Country road take me home [Nicholas Robles]

https://www.youtube.com/watch?v=oTeUdJky9rY
Para aclimatar la escena

Había pasado días sin encontrar nada bueno, y es que no era una sorpresa, lo primero que hacía la gente era peinar las zonas, y mas si estaban habitadas, eso incluso en partes rurales. ¡Pinches vatos nunca dejan nada! exclamo mientras revolvía un cumulo de laminas esperando encontrar algo, ya sena provisiones o al menos algo con lo cual poderse defender, su ropa estaba desgastada, vestía unos jeans que se supone fueron azules en algún momento, una camisa holgada con un numeero 10 en la espalda, unos tenis que estaban mas muertos que los muertos, y una gorra plana que sepa dios como hizo para encontrarla, no era un sujeto fashion ni nada por el estilo, pero le gustaba estar limpio, ¿tenía opción acaso?, claramente no.

Tiro una de las laminas un poco frustrado, mas que nada cansado por la situación, el lugar se miraba bastante solitario, era una zona rural, alguna vez tuvo que haber sido una ranchería, algunos establos estaban destruidos, la gente había robado incluso madera de las estructuras, quizá en un inicio para defender los lugares que seguían en pie.

Camino al menos unos 30 minutos,  hasta llegar a lo que al parecer era un aserradero, una zona boscosa, un lago no estaba muy lejos, la verdad que era una buena vista, de un momento a otro los ojos del Mexicano se abrieron de par en par cuando observo una hacha clavada dentro de una de las estructuras, se aproximo, pero un gruñido y próximo ataque hacia el hizo que se tirara al suelo, era un muerto o lo que quedaba de el atrapado en un puñado de madera y alambre de púas, suponía que en algun momento fue una barricada, rápidamente se levanto observando como la criatura estiraba su brazo tratando de atraparlo a su vez que la hacha estaba clavada justo frente a el. Eh, nel hermano, consiguete la tuya dijo con una media sonrisa, tomando el hacha, segundos después clavo el hacha en el cráneo del muerto, este quedo automáticamente inmóvil.

CJ observo con detenimiento el hacha la cual estaba en un muy buen estado, con habilidad la llevo a su hombro mirando hacia afuera del aserradero, se observaba la silueta del hombre a través de los rayos del sol. Al fin algo útil dio unos pasos fuera observando el lugar, y hablo suave para si mismo mientras aun tenía el hacha apoyada en su hombro. Clima perfecto, vista perfecta, solo falta una vieja bien buena y esto sería el paraíso, con muertos y valiendo verga pero el paraíso ladeo la cabeza levantando una ceja en expresión de ironía. Podría ser un leñador con está hacha... Si tan solo tuviera barba completa... Y fuera blanco... Y alto, bueno mejor no. Bajo el hacha mientras negaba con la cabeza, y se dispuso a seguir por un sendero del sitio, realmente no tenía un rumbo fijo

No podía negar que estaba cansado, pero eso no lo detuvo antes, su ultimo grupo fue masacrado y no tenía a donde ir, de hecho tenía mucha suerte estar con vida, uso la hacha como si fuera una especie de machete para derrumbar unos tronquitos del camino, de pronto su atención se poso a lo lejos, era una persona no había duda de ello, no era un muerto por los movimientos del tipo, rápido trato de ocultarse, pues para su suerte el tipo estaba armado, ¿habrá sido uno de los que acabo con su campamento y su gente? no lo sabía pero no quería averiguarlo ¡Verga! dijo suave cuando era inevitable aquel tipo le viera, escucho un seguro de arma de fuego, pensó que era el fin.

Silver lake no era solamente el campamento de refugiados que yo dirigía, sino que comprendía un terreno muy extenso que debía ser constantemente vigilado para mantener las amenazas potenciales bajo control. Nosotros nos ubicábamos en una orilla del lago, pero el cuerpo de agua era francamente inmenso, tanto así que no podíamos darnos el lujo de tener guardias en la totalidad del perímetro. Sin embargo, para compensar esta debilidad en las defensas del refugio, conseguimos poner unas cuantas barricadas difíciles de superar para cualquier comecarnes normal. Eran trampas sencillas, apenas unos palos con alambre de púas. Aun así, había que deshacerse de los muertos que caían en las trampas.

Aquella calurosa tarde me encontraba rodeando el lago precisamente exterminando a los pocos o muchos muertos vivientes que tuvieron la mala suerte de caminar hacia donde no debían. Ya me había deshecho de tres y cuando llegué al cuarto, vi que no se movía y tenía un agujero en la cabeza, como si alguien le hubiera enterrado algo en el cráneo, algo muy pesado y filoso. El responsable debía ser un ser humano, uno ajeno a Silver Lake.

Por el rabillo del ojo alcancé a ver una sombra escondiéndose detrás del roído aserradero. Saqué el revólver de su funda y le quité el seguro mientras me acercaba con paso firme al sujeto misterioso.

— Sal de ahí antes de que te vuele los sesos de un balazo— advertí apuntando hacia el frente.

Era mentira. No le iba a disparar así porque sí, a menos de que fuera alguien de Umbrella. Pero bueno, siempre hay que meter un poco de miedo a los desconocidos, por si acaso.

Frunció el ceño mientras cerraba fuertemente los ojos, había sido descubierto, y no era una situación en la cual pudiera hacer mucho, el viento sopló y le descubrió aun mas, pero no solamente eso, sino que pudo ver al sujeto mas de cerca, sus facciones, y su estatura, ademas del dato mas importante de todos le estaba apuntado con un arma, suponía que era la manera mas común de saludarse en estos días, por lo cual tampoco se sorprendió demasiado aunque se sentía inseguro

Pinches gringos y su afán de apuntar con pistolas al prójimo dijo en su idioma natal español mientras despacio se ponía de pie levantando poniendo las manos arriba, lo ultimo que quería era que le metieran un puto tiro, si no había disparado a la primera al menos podía ser un buen indicio Mira wero no estoy armado dijo está vez en ingles, dirigiéndose al hombre, no tardo mucho en darse cuenta que le faltaba un ojo.

Fijo su mirada con la de el sin quitarle la vista de encima, no sabía si le estaba observando o que, pero lo que quizá estaban siendo unos instantes se había prolongado mas de lo que el quisiera, igualmente quien tenía la situación por el mango del sarten era el tipo que tenía el arma en sus manos, ya le habían disparado antes sin cruzar palabras, y comenzaba a pensar que si bien esta no era la ocasión, le dispararían luego de cruzar unas pocas palabras, y a la distancia que se encontraban, no iba a fallar de ninguna manera

A ver mamón si me vas a meter un tiro en las bolas hazlo pero ya, ya me tienes hasta la chingada de estar con los brazos levantados dijo en su idioma natal, de forma imprudente, quizá siempre su peor error dar por sentada las cosas, como si no pudiera entender una mierda de lo que decía

El hombre salió de su escondite con las manos en alto. Con un simple vistazo comprobé que, en efecto, no estaba armado, o al menos no tenía ningún arma visible, más allá del hacha que se encontraba cerca de él. No faltaba ser un genio para deducir que fue él quien asesinó al comecarnes con esa misma hacha. De hecho, el borde manchado con esa sustancia viscosa y negra era la prueba fehaciente.

El tipo era evidentemente mexicano, o bueno, latino en cualquier caso. No soy muy bueno para notar las diferencias entre ellos, para mí todos son iguales. Mi padre tenía raíces mexicanas y siempre procuró que sus hijos respetasen a los latinos, pero nunca se enfocó mucho en enseñarnos las diferencias entre ellos. Los mexicanos comen burritos y el chile debe ser de Chile, así que son lo mismo, ¿no?

Habló en español y aunque hubo una palabra que no entendí, "pinches", sí comprendí el mensaje a la perfección. Me pareció ridículo. Como si los latinos no se mataran todo el tiempo entre ellos, incluso antes de que el apocalipsis estallara. Que las guerras contra el narcotráfico no se hacen con flores, ¿eh? De todas maneras, no le dije nada. No iba a revelar que le entendía su idioma natal.

Luego siguió hablando en español. Menos mal le entendía, porque de ser cualquier otro, sería sencillo pensar que cada palabra era un insulto hacia mi madre. Suspiré profundo. Este mexicano no era muy amable que digamos con los estadounidenses.

— Si quieres un tiro en las bolas, con gusto te lo doy— respondí en inglés, por supuesto. No iba a darle el gusto de hacerlo en español.

Apunté a sus genitales.

Su gesto cambio rápidamente a sorpresa, es decir el sujeto parecía americano, pero.. Sabía español, era algo que no se encontraba muy  a menudo, tuvo amigos "gringos" que hablaban su idioma, o bien chapurreaban un poco, pero no entendían mucho cuando les hablaba fluido, este sin duda lo hizo por la respuesta que le dio, o al menos entendió parcialmente, sus ojos se abrieron con susto cuando este apunto a sus partes, lo dijo sin pensar que podrían entenderle, sin pensar que habrían consecuencias, oh pero si que las habían y estaba por ganare un tiro a las bolas.

Wow wow wow calmado gringo dijo en ingles moviendo las manos en un gesto de tratar de apaciguarle, esperaba el tipo fuera razonable, porque de otra parte le dispararía y le dejaría desangrarse, que manera mas estúpida de morir después de haber sobrevivido a tanto morir porque un tipo le dispara en las bolas por ser imprudente al hablar.

Hey tu no apareces y le disparas en las bolas a un wey que acabas de encontrar, eso no está bien hermano, ¡yo por ahí no paso! dijo frunciendo el ceño tapándose sus partes con ambas manos, como si eso fuera a hacer algo diferente, la bala igualmente iba a traspasar en caso llegase a disparar Es universal no disparar en las bolas al primer tipo que te encuentras en el bosque, son principios viejo! meneo sus manos mientras alegaba la situación

¿Qué tal si nos relajamos y me dejas de apuntar? se encogió de brazos mientras miraba al sujeto que a simple vista era mas alto que el, aun estaba sorprendido que entendiera su idioma, parecía de esos típicos americanos racistas del sur, aunque todo se hubiera ido a la mierda, aun se encontraba inesperadamente con algún redneck que le recordaba constantemente que antes de todo esto era un ilegal, incluso en si antiguo campamento había uno

Me daba risa su reacción. Esa cara de sorpresa y la manera en como me hablaba con miedo eran dignas de pintarse en una obra de arte. No podía esconder mi sonrisa, que era la expresión propia de alguien que no quiere estallar en carcajadas. Su acento mexicano y las palabras que utilizaba eran muy graciosas. Me hacía regresar a mi infancia, cuando la familia de mi padre iba de visita. Mi tío Carlos hablaba justo como él. ¿Qué habrá sido de mi tío Carlos? Con seguridad ahora es un comecarnes deambulando por San Francisco. ¿Y mi abuela Rosa? Más de lo mismo.

Bajé el arma y la guardé en su funda. No iba a matar a quien evocaba esos recuerdos en mí.

— ¿Qué estás haciendo en este lugar?— pregunté con tono fuerte y autoritario.

De todas maneras no podía bajar la guardia. Umbrella siempre puede estar al acecho y no es posible confiar en el primer mexicano que se aparece por ahí. Bien podría ser un espía de esa compañía recaudando información de Silver lake. De todas maneras no daría indicios de la existencia del campamento. No todavía.

— ¿Viajas solo? Quiero saber tu nombre— empecé a bombardearlo con preguntas.

Una por una gringo... Le dijo  al escuchar como comenzaba a preguntar, aunque la verdad era mejor que en otras ocasiones, le habían interrogado antes, pero siempre con una navaja en el cuello o un puño en la cara, este tipo al parecer no era tan peligroso, le genero cierta confianza, incluso el tono en que le hablaba si bien era natural en el, probablemente en otra situación se limitaría a responder con muchísimo mas temor y de forma cortante.

No pues fíjate que buscando el sueño americano, queriendo ser un leñador en estos bosques respondió en español con un tono sarcástico observando al tipo que no era mas una amenaza de momento Obviamente tratando de sobrevivir gringo, llevo caminando días, tratando de encontrar algo de provisiones o un lugar fijo explico mientras secaba el sudor de su frente con la diestra Estoy solo por que se que eso será lo siguiente que me preguntarás, mi gente fue atacada por unos locos, parecían ser militares no lo sé, vestían uniformes muy preparados para la ocasión, fue una locura... Yo apenas pude sobrevivir wey guardo silencio unos minutos mientras levantaba su hacha que estaba en el suelo, no iba a dejarla ahí tirada.

Soy Carlos, puedes decirme CJ, no soporto como tu gente pronuncia Carlos, sin ofender levanto los hombros al decir esto ultimo El caso es que no sé si haces perímetro o algo sabía sobre el tema, y parecía preparado para ello, no parecía ser un simple viajero, CJ podía llegar a ser bastante observador pero, sí, no soy un peligro, solo busco que no me atrapen los muertos o peor aun los vivos dijo remarcando en su español la palabra "muertos" que era como llamaba a las bestias

Acomodo su vieja gorra mientras respondía haciendo uso de su diestra mientras que con la izquierda sostenía aquella hacha que había encontrado, que sepa Jesús si era de la gente con la que estaba el sujeto, o al menos el podía suponer que no solo estaba por su cuenta, muy poca la gente lo estaba a estas alturas, encontrarte con alguien significaba también encontrarte con mas personas, el caso era saber si iban a significar un peligro o no.

Al menos en este caso particular el tipo no parecía ser un peligro, ya no como al inicio al menos, podía guardar la calma un momento. Gracias por no dispararme en las bolas por cierto

— Ni lo menciones— respondí a su comentario que me agradecía por no dejarlo sin gónadas.

Carlos parecía un buen tipo. Hasta se llamaba como mi tío. Conocer a una persona mexicana, pese a lo que la lógica pudiera afirmar, no era algo muy común en estos días. Supongo que muchos de ellos, tal vez por su condición de inmigrantes ilegales, no tenían acceso a armas de fuego para poder defenderse, o quizá se regresaron todos a su país cuando vieron que las cosas aquí se estaban poniendo feas. Sin embargo, he estado en México hace no mucho tiempo y sé que ahí la situación no es diferente. ¿Él sabría que su país también cayó? Prefería no decírselo.

Por ahora, había algo que me preocupaba más:

— Esos soldados de los que hablas, ¿de qué color eran sus armaduras? ¿Traían máscaras de gas? ¿Qué tan lejos estaban de este lugar?

Eran de Umbrella, sin duda alguna. Si eran capaces de destruir a un pequeño grupo de supervivientes, no me imaginaba lo que nos harían si encontraran Silver Lake.

— Ven. Quiero que me cuentes todo.

Me senté en el suelo, sobre el césped, a unos tres metros del comecarnes pudriéndose con la cabeza abierta. Saqué de mi pequeña maleta una lata de lentejas, la destapé y se la tendí al hombre, que de seguro llevaba días sin comer bien. Ahora estaba seguro de que era un tipo en el que podía confiar, de momento.

Le observo sacar la lata, acto seguido arqueo una ceja y le miro con una media sonrisa Esto es una cita o que wero? Porque no soy joto dijo bromeando, la verdad es que tenía hambre, habían pasado días sin probar nada, había tenido un poco de suerte con el agua cosas sorprendente, pero sin eso quizá hubiera muerto mucho antes de deshidratación, el caso es que no dejaría pasar una comida por poco que fuera la necesitaba y  el  sujeto no parecía mas una amenaza era hora de aprovechar un poco la suerte.

Bueno... Es una larga historia dijo devorando la lata de lentejas, casi sin prestarle atención por un momento al tipo, se había posado recostado en un arbol que estaba cerca de ellos, no le gustaba darle la espalda a la nada, y claro, tenía a su nueva amiga señora hacha muy cerca de el por cualquier cosa que pudiese acontecer

Llegaron unos tipos, parecían militares, muchos de los que estábamos ahí pensamos que iban a ayudarnos, a darnos algo de comida, o medicinas, porque... En verdad se miraban estar preparados para todo esto... Eso hijos de la chingada Dijo en español frunciendo el ceño y los labios, se podía notar la molestia El caso es que, nos dijeron que debíamos ir con ellos, y claro... Todos eramos como una familia, incluso había un par de latinos como yo, y yo no sé ustedes los gringos, pero nosotros solo con eso nos consideramos familia en este mundo mierdero, nadie quiso, todos deseábamos estar juntos, al final nos dijeron que no era una consulta, íbamos a ir nos gustara o no, a muchos los secuestraron, pero claro esos mierdas sabían que no iba a ser solo así como así, nos opusimos... Vi como mucha de mi gente murio, y vi como matamos a algunos de ellos, naturalmente ellos estaban mas preparados

Guardo silencio por un momento negando con la cabeza, se notaba una especie de rencor al recordar todo eso, estaba contando incluso cosas que ni le pregunto, pero no le importaba solo quería sacarlo de su sistema

Tenían un logo extraño, parecía un paraguas abierto, con matices de color rojo y blanco, se que podría reconocerlo si lo viera, apenas pude salir con vida junto a una compañera, bueno... Ella murió intentando huir conmigo Le miro serio por un momento Por un momento pensé que tu eras uno de ellos, pero no es el mismo uniforme

Escuché atentamente toda su historia. No respondía con exactitud a mis preguntas, pero dejaba bastante claro que se trataba de esos malnacidos de Umbrella. Estaban secuestrando gente para algo en concreto, algo siniestro. Interactuar con los supervivientes, incluso para hacer este tipo de cosas, no era la manera como ellos solían proceder. Había algo extraño en todo esto, algo que no me daba buena espina. Tal vez se trataba de una nueva arma biológica que estaban probando con los incautos que capturaban, o quizá una nueva cepa del virus, quién sabe.

— Gracias por contármelo— le sonreí a Carlos incluso cuando mis ojos tenían la sombra de la preocupación.

Él no era un 'pendejo', como dicen ellos, así que probablemente ya sospechaba de que yo sabía algo que él no. Ahora la cuestión era si contárselo o no. Bien puede ser una víctima más de esa compañía del infierno, como todos, pero saber de su existencia podría implicar cosas negativas a lo que le reste de su vida. Pero asesinaron a todos sus compañeros, sólo por eso merece saber la verdad, ¿no?

— Ellos son de Umbrella, la compañía que fabricó el virus y mandó el mundo a la mierda. Siguen teniendo un poder inmenso. De hecho, se podría decir que son los nuevos dueños de lo que queda de este país— me detuve para dedicarle una mirada fija cargada de seriedad—. ¿Qué quieres hacer ahora que sabes la verdad sobre Umbrella?

La sorpresa era algo muy evidente en el, de hecho estaba incrédulo, pero hace años si le hubieran dicho que los muertos iban reanimarse si es que esas cosas estaban realmente muertas, tampoco lo creería, siempre fue una persona poco crédula, ponía en duda muchas de las "mamadas" como decía el que le habían inculcado desde niño, y ahora siendo ya un hombre de 38 años iba a ser difícil cambiar cierto tipo de ideas que tenía

A ver werito... ¿Me estás tratando de decir que esos 'joputas fueron los que crearon esto y ahora son dueños de todo el chingado mundo? Qué es está mierda? Final Fantasy o alguna cosa así? parecía que no se tomaba tan en serio la situación, pero en realidad si lo hacía, simplemente esa era su personalidad a fin de cuentas, por un momento poso su mano sobre su rostro, y negó levemente tratando de analizar todo, incluso ya no sabía si solo fue una coincidencia encontrarse con este tipo

Tomo su hacha. le gustaba tener su arma al lado, obviamente luego de haber terminado las lentejas, eso fue un manjar para el, pensar que en otro tiempo odiaba la comida enlatada, pero dadas las circunstancias. se convirtieron en una delicia culinaria despues de los taquitos de suadero

¿Qué pienso hacer? miro al suelo un momento pesando la pregunta del tipo no tenía nada, quizá sobrevivía por inercia solamente, porque era lo que se debía hacer, pero no podía ni responder por qué lo hacía Si pudiera les cortaría la gargan... Fue interrumpido abruptamente por un estruendo ensordecedor, un árbol justo detrás de el fue casi partido a la mitad, no era un árbol grueso realmente, pero el estruendo fue muy sonoro

¡¡¿PERO QUE VERGA?!! Exclamo muy fuerte en su idioma natal cayendo al suelo al tratar de alejarse, sin haber soltado de hacha de forma rapida se puso de pie, CJ nunca había visto nada igual, parecía un mutante, había oído historias de ellos antes, pero creyó que eran faroles, este medía quizá 2 metros. algo mas alto que aquel sujeto que le acompañaba, tenía un aspecto escamoso, de hecho parecía alguna especie de hombre lagarto, realmente parecía peligroso


Eh... Le volteo a ver con casi una sonrisa nerviosa, como si por un momento estuviese en shock por la criatura quien justo de un momento a otro gruño con todas sus fuerzas, CJ no le quito la mira al tipo, manteniendo esa expresión ¡¡¡CORRRE PUTA MADRE CORREEEE!!! Le grito al momento que la cosa que por cierto era bastante rápida comenzó a seguirlos, debían hacerle frente pero de manera estratégica, la cual no tenía puta idea en el momento, por suerte la zona era boscosa

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Mi única respuesta fue encogerme de hombros, dándole a entender que, en efecto, todo lo que había dicho era verdad. No era tan difícil de creer después de todo, luego de haber visto todas las cosas terribles que todos hemos tenido que presenciar, como niñas con piernas amputadas u hombres con ojos arrancados.

— Es como una película de terror en la que los villanos son una compañía ultra poderosa.

Carlos no dejaba de ser otra víctima directa de Umbrella. Sus amigos y compañeros murieron a manos de sus malditos soldados y era de esperarse que mis palabras plantaran en él la semilla de la venganza. No era algo de lo que estuviera muy orgulloso, pero Silver Lake se nutría de ese sentimiento de venganza que nos invade a todos los miembros. Ahora que Carlos también se sentía así, podría considerarlo como un candidato para hacer parte de nuestra pequeña armada.

Estaba a punto de invitarlo formalmente, cuando escuché el estruendo desde una parte del bosque. Saltó por los aires esa criatura. El zombi sobreestimulado, como lo llamaba yo. No era la primera vez que veía a una de esas cosas y conocía a la perfección qué tan peligrosos podían llegar a ser. Su velocidad era un gran problema, porque de dos zancadas podría alcanzarnos, además esas garras afiladas nos decapitarían con un pequeño roce.

Correr, sí, era lo único que podíamos hacer por ahora, pero no era la solución. Nos perseguiría hasta matarnos. Era una criatura ágil y persistente. Nuestra única opción era matarlo, pero con un hacha y un revólver no lograríamos hacerle nada. Necesitábamos armamento pesado.

— ¡Sígueme! ¡No dejes que sus garras te alcancen! ¡He visto a esas cosas arrancar extremidades en un segundo!— le grité mientras corría a toda prisa directo hacia Silver Lake.

La mágnum, la mágnum, la mágnum, era lo único que cruzaba por mi cabeza. No miraba hacia atrás porque cualquier segundo de distracción podía suponer una muerte por decapitación. ¿Dónde estaba mi mágnum? En el ayuntamiento del campamento. Ahí la dejé.

— ¡Distráelo! ¡No lo dejes entrar!— le pedí a Carlos cuando estábamos llegando. Los vigías en las torres notaron el problema de inmediato y comenzaron a disparar con sus escopetas de corto alcance, pero estas armas no afectaban a esa bestia, apenas la retrasaban un poco. La alerta roja se encendió y todos los miembros civiles de Silver Lake debían buscar refugio.

Mierda... dijo para si mismo ante la petición del tipo, no sabía ni como se llamaba, ¿y ahora debía distraer a esa cosa? ¿quienes eran esos tipos? eran pensamientos que rodeaban la mente de CJ, quien simplemente se quedo quiero unos instantes, mas sabía que si algo era cierto es que no se iba a echar atrás, aquel hombre le había ayudado aunque fuera con una simple lata de comida, pero si había aprendido era la lealtad en este mundo de mierda, aunque eso en muchas ocasiones te podría matar muy fácilmente


¡Hey wey! ¡Hey aquí culero! le grito a la bestia, esperaba que aquellos sujetos no le dispararan pensando que era uno de los muertos, supuso de manera rapida que era el lugar donde se quedaba el tipo, en verdad era algo sorprendente, aunque de momento no se detuvo a observar con detenimiento tenía otro gran problema encima

La bestia gruño con fuerza y su atención fue totalmente para Carlos, este trago saliva, y le vio con terror en su rostro,  rápidamente corrió, hacia un lado del lugar la bestia rápidamente le alcanzo y lanzo un ataque, CJ rodó en el suelo tratando de evitar el ataque, varias ramas de algunos arboles  fueron cortadas, era sorprendente el filo,  aquel hombre no se había equivocado con lo que le dijo

¡¿WERO ALGO DE AYUDA POR ACA?! grito mientras los hombres aun disparaban a lo lejos, Carlos había soltado su hacha al momento de rodar, si bien era un superviviente algunas habilidades debía de aprenderlas, mas no iba a morir ahí, no se lo iba a permitir.

Carlos tomo su hacha, la bestia venía a por el y este alzo su hacha, tratando de asestar un golpe, mas eso no iba a servir, la bestia le golpeo con el anverso del filo de sus asquerosas extremidades, rompió el hacha de Carlos, que absorbió todo el golpe, Carlos voló unos metros y cayo al suelo, estaba casi inconsciente y con una herida en la cabeza, un enorme dolor en el abdomen, y en un brazo por la caída,  no iba a levantarse tan rápido como debía y aquella bestia se acercaba velozmente hacia el

Las sirenas en el campamento comenzaron a sonar para alertar a todos sobre una amenaza inminente. Por lo general este tipo de situaciones es preferible evitarlas, para no avivar el miedo entre los habitantes civiles de Silver lake. Una prioridad del refugio era mantener el sentimiento de seguridad entre quienes aquí confían su bienestar. Decirles que monstruos mutantes estaban llegando a la zona sería darle una apuñalada a este sentimiento de seguridad. Pero no había otra opción: debían refugiarse. Conociendo a esas criaturas, cabía la posibilidad de que terminara matándonos a todos con una facilidad enorme.

— ¿Dónde carajo está mi mágnum?— me pregunté a mí mismo rebuscando entre el baúl de armamento dentro del ayuntamiento del campamento.

Después de mucho buscar, por fin la encontré. Cargué la munición y salí corriendo para ayudar al pobre Carlos que debía estarlo pasando muy mal. Los disparos de los vigías seguían sonando y mi temor era que el mexicano terminara decapitado por mi culpa.

Cuando volví al campo de batalla, Carlos estaba tirado en el suelo, con sangre en su cabeza, el hacha rota y un brazo en posición extraña. La criatura estaba a punto de abalanzarse para acabar con su pinche y mexicana vida. Tomé la potente arma con mis dos manos y disparé, dándole en la espalda al lagarto que soltó un chillido y se giró hacia mí.

— ¡Ven aquí! ¡He comido cosas más grandes que tú en el desayuno!

Los vigías de las torres seguían disparando, pero sus proyectiles, aunque impactaban en la bestia, no le hacían ni cosquillas. Por otro lado, mi arma sí había abierto un importante agujero en su espalda. Siendo así, volví a disparar, dando esta vez en el pecho, pero la criatura seguía en pie y con ansias de matar, ahora más que nunca.

De un salto esa cosa quedó cara a cara conmigo. Levantó su gigantesco brazo y me zampó un golpe tan potente que me envió al menos dos metros por los aires. Mi arma salió volando lejos de mí. Me golpeé contra un árbol al caer, lastimándome un brazo. Ahora esa cosa estaba enojada y yo estaba desarmado.

Su vista estaba doblada y no sentía su brazo, algo andaba mal, alzo ligeramente la vista y se percato de que la criatura no tenía su atención fija en el, había estado en situaciones peligrosas antes pero esta le sobrepasaba, y no tenía muchas ideas, ademas no era una cuestión de tener ideas o no, físicamente estaba lastimado esto acostaba mas las posibilidades.

Trato de incorporarse despacio apoyándose con la diestra, su izquierda estaba posiblemente con una fractura, su abdomen le dolía pero aun no lo suficiente para no poder ponerse de pie, dudaba de que tuviera alguna costilla rota, el impacto fue fuerte, pero su buena amiga el hacha le protegió, amistad corta, pues estaba ahora echa añicos, quizá si encontraba la cabeza del hacha podría conseguir algún mango y repararla pero eso no era importante por ahora Verga we... dijo en su idioma natal observando el estruendo,  gente armada corría alrededor de una especia de valla

A unos metros de el observo la cabeza del hacha, la parte de metal muy afilada, pero algo mas importante, miro a aquella bestia dirigirse hacia el tipo que estaba momentáneamente indispuesto y desarmado Oh no carnal, no te vas a chingar al tuerto hablo para si mismo con algo de dificultad, con poca fuerza corrió hacia donde estaba la parte metálica y filosa del hacha, usando su diestra la tomo agachándose, sintió dolor en su izquierda, pero los picos de adrenalina le ayudaban a seguir, no le importaba mas que acabar con esa cosa

Con todas sus fuerzas tiro la cabeza del hacha hacia la bestia.

AHUEVO! grito con su puño cerrado cuando el filo daño la cabeza de la criatura, mas no lo mataría tan facíl estaba aun de pie, pero aturdida por el golpe, esperaba poder darle tiempo suficiente al sujeto para que hiciera algo, de igual forma intentaría lo que fuese

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¿Era mi impresión o el zombi sobreestimulado estaba sonriendo? Esa mueca extraña en su horripilante rostro no podía ser una coincidencia, menos aun cuando estaba a punto de lanzarme el golpe de gracia para arrancarme la cabeza. Debía ser una última alucinación, de esas que se dan justo antes de morir. Me frustraba que esa cosa riera al último, literalmente. Mi frustración era tanta que apretaba los puños y los dientes con fuerza, lastimándome las palmas de las manos y la mandíbula.

— No creas que esa sonrisita tuya te va a durar mucho tiempo.

¿Qué hacía yo hablándole a esa cosa como si fuera capaz de entenderme? Debía parecer un imbécil a ojos de los vigilantes que seguían disparando como desesperados en un intento vano de distraer a la cosa mientras se acercaba cada vez más a mí. Al menos tenía el consuelo de que si me mataba esa criatura, los habitantes del campamento no me iban a dejar sin vengar.

— Morirás, asquerosa bestia del infierno. ¡MORIRÁS!

Mis palabras eran sólo fruto de la desesperación que me provocaba el hecho de saber que estaba a punto de morir.

Sin embargo, justo antes de que esa cosa clavara sus filosas garras en mi cara, emitió un chillido agudo y se giró para fijar su mirada inyectada en sangre en el mexicano. Cuando se giró pude ver que el filo del hacha estaba clavado en la parte posterior de la cabeza. Carlos, aun con el brazo roto, me había salvado la vida y ahora estaba en un peligro mortal.

Aproveché la oportunidad para arrastrarme con rapidez hasta mi mágnum y disparar. La bala dio directo en su asquerosa cabeza, abriendo un agujero enorme en su cráneo. Esa cosa chilló, se revolvió, lanzó un par de zarpazos al aire y cayó boca abajo, muerto.

— Te dije que morirías, hijo de puta.

desafío:

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Hizo una mueca cuando esa cosa se giro hacia el, no tenía nada mas que hacer, ni una pinche arma que usar, mas que esperar la muerte, pero si algo había aprendido en sus tierras a pelear y morir peleando. no importaba que, y aunque fueran muertos ahora, iba a seguir hasta el final.

Aquello no fue necesario, parte de la cabeza de la criatura salio expandida por los aires el cuerpo robusto de la cosa esa no le dejo ver con exactitud, pero había sido aquel tipo que le metió una bala definitiva, acabo con  el, yacía tendido en el suelo, algunos espasmos musculares se hacían presentes en lo que sea que fuera eso, nunca había tenido algo igual en frente, ahora podía hacer simples suposiciones, había mas gente alrededor y algunos no dejaban de verle de forma un poco amenazante, consideraba aquello normal, incluso recordó muchas ocasiones en las que su antigua gente reacciono así con forasteros, parte de que no le partieran su madre era el hecho de que le vieron llegar con Nicholas, este debía ser su campamento base, que mas que un campamento, parecía una especie de ciudad, al menos eso era la impresión que daba desde afuera

Lo logramos gringo le dijo al tipo del cual aun no sabía su nombre, luego de haberse acercado, estaba lastimado, pero esperaba que el hombre le brindara ayuda de alguna forma, no sabía nada sobre el lugar, incluso no sabía si es que estaba en capacidad de ayudarle

Así que... ¿Es este tu cantón? quizá ni le entendería a su ultima palabra aunque era un slang bastante usado en el sur por la cantidad de latinos que vivían antes de toda está porquería.

El dolor se hacía presente en CJ nuevamente, la adrenalina y pulso cardíaco bajaban poco a poco, tenía su izquierda mal, esperaba que no tanto, pero de una fisura de hueso no se salvaba, apenas pudo salir de aquello, había sangre en su cuello, quizá necesitaría unos puntos en la cabeza