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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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¿Una entrada triunfal? [Matthew Kowalski]
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— No puedo... — aquellas dos sencillas palabras salieron de mis labios casi temblorosas. Como si pronunciarlas pudieran fastidiar aún más mi situación. Con un suspiro traté de aspirar todo el humo del cigarrillo, de tragármelo todo y lo más importante de todo. De tranquilizarme. Si no tal vez no fuera a salir de aquel lugar... me lo merecía, aunque llevase meses sin fumar. — ¡Cierra el pico YA! — no me importó gritar y mucho menos golpear la puerta de madera. Sin embargo con aquellos seres irracionales hacer más ruido tan solo conseguía el efecto contrario al deseado y eso lograba irritarme. Pedía un sencillo minuto de silencio, el necesario para pensar en un plan que me sacara de aquel infierno.
— Malditos seáis... — susurré mirando la puerta fijamente, entre llantos, no podía más. — No vais a parar, ¿verdad? — continué hablando mientras soltaba el humo del cigarrillo. Estaba atrapada y para colmo en un espacio minúsculo. — ¡¿Verdad?!— grité golpeando esta vez yo la puerta con el pie, dando fuertes golpes. En aquel cuarto de la limpieza apenas cabía ni siquiera yo misma. Me encontraba con la espalda apoyada en la pared y ambos pies contra la puerta, empujando para evitar que esta se abriera. Esos malditos bastardos me habían rodeado en el pasillo y no me quedó de ora que salir corriendo a esconderme. Para más irritación la mía en un maldito agujero de rata como aquel. El lugar no mediría ni un metro cuadrado.
Respiré hondo alzando la mirada al techo y allí distinguí algo, con ayuda de la linterna vi la trampilla. Era la típica del aire, en el techo. Me mordí el labio inferior y sin moverme de mi sitio, porque no podía más que nada, cogí la escoba que tenía a mi lado y con el palo comencé a golpear la rejilla metálica hasta que esta cayó sobre mi. — ¡Maldita sea! — me quejé cuando esta me dio en la mano derecha. Los zombies parecieron más eufóricos que nunca, sus golpes ahí dentro resonaban con tal vez demasiada fuerza. Si seguían así no tardarían en romper la puerta que yo empujaba con mis pies.
Miré el agujero sobre mi cabeza con cierto respeto, debía subir rápida, pues una vez que dejara de empujar la puerta ellos no tardarían en entrar y podrían cogerme o caerme sobre ellos y... Sería un bonito final, el más estúpido para la más idiota de todas. Respiré hondo y aprovechando la estrechez del cuartucho me impulsé hacia arriba logrando adentrarme en el conducto. Dejé de empujar la puerta y mis pies quedaron colgando mientras que yo luchaba por trepar hasta arriba y terminar de entrar.
Cuando se abrió la puerta sentí como si el corazón se me fuera a salir del pecho. Por lo que me impulsé como pude de una forma extraña y torpe, pero gracias a dios eficaz. Quedé tumbada en el conducto, respirando de forma agitada mientras escuchaba el ruido de los zombies abajo. Me volví para asomarme por el agujero y ver como esos idiotas estiraban las manos en mi dirección. — Que os den... — susurré con retintín a la vez que les levantaba el dedo corazón, daba la última calada al cigarrillo y les tiraba la colilla.
Comencé a arrastrarme por aquellos polvorientos y laberínticos conductos, casi sin saber hacia donde iba, hasta que escuché un ruido demasiado cercano e intranquilizante para mi. — Mierda... — susurré cuando e di cuenta de que por culpa de mi peso y el tiempo, el conducto cedía. Unos tres o dos metros y medio más abajo, me dio la hostia del siglo. Comencé a toser por culpa del polvo y el dolor. Me encontraba en mitad de uno de los pasillos del colegio. Al menos no se veía a nada por ahí. — Y esto es una entrada triunfal... — dolorida comencé a ponerme en pie como pude mientras que me sacudía la ropa y trataba de contener la tos. Vaya día había escogido para visitar ese colegio...
— Malditos seáis... — susurré mirando la puerta fijamente, entre llantos, no podía más. — No vais a parar, ¿verdad? — continué hablando mientras soltaba el humo del cigarrillo. Estaba atrapada y para colmo en un espacio minúsculo. — ¡¿Verdad?!— grité golpeando esta vez yo la puerta con el pie, dando fuertes golpes. En aquel cuarto de la limpieza apenas cabía ni siquiera yo misma. Me encontraba con la espalda apoyada en la pared y ambos pies contra la puerta, empujando para evitar que esta se abriera. Esos malditos bastardos me habían rodeado en el pasillo y no me quedó de ora que salir corriendo a esconderme. Para más irritación la mía en un maldito agujero de rata como aquel. El lugar no mediría ni un metro cuadrado.
Respiré hondo alzando la mirada al techo y allí distinguí algo, con ayuda de la linterna vi la trampilla. Era la típica del aire, en el techo. Me mordí el labio inferior y sin moverme de mi sitio, porque no podía más que nada, cogí la escoba que tenía a mi lado y con el palo comencé a golpear la rejilla metálica hasta que esta cayó sobre mi. — ¡Maldita sea! — me quejé cuando esta me dio en la mano derecha. Los zombies parecieron más eufóricos que nunca, sus golpes ahí dentro resonaban con tal vez demasiada fuerza. Si seguían así no tardarían en romper la puerta que yo empujaba con mis pies.
Miré el agujero sobre mi cabeza con cierto respeto, debía subir rápida, pues una vez que dejara de empujar la puerta ellos no tardarían en entrar y podrían cogerme o caerme sobre ellos y... Sería un bonito final, el más estúpido para la más idiota de todas. Respiré hondo y aprovechando la estrechez del cuartucho me impulsé hacia arriba logrando adentrarme en el conducto. Dejé de empujar la puerta y mis pies quedaron colgando mientras que yo luchaba por trepar hasta arriba y terminar de entrar.
Cuando se abrió la puerta sentí como si el corazón se me fuera a salir del pecho. Por lo que me impulsé como pude de una forma extraña y torpe, pero gracias a dios eficaz. Quedé tumbada en el conducto, respirando de forma agitada mientras escuchaba el ruido de los zombies abajo. Me volví para asomarme por el agujero y ver como esos idiotas estiraban las manos en mi dirección. — Que os den... — susurré con retintín a la vez que les levantaba el dedo corazón, daba la última calada al cigarrillo y les tiraba la colilla.
Comencé a arrastrarme por aquellos polvorientos y laberínticos conductos, casi sin saber hacia donde iba, hasta que escuché un ruido demasiado cercano e intranquilizante para mi. — Mierda... — susurré cuando e di cuenta de que por culpa de mi peso y el tiempo, el conducto cedía. Unos tres o dos metros y medio más abajo, me dio la hostia del siglo. Comencé a toser por culpa del polvo y el dolor. Me encontraba en mitad de uno de los pasillos del colegio. Al menos no se veía a nada por ahí. — Y esto es una entrada triunfal... — dolorida comencé a ponerme en pie como pude mientras que me sacudía la ropa y trataba de contener la tos. Vaya día había escogido para visitar ese colegio...
Sería mentirse a sí mismo decir que aquello lo hacía sentir incómodo, había perdido casi todas sus cosas en un asalto de unos carroñeros y apenas había logrado salir de allí. Por su puesto, llevaba su uniforme táctico y algunas que otras cosas que habían quedado en una mochila que habían quedado un par de latas de comida, sus cigarrillos, de o mechero y nada más. Ni siquiera había podido tomar la puta cantimplora o el bidón que había tenido con nafta, así que se había subido a la motocicleta enduro que había estado utilizando hasta el momento y está no había tardado en quedarse sin una gota de nafta y eso lo había dejado caminando. Suponía que debía encontrar un nuevo trasporte y aunque tenía una preferencia enorme por las motocicletas, sabía que siempre iba a ser más seguro algo cerrado.
Había caminado por un par de horas hasta encontrar un centro educativo. No creía que fuera a encontrar mucho allí pero nada perdía con buscar en ese lugar. Probablemente no iba a encontrar armas pero quizás algo de agua limpia o alguna medicina. Se coló en silencio Destro del edificio porque un edificio cerrado podía significar también un edificio lleno de caminantes y el apenas tenía un destornillador dentro de su mochila y no es que jamás se lo hubiera clavado a nadie en el ojo o algo por el estilo. Sino que eso solo servía si no eran muchos.
El lugar al principio pareció tranquilo, aunque el había aprendido que el silencio siempre era el mejor amigo de un sobreviviente. Se dirigió a la cocina del lugar y entonces noto que en un pasillo un montón de muertos se había amontonado ¿Abría alguien ahí? -Mierda- murmuró, se había dicho una y mil veces que ya no era parte del ejército, que el no tenía porque salvar a nadie pero la verdad es que el jamás dejaría a alguien solo, tenía que buscar algo para poder llegar hasta allí.
Comenzó a buscar en la cocina sin intentar hacer ruido, pues eran demasiados como para que ellos vinieran por el. Si tan solo pudiera armar un explosivo o algo pero a menos que aquello fuera un centro de estudiantes de ciencias, dudaba que pudiera encontrar algo que lo ayudará con eso. Movió algunas cosas y encontró un paquete el que miro -¿Que carajo hago con esto?- aún así lo metió en su mochila cuando escucho como los zombies abrían la puerta pero lejos de lo que esperaba encontrar, no hubo gritos, así que se asomó para verlos intentando entrar en un pequeño armario.
Había estado seguro que alguien estaba allí pero sabía que si se quedaba era un gran riesgo. Así que nuevamente se planteó dejó a sea quien sea que estaba allí, pero no era su naturaleza, así que comenzó a moverse por el lugar intentando esquivar a cualquier cosa que esté por ahí. En uno de los pasillos comenzó a sentir en el ducto de ventilación un ruido. Unos metros lejos de él, cayó una mujer envuelta en una nube de polvo. Estuvo a punto de decir algo pero ella hizo un comentario que logro hacerlo sonreír un poco -no dudó de eso- tenía un tono neutral en voz -pero deberíamos salir de aquí porque has hecho bastante ruido y va a llamar la atención de esas alimañas-
Había caminado por un par de horas hasta encontrar un centro educativo. No creía que fuera a encontrar mucho allí pero nada perdía con buscar en ese lugar. Probablemente no iba a encontrar armas pero quizás algo de agua limpia o alguna medicina. Se coló en silencio Destro del edificio porque un edificio cerrado podía significar también un edificio lleno de caminantes y el apenas tenía un destornillador dentro de su mochila y no es que jamás se lo hubiera clavado a nadie en el ojo o algo por el estilo. Sino que eso solo servía si no eran muchos.
El lugar al principio pareció tranquilo, aunque el había aprendido que el silencio siempre era el mejor amigo de un sobreviviente. Se dirigió a la cocina del lugar y entonces noto que en un pasillo un montón de muertos se había amontonado ¿Abría alguien ahí? -Mierda- murmuró, se había dicho una y mil veces que ya no era parte del ejército, que el no tenía porque salvar a nadie pero la verdad es que el jamás dejaría a alguien solo, tenía que buscar algo para poder llegar hasta allí.
Comenzó a buscar en la cocina sin intentar hacer ruido, pues eran demasiados como para que ellos vinieran por el. Si tan solo pudiera armar un explosivo o algo pero a menos que aquello fuera un centro de estudiantes de ciencias, dudaba que pudiera encontrar algo que lo ayudará con eso. Movió algunas cosas y encontró un paquete el que miro -¿Que carajo hago con esto?- aún así lo metió en su mochila cuando escucho como los zombies abrían la puerta pero lejos de lo que esperaba encontrar, no hubo gritos, así que se asomó para verlos intentando entrar en un pequeño armario.
Había estado seguro que alguien estaba allí pero sabía que si se quedaba era un gran riesgo. Así que nuevamente se planteó dejó a sea quien sea que estaba allí, pero no era su naturaleza, así que comenzó a moverse por el lugar intentando esquivar a cualquier cosa que esté por ahí. En uno de los pasillos comenzó a sentir en el ducto de ventilación un ruido. Unos metros lejos de él, cayó una mujer envuelta en una nube de polvo. Estuvo a punto de decir algo pero ella hizo un comentario que logro hacerlo sonreír un poco -no dudó de eso- tenía un tono neutral en voz -pero deberíamos salir de aquí porque has hecho bastante ruido y va a llamar la atención de esas alimañas-
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
El miembro 'Matthew Kowalski' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
— Ay... — me quejé en voz bajar, la nariz y los ojos me picaban bastante, así que apenas lograba ver mucho más allá de un metro de distancia. Sin embargo una silueta a unos metros de mi provocó que prácticamente se me parase el corazón. Y entonces habló y los zombies no hablaban. ¡Estaba vivo!
— No era mi intención... — dije mientras me ponía en pie, sin poder evitar frotar mi trasero, ya que me había hecho bastante daño. Al acercarme pude ver mejor al hombre, que era enorme en comparación a mi y lo más llamativo era el uniforme militar que vestía. ¿Sería suyo o se lo habría quitado a alguien? Pero ahora lo más importante era que él tenía razón y que debíamos salir de ahí lo antes posible. — ¡Sí! — justo en aquel preciso momento, un grupo de zombies giró en el pasillo, al fondo, para comenzar a ir hacia ambos. — ¡Por ahí! — esta vez no iba a cometer el error de continuar por los pasillos, ya que se trataba de una ruta mortal, las otras puertas estaban cerradas, pero en los aulas había ventanas que daban al patio y por ahí sí que podríamos salir.
— Llegué buscando comida y cuando me topé con ese grupito pensé que podría salir por ese ala, pero adivina: sin salida — pasé al interior del aula. — Pero vi que por las aulas... — pasé rápidamente entre las mesas y deslicé la venta hacia arriba. Al otro lado del cristal podíamos ver un campo de baseball que tuvo mejores momentos. Quedaba claro que aquel lugar estaba quemado y que no merecía la pena.
Con cuidado salté al otro lado y me estiré para mantener la ventana abierta para que pasara él, aprovechando que no estaba apenas elevada. Igual estaba cometiendo el error de fiarme de él por su uniforme, pero bueno... habría que ir con cuidado. En apariencia el campo estaba despejado y podríamos huir por allí, me daba rabia no haber podido inspeccionar mejor el colegio, pero con aquella horda era prácticamente algo imposible. Un par de zombies se adentraron en el aula y mi cara fue prácticamente de terror.
— ¡Vamos sal! — exclamé.
— No era mi intención... — dije mientras me ponía en pie, sin poder evitar frotar mi trasero, ya que me había hecho bastante daño. Al acercarme pude ver mejor al hombre, que era enorme en comparación a mi y lo más llamativo era el uniforme militar que vestía. ¿Sería suyo o se lo habría quitado a alguien? Pero ahora lo más importante era que él tenía razón y que debíamos salir de ahí lo antes posible. — ¡Sí! — justo en aquel preciso momento, un grupo de zombies giró en el pasillo, al fondo, para comenzar a ir hacia ambos. — ¡Por ahí! — esta vez no iba a cometer el error de continuar por los pasillos, ya que se trataba de una ruta mortal, las otras puertas estaban cerradas, pero en los aulas había ventanas que daban al patio y por ahí sí que podríamos salir.
— Llegué buscando comida y cuando me topé con ese grupito pensé que podría salir por ese ala, pero adivina: sin salida — pasé al interior del aula. — Pero vi que por las aulas... — pasé rápidamente entre las mesas y deslicé la venta hacia arriba. Al otro lado del cristal podíamos ver un campo de baseball que tuvo mejores momentos. Quedaba claro que aquel lugar estaba quemado y que no merecía la pena.
Con cuidado salté al otro lado y me estiré para mantener la ventana abierta para que pasara él, aprovechando que no estaba apenas elevada. Igual estaba cometiendo el error de fiarme de él por su uniforme, pero bueno... habría que ir con cuidado. En apariencia el campo estaba despejado y podríamos huir por allí, me daba rabia no haber podido inspeccionar mejor el colegio, pero con aquella horda era prácticamente algo imposible. Un par de zombies se adentraron en el aula y mi cara fue prácticamente de terror.
— ¡Vamos sal! — exclamé.
El mundo era terrible y claro que noto como ella se quedaba quieta por unos segundos pero cuando escucho su voz pareció volver a respirar. Claro estaba que ella era a la que habían encerrado en aquel armario y que se había podido escapar por ese tuvo de ventilación. No podía culparla por haber escapado, aunque eso hubiera hecho tanto ruido, el instinto de supervivencia siempre aparecía, quizás por eso el mismo seguía cada día de su maldita vida luchando por no ser el alimento de lo que alguna vez había sido un ser humano.
Ella se puso de pie mientras le decía que no había sido su intención. Claro que no, nadie quería hacer demasiado ruido para llamar esas cosas. Pero lo había hecho y habían demasiados como para tratar de terminar con ellos. Seguramente ella había llegado ahí buscando algo como el, pero no creía que hubiera encontrado nada importante, así como el. Antes que el pudiera decir algo los zombies comenzaron a aparecer -mierda- en los últimos meses se había vuelto menos educado, quizás porque ya no le importaba mucho la vida.
No dudo mucho en seguirla, ella había estado más tiempo que el ahí y bueno, él ya no te Is mucho que perder. Porque ya le había robado todo hacía solo unas horas. Iba a tardar días en volver a recolectar algo que valiera aunque sea un poco la pena. Se metieron a una de las aulas que tenía un par de ventanas. Si, lo mejor era salir de allí, la calle parecía un poco más deshabilitada así que había más posibilidades de salir con vida un día más.
La escucho explicarle que hacia allí y pensó automáticamente en las latas de comida que traía y también en la carne deshidratada. No solo en entrar armas era difícil, sino la comida así que a veces uno se arriesga por eso. El trabó las puertas con unas mesas. No iba a durar mucho pero la verdad es que los segundos siempre venían bien y sobre todo cuando se trataba de esas cosas.
Se apuro a salir de allí cuando ella mantuvo la ventana abierta y giró para asegurarse que no hubiera nadie más por ahí. Los zombies se asomaron por la ventana y el casi por instinto le tomo la mano para sacarla de ahí. La puso detrás de él, el instinto entraba en juego en ese momento y el era un soldado y le habían enseñado a proteger a cualquiera. Necesitaban un medio de transporte y algo de gasolina. Por ahora había sol y podían seguirse moviendo pero si llegaba la noche necesitaban tener donde refugiarse.
Ella se puso de pie mientras le decía que no había sido su intención. Claro que no, nadie quería hacer demasiado ruido para llamar esas cosas. Pero lo había hecho y habían demasiados como para tratar de terminar con ellos. Seguramente ella había llegado ahí buscando algo como el, pero no creía que hubiera encontrado nada importante, así como el. Antes que el pudiera decir algo los zombies comenzaron a aparecer -mierda- en los últimos meses se había vuelto menos educado, quizás porque ya no le importaba mucho la vida.
No dudo mucho en seguirla, ella había estado más tiempo que el ahí y bueno, él ya no te Is mucho que perder. Porque ya le había robado todo hacía solo unas horas. Iba a tardar días en volver a recolectar algo que valiera aunque sea un poco la pena. Se metieron a una de las aulas que tenía un par de ventanas. Si, lo mejor era salir de allí, la calle parecía un poco más deshabilitada así que había más posibilidades de salir con vida un día más.
La escucho explicarle que hacia allí y pensó automáticamente en las latas de comida que traía y también en la carne deshidratada. No solo en entrar armas era difícil, sino la comida así que a veces uno se arriesga por eso. El trabó las puertas con unas mesas. No iba a durar mucho pero la verdad es que los segundos siempre venían bien y sobre todo cuando se trataba de esas cosas.
Se apuro a salir de allí cuando ella mantuvo la ventana abierta y giró para asegurarse que no hubiera nadie más por ahí. Los zombies se asomaron por la ventana y el casi por instinto le tomo la mano para sacarla de ahí. La puso detrás de él, el instinto entraba en juego en ese momento y el era un soldado y le habían enseñado a proteger a cualquiera. Necesitaban un medio de transporte y algo de gasolina. Por ahora había sol y podían seguirse moviendo pero si llegaba la noche necesitaban tener donde refugiarse.
- Ashley:
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— Ay... — me quejé al ver como los zombies se agolpaban en la ventana. El hombre incluso se interpuso entre ambos. Uno de los zombies se lanzó contra la ventana, que ya se había cerrado, con tanta furia que incluso rajó el cristal.
— Van a salir, vámonos ya... — logré decir. Tiré del brazo del hombre, debíamos salir de allí lo antes posible. Los zombies se estaban agolpando delante de las ventanas y tratando de romper los cristales. Miré a mi alrededor notablemente nerviosa, hasta el punto de desenfundar la beretta. A estas alturas ya daba igual hacer más ruido.
El zombie que se había caído al suelo, se puso en pie. Apunté con el arma y disparé directo a su cabeza. Cayó muerto al suelo. Llevaba mucho tiempo sin usar la beretta y hasta me sorprendí de haber acertado.
— ¡Vamos al parking! — comencé a correr, se encontraba al otro lado de el campo de bassebal. Con suerte allí encontraríamos algún vehículo que pudiéramos usar para marcharnos. Dudaba de que encontrásemos algo útil, pero debíamos intentarlo, pues la única alternativa que nos quedaba sería la de escondernos en el vecindario que había al lado. Eran demasiados como para enfrentarnos a ellos.
— Van a salir, vámonos ya... — logré decir. Tiré del brazo del hombre, debíamos salir de allí lo antes posible. Los zombies se estaban agolpando delante de las ventanas y tratando de romper los cristales. Miré a mi alrededor notablemente nerviosa, hasta el punto de desenfundar la beretta. A estas alturas ya daba igual hacer más ruido.
El zombie que se había caído al suelo, se puso en pie. Apunté con el arma y disparé directo a su cabeza. Cayó muerto al suelo. Llevaba mucho tiempo sin usar la beretta y hasta me sorprendí de haber acertado.
— ¡Vamos al parking! — comencé a correr, se encontraba al otro lado de el campo de bassebal. Con suerte allí encontraríamos algún vehículo que pudiéramos usar para marcharnos. Dudaba de que encontrásemos algo útil, pero debíamos intentarlo, pues la única alternativa que nos quedaba sería la de escondernos en el vecindario que había al lado. Eran demasiados como para enfrentarnos a ellos.
- DADOS:
- DADO 1 MI ATAQUE: 8 + 4 = 12.
DADO 2 MI DEFENSA: 9 + 4 = 13.
DADO 3 SU ATAQUE: 6 + 1 = 7.
DADO 4 SU DEFENSA: 6 + 1 = 7.
El miembro 'Maddison Nivans' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Números' :
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#2 'Números' :
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Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
La escucho quejarse porque los zombies se amontonaban contra las ventanas, claro estaba que iban a terminar por romperlas rápidamente. Pero la verdad es que el no contaba con ningún arma en ese momento. Así que no le quedaba más que escapar, aunque aún así sus instintos salieron a flote y llevo a la mujer detrás de el para protegerla incluso con su cuerpo. Por más que renegada de todo y se sintiera molesto con la vida misma, la verdad es que el no era un hombre que fuera dejar a nadie atrás.
La miro de reojo cuando ella pidió que se marcharán -tienes razón, vamonos- cuando se giró para ir con ella uno de los zombies cayó por la ventana y ella saco un arma. En ese momento el levantó una ceja, sobre todo por el disparo, no le ha Is parecido necesario, sobre todo porque podían salir de allí sin hacer ruido. Pero lo hecho, hecho estaba así que tomo la muñeca de ella y dijo - nos vamos-
Ambos comenzaron a correr hacia el parking y a simple vista no parecía haber nada pero en el tiempo que eso se había desatado, había aprendido que nada era lo que parecía -ve a la derecha y yo a la izquierda, fíjate si hay alguno con llave- y el combustible siempre era otra cosa. Por eso mismo el ha Is terminado allí pues su motocicleta lo había dejado a pie. Ambos revisaban los autos hasta que Matt logro abrir uno y se metió en el para tratar de arrancarlo.
A lo lejos escucho el ruido de las ventanas rompiéndose - mierda- tenía que darse prisa, aunque la chica tenía un arma, dudaba que tuviera balas para todos. Definitivamente necesitaba conseguir su propio armamento o no lograría vivir una semana más. El auto por fin hizo contacto y el arranco para tocarle bosina a la chica. Ya no importaba el ruido. Condujo hasta el medio del parking y abrió la puerta. Comenzaba a ver cómo los zombies iban hacia ellos -apurate!- grito con cierta importancia
La miro de reojo cuando ella pidió que se marcharán -tienes razón, vamonos- cuando se giró para ir con ella uno de los zombies cayó por la ventana y ella saco un arma. En ese momento el levantó una ceja, sobre todo por el disparo, no le ha Is parecido necesario, sobre todo porque podían salir de allí sin hacer ruido. Pero lo hecho, hecho estaba así que tomo la muñeca de ella y dijo - nos vamos-
Ambos comenzaron a correr hacia el parking y a simple vista no parecía haber nada pero en el tiempo que eso se había desatado, había aprendido que nada era lo que parecía -ve a la derecha y yo a la izquierda, fíjate si hay alguno con llave- y el combustible siempre era otra cosa. Por eso mismo el ha Is terminado allí pues su motocicleta lo había dejado a pie. Ambos revisaban los autos hasta que Matt logro abrir uno y se metió en el para tratar de arrancarlo.
A lo lejos escucho el ruido de las ventanas rompiéndose - mierda- tenía que darse prisa, aunque la chica tenía un arma, dudaba que tuviera balas para todos. Definitivamente necesitaba conseguir su propio armamento o no lograría vivir una semana más. El auto por fin hizo contacto y el arranco para tocarle bosina a la chica. Ya no importaba el ruido. Condujo hasta el medio del parking y abrió la puerta. Comenzaba a ver cómo los zombies iban hacia ellos -apurate!- grito con cierta importancia
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No era la primera vez que sentía que todo se acababa. Todos los coches que miraba parecían demasiado deteriorados como para huir en ellos, todos estaban cerrados y comenzaba a plantearme romper la ventana de cualquiera de ellos y tratar de hacer un puente. Los zombies estaban cada vez más cerca y dudaba que pudiéramos aguantar mucho tiempo huyendo de esas cosas sin que nos alcanzasen, necesitábamos un vehículo.
El sonido de una bocina me hizo girar rápida para ver como el soldado conducía un vehículo hacia mi. Veloz me colé en el asiento del copiloto y cerré detrás de mi.
— ¡Gracias! — exclamó cuando él comenzó a conducir alejándose de aquel terrible lugar y su horrible horda de zombies. — Creí que no lo contaba... — observé a través del cristal como los zombies llegaban al aparcamiento, justo donde había estado apenas unos segundos. Había habido dos momentos en ese día que creía que moría. No pude evitar colocar mi cabeza sobre ambas manos y respirar con calma.
— Si los zombies no acaban conmigo, situaciones como esta me quitan años de vida... — resoplé alzando la mirada hacia él. — Gracias de nuevo — repetí, me sentía agradecida de verdad, pocos hubieran actuado como él. Hoy en día la gente prefería pensar en ellos mismos.
— Soy Maddison, por cierto, me suelen llamar Addi — mis ojos se centraron de nuevo en su uniforme. — ¿Es tuyo? — pregunté al señalarlo. — Quiero decir... eras militar, ¿no? — hice una pausa. — Yo era policía, STARS, te enseñaría mi placa, pero... creo que está al fondo de mi mochila... — hice una mueca mirando de reojo hacia el petate que había dejado en el suelo del coche. — Aunque bueno, eso supongo que ya da igual... — me encogí de hombros, ni siquiera me consideraba una auténtica policía, apenas llevaba un año cuando empezó todo... iba a seguir siendo la novata hasta el día de mi muerte.
El sonido de una bocina me hizo girar rápida para ver como el soldado conducía un vehículo hacia mi. Veloz me colé en el asiento del copiloto y cerré detrás de mi.
— ¡Gracias! — exclamó cuando él comenzó a conducir alejándose de aquel terrible lugar y su horrible horda de zombies. — Creí que no lo contaba... — observé a través del cristal como los zombies llegaban al aparcamiento, justo donde había estado apenas unos segundos. Había habido dos momentos en ese día que creía que moría. No pude evitar colocar mi cabeza sobre ambas manos y respirar con calma.
— Si los zombies no acaban conmigo, situaciones como esta me quitan años de vida... — resoplé alzando la mirada hacia él. — Gracias de nuevo — repetí, me sentía agradecida de verdad, pocos hubieran actuado como él. Hoy en día la gente prefería pensar en ellos mismos.
— Soy Maddison, por cierto, me suelen llamar Addi — mis ojos se centraron de nuevo en su uniforme. — ¿Es tuyo? — pregunté al señalarlo. — Quiero decir... eras militar, ¿no? — hice una pausa. — Yo era policía, STARS, te enseñaría mi placa, pero... creo que está al fondo de mi mochila... — hice una mueca mirando de reojo hacia el petate que había dejado en el suelo del coche. — Aunque bueno, eso supongo que ya da igual... — me encogí de hombros, ni siquiera me consideraba una auténtica policía, apenas llevaba un año cuando empezó todo... iba a seguir siendo la novata hasta el día de mi muerte.
Una vez los dos adentro, el aceleró porque había aprendido que donde habían zombies podían haber cosas más grandes y peligrosas. Así que por el momento era mejor alejarse lo más rápido posible de ese lugar. Algo que ella pareció entender a la perfección cuando se subió con tanta rapidez. Por un momento se preguntó ¿Que hacía allí sola? Pero la verdad es que el también andaba solo, pero claro, lo de el era más una decisión, si no te apegada a nadie, no te molesta tanto cuando esa persona desaparece, así como había desaparecido Ashley cuando estaban en el refugio.
Sonrió de costado al escucharla -bueno, casi no la cuentas- y el tampoco porque no tenía armas y si hubiera tenido que enfrentarse a esas cosas, habría estado realmente jodido. Ella parecía aliviada de haber salido de allí y el no pudo evitar pensar que si ella no hubiera estado allí quizás todo esos zombies lo habrían acorralado a él. De alguna forma los dos se habían ayudado, así que él consideraba que estaban a mano.
Una vez que estuvieron bastante lejos el bajo la velocidad para pensar ¿Hacia donde iban? -si, creo que todos pasamos por eso- miro el auto y supuso que había sido de alguna familia, le hubiera gustado conseguir un convertible pero los autos familiares solían ser más duros. Aguantaban más, sonrió cuando ando volvió a agradecer -bueno, no hice mucho tampoco- le dijo para tratar de quitarle importancia a lo que ha Is pasado, en un mundo mejor es lo que cualquier ser humano decente hubiera hecho.
Se presentó y el tomo el volante con una mano para tomar la de ella -Matthew y antes me decían Matt- pero hacía ya varios meses que nadie lo trataba con confianza, a lo sumo se cruzaba con alguien exporadicamente, pero jamás el suficiente tiempo como para que lo llamarán por un apodo. Cuando pregunto si era de él, se miro el uniforme unos segundos y dijo -si señora. Suboficial mayor del ejército de los Estados Unidos- su carrera siempre había sido su orgullo y solo había dejado al ejército por estar con Ashley.
Sonrió al escuchar que había sido policía. No significaba que todos fueran de confiar pero tenía que admitir que eso le daba aunque sea un poco más de confianza. Recordó que ella había dicho que había entrado buscando algo de comida así que dijo -tienes hambre? En mí mochila hay algunas latas de comoda- no era mucho y probablemente cualquiera preferiría guardarlas para si mismo pero la verdad es que a él no le importaba tanto.
Se pasó una mano por el rostro y suspiró -¿Que hacías ahí sola?- aunque no era asunto suyo no podía evitar preguntarse las cosas
Sonrió de costado al escucharla -bueno, casi no la cuentas- y el tampoco porque no tenía armas y si hubiera tenido que enfrentarse a esas cosas, habría estado realmente jodido. Ella parecía aliviada de haber salido de allí y el no pudo evitar pensar que si ella no hubiera estado allí quizás todo esos zombies lo habrían acorralado a él. De alguna forma los dos se habían ayudado, así que él consideraba que estaban a mano.
Una vez que estuvieron bastante lejos el bajo la velocidad para pensar ¿Hacia donde iban? -si, creo que todos pasamos por eso- miro el auto y supuso que había sido de alguna familia, le hubiera gustado conseguir un convertible pero los autos familiares solían ser más duros. Aguantaban más, sonrió cuando ando volvió a agradecer -bueno, no hice mucho tampoco- le dijo para tratar de quitarle importancia a lo que ha Is pasado, en un mundo mejor es lo que cualquier ser humano decente hubiera hecho.
Se presentó y el tomo el volante con una mano para tomar la de ella -Matthew y antes me decían Matt- pero hacía ya varios meses que nadie lo trataba con confianza, a lo sumo se cruzaba con alguien exporadicamente, pero jamás el suficiente tiempo como para que lo llamarán por un apodo. Cuando pregunto si era de él, se miro el uniforme unos segundos y dijo -si señora. Suboficial mayor del ejército de los Estados Unidos- su carrera siempre había sido su orgullo y solo había dejado al ejército por estar con Ashley.
Sonrió al escuchar que había sido policía. No significaba que todos fueran de confiar pero tenía que admitir que eso le daba aunque sea un poco más de confianza. Recordó que ella había dicho que había entrado buscando algo de comida así que dijo -tienes hambre? En mí mochila hay algunas latas de comoda- no era mucho y probablemente cualquiera preferiría guardarlas para si mismo pero la verdad es que a él no le importaba tanto.
Se pasó una mano por el rostro y suspiró -¿Que hacías ahí sola?- aunque no era asunto suyo no podía evitar preguntarse las cosas
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Hacía tanto tiempo que no sentía aquella sensación... desde el inicio de la cuarentena había sentido un miedo increíble a toparme con otras personas, incluso durante una época me vi en la obligación de disimular mi cabello bajo una gorra y hacer creer que era un chico. ¡Y ni por esas algunos supervivientes solían dejarme en paz! El mundo se había vuelto muy, pero que muy loco.
— Mucho gusto Matt — estreché su mano con fuerza, tal y como me habían enseñado en la academia. Daba gusto poder retomar ciertos modales que ya creía olvidados. — Eres muy amable — tenía mucha hambre, pero aún así procuraría tan solo tomar una lata como mucho, pues sabía lo difícil que era conseguir alimento y no quería dejarle sin él.
— Uff... lo dicho, buscaba comida, creí que en un colegio no encontraría zombies, se suponía que al inicio de la pandemia obligaron a la gente a quedarse en casa... ¡que desastre! — me llevé una mano a la cabeza y la arrastré por mi rostro con pesadez. — Pensé en indagar en el comedor, enfermería... creí que sería fácil encontrar muchas cosas y me voy casi con menos de lo que llegué — hice una mueca de fastidio con los labios. — Bueno, a veces se gana y otras se pierde.
El coche se movía por carreteras abandonadas, como todo hoy en día. Matthew conducía sorteando algún que otro coche abandonado o basura mientras que yo observaba a nuestro alrededor. Me estiré en el asiento del vehículo, que por cierto estaba todo lleno de polvo, para ver en la lejanía como un edificio se alzaba solitario en el horizonte.
— ¡Creo que es un hotel! — exclamé igual con más emoción de la necesaria, ya que el hecho de pensar poder dormir en una cama terminó por hacer olvidar mis problemas anteriores, además de animar mi espíritu.
— Mucho gusto Matt — estreché su mano con fuerza, tal y como me habían enseñado en la academia. Daba gusto poder retomar ciertos modales que ya creía olvidados. — Eres muy amable — tenía mucha hambre, pero aún así procuraría tan solo tomar una lata como mucho, pues sabía lo difícil que era conseguir alimento y no quería dejarle sin él.
— Uff... lo dicho, buscaba comida, creí que en un colegio no encontraría zombies, se suponía que al inicio de la pandemia obligaron a la gente a quedarse en casa... ¡que desastre! — me llevé una mano a la cabeza y la arrastré por mi rostro con pesadez. — Pensé en indagar en el comedor, enfermería... creí que sería fácil encontrar muchas cosas y me voy casi con menos de lo que llegué — hice una mueca de fastidio con los labios. — Bueno, a veces se gana y otras se pierde.
El coche se movía por carreteras abandonadas, como todo hoy en día. Matthew conducía sorteando algún que otro coche abandonado o basura mientras que yo observaba a nuestro alrededor. Me estiré en el asiento del vehículo, que por cierto estaba todo lleno de polvo, para ver en la lejanía como un edificio se alzaba solitario en el horizonte.
— ¡Creo que es un hotel! — exclamé igual con más emoción de la necesaria, ya que el hecho de pensar poder dormir en una cama terminó por hacer olvidar mis problemas anteriores, además de animar mi espíritu.
Podía notar como ella guardaba un poco de silencio y el casi tomo como una premisa de lo que acaba de pasar, después de todo, ella se merecía tomarse un momento de tranquilidad. Había estado encerrada por un gran grupo de zombies y claramente por su mente ha Is pasado que quizás hoy iba a ser su último día. Algo que quizás le ha Is pasado a todo aquel que haya sobrevivido a la muera está de apocalipsis. Por lo que Matthew se dedicó a conducir con tranquilidad, mientras ella ordenaba mentalmente.
Se presentó ante ella y ambos se estrecharon la mano, así que sonrió, hacía mucho que no saludaba a nadie sin un arma de por medio, había que admitir que eso de por sí ya era algo muy bueno. La había escuchado decir que había ido hasta allí buscando comida así que no dudó en decirle que tomara algo de su mochila, no era mucho pero Matt estaba acostumbrado a eso, no solo por el apocalipsis en si, sino porque antes se había tenido que acostumbrar en el ejercito, a veces en las misiones no había mucho que comer y se había vuelto una verdadera costumbre.
-Bueno, no en todos lados. El virus se espacio muy rápido hay gente que en realidad no entendía ni que estaba pasando- le dijo para que estuviera más atenta, habían realmente muchos lugares donde podía llegar a pasarle algo por el estilo. -bueno yo si encontré algo de comida seca ahí, búscalo. En realidad estaba buscando algo para defendernos pero ni un maldito cuchillo encontré- admitio con algo de gracia, había sido el peor héroe de todos y ella aún así le ha Is agradecido? Definitivamente se trataba de una buena mujer
La miro casi sorprendido con la alegría de ella y dijo -¿Si me escuchaste cuando dije que no tengo armas no? Bueno tengo un destornillador por si se rompe una bisagra o algo- dejó salir una leve risa y dijo -hace tres días me tomé con un grupo bastante grande carroñeros, se llevaron casi todo, menos lo que hay en la mochila. - allí también estaban la foto de su unidad, de su familia y la de Ashley pero estaba segura que a ella eso no le interesaría mucho. -¿De verdad quieres que nos arriesguemos a entrar ahí?-
Se presentó ante ella y ambos se estrecharon la mano, así que sonrió, hacía mucho que no saludaba a nadie sin un arma de por medio, había que admitir que eso de por sí ya era algo muy bueno. La había escuchado decir que había ido hasta allí buscando comida así que no dudó en decirle que tomara algo de su mochila, no era mucho pero Matt estaba acostumbrado a eso, no solo por el apocalipsis en si, sino porque antes se había tenido que acostumbrar en el ejercito, a veces en las misiones no había mucho que comer y se había vuelto una verdadera costumbre.
-Bueno, no en todos lados. El virus se espacio muy rápido hay gente que en realidad no entendía ni que estaba pasando- le dijo para que estuviera más atenta, habían realmente muchos lugares donde podía llegar a pasarle algo por el estilo. -bueno yo si encontré algo de comida seca ahí, búscalo. En realidad estaba buscando algo para defendernos pero ni un maldito cuchillo encontré- admitio con algo de gracia, había sido el peor héroe de todos y ella aún así le ha Is agradecido? Definitivamente se trataba de una buena mujer
La miro casi sorprendido con la alegría de ella y dijo -¿Si me escuchaste cuando dije que no tengo armas no? Bueno tengo un destornillador por si se rompe una bisagra o algo- dejó salir una leve risa y dijo -hace tres días me tomé con un grupo bastante grande carroñeros, se llevaron casi todo, menos lo que hay en la mochila. - allí también estaban la foto de su unidad, de su familia y la de Ashley pero estaba segura que a ella eso no le interesaría mucho. -¿De verdad quieres que nos arriesguemos a entrar ahí?-
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Hice una mueca, pensativa ante sus últimas palabras. Sí, no era muy lógico que tras habérsela jugado en un colegio, que hacía apenas unos segundos le pidiera más cuidado... ahora yo me la quisiera jugar en un hotel.
— Bueno, seamos cautos — empecé a decir. — Desde aquí solo veo un par de coches, y es un hotel de carretera, así que igual a lo sumo quedan unos cuatro zombies... como mucho — decía de forma analítica. — Y ahora a mi el destino me debe un poco de suerte... — me encogí de hombros, bromeando, evidentemente, pues yo no creía en ese tipo de cosas. — Venga Matt, ¿cuánto tiempo llevas sin dormir en una cama? — alcé ambas cejas. — Puede que hasta aún funcione el agua, en algunos edificios aún va... imagínate, una cama y una buena ducha — era sorprendente ver lo mucho que habían bajado los caprichos de la gente hoy en día.
— Y si no lo han saqueado demasiado seguro que podemos encontrar comida y bebida — seguía añadiendo cosas a una lista de pros imaginaria. — Venga, solo un vistazo, paremos, miremos si parece mala idea desde fuera, entramos en la recepción... ¡Y a ver qué nos dicen nuestras tripas! — exclamé con cierto entusiasmo. En mi familia no se hablaba del instinto si no de lo que "te decían tus tripas". Hacía mucho tiempo que no me topaba con una buena persona, así que se sentía algo animada. De normal los supervivientes podían ser hasta peor que los zombies y yo siempre había sido una persona muy sociable. Echaba de menos charlar, reírme... Aunque al mismo tiempo sintiera miedo de estar con otras personas, por lo que pudieran pasarles.
— ¿Qué me dices? — pregunté finalmente poniendo mi mejor cara de niña buena. Estábamos casi llegando al edificio y en apariencia algo me decía que podía ser una buena parada.
— Bueno, seamos cautos — empecé a decir. — Desde aquí solo veo un par de coches, y es un hotel de carretera, así que igual a lo sumo quedan unos cuatro zombies... como mucho — decía de forma analítica. — Y ahora a mi el destino me debe un poco de suerte... — me encogí de hombros, bromeando, evidentemente, pues yo no creía en ese tipo de cosas. — Venga Matt, ¿cuánto tiempo llevas sin dormir en una cama? — alcé ambas cejas. — Puede que hasta aún funcione el agua, en algunos edificios aún va... imagínate, una cama y una buena ducha — era sorprendente ver lo mucho que habían bajado los caprichos de la gente hoy en día.
— Y si no lo han saqueado demasiado seguro que podemos encontrar comida y bebida — seguía añadiendo cosas a una lista de pros imaginaria. — Venga, solo un vistazo, paremos, miremos si parece mala idea desde fuera, entramos en la recepción... ¡Y a ver qué nos dicen nuestras tripas! — exclamé con cierto entusiasmo. En mi familia no se hablaba del instinto si no de lo que "te decían tus tripas". Hacía mucho tiempo que no me topaba con una buena persona, así que se sentía algo animada. De normal los supervivientes podían ser hasta peor que los zombies y yo siempre había sido una persona muy sociable. Echaba de menos charlar, reírme... Aunque al mismo tiempo sintiera miedo de estar con otras personas, por lo que pudieran pasarles.
— ¿Qué me dices? — pregunté finalmente poniendo mi mejor cara de niña buena. Estábamos casi llegando al edificio y en apariencia algo me decía que podía ser una buena parada.
Casi pudo ver la mueca de picardía que ella tenía en el rostro y eso que el estaba conduciendo y no podía mirarla directamente al rostro. Era una verdadera locura tratar de meterse en un establecimiento como ese. Por supuesto que sí la pandemia hubiera llegado lentamente los hoteles no deberían estar ocupados pero eso no decía nada. Tampoco las escuelas y ella acababa de ver que no era algo que realmente pasará en el mundo.
Casi quiso largar una carcajada cuando dijo lo de ser cautos - ¿Como tú bajando de la tubería?- hacía bastante tiempo que no bromeaba con alguien, aunque la realidad es que hacía bastante tiempo que no hablaba con nadie en verdad. Ella lo mentía al decir que habían pocos autos pero el ya le había dicho que no tenía armas -no quiero sonar pesimista pero yo no tengo armas y por lo que veo tu tampoco, así que explícame ¿Cómo matariamos a esos cuatro o cinco? ¿De cansancio?- miro el edificio mientras algo comenzaba a aparecer en su cabeza.
No pudo disimular la expresión ante la idea de una cama cómoda y una ducha -creo que demasiado tiempo- por más que en el ejercito le hubieran enseñado a acostumbrarse a dormir en los lugares de los más incómodos. El hecho de dormir en una cama sonaba demasiado reconfortante. Incluso algo seguro porque si el lugar tenía algunos suministros podía ser un buen lugar para esconderse por un par de días.
Dejó escapar un sonoro suspiró y dijo -tu ganas... Veamos que podemos hacer- estacionó el auto en el aparcamiento del hotel y dijo -recuerda dónde dejé estacionado el auto- como si el lugar estuviera lleno y todo fuera normal. Tomo su mochila y salió del auto. Miro a la chica y dijo -¿Que dices si entramos por atrás. Probablemente sea más peligroso pero entrar por el área de servicio podría hacernos llegar a las cocinas las rápido y probablemente allí podríamos encontrar algo más que un destornillador para atacar si es necesario-
Casi quiso largar una carcajada cuando dijo lo de ser cautos - ¿Como tú bajando de la tubería?- hacía bastante tiempo que no bromeaba con alguien, aunque la realidad es que hacía bastante tiempo que no hablaba con nadie en verdad. Ella lo mentía al decir que habían pocos autos pero el ya le había dicho que no tenía armas -no quiero sonar pesimista pero yo no tengo armas y por lo que veo tu tampoco, así que explícame ¿Cómo matariamos a esos cuatro o cinco? ¿De cansancio?- miro el edificio mientras algo comenzaba a aparecer en su cabeza.
No pudo disimular la expresión ante la idea de una cama cómoda y una ducha -creo que demasiado tiempo- por más que en el ejercito le hubieran enseñado a acostumbrarse a dormir en los lugares de los más incómodos. El hecho de dormir en una cama sonaba demasiado reconfortante. Incluso algo seguro porque si el lugar tenía algunos suministros podía ser un buen lugar para esconderse por un par de días.
Dejó escapar un sonoro suspiró y dijo -tu ganas... Veamos que podemos hacer- estacionó el auto en el aparcamiento del hotel y dijo -recuerda dónde dejé estacionado el auto- como si el lugar estuviera lleno y todo fuera normal. Tomo su mochila y salió del auto. Miro a la chica y dijo -¿Que dices si entramos por atrás. Probablemente sea más peligroso pero entrar por el área de servicio podría hacernos llegar a las cocinas las rápido y probablemente allí podríamos encontrar algo más que un destornillador para atacar si es necesario-
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
El hombre se mostraba de muy buen humor ante mis comentarios, lo cual me hizo sonreír.
— Yo llevo una beretta y espero que no tengamos que utilizarla — le guiñé un ojo, mientras me bajaba del coche, cuando lo detuvo. Me preparé, dejando el arma cargada en mi cinturón y con el machete en mi derecha avancé hacia la entrada trasera del hotel, tal y como él había propuesto. — Crucemos los dedos... — susurré mientras avanzaba lentamente. La parte trasera del edificio era un parking completamente vacío. La puerta trasera parecía dar a las cocinas. Me di cuenta cuando al acercarme, por entre las cortinas de la ventana pude distinguir el típico mobiliario.
— Veamos qué pasa... — no pude evitar sonreír, cuando dijo aquello. Podría pasar cualquier cosa y estaríamos en auténticos problemas o absolutamente nada y habría sido un auténtico golpe de suerte.
Sujeté el pomo de la puerta y estiré de este, de tal forma que la puerta se abrió con un ligero chirrido. Al instante comencé a oler un desagradable aroma, tan terrible que perfectamente me habría hecho vomitar en otra época. Ahora, con el fin del mundo, me había tenido que acostumbrar a esos olores... descomposición. Seguramente de toda la comida que se habría echado a perder en aquella cocina.
— Parece tranquilo... — susurré mientras revisaba las encimeras. Como si hubieran salido corriendo sin avisos, con prisas... había una caja de cerillas que decidí guardar en mi mochila. Luego en uno de los estantes encontré tres paquetes de harina. ¿Podría utilizarlo? Los fui sacando y colocando en la encimera.
— ¿Quieres llevártelos? — igual podría quedarme uno, tratar de darle algún uso, aunque era muy complicado poder cocinar mientras sobrevives al fin del mundo.
— Yo llevo una beretta y espero que no tengamos que utilizarla — le guiñé un ojo, mientras me bajaba del coche, cuando lo detuvo. Me preparé, dejando el arma cargada en mi cinturón y con el machete en mi derecha avancé hacia la entrada trasera del hotel, tal y como él había propuesto. — Crucemos los dedos... — susurré mientras avanzaba lentamente. La parte trasera del edificio era un parking completamente vacío. La puerta trasera parecía dar a las cocinas. Me di cuenta cuando al acercarme, por entre las cortinas de la ventana pude distinguir el típico mobiliario.
— Veamos qué pasa... — no pude evitar sonreír, cuando dijo aquello. Podría pasar cualquier cosa y estaríamos en auténticos problemas o absolutamente nada y habría sido un auténtico golpe de suerte.
Sujeté el pomo de la puerta y estiré de este, de tal forma que la puerta se abrió con un ligero chirrido. Al instante comencé a oler un desagradable aroma, tan terrible que perfectamente me habría hecho vomitar en otra época. Ahora, con el fin del mundo, me había tenido que acostumbrar a esos olores... descomposición. Seguramente de toda la comida que se habría echado a perder en aquella cocina.
— Parece tranquilo... — susurré mientras revisaba las encimeras. Como si hubieran salido corriendo sin avisos, con prisas... había una caja de cerillas que decidí guardar en mi mochila. Luego en uno de los estantes encontré tres paquetes de harina. ¿Podría utilizarlo? Los fui sacando y colocando en la encimera.
— ¿Quieres llevártelos? — igual podría quedarme uno, tratar de darle algún uso, aunque era muy complicado poder cocinar mientras sobrevives al fin del mundo.
- Dados:
- Dado 1 - ¿Hay zombies por allí?
Dado 2 - ¿Qué hay ahí?
El miembro 'Maddison Nivans' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Dilemas' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 '¿Qué hay ahí?' :
#2 Resultados :
#1 'Dilemas' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 '¿Qué hay ahí?' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
¿Llevaba una Beretta? Bueno, eso era de mucho más ayuda que un simple destornillador. Lo que lo llevó a sonreír suavemente - tendrías que haber empezado con eso- dijo mientras comenzaba a desviarse hacia el hotel. Aún pensaba que era una locura pero si tenían la suficiente suerte como para no encontrar zombies a la primera, quizás podían darse el lujo de tomar una ducha, por supuesto que no esperaba agua caliente pero al menos agua limpia y una cama, si, eso era lo que quería, quería dormir en una cama.
Caminaron por el estacionamiento con cierta cautela porque jamás sabías lo que podía salir de cualquier lado, de mala manera Matt había aprendido eso.la miro cuando ella dijo que tenían que ver qué pasaba. Abrió lentamente la puerta que parecía no tener traba, lo que le llamó la atención, podía ser que el lugar ya hubiera sido saqueado por completo.
El olor se le hizo familiar, pero no era algo que el no esperara, no tenía idea de cuántos cadáveres pudriéndose habían ahí adentro, quizás no eran zombies pero una vez que le ponías una bala entre ceja y ceja, la verdad es que el cuerpo quedaba descomponiendose en cualquier lugar. Todo parecía tranquilo pero Matt no se confiaba, así que mantenía todo su cuerpo alerta.
Miro el paquete de harina y negó -no se que hacer con ellos- bueno, si sabía que hacer con ellos pero la verdad es que no tenía donde hacerlo, por lo general Matthew pasaba el tiempo en las zonas más despobladas, haciendo campamentos y comiendo lo que podía cazar, así que siguió avanzando por la cocina hasta abrir una puerta, era un pasillo que seguramente daba a las áreas principales -bueno, veamos si podemos llegar al lobby- Antes de salir miro un paquete de esos de fideos instantáneos y la tomo con una sonrisa para salir hacia el pasillo
Fue cuando notó que las nubes estaban poblando el cielo y tapando el sol -esperemos que no llueva fuerte o tendremos que tapar las entradas y tratar de refugiarnos- todo parecía tranquilo hasta que vio el primer cuerpo en el suelo y con el pie lo movió, tenía el cráneo partido, al parecer alguien había hecho cierto trabajo de limpieza antes.
Casi como si lo hubiera predicho, el primer relámpago azotó el cielo con fuerza y el la miro a la chica - bien, parece que tendremos que conciderar pasar aquí un tiempo, pero deberíamos trabar las puertas y refugiarnos arriba- pero luego de eso quedó callado esperando a escuchar algún ruido aunque todo parecía calmado
Caminaron por el estacionamiento con cierta cautela porque jamás sabías lo que podía salir de cualquier lado, de mala manera Matt había aprendido eso.la miro cuando ella dijo que tenían que ver qué pasaba. Abrió lentamente la puerta que parecía no tener traba, lo que le llamó la atención, podía ser que el lugar ya hubiera sido saqueado por completo.
El olor se le hizo familiar, pero no era algo que el no esperara, no tenía idea de cuántos cadáveres pudriéndose habían ahí adentro, quizás no eran zombies pero una vez que le ponías una bala entre ceja y ceja, la verdad es que el cuerpo quedaba descomponiendose en cualquier lugar. Todo parecía tranquilo pero Matt no se confiaba, así que mantenía todo su cuerpo alerta.
Miro el paquete de harina y negó -no se que hacer con ellos- bueno, si sabía que hacer con ellos pero la verdad es que no tenía donde hacerlo, por lo general Matthew pasaba el tiempo en las zonas más despobladas, haciendo campamentos y comiendo lo que podía cazar, así que siguió avanzando por la cocina hasta abrir una puerta, era un pasillo que seguramente daba a las áreas principales -bueno, veamos si podemos llegar al lobby- Antes de salir miro un paquete de esos de fideos instantáneos y la tomo con una sonrisa para salir hacia el pasillo
Fue cuando notó que las nubes estaban poblando el cielo y tapando el sol -esperemos que no llueva fuerte o tendremos que tapar las entradas y tratar de refugiarnos- todo parecía tranquilo hasta que vio el primer cuerpo en el suelo y con el pie lo movió, tenía el cráneo partido, al parecer alguien había hecho cierto trabajo de limpieza antes.
Casi como si lo hubiera predicho, el primer relámpago azotó el cielo con fuerza y el la miro a la chica - bien, parece que tendremos que conciderar pasar aquí un tiempo, pero deberíamos trabar las puertas y refugiarnos arriba- pero luego de eso quedó callado esperando a escuchar algún ruido aunque todo parecía calmado
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
El miembro 'Matthew Kowalski' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Situaciones' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 '¿Qué hay ahí?' :
#2 Resultados :
#1 'Situaciones' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 '¿Qué hay ahí?' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
— ¿Zombie rebozado? — pregunté con ironía. Igualmente guardé los paquetes, si no era para mi o él podría dárselos a otra persona. — ¡Uh, sopita! — me mostré igual más emocionada de lo que debería por su hallazgo. — Oh, eso no es bueno... — dije al ver como la luz iluminaba el cielo. El trueno fue ensordecedor. — Nada bueno — añadí, aquel ruido iba a atraer a todos los zombies que hubieran en la zona.
— Vamos a tener que trabajar rápido... — miré a Matt. — Vayamos a la cocina, revisemos desde ahí en adelante — así no dejaríamos nada sin asegurar, iríamos barriendo el edificio. La puerta de la cocina tenía un pestillo, que serviría para cerrarla. Las ventanas parecían bien seguras, así que volví hacia la parte delantera del edificio. Por allí aún no habíamos revisado apenas.
— Está cayendo una buena, en parte ahora me alegro de haber llegado aquí... — muchas cosas podían salir mal, pero con la que estaba cayendo y el frío... estaba bien poder estar a resguardo en aquel edificio. La parte delantera se componía de un enorme hall que daba a la recepción, unos servicios, lo que debió ser el comedor y un bar. Todo extrañamente tranquilo.
Y de la nada salió uno de ellos, como no. Escondido en la recepción, como si hubiera estado sentado, con el ruido de la lluvia no había escuchado nada, tan solo la figura se levantó y apareció frente a mi a unos escasos dos metros.
— ¡Joder! — exclamé nerviosa, el corazón casi se me salía por la boca. — Odio cuando me hacen esto... — el zombie ni siquiera pensó que era más sencillo rodear el mostrador y salir por el hueco. Estiró sus brazos por encima del mostrador en mi dirección, tratando de saltarlo. Habíamos ido revisando puertas y ventanas, por lo que ahora me acerqué a este con el machete en mano para acabar con su no vida.
Parecía tan idiota que me acerqué con cierta despreocupación y que gran error, porque cuando alzaba el machete hacia él se lanzó a por mi y ambos caímos hacia atrás en el suelo de la recepción. Mordió mi hombro derecho provocando que yo ahogase un grito apretando los dientes. En ese momento hice de tripas corazón, le empujé y salté sobre él para hundir el machete en su cráneo. Fin para él.
— Mierda... — con mi izquierda toqué mi hombro, los dedos de la mano se llenaron de sangre. Dolía, como siempre dolía demasiado. Alcé la mirada para buscar la de Matt. — No es la primera vez — aparté las prendes de mi brazo derecho. Los arañazos que me hizo aquel cerberus aún estaban ahí, cicatrizando poco a poco. Suspiré. — No sé por qué, pero no muero... — mi rostro estaba totalmente desencajado, no había explicación alguna, no lo entendía, no comprendía qué me pasaba, aunque sí que había ciertas cosas... en aquel momento no supe ni cómo seguirlas.
— Vamos a tener que trabajar rápido... — miré a Matt. — Vayamos a la cocina, revisemos desde ahí en adelante — así no dejaríamos nada sin asegurar, iríamos barriendo el edificio. La puerta de la cocina tenía un pestillo, que serviría para cerrarla. Las ventanas parecían bien seguras, así que volví hacia la parte delantera del edificio. Por allí aún no habíamos revisado apenas.
— Está cayendo una buena, en parte ahora me alegro de haber llegado aquí... — muchas cosas podían salir mal, pero con la que estaba cayendo y el frío... estaba bien poder estar a resguardo en aquel edificio. La parte delantera se componía de un enorme hall que daba a la recepción, unos servicios, lo que debió ser el comedor y un bar. Todo extrañamente tranquilo.
Y de la nada salió uno de ellos, como no. Escondido en la recepción, como si hubiera estado sentado, con el ruido de la lluvia no había escuchado nada, tan solo la figura se levantó y apareció frente a mi a unos escasos dos metros.
— ¡Joder! — exclamé nerviosa, el corazón casi se me salía por la boca. — Odio cuando me hacen esto... — el zombie ni siquiera pensó que era más sencillo rodear el mostrador y salir por el hueco. Estiró sus brazos por encima del mostrador en mi dirección, tratando de saltarlo. Habíamos ido revisando puertas y ventanas, por lo que ahora me acerqué a este con el machete en mano para acabar con su no vida.
Parecía tan idiota que me acerqué con cierta despreocupación y que gran error, porque cuando alzaba el machete hacia él se lanzó a por mi y ambos caímos hacia atrás en el suelo de la recepción. Mordió mi hombro derecho provocando que yo ahogase un grito apretando los dientes. En ese momento hice de tripas corazón, le empujé y salté sobre él para hundir el machete en su cráneo. Fin para él.
— Mierda... — con mi izquierda toqué mi hombro, los dedos de la mano se llenaron de sangre. Dolía, como siempre dolía demasiado. Alcé la mirada para buscar la de Matt. — No es la primera vez — aparté las prendes de mi brazo derecho. Los arañazos que me hizo aquel cerberus aún estaban ahí, cicatrizando poco a poco. Suspiré. — No sé por qué, pero no muero... — mi rostro estaba totalmente desencajado, no había explicación alguna, no lo entendía, no comprendía qué me pasaba, aunque sí que había ciertas cosas... en aquel momento no supe ni cómo seguirlas.
- Dados:
- 9 + 4 = 13.
4 + 4 = 8.
8 + 2 = 10.
2 + 1 = 3.
PV Zombie 10 - 8 (+2) = 0.
PV Maddison 30 - 10 = 20.
El miembro 'Maddison Nivans' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Números' :
#1 Resultados :
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#2 'Números' :
#2 Resultados :
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#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Números' :
#2 Resultados :
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Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
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