¡En la lata! #Por Invitación

Anna conducía su viejo Mustang del 66 con bastante velocidad, tristemente me recordaba bastante a mi Impala y no pude evitar sentir aquella desesperación al pensar en que aún debería de seguir oculto en San Francisco, con mis cosas y todo ahí... Y eso me cabreaba y bastante, sin duda había heredado la obsesión de Aaron por aquel coche. La verdad es que ni ella ni yo íbamos con un buen ánimo, en la última semana habíamos hecho más que en todo un año y a todo esto habíamos estado más tiempo que nunca juntas. Iba sentada a su lado, la miré de reojo mientras me echaba hacia adelante y encendía la radio a la vez que le daba una calada a mi cigarrillo y luego me apoyaba en el marco de la ventanilla que estaba abierta, disfrutando del aire a la vez que los primeros acordes de The Final Countdown de Europe, aquellos coches solo tenían para poner una de esas cintas pequeñitas de los radiocassette, lo bueno es que tanto Anna como yo teníamos los mismos gustos musicales, así que aquellas canciones eran demasiado geniales.

-Me encanta esta...-Sonreí recordando la veces que la había cantado y escuchado mientras que subía el volumen de la radio. Me coloqué bien las gafas de aviador que descansaban en mi cabeza y me asomé un poco por la carretera mirando la nada, habíamos recorrido el país en una velocidad récord, solo llevaba mis katanas, la palanca, la recortada y las dos glocks, todo lo demás estaba en el coche, mierda, digamos que había accedido a acompañar a Anna a Atlanta, pero antes había que hacer algunas paradas por el norte. No me importaba, luego ella me llevaría de nuevo a San Francisco y recuperaría el coche, mierda.

Entonces miré hacia el horizonte viendo un cartel a lo lejos, pero no sabía de que ciudad podría ser, no muy grande claro, pero al fin y al cabo una ciudad.
-¿Anna, dónde debemos estar?-Le pregunté volviendo a mirarla a ella ligeramente por encima de las gafas.

Conducía a gran velocidad por la carretera abandonada, tenía las gafas de sol puestas, y Nessa estaba a mi lado, de vez en cuando la miraba de reojo, su coche la dejó tirada, y nos volvimos a encontrar, estaba bastante callada, sería porque dejó el impala en San Francisco, con todas sus cosas dentro. -Podrías a verte traído algo...- La miré y volví a mirar la carretera, sonreí al escuchar la canción que puso.

-Ya somos dos ¿sabes?- La miré de reojo, después la llevaría yo a San Francisco, un plan, es un plan, y ese plan, sonaba divertido. A lo lejos se veía un cartel, y disminuí la velocidad para verlo, paré de golpe el mustang y bajé de él acercandome al cartel, señalándole a Nessa el nombre "Annapolis" Comencé a reír y a pegar saltos -Estamos en Annapolis, y esto está siendo un puntazo, dios, sácame una foto.- Me puse en posición de foto, poniendo morritos, y después sacando los dos dedos de la manos, como decir la paz.

-No, no pude volver a por él, había demasiados muertos...-Comenté mientras lo ironizaba ligeramente alzando las manos y moviéndome un poco de un lado a otro para volver a acomodarme bien en el asiento.

Cuando Anna paró el coche casi me dio algo, porque ella siempre hacía las cosas como yo, de forma brusca y la verdad es que andaba distraída, por lo que me asustó, apenas me dio tiempo a gritarle alguna obscenidad, ella ya estaba fuera posando con el cartel en cuestión, por lo que asomé la cabeza por la ventanilla del coche para ver que ponía en letras bien grandes "Welcome to Annapolis", y entonces directamente me empecé a descojonar de risa a la vez que me echaba hacia atrás en el asiento y buscaba la cámara de fotos, la vieja polaroid que nosotras dos mismas habíamos encontrado en Las Vegas, no tardé nada en salir del coche y sacarle a Anna algunas fotos mientras que estas salían directamente.

-Venga, posa para mi...-Decía de forma sensual para romper a reir bromeando, al final me acerqué a ella y estiré el brazo con la cámara para fotografiarnos a ambas con el cartel en cuestión detrás, ella hizo el gesto de la victoria y yo puse una cara graciosa entre una mueca de enfado y a la vez sacando la lengua.

Al rato tras hacer bien y bastante el tonto, con nuestras fotos nuevas subimos al coche y seguimos hacia la ciudad, no íbamos a desperdiciar una oportunidad así por muchos zombies que hubieran.

Posé como me decía, nos sacamos la foto y fuimos de nuevo al coche, a entrar a Annapolis -¿Habrá muchos zombies como para no poder entrar? Lo dudo pero bueno.- Vigilaba los lados de la carretera, viendo algunos caminantes pero no eran tantos como la primera vez que los vi al cabo de un rato, se veía ya el cartel que ponía "Welcome to Annapolis". Miré a Nessa de lado sonriendo, -¿Preparada para volvernos locas?- Paré el coche justo en frente de la calle principal, no se veía ningún caminante, así que cogí las llaves del coche, y la cámara también, esperando a que Vanessa saliera de este, una vez fuera cerré el coche, y caminé hacia delante, lentamente mirando los lados, las casas, los lugares de este sitio -Me gusta este sitio, ¿No te gusta a ti? Hay hasta casitas azules, como los pitufos.- Reí ante mi comentario. -Esperemos que esto esté "a salvo".- Hice el gesto de las comillas -De los caminantes, por que si no, mi coche, estará rodeado.- Di una vuelta mirando mi al rededor con detenimiento.

No habíamos tardado nada en llegar al centro de la ciudad, parecía una de esas ciudades pequeñas bastante monas y eso que había pasado un apocalipsis zombie de por medio, pero el pueblo seguía teniendo su encanto.
-¿Que quieres?, es Annapolis...-Comenté medio de broma cuando salí del coche de Anna y luego la miré fijamente mientras apoyaba los brazos en el techo del viejo, pero bonito Mustang. No dejaba de mirar a mi alrededor en busca de algo que llamase mi atención, no se veía ni a un solo caminante, ¿eso era bueno, no?.

Di unas suaves palmadas sobre el techo del coche mientras que me fijaba en el local de enfrente y leía en voz la alta las palabras "Karaoke" y debajo "Local insonorizado". Hice una mueca a la vez que me volvía hacia Anna medio divertida por lo que se me acababa de ocurrir.
-Insonorizado... Es decir, que desde fuera no se escuchará mucho ruido...-Fui diciendo lentamente como si ambas fueramos idiotas...



Cantaba al ritmo de la canción junto a Anna subidas en un pequeño escenario en una de las tantas salas de aquel local, la mesa estaba llena de botellines de cervezas vacíos, algunos por el suelo, un enorme peluche de un T-Rex en el sofá de enfrente y Anna y yo cantando y siguiendo el ritmo, si pero gritando como nunca, por lo que ahora mismo tan solo eramos dos locas gritando una canción genial, por tantos meses que teníamos que haber estado calladas. La música, las carcajadas y tal vez una buena horda esperando fuera si aquel cartel era publicidad engañosa, pero mientras nos lo pasábamos bien durante un rato y con suerte la tarde entera.

Miré aquel cartel que Nessa estaba leyendo, ambas cruzamos nuestra mirada, y con una media sonrisa me quedé mirándola, intercambiando la mirada con Nessa, y con el local.


¿Enserio pasó ya media hora? Increíble, no me di ni cuenta, se me pasó muy corto, bajé del escenario, cogí dos cervezas, y volví a subir dándole la suya a Nessa, y quedándome con otra, cantábamos a grito pelado, ya nada nos importaba, total, ponía insonorizado, si luego nos encontramos al salir con millones de zombies, no será mi culpa, seguro que estaba hecho así, para no molestar a los vecinos mientras dormían. Este lugar me encanta, enserio, lo más seguro que dije en mi vida. Risas, risas, risas, y más risas se oían desde aquí. Bailaba, bebía, reía... ¿QUe más podíamos pedir?

La verdad es que el Impala reacciona mejor de lo esperado, lo cuál demuestra lo bien cuidado que lo tenía mi hermano y de hecho cuando eché una ojeada al motor y demás componentes apenas tuve que apretar unas cuantas tuercas y conectores para que fuera todavía más silencioso. Podría acostumbrarme fácilmente a esto y todos los juguetitos con los que está relleno pero por desgracia de vez en cuando me viene a la mente la idea de que ese capullo estuvo conduciendo esta preciosidad del mismo modo que yo y entonces me pongo enfermo, ¡puagh!

Total que mientras escucho uno de esos viejos cassettes de Dire Strites que había por la guantera me topo con un cartel de un pueblucho llamado "Annapolis". Suena tan a chiste y parque de atracciones que decido hacer una merecida pausa en él, sorprendiéndome gratamente al percatarme de que apenas hay podridos por sus calles. Al menos por las más exteriores así que opto por quedarme por esa zona ya que sigo hecho polvo después del "día de las palizas" así que me dedico a esquivarles en lugar de enfrentarles. Pero ya les compensaré esta temporadita, ya, con algo de suerte aún tendré la motosierra en mi poder y me empalmaré descuartizando muertos. Vale, eso ha sonado muy turbio incluso para mí...

Recorro algunos locales cercanos haciéndome con algo de ropa nueva y otros utensilios pero al final el cartel de un karaoke llama poderosamente mi atención ante la posibilidad de beber y poder divertirme, incluso aunques ea solo. Últimamente admito que le estoy dando a las botellas más de lo que debería y no quisiera terminar en otro círculo vicioso pero me es necesario para poder seguir moviéndome sin ver las etsrellas a cada paso que doy.

Accedo por una puerta lateral y tras recorrer la escasa zona de personal termino en lo que sería la barra del bar, pudiendo ver entonces un lamentable pero divertido espectáculo por parte de Nessa y... no sé quién, una morena con curvas bastante más definidas y desarrolladas que la rubia. En todos los sentidos.

Mientras siguen enfrascadas en lo suyo yo agarro una botella e whisky de la estantería, casi lloro de la emoción al verla ahí tan solitaria y llena, entonces me acerco más al escenario mientras bebo largamente y finalmente les doy un aplauso con una sonrisilla ladina -¿Hay un micrófono de sobra por ahí o qué?- pregunto finalmente mientras subo al tosco escenario, en realidad apenas un palmo por encima del nivel del suelo -Soy Jared, ¿te han hablado muy mal de mí?- me presento a la morena y miro de reojo a Nessa arqueando una ceja. A saber... aunque lo más probable es que no le haya dicho nada.

Agarré el botellín de cerveza y le di un largo trago para seguir cantando junto a Anna alzando tanto la voz y sin preocuparme de como sonaba que pareceríamos dos idiotas apaleando a un gato. Lo peor era que la bebida se me estaba subiendo demasiado a la cabeza.

La canción terminó a la vez que alguien se acercaba a nosotras dos, en un principio casi que me asusté, porque así sin más se acercó y ni siquiera le había visto entrar, entonces le vi mejor, Jared, le miré de arriba abajo mientras que llegaba y luego señalé a Anna.
-Esta es Anna.-Le decía mientras la señalaba y le daba a ella con la yema de mi dedo índice en un moflete.-Por cierto, hola a ti también...-Añadí con ironía mientras cogía el micrófono y se lo daba, al parecer estaba bastante bien desde la última vez, le señalé luego a él con el dedo y puse los ojos en blanco, se me había olvidado lo que iba a decir, así que negué dándole el micrófono, cambiandoselo por la botella de whisky que había traído y como si nada bajé de la tarima de un pequeño saltito para dejarme luego caer en el sofá sobre el T-Rex.
-¡Hola cosita mía!.-Le decía al muñeco mientras que lo abrazaba y echaba whisky en un vaso de chupito que había sobre la mesa para luego beberlo de un solo trago mientras sujetaba al T-Rex con el otro brazo contra mi.

Miré lo que ponía en los ingredientes de la cerveza y abrí los ojos, ya me había afectado la cerveza, -Nessa, no es por alarmarte, pero estas cervezas ¡llevan agua!- La miré sorprendida a la vez que dejaba escapar una sonrisa, me dio por saltar, y contar los pasos que habría que dar para ir de la punta de escenario, hasta la otra punta, al llegar a la mitad, me giré hacia Nessa entrecerrando los ojos. -Oye, es normal que se me olvide contar, o tal vez que me halla perdido... No espera, ha sido que no estaba contando.- La canción acabó, y se empezaron a oír pasos, por un momento me dio "algo" que hizo que me terminara la cerveza, y tirara la botella al otro lado del escenario.

Apareció un chico al que al parecer, Nessa conocía, aún estaba lo suficiente bien, para recordar que no tenía que dejar ver el sello que aquel caminante dejó sobre mí, y bajé las mangas de mi camiseta disimuladamente, ésta me tocó la mejilla, y yo le aparté el dedo con un simple golpe en la mano. -No toques, por que tocas.- La miré mal y dirigí mi mirada al chico ¡Ey! Como te va la vida Bajé del escenario y corrí hacia la barra, me subí en esta cogiendo otra cerveza, y miré a Nessa con el T-Rex, y animándola. -¡QUE SE LO TIRE, QUE SE LO TIRE, QUE SE LO TIRE! NESSA PUUUTAAA TÍRATELO.-Se lo dije con todo el cariño que podría decir. -Y que sepas, que no me refiero precisamente que te tires al T-Rex.- Me mataba, tan sólo por decir eso, iba a cobrar, pero bueno, estaba borracha, seguro que no me podría decir mucho. Empecé a bailar encima de la barra, de una forma bastante tonta.

Seguía medio tirada sobre el sofá con las piernas sobre la mesa, el T-Rex en un brazo y el vaso de whisky en la otra mano, ya había lo había rellenado otra vez, lo alcé en la dirección de Jared y me lo bebí de un trago, luego se lo lancé a Anna directo a su cabeza, pero ahora que no paraba de moverse dudaba que fuera a conseguir darle por lo que cogí lo siguiente que encontré en la mesa, un viejo reloj despertador tan grande como mi mano y se lo lancé a matar. Anna apenas había bebido y ya estaba borracha perdida.

-¡Anna marrana deja de... ¿Marrana?!.-Yo sola me quedé pensativa y me empecé a reír pero de golpe me puse seria.

-¡Jared tu a lo tuyo!.-Y fui a por algo que poder lanzárle a él, pero no había nada más por lo que me quedé un momento parada y entonces cogí el T-Rex y se lo lancé a la cabeza.-¡T-Rex te elijo a ti!.-Grité señalando la trayectoria del muñeco para luego echar a correr en la dirección de Anna pasando al lado de Jared que cantaba una canción que estaba bastante bien.

-Anna deja de hacer el idiota qu...-Empecé a decirle mientras que agarraba su pierna con fuerza y la zarandeaba con cuidado, pero de golpe me quedé quieta porque la acababa de ver, pude distinguirla gracias a la etiqueta, en lo alto de la estantería había una pequeña botella de ron miel, nada más que traído de Cuba, solo una vez había bebido de esa botella y estaba justo allí, casi no daba crédito, entonces giré con lentitud la cabeza hacia Anna, seguro que ella la había visto también y eso solo podía significar una cosa...

Grité de repente al mismo tiempo que la empujaba para tirarla y me impulsaba para subirme a la barra y coger la botella de ron, seguidamente salté de la barra al suelo de forma ágil.
-¡Aaale hop!.-Exclamé al caer de pié para echar a correr de nuevo atravesando la habitación, al llegar a la altura de Jared me agaché para recoger al T-Rex del suelo.

-¡Hoooola Jared!, ¿Que tal bien, si, no?, pues ale... ¡Por cierto sigue así eres el mejor!.... ¡¡¡Uhhh!!!.-Emoción falsa aparte, seguí corriendo por la habitación mientras que bebía de la botella y abrazaba al T-Rex, estar en movimiento era primordial, la última vez que le quité una botella de alcohol a Anna casi me dispara...

Tras ello me escondí detrás del televisor encontrando una lata, por lo que la saqué fuera y fui ya con más calma, viendo que allí, además de mierda había un penique que cogí y lancé a una lata que había próxima, acertando.
-¡En la lata!.-Grité a la vez que alzaba las manos.

Vi pasar delante de mis ojos, un vasito que chocó con la pared, lo ignoré y algo chocó contra mi cabeza haciendo que perdiera el equilibrio, y cayera de la barra No veo por donde me vienen las ostias... Miré en la estantería ¡Oh! ¡Bebida!Cogí la botella, me subí a la barra, tumbándome en esta, HABÍA UNA VEZ UN CIRCO... Paré cuando Nessa empezó a zarandear mi pierna, y la miré alzando una ceja, y le pegué una patada hechándola hacia atrás, bebí de la botella, me quedé mirando atontolinada la estantería, y Nessa por la cara que puso, la vio, me volvió a empujar, cayendo otra vez tras la barra, terminé la botellita de una trago y salí corriendo pegándome de ostias con Nessa, la perseguí hasta detrás de la tele, quitándole la botella de ron miel, y pegándole un trago. Su sabor era único, me llevé la botella conmigo, pero antes , cogí el céntimo, coloqué la lata cerca de Nessa, me alejé, lancé, en céntimo calló en la cabeza de Nessa y botó dentro del bote. ¡¡EN LA CABEZA, Y EN LA LATA!!Reí, miré a Jared, cogí el céntimo, y la lata dándoselo en la mano, y la lata lejos de él. Te toca Sonreí.

Lo que pasará despues de que Jared se mueva (?):

El hecho de que Nessa se burle de mí ni siquiera me supone una novedad así que me limito a ignorarla, que tampoco es que sea muy difícil, y disfruto de lo mío mientras ellas hacen lo propio ahogándose en todas las botellas que hay por ahí como si no hubiera mañana. Me gusta poder compartir tragos con una tía pero creo que esto es demasiado incluso para mí así que observo a ambas un tanto sorprendido y de vez en cuando me río por las chorradas sin sentido que llegan a hacer, por no hablar de las múltiples tortas que se meten ellas solas. ¿Se supone que tienen cinco años o qué? Joder, espero que cuando voy borracho no se me vea así... aunque capaz que soy peor así que mejor no pensarlo demasiado.

Se enredan entonces en una pelea un poco absurda en la que incluso les cuesta goleparse la una a la otra pero evidentemente no me meto y me limito a recuperar el whisky de la mesa, tomando asiento cómodamente en uno de los sofás con las piernas extendidas por el asiento como todo un marqués -Nessa, tengo que enseñarte una cosa- recuerdo entonces, antes de que termine igual de mal que ellas, dando un trago hasta que Anna se me acerca. Se ve que el rollo de la lata es una especie de ritual de iniciación de borrachos pero ya que se toma la molestia de acercármelo... ¿por qué no?

Me decido a lanzar la moneda pero entonces la morena chuta la lata provocando bastante estruendo y sigo su recorrido con la mirada hasta que golpea a Ness y me río abiertamente, quizá de manera un poco escandalosa -Ha valido la pena fallar por ver eso- admito levantando la botella a modo de brindis, bebiendo de nuevo para acto seguido lanzarla contra una pared cercana simplemente porque me apetece y porque ya me he cansado de whisky. Quizá luego lo intento con el vodka... o lo que pille.

-En fin, que tengo una sorpresa- anuncio de nuevo para que me hagan un poco de caso, cosa difícil así que opto por desplazar un brazo alrededor de los hombros de Anna y la arrastro un poco para hacer lo mismo con Nessa, así los tres juntitos -Pero primero vamos a hacer una apuesta que si no es aburrido. Si consigo que te guste qué gano- miro a la rubia, ya que está claro que el "regalo" será para ella, pero aún así después me giro hacia Anna para arquear ambas cejas, a ver si le da una idea que valga le pena o me saltan con algo del jodido peluche. Porque lo quemo ahí mismo y me quedo tan pancho, ¿eh?

Me dejé caer sobre un sillón cuando Anna me quitó todo lo que tenía encima, desde el ron hasta la maldita lata, entre eso me quedé en el sillón con la cámara y el T-Rex, echando algunas fotos de la situación actual, respiré con fuerza y solté el aire de la misma manera a la vez que me reía de Anna, pero maldita sea, cuando se metía conmigo se metía y bien...

Me fui a levantar para ir a la barra a por una botella de agua, si, la cosa más rara del mundo, pero tenía sed, cuando solo escuché el "dong" producido por la lata cuando Anna la pateó y ya no vi nada más porque de la leche que me di caí de nuevo al sofá.
-¡La madre que te parió!.-Grité de golpe a la vez que me llevaba una mano a la cabeza pero aunque estuviera aún viendo las estrellas me empecé a reír y aún con la mano sobre la cabeza alcé la mirada en la dirección de Jared que había fallado, por culpa de Anna, negué varias veces para que se me pasara el atontamiento y me levanté para ir en la dirección de ambos, aunque apenas me dio tiempo a hacer nada más, Jared nos había cogido a ambas por los hombros.

-Ni idea... Ahora mismo estoy intentando no caerme y ya es demasiado...-Comento medio aún mareada por el golpe algo molesta por lo que paso una mano por detrás de Jared para darle un capón a Anna.-...De todas formas has perdido con la lata y eso solo significa...-Empiezo a decir mientras que me giro hacia Anna y le quito el rotulador de su bolsillo par luego volverme hacia Jared y pintarle un bigote en la cara, me quedé mirándole unos segundos mientras que me reía y luego alzaba el rotulador para reírme aún más.-Mira es permanente...-Seguidamente sentí la necesidad de echarme hacia un lado y correr porque me iba a matar, pero en vez de eso, recordé sus palabras y acerqué mi cara a la suya para hablarle de forma seria.

-¿Un regalo?, los regalos se dan de forma desinteresada... ¿Pero que quieres?.-Pregunté aún mientras le miraba fijamente.

Lionel, era el único pensamiento que teníamos tanto Josh como yo en la maldita cabeza, ese crío debía estar muerto, aunque no queríamos pensarlo así, yo le había perdido y ahora estaba muerto, no tenía ni cinco años de vida, y le habíamos perdido la vista desde hacía ya bastante, era imposible. Nunca en mi vida me había sentido tan destrozado, si Zane seguía con vida nos mataría él mismo, no podíamos pensar en otra cosa, era él todo el maldito día, sus bromas, el puñetero astronauta que siempre llevaba consigo...

Si había que llorar se lloraba, pero no delante de Mcguire, es que no podíamos más, era como si nosotros mismos hubiéramos muerto, llevábamos días rastreando la zona en la que habíamos perdido a Lionel y nada ni rastro, era como si la tierra se lo hubiera tragado, ni una sola pista, nada... Así que solo quedaba una cosa que hacer ahora, beber y beber como nunca.

Llevábamos toda la tarde bebiendo cualquier cosa que tuviera más de 10º de alcohol, así nos acabaríamos olvidando hasta de como nos llamábamos y es que era eso lo que queríamos hacer, si hubiera elegido entre mi propia vida y la de aquel pequeño habría elegido salvarlo a él, su inocencia era cuanto hacía falta ahora, era lo que más necesitábamos para seguir adelante y sin él ya no quedaba nada más que muerte, él nos ayudaba a ver las cosas de otra forma, no era un estúpido crío como muchos podrían pensar.

Llevábamos todo el día encerrados en aquella habitación, era un museo de la guerra civil, debajo debía haber un karaoke o algo así porque no parábamos de escuchar voces. Y como si fuera lo más normal del mundo ahora, ya que habían "tantos" vivos que cantasen, cogí el palo de una escoba cercana y comencé a golpear el suelo.

-¡Que os calléis coño que no se oye nada más que a vosotros!-Gritaba y bebía luego de una botella de whisky barato mientras que Josh registraba las cosas que habían en una esquina, al quitar una vieja sábana lo vimos... ¡Un cañón!

Nos empezamos a reír como un par de gilipollas y sin decir nada ambos nos subimos en él señalando a la ventana que había enfrente, él señaló el trayecto y yo encendí la mecha con el viejo mechero que llevaba en el bolsillo, silencio y un buen escándalo, el ruido fue descomunal, la humareda exagerada, la bala había salido disparada contra la ventana rompiéndose en mil añicos, marcos y cristales incluidos, pero es que ahora aquello quemaba que no veas.
-¡Joder que se me han pegado hasta los huevos!-Me empecé a reír a la vez que saltaba hacia atrás echándome a un lado, Josh seguía ahí sentado riéndose como un idiota mientras que un crujido se hacía cada vez más sonoro.

El suelo se rompió en un pequeño agujero por el que cayeron Josh y el cañón a la planta baja, la polvareda que se montó fue descomunal, empecé a toser aún con la botella de alcohol en una mano, mientras que me asomaba por el agujero viendo a Josh abajo medio espatarrado sobre el cañón y los escombros que se habían montado.
-¡Santa María!-Exclamé mientras que veía a tres que estaban lejos de los escombros, los tres juntos, una rubia que curiosamente me sonaba de algo, un tío y una morena que estaba para toma pan y moja... Le di un trago a la botella de whisky y me dejé caer por el agujero hacia la planta de abajo, con cuidado de no aplastar a Josh fijándome en que la rubia era nada más ni menos que Vanessa, luego me fijé en el tipo y en el bigote que llevaba pintado y me eché a reír llevándome un dedo hacia la cara imitando como que me rizaba un falso bigote.
-¡Monsieur!-Decía a la vez divertido.

Vaya torrija que llevábamos encima... Daba igual, ya no sabía ni como me llamaba, ¿tal vez el caballo que me guiñaba un ojo lo sabía?, le señalé.

-¡Belikov vuelve ese caballo, que me está mirando muy mal!, me recuerda a Lazar y no me gusta nada...-Grité de muy mal genio y avancé por el cuarto hasta dar con algo que había bajo unas sábanas, al retirarla tanto Belikov como yo nos partimos el culo.

Y tardamos poco, si es que no sabíamos ni lo que estábamos haciendo, él encendió la mecha y disparamos contra el enorme ventanal que salió volando en mil pedazos, eso me provocó aún más risa mientras que él se apartaba de golpe y al escucharlo me ponía a olfatear el aire.

-Hmmm... ¡Huele a huevos fritos!-No dije nada más, me empecé a reir como el gilipollas que estaba hecho cuando el suelo se rompió.

-¡¡¡HOS-TIA TE - TE - TE - RRI- - -BLE!!!-Conseguí articular en voz baja pero con poniendo el énfasis que pude, estaba tirado sobre el cañón que había caído hacia la planta baja y eso me costó asimilarlo, la sacudida había sido terrible, pero yo estaba mirando a Belikov y ahora él no estaba, el lugar había cambiado y habían tres en frente.

-¿Qué coño ha pasado?-Pregunté aturdido mientras miraba hacia arriba y veía el agujero, empecé a asimilarlo todo, Belikov bajaba y me empecé a reír, levantándome con lentitud, tambaleándome y llevándome una mano al culo.

-Me llega a coger Lazar y me duele menos... La virgen...-Me quejaba. -¡Ay!

Leía la etiqueta del ron miel, sentándome en el sofá siendo arrastrada por Jared, le miré de reojo y reí al verle las pintas Te queda, genial, de los geniales, de genilandia... Alcé una ceja al oírme y todo decir eso, miré el techo y luego miré a Nessa y Jared. Que mal genio, tienen que pinchar más a menudo. Me tumbé en el sofá con las piernas sobre la mesa. Nessa, este quiere pinchar Sonreí de lado pegándole un trago a la botella de ron miel.

En el piso de arriba, se escucho un terrible estruendo, seguido de cristales rotos, y se abría una grieta en el techo, cayendo hacia abajo un cañón, y un tío, y justamente asomó otro chico, me quedé mirando la botella fijamente Esta bebida no me hace bien... Me puse en pie, me entró la risa por lo que dijo aquel chico, sobre el bigote de Jared, y el que estaba en suelo, era el famoso Josh Mcguire... ¿En serio? Lo famosos normalmente, no viven, me giré hacia Nessa y Jared, y me acerqué a los chicos.

Anna se larga enseguida de nuestro lado mientras alega que deberíamos follar más o algo parecido pero es que resulta que precisamente eso ya lo hice hace relativamente poco y me quedé bien a gusto... así que debe de ir por Nessa. La pobre es más mojigata que mi abuela, que en paz descanse, cuando de mojar se trata -¡¿Pero qué haces...?!- protesto un tanto aturdido cuando noto como me pinta algo en el bigote, arrugando el gesto para acto seguido quitarle el rotulador de un manotazo intentando devolverle la jugada pero como no se deja sólo consigo pintarrojearle unas líneas sin sentido alguno por la mejilla.

-Ah sí, el regalo...- recuerdo en cuanto lo menciona, quedándome unos segundos pensativo para acto seguido encogerme un poco en cuanto el techo se desprende estruendosamente levantando una nube de polvo que evidentemente me hace toser -Me cago en la puta con las entradas triunfales- me quedo mirando el cañón claramente sorprendido y para entonces ya me he olvidado por completo de la apuesta, el Impala y la madre que lo parió.

Anna se acerca a ellos e intuyo que les conocerá aunque yo ni puta idea de quién son y de hecho me quedo mirando al que se ríe haciendo un gesto raro con la mano (Belikov) en plan "¿te falta un tornillo?". No sé a qué viene eso pero tampoco es que me importe demasiado y de hecho tiene su gracia así que me río igualmente -¿Lo de local insonorizado incluye derrumbes?- pregunto a nadie en concreto pero dudándolo bastante -Habría que ir largándose- propongo a sabiendas de que van a seguir a su bola así que hago acopio de un par de botellas y me dispongo a salir fuera, recordando entonces el dichoso Impala al verlo aparcado ahí fuera.

Como ya había supuesto varios zombies han empezado a aparecer de ninguna parte por todas las calles que rodean el local así que sacudo un momento la cabeza -Pues que empiece la fiesta- digo para mí mismo corriendo hasta el coche para abrir el maletero, dejando las botellas por ahí y sirviéndome la motosierra con una sonrisa torcida. Siempre he querido tener una de estas en marcha entre las piernas.

Señalé a Jared con un dedo cuando empezó a gritar y le miré mal.
-Has sido tu que has fallado, yo solo hago lo que se supone que hay que hacer...-Le decía aún medio divertida por la situación.-¿Sabes?, con lo bien que te queda, grrr...-Le comento de forma pícara hasta que me pintó a mi en la cara y escuchamos jaleo arriba, no pude evitar mira hacia el techo, al tiempo que se abría y de él caía algo, instintivamente me eché hacia atrás agarrando a Jared por los hombros, realmente sorprendida, con los ojos abiertos de par en par...

Como de la nada apareció Belikov, bueno de entre las tinieblas porque había liado una y buena, empecé a toser a la vez que agitaba una mano para apartar todo aquel polvo, si, era Belikov, su voz estridente era inconfundible, al que no conocía era el otro, por un momento pensé que se trataba de Eric, pero no...

La idea de Jared era la más razonable, pero entonces caí en la cuenta de algo.
-¡Adrian!... ¡¿Tu te estabas quejando por las voces?!.-Le preguntaba mientras que no dejaba de toser por culpa de todo aquello, a saber si el edificio aguantaría más, porque por culpa de todo aquello... La estructura podría haberse dañado, pero no era eso lo que me preocupaba, salí a la calle corriendo detrás de Jared, había zombies por todas partes...

Como si no hubiera visto nada me volví hacia la puerta para mirar mejor los carteles que había, allí estaba Local insonorizado... Me rasqué la cabeza mientras que escuchaba las voces detrás y alcé un cartel que había pegado un poco por encima, era un papel con el típico "Se alquila piso", al levantarlo pude leer mejor el cartel.

-Local no insonorizado...-Dije en voz alta mientras que me rascaba la cabeza ahora con la otra mano un tanto pensativa, es decir... Que de por si estos zombies estaban porque habíamos estado haciendo el idiota, pero que ahora todavía tenían que llegar más, por culpa del idiota de Belikov... Todo era demasiado surrealista y ya no solo eso, al girarme observé a Jared abriendo el maletero de mi Impala. Le miré de forma dudosa, por un instante me quedé hasta bloqueada, con la de zombies que había allí...