- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 33 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 33 Invitados Ninguno
Élite {50/54}
|
Hermanos
Directorios
|
Detroit Metal City II #Wolfpack
Página 1 de 1. • Comparte
01 de septiembre de 2014
Motel Plaza: Overton, Nevada
Motel Plaza: Overton, Nevada
Resumen de la primera parte.
Aquella era una mañana que pintaba bastante bien. El día era soleado en aquel motel y todos nos habíamos levantado con ganas de vivir y aprovechar el tiempo. Jay Lawson tocaba la guitarra y cantaba algunas canciones. Tumbado en un sofá que había tirado a la piscina vacía que quedaba en el centro del patio de aquel motel abandonado.
Las habitaciones quedaban al rededor de esta y todos comenzaron a salir con el olor al café recién hecho que habían preparado. Tomaban el sol, desayunaban y disfrutaban de aquel día que pintaba maravilloso. Tras varios días de trabajo y la mudanza a aquel nuevo refugio, Jay se había cansado de limpiar y él mismo había propuesto un día de relax.
Los últimos días habían acontecido rápidos, pues el grupo había crecido notablemente con la llegada de Katherine, Kyle, luego Taylor, Lena, Mara... Y él mismo, contando también con Hal y Thea.
Tras tanto días oscuros por fin ellos pasaban del trabajo, el miedo y las preocupaciones, se reunían simplemente y disfrutaban de un día más, celebrando que seguían con vida. En ello estaban cuando se pusieron a bromear y jugar con el agua, lanzándosela, gritando y riendo. Hasta que la llegada de una nueva persona los despistó.
Bonnie acababa de adentrarse junto a su perro Peto en el interior del motel y al ver gente con vida sintió esperanza. Pero el destino les tenía algo preparados que fastidiaría su día.
Un par de crimson head irrumpieron en el patio cortando de cuajo aquel ambiente, todo se dispersón y los chicos actuaron rápido acabando con ellos. Unos cuantos zombies llegaron también a la vez que unos extraños temblores que comenzaron a agrietar paredes y suelos del edificio. Agujeros se abrieron en el patio y unas enormes y asquerosas criaturas comenzaron a aparecer. Estas se movían por tierra tratando de perseguir a los chicos, que se dieron cuenta de que no podían atravesar el suelo de los pasillos y habitaciones del motel. Rápidos, todos comenzaron a recoger sus cosas para huir. Una de esas criaturas se tragó una granada y explotó en cientos de pedazos. Taylor y Jay lograron salir fuera del motel cargando las cosas en los coches. El resto del grupo se quedó encerrado en el interior del motel, pues la entrada se derrumbó. Jay se hizo con su coche y se marchó rápido mientras presionaba el claxson del vehículo para así atraer a esas criaturas que circulaban por el suelo.
Su coche acabó estrellandose por culpa de ellas, herido logró salir corriendo antes de que el coche explotara, sin embargo la onda expansiva lo lanzó con violencia unos metros más hacia adelante, y quedó tirado en el suelo inconsciente. Taylor se había subido a lo alto del cartel del motel para evitar que los gusanos gigantes la devorasen. Los demás se habían acercado a una habitación para tratar de salir por una de las ventanas.
Todos habíamos llegado por fin a esa habitación y ahora observábamos con impotencia aquel espectáculo tan grotesco. No sabíamos cuantas de esas criaturas habían en la zona y estábamos por ello de manos cruzadas. En cuanto pusiéramos un pie en la tierra podrían salir de cualquier sitio para devorarnos. Pero al parecer, el suelo de las habitaciones, más bien los cimientos de esa zona parecían mucho más duros y esos seres no los podían atravesar, el problema era que ellos lo intentaban y al hacerlo, con cada golpe más posibilidades había de que el techo se derrumbara sobre nuestras cabezas. Es que no podíamos estar seguros en ninguna parte.
- Taylor, mierda... - Solté en un susurro al verla allí subida. Una de esas cosas golpeaba desde las profundidades de la tierra el cartel y seguramente no tardaría en caer, por lo que la rubia podría darse un buen golpe. Todo ocurrió jodidamente rápido a partir de ahí, el último golpe nos dejó expectantes. - ¡Taylor! - Grité al par que sin pensarlo me disponía a saltar la ventana porque pensaba que ella se caía, sin embargo aguantó y su grito fue ahogado por un ruido mayor.
La explosión, el ruido y la luz hizo que mirase hacia los chicos al par que me cubría la cara con las manos. Por un momento no entendí lo que había pasado hasta que recordé a Jay, que estaba sobre el coche volcado. - ¡Oh Dios mío...! - Susurré a la vez que mis palabras eran ahogadas por los gritos de Taylor, que no dejaba de llamar al rubio. - ¡Jay! - Le llamé a gritos también. Las llamas devoraban el coche donde él estaba hacía un momento y sentada sobre el borde de la ventana me giré a los chicos preguntándoles con desesperación si habían visto bien lo que había pasado, pues todos habíamos estado más pendientes de Taylor.
- ¿Lo habéis visto, estaba encima, ha conseguido salir? - Decía de forma atropellada, ya que con el humo apenas veíamos nada. Pero la brisa no tardó en despejar la zona y todos pudimos distinguir entonces el cuerpo inerte de Jay a unos metros de distancia del coche que aún era devorado por las llamas. Al ver como no se movía Taylor pareció más desesperada. Y todos vimos perfectamente como esos bultos de tierra, dos en concreto se movían en dirección del cuerpo de Jay. - Joder... - Maldije de nuevo en un susurro mientras que llamaba a voces a Taylor.
- ¡Taylor baja, corre! - Eché a correr con todas mis fuerzas por la tierra, arriesgándome, si, pero me daba igual. Me abalancé literalmente sobre la puerta del coche de Taylor, subí en este y rápida lo arranqué. Retrocedí hasta que la caja del vehículo quedó bajo el cartel donde Taylor estaba subida. - ¡Rápido sube al coche! - En cuanto la rubia se dejó caer sobre el coche yo pisé a fondo.
El toyota salió veloz hacia el horizonte, ni siquiera les había dado instrucciones a los chicos, solo pude pensar en salvar a Jay. Aún si saber si seguía vivo... La aguja que indicaba la velocidad ascendía rápidamente, cuando el vehículo quedó a un lado de los bultos de tierra comencé a presionar el claxson. - ¡Taylor agárrate! - Le grité a la rubia. Los bultos de tierra se desviaron de la dirección de Jay para perseguirnos ahora a nosotras. Giré y los alejé de él. Hice un par de maniobras con el coche y cuando ya estábamos lejos y había una distancia entre esas criaturas y nosotras giré de nuevo, bruscamente para volver a por Jay. - ¡Taylor atenta! - Avisé a la rubia de que se preparase, cuando llegásemos a su lado pararía para subirlo al coche y regresaríamos hacia el motel.
- Taylor, mierda... - Solté en un susurro al verla allí subida. Una de esas cosas golpeaba desde las profundidades de la tierra el cartel y seguramente no tardaría en caer, por lo que la rubia podría darse un buen golpe. Todo ocurrió jodidamente rápido a partir de ahí, el último golpe nos dejó expectantes. - ¡Taylor! - Grité al par que sin pensarlo me disponía a saltar la ventana porque pensaba que ella se caía, sin embargo aguantó y su grito fue ahogado por un ruido mayor.
La explosión, el ruido y la luz hizo que mirase hacia los chicos al par que me cubría la cara con las manos. Por un momento no entendí lo que había pasado hasta que recordé a Jay, que estaba sobre el coche volcado. - ¡Oh Dios mío...! - Susurré a la vez que mis palabras eran ahogadas por los gritos de Taylor, que no dejaba de llamar al rubio. - ¡Jay! - Le llamé a gritos también. Las llamas devoraban el coche donde él estaba hacía un momento y sentada sobre el borde de la ventana me giré a los chicos preguntándoles con desesperación si habían visto bien lo que había pasado, pues todos habíamos estado más pendientes de Taylor.
- ¿Lo habéis visto, estaba encima, ha conseguido salir? - Decía de forma atropellada, ya que con el humo apenas veíamos nada. Pero la brisa no tardó en despejar la zona y todos pudimos distinguir entonces el cuerpo inerte de Jay a unos metros de distancia del coche que aún era devorado por las llamas. Al ver como no se movía Taylor pareció más desesperada. Y todos vimos perfectamente como esos bultos de tierra, dos en concreto se movían en dirección del cuerpo de Jay. - Joder... - Maldije de nuevo en un susurro mientras que llamaba a voces a Taylor.
- ¡Taylor baja, corre! - Eché a correr con todas mis fuerzas por la tierra, arriesgándome, si, pero me daba igual. Me abalancé literalmente sobre la puerta del coche de Taylor, subí en este y rápida lo arranqué. Retrocedí hasta que la caja del vehículo quedó bajo el cartel donde Taylor estaba subida. - ¡Rápido sube al coche! - En cuanto la rubia se dejó caer sobre el coche yo pisé a fondo.
El toyota salió veloz hacia el horizonte, ni siquiera les había dado instrucciones a los chicos, solo pude pensar en salvar a Jay. Aún si saber si seguía vivo... La aguja que indicaba la velocidad ascendía rápidamente, cuando el vehículo quedó a un lado de los bultos de tierra comencé a presionar el claxson. - ¡Taylor agárrate! - Le grité a la rubia. Los bultos de tierra se desviaron de la dirección de Jay para perseguirnos ahora a nosotras. Giré y los alejé de él. Hice un par de maniobras con el coche y cuando ya estábamos lejos y había una distancia entre esas criaturas y nosotras giré de nuevo, bruscamente para volver a por Jay. - ¡Taylor atenta! - Avisé a la rubia de que se preparase, cuando llegásemos a su lado pararía para subirlo al coche y regresaríamos hacia el motel.
- :
Cerré los ojos y los apreté con fuerza. Tenía pensado dejarles tirados y sin embargo allí estaba, sufriendo por lo que le pudiera pasar a aquel muchacho. Me estaba volviendo gilipollas, pero aquella gente era buena, debía ayudarles. Miraba a Thea y a Jay una y otra vez, no podía estar muerto, pero no se movía y la angustia de verlo así era cada vez peor. Y aunque parecía que las cosas no podían ir a peor de golpe todos e vino abajo.
Los golpes cesaron, el ruido se volvió tan silencioso como la muerte, tan solo se podía escuchar el siseo de las llamas devorar el destrozado vehículo. Lo que además era capaz de ver no era otra cosa que la estela que dejaban en la tierra esas dos criaturas mientras que iban a toda velocidad a por Jay. Abrí los ojos de par en par y fueron los gritos de Thea tan solo los únicos que lograron hacer que volviera a la realidad.
La morena tenía un par, había que reconocerlo, salió disparada hacia mi coche y cuando comprendí lo que hacía comencé a bajar del cartel, al tiempo que ella llegaba marcha atrás, yo me dejaba caer en la caja del vehículo. Thea no perdió el tiempo una vez que subí al coche y salió veloz tras esos seres. Me puse en pie como pude y me acerqué a la cabina del vehículo para agarrarme a esta, quedando tras la propia Thea.
— ¡Rápido! — le pedía mientras que ella pisaba a fondo y nosotros ganábamos velocidad. Pensaba que se detendría a recoger a Jay, pero en vez de ello pasó de largo. — ¡¿Pero qué...?! — me quejaba hasta que me di cuenta de lo que pretendía, su plan era el más lógico, pues aquellas criaturas no nos dejarían simplemente llegar y recoger a Jay.
Junto Thea comencé a hacer ruido, yo gritando. Esas dos cosas se desviaron de su objetivo en pos de nosotras dos. Ahora que habíamos captado su atención, me agarré con fuerza al vehículo tal y como la morena me había pedido. Casi con uñas y dientes para evitar caer de este con aquella maniobra tan brusca. Cuando Thea giró, logró despistar por un valioso tiempo a esos dos. Corrió a gran velocidad y se detuvo con el mismo cuidado cerca de Jay. Yo ya había saltado del coche y me dejaba caer al lado del cuerpo del rubio. — ¡Jay, Jay! — sujeté su rostro entre mis manos. El fuego chisporroteaba cerca de nosotros y habían restos de trozos de carne y sangre por todas partes, al parecer Jay lo había hecho bien y se había cargado a uno de esos cabrones. A simple vista no parecía gravemente herido, a excepción de un par de rasguños. No se despertaba y entonces coloqué mis dedos sobre su cuello, respiré aliviada al encontrar el pulso.
— ¡Tiene pulso! — grité mientras que cargaba con él y mes esforzaba por subirlo a la caja del vehículo. — Y no veas como pesa... — me quejé hasta que logré dejar su cuerpo en la parte trasera del toyota y subí con él, golpeando varias veces el lado del vehículo para avisar a Thea. — ¡Vamos, vamos! — grité mientras cerraba y acomodaba a Jay, palpando su cara y llamándolo para ver si despertaba, mientras que de reojo me fijaba en que esos dos ya venían a por nosotros.
Los golpes cesaron, el ruido se volvió tan silencioso como la muerte, tan solo se podía escuchar el siseo de las llamas devorar el destrozado vehículo. Lo que además era capaz de ver no era otra cosa que la estela que dejaban en la tierra esas dos criaturas mientras que iban a toda velocidad a por Jay. Abrí los ojos de par en par y fueron los gritos de Thea tan solo los únicos que lograron hacer que volviera a la realidad.
La morena tenía un par, había que reconocerlo, salió disparada hacia mi coche y cuando comprendí lo que hacía comencé a bajar del cartel, al tiempo que ella llegaba marcha atrás, yo me dejaba caer en la caja del vehículo. Thea no perdió el tiempo una vez que subí al coche y salió veloz tras esos seres. Me puse en pie como pude y me acerqué a la cabina del vehículo para agarrarme a esta, quedando tras la propia Thea.
— ¡Rápido! — le pedía mientras que ella pisaba a fondo y nosotros ganábamos velocidad. Pensaba que se detendría a recoger a Jay, pero en vez de ello pasó de largo. — ¡¿Pero qué...?! — me quejaba hasta que me di cuenta de lo que pretendía, su plan era el más lógico, pues aquellas criaturas no nos dejarían simplemente llegar y recoger a Jay.
Junto Thea comencé a hacer ruido, yo gritando. Esas dos cosas se desviaron de su objetivo en pos de nosotras dos. Ahora que habíamos captado su atención, me agarré con fuerza al vehículo tal y como la morena me había pedido. Casi con uñas y dientes para evitar caer de este con aquella maniobra tan brusca. Cuando Thea giró, logró despistar por un valioso tiempo a esos dos. Corrió a gran velocidad y se detuvo con el mismo cuidado cerca de Jay. Yo ya había saltado del coche y me dejaba caer al lado del cuerpo del rubio. — ¡Jay, Jay! — sujeté su rostro entre mis manos. El fuego chisporroteaba cerca de nosotros y habían restos de trozos de carne y sangre por todas partes, al parecer Jay lo había hecho bien y se había cargado a uno de esos cabrones. A simple vista no parecía gravemente herido, a excepción de un par de rasguños. No se despertaba y entonces coloqué mis dedos sobre su cuello, respiré aliviada al encontrar el pulso.
— ¡Tiene pulso! — grité mientras que cargaba con él y mes esforzaba por subirlo a la caja del vehículo. — Y no veas como pesa... — me quejé hasta que logré dejar su cuerpo en la parte trasera del toyota y subí con él, golpeando varias veces el lado del vehículo para avisar a Thea. — ¡Vamos, vamos! — grité mientras cerraba y acomodaba a Jay, palpando su cara y llamándolo para ver si despertaba, mientras que de reojo me fijaba en que esos dos ya venían a por nosotros.
Todo se desmoronaba y de forma literal. No podíamos salir porque nos esperaban esas criaturas fuera, al igual que tampoco podíamos quedarnos allí más tiempo o el techo se derrumbaría sobre nuestras cabezas. Tragué saliva y los miré asustada, no conocía para nada a aquellas personas y sin embargo estaba cooperando con ellas por sobrevivir. En la ventana nos fijamos en que la rubia del grupo estaba en apuros. Subida en lo alto de un cartel luchaba por no caerse. Bajo ella una de esas criaturas también luchaba por tirarla abajo.
-Dios mío- Sollocé al verla allí. -Hay que hacer algo, se va a caer...- Todos observábamos con impotencia, pero antes ocurrió otra cosa peor aún. Con la explosión todos nos giramos para ver como el coche que había a lo lejos había explotado. AL parecer allí estaba el otro chico. No tardamos en verle tendido en el suelo, parecía muerto.
Cuando la mujer morena, que se llamaba Thea salió corriendo todos nos quedamos ahí, los demás, nadie dijo ni hizo nada.Se subió a un coche, recogió a la rubia y se largaban. ¿Se marchaban? Me quedé mirando al resto que observaban la escena estupefactos. ¿Pero que diablos...? Allí estábamos a salvo, el suelo parecía más grueso en ese lado, imposible de atravesar por esos seres, no nos podrían matar, pero si volvían a golpearlo más desde las profundidades, seguramente que sería el techo lo que acabase con nosotros antes, cuando se cayera sobre nuestras cabezas.
-Van a por él...- Susurré. -¡Y vuelven!- Exclamé cuando vi como recogían al joven y el coche se movía a gran velocidad hacia nosotros. -Vienen aquí de nuevo- Y esas dos criaturas los perseguían. No conocía de nada a aquella gente, pero ya me habían salvado la vida y no parecía malas personas.
-No podemos salir, nos seguirían y alcanzarían, tampoco podemos quedarnos aquí abajo... Parece que detectan nuestros pasos y ese chico necesitará cuidados médicos...- Explicaba alzando la voz para que me escucharan, pero conforme veía que ya estaban a punto de llegar acorté. -Subid todo el material médico que tengáis a la azotea, en la parte del fondo- Señalé el otro extremo del motel, donde apenas había desperfectos, sería la zona más segura por ahora. Allí podría ver como se encontraba el chico. -Allí atenderé a vuestro compañero, soy médico- Expliqué mientras que me volvía hacia la habitación y me acercaba para recoger las sábanas y mantas de la cama, junto a la almohada que le entregué seguidamente a alguien del grupo. -Busca arriba una zona segura e improvisa algo para tumbarle por favor- Le pedí. Luego después de eso me volví a la ventana para esperar a ellas dos con él y ayudarlas para subirle. ¿Arriesgado?, claro, pero no veía nada mejor que poder hacer.
-Dios mío- Sollocé al verla allí. -Hay que hacer algo, se va a caer...- Todos observábamos con impotencia, pero antes ocurrió otra cosa peor aún. Con la explosión todos nos giramos para ver como el coche que había a lo lejos había explotado. AL parecer allí estaba el otro chico. No tardamos en verle tendido en el suelo, parecía muerto.
Cuando la mujer morena, que se llamaba Thea salió corriendo todos nos quedamos ahí, los demás, nadie dijo ni hizo nada.Se subió a un coche, recogió a la rubia y se largaban. ¿Se marchaban? Me quedé mirando al resto que observaban la escena estupefactos. ¿Pero que diablos...? Allí estábamos a salvo, el suelo parecía más grueso en ese lado, imposible de atravesar por esos seres, no nos podrían matar, pero si volvían a golpearlo más desde las profundidades, seguramente que sería el techo lo que acabase con nosotros antes, cuando se cayera sobre nuestras cabezas.
-Van a por él...- Susurré. -¡Y vuelven!- Exclamé cuando vi como recogían al joven y el coche se movía a gran velocidad hacia nosotros. -Vienen aquí de nuevo- Y esas dos criaturas los perseguían. No conocía de nada a aquella gente, pero ya me habían salvado la vida y no parecía malas personas.
-No podemos salir, nos seguirían y alcanzarían, tampoco podemos quedarnos aquí abajo... Parece que detectan nuestros pasos y ese chico necesitará cuidados médicos...- Explicaba alzando la voz para que me escucharan, pero conforme veía que ya estaban a punto de llegar acorté. -Subid todo el material médico que tengáis a la azotea, en la parte del fondo- Señalé el otro extremo del motel, donde apenas había desperfectos, sería la zona más segura por ahora. Allí podría ver como se encontraba el chico. -Allí atenderé a vuestro compañero, soy médico- Expliqué mientras que me volvía hacia la habitación y me acercaba para recoger las sábanas y mantas de la cama, junto a la almohada que le entregué seguidamente a alguien del grupo. -Busca arriba una zona segura e improvisa algo para tumbarle por favor- Le pedí. Luego después de eso me volví a la ventana para esperar a ellas dos con él y ayudarlas para subirle. ¿Arriesgado?, claro, pero no veía nada mejor que poder hacer.
- Que estén bien, que estén bien... -me repetía una y otra vez entre susurros. Corrí junto al resto hacia una de las habitaciones, cargando con una mochila que alguien me había pasado. Me sentía aún dolorida por culpa de los golpes, pero gracias a Bonnie la muñeca ya no me dolía tanto. Se lo agradecí y me guié hacia una columna para recoger una caja de tiritas que a alguien se le habría caído. Nos marchábamos a toda prisa, se suponía, pero los chicos estaban agolpados en la ventana sin moverse. - ¿Qué pa...? -antes de que pudiera acabar la pregunta una enorme explosión ahogó mis palabras.
Me abalancé sobre ellos para ver a lo lejos como las llaman devoraban un objeto. Si no me equivocaba era el coche del rubio. Mi rostro se quedó desencajado ante aquella visión, mientras que Thea salía corriendo a por Taylor. - Señor... -susurré cuando el humo comenzó a dispersarse y nos dejó ver el cuerpo inerte de Jay.
- ¡Van a por él! -avisé, no se iban a marchar como si nada, Bonnie también lo entendió y fue cuando reaccionó. Bonnie había elaborado ya un plan y yo no pude evitar mirar de reojo a Hal y Kyle, pues Bonnie acababa de llegar y ya nos estaba ordenando cosas, en un principio no me parecía mala idea aquello, pues... ¿Qué podríamos hacer si no? Pero entendería que a lo mejor ellos no se fiaran de ella o tuvieran una idea mejor y ante la espera de que nadie decía nada, decidí actuar yo misma. - Vale -asentí cogiendo las sábanas y la almohada, que se las pasé a las dos chicas. Nos miraron extrañadas. - Bonnie tiene razón, mirad lo que le ha pasado a Jay cuando se ha ido con el coche... No podemos arriesgarnos a que nos pase lo mismo y quedarse aquí abajo sería condenarnos, además, el rubio está herido, necesita su ayuda y tal vez arriba podamos despistar a esas cosas... -le di la razón a aquella mujer y Mara y Lena estuvieron de mi parte también, por lo que se marcharon arriba corriendo, subiendo cuanto encontraban. - Chicos, tendréis que ayudar alas a subir a Jay, yo me voy arriba también a subir lo demás y ver que tal está la azotea -expliqué mientras le daba una pequeña palmada en el hombro a Bonnie y salía corriendo tras las chicas.
Una vez arriba nos acercamos al ala que estaba en un mejor estado y preparamos una improvisada camilla además de todo el material médico que nos quedaba en una esquina, listo para cuando subieran con Jay.
Me abalancé sobre ellos para ver a lo lejos como las llaman devoraban un objeto. Si no me equivocaba era el coche del rubio. Mi rostro se quedó desencajado ante aquella visión, mientras que Thea salía corriendo a por Taylor. - Señor... -susurré cuando el humo comenzó a dispersarse y nos dejó ver el cuerpo inerte de Jay.
- ¡Van a por él! -avisé, no se iban a marchar como si nada, Bonnie también lo entendió y fue cuando reaccionó. Bonnie había elaborado ya un plan y yo no pude evitar mirar de reojo a Hal y Kyle, pues Bonnie acababa de llegar y ya nos estaba ordenando cosas, en un principio no me parecía mala idea aquello, pues... ¿Qué podríamos hacer si no? Pero entendería que a lo mejor ellos no se fiaran de ella o tuvieran una idea mejor y ante la espera de que nadie decía nada, decidí actuar yo misma. - Vale -asentí cogiendo las sábanas y la almohada, que se las pasé a las dos chicas. Nos miraron extrañadas. - Bonnie tiene razón, mirad lo que le ha pasado a Jay cuando se ha ido con el coche... No podemos arriesgarnos a que nos pase lo mismo y quedarse aquí abajo sería condenarnos, además, el rubio está herido, necesita su ayuda y tal vez arriba podamos despistar a esas cosas... -le di la razón a aquella mujer y Mara y Lena estuvieron de mi parte también, por lo que se marcharon arriba corriendo, subiendo cuanto encontraban. - Chicos, tendréis que ayudar alas a subir a Jay, yo me voy arriba también a subir lo demás y ver que tal está la azotea -expliqué mientras le daba una pequeña palmada en el hombro a Bonnie y salía corriendo tras las chicas.
Una vez arriba nos acercamos al ala que estaba en un mejor estado y preparamos una improvisada camilla además de todo el material médico que nos quedaba en una esquina, listo para cuando subieran con Jay.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 00:26 por Agent 4.0
» Hora de partir [Libre]
Ayer a las 23:13 por Agent 4.0
» Nuevos aires [Octavia Orue]
Ayer a las 22:49 por Octavia Orue
» Caminos, latas y recuerdos [Ryder]
Ayer a las 22:48 por Ryder
» Compi de aventuras [0/1]
Ayer a las 22:17 por Abigail Roth
» ₪ Juego: Chicas Vs. chicos
Ayer a las 22:17 por Abigail Roth
» Navidades locas entre arena y zombies [Abigail Roth]
Ayer a las 22:17 por Abigail Roth
» Una escena de rol que quieras compartir
Ayer a las 21:02 por Harvey Black
» Líderes de St. friedrich, bandidos y otros indeseables... [2/7]
Ayer a las 20:34 por Harvey Black
» Toque de queda [DESAFÍO GRUPAL][ST. FRIEDRICH]
Ayer a las 20:13 por Harvey Black