Diario de Alice Stephens

Alice Stephens

En realidad no estoy segura de si es la fecha correcta. Creo que lo es, sí, pero es que ha pasado tanto tiempo...

Hace ya dos años desde que todo acabó y aún parece ayer cuando encontré el cuerpo de mi prima tirado en aquel apartamento. Ni siquiera supe si era Katherine o Isabella, ni si Anna y mi otra prima seguirían con vida.

Por su bien quise alejarme de todas ellas, no quise que supieran la verdad, que seguía con vida, que no morí en Raccoon City tal y como se daba a entender en las noticias. Que Umbrella mentía, que la verdad era muy diferente y... Que lo hice mal. Que los pocos supervivientes de Raccoon tan solo supimos escondernos como ratos, que estábamos asustados y huimos como cobardes.

Aún hay ocasiones en las que me pregunto que habría pasado si hubiéramos actuado de otra manera, pero ya es tarde. Tal vez hubiera muerto, tal vez hubiéramos conseguido algo, tal vez no habría pasado nada... Lo intentamos, sí, pero debimos esforzarnos más, no esperar tanto. Aunque nadie se imaginaba que podría acabar ocurriendo algo así. Algo tan grande y terrible como lo de aquel fatídico 26 de noviembre de 2012.

Lo mío no es escribir, pero hoy encontré este diario... Y quise hablar contigo, aunque no te conozca completo desconocido, aunque jamás se crucen nuestros caminos, aunque seguramente haya muerto cuando tú estés leyendo estas lineas... No importa, serás mi confidente, mi aliado, mi compañero de viaje y amigo. Siempre.

Por lo que quiero decirte también, que no estás solo, que nuestras vidas habrán sido similares pero en distintos días. Y te entiendo. Sé fuerte amigo y sobrevive.

Alice Stephens

Sigo sin saber si hoy es de verdad 25 de enero del año 2015. Trato de llevar la cuenta de los días, pero resulta una tarea difícil y más cuando los días pasan y pasan como hasta ahora. Como si fuera el agua que tratas de coger entre las manos, toda se te acaba escapando.

Al principio pensaba que el tiempo era de lo más lento y pesado, que no transcurría, pero a día de hoy puedo decir todo lo contrario, si miro atrás no parecen haber pasado más de unos días desde el brote, desde entonces he estado sola y sigo sola. Duermo sola, con un ojo abierto, temiendo que una de esas criaturas me ataque en mitad de la noche, no poder hacer nada por mi vida y entonces apenas logro dormir. Nada más amanecer me despierto, como algún par de galletas caducadas, bebo agua, recojo mis cosas, reviso los alrededores, mato a alguno de esos seres que está cerca de mi refugio de esa noche y entonces continúo con un viaje que no tiene fin. O tal vez sí, sé que la última parada de mi destino será mi muerte. No es ningún drama, simplemente lo sé, cuando muera se acabará este viaje.

A lo largo de mi progreso me he topado con algunos supervivientes, muchos de ellos habían perdido el juicio, otros habían perdido su lado humano y otros, los que aún tenían alma resultaban muy difícil de encontrar. Pero de vez en cuando me topo con alguno.

La vida ya no es la que era y he decidido seguir sola, a parte de que no me fío ni de mi propia sombra así lo he decidido. Yo sé en el fondo por qué. Y aunque viajar así, sola, sea algo que esté acabando poco a poco conmigo, es en el fondo lo mejor, lo sé.

Al día siguiente me levanto, como algo, mato a uno o dos de esos seres, sigo mi viaje, busco más comida, encuentro otro refugio provisional antes de que anochezca, mato a otro o dos,como algo y trato de dormir, para al día siguiente volver a empezar, así día, tras día, tras otro... Hasta mi última parada.