Patrulla nocturna (Matthew Kowalski)

27 de noviembre
De madrugada

No podía dormir. A pesar de haber llegado a un lugar aparentemente seguro, su cuerpo permanecía en tensión y su mente alerta, demasiado para recuperar los buenos hábitos de sueño ahora que le era posible. Ni siquiera tener una cama confortable y en perfectas condiciones le aseguraba una buena noche de sueño.

Las veces que dormía lo hacía solo para caer en las garras de las pesadillas y despertarse sobresaltado. Tras varios intentos decidió desistir. Se vistió y salió de la cabaña para patrullar por el refugio, si gran parte de su trabajo consistía en ser parte del equipo de seguridad las patrullas nunca estaban de más, y eran una buena razón para estirarse y dar un paseo.

Obviamente llevaba sus armas, en un mundo lleno de muertos andantes siempre había que estar armados, incluso en un lugar como aquel, la muerte acechaba en cada esquina y si no se estaba preparado tú vida podría acabar en un instante. Incluso podría suceder estando preparado, pero esa no era razón para descuidarse.

Al salir de la cabaña, la luz de la luna le iluminó haciendo que pudiera vislumbrar lo que le rodeaba, no obstante encendió la linterna. En un lugar como él llevar linterna en la oscuridad era una buena señal para que no te confundieran con un muerto llegado accidentalmente al refugio.

Algo que no siempre es lo mejor en otros lugares, pues también podía atraer bandidos, pero en aquel refugio dudaba de que alguien quisiera atacarle. Acababa de llegar y ya había visto que ese era el mejor lugar de todos los que había visto durante sus andanzas en el mundo zombie. Era un lugar hermoso y estaban bien preparados, no era para menos pues se preparaban para una gran causa: la lucha contra Umbrella. Era curioso, en la mayoría de los campamentos lo único que solían desean era que no los metieran en problemas, pero ahí era el contrario. Se enfrentaban directamente contra la poderosa corporación. Tal vez por eso la llegada de un antiguo miembro de los Stars de Raccoon city, superviviente de la tragedia se había extendido como la pólvora por todo el campamento.

Como era de esperar todo se mantenía tranquilo, tan tranquilo como se podría esperar en un sitio como ese. No había señales de muertos y eso hacía que se tranquiliza, al menos en parte. De inicio tampoco había demasiada presencia de los vivos, todos se habrían resguardado en sus cabañas. Era comprensible pues se encontraban en pleno mes de noviembre y ya hacía bastante frío. Aunque Chris iba abrigado y tenía que ver todo ese lugar tranquilo y sin presencia de muertos, tal vez eso le ayudará a conciliar el sueño el resto de la noche.

27 de noviembre

No hacía casi nada de tiempo que Matt era un maldito nómada que vivía en el lugar que pudiera. Dormía donde sea que encontrará un maldito refugio y no pasaba más de dos o tres días en el lugar. Pero todo había cambiado hacía solo unos días cuando Ashley por un milagro ndenla vida había vuelto a aparecer. Una parte de él seguía molesto con ella pero la gran mayoría es que se sentía tan bien de saber que ella estaba a salvo. Por supuesto que habían mil cosas que solucionar pero cuando ella le había pedido que fuera con el al campamento no lo había dudado mucho, sin importar su enojo, el quería estar cerca de ella.

Aunque ahora estaban en el mismo campamento, tenía la impresión de que ambos se estaban escondiendo uno del otro, quizás ella no sabía como superar lo que había hecho o quizás era él quien no sabía cómo perdonar el pasado. Claro estaba que aún tenía sentimientos por ella porque hacía solo unos días que se habían encontrado y el había vuelto a besarla con fuerza.

La cabaña en la que se había instalado era increíblemente comida pero quizás ese era el problema, se había acostumbrado a dormir en el suelo, al aire libre y ahora que tenía un poco de lo bueno, no sabía aprovecharlo. Así que luego de darse un baño miro la ropa que el mismo había dejado en la cama, necesitaba lavar su uniforme, así que tomo la ropa que llevaba en su mochila y se vistió como cualquier hombre. Luego tomo su chaqueta y su paquete de cigarrillos, junto con el mechero.

Camino hasta la orilla del lago donde vio a un hombre parado allí -creo que no soy el único que no puede dormir- saco un cigarrillo y lo encendió para darle una larga calada. Se sentó en un costado y dijo -por cierto soy Matt, al parecer soy nuevo aqui- estiró la mano para saludarlo

Chris avanzaba a pasos cautos por aquel campamento, su mente completamente alerta. Todo le indicaba que las cosas en aquel lugar permanecían aparentemente tranquilas, pero un instinto forjado en un mundo post-apocalíptico, donde un segundo podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte, no era fácil de silenciar.

Tampoco debía ser silenciado. Aunque ahora se encontrará en un lugar aparentemente seguro, las cosas seguirían siendo igual de peligrosas en cuanto pusiera un pie fuera de aquel refugio. Incluso dentro no podía bajar la guardia, pues él sabía bastante bien lo rápido que podían cambiar las cosas. Su misión aquella noche consistía en que todo permaneciera en paz. No podía permitirse ningún despiste.

Pasaba al lado de las diferentes cabañas de aquel lugar, y de las ascuas recién apagadas de las hogueras que hasta hace unos momentos habían resplandecido con todo su fulgor. Nada que pudiera indicar peligro inminente, aunque la visión del bosque cercano no era precisamente tranquilizadora. A saber que clase de criaturas habitaban en aquel bosque, podría ser que los zombies fueran el menor de sus problemas.

Su instinto le llevaba a comprobar que no hubiera ningún peligro acechando entre aquellos árboles. Los iluminó con su linterna y no vio absolutamente nada, no avanzó más allá. Sabía que incluso siendo él, un hombre solo internándose en el bosque en plena oscuridad era una locura.

Así que cambió el rumbo de sus pasos y se dirigió hacia la zona del lago. Era una pena llegar hasta ese refugio cerca del invierno, en verano ese lago sería algo que podría alegrar sus días. Al menos podía darle una hermosa visión, observar el color azul de las aguas era algo que podía darle serenidad.

No duró demasiado, pues pronto sintió el sonido de unos pasos detrás suya. Chris se volteó en estado de alerta y alzando su pistola por si se trataba de un no-muerto. Lo bueno de su five seven es que tenía equipado un silenciador así que no le preocupaba provocar ruido que pudiera atraer la atención de más muertos.

Pronto bajó su arma al darse cuenta de que quien se acercaba era una persona viva. Era fácil notarlo por el estado no-pútrido que presentaba, su manera de caminar y de mirar; pero quedó claro cuando le hablo.

El hombre era alto, moreno con barba y tenía pinta de estar muy en forma.
-Encantado, Matt. Soy Chris Ford -dijo con cortesía estrechando la mano que el hombre le ofrecía a modo de saludo.

-¿Al parecer? -preguntó con una sonrisa irónica antes de encender el también un cigarrillo y sentarse al lado de Matt -no eres el único recién llegado. Yo apenas llevo aquí un par de semanas. Es difícil acostumbrarse a un lugar donde los muertos no traten de devorarte mientras duermes.

Dijo mientras daba una calada de su cigarrillo y su mirada se perdía observando el mar, adoptando una postura de tranquilidad y reflexión.

En este mundo no era extraño que te recibieran de esa manera, con un arma en la cara pero al menos el hombre no lo había recibido con insultos. Por alguna razón había creído que eso no te va a pasarle allí, sobre todo porque alguien le había dicho que allí andaban desarmados, cosa que el tampoco había cumplido ya que no sabía en quién confiar exactamente, por lo que levantó las manos con tranquilidad y hablo para mostrarle que el no era un zombie o una de esas mierdas de umbrella.

Lentamente bajo su arma y se presentó -es un gusto- camino hasta una roca y saco un cigarrillo para encenderlo. ¿Hacía cuánto que tenía ese maldito paquete? Los cigarrillos ya casi tenían un sabor raro pero era lo mejor que se podía encontrar en ese mundo. Dio una larga calada antes de explicar que era nuevo en ese lugar, solo conocía a un tipo que le faltaba un ojos y a Ashley, con la que se habían estado casi ignorando desde que había llegado

¿Será que algún día podrían dejar el pasado atrás? No estaba seguro de cómo iban a hacer eso, quizás el debía dar un paso pero había estado enojado tanto tiempo, que no sabía cómo hacer para dejar el enojo y el sentimiento de traición.

Lo miro con una poco de humor -creo que llevo dos días aquí, no conozco a nadie pero parece que ninguno de los dos pueden dejar los viejos hábitos- dio una nueva calada al cigarrillo y dejó salir el humo lentamente -es difícil no dormir con un ojo abierto pero sobre todo me cuesta acostumbrarme a la cama, he dormido tanto tiempo en el suelo que es extraño dormir en un lugar cómodo- sonrió porque recordó la vez que se había refugiado con una chica en un hotel, habían querido encontrar una cómoda pero gracias a la lluvia habían tenido que estar más atentos que nunca.

Chris se tranquilizó. Se había ofrecido a encargarse de la seguridad del sitio mientras estuviera en aquel refugio. Ni siquiera en el tiempo que le tocaba descansar era capaz de pegar ojo, así que el de seguridad era un buen trabajo para él. Sobretodo por su experiencia en el ejército y después en lo stars, no había muchas personas en el mundo que pudieran decir que habían sobrevivido a los sucesos en la mansión spencer, la catástrofe de Raccoon city y a la destrucción del puto mundo. Así que tenía sentido.

Chris respondió con un seco asentimiento de cabeza, antes de sentarse en la roca. El cigarrillo tenía un sabor extraño, pero fumar nunca fue cosa de gusto, se trataba de una fuerte adicción de la que era difícil escapar; y cuando tú día consistía en jugarte la vida una vez sí y la otra también ni siquiera merecía le pena hacer el esfuerzo.

Eso pensaba antes, ahora se preguntaba sí con la misión de destruir  Umbrella y formar un mundo nuevo para su pequeña hija, estuviera donde estuviera, había llegado la hora de intentar dejar de fumar. Esa era otra de las cosas que debía tratar con la almohada.

El hombre le dijo que solo llevaba dos días y no conocía a nadie, además de lo difícil que era dejar los viejos hábitos. Chris dio una calada a su cigarro de sabor caduco y añadió:
-Pues ya conoces a alguien. Soy uno de los que trabajan en la seguridad del sitio, tal vez deberías unirte. Es una forma bastante práctica de darle utilidad a los viejos hábitos.

Chris le dedicó una sonrisa comprensiva a la parte de dormir, lo comprendía demasiado bien…
-He dormido en muchos lugares, ninguno de ellos exento de irse a la mierda mientras duermes. Ni siquiera este, aunque todo parezca indicar lo contrario. No es una mala costumbre dormir con un ojo abierto.
Le dijo de manera franca, mientras seguía intercalado sus palabras con varias caladas a sus cigarrillos.

Off: siento la tardanza, iba a responder cuando me surgieron cosas que me hicieron distraerme más de lo normal.

Se había sentado en la roca fumando ese asqueroso cigarrillo pero aún así se sentía más tranquilo de lo que había logrado sentirse en mucho tiempo, quizás porque sabía que aunque el y Ashley ya no estaban juntos y que quizás jamás lograran dejar el pasado atrás. Ella estaba allí y estaba a salvo, lo único que necesitaba era encontrar a su hermana pero la verdad es que no tenía ninguna pista de ella y de lo que había pasado con ella, una parte de él sospechaba que se había transformado sino ¿Por que su padre haría lo que había hecho?

Trato de dejar todo de lado para presentarle atención al hombre frente a él -si, he estado viendo la seguridad del campamento, tengo algunas idas pero Nicholas me ha dicho que un tal Adam se encarga de la seguridad del lugar, pensé en hablar con el pero me han dicho que está fuera del campamento y que no saben cuándo volverá. Así que me he ofrecido para buscar víveres cuando sea necesario- pero la idea de ayudar en la seguridad le gustaba más, después de todo, para eso había entrenado toda su vida.

-Tampoco es malo relajarse de vez de vez en cuando. - en el ejercito ha Is aprendido a confiar en las guardias de sus compañeros así como ellos mismos habían aprendido a confiar en las guardias de él. A demás el problema no solo era estar alerta, casi había olvidado por completo el hecho de haber dormido en una cama cómoda. Y ahora no solo tenía eso, sino una ducha y comida.

Miro al hombre y lo analizo un poco -¿Militar o policía? - suponía que el hecho de usar un arma podría haberle deseado ventaja a los que eran como el mismo, habían aprendido a sobrevivir en lo peor, aún antes de que eso pasará