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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Otra vez aquí... · Jared
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Cuando observé las puertas abiertas de aquel supermercado el corazón me dio un vuelco, ¿estaría plagado de caminantes?, pero no podía evitar arriesgarme y entrar llevaba caminando horas y estaba hambrienta, aquella ciudad no era nada tranquila, me había topado con varios caminantes, por lo que había ido con cuidado escondiéndome bien. Había ido por los callejones que normalmente no estaban nada transitados, y había tenido suerte, ¿pero la tendría ahora?, esa era la única pregunta que no paraba de repetirme a mi misma, debía ser cuidadosa y entrar con sigilo, con suerte podría encontrar agua y algo de comida, me conformaba con cualquier cosa, estaba hambrienta.
Me encontraba a una distancia de unos 20 pasos escondida en la boca de aquel callejón observando la puerta del supermercado con sigilo, había uno o dos caminantes andando como unos guardianes macabros en la entrada del mercado, en lo que había sido alguna vez un aparcamiento, había varios coches abandonados en el, por lo que podría pasar tal vez ocultándome tras ellos sin que me vieran, esa era la idea... En otra ocasión no me habría arriesgado tanto ni loca, pero el hambre empezaba a poder tomar decisiones por mi, me agaché para recoger una piedra lo bastante grande y así tirarla con todas mis fuerzas hacia el otro lado, el golpe llamó la atención de los dos caminantes que empezaron a andar hacia esa dirección, mientras que yo eché a correr de forma sigilosa hacia las puertas del mercado pasando por detrás de los coches y entrando en aquel lugar abandonado, colocándome tras la pared, viendo las estanterías tiradas y aquel lugar hecho un caos.
Me encontraba a una distancia de unos 20 pasos escondida en la boca de aquel callejón observando la puerta del supermercado con sigilo, había uno o dos caminantes andando como unos guardianes macabros en la entrada del mercado, en lo que había sido alguna vez un aparcamiento, había varios coches abandonados en el, por lo que podría pasar tal vez ocultándome tras ellos sin que me vieran, esa era la idea... En otra ocasión no me habría arriesgado tanto ni loca, pero el hambre empezaba a poder tomar decisiones por mi, me agaché para recoger una piedra lo bastante grande y así tirarla con todas mis fuerzas hacia el otro lado, el golpe llamó la atención de los dos caminantes que empezaron a andar hacia esa dirección, mientras que yo eché a correr de forma sigilosa hacia las puertas del mercado pasando por detrás de los coches y entrando en aquel lugar abandonado, colocándome tras la pared, viendo las estanterías tiradas y aquel lugar hecho un caos.
- K-Mart:
Llevo un par de días alimentándome a base de cecina y galletas blandas, cosa que no está sentando nada bien a mi organismo que ya ha empezado a reaccionar mal en consecuencia así que de hoy no pasa, tengo que reabastecer mis provisiones de comida aunque suponga un riesgo debido a que algunas de mis heridas todavía están sanando, pero no puedo prolongar esto por más tiempo. Admito que me siento algo más inseguro que otras veces precisamente por no estar en plenas facultades físicas pero dispongo de suficientes armas para defenderme y no debería haber problema... a menos que me tope con otro grupo de humanos psicópatas, que a fin de cuentas son los peores.
Así es como termino deteniéndome cerca de un supermercado algo a las afueras de una ciudad cuyo nombre ni me he molestado en leer. Seguramente ya habrá sido saqueado reiteradas veces y aunque eso significa menos provisiones también implica menos peligro de zombies, exceptuando a los que cayeran en el intento de conseguir algo, claro.
Accedo por una de las puertas laterales para personal al encontrarla parcialmente abierta, cerrando tras de mí para evitar imprevistos y atravesando un par de pasillos con salas para empleados y servicios antes de desembocar en el supermecado en si. Como era de esperar en él merodea algún que otro podrido al que no dudo en disparar silenciosamente con la ballesta. De hecho tengo que hacerlo más de una vez porque el pulso todavía me tiembla un poco pero mientras no se trate de una horda puedo con ello así que recupero las flechas con cuidado y me pongo a revisar la primera estantería.
En realidad casi todo está desparramado o roto por el suelo pero todavía quedan algunos frascos, latas y cajas en pie... en su mayoría caducados -Me cago en la puta....- empiezo a protestar gruñendo por lo bajo, consiguiendo un frasco de pepinillos que dudo que ayuden a mi estómago pero también algo de arroz. ¿El problema? Hay que cocinarlo, pero aún así puede que me arriesgue buscando una zona residencial, suelen ser relativamente tranquilas.
Justo en ese momento un ruido me sobresalta así que me incorporo rápidamente, dejando la mochila en el suelo, y apunto con la ballesta en la dirección de la que ha venido el sonido, moviéndome lentamente a un lado hasta que puedo apreciar a una chica que acaba de entrar al local aparentemente alterada o asustada... no sé, no estoy seguro -Eh, quieta- le advierto a modo de orden ya que por una vez llevo ventaja al disponer de una arma a distancia que ya la está apuntando -Vamos a llevarnos bien, ¿de acuerdo? Así que no grites...- la miro de arriba a abajo mientras me acerco un poco pero sólo unos metros, sigue habiendo distancia de separación más que prudente -Deja tus armas en el suelo- no parece llevar gran cosa encima y tampoco es que a simple vista se me antoje como una amenaza pero ahora mismo no me fío ni de mi puta sombra.
Así es como termino deteniéndome cerca de un supermercado algo a las afueras de una ciudad cuyo nombre ni me he molestado en leer. Seguramente ya habrá sido saqueado reiteradas veces y aunque eso significa menos provisiones también implica menos peligro de zombies, exceptuando a los que cayeran en el intento de conseguir algo, claro.
Accedo por una de las puertas laterales para personal al encontrarla parcialmente abierta, cerrando tras de mí para evitar imprevistos y atravesando un par de pasillos con salas para empleados y servicios antes de desembocar en el supermecado en si. Como era de esperar en él merodea algún que otro podrido al que no dudo en disparar silenciosamente con la ballesta. De hecho tengo que hacerlo más de una vez porque el pulso todavía me tiembla un poco pero mientras no se trate de una horda puedo con ello así que recupero las flechas con cuidado y me pongo a revisar la primera estantería.
En realidad casi todo está desparramado o roto por el suelo pero todavía quedan algunos frascos, latas y cajas en pie... en su mayoría caducados -Me cago en la puta....- empiezo a protestar gruñendo por lo bajo, consiguiendo un frasco de pepinillos que dudo que ayuden a mi estómago pero también algo de arroz. ¿El problema? Hay que cocinarlo, pero aún así puede que me arriesgue buscando una zona residencial, suelen ser relativamente tranquilas.
Justo en ese momento un ruido me sobresalta así que me incorporo rápidamente, dejando la mochila en el suelo, y apunto con la ballesta en la dirección de la que ha venido el sonido, moviéndome lentamente a un lado hasta que puedo apreciar a una chica que acaba de entrar al local aparentemente alterada o asustada... no sé, no estoy seguro -Eh, quieta- le advierto a modo de orden ya que por una vez llevo ventaja al disponer de una arma a distancia que ya la está apuntando -Vamos a llevarnos bien, ¿de acuerdo? Así que no grites...- la miro de arriba a abajo mientras me acerco un poco pero sólo unos metros, sigue habiendo distancia de separación más que prudente -Deja tus armas en el suelo- no parece llevar gran cosa encima y tampoco es que a simple vista se me antoje como una amenaza pero ahora mismo no me fío ni de mi puta sombra.
NOTA: Esto ocurre cronológicamente antes de que Jared estuviera infectado
Tomé aire como si no lo hubiera hecho desde hacía un rato y lo solté resignada, aquel sitio no parecía ofrecer nada interesante, por ahora solo llevaba aquel viejo machete, había perdido a todos cuantos iban conmigo y no tenía nada que hacer a excepción de vagar de un lado a otro como aquellas almas en pena. Echaba en falta a Claire y los demás, esta vez no aparecería de la nada Carlos para salvarme, ni siquiera Mikey estaría para ayudarme en los peores momentos, estaba sola y por tanto debía buscarme la vida yo sola, el problema es que aquello nunca se me había dado demasiado bien.
Maldita sea, no podía hacer nada a derechas, seguiría siendo una idiota toda mi vida, o al menos lo que me quedase de ella, podía ver cada vez más cercano aquel maldito fin, me encontraba pegada contra la pared aún alterada, asustada por todo aquello, habían pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo y yo no podía seguir así, toda la gente con la que me había encontrado acababa alejándose de mi, ¿ir por ahí sola era vida? Para nada, tenía que volver junto a Claire y los demás...
Apenas un perceptible chasquido me hizo alzar la mirada, fu imposible dar aquel respingo por el susto que me llevé al ver que no estaba sola, me eché aún más hacia atrás, como si la pared me pudiera tragar, pero para nada, el causante de aquello estaba vivo, ¿era eso mejor o peor que haberse encontrado con una de esa cosas?, me preguntaba mientras que ponía la mirada en el arma con el que me estaba apuntando. Tragué saliva a la vez que asentía varias veces, no quería problemas, alcé las manos en señal de paz y lentamente coloqué el machete en el suelo tal y como había pedido.
- No creo que gritar sea una buena acción - Susurré para que los que estaban afuera no me escuchasen, pero aquello no estaba saliendo para nada bien, yo debería de estar buscando comida y a los chicos pero no en aquel lugar temiendo por mi vida y dejandosela prácticamente en las manos a un completo desconocido.
Maldita sea, no podía hacer nada a derechas, seguiría siendo una idiota toda mi vida, o al menos lo que me quedase de ella, podía ver cada vez más cercano aquel maldito fin, me encontraba pegada contra la pared aún alterada, asustada por todo aquello, habían pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo y yo no podía seguir así, toda la gente con la que me había encontrado acababa alejándose de mi, ¿ir por ahí sola era vida? Para nada, tenía que volver junto a Claire y los demás...
Apenas un perceptible chasquido me hizo alzar la mirada, fu imposible dar aquel respingo por el susto que me llevé al ver que no estaba sola, me eché aún más hacia atrás, como si la pared me pudiera tragar, pero para nada, el causante de aquello estaba vivo, ¿era eso mejor o peor que haberse encontrado con una de esa cosas?, me preguntaba mientras que ponía la mirada en el arma con el que me estaba apuntando. Tragué saliva a la vez que asentía varias veces, no quería problemas, alcé las manos en señal de paz y lentamente coloqué el machete en el suelo tal y como había pedido.
- No creo que gritar sea una buena acción - Susurré para que los que estaban afuera no me escuchasen, pero aquello no estaba saliendo para nada bien, yo debería de estar buscando comida y a los chicos pero no en aquel lugar temiendo por mi vida y dejandosela prácticamente en las manos a un completo desconocido.
- Off:
- Solo llevo el machete.
- K-Mart:
Suspiro un tanto aliviado en cuanto la chica se muestra coherente y cooperante porque no me apetecía pero nada terminar encontrándome con la típica psicótica capaz de convocar a toda una horda de zombies con tal de intentar de seguir siendo la que manda... o algo parecido. Ni siquiera sería la primera vez que me encuentro con alguien así pero no es el caso por lo que sigo el movimiento de sus manos mientras deja el machete en el suelo hasta que vuelve a incorporarse y me relajo un poco, al menos lo suficiente para dejar de apuntarla directamente pero no para soltar o guardar la ballesta -Hoy en día hay demasiada gente que ha dejado de tener en cuenta lo que es una buena idea y lo que no, pero seguro que ya lo sabías- si sigue viva se habrá encontrado con ellos a menudo, o quizá no tanto y por eso sigue entera, quién sabe.
Termino de acercarme entonces, sin dejar de mirarla con atención, dejando que retroceda algunos pasos para recoger su machete del suelo dejándolo en mi propio cinturón -Sólo te lo confisco hasta que esté seguro de que nos llevaremos bien, ¿de acuerdo?- le aclaro aunque puedo suponer que tenga sus dudas al respecto pero de todas formas por ahora no tiene muchas alternativas -Ven conmigo- le hago un gesto con la cabeza para que me siga pero me aseguro de que vaya delante de mí, deteniéndonos al llegar a la estantería en la que dejé mi mochila para recuperarla.
-Coge lo que creas conveniente pero la mayoría de cosas están caducadas- le advierto dejándole espacio para que se mueva por si misma pero sin quitarle la vista de encima por si se le ocurre intentar atacarme a lo desesperado o algo así. Considero que estoy siendo amable pero al estar vigilando sus movimientos también puedo entender que se sienta a la defensiva así que toda precaución es poca. Mientras tanto yo sigo fijándome en su ropa en un intento de asegurarme de que no lleva nada más encima hasta que estoy casi seguro de ello y entonces el nivel de amenaza mengua considerablemente. Es poquita cosa, incluso un puñetazo directo por su parte dudo que fuera muy doloroso.
-¿Cuántos hay fuera?- pregunto esta vez apartándome más de ella para centrarme en otra estantería en la que consigo algo de champú y pastillas de jabón. No es que encuentre sitios en los que emplearlos a menudo pero una ducha decente de vez en cuando suele sentar bien -Por cierto, soy Jared- supongo que ahora mismo no le interesará demasiado pero presentarse siempre me ha parecido el primer paso para algo así como una relación "civilizada", así que la miro de reojo y después al machete pero me temo que va a tener que esperar más para recuperarlo.
Termino de acercarme entonces, sin dejar de mirarla con atención, dejando que retroceda algunos pasos para recoger su machete del suelo dejándolo en mi propio cinturón -Sólo te lo confisco hasta que esté seguro de que nos llevaremos bien, ¿de acuerdo?- le aclaro aunque puedo suponer que tenga sus dudas al respecto pero de todas formas por ahora no tiene muchas alternativas -Ven conmigo- le hago un gesto con la cabeza para que me siga pero me aseguro de que vaya delante de mí, deteniéndonos al llegar a la estantería en la que dejé mi mochila para recuperarla.
-Coge lo que creas conveniente pero la mayoría de cosas están caducadas- le advierto dejándole espacio para que se mueva por si misma pero sin quitarle la vista de encima por si se le ocurre intentar atacarme a lo desesperado o algo así. Considero que estoy siendo amable pero al estar vigilando sus movimientos también puedo entender que se sienta a la defensiva así que toda precaución es poca. Mientras tanto yo sigo fijándome en su ropa en un intento de asegurarme de que no lleva nada más encima hasta que estoy casi seguro de ello y entonces el nivel de amenaza mengua considerablemente. Es poquita cosa, incluso un puñetazo directo por su parte dudo que fuera muy doloroso.
-¿Cuántos hay fuera?- pregunto esta vez apartándome más de ella para centrarme en otra estantería en la que consigo algo de champú y pastillas de jabón. No es que encuentre sitios en los que emplearlos a menudo pero una ducha decente de vez en cuando suele sentar bien -Por cierto, soy Jared- supongo que ahora mismo no le interesará demasiado pero presentarse siempre me ha parecido el primer paso para algo así como una relación "civilizada", así que la miro de reojo y después al machete pero me temo que va a tener que esperar más para recuperarlo.
Aún tenía las manos ligeramente alzadas, pero cuando él empezó a bajar el arma yo hice lo mismo con estas, eso me tranquilizó un poco, pero no demasiado, asentí a su comentario, sabía a lo que se refería, no lo había vivido yo misma, pero si que lo sabía por Claire y los demás, ellos me habían puesto al tanto de todo cuanto debía saber sobre el nuevo mundo en el que nos encontrábamos. Ellos siempre me explicaban todo, eran mi nueva familia y cuidaban de mi... ¿Pero seguirían vivos?, ¡pues claro!, ni siquiera entendía por qué podía dudar aquello, Carlos y Claire habían salvado mi vida y la de muchas personas más, que fuera estúpida para separarme del grupo era otra cosa, en aquellos momentos solo quería esconderme en algún rincón y llorar, aún no sabía como había podido perderme, era una completa idiota y ahora tal vez me estaba enfrentando a uno de esos peligros de los que Claire había insistido tanto en que tuviéramos cuidado, no todos los supervivientes eran como ellos.
Conforme él había bajado el arma yo fui a recoger el machete, con lentitud, pero antes de que pudiera hacerlo él ya lo había hecho, alcé la mirada en dirección a la suya observando sus ojos con incredulidad y algo de rabia, era mío...
- Eso no me vale, es mío, tu llevas lo tuyo y yo no tengo nada más con lo que defenderme... - Empecé a decir casi como si estuviera tratando de convencer a mi padre para que me dejase salir más tiempo durante la noche, tragué saliva de nuevo a la vez que bajaba la mirada y volvía a alzarla señalando sus armas. - Ni siquiera estoy segura de que pueda defenderme con él, pero al menos devuélvemelo, ¿es que tienes miedo de que te pueda hacer algo? - Añadía molesta señalando lo evidente, si casi no le llegaba a los hombros, hice un movimiento de manos, señalando que aquello era ridículo.
Pero de nada sirvió a excepción de que me pidió que lo siguiera, bueno más bien que fuera delante y que cogiera lo que necesitase y eso hice, avancé por el pasillo mirando las estanterías que seguían en pie casi con desesperación, llevaba bastante tiempo sin comer nada, al menos un día casi dos...
- Uno o dos... No más - Decía mientras que recorría con las manos los estantes apartando las cosas inútiles y cogiendo algunas otras para mirar las fechas de caducidad, no daba con nada que no estuviera ya en mal estado, incluso miraba si aquellos que estaban caducados se podrían comer de todas formas, pero estaban evidentemente en mal estado, solo había que acercarse algunas cosas y olerlas, si así ya olían mal a saber abiertas... Hasta que en el fondo de una estantería di con una pequeña caja de chocolatinas, ¿eso no se caducaba no?, me dio igual de la misma forma que había estado rebuscando abrí una y me la llevé a la boca como si no hubiera comido nada en siglos, que a mi juicio era casi lo mismo. Estaba bueno, en menos de unos segundos ya me había comido la primera a toda prisa sin importarme mucho lo que pensaría de mi el tipo que me había quitado el arma, si fuera de esos de los que Claire hablaba ya se habría largado corriendo o me habría matado directamente, ahora en lo que me preocupaba era en llenar la bolsa de deporte de aquellas chocolatinas, llevaba tanto sin comer que con la primera ya casi me había llenado.
Él se presentó como Jared, saber su nombre también me tranquilizó los asesinos no solían presentarse a sus victimas, ya con algo de más calma y un tanto tímida me pasé la mano por la cara para limpiarme por si acaso. - Yo soy K-Mart - Me presenté en voz baja mientras le miraba de reojo.
Conforme él había bajado el arma yo fui a recoger el machete, con lentitud, pero antes de que pudiera hacerlo él ya lo había hecho, alcé la mirada en dirección a la suya observando sus ojos con incredulidad y algo de rabia, era mío...
- Eso no me vale, es mío, tu llevas lo tuyo y yo no tengo nada más con lo que defenderme... - Empecé a decir casi como si estuviera tratando de convencer a mi padre para que me dejase salir más tiempo durante la noche, tragué saliva de nuevo a la vez que bajaba la mirada y volvía a alzarla señalando sus armas. - Ni siquiera estoy segura de que pueda defenderme con él, pero al menos devuélvemelo, ¿es que tienes miedo de que te pueda hacer algo? - Añadía molesta señalando lo evidente, si casi no le llegaba a los hombros, hice un movimiento de manos, señalando que aquello era ridículo.
Pero de nada sirvió a excepción de que me pidió que lo siguiera, bueno más bien que fuera delante y que cogiera lo que necesitase y eso hice, avancé por el pasillo mirando las estanterías que seguían en pie casi con desesperación, llevaba bastante tiempo sin comer nada, al menos un día casi dos...
- Uno o dos... No más - Decía mientras que recorría con las manos los estantes apartando las cosas inútiles y cogiendo algunas otras para mirar las fechas de caducidad, no daba con nada que no estuviera ya en mal estado, incluso miraba si aquellos que estaban caducados se podrían comer de todas formas, pero estaban evidentemente en mal estado, solo había que acercarse algunas cosas y olerlas, si así ya olían mal a saber abiertas... Hasta que en el fondo de una estantería di con una pequeña caja de chocolatinas, ¿eso no se caducaba no?, me dio igual de la misma forma que había estado rebuscando abrí una y me la llevé a la boca como si no hubiera comido nada en siglos, que a mi juicio era casi lo mismo. Estaba bueno, en menos de unos segundos ya me había comido la primera a toda prisa sin importarme mucho lo que pensaría de mi el tipo que me había quitado el arma, si fuera de esos de los que Claire hablaba ya se habría largado corriendo o me habría matado directamente, ahora en lo que me preocupaba era en llenar la bolsa de deporte de aquellas chocolatinas, llevaba tanto sin comer que con la primera ya casi me había llenado.
Él se presentó como Jared, saber su nombre también me tranquilizó los asesinos no solían presentarse a sus victimas, ya con algo de más calma y un tanto tímida me pasé la mano por la cara para limpiarme por si acaso. - Yo soy K-Mart - Me presenté en voz baja mientras le miraba de reojo.
- K-Mart:
Cuando empieza a replicarme que no es justo y no vale que me quede su machete no puedo evitar quedarme mirándola con una sonrisilla de diversión mientras ladeo un poco la cabeza. Sólo le ha faltado empezado a patalear o enfurruñarse, la verdad es que me ha parecido bastante mona, pero a la vez me pregunto como alguien así ha sobrevivido tanto tiempo... Supongo que se habrá separado momentáneamente de su grupo o algo parecido, ni siquiera me extrañaría que pertenezca a ese campamento de supervivientes de Atlanta, cumple bastante el perfil de "chica normal con buenas intenciones a la que se comerán viva como siga sola, literalmente". Menudas descripciones mentales las mías.
-Yo ya no me fío ni de mi sombra, que hasta un niño de cinco años podría cortarte medio brazo con uno de estos- sólo necesito imaginarme a Lio manejando un machete en lugar de su querido Buzzy para estar seguro de ello así que niego ligeramente con la cabeza -Te lo devolveré, prometido. Pero dentro de un rato- evidentemente entiendo que mi palabra no signifique nada para ella ahora mismo pero va a tener que conformarse porque es lo único que puedo ofrecerle por el momento, aunque espero que si pasamos unos minutillos juntos se confirme que es tan normalita como parece. Dios, lo que se agradece cuando te topas con un ser humano que no está como un puñetero cencerro... aunque quizá yo no entro del todo en ese perfil pero en fin, se siente.
-Me cago en la puta, ¡chocolate!- señalo acusadoramente la cantidad de chocolatinas que va metiendo en su mochila y me acerco con claro interés en ello -Te cambio algunas por un poco de jabón, ¿qué me dices? Es del bueno, que huele a... a algo que huele bien- me río por lo bajo porque yo de esas cosas ni idea pero le dejo un par de pastillas en la estantería cercana a su posición y espero que a cambio me ceda un par o tres de chocolatinas mientras ella engulle la suya con ganas -Mastica que te sentará mal...- le aconsejo un tanto sorprendido, aunque en realidad me da igual. No es demasiado habitual ver a chicas comiendo de esa forma y supongo que en los tiempos que corren pues es más normal pero aún así me se hace raro para una chiquilla como esta, es como si en cierto modo no le pegara.
-Perdona, ¿cómo...?- me quedo tan aturdido que tiene que repetirme el nombre en cuestión y entonces empiezo a reírme abiertamente -¿Es una especie de mote o sólo un chiste? Vale, joder, admito que no me lo esperaba...- vuelvo a reírme aunque de manera más moderada, mirando de reojo como un par de zombies se acercan a los escaparates principales de la tienda aunque por el momento ahí se quedan, como si estuvieran poco convencidos. Me temo que soy demasiado escandaloso incluso sin proponérmelo pero es que me ha salido del alma. Sé que mucha gente se pasea por ahí como alma en pena, como si también fueran zombies, pero aunque suene un tanto frívolo yo he terminado por acostumbrarme a esta mierda y bueno, hay que aprender a divertirse con las pequeñas cosas o si no te acabas volando la cabeza, he visto muchos casos así.
-Entonces a ver... explícame porqué te llamas como una cadena de supermercados, me muero de curiosidad- admito mientras voy apartando cajas de galletas a un lado hasta que doy con unas a las que todavía les quedan unos meses de margen, quedándome dos y cediéndole la última a ella, Miss Supermercado -Será mejor que atienda a nuestros invitados-señalo detrás de ella vagamente para que vea a nuestros admiradores apoyados en el cristal, llegando a golpearlo sin mucha fuerza. Con algo de insistencia terminará cediendo, como siempre, y no quiero que eso ocurra porque el estallido de cristales atraería a muchos más así que desenfundo la mi cuchillo y nada más abrir la puerta lo hundo en el cráneo del más cercano, dándole una patada para provocar que su cuerpo inerte haga caer al otro al suelo. Una vez allí piso su pecho con fuerza para que no se incorpore y disparo una flecha a bocajarro en su ojo por lo que la zona vuelve a ser segura, pero no sé por cuanto tiempo.
Miro a nuestro alrededor, recupero mis armas y vuelvo a adentrarme en el local con naturalidad -Uhh... coño, aquí hay una mina- comento como si no hubiera pasado nada mientras me hago con algunas latas de sopa de tomate y salsas de varios tipos. Si encuentro espaguetis o macarrones seré feliz para toda la semana.
-Yo ya no me fío ni de mi sombra, que hasta un niño de cinco años podría cortarte medio brazo con uno de estos- sólo necesito imaginarme a Lio manejando un machete en lugar de su querido Buzzy para estar seguro de ello así que niego ligeramente con la cabeza -Te lo devolveré, prometido. Pero dentro de un rato- evidentemente entiendo que mi palabra no signifique nada para ella ahora mismo pero va a tener que conformarse porque es lo único que puedo ofrecerle por el momento, aunque espero que si pasamos unos minutillos juntos se confirme que es tan normalita como parece. Dios, lo que se agradece cuando te topas con un ser humano que no está como un puñetero cencerro... aunque quizá yo no entro del todo en ese perfil pero en fin, se siente.
-Me cago en la puta, ¡chocolate!- señalo acusadoramente la cantidad de chocolatinas que va metiendo en su mochila y me acerco con claro interés en ello -Te cambio algunas por un poco de jabón, ¿qué me dices? Es del bueno, que huele a... a algo que huele bien- me río por lo bajo porque yo de esas cosas ni idea pero le dejo un par de pastillas en la estantería cercana a su posición y espero que a cambio me ceda un par o tres de chocolatinas mientras ella engulle la suya con ganas -Mastica que te sentará mal...- le aconsejo un tanto sorprendido, aunque en realidad me da igual. No es demasiado habitual ver a chicas comiendo de esa forma y supongo que en los tiempos que corren pues es más normal pero aún así me se hace raro para una chiquilla como esta, es como si en cierto modo no le pegara.
-Perdona, ¿cómo...?- me quedo tan aturdido que tiene que repetirme el nombre en cuestión y entonces empiezo a reírme abiertamente -¿Es una especie de mote o sólo un chiste? Vale, joder, admito que no me lo esperaba...- vuelvo a reírme aunque de manera más moderada, mirando de reojo como un par de zombies se acercan a los escaparates principales de la tienda aunque por el momento ahí se quedan, como si estuvieran poco convencidos. Me temo que soy demasiado escandaloso incluso sin proponérmelo pero es que me ha salido del alma. Sé que mucha gente se pasea por ahí como alma en pena, como si también fueran zombies, pero aunque suene un tanto frívolo yo he terminado por acostumbrarme a esta mierda y bueno, hay que aprender a divertirse con las pequeñas cosas o si no te acabas volando la cabeza, he visto muchos casos así.
- Spoiler:
-Entonces a ver... explícame porqué te llamas como una cadena de supermercados, me muero de curiosidad- admito mientras voy apartando cajas de galletas a un lado hasta que doy con unas a las que todavía les quedan unos meses de margen, quedándome dos y cediéndole la última a ella, Miss Supermercado -Será mejor que atienda a nuestros invitados-señalo detrás de ella vagamente para que vea a nuestros admiradores apoyados en el cristal, llegando a golpearlo sin mucha fuerza. Con algo de insistencia terminará cediendo, como siempre, y no quiero que eso ocurra porque el estallido de cristales atraería a muchos más así que desenfundo la mi cuchillo y nada más abrir la puerta lo hundo en el cráneo del más cercano, dándole una patada para provocar que su cuerpo inerte haga caer al otro al suelo. Una vez allí piso su pecho con fuerza para que no se incorpore y disparo una flecha a bocajarro en su ojo por lo que la zona vuelve a ser segura, pero no sé por cuanto tiempo.
Miro a nuestro alrededor, recupero mis armas y vuelvo a adentrarme en el local con naturalidad -Uhh... coño, aquí hay una mina- comento como si no hubiera pasado nada mientras me hago con algunas latas de sopa de tomate y salsas de varios tipos. Si encuentro espaguetis o macarrones seré feliz para toda la semana.
Mi pequeño berrinche no sirvió para nada, aunque más bien yo no lo llamaría así, tan solo intenté ser razonable con él, solía ser muy poco conflictiva era de aquellas personas que utilizaban bastante la palabra a la hora de discutir un tema, muy pocas veces solían enfadarme mucho, aunque en los últimos días todo había cambiado bastante y me había visto sorprendida en ocasiones al responder a diversas situaciones de forma que nunca habría creído posible. Todo aquello me trastornaba un poco. Pero observé al chico al tal Jared con una mirada un tanto suplicante para que me devolviera el arma, si bien todo el mundo me había hecho sentirme bastante pequeña, como si en vez de ser mayor de edad por fin como era, tuviera quince o catorce años, pero es que en aquel momento aquella sensación volvió ha hacerse fuerte y me sentí una cría delante de él, ¿qué cuantos años más que podría tener?, no le echaba mucho más de diez años que yo, tal vez veinticuatro o cosa así... Aunque yo era bastante mala para las edades, hice ademán de intentar recuperar el arma, di un paso hacia adelante y estiré el brazo, pero me topé con su mirada y decidí retroceder.
Y volvió a repetirlo, me daría el arma después, ¿pero después de qué?, no le conocía de nada para que se quedase allí observándome o se hiciera el héroe conmigo, le miré dudosa cuando habló de que no se fiaba de nadie.
- Eso es exagerar demasiado, dudo que incluso queden niños mayores de diez años... - le respondí en voz baja mientras volvía a insistir colocando la palma de mi mano hacia adelante, pero nada, si yo era pesada con aquella idea él parecía aún más empeñado en la suya, te lo devolveré, prometido. Pero dentro de un rato. Rodé finalmente los ojos a la vez que miraba hacia otro lado con un suspiro de resignación. ¿Debía fiarme de él?, yo no era de aquellas personas que juzgaban a otras por el físico, de verdad que no, es más, detestaba los prejuicios, pero había algo en él que me hacía desconfiar un poco, tenía todo ese aspecto del típico gamberro, de esos de los que mi madre habría puesto el grito en el cielo por tan solo el hecho de mirarlo. Pero no parecía mala persona, al menos seguía viva.
Luego se emocionó demasiado cuando él también vio el chocolate, le miré aún de reojo mientras me terminaba el último trozo de la barrita poniendo cara como si no hubiera roto un plato, era algo que solo me salía cuando comía y le miré fijamente obedeciendo, luego me fijé en el jabón y cogí la bolsa de deporte cuando ya había terminado de comer para llenarla de con las pastillas también.
- Te las daré, prometido, pero dentro de un rato - Dije sin más copiando sus palabras y luego cogiendo todas las chocolatinas que él había cogido y las guardaba como si nada, una a una como una hormiga...
No lo pude evitar, el respingo fue fue instantáneo conforme él se empezó a reír de aquella forma, le miré de reojo algo molesta porque me había asustado además de que el ruido atraería a los caminantes, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar o contestarle, conforme se reía de mi nuevo nombre él se marchó a la entrada para acabar con los caminantes, me quedé un tanto aturdida, la verdad es que hasta ahora nadie había reaccionado así con mi nombre, como mucho ponían cara de "¿eh?, ¿eing?" y cosas por el estilo, pero lo prefería así, olvidar cuanto había habido atrás.
Me fui acercando a él y conforme cogía las latas yo las guardaba en mi bolsa, que acabaría pesando un quintal, pero era mi pequeña venganza por quitarme el arma, que a saber para que la necesitaba yo, de seguro que le sería más útil a él que a mi. Pero era mía, volví a cerrar la mochila y me aparté unos metros hacia atrás.
- Tenía otro nombre, pero nunca me gustó, me encontraron en un K-Mart, ahí me salvaron la vida - Dije sin más de forma sincera mientras que seguía con la mirada sus movimientos, aquella situación era bastante rara, no tendía ha hablar con nadie, pero es que solía evitar tanto a los muertos como a los vivos, por todo lo que pudiera pasar. - Viajaba con un grupo de gente, pero me perdí - Concluí dándome cuenta al momento de que tal vez acababa de cometer un error muy grande, el indicar que estaba sola, se veía que no había nadie conmigo, claro, pero también podría haber dicho que mis amigos estaban en la tienda de al lado y decir que no estaba sola, eso habría sido más de ayuda.
Y volvió a repetirlo, me daría el arma después, ¿pero después de qué?, no le conocía de nada para que se quedase allí observándome o se hiciera el héroe conmigo, le miré dudosa cuando habló de que no se fiaba de nadie.
- Eso es exagerar demasiado, dudo que incluso queden niños mayores de diez años... - le respondí en voz baja mientras volvía a insistir colocando la palma de mi mano hacia adelante, pero nada, si yo era pesada con aquella idea él parecía aún más empeñado en la suya, te lo devolveré, prometido. Pero dentro de un rato. Rodé finalmente los ojos a la vez que miraba hacia otro lado con un suspiro de resignación. ¿Debía fiarme de él?, yo no era de aquellas personas que juzgaban a otras por el físico, de verdad que no, es más, detestaba los prejuicios, pero había algo en él que me hacía desconfiar un poco, tenía todo ese aspecto del típico gamberro, de esos de los que mi madre habría puesto el grito en el cielo por tan solo el hecho de mirarlo. Pero no parecía mala persona, al menos seguía viva.
Luego se emocionó demasiado cuando él también vio el chocolate, le miré aún de reojo mientras me terminaba el último trozo de la barrita poniendo cara como si no hubiera roto un plato, era algo que solo me salía cuando comía y le miré fijamente obedeciendo, luego me fijé en el jabón y cogí la bolsa de deporte cuando ya había terminado de comer para llenarla de con las pastillas también.
- Te las daré, prometido, pero dentro de un rato - Dije sin más copiando sus palabras y luego cogiendo todas las chocolatinas que él había cogido y las guardaba como si nada, una a una como una hormiga...
No lo pude evitar, el respingo fue fue instantáneo conforme él se empezó a reír de aquella forma, le miré de reojo algo molesta porque me había asustado además de que el ruido atraería a los caminantes, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar o contestarle, conforme se reía de mi nuevo nombre él se marchó a la entrada para acabar con los caminantes, me quedé un tanto aturdida, la verdad es que hasta ahora nadie había reaccionado así con mi nombre, como mucho ponían cara de "¿eh?, ¿eing?" y cosas por el estilo, pero lo prefería así, olvidar cuanto había habido atrás.
Me fui acercando a él y conforme cogía las latas yo las guardaba en mi bolsa, que acabaría pesando un quintal, pero era mi pequeña venganza por quitarme el arma, que a saber para que la necesitaba yo, de seguro que le sería más útil a él que a mi. Pero era mía, volví a cerrar la mochila y me aparté unos metros hacia atrás.
- Tenía otro nombre, pero nunca me gustó, me encontraron en un K-Mart, ahí me salvaron la vida - Dije sin más de forma sincera mientras que seguía con la mirada sus movimientos, aquella situación era bastante rara, no tendía ha hablar con nadie, pero es que solía evitar tanto a los muertos como a los vivos, por todo lo que pudiera pasar. - Viajaba con un grupo de gente, pero me perdí - Concluí dándome cuenta al momento de que tal vez acababa de cometer un error muy grande, el indicar que estaba sola, se veía que no había nadie conmigo, claro, pero también podría haber dicho que mis amigos estaban en la tienda de al lado y decir que no estaba sola, eso habría sido más de ayuda.
- K-Mart:
-Voy a tener que llevarte la contraria en eso. Que conste que yo tampoco creía que unos críos tuvieran demasiada esperanza de vida hoy en día salvo los que pueda haber en Atlanta pero recientemente, hace cosa de un mes o algo menos, me topé con todas. Una tendría sobre los diez pero el otro... ¿cinco...? No sé, soy muy malo para edades y aún peor con niños- muevo una mano para restarle importancia al asunto pero poco después suspiro con resignación, quizá un poco decepcionado, cuando opta por quedarse las chocolatinas y el jabón haciendo alusión a mis propias palabras respecto a su machete.
-Y yo que creía que empezábamos a llevarnos bien...- admito un tanto contrariado pero sin insistir en el tema. Me temo que no es la primera ni la última que se deja llevar por el aspecto algo intimidante de mi complexión y mis tatuajes y por tanto dudo que consiga que deje de estar a la defensiva conmigo. Aún así puedo entenderlo, al menos lo he intentado, ¿no?
Después de matar a esos dos zombies hacemos una especie de recopilación de las latas que acabo de encontrar y aunque al principio la cosa va genial, me muero por poder probar una sopa decente, cuando termino de bajarlas de las estanterías me percato de que la mocosa las ha guardado todas en su mochila sin dejarme ni una así que esta vez frunzo el ceño y empiezo a mirarla cada vez peor. No sé qué cojones pretende pero empieza a caerme mal y a tocarme los cojones. Cualquiera diría que no estoy siendo tolerante con ella después de facilitarle comida y encargarme de esos zombies por los dos. El puto apocalipsis está lleno de desagradecidos, esa es la triste verdad.
-Entiendo...- me limito a responder cuando me explica el motivo de su feo mote. De hecho ahora suena más horrible que hace un instante, porque será. Después de eso emito una especie de risa entre dientes por pura incredulidad -Tendrías que ser más precavida, ¿sabes? Estoy siendo la hostia de paciente contigo mientras te quedas con todo lo que vas encontrando pero combinando eso con lo que acabas de soltar lo más normal sería que otros en mi situación te mataran- le advierto con toda la intención de resultar un poco amenazante -No voy a hacerte nada pero como está claro que lo que diga no va a funcionar...- desenfundo su mierda de machete y lo arrojo a varios metros de distancia, produciendo un pequeño estruendo metálico que evidentemente no me preocupa.
-Lárgate, no me gustan las aprovechadas- termino sentenciando mientras me interno en otra estantería cercana sin ganas de prestarle más atención. En el fondo me despierta algo de compasión por el hecho de haberse separado de su grupo, no estoy muy seguro de que sepa como apañárselas sola, pero si es tan listilla como para andar robando delante de mis narices supongo que también lo será para encontrar a su grupo -Yo de ti me daría prisa, cuanto más tardes más lejos estarán, ¿no?- comento alzando la voz mientras meto en mi mochila un par de botellas de refrescos. Calientes suelen estar un poco asquerosos pero llevan azúcar y otras mierdas que suelen sentar bien al organismo. De todas formas no quiero cargar más peso del necesario por ahora así que me doy por satisfecho y vuelvo a sujetar la ballesta entre las manos mientras salgo del supermercado con intención de aprovechar alguno de los muchos coches abandonados por la zona.
-Y yo que creía que empezábamos a llevarnos bien...- admito un tanto contrariado pero sin insistir en el tema. Me temo que no es la primera ni la última que se deja llevar por el aspecto algo intimidante de mi complexión y mis tatuajes y por tanto dudo que consiga que deje de estar a la defensiva conmigo. Aún así puedo entenderlo, al menos lo he intentado, ¿no?
Después de matar a esos dos zombies hacemos una especie de recopilación de las latas que acabo de encontrar y aunque al principio la cosa va genial, me muero por poder probar una sopa decente, cuando termino de bajarlas de las estanterías me percato de que la mocosa las ha guardado todas en su mochila sin dejarme ni una así que esta vez frunzo el ceño y empiezo a mirarla cada vez peor. No sé qué cojones pretende pero empieza a caerme mal y a tocarme los cojones. Cualquiera diría que no estoy siendo tolerante con ella después de facilitarle comida y encargarme de esos zombies por los dos. El puto apocalipsis está lleno de desagradecidos, esa es la triste verdad.
-Entiendo...- me limito a responder cuando me explica el motivo de su feo mote. De hecho ahora suena más horrible que hace un instante, porque será. Después de eso emito una especie de risa entre dientes por pura incredulidad -Tendrías que ser más precavida, ¿sabes? Estoy siendo la hostia de paciente contigo mientras te quedas con todo lo que vas encontrando pero combinando eso con lo que acabas de soltar lo más normal sería que otros en mi situación te mataran- le advierto con toda la intención de resultar un poco amenazante -No voy a hacerte nada pero como está claro que lo que diga no va a funcionar...- desenfundo su mierda de machete y lo arrojo a varios metros de distancia, produciendo un pequeño estruendo metálico que evidentemente no me preocupa.
-Lárgate, no me gustan las aprovechadas- termino sentenciando mientras me interno en otra estantería cercana sin ganas de prestarle más atención. En el fondo me despierta algo de compasión por el hecho de haberse separado de su grupo, no estoy muy seguro de que sepa como apañárselas sola, pero si es tan listilla como para andar robando delante de mis narices supongo que también lo será para encontrar a su grupo -Yo de ti me daría prisa, cuanto más tardes más lejos estarán, ¿no?- comento alzando la voz mientras meto en mi mochila un par de botellas de refrescos. Calientes suelen estar un poco asquerosos pero llevan azúcar y otras mierdas que suelen sentar bien al organismo. De todas formas no quiero cargar más peso del necesario por ahora así que me doy por satisfecho y vuelvo a sujetar la ballesta entre las manos mientras salgo del supermercado con intención de aprovechar alguno de los muchos coches abandonados por la zona.
- OFF:
- En USA no se es mayor de edad hasta los 21 así que lo siento, pero sigues siendo menor... y yo un petófilo xDDDD
Podemos acabar aquí o lo que tú decidas, yo soy consecuente con mi PJ
Me había agachado y ahora estaba sentada en el suelo con la mochila en frente mía, acababa de cerrar la cremallera y estiraba de la tela viendo que en cualquier momento podría hasta romperse del mismo peso, pero él parecía que no había entendido mi actitud pues ahora parecía bastante enfadado conmigo.
En menos de dos segundos me puso de vuelta y media, bueno sin exagerar simplemente me llamó aprovechada y por un lado para haberme mal interpretado se había tomado las cosas bastante bien, le daba la razón en aquello, no cualquier habría actuado como lo había hecho él, yo no me iba a quedar con las cosas que él había recopilado, solo estaba haciendo lo mismo que él, si no me quería devolver mi machete pues yo no le daría su comida hasta que el golpetazo del arma contra el suelo me dijo que ya había consumido toda su paciencia.
- No soy una aprovechada, llámame cualquier cosa, pero eso no... - Decía mientras que me echaba hacia un lado por el suelo para recoger la tosca arma y colocarla en mi cinturón como la solía llevar, luego medio gateé por el suelo hasta acercarme de nuevo a mi bolsa y así sacar las cosas que le había quitado, a demás de las chocolatinas que me había pedido, avancé tras él y me senté en el suelo al lado de sus pies colocando las cosas en su propia mochila.
- Te dije que te las daría después... - Comenté en voz baja mientras colocaba las cosas de forma ordenada para que entraran mejor, yo solo me quedé con las chocolatinas porque era lo único que había visto solo yo. - Es estúpido, pero mira, he conseguido que me lo devolvieras... - Hablé primero sobre mi "maravilloso" plan y luego señalé el machete con la mirada mientras terminaba y me levantaba para coger mi propia bolsa de deporte y colgármela al hombro.
- Da igual, hace ya bastante tiempo que los he perdido, así que lo que haga ahora no me va a ser de mucha ayuda - Fui diciendo sin más. - Ya me he acostumbrado a ir sola, intento evitar a los vivos y a los muertos, pero tu te has colado, no te vi hasta que fue tarde, como ha dicho he tenido suerte - Le explicaba con tranquilidad y luego añadí con sarcasmo a la vez que entrecerraba los ojos. - ¡Gracias por no matarme!
Off: >.< Se me olvidó y no te enteraste de por qué te estaba quitando las cosas... Mi pj no es una aprovechada ¬¬
En menos de dos segundos me puso de vuelta y media, bueno sin exagerar simplemente me llamó aprovechada y por un lado para haberme mal interpretado se había tomado las cosas bastante bien, le daba la razón en aquello, no cualquier habría actuado como lo había hecho él, yo no me iba a quedar con las cosas que él había recopilado, solo estaba haciendo lo mismo que él, si no me quería devolver mi machete pues yo no le daría su comida hasta que el golpetazo del arma contra el suelo me dijo que ya había consumido toda su paciencia.
- No soy una aprovechada, llámame cualquier cosa, pero eso no... - Decía mientras que me echaba hacia un lado por el suelo para recoger la tosca arma y colocarla en mi cinturón como la solía llevar, luego medio gateé por el suelo hasta acercarme de nuevo a mi bolsa y así sacar las cosas que le había quitado, a demás de las chocolatinas que me había pedido, avancé tras él y me senté en el suelo al lado de sus pies colocando las cosas en su propia mochila.
- Te dije que te las daría después... - Comenté en voz baja mientras colocaba las cosas de forma ordenada para que entraran mejor, yo solo me quedé con las chocolatinas porque era lo único que había visto solo yo. - Es estúpido, pero mira, he conseguido que me lo devolvieras... - Hablé primero sobre mi "maravilloso" plan y luego señalé el machete con la mirada mientras terminaba y me levantaba para coger mi propia bolsa de deporte y colgármela al hombro.
- Da igual, hace ya bastante tiempo que los he perdido, así que lo que haga ahora no me va a ser de mucha ayuda - Fui diciendo sin más. - Ya me he acostumbrado a ir sola, intento evitar a los vivos y a los muertos, pero tu te has colado, no te vi hasta que fue tarde, como ha dicho he tenido suerte - Le explicaba con tranquilidad y luego añadí con sarcasmo a la vez que entrecerraba los ojos. - ¡Gracias por no matarme!
Off: >.< Se me olvidó y no te enteraste de por qué te estaba quitando las cosas... Mi pj no es una aprovechada ¬¬
- K-Mart:
La verdad es que no entiendo porque se ofende tanto con un apelativo tan evidentemente cierto como "aprovechada" cuando podría haber usado otros mucho más ofensivos e insultantes pero ahora mismo ya no me importa demasiado así que me limito a observar como recupera su arma dudando que sepa como usarla adecuadamente. Quiero creer que sí, por mucho que esté acostumbrada a moverse en grupo un mínimo de autodefensa habrá aprendido, ¿no?
Empieza entonces a gatear hacia mí y me deja a cuadros, no sé qué coño pretende así que retrocedo un poco por mera precaución hasta que coge mi mochila y comienza a traspasar todo lo que había acumulado hasta la mía. Lo que yo te diga, que nunca terminaré de entender a las chicas y menos aún cuando se trata de adolescentes. Probablemente la diferencia de edad influye en ambos, aunque nunca me he considerado muy maduro pero... eso es otro tema -Ya. Pues gracias- replico secamente a su recuerdo sobre que me lo devolvería, ahorrándome el explicarle otras cosas que ha conseguido debido a ese jueguecito, como por ejemplo caerme un poco mal. Soy bastante caprichoso, qué le vamos a hacer, en el fin del mundo me he vuelto bastante selectivo.
-¿Dónde les perdiste? Quizá deberías volver allí y seguir el rastro o...- me callo de repente cuando me mete otro vacile que bajo mi punto de vista no viene al caso así que me limito a rodar los ojos de manera visible y finalmente recupero mi mochila. Pesa un quintal, para qué mentirnos, pero no pienso cargar con ella por mucho tiempo así que una vez fuera abato a un podrido que se me acercaba demasiado con una flecha y me acerco hasta uno de los coches que parece más entero, rompiendo una ventanilla con la ballesta para abrir la puerta y dejar las cosas en el asiento de copiloto. Abro entonces el capó delantero, me aseguro de que todo está en su sitio apretando algunas tuercas y cables debidamente y enseguida vuelvo a cerrarlo para sentarme frente al volante, metiendo los brazos por debajo del mismo para empezar a tantear con los cables que conozco sobradamente. Ventajas de haber sido mecánico durante bastantes años.
Me ayudo entonces con el cuchillo para cortarlos y deshilacharlos, conectándolos entre si hasta conseguir un puente con el que el motor reacciona. No es el mejor método, siempre es preferible conseguir un vehículo que ya disponga de llave, pero por el momento me sirve de sobra para salir del paso y apañarme . Cierro la puerta, inspiro hondamente y sujeto el volante quedándome un poco dubitativo pero al final miro en dirección a la puerta del supermercado por la que sale la chica -¿Te llevo o eres demasiado mayor para taxis?- evidentemente no voy a insistir ni nada parecido, suficiente incordio me ha parecido ya como para forzar su compañía pero tampoco me sentiría del todo bien conmigo mismo si la dejara aquí tirada sin más. O algo por el estilo...
Empieza entonces a gatear hacia mí y me deja a cuadros, no sé qué coño pretende así que retrocedo un poco por mera precaución hasta que coge mi mochila y comienza a traspasar todo lo que había acumulado hasta la mía. Lo que yo te diga, que nunca terminaré de entender a las chicas y menos aún cuando se trata de adolescentes. Probablemente la diferencia de edad influye en ambos, aunque nunca me he considerado muy maduro pero... eso es otro tema -Ya. Pues gracias- replico secamente a su recuerdo sobre que me lo devolvería, ahorrándome el explicarle otras cosas que ha conseguido debido a ese jueguecito, como por ejemplo caerme un poco mal. Soy bastante caprichoso, qué le vamos a hacer, en el fin del mundo me he vuelto bastante selectivo.
-¿Dónde les perdiste? Quizá deberías volver allí y seguir el rastro o...- me callo de repente cuando me mete otro vacile que bajo mi punto de vista no viene al caso así que me limito a rodar los ojos de manera visible y finalmente recupero mi mochila. Pesa un quintal, para qué mentirnos, pero no pienso cargar con ella por mucho tiempo así que una vez fuera abato a un podrido que se me acercaba demasiado con una flecha y me acerco hasta uno de los coches que parece más entero, rompiendo una ventanilla con la ballesta para abrir la puerta y dejar las cosas en el asiento de copiloto. Abro entonces el capó delantero, me aseguro de que todo está en su sitio apretando algunas tuercas y cables debidamente y enseguida vuelvo a cerrarlo para sentarme frente al volante, metiendo los brazos por debajo del mismo para empezar a tantear con los cables que conozco sobradamente. Ventajas de haber sido mecánico durante bastantes años.
Me ayudo entonces con el cuchillo para cortarlos y deshilacharlos, conectándolos entre si hasta conseguir un puente con el que el motor reacciona. No es el mejor método, siempre es preferible conseguir un vehículo que ya disponga de llave, pero por el momento me sirve de sobra para salir del paso y apañarme . Cierro la puerta, inspiro hondamente y sujeto el volante quedándome un poco dubitativo pero al final miro en dirección a la puerta del supermercado por la que sale la chica -¿Te llevo o eres demasiado mayor para taxis?- evidentemente no voy a insistir ni nada parecido, suficiente incordio me ha parecido ya como para forzar su compañía pero tampoco me sentiría del todo bien conmigo mismo si la dejara aquí tirada sin más. O algo por el estilo...
No sería la primera vez que me tachaban de rara, de bicho raro y de todas esas variantes de cosas, la verdad es que me daba igual, muchas veces no actuaba como el resto esperaba o como debería de ser, pero es que eso era por ejemplo lo que le solía gustar a la gente de mi, que actuaba sin importarme lo que los demás podrían pensar, vamos que aquello de quedar bien con la gente no me gustaba y lo que dijeran de mi solía importarme bien poco aunque ahora a él le corregí, no era una aprovechada, podía llegar a tener mucha cara con mis conocidos, pero era por eso de que la confianza acababa dando asco y todas esas cosas... Aunque tampoco le di muchas vueltas a aquello, él me devolvió el arma y yo me quedé tan tranquila por fin, como si aquel machete fuera un arma de destrucción masiva, como si pudiera llegar a defenderme con él, bueno mis esperanzas tenía...
- En el desierto, cerca de Las Vegas, hace ya bastante tiempo de aquello, dudo que los pueda volver a encontrar con tanta facilidad, llevo semanas, creo que meses buscándolos... - Dije con un suspiro de resignación para luego mirar al suelo, preguntándome si volvería a ver a Claire, a Carlos, a Mikey, les echaba de menos, todo era mejor con ellos.
Jared se salió fuera y yo me quedé allí durante unos segundos con la mirada perdida en la dirección en la que él había desaparecido, me levanté no antes sin coger bolsa de deporte y echármela a un hombro, salí de la tienda con cuidado mirando hacia todas las direcciones, al menos aquello de vigilar no se me daba tan mal como todo lo demás. Él ya se había buscado un coche y me ofrecía llevarme, no me encontraba muchas veces en los últimos días con nadie vivo y menos que tuviera la decencia de llevarme en un vehículo y ahorrarme toda una buena caminata, tal vez fue eso lo que me impulsó aún más a subir en aquel coche, llevaba días andando y estaba bastante cansada de ello.
Todo el mundo se empeñaba en verme como a una cría, - sentía no haber madurado tanto como ellos - me decía con ironía mientras que deshacía la distancia entre ambos y me subía en el coche. - Gracias - Dije mientras me sentaba y colocaba mi equipaje de mano sobre las rodillas.
Off: Siento haber tardado tanto >.<
- En el desierto, cerca de Las Vegas, hace ya bastante tiempo de aquello, dudo que los pueda volver a encontrar con tanta facilidad, llevo semanas, creo que meses buscándolos... - Dije con un suspiro de resignación para luego mirar al suelo, preguntándome si volvería a ver a Claire, a Carlos, a Mikey, les echaba de menos, todo era mejor con ellos.
Jared se salió fuera y yo me quedé allí durante unos segundos con la mirada perdida en la dirección en la que él había desaparecido, me levanté no antes sin coger bolsa de deporte y echármela a un hombro, salí de la tienda con cuidado mirando hacia todas las direcciones, al menos aquello de vigilar no se me daba tan mal como todo lo demás. Él ya se había buscado un coche y me ofrecía llevarme, no me encontraba muchas veces en los últimos días con nadie vivo y menos que tuviera la decencia de llevarme en un vehículo y ahorrarme toda una buena caminata, tal vez fue eso lo que me impulsó aún más a subir en aquel coche, llevaba días andando y estaba bastante cansada de ello.
Todo el mundo se empeñaba en verme como a una cría, - sentía no haber madurado tanto como ellos - me decía con ironía mientras que deshacía la distancia entre ambos y me subía en el coche. - Gracias - Dije mientras me sentaba y colocaba mi equipaje de mano sobre las rodillas.
Off: Siento haber tardado tanto >.<
- K-Mart:
Me quedo mirándola inquisitivamente mientras toma asiento y se limita a dejar su mochila encima de su regazo. La verdad es que personalmente no tengo demasiada prisa así que espero hasta que está relativamente acomodada y en cuanto me mira me decido a avanzar, pisando el acelerador de manera progresiva hasta que alcanzamos una carretera principal bastante desolada en la que puedo permitirme ir más deprisa y despreocupado.
-Si hace tanto tiempo de eso dudo que sigan ahí. Lo mejor será llevarte al refugio de Atlanta, quizá estuvieron allí y saben algo de ellos- me encojo de hombros ya que es lo único coherente y práctico que se me ocurre ahora mismo, teniendo en cuenta que ni la conozco a ella ni a sus acompañantes así que no sé si dispondrían de algún lugar de reunión concreto pero supongo que no o ella ya habría intentado llegar.
-Casi todo el mundo pasa por allí tarde o temprano- añado en un intento de tranquilizarla y darle algo de esperanza aunque quizá no debería hacerlo porque pueden llegar a ser falsas pero... Bah, acabo de conocerla, ni siquiera tendría porque preocuparme por estas chorradas -¿Puedes mirar si encuentras algún mapa de carreteras decente por el coche? No estoy seguro de como llegar a la 46- a partir de ahí puedo llevarla al refugio sin problemas pero primero hay que encontrar esa ruta principal y puede ser bastante complicado -En momentos así hecho de menos los GPS- apoyo un brazo en la ventanilla abierta con un resoplido de resignación y me asomo parcialmente para sentir el aire en la cara. Hace un tiempo se hubiera considerado conducción imprudente o alguna mierda por el estilo pero ahora mismo todo eso carece de sentido, sobretodo porque ni siquiera hay tráfico... como mucho algunos vehículos varados y abandonados de vez en cuando pero que resultan bastante fáciles de esquivar.
-¿Cómo acabaste separándote de tu grupo?- pregunto con curiosidad, aunque después de lo que he visto en el supermercado puedo hacerme algunas ideas y teorías al respecto pero prefiero no precipitarme.
Estiro entonces el otro brazo para encender la radio aunque lo único que obtenemos, como era de esperar, es ruido e interferencias incomprensibles. Opto por pasar al CD que parece haber introducido y empieza a sonar un clásico de Johnny Cash que deja claro que el vehículo debía pertenecer a un hombre ya entrado en años... o eso deduzco -Podría ser peor, podría ser Justin Bieber- río por lo bajo mirándola de reojo y aunque bajo un poco el volumen dejo eso encendido porque lo prefiero al típico silencio incómodo.
-Si hace tanto tiempo de eso dudo que sigan ahí. Lo mejor será llevarte al refugio de Atlanta, quizá estuvieron allí y saben algo de ellos- me encojo de hombros ya que es lo único coherente y práctico que se me ocurre ahora mismo, teniendo en cuenta que ni la conozco a ella ni a sus acompañantes así que no sé si dispondrían de algún lugar de reunión concreto pero supongo que no o ella ya habría intentado llegar.
-Casi todo el mundo pasa por allí tarde o temprano- añado en un intento de tranquilizarla y darle algo de esperanza aunque quizá no debería hacerlo porque pueden llegar a ser falsas pero... Bah, acabo de conocerla, ni siquiera tendría porque preocuparme por estas chorradas -¿Puedes mirar si encuentras algún mapa de carreteras decente por el coche? No estoy seguro de como llegar a la 46- a partir de ahí puedo llevarla al refugio sin problemas pero primero hay que encontrar esa ruta principal y puede ser bastante complicado -En momentos así hecho de menos los GPS- apoyo un brazo en la ventanilla abierta con un resoplido de resignación y me asomo parcialmente para sentir el aire en la cara. Hace un tiempo se hubiera considerado conducción imprudente o alguna mierda por el estilo pero ahora mismo todo eso carece de sentido, sobretodo porque ni siquiera hay tráfico... como mucho algunos vehículos varados y abandonados de vez en cuando pero que resultan bastante fáciles de esquivar.
-¿Cómo acabaste separándote de tu grupo?- pregunto con curiosidad, aunque después de lo que he visto en el supermercado puedo hacerme algunas ideas y teorías al respecto pero prefiero no precipitarme.
Estiro entonces el otro brazo para encender la radio aunque lo único que obtenemos, como era de esperar, es ruido e interferencias incomprensibles. Opto por pasar al CD que parece haber introducido y empieza a sonar un clásico de Johnny Cash que deja claro que el vehículo debía pertenecer a un hombre ya entrado en años... o eso deduzco -Podría ser peor, podría ser Justin Bieber- río por lo bajo mirándola de reojo y aunque bajo un poco el volumen dejo eso encendido porque lo prefiero al típico silencio incómodo.
- Spoiler:
En cuanto subí al coche y después le miré pisó con fuerza para salir de aquel lugar, la verdad es que le había cogido manía a aquel sitio, en definitiva a toda la cadena de K-Mart´s que había, era como si me recordasen cosas malas, aún así mi nuevo nombre me gustaba, por mucha gracia que le causara a él.
- Lo sé, en su momento los estuve buscando por la zona durante días, pero no sé nada de ellos, no vi nada... Si hubiera tenido algo de más idea a cerca de rastreo y cosas del estilo habría dado con ellos seguro... - Empecé a decir recordando la capacidad que tenía Carlos de dar con gente que estaba bien lejos de nosotros, seguía rastros caminos etc... Entonces escuché las palabras Refugio de Atlanta, casi fue como si sonase una campana, me volví hacia él casi de un salto sobre el asiento. - ¿Has dicho refugio?, ¿en Atlanta? - Le miré casi suplicante, no tenía ni idea y quería que me dijera más sobre aquello. - Claire y los demás siempre van buscando a supervivientes, hemos estado durante meses en la zona de Nevada, moviéndonos de un lado a otro en círculos, cuando estás mucho tiempo en el mismo sitio acaban llegando... Esa es la regla de oro para Claire y los demás, estar en constante movimiento, siempre vamos buscando supervivientes, pero nunca supimos que había un refugio, ¿en Atlanta?... Vaya, estaba lejos de nuestra zona, después de perderlos intenté ir a los mismos sitios en los que solíamos estar, pero nada de nada... Por eso acabé desistiendo hace ya un par de meses, aún no sé ni como sigo viva si te soy sincera... - "Tarde o temprano se pasa por ahí" repetí sus palabras en mi cabeza pensativa, ¿habría estado el convoy allí?, salí de aquel trance cuando me pidió que mirase si había un mapa de carreteras por ahí, asentí rápida y empecé a buscar por el salpicadero encontrando cosas y sacándolas bien raras, pero las ibas echando al asiento trasero hasta que al final di con una pequeña revista con las principales carreteras de aquella zona.
Iba a dárselo pero en vez de ello busqué yo por encima y luego se lo enseñé, esperando que por mirar el mapa no fuera a estrellarnos por ahí.
- ¿Lo ves bien? - Pregunté dejándole el mapa y volviéndome hacia mi ventanilla para mirar un poco por nuestro alrededor pero él encendió la radio, sonreí al reconocer la canción, no me gustaba, para que engañarme, pero a mi padre si que le habría gustado, siempre las ponía en casa o en su propio coche, no dije nada.
- Si llega a salir esa cosa cantando y tu la dejas puestas si que sería raro... Creo que me bajaría del coche en marcha... - Comenté medio bromeando aunque un tanto seria recordando el día en el que perdí a Claire y los demás. - Solíamos ir de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, saqueando lo poco que encontrábamos en una de esas veces nos sorprendió una horda, precisamente en Las vegas, tuve que salir corriendo para no acabar muerta todo era un descontrol y cuando por fin pude estar segura de que no me seguían fui en busca de los demás, encontré algunos cadáveres pero ni rastro de los coches, no pude ni acercarme aún quedaban algunas de aquellas cosas devorando los restos de gente que había conocido y me había cuidado... - Tragué saliva, con la mirada fija en el frente y los ojos abiertos de par en par, no había hablado de aquello con nadie y podía sentir como las lágrimas querían salir pero me aguanté y volví la cabeza hacia otro lado.
- ¿Y tu siempre vas solo? - Pregunté para cambiar de tema.
- Lo sé, en su momento los estuve buscando por la zona durante días, pero no sé nada de ellos, no vi nada... Si hubiera tenido algo de más idea a cerca de rastreo y cosas del estilo habría dado con ellos seguro... - Empecé a decir recordando la capacidad que tenía Carlos de dar con gente que estaba bien lejos de nosotros, seguía rastros caminos etc... Entonces escuché las palabras Refugio de Atlanta, casi fue como si sonase una campana, me volví hacia él casi de un salto sobre el asiento. - ¿Has dicho refugio?, ¿en Atlanta? - Le miré casi suplicante, no tenía ni idea y quería que me dijera más sobre aquello. - Claire y los demás siempre van buscando a supervivientes, hemos estado durante meses en la zona de Nevada, moviéndonos de un lado a otro en círculos, cuando estás mucho tiempo en el mismo sitio acaban llegando... Esa es la regla de oro para Claire y los demás, estar en constante movimiento, siempre vamos buscando supervivientes, pero nunca supimos que había un refugio, ¿en Atlanta?... Vaya, estaba lejos de nuestra zona, después de perderlos intenté ir a los mismos sitios en los que solíamos estar, pero nada de nada... Por eso acabé desistiendo hace ya un par de meses, aún no sé ni como sigo viva si te soy sincera... - "Tarde o temprano se pasa por ahí" repetí sus palabras en mi cabeza pensativa, ¿habría estado el convoy allí?, salí de aquel trance cuando me pidió que mirase si había un mapa de carreteras por ahí, asentí rápida y empecé a buscar por el salpicadero encontrando cosas y sacándolas bien raras, pero las ibas echando al asiento trasero hasta que al final di con una pequeña revista con las principales carreteras de aquella zona.
Iba a dárselo pero en vez de ello busqué yo por encima y luego se lo enseñé, esperando que por mirar el mapa no fuera a estrellarnos por ahí.
- ¿Lo ves bien? - Pregunté dejándole el mapa y volviéndome hacia mi ventanilla para mirar un poco por nuestro alrededor pero él encendió la radio, sonreí al reconocer la canción, no me gustaba, para que engañarme, pero a mi padre si que le habría gustado, siempre las ponía en casa o en su propio coche, no dije nada.
- Si llega a salir esa cosa cantando y tu la dejas puestas si que sería raro... Creo que me bajaría del coche en marcha... - Comenté medio bromeando aunque un tanto seria recordando el día en el que perdí a Claire y los demás. - Solíamos ir de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, saqueando lo poco que encontrábamos en una de esas veces nos sorprendió una horda, precisamente en Las vegas, tuve que salir corriendo para no acabar muerta todo era un descontrol y cuando por fin pude estar segura de que no me seguían fui en busca de los demás, encontré algunos cadáveres pero ni rastro de los coches, no pude ni acercarme aún quedaban algunas de aquellas cosas devorando los restos de gente que había conocido y me había cuidado... - Tragué saliva, con la mirada fija en el frente y los ojos abiertos de par en par, no había hablado de aquello con nadie y podía sentir como las lágrimas querían salir pero me aguanté y volví la cabeza hacia otro lado.
- ¿Y tu siempre vas solo? - Pregunté para cambiar de tema.
- K-Mart:
Tuerzo un poco el gesto cuando admite no saber mucho sobre rastreo aunque yo tampoco entiendo mucho de eso pero para compensarlo tengo mi fuerza bruta y el manejo de las armas. En cambio ella... tiene pinta de ser escurridiza, que ya es algo, pero cada vez está más clara la dependencia que tenía con su grupo, no sólo emocional si no también de supervivencia. Ellos se encargaban de protegerla y cuidarla como una familia, eso debe de estar bien así que puedo entender que quiera recuperarles -Eumm... sí. ¿No habéis estado allí?- me sorprende bastante que no conozca el refugio, de hecho yo es el único cuya existencia y paradero sé porque aunque hubo un par más, que yo sepa, terminaron destruidos por uno u otro motivo.
Voy mirándola de reojo de vez en cuando en cuanto empieza su explicación, la más extensa que me ha dado hasta el momento. La verdad es que me alegra porque significa que empieza a relajarse un poco y eso nos viene bien a los dos porque no tengo ganas de volver a ponerme borde con ella como antes y seguro que a ella tampoco. Si vamos a compartir tantas horas de carretera lo mejor será estar mínimamente bien avenidos, ¿no?
-Sí que suena interesante tu grupo, creo que es la primera vez que oigo de uno así, nómada- conozco a varios como yo que se mueven en solitario, quizá familias o incluso parejas, ¿pero grupos enteros? Eso suena complicado -Estoy seguro de que no les conozco pero como ya te dije aunque no estén en ese refugio es posible que alguno de los que viven allí puedan decirnos algo- desde luego es nuestra pista más factible, por el momento -Tampoco esperes la tierra prometida, se trata de algo sencillo con bastante gente implicada pero cuando estás ahí te acuerdas un poco de lo que era la civilización, ya sabes. No tienes que preocuparte porque la persona con la que hablas pueda pegarte un tiro- le dedico una sonrisa algo sarcástica dada nuestra situación actual pero tampoco me lo tomo muy en serio.
-Cuando estamos solos es cuando desarrollamos el mayor instinto de supervivencia. No tenemos que preocuparnos de nadie más y sabemos que no habrá otros para protegernos así que no nos queda más remedio que usar todo lo que sabemos a nuestro favor. Probablemente tienes más recursos de los que tú misma esperabas- opino con seguridad porque sencillamente es algo que yo mismo he vivido en primera persona.
No puedo evitar reírme cuando empieza a cederme el mapa pero al final consigo colocarlo más o menos por encima del volante sin que estorbe demasiado -Sería más fácil si me guiaras, ¿sabes? Es muy pequeño, no se entiende un carajo- admito dejando que lo recupere y que de paso se sienta algo más útil con esa tarea.
Entonces me explica como terminó separada de su grupo y me pongo un poco más serio, arrugando un poco el ceño -No te preocupes, por lo que me has contado saben apañarse así que estarán bien. Si se marcharon debió de ser por algo importante- porque estoy seguro de que en su soledad le habrá estado dando vueltas al coco sobre si realmente se molestaron en buscarla y ese tipo de cosas.
-A veces tengo compañía momentánea o varios días, como por ejemplo tú, pero por norma general la gente se cansa pronto de mí- me encojo de hombros y me lo tomo medio a broma pero me temo que es verdad. Sin contar con los que directamente mueren, claro -Si tienes hambre puedes coger algo de la mochila- le recuerdo señalando los asientos tarseros donde la dejé caer. No había demasiado donde elegir en cuanto a productos comestibles directamente pero algo encontrará, seguro.
Voy mirándola de reojo de vez en cuando en cuanto empieza su explicación, la más extensa que me ha dado hasta el momento. La verdad es que me alegra porque significa que empieza a relajarse un poco y eso nos viene bien a los dos porque no tengo ganas de volver a ponerme borde con ella como antes y seguro que a ella tampoco. Si vamos a compartir tantas horas de carretera lo mejor será estar mínimamente bien avenidos, ¿no?
-Sí que suena interesante tu grupo, creo que es la primera vez que oigo de uno así, nómada- conozco a varios como yo que se mueven en solitario, quizá familias o incluso parejas, ¿pero grupos enteros? Eso suena complicado -Estoy seguro de que no les conozco pero como ya te dije aunque no estén en ese refugio es posible que alguno de los que viven allí puedan decirnos algo- desde luego es nuestra pista más factible, por el momento -Tampoco esperes la tierra prometida, se trata de algo sencillo con bastante gente implicada pero cuando estás ahí te acuerdas un poco de lo que era la civilización, ya sabes. No tienes que preocuparte porque la persona con la que hablas pueda pegarte un tiro- le dedico una sonrisa algo sarcástica dada nuestra situación actual pero tampoco me lo tomo muy en serio.
-Cuando estamos solos es cuando desarrollamos el mayor instinto de supervivencia. No tenemos que preocuparnos de nadie más y sabemos que no habrá otros para protegernos así que no nos queda más remedio que usar todo lo que sabemos a nuestro favor. Probablemente tienes más recursos de los que tú misma esperabas- opino con seguridad porque sencillamente es algo que yo mismo he vivido en primera persona.
No puedo evitar reírme cuando empieza a cederme el mapa pero al final consigo colocarlo más o menos por encima del volante sin que estorbe demasiado -Sería más fácil si me guiaras, ¿sabes? Es muy pequeño, no se entiende un carajo- admito dejando que lo recupere y que de paso se sienta algo más útil con esa tarea.
Entonces me explica como terminó separada de su grupo y me pongo un poco más serio, arrugando un poco el ceño -No te preocupes, por lo que me has contado saben apañarse así que estarán bien. Si se marcharon debió de ser por algo importante- porque estoy seguro de que en su soledad le habrá estado dando vueltas al coco sobre si realmente se molestaron en buscarla y ese tipo de cosas.
-A veces tengo compañía momentánea o varios días, como por ejemplo tú, pero por norma general la gente se cansa pronto de mí- me encojo de hombros y me lo tomo medio a broma pero me temo que es verdad. Sin contar con los que directamente mueren, claro -Si tienes hambre puedes coger algo de la mochila- le recuerdo señalando los asientos tarseros donde la dejé caer. No había demasiado donde elegir en cuanto a productos comestibles directamente pero algo encontrará, seguro.
OFF: Por mí podemos dejarlo aquí y se interpreta como que hacen el viaje juntos hasta el Refugio pero si quieres seguir adelante :3
Al final la situación se acabó por relajar del todo, en un principio pensé que no me llevaría bien con aquel tipo, pero no me resultaba desagradable para nada, todo lo contrario, así que terminé por no estar a la defensiva, aunque tampoco es que hubiera estado así. Bueno todo eso ya daba igual, iríamos a Atlanta al parecer y yo veía bastantes posibilidades en aquel viaje, pudiera ser que Claire y los suyos hubieran ido por allí, el convoy nunca estaba demasiado tiempo en el mismo sitio y se dedicaba a buscar útiles y supervivientes para protegerlos, casi como una gran familia.
El viaje transcurre con normalidad, ayudo a Jared con el mapa, tampoco es que lo entienda demasiado, pero algo se entiende y puedo dar alguna que otra aclaración, aunque mayormente es él quien decide y ve las rutas a seguir. Le cuento algunas cosas sobre Claire y los suyos, lo básico del convoy, la verdad es que hablo sin saber si seguirán con vida, eso me entristece, pero me niego a hablar de ellos como si estuvieran muertos y le explico que en el grupo cada uno tiene su función, unos se encargan de la comida, otros de la seguridad, del transporte, de la gasolina, de los medicamentos... A decir verdad todo estaba muy bien organizado, casi parecía hasta perfecto y aún así acabamos separándonos, eso no ayuda mucho en esa especie de curriculum que hago sobre el grupo. Pero aún así me parece el único hogar por llamarlo de alguna forma, el único sitio en el que me he sentido bien después de todo aquello.
Y así sigue el viaje como si nada, comentando algunas cosas y pensando en las siguientes decisiones a seguir, agradezco haberme encontrado con él, lo de Atlanta me a hecho ver algo de luz al final del túnel, tan solo espero que cuando esté a punto de salir este no se acabe derrumbando encima como con tadas esas falsas esperanzas que he tenido en las últimas semanas de dar con ellos.
Off: Lo cierro entonces ya, ya está bien así y con mi tardanza el tema se ha quedado bastante anticuado ya, ¡pero bueno!
El viaje transcurre con normalidad, ayudo a Jared con el mapa, tampoco es que lo entienda demasiado, pero algo se entiende y puedo dar alguna que otra aclaración, aunque mayormente es él quien decide y ve las rutas a seguir. Le cuento algunas cosas sobre Claire y los suyos, lo básico del convoy, la verdad es que hablo sin saber si seguirán con vida, eso me entristece, pero me niego a hablar de ellos como si estuvieran muertos y le explico que en el grupo cada uno tiene su función, unos se encargan de la comida, otros de la seguridad, del transporte, de la gasolina, de los medicamentos... A decir verdad todo estaba muy bien organizado, casi parecía hasta perfecto y aún así acabamos separándonos, eso no ayuda mucho en esa especie de curriculum que hago sobre el grupo. Pero aún así me parece el único hogar por llamarlo de alguna forma, el único sitio en el que me he sentido bien después de todo aquello.
Y así sigue el viaje como si nada, comentando algunas cosas y pensando en las siguientes decisiones a seguir, agradezco haberme encontrado con él, lo de Atlanta me a hecho ver algo de luz al final del túnel, tan solo espero que cuando esté a punto de salir este no se acabe derrumbando encima como con tadas esas falsas esperanzas que he tenido en las últimas semanas de dar con ellos.
Off: Lo cierro entonces ya, ya está bien así y con mi tardanza el tema se ha quedado bastante anticuado ya, ¡pero bueno!
- K-Mart:
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