Un mal paso [A6]

— Es solo que... llevo más de dos semanas bajo su cargo y considero que no es la mejor persona para dirigir una unidad co... — no le dejaron terminar la frase, Callen guardó silencio, ligeramente molesto y asintió a la inteligencia artificial que no tardó mucho más en desaparecer. Aquella situación le enervaba bastante, ¿y por qué? era evidente o al menos eso consideraba él.

Salió de la sala y caminó por un largo pasillo, que no parecía tener fin. Había argumentado muy bien sus razones, todo cuanto creía lógico lo había expuesto y aún así es que prácticamente ni se habían molestado en escucharle.

Estaba realmente molesto, así que se fue directo hacia el gimnasio, se pondría al día y entrenaría, ya que en principio aquel día lo tenía libre. Y después de aquella conversación y su enfado, no le apetecía nada encerrarse en una habitación.

Apenas unos minutos más tarde, se encontraba sobre una de las cintas de correr, comenzando con algo sencillo para ir poco a poco a más. Bajó y fue directo a una de las barras para comenzar a ejercitar los brazos con una serie de dominadas. Estaba en forma, tras que despertarse de la operación Umbrella se había encargado de entrenarle para ponerse al día antes de que le llevasen junto a A6. Aún así, después de aquello Chase procuraba entrenar todos los días, incluso cuando debía salir de misión, no le importaba. Su intención siempre había sido la de mejorar y estar en forma, cosa que sin duda había conseguido.

Sería media tarde cuando por fin logramos regresar a la base. Una salida que había resultado ser bastante nefasta, un par de heridos incluida yo.

— No siempre las cosas salen perfectas... — así saludé a la inteligencia artificial que se encontraba casi como si de una madre se tratase en la entrada del hangar para recibirnos. — Esas BOW nos han puesto las cosas difíciles... — decía entre dientes mientras tiraba de los velcros del chaleco para entonces dejar este caer al suelo. Ya me pesaba toneladas de esa misma mañana. Respiré profundamente y miré de nuevo a la niña, enarcando una ceja.

— Este tipo de accidentes pasan... — empecé a recalcar.

— Será mejor que hagas una visita a tu nuevo subordinado... antes de que deje de serlo — las palabras de White Queen me hicieron parar por completo en mis tareas para centrarme en todo cuanto tenía que decirme.


Ni había pasado por mi habitación y mucho menos por la ducha. Con la misma ropa que había salido aquella mañana, un corte en el brazo que parecía requerir algunos puntos, magulladuras, moretones varios, arañazos, el pelo despeinado... y por qué no, mierda por un tuvo. Recorrí como un torbellino los pasillos de la base.

— ¡Ah! A6 quería preg... — alguien apareció por mitad del pasillo, estaba tan concentrada en mi propósito que ni le presté atención.

— ¿Has visto a Chase Callen?

Tras averiguar que se encontraba en el gimnasio puse rumbo hacia allí, sin llegar a correr, pero sí a paso ligero, los últimos metros hasta la puerta del gimnasio los crucé de dos grandes zancadas. Empujé la puerta, pasé al interior y un grito bastó para echar a todos los que estaban allí.

— ¡Fuera, ya! — un total de seis hombres y mujeres, USS, UBCS, incluso un médico, se marcharon sin mediar palabra. Era lo bueno de ser parte de los jefes de división, aunque los Ice estuviéramos considerados unos bichos raros... el mando seguía siendo el mando.

— ¡Callen! — fui directa hacia él sin mediar palabra y le asesté un puñetazo en plena cara. — ¿Quieres mi puto puesto, no? — me acerqué a él para hablarle prácticamente al oído por más que estuviera gritando. — ¡Venga demuéstrame que te lo mereces! — le empujé hacia las colchonetas de pelea. Tal vez no estuviera actuando de la forma más responsable, sí, estaba cabreada y harta de que me tomaran por una niña incapaz de defenderse, así que si esos eran los argumentos... pues tenía vía libre para partirle la cara a ese capullo y recalcar mi autoridad. Dos pájaros de un tiro, al menos en mi cabeza no sonaba tan mal.

No creyó que A6 se fuera a acabar enterando de que había tratado de hablar con los superiores para conseguir su puesto, sin embargo, dentro de las posibilidades aquello era plausible y por ende que la actual jefa de los Ice se pillara tal enfado. Lo que no se esperaba para nada, fue que lo golpease de aquella forma, y tal vez fuera por la sorpresa que Chase se tambaleó ligeramente. Se llevó una mano a la nariz mientras que la rubia gritaba a su oído y fue empujado hacia atrás sin mediar con ello.

Un hilo de sangre caía ligeramente sobre su boca y Callen sonrió casi con aprobación. Los dientes se le mancharon de sangre y le dio igual porque ni se enteró de ello.

— Vamos, sigue jefa — soltó sarcásticamente buscando más pelea. Aquello realmente le divertía. — ¿Qué te molesta más que haya pedido tu puesto porque eres una maldita cría o que de verdad lo seas? — ahora sí se pasó los nudillos de la mano por la nariz para limpiarse la sangre. — ¡Mírate maldita sea! Prácticamente me estás regalando el ascenso — gritó esta vez él.

Para Callen resultaba hasta divertido verla comportarse así, por más que demostrase arrojos no creía que fuera apropiado que un superior se enfadase de esa manera porque hubiera un trepa suelto por ahí. Para que nos entendamos el trepa era él mismo. Y lo aceptaba sin ningún problema.

— Solo vienes a confirmar más aún lo que pienso — hizo una pequeña pausa. — No estás lista para este puesto — se carcajeó de ella cuando lo empujó hacia las colchonetas. — ¿De verdad quieres eso? — preguntó muy divertido por la situación, aunque una parte de él, una pequeña, empezaba a cabrearse con esa situación y más porque parecía que la niñita le había partido la nariz. Efectivamente seguía sangrando algo más. Callen se volvió a mirar la nariz y tras mirarla a ella con cierta molestia dejó caer los guantes de boxeo hacia un lateral.

— Está bien, tú lo has querido... — le hizo un gesto con las manos para que se acercara a la vez que se posicionaba listo para empezar aquella pelea. — Te das cuenta de que esto es ridículo, ¿no? — sonrió de nuevo. — Que seguramente te doblo en peso y que no tienes nada que hacer contra eso, es básico — hizo una mueca, aquello podría ser hasta divertido.

Quise golpearle una vez más, pero en vez de ello me callé y me quedé muy quieta frente a él. Callen había accedido a iniciar una pelea y se posicionaba en la colchoneta listo para iniciar. Yo hice lo mismo justo frente a él. Creí que no aceptaría, pero lo hizo.

— ¿Y tú eres la alternativa a la maldita cría? — pregunté sarcástica a la vez que me lanzaba a por él. Daba igual que no le pudiera golpear, ni siquiera pretendía hacerlo. Tan solo alcanzarle. Y al tocarle saqué rápidamente el aplicador que descansaba en mi bolsillo, cargado con una dosis de paralizante de Umbrella. Que llevaba conmigo en la salida que había hecho.

— ¡Listo! — exclamé, ni siquiera me defendí, ni mucho menos ataqué. Me limité a acercarme lo suficiente para clavar el aplicador en su brazo e inyectar el líquido en su riego. Caí automáticamente sobre la colchoneta, llevándome un buen golpe.

— Ah... — me quejé en un susurro. El paralizante tardaba apenas unos segundos en hacer efecto. Me estiré y aparté de la colchoneta, me sentía bastante dolorida por el golpe, pero más aún por los que me había llevado en aquella salida, que se habían unido en uno solo.

— ¿Sabes? Posiblemente me habrías ganado, seguro que me ganas en fuerza... pero en cuanto a estrategia... — hice una pequeña pausa. — Cuando vayas por delante de mi te cedo mi puesto — sonreí satisfecha. — Y vas a tener tiempo para pensar en ello y recapacitar, el paralizante que te he inyectado tarda seis horas en desaparecer, no podrás moverte, pero sí enterarte de todo... pásalo bien — le miraba fijamente a su cara, así que mientras sonreía le guiñé un ojo. Tras ello me estiré, respiré hondo y salí del gimnasio, no sin antes cerrar la puerta para que nadie entrase. Ahora sí, me marcharía a mi habitación para darme una larga y cálida ducha.

— ¿Y bien A6? — la pequeña apareció en el pasillo.

— Todo bien... — seguí andando por el pasillo.