Fallen STARS [FB - Alice Stephens]

Recuerdo del primer mensaje :

14 de Enero de 2012 - 23:40 PM

Me incorporé después de registrar el cadáver en mi salón, no llevaba nada de documentación encima, ni cartera siquiera, solo un USB en el que imagino que había volcado toda la información de mi ordenador. Me quedaba muy poco tiempo, seguro que algún vecino ya había llamado a la policía por el ruido de la pelea. Lo que quisiera llevarme me lo tendría que llevar ya. Desde lo de la mansión tenía preparada una mochila lista con lo imprescindible por si tenía que irme rápido... como ahora mismo. Me pudieron los recuerdos y eché en la mochila un álbum de fotos y mi portátil, pero nada más. Eché a correr sin parar hasta el coche, las manos me ardían, sentía cada pequeño corte que el cabrón me había hecho, por no hablar de la puñalada, justo en el costado izquierdo, debajo de las costillas. El dolor casi no me dejaba ni pensar, conducir era la mayor imprudencia del mundo pero no me quedaba otra, ahora mismo no me fiaba de nadie, ni de la policía que acudiera ni tampoco de ir al hospital. Dejé la mochila en el asiento del copiloto y arranqué como pude.

Sabía a dónde tenía que ir, el piso de Alice tampoco estaba tan lejos del mio, llegué a su calle de una manera lamentable, sujetando el volante con una mano mientras me apretaba la herida con la otra, quizás esto era inútil, quizás la herida era más profunda de lo que yo pensaba y mi suerte ya estaba echada. Dejé el coche en un callejón cercano, me puse la mochila al hombro y eché a andar hasta llegar a su puerta. Por suerte no me crucé con ninguno de sus vecinos, la imagen habría sido cuanto menos graciosa. El timbre me parecía demasiado ruidoso así que levanté una mano para dar con los nudillos un par de veces, me sentía agotado, los ojos me pesaban, el cuerpo me pedía tumbarme y hacía un esfuerzo considerable manteniendome en pie. No era tonto, sabía lo que pasaría si me dormía. — Alice, soy Keith... — Dije acercando la cabeza a la puerta, apoyando la frente contra la madera. No quería morir en un descansillo, eso sí que sería penoso. Quizás no estaba en casa, quizás estaba fuera de fiesta o vete tú a saber dónde. Me la estaba jugando todo a una carta.

Me levanté, dando un paseo por la habitación con la idea de despejarme un poco la cabeza — Ya, es tan... imposible. ¿Quién lo habría pensado? Supongo que es precisamente eso lo que hace que sea una buena idea, nadie se lo podría imaginar — Con todo lo que vimos en la mansión, con lo que pudimos leer... Quedaba claro que Umbrella no tenía escrúpulos y harían lo que fuera necesario para salirse con la suya. — Es todo eso pero junto, Alice, a saber cuántos corruptos hay, no podemos hacernos una idea del dinero que debe mover todo esto. Han intentado quitarme del medio y ni siquiera me he acercado a nada, cualquiera de nosotros podría ser el siguiente — Me giré para mirarla cuando se rió, podía ver cómo las lágrimas se le acumulaban en los ojos, antes o después desbordaría pero no había nada que pudiera hacer o decir para consolarla, esta situación era una mierda y punto.

— Alice, es un plan genial, pero... — Tenía que haber un pero, y odiaba ser un aguafiestas pero mejor ponerle los pies en la tierra que dejar que se engañe a sí misma y acabe mal. — ¿Qué pasa si también tienen en nómina a políticos, o hasta al propio FBI? — Alcé los brazos para darle más énfasis a la frase, absolutamente cualquiera podía estar metido en esto. — Hazte a la idea, por ahora solo podemos confiar en el resto del equipo, y ni siquiera confío en todos ellos... Pero me parece un plan genial, prueba, solo tienes que llegar hasta los informes y salir pitando de allí — En estos momentos ser un paranoico de mierda no parecía tan mala idea, por pura supervivencia.

Las noches aún seguían siendo frías y no quería darle muchas más vueltas al tema así que me acerqué hasta el termostato para subir la calefacción. — ¿No tienes frío? — Di un par de golpecitos con el dedo en la pantalla, por más que le daba para subir la temperatura no pasaba nada. — Supongo que no podía esperar mucho más de este antro. ¿Hay algo interesante en el minibar? Me podría comer un caballo ahora mismo... —

- La verdad es que no tengo hambre... - y eso era lo más raro que podría pasar con ella. Alice siempre tenía un hueco para poder comer, pero todo aquello le había cerrado el estómago.

- Lo intentaré entonces... si al menos tuviéramos por aquí a más gente, pero no sé nada de nuestros compañeros - Alice se cruzó a de brazos pensativa aún en aquella locura de plan. - No habría problema por entrar, el problema sería salir - Alice pensaba en las opciones que tenía y en qué podría decir si la pillaban para salir airosa.

- Sí que tengo algo de frío - se colocó la chaqueta que traía por encima. - ¿Qué harás mañana entonces? - terminó por preguntar. Igual era el momento de tomar cartas en el asunto, tal vez pudieran acercarse ambos a la comisaría, que él la ayudase. - Podrías acompañarme, esperarme fuera... el jefe Irons siempre se va a las 12:00 a por un café a la cafetería de al lado, suele tardar mínimo 15 minutos... acuérdate que ese gilipollas siempre nos tenía esperando para las reuniones o la entrega de informes... - era un buen plan. O al menos no tan malo.

— ¿En serio? Chica, vaya aguante — Me agaché para mirar en el minibar, alcohol todo el que quisieras, pero ni pensarlo, comida... Saqué un paquete de frutos secos, ni me molesté en mirar el precio, mañana saldríamos de aquí lo suficientemente rápido como para no pagar nada de lo que gastara, faltaría más.

— Mira, no seré yo quien te diga que no lo hagas — Dije mientas me llevaba un puñado de frutos secos a la boca — Qué asco, hay pasas... —  Murmuré poniendo el mayor gesto de asco posible — ¿Has pensado en cómo lo harías? — Entonces escuché la loca proposición de Alice, no solo me preguntaba si quería entrar de nuevo en la ciudad, además quería que llegara hasta la comisaría, y lo peor es que no me disgustaba la idea.

— Supongo que cuanto más cerca esté del peligro... menos mirarán, ¿no? En fin, es una locura pero puede funcionar — Y de todas formas le tenía muchas ganas al jefe, irme con el rabo entre las piernas no era mi estilo. Al menos podría hacer algo bueno por Alice una última vez — Qué te parece si tú te preocupas de entrar, salir, y todo lo de en medio, y yo me ocupo de Irons — Con todo lo que eso implicaba, obviamente. Si de normal se tiraba quince minutos para un café, mañana tardaría bastante más.

— Alice, es bien tarde, ¿por qué no intentas dormir un poco? — Saqué una pistola de la mochila y la dejé sobre la mesa, por si acaso, luego me senté en una de las dos sillas de la habitación. — Yo puedo hacer guardia, no te preocupes, si algo pasa por esa puerta será un repartidor de pizza... de verdad, me ruge el estómago

Alice se quedó quieta durante un rato, con las manos sobre su cintura pensativa.

- Está bien, mañana será otro día - se acercó a Keith para picotear de la bolsa de frutos secos, quitándole todas las pasas. - Es lo mejor del paquete -  negó lentamente mientras se reía en silencio y se acercó a su cama. Se quitó los vaqueros dejándolos sobre la mesita de noche y se metió en la cama no sin antes hacer un gesto de desagrado.

- Que buen colchón... - dijo sarcástica mientras se acurrucaba y cerraba los ojos. - Despiertame cuando quieras dormir - añadió mientras que trataba de conciliar el sueño. Pero Alice no dejaba de pensar en su cabeza un plan oara llegar hasta el despacho de Irons.

Tiendo la bolsa a Alice cuando viene a picar, mirándola fijamente mientras veo cómo limpia la bolsa de pasas — Madre mía, eres toda una psicópata... Me vas a matar mientras duermo, ¿verdad? — Me giré riéndome con ella cuando se marchó hacia la cama hasta que vi cómo se quitaba los pantalones, entonces aparté la mirada, fijándome en cualquier punto en la habitación que no fuera ella. — La próxima vez que tenga que huir de una empresa malvada te llevaré a un cinco estrellas — Dije cuando se quejó de la cama, algo totalmente normal porque solo con verlas ya se notaba que hasta el suelo estaría más mullido que esos colchones.

— Sí, me muero de ganas por tumbarme encima de esa cama de clavos... — Me levanté y saqué una muda limpia de la bolsa que había traído. Realmente ahora parecía que todo estaba en calma, la suficiente calma como para poder darme una ducha rápida y poder quitarme la sangre seca de la pelea de esa noche — Pst, si te atacan las chinches grita, pero nada de asomarte — Me llevé la pistola al baño, por si acaso, dejándola en el lavabo. Me metí en la ducha en tiempo récord y por mucho que quisiera seguir bajo el agua caliente más rato tenía que cumplir y hacer guardia. Salí de la ducha y me puse la ropa limpia.

Para cuando salí de la habitación Alice ya estaba dormida, o eso parecía, y por un momento quise coger la bolsa y marcharme, alejarme de allí y de ella antes de empeorar las cosas, de ponérselo más difícil, de arrastrarla conmigo hasta ser un fugitivo. Pero eso sería abandonarla a su suerte cuando ella confiaba en mí. Caminé hasta su cama y dejé la bolsa de frutos secos en su mesita de noche. Podía quedarme un poco más, pegarle un susto a Irons y después desaparecer de su vida. Era un plan triste pero era un plan. Volví pistola en mano hasta mi silla ahora completamente listo para aguantar la guardia el tiempo que hiciera falta.