He vuelto...[Aiden, Kennedy, Matthew]

El viaje ha sido duro, tanto que se ha vuelto a quedar dormido, ya no recuerda a cual de los dos logró convencer para conducir hasta casa, pero solo abre apenas los ojos cuando siente que el vehículo se detiene, alguien ha tenido el decoro de bajar la música, pero los nuevos sonidos son peores.
Adam está roncando durmiendo a pierna suelta en el asiento de atrás, alargado, con la escopeta entre sus brazos como si fuera un osito de peluche.

Poco a poco se cuenta, de que al parecer han llegado, se incorpora sin decir nada, pisa el botón de la puerta trasera y después en la misma puerta coloca el seguro para que no se vuelva a cerrar, es entonces cuando se queda mirando el suelo de tierra, recordando casi con exactitud todo el lugar, no sabe si habrá puesto la vaya o no, pero sin duda, antes de bajar, toma aire, logrando atesorar el momento de haber regresado y ahber cumplido su promesa.

Conforme sus pies llegan al suelo respira hondo con fuerza, se da media vuelta y sale de la parte de atrás del vehículo para observar el bar en todo su esplendor, al fin, después de tanto, la sonrisa se apodera de su rostro mientras la busca con la mirada, si no la viera, empezaría a gritar su nombre antes de entrar.

"Al fin...Al fin..." Es todo lo que puede pensar, agotado después de tanto, pero motivado como si fuera a quemar un estadio de fútbol por pura diversión, y ya tuviera toda la gasolina lista, el mechero en la mano y tan solo, le faltara la señal.

Esta vez sí se había quedado dormido por completo y probablemente no haya sido la mejor idea del mundo dejar al chico conducir luego de encontrarse con esa cosa pero no ha Is podido hacer nada. Por más que había terminado riendo y disfrutando de lo que había pasado, su cuerpo le había pasado factura, estaba muy cansado y de verdad había necesitado dormir, por lo que en cuanto cerró los ojos, quedó dormido aún con la escopeta en la mano.

Abrió los ojos solo cuando el auto detuvo el movimiento y entonces Matt bajo del auto con tranquilidad mientras notaba que estaba en la puerta de un bar -Supongo que de aquí sale la trasmisión de radio- quizás no necesitaba usar la radio, quizás podía agradecer en persona. Se estiró un poco antes de acomodar la escopeta en su chaleco y colocar la mochila en su espalda.

Se giró para mirar a Balion que parecía que estaba realmente feliz se lo que estaba pasando allí - Supongo que llegamos- quizás hace unas horas no había entendido porque la sonrisa pero luego de que hablara de alguien, sabía que allí adentro estaba alguien esperando.

Dio un par de paso y miro al chico -¿ Estás bien?- dijo notablemente mucho mejor por el descanso que se había tomado

S O U N D T R A C K

Sonaba algo de Queen en la radio, pero ella apenas le prestaba atención ya que se concentraba en el trabajo que estaba haciendo, destornillador en mano apretaba unos tornillos de la tubería del desagüe del fregadero que acababa de cambiar apenas hacía unos minutos. Solo se veía la parte inferior de su cuerpo, ya que estaba tumbada bajo el mueble, boca arriba terminando el trabajo. Llevaba desde la salida del alba en pie, había pasado por la fábrica, como de costumbre en las últimas semanas. Cada día se acercaba y vigilaba que todo estuviera en su lugar, cerrado, sin zombies... acababa con los que merodeaban por ahí y los quemaba en el descampado de en frente. Luego regresaba al bar para entretenerse con la radio, comer algo y se ponía a seguir arreglando cosas del local.

— ¿Hmmm...? — frunció los labios y salió rápidamente de debajo del mueble, su cabello ahora de un color rojizo caía por todo su rostro, lo apartó con el antebrazo para no mancharse más. Le había parecido escuchar algo. Se limpió las manos con un trapo que tenía cerca y salió rápidamente de la cocina, no sin antes recoger la escopeta que tenía en la pared. Kennedy salió fuera del bar arma en mano, masticando chicle porque era lo único que había por allí para no empezar ni a beber, ni a fumar tan temprano. Lo de su cabello, fue un largo día de aburrimiento en Wakulla Beach... más tarde podría contarlo tal vez, ahora sus ojos se posaban en los de Adam, quien acababa de bajarse del coche. Su cuerpo se relajó notablemente a la vez que una sonrisa aparecía también en su rostro, ni siquiera le importó que el ex-navy seal llegara con más gente, ni les prestó atención. Dejó caer la benelli hacia un lado y recorrió la distancia entre ambos en apenas unos segundos, los que tardó para lanzarse a sus brazos, rodeandole con todas sus fuerzas.

Besó sus labios con la necesidad de dos largos meses sin él, por todo lo que le había extrañado y por todo el miedo que sentía de que no fuera a volver. No fue necesario decir absolutamente nada más.

Luego de un largo viaje parecía que habían llegado, se había turnado lo de conducir pero aún así el joven O'Connor moría de sueño; estaba agotado y lo único que quería era dormir por años. Aparcó para apagar el motor y quitar las llaves del contacto, se levantó de la parte del piloto para poder ir a por sus cosas; cuando las tuvo junto con él bajó del vehículo bostezando.

Se encontraba a un lado, había dejado su mochila en el suelo y estaba pasando una de sus manos por su nuca para poder quitarse el pañuelo de su brazo; tomó lo poco de agua que le quedaba y obviando que estaban allí todos, mojó la herida/quemadura para poder cambiar de tela. Era bastante previsor y pese a que en su mochila no tenía tanta ropa había roto una camiseta en tiras de tela para poder ponerse una de ellas en su brazo y atarlo.

—Agotado, creo que podría dormir hasta el año que viene —respondió mirando hacia Matt, obviando a la chica que acababa de salir a recibir a Balion.— En cambio, tú pareces renovado —comentó alzando una ceja riendo.

-Cariño...Hoy es viernes...-Es todo lo que dice, pasan unos pocos segundos y la música cambia sola y empieza a sonar algo diferente a Queen. Abre los brazos y la recoge con fuerza contra su pecho, siente como la agonía de todo un imperio se esfuma, como la frustración del artista más atascado renace como la melodía más pura que ha escuchado jamás, la presión que sus músculos ejercían se vuelve una pesadez, una carga muy pesada que se alivia con cada lágrima, no son muchas, pero son las suficientes como para dejar ir el suficiente dolor contenerlse y besarla con todas sus ganas, es lo que más ha estado deseando durante dos largos meses.

Una sonrisa se dibuja de nuevo en su rostro, empieza a besarla cada vez con más ganas, se le escapan unas risillas y sus manos la toman del rostro para mirarla de cerca para volver a verla de nuevo como tanto la ha estado recordando.
-Te queda de puta madre...Las cosas como son...-Hace una mueca de aprobación y después se echa a reír, la abraza con fuerza da un par de vueltas con ella y antes de dejarla en el suelo y decirle con todas sus ganas.
-Entonces una pizza para celebrarlo esta noche!?...-Tanta es su alegría que por un instante él mismo ha olvidado que no ha venido solo, y sigue en su propio lenguaje, hablando con ella, haciendo referencias a cosas que han vivido juntos, a recuerdos que aunque han sido en parte amargos, no los cambiaría por nada del mundo, como tampoco a ella.

No le sorprendía que el chico estuviera agotado, pero Matt no ha Is podido mantener los ojos abiertos -bueno, creo que...- una pelirroja salió del bar con una escopeta en la mano y solo por una pequeña fracción de segundos Matt pensó que la mujer les iba a apuntar, pero en cambio sus ojos se posaron en los de Balion y corrió hacia el, entonces supo a quien habían venido a buscar ese día, definitivamente no era el único que había tenido a una mujer en su mente.

Mantuvo el silencio mientras ellos se besaban y acariciaban pero termino por acercarse al muchacho y codearlo con una sonrisa, ver un reencuentro no era algo muy común para nadie en esos días y su último reencuentro había sido un completo desastre así que dejó que esos dos disfrutarán del momento.

Entonces luego de un par de minutos donde parecían haberse olvidado de ellos Matt Tose suavemente para llamarles las atención y mira a la pelirroja -lo siento, no quiero interrumpir pero ¿Tendrás algo de agua y algo de hijo y aguja?- entonces mueve su ropa para mostrar el corte que la última cosa le había hecho. Y luego de eso mira a Balion - podrías presentarnos?- porque aunque entendía la emoción del hombre por estar con su mujer, Matt no pensaba quedarse de espectador para lo que seguía.

Estiró la mano y dijo - soy Matthew. Hace unas horas trate de comunicarme contigo pero tuvimos que volvernos porque alguien perdió mí motocicleta- dijo como si en realidad no hubiera pasado nada importante, si Balion decidía contarle la verdad a su novia, era asunto de él, no quería preocuparla si no era necesario

S O U N D T R A C K

— Osea te pierdes dos meses ¿y eso es lo primero que me dices nada más verme...? — Kennedy se apartó ligeramente de él para darle un fingido manotazo de molestia en el brazo, pero su expresión no pudo cambiarla, ella seguía mostrándose con una amplia sonrisa, feliz de verle de nuevo. Le había prometido que iba a regresar de nuevo, pero conforme pasaban los días ese miedo a creer que eso no iba a pasar la invadían.

— Oh... — alzó ambas cejas al recordar que no estaban solos y se apartó de Adam para mirar a los dos tipos que le acompañaban. — ¿Agua? Es un bar... nah sí que tengo — se giró hacia la puerta. — O eso creo... — añadió en voz baja. — Tengo un botiquín dentro, podéis usar lo que necesitéis — explicó. — Y mucha cerveza, no he estado bebiendo últimamente... — añadió mirando de reojo a Adam con cierta diversión.

La, ahora pelirroja, entró en el bar, el cual estaba mucho más limpio ordenado que nunca, durante aquel tiempo había recogido, limpiado y arreglado la mayoría de desperfectos. Se acercó al baño para regresar después con un botiquín.

— Hay hilo, gasas, uspirim, adravil... — iba diciendo mientras sacaba las cosas. — ¿Y bueno, me vais a contar qué os ha pasado en este tiempo? — dijo tras meterse en el interior de la barra, sacando cuatro botellines de cerveza, sin preguntar comenzó a abrirlos, mientras que en la radio comenzaba una nueva canción.

No es que le incomodara ver como otros se mostraban afecto entre sí, bueno... Sí pero sabiendo que estaban en tiempos difíciles, esa escena le pareció un tanto enternecedora pero aún así su mirada se desvió hacia su brazo; Balion y Matt sabían de la existencia de esa herida pero la mujer no, esperaba que no le interrogara.

Estaba agotado, bastante agotado. Escuchó voces por lo que alzó la mirada e internamente agradeció que la chica notó la presencia de dos personas más, siguió a esta hacia el bar para así poder tomar uno de los botellines que había abierto.

—Gracias —dijo el joven con una leve sonrisa, podía notarse el cansancio en su rostro pero aún así buscó un lugar donde sentarse para ir hacia allí.

Dejó la botella en la mesa para poder poner su mochila a un lado suyo y dar un trago largo al agua, dejaría que le explicaran todo ellos; su mente aún tenía que asimilar todo lo que les había pasado.

-Claro, ellos Son Matthew Kowalski y Aiden...O Connor...Y ella es Kennedy, mi compañera...-Creía haberse olvidado del apellido de Aiden, pero no, así que tras presentarles, deja espacio para que puedan conocerse todos.
-Habrá tiempo para todo lo que quiero decirte...-La mira cómplice por última vez, desde ese momento, aunque todos entran al bar, el se fija en el alrededor, no ha puesto la verja, pero si ha reparado las ventanas, es suficiente para la cena.

Empieza a descargar cosas del coche, bolsas, con materiales, herramientas, munición, armas, ropa, sí, está deshaciendo las maletas, no parece tener intención de volverse a marchar de allí, al menos esa es la impresión que da por como va descargando el vehículo, pasado un par de minutos, con la sombra cubriendo el porche en plena tarde, decide entrar al fin y no es hasta que termina sin camisa que no se queda agusto, toma el botellín y si no está abierto, lo abre él tan solo con las manos, tiene truco.

-Ya le habéis contado lo de la serpiente gigante en llamas...-Animado, con la cabeza en otra parte, parece estar bien como siempre, pero al mismo tiempo por como mira a todos lados, no encuentra un sitio donde sentarse agusto, no sabe que hacer o dónde ponerse con tantas cosas que tiene en la cabeza, por lo que opta por una sencilla taréa, sentarse en la barra y poner sobre ella el fusil de asalto, a comprobar realmente los daños.

-Por cierto, encontramos un USB que contiene datos de Umbrella, tenemos algún ordenador por aquí al que se lo podamos conectar?...-Concluye, en la misma bolsa del rifle parece llevar un montón de cosas y asiente repetidas veces hacía Kennedy.
-He encontrado harina, y levadura, con aceite sal y azúcar podemos hacer la massa para las pizzas...Y además...-Asiente varias veces-...He vuelto a traer regalos...-Se ríe ligeramente, esperando a ver quien de los dos, si Matthew o Aiden se anima a contarles su última andanza juntos.

Le hubiera gustado no interrumpir a la pareja que parecía realmente feliz con haberse vuelto a encontrar y por un momento sintió algo de envida pero se estaba muriendo de sed y la verdad es que ahora que su cuerpo se había relajado, aquel corte le estaba jodiendo demasiado, por lo que se vio obligado a toser e interrumpir. Ella los miro como si recién hubiera notado su presencia pero Matt sonrió con amabilidad, después de todo, no podía culparla por disfrutar que el hombre que quería estuviera allí.

La siguió con tranquilidad y dijo -creo que lo de poder beber ya me ha hecho muy feliz- miro a Aiden y dijo - ¿Que puedo decir? Hay que verle el lado positivo a las pequeñas cosas- solo bromeó un poco. Una vez adentro se sentó en la barra y tomo la botella que ella le había ofrecido - gracias- dijo con amabilidad mientras miraba a la mujer.

Balion se había qué afuera haciendo, dios sabe que cosa pero Matthew sonrió al pensar lo que había pasado -bueno, parece que los tres tuvimos la gran idea de buscar suministros en un gran centro comercial- dio otro trago largo a la cerveza -uno con muchos, muchos zombies. Y C4 ... Y al parecer también la casa de una serpiente gigante - hablaba como si hubiera dicho que salieron a comprar pan.

Volvió a mirar a la mujer - supongo que ya sabes que tu hombre está completamente loco ¿No?- no era una niña insulto, casi lo decía como un halago. Miro a sus costados y luego le sonrió -no le digas que me divierte o terminará convenciendome para que vayamos a meternos en una base de umbrella o alguna cosa de locos- dejó salir una suave risa y luego dijo -pero ya en serio, tu hombre se arriesgo por nosotros. Le debo una-

En ese momento Balion entro y el se quedó callado para darle un nuevo trago a su cerveza -no, eso quizás quieras contárselo tu mismo- aunque Matt no le había dado detalle, estaba seguro que la mujer frente a ellos podía imaginarse lo difícil que había sido todo.

Dejó que Balion hablara con su mujer mientras el se dedicaba a terminar su cerveza, casi sin darse cuenta saco una fotografía y comenzó a mirarla, aún podía recordar aquella fiesta y como ella ha Is terminado ebria bailando para el. Una sonrisa se dibujó en su rostro, el también quería llegar donde ella estaba, era hora de dejar el pasado atrás

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— ¿Necesitas ayuda con eso? — preguntó al que parecía mucho más joven. — Puedo curarte si quieres, aunque posiblemente te quede una buena cicatriz si te coso yo... — las cosas claras, ella no tenía mucha práctica en coser heridas.

— Así que ahora hay serpientes gigantes con fuego... — hizo una mueca. — Creo que será mejor que beba — dio un trago a la cerveza. — No tengo nada aquí para poder verlo — se encogió de hombros, pero eso no era lo que más le preocupaba. — ¿Cómo lo habéis conseguido? — enarcó una ceja. — En las oficinas de la fábrica sí hay — recordó, aunque no estaba muy segura de si funcionarían.

Aunque sí se olvidó de algunas cosas cuando Adam hizo saber que si querían podrían cenar pizza. Ella sonrió al escuchar eso. — Y será cierto al final eso de que lo bueno se hace esperar... — le dijo solo Adam, cuando pasó por su lado y no se sabía a qué se refería, podía ser por la pizza o por él, por la forma en la que lo dijo.

Se acercó al muchacho para ver su herida.

— Apoya tu brazo en la encimera y deja que lo vea — comentó mientras colocaba los utensilios que iba a necesitar a su lado. — Por aquí estamos sobrados de locura... — añadió de forma distraída mientras sacaba el hilo y la aguja de los paquetes, no sin antes haberse limpiado las manos, con alcohol incluso. — Te guardo el secreto — guiñó un ojo a Matt.

— Eso Adam, cuéntame — ella puso sus ojos sobre Adam, pestañeando ligeramente. Parecía algo divertida, aunque era consciente de que aquella historia no iba a serlo, pero afortunadamente todos estaban allí sanos y a salvo, por lo que no había nada que lamentar. Podrían cenar pizza y descansar, eso seguramente para los chicos sería algo increíble después de todo. Kennedy no podía evitar sentirse algo recelosa, siempre, con las visitas, pero aquello era diferente. Adam parecía confiar en ellos y ella confiaba en él plenamente, por lo que no tenía nada por lo que preocuparse. Además resultaba agradable poder conversar con otras personas en vivo.

Seguía con su mirada en la botella mientras escuchaba hablar a los allí presentes, una leve risa salió de su boca al escuchar a la mujer medio sorprenderse por lo que decían; alzó la mirada mirando hacia ella asintiendo para luego mirar hacia Balion. Recordar lo de la serpiente para el más joven de todos era horrible, pues seguía con la imagen del ser en su mente.

Pudo notar que la mujer se había acercado donde estaba él, no sabía si enseñarle la herida pero eso hozo; se quitó el trozo de tela, apoyando su brazo en la mesa. La herida del antebrazo ya no parecía una mordida, parecía más bien una herida mal curada pero había decidido que fuera así y todo para evitar que le cuestionaran.

—Y debo decir que no fue fácil de matar —comentó asintiendo.— Balion —señaló con la cabeza hacia donde estaba este— terminó con ella, cuando fui en la búsqueda de ellos dos —ahora señaló a Matthew con la cabeza, también;— lo tenía pegado en su espalda pero eso mejor que te lo cuente él, el como logró acabar con ese ser.

Había presenciado casi todo y en sí había sido muy épico, él no se hubiera atrevido a terminar con esa cosa; pues parecía un ser difícil de matar. Volvió su mirada hacia la botella para dar otro trago y ya apoyarse en sus brazos cerrando los ojos intentando descansar.

Son esos pequeños momentos lo que consiguen que todo sea tan especial, él lo sabe bien, pero por lo pronto, necesita su tiempo para él, no ha dicho nada, pero en realidad, no se siente a salvo, está marcado por Umbrella y esos dos lo saben, parece que de eso no le han hablado a Kennedy así que decide ir por ahí cuando le preguntan.
-Sí, no hay monstruo ni ser vivo que pueda derrotarme, soy el puto aquiles...Pero mira que talones!-Su voz a pesar de tener un tono de jolgorío y humor suena pausada y meditada su mirada está cargada de serenidad, como si no fuera la primera vez que dice algo así, pero esta vez sin ironía, mirándola a los ojos sin pesar ninguno, para transmitirle toda la tranquilidad posible.

Tiene claro que no va a presumir delante de nadie de como lo hizo, cuando casi no lo cuenta y tuvieron que sacarle a rastras de allí.
-Me salvaron la vida, esos dos, si no fuera por ellos yo no estaría aquí...-Se acerca hasta la radio para cambiar la música, ya lo tenía más que planeado y con ello, con los ojos entrecerrados se retira a darse una ducha, le da igual las heridas que tiene, está vivo, más vivo que nunca, tras largo tiempo padeciendo, tras tantos caminos, tantos kilómetros y adversidades, tanta sangre derramada y amigos caídos, pero al fin, está en casa.

El agua cubre su cuerpo y siente como el dolor se marcha con la suciedad y los restos de sangre reseca y pólvora, cuando se da cuenta se ha metido vestido y todo, con una sonrisa de oreja a oreja, con la cabeza apoyada contra la pared, sabie bien que aunque ha llegado a casa le ha costado el odio de lo único que podía interponerse entre él y la felicidad, incapaz de olvidar las palabras de su antiguo mentor.

Su mente recorre pensamientos y recuerdos a gran velocidad mientras el fresquito del agua consigue que se de la vuelta y cierre los ojos dejando que el agua le bañe bien la cara. Está muy cansado, solo quiere dormir o morirse de una vez, pero como no, esta el tema de que eso sería rendirse.


Una mano se posa primero y con la otra de un salto sale de la ducha para desvertise y ducharse de verdad, se le escucha cantando desde la ducha entre sus risas y sollozos, está en casa, cada vez lo está aceptando más, sin embargo bien sabe que deben librarse de la sombra de Umbrella, no solo eso, allí hay gente secuestrada con la que están experimentando.

Sale en ropa interior, se nota que le da igual lo que piense nadie y sin más se acerca a tomar lo necesario, la harina, la levadura, algunos cacharros y una libretita, se va hasta la cocina y deja las cosas, pero se da otro paseo ahsta subir el volúmen, y con ello se enfrasca en lo que tiene que hacer.

Observa sus anotaciones y empieza a buscar cacharros donde poder meter los ingredientes, no ha vuelto a decir una palabra, tan solo se le ve sonriendo con los ojos entrecerrados, disfrutando, de las cosas más simples, como tener un techo, calor, comida, compañía, libertad...Sigue vivo, existe, simplemente existe disfrutando del baile que obligatoriamente se marca totalmente embriagado por la melodía que escucha.

Se nota por como canturrea y se mueve que no quedan preocupaciones en su mente, solo la idea de que esa noche van a cenar algo que lleva años sin comer.

Esta vez miro a Aiden a su cara de cansancio y de preocupación y sin pensarlo más termino por reír suavemente y negó -chico tú necesitas una cama- en cambio el volvió a beber, sin importar la herida, la verdad es que necesitaba beber un poco mientras asimilaba, no solo lo que le había pasado ese día sino las decisiones y los cambios que iba a to.ar su vida desde ese momento en adelante.

Balion había vuelto y pensó que lo mejor era que el fuera quién decidiera hasta donde contar y hasta donde no. Se apoyó en la barra y saco la fotografía. La sonrisa se dibujó automáticamente y pensó ¿Cómo iba a hacer para que funcionarán? No le importaba, tampoco el hecho que ella hubiera trabajado para umbrella, ahora estaba haciendo bien las cosas y eso es lo que el quería tener en cuenta en el futuro

Miro de reojo el USB y dijo -no lo enchufes. Al menos no en los lugares seguro, jamás sabes quién puede estar rastreando esa cosa- aunque nadie había hablado de umbrella, estaba seguro que Balion entendería a la perfección.

Ella pasó donde estaba Aiden para ayudarlo con la herida y Matt aprovecho para quitarse la chaqueta y la musculosa para ver su propia herida y usar las cosas que ella había traído para desinfectar. Pero levantó la vista cuando dijo que ellos le habían salvado la vida y el negó -no hice nada que tú no hayas hecho antes. - le restó importancia a su propio comportamiento y siguió limpiando su herida sin notar que había dejado su fotografía en el mostrador.

Por un momento miro a Balion marcharse y noto el cansancio en sus ojos, pero no un cansancio físico, sino ese cansancio que llevas en el alma, ese cansancio de vida ¿Cuántas mierdas habrá pasado? Todos los pensamientos se agruparon en su cabeza pero no dijo nada, sabía cómo se sentía. Así que cuando esté se marcho y ella se quedó con ellos Matt dijo -te necesita ¿Sabes? No sé cómo es confidencial ando están solo pero los soldados solemos guardar el peso para nosotros. - le dijo con tranquilidad -pero por lo que veo, eres su salvación-

Una vez que terminó con su herida le puso una venda y se acomodo la camiseta nuevamente para meter la mano al bolsillo y sacar el pequeño collar con una sonrisa. Había salido de allí y volvería a verla.

No es que un hombre en ropa interior le molestara pero no evitó mirar lo que estaba haciendo y reír - ¿Tienes otra? - le dijo a la mujer mostrándole la botella vacía, porque por un momento, en el lugar reinaba la paz, muy a pensar que Balion estuviera bailando mientras cocinaba - casi hasta tengo ganas de ponerte un billete por el baile- le dijo bromeando y comenzó a buscar en sus bolsillos. Los billetes no servían para nada pero aún así debía tener uno ¿No?

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— Tranquilo Aiden, tú bebe — sería lo mejor, pues al descubrir la herida, a Kennedy no le gustó lo que vio y sí, sería conveniente que el joven tomara algo de alcohol para ayudarle con el dolor. ¿Qué edad tendría aquel chaval? No pudo evitar recordar a Damian, era inevitable. Ella se concentró en limpiarse las manos y ayudarle con la herida al joven mientras los otros dos continuaban hablando. — Oh... tú también — dijo al ver la herida del otro. — No ha sido un paseo por el campo, ¿eh? — comentó con la mente en blanco. Kennedy estaba tratando de prestar atención a esos dos, de escuchar lo que decían, pero no podía evitar sentirse más preocupada. Tragó saliva volviendo a la realidad cuando Matt le dijo aquellas palabras sobre Adam y sintió el nudo con mayor fuerza en el interior de su pecho.

No pudo decir nada, entendía de lo que hablaba. En aquel momento decidió volver a centrarse en las heridas de sus huéspedes, Kennedy le pasó las cosas a Matt para facilitarle el trabajo al hombre mientras ella limpiaba la herida de Aiden y después le daba algunos puntos de sutura.

— Detrás de la barra — le indicó a Matt, para que buscase la cerveza. Ya casi estaba con la herida del muchacho, aplicó antiséptico sobre los puntos y la tapó con una venda y esparadrapo. — Pues creo que ha quedado bastante bien... — parpadeó revisando bien el trabajo y se apartó para mirar de reojo en dirección a la cocina. — El botiquín está aquí por si queréis alguna pastilla, o desinfectar otras heridas, toda la bebida está justo detrás de la barra y al final del pasillo está el baño y el dormitorio, si queréis descansar, ducharos... ya sabéis — el bar era bastante amplio, la sala principal con la barra y detrás la cocina y luego el pasillo en el lado derecho de la sala que daba al resto de estancias, entre ellas los baños, dormitorios y garaje. No había gran pérdida y no le importaba que ellos investigaran, no tenía tampoco mucho que ocultar. Se fue tras la barra al interior de la cocina.

— ¿Necesitas ayuda con algo? — preguntó mientras se acercaba a él por la espalda y le abrazaba con fuerza. Apoyó su rostro sobre su espalda y se quedó un rato así, sin moverse o decir nada. Ella era muy consciente de que aquel día podía no haber pasado, de que podían no haberse vuelto a ver, ellos no habían parado de decirlo, incluso de hasta bromear... así que necesitaba eso, ese momento. Había esperado dos largos meses, sin apenas recibir noticias suyas. — He estado preocupada... muy preocupada — susurró.

Kennedy le transmitía confianza pero seguía reticente a que alguien más supiera que había sido mordido, aunque parecía no estar tan sorprendida; eso le hacía saber que no era el único inmune. Al escuchar ese comentario soltó una risa mirando hacia su herida, parecía que la joven sabía lo que hacía; se lo agradecía, pese a que se había auto quemado el brazo para ver si cicatrizaba de una ahora parecía que la herida estaba mejor.

—Es de hace unos meses —respondió, podía verse que no era reciente; cuando terminó de curarle sonrió hacia esta.— Gracias —dio otro trago a su botella de agua para alzar la mirada hacia Matt.

Luego de que terminara de curarle del todo, asintió ante todas las indicaciones de la joven; estaba claro que iría a lavarse un poco para después ir a descansar. Se levantó para poder ir hacia donde estaba el botiquín y coger algo para poder curarse alguna que otra herida, eran raspones más que nada, en sus brazos y costado. Luego de tomar lo pertinente se dirigió hacia el baño para poder lavarse y curarse, si bien tenía algo de ropa limpia en la mochila; una vez terminó, recogió todo y volvió junto con Matt. Estaba agotado pero no quería descansar, aún.

Es consciente de que ha llenado la casa de Kennedy de desconocidos, pero al mismo tiempo también sabe que ha traído a personas en las que hasta ahora ha podido confiar perfectamente. A pesar de su baile no pasa desapercibido que lo abraza y transmite cariño, Adam parece no tener suficiente y mientras le sigue hablando, la abraza quedando ella de espaldas a la mesa, mientras cocina, juntando su frente a la de ella, llenandola de harina en el proceso.
-Sí...Cariño...Estoy intentando no emocionarme más de la cuenta, tenemos invitados...Me gustaría que me alcanzaras todo el condimento que tengas, si te queda bacon y sobre todo queso, para que hagamos la mozzarela, además recuerdo que te traje diferentes quesos, podría ser el día perfecto para usarlos no crees?...-La besa tomándose un momento de descanso.

-Si sigues mirando si que empezaré a cobrarte Kowalski...Por cierto! Podrías ayudarme con algo Matt? He pensado que como hace frío vamos a encender un fuego, quiero una fogata delante del bar, una donde podamos tostar cosas con un palo, una buena Matt, hay bastantes piedras y escombros ahí fuera para rodear la zona donde la pongas, será divertido cenar algo del viejo mundo observando el cielo estrellado...-Responde tranquilamente ante las burlas de los demás.
-Eh Aiden!...-Levanta la voz un momento llamándole la atención-...Estás bien?...-Se nota en la mirada de ex-capitán que está preocupado por lo poco receptivo que está el chico, aunque también entre las caricias de su compañera y que sabe que igual necesita tiempo como todos, lo deja estar por ahora y vuelve a lo que estaba haciendo.
-He traído más regalitos mi bella sirena de fantasía...He traído cosas...-Asiente con la cabeza divertido y muy contento-...Esta vez he traído cosas...-Sigue dándole bombo hasta que al final le susurra a su oído.
-Pero no te las daré hasta que nos quedemos solos...-Termina por darle un ligero mordisquito en la oreja y abrazarla con fuerza, levantándola al aire un par de veces más.

-Espero que os guste la carne a todos, esta noche a todo el que sea vegano probará algo nuevo, porque vive dios que esta noche vamos a cenar lo que sea con Bacon! De momento pizza múltiples quesos con Bacon, alguna objeción al respecto? No? Lo que yo pensaba...-No ha dejado de mirarla en todo momento, está tan embelasado que le cuesta no dedicarle a ella todo su mundo, aun así lo logra.

-Aideeeeeeen! En 30 minutos estará la cena! Lávate detrás de las orejas!...-Imita la voz de una señora mayor esperando animar al chico un poco, después se pone ya a mezclar la masa, para ello usa una mezcladora eléctrica de mano, se queda mirando la masa un momento, es cuando decide que mejor usar directamente dos.
-Las mejores Pizzas de todo Talahasse señoras y señores! Hi Ha!...-Conforme las guitarras se intensifican empieza a mezclar con ganas moviéndo las batidoras por toda la gran massa.

Parece haber logrado evadirse por un rato de todos los problemas que los persiguen y atormentan, no quiere ver a nadie parado ni con demasiado tiempo para pensar, no hasta tener el estómago lleno y la mente serena.
Sea perceptible o no, Adam de reojo los tiene a todos controlados, lo que hacen, cuanto tardan en hacerlo y con que habilidad si puede verlo en cada momento.
-Matt! Como va el fuego!? No veo a la serpiente!...-Se intenta aguantar la risa mientras mezcla la massa cual poseso.

Le sonrió a la pelirroja cuando so le dijo que lo mejor era que bebiera. Matt había pasado por heridas peores pero se imaginaba que solo estaba intentando ser una persona atenta. Se preguntó ¿Cómo había terminado con Balion? No es que el no mereciera a una buena mujer pero le daba la impresión que el no era exactamente el tipo más romántico. Quizás solo estaba dejándose llevar por las apariencias y cuando estaban solos, era otra persona. Todos los pensamientos se amontonaban en su mente, quizás porque intentaba no pensar en sus propios problemas. Aún estaba la fotografía en la barra así que la miro solo un segundo y sonrió.

Una vez que terminó con su herida, guardo la fotografía en su bolsillo, junto al collar que había conseguido para Ashley y le dio la vuelta a la barra - oye- espero que la pelirroja lo mirara y con una sonrisa amistosa para terminar de decir -gracias por recibirnos y por brindarnos ayuda. Creo que aceptaré la ducha - todos necesitaban una ducha pero sobre todo, creia que era correcto dejar a Balion compartir un momento con su mujer.

Cuando el chico se levantó y fue al baño, Matt destapó otra cerveza y sonrió, aquello era un momento dulce pero aún le faltaban algunas cosas. Sabía que al llegar a Silver lake arreglaría una pero la otra. Bueno, con la otra no había nada que hacer, ya había pasado mucho tiempo desde que había perdido el rastro de su hermana y eso quedaría para siempre en su mente.

Tenía la vista clavada en la cocina aunque pensaba en otras cosas. Aunque al escuchar su apellido se levantó camino hasta la puerta de la cocina -¿Que necesitas?- a diferencia del muchacho, Matt había descansado así que aún podía estar bastante activo. La idea de hacer una fogata le pareció interesante y casi como una broma le hizo una venia  -si señor- dijo antes de girar y comenzará a buscar algunos papeles de periódico. Se acomodo su chaqueta y salió afuera.

-Ya voy preciosa- murmuró cuando salió del bar y miro hacia el cielo, casi como si Ashley pudiera escucharlo. Luego comenzó a buscar pedazos de maderas y armar la pila para poder encenderla. Puso la mayoría de papeles en el centro y lo encendió. Poco a poco el fuego comenzó a tomar algunas maderas y el comenzó a alimentarlo lentamente. De adentro escucho a Balion decir algo pero no pudo entender, suponía que si fuera algo importante saldría a decírselo.

S O U N D T R A C K

Nunca, nunca había visto a tantas personas a la vez en Tallahassee y aunque puede que en un pasado lo hubiera visto como un sacrilegio, ahora Kennedy se reía con ganas de los chistes de Adam, la forma de responder de Matt... sí, por un momento se sintió de nuevo en casa. En aquel viejo jardín de Georgetown, con su familia. Jamás creyó que volvería a recuperar eso y de una forma u otra esas sensaciones se reproducían sin darse cuenta de ello. Los tiempos cambiaban, evolucionaban y uno debía aferrarse a lo que le quedaba. No era ni mejor, ni peor que Georgetown, era igual de especial o incluso más, en el apocalipsis nunca se sabía cuando podía ser tu último día.

— ¿Sabes? Voy a hacer una sección en el programa de Tallahasee, se va a llamar Cocina rico en el apocalipsis con Adam Jensen — la pelirroja se reía de él, pero con todo el cariño del mundo, porque adoraba esa personalidad tan viva Adam y la forma en la que los ponía a todos en movimiento sin dar tiempo a que los ánimos decayeran. Tras decir aquello último le devolvió el beso, con otro mordisco, ahora de su parte. — Me había duchado hoy, pero bueno... — se limpiaba la harina de la cara y con sus mismos dedos, recorría los brazos y espalda de Adam para devolvérsela y mancharle a él también.

— Por aquí... — se fue a buscar las cosas que le había pedido, no estaban lejos, en uno de los mismos armarios de la cocina. Se las dejó a un lado y se sentó al otro de la encimera, donde aún quedaba espacio limpio, o algo limpio sin harina. — Bueno, esperaré con ganas — respondió en el mismo tono que él. Se quedó mirándole mientras trabajaba en la masa al son de la música. — ¿Sabes que te adoro mucho?

Kennedy saltó de la encimera para volver al bar, pero antes, al pasar a la altura de Adam, mordió su hombro con fuerza a la vez que reproducía una especie de gruñido salvaje. Kennedy seguía riéndose mientras dejaba la cocina.

— ¡Voy a echar un cable a esta gente, no vaya a ser que me quemen el bar! — prácticamente lo gritó, para que se la escuchase bien por encima de la música. — Vamos Matt — salía al exterior del bar. Lo que Adam había pronosticado era cierto, se avecinaba un día frío. Kennedy se acercó a uno de los laterales del local para recoger las rocas y ponerlas delante. Al final hasta tendría el típico jardín con hoguera para quemar nubes.

Se había sentado en una de las sillas del lugar observando todo, pudo escuchar a Balion lo cual le hizo mirarle y asentir; era agotamiento, estaba agotado y pensativo pero más lo primero. Alzó su brazo para hacer un gesto de 'ok' con sus dedos junto con una sonrisa hacia el contrario pero esa sonrisa pasó a ser una mueca al volverle a escuchar.

—¡Eres peor que mi madre! —exclamó desde donde estaba rodando los ojos.— Y eso es decir... —murmuró para sí, suspirando. ¿Qué habrá sido de sus padres? Era una gran incógnita, necesitaba volver a Nueva York o a West Point; necesitaba respuestas.

Vio a Matt salir e ir a encender el fuego por lo que se levantó de la silla para poder ir a ayudarle, pudo ver que Kennedy se unió a ellos; a lo lejos escuchó algo por parte de Balion pero no pudo entenderle, aunque mirando el fuego se percató de que podría tratarse de la serpiente que este había quemado.

La hoguera le hizo sonreír, pues recordaba esos momentos en familia en el jardín de su casa o cuando iba a las montañas con su tío y su padre e incluso a West Point; ¿extrañaba esos días? Sí, aunque se estuviera preparando para entrar en la armada era algo que les ayudaba a desconectar.