Cuestión de salud [Matthew Kowalski]

— Buenos días — su voz sonó llena de cariño. Ashley se estiraba en la cama y le plantaba un beso en los labios a Matt. Los últimos días habían cambiado tanto... pero todo para bien. Ashley había estado en su pequeña burbuja, sin salir del campamento, sin problemas, todo había estado tan tranquilo que en días como aquel ella se preguntaba si acaso estaba soñando. — Vamos Matt, no te hagas el remolón, prometiste que hoy realizarías una guardia — Ashley, movió entre las sábanas hasta sentarse sobre él. — Vamos amor, te prometo que luego comeremos juntos y pasaremos la tarde, como tú quieras — le sujetó por los brazos y se acercó de nuevo a él, buscando sus labios, para besarlos con mayor deseo y cariño.

Ashley salió primero de la cama para vestirse rápidamente, hoy le tocaba a ella turno en la enfermería, ya que Hannah estaba ocupada con otras tareas. Así que no tardó en vestirse. — ¡Matt! Me harás llegar tarde, porque como no salgas de ahí volveré otra vez — pero no quería llegar tarde, así que tras volver a darle un beso rápido se despidió.

— Nos vemos luego tesoro — Ashley se machó por la puerta, una vez que estuvo lista, terminando de atarse las botas y saltando a la pata coja. Cruzó el campamento como de costumbre y para cuando llegó a la cabaña que servía de centro médico se topó con que esperando fuera había un par de personas esperándola.

— ¡Hola! Si que habéis madrugado hoy — se trataban de un par de refugiados de allí que deseaban hacerle una consulta médica. Ashley recetó un par de medicamentos, que ella misma anotó luego en la lista de materiales. Funcionaban así, entregaban medicinas y las anotaban para después buscar nuevas. Tan sencillo como un inventario. La mañana transcurría con calma, sin mayores novedades, Ashley atendió a un par de personas más y siguió con el inventario para apuntar qué necesitaban y qué no.

— ¡Ashley, gracias a Dios! — Stefan, uno de los refugiados entró en la cabaña tan repentinamente que Ashley dio un pequeño brinco. Al girarse su cara fue todo un poema. — ¡¿Pero qué ha pasado?! — exclamó al ver como entre él y otro hombre arrastraban prácticamente a un tercero. Ashley señaló la camilla para que lo tumbaran y se acercó rápidamente hacia él. Tenía una herida muy fea en la cabeza.

— Jerrow estaba ayudándonos con una de las cabañas y de golpe se desplomó al suelo, se ha hecho una buena brecha — la mujer observó el golpe en la frente, iba a necesitar puntos, pero lo que más la preocupó después de la herida fueron las palabras de Stefan: "se desplomó". La mujer observó su rostro viendo algo de sangre en los labios del hombre. — ¿Y nada más que deba saber? — preguntó mientras le abría la boca. Ellos negaron. — Le ha dado un ataque epiléptico, ¿no lo visteis moverse o morderse? — Stefan y el otro hombre volvieron a negar. Ashley tomó sus constantes y luego por inercia le tomó la tensión. — Se va a poner bien, despertará y estará agotado, pero es normal... — lo que no era normal es que no tuvieran ni una maldita pastilla de Lamotrigina para tratarle.

Tras curar las heridas de Jerrow y hablar con él, cuando despertó, y tal y como predijo, agotado. Se enteró de que él ya sabía que sufría epilepsia, pero el medicamento que la controlaba se le había agotado hacía ya muchísimo tiempo. Ella le dejó descansando y se marchó de la enfermería de nuevo hacia su cabaña, no dejaba de pensar en lo que le había contado y aprovechando que tenía la tarde libre, creyó que sería un buen momento para buscar la medicina y de paso llenar la despensa.

¿De verdad estaba tan bien? Casi no podía creer que la tuviera durmiendo en sus brazos. De vez en cuando Matt solía despertarse en la noche por las pesadillas pero en los últimos días se había encontrado con ella descando allí y todo se había sentido mejor. Quizás por eso es que le costaba tanto levantarse últimamente, no quería dejarla salir de la cama jamás.

Abrió los ojos lentamente al escucharla hablar y sonrió al sentir su beso -buenos días- le dijo con voz muy suave pero la rodeó con los brazos y la atrajo hacia el -ya voy- le murmuró y beso su cuello de manera seductora, como si quisiera convencerla de quedarse en la cama pero ella se sentó sobre el y siguió diciéndole que en la tarde tendrían tiempo - ¿Sabes? Me vengare de que me abandones en la cama- le sonrió y luego suspiró -esta bien, ya me levanto. Tengo que hablar con Ligeia sobre salir a buscar suministros, la semana que viene iré yo. Pero antes que te asustes, solo iré a los pueblos que están cerca, a demás servirá para que mantengamos la zona vigilada-

La miro levantarse y como comenzaba a vestirse mientras ella lo regañaba -mi amor, si me levanto de esta cama mientras te vistes, lo más probable es que lo haga para quitarte la ropa- le dijo con deseo, aunque había estado disfrutando cada mes noche de ella, la verdad es que jamás se cansaría de ella y de las cosas que podían llegar a hacer. Dejó que ella se marchara para salir de la cama y comenzar a vestirse, tenía que organizar algunas cosas pero se preguntaba ¿Dónde se había ido balion? No porque fuera su niñera, sino porque comenzaba a tener algunas ideas que quería compartir con el ex Seals

Una vez que salió de la cabaña, Matt se dirigió al depósito, de verdad necesitaba más municiones y eso solo podía significar, buscar en antiguos campamentos militares. Incluso podía recordar que en Atlanta había quedado una bodega llena de armas pero aquello si sería un muy largo viaje y no sabía cómo decirle a Ashley que lo haría, ella seguramente querría ir, pero el comenzaba a pensar que en el campamento la necesitaban más que el.

Cuando la tarde llegó Matt pensó en ir a buscar a Ashley a la enfermería pero primero pasaría por la cabaña a buscar algunas cosas. En ese momento la puerta se abrió y la miro con una sonrisa pero noto la preocupación de ella -¿Que pasa preciosa?- murmuró acercándose a ella para depositar un pequeño beso en sus labios y rodear su cintura con los brazos. La miro a los ojos esperando que ella le contara su preocupación, los dos ha Ian dicho que serían completamente honesto con el otro así que esperaba que ella le contara.

Cuando Ashley llegó a la cabaña se sorprendió así misma recogiendo su vieja mochila para llenarla con algunas cosas que le resultarían útiles para su viaje. Hacía tanto tiempo que no salía del refugio que incluso comenzaba a sentir ese nudo de nervios en el estómago. Cuando la puerta se abrió ella respiró aliviada, corriendo hacia Matt.

— Ha pasado algo — empezó a decir a la vez que se abrazaba a él. Se sentía tan agobiada por aquel pobre hombre que necesitó aquel abrazo y le vino bien. Esa sensación de calidez que él podía aportarle... solo con eso se sentía mejor. — Uno de los hombres del refugio sufrió hoy un ataque epiléptico, se cayó con la mala suerte de golpearse la cabeza — empezó a explicar mientras se apartaba con suavidad de él y le miraba fijamente a los ojos. — Con suerte solo ha sido eso, pero podría haber sido peor... el caso es que... — se calló apenas unos segundos, dudando de qué palabras elegir. — No tenemos ningún tipo de medicación que darle para controlar sus ataques y en realidad la mayoría de medicamentos se están acabando... estaba pensando en salir ahora — se dio cuenta de que era una locura. Ya era tarde, por lo que probablemente para cuando llegasen a algún lugar en concreto sería de noche. Ashley se sentó en la cama, acompañada de una gran frustración. Dejó caer la mochila hacia un lado y miró a Matt, su rostro denotaba preocupación, pero también pena. — Me siento responsable — añadió agachando la mirada. — He pensado que de paso podría buscar más material para la enfermería, necesitamos muchas gasas, más medicamentos... de todo a decir verdad — suspiró. — Pero es tarde... — miró por la ventana. — Tal vez mañana... ¿O te parece muy precipitado? — Jerrow podría aguantar un día más sin medicación, tras ese ataque esperaba que no sufriera ninguno más. Con calma y reposo estaría bien. — ¿Vendrías conmigo? — alzó la mirada en su dirección. No quería ponerle en un compromiso, pero Ashley se sentiría mucho mejor si iban ambos juntos. No se le ocurría mejor compañía.

Podía notar la preocupación en la voz de Ashley así que no tardó en preguntar ¿Que había pasado? El era muy consciente que aún faltaban muchas cosas en el refugio y que algunas cosas estaban realmente mal planteadas pero creía que estaban a punto de solucionarse, no solo porque había estado hablando con algunas personas si no porque el mismo estaba dispuesto a ayudar para que esas cosas mejorarán definitivamente pero la pero en la voz de Ashley le hizo entender que quizás se trataba de aquella parte en la que ella se hacía cargo

Matthew escucho la historia y levantó una ceja al notar que ella había estado preparando una mochila -¿Tu pensaste en salir? ¿Sola?- algo en la expresión de él cambio, se puso más serio y negó -mira Ashley, no puedes salir sola ¿Esta claro?- bien eso no había sonado para nada bien así que se apresuró a explicarle -mira... No he querido preocuparte pero Umbrella ha soltado muchos BOW, no estoy hablando de zombies, sino de serpientes gigantes, tipos con cabeza de metal, plantas venenosas y todas esas mierdas. Creo que quieren a Balion y eso quiere decir que pueden estar cerca. Por eso no puedes salir sola. Siempre, absolutamente siempre tienes que ir con alguien que te cubra la espalda- le dijo algo más serio.

Podía ver la preocupación en sus ojos cuando se levantó y tomo la mochila de ella y dijo -toma tus armas, salimos en media hora- la tomo del mentón e hizo que lo mirara -en las buenas y en las mala preciosa. - levantó la mano mostrando el anillo de bodas que ahora llevaba en su mano - a demás quiero que veas la camioneta que Balion hizo para nosotros- le dijo con cierta picardía.

El comenzó a vestirse y luego se puso el chaleco y sus armas. Cuando ella estuvo lista la llevo al estacionamiento y le señaló una camioneta diferente, estaba claro que está estaba preparada para sobrevivir al fin del mundo, tenía espacio para las armas, incluso para una tercera persona, estaba reforzada en las ventanas, las luces y cualquier vidrio -podemos pasar la noche en la camioneta, tengo agua, comida y mantas. - le sonrió y dijo -asi que ¿Que te parece? Vamos a buscar cosas para el refugio?-

Nunca había sido fácil. Los peligros del fin del mundo eran cada vez mayores y ella conocía a esas criaturas. Asintió. Había tenido la desgracia de toparse con ellas en más de una ocasión. Sabía a lo que se refería Matt, pero no podía quedarse de brazos cruzados sabiendo que necesitaban medicinas y menos aún con Jerrow requiriendo esa atención. Aguantaría, pero lo ideal era conseguir los fármacos lo antes posible para suministrárselos.

— Matt, lo sé, pero... — suspiró. ¿Qué más podía decir? — ¿Hablas en serio? — la mujer pareció animarse con la propuesta de él. — ¡Sí, vale, nos vamos! — no dio tiempo a prácticamente nada más. Ashley colgó la mochila a su espalda y sonrió con ternura a su marido cuando este mostró su anillo. — Eres demasiado para este mundo — susurró besando sus labios.

Cuando ya estuvieron listos se dirigieron hacia el lugar donde estacionaban los vehículos. Ashley llevaba tanto tiempo sin salir de Silver Lake que ni había tenido oportunidad de ver la camioneta de Matt. Él estaba muy contento con ella y ahora entendía por qué. — No tiene nada que ver con ninguno de los coches que hemos tenido por aquí — comentó mientras que giraba al rededor del vehículo y examinaba prácticamente cada parte de este.

— Es un buen trabajo — le miró ahora él. — Así claro que no me importa pasar la noche en el exterior — sonrió. — ¡Vamos! — se subió dejando sus cosas en la parte de atrás. Ashley, por inercia se colocó el cinturón y mientras que él terminaba de prepararlo todo y de poner en marcha el vehículo ella se concentraba en unos mapas que tenía, buscando en ellos la mejor ruta para llegar hasta varios pueblos. Ashley pensó que sería mejor buscar farmacias y dejar como última alternativa los hospitales, ya que estos eran un auténtico peligro. Los infectados en esos lugares solían ser demasiados.

— He marcado varias farmacias en el mapa, la más cercana es esta — con un rotulador rojo hizo un pequeño círculo al lugar. Tenían una escasa hora de viaje por delante.

Aunque no le gustaba la idea de que ella se pusiera en peligro, sabía que si el no la acompañaba, era muy capaz de ir sola, así que no veía un sentido a que discutieron por el asunto. A demás hacía solo unos días se habían dicho que intentarían no separarse y le parecía muy lógico, poder salir con ella aunque sea una vez. A demás ella parecía muy animada cuando le recordó que estarían junto en las buenas y en las malas - no creo que sea para tanto. Solo hago lo mejor para los dos preciosa- se acercó a ella y le dio un pequeño beso antes de que ella se pusiera a buscar todo lo que necesitaba.

Salieron de la cabaña y al llegar al estacionamiento ella dijo que la camioneta era completa distinta a todas las que habían en Silver Lake, lo que lo hizo sonreír - Balion la fabricó para mí. La verdad es que pensé que había hecho algunas más pero parece que no. Porque supongo que no están dispuestos a salir mucho- porque ir a buscar suministros siempre era algo peligroso, por eso últimamente siempre terminaba el saliendo solo.

Matt le abrió la puerta y ella subió, se acomodo el cinturón y el sonrió, dejó que ella abriera el mapa mientras el arrancaba y se dirigía a la salida - bien preciosa, tu indicame el camino- dijo y estiró una mano para acariciar su pierna. No tardaron mucho en estar fuera del campamento  y Matt encendió la radio, solo para escuchar la emisora de la novia de Balion - ¿Donde vamos primero?- aunque hablaba con ella, estaba muy atento a lo que pasaba a su alrededor

Ella le dedicó una mirada llena de ternura. Para Ashley aquello significaba mucho, sabía lo protector que era él y tenía miedo de que se hubiera molestado porque quisiera salir sola. Pero tal y como él había dicho aquello era lo mejor para ambos. Estarían juntos.

— Queda menos de una hora tesoro — iba diciendo mientras con su dedo recorría la ruta que debían tomar, de tal forma que ella iba aprendiendo los desvíos que tenían que hacer y el recorrido real. — El pueblo se llama Big Bear City — Ashley tenía su anotaciones en el borde del mapa, había anotado varias reglas de tres para calcular la distancia real, todo ese tipo de cosas se le daba realmente bien. — Según esto tardaríamos media hora, está al otro extremo del lago, pero seguro serán unos cuarenta minutos mínimo teniendo en cuenta el firme de la carretera — además de eso estaba el factor de que el refugio había sido remodelado recientemente, al menos el exterior. Balion, había hecho muchos cambios, todo para mejorar la seguridad y aunque apenas me había cruzado con él por mi falta de tiempo reconocía que ya había hecho mucho más que Nicholas en apenas unos meses. Todo eso era muy necesario. El camino que salía del refugio era ahora una zona de defensa importante para Silver Lake, y los coches debían avanzar con más calma.

Ashley miraba de reojo a Matt y sonreía. ¿Cuánto tiempo hacía que no realizaban un viaje juntos? Y no estaba pensando en después del brote del virus. Si no en antaño, cuando aprovechaban un fin de semana para irse por ahí.

— Echaba de menos esto, tú, la carretera y yo — parecía divertida. — Sé que las largas horas de viaje se hacían pesadas, pero siempre he adorado viajar contigo, nuestras charlas, las paradas para comer o tomar un café... — suspiró mientras concentraba su mirada en el exterior y en como por fin empezaban a dejar atrás los árboles. — Debes seguir de frente y luego a la izquierda — añadió después, ella tampoco apartaba la mirada de la carretera. No porque no se fiara, si no porque le distraía. La tarde avanzaba poco a poco, les quedarían aún unas cuatro horas de luz a lo sumo, así que debían darse prisa, al menos para llegar a Big Bear City, después ya verían.

Casi había olvidado lo hermoso que era viajar con ella. Ellos dos en la carretera y tranquilidad de estar juntos. No iba a mentirse a sí mismo y decir que se sentía completo porque aún le faltaba saber lo que había pasado con su hermana pero gracias Balion había podido aceptar que lo que había hecho ya no tenía vuelta atrás y que solo se podía seguir avanzando.

Escucho las indicaciones que ella le daba y la miro para sonreírle un segundo. –De verdad extrañaba esta clase de paz- Matthew jamás había disparado frente a ella y estaba casi seguro que esta vez si iba a tener que hacerlo, pues jamás encontraba cosas sin tener que pelear por ella, aunque ya habría tiempo para hacer las cosas. Y como si los dos pensar lo mismo, ella le dijo que también había echado de menos eso que estaban haciendo allí.

La miro de reojo y dijo –Bueno, no tengo café pero ¿Qué te parece si paramos en una cafetería? Quizás tengamos suerte y encontremos algo de café- La última vez que había tomado café había sido en el bar de la novia de Balion, pero ese lugar estaba demasiado lejos como para ir hasta allí por un café. Matt encendió la radio y busco la emisora de Kennedy para poder escuchar algo de buena música.

Condujo un buen rato antes de ver una cafetería en el camino y entonces sonrió –Veamos si tenemos suerte cariño- Estaciono cerca y salió de la camioneta para tomarse pistola. La puerta de la cafetería estaba abierta, parecía haber sido saqueada y no tener a nadie adentro. Por supuesto que tenía un olor bastante fuerte pero al entrar se encontró con que no veía ningún zombie a la vista, lo que era realmente bueno- Busco detrás de la barra y no solo encontró café sino un paquete de fruta deshidratada. Habían algunos cartuchos vacíos en el suelo, así que los metió en un bolsillo y luego le hizo seña a Ashley para que bajara con el

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— Las cafeterías también han cambiado... — susurró mientras entraba tras él. — Les pondré un menos cinco en limpieza — Ashley tachó con una cruz la casilla de higiene en un formulario que había sobre la calidad del local, pegado junto a la puerta. Sonrió y se adentró en el lugar. la mujer se acercó a un taburete volcado y lo colocó junto a la barra.

— ¿Ha habido suerte, me invitarás a esa café? — preguntó mientras apoyaba sus codos en el mostrador y después le dedicaba una mirada llena de cariño a la vez que cierta picardía. Pasó un trapo que encontró por la encimera, justo donde se había sentado, para luego aprovechar y poder tomar algo juntos. — ¿Algo interesante? — se bajó del taburete y esta vez avanzó hacia el interior de la barra. Quería buscar si encontraba algo interesante también.

— A ver qué más hay por aquí... — iba diciendo, mientras que al pasar por la altura de Matt le rodeaba con ambos brazos y besaba sus labios. — Hola — susurró con ternura y siguió caminando para ir tras la barra. — Mira eso, macedonia y una barrita — alzó ambas cosas para que él las viera.

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La miro entrar a la cafetería y le sonrió con dulzura. No importaba que el lugar fuera un desastre, ella estaba ahí y era lo único que le importaba. Dejó que ella se sentará en el banco detrás de la barra mientras el miraba lo que podía encontrar por ahí. Algunos huevos y cosas por el estilo. Sabía que habían salido del campamento en busca de medicina pero eso no quería decir que no pudieran disfrutar algo, después de todo, ellos no habían tenido una luna de miel.

Se puso frente a ella aún estando detrás de la barra para poner un frasco de café y le sonrió con picardía - tenemos café, ahora veamos si tenemos gas para calentar agua- se acercó a la máquina de café atrás de ello y para su sorpresa en cuanto tocó el botón de encendido la máquina prendió -parece que tenemos suerte preciosa-

La escucho moverse y luego sonrió cuando ella lo abrazó por detrás -Bueno... Hay una mujer hermosa muy cerca de mí y... Mentiría si digo que no tengo ganas de quitarle la ropa- había algo en ella que lo encendía con rapidez, como si solo tenerla cerca provocará todo a su paso. Dejó salir una risa cuando ella con cierta inocencia se soltó de él para buscar lo que ha Is visto. En cambio el comenzó a buscar algo en que servir el café.

-Ash...- decía con tranquilidad mientras abría estantes -¿Sabes? He estado pensando en una idea... ¿Qué sucedería si algunas personas atacaran umbrella?- aunque solo había sido una idea al pasar, aquello no salía de su mente una y otra vez. Pero sobre todo, quería saber ¿Qué pensaba ella?

Off: Dado para saber si la cafetera funcionaba

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#1 'Dilemas' :

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#2 '¿Qué hay ahí?' :

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