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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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¿Una entrada triunfal? [Matthew Kowalski]
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Recuerdo del primer mensaje :
— No puedo... — aquellas dos sencillas palabras salieron de mis labios casi temblorosas. Como si pronunciarlas pudieran fastidiar aún más mi situación. Con un suspiro traté de aspirar todo el humo del cigarrillo, de tragármelo todo y lo más importante de todo. De tranquilizarme. Si no tal vez no fuera a salir de aquel lugar... me lo merecía, aunque llevase meses sin fumar. — ¡Cierra el pico YA! — no me importó gritar y mucho menos golpear la puerta de madera. Sin embargo con aquellos seres irracionales hacer más ruido tan solo conseguía el efecto contrario al deseado y eso lograba irritarme. Pedía un sencillo minuto de silencio, el necesario para pensar en un plan que me sacara de aquel infierno.
— Malditos seáis... — susurré mirando la puerta fijamente, entre llantos, no podía más. — No vais a parar, ¿verdad? — continué hablando mientras soltaba el humo del cigarrillo. Estaba atrapada y para colmo en un espacio minúsculo. — ¡¿Verdad?!— grité golpeando esta vez yo la puerta con el pie, dando fuertes golpes. En aquel cuarto de la limpieza apenas cabía ni siquiera yo misma. Me encontraba con la espalda apoyada en la pared y ambos pies contra la puerta, empujando para evitar que esta se abriera. Esos malditos bastardos me habían rodeado en el pasillo y no me quedó de ora que salir corriendo a esconderme. Para más irritación la mía en un maldito agujero de rata como aquel. El lugar no mediría ni un metro cuadrado.
Respiré hondo alzando la mirada al techo y allí distinguí algo, con ayuda de la linterna vi la trampilla. Era la típica del aire, en el techo. Me mordí el labio inferior y sin moverme de mi sitio, porque no podía más que nada, cogí la escoba que tenía a mi lado y con el palo comencé a golpear la rejilla metálica hasta que esta cayó sobre mi. — ¡Maldita sea! — me quejé cuando esta me dio en la mano derecha. Los zombies parecieron más eufóricos que nunca, sus golpes ahí dentro resonaban con tal vez demasiada fuerza. Si seguían así no tardarían en romper la puerta que yo empujaba con mis pies.
Miré el agujero sobre mi cabeza con cierto respeto, debía subir rápida, pues una vez que dejara de empujar la puerta ellos no tardarían en entrar y podrían cogerme o caerme sobre ellos y... Sería un bonito final, el más estúpido para la más idiota de todas. Respiré hondo y aprovechando la estrechez del cuartucho me impulsé hacia arriba logrando adentrarme en el conducto. Dejé de empujar la puerta y mis pies quedaron colgando mientras que yo luchaba por trepar hasta arriba y terminar de entrar.
Cuando se abrió la puerta sentí como si el corazón se me fuera a salir del pecho. Por lo que me impulsé como pude de una forma extraña y torpe, pero gracias a dios eficaz. Quedé tumbada en el conducto, respirando de forma agitada mientras escuchaba el ruido de los zombies abajo. Me volví para asomarme por el agujero y ver como esos idiotas estiraban las manos en mi dirección. — Que os den... — susurré con retintín a la vez que les levantaba el dedo corazón, daba la última calada al cigarrillo y les tiraba la colilla.
Comencé a arrastrarme por aquellos polvorientos y laberínticos conductos, casi sin saber hacia donde iba, hasta que escuché un ruido demasiado cercano e intranquilizante para mi. — Mierda... — susurré cuando e di cuenta de que por culpa de mi peso y el tiempo, el conducto cedía. Unos tres o dos metros y medio más abajo, me dio la hostia del siglo. Comencé a toser por culpa del polvo y el dolor. Me encontraba en mitad de uno de los pasillos del colegio. Al menos no se veía a nada por ahí. — Y esto es una entrada triunfal... — dolorida comencé a ponerme en pie como pude mientras que me sacudía la ropa y trataba de contener la tos. Vaya día había escogido para visitar ese colegio...
— No puedo... — aquellas dos sencillas palabras salieron de mis labios casi temblorosas. Como si pronunciarlas pudieran fastidiar aún más mi situación. Con un suspiro traté de aspirar todo el humo del cigarrillo, de tragármelo todo y lo más importante de todo. De tranquilizarme. Si no tal vez no fuera a salir de aquel lugar... me lo merecía, aunque llevase meses sin fumar. — ¡Cierra el pico YA! — no me importó gritar y mucho menos golpear la puerta de madera. Sin embargo con aquellos seres irracionales hacer más ruido tan solo conseguía el efecto contrario al deseado y eso lograba irritarme. Pedía un sencillo minuto de silencio, el necesario para pensar en un plan que me sacara de aquel infierno.
— Malditos seáis... — susurré mirando la puerta fijamente, entre llantos, no podía más. — No vais a parar, ¿verdad? — continué hablando mientras soltaba el humo del cigarrillo. Estaba atrapada y para colmo en un espacio minúsculo. — ¡¿Verdad?!— grité golpeando esta vez yo la puerta con el pie, dando fuertes golpes. En aquel cuarto de la limpieza apenas cabía ni siquiera yo misma. Me encontraba con la espalda apoyada en la pared y ambos pies contra la puerta, empujando para evitar que esta se abriera. Esos malditos bastardos me habían rodeado en el pasillo y no me quedó de ora que salir corriendo a esconderme. Para más irritación la mía en un maldito agujero de rata como aquel. El lugar no mediría ni un metro cuadrado.
Respiré hondo alzando la mirada al techo y allí distinguí algo, con ayuda de la linterna vi la trampilla. Era la típica del aire, en el techo. Me mordí el labio inferior y sin moverme de mi sitio, porque no podía más que nada, cogí la escoba que tenía a mi lado y con el palo comencé a golpear la rejilla metálica hasta que esta cayó sobre mi. — ¡Maldita sea! — me quejé cuando esta me dio en la mano derecha. Los zombies parecieron más eufóricos que nunca, sus golpes ahí dentro resonaban con tal vez demasiada fuerza. Si seguían así no tardarían en romper la puerta que yo empujaba con mis pies.
Miré el agujero sobre mi cabeza con cierto respeto, debía subir rápida, pues una vez que dejara de empujar la puerta ellos no tardarían en entrar y podrían cogerme o caerme sobre ellos y... Sería un bonito final, el más estúpido para la más idiota de todas. Respiré hondo y aprovechando la estrechez del cuartucho me impulsé hacia arriba logrando adentrarme en el conducto. Dejé de empujar la puerta y mis pies quedaron colgando mientras que yo luchaba por trepar hasta arriba y terminar de entrar.
Cuando se abrió la puerta sentí como si el corazón se me fuera a salir del pecho. Por lo que me impulsé como pude de una forma extraña y torpe, pero gracias a dios eficaz. Quedé tumbada en el conducto, respirando de forma agitada mientras escuchaba el ruido de los zombies abajo. Me volví para asomarme por el agujero y ver como esos idiotas estiraban las manos en mi dirección. — Que os den... — susurré con retintín a la vez que les levantaba el dedo corazón, daba la última calada al cigarrillo y les tiraba la colilla.
Comencé a arrastrarme por aquellos polvorientos y laberínticos conductos, casi sin saber hacia donde iba, hasta que escuché un ruido demasiado cercano e intranquilizante para mi. — Mierda... — susurré cuando e di cuenta de que por culpa de mi peso y el tiempo, el conducto cedía. Unos tres o dos metros y medio más abajo, me dio la hostia del siglo. Comencé a toser por culpa del polvo y el dolor. Me encontraba en mitad de uno de los pasillos del colegio. Al menos no se veía a nada por ahí. — Y esto es una entrada triunfal... — dolorida comencé a ponerme en pie como pude mientras que me sacudía la ropa y trataba de contener la tos. Vaya día había escogido para visitar ese colegio...
Dejó escapar una pequeña risa y dijo -eso es realmente asqueroso- la miro aún con una Sony, por muy muerto de hambre que pudiera estar solo pensar en comer algo de la carne podrida de esas cosas hacía que se le revolvieran las tripas. Miro la sopa y la forma en la que ella se emocionaba -bien, si encontramos una habitación tan fantástica como dices, la preparamos- dijo sin más, los dos ya se habían metido en ese lío y tenían que sacar lo mejor de eso.
La tormenta definitivamente era un problema porque solía traer problemas, así que lo mejor es que buscarán una habitación más segura y que lo hicieran rápido porque probablemente sea quien sea que esté ahí iba a despertarse rápido. Ambos se movieron rápido mientras comenzaban a revisar cada cosa que encontraban a su paso y a poner la mayoría de seguros que pusieran, eso era un maldito hotel así que suponía que en algún momento habían puesto cerraduras a todas las puertas y bueno... Los zombies no abrían puertas.
Por un momento Matt miro hacia una ventana y suspiró, a veces se sentía realmente cansado de aquella vida ¿Será que jamás tendría un poco de paz? -si, creo que tuviste una buena idea al entrar aqui- le dijo con cierta amabilidad antes de seguir revisando.
Cuando entraron al lobo, Matt pasó directamente al bar y dijo - por favor- mientras comenzaba a revisar donde debían estar las botellas, quizás era algo que quedaba para si mismo pero le costaba dormir y un poco de alcohol lo ayudaría bastante. Justo cuando una botella de whisky apareció, la escucho gritar y dejó la botella sobre la barra para girarse y buscarla. Pero cuando vio la escena ella parecía tan relajada así que el se tranquilizó pero solo por un momento.
Así que cuando callejón al piso Matt se apresuró a llegar cuando vio que el zombie la mordía -mierda- porque eso era malo, muy malo. La mujer le había caído bien y si ella se transformaba tendría que matarla, lo que lo hizo sentir cierta sensación asquerosa.
Se mantuvo quieto al mirarla sin saber ¿Que hacer exactamente? Esta vez el no disponía de un arma para hacer lo que tenía que hacer -¿No? ¿Que significa eso exactamente?- pregunto. El respiro profundo y se acercó con cierto cuidado -habia escuchado sobre los inmunes pero la verdad es que jamás había conocido a ninguno+ entonces volvió sobre sus pasos y busco la botella de whisky.
Abrió la botella y le dejo de caer algo del alcohol en la herida, luego busco una venda en su mochila para ayudarla a curarse. Luego le entrego la botella -vamos, hay que buscar una habitación para que puedas descansar- la ayudo a levantarse y aunque parecía calmado, Matt sabía que no iba a estar tranquilo esa noche
La tormenta definitivamente era un problema porque solía traer problemas, así que lo mejor es que buscarán una habitación más segura y que lo hicieran rápido porque probablemente sea quien sea que esté ahí iba a despertarse rápido. Ambos se movieron rápido mientras comenzaban a revisar cada cosa que encontraban a su paso y a poner la mayoría de seguros que pusieran, eso era un maldito hotel así que suponía que en algún momento habían puesto cerraduras a todas las puertas y bueno... Los zombies no abrían puertas.
Por un momento Matt miro hacia una ventana y suspiró, a veces se sentía realmente cansado de aquella vida ¿Será que jamás tendría un poco de paz? -si, creo que tuviste una buena idea al entrar aqui- le dijo con cierta amabilidad antes de seguir revisando.
Cuando entraron al lobo, Matt pasó directamente al bar y dijo - por favor- mientras comenzaba a revisar donde debían estar las botellas, quizás era algo que quedaba para si mismo pero le costaba dormir y un poco de alcohol lo ayudaría bastante. Justo cuando una botella de whisky apareció, la escucho gritar y dejó la botella sobre la barra para girarse y buscarla. Pero cuando vio la escena ella parecía tan relajada así que el se tranquilizó pero solo por un momento.
Así que cuando callejón al piso Matt se apresuró a llegar cuando vio que el zombie la mordía -mierda- porque eso era malo, muy malo. La mujer le había caído bien y si ella se transformaba tendría que matarla, lo que lo hizo sentir cierta sensación asquerosa.
Se mantuvo quieto al mirarla sin saber ¿Que hacer exactamente? Esta vez el no disponía de un arma para hacer lo que tenía que hacer -¿No? ¿Que significa eso exactamente?- pregunto. El respiro profundo y se acercó con cierto cuidado -habia escuchado sobre los inmunes pero la verdad es que jamás había conocido a ninguno+ entonces volvió sobre sus pasos y busco la botella de whisky.
Abrió la botella y le dejo de caer algo del alcohol en la herida, luego busco una venda en su mochila para ayudarla a curarse. Luego le entrego la botella -vamos, hay que buscar una habitación para que puedas descansar- la ayudo a levantarse y aunque parecía calmado, Matt sabía que no iba a estar tranquilo esa noche
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— Gracias... — suspiré. Matt me había ayudado con mis heridas, curándolas y envolviéndolas. — Otra vez — sonreí apenada, le estaba dando el día a aquel hombre. — Yo... — ¿debía contarlo algo a él? Matt se había mostrado tan amable y había sido tan bueno conmigo... observaba como cuidaba de mi herida y no pude evitar recordar a aquel militar, en su amabilidad del principio. Mi estómago se revolvió.
— No soy inmune, eso lo tengo clarísimo — tragué saliva a la vez que alzaba la mirada en su dirección y me ayudaba a avanzar. — Me mordieron en Nueva York, cuando escapaba de la ciudad y aunque creía que moriría no lo hice — estiré la manga de mi brazo hacia arriba, para mostrarle la cicatriz, cada vez se notaba menos, pero podían distinguirse aún unos dientes en mi piel. — Yo pensé que era inmune, de alguna forma aquello podía ser real y... eso pensé, pero... — mordí mis labios de rabia al recordar aquello. Ambos avanzábamos juntos en busca de un lugar tranquilo, con atención a nuestro alrededor, por lo que pudiera pasar.
— Contagié a alguien, alguien me... — en aquel momento fui incapaz de seguir la frase. — Besó y a la mañana siguiente era un zombie — aquella frase simplificaba todo lo ocurrido y bastante, porque después de aquella horrible noche... despertar y toparme con aquello, no, fue horrible. — Así que... no soy inmune — finalicé. Era la primera vez que contaba aquello, que me escuchaba a mi misma hablar de ello y aunque por un lado fue liberador, por el otro me sentía destrozada y no era por las heridas que arrastraba.
— Por ahí parecen estar las habitaciones — indiqué con mi mano sana. Se trataba de un pasillo, que parecía infinito lleno de puertas. — ¿Buscamos nuestro número de la suerte? — pregunté con cierta ironía al ver los números de las habitaciones en las puertas.
— No soy inmune, eso lo tengo clarísimo — tragué saliva a la vez que alzaba la mirada en su dirección y me ayudaba a avanzar. — Me mordieron en Nueva York, cuando escapaba de la ciudad y aunque creía que moriría no lo hice — estiré la manga de mi brazo hacia arriba, para mostrarle la cicatriz, cada vez se notaba menos, pero podían distinguirse aún unos dientes en mi piel. — Yo pensé que era inmune, de alguna forma aquello podía ser real y... eso pensé, pero... — mordí mis labios de rabia al recordar aquello. Ambos avanzábamos juntos en busca de un lugar tranquilo, con atención a nuestro alrededor, por lo que pudiera pasar.
— Contagié a alguien, alguien me... — en aquel momento fui incapaz de seguir la frase. — Besó y a la mañana siguiente era un zombie — aquella frase simplificaba todo lo ocurrido y bastante, porque después de aquella horrible noche... despertar y toparme con aquello, no, fue horrible. — Así que... no soy inmune — finalicé. Era la primera vez que contaba aquello, que me escuchaba a mi misma hablar de ello y aunque por un lado fue liberador, por el otro me sentía destrozada y no era por las heridas que arrastraba.
— Por ahí parecen estar las habitaciones — indiqué con mi mano sana. Se trataba de un pasillo, que parecía infinito lleno de puertas. — ¿Buscamos nuestro número de la suerte? — pregunté con cierta ironía al ver los números de las habitaciones en las puertas.
Bueno, no podía decir que toda esa mierda le pareciera bien, pero con los años, Matt había aprendido a ser más disimulado, sabía que ha Ian mordido a la chica y que no se transforma en el momento, así que iba a tener que estar demasiado atento a ella, quizás más tarde terminaría teniendo que matarla. Por un momento odio su suerte, pero sabía que así era el mundo, así que cuando ella le agradeció el sonrió con amabilidad y dijo -no hay nada que agradecer, quiero pensar que hubieras hecho lo mismo si fuera al revés- por supuesto que siempre estaba la posibilidad que le pudiera una bala entre ceja y ceja
Se alejó de ella para tomar un respiro mientras ella decía que no era inmune y el la miro sin entender. Este mundo aún estaba lleno de problemas y el definitivamente no tenía idea de lo que de verdad estaba pasando -¿Entonces?- no fue disimulado con su pregunta, estaba claro que tenía muchas preguntas de lo que estaba pasando allí
Lo mejor era seguir caminando, ellos estaban tratando de refugiarse, no solo de la noche, sino también de la tormenta que parecía no querer dar tregua. Dejó que ella hablara pero no la miro hasta que dijo que había besado a alguien. Entonces ella portaba el virus aunque no la dañaba a ella, dañaba a los demás y el tenía que tener en cuenta eso así que suspiró -bien, creo que nada de besos entre tú y yo- le dijo tratando de hacer una broma y luego la miro a los ojos -no estoy muy seguro de cómo reaccionar a esto pero parece que no me vas a dañar y yo no tengo la intención de hacerlo-
Tampoco es que ellos iban a ser compañeros de viaje pero al menos podían tolerarse por el resto de la noche. Miro las habitaciones y dijo - suerte sería si encontramos algo de alcohol, creo que los dos necesitamos algo- entonces abrió la primera puerta que encontró. Nos había ruido pero era una habitación pequeña y el solo le dio una mirada, tenía demasiado olor a humedad así que la cerró y dijo -te toca a ti elegir-
Se alejó de ella para tomar un respiro mientras ella decía que no era inmune y el la miro sin entender. Este mundo aún estaba lleno de problemas y el definitivamente no tenía idea de lo que de verdad estaba pasando -¿Entonces?- no fue disimulado con su pregunta, estaba claro que tenía muchas preguntas de lo que estaba pasando allí
Lo mejor era seguir caminando, ellos estaban tratando de refugiarse, no solo de la noche, sino también de la tormenta que parecía no querer dar tregua. Dejó que ella hablara pero no la miro hasta que dijo que había besado a alguien. Entonces ella portaba el virus aunque no la dañaba a ella, dañaba a los demás y el tenía que tener en cuenta eso así que suspiró -bien, creo que nada de besos entre tú y yo- le dijo tratando de hacer una broma y luego la miro a los ojos -no estoy muy seguro de cómo reaccionar a esto pero parece que no me vas a dañar y yo no tengo la intención de hacerlo-
Tampoco es que ellos iban a ser compañeros de viaje pero al menos podían tolerarse por el resto de la noche. Miro las habitaciones y dijo - suerte sería si encontramos algo de alcohol, creo que los dos necesitamos algo- entonces abrió la primera puerta que encontró. Nos había ruido pero era una habitación pequeña y el solo le dio una mirada, tenía demasiado olor a humedad así que la cerró y dijo -te toca a ti elegir-
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— Igual nuestra suerte se acabó por hoy... — comenté mientras que avanzábamos por el pasillo. — Bueno, pues no todo el mundo piensa como tú — y lo sabía bien, era muy consciente de ello. — Nada de besos — también me reí. No podía evitar sentirme más ligera, como si me hubiera quitado un gran peso de encima al contarle aquello a alguien. Sin conocerlo de nada, pero en esta ocasión, sí que podía decir que me sentía a salvo con aquel hombre.
— Es raro, lo sé, y también difícil de entender, también lo sé, pero simplemente pasó — expliqué mientras que señalaba otra habitación. — ¿Probamos suerte ahora ahí? — la idea de poder beber una copa me hizo pensar en que sería algo demasiado genial. Por una vez, después de tantos años... sí que la necesitaba y más en ese momento.
Me aparté de Matt, con cuidado, siendo consciente de que podía seguir yo sola sin tropezar. Con mucha cautela hice girar el pomo de la puerta. Era otra habitación y parecía despejada.
— Parece estar bien — avancé poco a poco, era un pequeño pasillo, a la izquierda estaba el baño y al fondo el dormitorio. Había una ventana al fondo, las cortinas estaban intactas, todo estaba en su sitio. El único desperfecto era la capa de polvo que parecía cubrirlo todo.
— No está mal — comenté mientras me acercaba a la ventana para mirara través de ella, daba a la parte delantera del hotel. La habitación tenía dos camas individuales, con un pequeño mueble entre ellas. — ¿Crees que eso es el mini bar? — sonreí mientras me sentaba en una de las camas. — ¿Podrías dormir conmigo aquí? Si no te incomoda, claro — pregunté. Prefería no quedarme sola, no después de todo. Sentía que podía confiar en él.
— Es raro, lo sé, y también difícil de entender, también lo sé, pero simplemente pasó — expliqué mientras que señalaba otra habitación. — ¿Probamos suerte ahora ahí? — la idea de poder beber una copa me hizo pensar en que sería algo demasiado genial. Por una vez, después de tantos años... sí que la necesitaba y más en ese momento.
Me aparté de Matt, con cuidado, siendo consciente de que podía seguir yo sola sin tropezar. Con mucha cautela hice girar el pomo de la puerta. Era otra habitación y parecía despejada.
— Parece estar bien — avancé poco a poco, era un pequeño pasillo, a la izquierda estaba el baño y al fondo el dormitorio. Había una ventana al fondo, las cortinas estaban intactas, todo estaba en su sitio. El único desperfecto era la capa de polvo que parecía cubrirlo todo.
— No está mal — comenté mientras me acercaba a la ventana para mirara través de ella, daba a la parte delantera del hotel. La habitación tenía dos camas individuales, con un pequeño mueble entre ellas. — ¿Crees que eso es el mini bar? — sonreí mientras me sentaba en una de las camas. — ¿Podrías dormir conmigo aquí? Si no te incomoda, claro — pregunté. Prefería no quedarme sola, no después de todo. Sentía que podía confiar en él.
No estaba seguro de que el fuera tan bueno, de hecho el también tenía sus dudas con lo que estaba pasando pero la verdad es que no creía que la chica tuviera que morir así que suspiró para luego hacer una broma sobre lo que ella había dicho con los besos - perfecto. Y no me lo tomes a mal, eres linda pero no quiero andar comiendo gente- dijo con una sonrisa. Si iba a hacer aquello, al menos lo iba a hacer con el mejor humor posible.
El lo había buscado una habitación pero no había elegido la mejor y ella en cambio parecía tener un poco más de suerte. La habitación parecía estar en orden, lo que le decía que eso significaba que probablemente adentro no ha Is ningún muerto. La ayudo a entrar y cerró la puerta tras el y le puso una traba -espero que ese mini bar este repleto- dijo con una sonrisa, definitivamente necesitaban un poco de eso.
-No, no me incomoda- aunque tenía la sensación de que no iba a dormir mucho, no solo por la chica sino también porque la tormenta no paraba y los zombies parecían más inquietos de lo de costumbre. Se quitó la mochila y comenzó a caminar hasta abrir la puerta del baño y sonrió casi como si se hubiera sacado la lotería -debo admitir que tenías razón. Tenemos un baño- entro y camino hasta la ducha para abrirla, luego de unos segundos y unos ruidos, el agua comenzó a salir y el dejó escapar una risa -bingo-
El lo había buscado una habitación pero no había elegido la mejor y ella en cambio parecía tener un poco más de suerte. La habitación parecía estar en orden, lo que le decía que eso significaba que probablemente adentro no ha Is ningún muerto. La ayudo a entrar y cerró la puerta tras el y le puso una traba -espero que ese mini bar este repleto- dijo con una sonrisa, definitivamente necesitaban un poco de eso.
-No, no me incomoda- aunque tenía la sensación de que no iba a dormir mucho, no solo por la chica sino también porque la tormenta no paraba y los zombies parecían más inquietos de lo de costumbre. Se quitó la mochila y comenzó a caminar hasta abrir la puerta del baño y sonrió casi como si se hubiera sacado la lotería -debo admitir que tenías razón. Tenemos un baño- entro y camino hasta la ducha para abrirla, luego de unos segundos y unos ruidos, el agua comenzó a salir y el dejó escapar una risa -bingo-
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— ¡Oh bravo! — exclamé al escuchar el ruido del agua caer. — Me pido segunda — no pude evitar reírme, aquello había sido una auténtica sorpresa y sobre todo muy agradable. Mientras Matt estaba en el baño yo me dedicaba a revisar la habitación, prácticamente poniéndola patas arriba. Primero aparté las colchas de ambas camas, todo para quitar el polvo con mucho cuidado y asegurarme de que entre las sábanas y mantas no había bichos. Una vez que eso quedó claro, eché las colchas sucias a una esquina. Con las sábanas y las mantas sería suficiente para no pasar frío.
En los armarios había toallas y más mantas. Parecían limpias, así que las coloqué en la cama, dobladas a los pies por si en mitad de la noche nos daba frío.
— ¡Matt, hay toallas también por aquí! — llamé a la puerta y dejé una colgada en el pomo. — La dejo colgada en el pomo, por si te estás duchando — regresé a la habitación y ahora sí, enfrenté la puerta del mini bar. ¿Qué podríamos encontrar ahí?
— Vaya, nada de alcohol... — sin embargo las barritas energéticas y los sobres de comida eran un gran hallazgo. Los saqué y comencé a revisarlos. Un total de cuatro y cuatro, le daría la mitad a él y la otra mitad sería para mi. Después revisé mi herida, en cuanto me duchara la limpiaría y taparía con unas gasas que traía.
En los armarios había toallas y más mantas. Parecían limpias, así que las coloqué en la cama, dobladas a los pies por si en mitad de la noche nos daba frío.
— ¡Matt, hay toallas también por aquí! — llamé a la puerta y dejé una colgada en el pomo. — La dejo colgada en el pomo, por si te estás duchando — regresé a la habitación y ahora sí, enfrenté la puerta del mini bar. ¿Qué podríamos encontrar ahí?
— Vaya, nada de alcohol... — sin embargo las barritas energéticas y los sobres de comida eran un gran hallazgo. Los saqué y comencé a revisarlos. Un total de cuatro y cuatro, le daría la mitad a él y la otra mitad sería para mi. Después revisé mi herida, en cuanto me duchara la limpiaría y taparía con unas gasas que traía.
- Dado:
- He lanzado cinco caras porque sabía que iban a tocar cosas raras que no son lógicas aquí en el mini bar, por lo que tendré en cuenta tan solo las barritas y los sobres de comida.
El miembro 'Maddison Nivans' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'¿Qué hay ahí?' :
Resultados :
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PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Ella parecía tan emocionada como el lo ha Is estado cuando le dijo que tenían agua. Sin pensarlo mucho comenzó a quitarse la ropa, tenía varias cicatrices en su cuerpo pero había logrado jamás ser mordido por esas mierdas que estaban caminando por allí. Se metió bajo el chorro del agua y dejó escapar un largo suspiro. Su mente comenzó a divagar por todas las cosas que le ha Ian estado sucediendo en los últimos meses y entonces Ashley apareció en su mente.
Podía escucharla abriendo y cerrando puertas. Habían tenido suerte con el agua así que lo más seguro es que no tuvieran tanta suerte con el tema de encontrar un poco de alcohol. Quizás la chica estuviera bien con eso pero a Matt lo perseguían las pesadillas y definitivamente que su compañera estuviera infectada con el virus. No ayudaba mucho a sus preocupaciones comenzaba a pensar lograría dormir nada.
De golpe ella abrió la puerta y Matt sonrió por la manera en la que ella dejó la toalla en la puerta, la verdad es que le había parecido algo tierna, aún después del fin del mundo se comportaba como alguien con respeto y eso definitivamente era algo que se había olvidado por completo -gracias- le dijo con el mismo tono amable que el había estado usando con ella.
Estaba seguro que ella no iba a atacarlo, quizás debía calmarse un poco, pero era la primera vez que sabía de una persona que estaba infectada con el virus y que no era una zombie pero por lo que ella había dicho, se suponía que podía infectar a las personas igual.
Salió del baño con la toalla en la cintura y le sonrió -no quise darme una ducha tan larga por si se termina el agua. Puedes entrar si quieres- Tenía algunas cicatrices sobre la piel, algunas causadas por el apocalipsis y otras por la guerra pero no tenía marcas de mordidas, de alguna manera se las había arreglado para que jamás lo hayan mordido. Matthew camino hasta su mochila y saco una nueva muda de ropa, por supuesto toda era del ejército, el último lugar donde había estado. Porque luego de eso se había ido a Atlanta. Espero que ella fuera al baño para comenzar a vestirse -si no te molesta, iré a mirar el resto de las habitaciones mientras estás en el baño-
Podía escucharla abriendo y cerrando puertas. Habían tenido suerte con el agua así que lo más seguro es que no tuvieran tanta suerte con el tema de encontrar un poco de alcohol. Quizás la chica estuviera bien con eso pero a Matt lo perseguían las pesadillas y definitivamente que su compañera estuviera infectada con el virus. No ayudaba mucho a sus preocupaciones comenzaba a pensar lograría dormir nada.
De golpe ella abrió la puerta y Matt sonrió por la manera en la que ella dejó la toalla en la puerta, la verdad es que le había parecido algo tierna, aún después del fin del mundo se comportaba como alguien con respeto y eso definitivamente era algo que se había olvidado por completo -gracias- le dijo con el mismo tono amable que el había estado usando con ella.
Estaba seguro que ella no iba a atacarlo, quizás debía calmarse un poco, pero era la primera vez que sabía de una persona que estaba infectada con el virus y que no era una zombie pero por lo que ella había dicho, se suponía que podía infectar a las personas igual.
Salió del baño con la toalla en la cintura y le sonrió -no quise darme una ducha tan larga por si se termina el agua. Puedes entrar si quieres- Tenía algunas cicatrices sobre la piel, algunas causadas por el apocalipsis y otras por la guerra pero no tenía marcas de mordidas, de alguna manera se las había arreglado para que jamás lo hayan mordido. Matthew camino hasta su mochila y saco una nueva muda de ropa, por supuesto toda era del ejército, el último lugar donde había estado. Porque luego de eso se había ido a Atlanta. Espero que ella fuera al baño para comenzar a vestirse -si no te molesta, iré a mirar el resto de las habitaciones mientras estás en el baño-
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— Perfecto, en ese caso aprovecharé yo ahora para ducharme — lo más rápido posible al menos, ya que prefería no tardar por lo que pudiera pasar. El mundo se había vuelto tan hostil que disfrutar de un momento de calma se hacía algo impensable. Una vez en el baño abrí el grifo de la bañera para dejar que cayera el agua, poco a poco. El calentador no parecía funcionar y el agua salía a temperatura ambiente, más fría de lo que yo quisiera... pero bueno, no todo iba a ser perfecto.
Tras meterme en la ducha quejándome en voz baja de lo fría que estaba, tardé un ratito en acostumbrarme y cuando salí, me envolví en todas las toallas y albornoz que había encontrado. ¡Estaba tiritando! ¿Cómo lo había hecho él con tanta calma? Al menos estaba limpia ahora y había podido también limpiar mi herida como dios manda. Luego podría echarle algo, pero por ahora me conformaba con poder vendarla con una tela limpia y poco más, para evita infecciones. Después de sobrevivir a todo aquello... lo último que deseaba era morir por una cuestión de higiene, sería muy estúpido.
Me sequé y puse otra ropa que guardaba limpia. La mía, de aquel día la dejé tirada en el suelo en una esquina y seguramente ya quedase allí, puesto que no tenía forma de lavarla y ya estaba muy vieja y sucia. Matt se había ido fuera, por lo que yo me senté en una de las camas a devorar una de las barritas, aún tapada con una manta que encontré, porque todavía tenía algo de frío. Con esta misma sobre mis hombros y terminando la barrita, me acerqué a la puerta para salir al pasillo, sin ver a Matt por ninguna parte, pensé en la posibilidad de continuar revisando aquel lugar. Tal vez en el resto de habitaciones encontrase más comida. No era mala idea, pero decidí esperar a que regresara Matt, tal vez él tuviera mejor suerte. Avancé unos pasos más sin dejar de mirar a mi alrededor. ¿Y si estaba en problemas?
Tras meterme en la ducha quejándome en voz baja de lo fría que estaba, tardé un ratito en acostumbrarme y cuando salí, me envolví en todas las toallas y albornoz que había encontrado. ¡Estaba tiritando! ¿Cómo lo había hecho él con tanta calma? Al menos estaba limpia ahora y había podido también limpiar mi herida como dios manda. Luego podría echarle algo, pero por ahora me conformaba con poder vendarla con una tela limpia y poco más, para evita infecciones. Después de sobrevivir a todo aquello... lo último que deseaba era morir por una cuestión de higiene, sería muy estúpido.
Me sequé y puse otra ropa que guardaba limpia. La mía, de aquel día la dejé tirada en el suelo en una esquina y seguramente ya quedase allí, puesto que no tenía forma de lavarla y ya estaba muy vieja y sucia. Matt se había ido fuera, por lo que yo me senté en una de las camas a devorar una de las barritas, aún tapada con una manta que encontré, porque todavía tenía algo de frío. Con esta misma sobre mis hombros y terminando la barrita, me acerqué a la puerta para salir al pasillo, sin ver a Matt por ninguna parte, pensé en la posibilidad de continuar revisando aquel lugar. Tal vez en el resto de habitaciones encontrase más comida. No era mala idea, pero decidí esperar a que regresara Matt, tal vez él tuviera mejor suerte. Avancé unos pasos más sin dejar de mirar a mi alrededor. ¿Y si estaba en problemas?
Aunque ha Is saludo con n casi nada comenzó a caminar por pasillo, más que nada para asegurarse que el piso era seguro, quizás ella no se transforman cuando la mordían pero el no creía que tendría la misma suerte, así que debía estar seguro que todo estaba tranquilo. Camino por el pasillo mientras iba abriendo lentamente la puertas. La mayoría de las habitaciones estaban llenas de tierra peor aún arregladas, lo que quería decir que quizás esté piso había estado desocupado cuando todo se había desatada.
Lo mejor era asegurase que hubiera una salida de emergencia y así lo hizo, aunque abrió la puerta despacio no se encontró con nada, lo que agradeció por si tenían que escapar con rapidez de allí. Una vez he miro eso se acercó a la última puerta del pasillo, parecía ser la habitación más cara del piso por la cama y el espacio -vamos- murmuró mientras se acercaba a un pequeño bar por allí, entonces encontró una botella de whisky y una tequila.
Sonrió con algo de diversión y las tomo en el momento que escucho la voz de ella en el pasillo. Así que salió con las dos botellas en las manos y dijo -creo que tengo que darte la razón con eso de venir a dormir aquí- camino hasta ella con tranquilidad y le mostró las dos botellas -no se tu, pero me siento como si yo me hubiera sacado la lotería- dejó salir una risa divertida mientras ambos volvía a la habitación.
Lo mejor era asegurase que hubiera una salida de emergencia y así lo hizo, aunque abrió la puerta despacio no se encontró con nada, lo que agradeció por si tenían que escapar con rapidez de allí. Una vez he miro eso se acercó a la última puerta del pasillo, parecía ser la habitación más cara del piso por la cama y el espacio -vamos- murmuró mientras se acercaba a un pequeño bar por allí, entonces encontró una botella de whisky y una tequila.
Sonrió con algo de diversión y las tomo en el momento que escucho la voz de ella en el pasillo. Así que salió con las dos botellas en las manos y dijo -creo que tengo que darte la razón con eso de venir a dormir aquí- camino hasta ella con tranquilidad y le mostró las dos botellas -no se tu, pero me siento como si yo me hubiera sacado la lotería- dejó salir una risa divertida mientras ambos volvía a la habitación.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— ¡Hala! — exclamé al ver al hombre aparecer por el pasillo con las botellas de alcohol. — Hace siglos que no pruebo una gota de alcohol — avanzaba hacia el interior de la habitación y me dejé caer de nuevo en la cama tapándome con las mantas. — Vendrá bien para entrar en calor — al pensar en ello hasta tirité. Ya que el frío del baño aún seguía en mis huesos.
— Creo que vi aquí abajo un par de vasos... — me estiré para tratar de alcanzar el mini bar de nuevo, allí había dos vasos que parecían limpios. Por si acaso me acerqué al baño para limpiarlos con un poco de agua y así quitarle los restos de polvo que pudieran tener. Aunque seguramente un poco de polvo no sería lo que nos mataría.
— Listo, ¿me sirves tequila? — estiré uno de los vasos en su dirección. — Esto me recuerda irremediablemente a mi época en la academia — sonreí algo avergonzada al recordar aquellos tiempos. — Solo un poco por favor — pedí. — O mañana lo lamentaré.
— Creo que vi aquí abajo un par de vasos... — me estiré para tratar de alcanzar el mini bar de nuevo, allí había dos vasos que parecían limpios. Por si acaso me acerqué al baño para limpiarlos con un poco de agua y así quitarle los restos de polvo que pudieran tener. Aunque seguramente un poco de polvo no sería lo que nos mataría.
— Listo, ¿me sirves tequila? — estiré uno de los vasos en su dirección. — Esto me recuerda irremediablemente a mi época en la academia — sonreí algo avergonzada al recordar aquellos tiempos. — Solo un poco por favor — pedí. — O mañana lo lamentaré.
La idea de poder dormir con tranquilidad le había resultado aún más atractivo que la cama en si. Tenía una sonrisa cuando el salió al pasillo y camino hacia ella quién parecía tan divertida como el. Después de que la hubieran mordió, estaba seguro que ella también necesitaba un trago y uno muy largo ¿No? Sin importar si se volvía un maldito zombie o no, el creía que pasar por esa experiencia era una mierda de cualquier manera. - bueno, parece que hoy esa racha va a terminar- le dijo con una sonrisa tierna.
Se sentó en su propia cama cuando habían entrado y dijo - ¿Cuál es tu historia?- no es que no supiera que uno no podía sobrevivir solo porque el mismo lo estaba haciendo pero también sabía que las personas solían ser animales sociales y que por lo general solían andar con alguien.
Cuando volvió con los vasos el le sirvió tequila como había pedido -¿Si? ¿Por qué?- el no podía decir que le recordaba a algo porque últimamente usaba cada gota de alcohol que encontraba para tratar de dormir. Así podía dejar de pensar en todo lo que había dejado atrás, no solo no sabía dónde estaba su hermana, sino que había perdido a Ashley y aunque estaba molesto con ella, la verdad es que dentro de él, eso lo ponía demasiado intranquilo -no se tu, pero es difícil que me ponga ebrio- sonrió, porque el siempre buscaba ponerse así para dormir por eso iba acostumbrandose.
Se sirvió en el vaso que tenía y le dio un trago mientras se acomodaba en la cama, ella había tenido razón, habían tenido una ducha y una cama cómoda, pero ella se había llevado una mordida
Se sentó en su propia cama cuando habían entrado y dijo - ¿Cuál es tu historia?- no es que no supiera que uno no podía sobrevivir solo porque el mismo lo estaba haciendo pero también sabía que las personas solían ser animales sociales y que por lo general solían andar con alguien.
Cuando volvió con los vasos el le sirvió tequila como había pedido -¿Si? ¿Por qué?- el no podía decir que le recordaba a algo porque últimamente usaba cada gota de alcohol que encontraba para tratar de dormir. Así podía dejar de pensar en todo lo que había dejado atrás, no solo no sabía dónde estaba su hermana, sino que había perdido a Ashley y aunque estaba molesto con ella, la verdad es que dentro de él, eso lo ponía demasiado intranquilo -no se tu, pero es difícil que me ponga ebrio- sonrió, porque el siempre buscaba ponerse así para dormir por eso iba acostumbrandose.
Se sirvió en el vaso que tenía y le dio un trago mientras se acomodaba en la cama, ella había tenido razón, habían tenido una ducha y una cama cómoda, pero ella se había llevado una mordida
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— Mi historia... — fruncí los labios mientras aguantaba el vaso esperando a que me sirviera. — Se resume en que... Madre soltera, hija con el sueño de localizar a su padre algún día... Y ah, vivía en Raccoon City — señalé tomando un largo trago de la bebida. Puse cara de asco al principio y luego sonreí. — Así que ya te puedes imaginar la aventura posterior al supuesto accidente nuclear — ella alzó ambos dedos entrecomillando el final de la frase. — Me pasé los meses siguientes huyendo de Umbrella — deposité el vaso en la mesita de noche y le miré a él fijamente.
— ¿Y tu historia? — de la mía no había mucho más, salvo la vergüenza y el arrepentimiento.
— ¿Y tu historia? — de la mía no había mucho más, salvo la vergüenza y el arrepentimiento.
No parecía muy convencida de querer contar su historia, pero ya le había dicho que ella estaba infectada ¿Qué podía ser peor? Matt por su parte no sabía exactamente si contar su propia historia o no, quizás la chica solo quería dormir. -¿Por qué huías de umbrella?- Pregunto, porque la verdad es que ella no había sido muy clara con lo que decía.
Matt se volvió a servir y dijo –Yo era el hijo modelo ¿Sabes? Mi padre era militar y yo seguí sus pasos, m mi madre estaba orgullosa de mí y mi hermana… Bueno, Mia era una niña mimada que jamás se interesó mucho por nadie que no sea ella. Siempre tuve un historial intachable en el ejército y luego me cruzo con esta maestra de pre-escolar. La mujer más hermosa, simpática y divertida que pude conocer- Sus ojos se iluminaron por un segundo al pensar en Ashley.
Bebió todo su contenido –Yo estaba de misión cuando esto estallo, así que moví algunos contactos y logre volver al país, lo primero que hice fue buscarla a ella, nos íbamos a casar y pensé que estaría indefensa- Dejo escapar una risa sarcástica –No estaba en casa y para cuando llegue con mis padres, ellos ya estaban muertos y mi hermana desaparecida- Miro a la chica –Tarde unos meses en reencontrarme con mi prometida pero ¿Sabes lo que descubrí? Ella jamás había sido maestra, resulta que trabajaba para Umbrella, así que heme aquí, decidí seguir solo- NO era toda la historia pero era lo más resumido que podía hacerlo.
Miro a la chica y dijo –Parece que la tormenta está pasando, quizás deberíamos dormir un poco- Porque obviamente no0 podían quedarse allí por mucho tiempo ¿O sí? No, lo mejor es que siguieran avanzando, quizás cada uno por su lado
Matt se volvió a servir y dijo –Yo era el hijo modelo ¿Sabes? Mi padre era militar y yo seguí sus pasos, m mi madre estaba orgullosa de mí y mi hermana… Bueno, Mia era una niña mimada que jamás se interesó mucho por nadie que no sea ella. Siempre tuve un historial intachable en el ejército y luego me cruzo con esta maestra de pre-escolar. La mujer más hermosa, simpática y divertida que pude conocer- Sus ojos se iluminaron por un segundo al pensar en Ashley.
Bebió todo su contenido –Yo estaba de misión cuando esto estallo, así que moví algunos contactos y logre volver al país, lo primero que hice fue buscarla a ella, nos íbamos a casar y pensé que estaría indefensa- Dejo escapar una risa sarcástica –No estaba en casa y para cuando llegue con mis padres, ellos ya estaban muertos y mi hermana desaparecida- Miro a la chica –Tarde unos meses en reencontrarme con mi prometida pero ¿Sabes lo que descubrí? Ella jamás había sido maestra, resulta que trabajaba para Umbrella, así que heme aquí, decidí seguir solo- NO era toda la historia pero era lo más resumido que podía hacerlo.
Miro a la chica y dijo –Parece que la tormenta está pasando, quizás deberíamos dormir un poco- Porque obviamente no0 podían quedarse allí por mucho tiempo ¿O sí? No, lo mejor es que siguieran avanzando, quizás cada uno por su lado
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Tragué saliva cuando me preguntó acerca de Umbrella.
— Verás... antes de lo que sucedió en Raccoon mi unidad y yo vivimos algo... encontramos pruebas de que Umbrella estaba haciendo experimentos en un complejo a las afueras de la ciudad y... la respuesta del departamento fue desmantelar nuestra división entera. No solo no nos creyeron, si no que pusieron en tela de juicio nuestras palabras... cuando fue tarde para la ciudad tratamos de contar lo ocurrido, escapamos muy pocos de aquel infierno y Umbrella nos puso en las listas de fallecidos y los siguientes meses nos buscaron para callarnos, no pudimos hacer nada... — desvié la mirada hacia un lado, pensativa. ¿Habríamos podido cambiar algo de lo sucedido? Me terminé el vaso de un solo trago.
Observé a Matt de reojo mientras que él hablaba, escuchando cada una de sus palabras y mis ojos se abrieron de par en par cuando él pronunció las palabras "Umbrella". Incluso tuve que sujetar con mayor firmeza la botella que acababa de tomar para evitar que se me cayera de las manos.
— ¿He oído bien, dices que la profesora trabajaba para Umbrella? — por un momento creí que se trataba del alcohol y hasta dejé la botella en un lado en vez de volver a llenar mi vaso. — Eh... sí, podríamos dormir ya... al menos un poco antes de marcharnos — le observé fijamente. Necesitaba descansar algo. — El mundo es demasiado loco — concluí mientras dejaba las cosas en la mesita y me acomodaba tapándome con las mantas.
— Verás... antes de lo que sucedió en Raccoon mi unidad y yo vivimos algo... encontramos pruebas de que Umbrella estaba haciendo experimentos en un complejo a las afueras de la ciudad y... la respuesta del departamento fue desmantelar nuestra división entera. No solo no nos creyeron, si no que pusieron en tela de juicio nuestras palabras... cuando fue tarde para la ciudad tratamos de contar lo ocurrido, escapamos muy pocos de aquel infierno y Umbrella nos puso en las listas de fallecidos y los siguientes meses nos buscaron para callarnos, no pudimos hacer nada... — desvié la mirada hacia un lado, pensativa. ¿Habríamos podido cambiar algo de lo sucedido? Me terminé el vaso de un solo trago.
Observé a Matt de reojo mientras que él hablaba, escuchando cada una de sus palabras y mis ojos se abrieron de par en par cuando él pronunció las palabras "Umbrella". Incluso tuve que sujetar con mayor firmeza la botella que acababa de tomar para evitar que se me cayera de las manos.
— ¿He oído bien, dices que la profesora trabajaba para Umbrella? — por un momento creí que se trataba del alcohol y hasta dejé la botella en un lado en vez de volver a llenar mi vaso. — Eh... sí, podríamos dormir ya... al menos un poco antes de marcharnos — le observé fijamente. Necesitaba descansar algo. — El mundo es demasiado loco — concluí mientras dejaba las cosas en la mesita y me acomodaba tapándome con las mantas.
- OFF:
- Nuestros personajes podrían charlar algo más si deseas o podríamos ir cerrando el tema, podrían dormirse ya. Lo que te parezca bien.
No tenía ni la menor duda que nadie le había creído lo que ella había visto porque antes de lo que había pasado, realmente le hubiera costado mucho creer en zombies pero más allá de eso también estaba el poder que Umbrella tenía y seguramente habían puesto mucho dinero para que todas sus mierdas salieran a la luz. Así que su que Matt escuchaba la historia podía entender a la perfección ese sentimiento de traición que se sentía cuando creías que alguien iba a respaldarte y la verdad no era así.
Ella le había contado su historia así que el decidió contarle la de él, aunque fuera de manera muy rápida - si, escuchaste bien. Mí prometida era científica ahí, ella ayudo a crear toda esta mierda y yo viví más de un año de mí vida engañado... Creía que era una maestra ¿Puedes creerlo?- dejó salir una risa amarga porque aún pensaba que quizás el mismo había querido engañarse por lo enamorado que había estado.
La miro acostarse mientras el destapaba la botella y se acomodaba contra el respaldo de la cama para beber hasta quedarse dormido -que tengas dulces sueños- le dijo mientras se quedaba mirando a la nada y su mente volvía una y otra vez a los recuerdos de Ashley. La odiaba mucho ¿O quizás aún la amaba? La verdad es que no sabía decirlo, solo sabía que jamás había podido dejar de pensar en ella.
No supo cuanto tiempo tardó en quedarse dormido pero al fin el alcohol hizo su trabajo y por primera vez en mucho tiempo Matt pudo dormir en una buena cama y lo suficientemente ebrio como para no pensar en nada
Ella le había contado su historia así que el decidió contarle la de él, aunque fuera de manera muy rápida - si, escuchaste bien. Mí prometida era científica ahí, ella ayudo a crear toda esta mierda y yo viví más de un año de mí vida engañado... Creía que era una maestra ¿Puedes creerlo?- dejó salir una risa amarga porque aún pensaba que quizás el mismo había querido engañarse por lo enamorado que había estado.
La miro acostarse mientras el destapaba la botella y se acomodaba contra el respaldo de la cama para beber hasta quedarse dormido -que tengas dulces sueños- le dijo mientras se quedaba mirando a la nada y su mente volvía una y otra vez a los recuerdos de Ashley. La odiaba mucho ¿O quizás aún la amaba? La verdad es que no sabía decirlo, solo sabía que jamás había podido dejar de pensar en ella.
No supo cuanto tiempo tardó en quedarse dormido pero al fin el alcohol hizo su trabajo y por primera vez en mucho tiempo Matt pudo dormir en una buena cama y lo suficientemente ebrio como para no pensar en nada
- off:
- yo diría que ya lo cerremos, ya el post es de hace mucho tiempo-
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— Oh... — mi cara debió ser un poema y por eso mismo preferí no hablar. Había tenido demasiados choque contra Umbrella como para explicar mi punto de vista. — Igualmente Matt, buenas noches — nada más decir aquello me acomodé entre las ropas de la cama y cerré los ojos. Aunque apenas conociera al hombre que tenía a mi lado, no tardé en dormirme y fue un sueño tranquilo y reconfortante, como hacía meses que no tenía.
Al amanecer, nada más abrir los ojos me erguí y salí de la cama con mucha tranquilidad, estirando mis brazos en silencio. Matt seguía dormido al otro lado y pese a la conversación que habíamos tenido la noche anterior decidí que lo mejor era irme en silencio. No quería hacer daño a nadie.
Recogí mis cosas con mucho cuidado y una vez fuera de la habitación me terminé de vestir. Al bajar a la recepción, cuando ya estaba a punto de irme, recogí uno de los folios en blanco del hotel, con el membrete de este y escribí una nota que dejé cuidadosamente pegada en la puerta de salida, asegurándome de que Matt la vería después:
«Gracias por todo, espero volver a vernos.
— Maddison.»
Al amanecer, nada más abrir los ojos me erguí y salí de la cama con mucha tranquilidad, estirando mis brazos en silencio. Matt seguía dormido al otro lado y pese a la conversación que habíamos tenido la noche anterior decidí que lo mejor era irme en silencio. No quería hacer daño a nadie.
Recogí mis cosas con mucho cuidado y una vez fuera de la habitación me terminé de vestir. Al bajar a la recepción, cuando ya estaba a punto de irme, recogí uno de los folios en blanco del hotel, con el membrete de este y escribí una nota que dejé cuidadosamente pegada en la puerta de salida, asegurándome de que Matt la vería después:
«Gracias por todo, espero volver a vernos.
— Maddison.»
- OFF:
- Perfecto, con este concluyo y cierro.
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