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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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¿Cómo va? [Erin]
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Ya habían pasado días, días desde que Drake saliera a buscar suministros y se encontrase a aquella chica tirada en el suelo, junto a un perro muerto. Finalmente, había decidido darle un hogar, un lugar seguro, por si no era suficiente salvarle de un golpe de calor.
El resto de supervivientes no se lo tomó a mal, al fin y al cabo ya iba siendo costumbre que algunos llegasen y otros se marcharan, vivos o muertos ya era otro tema. Ella, según le dijeron, se integró bien en la comunidad, y es que si algo tenía aquella gente, es que no tenían maldad ninguna: Solo querían seguir viviendo, seguir adelante, ser felices y estar seguros.
¿Pero cuánto duraría aquello?
Drake sabía que tarde o temprano las cosas se complicarían de alguna forma, que no todo se basaría en estar allí, limpiar la valla de caminantes y cuidar de los cultivos. No, había gente viva, gente que solo buscaban su propio beneficio a cualquier precio, y si eso significaba matar a inocentes, lo harían. Drake preparaba a su gente para el combate a propósito, por si ese día llegaba, sabía que no era nada comparado a un ejército, pero tenían armas, y si sabían a quien apuntar y disparar, era suficiente.
Por otro lado estaba la valla: Una simpre alambrada podía parar eventualmente a los caminantes, e incluso dificultar el paso a alguien si iba a pie, pero podría caer fácilmente con un vehículo robusto. Era por eso que también había comenzado un proyecto para reforzar la valla: Añadir bloques de materiales robustos delante de la valla y así expandir un poco el lugar también, era una idea costosa y que llevaría tiempo, pero confiaba en que todo saldría bien.
Aquél día se levantó con ganas de supervisar que la chica nueva estaba bien, tal y como le habían dicho, y es que además no había vuelto a verla desde que llegaron a la Prisión, y por eso mismo se había preparado únicamente con lo básico y se había dirigido directamente a la habitación de la mujer.
Primero llamó un par de veces tocando la puerta, y luego esperó unos segundos, por si escuchaba algo que le diera la certeza de que ella estuviera allí.-Erin, soy yo, Drake.-Dijo pacientemente, cruzado de brazos, esperando.
El resto de supervivientes no se lo tomó a mal, al fin y al cabo ya iba siendo costumbre que algunos llegasen y otros se marcharan, vivos o muertos ya era otro tema. Ella, según le dijeron, se integró bien en la comunidad, y es que si algo tenía aquella gente, es que no tenían maldad ninguna: Solo querían seguir viviendo, seguir adelante, ser felices y estar seguros.
¿Pero cuánto duraría aquello?
Drake sabía que tarde o temprano las cosas se complicarían de alguna forma, que no todo se basaría en estar allí, limpiar la valla de caminantes y cuidar de los cultivos. No, había gente viva, gente que solo buscaban su propio beneficio a cualquier precio, y si eso significaba matar a inocentes, lo harían. Drake preparaba a su gente para el combate a propósito, por si ese día llegaba, sabía que no era nada comparado a un ejército, pero tenían armas, y si sabían a quien apuntar y disparar, era suficiente.
Por otro lado estaba la valla: Una simpre alambrada podía parar eventualmente a los caminantes, e incluso dificultar el paso a alguien si iba a pie, pero podría caer fácilmente con un vehículo robusto. Era por eso que también había comenzado un proyecto para reforzar la valla: Añadir bloques de materiales robustos delante de la valla y así expandir un poco el lugar también, era una idea costosa y que llevaría tiempo, pero confiaba en que todo saldría bien.
Aquél día se levantó con ganas de supervisar que la chica nueva estaba bien, tal y como le habían dicho, y es que además no había vuelto a verla desde que llegaron a la Prisión, y por eso mismo se había preparado únicamente con lo básico y se había dirigido directamente a la habitación de la mujer.
Primero llamó un par de veces tocando la puerta, y luego esperó unos segundos, por si escuchaba algo que le diera la certeza de que ella estuviera allí.-Erin, soy yo, Drake.-Dijo pacientemente, cruzado de brazos, esperando.
- Spoiler:
Aún no se acostumbraba al sitio. Las noches seguían siendo igual de duras aunque tuviese cuatro firmes muros que la rodeasen, una cama mullida y un techo que la cubriese del tiempo. Cada vez que cerraba los ojos allí estaba, viendo como la piel se separaba de la carne de lo que era la cara de sus amigos, de aquellos hombres que le dieron la vida, un nombre y un motivo por el que vivir... Por ellos. Ellos habían muerto por salvarla, por que siguiera adelante... Pero a veces hubiera preferido estar igual de muerta que ellos, así dejaría de sufrir, dejaría de preocuparle el que llevarse a la boca, dejaría de sentir...
Unos ligeros toques a la puerta la sobresaltaron, haciendo que se enderezase sobre la cama hasta quedar sentada, metiendo la mano bajo la almohada en busca de un arma que no tenía... Un movimiento estúpido porque, al otro lado, pudo escuchar la voz del que había sido su nuevo salvador... Drake, aquel hombre que la encontró en mitad de la nada a punto de morir por una insolación, aquel hombre que; sin saber su nombre; le dio agua y un trato amable y, por si fuera poco, quien la llevó a aquella prisión que ahora era su hogar.
-Si, voy, un segundo... - Habla desde la cama mientras se vuelve a dejar caer hacia atrás un segundos antes de levantarse. Busca con la mirada su ropa y, una vez localizada, se cambia rápidamente, dejando a un lado aquella ropa ligera para ponerse unos vaqueros largos y roídos y una camiseta de tirantes negra, caminando luego hasta la puerta para abrirla rápidamente - Hola Drake, buenos días... No esperaba tu visita - Dice mientras se peina con las manos el enmarañado pelo. -¿Necesitas ayuda con algo? - Pregunta a la vez que se hace a un lado para dejarle pasar en el que caso de que quisiera hacerlo.
Unos ligeros toques a la puerta la sobresaltaron, haciendo que se enderezase sobre la cama hasta quedar sentada, metiendo la mano bajo la almohada en busca de un arma que no tenía... Un movimiento estúpido porque, al otro lado, pudo escuchar la voz del que había sido su nuevo salvador... Drake, aquel hombre que la encontró en mitad de la nada a punto de morir por una insolación, aquel hombre que; sin saber su nombre; le dio agua y un trato amable y, por si fuera poco, quien la llevó a aquella prisión que ahora era su hogar.
-Si, voy, un segundo... - Habla desde la cama mientras se vuelve a dejar caer hacia atrás un segundos antes de levantarse. Busca con la mirada su ropa y, una vez localizada, se cambia rápidamente, dejando a un lado aquella ropa ligera para ponerse unos vaqueros largos y roídos y una camiseta de tirantes negra, caminando luego hasta la puerta para abrirla rápidamente - Hola Drake, buenos días... No esperaba tu visita - Dice mientras se peina con las manos el enmarañado pelo. -¿Necesitas ayuda con algo? - Pregunta a la vez que se hace a un lado para dejarle pasar en el que caso de que quisiera hacerlo.
Mientras esperaba pacientemente, el rubio apoyó la espalda en la pared que había al lado de la puerta, a punto estuvo de sacarse un cigarrillo cuando la chica abrió. El hombre se quedó mirándola, de arriba a abajo, quizás esperando ver algo menos de ropa o quizás que había olvidado el físico de la chica después de tantos días sin verla, menos aún de la forma en la que se conocieron.
No respondió a nada de lo que ella dijo, no allí, y cuando le dejó un hueco para que pudiera pasar a la habitación, no lo dudó un momento, y se internó en ésta con seguridad y tranquilidad. Ya dentro, miró a su alrededor, esperando ver si había personalizado la chica su nuevo lugar de descanso.-He venido solo para ver qué tal estabas.-En parte era cierto, pero por otro lado, el rubio sabía que le apetecía volver a verla, solo que eso no quería admitirlo.-He oído que te has adaptado rápido y bien, me alegra saberlo.-Vivir en una nueva comunidad, en un mundo como aquél, y adaptarse a esa nueva vida no eran tareas tan fáciles como pudieran parecer... A veces podías encontrarte con gente peligrosa. Pero ese no era el caso, Drake lo sabía.
-Creo que tenemos ropa de tu talla y en mejor estado que esos trapos rotos, te traeré la próxima vez.-Se giró para mirarla fijamente a los ojos: No había venido para estar de espaldas a ella, y si hacía aquello, es que era un estúpido por no aprovechar por ver a semejante mujer.-¿Cómo va todo?-Preguntó llevándose ambas manos a la cintura, una a cada lado.
No respondió a nada de lo que ella dijo, no allí, y cuando le dejó un hueco para que pudiera pasar a la habitación, no lo dudó un momento, y se internó en ésta con seguridad y tranquilidad. Ya dentro, miró a su alrededor, esperando ver si había personalizado la chica su nuevo lugar de descanso.-He venido solo para ver qué tal estabas.-En parte era cierto, pero por otro lado, el rubio sabía que le apetecía volver a verla, solo que eso no quería admitirlo.-He oído que te has adaptado rápido y bien, me alegra saberlo.-Vivir en una nueva comunidad, en un mundo como aquél, y adaptarse a esa nueva vida no eran tareas tan fáciles como pudieran parecer... A veces podías encontrarte con gente peligrosa. Pero ese no era el caso, Drake lo sabía.
-Creo que tenemos ropa de tu talla y en mejor estado que esos trapos rotos, te traeré la próxima vez.-Se giró para mirarla fijamente a los ojos: No había venido para estar de espaldas a ella, y si hacía aquello, es que era un estúpido por no aprovechar por ver a semejante mujer.-¿Cómo va todo?-Preguntó llevándose ambas manos a la cintura, una a cada lado.
- Spoiler:
El chico no dijo ninguna palabra hasta que no estuvo dentro de su cuarto y ella cerró la puerta. Desde que había llegado a la Prisión, era la primera vez que habían estado solos, al menos desde aquel primer encontronazo. Se sentía algo extraña, sabía que le debía todo a aquel hombre que sin conocerla le había dado un hogar, pero no había tenido tampoco mucha oportunidad de saber de él... Tal vez, aquella fuese su oportunidad... Pero como siempre, Drake se le adelantó, lanzando aquella sincera frase que la trastocó un poco.
Las veces que habían coincidido por el refugio habían sido pocas y fugaces, siempre viéndose de pasada y saludándose con un simple gesto de cabeza. Era extraño, ella no solía querer saber de la gente. Prefería centrarse en sus problemas y no en lo de los demás, pero Drake era diferente, le recordó que aún había gente buena en el mundo y que, a pesar de esa actitud de tipo duro, había un buen corazón en su interior.
-Si, la verdad es que si. La gente de aquí me trata bien y el trabajo me pone de buen humor... - Hace una pausa y se acerca a la pequeña estantería que decoraba una esquina de su cuarto, tomando unas latas de cerveza vieja y desgraciadamente no muy frías. -Ya sabes, no tener que pensar en los zombies y esas cosas...- Suelta una ligera risa nerviosa y luego, mira su ropa. - Vaya... Gracias, Drake.
Le lanza la lata de cerveza cuando se gira hacia ella y le sonríe levemente. La verdad es que tanta genorisadad la estaba abrumando. No sabía exactamente como reaccionar a todo aquello salvo con un simple y escueto "gracias". De no tener nada... a tener tantas cosas.
-Debo decir que es... extraño- Se sienta en el pequeño sofá de dos plazas algo desgastado por el uso y el tiempo. -Hasta el día que me encontraste yo... Estaba muy sola, no hablaba con nadie o... Mejor dicho, me alejaba de todo el mundo... - Se pasa por una mano por la zona de la cicatriz y suspira pesadamente. - Aún sigo dudando de que, que este yo aquí, es una mala idea...
Niega con la cabeza y abre la lata, llevandose el aluminio a los labios para beber de aquel templado líquido gaseoso. Por mucho que odiase decirlo, no podía mentir. Creía que era una mala idea que ella viviese allí entre ellos, por un simple despiste como puede ser que alguien beba del mismo vaso que ella, infectase a uno... y ese uno a otro, y a otro... y así hasta acabar con todos. Lo había visto antes, siempre acababa pasando... Ojala supiera que ella era tan inofensiva como lo podría ser una mota polvo
El sonido de la lata de Drake abrirse capta su atención alejando esos sombríos pensamientos y alza la cabeza, mirándole con una despistada sonrisa.
-Perdona, seguro que no viniste para que te contase mis paranoias...- Se estira en el sofá y da otro trago de la lata. - ¿Va todo bien en el refugio? Es un sitio grande... ¿Cómo haces para tenerlo todo bajo control?
Aprovecha ahora que puede para tratar de saber de él, que hace durante el tiempo que no esta ocupado... Le caía bien y sentía que podía confiar en él. A fin de cuentas, la había visto semi-desnuda, así que más confianza que esa no había ninguna.
Las veces que habían coincidido por el refugio habían sido pocas y fugaces, siempre viéndose de pasada y saludándose con un simple gesto de cabeza. Era extraño, ella no solía querer saber de la gente. Prefería centrarse en sus problemas y no en lo de los demás, pero Drake era diferente, le recordó que aún había gente buena en el mundo y que, a pesar de esa actitud de tipo duro, había un buen corazón en su interior.
-Si, la verdad es que si. La gente de aquí me trata bien y el trabajo me pone de buen humor... - Hace una pausa y se acerca a la pequeña estantería que decoraba una esquina de su cuarto, tomando unas latas de cerveza vieja y desgraciadamente no muy frías. -Ya sabes, no tener que pensar en los zombies y esas cosas...- Suelta una ligera risa nerviosa y luego, mira su ropa. - Vaya... Gracias, Drake.
Le lanza la lata de cerveza cuando se gira hacia ella y le sonríe levemente. La verdad es que tanta genorisadad la estaba abrumando. No sabía exactamente como reaccionar a todo aquello salvo con un simple y escueto "gracias". De no tener nada... a tener tantas cosas.
-Debo decir que es... extraño- Se sienta en el pequeño sofá de dos plazas algo desgastado por el uso y el tiempo. -Hasta el día que me encontraste yo... Estaba muy sola, no hablaba con nadie o... Mejor dicho, me alejaba de todo el mundo... - Se pasa por una mano por la zona de la cicatriz y suspira pesadamente. - Aún sigo dudando de que, que este yo aquí, es una mala idea...
Niega con la cabeza y abre la lata, llevandose el aluminio a los labios para beber de aquel templado líquido gaseoso. Por mucho que odiase decirlo, no podía mentir. Creía que era una mala idea que ella viviese allí entre ellos, por un simple despiste como puede ser que alguien beba del mismo vaso que ella, infectase a uno... y ese uno a otro, y a otro... y así hasta acabar con todos. Lo había visto antes, siempre acababa pasando... Ojala supiera que ella era tan inofensiva como lo podría ser una mota polvo
El sonido de la lata de Drake abrirse capta su atención alejando esos sombríos pensamientos y alza la cabeza, mirándole con una despistada sonrisa.
-Perdona, seguro que no viniste para que te contase mis paranoias...- Se estira en el sofá y da otro trago de la lata. - ¿Va todo bien en el refugio? Es un sitio grande... ¿Cómo haces para tenerlo todo bajo control?
Aprovecha ahora que puede para tratar de saber de él, que hace durante el tiempo que no esta ocupado... Le caía bien y sentía que podía confiar en él. A fin de cuentas, la había visto semi-desnuda, así que más confianza que esa no había ninguna.
La chica admitió que le estaban tratando bien, y que además el trabajo también ayudaba. Drake desconocía en qué estaba trabajando, normalmente, la gente solía preferir estar en el huerto y cuidarlo a estar en la valla limpiándola de cadáveres, al fin y al cabo era menos peligroso. Él también lo preferiría así, más aún si era nuevo en el refugio. Pero como líder debía dar ejemplo, y dedicarse a todo, por suerte seguía siendo igual de resistente que hacía unos años.
Cogió la cerveza al vuelo, procurando que se agitase demasiado al recibirla, la sostuvo en la mano, durante unos segundos, escuchando a la chica. Ella explicaba que ese cambio que había recibido, de no tener nada, a tener un lugar seguro en el que vivir, le resulta extraño. Y el rubio entendía perfectamente, pues él había sentido lo mismo, e incluso pensó que aquél no era su sitio, que no podía ser real. Esos pensamientos fueron a peor cuando se dio cuenta de que debía ser el líder si quería que todos los supervivientes se organizasen bien. Y fue cuando se dio cuenta de que eso era tan real como los caminantes, y que la suerte le había dado una segunda oportunidad.
Terminó por abrir la lata, sin decir nada al respecto de lo anterior, y Erin pareció volver de sus pensamientos, al menos por la forma en la que se movió y miró al líder de la Prisión por un momento. Éste dio un trago a la lata, saboreando aquél líquido templado y burbujeante, no era de lo mejor, pero no estaba mal.-No te preocupes, todos tenemos ese tipo de pensamientos al principio.-La diferencia era que ella pensaba que no era buena idea que ella estuviera allí, y Drake lo veía de forma diferente. Pero prefirió no comentarle nada.
Erin aprovechó entonces para preguntar y saber más del rubio, y él respiró hondo y se encogió de hombros, dando otro trago a la cerveza.-Bueno, no es fácil, pero me he centrado en dividir los trabajos por sectores, como has podido ir viendo estos días. A cada sector le he asignado un jefe, y así se hace más ameno.-Se apoyó en la pared, metiéndose la mano em el bolsillo del pantalón a la vez.-Suena jodido, pero no lo es tanto.
Cogió la cerveza al vuelo, procurando que se agitase demasiado al recibirla, la sostuvo en la mano, durante unos segundos, escuchando a la chica. Ella explicaba que ese cambio que había recibido, de no tener nada, a tener un lugar seguro en el que vivir, le resulta extraño. Y el rubio entendía perfectamente, pues él había sentido lo mismo, e incluso pensó que aquél no era su sitio, que no podía ser real. Esos pensamientos fueron a peor cuando se dio cuenta de que debía ser el líder si quería que todos los supervivientes se organizasen bien. Y fue cuando se dio cuenta de que eso era tan real como los caminantes, y que la suerte le había dado una segunda oportunidad.
Terminó por abrir la lata, sin decir nada al respecto de lo anterior, y Erin pareció volver de sus pensamientos, al menos por la forma en la que se movió y miró al líder de la Prisión por un momento. Éste dio un trago a la lata, saboreando aquél líquido templado y burbujeante, no era de lo mejor, pero no estaba mal.-No te preocupes, todos tenemos ese tipo de pensamientos al principio.-La diferencia era que ella pensaba que no era buena idea que ella estuviera allí, y Drake lo veía de forma diferente. Pero prefirió no comentarle nada.
Erin aprovechó entonces para preguntar y saber más del rubio, y él respiró hondo y se encogió de hombros, dando otro trago a la cerveza.-Bueno, no es fácil, pero me he centrado en dividir los trabajos por sectores, como has podido ir viendo estos días. A cada sector le he asignado un jefe, y así se hace más ameno.-Se apoyó en la pared, metiéndose la mano em el bolsillo del pantalón a la vez.-Suena jodido, pero no lo es tanto.
- Spoiler:
Le envidiaba... Drake parecía el típico chico que siempre lo tenía todo bajo control, que siempre estaba en plan pasota... como si todo le diera igual. No entendía como podía ser capaz de tenerlo todo en orden, de como tener bajo control a los jefes de sección, como evitaba peleas o motines. Simplemente le parecía increíble.
-Sabes... Creo que nunca hemos tenido tiempo para conocernos bien. - Sus palabras salen rápidas de sus labios mientras sus ojos se clavan en la boquilla de la lata que sostenía entre ambas manos. -Nuestro primer encuentro fue extraño y desde que llegué aquí no hemos coincidido mucho... - Se encoge de hombros y se levanta mientras da un trago a la lata y se acerca a la cama, sacando de debajo de la almohada una cajetilla de tabaco.
Esperaba que se abriera un poco más, que dejara de ser tan jodidamente misterioso y que, tal vez, pudieran trabar amistad. En el fondo no le caía mal, su actitud era el problema. Esa actitud de la que a veces sentía envidia y otras veces la sacaba de quicio.
-Yo es que no tengo mucho que contar, pero tu... - Hace una pausa mientras se lleva un cigarro a los labios y lo enciende con una cerilla, dando una larga calada para luego soltar el denso humo que invadió rápidamente el lugar -Tu me das curiosidad. Seguro que tienes mucho que contar.
Suelta una leve risa nerviosa mientras se sienta en el sofá y estira las piernas, haciéndole luego un gesto con la mano para que tomara asiento a su lado. No creía que fuera a abandonar esa actitud de tipo duro, no le importaba, pero tal vez... solo tal vez... Estuviera dispuesto a trabar una pequeña amistad. Extrañaba lo que era tener un hombro en el que llorar, alguien a quien contarle que había soñado la noche anterior o alguien con quien debatir de cualquier tema posible... Extrañaba tener un amigo, alguien a quien proteger y que la protegiera... Y él le gustaba, para que iba a negarlo...
-Sabes... Creo que nunca hemos tenido tiempo para conocernos bien. - Sus palabras salen rápidas de sus labios mientras sus ojos se clavan en la boquilla de la lata que sostenía entre ambas manos. -Nuestro primer encuentro fue extraño y desde que llegué aquí no hemos coincidido mucho... - Se encoge de hombros y se levanta mientras da un trago a la lata y se acerca a la cama, sacando de debajo de la almohada una cajetilla de tabaco.
Esperaba que se abriera un poco más, que dejara de ser tan jodidamente misterioso y que, tal vez, pudieran trabar amistad. En el fondo no le caía mal, su actitud era el problema. Esa actitud de la que a veces sentía envidia y otras veces la sacaba de quicio.
-Yo es que no tengo mucho que contar, pero tu... - Hace una pausa mientras se lleva un cigarro a los labios y lo enciende con una cerilla, dando una larga calada para luego soltar el denso humo que invadió rápidamente el lugar -Tu me das curiosidad. Seguro que tienes mucho que contar.
Suelta una leve risa nerviosa mientras se sienta en el sofá y estira las piernas, haciéndole luego un gesto con la mano para que tomara asiento a su lado. No creía que fuera a abandonar esa actitud de tipo duro, no le importaba, pero tal vez... solo tal vez... Estuviera dispuesto a trabar una pequeña amistad. Extrañaba lo que era tener un hombro en el que llorar, alguien a quien contarle que había soñado la noche anterior o alguien con quien debatir de cualquier tema posible... Extrañaba tener un amigo, alguien a quien proteger y que la protegiera... Y él le gustaba, para que iba a negarlo...
Las palabras de la chica fueron algo mal interpretadas, en parte, dado al contenido de éstas. Sin embargo, no comentó nada sobre ello. Ella, en resumen, quería conocerle más a fondo, ¿y quién no querría hacerlo? En general, a excepción de Jack, nadie sabía demasiado de él... Y quizás esa era la mejor opción: Si sabían que pertenecía a la Organización que causó todo aquél desastre, lo más probable sería que no se lo tomaran demasiado bien.-Bueno...-Se calló un momento, observando a la mujer pasar del sofá a la cama, donde cogió un paquete de cigarrillos que parecía esconder. Ella volvió a hablar, y se limitó a dar los últimos tragos a la lata, largos, para acabarla. La aplastó con una mano y la dejó en la mesita que tenía la chica en la habitación.
Después se dirigió al sofá, y se sentó en él, ya que ahora estaba libre, no se llegó a acomodar como haría normalmente, si no que se puso inclinado hacia delante, con los brazos apoyados en las piernas, en una posición baja, y las manos entrelazadas.
¿Qué iba a contarle a la chica? De ella tampoco sabía demasiado como para confiar plenamente. Lo que sí no iba a contarle era su anterior trabajo, eso lo tenía muy claro... ¿Pero qué más podía contarle y que fuera interesante?-Estuve en el ejército, ántes de toda esta mierda.-Dijo entonces, con total naturalidad.[/color=red]-No se, podrías preguntarme... No tengo mucho que contar tampoco.-Ya le había contado algo que sí era verdad, pero no sabía qué más podía haber.
Después se dirigió al sofá, y se sentó en él, ya que ahora estaba libre, no se llegó a acomodar como haría normalmente, si no que se puso inclinado hacia delante, con los brazos apoyados en las piernas, en una posición baja, y las manos entrelazadas.
¿Qué iba a contarle a la chica? De ella tampoco sabía demasiado como para confiar plenamente. Lo que sí no iba a contarle era su anterior trabajo, eso lo tenía muy claro... ¿Pero qué más podía contarle y que fuera interesante?-Estuve en el ejército, ántes de toda esta mierda.-Dijo entonces, con total naturalidad.[/color=red]-No se, podrías preguntarme... No tengo mucho que contar tampoco.-Ya le había contado algo que sí era verdad, pero no sabía qué más podía haber.
- Spoiler:
Y ahí seguía, en el mismo plan misterioso y cerrado de siempre. No pudo evitar sonreír mientras daba una larga calada al cigarrillo y terminaba su cerveza, ofreciéndole luego uno a él. ¿Por qué tanto secretismo? ¿Tanto le preocupaba que fuese a pensar ella de él o... simplemente no tenía nada que contar? Pero finalmente habló, soltando una ligera frase que hizo que lo mirase con más curiosidad.
-Así que militar... ¿eh? - Dice mientras da otra calada y suelta el humo lentamente, recostándose sobre el respaldo del sofá. Viejo, pero aún cómodo. - ¿De ahí viene que seas tan... estoico? - Ríe suavemente. Era la primera vez que usaba esa palabra que había visto en un libro de texto, de esos que contaban historias fantásticas con finales felices... Finales felices que no existían en su historia... -Perdón por la broma... - Finalizada la cerveza, deja la lata sobre la mesa junto a la otra escachada y se gira en el asiento, colocando su pierna sobre el cojín para luego apoyar ahí el codo y la cabeza sobre la mano.
No sabía de que iba realmente Drake, era tan extraño, tan ambiguo. Había ido a verla a su habitación, a ver como estaba y parecía que, por mucha conversación que ella intentase darle, él seguía dispuesto a mantener su papel de responder con las menos palabras posibles. La sacaba de quicio que tirara todo su esfuerzo de tener un amigo por el suelo.
-Esta bien, probemos otra cosa... - Por primera vez en mucho tiempo, un momento fugaz pasó por su mente. Recordó estar en mitad del bosque, caminando con uno de los últimos grupos que estuvo, habían varios niños que revoloteaban a su alrededor y se respiraba una agradable y rara sensación de tranquilidad... Igual que como se sentía ahora. -¿Qué prefieres Drake? - Da otra calada y coloca el cigarrillo en el borde de la mesa, elevando cada mano con cada palabra -¿Mar o montaña?
Si, era una pregunta totalmente aleatoria y en la que la respuesta daba totalmente igual, solo quería conocerle mejor. No creía que fueran tan diferentes... El debía haber visto caer a sus hermanos soldados en la batalla, igual que ella había tenido que ver como sus únicos amigos y "familia" perecían... Dos lobos solitarios a los que, tal vez, no les viniera mal algo de compañía.
-Así que militar... ¿eh? - Dice mientras da otra calada y suelta el humo lentamente, recostándose sobre el respaldo del sofá. Viejo, pero aún cómodo. - ¿De ahí viene que seas tan... estoico? - Ríe suavemente. Era la primera vez que usaba esa palabra que había visto en un libro de texto, de esos que contaban historias fantásticas con finales felices... Finales felices que no existían en su historia... -Perdón por la broma... - Finalizada la cerveza, deja la lata sobre la mesa junto a la otra escachada y se gira en el asiento, colocando su pierna sobre el cojín para luego apoyar ahí el codo y la cabeza sobre la mano.
No sabía de que iba realmente Drake, era tan extraño, tan ambiguo. Había ido a verla a su habitación, a ver como estaba y parecía que, por mucha conversación que ella intentase darle, él seguía dispuesto a mantener su papel de responder con las menos palabras posibles. La sacaba de quicio que tirara todo su esfuerzo de tener un amigo por el suelo.
-Esta bien, probemos otra cosa... - Por primera vez en mucho tiempo, un momento fugaz pasó por su mente. Recordó estar en mitad del bosque, caminando con uno de los últimos grupos que estuvo, habían varios niños que revoloteaban a su alrededor y se respiraba una agradable y rara sensación de tranquilidad... Igual que como se sentía ahora. -¿Qué prefieres Drake? - Da otra calada y coloca el cigarrillo en el borde de la mesa, elevando cada mano con cada palabra -¿Mar o montaña?
Si, era una pregunta totalmente aleatoria y en la que la respuesta daba totalmente igual, solo quería conocerle mejor. No creía que fueran tan diferentes... El debía haber visto caer a sus hermanos soldados en la batalla, igual que ella había tenido que ver como sus únicos amigos y "familia" perecían... Dos lobos solitarios a los que, tal vez, no les viniera mal algo de compañía.
La mujer soltó una broma respecto a la seriedad de él y su anterior trabajo como militar. Incluso soltó una risa. Pero el hombre simplemente se encogió de hombros, no entendía a qué venís esa broma, si él era una persona de lo más abierta y animada... Cuando tenía confianza en una persona, eso sí, al fin y al cabo, los tiempos que corrían no eran como para darle la espalda a un desconocido con un cuchillo.
Sin embargo pidió disculpas casi al instante, quizás pensando que le había molestado, pero nada de eso, simplemente no lo entendió, y ya está. Pero decidió no darle más importancia.
Se encendió el cigarrillo que previamente le había ofrecido Erin y que gustosamente había cogido y le dio una larga calada, expulsando el humo después hacia un lado, procurando no molestar a la chica. Él no fumaba en su habitación, no le gustaba que el lugar donde dormía oliese a humo, y si podía elegir hacerlo fuera, o en un pasillo, procura a hacerlo así.
Entonces, ella probó con otro tipo de pregunta, una muy extraña pero que Drake conocía bien: Eran ese tipo de preguntas que tratabas de hacer a la otra persona para comprobar si ambos coincidían en algo, normalmente referido a gustos, como era esa. El hombre, sin embargo, se tomó un momento para pensar: Iba a darle el placer de jugar a aquél "juego".
¿Montaña o playa? Ambos eran lugares muy diferentes, o frío o calor, o las alturas abismales o los lugares con un terreno bajo. Pero para Drake, cada sitio era especial a su manera, y por tanto, le gustaban los dos.
La montaña porque ofrecía unos paisajes únicos y respirabas aire limpio y frío.
La playa porque... Bueno, en un lugar muy parecido Jenna aceptó su proposición hacía unos años.
El rubio respiró hondo y se encogió de hombros, tratando de no pensar en aquello, de no estancarse en los recuerdos. Dio otra calada al cigarrillo y esta vez el humo salió por la nariz.-Playa.-Respondió sin más, clavando su mirada azul en la de la mujer.-¿Y tú?-Preguntó, acomodándose entonces en el sofá, apoyando la espalda en él.
Sin embargo pidió disculpas casi al instante, quizás pensando que le había molestado, pero nada de eso, simplemente no lo entendió, y ya está. Pero decidió no darle más importancia.
Se encendió el cigarrillo que previamente le había ofrecido Erin y que gustosamente había cogido y le dio una larga calada, expulsando el humo después hacia un lado, procurando no molestar a la chica. Él no fumaba en su habitación, no le gustaba que el lugar donde dormía oliese a humo, y si podía elegir hacerlo fuera, o en un pasillo, procura a hacerlo así.
Entonces, ella probó con otro tipo de pregunta, una muy extraña pero que Drake conocía bien: Eran ese tipo de preguntas que tratabas de hacer a la otra persona para comprobar si ambos coincidían en algo, normalmente referido a gustos, como era esa. El hombre, sin embargo, se tomó un momento para pensar: Iba a darle el placer de jugar a aquél "juego".
¿Montaña o playa? Ambos eran lugares muy diferentes, o frío o calor, o las alturas abismales o los lugares con un terreno bajo. Pero para Drake, cada sitio era especial a su manera, y por tanto, le gustaban los dos.
La montaña porque ofrecía unos paisajes únicos y respirabas aire limpio y frío.
La playa porque... Bueno, en un lugar muy parecido Jenna aceptó su proposición hacía unos años.
El rubio respiró hondo y se encogió de hombros, tratando de no pensar en aquello, de no estancarse en los recuerdos. Dio otra calada al cigarrillo y esta vez el humo salió por la nariz.-Playa.-Respondió sin más, clavando su mirada azul en la de la mujer.-¿Y tú?-Preguntó, acomodándose entonces en el sofá, apoyando la espalda en él.
- Spoiler:
Una pequeña sonrisa se forma en su cara a la vez que el da una respuesta, viendo como se rescostaba en el sofá de una forma mucho más cómoda. Al menos parecía que estaba dispuesto a participar en el estúpido juego... Como había dicho antes, a ella la respuesta le interesaba más bien poco, solo quería que se abriera a ella, que cogieran confianza.
El chico optó por preguntarle su opinión sobre la misma pregunta y, tras levantar una ceja, sonríe frunciendo levemente los labios. Esperaba que él le preguntase algo diferente para poder seguir con el juego y así hacerlo más interesante y difícil. Pero bueno, iba a dejarselo pasar por el momento...
-¿Yo? - Se inclina hacia atrás imitandole y suspira mirando al techo un segundo mientras se estira - Creo... Creo que la playa. He pasado más tiempo en el bosque por la cobertura que ofrece que en la playa... - Hace una breve pausa mientras su gesto se ensombrece un poco - Tampoco recuerdo haberla visto limpia de zombies o sangre. No sé como era antes de que todo esto fuera así... - Se encoje de hombros y luego sacude la cabeza suavemente, dirigiendo la mirada a los intensos ojos azules del chico, esos ojos que la hipnotizaron durante unos segundos.
No podía negar que Drake fuera atractivo, pero una de las cosas que más le gustaba de él era esa mirada. Tan brillante como el cielo despejado, ocultando tantos secretos tras ellos... Aquel hombre era todo un misterio para ella, igual que su propia persona...
-Bueno, continuemos...- Se endereza de nuevo y le sonríe ampliamente, tratando de centrarse en lo positivo de que él estuviese allí y de la curiosidad que le despertaba. -Mmmm… ¿Qué prefieres... Arma blanca o a distancia?- Tal vez preguntarle algo más interesante hiciera que hablase un poco más. -Por que yo creo que es una decisión difícil... Así que escoge bien. - Le sonríe maliciosa y luego suspira levemente divertida.
El chico optó por preguntarle su opinión sobre la misma pregunta y, tras levantar una ceja, sonríe frunciendo levemente los labios. Esperaba que él le preguntase algo diferente para poder seguir con el juego y así hacerlo más interesante y difícil. Pero bueno, iba a dejarselo pasar por el momento...
-¿Yo? - Se inclina hacia atrás imitandole y suspira mirando al techo un segundo mientras se estira - Creo... Creo que la playa. He pasado más tiempo en el bosque por la cobertura que ofrece que en la playa... - Hace una breve pausa mientras su gesto se ensombrece un poco - Tampoco recuerdo haberla visto limpia de zombies o sangre. No sé como era antes de que todo esto fuera así... - Se encoje de hombros y luego sacude la cabeza suavemente, dirigiendo la mirada a los intensos ojos azules del chico, esos ojos que la hipnotizaron durante unos segundos.
No podía negar que Drake fuera atractivo, pero una de las cosas que más le gustaba de él era esa mirada. Tan brillante como el cielo despejado, ocultando tantos secretos tras ellos... Aquel hombre era todo un misterio para ella, igual que su propia persona...
-Bueno, continuemos...- Se endereza de nuevo y le sonríe ampliamente, tratando de centrarse en lo positivo de que él estuviese allí y de la curiosidad que le despertaba. -Mmmm… ¿Qué prefieres... Arma blanca o a distancia?- Tal vez preguntarle algo más interesante hiciera que hablase un poco más. -Por que yo creo que es una decisión difícil... Así que escoge bien. - Le sonríe maliciosa y luego suspira levemente divertida.
Ella le imitó en cuanto a la postura que tomó en el sofa, y le respondió incluso lo mismo: La playa. Pero sin embargo, dio otro dato que a Drake le pareció ciertamente interesante: Había visto la playa llena de sangre y muertos, pero nunca como eran antes. El hombre frunció el ceño ligeramente. ¿Cómo era eso? ¿Cómo era que no sabía aquello? Eso solo lo podría decir alguien que hubiera nacido después del apocalipsis o alguien que hubiera perdido la memoria. La primera opción fue descartada en seguida, y por eso era la segunda la que apuntaba a que la chica hubiera sufrido eso mismo. Sería un tema en el que indagaría más adelante.
El rubio dio una calada al cigarrillo, sin dejar de mirar a la joven Erin, escuchando su siguiente pregunta. Esa sí que le pareció más interesante, quizás porque había pasado casi la mitad de su vida con un arma entre las manos, y en Umbrella le habían enseñado a manejarlas de todo tipo: Desde rifles de tirador hasta armas cuerpo a cuerpo, como esas lanzas que llevaban en la Organización y que le parecían feas y demasiado largas para moverse con agilidad.
¿Arma cuerpo a cuerpo o arma de fuego? Una pregunta difícil sin duda, ¿qué era mejor? ¿Un arma que no hacía ruido pero debías acercarte para que fuese útil? ¿O un arma que hacía ruido y era letal a distancias seguras? Realmente ambas eran buenas, pero dependía más de en qué manos estuviesen. Pero él ya lo tenía más claro.-Un arma de fuego, siempre puedo silenciarla.-Y es que había pensado también en ese vacío legal que tenía aquella cuestión y que no era tan imposible como pudiera parecer: Él, al fin y al cabo, llevaba un silenciador en su pistola.-Antes dijiste que no recordabas cómo era una playa sin cadáveres.-Dio una calada al cigarrillo, y respiró hondo. Sí, se adentraría a preguntar aquello, además de otras cosas que le tenían ciertamente intrigado desde el día que se la cruzó.-¿Por qué? ¿Cómo has sobrevivido tanto tiempo sin recordar nada?-Preguntó con cierta curiosidad.
El rubio dio una calada al cigarrillo, sin dejar de mirar a la joven Erin, escuchando su siguiente pregunta. Esa sí que le pareció más interesante, quizás porque había pasado casi la mitad de su vida con un arma entre las manos, y en Umbrella le habían enseñado a manejarlas de todo tipo: Desde rifles de tirador hasta armas cuerpo a cuerpo, como esas lanzas que llevaban en la Organización y que le parecían feas y demasiado largas para moverse con agilidad.
¿Arma cuerpo a cuerpo o arma de fuego? Una pregunta difícil sin duda, ¿qué era mejor? ¿Un arma que no hacía ruido pero debías acercarte para que fuese útil? ¿O un arma que hacía ruido y era letal a distancias seguras? Realmente ambas eran buenas, pero dependía más de en qué manos estuviesen. Pero él ya lo tenía más claro.-Un arma de fuego, siempre puedo silenciarla.-Y es que había pensado también en ese vacío legal que tenía aquella cuestión y que no era tan imposible como pudiera parecer: Él, al fin y al cabo, llevaba un silenciador en su pistola.-Antes dijiste que no recordabas cómo era una playa sin cadáveres.-Dio una calada al cigarrillo, y respiró hondo. Sí, se adentraría a preguntar aquello, además de otras cosas que le tenían ciertamente intrigado desde el día que se la cruzó.-¿Por qué? ¿Cómo has sobrevivido tanto tiempo sin recordar nada?-Preguntó con cierta curiosidad.
- Spoiler:
Drake le respondió más rápido de lo que realmente se esperaba y es que, en cuanto a armas, siempre le venía ese gran dilema. ¿Qué es mejor? Obviamente, todo depende de la situación pero, una cosa que las armas cuerpo a cuerpo tenían y que las de fuego no, era que estas no requerían balas y eran tan silenciosas como lo era el que la portaba. Eso si, ante momentos desesperados medidas desesperadas y, tanto su granada como un buen fusil podrían hacer grandes destrozos a esos seres... Si le preguntasen a ella, definitivamente se quedaría con las armas blancas.
Esta vez, cuando el chico lanza la pregunta, hace una totalmente diferente y que la pilla por sorpresa. Cierto es que desde que se habían conocido aquel día en aquel pueblo perdido no habían hablado mucho y ya por no decir que ella no habla de su pasado porque, directamente, no tenía... Entonces su pregunta le hizo darse cuenta de que no le había contado nada y lo incomodo que iba a ser este momento. Una sonrisa nerviosa y algo forzada se forma en sus labios a la vez que alza la mano derecha y se revuelve lentamente el pelo mientras piensa... ¿Cómo explicas algo que no sabes como ocurrió?
-Bueno... La verdad es que es, digamos, complicado... - Suspira mientras cierra los ojos unos segundos - Mi verdadero nombre no es Erin... - Hace una pausa para coger aire e intentar decirlo todo de golpe -Pero no sé cual es mi verdadero nombre. Erin Taylor es el nombre que me puso Walter, uno de los hombres que me encontraron en el garaje de una casa con un golpe en la cabeza... - El dolor de recordar el rostro de sus compañeros desfigurado por la infección se hace tan palpable como aquel día, quebrando ligeramente su voz - No se quien soy, Drake. No se de donde vengo, si tengo familia, amigos, un hogar al que ir a buscar algo o alguien... No soy nada... - Sonríe sarcástica y niega con la cabeza -Lo que si soy es un posible peligro andante... - Se lleva la mano al hombro donde la cicatriz descansa bajo la camiseta.
La verdad es que eso de que la hubieran mordido y no se hubiera transformado la tenía en vilo la mayoría de las noches. No sabía por qué ella no había perecido como los demás. ¿Qué era lo que tenía de especial? Había barajado tantas posibilidades como horas tenía el día pero nunca llegaba a algo concreto... Por eso había optado por no arriesgarse a nada, a vivir sola por y para ella... hasta que él apareció en su vida.
Esta vez, cuando el chico lanza la pregunta, hace una totalmente diferente y que la pilla por sorpresa. Cierto es que desde que se habían conocido aquel día en aquel pueblo perdido no habían hablado mucho y ya por no decir que ella no habla de su pasado porque, directamente, no tenía... Entonces su pregunta le hizo darse cuenta de que no le había contado nada y lo incomodo que iba a ser este momento. Una sonrisa nerviosa y algo forzada se forma en sus labios a la vez que alza la mano derecha y se revuelve lentamente el pelo mientras piensa... ¿Cómo explicas algo que no sabes como ocurrió?
-Bueno... La verdad es que es, digamos, complicado... - Suspira mientras cierra los ojos unos segundos - Mi verdadero nombre no es Erin... - Hace una pausa para coger aire e intentar decirlo todo de golpe -Pero no sé cual es mi verdadero nombre. Erin Taylor es el nombre que me puso Walter, uno de los hombres que me encontraron en el garaje de una casa con un golpe en la cabeza... - El dolor de recordar el rostro de sus compañeros desfigurado por la infección se hace tan palpable como aquel día, quebrando ligeramente su voz - No se quien soy, Drake. No se de donde vengo, si tengo familia, amigos, un hogar al que ir a buscar algo o alguien... No soy nada... - Sonríe sarcástica y niega con la cabeza -Lo que si soy es un posible peligro andante... - Se lleva la mano al hombro donde la cicatriz descansa bajo la camiseta.
La verdad es que eso de que la hubieran mordido y no se hubiera transformado la tenía en vilo la mayoría de las noches. No sabía por qué ella no había perecido como los demás. ¿Qué era lo que tenía de especial? Había barajado tantas posibilidades como horas tenía el día pero nunca llegaba a algo concreto... Por eso había optado por no arriesgarse a nada, a vivir sola por y para ella... hasta que él apareció en su vida.
La sonrisa nerviosa de la chica no pasó desapercibida para el rubio, y supo que había dado con una pregunta clave, con algo que podría resultar importante. Por un momento incluso le vino a la cabeza la teoría de que venía de Umrella, pero por otro lado, de ser así, eso podía significar que tenían planeado que Drake apareciera aquél día para salvarla, y eso a su vez llevaba a la posibilidad de que Umrella ya supiera, más o menos, dónde se podía encontrar... Eso era una teoría demasiado enredada para gente como la de Umbrella, más aún si se trataba de un solo hombre, como era su caso... Aunque tampoco era un simple hombre, ¿no? Tenía parte de la Corporación, parte de su esencia, en su cuerpo, eso podría ser peligroso para ellos.
Finalmente Erin comenzó a explicarle, para empezar, que ese no era su nombre realmente, que se lo habían puesto unos hombres que la encontraron en un garaje, con un golpe. Aquello podía ser verdad, sí, o quizás era una mentira que ocultaba algo más. Pero Drake no veía a la mujer capaz de mentir con algo así, no había necesidad de ello... ¿Por qué iba a mentirle al líder del lugar donde se encontraba? Era demasiado arriesgado para ella.
Suspiró y terminó de fumarse el cigarro con una última y larga calada.-Bueno...-Comenzó una vez ella terninó de hablar, se inclinó y apagó el cigarro en el cenicero que había en la mesita frente a él, y al otro lado el sofá donde su interlocutora estaba sentada.-En ese caso es casi como empezar una nueva vida, de cero, solo que has despertado en un mundo peor que el anterior.-La miró a los ojos y volvió a acomodarse en el sofá, apoyando la espalda.-Una auténtica putada.-Dijo finalmente, con un tono irónico.
Finalmente Erin comenzó a explicarle, para empezar, que ese no era su nombre realmente, que se lo habían puesto unos hombres que la encontraron en un garaje, con un golpe. Aquello podía ser verdad, sí, o quizás era una mentira que ocultaba algo más. Pero Drake no veía a la mujer capaz de mentir con algo así, no había necesidad de ello... ¿Por qué iba a mentirle al líder del lugar donde se encontraba? Era demasiado arriesgado para ella.
Suspiró y terminó de fumarse el cigarro con una última y larga calada.-Bueno...-Comenzó una vez ella terninó de hablar, se inclinó y apagó el cigarro en el cenicero que había en la mesita frente a él, y al otro lado el sofá donde su interlocutora estaba sentada.-En ese caso es casi como empezar una nueva vida, de cero, solo que has despertado en un mundo peor que el anterior.-La miró a los ojos y volvió a acomodarse en el sofá, apoyando la espalda.-Una auténtica putada.-Dijo finalmente, con un tono irónico.
- Spoiler:
Niega tras las palabras del joven. ¿Empezar de cero? ¿Eso que significaba? Empezar de cero sería si acaso recordara una minima parte de su pasado, empezar de cero sería si; por algún caso; toda su vida hubiera sido un infierno pero no, no recordaba absolutamente nada y parecía que él no comprendía lo agobiante y desesperante que era esa sensación de vacío en su interior, el no saber de donde vienes, si hay alguien buscándole o no, si hay un sitio al que volver y llamar hogar. Y, aún así, no puede evitar sonreír con cierta amargura cuando lo ve recostarse en el sofá con gesto despreocupado... No, definitivamente, él no podía llegar a hacerse ni la más mínima idea.
-Una putada es quedarte sin balas frente a un monstruo gigante. - Empieza diciendo mientras nota como, poco a poco, la rabia y la impotencia se van moviendo en su interior - Una putada es quedarte sin gasolina mientras huyes de una horda... Una putada es... - Su voz se vuelve a quebrar y, sin poderlo evitar, da una ligera patada a la mesa, haciendo que las patas sonaran contra el suelo de piedra - Una putada es no saber si puedes besar a alguien porque tienes la cicatriz de un mordisco en el hombro...
Se levanta como si fuera un resorte y se pasa las manos por la cara mientras le da la espalda y suspira fuertemente contra las extremidades. Ella hubiera preferido tener una conversación normal, tranquila, pensando en trivialidades como que tiempo haría esa noche o que podrían hacer mañana de comer... Pero no, habían tenido que acabar hablando de ella y de su triste vida. No se consideraba menos afortunada que los demás, al contrario, pensaba que al no recordar nada era mejor, no tener a nadie a quien llorar o echar de menos... Pero eso era lo que muchas veces la mataba por dentro. El no tener a absolutamente nadie, solo ella y su sombra...
Pone los brazos en jarra mientras respira profundamente tratando de calmar las fuertes emociones que chocaban en su mente. Ya había perdido un poco los estribos delante del que había sido su salvador y ahora "jefe"... No podía permitirse perderlos más, por eso se gira con una sonrisa forzada mientras se pasa las manos por las mejillas una vez más y vuelve a la posición original, poniendo las manos en su cadera.
-Bueno... Ya sabes por que no hablo de mi... - Se encoje de hombros tratando de quitarle importancia, una importancia que sabía que jamás podría dejar de lado. Aferrarse a la idea de conseguir saber quien es era uno de los motivos por los que aún seguía viva... -Espero haber saciado tu curiosidad... - Estaba dolida y, por mucho que tratase de controlarse, el dolor se transformaba en palabras que lanzaba contra él. Él que no tenía culpa de nada...
-Una putada es quedarte sin balas frente a un monstruo gigante. - Empieza diciendo mientras nota como, poco a poco, la rabia y la impotencia se van moviendo en su interior - Una putada es quedarte sin gasolina mientras huyes de una horda... Una putada es... - Su voz se vuelve a quebrar y, sin poderlo evitar, da una ligera patada a la mesa, haciendo que las patas sonaran contra el suelo de piedra - Una putada es no saber si puedes besar a alguien porque tienes la cicatriz de un mordisco en el hombro...
Se levanta como si fuera un resorte y se pasa las manos por la cara mientras le da la espalda y suspira fuertemente contra las extremidades. Ella hubiera preferido tener una conversación normal, tranquila, pensando en trivialidades como que tiempo haría esa noche o que podrían hacer mañana de comer... Pero no, habían tenido que acabar hablando de ella y de su triste vida. No se consideraba menos afortunada que los demás, al contrario, pensaba que al no recordar nada era mejor, no tener a nadie a quien llorar o echar de menos... Pero eso era lo que muchas veces la mataba por dentro. El no tener a absolutamente nadie, solo ella y su sombra...
Pone los brazos en jarra mientras respira profundamente tratando de calmar las fuertes emociones que chocaban en su mente. Ya había perdido un poco los estribos delante del que había sido su salvador y ahora "jefe"... No podía permitirse perderlos más, por eso se gira con una sonrisa forzada mientras se pasa las manos por las mejillas una vez más y vuelve a la posición original, poniendo las manos en su cadera.
-Bueno... Ya sabes por que no hablo de mi... - Se encoje de hombros tratando de quitarle importancia, una importancia que sabía que jamás podría dejar de lado. Aferrarse a la idea de conseguir saber quien es era uno de los motivos por los que aún seguía viva... -Espero haber saciado tu curiosidad... - Estaba dolida y, por mucho que tratase de controlarse, el dolor se transformaba en palabras que lanzaba contra él. Él que no tenía culpa de nada...
Ella negó con la cabeza, y la forma en la que sonrió, el hombre interpretó aquello como que no le había sentado bien su respuesta. Incluso cuando habló, lo hizo con... ¿Dolor? Al principio, sus palabras parecían contener rabia también, y entonces su voz se quebró, además de darle una patada a la mesa que había entre ellos dos.
Durante esa escena, Drake permaneció serio, mirandola fíjamente, moviendo uno de sus anillos con su otra mano distraídamente. Cuando ella se levantó, sí que no la miró, su vista se quedó fija ahí donde la mujer estuvo sentada.
-No creo que estés infectada.-Dijo entonces el rubio, cuando ella terminó de hablar. Y es que sabía que aquél comentario respecto a lo del mordisco era por ella misma, y él también había visto aquella herida, herida que ya era una cicatriz apenas.-Vi tu mordisco el día que nos encontramos, y ya de por sí parecía que lo tenías de hace tiempo.-Drake había pertenecido a Umbrella, y la Corporación parecía saber demasiado sobre eso, y por suerte, él adquirió también esa información.-Añade a eso el tiempo que llevas aquí, te hubieras convertido en uno de esos caminantes hace más de lo que crees.-Giró la cabeza para mirarla y se levantó, pero se quedó allí, a unos metros de ella, mirándola.-No tienes nada que temer, ¿sabes? Parece ser que el virus no te afecta.
Durante esa escena, Drake permaneció serio, mirandola fíjamente, moviendo uno de sus anillos con su otra mano distraídamente. Cuando ella se levantó, sí que no la miró, su vista se quedó fija ahí donde la mujer estuvo sentada.
-No creo que estés infectada.-Dijo entonces el rubio, cuando ella terminó de hablar. Y es que sabía que aquél comentario respecto a lo del mordisco era por ella misma, y él también había visto aquella herida, herida que ya era una cicatriz apenas.-Vi tu mordisco el día que nos encontramos, y ya de por sí parecía que lo tenías de hace tiempo.-Drake había pertenecido a Umbrella, y la Corporación parecía saber demasiado sobre eso, y por suerte, él adquirió también esa información.-Añade a eso el tiempo que llevas aquí, te hubieras convertido en uno de esos caminantes hace más de lo que crees.-Giró la cabeza para mirarla y se levantó, pero se quedó allí, a unos metros de ella, mirándola.-No tienes nada que temer, ¿sabes? Parece ser que el virus no te afecta.
- Spoiler:
Drake le habla tranquilo, como si no pasara nada, como si todo estuviera bien en el mundo. Que hermoso debía ser verlo todo a través de sus ojos, porque para ella era todo una autentica mierda... Pero él continúa y no puede evitar pasarse la mano por la cicatriz pensando en si tendría razón o no. Llevaba poco tiempo en aquel sitio como para saber si podría hacer daño a alguien o no, apenas había tenido contacto con gente a no ser que fuera estrictamente necesario... Aún así, la bomba vino cuando dijo que el virus no le afectaba.
-Eso es imposible... - Dice con gesto extrañado mientras no puede evitar sonreír pensando que era una broma. - No he conocido a nadie a quien no le afecte el virus de una forma u otra... -Niega con la cabeza. No podía ser posible. -No puedo ser... Es... No... Estas bromeando... - Se mueve nerviosa por la habitación, caminando de un lado a otro como si fuera un león enjaulado. No podía, no quería que Drake tuviera razón. Por qué eso significaba que podía haber ayudado mucho más de lo que realmente había hecho...
Los rostros, todos los rostros que había visto a lo largo de los días hasta ese momento se pasaban una y otra vez frente a sus ojos. Como se iban deformando por las garras de los muertos que iban arrancando su piel, dejando a la vista la carne ensangrentada sobre el blanco hueso... Como los había dejado morir por salvar su vida; hasta ese momento; aparentemente frágil. Sus gritos, grabados a fuegos en su mente, se repetían una y otra vez hasta que, finalmente, su cara se contrae en la mueca máxima de culpa y dolor.
-No... - Revienta a llorar mientras se lleva las manos a la cara, apretando las yemas de los dedos contra la pálida piel de su rostro. Se sentía una mierda de persona. Todos dando la vida por ella cuando, al parecer, ella podía haberla dado por ellos o, ni siquiera eso, simplemente haber salido magullada... Podía haber salvado a tantos... Podía haber salvado a Rick, Thomas, Logan y Walter... La que fue su familia.
Su espalda da contra la pared y se desliza por esta hasta acabar sentada en el suelo, flexionando las rodillas para esconder la cara entre estas, como una niña pequeña que busca refugio en si misma. Algo que ahora es imposible porque se odia a si misma... ¿Qué clase de persona es ahora? Ahora que sabe que ha dejado morir a sus compañeros porque si...
-Eso es imposible... - Dice con gesto extrañado mientras no puede evitar sonreír pensando que era una broma. - No he conocido a nadie a quien no le afecte el virus de una forma u otra... -Niega con la cabeza. No podía ser posible. -No puedo ser... Es... No... Estas bromeando... - Se mueve nerviosa por la habitación, caminando de un lado a otro como si fuera un león enjaulado. No podía, no quería que Drake tuviera razón. Por qué eso significaba que podía haber ayudado mucho más de lo que realmente había hecho...
Los rostros, todos los rostros que había visto a lo largo de los días hasta ese momento se pasaban una y otra vez frente a sus ojos. Como se iban deformando por las garras de los muertos que iban arrancando su piel, dejando a la vista la carne ensangrentada sobre el blanco hueso... Como los había dejado morir por salvar su vida; hasta ese momento; aparentemente frágil. Sus gritos, grabados a fuegos en su mente, se repetían una y otra vez hasta que, finalmente, su cara se contrae en la mueca máxima de culpa y dolor.
-No... - Revienta a llorar mientras se lleva las manos a la cara, apretando las yemas de los dedos contra la pálida piel de su rostro. Se sentía una mierda de persona. Todos dando la vida por ella cuando, al parecer, ella podía haberla dado por ellos o, ni siquiera eso, simplemente haber salido magullada... Podía haber salvado a tantos... Podía haber salvado a Rick, Thomas, Logan y Walter... La que fue su familia.
Su espalda da contra la pared y se desliza por esta hasta acabar sentada en el suelo, flexionando las rodillas para esconder la cara entre estas, como una niña pequeña que busca refugio en si misma. Algo que ahora es imposible porque se odia a si misma... ¿Qué clase de persona es ahora? Ahora que sabe que ha dejado morir a sus compañeros porque si...
El rubio pensaba que aquella noticia podría alegrarle el día a la chica, más aún siendo de lo que se trataba, pero ocurrió todo lo contrario. Al principio no se lo creía, y era normal a ojos del hombre que se creyera que se trataba de una broma. Él mismo lo hubiera pensado así si hubiera estado en su piel, pero la cosa empeoró por momentos. Y Drake supo que aquello era peor de lo que hubiera creído, que aquella información no había hecho más que empeorarlo todo, que la había cagado sin quererlo...-Eh, cálmate...-Solo pudo llegar a decir eso cuando la chica comenzó a moverse de un lado a otro, claramente nerviosa, él no se acercó, hasta que la cara de la chica se transformó en una de ansiedad a una de dolor, y lo hizo despacio, dando solo unos pasos y extendiendo un poco los brazos hacia ella.-¿Qué ocurre?-No recibió más respuesta que la de una mujer llorando, frente a él, desconsoladamente, tirada en el suelo y con la espalda apoyada en la pared.
Drake miró a la chica, con el gesto torcido, sin saber qué hacer o qué decir. Incluso estaba pensando en salir de allí y dejarle a solas, que asumiera aquella noticia de su posible inmunidad al virus tranquilamente, pero eso le parecía un gesto quizás demasiado cruel. Pero tampoco quería agobiarla, si él hubiera estado en aquella situación, hubiera preferido estar solo, sin que nadie le molestase. ¿Pero qué podía hacer él?
Finalmente optó por otra opción y arriesgarse a llevarse un grito, o algún golpe, por parte de la chica, pero quería hacerlo. Se acercó a Erin, colocándose frente a ella, y se agachó, clavando una rodilla en el suelo, con una mano trató de retirarle sus manos del rostro para poder mirarla a los ojos.-Puedo imaginar por qué estás así...-Dijo casi en un murmuro, efectívamente, lo imaginaba, y es que él había pasado por algo parecido.-Mira, quizás pienses que yo disfruto con éste mundo, que puede parecer que todo me importa una mierda.-Suspiró y sintió una fuerte punzada en su interior con solo recordar su pasado, en especial a una persona.
Con la misma mano que había utilizado para retirar las de Erin, sacó de debajo de su camiseta un colgante, en el que había una chapa de identificación plateada y un anillo dorado, su anillo de compromiso.-Yo... Perdí a mi mujer, ¿sabes? Cuando todo estalló...-Respiró hondo, tratando de contener la tristeza que quería salir al exterior.-No pude protegerla, ni siquiera pude despedirme de ella o verla por última vez...-Volvió a guardarse el collar en el interior de la camiseta, y desvió la mirada al suelo, agachando la cabeza, se llevó una mano al rostro, a los ojos, y con el dedo índice y pulgar se limpió ambos ojos de posibles lágrimas que quisieran salir, luego volvió a mirar a la chica.
-Duele pensar que no pudiste proteger a alguien, lo sé, conozco muy bien ese sentimiento. Pero tienes que seguir adelante, por ellos, porque ellos lo querrían así, ¿entiendes?
Drake miró a la chica, con el gesto torcido, sin saber qué hacer o qué decir. Incluso estaba pensando en salir de allí y dejarle a solas, que asumiera aquella noticia de su posible inmunidad al virus tranquilamente, pero eso le parecía un gesto quizás demasiado cruel. Pero tampoco quería agobiarla, si él hubiera estado en aquella situación, hubiera preferido estar solo, sin que nadie le molestase. ¿Pero qué podía hacer él?
Finalmente optó por otra opción y arriesgarse a llevarse un grito, o algún golpe, por parte de la chica, pero quería hacerlo. Se acercó a Erin, colocándose frente a ella, y se agachó, clavando una rodilla en el suelo, con una mano trató de retirarle sus manos del rostro para poder mirarla a los ojos.-Puedo imaginar por qué estás así...-Dijo casi en un murmuro, efectívamente, lo imaginaba, y es que él había pasado por algo parecido.-Mira, quizás pienses que yo disfruto con éste mundo, que puede parecer que todo me importa una mierda.-Suspiró y sintió una fuerte punzada en su interior con solo recordar su pasado, en especial a una persona.
Con la misma mano que había utilizado para retirar las de Erin, sacó de debajo de su camiseta un colgante, en el que había una chapa de identificación plateada y un anillo dorado, su anillo de compromiso.-Yo... Perdí a mi mujer, ¿sabes? Cuando todo estalló...-Respiró hondo, tratando de contener la tristeza que quería salir al exterior.-No pude protegerla, ni siquiera pude despedirme de ella o verla por última vez...-Volvió a guardarse el collar en el interior de la camiseta, y desvió la mirada al suelo, agachando la cabeza, se llevó una mano al rostro, a los ojos, y con el dedo índice y pulgar se limpió ambos ojos de posibles lágrimas que quisieran salir, luego volvió a mirar a la chica.
-Duele pensar que no pudiste proteger a alguien, lo sé, conozco muy bien ese sentimiento. Pero tienes que seguir adelante, por ellos, porque ellos lo querrían así, ¿entiendes?
- Spoiler:
Las imágenes continuaban repitiéndose en bucle en su cabeza, un rostro tras otro, viendo sus muertes y escuchando el eco de sus gritos, sintiendo como se le helaba la sangre y se le encogía el corazón. No podía con eso, no aguantaría el remordimiento de seguir viva mientras los suyos caminaban deambulando como almas en pena... Pero, el tacto de las manos de Drake hace que deje de sollozar y levante la vista hasta dar con los brillantes ojos ajenos... Agradeció sus palabras en silencio, mirándole fijamente sin ser capaz de sentirse mejor hasta que, ve como el brillante anillo dorado tintinea contra la chapa. Siente como su corazón se parte de nuevo al escuchar su triste voz y se muerde los labios. Definitivamente si, él debía entender como se sentía y si, tenía razón, debía seguir adelante por los que ya no estaban allí...
Aún así, sin poder aguantarlo más, extiende los brazos lentamente hacia el hombre para rodear sus hombros y abrazarle con fuerza, pegando su cuerpo al del contrario y escondiendo los ojos en el hueco de su cuello. -Gracias... - Susurra mientras suspira despacio, tratando de aguantar las lágrimas que brotaban con menos frecuencia, dejando sus mejillas; y ahora el cuello del chico; mojados por el salado líquido.
Necesitaba despejarse, salir de aquel cuartucho y que le diera un poco la luz del Sol y la brisa fresca de aquellos días. También soñaba con conseguir algo más fuerte que una cerveza pero el alcohol era algo codiciado... ¿Quién no necesitaba una copa antes de dormir tras vivir entre muertos todo el día?
Tosiendo suavemente, se separa de él y se limpia la cara con la palma de las manos, intentando calmarse poco a poco, esperando que Drake no desechase la invitación de ir a pasear con ella por La Prisión.
-Oye Drake... - Carraspea levemente por la leve irritación de garganta ante el fuerte llanto anterior - ¿Vendrías a pasear conmigo? Necesito que me de un poco el aire... Yo... Necesito asimilar todo esto... - No es que le hubieran dicho que era inmortal, pero si es verdad que era algo con lo que no contaba y que la había tomado demasiado por sorpresa... -Además, necesito que me expliques como has llegado a esa conclusión...
Se levanta despacio mientras se coloca un mechón de pelo tras la oreja derecha y se revuelve el flequillo con la punta de los dedos, tratando de parecer más tranquila. Cierto que ya no lloraba, pero el desconocimiento de todo esto le hace tener miedo. No estaba segura de si prefería que se lo hubiera dicho o no.
Aún así, sin poder aguantarlo más, extiende los brazos lentamente hacia el hombre para rodear sus hombros y abrazarle con fuerza, pegando su cuerpo al del contrario y escondiendo los ojos en el hueco de su cuello. -Gracias... - Susurra mientras suspira despacio, tratando de aguantar las lágrimas que brotaban con menos frecuencia, dejando sus mejillas; y ahora el cuello del chico; mojados por el salado líquido.
Necesitaba despejarse, salir de aquel cuartucho y que le diera un poco la luz del Sol y la brisa fresca de aquellos días. También soñaba con conseguir algo más fuerte que una cerveza pero el alcohol era algo codiciado... ¿Quién no necesitaba una copa antes de dormir tras vivir entre muertos todo el día?
Tosiendo suavemente, se separa de él y se limpia la cara con la palma de las manos, intentando calmarse poco a poco, esperando que Drake no desechase la invitación de ir a pasear con ella por La Prisión.
-Oye Drake... - Carraspea levemente por la leve irritación de garganta ante el fuerte llanto anterior - ¿Vendrías a pasear conmigo? Necesito que me de un poco el aire... Yo... Necesito asimilar todo esto... - No es que le hubieran dicho que era inmortal, pero si es verdad que era algo con lo que no contaba y que la había tomado demasiado por sorpresa... -Además, necesito que me expliques como has llegado a esa conclusión...
Se levanta despacio mientras se coloca un mechón de pelo tras la oreja derecha y se revuelve el flequillo con la punta de los dedos, tratando de parecer más tranquila. Cierto que ya no lloraba, pero el desconocimiento de todo esto le hace tener miedo. No estaba segura de si prefería que se lo hubiera dicho o no.
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