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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Absolutamente nada [Arcadia]
Enjoy the Silence 4.0 :: Estados Unidos :: Kansas :: Arcadia
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Uno de mayo de 2016.
Adaptar Arcadia a unos tiempos más modernos no estaba siendo tarea fácil. Pero entre Thea, Maze, Kyle y yo la cosa parecía avanzar poco a poco. Los primeros días fueron los peores; mucho polvo, material caducado, hecho trizas...
Tiramos tantas cosas... Mantas y sábanas desgastadas, comida en mal estado, colchones viejos... y durante otro tanto tiempo estuvimos buscando mobiliario más moderno, aparatos tecnológicos más actuales... con un poco de maña e ingenio logramos actualizar gran parte del refugio y al menos acomodar las zonas que más usábamos: cocina, baños, algunos dormitorios, salón... El tema de la despensa, enfermería, armero... era otra cosa.
Pero poco a poco.
Aquel día era de descanso, en principio. Llevábamos varios días sin parar y decidimos que nos levantaríamos más tarde para no hacer absolutamente nada. Yo tenía muchas ganas de algo así. Y como buen domingo, que ni siquiera sabía si era realmente domingo. Me levanté con mi pijama y fui a la cocina a servirme un bol de averna en agua o vete a saber qué cochinada.
—Mierda... —me quejé al ver que estaba todo prácticamente vacío.— Hasta para Thea esto es raro —me quejé. Seguidamente fui al salón y me dejé caer en uno de los sillones. Apenas había de comer. Nos habíamos concentrado demasiado en otras cosas. Empezaba a sentir que aquel día no sería precisamente de descanso.
Adaptar Arcadia a unos tiempos más modernos no estaba siendo tarea fácil. Pero entre Thea, Maze, Kyle y yo la cosa parecía avanzar poco a poco. Los primeros días fueron los peores; mucho polvo, material caducado, hecho trizas...
Tiramos tantas cosas... Mantas y sábanas desgastadas, comida en mal estado, colchones viejos... y durante otro tanto tiempo estuvimos buscando mobiliario más moderno, aparatos tecnológicos más actuales... con un poco de maña e ingenio logramos actualizar gran parte del refugio y al menos acomodar las zonas que más usábamos: cocina, baños, algunos dormitorios, salón... El tema de la despensa, enfermería, armero... era otra cosa.
Pero poco a poco.
Aquel día era de descanso, en principio. Llevábamos varios días sin parar y decidimos que nos levantaríamos más tarde para no hacer absolutamente nada. Yo tenía muchas ganas de algo así. Y como buen domingo, que ni siquiera sabía si era realmente domingo. Me levanté con mi pijama y fui a la cocina a servirme un bol de averna en agua o vete a saber qué cochinada.
—Mierda... —me quejé al ver que estaba todo prácticamente vacío.— Hasta para Thea esto es raro —me quejé. Seguidamente fui al salón y me dejé caer en uno de los sillones. Apenas había de comer. Nos habíamos concentrado demasiado en otras cosas. Empezaba a sentir que aquel día no sería precisamente de descanso.
A beautiful liar, love for him is pain. The temples are now burning, our faith caught up in flames. I need a new direction, cause I have lost my way. All we need is faith.
- Buenos días Dallas - sonreí, pero ella se mostró bastante frustrada o al menos esa era mi impresión. Enarqué una ceja deposité el periódico que estaba leyendo en una mesita que había a mi lado.
Aquella mañana me había despertado bastante temprano para tratarse de nuestro día de descanso tras todas las reformas y limpieza que estábamos haciendo en Arcadia. Estaba acostumbrada a ese horario y como no podía seguir durmiendo me decidí a dar una vuelta por el refugio. Fue ahí, cuando acabé en la cocina, para prepararme el desayuno que me di cuenta de que apenas nos quedaba nada para comer. Apenas unos días más. Y la última jarra de café la decidí preparar para todos. Después me fui al salón, para sentarme en uno de los enormes sofás y leer un periódico antiguo, de 1949, mientras que bebía café de una taza.
Ahí apareció Dallas con esa cara tan "de que no estaba contenta".
- He preparado café - me puse en pie y me acerqué a la mesa principal, allí había una bandeja con la jarra termo, llena de café y unas tazas que había traído para el resto. Serví en una taza y se la acerqué a la rubia. - Es nuestro último café, así que saboréalo - quedaría para un par más de tazas. Así que si Maze o Kyle llegaban a tiempo... tal vez disfrutarían de él.
- Sienna Adler, ¿me vas a decir ya qué te pasa? Te conozco demasiado bien - enarqué una ceja, una vez que me senté de nuevo en el sofá, sujetando el periódico con ambas manos, pero ya no le presté atención, pues seguía observando a la rubia, ahora era yo quien tenía cara de pocos amigos.
Aquella mañana me había despertado bastante temprano para tratarse de nuestro día de descanso tras todas las reformas y limpieza que estábamos haciendo en Arcadia. Estaba acostumbrada a ese horario y como no podía seguir durmiendo me decidí a dar una vuelta por el refugio. Fue ahí, cuando acabé en la cocina, para prepararme el desayuno que me di cuenta de que apenas nos quedaba nada para comer. Apenas unos días más. Y la última jarra de café la decidí preparar para todos. Después me fui al salón, para sentarme en uno de los enormes sofás y leer un periódico antiguo, de 1949, mientras que bebía café de una taza.
Ahí apareció Dallas con esa cara tan "de que no estaba contenta".
- He preparado café - me puse en pie y me acerqué a la mesa principal, allí había una bandeja con la jarra termo, llena de café y unas tazas que había traído para el resto. Serví en una taza y se la acerqué a la rubia. - Es nuestro último café, así que saboréalo - quedaría para un par más de tazas. Así que si Maze o Kyle llegaban a tiempo... tal vez disfrutarían de él.
- Sienna Adler, ¿me vas a decir ya qué te pasa? Te conozco demasiado bien - enarqué una ceja, una vez que me senté de nuevo en el sofá, sujetando el periódico con ambas manos, pero ya no le presté atención, pues seguía observando a la rubia, ahora era yo quien tenía cara de pocos amigos.
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— Buenos días... — Kyle Hyde se adentró en la sala y nada más hacerlo, un intenso aroma a café recién hecho inundó sus fosas nasales. — Wow... ¿Y ese olor? — no pudo evitar sonreír ligeramente, hacía mucho tiempo que no olía a café, de hecho creía que jamás volvería olerlo. — ¿Qué es ese milagro? — ¿Cómo era posible que un sencillo aroma le cambiara el humor por completo?
— ¿El último? mi gozo en un pozo — se acercó a por una taza y acto seguido tomó asiento junto a Thea para servirse un poco. — Deberíamos buscar víveres — bebió un pequeño sorbo y se fijó en la tal Dallas, no habían hablado mucho. De hecho Hyde, desde su llegada se había mantenido muy ocupado limpiando por su cuenta a fondo la enfermería, lugar del que había decidido apropiarse para contribuir al refugio.
— La enfermería está vacía prácticamente — suspiró. — Bueno prácticamente, está vacía de material, había algunos paquetes de gasas antiguos y vendas amarillentas, lo he guardado todo en una caja, por si acaso, pero preferiría no tener que usarlas — se encogió de hombros y volvió a beber. — Tal vez... — iba a decir de que podrían salir, pero entonces se calló por completo. Desde que llegó no había salido del refugio y ahora se sentía extraño. Tenía hasta cierto temor, estaba totalmente recuperado de su accidente gracias a sus anfitriones, pero ahora... algo le daba miedo. Algo que tenía que superar lo antes posible.
— ¿El último? mi gozo en un pozo — se acercó a por una taza y acto seguido tomó asiento junto a Thea para servirse un poco. — Deberíamos buscar víveres — bebió un pequeño sorbo y se fijó en la tal Dallas, no habían hablado mucho. De hecho Hyde, desde su llegada se había mantenido muy ocupado limpiando por su cuenta a fondo la enfermería, lugar del que había decidido apropiarse para contribuir al refugio.
— La enfermería está vacía prácticamente — suspiró. — Bueno prácticamente, está vacía de material, había algunos paquetes de gasas antiguos y vendas amarillentas, lo he guardado todo en una caja, por si acaso, pero preferiría no tener que usarlas — se encogió de hombros y volvió a beber. — Tal vez... — iba a decir de que podrían salir, pero entonces se calló por completo. Desde que llegó no había salido del refugio y ahora se sentía extraño. Tenía hasta cierto temor, estaba totalmente recuperado de su accidente gracias a sus anfitriones, pero ahora... algo le daba miedo. Algo que tenía que superar lo antes posible.
Estuve por unos minutos observando el techo, igual hasta me había quedado dormida, ya que no había descansado demasiado bien en los últimos días.
Un intenso aroma a café comenzó a llegar a mis fosas nasales, lo cual hizo que me levantase casi de un salto. Thea entraba en la sala cargando una bandeja, sonreí ampliamente recibiendo la taza, la sonrisa desapareció cuando explicó que era el último.
—Sabes lo que eso significa —me giré para ver llegar a Kyle mientras que tomaba un sobro del café y tal y como había dicho mi compañera procuraba apreciar el sabor. No era malo, pero tampoco bueno—. Por cierto, buenos días —sonreí.
—No queda prácticamente nada de nada —incidí en las últimas palabras, ya que no solo era la cafetería. Estábamos desprovistos de tantas cosas que realmente empezaba a preocuparme—. Deberíamos salir a por provisiones —volví a beber.
—Hoy —insistí tras una breve pausa en la que nadie dijo nada—. Ahora —solté tajante. No pude evitar sonreír ligeramente ante aquellas formas. Me había sentado ya, para estar algo más cómoda. No pude evitar mirar de reojo a Kyle, apenas habíamos hablado mucho más de lo típico, pero Thea confiaba en él y eso era lo que importaba. En lo poco que Hyde llevaba en aquel lugar nos habíamos centrado en desmantelar el refugio, sí, era una forma de decirlo, ya que no habíamos dejado mueble sin mirar, apartar... una limpieza tan profunda que hasta se podría comer en el suelo. De ahí que hubiera estado tan ocupada para conocer mejor al nuevo médico del refugio o que estuviera tan cansada.
—Bueno, ¿qué decís? —los miré desde mi asiento sujetando la taza entre ambas manos, volvía a beber sin apartar la mirada de ellos.
Un intenso aroma a café comenzó a llegar a mis fosas nasales, lo cual hizo que me levantase casi de un salto. Thea entraba en la sala cargando una bandeja, sonreí ampliamente recibiendo la taza, la sonrisa desapareció cuando explicó que era el último.
—Sabes lo que eso significa —me giré para ver llegar a Kyle mientras que tomaba un sobro del café y tal y como había dicho mi compañera procuraba apreciar el sabor. No era malo, pero tampoco bueno—. Por cierto, buenos días —sonreí.
—No queda prácticamente nada de nada —incidí en las últimas palabras, ya que no solo era la cafetería. Estábamos desprovistos de tantas cosas que realmente empezaba a preocuparme—. Deberíamos salir a por provisiones —volví a beber.
—Hoy —insistí tras una breve pausa en la que nadie dijo nada—. Ahora —solté tajante. No pude evitar sonreír ligeramente ante aquellas formas. Me había sentado ya, para estar algo más cómoda. No pude evitar mirar de reojo a Kyle, apenas habíamos hablado mucho más de lo típico, pero Thea confiaba en él y eso era lo que importaba. En lo poco que Hyde llevaba en aquel lugar nos habíamos centrado en desmantelar el refugio, sí, era una forma de decirlo, ya que no habíamos dejado mueble sin mirar, apartar... una limpieza tan profunda que hasta se podría comer en el suelo. De ahí que hubiera estado tan ocupada para conocer mejor al nuevo médico del refugio o que estuviera tan cansada.
—Bueno, ¿qué decís? —los miré desde mi asiento sujetando la taza entre ambas manos, volvía a beber sin apartar la mirada de ellos.
A beautiful liar, love for him is pain. The temples are now burning, our faith caught up in flames. I need a new direction, cause I have lost my way. All we need is faith.
- ¿Ahora? - por un momento hasta pareció que iba a toser el café. Kyle se había acercado con nosotras a desayunar también y resultaba un momento muy agradable, pese al inminente problema de la falta de alimentos. - Dallas, tú mejor que nadie sabes que necesito organizar las salidas al milímetro, creo que es la clave de seguir con vida - di un sorbo a mi taza de café. - Tendría que mirar los mapas que tengo y buscar qué pueblo está más cerca, que no tuviera muchos habitantes, pero que contase con un centro médico, supermercados... - iba diciendo mientras me ponía en pie y me acercaba a una de las estanterías de la sala.
- Luego tenemos que hacer una lista de útiles imprescindibles, y en función de eso marcar un trayecto que seguir - tenía un libro de mapas de carreteras, que había sido mi aliado en los últimos años, lo dejé caer sobre la mesa y abrí por la mitad, no muy lejos de la bandeja de tazas y jara de café.
- A ver, estamos por aquí... - desde que nos habíamos instalado no había tocado aquel libro, los lugares a donde nos habíamos acercado eran pequeñas tiendas de ultramarinos, por lo que era lógico que nos encontrásemos en esa tesitura.
- Esto no es algo que se haga en cinco minutos, me puedo tirar perfectamente toda la tarde trazando un plan y para cuando acabe puede ser de noche, lo suyo es salir al amanecer, para tener el máximo de horas de luz - suspiré al ver los mapas de Lebanon. - Hastings podría ser una buena opción, 24.000 habitantes en su momento... realmente no es mala idea, pero hay que ir con cuidado - fruncí el ceño mientras que me acercaba a la mesa de la entrada a por papel y boli. Ya me había centrado por completo en aquello. - ¿Me acercas mi taza de café? - alcé apenas un momento la mirada y volví a los mapas.
- Luego tenemos que hacer una lista de útiles imprescindibles, y en función de eso marcar un trayecto que seguir - tenía un libro de mapas de carreteras, que había sido mi aliado en los últimos años, lo dejé caer sobre la mesa y abrí por la mitad, no muy lejos de la bandeja de tazas y jara de café.
- A ver, estamos por aquí... - desde que nos habíamos instalado no había tocado aquel libro, los lugares a donde nos habíamos acercado eran pequeñas tiendas de ultramarinos, por lo que era lógico que nos encontrásemos en esa tesitura.
- Esto no es algo que se haga en cinco minutos, me puedo tirar perfectamente toda la tarde trazando un plan y para cuando acabe puede ser de noche, lo suyo es salir al amanecer, para tener el máximo de horas de luz - suspiré al ver los mapas de Lebanon. - Hastings podría ser una buena opción, 24.000 habitantes en su momento... realmente no es mala idea, pero hay que ir con cuidado - fruncí el ceño mientras que me acercaba a la mesa de la entrada a por papel y boli. Ya me había centrado por completo en aquello. - ¿Me acercas mi taza de café? - alcé apenas un momento la mirada y volví a los mapas.
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— Boom... — Hyde recreó un gesto como si le explotase la cabeza. No hablaba por él, sino que se refería a Thea, quien había entrado en colapso revisando sus mapas. — Hastings está bien, pero déjate de historias — Kyle le acercó la taza a la mujer. — Tenemos que ir sin más, en cierta manera Dallas tiene razón... — el hombre volvió a su asiento dando un largo trago a su taza.
— Es la manera perfecta de conseguir víveres, necesitamos de todo, cualquier cosa estará bien. Seguro que ese lugar tiene un centro comercial, nos acercamos a ver que hay, nos lo llevamos y nos largamos — Hyde parecía muy seguro de la situación. — Seguro que tiene varias tiendas dentro: farmacia, supermercados, tiendas de ropa... — buscaba la mirada de Dallas viendo su aprobación. — Nos acercamos a echar un vistazo, que no esté lleno de zombies... vamos con cuidado, pero sobre la marcha, ya tendrás tiempo de organizarte mejor con el resto del pueblo. — sonrió con amabilidad. Hyde solía ser también como Thea siempre, pero en aquel momento todo apremiaba y se sentía un poco contra la pared. ¿Había entrado en pánico por la falta de café? Podría ser.
— Es la manera perfecta de conseguir víveres, necesitamos de todo, cualquier cosa estará bien. Seguro que ese lugar tiene un centro comercial, nos acercamos a ver que hay, nos lo llevamos y nos largamos — Hyde parecía muy seguro de la situación. — Seguro que tiene varias tiendas dentro: farmacia, supermercados, tiendas de ropa... — buscaba la mirada de Dallas viendo su aprobación. — Nos acercamos a echar un vistazo, que no esté lleno de zombies... vamos con cuidado, pero sobre la marcha, ya tendrás tiempo de organizarte mejor con el resto del pueblo. — sonrió con amabilidad. Hyde solía ser también como Thea siempre, pero en aquel momento todo apremiaba y se sentía un poco contra la pared. ¿Había entrado en pánico por la falta de café? Podría ser.
—Vaya... —susurré alargando mucho las letras al ver el despliegue de mapas que había organizado Thea en un segundo—. No... vamos en modo a la antigua —me acerqué a Thea para agarrarla por los hombros antes de que siguiera o empezase a crear un croquis, mapa conceptual... vete tú a saber. La fui alejando poco a poco de la mesa.
—A la antigua —repetí mirándola fijamente a los ojos—. Como dice Kyle, vamos, hacemos ruido, vemos si hay zombies en la costa y arrasamos con todo lo que podamos. Ya sin pensar, vamos a prepararnos —en mi cabeza todo aquello sonaba demasiado bien, pero yo sabía que para Thea ahora estaban saltando todas alas alarmas.
—Hemos sobrevivido a cosas peores —me reí—. Vaaamos... no me podéis dejar sin café. Me muero —le puse carita de pena y me fui alejando poco a poco sin cambiar la expresión para tomar la taza de la que había estado bebiendo.
—A Doc le parece guay, osea... somos dos contra uno y Maze seguro que también lo aprueba —sujeté la taza entre mis manos tras beber—. Básicamente porque si se entera de que no hay café le prende fuego a todo — susurré poniendo los ojos en blanco.
—A la antigua —repetí mirándola fijamente a los ojos—. Como dice Kyle, vamos, hacemos ruido, vemos si hay zombies en la costa y arrasamos con todo lo que podamos. Ya sin pensar, vamos a prepararnos —en mi cabeza todo aquello sonaba demasiado bien, pero yo sabía que para Thea ahora estaban saltando todas alas alarmas.
—Hemos sobrevivido a cosas peores —me reí—. Vaaamos... no me podéis dejar sin café. Me muero —le puse carita de pena y me fui alejando poco a poco sin cambiar la expresión para tomar la taza de la que había estado bebiendo.
—A Doc le parece guay, osea... somos dos contra uno y Maze seguro que también lo aprueba —sujeté la taza entre mis manos tras beber—. Básicamente porque si se entera de que no hay café le prende fuego a todo — susurré poniendo los ojos en blanco.
A beautiful liar, love for him is pain. The temples are now burning, our faith caught up in flames. I need a new direction, cause I have lost my way. All we need is faith.
- ¿En serio? - pregunté con pesar. - No me gusta hacer las cosas así, no vamos... - me callé para escuchar a Dallas. En parte tenían razón, pero a ella le quemaba no tener sus mapas.
- Está bien, nos vamos ya, preparar las cosas... nos vamos con la van, en diez minutos estamos fuera - no dije nada más, partí en dirección a mi habitación. Allí tenía el petate, listo por si tenía que salir corriendo, casi como ahora. Me cambié de ropa y salí directa hacia el garaje, allí abrí la van y comencé a meter las cosas.
Había sacado la agenda y un plano de la zona que había guardado en él, aunque no me hubiesen dejado preparar nada, no significaba que fuéramos a ir del todo a lo loco.
- Yo voy detrás, uno de los dos conduce - dejé las llaves puestas y me subí en la parte de atrás. Me acomodé en el asiento, con las piernas en alto y abrí la agenda, tenía un bolígrafo entre medias, para marcar la zona. El plano de esa parte de la ciudad estaba pegado allí. Nos dirigíamos hacia Hastings, a las afueras había un centro comercial concretamente. No tenía planos de él, pero sí de la zona. Había una gasolinera justo detrás, la cual marqué como posible opción para acercarnos. Había carreteras y la autovía estaba cerca. Marqué hasta cinco zonas de acceso al centro que podrían servir para escapar. Nosotros llegaríamos por una de las carreteras, desde Arcadia. Marqué la ruta y preparaba más por si acaso. Al lado del mapa comencé a preparar listas de cosas importantes que necesitábamos.
- Tenemos que ir por la carretera del sur, todo recto hasta que os diga - expliqué. Sin desviar la mirada del mapa, seguía trazando opciones. Ampliando la lista... Maze salió a despedirse, ella se quedaría en el refugio por si acaso. Nos pidió que tuviéramos cuidado y sobre todo que no regresáramos sin café porque entonces nos mataría ella misma. Abrí la ventanilla para hablar con ella.
- Quédate pendiente de la emisora de radio... si encontramos algún walkie o algo tratamos de contactarte - le expliqué. Ella asintió y se despidió lanzando un beso al aire. Volví a cerrar la ventanilla y a concentrarme en mis deberes.
- Está bien, nos vamos ya, preparar las cosas... nos vamos con la van, en diez minutos estamos fuera - no dije nada más, partí en dirección a mi habitación. Allí tenía el petate, listo por si tenía que salir corriendo, casi como ahora. Me cambié de ropa y salí directa hacia el garaje, allí abrí la van y comencé a meter las cosas.
Había sacado la agenda y un plano de la zona que había guardado en él, aunque no me hubiesen dejado preparar nada, no significaba que fuéramos a ir del todo a lo loco.
- Yo voy detrás, uno de los dos conduce - dejé las llaves puestas y me subí en la parte de atrás. Me acomodé en el asiento, con las piernas en alto y abrí la agenda, tenía un bolígrafo entre medias, para marcar la zona. El plano de esa parte de la ciudad estaba pegado allí. Nos dirigíamos hacia Hastings, a las afueras había un centro comercial concretamente. No tenía planos de él, pero sí de la zona. Había una gasolinera justo detrás, la cual marqué como posible opción para acercarnos. Había carreteras y la autovía estaba cerca. Marqué hasta cinco zonas de acceso al centro que podrían servir para escapar. Nosotros llegaríamos por una de las carreteras, desde Arcadia. Marqué la ruta y preparaba más por si acaso. Al lado del mapa comencé a preparar listas de cosas importantes que necesitábamos.
- Tenemos que ir por la carretera del sur, todo recto hasta que os diga - expliqué. Sin desviar la mirada del mapa, seguía trazando opciones. Ampliando la lista... Maze salió a despedirse, ella se quedaría en el refugio por si acaso. Nos pidió que tuviéramos cuidado y sobre todo que no regresáramos sin café porque entonces nos mataría ella misma. Abrí la ventanilla para hablar con ella.
- Quédate pendiente de la emisora de radio... si encontramos algún walkie o algo tratamos de contactarte - le expliqué. Ella asintió y se despidió lanzando un beso al aire. Volví a cerrar la ventanilla y a concentrarme en mis deberes.
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Al final parecía que habían convencido a Thea entre los dos. Cuando dio su afirmación, Hyde no pudo evitar mirar a Dallas con una sonrisa disimulada. No se dio cuenta de lo bien que estaba, hacía tanto tiempo... Incluso se sintió algo culpable. Los fantasmas del pasado le atormentaban aún y verse bien sabiendo que ellas no estaban. La sonrisa despareció de su rostro.
— Voy a por mis cosas también — añadió tras Thea, sin decir mucho más y prácticamente se fue corriendo. Una vez en su cuarto se dejó caer sobre la cama, estiró su mano bajo la almohada y sacó una vieja y arrugada foto. Él sonreía en ella, visiblemente feliz, abrazaba a su mujer e hijas quienes reían aún más. Kyle se quedó un rato mirándola, se sentía tan culpable de seguir con vida y ellas no...
Se obligó a no pensar en ello, aunque como siempre, sentía esa piedra en su pecho, oprimir desde bien adentro sus entrañas. Pero se necesitaba lo más entero posible para concentrarse en la salida, no solo por él, también por sus compañeras. Debía colaborar con ellas, los tres debían cuidarse mutuamente. Hyde recogió su vieja mochila, una que le dieron en Fort Detrick y empezó a meter todo lo que creía que le sería de utilidad.
Una vez estuvo listo, se dirigió al garaje. Allí Thea ya habîa hecho todo el despliegue de su arsenal.
— Lo llevo yo — la miró de reojo, como se acomodaba en la parte de atrás y sacaba toda su artillería de planos, listados... — Sí, a eso lo llamo yo despreocuparse de la situación e improvisar — comentó con deje irônico pero sin ninguna maldad. Ya sabía cómo era ella y en verdad lo admiraba.
— Vamos Dallas o te quedas en tierra — dijo al ver a la rubia. Kyle arrancó el coche y se prepaeó esperando a que estuvieran listas las chicas. Saludó a Maze, que posteriormente fue a abrir el portón por el que saldrían con la Van. Mientras esperaba a Dallas, ajustó el asiento y luego hizo lo mismo con los espejos.
— De acuerdo Thea, me vas guiando por favor — Hyde creía que sabría llegar solo, pero por si acaso prefería que la morena le fuera guiando hacia Hastings. Una vez que estuvieron todos listos, ya que esperaba a que Dallas y Thea dieran el ok, partiô. Salieron del garaje, y condujo con calma, ya que a la salida de Arcadia le gustaba irse con tiento. Más que nada por si había zombies cerca u otros supervivientes.
Una vez que se alejaban, e iban dejando atrás la vieja fábrica que había sobre Arcadia. Kyle pisó a fondo y fueron tomando más velocidad. Al fin llegaron a carreteras principales para tomar una velocidad más moderada, adaptada al estado de las carreteras. Kyle tenía que tener cuidado, puesto que las carreteras ya no tenían mantenimiento o podía aparecer cualquier obstáculo.
— Voy a por mis cosas también — añadió tras Thea, sin decir mucho más y prácticamente se fue corriendo. Una vez en su cuarto se dejó caer sobre la cama, estiró su mano bajo la almohada y sacó una vieja y arrugada foto. Él sonreía en ella, visiblemente feliz, abrazaba a su mujer e hijas quienes reían aún más. Kyle se quedó un rato mirándola, se sentía tan culpable de seguir con vida y ellas no...
Se obligó a no pensar en ello, aunque como siempre, sentía esa piedra en su pecho, oprimir desde bien adentro sus entrañas. Pero se necesitaba lo más entero posible para concentrarse en la salida, no solo por él, también por sus compañeras. Debía colaborar con ellas, los tres debían cuidarse mutuamente. Hyde recogió su vieja mochila, una que le dieron en Fort Detrick y empezó a meter todo lo que creía que le sería de utilidad.
Una vez estuvo listo, se dirigió al garaje. Allí Thea ya habîa hecho todo el despliegue de su arsenal.
— Lo llevo yo — la miró de reojo, como se acomodaba en la parte de atrás y sacaba toda su artillería de planos, listados... — Sí, a eso lo llamo yo despreocuparse de la situación e improvisar — comentó con deje irônico pero sin ninguna maldad. Ya sabía cómo era ella y en verdad lo admiraba.
— Vamos Dallas o te quedas en tierra — dijo al ver a la rubia. Kyle arrancó el coche y se prepaeó esperando a que estuvieran listas las chicas. Saludó a Maze, que posteriormente fue a abrir el portón por el que saldrían con la Van. Mientras esperaba a Dallas, ajustó el asiento y luego hizo lo mismo con los espejos.
— De acuerdo Thea, me vas guiando por favor — Hyde creía que sabría llegar solo, pero por si acaso prefería que la morena le fuera guiando hacia Hastings. Una vez que estuvieron todos listos, ya que esperaba a que Dallas y Thea dieran el ok, partiô. Salieron del garaje, y condujo con calma, ya que a la salida de Arcadia le gustaba irse con tiento. Más que nada por si había zombies cerca u otros supervivientes.
Una vez que se alejaban, e iban dejando atrás la vieja fábrica que había sobre Arcadia. Kyle pisó a fondo y fueron tomando más velocidad. Al fin llegaron a carreteras principales para tomar una velocidad más moderada, adaptada al estado de las carreteras. Kyle tenía que tener cuidado, puesto que las carreteras ya no tenían mantenimiento o podía aparecer cualquier obstáculo.
—¡Que sí pesados! —grité mientras me acercaba a la puerta del copiloto para subirme—. No os iríais sin mi ni de coña —ya cargaba con una vieja mochila a mis espaldas. Había guardado en ella principalmente mis armas, y alguna que otra cosa que nos fuera a ser de utilidad durante aquella salida.
Cerré la puerta de la van, me coloqué el cinturón, las gafas de sol que traía conmigo desde hacía tiempo y con la manita despedí a Maze mientras que dejábamos el refugio atrás.
—Me voy a echar una siesta, no me molestéis a no ser que lleguemos o B... pase algo muy chungo —y sin decir nada más, me acomodé en el asiento preparada para dormir. Me resultaba imposible conciliar el sueño con el traqueteo del viaje o el sonido del motor, pero por lo menos me relajé y estuve tranquila, pensando en mis cosas hasta que poco a poco fui cerrando los ojos y parecí quedarme en un estado de duerme vela, no muy profundo, pero lo justo para desconectar y descansar un poco. Ya que nos esperaba después un buen trabajo y aunque acababa de levantarme hacía poco... nunca estaba de más descansar bien antes de una salida.
A veces abría los ojos, observaba el camino y volvía a girarme sobre el asiento para continuar con mi descanso obligado, pero en un momento dado, ni siquiera supe cuanto, me agobié de tal manera que me espabilé sobre el asiento y con un resoplido me quité las gafas.
—No tengo sueño —me crucé de brazos como una niña molesta haría.
Cerré la puerta de la van, me coloqué el cinturón, las gafas de sol que traía conmigo desde hacía tiempo y con la manita despedí a Maze mientras que dejábamos el refugio atrás.
—Me voy a echar una siesta, no me molestéis a no ser que lleguemos o B... pase algo muy chungo —y sin decir nada más, me acomodé en el asiento preparada para dormir. Me resultaba imposible conciliar el sueño con el traqueteo del viaje o el sonido del motor, pero por lo menos me relajé y estuve tranquila, pensando en mis cosas hasta que poco a poco fui cerrando los ojos y parecí quedarme en un estado de duerme vela, no muy profundo, pero lo justo para desconectar y descansar un poco. Ya que nos esperaba después un buen trabajo y aunque acababa de levantarme hacía poco... nunca estaba de más descansar bien antes de una salida.
A veces abría los ojos, observaba el camino y volvía a girarme sobre el asiento para continuar con mi descanso obligado, pero en un momento dado, ni siquiera supe cuanto, me agobié de tal manera que me espabilé sobre el asiento y con un resoplido me quité las gafas.
—No tengo sueño —me crucé de brazos como una niña molesta haría.
A beautiful liar, love for him is pain. The temples are now burning, our faith caught up in flames. I need a new direction, cause I have lost my way. All we need is faith.
- Estoy improvisando sobre la marcha - insistí. - Estoy siguiendo las carreteras y eligiendo sobre la marcha, ¿es que no lo ves? - pregunté. Miré de reojo a Kyle a través del espejo retrovisor y no pude evitar reírme al ver su expresión.
- En el próximo desvío tienes que incorporarte hacia otra carretera... ¡Llegaremos antes si no cruzamos por uno de los pueblos! - expliqué. Normalmente preparar una salida me llevaba varios días, hasta una semana en alguna ocasión. Me gustaba tenerlo todo bien preparado. ¿De qué se me podía culpar? No era nada malo.
- Claro que no tienes sueño, en el refugio solo duermes - me burlé de Dallas, que estaba todo espachurrada en el asiento, al parecer sin poder dormir. Como era evidente, después de que sus horas muertas en Arcadia las pasaba echándose siestas.
- Queda un rato hasta que lleguemos, no entres a la ciudad, iremos directamente al centro comercial, allí podemos ir a la gasolinera y luego directamente al interior a revisar sus tiendas - ya había marcado diferentes rutas de escape por si acaso. Así que iba algo más tranquila, pero no del todo, ya que podía suceder una infinidad de cosas y no estábamos lo suficientemente preparados. Eso me quemaba, pero bueno, ellos querían improvisar y yo solo esperaba que aquello no nos costase la vida.
- En el próximo desvío tienes que incorporarte hacia otra carretera... ¡Llegaremos antes si no cruzamos por uno de los pueblos! - expliqué. Normalmente preparar una salida me llevaba varios días, hasta una semana en alguna ocasión. Me gustaba tenerlo todo bien preparado. ¿De qué se me podía culpar? No era nada malo.
- Claro que no tienes sueño, en el refugio solo duermes - me burlé de Dallas, que estaba todo espachurrada en el asiento, al parecer sin poder dormir. Como era evidente, después de que sus horas muertas en Arcadia las pasaba echándose siestas.
- Queda un rato hasta que lleguemos, no entres a la ciudad, iremos directamente al centro comercial, allí podemos ir a la gasolinera y luego directamente al interior a revisar sus tiendas - ya había marcado diferentes rutas de escape por si acaso. Así que iba algo más tranquila, pero no del todo, ya que podía suceder una infinidad de cosas y no estábamos lo suficientemente preparados. Eso me quemaba, pero bueno, ellos querían improvisar y yo solo esperaba que aquello no nos costase la vida.
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