Redención con aterdecer

Recuerdo del primer mensaje :


-Joder...Preferiría que fuera invierno si va a hacer este viento caliente de los cojones...-Masculla en voz alta, echando atrás la cabeza sobre el asiento del conductor, no va muy rápido, como suele ser la norma, sino a una buena velocidad constante de unos 40-50 Km/h.
Solo lleva aparentemente puestos unos pantalones vaqueros, pues el torso todo sudado lo lleva al descubierto y se ha hecho un turbante con la camiseta enrollado en la cabeza.

Lleva puestas unas gafas de sol manchadas con algunas gotas de sangre seca, parecen muy caras y estilizadas, además simple vista te recuerdan a alguien pero no sabrías decir quien.
Se nota por como respira y echa atrás la cabeza que el calor que hace ya por la zona de florida es bastante fuerte ya para esta época del año, como si hubiera pasado algo con la temperatura por el lugar.

Mantiene las manos pegadas al volante en todo momento, casi como si se hubieran fundido con este, a pesar de hacerlo girar esquivando en su camino cadáveres, basura y otros coches abandonados o quizá no tan abandonados.

Dos de varios disparos dan en el vehículo y Adam solo se ríe pisando a fondo el acelerador.
-Joder hace mucho calor para estar con gilipolleces!-Niega con la cabeza-Ya hablo como mi padre...-Pisa el freno a fondo y el Mustang se pone a derrapar de lado en mitad de la calle, hasta quedar frenado completamente.

-Vamos hijos de puta es la hora del chocolatito!-Se baja abriendo la puerta y se enciende un cigarro antes de levantar el arma con una sola mano apuntando a la carretera por la que ha venido, una que recuerda al desierto de la ruta 66, nada alrededor, solo tierra y calor, que desdicha para él, pero no es del todo cierto.

-Baja la puta pistola y danos todo lo que tengas gilipollas o la próxima te volará la cabeza!-La voz suena femenina y desde varios metros al frente hacía su dirección.
Él simplemente gira ligeramente el cuello y ve que hay un disparo en la parte baja del maletero y otro en la esquina superior derecha del coche, casi ha roto el cristal de atrás, lo que le provoca una risilla y después vuelve a mirar al frente bajando el arma.
-Porqué no nos tranquilizamos un poco señorita? La verdad es que no tengo ninguna intención de daros nada, pero al mismo tiempo no quiero mataros de acuerdo?-Levanta las manos un momento dejando de apuntar con el arma y tratando de quitarle hierro al asunto dando otra calada y volviendo a levantar las manos junto a sus cejas por encima de sus gafas.

Puede ver como se acercan dos personas, jóvenes a pesar del deterioro y la suciedad, van demasiado abrigados para la época del año y el lugar, casi deben de estar pasándolo peor que él, una chica rubia y un chico latino, parecen tener actitudes muy distintas, mientras que ella se ve segura empuñando la pistola al otro le tiemblan las manos sujetando una escopeta.

-Nada de m-movimientos extraños! O Disparo! Pendejo!-Comenta este casi cagándose encima, limpiándose el sudor de los ojos compulsivamente con la muñeca, dejando de apuntarle por varios segundos muy largos a lo que Adam hasta va dejando de sonreír y lo mira con pena.
-Sois un par de pringados...-Niega y baja las manos dando otra calada.

-Tu si que eres un pringado!-La muchacha de ojos claros sonríe casi poseída por la emoción de la cacería, algo que él conoce muy bien, pero ellos aun no son conscientes de que han arrinconado a alguien mucho peor que ellos, aunque ahora mismo, por su actitud y aspecto no lo parezca.
-Ahora tira el arma y aléjate del coche joder!-Adam la mira fumando con impasividad, juzgando si le dispararía o no y al final, respira hondo, dejando de pensar en como matarlos de 17 formas distintas antes de tocar el suelo, pero aun así no lo hace, con un gesto seco hace bailar la pistola sobre su mano, haciendo que los muchachos se pongan nerviosos y le apunten con más ahínco, pero este solo sonríe ofreciéndoles el arma sujetándola por el cañón, para que ellos puedan tomarla desde la empuñadura.

-Vamos Beto! coge la pipa!-La chica levanta la voz ante lo que Adam mueve su mano para acercarla aun más a este chico.
-Vamos Alberto, que chingados? Haces toma el cañón pendejo-Cuando Adam habla en español el joven se queda con petrificado mirándole, pues se le nota Yanki al hablar pero conoce la forma y el idioma perfectamente.
-Que carajos...-Toma la pistola tembloroso y Adam usa la otra mano para dejarse el cigarro en los labios y usar ambas después para apretar con fuerza las manos del joven.
-Tómela con fuerza mijo o no durará mucho ahí fuera...-El joven solo asiente y se la quita para después guardarla atrás de su espalda, entre el pantalón y el cinturón.
-Sí señor...-

-Y ahora apártate del puto coche! Y basta de hablar en otro idioma que no sea el nuestro ha quedado claro!?-Ambos atracadores dan unos pasos atrás a lo que Adam simplemente da un par de pasos más adelante alejándose del auto sin levantar las manos en ningún momento, tan solo terminándose el cigarro con cierto hastío, lo mantiene en su mano un momento y lo lanza a la hiedra seca, empezando rápido a arder esta por el calor, a lo que para su sorpresa los otros dos se vuelven locos en correr gritando "¡FUEGO FUEGO!" tratando de apagar la plantita seca a zapatazos, ignorándole por completo durante un instante, lo que hace que se frote la cara sin entender nada.
-De donde coño habéis salido vosotros dos?-Es todo lo que le nace del alma decir levantando la voz y dándose media vuelta para volver al coche.

OFF::

Las luces parpadean, pues las enciende y apaga para intentar seguir distrayendo a la gran serpiente, incluso enciende la radio, está sonando rock clásico, como suele pasar muchas veces si sintonizas con la radio de Tallahassee, como lo adora se nota por como sonríe momentáneamente.

Como un rayo pasa por la derecha de la serpiente obligándola a orientarse hacia ellos.
Estira el momento, lo alarga, está apunto de separarse del alcance del Yawn, la chica ya trata de asomarse por la ventanilla para disparar.
-!Aun no!-

"Es la hora..."
-Es la hora-
No sabe si lo ha pensado o lo ha dicho pero sin más pisa el freno con todas sus fuerzas y baja la marcha hasta tercera antes si quiera de frenar empezando a derrapar como un loco, a lo que solo puede empezar a gritar y reírse.
-¡Ahora!-Le grita, pero Lucia, viendo que están a punto de estrellarse por la parte del copiloto tiene un momento de duda.

-Manda al infierno a esa pinche mierda Lucia!-La voz de su compañero parece despertarla y a pesar de estar aterrorizada de asomarse y ser devorada directamente, esta lo hace pero, con tanta vehemencia que Adam la sujeta con una mano por la chaqueta, antes de que caiga del todo por la ventanilla.
El coche termina de dibujar un círculo bastante amplio y mientras sigue perdiendo velocidad y acercándose al punto crítico, el Yawn levanta todo lo que puede su cuerpo, planea lanzar su último ataque contra ellos desde arriba, muy seguramente abriendo al máximo su mandíbula para engullirla.

-Espera a que puedas verte reflejada en su ojo!-
La chica intenta calmar sus temblores y puede ver la cabeza bajar de golpe, apunta y suelta todo el aire de golpe en shock.
-¡Ahora!-Grita Adam que siente que no va a poder mantener el control.

-Ahora joder!-Pero nada, la chica sigue en shock mientras las abierta mandíbula baja con violencia contra ellos.

-¡Dispara joder!-
-Dale Lucia, mándala al pinche infierno del que nunca debió saliiiiir!-Grita ya su compañero desesperado, pero no es hasta que puede verse reflejada en el ojo que le queda con la cabeza a un escaso metro, metro y medio que alza el arma y empieza a disparar.

De un solo disparo su boca queda desencajada cayendo su cabeza a un lado mientras el coche finalmente se detiene del todo.
Adam tira con fuerza de la chica y la mete en el coche, pues con su último ataque la serpiente había acumulado todo el veneno posible y aunque Adam no podía saber esto, pudo notar el baño que iba dirigido contra el coche y ven ambos con estupefacción como el parabrisas queda impregnado de un veneno amarillo, mezclado con coágulos de sangre, pero al menos están a salvo.

Soundtrack

Casi al mismo tiempo los tres respiran de forma profunda, no tarda en ser el primero Adam que les mira y comienza a reírse, pues toda la situación le parece tan surrealista que agradece no estar solo como suele estar, alguien más podrá contar tal historia.

-Están bien pendejos los dos...-Alberto niega con la cabeza desde el suelo y recoge con la mano la cruz de su cuello para darle un beso y rezar un poco.
Ver a Lucia reírse genuinamente con Adam en el coche le hace pensar en si ese hombre ha hecho bien en aparecer, pues al final del día, el está mirando los cuerpos de sus compañeros caídos, le importaban de verdad, no tiene tan claro si Lucia se sentirá igual por como la ve y algo celoso se pone incluso.

-Joder, esto sin duda ha sido la ostia!...-Lo abraza emocionada y él entre risas le corresponde el abrazo por un momento, pero rápidamente la sujeta por los hombros.
-¡No volvamos a hacerlo nunca!-Y con una sonrisa la suelta y se recuesta en el asiento. Con habilidad saca un cigarro de algún lugar del coche, se lo llevo a los labios y se permite descansar un momento a pesar del maldito calor.

La chica abre la puerta y trata de salir y parece ir a girarse a decirle algo a Adam, pero este le da una patada en el culo, más bien la empuja del todo con esa acción.
-Ve a verlo y no me deis la murga en los próximos cinco minutos, quiero tener mi infarto en paz vale?...-Niega con la cabeza y cierra la puerta desde dentro cuando ella sale para volverse a recostar.

Ambos jóvenes se reúnen y se funden en un apasionado beso que el mercenario ignora, dejando la radio a un volumen medianamente alto, descansando al fin después de un día cargado de mierda y muerte, parece que al fin ha cumplido su encargo y podrá marcharse, al menos, eso es lo que él cree.

OFF::

Podría haberse marchado ahí, se da cuenta claramente cuando les ve a los abrazarse y fundirse en un beso, pero hay algo una espinita ahí clavada que le dice que aun no, aun no es el momento, sin embargo, recostado en el asiento termina por desvestirse de cintura para arriba de nuevo, agobiado por el calor, no le va el rollo de las chaquetas y las máscaras, no parece tener intención de ponerse otra vez esa indumentaria, como tampoco planea quedarse demasiado tiempo con ellos.

Estira los piernas lo suficiente y pasa entre los pies entre los pedales respirando hondo. El merecido descanso después de tanta movida.
Respira con fuerza haciendo que su piel cruja con el sudor contra el asiento aunque es ligeramente incómodo, sonríe como si prefiriera estar en ese lugar mil veces antes que en otro.

El coche? Una leonera, orden? aparentemente ninguno, pero Adam? En absoluta calma reposando, disfrutando de dos minutos de paz. Alarga la mano para rebuscar entre la palanca de cambios, luego la guantera, hasta que al final encuentra el mechero que estaba buscando y consigue encenderse el cigarro con una sonrisa, contemplando el atardecer y poco con el paso de los minutos la temperatura va descendiendo.

Soundtrack

No tardan en llegar un par de vehículos más, con el resto del grupo del coronel ya son pocos después de lo ocurrido, aun sí se bajan del coche contentos, serán máximo 5 personas contando a los dos jóvenes.
"Esto no pinta bien..."Piensa para sus adentros aun así dando otra larga calada para disfrutar del momento.

-Parece que ha cumplido con su encargo teniente...-Adam respira profundamente como si la voz de su antiguo compatriota incluso le molestara al escucharla.

-Eso parece...-Contesta él sin moverse ni un poco.

-Se pondrá en marcha lo antes posible cierto?-Sonríe acercándose a él, a la ventanilla de sus coche y mira a su alrededor con una sonrisa.

-Es lo más probable si, en cuanto me termine el cigarro-Finaliza con otra fuerte calada.
Es mirado con cierto desprecio mientras fuma por el comandante y sus dos allegados y no es hasta que Lucia y Alberto regresan que Adam se baja del coche para despedirse de ellos.

El ambiente es raro y tenso, la noche va cayendo y la oscuridad los envuelve más rápido de lo que el mercenario esperaba.

-Gracias por todo mano...-Le dice Alberto y le tiende la mano-

-Sí...Gracias...-Dice ella simplemente intentando no sonar demasiado agradecida.

Él les sonríe negando con la cabeza hasta que sus ojos se abren como platos conteniendo un grito de dolor.

-Sí! Muchas gracias hijo de puta!-Por la espalda es atacada con una inyección directa a su cuello, no es otro que el joven doctor que había ido con ellos a rescatarle.

-Que carajos haces!?-Grita Alberto quien aparta al médico enseguida y trata de sostener a Adam para que no caiga al suelo, este, está catatónico apenas siente o percibe lo que pasa a su alrededor mientras siente como sube su fiebre.

-Al final todo acabará como queríamos no les parece?-El resto asienten y sonríen Lucia incluida-

-Por Saint Friedrich...-Comentan todos excepto el joven latino quien les mira confuso hasta que saca un arma y apunta al comandante.

-Están locos!? Este tipo nos salvó el culo a todos!-El comandante se mantiene impasible y con una mirada ordena a la chica quien entre lágrimas cuando Alberto la mira, esta le dispara en la cabeza, matándolo en el acto.

-C-Cabrones...-Comenta Adam antes de desfallecer.

-Era joven y un buen soldado, se que te habías hecho ilusiones con él Lucia, pero al final iba a traicionarnos...-Hace una pausa-...Aparte de nuestra venganza cobraremos la recompensa y viviremos una vida de reyes...-La toma por los hombros y la muchacha reteniendo sus lágrimas asiente.

La noche entra aun más y solo recuerda ser transportado en el coche y arrojado a alguna habitación para después escuchar como por fuera es cerrada con llave.

Una de las noches más extrañas para todos está a punto de suceder, no solo para Adam quien ahora se encuentra en peligro de muerte, sino para los propios supervivientes del improvisado o quizá no tan improvisado refugio.


-El antiguo coronel ha vuelto todo el camino con una amplia sonrisa, a pesar de que mira con desprecio y decepción al escurridizo médico quien parece haber hecho algo incorrecto.
-Tan ocupado está en su ensimismamiento que no ve que Lucia no ha dejado de mirarle con resentimiento todo el viaje de vuelta, aun con lágrimas en los ojos.
-Quien si parece haberse dado cuenta de todo esto, es el único oficial que les queda, el que se quedó allí protegiendo la base en la ausencia del resto, que sonríe mirando a la chica como si sintiera que ahora que el chico de antes ha muerto seguro que caerá en sus brazos.
-El que se ha mantenido todo el tiempo en silencio y con una sonrisa de labios cerrados es el delgaducho doctor, quien ahora está encerrado en una jaula en mitad del desierto.
-Adam ha sido encerrado en una caseta donde guardan diversos tipos de suministros, además le han quitado todas sus armas antes de dejarlo ahí encerrado, así no tendrán que arriesgarse a pelear con él si tardara más de la cuenta en morir por el veneno.


Nota como su corazón empieza a bombear sangre mucho rápido, esa sensación, que le recorre el cuerpo es muy particular, siente un agudo dolor en el cuello y la espalda, pero al mismo tiempo tiene la sensación de estar drogado además, las visiones, los fractales, los colores, joder hasta por un momento ha sentido que le estaban entregando una medalla, algo más aparte de veneno le han inyectado, en otros tiempos lo agradecería sin duda, pero ahora entre sudores y escalofríos Adam lucha por mantenerse consciente, aunque es muy complicado y se tiende en el suelo para intentar estar más frío, aunque sabe que por como va a subirle la fiebre de poco le servirá, ya se siente ardiendo incluso.

"Así es como va a acabar? Ya está? Joder, creí que sería mucho más espectacular, esta muerte es horrible y sin gloria, que hijos de la gran puta" se arrodilla y se toma el pulso como puede, la cosa, no pinta bien, tiene el pulso tan acelerado que podría darle un infarto, por lo que empieza a respirar hondo contando los máximos mississipis que pueda sin ahogarse, es complicado pensar o reaccionar, aunque trata de moverse, solo se retuerce en el suelo irremediablemente.

-Quiero que todos seamos conscientes de lo que ha pasado hoy y lo que conlleva, pues nuestros planes han dado un giro vital, nuestra supervivencia sin embargo...-Hace una pausa y sonríe mirando al enjaulado médico.
-Está asegurada, al contrario de lo que algunos creían...-Levanta las cejas mirando al chico y este se encoge de hombros.
-Cual es el problema? íbamos a hacerlo de todas formas no?-Comenta sudándole todo bastante.
-Joder pero mira que eras idiota-
-Como bien ha comentado el señor Timbers, es usted un idiota doctor...-Sin que pueda seguir con lo que está diciendo, Lucia se abalanza sobre los barrotes de la jaula de madera y le grita.
-Teníamos que esperar! Por Alberto, ya sabes como era!...-
-Débil...-Responde el doctor muy altivo y le dedica una mirada muy provocativa.
-¡Basta!-Les interrumpe el coronel, entre insultos y amenazas, tratando de mantener la calma con la situación.

-Deberíamos estar celebrando damas y caballeros, pues el culpable de todas nuestras desgracias desde que llegamos yace ahí dentro, en su futura tumba, retorciéndose con el mismo dolor que han sufrido tantos de nuestros hermanos y hermanas caídas ahí fuera durante este último año...-

-Además ahora cobraremos una recompensa como para olvidar todo mal rollo no os parece?-Comenta tranquilamente el último superviviente de su refugio.
-Al final no nos queda nada por lo que luchar aquí no?-Y le sonríe a la joven rubia tras decir tales palabras, es alto, de tez pálida ojos azules y cabello corto, tendrá unos 40 y tantos y va vestido igual que ellos, solo parece ir armado con un revolver, es el único hombre que se quedó defendiendo el refugio mientras el resto se aseguraba de eliminar la amenaza que representaba esas serpiente para ellos.

La chica niega con la cabeza y le niega la mirada, mirando hacia la caseta de suministros pensando en si habrá hecho lo correcto, es evidente en su rostro que aun está afectada por la pérdida, ya no solo de Alberto sino de la mayoría de sus compañeros y compañeras supervivientes.

-Si, claro, nos dijeron que lo querían vivo, y vosotros no queréis más que verle muerto, como si fuera culpa suya lo que nos ha pasado, esas serpientes tenían su nido aquí, mató a la hembra y el macho se volvió loco si y que? Acaso no dijo el contacto de la gran roja que lo capturáramos vivo? Pero claro, como siempre usted coronel tiene que hacerlo todo a su manera, entiende que no es usted quien manda?...-

Fuera parecen tener entre todos la discusión de sus vidas, cada uno con sus propios intereses, mientras Adam lucha para dejar de ver conejitos, abrir los ojos y buscar lo que sea para combatir el veneno. Pero tendrá la fuerza para lograrlo?

OFF::

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"Nunca creí que moriría así, a pesar de todos mis esfuerzos, de poner todo mi ímpetu..."Se retuerce en el suelo, la fiebre es tan alta que lo más probable es que no sobreviva a la noche, aun así por el momento está vivo y tratando de hacer algo con el calor se va quitando la ropa como puede, primer el chaleco, aunque solo le sirva para cargar cosas a estas alturas.

"...Ni siquiera cuando volví a matar creí que tendría una muerte así, es la verdad, cegado por mi sed de venganza, me he sentido omnipotente todo este tiempo, sin mirar atrás sin sopesar las cosas y creo que ahora me arrepiento de ello..."
Se quita la camiseta y cae de espaldas al suelo mirando a su alrededor buscando algo, lo que sea la mínima inspiración necesaria para seguir adelante.

Se quita las botas como puede, aunque ya incluso estar erguido le duele, aprieta los dientes empapando el suelo con más sudor, haciendo el mejor de sus esfuerzos por mantenerse consciente, temiendo que de dormirse no vuelva a despertarse jamás.

"Vamos joder, solo es un poco de veneno..."Su propio comentario le hace reírse en una situación tan incómoda, se frota los ojos, pues tiene tanta fiebre que siente que se le terminarán fundiendo, el calor lleva rato siendo insoportable y nota como su cuerpo empieza a paralizarse y a fallarle por momentos, por eso sus movimientos se vuelven bruscos, intentando mantenerse despierto y móvil.

Finalmente se quita los pantalones y vuelve a tenderse en el suelo, apenas puede tragar saliva, se le está cerrando la garganta y sabe que eso no es buena señal.
Se arrodilla y como puede se apoya el la primera mesa que encuentra y se mira en el espejo, apoyando las manos en el lavabo.
"Que cojones es esto? He vuelto a casa?" Piensa por un momento antes de comprender que probablemente esté en una caseta de algún conserje o algo parecido.


Como acto reflejo empieza a pasar la mano por encima del cristal y alrededor hasta que lo abre como si de una puerta se trátase y ve que dentro hay muchos medicamentos y de diferentes tipos, ninguno etiquetado o con aspecto de las pastillas tradicionales para el dolor de cabeza.

"Vas a hacerlo verdad?" Lukas

"Tiene toda la pinta..." Mayhem

"I que i eale cooneh" Jimmy

"Pues si, oficialmente estoy alucinando..."Piensa para si mismo frotándose la cara al sentir que sus amigos y antiguos compañeros están tras él hablando tan tranquilamente, tratando de mantener los pies en la tierra, negando con la cabeza escapándosele la risa de nuevo.

Pues claro que empieza a tomárselas todas, si va a morir al menos podría encontrar algo con lo que luchar contra la fiebre y tener una última palabra para luchar con esos cabrones.
Aun así después del primer bote no sabe muy bien por donde seguir, hay una cajita con más medicamentos, varios botes de pastillas, algunas inyecciones de disparo por contacto y más cosas, no puede elegir que ponerse primero para no desmayarse por error así que no le queda otra, el azar decidirá su suerte.

Mientras tanto fuera

-Se ha hecho lo que tenía que hacerse, espero que todas hayamos comprendido eso, independientemente de las acciones, la victoria es nuestra y absoluta, ahora, solo falta decidir el castigo a aquellos que han intentado traicionarnos...-Comenta el coronel mirando directamente al joven médico encerrado.

-En serio quedando tan pocos vamos a cargárnoslo?-Dice el varón sentado junto al fuego limpiando su revólver.

-Ese siempre su plan verdad coronel?-Comenta el chico acercándose a la jaula, tratando de ocultar lo que lleva en la mano en su ropa.

El entrado en edad ex coronel del ejército de los estados unidos, le mira de forma inquisitiva.
-Votaremos...-Comenta simplemente.

-Yo voto por dejarlo vivir entonces, somos pocos y necesitamos un médico no?-

-Sensato pero ineficaz, alguien así más que hacerse cargo de nuestra salud jugaría con ella en su beneficio, así que mi voto es acabar con él-Levanta las cejas de forma característica al terminar la frase con pesada dejadez.

-Pues yo también voto que merezco vivir, 2 a 1 no?-Comenta el joven enjaulado al que los otros tres miran con desdén, para luego mirar a la joven chica rubia.

-Lucia, tu decides...-El coronel la mira serio pero con una ligera sonrisa-...Por Alberto-

-Nose quien era ese tal Alberto, pero piensa bien lo que decides jovencita, nuestro destino depende de ti-Comenta el hombre ensimismado el cuidado de su arma.

-Si Lucía elige bien, porque igual matarme os pone a todos en un aprieto no crees? Y si hubiera puesto una pequeña dosis de veneno en el agua que habéis estado tomando eh? Matarme os dejaría sin la cura para deshaceros de esa aflicción verdad? Y claro si me dejarais vivir yo podría ser generoso e inyectaros la cura, la verdad espero que haya suficiente para todos...-Cruza los brazos y se frota la barbilla ebrio de poder, creyendo dominar al completo la situación.

-Chorradas, de ser así ya estaríamos graves o al menos mostrando síntomas...Tratas de salvar el pellejo pero no te servirá, Umbrella no está aquí para ayudarte, somos nosotros los hijos del yermo quienes te juzgaremos, con nuestra, autoridad...-Sonríe ganador el coronel, sin embargo el hombre que limpiaba su arma se detiene mirando la cantimplora de agua de la que ha estado bebiendo y por si acaso la cierra y la aparta buscando en su botiquín alguna cosa.

La chica por su parte se queda paralizada por un momento pensando en la situación y haciendo memoria, pero claro, el agua le sabia normal como siempre, si, se habría dado cuenta.

-No veis que intenta engañaros!?-Les grita el coronel que se adelanta toma otra cantimplora y bebe de ella hasta terminársela.

-Uhhhh-Se burla el enjaulado-

-Lo veis? No pasa absolutamente nada! No dejéis que juegue con vuestras mentes!-Aun así los otros dos no tienen claro que hacer y es evidente por su comportamiento.

-Según mis cálculos y por la hora que es...-Se sienta respaldado contra la jaula para descansar-Más o menos al amanecer seréis incapaces de pelear y estaréis en un proceso ya irreversible para cualquier antídoto, bueno, menos uno especial que he preparado para vosotros claro está, que si me matáis jamáis lo encontraréis, avisadme cuando hayáis decidido...Probablemente el coronel sea el primero en mostrar síntomas...-Parece acomodarse para dormir un poco.

Los otros tres sujetos se miran los unos a los otros sin saber si creerle o no, buscando síntomas entre ellos como si al más mínimo atisbo o prueba fueran a torturar al médico para que les de la cura.

OFF::

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Dilemas' :

#2 Resultados :

Como se cierra la garganta y se la atrofian los músculos es lo que siente, mientras se toma botes de pastillas, de antinflamatorios o antibióticos o igual vitaminas para hacer crecer el pelo, no lo sabe no le importa, solo trata de encontrar algo que le ayude a sobrevivir a ganar más tiempo.

Se cae de rodillas y se apoya en el mueble como puede, contiene la respiración y trata de respirar lo más pausadamente posible.
"No voy a morir aquí"piensa y de nuevo mira el mueble y comienza a rebuscar tratando de encontrar algo que de verdad lo ayude, si es que algo así existe. Está completamente ajeno a la discusión que está sucediendo fuera, por lo que allá va rebusca algo que no sean pastillas.

"Vamos...Tiene que haber algo, algo para la puta fiebre!"
Lanza todo al suelo y empieza a generar mucho ruido, lo cual llama la atención de la gente afuera quienes de nuevo parecen estar discutiendo sobre si han sido envenenados o no.

-En ese caso le arrancaremos la cura de sus sucias manos muertas Lucia!-Ese grito atrae la atención del mercenario, quien se queda pensando todo el rato.
"Hay una cura? Hay una cura...La hay?..."Niega con la cabeza casi como si se le fuera a caer antes de volver a caer de bruces contra el mueble. De alguna forma e inevitablemente empieza a sentir la sensación de que podría ser que no saliera de esta.

-Y vosotros que cojones miráis?-Parece que incluso ha empezado a tener alucinaciones cuando mirando a los lados parece ver a sus antiguos compañeros ahí de pie, mirándole y riéndose ligeramente de su situación.

OFF::

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Dilemas' :

#2 Resultados :

Se traga pastillas, se pone parches y hasta trata de mojarse la cara con agua fría pero no hay absolutamente nada que parezca que vaya a ayudarle.
Niega con la cabeza mirando a la poca luz que entra por la ventana, queda poco para el amanecer y todo lo que ha intentado no sirve de nada, bocarriba en el suelo mira a su alrededor, los objetos que ha estado intentando evitar son los únicos a su alrededor que aun no ha probado. Un inyector, un inhalador con un medicamento cargado, una cápsula hecha a mano que no había dentro de ningún bote, un bote de cristal con un líquido al que le han arrancado la etiqueta y no tiene ya fuerzas ni para pensar en que huele o en que no.

"Piénsalo, te lo tomas todo por si acaso y a volar no? No sería nada raro en ti." Lukas

"Lo cierto es que no habría ninguna diferencia, quizá que esta vez lo harías por sobrevivir de verdad y no por evadirte." Mayhem

"Sabes mejor que yo las ganas que tienes de tomártelo todo, lo peor no es que intentes engañarnos a nosotros, lo peor es que te engañas a ti, hazlo de una puta vez." Jimmy

Por un instante, recuerda la conversación que tuvo aquella vez entre su padre y su tío hablando de los viejos tiempos.
"Tengo lo que hay que tener?" En respuesta a su propia pregunta se pone la pastilla entre los dientes como puede, sujeta la botella con una mano y el inhalador con la otra, mira al techo soltando todo el aire que puede, cierra los ojos y los abre de golpe, se traga la pastilla y la hace bajar bebiéndose el líquido de una sola vez , agitando el inhalador, al terminar de beber se lo pone en los labios lo acciona y coge todo el aire que puede. Automáticamente su cuerpo se siente adormecido y antes de perder la consciencia se inyecta en el cuello donde le infectaron lo que queda, deja que su espalda choque contra el suelo y respira hondo sonriendo, cerrando los ojos y aceptando el destino inevitable en el que parece haberse metido.

"Que pensáis?..." Lukas

"Que la palma..." Mayhem

"Nose yo eh igual se salva..." Jimmy

Siente como le arde todo el cuerpo y los oídos le pitan durante un instante se estremece de dolor encogiéndose cada vez más, parece ser su fin pero con un suspiro, empieza a relajarse, las articulaciones le duelen menos, parece que el dolor punzante remite y las heridas de su cuerpo van sanando, su lengua se deshincha, no entiende lo que está pasando pero sabe que tiene una oportunidad, al menos para llevarse por delante a quienes le han hecho esto, si, si.

"Lo estás deseando" Lukas

"Se nota demasiado" Mayhem

"Como en los viejos tiempos eh?" Jimmy

-Os dije que la cosa no acabaría bien eh...-Comenta el enjaulado doctor mientras sonríe, viendo como Lucia está sudando, parece tener fiebre y empieza a quejarse de dolor.

-Que cojones nos has puesto?-Pregunta el hombre sentado mientras se frota la cara agobiado.

-Nos...Darás el antídoto...-Comenta el coronel, el que peor se encuentra de todos, mientras se deja caer contra la jaula con su pistola en la mano.
-Dame lo que escondes ahí...-Le apunta tras darle una orden.
-Lo quieres?-Sonríe jugando con él
-Última oportunidad...-Amartilla el arma.
-Vale, vale, toma...De alguna forma tenía que salir de aquí...-Cuando extiende la mano le da un vial, cuando el coronel lo ve, se da cuenta enseguida de que está vacío.
-Que demonios significa esto?...-Le apunta de nuevo para dispararle en la cabeza, mientras le tiembla la mano.

Sin embargo no dispara porque escucha el grito de Adam dentro de la caseta, como cada vez se oye más alto y desgarrado como si estuviera sufriendo un dolor inimaginable y sus gritos lo expresaran.
Baja el arma por un momento, cansado y envenenado, cuando se gira a mirar al doctor este lo mira de vuelta con una sonrisa maquiavélica.
-Al contrario coronel, el demonio viene ahora...-
-Que has hecho?...-Pregunta atónito el coronel.
-He apostado mejor mis cartas coronel...-
-¡¿Qué has hecho!?-Le vuelve a apuntar y antes de que pueda disparar, el cristal de la ventana se rompe y con ello el coronel se da media vuelta.
Momento que el enjaulado aprovecha para sujetarlo por el cuello tras la jaula y tratar de desarmarlo.
Ambos pelean tratando de ser dominantes con la situación, no obstante la desventaja del doctor contra la debilidad del coronel no parece declarar un ganador.

Adam medio desnudo carga contra la mujer con el codo por delante pero falla, esta saca su pistola tras echar un paso al lado y trata de dispararle en la cabeza, Adam da un paso para no quedar delante del arma recibiendo el impacto en su brazo izquierdo con el que se tapa la cara.
Acto seguido choca con ella y la retiene hasta realizarle un estrangulamiento por la espalda, a lo que ella suelta su arma y saca un cuchillo para apuñalarle pero el agarre le ha pillado demasiado desprevenida y cae desmayada.

Adam recoge el arma del suelo y le dispara por la espalda al coronel sin pensarlo, este cae de rodillas soltando su arma, que el médico recoge pero no usa, se mantiene a salvo en la jaula.

Cuando Adam apunta al hombre este dispara a la pierna de la chica que parecía reaccionar.
-Aliado idiota, Jerry Lee te manda recuerdos...-Algo que deja completamente desconcertado a Adam pero tras oír a la mujer reaccionar con el disparo, coge una cuerda seca que hay cerca y la ata en el cuello de esta, empieza a arrastrarla hasta el centro de su hoguera y la rocía con el mismo benzeno que han usado para encender la hoguera.
-Que cojones haces?...-El coronel mira perplejo la escena, pero el hombre sentado le lanza su zippo a Adam, quien lo toma y mira a los ojos al coronel.
-Se lo advertí, si no soportan ver una planta muerta y seca quemarse, no están preparados para esto...-Deja caer el mechero sobre ella y la quema viva, pisando la cuerda y obligándola a retorcerse en el suelo por no poder escapar, aunque finalmente sabe que morirá por asfixia aunque se retuerza mucho, cosa que no logra y en los ojos de Adam se puede ver como disfruta la venganza, no con una sonrisa, con seriedad absoluta, pues al cortarle la respiración la obliga a morir sufriendo sin dejarla ni siquiera gritar.

Cuando todo termina se sienta cerca de la hoguera.
-De que cojones va todo esto, quien eres tú?...-Adam va a tomar el agua que hay cerca, pero el hombre le frena y le ofrece agua de su cantimplora.
-Este cabrón ha envenado su agua...
-Gracias...-
-Y ahora qué Jensen? Estás satisfecho? Has destruido todo lo que teníamos y éramos, si no fueras un traidor a la patria podría ser que entendieras lo que has hecho, pero no, mírate, asesino...-

-Ahora iré con usted coronel, siéntese póngase cómodo...-Le mira levantando una ceja-...Veo que ya se ha puesto cómodo, eso es bueno.
Respira hondo y se mira el cuerpo y el brazo intentando asimilar como demonios lo ha logrado.

OFF::

El amanecer es calmado, se toma su tiempo para llegar y con él la primera sensación de calor por la mañana. Sentado con la espalda contra la jaula está el joven médico frotándose la cara, cansado de la situación. Sentado contra la jaula con la espalda pegada a ella, el coronel languidece y trata de resistir tapando la herida de bala que tiene en el pecho con la mano, aunque no vaya a sobrevivir parece decidido a intentarlo.
-Soy Don nadie, pero puedes llamarme Murray, porque no?...-Adam extiende la mano y toma uno de los cigarrillos que el hombre llamado Murray le ofrece.

-No voy a decir que ha sido un placer, es más de que va toda esta mierda? Nunca le he debido nada a Jerry Lee, al contrario, cuando han habido negocios conmigo siempre gana...-Se recuesta en la silla y se enciende el cigarro despacio.

-Algunas cosas, han cambiado, el jefe está preocupado porque el gremio está trabajando poco, cree que un poco de motivación vendría bien, ahora mismo las cosas ahí fueran están bastante feas sabes?...-

-Y cuando no lo han estado?-

-Bueno, será mejor que me vaya marchando, ese de ahí-Señala la jaula-Hizo un trato con el jefe, le dio parte de los materiales necesarios para el antídoto, así que ya es cosa tuya como te apañes con él o el destino que le espere, solo recuerda, debes ir al enclave antes de que termine el mes y el jefe te pasará la factura-Se echa una risilla bastante desagradable al final, pausada y llena de burla.

-Cuídate ahí fuera Murray, corren tiempos difíciles...-

-Toda precaución es poca...-Le contesta el hombre, con una sonrisa y un guiño de ojos, con mucha clase y porte, recoge sus cosas para marcharse.


-Joder...-Adam se frota la cara, y se mira el cuerpo sin entender muy bien como funciona lo que se ha metido, aunque recuerda haber vivido algo similar alguna vez, en el antiguo manicomio.

-Tu...No has cambiado...Nada...-Comenta el coronel tratando de alzar la voz, para llamar la atención del mercenario, aunque en el estado en el que se encuentra, casi pareciera que quisiera decir sus últimas palabras.

-Ya lo creo que he cambiado Coronel, es usted quien se ha negado a evolucionar, sigue con la misma forma de pensar y proceder, su ego es lo que lo ha destruido, no mi habilidad para la guerra.-

-Que pensaría Skrooger? Eh? Si te viera así desperdiciando su talento y enseñanzas de esta forma...-
Con esas palabras y al mencionar ese nombre Adam se levanta despacio y camina hasta la pequeña caseta para vestirse y recoger sus cosas.

-Que ha sido de aquel chico que gritaba y sonreía mientras el resto renunciaba a ser un maldito héroe?-

Adam, guarda silencio con gesto serio y se viste con cierta prisa pero sin agobio.

-Que ha sido...Del ángel de la muerte? Quien va a cargar los botes cuando lleguemos a la costa?...

Ante esas palabras Adam suspira y se da media vuelta saliendo de la caseta ya vestido, para ver al coronel con una sonrisa en sus últimos momentos de vida.

-No pudiste ser ejemplo de nadie al final Jensen, ni lo serás ahora, el mundo no te merece, vuelve a la compañía y pide perdón, no condenes a todos los que amas...Como...He hecho yo...-Sus últimas palabras son acompañadas del último estertor, mientras mira al horizonte con una sonrisa, pareciera que ha muerto satisfecho.

-Descanse en paz coronel, si es que alguien como usted merece tal recompensa...-Cierra los ojos un instante y niega con la cabeza.

-Eh es que no vas a sacarme de aquí?!-Sus pensamientos son interrumpidos por la voz del joven médico quien se levanta y le da una colleja al cadáver del coronel.

OFF::

-Porqué debería? Me envenenaste, casi me cuestas la vida,  dime, porque debería sacarte de ahí?-Adam se levanta de la silla y se acerca a la jaula pistola en mano, su rostro a pesar primera hora de la mañana muestra que está cansado muy cansado, arrastra los pies cuando anda y apoya el antebrazo en la jaula la frente contra el brazo y respira hondo.
-Porque lo pido por favor?-Le responde este levantando las manos mostrando que está desarmado.
-Como te llamas?-Adam suena interesado, pero su rostro muestra total desinterés, es una mezcla de carisma y asco extraña.

-Greg-Contesta el médico encogiéndose de hombros.
-Vale Greg, que tal si me cuentas que ha pasado aquí eh?-Adam le responde de forma paternalista, como si realmente quisiera ayudarle.

-El Coronel no hizo buenas migas en St Fredreich, así que decidió llevarse a varios de los refugiados de allí para montárselo en otro lugar, así que vinieron hasta aquí, pero hace varios meses alguien provocó por aquí un fuerte incendio, perdieron a casi todos y cortaron el contacto con su refugio...-Hace una pausa y suspira negando con la cabeza.

-Eso es todo?-
-Mis jefes se preocuparon por la situación y me enviaron a investigar...-
-Tus jefes...-Dice Adam condescendiente.
-Si Eso he dicho-Le responde rápido y sin pensarlo mucho.
-Te refieres a Saint me importa una puta mierda o a Umbrella?-Adam se incorpora y se frota la cara para luego abrir la jaula.

-Oh vaya que perspicaz y que atrevido, sin rodeos eh?-Se le escapa una risilla al recién liberado médico, que se apresura en salir de la jaula y acercarse al coronel.
-Porqué les has traicionado?-Adam se da media vuelta despacio, sigue los movimientos del chico que apenas tendrá veinte y pocos años.
-Teníamos un acuerdo, el fue el primero en romperlo, así que recurrí a los mercenarios, ese hombre tenía que matarlos a todos y dejarme libre, pero veo que los mercenarios a veces son de fiar y a veces no, curioso eh?-Adam no compra lo que el tipo llmado Greg intenta venderle por lo que se acerca a él y le vuelve a preguntar.

-Qué trato?-Seco y directo.
-Tu captura, intereses comunes, pero yo te quería vivo y a este imbécil-Le da una patada al cadáver-Le dio por ponerse creativo y ahora-Le sujeta la cabeza con fuerza y se ríe como un maníaco-Ahora está muerto por su arrogancia, nunca supo que coronel no es el máximo rango.
-Querías? Ahora estás pensando en matarme?-Adam lo intenta tomar por el cuello, cuando lo intenta esta se deja agarrar para sacar una inyección y tratar de hacerle algo a lo que este responde rápido y le sujeta la muñeca con fuerza a lo que este podrido de odio le dedica una mirada y gesto de asco absoluto.
-Estás acabado Jensen! No tardarás en morir ahí fuera! Lo mejor sería que vinieras conmigo!-Con la otra mano el doctor saca un arma a lo que Adam trata de dispararle también, pero la pistola del médico dispara humo a presión y Adam le suelta dando unos pasos atrás apuntando con el arma a su alrededor.

Pasan los segundos y al final se convierten en minutos, el humo termina de disiparse y ahí está, solo pensando en si ese tipo seguirá por ahí o no.


"Menudo día..."Niega ligeramente con la cabeza y empieza a recoger sus cosas.

Antes de marcharse se fija en su alrededor, aquí ya solo eran pocos, pero se dio cuenta al estar en aquel lugar derrumbado y quemado, esa no era una linterna que recordara porque sí, era suya, ese supermercado fue donde conoció a Matt y a Aiden, lo sabe, ellos en cierta forma provocaron el incendio, pero Adam se siente directo responsable y siente al mirar al su alrededor que esto son las consecuencias de sus actos.

-Descansad en paz temerosos del fuego...-Se para delante del cadáver del coronel y sonríe-Quien va a cargar los botes coronel? Cuando todos estén cansados y heridos, yo, yo lo haré, no me conocen señor, no me conocen, porque si lo hicieran ni se acercarían a la playa, hoorah!-Le hace el saludo militar después de mofarse de él como solía hacerlo en otros tiempos.

Recoge finalmente el rifle y con la mochila a la espalda vuelve a montarse en el coche.
Se recuesta un instante en el asiento respirando hondo y no puede evitar tocarse el cuello, ahí seguramente vaya a quedar una cicatriz, tanto física como mental, ya que por instantes creía que se iba a volver loco, no era un envenenamiento común, algo que lo deja reflexionando durante el viaje, saca el último cigarro del paquete y se lamenta, pero la ocasión lo merece, se quita la camiseta por el calor y a pecho descubierto y con las gafas de sol se enciende el cigarro finalmente subiendo la radio, sabe que está cerca.

Tras unas horas de viaje llega a Tallahassee, aparca fuera y se acerca para llamar a la puerta pero se detiene un segundo antes de llamar, se pone la camiseta y se quita las gafas de sol. Aunque está completamente agotado, sabe que lleva tiempo sin pasarse por allí, sin saber nada de Kennedy, pero al fin y al cabo quiere confiar en que al menos seguirán siendo amigos al menos.

-¿Hola? ¿Hay alguien casa?-Levanta la voz y finalmente llama a la puerta.

OFF::

-3 días más tarde-

La radio suena con fuerza mientras aprieta la tuerca con fuerza parece la última después de las 200 anteriores, lo hace con cierto hastío y cansancio a la vez, soltando un quejido al terminar por fin de apretar  la dirección delantera, de comprobar la suspensión y el eje de las ruedas.

Se levanta del suelo y camina hasta la silla en la fábrica, alarga el brazo despacio y saca de una neverita una cerveza, orgulloso de su trabajo.
La música suena con fuerza y respira hondo manteniendo la calma, sabe que las vallas están arregladas y no hay zombies cerca, aun así hay una parte de él que quiere bajar la música, por lo que da otro trago del botellín para aclararse la cabeza de ideas tontas.

"Así me he mantenido vivo y me hace ser quien soy, porqué debería de cambiar eso de golpe? He pasado mucha para que nadie me quiera echar ahora en cara nada la verdad..."

Se recuesta en la silla de tela y barras de hierro que lo soportan, hace calor, pero pronto hará mucho más, y tiene claro a donde se dirige.
-Vuelvo a casa...-Se permite decir en voz alta mientras se sujeta la mano por el cuello preocupado, aunque hasta ahora no ha sentido ningún efecto secundario, no ha tenido más fiebre ni delirio, lo cual es bueno, pero aun así sigue pensando que una mañana no se despertará siendo él mismo, sino otro descerebrado más.
"En realidad, no se diferencia mucho de como voy por ahora..."Niega con la cabeza y se cambia a una muda de ropa limpia. Otros vaqueros, con una camiseta de manga corta negra, se pone unas botas "nuevas" más bien viejas pero conservadas que tienen un color parecido al desierto, entre su color natural y el que el polvo ya integrado en en ellas.

-Bueno, parece que está todo listo...-Acaricia el capó del vehículo y usa uno de los bidones de gasolina que tiene para llenar el depósito hasta arriba. Mira como la camioneta ha quedado y está orgulloso, es potente y fiable, por suerte no ha habido que hacerle nada loco, aunque si que ha tenido que echarle horas.

Suspira con calma y eleva el rostro viendo el echo sucio de la fábrica y pensando en cualquier cosa que le gustaría hacer antes de marcharse.
Baja la cabeza y se ríe ligeramente, las cosas no son tan horribles después de todo. Abre la puerta del conductor y se sienta en el asiento del piloto, comparando como viajaba antes, apretado y desordenado y se fija ahora en lo ordenado que está todo y la cantidad de espacio que tiene y cierra los ojos aceptando que el cambio era necesario, pero...

Se baja de la RAM y se acerca a su antiguo coche, su fiel Mustang, la herencia familiar, la única que le queda por legar. Se acerca andando a este con media sonrisa, observando como empieza a salir el sol.
Mete la llave y abre su chirriante puerta, se deja caer de golpe en el cuero reventado rajado y dado de si, siempre tan ardiente y pegajoso.
-Te voy a echar de menos...-Comenta en voz alta mientras acaricia el regio y sencillo volante del coche, así como acariciando los pedales y la palanca de cambio de marchas.
-No es como si no fuera a volver a por ti y además te voy a dejar bien escondido aquí, seguro que cuando Kennedy vuelve te cuida bien, si te necesita no la dejes tirada eh...-Acaricia con una sonrisa el salpicadero, recordando el origen de cada mancha y desperfecto, algunos justificados, otros, no tanto.

-Que dices?...-Acerca la oreja a la radio-...Un último paseo?...-Se aleja ligeramente como sorprendido, mira a los lados para asegurarse de que no hay nadie oyéndolos, aunque sepa que es así, y vuelve a acercarse.
-Nose si debería, pero que demonios...-Le guiña un ojo a la radio y con una sonrisa de oreja a oreja cierra de golpe la puerta.

Cuando arranca ese sonido tan característico le inunda las venas como si le inyectaran gasolina, por lo que pisa a fondo para darse unas vueltas y hacer unos cuantos trompos por la zona, llevándolo al límite, apurando cada curva, cada obstáculo, un ultimo viaje antes del merecido descanso.
-¡Uuuhhhhhhhjuuuuuuu!-Lo va a echar de menos si, pero lo termina aparcando dentro de la fábrica, le desconecta la batería y lo tapa con una lona, con la poca gasolina que le queda sabe que no debe preocuparse por ello y la deja ahí prácticamente vacío.

Vuelve a montarse en la camioneta y la arranca, al menos, sigue conservando la pura potencia americana, eso le hace sonreír y la saca del lugar, cerrando la fábrica antes de irse, al igual que le deja las llaves a Kennedy dentro del bar, en la parte de la emisora de radio, junto a una nota.
"Volveré, no te preocupes, si necesitas algo, emisora 66.6"

Ya sin nada pendiente encara hacia la carretera y observa el camino por un segundo, observando el amanecer con mucha más luz y claridad.
-Un último trabajito y este invierno, de vuelta a Virginia, para montar bien la casa y retirarme...-Inspira con fuerza-...Creo que tengo suficiente para mi jubilación, sin duda...-Saca el mapa que lleva rellenando años y mira en cada ciudad, en cada gasolinera y pueblo que tiene marcado por todo el país, todos los escondites improvisados.
-Sí, soy gilipollas, pero rico, ahora...Será cuestión de recoger todo el tesoro, pieza a pieza antes de asentarme...-Respira hondo y guarda el mapa, acelera rumbo a Nuevo México para visitar al flacucho de JL.

Muchas veces se pregunta que opinarán aquellos que se lo encuentran de aventuras y como es él realmente, esta aventura lo ha echo reflexionar, sobre como ha sido demasiado confiado hasta ahora y que debería elegir mejor cuando toma decisiones, pero claro, es complicado cambiar costumbres tan arraigadas, solo el tiempo dirá si de este viaje ha aprendido lección alguna.

Por ahora simplemente conduce acelerando dejando atrás cualquier duda o remordimiento sobre lo sucedido, nunca buscó pelea ni le deseo mal a nadie, esto es lo que pasa cuando arrinconas a alguien que es peor que tu, algunos lo descubren a las malas, otros por suerte nunca llegan a descubrirlo.

Caminoeta: