Una línea blanca [Eleazar Bass]

— Usar una línea blanca para las comunicaciones con los soldados de fuera sería mucho más seguro, Umbrella no daría con ellas ni queriendo buscarlas Eleazar — Hotchner miraba distraído el borde de la mesa, cruzado de brazos jugaba con un bolígrafo. Se llevaba la punta a los labios y presionaba ligeramente su labio superior.

— Estamos actuando bien, hasta ahora nuestros soldados no han tenido ningún altercado y los miembros con acceso E están siendo vigilados las 24 horas del día, los que han sido incorporados a la base recientemente tienen un buen control, y aquellos en los que en su día se desconfió siguen siendo vigilados ocasionalmente... Estamos siendo muy cuidadosos — Hotchner le hacía ver a la directora de Pandemonium que todo estaba bajo control. — No hay razón para estar siempre preocupados por ello, tampoco digo que nos confiemos, pues entonces es cuando se comienzan a cometer fallos, lo que sí te pido es que te lo tomes con más calma todo Eleazar — estiró el brazo para alcanzar su tablet, que estaba sobre la mesa de ella. Comenzó a releer algunos datos. — Los rangos F están siendo divididos en dos grupos, los I grupo no saldrán de sus celdas, pues se ha averiguado que suponen un grado de peligro considerable para la base y los del grupo II están recibiendo diferentes evaluaciones para terminar de averiguar si ocultan algo, antes de pasarlos al grupo I o al E lo consultaré contigo como siempre — observó algunas fotografías, pertenecientes a las fichas de estos individuos de los que hablaba y cuando terminó volvió a dejar la tablet sobre la mesa. Alzó la mirada hacia su superiora. — ¿Te dejan más tranquila mis palabras Eleazar? Todo está en orden y seguirá así — trató de sonreír. — La prueba de ello es lo bien que nos va, y seguirá así por mucho más tiempo, ya lo verás — Hotchner empujó la tablet sobre la mesa en la dirección de Eleazar.

— Quería preguntarte sobre ella: Ava Aiken, alias Bobbi — en la tablet se visualizaba la ficha de esta mujer, con una foto y todo. Había sido parte del grupo F y ahora sin embargo era miembro de los SSU, había sido todo un desafío hacia la seguridad seguridad de Pandemonium, pero parecían haber acertado. — Bobbi nos ha dado buenos resultados... Me gustaría que se uniera a mi unidad, la tendría más controlada y creo que sería un buen activo — explicó él, que deseaba la aprobación de Eleazar. No realmente su aprobación, sino una opinión, ya que si a ella no le gustaba sería realmente él quien decidiría si se unía o no. Él ya le había comentado a Eleazar lo de volver a la carga y lo haría con su propio escuadrón. — También tengo la intención de integrar a Jemma E. Croft, su expediente es perfecto — se acercó para deslizar un dedo por la pantalla de la tablet, esta pasó de mostrar el expediente de Ava Aiken al de la susodicha anteriormente.

- Me parece bien - Respondí aparentemente distraída, sin embargo estaba atenta a las palabras de mi asesor. - ¿Puedes predisponer todo tú? - Pregunté alzando la mirada en su dirección. - Ando un poco liada con la organización de Recursos Humanos y las nuevas identificaciones - Expliqué mientras sacaba mi tablet de su funda. Gracias a Dios que podíamos seguir contando con aquellas tecnologías o de lo contrario tendría que arrastrar una montaña entera de documentos sobre todos y cada uno de los integrantes de la base. No tenía que consultarle o preguntarle nada más, si Hotchner creía que era lo mejor yo confiaba en su decisión, hasta ahora nos había ido muy bien.

- ¿Tanto se nota mi inquietud? - Sonreí con aire de cansancio. - Lo sé, pero es el tiempo, sigo pensando que es cuestión de tiempo que nos encuentren o que sepan de nosotros y para entonces sigo pensando que deberíamos estar preparados - Observé como Hotchner parecía totalmente tranquilo y seguro de sus palabras, eso me ayudaba, pero esa inquietud no desaparecía del todo. Me erguí, quedando sentada de forma correcta en mi sillón y apoyé las manos sobre la mesa para hablarle claramente. - Eso es, no quiero que nos confiemos, hemos superado ya un buen tiempo en la sombra, y fue difícil, pero ahora viene otra parte difícil, seguir sin levantar sospechas... Tanto tiempo sin problemas puede hacer que nos confiemos y ese sería nuestro mayor error, mira lo que pasó con el último incidente... - Suspiré y volví a recostarme sobre mi sillón. Fui asintiendo a todas y cada una de sus palabras, me gustaba como era capaz de calmar mis nervios explicando que todo funcionaba correctamente. Sin él tal vez no hubiéramos llegado tan lejos.

- Sí... - Sonreí resignada y con cierta mirada de cariño, apreciaba mucho su trabajo. - Gracias Hotch - Volví a erguirme, tal vez con más seriedad cuando sacó el tema de Ava Aiken. - Me suena... - Mordí mi labio mientras trataba de recordar y al ver la foto me vino todo como un flash. - ¿No tuvo un rango F?, a punto estuvimos de no dejarla salir de su celda... - No sabía que me molestaba más, si el ansia de Hotch por volver a la acción tras su incidente o que se molestase tanto en complicarse las cosas. - Pero... - Estiré la mano recogiendo su tablet para leer el informe. Efectivamente hablábamos de la misma persona. Fue miembro de Umbrella y la consideramos un gran peligro en su día hasta que pareció verse que ella estaba totalmente arrepentida. Se había ido ganando su puesto actual poco a poco, pero aún había cierta desconfianza en su persona y las misiones que le enviaban solían ser sencillas, de poca envergadura y siempre solía estar vigilada, a veces incluso sin que lo supiera.

- Sí, parece que está limpia y que se debe a nosotros, su puesto se lo ha ganado, pero... ¿Estás seguro de querer volver?, aquí me haces mucho bien y... - Y como le gustaba complicarse. - Vas a tener un buen equipo desde luego... Especialistas, una bioquímica... Croft es perfecta, disciplinada, buena... Sin embargo no se le da bien trabajar en equipo, en el expediente pone que no es muy sociable así que no sé que decirte y de todas formas sé que da igual, porque la última decisión la tomarás tú, ¿no? - Hice una mueca con una mirada entre divertida y de resignación mientras le devolvía la tablet.

— Por supuesto, realizaré los cambios pertinentes, todo se llevará a cabo de la forma más rápida y tranquila posible — Jason recogió su tablet para realizar unas anotaciones y luego la posicionó en los informes otra vez, para seguir hablando de las chicas de forma más tranquila.

— Llevamos ya un tiempo trabajando juntos y sé cuando algo te inquieta — le dedicó una de sus sonrisas paternalistas, entre lo amable y lo cariñoso. Jason Hotchner llevaba ya mucho tiempo del lado de Eleazar Bass y no era su mano derecha por nada y menos. Él sonrió de nuevo ante las inquietudes de su superiora. Hotchner se irguió en su silla y se acercó hacia Eleazar para quedar más cerca, aunque el escritorio los separaba aún. — Escúchame, tenemos decenas de protocolos a seguir para mil y un posibles desastres, tenemos un sin fin planes y especialistas muy capacitados al mando de todos los escuadrones, no te preocupes, pero si así te quedas más tranquila trabajaré en nuevas ideas de defensa, ¿te parece bien?, será por ideas y tiempo... — con otra sonrisa, esta vez una más divertida, Jason se recostó sobre el respaldo de la silla y se entretuvo con su tablet en revisar los informes de Jemma y Bobbi.

— Sabes que sí, que estoy preparado y no te preocupes, seguiré ayudándote, eso por descontado — quería volver, no había más de lo que hablar. — Cierto, a Bobbi la tendré vigilada hasta tener una mejor idea de ella y a Jemma le vendrá bien trabajar en una unidad como esta, tendrá que relacionarse con el resto e incluso... — Hotchne acababa de pensar en algo, tal vez fuera tan absurdo que incluso pudiera funcionar. — Deja que me asegure y serás la primera a la que se lo consulte — sonrió, tenía una idea, tal vez una muy descabellada. Pero podía funcionar. — Lo es, Croft es muy responsable y me vendrá bien, Aiken puede ser un reto o no, es muy buena — concluyó él. Había oído hablar bien de los trabajos que había realizado para Pandemonium, aunque no fueran gran cosa.

- Gracias - Miré a Hotchner con cierto cariño y estiré mi mano para acariciar la de él. - Dicen que mi puesto es super cómodo, pero... - Reí con algo de amargura. - ¿Qué haces cuando hay tanta gente a tu cargo?, siento que en cualquier momento ocurrirá algo y... ¡Estas personas confían en nosotros! - Me puse pie a y comencé a pasear de un lado a otro por el despacho.

- Han sobrevivido a todo un infierno para estar ahora aquí a salvo, sufrieron en su día y la mayoría sigue hoy en día sufriendo porque aún lloran a sus seres queridos, así que no podemos permitir que nada les ocurra, se lo debemos y más aún... - Dejé de hablar repentinamente porque aquello tal vez fuera duro, pero era la realidad. - Y más aún porque seguramente son las últimas personas con vida de la tierra, debemos luchar para que los humanos no se extingan - Tragué saliva, me había costado mucho decirlo en voz alta, pero así era. Aquella pandemia había acabado con prácticamente todo el planeta y seguramente aquí quedaba la última oportunidad de la humanidad.

- ¿En qué estás pensando Hotchner?, a veces me das miedo, sobre todo cuando pones esa cara tuya de maquinar cosas... - Señalé al hombre con mi índice y seguí paseando de un lado a otro hasta que me dejé caer sobre el elegante sofá de cuero blanco que descansaba a un lado de la habitación. Resoplé y miré el techo fijamente. - No me dejas nada tranquila con tus locuras y ganas de acción, pero lo acepto, ¿me queda otra opción? - Medio fulminé con la mirada al subdirector y luego negué sonriendo. Tal vez debiera hablar con alguno de los miembros de aquel equipo, en privado, sin que nadie lo supiera para informarle sobre Jason y asegurarme de que lo tendrían vigilado. Sí, sería lo mejor.

Observé a Elezar, siempre se ponía así de inquieta cuando se trataban de temas que afectaban al resto de personas, incluso antes del brote se preocupaba por todo, hasta el más mínimo detalle que pudiera afectar a alguien y siempre lograba dar con una solución, aunque eso le costará salud a ella, no descansar, no comer...

— Elle... Mírame, todo está controlado, te lo aseguro, ¿cuándo te he mentido? — sujeté su mano y la miré fijamente. Durante toda mi vida había trabajado al mando de muchas personas, Eleazar era sin duda de quien estaba más orgulloso y eso que de primeras tuve mis reticencias al saber que mi superiora era mucho más joven que yo.

La miré mientras iba de aquí para allá y yo negaba, porque ella se preocupaba demás de la cuenta. — Elle, llevo en esto más de media vida, si sigo fuera de la acción moriré por aburrimiento, tendré cuidado, lo prometo — le dediqué una amplia sonrisa a la directora de la corporación.

— Y cambiando de tema... — me acerqué a mi tablet para poder recogerla. — Comenzaré con los preparativos de lo que hemos hablado — entonces ella me dijo que le daban miedo mis ideas. — Tranquila, ya te lo contaré en su momento — me puse en pie para poder marcharme. — Te mantendré informada, ahora marchó para ir a realizar mis tareas, hasta luego Elle — saludé y me marché por la puerta, tenía mucho trabajo que hacer.

- Eso espero - Me crucé de brazos sobre la mesa. Observé a Hocthner con una mirada notablemente llena de preocupación. Prefería que se quedara en la base y que realizase tareas más livianas. - Lo que ahí afuera ya no es como tus antiguas misiones, así que sí, por favor, ten mucho cuidado - Insistí en ello.

- De acuerdo, tengo ganas de ver que sale de ahí - Asentí suavemente a sus palabras y me quedé en mi asiento para seguir trabajando con las nuevas identificaciones. La mayoría ya estaban siendo terminadas, tan solo me quedaba consultar con algunos miembros de la base un par de cosas. Y podía hacerlo todo cómodamente desde mi despacho gracias a la tablet.

- Si necesitas algo ya sabes donde estoy - Dije a modo de despedida. Le dediqué una pequeña sonrisa y observé como salía del despacho. Suspiré, realmente me tenía preocupada. Me levanté de mi silla para tomar un pequeño descanso, me acerqué al mueble bar y me serví en un baso un poco de té frío, necesitaba despejarme.

Con el vaso en la mano me acerqué de nuevo a la mesa para examinar la pantalla de mi ordenador y la de la tablet. Tenía en ella la nueva tarjeta de un tal Philip Foster, la aprobé y mandé para que la imprimieran y se la llevaran, pronto tendría la tarjeta en físico. Estaba bastante orgullosa de mi trabajo, aunque fuera un poco absurdo que me yo me encargara de ello, pero no, deseaba hacer tareas, ser otra más y sentirme de utilidad. Aunque eso me llevara media vida, ya que el trabajo de las tarjetas era una tarea bastante lenta, pero de gran utilidad para evitar incidentes y fugas. Eran sencillamente el nuevo carnet de identidad de hoy en día. Di un trago del vaso y decidí proseguir con mi trabajo.