There is no Angels - Libre

Afueras de los Angeles
15 de Mayo

Otra vez tuve que empezar a moverme como Dios manda y poder llevar un poco de provisiones al Refugio, esta vez no quise llevarme la Harley y me traje un auto bastante mas compacto, un pequeño Ford para poder llevar un poco mas de provisiones, no es la gran cosa, pero creo que había que alejarse más, hacia tiempo que no nos movíamos de la costa y eso tampoco es muy bueno, al menos yo no lo hacía, y estaba segura que el país tenia que ser sondeado, aun no habíamos recibido ningún encargo de Umbrella y si las cosas siguen así, creo que vamos a tener que manejarnos nosotros mismos, si había pasado algo, yo no me había enterado de nada, había pasado bastante tiempo afuera, asi que tenia que enterarse de las novedades cuando me comunicara con la Jefa, solo espero que las cosas estén tranquilas….

Y sabes que es lo peor… no es que tenía un gran problema, no es que tenía que explorar la zona de los Ángeles, que hacía tiempo no teníamos de saber mucho de ella, no es que puedo encontrarme con Silver Lake y me meta un tiro entre ceja y ceja, no son los zombies, no las B.O.W. es que lo peor que tengo que viajar con mi jodida hermana, que no me quiso dejar sola tanto tiempo, sigue teniéndole miedo a los habitantes del refugio y la verdad no la culpo, aunque sabe que literalmente me iba a comer el corazón de quien siguiera se le acercara.

el viaje fue tranquilo, he de admitir que me gusta ir con ella, me trae bastante paz y tranquilidad, pero siempre tengo miedo que la lastimen, es una idiota con el tema de estar fuera, y tengo el doble de preocupaciones con ella, al final llegamos a un edificios de apartamentos que estaba a las afueras de la ciudad de los Angeles, no queria entrar de ellno aun, queria al menos ir preparada, las grandes ciudadanos son focos de peste, asi que debemos movernos lo antes posible.

¿Esta vez nos vamos a duchar? pregunto ella y yo levanté las cejas - ¡Eso no lo sabemos! - dije un poco hastiada, sabia que iba a joder un rato alrgo asi. - Pero seguramente vamos a conseguir algo por aqui, lejos de la ciudad es más viable. - dije esperando a ver si podíamos movernos, estábamos en una casa amplia, parecía de una familia amplia la cual, parecía no estar… cosa que desde ya me jodia bastante, si los cadáveres no están estoy oliendo lo peor, pero bueno, al menos hasta que no aparecieran teníamos que estar tranquilas, la casa estaba bastante desordenada, pero no vacia, habían algunos suministros que podíamos usar, era un buen momento para quedarse, al menos a mi me daba fe, los zombies estaban lejos, pero este lugar es un descampado , la casa sola funciona alli, y luego se extiende esa mezcla extraña de desierto y campo que parece no tener final, hasta que la ciudad se levanta a lo lejos.

Desenvuelve con calma el papel y el plástico con el que Ryder le ha hecho el almuerzo, aun huele a ella y su gesto se muestra serio y preocupado, últimamente ha estado sintiendo cambios en su percepción, por momentos parece superar la propia percepción humana, aunque sea en algo tan estúpido como abrir un paquete con aperitivos o sándwiches.

Recuerda cuando estuvo hablando con ella en la cafetería, como le pidió poder salir y que también le dijo que volverían pronto y no pasaría nada.
-No es lo mismo sin ella...-Con un suspiro vuelve a guardar la comida y empieza a recoger sus cosas, lleva una mochila con cosas para la supervivencia, la ropa hecha jirones y remiendos, el sobrero está más o menos bien, pero sucio y lleno de polvo al igual que él. Da un trago con la poca agua que le queda.

Se coloca bien las espadas en la cintura, al estilo samurái y sigue su camino por la zona, no está dispuesto a volver solo, tiene una palabra que cumplir y no volverá hasta cumplirá.
El tejado desde el que estaba sentado se ve bañado por la luz del atardecer, resaltando el que anteriormente fuera un techo blanco, con la fachada a juego, es un pequeño apartamento entre muchos otros, un sitio tranquilo y discreto, población cero.
Respira con calma y cierra los ojos colocándose el sombrero, esa sonrisa duro unos segundos más, hasta ahora todos con los que se ha cruzado ha podido ayudarles, igual, después de todo, esa vida no está tan mal...

Sus pasos, entre los tejados, le llevan a ver a dos mujeres por la lejanía, por lo que decide sentarse dentro del apartamento tratando de hacer el menor ruido posible, para quedarse en la silla, esperando que solo estén de paso y sigan su camino. ¿por qué? Porque nunca se sabe en el fin del mundo, no parecen tampoco necesitar ayuda, casi parece que la mejor forma de avanzar es esa, no afrontar una situación directa, al menos así lo cree él.