To be continued [Vanessa Walcott] +18

Continuación de BG: The Damned

En cuanto me dejo caer observo como Nessa cierra una garrafa y empieza con la siguiente. El karma es bastante curioso, cuando conseguimos encontrar un sitio con combustible en relativa abundancia se me jode el pie para no poder transportar tanta como querría. Tal vez no sea curioso, sólo un gran hijo de puta, qué sé yo -Puedo con dos garrafas sin problema, la duda ofende- afirmo con seguridad a pesar de que ciertamente el tobillo duele y quizá se hinche más de lo que ya está, cosa que queda constatada en cuanto ella misma lo revisa levantándome el pantalón y toqueteándome un poco las zapatillas sin que me moleste lo más mínimo, pero eso no nos va a dejar sin la maldita gasolina, y menos aún después de haber aguantado a esos pelmazos para conseguirla.

Comparto una mirada con ella asegurándome de mostrarme muy decidido para no dar lugar a lamentaciones o condescendencia excesiva. Me gusta que se preocupe por mí, es algo que aprecio, pero sea como sea necesitamos esas garrafas y no hay discusión posible al respecto -Suena bastante bien. Quizá encontremos un hotel de cinco estrellas o algo así...Nos lo hemos ganado- asiento y me ayudo de su propio cuerpo para levantarme con cierta pereza. Al menos he podido darme el lujo de descansar unos minutos pero como no es cuestión de que vengan más zombies y el sitio no es que sea demasiado confortable es mejor no apalancarse más de lo estrictamente necesario.

Dejo la ballesta en mi espalda, recojo una garrafa y después de la otra -Alguien tiene que encargarse de los zombies- le recuerdo cuando ya está a punto de protestar porque estoy seguro de que iba a hacerlo, así que volvemos a ponernos en marcha como cuando llegamos pero a la inversa, sólo que la subida cuesta bastante más y cuando llegamos arriba noto como la pierna me tiembla ligeramente pero nada, me limito a apretar mucho los dientes y aguantar como un campeón, aunque sólo sea por orgullo. Hay algunos podridos más que cuando bajamos pero siguen siendo pocos así que deberíamos poder largarnos sin demasiadas complicaciones... y eso me recuerda el dichoso mapa que usamos al principio.

-En el mapa deberían venir marcados los hoteles y hostales, mira si hay alguno cerca...- recomiendo mientras miro alrededor porque evidentemente somos como luz para las polillas-zombie así que no podemos estar demasiado rato ahí parados.

Jared no estuvo de acuerdo conmigo, ya sabía yo que podía cargar con más, pero es que ahora lo de llevar cosas y preocuparse por el peso era lo de menos, el problema es que tendríamos que ser rápidos y evitar a los malditos muertos, yo me preocupaba de que las garrafas fueran un estorbo y nos impidieran ser más rápidos.

-Ya lo sé, el problema es que sean un estorbo cuando aparezcan uno o dos de esas cosas y con suerte solo aparecerán una o dos...-Puse los ojos en blanco, estaba claro, ni de coña nos iban a dejar tranquilos salir de esa ciudad, con suerte nos encontraríamos con unos cuantos, cuando lo más normal sería que nos encontráramos con una de esas hordas y daba exactamente igual lo que el dijera, él llevaría las dos garrafas, rodé los ojos y le ayudé a ponerse en pie, si acaso yo llevaría una y si era necesario se la pasaría a él.

Pero es que ni eso, él se hizo con la otra y yo fui tras él de cerca analizando sus expresiones para ver si le dolía el pie, aunque la verdad es que lo veía tan cual, no es que tuviera mucha idea sobre medicina, ninguna para que engañarme, pero si forzaba ahora demasiado el pie eso acabaría siendo peor a la larga, resoplé al ver su expresión cuando subimos, claro que le dolía y mucho diría yo, pero es que era un cabezón.

Habían unos cuantos de muertos por ahí pululando, si no llamábamos mucho la atención con suerte ni se darían cuenta de nuestro paso por allí, ya que la gran mayoría estaban de espaldas o perdidos en sus mundos... He dicho que no molestéis. Apreté los dientes al ver a uno que se acercaba formando un poco de escándalo por lo que fui rápida hacia él con la katana en alto para hundirla en la cuenca de uno de sus ojos y acabar con él, sujeté al cuerpo por el hombro y fui cuidadosa al dejarlo caer, para no hacer mucho ruido, de la misma forma me volví hacia Jared cogiendo aquel mapa de mi bolsillo, señalé a una dirección, iríamos por algunos de los callejones, no muy lejos de allí, casi a las afueras parecía haber un hotel o un motel, no estaba muy segura, pero hospedaje ponía, así que hacia allá.

Señalé el callejón guardando el arma para ir hacia él y quitarle una garrafa cogiendo su brazo para que se apoyara en mi. -No seas pesado...-Dije sin más, mientras avanzábamos por esos callejones que sin duda estaban muy despejados.

En cuanto estamos fuera parece ser que Nessa impone la ley del silencio, y me parece bien teniendo en cuenta nuestra situación actual. Yo no puedo correr aunque lo necesite y con las garrafas mucho menos pero aún así no queremos dejarlas atrás así que mejor prevenir. De todas formas ella se apaña muy bien con las katanas así que yo avanzo cada vez con más esfuerzo y rezo internamente para que el jodido hotel no esté demasiado lejos, ya que si señala una dirección intuyo que será porque algo hay. Ahora mismo me conformaría con cualquier cosa, sólo quiero dejarme caer y no hacer nada durante un rato. O días, si pudiera.

Asiento pero poco después ya la tengo al lado quitándome una de las garrafas pero por esta vez soy un "niño bueno" y me limito a sonreír de manera traviesa mientras la dejo hacer, por darle el gusto y porque no tengo intención alguna de discutir ahora mismo.

Tenemos que detenernos en un par de ocasiones durante el trayecto debido a algunos zombies amontonados por la calle pero por suerte no llegan a ser hordas así que con las katanas de Nessa y algo de ayuda extra de mi ballesta continuamos hasta llegar al hotel en cuestión, tardando algo más de lo que sería habitual pero aún así enteros y con las dos garrafas así que yo me doy por satisfecho.

Las puertas dobles de cristal de al entrada están completamente rotas y ensangrentadas desde hace tiempo así que el acceso es fácil y aunque en el hall de entrada hay varios podridos tampoco son problema, aunque sí consiguen que cada vez me sienta más cansado pero ya estamos bastante cerca de nuestra primera parada así que arrastro el pie hasta el mostrador de recepción para centrarme en el libro de visitas mientras ella se encarga de las llaves, como siempre. Parece haberse convertido en una especie de protocolo automático, yo qué sé.

-¿Hay alguna en la primera planta? Porque no me apetece mucho subir escaleras... Me siento un poco marqués- comento en tono de broma ya que por una vez no tiene mcuho que ver con que me pese el culo. Sé que normalmente las suites y demás estancias de lujo están arriba del todo pero ahora mismo me sería imposible subir tantos pisos así que al menos personalmente me tocará resignarme. Con que tenga una cama mínimamente limpia yo me conformo.

Garabateo una de mis dedicatorias con una posdata en plan "Jódete, Fran", muy maduro y todo eso, y después dejo caer el libro pesadamente hasta el polvoriento suelo para mirar un poco mejor a mi alrededor. Las paredes están agrietadas y los muebles bastante destrozados pero aún así las alfombras raídas del suelo, las columnas clásicas y las lámparas de cristal desperdigadas por el suelo dan a entender que en su momento fue un buen hotel.

El camino hasta el lugar fue bastante tranquilo a excepción de algunos de esos bichos, con el peso extra y a Jared casi sin poder moverse demasiado el recorrido hasta el hotel fue bastante lento, el lugar debió ser bastante agradable e incluso pijo... Pero ahora como cualquier otro edifico estaba destrozado, aunque lo normal, las puertas de entrada casi ni existían, eso me preocupaba, pero por lo demás debería de haber alguna habitación que estuviera medio en condiciones, ¿no?.

Nada más entrar él fue al mostrador mientras que yo al casillero de las llaves, sonreí por su comentario mientras que revisaba las pocas llaves que quedaban allí, faltaban muchas y era normal, seguro que habrían venido más supervivientes, pero aún quedaban unas cuantas, en esta ocasión ni me molesté en mirar el libro de registros, aquel lugar no me decía nada, bueno, me daba muy mala espina, directamente no me gustaba y me acordé de un viejo videojuego al que jugaba aveces con una vecina, no supe por qué, sería por los destrozos y la sangre, pero no nos podíamos poner remilgados. Con suerte iríamos directos a una habitación y a pasar desapercibidos hasta que nos fuéramos.

Cogí una llave que debería de estar en la planta baja, además me fijé en que debajo del mostrador había un pequeño botiquín, parecía que nadie lo había tocado lo cual fue raro, pero cogí las cosas que había y las eché en la mochila luego volví con Jared recordando el día del motel, el primero, cuando esos lunáticos casi se lo cargan, después de aquello estuve varias noches sin pegar ojo, señalé el pasillo que creí y avancé por él viendo las primeras habitaciones, el pasillo era como darse un paseo por el salón de los horrores, estaba completamente oscuro aunque entraba algo de claridad gracias a algunas habitaciones que estaban abiertas, parecían luz natural, fui caminando con lentitud al parecer la habitación que había cogido estaba al final del pasillo, que típico, pero bueno, en una de las habitaciones que estaban abiertas había un cadáver tirado en el suelo boca abajo, me llevé una mano a la boca para evitar respirar aquel olor y continué pasando por el resto de habitaciones que estaban algunas abiertas y otras cerradas, vi más desorden, marcas de sangre... Pero ningún fantasma de esos.

La habitación que había elegido por puro azar paría llevar mucho tiempo cerrada, la ventana al fondo la iluminaba y esta daba a un enorme jardín, me pareció ver algo por allí así que cerré la persiana dejando algunas rendijas por las que entraran algo de luz, cuando Jared pasó cerré la puerta y la atranqué con una silla que había al lado de un viejo tocador sentándome en ella.

-Este sitio me da escalofríos...-Me levanté y fui hacia la cama sentándome en un lado para dejar caer las cosas que había cogido de la recepción y dejarlas caer sobre el colchón.-¡Venga ven, siéntate aquí!

Parece que mi guía particular ya ha elegido habitación así que la sigo diligentemente pero con cierta lentitud, subiendo las escaleras hasta el primer piso con evidente esfuerzo y algún resoplido pero bastante consolado ante la idea de que "ya llegamos" así que con eso me armo de la fuerza voluntad para seguir caminando por un pasillo un poco oscuro y bastante largo con algunas salpicaduras de sangre por las paredes. Me tapo la nariz del mismo modo que ella con evidente asco al pasar por al lado de un cadáver que debe llevar en descomposición varios días pero por suerte dentro de la habitación el hedor no llega, sólo hay un desagradable ambiente cerrado pero poco más.

-A ti todo te da escalofríos... ya deberías estar inmunizada- dejo caer la mochila y la garrafa estrepitosamente en un lado de la habitación para que no molesten demasiado pero se nota que llevaba mucho rato queriendo dejarlo. Después dejo la mayoría de mi armamento por encima de un sofá quedándome sólo con el cinturón que dejo colgando a los pies de la cama, por si acaso, pero a pesar de todo me muevo hasta uno de los ventanales para abrirlo -A mí los pasillos me recuerdan un poco a "El Resplandor". ¿La has visto? Es buena...- opino aspirando aire hondamente antes de recibir la primera orden, aunque intuyo que no será la última así que no puedo evitar reírme mientras me desprendo de la camiseta, acalorado y un poco agobiado, dejándome caer a su lado en la cama.

-Me parece que vas a ser una enfermera dura de pelar, ¿eh?- comento burlonamente, emitiendo un suspiro al dejar caer el culo en el colchón, que buena falta me hacía. Entonces bajo la mirada hasta mis deportivas y noto más que nunca la inflamación del tobillo, como me arde y presiona los calcetines y el calzado al no tener la mente en otras cosas.

-Joder...- ahora sí me permito el lujo de protestar un poco mientras levanto un poco el pie en cuestión para no apoyarlo -Pero estoy seguro de que no está roto- intento sacarle el lado positivo al asunto, agachándome para empezar a descalzarme con cierta prisa.

pum:

Jared ya se había desprendido de un montón de cosas y las había dejado por ahí desperdigadas, con mis prisas por curarle se me había olvidado hacer lo mismo, casi ni me di cuenta y eso que aquellas cosas pesaban lo suyo, con cierta pereza dejé caer a un lado de la cama todo lo que llevaba encima, ¿para que molestarme en ir a ponerlo por ahí y ordenarlo?, no es que fuera muy ordenada y no íbamos a estar en aquel lugar eternamente como para mantenerlo bien.

-Claro que la he visto, pues... Me mosquearé si te veo coger un hacha, que lo sepas...-Comenté sin pensar mucho en lo que estaba diciendo, tenía la cabeza en otra parte, concretamente estaba examinando las cosas que había cogido antes en la recepción, había un par de vendas aún con el precinto, un bote de alcohol, pastillas para el dolor, de esas que se las tomaba uno para casi cualquier cosa, algodón y tiritas.

Sonreí por su comentario y le ayudé a quitarse la zapatilla y el calcetín con cuidado de que no se hiciera daño, ya parecía bastante dolorido y efectivamente el pie estaba muy inflamado.-Colócalo aquí en alto-Le pedí mientras que me echaba hacia un lado de la cama, ayudandole mientras que cogía varios cojines que había por ahí y los ponía en el colchón para que tuviera el pie en alto.-Lo ideal sería ponerte un poco de hielo para que baje la hinchazón, pero tu me dirás de donde lo podríamos sacar... -Seguía diciendo mientras que me levantaba e iba al baño para coger una toalla y empaparla en agua fría, la escurrí y poco y volví a la habitación dejando la toalla sobre su tobillo con cuidado. -Es lo único que se me ocurre... Avisa cuando no la notes fría-Dije con resignación para volver a sentarme a su lado, esperaría un rato para vendar el pie, a ver si la inflamación bajaba.

Estaba bastante cansada de aquel día por lo que me tumbé a su lado boca abajo cerrando los ojos. -Ahhh...- Empecé a quejarme ahogando mi propia voz con la almohada, hasta que me levanté con un suspiro y me volví a sentar fijándome en algunos arañazos sobre su piel, debió hacérselos con la explosión de la granada, allí cuando estábamos en la universidad. Cogí algo de algodón y lo mojé en el alcohol para acercarme a él poniéndome de rodillas sobre el colchón. -A ver...- Decía mirando la pequeña herida para luego limpiarla un poco con el algodón siendo cuidadosa de no hacerle aún más daño. -Tendrás queja de mi... - Comenté con una sonrisa divertida mientras que le daba un poquito más con el algodón y luego soplaba un poco sobre la herida.

Me limito a reírme cuando comenta lo de la hacha pero no puedo evitar pensar, ¿por qué cojones no tengo una? Debería ser fácil conseguirla en alguna de esas vitrinas de emergencias que hay por muchos edificios públicos pero bueno, ahora no viene al caso y ya me lo plantearé mejor si se me presenta la ocasión, por el momento me dejo ayudar y termino tumbándome en la cama con un suspiro de satisfacción y comodidad mientras ella me coloca el pie encima de unos cojines con el pantalón un poco arremangado. Joder, esto es vida, sólo me falta una cerveza fría y ya me valdría para sentirme el rey del mundo.

Spoiler:

-Hielo... suena a utopía muy lejana, la verdad- admito mientras la veo alejarse para volver enseguida con una toalla que alivia bastante la hinchazón del tobillo aunque dudo que llegue a rebajarla realmente pero algo es algo -Buff... si tengo que hacer eso te estaría dando el coñazo cada cinco minutos- y sinceramente dudo que ninguno de los dos pretenda eso porque me acabaría ahorcando con esa misma toalla -Tal vez si llenas un cuenco o algo así sea más efectivo- sólo es una idea, claro, tampoco es que haya muchos recipientes disponibles pero hay tantas pijerías decorativas que quizá alguna de ellas serviría para llenarla de agua y poder ir mojando la toalla o incluso meter el pie dentro, qué sé yo.

La miro con diversión cuando finalmente parece darse por satisfecha, limitándose a dejarse caer al lado, pero esa actitud no dura demasiado y enseguida vuelve a estar sentada así que me río -No sabes estar quieta, ¿eh? No sé de dónde sacas tanta energía...- la envidia durante un momento pero enseguida me doy cuenta de que el foco de su atención vuelvo a ser yo, me siento como el puñetero protagonista del día o algo así.

El desinfectante en las heridas abiertas escuece un poco pero tampoco demasiado, sobretodo cuando empieza a soplar provocándome algún que otro escalofrío -Si lo llego a saber me pongo malo antes...- me quedo mirando como aplica el algodón a los distintos cortes del brazo, aunque cuesta encontrarlos debido a los numerosos tatuajes, y entonces decido ponerme un poco tocapelotillas, sólo por ver qué pasa -La verdad es que tengo un poco de sed...- comento empezando a mordisquearme los labios para terminar lamiéndolos distraídamente. En realidad no es que sea mentira pero sólo es por comprobar si está dispuesta a seguir mimándome de más. ¿Quién desaprovecharía algo así?

Y menos mal que él estaba allí porque yo debería de estar por los mundos de yupi, asentí un tanto distraída levantándome para quedarme ahí de pie unos segundos, ¿de dónde diablos iba a...? Me preguntaba hasta que finalmente me fijé en el cuenco que había encima de la mesa en el centro de la sala, uno bastante grande con varias bolas de cristal que saqué y dejé por ahí.

No tardé en volver de nuevo a la habitación con aquello lleno de agua fría, lo dejé en el suelo a un lado de la cama, donde estaba él y me volví a mi sitio sentándome como antes y recogiendo el algodón que había dejado por ahí, mirando de reojo a Jared de forma divertida por su comentario mientras que recogía algunas cosas hasta que dijo que tenía sed. Alcé la mirada hacia él rodando los ojos.

-Como te empieces a poner muy pesado seré yo quien coja ese hacha...-Dije seria mirándole fijamente alzando ligeramente las cejas para luego negar medio riendo a la vez que me levantaba e iba hacia la sala una vez más, me había parecido ver un armario pequeño cuando entramos, con suerte sería el minibar y con algo más de suerte estaría lleno, me senté allí en la moqueta para abrir la pequeña puerta con calma, sacando lo que encontraba, dos botellas de cristal de agua, una mucho más pequeña de whisky y una cuarta de champagne, además de una caja no muy grande de bombones, en el interior de la puerta había una hoja que informaba de que aquellas cosas se pagaban a parte de la habitación.

-Nos lo podemos permitir...-Me dije con ironía levantándome con las cosas que llevé entre mis brazos hasta la mesita que había al lado de él.-¿Podrás beber tu solito?-Pregunté con algo de burla mientras que con cuidado me sentaba sobre su cintura y volvía a coger el algodón y el bote de alcohol para dar con un corte más pequeño en uno de sus brazos, con los tatuajes apenas lo había visto.-Tienes aquí otro más...-Susurré echándome hacia adelante para limpiar un poco la herida y fijarme si había alguno más.

-Pues ten cuidado porque cuando empuñas una arma estás de lo más... sugerente- opino por una vez en voz alta y sin disimular la expresión traviesa pero a pesar de las evidentes reticencias me sorprende levantándose de nuevo. Vaya, vaya... si al final resultará que la chica rebelde es todo un angelito cuando está de buen humor, empiezo a pensar que me ha tocado la lotería o algo por el estilo. Aunque sigo pensando que no puede ser perfecta porque estaba con mi hermano así que... ahí está el truco.

-¿Hay algo interesante...?- pregunto con evidente curiosidad en cuanto noto que se entretiene un poco con el viejo minibar de la habitación así que apoyo los codos en el colchón y estiro el cuello en un intento por verla mejor pero enseguida vuelve hasta mi posición dejándolo todo por la mesita -Joooder, me voy a quejar al servicio de habitaciones, esperaba más alcohol en un cinco estrellas- arrugo un poco la frente pero enseguida me limito a reírme, desprecintando una de las botellas de agua para darle un par de tragos largos que saben a gloria. Antes nunca lo hubiera dicho pero sí, el agua puede estar buena... lo descubres cuando te ves obligado a beberla recalentada, embotellada en recipientes sucios o simplemente no tan "purificada" como te gustaría. En fin, prefiero no acordarme de los efectos secundarios de todo aquello.

-Soy un campeón, yo solito, ¿has visto?- comento burlonamente antes de notarla sentándose encima de mi cintura para seguir con el desinfectante -Al final vas a cogerle el puntillo a esto de malcriarme y yo me acostumbro muy rápido- me incorporo despacio hasta quedarme sentado, que me duela el tobillo no me convierte precisamente en inválido, y entonces la sujeto de la cintura antes de besarla sobre los labios cariñosamente -Gracias y esas cosillas que se suelen decir...- me encojo un poco de hombros y entonces deslizo un poco las manos hasta dejarlas por su trasero para terminar apretándolo con ganas, sin contener una pequeña risa al respecto -Es culpa tuya por tenerlo tan bien puesto, soy débil- confieso con tono de broma.

-Aunque ahora que lo pienso puede que me esté entrando hambre...- miro de reojo las pequeñas botellas que siguen dónde Nessa las dejo pero enseguida me centro de nuevo en ella, dedicándole una sonrisa traviesilla que marca bastante los hoyuelos de mis mejillas antes de decidirme a arremangarle la camiseta (o vestido) por un costado, agachándome para mordisquear su piel reiteradamente hasta conseguir ponérsela un poco de gallina.

Jared no tardó en hacerse con una de las botellas y darle un buen trago, mientras le miraba de reojo con una pequeña sonrisa divertida yo me concentraba en terminar de limpiar algunos arañazos, en realidad me había dedicado a desinfectar los mismo una y otra vez, acariciando parte de su piel con las yemas de mis dedos, sonreí por su comentario y le dediqué una mirada entre divertida y algo cariñosa. -¡Muy bien!-Le contesté en un tono similar al de él a la vez que volvía de nuevo la mirada hacia su piel fijándome en algunos de aquellos tatuajes que recorrían sus brazos y que luego seguían por su pecho.

Me quedé unos segundos quieta observando su cuerpo pensando que en cualquier momento acabaría mordiéndole, cuando sus palabras interrumpieron mis pensamientos y entonces le miré de forma traviesa dejando que se incorporase levantándome un poco para que no le molestase mi peso y echando los algodones y todas aquellas cosas a un lado dejando que él me cogiera por la cintura para así acariciar sus brazos con mis dedos deslizándolos de forma suave por su piel hasta llegar a sus hombros y abrazarme a su cuerpo besando sus labios. Cuando me acabó dando las gracias me quedé en la misma posición sonriendo sobre sus labios y encogiéndome de hombros ligeramente, no me tenía que agradecer nada o al menos así lo veía yo.

Mordí mis labios ligeramente al notar sus manos entorno a mi cuerpo.-Ahmmm... Y yo-Contesté de forma divertida en el mismo tono que él acercando mis labios de nuevo a los suyos para saborearlos deslizando mi boca de forma juguetona hacia abajo por su barbilla hasta su cuello besando y acariciando su piel mientras que él miraba hacia otro lado apenas unos segundos y luego se apartaba de mi, en cuanto le veo sonreír le respondo de la misma forma y beso la comisura de sus labios algo cariñosa dejando que levantara mi camiseta y bajara besando mi piel estremeciéndome algo con el roce de sus labios y aquellos mordiscos entretanto que deslizaba mis manos por su cuello hasta su cara acariciando su mejilla a la vez que le daba un beso en su cabeza y movía mis dedos hacia su nuca masajeado su piel con suavidad.

Resulta un poco extraño, puede que incluso irónico, pero me quedo más idiotizado cuando sus gestos se vuelven cariñosos, como ahora, que cuando empieza el desenfreno. En realidad se trata simplemente de sensaciones distintas, supongo, ahora digamos que prácticamente podría flotar porque el apocalipsis ha dejado de existir y estoy mejor que nunca pero sé que si sube la temperatura sencillamente me rebajo al instinto y la pasión. No sé pero me encanta poder tener esas dos facetas sin tener que renunciar a ninguna de ellas así que es otro detalle más en el que nos compenetramos más de lo esperado. Aunque también tengo que decir que al principio Nessa me parecía mucho más distante pero creo que voy consiguiendo que se abra un poco conmigo, cosa que me encanta.

Le sonrío un poco atontado en cuanto empiezan los besos, por el momento suaves y lentos, disfrutando del tacto de sus manos por su cuerpo y de sus caricias como si fuera la primera vez, sintiendo algún que otro escalofrío al respecto mientras disfruto del sabor de su pálida piel, emitiendo algún que otro ruidito placentero y juguetón por sus atención hasta que me decido a erguirme de nuevo, tirando de su camiseta hacia arriba hasta dejarla en sujetador. Hago una pelota con la prenda y la lanzo a un punto indeterminado de la habitación, sujetándola a la altura de las costillas para mirar el escote descaradamente antes de hundir un poco la cara en él.

En ese momento rodeo su espalda con ambos brazos a modo de abrazo, apretándola contra mi propio cuerpo sin poder evitar reírme en sus tetas, o lo que asoma de ellas a través del sujetador, besándolas reiteradamente mientras la miro de reojo traviesamente hasta que me decido a atrapar nuevamente sus labios, esta vez de manera más húmeda, mordisqueándolos de manera juguetona antes de sujetar su cabeza para besarla cada vez con mayor intensidad.

Cuando llevamos unos segundos enredándonos en ese tórrido beso, que no cesa, vuelvo a dejar una mano en su trasero sólo que esta vez la deslizo por el interior de toda su ropa para poder agarrar directamente su piel, empujándola un poco hasta que se sienta encima mío, o mejor dicho de mi "pantalón". Ahogo un jadeo contra su boca y sonrío con satisfacción antes de estirar la lengua para recorrer parte de sus labios con alevosía. Está claro que me empiezo a calentar y el afecto da paso a la pasión.

En ese momento me tumbo parcialmente sobre el colchón pero en este caso es para estirar el brazo hasta alcanzar una de esas botellitas, concretamente la de champagne. La abro probando un sorbo -No está mal- se la tiendo pero en cuanto va a cogerla le aparto la mano de un manotazo, sonriendo maliciosamente antes de acercársela a la boca. Dejo que beba pero entonces inclino más la botella dejando que parte del contenido se derrame por su barbilla y su cuello, perdiéndose por su cuerpo. En realidad es algo así como un pequeño juego, no tardo en empezar a seguir el recorrido del licor a través de su cuerpo mezclando besos, chupetones y lametones, sobretodo esto último.

Aquel lugar me causaba una sensación que no me gustaba nada, ya se lo había dicho a Jared, escalofríos, cuando cruzamos aquellas dos puertas sentí que estaba entrando en la boca del lobo, la habitación estaba bastante bien, para que engañarme, pero seguía recordando aquellos pasillos y el lugar seguía sin gustarme, cada vez menos, pero ahora me había olvidado de todo aquello, hasta de las calles, de los muertos y de todo lo demás, si me preguntaban por el color de las paredes hasta me sentiría perdida con aquella pregunta, y es que yo estaba donde estaba, en esa cama con Jared y ya no había nada más a mi alrededor. Y aunque francamente me sentía algo rara e incluso torpe, a diferencia de muchas otras veces me sentía muy bien. Demasiado bien y cómoda con él.

¿Qué no me gustaba nada?, venga ya, hasta el sonido de su voz me gustaba y hacía que me estremeciera, podía distinguir mi respiración cortarse, hacerse más fuerte conforme me faltaba el aliento y como soltaba algún que otro jadeo bajo al sentir sus caricias o mordiscos sobre mi piel, mis ojos se concentraban en él que se movía con lentitud besándome mientras que dejaba a mis manos libres sobre sus hombros sintiendo su piel cálida bajo mis dedos, otra cosa que me gustaba de él, me perdía con él, mordí mi labio ligeramente mientras echaba mi cabeza hacia un lado y rozaba el lóbulo de su oreja con mis labios para luego morderlos con cuidado y bajar por su mandíbula siguiendo un camino imaginarios con mi boca conforme él se erguía, primero dejé que me quitara la camiseta mirándole con una sonrisa, me había apartado de él de forma perezosa y volvía a colocar mis brazos sobre sus hombros rodeandole en un abrazo que hizo que me pegara más a su cuerpo.

Le miré unos segundos fijamente alzando las cejas algo con una sonrisa divertida al ver como se concentraba en mi escote dejando que se inclinara de nuevo algo sobre mi cuerpo a la vez que sentía sus brazos a mi alrededor y yo que ya le había abrazado a él me entretenía en seguir con mis dedos una linea imaginaria en su espalda con mis dedos hasta llegar a su nuca contagiándome de su risa al escucharla volviendo a ver su rostro cuando se decía a besarme una vez más de forma mucho más intensa, acabé de nuevo perdida, si me preguntaban no sabría ni decir donde estaba, su boca también me gustaba, sus labios... Seguía aquel beso con ganas, dejando que mi lengua jugara con la suya, que él mordiera mis labios que yo lo hiciera también en algún momento y que luego los lamiera con intensidad.

Hasta el sonido de su voz me podía excitar y el roce directo de sus manos contra mi piel no ayuda a calmarme, si antes me sentía perdida ahora a saber donde estaría, no podía pensar en nada más, mi cerebro no quería pensar en nada más que aquello con aquel momento que en un principio no era tan salvaje como en aquella otra ocasión pero que compartía aquellas dos caras y eso me gustaba tanto...

Tomé aire sobre sus labios dejándome llevar al sentir como él ahogaba aquel jadeo sobre los míos al notar su cuerpo contra el mío y sus brazos, me encantan sus brazos, pero la verdad era que al fin él en si.

Dejé que mis manos se movieran sobre su pecho acariciando su piel con intensidad cuando se echó hacia atrás y veía como cogía la botella de champagne y le daba un sorbo, volví a deslizar mis manos hacia abajo hasta su cintura viendo como me acercaba la botella, en un principio la miré durante unos segundos algo en otra parte y fui a cogerla, pero él me apartó las manos antes de que pudiera siquiera tocarla, observé su mirada y su sonrisa al par que él me acercaba la botella a mi y separando mis labios me acercaba para dar un trago sujetando su brazo cuando empezaba a inclinar la botella dejando que la mayor parte de la bebida cayera por mi cuerpo sintiendo un escalofrío placentero al notar como él comenzaba a lamer la parte de la bebida que caía por mi cuerpo, me estremezco al sentirle, aquel juego me encanta, acabé por quitarle la botella soltando algún que otro jadeo a la vez que llevaba una de mis manos a su hombro rodeándole con un solo brazo justo cuando volvía a dar un último trago y luego colocaba la botella cerca de su boca cuando él se apartó algo de mi dándole un poco como había hecho conmigo, la verdad que el champagne estaba terminando más fuera que en su boca pero me daba igual, acabé agachandome para besar sus labios saboreando el licor de estos.

Spoiler:

A estas alturas ya está claro que nos lo estamos tomando con más calma que en nuestro anterior encuentro íntimo pero no por eso resulta menos intenso, la diferencia es que lo es en un ámbito más... ¿profundo? No sé, no estoy seguro porque no estoy demasiado acostumbrado a disfrutar del sexo con tantas miradas y gestos cómplices de por medio, por eso de vez en cuando me siento un poco raro pero aún así me encanta y lo disfruto, porque parece que estemos compartiendo algo más que simple deseo, aunque ni siquiera estoy seguro de lo que es exactamente. O quizá simplemente no quiero admitirlo.

-Así sabe mucho mejor...- aseguro en cuanto he empezado a seguir el recorrido del champagne con la lengua y los labios a través de su suave piel, sin percatarme de que se ha quedado con la pequeña botella hasta que pasados algunos largos segundos me rodea los hombros y la miro nuevamente de forma directa, abriendo la boca sin pensármelo dos veces y de manera obediente mientras ella vierte el contenido de la botella hasta terminarla. Apenas me da tiempo de tragar cuando sus labios ya vuelven a atraparme por lo que sonrío con diversión debido al juego pero enseguida me centro en cerrar los ojos y dejarme llevar, moviendo ligeramente la boca entorno a la suya para cambiarla de posición mientras muevo con lentitud la lengua entorno a la suya, prácticamente acariciándola hasta enredarla parcialmente.

Mientras tanto mis manos ascienden por su espalda en una caricia, llegando hasta el sujetador para trastear con él durante un buen rato hasta que consigo desanclar ese cierre que siempre me ha parecido tan raro. Recorro sus brazos llevándome los tirantes en el proceso y termino el beso para poder retirar la prenda dejándola caer por el suelo para que no estorbe.

Aprieto los dientes emitiendo una especie gruñido de deseo y acto seguido atrapo uno de sus pechos en mi boca, saboreándolo prácticamente de manera literal mientras mis manos descienden sinuosamente por sus costados hasta llegar al borde de su pantalón. Entonces lo recorren hasta llegar al cierre y levanto la mirada hacia ella con expresión traviesa mientras empiezo a desabrocharlo y bajar la cremallera prácticamente a ciegas, jugando a tantear esa zona todo lo que haga falta para terminar introduciendo una mano entre el pantalón y su ropa interior, acariciándola con suavidad pero sin duda alguna estimulándola mientras mordisqueo su barbilla y parte de su cuello.

-¿Vas a desnudarte para mí...?- le pregunto con el tono más sugerente que me puedo permitir. En realidad yo estaría encantado de encargarme de quitarle la ropa pero resulta que en la posición actual es imposible y como tampoco puedo moverme demasiado... la idea de un mini-streaptease tampoco se me antoja precisamente mala.

Aunque hacía ya un rato que había perdido la noción del tiempo este seguía su camino y conforme pasaban los segundos ambos nos íbamos perdiendo cada vez más, tenía que admitir que aunque fuera fuera de lo normal o lo que yo creía normal todas aquellas sensaciones me gustaban bastante, demasiado y es que tras que todo acabase di por sentado que no volvería a vivir un momento como aquel ni a sentir la mitad de lo que ahora estaba sintiendo, recordé lo mal que me sentí cuando rechacé a Dante, es que no quería ni que se me acercara, casi ni sabía por qué, en otra época no le habría cortado de aquella manera, supuse que empezaba a perder la cabeza, en cambio así con Jared era bien distinto, todo lo contrario, pero es que él le conocía mejor y aquellos malos recuerdos no me hacían ningún bien, pero es que ahora ni me acordaba de ellos. Y él me hacía sentir bien. Así que solo quería concentrarme en eso y dejar todo lo demás hacia un lado. Ya tendría tiempo de preguntarme los porqués de todas esas cosas, ahora solo quería disfrutar de aquel momento.

Me fijé en como bebía parte de la bebida que caía sobre él hasta que esta se acabó y me acerqué para besarle de forma intensa saboreando aquel licor de su boca y no solo ello, sus labios, dejando que mi lengua jugase con la suya. Cerré mis ojos recreándome en aquel beso mientras que dejaba que la botella se escapara de mi mano cayendo seguramente a un lado en el colchón, porque por lo menos yo no escuché ningún ruido, pero eso ya daba igual, con ese brazo libre pude abrazarme de nuevo a su cuerpo y acercar mi boca a su cuello para lamerlo de forma intensa, dando algún que otro mordisco mientras notaba como se apartaba quitándome el sujetador, me acabé estremeciendo de placer al sentir su boca y sus caricias que bajaban por mi cuerpo hasta el pantalón soltando algún que otro jadeo a causa de la excitación que me producían todas esas atenciones.

Mis manos se movían por su cuerpo masajeando su piel mientras que mis labios llegaron a su mandíbula cuando él volvió a acercar su boca de nuevo a mi rostro, deslicé mi boca hasta su cuello y acabé por morderle con algo de intensidad pero con cuidado. Le dediqué una pequeña sonrisa traviesa cuando me hizo aquella pregunta y le contesté con un corto beso mordiendo luego su labio inferior de forma traviesa a la vez que apoyaba mis manos sobre su pecho haciendo que se fuera tumbando quedando yo sentada sobre él.

-¿Y tu...?-Empecé a preguntar con un susurro a la vez que deslizaba una de mis manos por su pecho rozando su piel con mis dedos hasta llegar a su cintura y luego al pantalón que empecé a desabrochar con tranquilidad, al menos esta vez mejor que la otra, recordé con una sonrisa entretanto que me echaba hacia adelante para besar su cuello y bajar por su cuerpo recorriéndolo con besos, mordiscos y algún que otro lametón hasta que llegué a su cintura y me concentré en un lado besando su piel y lamiéndola con intensidad justo por encima del pantalón cuando terminaba de desabrocharlo y tirar apenas un poco de la ropa irguiéndome seguidamente para quitarme el mío dedicándole a Jared una mirada traviesa mientras que lo hacía dejándolo caer a un lado y luego cogiendo su mano acercándola a mi cintura para estirar con ella también de la última prenda hacia abajo notando su tacto cálido contra mi piel.

Empiezo a jadear de placer en cuanto sus lametones y mordiscos alrededor de mi cuello se van volviendo más intensos, combinados con esas caricias a través de todo mi cuerpo que no parecen dispuestas a cesar, y de hecho espero que no lo hagan, aunque no voy a mentir... todavía sería mucho mejor si deslizara sus manos mucho más abajo pero entiendo que quizá le cuesta un poco arrancar para determinadas cosas teniendo en cuenta el tiempo que llevaba sin sexo. Sin contar nuestra primera vez, quiero decir.

Después de realizar la pregunta adopta una actitud entre traviesa y coqueta que me encanta así que sonrío ampliamente incluso mientras me muerde los labios, cosa que a fin de cuentas disfruto, estremeciéndome un poco más y resoplando sonoramente cuando aprieta más los dientes entorno a mi cuello -Voy a empezar a pensar que tienes complejo de vampiro... aunque por mí que chupa todo lo que quieras- comento sin poder evitar una risa por lo bajo, dejándome caer lentamente en cuanto empieza a empujarme, quedándome tumbado con una ceja arqueada mientras la observo expectante y con mucho interés.

-No estoy en mi mejor momento para desnudarme pero si me echas una mano...- la verdad es que la pierna me va a terminar jodiendo bastante porque tengo que contener algunos gestos y reacciones que sí me gustarían pero se podría decir que en cierto modo también le da algo de morbo al asunto y por el momento estoy suficientemente ido y concentrado sólo en ella como para disfrutar sin notar su evidente molestia. Por si fuera poco en ese momento empieza a descender a través de mi cuerpo así que ni siquiera me esfuerzo en contener una especie de ronroneo placentero aunque para variar me quedo un poco con las ganas de que siga por ahí abajo. ¿Se supone que mi polla es la zona cero o qué pasa? Ahora resultará que es tímida para estas cosas...

De todas formas el fastidio se me pasa enseguida, básicamente en cuanto ella se deshace de sus pantalones. Me incorporo de nuevo hasta quedarme sentado y no dudo en "ayudarla" a coger la tela de su ropa interior, deslizándola sólo un poco para mordisquear y besar su pelvis antes de seguir descendiendo a través de sus piernas, dejando que se apoye un poco en mí para levantar los pies y terminar dejando la prenda a un lado. Acaricio entonces sus largas piernas de manera lenta y sinuosa en dirección ascendente, mirándola desde abajo claramente encantado con la perspectiva -Eres preciosa, ¿lo sabías? Cada vez me gustas más- es uno de esos muchos momentos en los que hablas sin pensar. Por mucho que sea verdad en otra circunstancia me hubiera guardado la opinión pero ahora mismo no es que procese del todo bien las ideas así que apenas me doy cuenta y me limito a disfrutar del recorrido por su piel hasta darle un mordisco juguetón en el trasero al que acompaña una palmada sonora que me hace arquear ambas cejas momentáneamente.

Después de eso sonrío de manera ladina y tiro de sus manos para que vuelva a sentarse, sólo que esta vez doy un respingo en cuanto me roza porque ya estoy evidentemente, y visiblemente, excitado así que el roce de su cuerpo desnudo ya supone un buen estímulo pero aún así por esta vez la dejo tomar un poco la iniciativa al respecto, aunque si se hace mucho la remolona es probable que cambie de idea...

Al final él me ayudó a quitarme lo que me quedaba de ropa, no podía evitar mirarle excitada mientras notaba sus manos acariciar mis piernas y deslizarse por mi piel de aquella forma tan intensa, no pude evitar cerrar mis ojos al sentir sus manos que era como si quemasen mi piel, soltando algún que otro jadeo ahogado conforme aquel juego se vuelve cada vez de todo menos inocente. Acabé estremeciendo de forma placentera no solo al escuchar sus palabras si no cuando me muerde.-Y tu a mi, me encantas-Logré articular con cierto esfuerzo pues notaba como mi respiración se volvía algo entrecortada y eso que aún casi ni habíamos empezado, mordí mis propios labios abriendo los ojos de par en par al sentir aquella palmada dejando que me volviera a sentar sobre su cuerpo notando lo excitado que él estaba también.

Ya había tenido mis juegos, mis acercamientos y esas caricias e incluso piques sin llegar a hacer mucho, todo para provocarlo y ya estaba bastante excitada como para seguir con ello, cuando me sentó me eché hacia adelante apoyando mis rodillas en el colchón una a cada lado de su cuerpo y una de mis manos en su hombro echándome hacia adelante para que se tumbara de nuevo mientras que rozaba sus labios y los besaba con cierta ansiedad a la vez que con la mano libre estiraba del pantalón hacia abajo lo que podía mientras que deslizaba mi boca de nuevo por su barbilla hasta su cuello de forma bastante húmeda lamiendo su piel y saboreándola echándome un poco hacia abajo para dar otro tirón de su pantalón y no solo del pantalón si no también de los boxers apartándome un poco para terminar de quitárselos ya con algo más de calma al recordar su tobillo. Lancé la ropa por ahí, ahora no la quería para nada y le miré durante unos segundos contemplando su cuerpo sin cortarme mucho con una expresión bastante traviesa a la vez que me acercaba de nuevo medio gateando por encima de él para dejar caerme con cuidado sobre un lado de su cuerpo.

Después de eso volví a su cuello besandolo a la vez que deslizaba una de mis manos por su cuerpo acariciando su piel bajando con cierta rapidez hasta llegar a su miembro y deslizar mis dedos por el lentamente mientras que llevaba mi boca a la base de su cuello y lo besaba y le mordía entre otras. Suelto aún así algún que otro jadeo al notar lo excitado que él estás mientras que presionaba algo la palma de mi mano contra su sexo recorriéndolo con mi mano de arriba a bajo y masajeándolo con más intensidad a la vez que yo misma me iba deslizando hacia abajo como antes, solo que esta vez no me paro en su cintura y continúo bajando mirándole de reojo mordiendo mi labios para luego rozar el glande con mis labios separándolos y así lamer su piel con algo de lentitud pero con intensidad deslizando mi lengua por su miembro recorriéndolo varias veces tanto hacia arriba como hacia abajo mientras que continuaba ayudándome de mi mano, masajeándolo para excitarle aún más.

Entrecierro parcialmente los ojos, esbozando una sonrisa en cuanto me responde. Ni siquiera tenía porque confirmar que fuera mutuo pero evidentemente me agrada, tanto oírselo decir como tener constancia de ello debido a los ruiditos que se le escapan esporádicamente. Cuando volvemos a sentarnos toma parcialmente el control de nuevo pero no me importa, en momentos así vale la pena dejarse hacer, ¿no? Me voy dejando caer mientras sujeto su cogote entre su pelo para seguir ese beso un poco más apasionado que los anteriores, moviéndome en su boca hasta que estamos tumbados y vuelve a recrearse por mi piel así que levanto un poco la cara para dejarle vía libre a mi cuello aumentando considerablemente el nivel de expectación en cuanto termina de desnudarme. Se me escapa un pequeño quejido cuando hay que trastear con el tobillo pero nada, cuestión de pocos segundos, la visión de Nessa acercándose a gatas hace que el dolor "desaparezca" de inmediato.

Al final llega a mi lado y comienzo a acariciar su menudo cuerpo de arriba a abajo insistentemente, como si pretendiera aprender su forma y tacto de memoria. La miro de reojo con una sonrisilla pero entonces su mano baja más y cierro los ojos momentáneamente, dejando escapar un jadeo más sonoro en cuanto empieza a recorrer mi sexo con más naturalidad de la esperada, quedándome con cierta cara de gilipollas porque bueno... me encanta y lo disfruto, no creo que haya nada de malo en eso, ¿no?

La respiración se me empieza a acelerar considerablemente y entonces ella desciende de nuevo a través de mi cuerpo así que arqueo una ceja y apoyo un codo en el colchón, incorporándome lo suficiente como para no perderme el espectáculo... y lo hace. Justo cuando creía que estaba un poco cortada por todo ese rollo de sus precauciones su boca termina en mi sexo y mi cabeza desconecta prácticamente del todo, emitiendo un ruido ronco de placer antes de arquear ligeramente el pecho, dejándome caer de nuevo para empezar a jadear sonoramente mientras me dejo llevar por el placer que me producen todas sus deliciosas atenciones -Joder, sí...- mascullo entrecortándome un poco pero sin perder la sonrisa, apoyando una mano en su cabeza simplemente para notar como se mueve de aquí para allá.

No sé cuanto rato se prolonga esa situación tan estimulantemente placentera pero llega un momento en el que repentinamente me incorporo hasta quedarme sentado de nuevo y arrastro su cuerpo colocándola encima mío, sólo que esta vez me encargo de empezar a penetrarla con cierta moderación sin dejar de mirarla -Veamos como te mueves, princesa- recorro parte de su barbilla y sus labios con la lengua y empiezo a besarla con insistencia mientras sujeto sus caderas con fuerza, ayudándola a moverse para darle el primer "empujoncito". En ése momento una chispa de razón me advierte que ya es la segunda vez que hacemos esto sin precauciones pero la verdad es que no dura demasiado y enseguida me olvido del detalle.

Alcé la mirada en la dirección de Jared para ver como se dejaba caer hacia atrás soltando algún que otro ruidito conforme le iba tocando, no pude evitar mirarle de reojo de forma traviesa al ver su reacción, aunque ahora él pareciera estar en otro sitio, sonreí de la misma forma a la vez que mordía ligeramente mi labio al escucharle mientras que movía mi mano por su miembro masajeándolo con más intensidad volviendo a lamerlo tal vez con cierta más rapidez que antes proporcionándole continuos lametones cada vez más rápidos pero igual de intensos al ver como él se excitaba cada vez más, y con él yo que me perdía con el sonido de su voz dejando mi otra mano libre sobre su abdomen acariciando su piel con las yemas de mis dedos de forma suave.

Llegó un momento en el que había perdido la noción del tiempo dejándome llevar con aquellas atenciones, la verdad era que me gustaba verle así de excitado y con ello disfrutaba igual yo, apenas me di cuenta de cuanto tiempo habría pasado cuando sentí sus manos sobre mi cuerpo tirar de mi hacia arriba, para que engañarme me encantaba sentir sus manos sobre mi piel, cada caricia suya me llevaba otro mundo, y ahora me dejé llevar hacia arriba, él se había sentado sobre el colchón y me dejaba sobre su cuerpo sintiendo como iba entrando lentamente dentro de mi. Rodeé su cuerpo seguidamente colocando mis brazos sobre sus hombros inclinando mi cuerpo ligeramente hacia atrás conforme le iba sintiendo cerrando los ojos con fuerza a la vez que mi respiración se volvía más acelerada, iba a perder la cabeza y su lengua no me ayudaba para nada a pensar con claridad.

Le miré un instante con una pequeña sonrisa al escuchar su comentario a la vez que tomaba aire y volvía sentir sus labios sobre los míos, cerrando mis ojos para disfrutar mejor del momento saboreando su boca con ganas, besándole y jugando con su lengua en aquel pequeño juego ahogando un gemido sobre sus labios y boca al sentir ese primer movimiento. Y apoyando mis manos sobre sus hombros aún con los ojos cerrados inclinando mi cabeza ligeramente hacia atrás conforme me empezaba a mover apoyando mis rodillas sobre el colchón para así poder moverme en un principio algo con más calma jadeando con más fuerza conforme iba a más. Y claro que iba a más, echaba mi cuerpo hacia adelante presionándolo contra él sin dejar de jadear cada vez más, pronunciando su nombre de forma entrecortada casi sin pensar, excitada con la situación mientras que soltaba algún que otro gemido placentero.

Trago pesado en cuanto la veo arquearse ligeramente de placer tan cerca de mí. No nos engañemos, me encantan de ese tipo de reacciones en ella porque me gusta verla disfrutar tanto como yo así que eso mismo ya supone un estimulo más al que ya son las numerosas caricias, besos y otros gestos.

Me envuelve entre sus brazos y yo hago algo parecido entonces, sosteniéndola por la espalda mientras empieza a moverse encima de mí prácticamente "bailando" de forma sinuosa así que compongo una sonrisa entre divertida y algo atontada mientras se aprieta más contra mi cuerpo y yo recorro su espalda hasta sujetar nuevamente sus caderas para ayudarla a intensificar un poco los movimientos, quedándome muy cerca de su cara para notar su respiración agitada y sus gemidos en mi propia boca, dejando que sienta exactamente lo mismo de manera recíproca y jugando de vez en cuando a acariciar sus labios con los míos pero sólo de manera superficial para ceder toda la atención al placer de nuestros cuerpos completamente unidos y nuestras miradas encontradas.

Ella empieza a musitar mi nombre y yo llego a decir el suyo una sola vez de manera contundente y sin ningún tipo de diminutivo por esta vez, agitándola con algo más de fuerza en ese momento para terminar llegando al clímax de mi propio placer con un ruido ronco y sonoro que precede a un hondo resoplido que emito hacia arriba, besándola entonces sí hasta que ella también parece satisfecha y la suelto lentamente y de manera progresiva.

-Puede que no sea el mejor momento para hablar de esto pero...- lo dejo un poco en el aire, mordisqueándome los labios antes de besarla en un pómulo y después en el otro de manera afectuosa, dejándome caer entonces en la cama con un suspiro de clara satisfacción y tranquilidad -Si vamos a seguir viajando juntos habría que empezar a plantearse lo de... tomar precauciones- es un poco irónico soltarlo justo después de follar pero es que cuando estás disfrutando es mucho más difícil pararse a pensar en esos pormenores así que más vale tarde que nunca porque me temo que un embarazo sería demasiado complicado en este entorno, por mucho que puedan gustarme los críos y demás.

No podía pensar en otra cosa más, había que ver como estaba en aquel preciso momento que me costaría hasta recordar mi propio nombre, le miré de forma algo divertida apenas unos segundo de conciencia que se perdieron en aquel momento conforme aquella sensación de locura iba creciendo cada vez más y conforme más tenía más quería todo en busca de aquel momento final que ambos buscábamos, aunque con todo aquello prefería que tardase un poco más en llegar.

Me sentía allí y no a la vez, ya de por si resultaba imposible pensar en algo más por lo que era como si no estuviera, pero a la vez sentía cada una de sus caricias y gestos de forma intensa, solo me concentraba en todo aquello, devolviéndoselas, deslizando mis dedos por su piel sintiendo su propio cuerpo pegado al mío, solo ese contacto me volvía ya de loca de por si, continuaba moviendo mi cuerpo sobre el suyo con más insistencia cada vez terminando por sentir sus manos en torno a mis caderas y como él mismo me ayuda a moverme provocando que mis gemidos se incrementen al sentirle, sobre sus labios acariciándolos con los míos notando su cara cerca de la mía, me estremezco entre sus brazos con un pequeño temblor al notar como ese momento llega seguido de un fuerte gemido por mi parte y otro suyo junto a sus besos que evidentemente me encantan, viendo como suspira hacia arriba y seguidamente me acerco para besar su cuello poco a poco dejando que se vaya separando y moviéndome con cierta lentitud algo perezosa hacia un lado.

Sonreí de forma divertida cuando me dio aquellos besos y me quedé mirando como se dejaba tumbar imitando su acción para dejarme caer a su lado mirándole fijamente escuchando lo que me decía. Mierda, ya decía yo que se me olvidaba algo. No supe que expresión puse pero desde luego que la sonrisa se me borró de la cara en cuanto escuché aquellas palabras, era la segunda vez que lo hacíamos sin precauciones ni nada, es decir, no... Yo me iba a ahora a una farmacia a por la dichosa pastilla del día de después. Me eché hacia un lado medio rodando por la cama para ir a por mi ropa, aunque no debí controlar demasiado bien pensando que estaría más lejos del borde porque acabé cayéndome yo sola a un lado.

-Ay... ¡Joder!-Me agarré torpemente del borde de la cama para ponerme de pie e ir en busca de mi ropa. Y torpe que casi me como hasta la mesita de enfrente, me puse de pie de nuevo dando con la camiseta que empecé a ponerme y rápidamente la ropa interior.

Spoiler: