Rescue {Participantes}

Había ido a acompañar a aquel grupo de extraños a recoger a sus amiguitos... realmente no me importaban, no los conocía, y que vivieran o murieran me daba igual, de la misma forma los de Umbrella, nunca me habían hecho nada, no me debían nada, ni yo a ellos...de cualquier forma, se me hizo injusto lo que ocurrió a estas personas, el poder entrar en una balacera al más puro estilo de los videojuegos era algo que no me iba a perder, además, necesitarían un médico, y ese era yo...

Estábamos tirados en la arena viendo hacia la instalación cuando el hombre de Umbrella (seguramente ex-umbrella al final del día) avanzó...escuchaba como todos se quejaban, o tenían sus dudas... no le dí bastante importancia, solamente revisé la magnum en mi bolsillo y mi rifle de cerrojo 7.5mm de 5 tiros. Una versión mas nueva de la Kark98 de los nazis. No era mucho, pero con este había aprendido a cazar...y matar animales, zombies o humanos no era bastante diferencia...

Justo cuando todos avanzaron les seguí de cerca...sinceramente emocionado de matar para variar algo que en realidad estuviera vivo... hasta que salió el Umbrella con alguien amagado con la pistola en la cabeza...seguido de mas Umbrellitos armados hasta los dientes apuntándole. Supuse que era el momento de disparar, así que apunte a la cara de un umbrellito listo para reventarlo...cuando nuestro boleto de entrada nos dijo que nadie iba a disparar...

Pura mierda... Dije bajando el arma pero sin dejar de apuntarla hacia el frente...esas situaciones eran bastante tensas, y cualquiera dispararía, en cualquier momento...

¿Entonces qué? Nos darán un tour o preguntamos en el puesto de información con la linda dependienta ¿dónde están los secuestrados?

Dije, algo desanimado por no empezar a matar...

Bajó del helicoptero con cierta tranquilidad mientras gracias a uno de los portatiles que llevaba uno de los soldados escuchaba y visualizaba todo aquel circo que se había formado en la base del Desierto de Umbrella. Le parecía increíble, increíblemente estúpido todo. Pisó la tierra de aquel lugar, la base se situaba en pleno desierto, una enorme valla rodeaba una especie de cabaña en mitad del desierto, esa era la tapadera y la entrada a la base.

Smith que confiaba plenamente en el soldado Wayland acababa de ser capturado por este mismo, la Reina Blanca informaba al resto de las bases de Umbrella de lo que estaba ocurriendo y él se encargaría de que aquel idiota pagase por su traición. Decenas de helicopteros bajaron hasta aquel cuadrado de tierra avallada, Sean se colocó bien el cuello del traje y avanzó por el lugar seguido de una larga fila de agentes de Umbrella, todos armados hasta los dientes, con sus trajes de color negro y el característico emblema de la compañía, tan solo Sean Montgomery era el que iba vestido con un simple traje negro.

Llegaron al fin al interior de la compañía, algunos agentes se quedaron helados al ver la presencia de las fuerzas de apoyo, nos dejaron pasar sin demasiadas complicaciones, Sean encabezaba la marcha con una tranquilidad sorprendente, casi como si se tratara de un desfile su equipo iba hacia adelante dejando a los soldados que ya estaban allí con caras de asombro, ¿esta base era la más competente de todas y por eso la más importante?, parecía mentira.

Por menos de diez estúpidos rehenes se veían en aquella situación, el tipo seguía hacia adelante seguido de sus soldados, no miraba hacia ningún punto siempre hacia adelante, se movía con rapidez y gracilidad, recto y sin desperdiciar el tiempo, parte del personal de la compañía se acercaba y caminaba a su lado intentando informarles de la situación, los soldados que lo seguían de cerca los apartaban de tal forma que nadie le llegase a molestar, ahora mismo los soldados de la compañía le importaban bien poco. Eran estúpidas marionetas con el intelecto de una patata. Solo confiaría en los soldados que habían venido con él de fuera y no eran pocos precisamente.

Descendieron por unas escaleras y llegaron a un pasillo, allí estaban al fondo los soldados de aquella base apuntando al tal Kenneth con Smith y los "guerrilleros" que habían entrado a recuperar a su gente, le dedicó una mirada llena de desprecio a los soldados de la base de allí, que parecían idiotas y se colocó entre estos y la gente que había entrado por la fuerza, eran fáciles de reconocer, pues las ropas que llevaban no es que fueran precisamente limpias, ni siquiera uniformes.

- ¿Wayland no? - preguntó refiriéndose al soldado que acababa de traicionar a la compañía. - Un plan perfecto... - añadía con cierta tranquilidad. - ¿Pero sabes lo que opina el resto de la organización de la importancia de tu "seguro"? - preguntó con frivolidad y aquel mismo tono tranquilo, apenas había terminado la pregunta cuando ya había sacado su pistola y la alzaba disparando hacia el frente, la bala atravesó de forma limpia la cabeza del antiguo ya, líder de la base del desierto de Umbrella.

- Matadlos... - ordeno sin más a sus soldados que empezaron a avanzar hacia ellos.

Wayland, tes estás equivocando... Repitió de nuevo el director de la base cuando quien era para él uno de sus mejores empleados le obligaba a avanzar por la base del desierto, apuntado con un arma en la cabeza Smith avanzaba haciéndolo que Kenneth le pedía, desactivó las defensas de la Reina Blanca y salieron juntos del despacho avanzando por los blancos pasillos de la compañía, los empleados los miraban sorprendidos y nadie podía hacer nada, ni siquiera la Reina Blanca, Kenneth había sido muy inteligente a la hora de salirse con la suya y lo estaba consiguiendo.

Se deslizaron hacia las primeras plantas, allí empezaron a llegar los sujetos que escaparon del motel, Smith los miró con seriedad y sin ganas de nada más, cuando parecieron estar todos Wayland dio un pequeño discurso que acabó por sorprender aún más al director. El joven era demasiado honrado, ahora si que estaba confuso y no entendía que estaba haciendo, no quería que los suyos salieran heridos y al parecer veía por los suyos tanto a nosotros como a ellos, era como el crío que estaba de por medio en un divorcio. Smith le observó fijamente. Aunque debería de estar molesto con el joven no lo estaba para nada, sabía que nos ería capaz de apretar el gatillo de aquel arma por mucho que llegase a ocurrir, tan solo era una amenaza para la compañía y así poder liberar a la gente, Wayland tenía muchas cosas que el resto de soldados no tenían, y era honor.

Así que no dijo nada más y se limitó a seguirlo, le daría el gusto de soltar a aquellas personas por mucho que le molestase. Llegaron a la puerta de entrada a las celdas, el sitio no era tan amplio como para que todos los soldados avanzaran con ellos, por lo que se quedó más bien a solas con el soldado y los que habían venido de la superficie. Smith avanzó por el pasillo hasta la puerta y pasó su identificación por una ranura para que la enorme puerta comenzara a abrirse.

El mando para abrir las celdas está ahí al entrar a la derechas, os aconsejo que no abráis la A 9 y 10... Sonrió con cierto sarcasmo cuando empezaron a llegar más personas,, con las manos ligeramente en alto se volvió hacia el sujeto que acababa de empezar a hablar, traje negro, sin identificación, nunca le había llegado a ver hasta ahora pero en el último momento supo lo que iba a hacer y sin poder lograr apartarse ocurrió, la bala entró en su cabeza y el cuerpo del tipo se desplomó en el suelo sin más.

Que era esta sensacion. Abro los ojos y observo un campo devastado, repleto de alambres de espino, ruinas de casas, incluso restos de tanques. Estaba en un campo de batalla, mire a mi alrededor al tiempo que miraba al cielo, era de noche mas podia divisar tres aeronaves militares ir en formacion, mas pronto escuche algo que creya que no escucharia. un cuerno de guerra acompañado por una multitud de gritos masculinos antes de voltearme, al hacerlo vi como un muro de fuego incendiaba una trinchera fue entonces cuando vi como almenos una docena de hombres uniformados de militar salian de la trinchera, sus cuencas se hallaban vacias solo habia una luz roja, di un paso atras y vi como de entre la barrera de fuego salia un lobo el doble de grande de Bers.
*****

Pronto desperte levantandome en una habitacion blanca - Joder... ahora sueño con la primera guerra mundial - Exclamo al pensar en su sueño. Se levanto y noto que estaba vestida con un camison, ademas su pelo.. que demonios estaba lacio, parecía una maldita niña mimada. Con rabia se comenzo a revolver el pelo hasta quedar mas o menos a su estilo, vio una salida y se levanto para comenzar a andar a ella mas pronto se paro... un puñetero cristal y quizas blindado, penso antes de voltearse y sentarse en una esquina, en ese entonces o estaba drogada (lo estaba) o loca porque vio un hombre de almenos dos metros mirando fijamente a ella, claramente este era uno de esos Verdugos, pero este no tenia hacha a la vista.

Dibujó una muy ligera sonrisa, sin perder por ello la concentración, escuchando el comentario de la chica que iba junto a él. Reconoció a Dante en la frase y seguro se habría puesto a charlar de literatura a no ser por la difícil situación en la cual estaban metidos. Parecía demasiado sencillo, entrar y salir así como así, algo no encajaba, lo sabía de primera mano luego de su visita a Europa unos meses atrás.

Cargada y lista. Respondió a la pregunta que le lanzaran unos instantes después. Lo cierto es que no tenía munición ilimitada y si la cosa se ponía pesada apenas podría recurrir a las granadas y el lanzamisiles portátil ajustado a su espalda.

En Inglaterra solían llamarle Cuervo, pues solía traer malas noticias a sus enemigos. Sin embargo, eso acababa de cambiar. Se había convertido en el cuervo de sus compañeros al pensar en lo complejo del embrollo. La acción, desde el instante en que estuvieron relativamente seguros teniendo a un alto cargo de Umbrella sometido hasta el momento donde fue reemplazado al puro estilo de la farmacéutica, delante de ellos, fue rápido pero contundente.

Ahí están las recepcionistas que querías. Son lindas, aunque vas a tener que desarmarlas y quitarles el casco primero. Comentó recordando las palabras del hombre que, seguramente como él, había bajado al séptimo círculo del infierno en busca de venganza.

No sacó de su mente las últimas palabras de Smith, refiriéndose a un par de celdas. Podía estarles diciendo la verdad, advirtiéndoles, pero que sonara a burla o sarcasmo para que procedieran a desatar el caos dentro de la fortaleza. Lo cual era exactamente lo que necesitaban.

Todo esto es tan familiar. Debe ser un protocolo secreto en todas sus instalaciones. Murmuró colocándose hombro con hombro al lado de Celeste. Tengo tres granadas en la parte de atrás de mi cinturón. Si se ponen pesados lánzalas, yo te cubro. Explicó mientras veía avanzar a la gente de Umbrella.

Al menos los nuevos soldados se veían más decididos que los anteriores. Recordó la cinta de los espartanos, suponiendo que si lograban reducir el tramo por donde ellos caminaban entonces tendría una buena posibilidad. Ahora sería un buen momento para que Lensherr llegara con un helicóptero. Pensó mientras alistaba su escopeta.

Al principio todo habia sido tedioso. Habia tomado cuatro putos dias llegar a tal lugar, y en mas de una ocasion pense en abrirle la cabeza al tipo de Umbrela. Sin embargo, cualqueir minuscula posibilidad que tuviera de conocer la base de Umbrela debia ser aprovechada. Esta informacion no la desperdiciaria, por lo que pase cada maldito segundo posible memorisando el camino, buscnado puntos de referencia y haciendo todo tipo de cosas para intentar poder identificar el camino.

El tipo de Umbrela nos habia dejado esperando desde una prudente distancia mientras iba a conseguir que nos abrieran la puerta. Desde un prtincipio tuve un mal presentimiento, algo que otros miembros compartieron y no se molestaron en no mensionar. Pero tambien otros creian que podian confiar en el. Yo por mi parte estaba en la lista de los neutrales, pues no conocia a casi nadie de alli.

Sin embargo, parecio que por fin se abrio la puerta y el tipo nos llamo a entrar. Adrian entro primero, para avisarnos de escapar en caso de que fuera trampa, aunque si fuera una trampa, tenia muchas dudas de que nos alcanzara el tiempo para correr. Afortunadamente no fue una trampa y pudimos entrar bien al lugar. Entonces comprobe por que habia sido tan facil abrirnos. El tipo de Umbrela tenia encañonado a quien, posteriormente me entere, era el tipo mas importante de la base. Los demas valian mierda comparados con el. Yo esperaba entrar a los tiros, aunque me cayo mejor la situacion actual.

Comenzamos a caminar hacia los prisioneros, todos armados, algunos (Alistar y Celeste) conversando de armas mientras encañonaba a cualqueir guardia que pareciera moverse medio milimetro mas de lo conveniente. Yo por mi parte, estaba perfectamente preparado. Tenia todas mis armas listas, limpias, revisadas y cargadas. En ese momento, estaba utilisando mi pistola ametralladora FMK3, un arma argentina igual que yo. Era la idea para esa situacion, ya que sus balas podrian bien atravesar la proteccion de los soldados de Umbrela, y considerando que eran muchos mas que nosotros, podria matar a varios con una rafaga de disparos.

Cuando finalmente parecia que habiamos llegado sin sufrir ningun daño, aparecio un tipo desconocido con un grupo de soldados a sus espaldas. Desde que vi su maldita cara supe de inmediato que no seria tan facil como habia sido hasta el momento. Entonces, las cosas empeoraron. Aquel maldito le disparo en la cabeza a quien aparentemente era el hombre mas importante de la base. Eso solo indicaba que estabamos lidiando con alguien de mayor rango. Para peor, ahora que el tal Smith habia muerto, el resto de los soldados no tenian ningun motivo por el cual no dispararnos. Yo inmediatamente comenze a disparar con la FMK3 hacia la formacion del centro, especificamente hacia el tipo "importante", un segundo despues de escuchar un tipo por parte de los Umbrelas. Habre gastado minumo 10 balas. Con mi mano libre, saque mi Magnum calibre 44 y pegue dos tiros hacia dos soldados de Umbrela que tenia a mis espaldas - Lo siento, pero creo que se acabo el trato-

Se acabó. Fue lo primero que pensé cuando Smith cayó al suelo, desplomado pro aquel tiro en la cabeza, por unos segundos me rendí, yo no quería dejar Umbrella y me estaba viendo obligado a ello, pero ya daba igual, si no me iba me matarían. Las palabras de aquel tipo fueron contundentes y no me quedaría allí para ver como me pegaban un tiro a mi también.

-¡ADENTRO!-Grité entonces mientras otro tipo que venía con nosotros abría fuego contra aquellos sujetos, con la Glock alzada disparé varias veces, tres o cuatro mientras el tal Nacho, o así creía que se llamaba disparaba hacia los soldados y yo corría hacia atrás para que todos los que venían con nosotros pasaran al interior a la sala de las celdas, en el pasillo. -¡A los laterales!-Señalaba ambos lados de las puertas para que se refugiaran ahí en el interior de los tantos disparos que los soldados que acababan de llegar podrían dar contra nosotros.

Yendo rápido hacia el panel que había en la entrada del pasillo, marcando rápidamente los dígitos y pasando la tarjeta metálica que le había quitado a Smith, la puerta comenzó a cerrarse mientras yo cambiaba la glock por la carabina y disparaba hacia afuera a esos soldados, en el último momento en el que las puertas ya estaban cerrándose del todo tiré del hombro del tal Nacho para que pasara con nosotros, rápido fui de nuevo hacia el panel y lo golpeé con fuerza con la culata del arma repetidas veces hasta que la tapa se cayó y sin más pude cortar y arrancar varios claves.

-Esto mantendrá las puertas cerradas un rato más-Decía mientras cogía el mando que Smith dijo que abría las celdas y se lo pasaba a alguien que estaba por ahí.-No hay tiempo, sacad a vuestros amigos...-Me quedé ahí en la entrada con la vista fija en la puerta escuchando los golpes desde afuera.

-No tardarán mucho en entrar, al fondo del pasillo hay un conducto de ventilación saldremos por ahí, pero eso dará a otra zona de la base, tendremos que lidiar con algunos de los soldados, la ventaja es que La Reina Blanca aún está desactivada, pero no sé cuanto tardarán en volverla a activar, entonces si que estaremos en grabes problemas...-Iba diciendo mientras visualizaba en una de las celdas un BOW que se capturó hacía ya un tiempo y algo entonces se aclaraba en mi cabeza. -Soltaremos a este cabroncete para que los reciba cuando nos hayamos ido, ¡vamos!-Decía metiendo prisa.

Había dos opciones sobre lo ocurrido segundos después de la muerte de Smith y el fuego comenzado por nosotros. Era una soberana estupidez atacar a TODO Umbrella desde su base, encerrados en un pasillo sin protección. Pero prefirió pensar que la idea era maravillosa, haría que el pelotón de guardias se amontonase en el mismo pasillo donde ellos estaban y entonces habría grandes posibilidades de sobrevivir unos minutos más.
Disparó a dos de los hombres que tenía cerca, perforándoles el cráneo gracias a la cercanía, y entonces tomó una de las granadas de Alistar, arrojándola a la multitud.

La puerta se cerró después de que Kenneth manipulara los controles, y lo primero que hizo Celeste fue revisar los cuartos, uno por uno, por la ventanilla.

– Aquí no hay nada – murmuró buscando algún ordenador, o cualquier instrumento que pudiera llevarse para estudiar.

- ¡AQUÍ NO HAY NADA! – gritó frustrada, sabiéndose en grave peligro por solo un grupo de gente drogada y nada de información.
Tuvo que tratarse la frustración para enfocarse a lo siguiente y seguir en el juego. Salvar a los prisioneros, liberar al grandote y escapar del ducto de ventilación. Corrió hacia una de las puertas cuya marca “A1” estaba incrustada sobre la pared y, manipulando los controles logró abrirla tra escasos segundos, encontrando a una mujer dentro.

–¡Aquí hay alguien! – grito pidiendo ayuda para llevarla. La mujer estaba drogada y no podría salir por si sola. Por supuesto, Celeste no podría llevarla en brazos tampoco.

Miré a Kenneth con una ligera sonrisa en mi rostro, se trataba de un plan perfecto, o al menos a mi me lo parecía así, nada más ni menos que el jefazo de rehén, sería un buen trato, la situación era bastante tensa, de eso me di cuenta también conforme avanzábamos con todos aquellos soldados pegados a la espalda que no dudarían en volarnos la cabeza a la primera de cambio. Pero era nuestro equipo ahora el que tenía la voz cantante, caminábamos por los pasillos de Umbrella seguidos de soldados de la compañía, nosotros llevábamos nuestras armas alzadas aún no nos fiábamos de nada ni nadie, todo parecía estar resultando bastante fácil.

Había cargado la glock y el revolver, mirando de reojo al resto me dije que si salía vivo de aquella necesitaría un buen rifle. cargaba con la ballesta en el cinturón, era algo molesta de llevar ahí dandome en la pierna de vez en cuando, pero sin duda lo mejor para tenerla a mano, llegamos al fin al lugar, pude ver la sala llena de cristales que daban a algunas personas, pero tuve que volverme al escuchar a alguien y el disparo.

-Se acabó la fiesta del té...-Al instante todos supimos lo que teníamos que hacer, Kenneth y Nacho se adelantaron disparando a los demás mientras nosotros retrocedíamos hacia atrás entrando en el lugar, con la glock empecé a disparar hacia los soldados, chaleco antibalas y cascos, de lejos iba a conseguir una buena mierda, varios disparos en algunas rodillas provocando que los desgraciados cayeran al suelo, conseguí tirar a tres cuando ya estábampos todos dentro, Celeste lanzó una granada y las puertas se cerraron provocando cierto temblor en el lugar.

-¡Joder!-Grité rápido al tiempo que me giraba a mi derecha para ver a mi buen amigo. -¡¡Josh!!- Había un mando en la derecha, que cogí y empecé a buscar hasta dar con el número de su haboitación y pulsar el botón para que esta se abriera, haciendo caso a las palabras del tal Smith, seguidamente dejé el mando en el suelo y eché a correr al interior de la habitación en la que estaba mi amigo, tirado en el suelo.

-¡¡Josh!!-Llamaba a mi amigo mientras lo zarandeaba con cuidado para que despertarse.

Vale, ahora sí que el sedante me estaba volviendo loco. Y a pasos agigantados por lo visto. Disparos, ruidos, gritos y voces, ¿qué fantasma de las navidades pasadas me atormentaría ahora? Que alguien me meta un tiro en la nuca, por favor. Hice un esfuerzo y apoyé la frente contra el cristal abriendo los ojos de par en par. ¿Estaba flipando? No sé, parecía demasiado real. La luz seguía siendo tan cegadora como antes.

Joder Arthur, haz tu último esfuerzo. Apreté el puño y lo levanté todo lo que pude para luego golpear el cristal una y otra vez, cada golpe con menos fuerza. Y una mierda iba a caer aquí como una puta rata de laboratorio.-¡Ehhh!-Intenté gritar con todas mis fuerzas pero por mucho que quería mi cuerpo no era capaz de hacer todo lo que le pedía. No podía parar, o a saber qué me harían todos esos cabrones de Umbrella. No podían ser alucinaciones como la anterior, la gente que veía no se me hacía familiar en nada. Por dios, si ni podía ponerme en pie...

Y empieza la juerga. El primer disparo mata al supuesto rehén importante y a partir de ahí empiezan las lluvias de balas mientras todos entramos en tropel hacia el supuesto pasillo con las celdas, llevando a cabo un amplio fuego de cobertura acompañado incluso de algunas granadas.

Cuando la puerta se cierra detrás de nosotros observo mi brazo izquierdo herido pero por suerte la bala no ha llegado a impactar en él y sólo ha dejado un evidente rastro y cierto escozor así que resoplo sonoramente mientras Kenneth da algunas instrucciones. Él es el que conoce mejor el lugar y a los cabrones que nos pisan los talones así que teniendo en cuenta la situación en la que estamos supongo que ya no hay demasiada duda respecto a que podemos fiarnos de él. O al menos no tenemos alternativa.

Algunos empiezan a moverse entre las celdas pero yo me siento bastante indeciso hasta que alguien (Celeste) pide algo así como ayuda y corro hasta esta sala en particular, cogiendo a la chica en cuestión en brazos (Miranda) porque parece bastante aturdida y un poco ida -Yo me encargo de ella, mira si puedes sacar a alguien que esté más despierto- le propongo a la chica que me atrajo hasta aquí mientras salgo con la rehén en brazos para transportarla hacia el respiradero que Kenneth nos ha dicho hace apenas un instante.

-Vamos a sacarte de aquí, ¿me oyes?- le digo moviéndola un poco entre los brazos para intentar que reaccione aunque ahora mismo me conformo con que no se crea que voy a pegarle un tiro pero si de paso consigo que reaccione y camine por si misma me ahorraré bastante trabajo. La verdad es que tiene un aspecto bastante desastroso así que tengo mis dudas sobre esa posibilidad -¿Recuerdas como te llamas? Yo soy Jared- me presento para darle algo más de confianza, por poca que sea, pero sobretodo espero que el pensar y recapacitar sobre si misma le ayude a recobrar la coherencia.

El fuego intenso no tardó en surgir como la llama renovadora de la venganza entre ambos bandos. Ahora que no existía duda sobre el modus operandi a seguir, Harrington accionó la escopeta contra los más cercanos a él. Uno cayó de espaldas por el impacto, otro perdió parte del brazo donde usaba su arma y al resto apenas se detuvo a mirar. Vació el arma antes de replegarse con el grupo, y luego escuchando el sonido de la onda expansiva de una de sus granadas, arrojadas por Celeste como medio para ganar tiempo.

Sonaba fácil el plan a seguir, irónico pues radicaba en usar las armas de Umbrella en contra de sí misma. Pero nada sería tan sencillo, ya lo acababan de experimentar segundos atrás. Mientras recargaba la escopeta comenzó a buscar a la gente por la cual viajaran al centro del infierno. Se detuvo de golpe a observar a alguien conocido. Rápidamente echó un vistazo para registrar los controles. Abierto y cerrado, verde y rojo, tan sutil como se esperaría de una empresa demente del calibre de Umbrella.

¡Amaya! Exclamó manipulando los controles. La celda quedó abierta y Alistar no perdió el tiempo en ingresar por ella. Le había ayudado en un momento donde el británico estuviese bastante demacrado, era hora de devolver la cortesía.

Virtualmente se vio forzado a levantarla por sus propios medios, colocando su escopeta sobre el hombro gracias al arnés. Si bien el tiempo apremiaba, trató de ser lo más delicado posible. Los signos de la joven le indicaban que acababan de someterla a pruebas, estaba debilitada por desnutrición o solo drogada de alguna manera.

Amaya, despierta, llegó la caballería y nos vamos de aquí. Susurró esperando que volviera en sí y no tuviera que sacarla arrastras. En el mejor de los casos todavía podría disparar mientras empezaba la refriega para huir. Alcanzó a mirar el pasillo, notando que alguien pedía ayuda en otra de las celdas. ¡Esa está llena también! Indicó con la voz viendo a un hombre pedir ayuda más allá. Arriba, Amaya, tenemos que correr. Dijo una vez con tanta calma como podía.

Había estado molesto por el trato que no me dejaría matar a nadie, cuando un tipo prepotente bajaría de su helicoptero a decir que a Umbrella no le importaba esa gente, matando a nuestro rehén y empezando a dispararnos, comenzando con los soldados que habían llegado a defender a Smith....

Este cabrón...esta loco... Pensaba mientras corríamos a por los secuestrados... al llegar al pasillo me tiraría al suelo para disparar desde una posición mas cómoda, justo en el momento que uno de los nuestros empezó a soltar ráfagas, y la balacera seguía su curso con nosotros como presas.

Tomaría aire y dispararía 2 veces para tirar a uno de los soldados de Umbrella de un tiro en el pecho y en la cabeza (evitando el casco, dando hacia la parte más sensible, que sería a la altura del visor), dispararía de nuevo a uno de ellos que se habría acercado demasiado con una escopeta, para herirle en la entrepierna (LOLxD) y jalarlo de los pies hacia adentro para molerlo a golpes...

Justo en ese momento la puerta se cerraría y alguien arrojaría una granada antes de que eso sucediera...Todos habían empezado a buscar a sus amigos...yo me quedaba sentado revisando el cadáver (o moribundo) soldado de Umbrella, guardando su arma para mí, y sus municiones...

Oye....el que nos ayudó a entrar Dije a Keneth
¿Qué tan estúpida es la seguridad de aquí? porque conseguí un disfraz de los chicos malos...y de algo podría ayudar

Al parecer, al menos mis disparos habia salido bien. No habia conseguido darle al tipo importante, al menso hasta donde habai visto, pero habia bajado una buena cantidad de soldados de Umbrela. Respecto a mi reta guardia, pues, los dos tiros de Magnum habian bastado para matarlos, pero para estar seguro, les di un tiro mas a cada uno cuando cayeron al suelo. Estabamos retrocediendo, podia escucahr disparos de ambas partes. Incluso vi como una mujer (Celeste) arrojaba una granada hacia los Umbrelas, cosa que en definitiva me levanto un poco el estado de animo.

Mi mente estaba absolutamente concentrada en el ataque a los Umbrelas, no veia nada mas que a ellos, casi ni sabia hacia donde retrocedia, pues sabia que si giraba mi cabeza al menos un segundo, me podrian matar por idiota. De golpe, siento como un tironeo de mi ropa. Me doy vuetla, justo para dar un tiro, cuadno me doy cuenta de que es Keneth- Maldicion Keneth, casi me matas, y cais provocas que te mate- dije mientras recuperaba el aliento. Keneth rompio la tablilla de control a culatasos de su arma. Ahora estabamos justo dodne queriamos, enfrente de las celdas de los prisioneros. La mujer (Celeste) comenzo a revisar las celdas hasta que encontro algo.

Ya habian liberado un par de presos (Josh, Miranda y Amaya) Yo por mi parte seguia buscando a alguien en particular. Finalmente, la encontre. Estaba frente a lo que parecia ser un Decapitador, como yo llamaba a esos BOWs (osea, el Axeman, Verdugo, etc). -Vaya que tienes una linda vista, verdad- dije mientras, repitiendo el procedimiento que habia observado ahcer a Adrian, liberana a Nova. Apenas pude, entre en su celda, la levante en hombros, y al ver que no tenia mucha energia, la levante con los brazos, como el tipico heroe de cuentos que carga a la princesa, solo que en este caso era un cowvboy que rescata a un soldado.- Los de NUSAF no creeran esto- le comente mientras la transportaba hacia el ducto de ventilacion del que nos habia hablado Keneth.

Un hermoso parque, con el sol brillando sobre mi cabeza, las flores de la primavera moviéndose con el viento y obsequiando su delicioso aroma a todos los que estábamos allí. Un grupo de niños jugando, corriendo, gritando y riendo; y entre ellos, mi pequeña hermana. Yo la vigilaba desde la distancia, procurando que no le pase nada, sonriéndole y saludándola con la mano. En aquel parque también habían perros paseando, ancianos alimentando palomas, y parejas de novios dándose mutuamente muestras de cariño.

De un momento a otro, el bello sol que había, se oculta entre las nubes y todo el cielo se oscurece. Se escuchan gritos y lo que antes era un parque lleno de vida, se convierte en un campo muerto, con sangre y cuerpos por doquier. La gente se comía entre sí. Y mi hermana, con su boca llena de sangre y sus ojos con la mirada perdida, se lanzaba a morder mi cuello, sin poder hacer nada para evitarlo. Grité y grité, entre agonía, siendo devorado por mi propia hermana. Hasta que todo a mi alrededor desapareció, y me vi engullido por una oscuridad perpetua, amarrado en una silla. Una luz brillante se encendió en mi cara y todas las personas que sufrieron por mi culpa me señalaban con el dedo y me acusaban de manera cruel: Miley, Christel, Luther, Giancarlo, e incluso Esmeralda.

Desperté de pronto, en una habitación completamente blanca. Intenté levantarme, pero me desplomé en el suelo una vez mis piernas hicieron el esfuerzo por sostenerme. Veía borroso y todo daba vueltas. No sabía dónde estaba y los recuerdos no eran claros. Pero al menos había una salida, así que me arrastré hasta ella, mareado y con náuseas, pero al intentar salir, me topé con un cristal. Mi mente estaba demasiado dispersa como para poder emitir palabras con claridad, por lo que lo único que salió de mis labios fue un angustioso quejido, para luego volver a caer inconsciente.

No sé cuánto tiempo pasó; quizá horas, quizá días, pero volví a despertar. Miré mi cuerpo y vi que mi ropa ya no estaba, y en su lugar, traía un camisón largo, similar al de los hospitales. Intenté mover mi mano, pero mis terminaciones nerviosas estaban muy afectadas como para funcionar con normalidad. Lograba escuchar los sonidos dispersos de un tiroteo y luego una explosión que retumbó también en mi habitación, empeorando mi malestar. Todo se oía tan irreal que por un momento creí que seguía dormido. Las voces distantes tan cerca de mi celda parecían hablar en un idioma distinto a los que conocía, e incluso en algún momento sonaban como el sonido que emitía pac-man: Waka waka waka. Mi cabeza se movía muy lentamente, sólo mi ojo sano servía para identificar el sitio en el que me encontraba, pero no hallaba relación con ningún otro lugar en el que hubiera estado antes. El número en mi celda marcaba A3.

Una revisión rápida le dijo que no encontraría nada en esa celda, salvo a la mujer que ya habían ido a socorrer gracias a su grito de auxilio. Celeste no dio más explicaciones y se decidió a buscar más celdas.
Poco a poco parecía que todos estaban haciendo su parte, aunque el tiempo apremiaba y, si no se daban prisa, no solo no podrían rescatar a nadie, sino que Umbrella tendría más sujetos de experimentación… y a Celeste no le agradaba la idea de convertirse en su propio trabajo.

No perdió más el tiempo, una vez sabiendo como trabajaban los controles abrió la celda que tuvo a la mano, con la insignia “A3” incrustada como las demás, y en cuanto pudo llegó con el prisionero. Se arrodilló enfrente de él y miró sus ojos con detenimiento
– pupila dilatada – dijo para sí misma, omitiendo la cicatriz que atravesaba un ojoen el rostro de aquel sujeto mientras intentaba mantener la cabeza del hombre situada en su lugar, cosa que era mucho más difícil de lo que parecía. Aquel prisionero - igual que la chica de hace unos minutos – no tenía control de sus movimientos, todo su aparato locomotor estaba atrofiado, y parecía a simple vista carecer de cualquier contacto con la realidad.

– ¿Me escuchas? – dijo, mirándolo a los ojos, o al menos tratando- – Te van a sacar de aquí, todo estará bien ¿Entendiste? Tendrás que ayudarme con esto dijo, intentando ponerse en pie con él.

No había anda que pudiera utilizar en esa sala, y no le quedaba más opción que ayudar en el rescate si quería proseguir, encontrar lo que buscaba y salir con vida de ese lugar.

Sólo tenía que apegarme al plan para rescatar a las personas que habían sido secuestradas así sin más. No me sorprendía eso de la Corporación Umbrella, pero no podía mostrarme indiferente ante la situación inhumana que se estaba presentando.
En el momento adecuado bajé con todas las personas, dispuestas a ayudar. La conversación tensa entre el personal de la farmacéutica (si es que aun se le podía decir así), el disparo que asesinó a ese hombre desconocido que advirtió sobre las celdas A9 y A10, los disparos que dirigimos luego al personal que defendía a la empresa. Todo pasó rápido, como si de una táctica militar se tratase. Me mantuve cerca de Celeste intentando cubrirla para que nada le pasara mientras abría las celdas. Primero una mujer que recibió la ayuda correspondiente. Caminando un poco más un señor de aspecto culto (Alistar) daba asistencia a otra mujer. Más allá García (nacho) traía en brazos a Nova, algo que me robó una sonrisa.
- Te creerán. Puedo dar fe de ello. - dije a García dándole una palmada y volviendo a centrar mi atención en la puerta A3 que celeste abría. No pude creer lo que vi una vez se abrió esa celda.
- ¿Nicholas?... - murmuré incrédula. Un huracán de sentimientos me abrumaron pero mi cuerpo parecía obedecer sólo a la memoria muscular de una militar. Me agaché por inercia y pasé su brazo por mis hombros, tomando su antebrazo con fuerza para no dejarlo caer. Con el brazo que me quedaba libre lo sostuve por la cintura y me paré cargando todo su peso sobre mi. Era pesado o yo estaba muy débil. Me habían entrenado para cargar a personas también, tenía que poder hacerlo mejor. - Por favor, Nick, ponte de pié. Necesito que te pongas de pié. - pedí en un tono de voz audible dándole un sutil zarandeo para ver si así se esforzaba por sostener su peso y darme una mano. - ¡Anda! Soy Esmeralda. ¿Me oyes?
Su rostro, esa cicatriz, una marca de guerra seguramente, algo que tal vez yo haya podido evitar. Mucha culpa, mucho afecto, mucha tristeza cargaba con su peso. Y con él tenía que salir sana y salva... al menos él si se merecía vivir un poco más. Moví mis piernas y comencé a avanzar con suma dificultad, intentando acelerar el paso. Esperé que mi cuerpo tolerara aquel esfuerzo. Creía estar haciendo una gran hazaña, cuando como mucho había dado cinco pasos "largos" (normales) aun. Necesitaba ayuda para moverlo.

Disparos, riesgo, adrenalina, el tiroteo fue de lo más salvaje, pero al parecer no había ningún herido grabe, iba por la entrada revisando a los chicos. Igualito que en los viejos tiempos, como si siguiera ejerciendo me concentraba en todos aquellos que venían conmigo.

En la base te curaremos eso, no parece gran cosa, se pondrá bien
Iba diciendo después de que una de los nuestros lanzase una granada hacia el pasillo con aquellos tipos, no pude evitar mirar a la mujer, Celeste, así se presentó, sonreí ligeramente divertido.

Muy buena, eso les mantendrá un rato ocupados... Kenneth, ¿cuánto tiempo tenemos y hasta donde da ese conducto de ventilación?
Tras decirle aquello a la mujer que fu directa hacia las celdas del fondo me volví hacia el ya seguro ex-Umbrella para preguntarle sobre la situación, teníamos que ir preparándonos, sobre la marcha o un poco antes, mientras le hablaba todos se movilizaban para ir sacando a la gente de aquellas celdas o habitaciones.

¿Qué hay de esa Reina tuya?
Añadía mientras veía a Belikov que ya había dado con Josh y lo zarandeaba para que despertase.

Ten cuidado, a ver si lo vas a terminar de apañar...
Comenté con cierto sarcasmo mientras miraba a mi izquierda con el rifle al hombro y veía a una de esas celdas llenas de sangre, eso me molestó, ¿había sido alguien de los nuestros?, avancé para toparme con una de esas cosas.

Aquí de aquí los sacan...
Y entonces continué para encontrarme con Katherine, al verla fui rápido a por el panel para abrir la celda y entré veloz en ella para acercarme a la joven y sujetarla por los hombros.

¡Anna, mira lo que he encontrado!... Eh preciosa, reacciona vamos
Sonreí con cierta esperanza al ver viva a otra de esas personas que nos habían arrebatado.

-Tranquilos, pero esos trajes no servirán de nada, La Reina Blanca tiene un sistema para reconocer rostros, no servirá, la activarán en seguida, así que más nos vale salir cagando leches...-Hablé para Hiel y ya de paso el resto, aunque no estaba muy seguro de si me habrían entendido o siquiera habrían prestado atención, estaban todos demasiado contentos con el encuentro familiar, peor los golpes en la puerta indicaban que nuestros amigos no tardarían mucho en entrar a por nosotros.


-Apenas son dos metros de conducto, dan a una habitación de celdas similar a esta, es la sala B, pero está vacía, saldremos por la puerta al otro lado de la base y ya por ahí iremos por los pasillos intentando esquivar a los soldados hasta salir arriba, pero si activan a la Reina Blanca se acabó... -Tras decir aquello fui corriendo hacia la celda en la que había un tipo golpeando el cristal, no lo había visto en mi vida, pero aún así parecía el más espabilado y nadie se molestaba en ayudarle, tras activar el panel el cristal empezó a subir hacia arriba y fui directo hacia el tipo para ayudarle a ponerse en pie colocando un brazo suyo por encima de mis hombros.

-Vamos amigo, nos vamos de paseo...-Le dije al tipo (Arthur) mientras que le ayudaba a ponerse en pie. Al decir aquello empecé a caminar cargando con algo del peso de él mismo. -¿Puedes andar más o menos?, si no puedes no pasa nada, ya te ayudo yo, pero tienes que hacer un esfuerzo, nos pisan los talones... Venga-Iba animándolo mientras le daba algunas palmaditas en la espalda y seguía por el pasillo hasta llegar al fondo, dejandole con cuidado en el suelo sentado y apoyado en la pared para desprender la tapadera del conducto.

-Voy a ir yo primero, hay que comprobar que en esa sala no haya nadie-Tras decir aquello a los que estaban ahí me metí por el conducto, a gatas fui directo hacia otra de esas tapaderas, no tardé nada e, conductos ería más o menos de un metro tal vez dos de largo, golpeé con el pie la tapa y esta cayó dando con otra sala similar a la de atrás, peor en paralelo.-¡Despejado!, id haciendo pasar a los chicos a este lado, están sedados, peor no hay tiempo, yo los ayudo a llegar hasta aquí-Me quité la chaqueta de Umbrella tirándola por ahí, de repente empezaba a tener calor, aunque tan solo eran los nervios, ya me podía dar por despedido y como me encontrase con el que parecía ser el nuevo jefe me iba a llevar un buen finiquito.

-Coronel, vaya que no te habia visto. Disculpa si no puedo poner la mano en la frente, tengo ambas manso ocupadas- dije mientras cargaba a Nova. Bien podria dejarla en el suelo pero en su estado no parecia que tuviera las energias suficietnes para caminar. El sujeto Keneth, posible despedido de Umbrela, estaba llevando a un tipo que nadie habia visto antes. Dijo que debiamos salir de ahi antes de que activaran a la Reina Blanca, que supuestamente era la super computadora que manejaba todo el lugar. Estariamos en un lio de lo mas lindo si es que la activaban estando nosotros en la base.Keneth se arriesgo primero. Se subio al ducto, que al parecer daba a otra sala, por donde podriamos escapar hacia el pasillo. Cuando comprobo que todo estaba despejado, ayudo al tipo a subir, y dijo que le fueramos pasando a los rescatados. Yo me acerque con Nova aun en brazos y con delicadesa se la alcaze, para que la ayudara a pasar.

Despues de eso comenze a caminar por el lugar, y sorpresivamente, habia una chica mas. Tal vez la habian olvidado por que a nadie le resultaba familiar. Sin embargo, no se podia quedar ahi. Repitiendo el proceso de antes, abri la puerta y entre a su celda. Primero que nada me acerque para inspeccionar su cara. En el segundo en que vi su cara, casi me da un infarto. Retrocedi tanto que me di la nuca contra la pared. Era ella, contra toda posibilidad. A pesar de lo imposible, era Nessa.

OIGAN TODOS- grite con toda la fuerza que tenia mientras me acercaba- TIENEN QUE VER ESTO....ES NESSA- el decir esas ultimas palabra, las cuales no crei decir mas qu en sueños, u honrando una muerte, fue algo tan satisfactorio como extraño. La verdad no sabia que hacer, no se me ocurria otra reaccion mas que susto o duda.Yo la habai visto morir hacia cuatro dias ya, tenia el estomago atravesado. En estos moemtnos me alegraba de que no le hayan pegado un tiro en la frente.