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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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¿Unas tiritas, unas gasas... algo? [Matthew Kowalski]
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Recuerdo del primer mensaje :
Nublado - 08 º C - Washington D. C. - 01 de enero de 2016 - B.S.O.
Los ladridos de Capi solo lograban ponerla más nerviosa, o incluso de mal humor, ya que Carmen lo único que quería era pensar con claridad y con todo aquello la mujer era incapaz de dar pie con bola. La sangre caía cálida y muy pegajosa por su brazo, manchando su único abrigo.
La alambrada le había hecho un corte muy feo y ahora debía esforzarse por curarse, evitar a los dos zombies y que Capi se callase.
— ¡Eh ya vale! — exclamó ella de bastante mala gana. Lo último que quería era enfadarse con su compañero de viaje y menos sabiendo que solo estaba preocupado por ella, Capi estaba nervioso y era su forma de llamar la atención. El animal decidió dejar de ladrar mientras ella giraba por la esquina de aquella gasolinera y veía a los dos zombies seguirla.
— Mierda Capi, esto no te va agustar... — la mujer hizo de tripas corazón y pese a la herida, recogió entre sus brazos al perro, quien se revolvió bastante porque odiaba que le cogieran. Con el mayor de los cuidados, lo dejó caer por la ventana de arriba. Carmen se estiró y se impulsó para subirse a la ventana y dejarse caer en el interior de aquella gasolinera. Capi había caído afortunadamente sobre un montón de cajas y estaba perfecto. Ella cayó a su lado, ligeramente mareada y chafando las cajas.
— Lo siento, ¿pero preferías a los zombies? — le preguntó. Como siempre en su lengua materna, el español. Carmen había decidido que Capi sería su "paisano" adoptivo. Lo cual era absurdo, pero a ella le ayudaba.
Al alzar la mirada, se vio en un pequeño almacén, los zombies fuera habían alcanzado la pared donde estaba la ventana, pero esta era demasiado alta para sus torpes articulaciones. Carmen había roto la tela de la manga de su abrigo para improvisar una venda, presionaba la herida y se levantaba con la intención de buscar algo que la ayudase a curarse.
Aún seguían en la capital del país, ella quería irse más al oeste, o incluso al sur, ya que el frío era insoportable.No se sentía bien y estaba hambrienta. Pensó que podría encontrar algo allí adentro para curarse o incluso comida. Carmen se levantó con mucho cuidado, seguida de Capi que no se mostraba para nada tranquilo con los zombies de fuera. Tenía que tener ahora mucho cuidado cuando abriera la puerta de la tienda, por si se encontraba con más sorpresas. Esperaba que no, no sabría si aguantaría mucho más.
La alambrada le había hecho un corte muy feo y ahora debía esforzarse por curarse, evitar a los dos zombies y que Capi se callase.
— ¡Eh ya vale! — exclamó ella de bastante mala gana. Lo último que quería era enfadarse con su compañero de viaje y menos sabiendo que solo estaba preocupado por ella, Capi estaba nervioso y era su forma de llamar la atención. El animal decidió dejar de ladrar mientras ella giraba por la esquina de aquella gasolinera y veía a los dos zombies seguirla.
— Mierda Capi, esto no te va agustar... — la mujer hizo de tripas corazón y pese a la herida, recogió entre sus brazos al perro, quien se revolvió bastante porque odiaba que le cogieran. Con el mayor de los cuidados, lo dejó caer por la ventana de arriba. Carmen se estiró y se impulsó para subirse a la ventana y dejarse caer en el interior de aquella gasolinera. Capi había caído afortunadamente sobre un montón de cajas y estaba perfecto. Ella cayó a su lado, ligeramente mareada y chafando las cajas.
— Lo siento, ¿pero preferías a los zombies? — le preguntó. Como siempre en su lengua materna, el español. Carmen había decidido que Capi sería su "paisano" adoptivo. Lo cual era absurdo, pero a ella le ayudaba.
Al alzar la mirada, se vio en un pequeño almacén, los zombies fuera habían alcanzado la pared donde estaba la ventana, pero esta era demasiado alta para sus torpes articulaciones. Carmen había roto la tela de la manga de su abrigo para improvisar una venda, presionaba la herida y se levantaba con la intención de buscar algo que la ayudase a curarse.
Aún seguían en la capital del país, ella quería irse más al oeste, o incluso al sur, ya que el frío era insoportable.No se sentía bien y estaba hambrienta. Pensó que podría encontrar algo allí adentro para curarse o incluso comida. Carmen se levantó con mucho cuidado, seguida de Capi que no se mostraba para nada tranquilo con los zombies de fuera. Tenía que tener ahora mucho cuidado cuando abriera la puerta de la tienda, por si se encontraba con más sorpresas. Esperaba que no, no sabría si aguantaría mucho más.
Nublado - 08 º C - Washington D. C. - 01 de enero de 2016 - B.S.O.
— ¡Ah, un militar! — exclamó con sorpresa. — Pues entonces has tenido mucha suerte, no la dejes escapar — se refirió a varias cosas, no solo a su suerte. Que hoy en día pudiera seguir adelante junto a un ser querido... a Carmen le parecía una utopía y más después de lo sucedido en la Granja de Tobias, o prácticamente con cualquiera que hubiera querido ayudarla y mantenerse a su lado.
Carmen se terminó por fin la lata de su comida. Capi terminaba también de relamer su cartón, no pudo evitar sonreir al ver como el perro se topaba toda la calma del mundo para saborear los últimos restos de la comida. Se estiró para acariciar su cabeza, pero en aquel momento el husky no atendía a nadie, la comida siempre tenía su prioridad.
— Sí, pensamos que lo peor de todo esto eran los zombies y vaya... — Carmen hizo girar los ojos al recordar las criaturas que había visto o los cambios climáticos de los últimos meses. — Cada vez vamos a peor... y el tiempo no ayuda — se miró las manos. — Debemos tener cuidado y atesorar los momentos que podamos... — sonrió ligeramente. — Eso también ha sonado muy hippie, ¿no? — hizo una pequeña mueca mientras recogía un poco las cosas y apagaba el fuego.
Cuando Capi se puso en pie Carmen creyó que era porque el perro había terminado de comer, pero en lugar de ello se puso a gruñir suavemente. La mujer se giró rápidamente hacia él, sorprendida, vio como todo el pelo del lomo se le erizaba.
— Eso no es buena señal — añadió ella a la vez que se ponía en pie. Automáticamente desenfundó su arma y se preparó para sacar el cuchillo del cinturón. Si se trataba de un zombie podría tratar de atacarlo con este, sin la necesidad de hacer ruido, pero por la postura y forma de actuar Capi... parecía otra cosa. Él era una clara ventaja, siempre avisaba de antemano.
Carmen se terminó por fin la lata de su comida. Capi terminaba también de relamer su cartón, no pudo evitar sonreir al ver como el perro se topaba toda la calma del mundo para saborear los últimos restos de la comida. Se estiró para acariciar su cabeza, pero en aquel momento el husky no atendía a nadie, la comida siempre tenía su prioridad.
— Sí, pensamos que lo peor de todo esto eran los zombies y vaya... — Carmen hizo girar los ojos al recordar las criaturas que había visto o los cambios climáticos de los últimos meses. — Cada vez vamos a peor... y el tiempo no ayuda — se miró las manos. — Debemos tener cuidado y atesorar los momentos que podamos... — sonrió ligeramente. — Eso también ha sonado muy hippie, ¿no? — hizo una pequeña mueca mientras recogía un poco las cosas y apagaba el fuego.
Cuando Capi se puso en pie Carmen creyó que era porque el perro había terminado de comer, pero en lugar de ello se puso a gruñir suavemente. La mujer se giró rápidamente hacia él, sorprendida, vio como todo el pelo del lomo se le erizaba.
— Eso no es buena señal — añadió ella a la vez que se ponía en pie. Automáticamente desenfundó su arma y se preparó para sacar el cuchillo del cinturón. Si se trataba de un zombie podría tratar de atacarlo con este, sin la necesidad de hacer ruido, pero por la postura y forma de actuar Capi... parecía otra cosa. Él era una clara ventaja, siempre avisaba de antemano.
- DADOS:
- #Dado enemigos: ¿qué llega?
El miembro 'Carmen Ruiz' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Enemigos' :
Resultados :
'Enemigos' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Matt parpadeo un par de veces ante lo que la chica decía y entonces sonrió algo divertido y dijo - en realidad ella es la que no me tiene que dejar escapar, verás, soy un chico lindo y se manejar armas ¿Que más puede pedir una mujer?- claramente estaba bromeando con lo que decía porque había una larga historia de molestia, enojos y traiciones. Pero todo eso ya había quedado en el pasado, el mismo era el que había decidió dejar todo eso en el pasado.
Noto que ella y el perro habían terminado de comer bastante rápido, lo que lo hizo pensar que quizás habían estado pasando por mucha hambre y sin pensarlo dijo -oye, ya que no quieres que te lleve a un refugio, puedo dejarte algunas latas de comida y las cosas que use para curarte, creo que al menos así me quedaría algo más tranquilo- porque cuando dejaba a alguien atrás siempre pensaba en esa persona por un tiempo
Dejó salir una pequeña risa cuando ando hablo de que una vez todos habían pensado que lo peor eran los zombies -si, a demás últimamente parece que esas cosas están saliendo cada vez más- por eso ha Is que acabar con umbrella lo antes posible pero suponía que eso no era algo para hablar en ese momento o si? Sus ojos se clavaron en ella cuando dijo que había que atesorar los momentos y respiro profundamente porque era algo que había estado pensando una y otra vez.
Estaba riendo por su último comentario cuando el perro comenzó a gruñir y el supo que habían problemas. Matt saco el arma que llevaba con el, casi como un acto reflejo. -¿Puedes hacerlo callar?- murmuró lo más bajo que pudo mientras se adelantaba lentamente a la puerta y la abría con mucha suavidad. La vio moverse y quiso insultar, pero en cambio cerró la puerta tan lentamente como pudo y dijo -tenemos que salir por atrás, hazlo lo más rápido que puedas- por experiencia propia había aprendido que todo lo que no fuera un zombie, no se moría con un par de balas.
Así que apuntando a la puerta comenzó a retroceder mientras miraba cualquier cosa que pudiera servirle en ese momento. Por un momento creyó ver una botella pero al tomarla era un frasco de café. Clamente insulto dentro de él, pero entonces vio un pequeño horno conectaba una válvula de gas -vamos preciosa- metió el arma en la pistolera y entonces abrió la válvula y el gas comenzó a salir - apúrate, haremos explotar esta mierda-
Noto que ella y el perro habían terminado de comer bastante rápido, lo que lo hizo pensar que quizás habían estado pasando por mucha hambre y sin pensarlo dijo -oye, ya que no quieres que te lleve a un refugio, puedo dejarte algunas latas de comida y las cosas que use para curarte, creo que al menos así me quedaría algo más tranquilo- porque cuando dejaba a alguien atrás siempre pensaba en esa persona por un tiempo
Dejó salir una pequeña risa cuando ando hablo de que una vez todos habían pensado que lo peor eran los zombies -si, a demás últimamente parece que esas cosas están saliendo cada vez más- por eso ha Is que acabar con umbrella lo antes posible pero suponía que eso no era algo para hablar en ese momento o si? Sus ojos se clavaron en ella cuando dijo que había que atesorar los momentos y respiro profundamente porque era algo que había estado pensando una y otra vez.
Estaba riendo por su último comentario cuando el perro comenzó a gruñir y el supo que habían problemas. Matt saco el arma que llevaba con el, casi como un acto reflejo. -¿Puedes hacerlo callar?- murmuró lo más bajo que pudo mientras se adelantaba lentamente a la puerta y la abría con mucha suavidad. La vio moverse y quiso insultar, pero en cambio cerró la puerta tan lentamente como pudo y dijo -tenemos que salir por atrás, hazlo lo más rápido que puedas- por experiencia propia había aprendido que todo lo que no fuera un zombie, no se moría con un par de balas.
Así que apuntando a la puerta comenzó a retroceder mientras miraba cualquier cosa que pudiera servirle en ese momento. Por un momento creyó ver una botella pero al tomarla era un frasco de café. Clamente insulto dentro de él, pero entonces vio un pequeño horno conectaba una válvula de gas -vamos preciosa- metió el arma en la pistolera y entonces abrió la válvula y el gas comenzó a salir - apúrate, haremos explotar esta mierda-
- Dados:
- Busco una botella de alcohol y pregunto a ver si hay gas
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
El miembro 'Matthew Kowalski' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 '¿Qué hay ahí?' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Dilemas' :
#2 Resultados :
#1 '¿Qué hay ahí?' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Dilemas' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Nublado - 08 º C - Washington D. C. - 01 de enero de 2016 - B.S.O.
— Shhh... Capi, calla — el perro obedeció rápidamente. Ella asintió al hombre, entendía qué era lo que quería hacer. No había sido necesario ver a la criatura para darse cuenta de que era algo feo y de que la situación se complicaba. Apenas habían tenido un respiro y ya volvían a estar sus vidas en juego.
Carmen fue lo más sigilosa posible hacia la puerta que le había señalado Matt, Capi los seguía de cerca. Ella se había apresurado por recoger sus pocos bienes y trataba de mantener la calma, no hacer ruido y sobre todo mantenerse alerta. Iban, o mejor dicho él iba a volar aquel sitio por los aires. La mujer se preparó, desenfundado su desert por lo que pudiera pasar, no abriría fuego a no ser que fuera extremadamente necesario.
Podía escuchar el siseo del gas, pero también los ruidos de la criatura al otro lado. Mantuvo la puerta abierta para que él saliera. ¿Funcionaría aquello? Capi fue el primero en salir, volviendo a sacudirse como de costumbre. Carmen le hizo una señal para que se alejara.
— El fuego de la parrilla no se ha apagado del todo — la morena señaló el objeto, al parecer no la había apagado bien. — Vámonos, conforme salga el gas explotará — no debían tardar y ahora lo mejor era aprovechar para marcharse de allí antes de que o les vieran o de que el lugar saltara por los aires.
Carmen fue lo más sigilosa posible hacia la puerta que le había señalado Matt, Capi los seguía de cerca. Ella se había apresurado por recoger sus pocos bienes y trataba de mantener la calma, no hacer ruido y sobre todo mantenerse alerta. Iban, o mejor dicho él iba a volar aquel sitio por los aires. La mujer se preparó, desenfundado su desert por lo que pudiera pasar, no abriría fuego a no ser que fuera extremadamente necesario.
Podía escuchar el siseo del gas, pero también los ruidos de la criatura al otro lado. Mantuvo la puerta abierta para que él saliera. ¿Funcionaría aquello? Capi fue el primero en salir, volviendo a sacudirse como de costumbre. Carmen le hizo una señal para que se alejara.
— El fuego de la parrilla no se ha apagado del todo — la morena señaló el objeto, al parecer no la había apagado bien. — Vámonos, conforme salga el gas explotará — no debían tardar y ahora lo mejor era aprovechar para marcharse de allí antes de que o les vieran o de que el lugar saltara por los aires.
El animal estaba claramente entrenado por qué en cuanto ella lo mando a callar, el lo hizo sin perder un segundo. Lo que era bueno, no quería que la cosa que estaba cerca de ellos se alertara con los ladridos del perro. Matt supo desde el primer momento que tenían que salir de allí. Puede que tuviera una que otra arma potente pero eso parecía más una planta que un zombie y tenía grandes dudas de que un disparo, aunque sea de escopeta fuera a hacer que cayera al suelo.
Lentamente comenzaron a salir mientras el buscaba desesperadamente una botella con alcohol o lo que sea para poder prender ese lugar fuego. Pero en cambio pareció tener más suerte que esa al notar que había una pequeña cocina con algo de gas. Solo faltaba que ese funcionará así que se acercó a encenderlo y al empezar a escuchar un siseo del gas, sintió que por fin un poco de suerte estaba de su lado.
Una vez que salieron para afuera Matt mantuvo la puerta abierta -afuera está mí camiones, saca al perro y métete en ella, tengo que disparar cuando la cosa pase por esa puerta- porque iba a asegurarse que sea lo que sea que fuera eso,terminará muerto y no pudiera seguirlos.
Ella señaló que no habían apagado el fuego del todo pero no podía arriesgarse, así que espero que ella y el perro se alejara mientras el trepaba cerca para poder apuntar con su arma, en cuanto la cosa paso por la puerta Matt comenzó a disparar, fueron tres balas pero a la tercera la chispa se encendió y todo explotó, el cayó al suelo por la fuerza de la explosión y por un momento se sintió aturdido -mierda- no había esperado que fuera tan fuerte.
Aún así se levantó lo más rápido que pudo porque no sabía cuántas mierdas más podían haber por allí. Saco las llaves de la camioneta de su bolsillo y se apresuró a decirle -sube y mete al perro- porque estaba seguro que tenían que salir de allí lo más rápido posible
Lentamente comenzaron a salir mientras el buscaba desesperadamente una botella con alcohol o lo que sea para poder prender ese lugar fuego. Pero en cambio pareció tener más suerte que esa al notar que había una pequeña cocina con algo de gas. Solo faltaba que ese funcionará así que se acercó a encenderlo y al empezar a escuchar un siseo del gas, sintió que por fin un poco de suerte estaba de su lado.
Una vez que salieron para afuera Matt mantuvo la puerta abierta -afuera está mí camiones, saca al perro y métete en ella, tengo que disparar cuando la cosa pase por esa puerta- porque iba a asegurarse que sea lo que sea que fuera eso,terminará muerto y no pudiera seguirlos.
Ella señaló que no habían apagado el fuego del todo pero no podía arriesgarse, así que espero que ella y el perro se alejara mientras el trepaba cerca para poder apuntar con su arma, en cuanto la cosa paso por la puerta Matt comenzó a disparar, fueron tres balas pero a la tercera la chispa se encendió y todo explotó, el cayó al suelo por la fuerza de la explosión y por un momento se sintió aturdido -mierda- no había esperado que fuera tan fuerte.
Aún así se levantó lo más rápido que pudo porque no sabía cuántas mierdas más podían haber por allí. Saco las llaves de la camioneta de su bolsillo y se apresuró a decirle -sube y mete al perro- porque estaba seguro que tenían que salir de allí lo más rápido posible
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
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Carmen asintió y le hizo una señal al husky para que la siguiera, ambos corrieron en la dirección señalada, pero cuando ella abrió la puerta y Capi subió dentro, la morena se giró. Tres disparos se hicieron eco en las inmediaciones, con la explosión ella se cubrió apenas unos segundos con el coche y acto seguido volvió corriendo hacia el lugar para tratar de ayudar a Matt a ponerse en pie.
— ¿Estás bien? — preguntó algo preocupada por el golpe que se había llevado. — Sí, nos vamos — lo acompañó hasta el vehículo, abriendo la puerta del conductor, ella se preguntó si no sería mejor que condujera ella misma, por si acaso Matt no podía. — ¿Estás seguro? Puedo llevarla yo, si prefieres — preguntó mientras sus ojos azules se desviaban hacia el infierno de llamas del local. Ya que le había parecido ver algo moverse. — ¡vamos, vamos! — no había tiempo que perder. Ayudó a Matt a subir y cerró la puerta, si él no podía seguir, ya se tunarían, pero ahora debían huir de allí a la de ya.
La mujer subió al asiento del copiloto, empujando bruscamente a Capi para que se quedase dentro. Cerró la puerta y le hizo señas desesperadas para que arrancase. Esa cosa no había muerto, pero al menos los había dejado comer medianamente tranquilos. Más monstruos de Umbrella, definitivamente no estaba preparada y menos tras las heridas recibidas aquel día.
— ¿Estás bien? — preguntó algo preocupada por el golpe que se había llevado. — Sí, nos vamos — lo acompañó hasta el vehículo, abriendo la puerta del conductor, ella se preguntó si no sería mejor que condujera ella misma, por si acaso Matt no podía. — ¿Estás seguro? Puedo llevarla yo, si prefieres — preguntó mientras sus ojos azules se desviaban hacia el infierno de llamas del local. Ya que le había parecido ver algo moverse. — ¡vamos, vamos! — no había tiempo que perder. Ayudó a Matt a subir y cerró la puerta, si él no podía seguir, ya se tunarían, pero ahora debían huir de allí a la de ya.
La mujer subió al asiento del copiloto, empujando bruscamente a Capi para que se quedase dentro. Cerró la puerta y le hizo señas desesperadas para que arrancase. Esa cosa no había muerto, pero al menos los había dejado comer medianamente tranquilos. Más monstruos de Umbrella, definitivamente no estaba preparada y menos tras las heridas recibidas aquel día.
La chica definitivamente quería ayudar o es lo que el pensó mientras estaba tirado en el suelo quejándose un poco. Por su mente apareció la promesa que le había hecho Ashley de tratar de mantenerse a salvo y claramente eso no era una de las cosas que tenia que hacer para estar bien. De cualquier manera sintió la voz de la chica y se quejó mientras un leve pitido sonaba de fondo y el comenzaba a levantarse -si... Estoy bien- le dolía el cuerpo pero igual se levantó porque sabía que tenían que salir de allí, quizás habían terminado con esa porquería pero el ruido debe ha era alertado a todos los zombies en muchos kilómetros a la redonda.
Lo ayudo a entrar en la camioneta y Matt respiro profundamente -si, solo vamonos- quizás cuando estuvieran lo suficientemente lejos se daría el gusto de descansar, en ese momento y aunque estaba adolorido, todo lo que podía pensar era en poner a salvo a la mujer y a su perro.¿Que podía decir? Había aceptado por fin que esa era su naturaleza y a demás que era la única manera de que el mundo se salvará realmente.
Cuando notó que ella se apresura a entrar y los escombros empezaron a moverse, el arranco sin dudarlo y salió marcha atrás hasta poder girar y acelerar lo más posible. No quería volverse alguien como Balion pero definitivamente parecía que esas mierdas estaban en todas partes -que hijos de puta- dijo para si mismo pero luego miro a la mujer y dijo - ¿Ustedes están bien?- El primer zombie apareció en la carrera y Matt no dudó en pasarle por encima
Luego de eso pasaron un buen par de minutos antes de que volviese a hablar -¿Con cuántos de esos te has cruzado últimamente?- en realidad sólo quería saber ¿Porque últimamente había tantos BOW sueltos?
Lo ayudo a entrar en la camioneta y Matt respiro profundamente -si, solo vamonos- quizás cuando estuvieran lo suficientemente lejos se daría el gusto de descansar, en ese momento y aunque estaba adolorido, todo lo que podía pensar era en poner a salvo a la mujer y a su perro.¿Que podía decir? Había aceptado por fin que esa era su naturaleza y a demás que era la única manera de que el mundo se salvará realmente.
Cuando notó que ella se apresura a entrar y los escombros empezaron a moverse, el arranco sin dudarlo y salió marcha atrás hasta poder girar y acelerar lo más posible. No quería volverse alguien como Balion pero definitivamente parecía que esas mierdas estaban en todas partes -que hijos de puta- dijo para si mismo pero luego miro a la mujer y dijo - ¿Ustedes están bien?- El primer zombie apareció en la carrera y Matt no dudó en pasarle por encima
Luego de eso pasaron un buen par de minutos antes de que volviese a hablar -¿Con cuántos de esos te has cruzado últimamente?- en realidad sólo quería saber ¿Porque últimamente había tantos BOW sueltos?
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— Estamos bien — miró de reojo a Capi, sentado en el suelo del vehículo entre sus piernas. El pobre apenas cabía, pero se estaba tratando de girar para acomodarse medianamente. — Unos cuantos, demasiados para mi gusto... — parecía cansada. — Trato de evitarlos, es lo mejor, esas cosas son... demasiado letales — y ella tenía la suerte de contar con Capi para avisarla de cuando algo se acercaba, así que gracias a ello posiblemente seguiría con vida.
La carretera estaba desierta tras haber atropellado a uno de ellos. No sabía hacia dónde irían ahora, lo único que le importaba en aquel momento era que tanto ella como Capi estaban bien.
— ¿Prefieres que siga yo? Te has llevado un buen golpe — a los pocos minutos miró a Matt, si a él no le importaba dejarle su coche, a Carmen tampoco le importaría conducir. Al hombre le vendría bien descansar un poco. Ella se sentía algo mejor, después de todo lo ocurrido con sus heridas, no se iba a morir por ello.
La carretera estaba desierta tras haber atropellado a uno de ellos. No sabía hacia dónde irían ahora, lo único que le importaba en aquel momento era que tanto ella como Capi estaban bien.
— ¿Prefieres que siga yo? Te has llevado un buen golpe — a los pocos minutos miró a Matt, si a él no le importaba dejarle su coche, a Carmen tampoco le importaría conducir. Al hombre le vendría bien descansar un poco. Ella se sentía algo mejor, después de todo lo ocurrido con sus heridas, no se iba a morir por ello.
Miro a la chica que decía que estaba bien y al animal para señalar a la parte de atrás -en la parte de atrás hay otro asiento ¿Por qué no lo pones ahí? Seguramente estará más comodo- la camioneta estaba equipada para que tres personas viajarán muy cómodos. Porque si algo tenía seguro en ese momento es que los iba a alejar de aquel peligro lo más lejos que pudiera. Aún no entendía porque ella no quería un refugio pero no iba a juzgarla, así que la ayudaría y luego volvería a casa. Porque por muy extraño que eso sonará para el, comenzaba a sentirse como un hogar.
Estaba preocupado porque cada vez eran más los BOW que aparecían, como si estuvieran buscando terminar con la poca vida que quedaba en el planeta -si, es lo que imagine, yo también me estoy encontrando mucho de esos últimamente- siempre había pensado que no importaba pero se preguntaba si ahora que estaba cerca de Balion ¿El también se volvería un blanco? La verdad es que no quería pensarlo mucho pero era difícil no hacerlo.
Después de un buen rato en silencio ella hablo y Matt la miro - ¿Donde quieres ir? Yo tengo que volver a California- porque aunque aún no se acostumbraba a la idea. Su esposa estaba en casa esperándolo. Pero la verdad es que se encontraba muy cansado así que suspiró -la verdad es que estaría bien que tomarás el volante un rato- le dolía la zona de las costillas así que sería bueno poder recostarse un poco
Estaba preocupado porque cada vez eran más los BOW que aparecían, como si estuvieran buscando terminar con la poca vida que quedaba en el planeta -si, es lo que imagine, yo también me estoy encontrando mucho de esos últimamente- siempre había pensado que no importaba pero se preguntaba si ahora que estaba cerca de Balion ¿El también se volvería un blanco? La verdad es que no quería pensarlo mucho pero era difícil no hacerlo.
Después de un buen rato en silencio ella hablo y Matt la miro - ¿Donde quieres ir? Yo tengo que volver a California- porque aunque aún no se acostumbraba a la idea. Su esposa estaba en casa esperándolo. Pero la verdad es que se encontraba muy cansado así que suspiró -la verdad es que estaría bien que tomarás el volante un rato- le dolía la zona de las costillas así que sería bueno poder recostarse un poco
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Nublado - 08 º C - Washington D. C. - 01 de enero de 2016 - B.S.O.
— No voy a ningún lugar en concreto, así que... — Carmen miró de reojo a Capi, pensando en que no estaría mal viajar al este, ya que tenía entendido que aquella zona del país era mucho más cálida.
— Bueno, podemos acompañarte — empezó a decir, pero decidió que no llegaría tan lejos. — Al menos no hasta California — decidió que viajaría con él hasta llegar a la altura de Michigan, ahí Capi y ella se marcharían al norte del país. Pese a que quisiera viajar a una zona más cálida ella deseaba antes regresar a la antigua granja donde vivió antes. ¿Por qué? Ni ella misma lo sabía, simplemente lo deseaba y Carmen no era ni consciente de ello. — Venga, te relevo y Capi podrá ponerse cómodo — explicaba ella. Cuando Matt detuvo el coche, ella se bajó, Capi la siguió, pero le indicó que subiera en la parte de atrás. El perro obedeció y se puso cómodo en el asiento trasero.
— ¿Estás bien? — Carmen le ayudó a salir y a que se sentara. Una vez él estuvo también cómodo, ella se dirigió al asiento del piloto para conducir. — Llevo mucho tiempo sin conducir, la verdad — apenas había tenido oportunidad después del brote del virus. Carmen tuvo un par de coches al inicio, sin embargo ahora, era cada vez era más difícil encontrar combustible o coches que estuvieran en buen estado. Pese al tiempo, ella logró arrancar sin mayores problemas. Fue puro instinto el arrancar el vehículo y ponerlo en marcha. No se había olvidado de ello. Carmen guió el volante hacia la carretera, logrando que el coche comenzara a recuperar poco a poco la velocidad, hasta alcanzar los 100 km por hora.
— No está mal, ¿no? — decía cambiando de marcha
— Bueno, podemos acompañarte — empezó a decir, pero decidió que no llegaría tan lejos. — Al menos no hasta California — decidió que viajaría con él hasta llegar a la altura de Michigan, ahí Capi y ella se marcharían al norte del país. Pese a que quisiera viajar a una zona más cálida ella deseaba antes regresar a la antigua granja donde vivió antes. ¿Por qué? Ni ella misma lo sabía, simplemente lo deseaba y Carmen no era ni consciente de ello. — Venga, te relevo y Capi podrá ponerse cómodo — explicaba ella. Cuando Matt detuvo el coche, ella se bajó, Capi la siguió, pero le indicó que subiera en la parte de atrás. El perro obedeció y se puso cómodo en el asiento trasero.
— ¿Estás bien? — Carmen le ayudó a salir y a que se sentara. Una vez él estuvo también cómodo, ella se dirigió al asiento del piloto para conducir. — Llevo mucho tiempo sin conducir, la verdad — apenas había tenido oportunidad después del brote del virus. Carmen tuvo un par de coches al inicio, sin embargo ahora, era cada vez era más difícil encontrar combustible o coches que estuvieran en buen estado. Pese al tiempo, ella logró arrancar sin mayores problemas. Fue puro instinto el arrancar el vehículo y ponerlo en marcha. No se había olvidado de ello. Carmen guió el volante hacia la carretera, logrando que el coche comenzara a recuperar poco a poco la velocidad, hasta alcanzar los 100 km por hora.
— No está mal, ¿no? — decía cambiando de marcha
Estaba claro que era nómada pero ¿Por qué se negaba tanto a estar con personas? De golpe recordó a la chica que había conocido ¿Como se llamaba? Si, Madisson. Ella tampoco estaba con personas y era porque estaba infectada, así que la idea lo hizo respirar profundo. No le pregunto nada, no era algo que le correspondiera a él preguntar pero si era lo que sospechaba, entonces entendía sus miedos. Cuando la volvió a escuchar le dio una sonrisa con amabilidad -bueno, supongo que puedo dejarte en Oregón si quieres- porque si aún estuviera infectada, ella no merecía quedarse sola.
Bueno, tenía la compañía de un perro y suponía que eso debía ser genial pero aún así, los humanos son seres sociales y suponía que la idea de que ella esté sola, no era lo mejor del mundo. Freno la camioneta y dejó que ella tomara su lugar y acomodara al perro. En cuanto se sentó en el asiento del conductor comenzó a desprenderse el chaleco y a quitarse la mayoría de armas encima -mierda, creo que no esperaba que hubiera tanto gas ahí- le sonrió algo divertido - deberíamos volver a hacerlo un día-
A veces pensaba que Balion estaba muy loco pero ¿El era distinto? No, el también disfrutaba de disparar aunque a veces no lo gritara tanto como el ex Seals solía hacerlo. Le sonrió con tranquilidad cuando pregunto si estaba bien -bueno, si. Solo ha sido El golpe de la explosión pero no me he hecho ningún daño- quería que ella se tranquilizara
Comenzó a conducir y el cerro los ojos un momento - ¿Sabes? No creo que deberías estar sola- dijo con tranquilidad para abrir los ojos y mirarla -yo he estado solo y aprendí que siempre necesitas a alguien que te cuide la espalda- no, Matt no era un hombre que se diera por vencido fácilmente, de hecho era todo lo contrario -una vez conocí a una chica que también quería estar sola. Frente a mí la mordieron y me dijo que estaba infectada. Es extraño como el virus reacciona en los cuerpos... El punto es que la deje marcharse- suspiró y termino por decir - aún estoy arrepentido de eso. No sé cual sea el motivo que te hace querer estar sola pero de verdad, sea cual sea podemos solucionarlo o hasta adaptarnos si es necesario. En serio te lo digo, piensalo- entonces volvió a cerrar los ojos para descansar un poco
Bueno, tenía la compañía de un perro y suponía que eso debía ser genial pero aún así, los humanos son seres sociales y suponía que la idea de que ella esté sola, no era lo mejor del mundo. Freno la camioneta y dejó que ella tomara su lugar y acomodara al perro. En cuanto se sentó en el asiento del conductor comenzó a desprenderse el chaleco y a quitarse la mayoría de armas encima -mierda, creo que no esperaba que hubiera tanto gas ahí- le sonrió algo divertido - deberíamos volver a hacerlo un día-
A veces pensaba que Balion estaba muy loco pero ¿El era distinto? No, el también disfrutaba de disparar aunque a veces no lo gritara tanto como el ex Seals solía hacerlo. Le sonrió con tranquilidad cuando pregunto si estaba bien -bueno, si. Solo ha sido El golpe de la explosión pero no me he hecho ningún daño- quería que ella se tranquilizara
Comenzó a conducir y el cerro los ojos un momento - ¿Sabes? No creo que deberías estar sola- dijo con tranquilidad para abrir los ojos y mirarla -yo he estado solo y aprendí que siempre necesitas a alguien que te cuide la espalda- no, Matt no era un hombre que se diera por vencido fácilmente, de hecho era todo lo contrario -una vez conocí a una chica que también quería estar sola. Frente a mí la mordieron y me dijo que estaba infectada. Es extraño como el virus reacciona en los cuerpos... El punto es que la deje marcharse- suspiró y termino por decir - aún estoy arrepentido de eso. No sé cual sea el motivo que te hace querer estar sola pero de verdad, sea cual sea podemos solucionarlo o hasta adaptarnos si es necesario. En serio te lo digo, piensalo- entonces volvió a cerrar los ojos para descansar un poco
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Se sentía lago más animada, le gustaba conducir, en el pasado solía conducir mucho, al mes podía hacer perfectamente tres mil kilómetros o más. Ya que solía visitar a sus abuelos y el trabajo la mantenía muy alejada de ellos. Conducir era algo que la relajaba, la mujer se concentraba en la carrera, pensaba en sus cosas, pero principalmente era la mejor forma de dejar su mente en blanco, de desconectar.
Sonreía mientras él bromeaba sobre repetir aquello en otra ocasión.
— Sí, suena divertido — bromeó también, sin embargo hubo algo más en sus palabras que la hicieron tensarse. ¿Había más como ella? Respiró hondo.
— No... — empezó a decir. Pero ella no estaba lista aún para tener aquella charla. ¿Qué podía decirle? ¿Que sentía miedo de devorar a otras personas cuando perdía el control? ¿Cómo podían decirse esas palabras en una conversación? Negó. — No es el caso — mintió de forma mucho más seria. Siempre temía que la fueran a condenar por aquello, ella se odiaba a sí misma. — La única solución sería pegarme un tiro entre ceja y ceja — Carmen detuvo el coche, poco a poco y se giró hacia él. El nudo en su garganta era cada vez mayor y aunque una parte de ella se negaba a hablar, sentía que si no lo hacía explotaría. Aunque apenas le conociera de nada. — Me refugiaba en la granja del marido de mi madre, con ellos dos, había más personas, éramos ocho en total, ya que muchos se marcharon en busca de sus familias con las primeras noticias de brotes... — Capi asomó su cabeza entre los asientos cuando ella empezó a hablar. — Con la rendición decidimos tratar de contener a los zombies y aprovechando una alambrada que Tobias había empezado a construir, acabamos... todo iba bien, la granja estaba alejada de todo y aunque la alambrada no era muy estable realizábamos guardias para mantener a raya a los pocos zombies que se acercaban. Algunos murieron en el exterior. A finales de diciembre mi madre se había hecho una herida, dijo que se cayó y que era un corte sin importancia. Pasaron los días y ella no se destapaba la herida, cada vez teníamos menos comida y ella no dejaba de estar nerviosa — Carmen aferró sus manos al volante para tenerlas quietas. — La noche del dos de enero me desperté asustada por unos ruidos, Tobias estaba muerto en su cama, le habían arrancado la yugular y mi madre estaba devorando a alguien en la cocina — los ojos se le llenaron de lágrimas. — Pensé que se había convertido, pero cuando me escuchó se giró y dijo: Carmen lo siento — un escalofrío la recorrió por completo. — Y ahora yo soy como ella, por eso no puedo estar con nadie, porque no sé hasta dónde llegaré y tampoco quiero morir — antes de que las lágrimas comenzaran a caer se limpió el rostro rápidamente con ambas manos. Se sentía culpable por no tener el valor a quitarse de en medio, una parte de ella le decía que era lo mejor, pero no podía, no quería morir estaba asustada y se sentía una cobarde.
Respiró hondo, sus ojos miraron al hombre fijamente, con temor a que este fuera a reaccionar mal.
Sonreía mientras él bromeaba sobre repetir aquello en otra ocasión.
— Sí, suena divertido — bromeó también, sin embargo hubo algo más en sus palabras que la hicieron tensarse. ¿Había más como ella? Respiró hondo.
— No... — empezó a decir. Pero ella no estaba lista aún para tener aquella charla. ¿Qué podía decirle? ¿Que sentía miedo de devorar a otras personas cuando perdía el control? ¿Cómo podían decirse esas palabras en una conversación? Negó. — No es el caso — mintió de forma mucho más seria. Siempre temía que la fueran a condenar por aquello, ella se odiaba a sí misma. — La única solución sería pegarme un tiro entre ceja y ceja — Carmen detuvo el coche, poco a poco y se giró hacia él. El nudo en su garganta era cada vez mayor y aunque una parte de ella se negaba a hablar, sentía que si no lo hacía explotaría. Aunque apenas le conociera de nada. — Me refugiaba en la granja del marido de mi madre, con ellos dos, había más personas, éramos ocho en total, ya que muchos se marcharon en busca de sus familias con las primeras noticias de brotes... — Capi asomó su cabeza entre los asientos cuando ella empezó a hablar. — Con la rendición decidimos tratar de contener a los zombies y aprovechando una alambrada que Tobias había empezado a construir, acabamos... todo iba bien, la granja estaba alejada de todo y aunque la alambrada no era muy estable realizábamos guardias para mantener a raya a los pocos zombies que se acercaban. Algunos murieron en el exterior. A finales de diciembre mi madre se había hecho una herida, dijo que se cayó y que era un corte sin importancia. Pasaron los días y ella no se destapaba la herida, cada vez teníamos menos comida y ella no dejaba de estar nerviosa — Carmen aferró sus manos al volante para tenerlas quietas. — La noche del dos de enero me desperté asustada por unos ruidos, Tobias estaba muerto en su cama, le habían arrancado la yugular y mi madre estaba devorando a alguien en la cocina — los ojos se le llenaron de lágrimas. — Pensé que se había convertido, pero cuando me escuchó se giró y dijo: Carmen lo siento — un escalofrío la recorrió por completo. — Y ahora yo soy como ella, por eso no puedo estar con nadie, porque no sé hasta dónde llegaré y tampoco quiero morir — antes de que las lágrimas comenzaran a caer se limpió el rostro rápidamente con ambas manos. Se sentía culpable por no tener el valor a quitarse de en medio, una parte de ella le decía que era lo mejor, pero no podía, no quería morir estaba asustada y se sentía una cobarde.
Respiró hondo, sus ojos miraron al hombre fijamente, con temor a que este fuera a reaccionar mal.
Matt cerro los ojos y decidió relajarse un poco, sabía que no estaba lastimado pero eso no quería decir que su esposa no fuera a molestarse cuando lo vea, probablemente le recordaría que el había prometido cuidarse más, pero eso no era algo que el había estado buscando. De hecho, la aparición de ese BOW, había sido una completa sorpresa.
Termino por bromear que debían volver a hacer una explosión como aquella, de golpe sentía que quizás se estaba volviendo como Balion y comenzaba a disfrutar de hacer estupideces. Pero al final termino por hablarle con sinceridad, no quería dejarla sola. Por supuesto que la respetaría si ella lo quería, pero al menos iba a intentarlo con toda su fuerza, así que le hablo de Maddison y de cómo había sido infectada pero aun así ellos habían convivido. También le aseguro que fuera lo que fuera, podrían ayudarse, podrían buscar la manera de arreglar lo que estaba mal, o quizás de convivir con eso.
El negó cuando ella dijo cuál era la solución y suspiro, así que si había sido eso. Ella estaba infectada –No tenemos que llegar tan lejos ¿Sabes?- Dijo aun con tranquilidad, suponía que otras personas estarán nerviosas de que ella los atacara pero él no se movió y ni siquiera intento tomar una de sus armas. Cuando detuvo el coche y lo miro, Matt la miro a los ojos y presto atención a su historia, porque la historia de cada persona importaba.
Se tomó unos segundos para responder luego de que ella había terminado su historia –No creo que seas así. - Estiro la mano hacia ella y la tomo del hombro –Ahora se la verdad y aun así te lo digo, ven conmigo, encontraremos una manera de ayudarte o de adaptar la situación- Se negaba a dejarla a su suerte y estaba seguro que algo podían llegar a hacer
Termino por bromear que debían volver a hacer una explosión como aquella, de golpe sentía que quizás se estaba volviendo como Balion y comenzaba a disfrutar de hacer estupideces. Pero al final termino por hablarle con sinceridad, no quería dejarla sola. Por supuesto que la respetaría si ella lo quería, pero al menos iba a intentarlo con toda su fuerza, así que le hablo de Maddison y de cómo había sido infectada pero aun así ellos habían convivido. También le aseguro que fuera lo que fuera, podrían ayudarse, podrían buscar la manera de arreglar lo que estaba mal, o quizás de convivir con eso.
El negó cuando ella dijo cuál era la solución y suspiro, así que si había sido eso. Ella estaba infectada –No tenemos que llegar tan lejos ¿Sabes?- Dijo aun con tranquilidad, suponía que otras personas estarán nerviosas de que ella los atacara pero él no se movió y ni siquiera intento tomar una de sus armas. Cuando detuvo el coche y lo miro, Matt la miro a los ojos y presto atención a su historia, porque la historia de cada persona importaba.
Se tomó unos segundos para responder luego de que ella había terminado su historia –No creo que seas así. - Estiro la mano hacia ella y la tomo del hombro –Ahora se la verdad y aun así te lo digo, ven conmigo, encontraremos una manera de ayudarte o de adaptar la situación- Se negaba a dejarla a su suerte y estaba seguro que algo podían llegar a hacer
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Carmen negó rápidamente.
— No lo sabes — sus manos continuaban sobre el volante, aunque el coche ya se hubiera detenido por completo. Ella observaba fijamente el horizonte, pensativa. — Puede que sea hasta... — frunció el ceño. — ...peor — tragó saliva. — Creo que es mejor no hablar de ello — al menos, era lo mejor para ella que se sentía con un fuerte nudo en la garganta. Matt podía confiar en Carmen, pero se equivocaba.
— Por eso no quiero ir a ningún refugio, no quiero acabar como ella, no quiero hacer daño a nadie — Capi era su único compañero y porque en su caso él sabía tratar con ella. Él sabía cuando podía acercarse y cuando era mejor alejarse. Así que Carmen había asumido su soledad y que debía seguir su camino sola.
— Deberíamos proseguir, ¿no? — Carmen miró hacia la carretera y volvió a arrancar el vehículo. Quiso zanjar la conversación, ya le había contado más de la cuenta y aún sentía terror por hablar de ello, más cuando apenas conocía a la otra persona.
— No lo sabes — sus manos continuaban sobre el volante, aunque el coche ya se hubiera detenido por completo. Ella observaba fijamente el horizonte, pensativa. — Puede que sea hasta... — frunció el ceño. — ...peor — tragó saliva. — Creo que es mejor no hablar de ello — al menos, era lo mejor para ella que se sentía con un fuerte nudo en la garganta. Matt podía confiar en Carmen, pero se equivocaba.
— Por eso no quiero ir a ningún refugio, no quiero acabar como ella, no quiero hacer daño a nadie — Capi era su único compañero y porque en su caso él sabía tratar con ella. Él sabía cuando podía acercarse y cuando era mejor alejarse. Así que Carmen había asumido su soledad y que debía seguir su camino sola.
— Deberíamos proseguir, ¿no? — Carmen miró hacia la carretera y volvió a arrancar el vehículo. Quiso zanjar la conversación, ya le había contado más de la cuenta y aún sentía terror por hablar de ello, más cuando apenas conocía a la otra persona.
Entendía su pesimismo, el probablemente sería igual o quizás ya se hubiera volado la tapa de los sesos, porque prefería estar muerto que ser un estorbo para lo demás y no hablar de la idea de poner en riesgo a la mujer que amaba, por eso es que no podía enojarse con la mujer que tenía en frente -no creo que seas peor- dijo con tranquilidad -se que todo se ve oscuro y la verdad es que este mundo no facilita mucho las cosas pero créeme, siempre hay salida- no estaba dispuesto a darse por vencido tan fácil.
Quizás Balion tenía razón cuando decía que había algo bueno en el, la verdad no lo sabía y no estaba dispuesto a cuestionarselo, este mundo necesitaba buenas personas, sin importar lo que los demás creyeran -bien, mira- murmuró con tranquilidad -no voy a seguir, pero mí oferta está en pie y como dije antes, si luego te arrepientes, solo ve a California, ya nos encargaremos nosotros de encontrarte-
No quería que ella se alterar así que era el momento de dejar las cosas ahí -¿Te molesta si duermo un poco? Le prometí a mí esposa no meterme en problemas y si llego muy cansado se dará cuenta que no cumpli- dijo con una sonrisa, porque el tema estaba cerrado y el ya había dicho todo lo que tenía que decie
Quizás Balion tenía razón cuando decía que había algo bueno en el, la verdad no lo sabía y no estaba dispuesto a cuestionarselo, este mundo necesitaba buenas personas, sin importar lo que los demás creyeran -bien, mira- murmuró con tranquilidad -no voy a seguir, pero mí oferta está en pie y como dije antes, si luego te arrepientes, solo ve a California, ya nos encargaremos nosotros de encontrarte-
No quería que ella se alterar así que era el momento de dejar las cosas ahí -¿Te molesta si duermo un poco? Le prometí a mí esposa no meterme en problemas y si llego muy cansado se dará cuenta que no cumpli- dijo con una sonrisa, porque el tema estaba cerrado y el ya había dicho todo lo que tenía que decie
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Escuchó todas sus palabras en silencio, no es que quisiera ignorarlo, es que en su mente, ella se dividía en un tomar un camino, de entre dos. Asintió cuando le dijo que en California tendría un lugar para ella.
— Gracias Math, lo tendré en cuenta — volvió a arrancar el vehículo. Dirigió el vehículo por la carretera hacia el horizonte. — Descansa, te lo has ganado, te avisaré cuando lleguemos — sus labios se curvaron en una sonrisa. Hasta Capi bostezó en el asiento trasero del coche y lo observó a través del espejo viendo como se recostaba para dormir.
El silencio se apoderó del habitáculo, se escuchaba tan solo el sonido de las respiraciones de ellos dos y el motor trabajar. Hacía tiempo que no podía conducir, así que aprovecharía aquello. Capi y ella se iban a quitar una larga caminata de encima.
— Gracias Math, lo tendré en cuenta — volvió a arrancar el vehículo. Dirigió el vehículo por la carretera hacia el horizonte. — Descansa, te lo has ganado, te avisaré cuando lleguemos — sus labios se curvaron en una sonrisa. Hasta Capi bostezó en el asiento trasero del coche y lo observó a través del espejo viendo como se recostaba para dormir.
El silencio se apoderó del habitáculo, se escuchaba tan solo el sonido de las respiraciones de ellos dos y el motor trabajar. Hacía tiempo que no podía conducir, así que aprovecharía aquello. Capi y ella se iban a quitar una larga caminata de encima.
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