a Cry for deaf ears [BalioN]

La bestia está lista, más que nunca, tiene tiempo y sabe que debe ponerla a prueba, todos tienen tareas y cosas que hacer en el refugio y él no es menos que nadie, al contrario se ha propuesto cumplir más objetivos que nadie en tiempo récord, por ello, lo que antiguamente era un clásico verde torino y negro ahora se ha blindado el motor, se han cambiado las ruedas por unas a prueba de pinchazos, no tiene cristales, la parte delantera tiene una rejilla, lo suficiente ancha como para conducir con claridad, puede ver perfectamente a través de ella, observa la mañana, como ha empezado el día tan de puta madre, ya hace unas horas que salió el sol, pero él por algún motivo conduce despacio, admirando su alrededor, parece otra persona desde que regresó a Talahasse, sobre todo cuando alcanza un momento de felicidad en su mente.

-Un pequeño saqueo de buena mañana...-Mira a su alrededor dentro del vehículo, lleva tantas armas y munición como para ir a la guerra, así que tampoco le parece mala idea llevarse algunos recursos. No puede evitar sentir cierta paranoia, dado que es otro centro comercial, pero aun así, respira hondo y sonríe observando el despejado exterior, no se veían muchos zombies, pero no estarían lejos con solo el sonido del mustang en reposo, ya era un sonido muy evidente entre cualquier otro del lugar.

-Eso es una chica corriendo?...-Con ayuda de la mira de su rifle se inclina entre las rendijas y en efecto. Aparta el rostro un instante y vuelve a mirar para arsegurarse.
-Sí joder...Eso es una chica corriendo y yo estoy hablando solo otra vez...-Acelera de golpe dejando la mira caer en el asiento, mete marcha y cuando acelera el sonido del motor enloquece muchissímo más que antes, aun así ya no importa.

"Tiene muy mala pinta, si está infectada está muerta..."Es lo que piensa por un momento, no la ha oído gritar, no la conoce, pero por como corre con esa pistola mirando atrás casi llorando deseando gritar de rabia y liberación, le ha pasado algo, sino, no estaría tan herida, por su experiencia se imagina de sobra como puede ser la historia, solo espera tener la paciencia de no matar a nadie.

Cuando se acerca peligrosamente a ella por el parking empieza a frenar hasta quedar cerca de ella, se pare o no sube la radio y abre la puerta para bajarse del coche.
-Corres porque quieres, cabemos dos en el coche...-Se apoya con los brazos sobre el techo del vehículo tratando de sonreír con la mayor sincerdidad posible.
Es alto, y de ojos claros, lleva el pelo corto y una barba arreglada, va vestido con unos pantalones militares, una camiseta roja, y botas, se nota que no lleva todo el equipo puesto, está simplemente conduciendo, pero se aprecia que tiene los brazos complemtamente tatuados, por el cuello asoman otros, su voz es grave y ligeramente desgarrada, no parece ir armado a simple vista, tampoco parece alguien normal, desde luego no está actuando como tal.

La entiende perfectamene, sin apenas girarse siquiera a mirarle, debe estar muy asustada, o eso o está loca, pero desde luego no es un zombie.
-Mierda...-Comenta muy decepcionado, no le apetecía nada entrar en realidad al centro comercial, pero no le va a quedar más remedio, así que toma su colt y munición, se pone el cinturón, después el chaleco y los cartuchos de escopeta, la navaja a la altura del pecho, la espada en la espalda, por suerte la escopeta lleva linterna, no obstante, enciende la que lleva en su hombro antes de avernturarse hacía el interior.

"Supongo que largarse ahora estaría feo, ya que la he visto, tendré que ayudarla..."Sus pensamientos finalmente lo llevan a moverse, se coloca un pañuelo grueso y rojo que le tapa la cara y la nariz, para protegerse del polvo y sangre de zombie.

Conforme se acerca a la entrada se mueve rápido contra la puerta y no tarda en apuntar y alumbrar el interior, no parece ver nada a simple vista, por lo que decide apagar la linterna y esperar en el silencio de la oscuridad, escuchándola, tratando de concentrarse.
"Tenía que haberme traído la visión nocturna..."Resopla hasta que de nuevo alza voz.
-Nose exactamente de que o quien huyes, pero no pretendo hacerte daño, estabas herida lo he visto, si sigues corriendo así entre el ruido y la sangre no tardarás en morir, por las mismas heridas o porque algo te acabe devorando...-Niega con la cabeza y vuelve a encender la luz de la linterna para buscarla, muy atento a su alrededor o a cualquier posible peligro.

"Está cerca, igual lo intenta..."Aunque ella no lo sabe, se relaja, aunque no baja el arma, para no levantar sospechas tan solo espera y espera ser más rápido que ella, puesto que la cuchillada sale rápido y con un paso lateral consigue apartarse lo suficiente como para que al bajar la hoja rebote contra el chaleco, lo suficiente para que ella pierda agarre y lo acabe soltando, pone el seguro a la escopeta y la deja caer al suelo, entiende lo que viene y no pretende hacerle daño.

Trata de golpearle y él tan solo levanta los brazos lo suficiente para bajarlos de golpe, no dice nada, solo respira profundamente y la abraza con fuerza contra su pecho, tratando de que se calme, que consiga encontrar 1 segundo de paz entre tanta locura, no es médico ni psicólogo, pero si es un ex-navy seal, sabe de sobra lo que es reconocer a una persona que ha sufrido tortura.

-Me marcharé cuando seas capaz de mirarme a los ojos y decirme exactamente que es lo que te he hecho...-Es todo lo que dice, y cuánto más luche ella para intentar liberarse más fuerte la abrazará él, aunque tenga que competir y revolcarse por el suelo, no importa, pero si ella sigue en ese nivel de descontrol, en un lugar así, está perdida, sabe que tiene el tiempo limitado e intenta esforzarse al máximo para transmitirla la calma que el siente en ese momento, por más perturbada que esté el agua, está tranquila.

-Salgamos de aquí...-Es todo cuanto dice, se agacha sin soltarla para recoger la escopeta, después camina hasta la salida, aunque tenga que moverse pié a pié por tenerla pegada como una lapa, no le importa, pero si quiere salir al exterior y dispones de más luz, en un principio la creé, raro es que con esas heridas no estuviera así de asustada, no obstante ya le habían tendido trampas así antes, por lo que claramente iba a quedarse en el exterior a hablar con ella, un lugar donde pueda verlos venir si al final es una trampa, o el loco que la persigue sigue por ahí.

-Solo te hieren si tu lo aceptas...Tranquila...-No lo dice para tranquilizarla, se lo dice en serio, cuando se asoma de nuevo con ella a rastras si hace falta.

-Me llamo Adam, como te llamas tú?...-Se cerciona con la vista que todo está correcto con el coche desde la puerta y decide avanzar.

-No olvides recoger tu pistola eh, eso si te hubiera dado una oportunidad y no el cuchillo, voy a por él, tu quédate aquí vale?...-Resopla ligeramente cansado, pero no le queda otra vuelve a girarse hacía el interior escuchando la música suave que sale del coche, mueve la cabeza un momento al ritmo y allí que va de nuevo, no debería tardar mucho en volver a salir.

"Debo pensar en algo...Esta tia se le va a ir la puta olla si sigue así..."Se ha fijado en ella al abrazarla y hablar, tiene heridas muy feas, pero no parece que la hayan mordido, estaría más preocupada por eso que porque alguien fuera a matarla.

En su camino al interior, se da cuenta de que algo no va bien, la entrada es la parte norte del edficio, algo ha estado devorando la madera de los tejados, de la mayoría de adornos, al principio piensa en termitas zombie, pero se da cuenta de lo estúpido que suena.
Pasa con la linterna un par de veces por el alrededor hasta que finalmente encuentra el cuchillo, lo recoge y esta vez se fija en él, se nota que lo han usado, aún tiene restos de sangre, al parecer humana, un olor difícil de olvidar, para él mucho más difícil no recordar.

-Joder...Por lo menos se defendió fuese lo que fuese esa cosa...En fin igual puedo trabajar un poco...-Se dirige hacía la salida y guarda el cuchillo recuperado en uno de los bolsillos, si consigue que se marche de allí con él, podrá ponerla a salvo y todo tendrá un final mejor.

Cuando pone el primer pié en la acera que hay entre el pavimento de la calzada y la puerta es consciente de que ella sigue sin estar bien, de hecho está muy lejos de estar mínimamente bien, se puede notar en su rostro, pero, no tendrá miedo ante ella, no se dejará amenazar de cualquier manera, por como le apunta se nota que si quisiera disparar ya lo habría hecho. Una mueca cubre su rostro, se nota que está serio, avanza varios pasos, sin titubear, sin dejar de mirarla directamente a los ojos.

Si le dispara simplemente echará la cabeza atrás para que trate de darle en el chaleco, pero sino, llegará hasta ella, con un claro movimiento brusco sacará el cuchillo peligrosamente delante su desagradecida cara y se lo dará lo quiera ella o no, después con la puerta del piloto abierta se sentará y sacará una botella de agua, además de la neverita de los pies del conductor, y sin cortarse un pelo empieza a beber como un cabrón parece que va a acabarsela, la observa de reojo, para un instante de beber, le pone el tapón y la mira importándole una mierda todo, es evidente que ha conseguido dejar de darle importancia al hecho de que la han atacado, ya le ha apuntado con un arma, y amenazado, ya no puede confiar en ella.
"Ni un puto gracias, joder, la gente de hoy en dia ha perdido por completo el sentido del respeto..."Está más que preparado para apartar la botella y tomárla por la mano que use, si le trata de apuntarle de nuevo tan solo se la quedará mirando, se nota en él, que aunque está enfadado con ella, como le ha dicho, no tienen ninguna intención de hacerle daño.

//OFF//

Dado 1: Defensa 5+ (Por si me dispara)
Dado 2: Combate 5+ (Para no dejarle tomar la botella si trata de quitármela xD)

"Joder...Pero que cabezona es..."Respira profundamente cansado, pero satisfecho, está viendo en el suelo el disparo, no ha sido capaz de ver como movía la pistola con la mano, igual no debería cerrar los ojos al disparar, quien le enseñara fue un instructor terrible, lamentable.
Niega un par de veces más viendo como ella se marcha ofendida, lo cual empieza a provocarle una curiosa risa, no muy descontrolada ni alta, pero hacía tiempo que no se veía en una situación así, se siente desentrenado, aparte tiene la cabeza llena de cosas y empieza a comprender que tendrá que tener paciencia con ella.

-Eh Gollum! Que te dejas el agua...-Acelera y vuelve a acercar el coche hasta la altura de ella, muy despacio, no a más de 20 Km/h algo incómodo por ir con el chaleco y todo. Asoma la botella por la ventanilla y se la da, sin más, desupués frena y se queda un momento mirándola vuelve a respirar hondo y después vuelve a hablar.
-Mira, si quieres largarte hacíendo el gilipollas adelante, lárgate, pero hazme un favor y dame la pistola y las balas, en tus manos son un puto desperdicio...-Niega con la cabeza tranquilo y después mira en la dirección a la que está caminando.

-Sabes siquiera a dónde vas? Mira tengo pareja y soy muy feliz con ella, y tampoco como gente vale? Estuve en el ejército e igual fui un poco chungo, valeeeee-Su tono es condescendiente al final mientras se señala siendo consciente del aspécto que tiene.
-...Pero joder, el pasado no te define, solo define como eras antes, vale? Así que tranquila, igual esa bala no era a mí a quien se la querías disparar...-Apaga el motor cortando la música cuando termina la canción.

-También tengo medicinas y comida, y si te portas bien igual nos fumamos unos canutitos de hierba jejeje...-Saca el codo por la ventanilla, tratando de ser más cercano a ella, dándole un par de toques.

Conforme la ve marcharse, respira hondo, pero, se mantiene en el coche, aunque la puerta esté abierta, espera y espera, la ve caer y es entonces cuando borra la sonrisa que mantenía para observar como llega a su verdadero límite.
-Vamos chica...-Comenta con la voz muy baja-...Tienes que ser fuerte y levantarte, la vida no da tantas oportunidades, no desperdicies las pocas que da...-Cuando llega el punto en el que la ve retorcerse en el suelo, se quita el chaleco y sin protección alguna toma una taza y la botella de agua de nuevo.

Camina sin ningún miedo hasta ella, por la forma en la que ha mirado el arma y luego a él, ya solo puede sentir lástima, nadie se merece sufrir un tormento que te haga reaccionar de esa forma.
-Esto es el fin del mundo...-Le comenta con el sonido de la taza llenarse-...No hay lugar para la piedad ni la compasión...-Acerca la taza a sus labios para que ella no tenga que usar sus manos heridas para beber-...Si tratas de ser amable, acabarás muerto, o peor, casi todos los que recorren el yermo lo saben...-Si ella no quisiera beber, le dejaría la taza al lado, aunque trata de ayudarla con la suavidad de un cuidador de mantis religiosas.

-...Pero a veces, puedes tener suerte y si eres buena persona, el mercenario que no se puede comprar te ayudará, la espada sin dueño, la pesadilla de aquellos que usan el miedo como arma...-Se incorpora dándole espacio y después retrocede un par de pasos.

-Lamento mucho lo que te haya podido ocurrir, aunque mi forma de ser sea peculiar, he intentado ofrecerte ayuda, he tratado de ser comprensivo pero mi empatía tiene unos límites, te deseo que a partir de hoy encuentres una vida de paz...-Se da media vuelta y se marcha dejándole la taza y la botella de agua en dirección al auto sin decir una palabra más.

Con el primer grito deja de andar un instante, con el segundo sigue andando hasta el coche, no dice nada, tiene la mirada en el horizonte. No tarda en arrancar de nuevo, la radio sigue apagada, acelera y de nuevo a muy poca velocidad se acerca hasta ella.
-Puedes levantarte tu sola o necestias ayuda?...-Vuelve a abrir la puerta del coche y a salir de él, dejando este en marcha, no le dice nada más al respecto, solo quiere que suba y sacárla de allí lograr que cese el trauma pero con tanto contacto visual y esas heridas, sabe que es imposible para ella aquí, lograr tranquilizarse y escapar.

Mientras espera una respuesta, mira el lugar donde están, sus alrededores, el espacio que tiene en el coche, que es lo primero que puede darle de comer y sobre todo, si será capaz de dormir un rato en el coche.
"No debería arriesgarme tanto, pero algo me dice..."La vuelve a observar un instante, no con lujuría ni deseo, sino con la necesidad de ayudarla, no puede evitar ver que hay un serio problema, que ha pasado algo grave, mantiene la calma como puede, sabe que si le pregunta una sola vez no descansará hasta encontrarle.

Aprieta los dientes contrariado por sus propias decisiones y promesas, pero, es lo correcto, ayudarla es lo correcto, ella que después decida que es lo que quiere hacer.
"Yo, no puedo aliviar el dolor de todo el mundo, pero si matar a quien le haya hecho esto no es algo bueno? Entonces porqué se puede matar eh? Dime? Porqué seguimos haciendo daño a los demás hasta dejarlos convertidos en un asamijo de inseguridades, carne y huesos rotos? A veces me dan ganas de romper mi juramento, y castigar a todos aquellos que ahora campan haciendo estas mierdas impunemente..."Aunque ella le estuviera hablando en ese momento, por unos segundos hasta reaccionar y mirarla sigue enfrascado en ello.

"Cuando mataba...Estas cosas tenían un final no? Pero ahora lo más probable es que viva toda la vida atemorizada de quien la haya dejado así...No te entiendo diosa fortuna, así que espero, que al menos algo de todo esto tenga sentido..."
Si tiene que ayudarla, lo hará en silencio, con mucho cuidado y sin mirarla demasiado a los ojos.

Conforme se sienta en el asiento del copiloto y cierra la puerta, se recuesta con calma en el coche, como si hubiera pasado una larga mañana trabajando y estuviera agotado, aun así se frota la cara para no relajarse, mete marcha, quita el freno de mano y dejando que la rueda derrape e igorando lo que tenga que decir al respecto completo, conduce al sur para salir del lugar, prácticamente por donde ha venido, pero no importa.
-Voy a llevarte a un lugar donde jamás nadie volverá a hacerte daño...-La mira-...Al menos nunca más algo así, si quieres, sino puedo parar en la primera casa que tenga techo y sientas que te las apañarás, tengo algunas medicinas vendas y gasas, hay que curar esas heridas o se infectarán, por lo que enfermerás y al final, invevitablemente morirás...Entiendes lo que te digo?...-Sin más sigue acelerando dejando atrás el lugar.

Una sensación de que por primera vez se ha ido sin matar a la bestia lo recorre, pero aun así, lo importante es que la víctima no ha muerto, para él es una gran victoria, a pesar de que se le ve ligeramente molesto.
"Lo que me ha costado que subiera al puto coche..."Respira profundamente y luego le señala la guantera.
-Conforme la abras me pasas el tubito negro que hay por favor?...-Habla muy muy bajo, haciendo que su voz sea más melosa de lo normal, por suerte el interior tras el blindaje es bastante oscuro, así que no le extrañaría si consiguiera quedarse dormida.

-De momento iremos hasta la próxima gasolinera, estás de acuerdo?...-La mira durante un instante, muy calmado, sobretodo ahora que al fin sabe que puede ponerla a salvo.