♬ It's the Mickey Mouse Club House ♬ || Libre

Recuerdo del primer mensaje :

Fecha: 13 de Octubre, 2015
Hora: 18h00
Clima: 2°C ~ llovizna continua desde hace 72 horas, niebla.
Outfit - ruana

10 de octubre, 2015

Ya eran poco más de dos semanas desde que había abandonado la prisión en busca de esa meta que un día se había impuesto. Una sin mayor razón, sin sentido, pero que le permitía seguir caminando, luchando, a pesar de estar en un mundo que te invitaba a solo dejarte morir para acabar con la constante angustia que lo consumía todo.

Una caravana más, luego el camino solitario. Ya se había acostumbrado a aquello. Aunque, debía confesar, las horas en la prisión la habían hecho olvidar de que en realidad estaba sola en el mundo. Las risas, la falsa idea de seguridad... La mirada de Jack. Entre el despertar de cada hora llegó a pensar en la posibilidad de quedarse hasta que llegó el hambre y supo que era momento de irse. No se despidió, solo del tipo en la puerta, porque no le quedaba de otra. Debía irse, por su propio bien. Estaba segura de que no saldría con vida de allí si llegaba a morder a alguno. Era mejor así, sola.

El frio aumentaba y la humedad en el ambiente no ayudaba en absoluto. Sus ropas, por más que intentaba cubrirse con todo lo que encontraba, estaban tan mojadas que las bajas temperaturas ya le habían llegado hasta los huesos. Estaba enferma. Ardía en fiebre. Extrañaba su hogar.

Cuando llegó a Orlando ni siquiera lo notó con el entusiasmo que había estado guardando en su pecho. Arrastró sus pies, como si fuese solo una parte más de la horda, hasta que sus ojos se toparon con la punta del castillo. Era Disney World... Los restos de este al menos.

Era difícil ver la gloria de aquellos parques entre la decadencia. Se evidenciaba que las estructuras habían sido utilizadas como refugio en su momento y en lo que quedaba en pie de los resorts se movían miradas paranoicas. Mantuvo la guardia baja, tan baja como la dolorosa tos de perro viejo se lo permitía. ¿Cuándo había sido la última vez que había comido? ¿Bebido agua fresca? No la habían matado los zombies o esas criaturas mutantes que aparecían aquí o allá, para morir por una gripa que no podía cuidar.

Había perdido la consciencia en algún momento, quizás cuando su mirada se cruzó con el letrero de "Walt Disney World" al que le faltaban algunas letras o cuando tuvo que obligarse a reír por la ironía del "where dreams come true", no estaba segura. De lo único de lo que estaba segura era de que estaba bajo techo.

13 de octubre, 2015

Un techo demasiado bajo en una habitación de paredes a rayas azules. En sus años de gloria, no muy atrás, hubiera sido más fácil distinguir la habitación de Mickey Mouse al interior del parque. La había visto millones de veces en fotografías. ¿Cómo había llegado allí? Era una pregunta a la que no tenía respuesta.

Sus sentidos se alertaron al escuchar los graznidos de una bandada de cuervos al exterior y con estos un grito, humano. Había alguien allí. Se incorporó de un solo movimiento solo para ser devuelta de golpe a causa del asqueroso dolor de cabeza y mareo que la azotaron. Quiso vomitar, pero nada salió de su estomago. Fue solo entonces que notó que se encontraba desnuda, envuelta apenas en las sabanas sucias de la cama. Sus mejillas se incendiaron en rojo. Definitivamente no había llegado allí por sus propios métodos ¿Qué demonios?

Lentamente levantó la cabeza y empezó a hacer un poco más de sentido de la situación. La fuente de calor que impedía que se estuviera congelando de frio en aquel momento provenía de una chimenea improvisada en un lateral de la habitación. La misma daba la única luz que había en el lugar. Podía escuchar la llovizna caer sobre el techo, lo cual le hizo pensar que no debía haber pasado mucho tiempo desde que había perdido el conocimiento. Seguía sin encontrar sus pertenencias.

Entre el terror del momento y el rostro de completa confusión de Ranza al ver cómo el desmayado se levantaba y hacía en dos segundos lo que ninguno de ellos había hecho en varios minutos, la joven no supo cuándo el "bellos durmiente" había desaparecido por debajo del brazo de la enorme mole mutante. Sintió que el estómago se le revolcaba, era terriblemente difícil ver aquella criatura directamente sin sentir el reflejo involuntario de vomitar. Se llevó la mano a la garganta y lo intentó, no era el momento de quebrantarse.

Cuando Donald le dijo que se tapara los oídos, obedeció.  Sin embargo, el pitido residual fue lo suficientemente fuerte para dejarla aturdida y con un creciente dolor de cabeza que taladrada sus sienes. Se puso de pie y se tambaleó ¿Cómo mierdas iban a salir de allí? Incluso si Goofy podía distraer a la bestia y ellos dos no le parecían una presa más fácil y apetecible, ¿por dónde iban a salir sin tener que saltar tres pisos por la ventana? Aquella criatura lo cubría todo.

Notó cómo el disparo del asiatico parecía haberlo molestado aún más, llamando toda su atención - ¡Se supone que dejaras que Goofy lo distrajera, no que llamaras su puta atención! - exclamó, con evidente molestia, esta vez en inglés porque antes no se había dado cuenta que en medio del pánico había hablado todo en español.

La bestia levantó uno de sus puños lleno de clavos enormes y azotó contra el suelo un par de veces intentando aplastarlos como a moscas. Ranza volvió a soltar un grito de pavor e intentó escapar del ataque metiéndose en una esquina entre dos paredes. Con suerte saldría ilesa de aquello. Con suerte...

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#1 'Dilemas' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

Le pitan los oídos, se despierta con el disparo de un arma de gran calibre, ya la ha escuchado antes, pero dónde? No obstante se despierta en la planta inferior, el suelo ha cedido y Adam vuelve a recuperar el conocimiento sintiendo las babas que caen alrededor, ve que el Zaa se mantiene en la planta por la escalera, sabe que la cosa está mal, pero ha sido capaz de verlo antes de perder la conciencia.
-Tiene un agujero en el pecho, disparadle ahí cuando levante los brazos! Cuesta de ver entre toda esa mierda pero confío en vosotros!...-Empieza a moverse con cierta cojera por el golpe, casi le disloca el hombro, tiene suerte de no haber sido golpeado con la parte de los clavos.

Está escuchando como los Crimson Heads se están levantando del suelo, los quejidos vuelven y se mueve lo más rápido que puede para tratar de hacer algo con la entrada y taparla.
-Mierda! No me habéis dejado ni mi navaja encima hijos de puta! Aguantad voy a bloquear la puerta! Vienen los putos caminantes otra vez! No os conozco de una puta mierda, pero ojalá esa bestia se enfade y venga a por mi de oirme gritar! Podeís hacerlo! Vamos!-Profiere haciendo el máximo de los esfuerzos por mover algunos trastos contra la puerta cerrada. Puede ver que por el centro de la planta baja el Zaa ha salido a la superficie aún hay un gran agujero en el suelo lleno de babas, quizá si no lo matan de un tiro pueden hacerlo caer abajo y seguir avanzando.

OFF:

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'Números' :

Resultados :

James cierra los ojos y un quejido de dolor se escapa de su garganta cuando el sonido del disparo le perfora los tímpanos y rebota en sus sienes. Y aunque la voz de la chica ha quedado ensordecida por el pitido en sus oídos, sus reclamos no hacen más que irritar a un de por sí ya volátil James. Si no hubiera disparado y distraído a la criatura, el golpe quizá habría alcanzado al otro hombre de lleno. Aún así, James no tiene las expectativas muy altas, dado el boquete que ha quedado en el suelo, justo donde había estado segundos antes el desconocido. En cualquier caso, no intenta razonar cuando dice, tres tonos más alto de lo normal y señalando el agujero con el cañón de pistola:

—¡Y ha hecho un trabajo excelente distrayéndolo!

Siente que la cabeza le va a explotar y por un segundo pierde de vista a aquella abominación. En consecuencia, James se da cuenta un segundo demasiado tarde que su disparo no sólo no ha dado en el blanco, sino que ha atraído la atención hacia ellos. Se da cuenta un segundo demasiado tarde que aquella bestia ha levantado su enorme brazo lleno de clavos en su dirección, con el sólo objetivo de acabar con ellos.

James salta hacia delante pivotando en su espalda contra el suelo, fuera del alcance del ataque. Aún así, no pasa por alto los pinchazos de dolor cuando fragmentos de hormigón y madera se clavan en su piel desnuda. En ese momento, James escucha la voz del desconocido en alguna parte del piso de abajo justo cuando sus mirada se posa en lo que le está describiendo.

Procesa la información y no se detiene a pensar cuando alza el arma y aprieta el gatillo, apuntado al podrido agujero en el pecho de aquello, sin siquiera darse cuenta que un segundo antes acababa de levantar los brazos para volver a arremeter contra él.

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El miembro 'James J. Yeager' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dilemas' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

En medio de los movimientos de la criatura había alcanzado a notar que el piso detrás de él ya no existía, era sólo un enorme hoyo negro que parecía haberse tragado al tipo de los tatuajes. Pero no había tiempo para pensar o mencionar algo al respecto, debía sobrevivir los poderosos ataques de aquella bestia mientras continuaba con un insoportable pitido en los oídos.

Cada golpe dejaba profundas marcas allí donde tocaba, pronto ya no había cama ni pedazos de pared y suelo. Cuando el ataque se le echó encima, Ranza alcanzó a agacharse y evadir el gigantesco clavo que la hubiera hecho bruschetta de pelirroja. Como pudo se arrastró y salió de debajo de la criatura, sintiendo un dolor punzante en la parte baja de la pierna derecha.

- ¡Puta madre! - gruñó entre dientes al notar un hilo de sangre que le bajaba por la ahora rota sabana. La punta de otro de los clavos había alcanzado a rozarla y le había abierto una herida. Era superficial, pero dolía como mil demonios.

Aprovechó el boquete que había dejado la bestia en su proceso de entrada a la habitación y evadiendo diversos obstáculos salió en dirección a lo que quedaba de la cocina. Se asomó entonces por la ventana de la estancia y trató de aguzar la vista a pesar en la oscuridad rondante, oscuridad que hacía demasiado difícil distinguir si caería a su muerte por algún agujero en el piso. Algo parecía moverse en las paredes debajo de ellos y el creciente sonido de la horda se hacía más y más intenso.

Escuchó al tipo de los tatuajes gritar algo desde el piso de abajo, pero no lo distinguió muy bien en medio de tantos sonidos, mucho menos cuando un nuevo disparo volvió a sacudir lo todo. ¡Iba a perder sus tímpanos! Ranza notó que tenía una posibilidad de huir si corría hacia la habitación contigua de la que había salido la criatura en primer lugar, pero no tuvo el maldito corazón de largarse y salvarse a sí sola. Eran una idiota.

- ¡Hey, hey, Marshmallow! - llamó a la estúpida criatura a la que apenas y lograba distinguir por completo en medio de la penumbra. Y eso era bueno, porque la poca visión que había tenido de él le había causado náuseas - ¡por aquí! - agitó sus brazos mientras se movía en dirección al hueco en el suelo, esperando no dar un paso en falso y caer - ¡miraaaa, rico cerebro! - sintió que le faltaba la respiración por el terror que recorría cada fibra de su cuerpo, pero debía intentarlo.

Cuando le pareció que estaba lo suficientemente cerca del borde sin poner su propia vida en peligro, aferró a Romeo con su mano izquierda y esperó. Con suficiente "suerte" la criatura se lanzaría a atacarla y ella sería capaz de esquivarlo justo a tiempo para verla caer pisos abajo, los suficientes para darles tiempo a los tres de salir de allí de una vez y por todas. Solo esperaba que sus pertenencias no se hubieran perdido en aquel desastre.

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#1 'Dilemas' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

Sabe que la situación es grave, pero se ha sentado al pié de la escalera un instante a reflexionar, los calmantes están empezando a hacer efecto y Adam está apunto de subirse en primera clase en un vuelo directo a Narnia.
-Primero...Les salvo la vida...-Niega con la cabeza, se le nibla la vista-...Después se me acojona el asiático de metro ochenta...-Piensa un instante, está seguro no le cabe duda-...Y va con una puta Desert Eagle!...-Niega de nuevo con la cabeza-...La niña que parecía toda una superviviente ahora me dan ganas de reventarle la cabeza siete veces contra el suelo como no deje de gritar la muy...-Se produce una pausa, Adam ya no siente el abdomen-...¡¡¡A la mierda!!!-Con el dolor anestesiado sube hasta la planta que hay entre ambos, la segunda habitación a la derecha, abre y se prepara para trepar por el hueco que hay entre ellos y la bestia, observa y calcula la distancia de un salto, decidido, sin duda alguna.

Salta y se agara con ambas manos del saliente, un salto que probablemente pocos seres humanos puedan hacer, pero sube, por la izquierda de la bestia, en principio sin haber sido descubierto, gracias a yoko ono y al asiático con ganas de vengarse del imperio inglés.
"Putos aficionados..."Incluso en su mente es capaz de ponerse voz de cansado, se va haciendo mayor le guste o no.

OFF:

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'Números' :

Resultados :

James observa como aquella abominación levanta los brazos para atacarle, justo cuando la bala de su revólver se incrusta tan cerca de su corazón que es hasta insultante. Cada fibra de su cuerpo le grita que intente esquivarlo, que no vale la pena el riesgo, que ya ha hecho bastante. Si le alcanza a esa distancia tiene una idea bastante clara sobre qué quedará de él, pero aún así no se mueve. James ve, con la vibración del disparo martilleando en sus venas, que tiene un tiro limpio y sólo puede pensar en la chica y el desconocido del piso de abajo. Piensa en su hermano y en Nueva York, y de repente no piensa en absoluto.

Esta vez su disparo acierta y James deja escapar una bocanada de aire que no sabía qué estaba conteniendo. En ese momento, la abominación retrocede con un quejido y cae por el agujero en el suelo con un estrépito.

Solo entonces James vuelve a respirar, y el tsunami de sensaciones que le invade es abrumador. Tiene el pulso acelerado y está algo mareado, siente el dolor punzante de cada una de las heridas en su espalda y brazos, y el pitido que le desgarra los tímpanos se vuelve insoportable.

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El miembro 'James J. Yeager' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Soundtrack

Ver la bestia caer, lo preocupa bastante, pues ve por la forma en la que chilla que sigue "viva", no obstante al menos es algo más que puede anotar a su diario de criaturas, por lo que.
-Eh! Niña!...Ehhh...-Su voz su agudiza en el último momento cuando abre los brazos a modo de queja viendo como pretende marcharse, al mismo tiempo que se vuelve a tapar por el dolor de la costilla.

Al no poder hacer nada para evitarlo, pues quien se enfrentaría a la furía de una adolescente frustrada, va hasta el resto de sus cosas.
-Déjala...,dale un momento, si queremos salir de aquí voy a necesitar ayuda, soy la ostia pero aun no soy dios...-Puede ver JAMES, en la espalda de Adam, un tatuaje en un tipo de letra bastante exótico "Tenacidad,Respeto,Compasión". Aparte, hay bastantes fechas y nombres, varios dibujos de emblemas del ejército y algun que otro tauaje estilo carcelario, sus brazos están repletos de dibujos de realismo, sobre escenas extrañas, sus antebrazos llevan símbolos de la suerte, como naipes, el número de serie de su M1911 de cuando se alistó etc. El torso, lleva en el lado derecho escrito algo que ocupa de entre 4 a 6 líneas, en el lado del corazón, un emblema militar mucho más carácteristico y grandilocuente que los demás, pero que ha sido modificado con el árbol de la vida, del que emanan unas notas de música muy suaves.

En el abdomen lleva tatuado "Semper Fidelis", eligió un sitio que se viera fácilmente incluso aunque no estuviera de servicio. Adam no tenía miedo de mostrar quien era nunca lo ha tenido, por ello aunque sus enemigos no hablaran su idioma, viendo los emblemas, las fechas de aliados caídos, su hoja de servicio, más todos los tatuajes en forma de muesca de 4 y línea por todo su cuerpo junto a las cicatrices hacíendo un grotesco alambre de espino, serían muestra suficiente para decirles quien era y que estaba listo, aunque fuera atado y torturado, jamás se rendiría.

-En la habitación del fondo está el resto de mis cosas...-Le señala la habitación del fondo, pasando el abismo del tercer piso-...Yo iré por la parte izquierda...-Recoge solo lo esencial, como ropa y zapatos, después las medicinas y provisiones pero para-Mira, no se como te llamas pero lo oyes no?...Ya vienen, mete todo eso en un petate y recarga ese puto cañón!...-Va directo al otro lado, donde se equipa al completo, solo se había quitado sus cosas, habiíendolas dejado en una habitación del resort diferente, es lo bueno de tener la llave.

Se pone una muda limpia oscura, aunque esté sucio herido y cansado ha llegado el momento. Se tapa el torso con una camiseta negra muy fina y ajustada de manga larga. Después unos pantalones tácticos negros, calcetines negros, no hay tiempo para la ropa íntima. Unas botas militares negras.
Después comienza con lo más importante, el chaleco de blindaje avanzado negro con hombreras y protección de cuello. Adam ha tenido demasiado tiempo libre, pero no ha sobrevivido por nada, atrás quedó el usar cuero y chapas de acero o laminas para crearse un armadura, se ve rudimentaria, entre cuero y metal, pero efectiva, además ya lleva las bolsas para munición, la radio, una granada, etc.
la radio va a la espalda a la altura de los riñones, la granada justo al lado con un belcro de seguridad, en el hombro izquierdo lleva enganchada una linterna led pequeña pero muy potente, tanto que puede recrear luz estroboscópica con uno de sus modos, nose ve mierda del chino de la esquina, parece algo de tecnología militar. Después la pistolera, con su 45, la espada buena, a la espalda en su funda.

Va comprobando así el resto de cosas, ya van los cargadores llenos y en su sitio. Finalmente toma el rifle y la escopeta con la bandana de cartuchos, una bien grande, como las del viejo oeste, malditos fetiches.
Las deja a un lado, por un segundo revisando su obra, como lo había distrubuído todo perfectamente, entre la cama, el armario, la cómoda, lo desordenado que ha quedado todo, en fin.
Un pañuelo negro limpio tapándo su boca y nariz, la coleta alta bien apretada, finalmente los guantes blindados anticorte, los ha hecho él mismo, con cota de malla muy fina, pero de acero templado, más después la tela anticorte.

-Quien lo iba a decir...-Mira el lúgubre techo del lugar donde está-...Sólo me faltaría la máscara y la capa...-Con una mueca recoge ambos rifles, tras echarse la bandolera al hombro, vuelve corriendo cruzando el pasillo, cuando ve a la niña llamando a la puerta todo empeora, se lanza contra la puerta, una puerta que como mucho se puede mantener cerrada por definición, pero no a la práctica.
Le lanza la escopeta a JAMES, acto seguido la bandana con munición.
-Se que saber usar una de esas...-Señala su Desert Eagle, pero le acaba de pasar una SPAS 12, varios cartuchos de escopeta.
-Pero sabes usar una de éstas?...-Mueve su rifle de asalto muy a lo cowboy, después tras pensarlo mirándo el cañón, niega él solo.
"Silenciador para qué?...Me va bien con una mira de punto rojo retroiluminada..."Sonríe mirando a la joven.
-Tengo un plan señores...-Hace una pausa con una sonrisa renovada-...Vamos...Al Space Mountain...Allí está el mayor depósito de baterías almacenadas del parque...Esa...Es nuestra salvación...-La toma de los hombros con fuerza-...Tienes que llevarnos hasta allí...-Dejando caer el rifle en su propia banda sobre el cuerpo de Adam.
-Sí o no?...-Sonríe mirándola, después mira de Reojo a James-...Espero que estés listo para protegerla hasta el final...-Se separa de esta, observando como James ha terminado la barricada, pero no tardarán más que medio minuto siendo muy generosos en entrar.

-Me llamo Adam Jensen, mi nombre en clave ahí fuera es Balion...Un placer conoceros chicos, espero que os guste mucho vivir, porque estáis de suerte, vais a vivir, todos vamos a vivir joder!...-Tira del admisor para meter la primera bala en la recámara. Lleva un rifle de asalto M4A1, modificado, con unn raíl para accesorios, en el que lleva mira láser, empuñadura, culata de tres posiciones, mira de punto rojo retroiluminada, linterna táctica y un bípode retráctil en la parte delantera del cañón, que ahora mismo está plegado.

Antes de darse cuenta, James ve a la más joven escabulléndose por la puerta. Se marcha sin mirar atrás y no puede culparla. Ella no les debe nada, por lo menos a él. Se pregunta, con el pitido de los disparo martilleándole las sienes, si llegará muy lejos envuelta únicamente en una sábana.

James escucha en silencio al desconocido, buscando entre los escombros sus cosas. Encuentra su mochila y su ropa, relativamente seca, así que se viste con rapidez. Fuera, incluso por debajo de su aturdida capacidad auditiva, es capaz de escuchar los gruñidos de muertos acercándose por decenas. El desconocido también sabe que no podrán salir de ahí si no trabajan en equipo, espera que la otra chica entre en razón y vuelva. Juntos tienen la mayor probabilidad de supervivencia. No obstante, frunce el ceño ante las palabras del desconocido y lo frunce aun más al mirarle. No necesita una niñera que le señale lo obvio, pero no dice nada y su única reacción es recargar su revolver y seguirle.

Resulta que el equipo del desconocido supera con creces sus expectativas, para haberle encontrado moribundo en la puerta de este lugar. A pesar de todo, incluso ahora no tiene mucho mejor aspecto. La voz de la chica corta la tensión desde el otro lado de la puerta, y a lo mejor se siente aliviado al saberla de vuelta. Por supuesto, no se espera que el hombre, armado hasta los dientes, comparta parte de su arsenal con él. Coge al vuelo lo que le lanza y sólo después se da cuenta de qué se trata; una escopeta de uso militar y servicios especiales de la policía. Demasiado buena para estar dándosela a desconocidos.

James le mira con desconfianza, por debajo de las pestañas. Sabe usarla, y no pasa por alto la obscena satisfacción de volver a sujetar un arma larga después de tanto tiempo. La carga con un chasquido metálico, después de enfundar su revólver, y asiente a modo de agradecimiento.

Construye una pregunta a medias de por qué Space Mountain, pero le resta importancia. Lo importante es salir de ahí. James se encoge dentro de su chaqueta ante el comentario de proteger a la desconocida. No parece que necesite la protección de nadie. —Para tener una oportunidad, los tres tenemos que protegernos entre nosotros. — pasa por alto que, al parecer, el tal Adam y la más joven no se conocen, a pesar de la situación en la que los encontró. De todas formas, no es asunto suyo. —Si tienes tiempo para discursitos motivacionales, pongámonos en marcha. — antes de girarse y salir añade: —Soy James.

Una milésima de segundo antes de escuchar actividad al interior de la habitación y de que la puerta de esta se entreabriera como una invitación a que volviera a entrar en lugar de dejarlos salir a ellos, notó lo que nunca debía haber olvidado en todo lo que iba de aquella noche maldita. Solo llevaba sobre ella una sabana. ¡Una sabanita! En el puto frio que estaba haciendo en Orlando. Con la fiebre de mierda que llevaba encima. Con la tos de perro moribundo. Una puta sabanita ya rasgada y que, no sabía cómo mierdas, aún no se le había caído para dejarla completamente expuesta.

Ante aquella revelación de su cerebro de pájaro, no dudó dos veces en volver a la habitación y comenzar a recoger partes al azar de toda aquella ropa que había visto antes tirada por el lugar. Parte estaba destrozada ya, otra seguro había caído por el hoyo aquel en medio del pasillo principal, pero lo que había era suficiente para lograr alguna cosa por más ridícula que fuera. Ya estaba acostumbrada a vestir como ridícula y que de hecho le gustara.

Sin notar la sonrisa de BalioN o el intercambio de palabras y armas entre ambos hombres, pasa entre ellos y se mete a lo que queda del baño, usa un pedazo de la sabana para hacerse la venda del muslo y cubrir la fea cicatriz del mordisco del zombie que lo inició todo. Ya es consciente de que el tal.... ¿cómo era?... seguro ha visto cada una de las marcas en su cuerpo empezando por aquella, pero no tiene intención de que nadie más la vea. A oscuras y como puede se arma un outfit lo más cálido posible para aquel frio y aquella lluvia eterna de mierda y sale para sentir el agarre del tipo de los tatuajes que le dice que debe guiarlos al Space Mountain porque allí hay un deposito de....

No, no comprende la razón por la que le piden aquello, pero es consciente de que su idea inicial de largarse y dejarlos había sido un impulso estúpido y de que los necesita si quiere tener siquiera una pequeña probabilidad de salir con su cerebro de allí. La habilidad esa que la hacía como invisible ante la horda no siempre funcionaba. Lo que si sabe es que el extraño la está tomando por los hombros y hablándole demasiado cerca y muy fijamente y eso la hace sentir super incomoda. La parte adolescente de su mente desea que de hecho la toma con más fuerza y la acerque más, pero la parte más de la introvertida y tonta Ranza la obliga a agacharse para liberarse del agarre y, de hecho, dar dos pasos hacía atrás.

Nota el hype de Goofy y la tensión de Donald y ella está en ese medio en que de repente es la doncella en apuros que debe ser protegida y salvada a toda costa. Suspira y simplemente asiente a la petición del hombre, se le da bien esa vaina de seguir mapas y ubicarse. Sabe bien que siempre hay un mapa de los parques en los cajones de las habitaciones de los resorts y hoteles en toda la ciudad y cercanías. Es algo que leyó repetidamente cada que soñaba con que su madre la llevara a aquel parque o siquiera al de Disney Land que estaba miles de millas más cerca.

Con sus cortas zancadas acorta la distancia entre ella y la segunda habitación que aún está casi intacta, rebusca en los cajones de las mesas de noche hasta dar con lo que busca. Está algo dañado y tiene algo como moho blanco saliendo en diferentes partes, pero no importa. Agarra su linterna con la boca y deposita el mapa sobre la cama, con un dedo trata de ubicarse y buscar la ruta más cercana. Recuerda más a menos dónde cayó, no puede estar muy lejos de allí así que usa eso como primer punto y de allí....

Goofy seguía dando un speach allí afuera, como cuando la gente iba a la guerra y sabían que iban a morir pero era mejor engañarse. Donald ya pedía que salieran de una vez. El ruido de la horda estaba demasiado cercano...

- Tendremos que salir por detrás - levantó los hombros mientras salía de nuevo. El frente no era una opción y aunque habían tambaleantes por la parte trasera, lo más seguro es que tendrían mayor oportunidad contra esos que contra lo que ella había visto - podemos saltar. Es más rápido pero nos arriesgarnos a rompernos algo. O bajar... - señaló el hueco por el que había caído y trepado el tipo de los tatuajes y esperó, no le quedaba más - de ahí, al sur - señaló de nuevo en la dirección correspondiente y dobló el mapa, era hora de bailar y demostrar que no era una princesita Disney de mierda, era la princesa Xena!

Soundtrack

Se mete la mano por el traje haciendo como que busca algo, pero por su mirada, cargada de sabiduría, y su sonrisa, muestra al fingir que lo cuentra, que perfectamente sabe lo que busca.
-Esta es la nueva modelo, me la saco del culo y os la enseño...-Les muestra una pistola, con un cañón demasiado extraño para disparar balas, además tiene un carrete con cable de al menos unos 20 metros.
-Con este se dispara...-La dispara al borde del precipicio apuntando un instante primero, escucháis el sonido del gas y el carrete, así como la pinza de acero que se abre y agarra con muchíssima fuerza a la superficie.
-...Y con este se suelta...-Al apretar el gancho se suelta, volviendo el cable con muchísima fuerza, casi al instante.
-No diré que es una despedida...-Les mira a los dos de nuevo un instante, sabe que si le ven dudar, que si su valor falla ni por un segundo, podrían dudar ellos y fallar y eso no puede permitirlo, niega ligeramente avergonzado.

-Vamos, largaos de una vez...-Le lanza la pistola a James dando un par de pasos hacía delante y se pone de frente, toma el rifle con ambas manos, antes, se deja en los labios un cigarro arrugado y salvado con parches de papel en diferentes ocasiones.
"Vamos a ver...Ha llegado el momento de morir?..."Ya no les escucha, ya no les presta ninguna atención.
-Largáos de una puta vez! Yo enseguida os alcanzo! Llegareís de sobra abajo tan solo dejandoos caer con el peso de vuestro cuerpo, guardad esa mierda! Nos hace falta para más partes del plan!...-Alza el rifle y usa la linterna de este, así como la del chaleco en modo parpadeo para desorientarlos, si no dispara ya, que están apunto de asomarse y empezar a entrar, los tendrá demasiado cerca para evitar que ataquen a sus compañeros.

Se inclina doblando las rodillas ligeramente, enciende el láser y empieza la fiesta, quita el seguro y lo pone en modo de tiro Semi-automático. Primer disparo, el primer caminante siempre es especial, cae redondo, mientras espera estar escuchando como el puto chino dispara la pistola y se largan de una maldita vez.

Con el segundo, las cosas empiezan a ponerse feas, sabe que el tercero logrará entrar en la habitación, pero no es solo sino, sino que que además, la horda que está por entrar, es lo bastante numerosa, para hacer dudar a cualquiera.
-En tus sueños!...-Vuelve a la realidad y tras echar un paso atrás terminando disparando a la cabeza al tercero.
En su siguiente asalto si aun no se han marchado, deberá enfrentarse a 5 a la vez.
"Este no es el final...Solo es el principio..."Va pensando en sus propias motivaciones, quiere vivir, quiere vivir, tiene un plan y un grupo de un chico valiente y una chica

OFF::

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :


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#3 'Números' :

#3 Resultados :

Ranza, ni corta ni perezosa -y vestida-, busca un mapa del parque en los cajones del otro cuarto. Sale con una ruta de escape planeada y James está agradecido. La horda y todo lo que haya en ella está cada vez más cerca y la tensión se refleja en su expresión. Sin embargo, en contraposición está Adam, que ni se molesta en esconder esa sonrisa de satisfacción cuando les demuestra cómo usar su ganchito. James lo mira a él y a su artefacto con recelo, pero una persona disfrazada de Batman y armado hasta los dientes no puede estar equivocada. Tampoco tienen otra opción y decide confiar en el buen criterio de ese hombre. Ojalá que sepa lo que hace.

Atrapa la pistola con gancho y quiere protestar cuando les insiste en marcharse. A James no se le ha pasado por la cabeza dejarle atrás, a pesar de todo. La insinuación es insultante y no va a abandonar a nadie, no como los abandonaron a su hermano y a él. No obstante, el hombre tiene otros planes y se los deja saber con una preocupación genuina a pesar de las palabras que emplea. James mira a Ranza sopesando las posibilidades y gruñe una maldición en voz baja, pasándose la correa de la escopeta por la espalda.

—Más te vale alcanzarnos. — espera que escuche ese mudo “Si te mueres te mato”.

Cuando se gira, coge de la mano a Ranza y corre hasta la fachada trasera. Fuera, el cielo nocturno le da la bienvenida y la fría brisa envuelve su piel. Hay unos cuantos muertos merodeando pero nada por lo que preocuparse. Todavía.

—Esto es muy mala idea… — mira hacia abajo y luego al gancho en su mano derecha. Hay arbustos altos y tierra, suficiente para amortiguar la caída. Mira a la chica un instante antes de acercarla por la cintura, en un agarre fuerte pero firme. —Sujétate bien. — antes de disparar el gancho y saltar mira hacia atrás, buscando a Adam. —Aim for the bushes!

- ¡¿Pero qué puta necesidad de ser el maldito héroe?! - protesta. ¿Por qué no podía solo ir con ellos? Rodó los ojos y por una milésima de segundo se negó a que el asiático le tomara la mano, no se le daba nada bien el contacto físico con otras personas, mucho menos si solo unos instantes atrás había estado babeando al hecho de verlo sin camisa. Apretó un puño y finalmente cedió. A la mierda, si el tipo quería ser el sacrificio que aplacara a los dioses, que le fuera bien, no estaba para rogarle a nadie y mucho menos a un desconocido.

No pudo evitar soltar una carcajada, a pesar de la precaria situación, al escuchar lo de "aim for the bushes", en especial porque ese par de idiotas endiosados no habían terminado nada bien. Se aferró al hombre por instinto y necesidad de supervivencia. Estaba segura que aplastado contra el concreto iba a terminar el tal.. ¿cómo era? ¡Goofy! Si seguía con ese deseo suicida tan asqueroso.

"There goes my hero
Watch him as he goes
There goes my hero
He's ordinary"

El coro de la canción salió de entre sus labios a medida que perdían de vista al rambo del momento y la pistola de gancho los bajaba por el lateral del edificio. Solo eran tres pisos, pero se habían sentido como una eternidad.

Inmediatamente sus pies tocaron suelo se hizo a Romeo, su machete, y lo puso en posición defensiva. Se preguntaba si acaso había alucinado a la gente en los edificios, si quizás solo habían sido zombies que ella había confundido en su deseo inmenso de un refugio en medio de la lluvia y la fiebre. Fiebre que podía sentir aumentando en su interior, lluvia que seguía cayendo y que la obligó a gruñir al sentir que sus ropas comenzaban a mojarse de nuevo.

- Zombies a las doce - exclamó con más calma de la que se debería tener en ese momento. Giró a Romeo entre sus manos y se lanzó al ataque del más cercano, directo a la cabeza.

dados escribió:#1 ataque Ranza: +2
#2 defensa Ranza: +1

#3 Ataque zombie: +2
#4 Defensa zombie: +1

Arma: Machete: [Daño: 8 + 1 (fuerza)]