Alcance efectivo [ Kennedy Ulliel ]

Soundtrack

No sabe cuanto tiempo ha pasado hasta que abre los ojos, desnudo completamente de cintura para arriba, lo han curado y limpiado. Sabe que debe de haber sido Kennedy. Respira con calma, efectivamente, no parece que ninguno de sus órganos vitales hayan sido alcanzados, no obstante el dolor de cabeza la sed, el dolor y la sensación de cansancio son abrumadouras.
-Ehhh...Estoy en el cielo?...-La abraza con cierto dolor, que no se puede ni comparar a la felicidad de saber que sigue vivo, igual que ella.

La voz de John Denver, le parece completamente distorsionada, quizápor la jaqueca, aun así la besa, la abraza con fuerza a pesar del dolor, no parece abrirse ninguna herida, sabe controlarse. Es ya el día siguiente, por la mañana, putos lunes.
-Me muero de hambre...-Se queda recostado un momento, esperando que ella pueda ayudarle, conforme los segundos pasan a ser minutos empieza a buscar sus cosas con la mirada.
-Oye...el fusil y mi espada...-Se le nota algo nervioso, como empieza a acelerarse, también nota que no lleva ni la pistolera, empieza a ponerse cada vez más nervioso, solo recuerda estar cubierto de sangre, el sonido de la escopeta, el hacha balanceándose.

-Estamos a salvo?...Nos han seguido?...-Cualquiera pensaría que todos y cada uno de los soldados hace las cosas de forma organizada y perfecta, pero muchas veces el instinto de supervivencia lo es todo.
Los traumas de la guerra son crueles, Adam vive en un estado de persecución que no parece cesar, los zombies, antiguos enemigos, Umbrella, no es normal tanta tranquilidad y paz para él, al principio podría ser una noche apasionada de locura y desenfreno, un dia o tres, pero ya empieza a comprender que tiene algo que perder, algo que no tiene ni forma ni nombre, pero si se pudiera traducir de alguna forma sin imortar tiempo o lugar, sería hogar.

El volumen de la música estaba mucho más bajo de lo normal, Kennedy la puso por crear algo de ambiente y porque sabía que a Adam le gustaría al despertar. Se había pasado prácticamente toda la noche en vela cuidando de él, de que estuviera bien y no hubiera complicaciones. Salvo en un par de ocasiones que terminó cediendo por el cansancio, se había encargado de todo.

— Shhh... todo está bien, tus cosas están en esa mesa de ahí... — señaló el mueble y se acercó para ayudarle a colocarse sobre el sillón, colocando un cojín tras su espalda. Aprovechó que estaba ahí para revisar de nuevo la herida de su hombro que era la que más le preocupaba. Se acercó a la barra del bar y recogió un cuenco con sopa que había preparado. — Es de lata, pero... está buena — llevó el cuenco hasta Adam. — Hay más comida en el fuego, ya me dejaste claro anoche que te levantarías con hambre — se rió en silencio.

Se sentó justo frente a él sin apartar la mirada, Kennedy trataba de poner sus ojos sobre los de él, pero irremediablemente se iban a pasear sobre las heridas de él.

— Ayer cuando te curaba me di cuenta de que esas no eran las primeras... y parece una larga colección... — habiendo sido un seal, era lógico, pero lo de ayer... Kennedy se puso en pie para regresar a la cocina y volver hasta Adam con otro plato de comida. — De segundo más menú a la lata... — esta vez se sentó sobre el reposabrazos del sofá a su lado. — Lo que hablaste de la fábrica... estaría bien — las latas de comida no durarían para siempre, además de que no era la mejor dieta del mundo. Kennedy le observó mientras comía, ella quería decirle algo más, pero esperaría hasta que acabase. Estaba algo seria mientras deslizaba una de sus manos por la espalda de él, recorriendo con las yemas de los dedos su columna hasta el cuello, con mucho cuidado de no darle en ninguna de las heridas que aún estaban curando.

Soundtrack

Conforme ella se levanta él hace un esfuerzo titánico por levantarse y acercarse a la radio para subir el volumen, pero conforme se levanta se sienta, respirando hondo, le aterra como se podría enfadar tanto con él por verlo de pié, con todo el amor y cariño con el que le ha tratado, ni hablar, es hora de portarse bien.
Mientras ella vuelve, solo con olerla de camino ya se frota las manos como un niño.
-Manjar de los dioses...eh...-Cuchara en mano, con el cuenco en la otra frente a la cara-...Muchas gracias...-Acto seguido empieza una macabra escena en la que Adam de 4 cucharadas se termina la sopa y le da el cuenco.
-Mas...-Dice muy serio simplemente-...No te he mentido cariño...No he tenido una vida fácil, lo siento...-Se ha acostumbrado a disculparse con todos por sufrir heridas, pero al mismo tiempo, si ahora mismo estuvieran al revés, Adam se pregunta si el habría tenido la misma calma que ella, para salvarla, traerla de vuelta, curarla, comprenderla, no para de acelerarse su corazón, cuanto más lo piensa.

Los ojos se le abren como platos, conforme le trae el segundo cuenco, nunca le había pasado algo así, está completamente sorprendido, pero esta vez es incapaz de dar la primera cucharada, mientras ella habla, él, la mira, acelerándose su corazón aún más, empieza a sudar y no encuentra las palabras con las que responderle, quiere decirle tantas putas cosas...
-Que...Que...Dije de la fábrica perdona? Con toda la sangre que he perdido...-La mira dando al fin la primera cucharada, comiendo más despacio, además siente como le acaricia con las manos la espalda y Adam empieza a temblar, a pesar de que hace un rato se sentía en una confianza absoluta con ella, ahora mismo se siente completamente en sus manos, es una sensación tan parecida pero distinta al mismo tiempo.

-Tu querías un gato no?...-Hace una pausa mirándola a los ojos agitado, cuando tiene ya completamente su atención entre fuertes respiraciones y algún dolor por el esfuerzo está apunto de decirle algo que podría cambiarlo todo y su mente enfermiza le recuerda como se puso cuando mencionó la palabra matrimonio, por lo que solo sonríe y termina riendo ligeramente.
-Perdona, casi digo algo que te habría molestado mucho...Hay algo de carne por casualidad?...-Le vuelve a entregar el cuenco vacío, con una sonrisa de oreja a oreja, ella puede ver que no bromeaba, a medida que va comiendo, va recuperando el color de piel natural que tenía.

— Dijiste muchas cosas... — Kennedy no podía evitar mirarle con una amplia sonrisa sin razón alguna, tal vez por la expresión despistada de él o por cómo reaccionaba con la comida. Era una mezcla de ternura, pero también de diversión por su parte. Se quedó un instante con el cuenco vacío entre sus manos mirándole. — Eh... sí, hay algo más — se puso en pie rápidamente y regresó a la cocina quitando el último cazo que había en el fuego. Regresó de nuevo con otro cuenco y se lo entregó a Adam. — Albóndigas... ¿adivinas a qué estilo? — se sentó de nuevo a su lado.

— Fue ayer, creo, o antes de ayer... — pensativa se rascó una ceja. — ...hablamos de la fábrica, de un posible refugio, una ciudad... estaría bien poder cultivar comida y olvidarnos de las latas durante mucho tiempo — hizo un gesto con la mano alejándola de ella.

— ¿Te encuentras mejor? — colocó su mano en la frente de él. — Tu temperatura es normal y tienes mejor color... pero... ¿tienes frío? estás temblando — se acercó a por una manta para taparle, la alternativa le parecía peor, aunque no tenía fiebre. — Igual deberías tomar antibióticos, durante un par de días, tres... ¿tal vez? — Kennedy se levantó para buscar el botiquín de medicamentos que tenía, no estaba segura de si contaría con ese fármaco o no.

— ¿Me vas a buscar un gato? — le miró de reojo riéndose. Cuando él terminó con el tercer plato se acercó a él, se arrodilló en el suelo apoyando las manos en el reposabrazos y le miró fijamente. Su expresión ahora era más seria. — El rifle de Jimmy está junto a tus cosas... — empezó a decir con cierta parsimonia, porque no encontraba las palabras. Era algo a lo que le llevaba dando vueltas desde que le encontró en el patio, esa maldita imagen no se le iba de la cabeza. — ...tenías razón, no he sabido cuidar de ti, de vigilar tus espaldas, casi te mueres Adam — logró decir finalmente con apenas un hilo de voz. Estaba notablemente preocupada con ello. — Es evidente que he olvidado mi entrenamiento... y no puedo permitir que te maten por mi estúpido orgullo — casi no podía ni respirar. Le costaba reconocerlo, pero era lo más sensato, si no le importase el destino de aquel hombre ni siquiera se habría molestado tanto, pero no era el caso. Le importaba y al parecer bastante como para darse cuenta de algo que no quería aceptar y confiárselo a él.

DADO: ¿Hay antibióticos en el botiquín?

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'Dilemas' :

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-Has matado a todos los enemigos que nos hemos encontrado Sentinel, has sacado a tu superior del campo de batalla y puesto la base a salvo, además has curado mis heridas y eres capaz de admitir tus errores...-Niega con la cabezay se echa a reír.
-Acaso hay algo que yo pueda enseñarte?...-Se toma los antibióticos y después se vuelve a poner a comer, como si fuera una serie de dibujos animados y no tuviera fondo.
-Rica lata deshuesada...-Le guiña un ojo y sigue comiendo, estándo ligeramente mejor, decide echar un buen trago de agua y respirar unos instantes.

-Es cierto que debería ayudarte con algunas cosas, pero estás muy cerca, la persona que he visto en esa fábrica, no se parecía en nada a la que encontré cuando llegué aquí, aunque no lo creas hay un gran potencial en tí...-Se pone en pie con cierta dificultad, caminando hasta la mesa, junto al resto de sus cosas. Apoya las manos con dificultad sobre esta, observando lo que hay, lleno de sangre.
Abre la recámara del rifle de Jimmy, haciendo salir la bala, después quita el cargador, con mucho orgullo y su mano libre trata de alcanzar la silla para sentarse. Lo consigue sin ayuda de Kennedy, aun queda algo de dignidad en él.

-Es cierto, quiero crear la primera ciudad libre de esta puta mierda...quiero que los niños salgan a jugar a la calle sin miedo, que sus madres puedan dormir tranquilas y sus padres trabajar duro para que todos podamos tener un mañana. Necesitamos maestros, policias, médicos, bombéros...-Se echa a reír y se pone a limpiar el rifle, con calma.
-Es un rifle muy especial, debes mantenerlo siempre limpio, mira como lo hago, porque nose si la próxima vez podré volver a casa para explicártelo...-Hace otra pausa mirándola a los ojos, después, abre la presilla de seguridad y empieza a explicarle de la única forma que se puede usar ese rifle, como desmontarlo y limpiarlo.

-Con la fábrica podremos usar el yeso para fortificar este lugar, después pediremos ayuda a voluntarios, usarás la radio para atraer supervivientes, montaremos una muralla por todo talahasse, yo encabezaré los grupos de limpieza, iremos calle a calle, incluso si es demasiado ambicioso, iremos metro a metro...-Se lleva un cigarro a la boca pero no se lo enciende, vuelve a montar el rifle con calma.
-Todo el campo de tierra que hay hasta la fábrica es un lugar cojonudo para sembrar, si encontramos una fuente de agua que pueda suministrar a la ciudad...-Para en lo que está haciendo, terminando de meter las últimas piezas.
-Tendremos algo...Yo soy el jefe de operaciones especiales de Terra Save, supongo que debí decirlo antes...-Se encoge de hombros y empieza a meter las balas pertinentes en el cargador.

-Quiero pedirte...Quiero...-La mira y deja lo que está haciendo, se levanta con cierto esfuerzo para abrazarla.
-Sin tí no lo conseguiré...-Sonríe antes de darle un buen beso.-...Alguien tiene que cuidar del gato...-Igual que ella le bromeó al conocerse, todo lo malo se pega.
-Tenemos que conseguir una M240...Seguro que con una ametralladora así en el tejado, la gente que venga respondiendo al aviso, no se atreverá a hacer lo que yo hice ni de coña...-Hace enfasis en las últimas palabras, antes de volver a besarla, tiente tanto miedo de que un momento como ese vuelva a terminarse de nuevo que lo disfruta a cada segundo.

— Dudo que entonces hayas visto lo mismo que yo... — susurró muy cerca de sus labios, aunque estaba hablando de algo que la preocupaba, a él parecía darle igual, incluso parecía satisfecho con la forma de actuar de Kennedy en la fábrica. — Si tan seguro estás de ello... vale, ayúdame con esas cosas — sonrió cómplice de sus palabras.

Se acercó junto a él a la mesa, para ver cómo desmontaba el rifle. Él se sentó en la silla y Kennedy sobre la misma mesa, a un lado de él para observar cómo realizaba el mantenimiento del arma. Él quería hacer algo muy grande allí, ella también quería eso, ¿pero sería posible? Solo con el primer paso casi le costaba la vida a Adam. — Ah... así que estoy junto a un pez gordo... — Kennedy había oído hablar de refugios como aquel, pero por norma general ella sabía poco, la gente no se fiaba de hablar por radio, no sabía quiénes podrían estar escuchando.

— Claro, si está en mi mano... — se sorprendió cuando se puso en pie para abrazarla, Kennedy lo rodeó también con sus brazos, creyendo que le pediría algo sobre el refugio, lo que estaban hablando... le parecía realmente algo importante. Lo que no se esperaba fue que mencionara de nuevo a su gato no existente. Se le quedó mirando un par de segundos con cara de póquer y empezó a reírse. Sin ni siquiera darse cuenta de lo que estaba realmente pasando, en aquel momento era consciente de que había algo en él que la atraía irremediablemente, era evidente, de lo que no se estaba dando cuenta era hasta qué punto tanto.

— ¿Y quién va a cuidar a ti? — susurró despacio sobre sus labios, acarició su rostro con mucha delicadeza, deleitándose con cada movimiento de sus dedos sobre la piel de él. Por nada del mundo le habría gustado que aquel momento acabase, pero al parecer el mundo tenía otros planes. Los golpes hicieron que dejase caer su cabeza sobre el hombro de Adam con un suspiro. — Casi todas las mañanas igual... — se quejó en voz baja. Los zombies que iban de un lado a otro acababan llegando al bar tarde o temprano y eran atraídos por la música, con suerte sería uno o dos. Este se encontraba pegado a la ventana de la radio, las rejas impedían que golpease el cristal con fuerza, simplemente le daba con los dedos y trataba de colarse en el interior, como si fuera a caber por los barrotes.

— Bueno, yo me encargo... — recogió el machete de la mesa y salió fuera del bar para ir a por el no muerto que osaba molestar su lunes tranquilo. El zombie seguía encaramado a los barrotes, seguramente pendiente de Adam, así que Kennedy fue con toda la calma del mundo hasta él para golpearle con el machete en la cabeza, sin embargo, algo pasó, porque se giró hacia ella en el último momento y éste cayó estrepitosamente sobre ella, quien perdió el equilibrio con la grava del suelo.

— ¡Joder! — se llevó una mano a la sien donde se había golpeado a la vez que apartaba al zombie de un empujón de ella. Pero estando en el suelo vio algo que no le gustó. — Definitivamente odio los lunes más que los domingos por la tarde... — casi se arrastró al bar, mientras se frotaba la cabeza, el lugar donde se había golpeado.

— No tengo muy buenas noticias que digamos... — empezó a decir con toda la calma del mundo, apagando la radio, acto seguido desconectó el resto de cosas que pudieran hacer ruido. — Hay que cerrarlo todo... — señaló las contraventanas, mientras que ella comenzaba a cerrarlas, dejando el bar prácticamente a oscuras. — Se acerca una horda, no es la primera vez... pero... serán unas horas hasta que se vayan todos, y luego siempre se quedan algunos por ahí dando vueltas — explicó, recordando como la primera vez se pasó diez horas bajo la cama leyendo un libro, no es que se sintiera orgullosa de ello, pero... tuvo tiempo en lo que pensar. — Yo lo llamo clases de meditación zombie — dijo con sarcasmo.

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#1 'Números' :

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#2 'Números' :

#2 Resultados :

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Conforme ve al zombie en la ventana trata de moverse, pero, lleva tanto rato sintiendo el tacto de su piel, el calor de su cuerpo, que no se mueve ni un milímetro, dejando que ella se encargue. Por su parte cuando ve que va fuera a acabar con el zombie, empieza a ponerse el equipo, está loco? quizá, pero es su forma de vida y aun no ha pasado el tiempo suficiente para que se acostumbre a otra cosa.
-Cariño, te dije que había que poner las rejas!...-Le grita desde la habitación, poniendose algo de ropa limpia. Está adolorido sí, pero ninguna herida fue mortal, súmale el amor que siente, que acaba de comer y que vienen unos cuantos zombies, lo que podría además hacerles recobrar algo de moral, después de lo último que pasó.

Cuando sale lo hace vestido para la ocasión, aun asoman bastantes vendajes y tiritas. Solo que en vez de llevar armas que puedan delatarle esta vez deja la M1911 y sale con su Sig P.226, personalizada, silenciador incluido. Se sienta junto a la mesa, deja varios cargadores sobre esta y después respira hondo.
-Me harías un striptease mientras mato zombies?...Creo que me merezco un premio...-Abre los brazos con una gran sornisa.
Por alguna razón, cree que Kennedy sería capaz de borrar el recuerdo, que por culpa de Nicholas ahora tiene en la cabeza sobre mujeres quitándose la ropa al ritmo de la música.

-En serio, quiero verte vestida de unifrome y desfilando, uff, con la gorrita y todo, te falta llamarme señor...-La mira lascivamente-...Me gusta más capitán, suena a que voy marcando el rumbo...-Se encoge de hombros, metiendo el cargador en el arma y preparándola para la acción.
-Si, cierra las ventanas...-Dice un voz baja mientras pasa un trapo por la pistola, le encanta verla brillante, además hace nada la ha estado engrasando, se nota por como la opera, que va finita finita.
-No tengo madera de prisionero Kennedy...-Termina diciendo, ajusta el láser de la pistola y con todo listo simplemtente la deja sobre la mesa a esperar.
-Está bien...Espereareeeeemos...Menudo aburrimiento...-Comenta en voz baja.

Con todo cerrado a cal y canto Adam enciende una linterna pequeñita de leds y la deja orientada al techo. Ha preferido no caminar de aquí para allá y reservar todas sus energías por si hay que combatir, además justo a 10 cm de la pistola, descansa el viejo rifle de Jimmy, cargado y listo para usar.
-Tranquila, no pasará nada...-Respira hondo y la mira de nuevo muy lascivamente, escuchando el fuerte murmullo de los no-muertos recorriendo las calles, como su corazón se acelera, observándola sin quitarle ojo de emcima, como si se la fueran a arrebatar en algún momento.
-¿Follamos?-No le importan las horas que tengan que pasar si se las pasa descansando o divirtiéndose, como a nadie en general, no obstante, parece que es precisamente por ella que se le ve más emocionado que de normal.
-Tengo un uniforme de militar de mujer por ahí dentro, es más seguro que aun guardas el tuyo, uff dime que guardas el de Umbrella...-Le saca la lengua y después se muerde los labios yendo a besarla y meterle mano directamente, como parte del juego pervertido en el que quiere perder el tiempo hasta que todo pase.

Se encontraba ya dentro del bar frotándose la cabeza cuando apareció Adam preparado para salir ahí afuera. Kennedy le miró enarcando una ceja a la vez que empezaba a reírse por la situación, mientras negaba lentamente. ¿De verdad le habían dado una paliza y seguía queriendo ir a pelear?

— ¿A dónde te crees que vas? — eran demasiados zombies, incluso para él. Pero esa fuerza de voluntad... era envidiable, la verdad. Como esa forma de sentarse resignado al no poder salir, casi como un niño al que castigaban, le resultaba hasta tierno y gracioso a partes iguales. Se mordió el labio sin darse cuenta mientras le miraba, igual de lasciva que la mirada de él, tal vez más excitada de lo que quisiera darle a entender.

— ¿Entonces...? — empezó a decir mientras se iba acercando lentamente hasta él. — ¿Eres mi prisionero, o mi capitán? — frunció el ceño pensativa, esperando una respuesta mientras que él se acercaba también a ella. — ¿No te han dado suficiente tralla ya? — cuestionó en un tono de voz bastante travieso.

— Shhh... — llevó su dedo índice a los labios de él para recordarle que debían ser cautos con el tono de voz. Los zombies ya habían alcanzado el bar, se les podía escuchar pasar de largo, esos alaridos... e incluso como más de uno chocaba contra las paredes del edificio y avanzaban. — Sí que conservo mi uniforme — sus labios recorrían cada centímetro de su piel, de la base del cuello hasta su oído para susurrarle. — ¿Me vas a obligar a ponérmelo? — en cualquier otra situación le habría parecido una tontería, en aquel momento esa idea tan pervertida le resultó hasta excitante.

Se pegó hasta tal punto a Adam, que todo su cuerpo estaba unido al de él, en un intento de provocarle más aún si podía. Ella tampoco se cortó en dejar sus manos libres, pasearse por sus brazos, abdomen... Kennedy recorría su cuerpo con evidente deseo, obligandole a retroceder hasta el punto de partida. Era muy cuidadosa aún así con sus movimientos, ya que no quería hacerle daño. Le obligó a sentarse en la silla y entonces ella se sentó sobre su regazo, cara a cara y aprovechando que estaba por encima, con su izquierda sujetó sus brazos, por detrás de la silla y con la derecha sujetó su cabeza por el pelo, obligandole a mirarla fijamente. — No has contestado aún a ninguna de mis preguntas — acercó sus labios a los de él rozándolos muy lentamente para luego morderlos con algo de fuerza. Resultaba tan incitante, que inconscientemente ella movía su cuerpo contra el de él lentamente, presionando sus caderas contra las suyas.

Soundtrack

-Supongo que soy tu capitán prisionero...-Tal como contesta, su primera pregunta, empieza a besarla con ganas, pero no tarda en emitir un quejido del esfuerzo, se tranquiliza un momento y la mira a los ojos.
-Supongo que en mi estado sería una estupidez tratar de obligarte a nada no?...-Le muerde los labios y respira despacio, tratándo de buscarla comidad, tiene tantas ganas de sentir sus movimientos que un poquito de dolor y riesgo en su integridad física no representan ninguna amenaza, al menos no en su cabeza ahora mismo.

-Y también supongo, que finalmente he contestado a todas tus preguntas...-Le muede el labio aun con más fuerte y después le da un azote con muchíssima rabia, que se camufla con los sonidos de unso cristales romperse, increíble, ni siquiera le importa la paliza que se está llevando el Mustang. Como le gusta apretujarle las nalgas, disfrutar toda su forma entre sus manos, de una forma muy íntima, acercándose cada vez más a la aprte más sensible, sin dear por ello de tomarla con fuerza.
-Dejando muy claras mis intenciones...-Intenta hacer el esfuerzo de levantarse, pero se ríe muy por lo bajo mientras la abraza, por su peso es evidente que está casnado.
-Perdona...-La mira en parte aceptando ligeramente la derrota-...Quizá debería tomármelo con calma si quiero que juguemos a esto de verdad otro día no?...-Se abraza a ella en silencio, mordiendo su cuello, dando besos muy despacio, respirando con la calma de alguien que al fin encuentra la paz, a pesar de toda la guerra que se oye ahí fuera.

— Pues dejamos ese juego para otra ocasión... — añadió en aquel tono de voz bajo, sin apartar los labios de los de él. Kennedy pensó en la posibilidad de ir de verdad a por su uniforme, pero en aquel momento no quería apartarse de Adam. Después del día anterior, de esa noche en vela cuidando de él... necesitaba estar así con él y le parecía una auténtica pérdida de tiempo tener que marcharse para ir en busca de su maldito uniforme.

No entendía por qué, pero era irracional e incluso adictiva la atracción de ese hombre, casi como una droga... ella devoraba sus labios con verdadero fervor, deteniéndose al darse cuenta de que igual se estaba excediendo en sus movimientos dada la situación de él. Se le quedó mirando un instante, soltándole por completo y alzando las manos, como quien se rinde. De verdad que se alarmó ante la posibilidad de hacerle daño.

— ¿Estás bien? — preguntó al tiempo de recibir aquel azote que la hizo respirar profundamente. — Está bien... — añadió de forma agitada y notablemente excitada al sentir las manos de Adam por su cuerpo.

Comenzó a moverse ahora de forma mucho más lenta, con calma, no quería hacerle daño, era la única idea clara que tenía, por lo demás solo quería disfrutar de cada centímetro de su piel. «Ni tres días Kennedy, ni tres días... No conoces a este hombre ni de tres días.» aquel pensamiento apareció fugazmente en su cabeza, repitiéndose una y otra vez. Pero ella continuaba deslizando sus dedos por los brazos de él hasta alcanzar sus hombros y acariciarlos con sumo cuidado. Besaba sus labios sin descanso, en un juego que se volvía adictivo por momentos. Adam parecía conocerla de toda una vida, gracias a la radio, ella de solo tres días y no necesitaba más. Había perdido el juicio por ese extraño hombre.

— Con cuidado — susuró entre beso y beso. Mientras que sus manos recorrían su piel arrebatando su camiseta, deslizándose por su abdomen hasta los pantalones, los cuales deabrochó lentamente ella. No tenía ninguna prisa por aquello, aunque por una parte lo deseara ya, se recreaba en cada movimiento y lo disfrutaba.

No necesitó terminar de quitarle los pantalones, ahora le sentía mejor y eso la excitaba más. Una de las ventajas a su rechazo a los pantalones era aquella también, no necesitó mucho más que apartarse la ropa interior. Se colocó mejor sobre Adam aferrandose a sus hombros y ahogó el gemido sobre sus labios conforme fue moviendo su cuerpo contra el suyo. Le miró fijamente mientras deslizaba su cuerpo sobre el de él y se mordía los labios con fuerza para evitar gemir y provocar ningún ruido. Fue el único pensamiento sensato que tuvo en aquel momento.

Se despierta, habiendo pasado ya más de 6 horas de nuevo, en la cama con ella, está completamente desnudo, al igual que ella. Le duele todo, ahora sí, ha llegado la resaca y la adebacle. Gruñe al respirar hondo liberando toda la tensión que puede en sus músculos.
-Ahhh!...-Un quejido emana, pero lo acalla y la abraza, besando su piel, a la altura de los hombros.

Ya no se escucha nada ahí fuera, está anocheciendo. Prefiere no despertarla, con suavidad busca dejarla arropada y descansando. El sentado al borde de la cama, se pone unos pantalones como buenamente puede.
"Desde luego, vaya semanita..."Está perdido en pensamientos que lo distraen de la propia realidad.
No tarda en ponerse en pié y caminar hasta la radio, la vuelve a conectar, tras dar luz a los plomos, no la pone muy fuerte, pero puede escuchar como fuera aún quedan algunos caminantes.

Se queda un instante mirando a través de lo que serían los huecos de las ventanas, respira hondo muy cansado y después se acerca a la mesa, se sienta de nuevo en la silla.
-Mataría por un café...-Está hecho polvo sí, pero se está enamorando tanto de ella, que haría lo que fuera, eso piensa hacer.
Se acerca a la cocina y pone todo en marcha, en un cazo hierve agua por si acaso. Va taraeando los éxitos del country de su tierra, casi siente como si la conociera de toda la vida, como si llevaría ya años en Talahasse, pero tan solo llevaba 2 días.
-Uhhhh....Uhhhh...-Coge aire-....Uhhhhhhh-Empieza a cantar mientras se sirve una taza, no sabe si habrá llegado a despertarla, pero no lo ha intentado, ha tratado de contenerse.

Al volver se deja caer en la silla sujetándose la herida del hombro, sin quejarse esta vez. Deja la taza sobre la mesa aún humeante y se dispone a comprobar las armas de la mesa.
-Podría...Podría...-Nota como se le empiezan a cerrar los ojos de nuevo y toma la taza de café dando un trago.
-Ahhhh!...-Vuelve a bajar la voz-...Vamos...-Se frota la cara y bebe otro trago aguantándose el cagarse en la puta esta vez, poníendose manos a la obra con comprobar la pistola que tiene que si lleva silenciador.
"Por una vez podría adoptar un estilo más...Menos...Ah mierda..."Comprueba el cargador y después conecta el puntero láser, todo parece ir de puta madre, hasta que le parece haber escuchado un sonido, cae un rayo justo un instante después y de nuevo la tormenta arranca.
-Kennedy?...-Alza la voz dándose la vuelta-...Kennedy!?...-Se levanta con la pistola en la mano asustado.

Había dormido tan poco durante la noche anterior que no es de extrañar que se quedara profundamente dormida en cuanto terminaron en la cama. Hacía mucho tiempo que no conciliaba el sueño de aquella manera, tener a Adam a su lado había conseguido que se pudiera sentir más a salvo, más tranquila. Pues de normal siempre dormía con un ojo abierto.

La tormente fuera la hizo espabilarse, se giró en la cama y rodó por esta de forma perezosa, dándose cuenta de que estaba sola. Olía a café.

— ¿Adam? — preguntó mientras se levantaba y se ponía una sudadera. Salió de la habitación a la vez que se colocaba la ropa interior y se topaba con el hombre en el bar. — Hey... ¿Estás bien? — se fijó en el arma que llevaba en su mano y entonces ella colocó la suya sobre la de él. Parecía tenso.

Un nuevo relámpago surcó el cielo con un indiscutible ruido atronador. Ella alzó la mirada hacia el techo, concretamente hacia donde se suponía que debía estar la antena. Hasta ahora las tormentas le habían dado igual, pero ahora, al recordar las palabras de él a su llegada, no pudo evitar sentirse algo intranquila.

— Deberíamos curar tus heridas... — decidió centrarse en otra cosa. Abrió el botiquín y sacó antiséptico y gasas. — He pensado en practicar a montar y desmontar el rifle de Jimmy, tal y como hiciste esta mañana, su mantenimiento... Me he dado cuenta de que soy bastante lenta — cuanto antes lo aceptara mejor, pareció divertirle la idea hasta que se acercó a mirar mejor sus heridas, eso le cambió el gesto en su expresión.

— No se ve infectado, eso es bueno — iba diciendo mientras continuaba con su labor. Kennedy seguía pensando en lo anterior, quería ponerse al día y era de vital importancia que lo hiciera si querían seguir con vida. Ya no solo se trataba de recuperar el manejo del mantenimiento de las armas, si no de volver a entrenar. Después de todo le hacía falta. Aprovechó que se encontraba a su espalda para recoger el cabello de él en una coleta y apartarlo de su cara.

— En realidad no te queda mal... — besó su nuca y prosiguió aplicando el antiséptico a las heridas. Cada vez que le miraba y veía todos esos golpes y cortes se sentía culpable.

Un nuevo relámpago la hizo dar un suave respingo, por un instante se le aceleró el corazón. Pensó en todo un poco. Según el plan de Adam mañana deberían volver a la fábrica, para echar un vistazo, pero ella no quería llevarle a él. No después de lo ocurrido y lo herido que estaba.

-Quería decir algo, algo como que no pasa nada como que todo está bien, pero no lo está, no la está cariño y no pasa nada, tiene arreglo...-Toma sus manos y las acaricia, se da la vuelta al momento y la besa suavemente, en la radio está sonando Blues Sarraceno, aunque le trae muy buenos recuerdos por alguna razón también le trae pesar.

-No te preocupes por eso ahora...Tienes cosas de las que realmente preocuparte...-No le duelen tanto, las heridas, ahora mismo, lo que realmente le duele, es el orgullo.
-Pues vas a tener que empezar ahora mismo...-Tira el rifle de Jimmy al suelo, quiere ver como reacciona ella, por lo que mantiene su mejor cara de póker.
-Tienes que desmontarlo y volverlo a montar, después yo lo usaré para disparar y te diré si lo has montado bien o no...-Hace una pausa y toma su "legion", la pistola con silenciador.
Dispara dos veces a través de las persianas bajo la noche y la tormenta, apenas escuchando ellos dentro el sonido mecánico del cañón y el martillo.

-Quiero ponerlo interesante...-Sonríe y le da un último beso-...Venga, date prisa, que te quedas sin ventanas y se te escapa el gato...-Le comenta y se echa a reír ligeramente, sujetándose el hombro con la mano después.
-Me aburro cariño, deben haber fuera solo tres o cuatro, no te preocupes, además siento que tengo el orgullo herido y quiero divertirme un rato. Sabes que yo todo lo que rompo lo arreglo...-Levanta las manos dejando rodar la pistola sobre su indice por el gatillo como quien se entrega, inclinando ligeramente la cabeza.

Pero tiene el ojo izquierdo ligerisssisisisisimamente abierto por si intenta arrebatarsela.

//OFF:

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

La respuesta de Adam no la dejaron mucho más tranquila, al contrario, estuvo a punto de decirle algo más, pero lo que pasó a continuación la sacó por completo de contexto.

— ¡Eh! — gritó inconscientemente al ver el rifle caer al suelo. — ¡¿Pero qué haces?! — miró a Adam sin comprender absolutamente nada. Los dos disparos también la pillaron por sorpresa. — ¿Y si te golpeo con la culata del rifle? Porque ahora me parece hasta una opción válida... — comentó con ironía mientras que se agachaba a recoger el arma con un suspiro malhumorado.

— No te vas a olvidar del gato, ¿no? — sonrió ligeramente sobre sus labios y se giró hacia la mesa para comenzar a desmontar el rifle. — Me gustaría evitar quedarme sin ventanas, así que deberé ponerme manos a la obra... — aceptó el desafío de Adam. ¿Cuándo había sido la última vez que dijo que no volvería a fumar, ayer, antes de ayer tal vez? Había pasado suficiente tiempo. Tras depositar el rifle en la mesa se colocó un cigarrillo entre los labios y se lo encendió con calma. Acto seguido comprobó que el arma estaba descargada, que lo estaba, ya que Adam lo había desmontado anteriormente, pero aquello era algo básico siempre.

Apartó las cosas de la mesa, colocando el rifle en una mejor posición y aprovechó para soltar el aire del cigarrillo. En un movimiento rápido lo giró y tras empujar los clips de sujeción apartó la caja de mecanismos del resto del arma, colocando cada parte de forma ordenada en la mesa.

— ¿Y si no lo hago bien capitán? — preguntó con cierto tono travieso, sin llegar a desviar la mirada del arma. Se concentraba ahora en la parte superior, extrayendo ligeramente la palanca del cerrojo, para poder quitar este y luego terminar de extraer la palanca. Sus manos se movían con calma, pero precisión, recordando casi de forma automática cada paso. No se había olvidado realmente de sus conocimientos, solo tenía que volverlos a poner en práctica. Paró un momento para sacudir el cigarrillo sobre el cenicero y en cuanto se lo llevó a la boca de nuevo prosiguió desmontando el cerrojo para limpiarlo.

Aunque estaba muy concentrada al principio en su tarea no dejaba de mirar de reojo a Adam de vez en cuando. Podía escuchar los ruidos de fuera, la lluvia, algunos rugidos... y no le importaba, quería terminar aquello cuanto antes. Lo sentía casi como un reto personal, además de una forma de demostrarle a él que no se había equivocado de persona.

El miembro 'Kennedy Ulliel' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

-Ya empiezas a hablar como yo, eso es una buena señal...-Se acerca a ella mientras monta el rifle, empieza a moderle el cuello, a manosearla de una forma muy muy excesiva y atrevida, por todo su torso, pellizcándola incluso para hacerla rabiar.
-Si no lo haces bien, me explotará el cañón entre las manos...-Le susurra, antes de darle un buen mordisco a su cuello.

Se aparta de ella pistola en mano un instante, está de mucho mejor humor desde luego. Va hasta la radio y pone otro clásico. No lo pone muy alto, no obstante él, no parece nada preocupado por la tormenta o el estado de la antena.
-Recuerda, cuando vuelvas a montar el cerrojo, tienes que ponerlo de manera que al girar para entrar dibujes una M no una V...-Le gesticula con las manos-...Sino, la cabeza del pistón se accionará mal apropósito, Jimmy me pidió que pusiera trampas en este rfile, en el antrior, el enemigo lo robó, lo usó contra nosotros y le dio tanta rabia que...-Se encoge de hombros-...La obra de un loco...-ríe ligeramente y después le acerca otra taza de café.

-Kennedy, me gustas mucho, no es mera atracción, me gustas como para perder la cabeza...-Se sienta sobre la mesa y da otro fuerte trago.
-Me gustas tanto que aunque me contengo, solo con que me mires ya estoy pensando en follarte, con oir tu voz...Pam pam pam...-Niega de nuevo y se enciende, un cigarrillo.
-Si no te das prisa entrarán...-Dispara dos veces contra una ventana por la que ya asoman dedos de zombie. Ambos no-muertos caen muertos como los anteriores, Adam pone cara de que ha disparado sin mirar, mira la pistola la mira a ella y sonríe de oreja a oreja.
-El más grande todos los tiempos...-


//OFF:

Dado 1 Ataque Adam
Dado 2 Ataque Adam
Dado 3 Defensa Zombie 1
Dado 4 Defnesa Zombie 2

El miembro 'BalioN' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :