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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Los problemas llaman a los problemas [T. Grayson]
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Los problemas llaman a los problemas
27/12/15 ₪ ALREDEDORES FORT RILEY ₪ ANOCHECER ₪ LLOVIZNA ₪ B.S.O.
Faltaba poco para que anocheciera y él lo sabía; eso iba a ser un auténtico problema. En su estado sobrevivir a una noche sin refugio alguno podría suponer la muerte y realmente era algo que no le preocupaba. Tal vez ya hubiera llegado su hora. No le preocupaba, ni siquiera saber que seguramente no llegaría ni al anochecer, puesto que no la enorme explosión de la base atraería a todos los caminantes de la zona y tarde o temprano se acabarían dando un festín con sus restos.
Su oído derecho aún pitaba ligeramente, la cabeza le daba vueltas, el brazo izquierdo le dolía a causa de la última caída (una de tantas que se había llevado aquel día). La sangre caía sobre su frente, manchado su rostro e incluso le impedía ver bien. Kyle Hyde era consciente de que estaba en las últimas. Probablemente tuviera una conmoción, parecía haberse dislocado el hombro izquierdo, por no hablar de las heridas y cortes. Él sabía que no eran graves, que no acabarían con él de tener ayuda y medicamentos, necesitaba coser varias heridas, seguramente tomar algún antibiótico...
Le daba igual.
Tanto, que terminó por sentarse al pie de un gran árbol. Estaba cansado y ya no merecía seguir avanzando. Los pies le pesaban, bueno, todo su cuerpo parecía pesar más de lo habitual. Hyde optó por quitarse el chaleco, que tampoco ayudaba y lo dejó caer a un lado. Sonrió ligeramente al ver la bandera americana en él. Sus compañeros, aquellos meses, solían decirle que Hyde era americano adoptivo, que ellos le habían bautizado...
Después de lo que había pasado con su hija jamás creyó que volvería a tener esperanza, sin embargo aquellos hombres le habían acogido como si fuera un hermano, como a uno más. Le habían salvado y dado un hogar los últimos meses, le habían ayudado tanto... y Kyle no fue capaz de hacer nada por ellos, tan solo verlos morir. ¿Podía sentirse peor de lo que sus heridas le hacían sentir?
Así que lo había decidido, su hora había llegado, no podía más y tampoco quería más. El canadiense apoyó la cabeza sobre la corteza del árbol y cerró los ojos. Por fin le tocaba descansar.
Su oído derecho aún pitaba ligeramente, la cabeza le daba vueltas, el brazo izquierdo le dolía a causa de la última caída (una de tantas que se había llevado aquel día). La sangre caía sobre su frente, manchado su rostro e incluso le impedía ver bien. Kyle Hyde era consciente de que estaba en las últimas. Probablemente tuviera una conmoción, parecía haberse dislocado el hombro izquierdo, por no hablar de las heridas y cortes. Él sabía que no eran graves, que no acabarían con él de tener ayuda y medicamentos, necesitaba coser varias heridas, seguramente tomar algún antibiótico...
Le daba igual.
Tanto, que terminó por sentarse al pie de un gran árbol. Estaba cansado y ya no merecía seguir avanzando. Los pies le pesaban, bueno, todo su cuerpo parecía pesar más de lo habitual. Hyde optó por quitarse el chaleco, que tampoco ayudaba y lo dejó caer a un lado. Sonrió ligeramente al ver la bandera americana en él. Sus compañeros, aquellos meses, solían decirle que Hyde era americano adoptivo, que ellos le habían bautizado...
Después de lo que había pasado con su hija jamás creyó que volvería a tener esperanza, sin embargo aquellos hombres le habían acogido como si fuera un hermano, como a uno más. Le habían salvado y dado un hogar los últimos meses, le habían ayudado tanto... y Kyle no fue capaz de hacer nada por ellos, tan solo verlos morir. ¿Podía sentirse peor de lo que sus heridas le hacían sentir?
Así que lo había decidido, su hora había llegado, no podía más y tampoco quería más. El canadiense apoyó la cabeza sobre la corteza del árbol y cerró los ojos. Por fin le tocaba descansar.
- ¡¿Pero qué...?! - detuve el coche de golpe al ver y escuchar aquella explosión. Regresaba a Arcadia, por una carretera secundaria, tras pasar unos días fuera recogiendo provisiones. No había podido contactar con ninguna de las chicas, ni la base, por lo que siempre temía que pudiera encontrarme. No pude evitar sentir como el corazón se comprimía en lo más hondo de mi pecho al escuchar la explosión. ¿Estarían bien? No tardé en darme cuenta de que aquella no era la ubicación de Arcadia, que aún quedaba mucho para llegar y eso me relajó. ¿Pero qué podría haber sido si no?
¿Era una locura querer ir a revisar aquel lugar? No lo pensé mucho y tal vez fue por eso, que cambié la dirección y conduje hacia allá. La columna de humo se alzaba en la lejanía, eso era malo, puesto que atraería a todos los zombies de la zona, el ruido había sido demasiado.
Detuve el coche en mitad de la carretera, antes de llegar, en los planos que llevaba conmigo descubrí que aquella zona era una base militar. No había tenido oportunidad de acercarme jamás, por lo que no sabía qué podría encontrar. ¿Habría supervivientes, se habían refugiado allí? Tal vez incluso ni quedase nadie allí. Pudiera ser que algo... no, eso no me dejaba tranquila. Avancé con la vieja furgo de Lawson hasta que decidí que era mejor que no acercarse más. Bajé del vehículo con mis armas y avancé por el bosque, entre los árboles hasta llegar a una de las alambradas que rodeaba la base. Lo que vi no resultó ser nada esperanzador. Los zombies se adentraban en el lugar aunque este estaba en llamas.
Respiré hondo, no podía hacer más. No tenía recursos ni capacidad para ello, aunque no hubiera estado sola. En el refugio solo estábamos tres personas, ni con Maze y Dallas habríamos podido hacer nada.
- Lo siento... - susurré, si allí había habido alguien con vida, si habían muerto por culpa de todo aquello o defendiendo el lugar... esperaba que hubieran podido escapar. Terminé por darme la vuelta y marchar hacia la carretera.
Avanzaba entre los árboles, cuando escuché los gruñidos. Paré en seco y miré a mi alrededor buscando al zombie o a los zombies, principalmente para tener controlada la situación. Pero había algo que captó mi atención o más bien alguien. Había algo tirado en el suelo, parecía un uniforme, pude distinguir la bandera estadounidense en él, al moverme me pareció ver a alguien sentado allí y eso me hizo comenzar a correr con todas mis fuerzas en aquella dirección, parecía llegar tarde. No me había equivocado, allí había un hombre sentado contra uno de los árboles.
- ¡Eh! ¿hola? - me dejé caer a un lado del hombre, que parecía dormido o... peor aún. Respiré hondo, ¿y si le habían contagiado? Acerqué mi mano con mucho cuidado hasta su cuello, para buscar su pulso. Al encontrarlo suspiré con cierto alivio. Parecía muy malherido. - Eh soldado, vamos, despierta - coloqué mi mano en su rostro para tratar de espabilarlo, moviendo suavemente su cabeza. Su rostro estaba lleno de sangre, tenía una herida en la cabeza, no muy grave, pero podría ser peor si no le ayudaba.
Al alzar la mirada me di cuenta de que no estábamos solos, uno de esos zombies se acercaba en nuestra dirección. - Mierda... - me puse en pie, machete en mano y fui a por él. Vestía ropas desgarradas, habían sido vaqueras anteriormente, pero ahora... apenas se veía gran cosa nada más que la suciedad y la sangre reseca. Alcé el machete y lo dejé caer con todas mis fuerzas en su cabeza. Cayó definitivamente muerto al suelo, me giré en la dirección del hombre.
¿Era una locura querer ir a revisar aquel lugar? No lo pensé mucho y tal vez fue por eso, que cambié la dirección y conduje hacia allá. La columna de humo se alzaba en la lejanía, eso era malo, puesto que atraería a todos los zombies de la zona, el ruido había sido demasiado.
Detuve el coche en mitad de la carretera, antes de llegar, en los planos que llevaba conmigo descubrí que aquella zona era una base militar. No había tenido oportunidad de acercarme jamás, por lo que no sabía qué podría encontrar. ¿Habría supervivientes, se habían refugiado allí? Tal vez incluso ni quedase nadie allí. Pudiera ser que algo... no, eso no me dejaba tranquila. Avancé con la vieja furgo de Lawson hasta que decidí que era mejor que no acercarse más. Bajé del vehículo con mis armas y avancé por el bosque, entre los árboles hasta llegar a una de las alambradas que rodeaba la base. Lo que vi no resultó ser nada esperanzador. Los zombies se adentraban en el lugar aunque este estaba en llamas.
Respiré hondo, no podía hacer más. No tenía recursos ni capacidad para ello, aunque no hubiera estado sola. En el refugio solo estábamos tres personas, ni con Maze y Dallas habríamos podido hacer nada.
- Lo siento... - susurré, si allí había habido alguien con vida, si habían muerto por culpa de todo aquello o defendiendo el lugar... esperaba que hubieran podido escapar. Terminé por darme la vuelta y marchar hacia la carretera.
Avanzaba entre los árboles, cuando escuché los gruñidos. Paré en seco y miré a mi alrededor buscando al zombie o a los zombies, principalmente para tener controlada la situación. Pero había algo que captó mi atención o más bien alguien. Había algo tirado en el suelo, parecía un uniforme, pude distinguir la bandera estadounidense en él, al moverme me pareció ver a alguien sentado allí y eso me hizo comenzar a correr con todas mis fuerzas en aquella dirección, parecía llegar tarde. No me había equivocado, allí había un hombre sentado contra uno de los árboles.
- ¡Eh! ¿hola? - me dejé caer a un lado del hombre, que parecía dormido o... peor aún. Respiré hondo, ¿y si le habían contagiado? Acerqué mi mano con mucho cuidado hasta su cuello, para buscar su pulso. Al encontrarlo suspiré con cierto alivio. Parecía muy malherido. - Eh soldado, vamos, despierta - coloqué mi mano en su rostro para tratar de espabilarlo, moviendo suavemente su cabeza. Su rostro estaba lleno de sangre, tenía una herida en la cabeza, no muy grave, pero podría ser peor si no le ayudaba.
Al alzar la mirada me di cuenta de que no estábamos solos, uno de esos zombies se acercaba en nuestra dirección. - Mierda... - me puse en pie, machete en mano y fui a por él. Vestía ropas desgarradas, habían sido vaqueras anteriormente, pero ahora... apenas se veía gran cosa nada más que la suciedad y la sangre reseca. Alcé el machete y lo dejé caer con todas mis fuerzas en su cabeza. Cayó definitivamente muerto al suelo, me giré en la dirección del hombre.
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Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
— No soy soldado — explicó aturdido por culpa de los golpes, su cuerpo ya había llegado hasta decir basta y no podía más. Pero alguien le estaba hablando y le confundía con un militar, él consideraba que hacerse pasar por uno era una falta de respeto y por eso aclaró aquello. En ese instante le pareció algo importante de decir, aunque no lo fuera.
— ¿Quién eres tú? — preguntó tratando de abrir ambos ojos, pero uno de ellos no pudo debido a la sangre. Parecía que era una mujer. — Deberías marcharte, han atacado la base y hemos caído, como siempre pasa, gracias a Umbrella una vez más — hablaba con esfuerzo, con gran dolor en el tono de sus palabras, pero al mencionar a Umbrella se echó a reír, como el que contaba un chiste malo. ¿Cuál era la gracia? Era la tercera vez que le destrozaban la vida, Hyde reía sin ganas, dolorido, pero las carcajadas se convirtieron en tos y la tos en un silencio agónico aplacado por el rumor de los zombies a lo lejos. Si no fuera por la sangre y las heridas se apreciaría que de los ojos de Hyde brotaban lágrimas. Estaba roto.
— ¿Quién eres tú? — preguntó tratando de abrir ambos ojos, pero uno de ellos no pudo debido a la sangre. Parecía que era una mujer. — Deberías marcharte, han atacado la base y hemos caído, como siempre pasa, gracias a Umbrella una vez más — hablaba con esfuerzo, con gran dolor en el tono de sus palabras, pero al mencionar a Umbrella se echó a reír, como el que contaba un chiste malo. ¿Cuál era la gracia? Era la tercera vez que le destrozaban la vida, Hyde reía sin ganas, dolorido, pero las carcajadas se convirtieron en tos y la tos en un silencio agónico aplacado por el rumor de los zombies a lo lejos. Si no fuera por la sangre y las heridas se apreciaría que de los ojos de Hyde brotaban lágrimas. Estaba roto.
Respiré aliviada al escuchar la voz del hombre.
- ¿Te han arañado o mordido? - cuestioné mientras trataba de examinarlo lo más rápido posible, ya que el tiempo no jugaba a nuestro favor y menos con la situación que se había dado. Aquella explosión iba a atraer a todos los zombies que estuvieran por la zona. - No, así que si no eres soldado... igualmente me vas a obedecer y a tratar de ponerte en pie, ¿tienes algo roto? - la herida en su frente parecía grave. En aquel momento yo no contaba con nada para tapar la herida o mucho menos curarla, lo único que tenía a mano fue arrancar un trozo de tela de mi camiseta para improvisar una venda, o al menos limpiar la sangre que caía sobre su ojo.
Utilicé el agua de la botella que tenía para limpiar su cara rápidamente y luego usé la tela a modo de banda en su frente para tapar la herida.
- Luego habrá tiempo de curarte mejor, soldado o no toda vida vale y más si hay ese odio por Umbrella, ¡arriba! - exclamé mientras me esforzaba todo lo que podía por ponerlo en pie. Necesitaba saber qué era lo que le había pasado. ¿Había sido Umbrella de nuevo, qué conocía, quién era él, por qué llevaba ese uniforme si no era soldado? Muchas preguntas rondaban en mi cabeza sin cesar. Pero en aquel momento teníamos que marcharnos, la vieja furgo de Guitar Hero no estaba lejos.
- Por favor, avanza unos metros, mi coche no está lejos, es espacioso y podrás descansar - insistía para que él pusiera un poco de su parte. Quería ayudarle, independientemente de su historia, sin apenas saber de él más que el hecho de que portaba un traje de militar sin serlo. ¿Eso no era sospechoso? - vamos, yo sola no puedo tirar de ti.
- ¿Te han arañado o mordido? - cuestioné mientras trataba de examinarlo lo más rápido posible, ya que el tiempo no jugaba a nuestro favor y menos con la situación que se había dado. Aquella explosión iba a atraer a todos los zombies que estuvieran por la zona. - No, así que si no eres soldado... igualmente me vas a obedecer y a tratar de ponerte en pie, ¿tienes algo roto? - la herida en su frente parecía grave. En aquel momento yo no contaba con nada para tapar la herida o mucho menos curarla, lo único que tenía a mano fue arrancar un trozo de tela de mi camiseta para improvisar una venda, o al menos limpiar la sangre que caía sobre su ojo.
Utilicé el agua de la botella que tenía para limpiar su cara rápidamente y luego usé la tela a modo de banda en su frente para tapar la herida.
- Luego habrá tiempo de curarte mejor, soldado o no toda vida vale y más si hay ese odio por Umbrella, ¡arriba! - exclamé mientras me esforzaba todo lo que podía por ponerlo en pie. Necesitaba saber qué era lo que le había pasado. ¿Había sido Umbrella de nuevo, qué conocía, quién era él, por qué llevaba ese uniforme si no era soldado? Muchas preguntas rondaban en mi cabeza sin cesar. Pero en aquel momento teníamos que marcharnos, la vieja furgo de Guitar Hero no estaba lejos.
- Por favor, avanza unos metros, mi coche no está lejos, es espacioso y podrás descansar - insistía para que él pusiera un poco de su parte. Quería ayudarle, independientemente de su historia, sin apenas saber de él más que el hecho de que portaba un traje de militar sin serlo. ¿Eso no era sospechoso? - vamos, yo sola no puedo tirar de ti.
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La cabeza le daba vueltas, pero pudo por fin abrir los ojos.
— Si no tienes nombre, ¿qué eres un ángel? — nunca había sido creyente, pero en aquel momento de desorientación, todo podía ser factible. Hyde había logrado abrir ambos ojos gracias a la ayuda de ella, e incluso se puso en pie medio tambaleándose. — Creía que lo vuestro era lo de poner la otra mejilla — sus labios se curvaron en una sonrisa. Avanzó a su lado lo que pudo, poco a poco iba arrastrando sus pies con la esperanza de que le dejara dormir, aunque él era consciente de que en sus estado era preferible aguantar despierto. Ahora a Kyle le daba exactamente igual, deseaba dormir, estaba tan agotado y desorientado que le importaba una mierda si no volvía a abrir los ojos. Incluso aquella idea le pareció hasta placentera, abandonar aquel lugar sucio, no volver a tener que preocuparse por la comida, por el refugio o simplemente por la gente que le importaba.
Silencio, no más dolor. Descansar. Pero no, la morena seguía insistiendo en avanzar y él ya solo se movía por no escucharla, puesto que la cabeza le daba tumbos y cada ruido parecía clavarse en su sien como si de un alfiler se tratase.
— Si no tienes nombre, ¿qué eres un ángel? — nunca había sido creyente, pero en aquel momento de desorientación, todo podía ser factible. Hyde había logrado abrir ambos ojos gracias a la ayuda de ella, e incluso se puso en pie medio tambaleándose. — Creía que lo vuestro era lo de poner la otra mejilla — sus labios se curvaron en una sonrisa. Avanzó a su lado lo que pudo, poco a poco iba arrastrando sus pies con la esperanza de que le dejara dormir, aunque él era consciente de que en sus estado era preferible aguantar despierto. Ahora a Kyle le daba exactamente igual, deseaba dormir, estaba tan agotado y desorientado que le importaba una mierda si no volvía a abrir los ojos. Incluso aquella idea le pareció hasta placentera, abandonar aquel lugar sucio, no volver a tener que preocuparse por la comida, por el refugio o simplemente por la gente que le importaba.
Silencio, no más dolor. Descansar. Pero no, la morena seguía insistiendo en avanzar y él ya solo se movía por no escucharla, puesto que la cabeza le daba tumbos y cada ruido parecía clavarse en su sien como si de un alfiler se tratase.
- Sí, del infierno... - comenté con algo de ironía y gran esfuerzo por tener que ayudarle a avanzar. Al menos el tipo se dejó llevar y puso de su parte. - Oh mira, si tienes hasta sentido del humor y todo - reconozco que aquello me hizo gracia. Pese a la situación el hombre fue capaz de hacer una gracieta, eso era buena seña, ¿no?
- Te llevaré a mi coche y podrá sentarte, tengo un lugar... es seguro - expliqué. Pese a los zombies que acechaban entre los árboles, él y yo continuamos en dirección hacia la furgo de Jay, yo guiaba al hombre con mucho cuidado. De reojo revisaba que los zombies no se estuvieran acercando más de la cuenta, o eso supondría un problema, puesto que aquel momento mis manos estaban ocupadas sujetando al tipo.
La samba roja no tardó en aparecer entre los árboles, estaba a un lado de la carretera, tal y como la había dejado. Pero uno de esos zombies nos estaba pisando los talones.
- Mierda - me quejé cuando logré alcanzar la puerta lateral. Abrí esta y dejé caer al tipo en el interior sin muchos miramientos, no había tiempo. - ¡Lo siento! - me giré rápidamente hacia el zombie machete en mano ya. Lo sujeté por el hombro e incrusté el machete en su cráneo, este se partió en dos prácticamente. Cayó hacia atrás y yo pude girarme para ver si el falso soldado estaba bien. Se había quedado tumbado sobre el asiento trasero. Le metí los pies como pude, cerré la puerta deslizante y corrí hacia el asiento del conductor. Arrancar y salir de allí a la velocidad mayor posible fue mi prioridad.
¡Rumbo a Arcadia! Maze me iba a matar. Ella era la que tenía más nociones de medicina, así que le ayudaría.
- ¡Eh, ¿sigues conmigo?! - cuestioné. Sería conveniente que el hombre no se durmiera. No es que supiera mucho de conmociones, pero era lo que siempre me habían explicado. - Siento haberte dejado caer así, pero había mucha prisa, venían muchos zombies a por nosotros - y claro que sí, ahora estaba resultando una pesadilla esquivarlos por la carretera, más de uno incluso logró golpear la chapa de la furgo, pero esta era dura. Jay solía decirlo.
- Te llevaré a mi coche y podrá sentarte, tengo un lugar... es seguro - expliqué. Pese a los zombies que acechaban entre los árboles, él y yo continuamos en dirección hacia la furgo de Jay, yo guiaba al hombre con mucho cuidado. De reojo revisaba que los zombies no se estuvieran acercando más de la cuenta, o eso supondría un problema, puesto que aquel momento mis manos estaban ocupadas sujetando al tipo.
La samba roja no tardó en aparecer entre los árboles, estaba a un lado de la carretera, tal y como la había dejado. Pero uno de esos zombies nos estaba pisando los talones.
- Mierda - me quejé cuando logré alcanzar la puerta lateral. Abrí esta y dejé caer al tipo en el interior sin muchos miramientos, no había tiempo. - ¡Lo siento! - me giré rápidamente hacia el zombie machete en mano ya. Lo sujeté por el hombro e incrusté el machete en su cráneo, este se partió en dos prácticamente. Cayó hacia atrás y yo pude girarme para ver si el falso soldado estaba bien. Se había quedado tumbado sobre el asiento trasero. Le metí los pies como pude, cerré la puerta deslizante y corrí hacia el asiento del conductor. Arrancar y salir de allí a la velocidad mayor posible fue mi prioridad.
¡Rumbo a Arcadia! Maze me iba a matar. Ella era la que tenía más nociones de medicina, así que le ayudaría.
- ¡Eh, ¿sigues conmigo?! - cuestioné. Sería conveniente que el hombre no se durmiera. No es que supiera mucho de conmociones, pero era lo que siempre me habían explicado. - Siento haberte dejado caer así, pero había mucha prisa, venían muchos zombies a por nosotros - y claro que sí, ahora estaba resultando una pesadilla esquivarlos por la carretera, más de uno incluso logró golpear la chapa de la furgo, pero esta era dura. Jay solía decirlo.
- Dados:
- AC: 5 + 10 = 15.
DE: 6 + 10 = 16.
Zombie Ataque: 2 + 9 = 11.
Zombie defensa: 1 + 7 = 8.
Zombie muerto.
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
- Por un momento creí que querías rematarme tú - Hyde se incorporó vagamente en el asiento trasero, se sentía muy cansado y quería dormir, pero por más que lo intentara la mujer le ayudaba a no pararse. - ¿A dónde me llevas? - preguntó mientras luchaba por quitarse el chaleco con la derecha. - ¿Tal vez a otro lugar que pueda destrozar? - el hombre hablaba con desgana, no había tenido que ver con el destrozo de la base en la que se refugiaba, pero Hyde comenzaba a creer que estaba maldito. Lugar al que se acercaba lugar que acababa cayendo.
- Haberme dejado con ellos, da igual - se habría encogido de hombres si no fuera por la posición incómoda en la que se había colocado, por el chaleco y sus heridas. >El hombre observaba a través del cristal de la furgoneta como se alejaban de aquel lugar. Aún se podía ver la columna de humo en la lejanía empequeñecerse poco a poco, suspiró.
- ¿Quién eres? - se atrevió a preguntar cuando logró zafarse de los primeros velcros. - Mi nombre es Kyle - se presentó mientras se acomodaba. No sabía hacia donde irían, pero que menos que descansar un poco después de todo... al final parecía que viviría un día más y no se sentía orgulloso de ello. No con toda la gente que se había quedado atrás, sin duda grandes hombres a los que les debería su vida para siempre.
- Haberme dejado con ellos, da igual - se habría encogido de hombres si no fuera por la posición incómoda en la que se había colocado, por el chaleco y sus heridas. >El hombre observaba a través del cristal de la furgoneta como se alejaban de aquel lugar. Aún se podía ver la columna de humo en la lejanía empequeñecerse poco a poco, suspiró.
- ¿Quién eres? - se atrevió a preguntar cuando logró zafarse de los primeros velcros. - Mi nombre es Kyle - se presentó mientras se acomodaba. No sabía hacia donde irían, pero que menos que descansar un poco después de todo... al final parecía que viviría un día más y no se sentía orgulloso de ello. No con toda la gente que se había quedado atrás, sin duda grandes hombres a los que les debería su vida para siempre.
A través del espejo retrovisor observaba de vez en cuando a aquel hombre, de reojo, a la espera de que no fuera a tener más problemas. Afortunadamente parecía espabilarse, poco a poco.
- Yo que tú no haría eso - indiqué cuando vi que que comenzaba a tratar de quitarse el chaleco. - Espera a que lleguemos - volvía la vista hacia la carretera y de forma intermitente le miraba a él. - A un lugar seguro, no necesitas saber más.
- ¿Otro lugar que destrozar? - y en aquel preciso instante, aprovechando que la carretera parecía desierta, detuve el vehículo y me giré hacia el tal Kyle. Realmente no sabía nada de él. - No eres soldado, pero llevas un uniforme militar y aunque estás herido, empiezo a mosquearme, ¿qué hacías allí y por qué la explosión, tienes algo que ver? - en aquel instante desenfundé mi arma, la mantuve baja, pero me giré hacia el hombre amenazante. Había confiado en que era alguien en apuros, ¿pero y si no lo era?
- Thea Grayson, antigua STARS de Nueva York - aquello comenzaba a parecerse a los interrogatorios de la comisaría, solo que ahora no estaba Dallas para hacer de poli mala. Estaba yo, que aunque nunca había sido mi papel comenzaba a tomarlo, más que nunca. Estaba cansada de todo aquello, tanto... que incluso comenzaba a temer en lo que pudiera transformarme. - Habla Kyle - a continuación de mis palabras, el sonido de como le quitaba el seguro al arma fue lo único que se hizo eco en el interior del vehículo. Era toda una amenaza.
- Yo que tú no haría eso - indiqué cuando vi que que comenzaba a tratar de quitarse el chaleco. - Espera a que lleguemos - volvía la vista hacia la carretera y de forma intermitente le miraba a él. - A un lugar seguro, no necesitas saber más.
- ¿Otro lugar que destrozar? - y en aquel preciso instante, aprovechando que la carretera parecía desierta, detuve el vehículo y me giré hacia el tal Kyle. Realmente no sabía nada de él. - No eres soldado, pero llevas un uniforme militar y aunque estás herido, empiezo a mosquearme, ¿qué hacías allí y por qué la explosión, tienes algo que ver? - en aquel instante desenfundé mi arma, la mantuve baja, pero me giré hacia el hombre amenazante. Había confiado en que era alguien en apuros, ¿pero y si no lo era?
- Thea Grayson, antigua STARS de Nueva York - aquello comenzaba a parecerse a los interrogatorios de la comisaría, solo que ahora no estaba Dallas para hacer de poli mala. Estaba yo, que aunque nunca había sido mi papel comenzaba a tomarlo, más que nunca. Estaba cansada de todo aquello, tanto... que incluso comenzaba a temer en lo que pudiera transformarme. - Habla Kyle - a continuación de mis palabras, el sonido de como le quitaba el seguro al arma fue lo único que se hizo eco en el interior del vehículo. Era toda una amenaza.
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- Thea Grayson de Nueva York, yo soy Kyle Hyde de Toronto - sonrió amargamente, hacía tanto tiempo que no usaba su apellido para presentarse, como si en el estado actual del mundo aquello hiciera falta. - Así que eres policía, eso explica muchas cosas... - observó el arma sin ningún miedo. ¿Le daba igual morir? No tenía nada que perder ya y una parte de él así lo anhelaba, estaba tranquilo, casi hasta agradecido. Pero Kyle Hyde siempre había sido una persona cortés y no podía evitar responder a las preguntas de la mujer.
- Si te tranquiliza yo no he destruido nada, al menos literalmente, es solo una maldición, allá donde voy todo acaba mal... - dejó de mirarla a ella para observar por la ventana. Kyle ya no se movía, simplemente observaba... había dejado el chaleco en su sitio, ella tenía razón y él mejor que nadie debía saberlo. - Había militares en aquella base y me acogieron en mi peor momento, nos atacó una de esas abominaciones de Umbrella - la miró. - Ellos me ofrecieron un hogar y trataron de enseñarme a defenderme, al final me consideraban uno de los suyos, por eso el uniforme. Pero yo trabajaba en Terra Save, era médico, aunque llevaba unos años sin ejercer como tal cuando ocurrió todo, mi papel era más... burocrático - aclaró con esa pesadez característica de alguien herido, que necesitaba descansar. Hyde estaba haciendo un gran esfuerzo por mantenerse despierto, aunque en aquellos momentos Thea le ayudó al obligarle a tener esa conversación.
- Todos los que se acercan a mi acaban muriendo, esa es mi maldición - no dijo nada más. La miró fijamente, era un hombre consumido por los recuerdos, el cansancio ya no físico, sino mental. Kyle Hyde había perdido a todos aquellos que amaba y estaba cansado, no podía más.
- Si te tranquiliza yo no he destruido nada, al menos literalmente, es solo una maldición, allá donde voy todo acaba mal... - dejó de mirarla a ella para observar por la ventana. Kyle ya no se movía, simplemente observaba... había dejado el chaleco en su sitio, ella tenía razón y él mejor que nadie debía saberlo. - Había militares en aquella base y me acogieron en mi peor momento, nos atacó una de esas abominaciones de Umbrella - la miró. - Ellos me ofrecieron un hogar y trataron de enseñarme a defenderme, al final me consideraban uno de los suyos, por eso el uniforme. Pero yo trabajaba en Terra Save, era médico, aunque llevaba unos años sin ejercer como tal cuando ocurrió todo, mi papel era más... burocrático - aclaró con esa pesadez característica de alguien herido, que necesitaba descansar. Hyde estaba haciendo un gran esfuerzo por mantenerse despierto, aunque en aquellos momentos Thea le ayudó al obligarle a tener esa conversación.
- Todos los que se acercan a mi acaban muriendo, esa es mi maldición - no dijo nada más. La miró fijamente, era un hombre consumido por los recuerdos, el cansancio ya no físico, sino mental. Kyle Hyde había perdido a todos aquellos que amaba y estaba cansado, no podía más.
En aquel preciso instante en el que la amenaza hizo eco en el interior del vehículo Kyle Hyde mostró sus cartas, o al menos a mi me lo parecía así. No parecía tener miedo y eso solo podía ser por dos razones: que a estas alturas le diese igual todo o que sencillamente fuera un psicópata. Ambas opciones no me tranquilizaban demasiado.
- Tu maldición... y la mía - sus palabras habían provocado un silencio sepulcral en el interior de la furgoneta de Jay Lawson. Incluso le volví a poner el seguro al arma. No parecía ser un psicópata, sino de verdad alguien que lo había perdido todo.
- Terra Save... - puse los ojos en blanco a la vez que arrancaba de nuevo el motor de la furgoneta. - Vosotros estabais en contra de Umbrella desde el principio... ojalá os hubiéramos escuchado - susurré. Tampoco pasaba por alto lo que había dicho sobre que había sido médico. Aquel era un punto muy importante. En Arcadia sería de gran interés, ¿aunque querría quedarse?
- No tienes que preocuparte por ese problema tuyo, allá donde vamos lo sufrimos todos igual y como no nos queda qué perder... hemos decidido formar parte de el equipo suicida en esta batalla contra Umbrella y sus monstruos, tal vez te interese unirte, si no... - no terminé la frase, pero le miré a través del espejo retrovisor. Sí, tenía esa mirada, no podía ser un psicópata.
El camino de regreso hasta la base de Arcadia fue algo lento, al menos por mis ansias de llegar de una vez, ya que en realidad no quedaba mucho. Rodeé la vieja fábrica para alcanzar la puerta trasera, camuflada, que daba al interior del búnker, en la zona del garaje. Cuando la abrí pasamos al interior. Tal vez estuviera siendo demasiado confiada con aquel hombre. Acababa de mostrarle el camino al único lugar seguro que habíamos conocido en mucho tiempo.
Aparqué la furgoneta en su plaza y me acerqué a la parte trasera para ayudarle a bajar.
- Bienvenido a Arcadia - susurré. El garaje era un espacio abierto enorme, con un par de vehículos muy antiguos, años 20 al fondo y un par de la actualidad donde estábamos. Había una zona de taller con un sin fin de herramientas. Los últimos meses habíamos trabajado en adecentar aquel lugar y traer maquinaria moderna. Había un par de puertas al fondo, señalé la que daba acceso al refugio.
- Te llevaré a la enfermería, con suerte te podrás evaluar tú mismo Doc - comenté con deje irónico mientras le acompañaba para ayudarle.
- Tu maldición... y la mía - sus palabras habían provocado un silencio sepulcral en el interior de la furgoneta de Jay Lawson. Incluso le volví a poner el seguro al arma. No parecía ser un psicópata, sino de verdad alguien que lo había perdido todo.
- Terra Save... - puse los ojos en blanco a la vez que arrancaba de nuevo el motor de la furgoneta. - Vosotros estabais en contra de Umbrella desde el principio... ojalá os hubiéramos escuchado - susurré. Tampoco pasaba por alto lo que había dicho sobre que había sido médico. Aquel era un punto muy importante. En Arcadia sería de gran interés, ¿aunque querría quedarse?
- No tienes que preocuparte por ese problema tuyo, allá donde vamos lo sufrimos todos igual y como no nos queda qué perder... hemos decidido formar parte de el equipo suicida en esta batalla contra Umbrella y sus monstruos, tal vez te interese unirte, si no... - no terminé la frase, pero le miré a través del espejo retrovisor. Sí, tenía esa mirada, no podía ser un psicópata.
El camino de regreso hasta la base de Arcadia fue algo lento, al menos por mis ansias de llegar de una vez, ya que en realidad no quedaba mucho. Rodeé la vieja fábrica para alcanzar la puerta trasera, camuflada, que daba al interior del búnker, en la zona del garaje. Cuando la abrí pasamos al interior. Tal vez estuviera siendo demasiado confiada con aquel hombre. Acababa de mostrarle el camino al único lugar seguro que habíamos conocido en mucho tiempo.
Aparqué la furgoneta en su plaza y me acerqué a la parte trasera para ayudarle a bajar.
- Bienvenido a Arcadia - susurré. El garaje era un espacio abierto enorme, con un par de vehículos muy antiguos, años 20 al fondo y un par de la actualidad donde estábamos. Había una zona de taller con un sin fin de herramientas. Los últimos meses habíamos trabajado en adecentar aquel lugar y traer maquinaria moderna. Había un par de puertas al fondo, señalé la que daba acceso al refugio.
- Te llevaré a la enfermería, con suerte te podrás evaluar tú mismo Doc - comenté con deje irónico mientras le acompañaba para ayudarle.
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Kyle Hyde estaba destrozado, que no en las últimas, eso era un punto a su favor, aunque ahora él no lo viera. Ahora mismo simplemente quería morirse, marcharse.
- ¿Qué es este lugar Thea Grayson de Nueva York? - preguntó con algo de ironía al repetir el nombre que utilizó ella al completo. Parpadeó durante un momento al darse cuenta de que ya no escuchaba el pitido en su oído derecho, pero que tampoco escuchaba nada más. Sin embargo, mientras que Thea le ayudaba a ponerse en pie, salir de la furgoneta... él se centraba en revisar aquel lugar. No había tenido oportunidad de ver muy bien a dónde le llevaba. Y ahora que habían llegado se sorprendía por la decoración del sitio.
- Curioso - el oído era ahora apenas una molestia y se preguntó si con el impacto... probablemente. Y por curioso que fuera no estaba muy preocupado. Recordemos que solo quería morirse.
- ¿Y dónde está la enfermería? - preguntó por preguntar. Le daba en realidad igual.
- ¿Qué es este lugar Thea Grayson de Nueva York? - preguntó con algo de ironía al repetir el nombre que utilizó ella al completo. Parpadeó durante un momento al darse cuenta de que ya no escuchaba el pitido en su oído derecho, pero que tampoco escuchaba nada más. Sin embargo, mientras que Thea le ayudaba a ponerse en pie, salir de la furgoneta... él se centraba en revisar aquel lugar. No había tenido oportunidad de ver muy bien a dónde le llevaba. Y ahora que habían llegado se sorprendía por la decoración del sitio.
- Curioso - el oído era ahora apenas una molestia y se preguntó si con el impacto... probablemente. Y por curioso que fuera no estaba muy preocupado. Recordemos que solo quería morirse.
- ¿Y dónde está la enfermería? - preguntó por preguntar. Le daba en realidad igual.
Por fin estábamos en casa. Apenas había dado un par de pasos cuando una de las puerta se abrió, Maze Haggard entraba en el garaje como si se tratara de un torbellino. A mitad de camino, al fijarse en Kyle paró en seco. Vestía ropa bastante ancha, diría que se trataba de un pijama y de hombre. Maze era una mujer delgada, alta, medía más o menos lo mismo que yo. Sabía que era de orígenes sudafricanos, de ahí su tez oscura. Había sido mi compañera en los STARS y era tal vez, a parte de Dallas, la persona en la que más haía confiado nunca.
- Maze, este es Kyle, Kyle, esta es Maze - dije con algo de humor en un intento de tranquilizar los ánimos, ella no parecía tampoco muy alegre. Le expliqué cómo me había encontrado a Kyle mientras le ayudaba a salir de aquella sala, dirección a la enfermería. Ahí fuimos las dos quienes le pusimos al día sobre aquel lugar. Maze se quedó mucho más tranquila al saber que había sido miembro de Terra Save.
Una vez en la enfermería hasta ella misma se animó a ayudarle con sus heridas. Yo me salí un rato para darme una ducha rápida y volver más tarde.
- ¿Qué tal vais? - pregunté nada más abrir la puerta. - ¿Cómo te encuentras Kyle? - me apoyé en la pared ya que no quise adentrarme más en la enfermería por si no estaba disponible. Nos separaba el típico biombo de tela blanca.
- Maze, este es Kyle, Kyle, esta es Maze - dije con algo de humor en un intento de tranquilizar los ánimos, ella no parecía tampoco muy alegre. Le expliqué cómo me había encontrado a Kyle mientras le ayudaba a salir de aquella sala, dirección a la enfermería. Ahí fuimos las dos quienes le pusimos al día sobre aquel lugar. Maze se quedó mucho más tranquila al saber que había sido miembro de Terra Save.
Una vez en la enfermería hasta ella misma se animó a ayudarle con sus heridas. Yo me salí un rato para darme una ducha rápida y volver más tarde.
- ¿Qué tal vais? - pregunté nada más abrir la puerta. - ¿Cómo te encuentras Kyle? - me apoyé en la pared ya que no quise adentrarme más en la enfermería por si no estaba disponible. Nos separaba el típico biombo de tela blanca.
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Aquel lugar parecía un sueño. O al menos para Hyde así lo era. Tal vez hubiera muerto de verdad en la base, tal vez... ambas mujeres lo acompañaron a la enfermería y él pudo curarse con la ayuda de una de ellas. Maze, parecía agradable, pero tenía incluso peor humor que Thea.
- Me encuentro cansado, como si hubiese estado cerca de una explosión... - comentó con ironía. Se había recostado en una camilla y tras haber limpiado sus heridas, ahora solo quería dormir. - Si me lo permitís me gustaría dormir... - observó sus pocas cosas en una esquina. - Si no os fiais entiendo que queráis llevaros mis cosas - se había quitado todas las protecciones y ahora tan solo vestía un pantalón del uniforme militar y una camiseta de manga corta. A un lado de la sala descansaba su chaleco, mochila, con el resto de cosas que llevaba encima. Incluido su machete.
- Podéis hasta cerrar con llave la puerta de la enfermería... yo lo haría - comentó en voz baja. Le había dicho a Maze que se encontraba mejor, dolorido pero mejor y aunque era cierto... había algo que lo preocupaba: no terminaba de escuchar nada con su oído derecho.
- Eso... y gracias - añadió en última instancia. Thea Grayson de Nueva York le había salvado aquel día la vida, aunque eso le pesara ya demasiado.
- Me encuentro cansado, como si hubiese estado cerca de una explosión... - comentó con ironía. Se había recostado en una camilla y tras haber limpiado sus heridas, ahora solo quería dormir. - Si me lo permitís me gustaría dormir... - observó sus pocas cosas en una esquina. - Si no os fiais entiendo que queráis llevaros mis cosas - se había quitado todas las protecciones y ahora tan solo vestía un pantalón del uniforme militar y una camiseta de manga corta. A un lado de la sala descansaba su chaleco, mochila, con el resto de cosas que llevaba encima. Incluido su machete.
- Podéis hasta cerrar con llave la puerta de la enfermería... yo lo haría - comentó en voz baja. Le había dicho a Maze que se encontraba mejor, dolorido pero mejor y aunque era cierto... había algo que lo preocupaba: no terminaba de escuchar nada con su oído derecho.
- Eso... y gracias - añadió en última instancia. Thea Grayson de Nueva York le había salvado aquel día la vida, aunque eso le pesara ya demasiado.
Maze alzó la mirada ante los comentarios de Kyle y me miró de reojo como quien aprueba sus palabras. Sonreí algo divertida.
- Entonces lo entiendes, ¿no? - comenté mientras recogía sus armas, justo donde me señaló, después le hizo un gesto a Maze para que hiciera lo propio con las posibles "armas" que se podrían improvisar en la enfermería. - Mañana te asignaremos una habitación para ti, para que descanses más cómodo, pero de momento tendrás que apañarte con esto - la enfermería en realidad no estaba mal, pero los dormitorios siempre era otra cosa. - Descansa y mañana te enseñaremos todo esto si decides quedarte - Maze sonrió. - Te prepararemos una habitación... cuando llegamos tuvimos que tirar muchas mantas y sábanas porque la mayoría estaban raídas o llenas de polvo... - hice rodar los ojos. - Y bichos - Maze puso cara de asco.
- Sí, encontramos este sitio de casualidad y llevaba mucho cerrado, ya te podrás imaginar... - me encogí de hombros y me acerqué a la salida, esperando mientras que Maze acababa de recoger las cosas. - Descansa Kyle - en cuanto mi amiga tuvo listas las cosas y salimos al pasillo cerré la puerta con llave.
- No parece mal tipo - susurró ella. - Lo sé, espero no equivocarme - con un suspiro ambas nos movimos pasillo abajo.
- Entonces lo entiendes, ¿no? - comenté mientras recogía sus armas, justo donde me señaló, después le hizo un gesto a Maze para que hiciera lo propio con las posibles "armas" que se podrían improvisar en la enfermería. - Mañana te asignaremos una habitación para ti, para que descanses más cómodo, pero de momento tendrás que apañarte con esto - la enfermería en realidad no estaba mal, pero los dormitorios siempre era otra cosa. - Descansa y mañana te enseñaremos todo esto si decides quedarte - Maze sonrió. - Te prepararemos una habitación... cuando llegamos tuvimos que tirar muchas mantas y sábanas porque la mayoría estaban raídas o llenas de polvo... - hice rodar los ojos. - Y bichos - Maze puso cara de asco.
- Sí, encontramos este sitio de casualidad y llevaba mucho cerrado, ya te podrás imaginar... - me encogí de hombros y me acerqué a la salida, esperando mientras que Maze acababa de recoger las cosas. - Descansa Kyle - en cuanto mi amiga tuvo listas las cosas y salimos al pasillo cerré la puerta con llave.
- No parece mal tipo - susurró ella. - Lo sé, espero no equivocarme - con un suspiro ambas nos movimos pasillo abajo.
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