Días de rutina [BalioN]

Se despertó al alba, de un sobresalto. No había podido dormir apenas durante aquella noche, Matt había salido y aunque confiaba en que se cuidaría, siempre tenía miedo. Las pesadillas no ayudaban, lo hacían todo cada vez más confuso. Salió de la cama con cierta pereza y se preparó para un largo día de trabajo, como todos últimamente. Silver Lake había pasado de ser un campamento a un auténtico refugio y aquello se lo debía a los últimos meses y a todo el esfuerzo de quienes habitaban allí, pero también en especial a una persona, que se lo había tomado todo muy a pecho.

— No, no, no... — empezó a decir nada más salir de la cabaña, al ver como un grupo de personas cargaba con unos tarros de cristal que habían salido sin duda de la enfermería. — ¿A dónde vais con eso? — preguntó acercándose a toda prisa. Y lo peor, ¿qué hacían ya tan temprano en pie? — ¿Qué, un laboratorio...? — Ashley no pudo evitar sonreír. — Ah, pero no... no quiero desabastecer la enfermería, y me encargaré yo de buscar más material para el laboratorio — explicó, sintiéndose muy apenada al ver las caras de cansancio de los muchachos al tener que regresar de nuevo a la enfermería. — ¡Lo siento! — exclamó poniendo cara de circunstancia.

Ashley por fin iba a contar con un pequeño laboratorio en Silver Lake, ahora que tenían más personal médico se podían permitir que ella se concentrase en sus tareas. No iba a ser fácil, porque deseaba encontrar las cosas por sus propios medios sin dejar a sus compañeros sin nada. Ya bastante difícil fue su viaje con Matt para encontrar medicinas, como para encima llevarse las pocas cosas que quedaban.

Fue camino hacia la zona de la cafetería para desayunar, aún era muy temprano y podría tomar algo antes de irse hacia el laboratorio. Era algo que le hacía especial ilusión, volver a su trabajo, investigar... ¿Sintetizar una posible cura? Era algo muy ambicioso, pero trabajaría en ello.

— ¡Buenos días Ashley! — exclamó Dolores. Ashley sonrió agitando una de sus manos y después se llevó un gofre a la boca. Dolores había sido miembro del grupo inicial de Nicholas, se había integrado muy bien allí y ayudaba principalmente en las cocinas. — Me dicen que la doctora ya tiene su laboratorio, ¿eh? — Ashley, que se estaba sirviendo cereales en un bol de leche, apartó el gofre de su boca. — ¡Sí, en estos días empiezo! — Dolores le pasó una bandeja para que pudiera colocar las cosas en ella. — Ánimo tesoro — Ashley sonrió ampliamente. — Gracias, pásate cuando quieras a verlo — Ashley le guiñó un ojo y fue a sentarse a una de las mesas. Le quedaba un largo día por delante.

Debería haber salido esa mañana a realizar una vigilancia, de hecho debería haber salido mucho más temprano, antes del alba, pero una pareja de tortolitos se ha pedido la guardia para la intimidad, algo en lo que en principió Adam creyó que era un bonito gesto, ahora se da cuenta de que no hacer su parte le inquieta, aunque hayan traído a Kennedy hasta la futura base que es el campamento, de alguna forma siente que para estar, como está ahora, sentado en la cafetería, con el petate de armas lleno y preaparado, uniformado y blindado, se ha traído hasta los víveres, la mochila con una muda, pareciera que va a aparecer el autobús militar a llevárselo a su siguiente barracón, pero, con la diferencia de que lleva 4 cafés, el cenicero hecho a mano con barro ya no acepta más colillas de tabaco y la mesa tiene un plato terminado de desayuno y hay bastante ceniza de quedarse embobado pensando.

La radio que tiene, la tiene frente a él, está escuchando ese Country oscuro que tanto le gusta por las mañanas, antes de que suene el despertador para todos y el tono cambie a completamente feliz, le gusta disfrutar de ese momento de oscuridad final.

Da otra calada al cigarro que se está fumando con cierto apuro, hasta que al final mira a izquierda y derecha, viendo a Ashley comer, saludando a la mujer encargada del turno de mañana. Sin decir nada, sigue aprovechando esa casi oscuridad y que está en silencio para llevar las manos bajo la mesa, después sonríe, por si le dijeran algo, pero en realidad, el plan está en marcha, está deshaciendo un cigarro en sus manos, ya que lo único que no lleva puesto, son los guantes, que descansan sobre la mesa.
"Vamos vamos...Solo necesito un poco de papel...Donde lo he puesto..."Mientras sus manos descansan con el primer paso cumplido, su cara es un poema, 200 bolsillos y no recuerda en cual puso el papel, así que queda quieto con una cara de poker impresionante, al punto que parece estar pensando en las musarañas, viendo como ella empieza a desayunar y a charlar con la mujer.

-Buenos días...-Es todo lo que acierta a decir, aún encerrado en el pozo de su mente.

Tras dejar a Dolores atrás se fijó en que BalioN le saludaba desde una de las mesas. Pensó en sentarse con él. Así que cambió su dirección torpemente, provocando que algo de leche cayera sobre la bandeja, incluso lo que quedaba del gofre cayó a un lado de su desayuno, sobre la servilleta de papel. Podría haber salido peor aquello, así que agradeció que todo siguiera en la bandeja mientras tomaba asiento en la misma mesa que él. Se sintió hasta algo avergonzada por sus movimientos para nada acordes.

— ¿Te importa? — preguntó con amabilidad. Le resultaba muy interesante aquel hombre y apenas había tenido oportunidad de conversar demasiado con él, pero allí ya tenía un buen lugar. — ¿Qué tal estás...? — Ashley se mostró simpática, pero algo dubitativa al fijarse mejor en la expresión de él.

Aquella mesa parecía un mundo a parte al resto de la cafetería, la ceniza, la radio... ella diría que algo parecía inquietar al hombre, pero no se sentía segura de sus pensamientos. Lo único que la morena acertaba era que le debía demasiado a aquel hombre.

— ¿Vas a salir? — señaló el petate con la mirada mientras se terminaba el gofre.

Respira hondo viendo a Ashley sentarse, no ha hablado nunca con ella en persona, pero ha escuchado hablar de ella muchas veces, demasiadas, primero por Nicholas y después ya por el resto del asentamiento, por lo que para él ella no es una extraña aunque en el fondo si lo sea.
-Adelante, siéntete libre de desayunar en mi pequeño Vietnam renacentista...-Hace una pausa mientras sonríe animado-…Ya que tu también has decidido crear el tuyo propio...-Señala su bandeja con la mirada.

Con el papel encontrado, pone sobre este el tabaco, libre de envoltorios, poco a poco deja de preocuparse tanto por las apariencias y prefiere darse la oportunidad de conocerla, porqué no.
-Vivo, libre del virus y con alguien que me espera porque sino las cenas no serán lo mismo, no me puedo quejar, algunos aquí ni siquiera tienen eso...-Respira hondo mirando sus manos un instante y le devuelve la mirada, va haciéndose el porrito poco a poco, ya sin esconderse o querer disimular demasiado.

-Por qué? Quieres salir también?...-La mira de arriba abajo sin maldad, más bien resalzando que no va precisamente vestida para la ocasión, con una sonrisa divertida.
-Últimamente muchos supervivientes están llegando aquí, se que Nick protegía este lugar con recelo y entiendo perfectamente por qué, a mi manera, desde luego, él me vendió esto como el paraíso y perfectamente hablamos de un conjunto de campings y bosques, que en sí no están mal, pero no es como si bebiéramos ambrosia real y comiéramos carne excelsa de alguna bestia mitológica, más bien, comida enlatada y agua lo suficientemente potable como para no terminar en cagaleras...-Se lleva el canutillo enrollado a los labios y observa a su alrededor un momento, con los ojos entrecerrados, sin poder adivinar que mira exactamente .

-…Así que sí, voy a salir a hacer guardia, y prevenirnos de todos los locos que ahora quieren sumarse a esta fiesta, porque joder...-Se echa una risilla-...Algún día Nick'o despertará y se pondrá con su paraíso no?...-Se relaja mirándola con calma, como si estuviera recuperándose de una resaca no muy normal.
-Soy Adam, por aquí me llaman BalioN, soy el encargado de la seguridad, Nick me puso un título pero sinceramente ya no recuerdo cual era...-Lo guarda en el bolsillo y se enciende otro cigarro-…Es un placer ponerte voz y conocerte Ashley, haces mucho por la gente que vive por aquí, necesitas algo de "ahí fuera"...-Hace un énfasis en el tono del final de la pregunta, como si para él no fuera realmente algo importante salir pasadas las murallas de árboles.

— Debo confesarte que tenía ganas de conocerte, me han hablado mucho de ti... ¡Mucha gente! — su final de la frase tuvo algo más de énfasis. Él se mostró más tranquilo y ella tomó el asiento señalado. — Gracias — más amabilidad. Ashley había sido criada en un entorno muy educado y discreto, pese a que fuera el fin del mundo ella solía seguir mostrándose en ciertas circunstancias así, con mucho tiento.

— No nos podemos quejar... sí — compartió su expresión, pero claro, un sentimiento de pánico la invadió al volver a pensar por millonésima vez en Matt. — La mayoría de la gente suele decir: "bien" y se quitan de conversaciones, tu respuesta me gusta, es sincera y directa al grano — tenía esa imagen de él: directo y sincero.

— Quería... necesito salir Adam — se apoyó sobre una de sus manos mientras que con la otra tomaba algo más de comer. — Necesito distraerme, buscar útiles para el laboratorio... alejarme de aquí en definitiva, Matt está fuera y no te voy a engañar, ando algo nerviosa por ello, sé que volverá, pero seguir aquí escondida y más sin poder avanzar en el laboratorio acabará conmigo — suspiró.

Escuchó con atención sus palabras, asintió un par de veces dándole la razón en prácticamente todo e incluso se ruborizó un poco cuando la mencionó.

— Diría que es lo mínimo que puedo hacer... — cayó en la cuenta. ¿Hasta qué punto le habían hablado de ella? Allí, apenas cuatro o cinco personas conocían de su pasado en Umbrella. Tanto ella como Nick consideraron que era mejor no airear eso, pues había mucha gente que no era capaz de pensar con claridad en referente a Umbrella tras lo sucedido. Pero algo le decía que con él no tendría tampoco ese problema. Y si aún no lo sabía no tendría problema en decírselo, pero esperaría un poco más.

— ¿Entonces me dejas acompañarte? — cuestionó. — Hace mucho que no salgo, tendría que recoger unas cosas antes — de hecho Ashley se había pasado los últimos meses allí, trabajando en el consultorio o en el laboratorio, por ello también era que no hubiera conocido a Adam antes, por ejemplo.

La mira respirando hondo un tanto aburrido, por lo que aprovecha para dar una calada y distraerse por un momento, al principio era solo cortesía, pero como si hubiera visto esa expresión muchas otras veces muchísimas veces en las caras de otras personas termina por mirarla a los ojos seriamente.
En ese momento la radio cambia el tono y suena una canción muy clásica.


Alza las cejas al tiempo que cierra los ojos, no parece muy entusiasmado con la idea en un principio, el cigarro descansa en sus labios mientras reflexiona.
Cuando ella queda en silencio un instante, la mira y recoge el pitillo con los dedos con un hábil ademán y lo aparta.

Entonces ella vuelve a preguntarle, como era de esperar tampoco se ha preparado, por lo que probablemente tampoco sea consciente de lo que espera ahí fuera.
-Es cierto que hace mucho que no sales, estás segura de que quieres venir precisamente a la primera línea de batalla? no te lo tomes a mal pero eres básicamente nuestro único sanitario competente, sin ti estaríamos en la edad de piedra y yo jamás me lo perdonaría, porqué crees que es una buena idea?...-Respira hondo de nuevo y sigue fumando esperando una respuesta por su parte.

Mientras había estado hablando, ella, se había ido fijando en las expresiones de él. Por ello cuando terminó se mantuvo en silencio concentrada en él. Había algo en su actitud que no lograba descifrar del todo, ¿molestia, aburrimiento tal vez o puede que fuera cansancio...? Pero n se refería al cansancio físico, sino al que le podía producir a alguien ciertas cosas.

— Bueno, es verdad que llevo mucho por aquí... pero eso no quiere decir que estuviera en una burbuja cuando empezó el apocalipsis — Ashley hizo una breve pausa mientras tomaba su vaso para beber, desvió la mirada de nuevo hacia él una vez que lo dejó en la bandeja. Iba a decir algo, pero calló repentinamente al escuchar la nueva canción que sonaba. — Esto... — la melodía la distrajo unos segundos, le gustaría reconocerla, pero no fue así y además le resultó hasta un poco oscura. Carraspeó para volver a hablar.

— He viajado por ahí sola durante mucho tiempo, es evidente que no estaré a tu nivel — señaló. — Pero algo sé qué hacer a la hora de defenderme — Ashley terminó su bandeja entre algunos espacios más, mientras proseguía con la conversación.

— Y claro que necesito salir, primero porque de verdad que lo necesito — hasta se echó a reír suavemente. Sí, sentía que podría volverse loca como siguiera por allí. — Segundo porque necesito estar al día, como bien he dicho, puede que esté oxidada y tercero, porque o salgo yo o el laboratorio y consultorio no se van a abastecer solos y sí, podemos enviarte a ti y a veinte más, traeréis cosas... pero siempre faltarán materiales que yo sí sabría ver que necesitamos o no cuando los encontrásemos — pegó su espalda contra el respaldo del asiento. — Así que o bien podemos ir poco a poco con las salidas o esperar a que no quede de otra para que salga por narices en búsqueda de algo difícil y me una a ellos — miró fijamente al hombre, ya con algo más de seriedad. ¿Por qué estaba allí tratando de convencerlo de que la dejase acompañarle? Bien podría hacerlo sola, no sería la primera vez... lo que sucedía era que ahora había prometido no jugársela más.

Suelta la última calada de ese cigarro y lo apaga junto al resto de ellos en el cenicero, su mirada se queda fija en la de ella sin pestañear, como si aunque estuviera ahí, por un momento no estuviera ahí, su mente parece haber viajado por unos instantes a otro lugar o a otro momento.

-Está bien...-Cuando la canción parece ir a terminar, pero sigue aunque un ritmo más lento, es cuando parece reaccionar, de un único y pesado parpadeo.
-No tardaremos mucho en salir, desde luego tienes que prepararte...-Mira el reloj de su muñeca, hecho polvo pero funcional.
-Tienes veinte minutos, después saldré por el este, directo hacía la entrada principal, si se te hace tarde tendrás que seguir mi rastro e ir preguntando a la gente con la que te cruces por donde he ido o en qué dirección...-

Respira hondo sobre la silla relajándose y esbozando una ligera sonrisa, más tranquilo se permite algún que otro comentario jocoso.
-No te lleves tampoco una mochila de 30 kilos de peso, al mediodía lo más seguro es que ya estemos de vuelta...-Cuando se va empieza a quedar solo se recuesta en la silla y mira el reloj de su muñeca de nuevo.

"Joder...Que hago yo ahora durante 20 minutos?..."Sus cejas se levantan al acordarse y saca el porrillo de uno de sus bolsillos.
"Ah sí! Tu y yo pequeñín tenemos un asunto pendiente jejejej"Su risa hasta suena por la bajo y entre dientes para aquellos que aún queden por la cafetería.
"Espero que de verdad tengo tanto valor como para respaldar sus propias palabras, y una voluntad de vivir lo bastante grande para lo que le pueda pasar..."Prende el canutito, que desprende un olor especial y vuelve a mirar el reloj.
-Joder solo han pasado dos minutos?!...-Niega con la cabeza, rueda los ojos y se pone a recoger y limpiar, así podrá estar listo para marcharse en el tiempo acordado.

Una vez que tuvo la aprobación de Adam a Ashley ya le cambió el semblante.

— No puedo decirte que no te vayas a arrepentir, pero por lo menos... — Ashley dudó apenas un momento. — Lo haré o no lo haré, pero no lo intentaré — le señaló con el dedo, de muy buen humor, todo mientras que se ponía en pie para dejar la bandeja ya vacía por ahí. — ¡Nos vemos en menos de veinte minutos! — exclamó desde la entrada mientras salía de espaldas. Al girarse casi se chocaba con alguien entraba en la cafetería. Ashley se disculpó y se fue corriendo a su cabaña.

De bajo de la cama tenía una pequeña mochila escondida. Adam le había pedido que fuera ligera, así que comenzó a descartar cosas. Allí estaban todas sus armas y las cosas con las que solía salir. En el campamento apenas llevaba armas a parte de un cuchillo en la bota, nunca había tenido problema.

Ropa cómoda, una mochila de tamaño medio, que iba prácticamente vacía... su viejo cinturón en el que colocó el machete, cuchillo y glock. A la mochila echó la granada, escopeta y cartuchos. Decidió que el resto de cosas se podían quedar. Acto seguido salió corriendo de la cabaña. ¿Qué había tardado, penas diez minutos? Ashley fui directa hacia el este, a la entrada principal, esperando encontrarse con BalioN allí. Avanzaba ya más calmada mientras que se colocaba su viejos guantes, que tenían las puntas de los dedos cortados. Hacía mucho que no se los colocaba, al igual que el cinturón, las botas... desde la última vez que salió. No se había olvidado de la que era su mayor preocupación, pero por lo menos se mantenía distraída y eso era bueno.

Ashley avanzaba con calma por el camino, mirando hacia atrás y entre los árboles, con la idea de ver si localizaba a Adam. Se quedó parada junto a la entrada mirando su viejo reloj de pulsera, que tenía enganchado al bolsillo interno de las ropas. Ahora hacían 20 minutos exactamente.

Tiene claro todo lo que se lleva. Va vestido con ropa que transpire y al mismo tiempo se ha protegido las manos con guantes, lleva rodilleras y un chaleco antibalas bastante táctico. No le puede faltar una navaja multiusos y su fiel navaja mariposa.

-Por esa parte vamos bien, a ver que tenemos...-Lleva la pistola en la funda de su pierna izquierda, preparada y cargada, la confiable Blacktail, además de un par de cargadores extra que lleva en un compartimento de esa misma pistolera.

-Creo que hoy necesito moverme rápido...-Despliega el petate y prepara el subfusil, abre la caja de balas para sacar las últimas que le queden, de hecho son unas 60, las suficientes para preparar un par de cargadores para el subfusil. Así lo hace y además le incorpora un silenciador y el cargador ampliado al subfusil, lo que alarga su funcionalidad y reduce enormemente el ruido provocado. Se cuelga el subfusil y por último comprueba el rifle. El bipode está bien, el cañón no parece haberse ensuciado ni obstruido, comprueba cuanta munición le queda y después se lo carga a la espalda, junto al petate, en el que lleva la radio, comida, agua una pistola con gancho, un paquete de tabaco, una chaqueta para el frío, un par de chocolatinas y algunas barritas de luz fluorescente, el resto lo deja en casa.

-Todo listo...-Asiente con la cabeza apagando el porrito en el cenicero y listo y pertrechado para seguir su camino. Deja un billete de 100 dólares en la mesa antes de irse y apaga la radio con el último gesto, aunque la música ya suena por toda la "cafetería". Camina varios metros hasta que la ve ahí de pie con la mochila y al parecer la mente clara de que van a abandonar la seguridad del refugio.
-Allá vamos pues, no te separes mucho y si de verdad te vas a parar en algún sitio dilo, no me hagas buscarte por favor...-Niega con la cabeza y empieza a caminar de nuevo, sujetando el rifle a su espalda por la correa que asoma por encima de su brazo.
-No hay peligro hasta que pasemos al otro lado del muro, pero se han escuchado noticias de ataques y de intentos de acceso no autorizado, así que tocará ir a ver que está pasando, alguna vez has estado en combate Ashley?...-Aprovecha para conocerla mejor y sus aptitudes por el camino.

— Tranquilo, no es... — Ashley iba a decir algo más, pero se calló y prestó atención a lo que decía. Antes, Nicholas solía ser más permisivo con los recién llegados, pero últimamente las cosas habían cambiado y se notaba. Ashley no sabría decir si quienes intentaban colarse era porque buscaban de verdad un lugar seguro o para robarles. Tristemente, la segunda opción era la verdadera. No tenían ya tantos recursos como para abastecer a más personas, esa era la primera razón. La segunda razón era porque no se podía confiar en las personas. ¿Siempre había sido así? Ella pensaba que con el paso del tiempo las cosas habían empeorado. La gente seguía muriendo, parecía que cada vez había más monstruos, la comida cada vez era más escasa... Allí en Silver Lake las habían pasado crudas, pero poco a poco, gracias a los cultivos y el ingenio de muchos, parecía mejorar.

— Sí, por desgracia... — Ashley hizo girar sus ojos. — Aunque de no haber pasado por todo eso, tal vez ahora estaría muerta... — caminaba con la mirada hacia el frente. Había ciertos recuerdos que prefería olvidar, pero sabía que eran los que la habían cambiado y adaptado a aquel devastado mundo.

— A ti no te preguntaré — ahora sí que lo miró, aunque no era un chiste, ni mucho menos, los labios de Ashley se curvaron ligeramente. — Según Matt, cuando salís por ahí todo es de luz y de color... — hizo una mueca, nunca se creía nada. — Pero veo las heridas, moratones, cicatrices, desgaste de ropa... — suspiró. — Tendría que ser idiota, pero él prefiere que nos hagamos los locos, así que... — se encogió de hombros. — Cuando regrese y le hablemos de este día, le contaremos como nos encontramos con Willy Wonka y nos dejó visitar su fábrica de chocolate — ahora sí rió.

Mientras charlaban se iban acercando a la entrada principal de Silver Lake. Unas grandes puertas de hierro que habían sido reforzadas innumerables veces. Allí había un par de vehículos aparcados a ambos lados del camino, pertenecientes a quienes estaban de guardia. A un lado de la puerta había una especie de torre de vigilancia, sobre el muro. Allí, alguien con unos prismáticos y tenía la vista fija en el exterior.

— ¡Hey, buenos días! — saludó, tras girarse y vernos. — ¿Vais a salir a por algo o ruta de vigilancia? La cosa parece tranquila... — acto seguido hizo uso de un walkie que llevaba. — Aquí Charlie 1, todo estable. ¿Cómo vais? Corto. — dejó de pulsar el botón. «Charlie 2, todo estable, cierro.» Se escuchó estática. «Charlie 3, me aburro un huevo, cierro.» El hombre de la torre negó. — Aquí Charlie 1, limítate a las claves Charlie 3. Tenemos un par de águilas, cuidado. Cierro. — acto seguido se escucharon un par de "recibidos" y el hombre se dispuso a abrir las puertas. Siempre le habían hecho gracia esas claves que utilizaban en los turnos de vigilancia para indicar posiciones, si salía alguien... todo por si terceros escuchaban que no se enterasen de nada.

— ¿Vamos? — miró a Adam y después a "Charlie 1", a quien le dio las gracias.

— ¡Eh, tened cuidado! Aunque estén las cosas estables, últimamente hay bastante movimiento por los alrededores — visó el hombre desde la torre. Ashley asintió y volvió a darle las gracias mientras avanzaba hacia el exterior.

Camina tranquilo, escuchándola, el camino transitado pasa por saludar a varias personas influyentes, como los cocineros/as, los carpinteros y el "hospital", todos tratan a Adam con mucho respeto, pero no es erróneo decir que muchos le miran y tratan con miedo a pesar de que él parece bastante tranquilo.
-Los sacos estarán mañana lo prometo!...-Andy siempre ha sido un buen chico y Adam lo sabe, por eso no puede evitar fijarse en el moratón que tiene en su cara, mientras se le saltan las lágrimas y le pide disculpas.

-Estás demasiado sucio y nervioso para trabajar...-Le señala con un cabeceo como está llenando de polvo y tierra todo lo que hay por ahí desperdigado, parece que ha habido una gran pelea.
-Esos sacos son importantes, son las provisiones que necesita el equipo, no pueden morir de hambre ahí fuera Andy, los quiero a medio día cuando vuelva o tu y tu padre rendiréis cuentas...-Alza la voz mirando el interior de la chabola por la que está pasando, se escucha dentro una radio y como estampan una botella de cristal contra la pared, a lo que el chico se asusta mirando hacia la casa de golpe y de nuevo a Adam, quien lo mira fijamente sin haber cambiado su semblante en absoluto.
-A medio día Andy, que no te preocupe nada, absolutamente nada más que eso...Ten por seguro que volveré para revisarlo...-Se marcha sin decir nada más al respecto, antes de llegar a la puerta se detiene un momento a mirarla perplejo.

-En serio te ha dicho eso?...-Sin poder evitarlo se echa a reír, recordando prácticamente todas las penurias que han pasado juntos.
-Joder, si le dices eso, que esa ha sido nuestra aventura, nos verás pelear a cuchillo delante de la iglesia al atardecer, pero bueno está bien, más entretenimiento...-Se encoge de hombros y tras recomponer sus cosas continua andando hasta la puerta.

Comprueba su radio y escucha por el auricular que se coloca, todo lo que tiene que escuchar, un poquito de blues suave.
-Vamos al norte, la última vez que un grupo estuvo patrullando por allí avisó de movimientos sospechosos, de paso haré la ronda por los puntos clave, avisadme si pasa algo para lo que no estéis preparados...-Más serio y concienciado camina hacía el exterior dejando atrás varios metros la puerta, los muros están hechos de contenedores apilados.
-Los muros son sólidos contra los zombies, pero no contra los B.O.W por eso es importante vigilar el exterior para prevenirnos...-Va explicando paso a paso-...Vigilamos la estructura del muro de norte a sur, buscamos pistas, tenemos patrullas dentro y fuera, rodando constantemente, cualquier fallo, podría significar un Fort Detrick, sería el fin...-Se detiene un momento frente al gran bosque que tienen delante, apenas dejando ver más allá, con una señal hecha a mano de una carita sonriente.

-Es por aquí...-El rumbo ahora si es al norte, no hacía el este, como había sido hasta ahora, durante el camino, Adam guarda silencio, dejando espacio a Ashley y sus preguntas, no le molestan, sabe que es algo que va a pasar y no tiene problema con ello, al contrario, de momento solo sabe que tiene el valor de luchar, pero más allá de eso, ninguna habilidad más para el combate, por lo que el enfoque será mantenerse junto a ella en todo momento.

— Lo que nos faltaba ya por ver... — no pudo evitar reír en silencio, aunque la imagen de un conflicto interno no fuera para nada divertida. Fue más la forma en la que le escuchó a él hablar. La piel se le erizó al pensar en las historias que había escuchado sobre Fort Detrick, o al recordar la devastación que había visto dejar a las BOW de Umbrella. Una parte de Ashley asumía que algún día les pasaría algo similar, pero por ahora debían luchar por su supervivencia, por evitar esos infortunios... y dentro de lo posible contra Umbrella.

— Adam... jamás hablé esto con Nicholas, pero me preocupaba muchísimo su venganza personal contra Umbrella... — soltó por fin. — Siempre temí que eso nos acabara llevando a la perdición y si te soy sincera, aunque su estado me preocupa, estoy mucho más tranquila porque él ya no esté tomando las decisiones importantes de este lugar — respiró hondo y le miró fijamente. — Sé quiénes somos, pero no podemos dejarnos llevar por vendettas por muy serias que sean, aquí no solo viven soldados — en Silver Lake habían refugiados también, ancianos, niños... para ella era incluso más importante pasar desapercibidos. Tampoco decía que había que enterrar el hacha de guerra, pero durante una época estuvo aterrada. Cada día se despertaba temiendo que Umbrella fuera a atacarles como ocurrió con Silver Lake, o como pasó con los antiguos líderes de Terra Save, solo de recordarlo... se le ponía la piel de gallina.

— Cre que en esta guerra pesa más mantener la mente fría — explicó. — Y por primera vez en mucho tiempo creo que nos estamos esforzando y haciéndolo bien, claro que todo puede mejorar, pero... me siento más tranquila — avanzaban por el bosque con paso firme, ella le seguía a él y atendía a sus palabras con mucha atención.

— ¿Hacia qué zona nos dirigimos en concreto? — más o menos se conocía los alrededores gracias a los planos que habían dibujado. Sabía que los árboles, bosques frondosos rodeaban Silver Lake, que se asentaba junto a un lago inmenso, que al norte volvían a toparse con el lago, una zona de montañas... un antiguo camping al sur, la carretera al oeste, pero tan lejos... tenían esa ventaja. Silver Lake estaba lejos de todo.

Palabras que normalmente no le harían pensar mucho las cosas o darle muchas vueltas tocan algunos puntos sensibles en su cabeza, pues se siente de forma directa y responsable de su estado. Respira hondo tratando de mantener la compostura, pues una cosa es ser líder de un escuadrón de intervención y otra ser el "jefe" de una "nación" algo, que realmente no le apetece nada le da pavor e incluso cierto grado de ansiedad, pero todo eso se corta de golpe mientras camina.

"Es cierto, no ha dicho que ahora me corresponda a mí, porque eso a parte de injusto, sería una locura sin duda, el futuro de..."
Sale de sus pensamientos para interrumpirla un segundo, pues lo que le ha sacado de sus pensamientos y recuerdos es precisamente su sistema automático de hacer la guerra.
-Vamos al norte...-Comenta esta vez bastante más serio, parado en seco y mirándola fijamente a los ojos en todo momento si hace falta que le diga "mírame" le dirá "mírame" sin dudarlo-...A buscar el rastro de una patrulla que no ha vuelto desde hace unos días de su misión, a veces hacen noche antes de volver pero es muy raro que estén tardando tanto, no hay información sobre que podría ser, solo las personas que salieron...-Se para en mitad del camino un instante.
-Como te he comentado, las defensas son en parte naturales y muros de contenedores apilados, iremos hasta la parte más al norte de nuestras defensas a buscar a un grupo de 3 chicas y 2 chicos...El último que supo que salían y nos avisó de que no habían vuelto, fue Andy...-Va mirando el frondoso bosque a su alrededor y frunce el ceño, las defensas están intactas, lo cual no tiene sentido.
-Más tarde, los centinelas de las puertas confirmaron que su grupo de amigos salió hace tres días de aquí y no se ha vuelto a saber nada de ellos, Andy jura que tienen radio, pero no contestan o no la pueden usar de ser así...-Reanuda la marcha con cierta premura.

-No me hagas repetir las cosas 200 veces Ashley, porque no lo haré, tienes clara nuestra misión?...-Es duro pero justo, no pretende humillarla, así que le da la oportunidad de responder con decisión y concentrarse, pues eso es lo que debería importarle ahora, según el pensamiento de Adam.

-...El futuro de Terra Save, no, de Silver Lake, de todas las mujeres, niños, niñas, hombres y ancianos está por suerte en manos de personas capacitadas y se que se esfuerzan por mantener no solo vivas a las personas, sino también el espíritu y la creencia de que vendrán tiempos mejores y eso es todo lo que debería importaros a todos, A TODOS...-Vuelve a matizar-...La guerra no es bonita ni justa, entiendo que Nicko' quisiera vengarse, me lo contó, me habló de ti, de su preocupación por Umbrella, pero todo eso, tenéis que dejar que sea yo quien me encargue de ello, sin discusión, quiero que entiendas que así como yo jamás irrumpiría en tu laboratorio para decirte como hacer tu trabajo, espero que entiendas que no espero verte en el campo de batalla dando órdenes, espero que lo entiendas...-Le dedica una sonrisa muy sincera, de amistad, pero dejando claro que no es estúpido y sabe leer perfectamente entre líneas y aun así no decir ni mu sobre que planes tiene con respecto a Umbrella.

-Lo que está claro es que nuestras defensas y estrategias han mejorado mucho y me alegro de saber que todos caminan tranquilos por el refugio, es importante para todos tener un hogar y nuestro deber es asegurar ese hogar en esta patrulla mañanera...-Empieza a caminar a un paso más ligero y apresurado.
-Verdad Señorita Jones?...-Sigue dándole conversación, pero sin dejar de fijarse por donde va, se da prisa en no pasar ahí mucho tiempo.