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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Todo acaba regresando #Privado
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Tercera persona || Sueños o visiones || Primera persona
— Me encuentro en Annapolis, mando informe — la muchacha se colocó en una postura más relajada, de tal forma que también pudiera cubrirse con aquella pared y evitar ser vista por algunos de los zombies que paseaban por la calle. Tras contactar con la base, a través del dispositivo que llevaba en su brazo observó el cielo: amanecía.
«Muy bien A6, le acabamos de enviar una nueva localización, vaya hasta allí».
— Recibido mando — frunció el ceño ante tanto secretismo, pero aún así continuó con su misión, de la cual no sabía nada más que los datos que le acababan de proporcionar. Ella era fiel a una causa que había odiado hacía ya mucho tiempo aunque no lo recordase ya. A6 o Bob, como la llamaba cariñosamente Carlos era una de los soldados de Umbrella y no cualquier soldado, hacía unos meses atrás que la eligieron líder de la división ICE y ella se sentía muy orgullosa de que Umbrella supiera compensar su puesto... Oh Umbrella, la habían salvado de tanto... Pero aún había ocasiones, extrañas ocasiones en las que algo oprimía su pecho con fuerza y no, no solo se trataba de la araña que portaba, había algo más.
Algo. Rojo sangre, rojo fuego... «Y ahora mueres».
Eran momentos en los que su cerebro trataba de conectar con su pasado, y ella no solo no entendía nada, si no que la confundían aún más. Pero olvidaba, la araña en su pecho estaba ahí para hacerla olvidar. Y esa incertidumbre, esa opresión en su pecho entonces aumentaba. Pero como un robot seguía por esa lucha fiel a Umbrella.
«Anoche recordé algo de mi, sé que recordé algo, algo muy importante... y entonces se disipó. No sé cómo recuerdo eso, pero lo recuerdo ¿No sientes en ocasiones que hay algo mal en nosotras? Que estamos en el lugar incorrecto...» Le dijo Anna en una ocasión. Y ella se limitó a restarle importancia. Estaban a salvo, seguras bajo el ala de Umbrella.
— Mando, aquí A6, estoy en la posición que marca mi GPS — transmitió a través de la radio a la base.
«Recibido A6, se encuentra en una antigua localización de la armada estadounidense, necesitamos que entre en el edificio y localice el despacho 322. Allí encontrará un ordenador, queremos su disco duro.»
— Recibido — A6 observó en la distancia el edificio. Era amplio, y como no una pequeña horda de zombies lo custodiaba, unos treinta que deambulaban de un lugar a otro con calma, porque aún no la habían visto.
No memories, no pain, no life...
El día anterior.
Sobrevivir al apocalipsis zombie y como no morir en el intento. Aquel sería el nombre de su libro, si es que Max llegaba a escribir uno. Pero aunque sonase muy estúpido sobrevivir a los zombies había sido sin lugar a dudas el menor de sus problemas. ¡Que disparate! Pero sí, la comida era cada vez más difícil de encontrar, por no hablar de las armas, que había perdido la mayoría de cosas que tenía.
- Bufff... que mierda - se quejó en voz baja cuando se dio cuenta de que ya no le quedaba agua en su botella de plástico. Observó a su alrededor, con la esperanza de que algo le dijera qué hacer ahora. Había un edificio gubernamental a sus espaldas y decidió que tal vez pudiera refugiarse allí. Puede que con suerte encontrase comida y armas.
Se coló por la parte trasera del edificio y ascendió hasta uno de los despachos donde encontró el típico surtidor de agua... y lo mejor de todo es que tenía uno de esos garrafones enormes de agua a su lado sin abrir. Disfrutó del agua con calma y se acomodó en uno de los despachos con su nueva adquisición.
Había un butacón enorme en el que pudo tumbarse, todo eso después de cerrar la puerta, aunque no tenía pestillo, si no hacía ruido... Los zombies no abrían puertas, ¿no?
El día de hoy.
Se despertó algo perezoso. Apartando de su rostro un libro que la noche anterior había comenzado a leer. Con un suspiro se irguió y dio un trago de agua. Llevaba 24 horas sin comer nada y lo curioso es que ya apenas tenía hambre. Comía muy poco y eso había provocado que su estómago se hiciera más pequeño, hasta el punto de que con el agua lograba saciar su hambre. Pro si se ponía a pensar en ello... su estómago rugía, como hizo en aquel momento, en protesta por aquella "dieta" tan estricta.
Comenzó a ponerse los pantalones y cuando se abrochaba el cinturón algo lo hizo parar durante unos segundos. Max no estaba solo, comenzó a escuchar pasos que provenían del pasillo. ¿Un zombie? Prestó atención, no parecían los pasos erráticos de un zombie... y eso le parecía aún peor.
Sobrevivir al apocalipsis zombie y como no morir en el intento. Aquel sería el nombre de su libro, si es que Max llegaba a escribir uno. Pero aunque sonase muy estúpido sobrevivir a los zombies había sido sin lugar a dudas el menor de sus problemas. ¡Que disparate! Pero sí, la comida era cada vez más difícil de encontrar, por no hablar de las armas, que había perdido la mayoría de cosas que tenía.
- Bufff... que mierda - se quejó en voz baja cuando se dio cuenta de que ya no le quedaba agua en su botella de plástico. Observó a su alrededor, con la esperanza de que algo le dijera qué hacer ahora. Había un edificio gubernamental a sus espaldas y decidió que tal vez pudiera refugiarse allí. Puede que con suerte encontrase comida y armas.
Se coló por la parte trasera del edificio y ascendió hasta uno de los despachos donde encontró el típico surtidor de agua... y lo mejor de todo es que tenía uno de esos garrafones enormes de agua a su lado sin abrir. Disfrutó del agua con calma y se acomodó en uno de los despachos con su nueva adquisición.
Había un butacón enorme en el que pudo tumbarse, todo eso después de cerrar la puerta, aunque no tenía pestillo, si no hacía ruido... Los zombies no abrían puertas, ¿no?
El día de hoy.
Se despertó algo perezoso. Apartando de su rostro un libro que la noche anterior había comenzado a leer. Con un suspiro se irguió y dio un trago de agua. Llevaba 24 horas sin comer nada y lo curioso es que ya apenas tenía hambre. Comía muy poco y eso había provocado que su estómago se hiciera más pequeño, hasta el punto de que con el agua lograba saciar su hambre. Pro si se ponía a pensar en ello... su estómago rugía, como hizo en aquel momento, en protesta por aquella "dieta" tan estricta.
Comenzó a ponerse los pantalones y cuando se abrochaba el cinturón algo lo hizo parar durante unos segundos. Max no estaba solo, comenzó a escuchar pasos que provenían del pasillo. ¿Un zombie? Prestó atención, no parecían los pasos erráticos de un zombie... y eso le parecía aún peor.
Me conformaba con poco. Pero ni por esas encontraba gran cosa y seguramente había elegido mal mi camino. Aquello habían sido sobre todo oficinas, allí no iba a encontrar nada. Pero ya que había sido capaz de entrar y adentrarme en el interior del edificio... seguiría hasta el final y lo investigaría todo. O al menos aquella era mi intención y si las cosas no se ponían difíciles lo conseguiría.
Avancé por el pasillo con cautela, no veía a ningún muerto, pero eso no me hacía bajar la guardia. Fui directo hacia el último despacho, puesto que ya había investigado los demás y solo había encontrado un sencillo cuchillo. Pero tampoco me quejaba, porque sabía que sería de utilidad.
Alcé el hacha en mi derecha y con la izquierda giré la manilla de la puerta, cuando esta se abrió levemente la empujé con el mango del hacha, para así sujetar el mango con ambas manos. Una figura humana, así que no lo pensé dos veces y alcé el arma en su dirección, pero en el último segundo algo me hizo retroceder chocando contra el marco de la puerta.
— ¡Joder estás vivo y casi te abro la cabeza como a un melón! — exclamé dejando caer el hacha a un lado a causa de la impresión que me había dado pensar en que hubiera podido darle de verdad. Ni siquiera parecía muy mayor, ¿qué tendría veinte años? Y entonces recordé los días en los que yo había viajado sin rumbo de un lugar a otro, solo. Él parecía estar solo.
— Perdóname, mi nombre es Nigel... siento... esto — empecé a decir sin saber muy bien qué decir para que no hubiera malos rollos, aunque dado que casi le abría la cabeza... — No soy uno de esos chalados... ¿y tú? — concluyó pensando que era la mejor frase, pero al pronunciarla en voz alta... no, no era tan buena.
Avancé por el pasillo con cautela, no veía a ningún muerto, pero eso no me hacía bajar la guardia. Fui directo hacia el último despacho, puesto que ya había investigado los demás y solo había encontrado un sencillo cuchillo. Pero tampoco me quejaba, porque sabía que sería de utilidad.
Alcé el hacha en mi derecha y con la izquierda giré la manilla de la puerta, cuando esta se abrió levemente la empujé con el mango del hacha, para así sujetar el mango con ambas manos. Una figura humana, así que no lo pensé dos veces y alcé el arma en su dirección, pero en el último segundo algo me hizo retroceder chocando contra el marco de la puerta.
— ¡Joder estás vivo y casi te abro la cabeza como a un melón! — exclamé dejando caer el hacha a un lado a causa de la impresión que me había dado pensar en que hubiera podido darle de verdad. Ni siquiera parecía muy mayor, ¿qué tendría veinte años? Y entonces recordé los días en los que yo había viajado sin rumbo de un lugar a otro, solo. Él parecía estar solo.
— Perdóname, mi nombre es Nigel... siento... esto — empecé a decir sin saber muy bien qué decir para que no hubiera malos rollos, aunque dado que casi le abría la cabeza... — No soy uno de esos chalados... ¿y tú? — concluyó pensando que era la mejor frase, pero al pronunciarla en voz alta... no, no era tan buena.
Tercera persona || Sueños o visiones || Primera persona
Se movía de forma grácil por las escaleras, no tardaría en alcanzar la tercera planta y por tanto aquel despacho. Cumpliría su objetivo y regresaría rápidamente a casa. Sí, a lo que ella llamaba casa. Recorrió el pasillo rápidamente observando los números de los despachos en las puertas hasta que alcanzó el 322. Alzó la lanza plegable, la cual se abrió rápidamente y se hizo paso en el interior incrustando la punta en la cabeza de la figura que vio.
El zombie cayó muerto en el suelo y A6 fue rápidamente hasta el viejo ordenador. La caja parecía estar en buen funcionamiento. Se ayudó de su cuchillo para quitar los tornillos y extraer el disco duro, el cual guardó posteriormente en una funda que le habían entregado.
— Mando, aquí A6, misión cumplida, tengo el disco duro en mi poder — habló al micrófono que portaba. Guardó la funda en una pequeña mochila que llevaba y comenzó a caminar hacia el exterior del despacho nuevamente.
«Perfecto, regrese a la base a la mayor brevedad». A6 caminó por el pasillo con calma, vestía ropas negras sencillas, cargado con algunas de sus armas en diferentes cinturones y arneses. Llevaba un pañuelo azul que cubría su rostro desde la nariz y había recogido su cabello con una coleta. El logo de Umbrella lo portaba en el hombro, muy sencillo y disimulado. Comenzó a bajar las escaleras, pero algo la hizo detenerse, eran voces, humanas.
El nuevo protocolo de Umbrella al encontrar supervivientes era sencillo y sobre todo claro. Sin embargo A6 no portaba ninguna clase de somnífero para sedar a nadie, por lo que tendría que utilizar otros métodos. Miró a su alrededor y en vez de quedarse en aquella planta descendí a la siguiente y esperó. De su cinturón sacó uno de los sais y observó la hoja. Sería cauta.
No memories, no pain, no life...
Le fue imposible no gritar.
- ¡Eh, eh... Estoy vivo! - alzó levemente las manos cuando vio el hacha y retrocedió rápido hacia el escritorio, chocando con él en un intento de evitar aquel golpe que habría sido mortal. Max por poco se cayó sobre la mesa, pero el hombre desvió el hacha y el joven se dejó caer al suelo. Respirando muy agitadamente.
- Si no es el hacha será el corazón. ¡Que susto me has dado! - exclamó el muchacho a la vez que se llevaba la mano al pecho.
- Max, diría que es un placer, pero no hasta que me lata el corazón a una velocidad normal - el muchacho se rió ante el pensamiento que le acababa de surgir. - Solo por haber detenido el hacha te perdono - sus palabras fueron algo sarcásticas, pero de verdad que lo agradecía.
- ¿Entonces eres de fiar? Yo también, pero si no lo eres... Yo tampoco, quiero decir que... - Max se obligó a callarse antes de que metiese más la pata. Porque no sabía ya ni lo que decía.
- Bueno, nada - terminó finalmente. Hacía mucho tiempo que no se topaba con nadie, así que era lo normal.
- ¡Eh, eh... Estoy vivo! - alzó levemente las manos cuando vio el hacha y retrocedió rápido hacia el escritorio, chocando con él en un intento de evitar aquel golpe que habría sido mortal. Max por poco se cayó sobre la mesa, pero el hombre desvió el hacha y el joven se dejó caer al suelo. Respirando muy agitadamente.
- Si no es el hacha será el corazón. ¡Que susto me has dado! - exclamó el muchacho a la vez que se llevaba la mano al pecho.
- Max, diría que es un placer, pero no hasta que me lata el corazón a una velocidad normal - el muchacho se rió ante el pensamiento que le acababa de surgir. - Solo por haber detenido el hacha te perdono - sus palabras fueron algo sarcásticas, pero de verdad que lo agradecía.
- ¿Entonces eres de fiar? Yo también, pero si no lo eres... Yo tampoco, quiero decir que... - Max se obligó a callarse antes de que metiese más la pata. Porque no sabía ya ni lo que decía.
- Bueno, nada - terminó finalmente. Hacía mucho tiempo que no se topaba con nadie, así que era lo normal.
— Tranquilo... — alcancé a decir. No pude evitar sonreír ligeramente al ver que el muchacho se puso muy nervioso. Alcé una mano para que se calmase. Yo sabía que la gente hoy en día no era de confianza, pero aquel chico me inspiraba mucha confianza. Algo me decía que no, él era un buen chico. Estaba convencido de ello.
— Max, ¿vas solo? — pregunté a la vez que bajaba más el arma y me acercaba a él. — Tal vez haya sonado muy pervertido, no era mi intención... — me reí rascándome la cabeza. — Es que... — recordé las palabras de Margot: "No se habla a nadie de Fort Detrick".
— Puedes venir conmigo si estás solo, vivo en un refugio — me había precipitado y después Margot me echaría la bronca del siglo, pero algo me decía que debía ayudar a ese muchacho. — ...y creo que deberíamos irnos ya, hemos hecho mucho ruido y seguro que vendrán a por nosotros... — me giré hacia la puerta para ver por el pasillo y luego me giré hacia él de nuevo. Venía a buscar armas, tal vez comida... no un muchacho, pero de verdad, algo me decía que teníamos que irnos. Era una sensación muy desagradable.
— Mira, sé que te acabo de conocer, pero algo me dice que debemos pirarnos. ¡Ya! — la última palabra me produjo escalofríos incluso a mi.
— Max, ¿vas solo? — pregunté a la vez que bajaba más el arma y me acercaba a él. — Tal vez haya sonado muy pervertido, no era mi intención... — me reí rascándome la cabeza. — Es que... — recordé las palabras de Margot: "No se habla a nadie de Fort Detrick".
— Puedes venir conmigo si estás solo, vivo en un refugio — me había precipitado y después Margot me echaría la bronca del siglo, pero algo me decía que debía ayudar a ese muchacho. — ...y creo que deberíamos irnos ya, hemos hecho mucho ruido y seguro que vendrán a por nosotros... — me giré hacia la puerta para ver por el pasillo y luego me giré hacia él de nuevo. Venía a buscar armas, tal vez comida... no un muchacho, pero de verdad, algo me decía que teníamos que irnos. Era una sensación muy desagradable.
— Mira, sé que te acabo de conocer, pero algo me dice que debemos pirarnos. ¡Ya! — la última palabra me produjo escalofríos incluso a mi.
Primero me aseguraría de que se trataban de supervivientes. Después contactaría con la base, para explicar la situación. Me acerqué por el pasillo y allí vi que se trataban de dos chicos.
— Mando, aquí A6, tras completar mi misión me he topado con dos supervivientes, procedo con el protocolo establecido en estos casos — susurré al micrófono. No tardé en escuchar una respuesta de aprobación ante mi planteamiento. No iría a por ellos como una salvaje, primero me aseguraría de cuántos eran, qué armas tenían y entonces atacaría.
Avancé velozmente hacia el despacho, pero en vez de quedarme cerca de él, me adentré más en el edificio, de tal forma que quedase de espaldas a ellos cuando salieran. Les seguiría con cuidado y mucha atención. Podía escuchar como hablaban ahora, parecía un hombre, junto a un chaval. El mayor parecía preocupado por algo...
— Mando, aquí A6, tras completar mi misión me he topado con dos supervivientes, procedo con el protocolo establecido en estos casos — susurré al micrófono. No tardé en escuchar una respuesta de aprobación ante mi planteamiento. No iría a por ellos como una salvaje, primero me aseguraría de cuántos eran, qué armas tenían y entonces atacaría.
Avancé velozmente hacia el despacho, pero en vez de quedarme cerca de él, me adentré más en el edificio, de tal forma que quedase de espaldas a ellos cuando salieran. Les seguiría con cuidado y mucha atención. Podía escuchar como hablaban ahora, parecía un hombre, junto a un chaval. El mayor parecía preocupado por algo...
No memories, no pain, no life...
Tendía a hablar demasiado cuando más nerviosa estaba. Y ahora se notaba que estaba nervioso.
- ¿En serio? - no pudo evitar sonreír ante la idea de ir a un refugio con más gente. - ¿Y hay más gente a parte de ti? - comenzó a caminar hacia el hombre. ¿Demasiado confiando? Tal vez, Max pecaba de eso también, aunque en esta situación no supo por qué, pero el tal Nigel le cayó simpático. Había algo que le decía que podía irse con él.
- Está bien, vámonos - concluyó sin más rodeos. Recogió sus cosas, cargando al hombro el petate y se dispuso a salir de la habitación, pero en vez de ello se quedó a medio camino, justo a la espalda de Nigel. - Es que si dices que algo va mal... igual es mejor que vayas tú delante... - le miró con una leve sonrisa incómodo. - ¿No? - Max podía ser muy valiente, pero si había alguien que podía sustituirlo... pues le dejaba todo eso a la persona.
- ¿En serio? - no pudo evitar sonreír ante la idea de ir a un refugio con más gente. - ¿Y hay más gente a parte de ti? - comenzó a caminar hacia el hombre. ¿Demasiado confiando? Tal vez, Max pecaba de eso también, aunque en esta situación no supo por qué, pero el tal Nigel le cayó simpático. Había algo que le decía que podía irse con él.
- Está bien, vámonos - concluyó sin más rodeos. Recogió sus cosas, cargando al hombro el petate y se dispuso a salir de la habitación, pero en vez de ello se quedó a medio camino, justo a la espalda de Nigel. - Es que si dices que algo va mal... igual es mejor que vayas tú delante... - le miró con una leve sonrisa incómodo. - ¿No? - Max podía ser muy valiente, pero si había alguien que podía sustituirlo... pues le dejaba todo eso a la persona.
— Vale, vale... vamos — sin más roeos me asomé al pasillo, hacha en mano y tras no er absolutamente nada me moví hacia la salida. De vez en cuando giraba mi cabeza para asegurarme de que el muchacho me seguía. — Encargate de cubrirnos la salida, si ves algo me avisas — de esta forma ambos podíamos marcharnos de allí sin sorpresas desagradables.
Deshice mis pasos de cuando llegué, pero una vez abajo seguimos otra ruta, principalmente para evitar a los indeseables que se habían colocado en la entrada. Nos dirigimos hacia la parte trasera del edificio y por ahí, por una oficina más pequeña encontramos una ventana que daba a la parte trasera. Mucho más segura. ¡Menos mal!
Deslicé la ventan a hacia arriba y le hice una señal al muchacho para ayudarle a saltar.
— Max, solo es un metro, no pasará nada — expliqué.
Deshice mis pasos de cuando llegué, pero una vez abajo seguimos otra ruta, principalmente para evitar a los indeseables que se habían colocado en la entrada. Nos dirigimos hacia la parte trasera del edificio y por ahí, por una oficina más pequeña encontramos una ventana que daba a la parte trasera. Mucho más segura. ¡Menos mal!
Deslicé la ventan a hacia arriba y le hice una señal al muchacho para ayudarle a saltar.
— Max, solo es un metro, no pasará nada — expliqué.
Los dos chicos se movieron deprisa para salir del edificio, pero no podía dejarles escapar. Así que cuando llegaron a la oficina para escaparse por una de las ventanas me quedé fuera, en el pasillo y con toda la calma del mundo cargué la ballesta, mientras que ellos dos discutían sobre quién saldría primero de allí. Apunté y disparé en la dirección del chaval que era más mayor.
— ¿Y si os venís conmigo? — pregunté mientras volvía a recargar otro virote en la ballesta. No era mi intención matarlos, con herirlos sería suficiente. Disparé. Los dos virotes impactaron en la maldita pared de la oficina, ¿qué pasaba hoy con mi puntería? Bueno daba igual.
— El próximo irá directo a uno de vosotros dos... y no os gustaría saber dónde — coloqué un tercer virote en la ballesta.
DADOS: Que disparo bien la primera flecha, mi intención es darle en el brazo a Nigel. Si sale que no, fallo, si sale que sí todo es correcto, y debería usar tu otro para ver si lo esquivas o no.
— ¿Y si os venís conmigo? — pregunté mientras volvía a recargar otro virote en la ballesta. No era mi intención matarlos, con herirlos sería suficiente. Disparé. Los dos virotes impactaron en la maldita pared de la oficina, ¿qué pasaba hoy con mi puntería? Bueno daba igual.
— El próximo irá directo a uno de vosotros dos... y no os gustaría saber dónde — coloqué un tercer virote en la ballesta.
DADOS: Que disparo bien la primera flecha, mi intención es darle en el brazo a Nigel. Si sale que no, fallo, si sale que sí todo es correcto, y debería usar tu otro para ver si lo esquivas o no.
No memories, no pain, no life...
El miembro 'Vanessa A. Walcott' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Podía haber esperado cualquier cosa, por extraña e iverosímil que pudiera parecer, cualquier cosa menos aquello. Fue como si su corazón se paralizase.
- ¿Va-vanessa? - un brillo rápido apareció en su mirada. Sus ojos se enrojecieron notablemente cuando se percató de que la mujer que tenía frente a él era exactamente igual a su hermana, pero eso no podía ser... porque él mismo la había visto morir. Incapaz de moverse, por más que Nigel le hubiera insistido o que la rubia les hubiera disparado y además jurase volver a hacerlo.
- ¡Nessa! - gritó sin saber muy bien qué más podía hacer o decir, se quedó bloqueado, ¿se estaba imaginando aquello o solo es que esa mujer se parecía a su hermana? No, era ella, debía ser ella. ¿Cómo iba a olvidarse de su hermana? Aunque apenas hubieran pasado tiempo, aunque apenas se conociera. Aquella era Vanessa Walcott, su hermana.
- Soy yo, Max... ¿Qué te ha pasado? - empezó a decir a la vez que sus pies comenzaban a andar, sin darse cuenta dio un par de pasos hacia ella. Era su hermana y quería correr para abrazarla, pero una parte de él le decía que huyera, que se fuera. Extrañamente estaba aterrado, porque su cerebro no lograba entender lo que estaba ocurriendo.
- ¿Va-vanessa? - un brillo rápido apareció en su mirada. Sus ojos se enrojecieron notablemente cuando se percató de que la mujer que tenía frente a él era exactamente igual a su hermana, pero eso no podía ser... porque él mismo la había visto morir. Incapaz de moverse, por más que Nigel le hubiera insistido o que la rubia les hubiera disparado y además jurase volver a hacerlo.
- ¡Nessa! - gritó sin saber muy bien qué más podía hacer o decir, se quedó bloqueado, ¿se estaba imaginando aquello o solo es que esa mujer se parecía a su hermana? No, era ella, debía ser ella. ¿Cómo iba a olvidarse de su hermana? Aunque apenas hubieran pasado tiempo, aunque apenas se conociera. Aquella era Vanessa Walcott, su hermana.
- Soy yo, Max... ¿Qué te ha pasado? - empezó a decir a la vez que sus pies comenzaban a andar, sin darse cuenta dio un par de pasos hacia ella. Era su hermana y quería correr para abrazarla, pero una parte de él le decía que huyera, que se fuera. Extrañamente estaba aterrado, porque su cerebro no lograba entender lo que estaba ocurriendo.
— ¡Me cago en la...! — di un fuerte respingo cuando los virotes se clavaron en la pared. Pues prácticamente los había visto pasar a escasos centímetros de mi rostro. ¡Podría estar muerto! — ¡Eh, eh... baja eso! — exclamé a la joven que comenzaba a cargar un tercer virote, pero eso quedó en un segundo plano cuando Max la llamó por su nombre. — ¿La conoces? — perplejo observé a ambos, ella no parecía ni prestarnos atención, pero al joven muchacho parecía que le iba a echarse a llorar en cualquier momento. Le observé con mucha atención, como dio un par de pasos hacia la tal Vanessa.
— Max, creo que... no es buena idea — a su espalda coloqué una de mis manos sobre su hombro. — Es de umbrella — dejo en un susurro al ver el diminuto logo en su hombro. — Max, vámonos, tu amiga no parece alegrarse precisamente de vernos... — empezó a susurrar a la vez que tiraba del muchacho hacia atrás.
La mandíbula se me tensó, aquello iba a ser una locura, pero corrí velozmente y cerré la puerta de un solo golpe, dejando a la mujer fuera. La puerta tenía un pestillo que rápidamente eché.
— ¡Max, vámonos ya! — regresé hasta su altura y tiré del joven hacia la ventana. — Iba a dispararnos, tu amiga iba a dispararnos — insistí una y otra vez mientras que volvía a la ventana y comenzaba a bajar. — Por no hablar del bonito logo de Umbrella en su hombro — salté fuera y me coloqué junto a la ventana para ayudar al muchacho a bajar. — ¡Max! — volví a insistir para que bajase. Pero tuve que despistarme porque vi como se acercaba un zombie. Alcé mi hacha dispuesto a atacar antes de que él me lo hiciera a mi. Partí el cráneo del zombie en prácticamente dos, cayó muerto al suelo y rápido me giré para ver qué pasaba con Max.
— Max, creo que... no es buena idea — a su espalda coloqué una de mis manos sobre su hombro. — Es de umbrella — dejo en un susurro al ver el diminuto logo en su hombro. — Max, vámonos, tu amiga no parece alegrarse precisamente de vernos... — empezó a susurrar a la vez que tiraba del muchacho hacia atrás.
La mandíbula se me tensó, aquello iba a ser una locura, pero corrí velozmente y cerré la puerta de un solo golpe, dejando a la mujer fuera. La puerta tenía un pestillo que rápidamente eché.
— ¡Max, vámonos ya! — regresé hasta su altura y tiré del joven hacia la ventana. — Iba a dispararnos, tu amiga iba a dispararnos — insistí una y otra vez mientras que volvía a la ventana y comenzaba a bajar. — Por no hablar del bonito logo de Umbrella en su hombro — salté fuera y me coloqué junto a la ventana para ayudar al muchacho a bajar. — ¡Max! — volví a insistir para que bajase. Pero tuve que despistarme porque vi como se acercaba un zombie. Alcé mi hacha dispuesto a atacar antes de que él me lo hiciera a mi. Partí el cráneo del zombie en prácticamente dos, cayó muerto al suelo y rápido me giré para ver qué pasaba con Max.
- ATAQUE AL ZOMBIE:
- SISTEMA DE HABILIDADES: Vamos a probar esto.
Entiendo que el zombie no me ataca (ya que no ha llegado hasta mi aún), por lo que... solo está mi ataque con el hacha.
DADO 1: Mi ataque.
DADO 2: Defensa del zombie.
RESULTADO
MI ATAQUE = 2(Armas cuerpo a cuerpo) + 3(dado) = 5
DEFENSA ZOMBIE = [Defensa zombie 1 + 4 (dado)] = 5
Empate, pero al tratarse de un zombie medio despistado. GANO.
Ahora, el daño que le causo con el hacha es de (10 HACHA + Mi Fuerza 2) = 12
Y como su vida es de 10 - 12 = A tomar por culo el zombie.
El miembro 'Nigel Hunt' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
"¿Vanessa?". Por una fracción de segundo me quedé completamente estática, sujetando la ballesta en una mano y con la otra sobre el virote que acababa de colocar. Vanessa. Se estaba dirigiendo a mi y... algo me decía que... algo me estaba impulsando a detenerme.
— A6, ¿todo va bien? — la voz de White Queen resonó en el auricular de la mujer.
— Todo va como debe Mando — A6 pestañeó y todo posible miedo o recuerdo quedaron atrás. El otro hombre cerró la puerta y eso no hizo más que molestarla.
— ¡Os dije que no os moviérais! — gritó con rabia a la vez que se acercaba hasta la puerta y la golpeaba con furia. La puerta no se abrió a causa del golpe, así que la joven siguió insistiendo, golpeandola sin importar el ruido que causaba. — ¡Tenía pensado ser venebolente con vosotros! Pero ahora pienso mataros — un tercer golpe, sin importar el daño que se estaba causando en el hombro. Corrió rápidamente hacia la otra habitación, buscando una ventana o algo por la que poder salir para dar caza a esos dos.
— A6, ¿todo va bien? — la voz de White Queen resonó en el auricular de la mujer.
— Todo va como debe Mando — A6 pestañeó y todo posible miedo o recuerdo quedaron atrás. El otro hombre cerró la puerta y eso no hizo más que molestarla.
— ¡Os dije que no os moviérais! — gritó con rabia a la vez que se acercaba hasta la puerta y la golpeaba con furia. La puerta no se abrió a causa del golpe, así que la joven siguió insistiendo, golpeandola sin importar el ruido que causaba. — ¡Tenía pensado ser venebolente con vosotros! Pero ahora pienso mataros — un tercer golpe, sin importar el daño que se estaba causando en el hombro. Corrió rápidamente hacia la otra habitación, buscando una ventana o algo por la que poder salir para dar caza a esos dos.
- Daditos:
- DADO 1: ¿Abro la puerta?
DADO 2 (Solo si el priemro es positivo): Ataque.
No memories, no pain, no life...
El miembro 'Vanessa A. Walcott' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Dilemas' :
#1 Resultados :
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#2 'Números' :
#2 Resultados :
#1 'Dilemas' :
#1 Resultados :
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#2 'Números' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
- Vanessa - sollozó con los ojos llenos des lágrimas.
- ¡No! - exclamó cuando Nigel cerró la puerta, incluso corrió hacia ella con ademán de abrirla, pero en ese momento escuchó las voces del otro lado y se detuvo por completo. Perplejo retrocedió lentamente al escuchar los gritos. Vanessa gritaba y nos amenazaba. Max retrocedió hasta la ventana, dudando de todo cuanto estaba pasando, no lograba comprender nada. Pero sí una sola cosa.
Aquella no podía ser su hermana.
Respiró hondo para contener sus penas y saltó por la ventana justo detrás de Nigel.
- Vámonos por favor... - pidió realmente asustado y preocupado por lo que acababa de ver. Escapaba a su comprensión y estaba realmente aterrado por eso mujer con el rostro de Vanessa.
- ¡No! - exclamó cuando Nigel cerró la puerta, incluso corrió hacia ella con ademán de abrirla, pero en ese momento escuchó las voces del otro lado y se detuvo por completo. Perplejo retrocedió lentamente al escuchar los gritos. Vanessa gritaba y nos amenazaba. Max retrocedió hasta la ventana, dudando de todo cuanto estaba pasando, no lograba comprender nada. Pero sí una sola cosa.
Aquella no podía ser su hermana.
Respiró hondo para contener sus penas y saltó por la ventana justo detrás de Nigel.
- Vámonos por favor... - pidió realmente asustado y preocupado por lo que acababa de ver. Escapaba a su comprensión y estaba realmente aterrado por eso mujer con el rostro de Vanessa.
— ¿Estás bien? — pregunté al ver la cara descompuesta del muchacho. — Claro, por aquí — comencé a correr hacha en mano hacia el camión de bomberos que no se encontraba muy lejos de nuestra posición. Rezaba porque aquella loca no nos siguiera y ya no solo por la mala hostia que se traía, si no porque había dejado hecho polvo al muchacho sin llegar ni a tocarlo. ¿La conocía de verdad, a alguien de Umbrella? Aquello era bastante fuerte, dado que esos cabrones se habían cargado el mundo y ahora seguían a sus anchas destruyéndolo.
— ¡Justo ahí! — señalé el camión cuando lo vi y me obligué a correr más rápido para alcanzarlo. Subí veloz, coloqué las llaves, arranqué y en cuanto Max estuvo dentro pisé a fondo para salir de aquella pesadilla a la velocidad que el maldito cacharro permitiera.
— Cacharro no nos dejes tirados ahora, tú puedes — susurré acariciando el volante. — Max, te voy a llevar a un lugar seguro, es mi casa ahora y espero que también pueda ser la tuya — y sin más dirigí el camión hacia Fort Detrick.
Rezando porque Margot no me matara por traer a un muchacho.
— ¡Justo ahí! — señalé el camión cuando lo vi y me obligué a correr más rápido para alcanzarlo. Subí veloz, coloqué las llaves, arranqué y en cuanto Max estuvo dentro pisé a fondo para salir de aquella pesadilla a la velocidad que el maldito cacharro permitiera.
— Cacharro no nos dejes tirados ahora, tú puedes — susurré acariciando el volante. — Max, te voy a llevar a un lugar seguro, es mi casa ahora y espero que también pueda ser la tuya — y sin más dirigí el camión hacia Fort Detrick.
Rezando porque Margot no me matara por traer a un muchacho.
Cuando A6 logró salir al exterior ya era tarde, un vehículo se alejaba velozmente de allí.
— Mierda — dijo entre dientes.
— Mando, aquí A6 regreso a la base con el objetivo principal de mi misión — explicó a través del auricular mientras que se daba la vuelta. — ¿Qué ha pasado con los supervivientes? — preguntó una voz al otro lado. — ...han escapado — le costó pronunciar las palabras, pero fue sincera con sus superiores.
No se escuchó nada más.
A6 dejó caer la ballesta a su espalda y desenfundó una de sus katanas. Había un zombie que paseaba por ahí ajeno a lo que acababa de pasar, se acercó por la espalda a él y asestó un golpe del arma en su cabeza, además de un par más del todo innecesarios que le sirvieron como catarsis para desahogarse por lo ocurrido.
Tras eso se alejó para poner rumbo de nuevo a Umbrella.
— Mierda — dijo entre dientes.
— Mando, aquí A6 regreso a la base con el objetivo principal de mi misión — explicó a través del auricular mientras que se daba la vuelta. — ¿Qué ha pasado con los supervivientes? — preguntó una voz al otro lado. — ...han escapado — le costó pronunciar las palabras, pero fue sincera con sus superiores.
No se escuchó nada más.
A6 dejó caer la ballesta a su espalda y desenfundó una de sus katanas. Había un zombie que paseaba por ahí ajeno a lo que acababa de pasar, se acercó por la espalda a él y asestó un golpe del arma en su cabeza, además de un par más del todo innecesarios que le sirvieron como catarsis para desahogarse por lo ocurrido.
Tras eso se alejó para poner rumbo de nuevo a Umbrella.
- Daditos:
- DADO 1: Ataque. 4 + 8 = 12.
Dado 2: Defensa Zombie. 2 + 1 = 3.
Daño katana 12 + 2 = 14.
PV Zombie = 10. Así que como diría Nigel, a la puta el zombie. O algo así entendí (?)
No memories, no pain, no life...
El miembro 'Vanessa A. Walcott' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
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