Visita a domicilio (Ligeia Solotov)

17 de noviembre
Por la mañana

La vida de Chris había cambiado mucho en apenas un mes. Entrar a aquel sanatorio mental lo había cambiado todo. Llevaba mucho tiempo vagando de un lugar a otro sin rumbo fijo, solamente sobreviviendo a un mundo que creía completamente perdido y sin sentido luchar por él.

Ahora había vuelto a ser quién nunca debió dejar de ser, alguien cuyo principal objetivo era encontrar a su familia y destruir a Umbrella para que dejará de arruinar el mundo y su futuro.

Y gracias a las personas que habían sobrevivido a la locura de ese sanatorio había encontrado el lugar ideal para hacerlo. Silver Lake. Un refugio que luchaba contra Umbrella y que sin embargo parecía más un lugar donde pasar unas buenas vacaciones que un lugar donde prepararse para luchar.

No solo tenían un hermoso lago, que lastima que fuera en invierno, sino que los miembros de ese lugar tenían cabañas con las que guarecerse del mal tiempo o donde tener una vida relativamente normal. Era agradable poder pasear por el campamento sin preocuparse de que un zombie aparezca detrás de cualquier esquina.

Chris acababa de llegar al campamento tras un largo viaje junto a BalioN y Nicholas Robles, y a pesar de que comenzaba a sentirse relajado por las nuevas comodidades no lograba acostumbrarse a tener comida sin falta de rebuscar entre ruinas y pelear duramente contra todo tipos de criaturas para conseguir. Así como le resultaba extraña la comodidad de poder dormir en una cama confortable, o no tener que estar alerta para evitar que mientras estuviera durmiendo una criatura rasgará su cuello.

A su vez la noticia de que había llegado a aquel campamento un miembro de los stars de Raccoon city, el capitán del equipo, superviviente de la tragedia sucedida en dicha ciudad no dejaba de extenderse por el campamento, principalmente porque tras tanto tiempo ocultando su verdadera identidad no tenía deseos de seguir haciéndolo.

No hacía mucho que se había despertado cuando alguien llamó a su puerta, Chris se caminó hacia ella con pasos pesadas y cierta cautela. Aunque se sentía parcialmente relajado el instinto de permanecer alerta no se perdía.

La abrió y observó a la chica que se encontró al otro lado, era hermosa y parecía equipada para la lucha, Chris se preguntó si había llamado a su puerta porque lo requerían en algún asunto del campamento.
-Buenos días -le preguntó con cortesía, pero con curiosidad y de manera algo inquisitiva -¿Sucede algo?

Abrió la puerta y se encontró a una hermosa mujer al otro lado. Chris hacía tiempo que no estaba acostumbrado a recibir visitas, antes del sanatorio Redmoor ni siquiera le hubiera hecho gracia recibir una. Si era preciso prefería ser él quién hiciera las visitas, pues a menos se fiaba de nadie y la única razón para las visitas era asuntos de su negocio en su trabajo como mercenario.

Pero muchas cosas habían cambiado en muy poco tiempo. Hace apenas un mes ni siquiera usaba su verdadero nombre, ahora había regresado a él junto con nuevas responsabilidades y un nuevo hogar en el que vivir, aunque fuera temporalmente.

Ahora formaba parte de un refugio de supervivientes, algo que por mucho tiempo había rehusado convencido de que era una terrible decisión. En un mundo como ese estar solo parecía la mejor opción, si no hay nadie a tu lado no tienes nada que perder ni nadie a quién extrañar si sucede lo inevitable. Además de poder sobrevivir más tiempo al no tener a nadie por quién jugarte la vida aparte de uno mismo.

La experiencia en aquel sanatorio le había enseñado que no es la vida que quería llevar. Le había recordado quién era realmente, las personas a las que debía encontrar y el deber que debía llevar a cabo. Nunca habría una vida tranquila mientras Umbrella siguiera existiendo sobre la faz de la tierra.

Esa era su principal razón para estar en aquel campamento, donde recibir visitas inesperadas podría ser algo habitual en aquel lugar.
Chris Ford observó a la muchacha tratando de averiguar algo sobre ella con un simple vistazo. Su silencio inicial acompañado con sus primeros titubeos parecían mostrar cierto nerviosismo, tal vez no le había resultado fácil acudir hasta su nueva morada como parecía. Chris no dijo al respecto, simplemente permitió que comenzará a hablar.

Sus palabras le sorprendieron, sabía que su llegada podría levantar cierto revuelo, pero no esperaba que se le viera o se le considerará como alguna especie de celebridad en aquel sitio. No sabía de qué quería que versarán esas  palabras, pero tampoco tenía ninguna razón para oponerse a esa conversación.

-Por supuesto, adelante -dijo asistiendo con la cabeza mientras se apartaba un lado de la puerta para que ella pudiera pasar. -Soy Chris Ford, aunque puede que eso ya lo sepas, y tú eres…

Chris accedió a la petición de la mujer. Ya se había imaginado que su reputación recorriera el campamento, pues ya no haría nada para evitar que así fuera. Aunque no esperaba que una compañera soldado acudiera a compartir experiencias, tampoco le disgustaba la idea. Compartir sus vivencias con alguien respetuoso que deseaba orientación, le parecía que podía resultar en una experiencia gratificante para ambos. Aunque muchos luchaban día a día en el ejército o en las fuerzas del orden habían sido pocos los que sabían del virus de Umbrella antes de que todo estallará en una oleada de muertos, así que pocos habían tenido contacto cercano con Umbrella antes de eso.

-No tienes que dármelas.

Le dijo de manera directa mientras la observaba, por su alegría era evidente que era algo importante para ella.
-¡Es un honor, Ligeia Solotov! Ojalá hubiera sido en otras circunstancias, pero me alegra que nuestros caminos se hayan unido para luchar juntos por una causa común.

Le dijo con seriedad y respeto hacia su pasado, un pasado del que por varios años estuvo huyendo pero que ahora abraza con toda sus fuerzas. Se movió a un lado para dejarla pasar mientras la seguía al interior de su nueva cabaña.

-El agradecimiento no es necesario. ¿Llevas mucho aquí? Tal vez puedas ayudarme a conocer un poco mejor el lugar.

Sí, realmente era una buena forma de aprovechar el tiempo. Chris llevaba poco en el sitio y tal vez Ligeia podía ayudarle a saber mejor cómo funcionaban las cosas. Si iba a luchar contra Umbrella a su lado, debía conocerlos bien. Además no le importaba compartir con Ligeia todo lo que deseara saber, en ese aspecto Chris se había convertido en un libro abierto.
-¿Quieres algo para desayunar? Estaba apunto de asar un poco de carne.
Le preguntó cortésmente, ya que era su invitada en su nueva cabaña debía atenderla como se merecía.

Off: siento mucho la tardanza, justo iba a responder cuando me surgieron cosas.