. Ahora sentía por primera vez en mucho tiempo algo de emoción.
— Vale, si quieres puedes dormir en la tienda conmigo, solo tengo un saco, pero es mejor que estar al aire libre, si pasa algún caminante, mientras no hagamos ruido y no nos vean... — hasta ahora no había tenido problema con ello, salvo por las mañanas ser muy cuidadosa cuando salía, sin hacer mucho ruido, por si había zombies cerca que no la detectaran.
— Tengo algo de comida en la mochila, podemos cenar algo si quieres o hacer turnos... ¿Cómo lo ves? — Abby se estiró, la idea de hacer turnos de vigilancia no parecía tampoco tan mala idea. Por lo menos se quedarían más tranquilas. — Tratar de descansar, cenar y... de excursión mañana, ni tan mal, ¿verdad? — sonrió mientras se acercaba a revisar su mochila.
— Si necesitamos calentar algo tiene que ser ya, de noche llamaría mucho la atención y es preferible apagarla — comentó. No muy lejos del fuego había colocado algo de madera que encontró, todo por si se apagaba el fuego. Aunque no era gran cosa ya que no había mucho por esos lugares.
- OFF:
- Si quieres podemos seguir un poco más y abrimos otro tema para lo de la radio.
- Gracias:
Tener compañía le iba a venir bien, además... Estaba segura que así podrían ayudarse mutuamente y estaba segura de que así podrían defenderse de forma mutua contra los enemigos que se les cruzaran por delante. Siendo ella sola sabía que no iba a poder llegar muy lejos pero con ayuda, podría e incluso sabía que podría lograr encontrar al menos a uno de sus compañeros.
—Mejor cenamos primero y luego ya hacemos turnos para vigilar —dijo mirando hacia el cielo, estaba comenzando a oscurecer por lo que deberían de darse algo de prisa.— Puedo hacer yo la primera guardia así descansas y tú haces la siguiente.
¿Quería ya que fuera el día siguiente? Sí y todo para poder comenzar a ir de excursión hacia alguna radio, se acercó un poco al fuego para poder avivarlo ligeramente.
—¿Qué tienes para calentar? —preguntó tomando dos ramas para ponerlas justo en el fuego, con cuidado.
—Mejor cenamos primero y luego ya hacemos turnos para vigilar —dijo mirando hacia el cielo, estaba comenzando a oscurecer por lo que deberían de darse algo de prisa.— Puedo hacer yo la primera guardia así descansas y tú haces la siguiente.
¿Quería ya que fuera el día siguiente? Sí y todo para poder comenzar a ir de excursión hacia alguna radio, se acercó un poco al fuego para poder avivarlo ligeramente.
—¿Qué tienes para calentar? —preguntó tomando dos ramas para ponerlas justo en el fuego, con cuidado.
- off:
- Holii pues... Tengo una idea. Podemos postear hasta que sea el día siguiente cuando comienzan la excursión. Y así abro un tema donde estén justo llegando a una emisora, añadiendo, ya que Aiden (mi segundo pj) su mejor amigo haya estado en esa emisora de radio.
Tengo en mente que esos dos, en algún momento, (seguro que cuando este forme parte de Umbrella) se encuentren.
— De acuerdo, no es gran cosa, pero por aquí... — la mujer se dio la vuelta para rebuscar entre las cosas que portaba en la mochila lo que eran una especie de chapas metálicas. — Estas se encajan para ponerlas sobre el fuego y así calentar la comida — Abby unió tres chapas formando una especie de mesita con ellas, no eran muy grandes, cada una podía ser el doble de su mano.
Se acercó para colocarlas sobre el fuego. Era una especie de parrilla portátil, se las dio él. Eran ideales para poder calentar la comida en cualquier sitio siempre que pudieras encender una pequeña hoguera.
— Y con una lata de comida... — Abby se acercó de nuevo a su mochila y se hizo con la última lata de comida que le quedaba. Alubias, tenía tanto hambre que le daba igual lo que fuera. Suspiró, la empezarían ahora, con suerte mañana podrían buscar más cosas. Abrió la lata con mucho cuidado y la depositó sobre la chapa que ya estaba calentándose en el fuego. Se hizo con una cuchara que limpio previamente con un trozo de papel y comenzó a remover la lata.
— No viene a ser una cena ligera, pero... tengo hambre y nada más — se encogió de hombros. — No me importa el turno, si quieres dormir tú antes... — Abby se volvió a encoger hombros mientras removía el contenido de la lata con mucho cuidado. — Esperemos estar tranquilas y pasar una noche sin más sobresaltos que un par de ardillas salvajes — se rió. Abby tenía un par de cuencos de plástico, así que sirvió el contenido entre ambos y le pasó una cuchara a la mujer. Gracias a haber compartido tanto tiempo con su compañero de viaje sí que tenía algunas cosas para dejarle a ella. — Buen provecho.
Se acercó para colocarlas sobre el fuego. Era una especie de parrilla portátil, se las dio él. Eran ideales para poder calentar la comida en cualquier sitio siempre que pudieras encender una pequeña hoguera.
— Y con una lata de comida... — Abby se acercó de nuevo a su mochila y se hizo con la última lata de comida que le quedaba. Alubias, tenía tanto hambre que le daba igual lo que fuera. Suspiró, la empezarían ahora, con suerte mañana podrían buscar más cosas. Abrió la lata con mucho cuidado y la depositó sobre la chapa que ya estaba calentándose en el fuego. Se hizo con una cuchara que limpio previamente con un trozo de papel y comenzó a remover la lata.
— No viene a ser una cena ligera, pero... tengo hambre y nada más — se encogió de hombros. — No me importa el turno, si quieres dormir tú antes... — Abby se volvió a encoger hombros mientras removía el contenido de la lata con mucho cuidado. — Esperemos estar tranquilas y pasar una noche sin más sobresaltos que un par de ardillas salvajes — se rió. Abby tenía un par de cuencos de plástico, así que sirvió el contenido entre ambos y le pasó una cuchara a la mujer. Gracias a haber compartido tanto tiempo con su compañero de viaje sí que tenía algunas cosas para dejarle a ella. — Buen provecho.
- Off:
- Perfecto, entonces hacemos eso.
- Gracias:
Mientras Abby ponía la cena a calentar la joven optó en sacar de su mochila una foto que se había acordado de que tenía, asintiendo a las palabras de esta miró hacia la chica sonriendo para tomar uno de los cuencos y así comenzar a comer.
—No estoy cansada, la verdad —dijo la joven sonriendo miró la foto y suspiró para así alzar la mirada hacia la contraria.— ¿Puedo pedirte un favor? —preguntó para alargar su mano con la foto en esta y pasarla.— No sé si los hayas visto pero ¿te suena alguno de ellos?
La desesperación de encontrar a sus amigos era máxima, hacía tiempo que no les veía, recordó cuando se separaron y fueron por caminos diferentes. Algo le decía que dos de ellos formaban parte de Umbrella pero quería no pensar en ello, ¿Aiden habría corrido la misma suerte? No. Sabía que él no era capaz de unirse a ellos...
—No estoy cansada, la verdad —dijo la joven sonriendo miró la foto y suspiró para así alzar la mirada hacia la contraria.— ¿Puedo pedirte un favor? —preguntó para alargar su mano con la foto en esta y pasarla.— No sé si los hayas visto pero ¿te suena alguno de ellos?
La desesperación de encontrar a sus amigos era máxima, hacía tiempo que no les veía, recordó cuando se separaron y fueron por caminos diferentes. Algo le decía que dos de ellos formaban parte de Umbrella pero quería no pensar en ello, ¿Aiden habría corrido la misma suerte? No. Sabía que él no era capaz de unirse a ellos...
— Sé que no es mucha comida, pero al menos... — observó los pequeños cuencos y luego a la mujer. Keira mostraba una fotografía a la que se acercó para echar un vistazo, acto seguido negó. Se acordaría, ya que no veía muy a menudo a personas con vida. — Lo siento, pero no he visto a ninguno — agachó la mirada a su cuenco.
— Pero eso no significa nada, ya sabes — trató de mostrarse algo mas animada, ya que no deseaba apenarla. Sabía lo que se le podía estar pasando por la cabeza.
Abby se distrajo apenas un momento con su cuchara removiendo la comida y tras que esta se enfriara apenas un poco, dio una cucharada, sopló y comió.
— No es un manjar precisamente, pero no está mal y yo agradezco algo de comida caliente — Abby prosiguió con la comida. — ¿Y a ti, te gusta? — señaló el plato. Poco a poco la noche iba avanzando, hasta e punto de caer la completa oscuridad. Así que Abby comenzó a echar tierra al fuego para apagarlo por completo y evitar que saliera mucho humo, no quería tampoco llamar la atención de posibles supervivientes que hubieran por la zona.
— Bueno, con esto es suficiente — susurró, más para ella. — Pues entonces podemos hacer ya si quieres el primer turno y me avisas cuando quieras cambiar — comentó. Por una parte se sentía más tranquila para dormir, pero por otro lado le saltó repentinamente la duda. ¿Se podía fiar de Keira, no?
— Pero eso no significa nada, ya sabes — trató de mostrarse algo mas animada, ya que no deseaba apenarla. Sabía lo que se le podía estar pasando por la cabeza.
Abby se distrajo apenas un momento con su cuchara removiendo la comida y tras que esta se enfriara apenas un poco, dio una cucharada, sopló y comió.
— No es un manjar precisamente, pero no está mal y yo agradezco algo de comida caliente — Abby prosiguió con la comida. — ¿Y a ti, te gusta? — señaló el plato. Poco a poco la noche iba avanzando, hasta e punto de caer la completa oscuridad. Así que Abby comenzó a echar tierra al fuego para apagarlo por completo y evitar que saliera mucho humo, no quería tampoco llamar la atención de posibles supervivientes que hubieran por la zona.
— Bueno, con esto es suficiente — susurró, más para ella. — Pues entonces podemos hacer ya si quieres el primer turno y me avisas cuando quieras cambiar — comentó. Por una parte se sentía más tranquila para dormir, pero por otro lado le saltó repentinamente la duda. ¿Se podía fiar de Keira, no?
- Gracias:
Al escuchar la negativa de Abby suspiró para poder guardarse, de nuevo, la foto. Sabía que le iba a ser difícil el dar con el paradero de ellos, al menos sabía que Aiden se encaminaba a Kansas pero ¿qué iría a hacer allí? Y lo que le importaba más, ¿estarían ellos con él? Lo dudaba. Sonrió levemente asintiendo para así poder comenzar a comer.
—Tienes razón, lo único que tengo que tener es fe de encontrarles —asintió la chica.— Son fuertes y estoy segura de que han sobrevivido —“o eso creo...” eso no lo dijo, lo pensó. Miró su cuenco para poder revolverlo un poco sonriendo ante la pregunta.— La comida caliente, en estos momentos es siempre bienvenida —dijo mirando hacia la contraria.
Procedió a seguir comiendo hasta que lo terminó del todo, la noche comenzó a aparecer por lo que luego de terminar de cenar sacó de su mochila una chaqueta y se la puso. Se levantó del tronco para poder poner sus cosas en la entrada de la tienda, a un lado pues se pondría a hacer vigilancia ahí.
—Ve a dormir, cuando vea que tenga sueño; te lo diré —aseguró la chica, aunque no iba a dormir nada; se conocía pero al menos podría dormir algo, luego de que ella hiciera su turno.
—Tienes razón, lo único que tengo que tener es fe de encontrarles —asintió la chica.— Son fuertes y estoy segura de que han sobrevivido —“o eso creo...” eso no lo dijo, lo pensó. Miró su cuenco para poder revolverlo un poco sonriendo ante la pregunta.— La comida caliente, en estos momentos es siempre bienvenida —dijo mirando hacia la contraria.
Procedió a seguir comiendo hasta que lo terminó del todo, la noche comenzó a aparecer por lo que luego de terminar de cenar sacó de su mochila una chaqueta y se la puso. Se levantó del tronco para poder poner sus cosas en la entrada de la tienda, a un lado pues se pondría a hacer vigilancia ahí.
—Ve a dormir, cuando vea que tenga sueño; te lo diré —aseguró la chica, aunque no iba a dormir nada; se conocía pero al menos podría dormir algo, luego de que ella hiciera su turno.
Guardó silencio observando como Keira guardaba la fotografía que le había enseñado. Entendió perfectamente como se sentía y no era algo agradable. Así que no supo que más decir, a parte de que de verdad deseaba que encontrase a quien estaba buscando.
Abby se concentró en su cena, estaba hambrienta, en los últimos días no había comido gran cosa, pues cuando podía se saltaba comidas, todo para poder tener más cuando fuera realmente imprescindible. Tenía que buscar alguna ciudad o pueblo, allí trataría de abastecerse mejor. En cuanto terminase su nuevo objetivo, el que tenía junto a Keira, trataría de buscar tiendas y locales para ver si lograba dar con algunas cosas de necesidad para su día a día.
— De acuerdo — Abby se preparó para entrar en la tienda. — Cualquier cosa no dudes en llamarme, ¿si? — se quedó de pie junto a la tienda, mirándola fijamente. — O si tienes sueño, necesitas algo... — Abby se fue metiendo dentro. — Dejo la puerta media abierta — señaló sin cerrar la cremallera del todo.
Tras eso, Abby se acomodó sobre el saco de dormir que tenía y se echó su manta por encima, trataría de dormir algo, si es que podía. Algo le decía que iba a necesitar esas horas de sueño, que debía descansar. No sabía hasta qué punto podía confiar en aquella situación. Consideraba que sí, de todas formas últimamente se despertaba con cualquier ruido. Ahora, cerraba los ojos, pensando en el soldado, si volvería a verlo, si Keira se reencontraba con quien deseaba, si necesitaría su ayuda... hasta en la lista de imprescindibles que debería buscar más tarde. Con todos esos pensamientos dando vueltas en su cabeza, Abby fue cayendo poco a poco en un sueño ligero.
Abby se concentró en su cena, estaba hambrienta, en los últimos días no había comido gran cosa, pues cuando podía se saltaba comidas, todo para poder tener más cuando fuera realmente imprescindible. Tenía que buscar alguna ciudad o pueblo, allí trataría de abastecerse mejor. En cuanto terminase su nuevo objetivo, el que tenía junto a Keira, trataría de buscar tiendas y locales para ver si lograba dar con algunas cosas de necesidad para su día a día.
— De acuerdo — Abby se preparó para entrar en la tienda. — Cualquier cosa no dudes en llamarme, ¿si? — se quedó de pie junto a la tienda, mirándola fijamente. — O si tienes sueño, necesitas algo... — Abby se fue metiendo dentro. — Dejo la puerta media abierta — señaló sin cerrar la cremallera del todo.
Tras eso, Abby se acomodó sobre el saco de dormir que tenía y se echó su manta por encima, trataría de dormir algo, si es que podía. Algo le decía que iba a necesitar esas horas de sueño, que debía descansar. No sabía hasta qué punto podía confiar en aquella situación. Consideraba que sí, de todas formas últimamente se despertaba con cualquier ruido. Ahora, cerraba los ojos, pensando en el soldado, si volvería a verlo, si Keira se reencontraba con quien deseaba, si necesitaría su ayuda... hasta en la lista de imprescindibles que debería buscar más tarde. Con todos esos pensamientos dando vueltas en su cabeza, Abby fue cayendo poco a poco en un sueño ligero.
- Gracias:
Asintió ante las palabras de la contraria, no tenía mucho sueño por lo que haría una guardia bastante larga; cuando vio que Abby se metió en la tienda, ella se sentó en un costado de la puerta tomando su arma y apoyando sus manos en sus piernas conforme oteaba la zona. No era un claro o al menos eso parecía, estaban rodeadas de árboles y bastante protegidas pero sabía que los peligros acechaban en cada esquina por lo que estuvo alerta toda la noche.
La noche había pasasdo bastante rápido y Keira, casi a mitad de medianoche llamó a Abby para hacer el relevo, al menos por unas cuantas horas pues ya parecía estar amaneciendo. No tardó mucho en quedarse dormida del todo. Perdiendo por completo la orientación de las horas, pronto los primeros rayos de luz, en ese lúgrube bosque, comenzaron a resurgir y a acariciar el rostro de la policía. Se removió en el sitio bostezando y estirándose para poder desperezarse del todo, pasó sus manos por su rostro y salió de la tienda bostezando del todo.
—Buenos días —dijo en un tono algo bajo con la voz aún algo adormilada.— Hoy nos espera un largo camino, ¿sabes si por aquí hay algún riachuelo? —preguntó para poder ir a lavarse, necesitaba estar espabilada por si se encontraban con algún enemigo.
[…]
La noche había pasasdo bastante rápido y Keira, casi a mitad de medianoche llamó a Abby para hacer el relevo, al menos por unas cuantas horas pues ya parecía estar amaneciendo. No tardó mucho en quedarse dormida del todo. Perdiendo por completo la orientación de las horas, pronto los primeros rayos de luz, en ese lúgrube bosque, comenzaron a resurgir y a acariciar el rostro de la policía. Se removió en el sitio bostezando y estirándose para poder desperezarse del todo, pasó sus manos por su rostro y salió de la tienda bostezando del todo.
—Buenos días —dijo en un tono algo bajo con la voz aún algo adormilada.— Hoy nos espera un largo camino, ¿sabes si por aquí hay algún riachuelo? —preguntó para poder ir a lavarse, necesitaba estar espabilada por si se encontraban con algún enemigo.
— Que lento pasa el tiempo esperando — aquella frase se la solía decir una anciana vecina suya, a Abby le parecía una frase sin sentido, pero en momentos como aquel... ¡Qué razón tenía la señora Patterson! Había dormido algo, la verdad es que bastante bien, teniendo en cuenta que su cerebro comenzó a aterrarla con pensamientos sobre la identidad de Keira o si era realmente quien decía ser. Descansó, y bastante bien que era lo importante.
Cuando le tocó hacer su turno, le dio las buenas noches a Keira, aunque prácticamente amanecía ya. Estuvo durante un rato observando el paisaje, a su alrededor. La parte de hacer guardia era esa, ¿no? Después, de un rato que o bien podrían ser diez minutos o dos horas, Abby se puso en pie y estuvo caminando de un lado a otro alrededor de la tienda, procurando no hacer ruido, luego estuvo buscando en su mochila una hoja, quería dibujar una especie de mapa de lo que creía que era aquella zona. Abby recordaba una gasolinera no muy lejos de allí y pensó que tal vez podrían acercarse. Para así tratar de localizar un mapa de carreteras donde buscar una antena de radio.
Rebuscó entre sus cosas más tarde, para preparar algo de té, tenía un par de bolsitas y un poco de agua, así que creyó que aquello podría ser un buen desayuno sencillo para ambas. — Buenos días, estoy preparando té — sonrió, al parecer sus pensamientos paranoicos de anoche no fueron reales. No la mató mientras dormía y todo estaba bien.
— Sí mira, he preparado un mapa de la zona, por donde he estado, el río está en esa dirección a unos trescientos metro... y a unos dos kilómetros al sur hay una gasolinera — señaló ambas direcciones. — No quise entrar cuando pasé porque me dio muy mala espina y pensé que no habría nada de comida, pero mapas de carreteras... es muy probable y uno nos vendría genial para localizar alguna emisora de radio... — Abby comenzó a recoger cosas, entre ellas la propia tienda, mientras que hablaba. — ¿Quieres que te acompañe? — preguntó. — Al agua le queda un rato por hervir — comentó. Igual quería ir sola y así Abby terminaba de recoger o la acompañaba y ya lo harían después.
Cuando le tocó hacer su turno, le dio las buenas noches a Keira, aunque prácticamente amanecía ya. Estuvo durante un rato observando el paisaje, a su alrededor. La parte de hacer guardia era esa, ¿no? Después, de un rato que o bien podrían ser diez minutos o dos horas, Abby se puso en pie y estuvo caminando de un lado a otro alrededor de la tienda, procurando no hacer ruido, luego estuvo buscando en su mochila una hoja, quería dibujar una especie de mapa de lo que creía que era aquella zona. Abby recordaba una gasolinera no muy lejos de allí y pensó que tal vez podrían acercarse. Para así tratar de localizar un mapa de carreteras donde buscar una antena de radio.
Rebuscó entre sus cosas más tarde, para preparar algo de té, tenía un par de bolsitas y un poco de agua, así que creyó que aquello podría ser un buen desayuno sencillo para ambas. — Buenos días, estoy preparando té — sonrió, al parecer sus pensamientos paranoicos de anoche no fueron reales. No la mató mientras dormía y todo estaba bien.
— Sí mira, he preparado un mapa de la zona, por donde he estado, el río está en esa dirección a unos trescientos metro... y a unos dos kilómetros al sur hay una gasolinera — señaló ambas direcciones. — No quise entrar cuando pasé porque me dio muy mala espina y pensé que no habría nada de comida, pero mapas de carreteras... es muy probable y uno nos vendría genial para localizar alguna emisora de radio... — Abby comenzó a recoger cosas, entre ellas la propia tienda, mientras que hablaba. — ¿Quieres que te acompañe? — preguntó. — Al agua le queda un rato por hervir — comentó. Igual quería ir sola y así Abby terminaba de recoger o la acompañaba y ya lo harían después.
- Gracias:
Página 2 de 2. • 1, 2
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 22:58 por Invitado
» Tiempo pasado [D Leah]
Ayer a las 18:40 por Leah Hadley
» Hora de partir [Libre]
Ayer a las 12:09 por Agent 4.0
» ₪ Regalo Semanal
Ayer a las 00:26 por Agent 4.0
» Nuevos aires [Octavia Orue]
Vie 22 Nov 2024, 22:49 por Octavia Orue
» Caminos, latas y recuerdos [Ryder]
Vie 22 Nov 2024, 22:48 por Ryder
» Compi de aventuras [0/1]
Vie 22 Nov 2024, 22:17 por Abigail Roth
» ₪ Juego: Chicas Vs. chicos
Vie 22 Nov 2024, 22:17 por Abigail Roth
» Navidades locas entre arena y zombies [Abigail Roth]
Vie 22 Nov 2024, 22:17 por Abigail Roth
» Una escena de rol que quieras compartir
Vie 22 Nov 2024, 21:02 por Harvey Black