- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 18 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 18 Invitados :: 1 Motor de búsquedaNinguno
Élite {50/54}
|
Hermanos
Directorios
|
A mock battle against the past
Página 1 de 1. • Comparte
El mundo entero me suplicaba que obtuviera mi venganza. ¿Cuanto tiempo había sufrido el mundo a mi alrededor? ¿Cuanto tiempo ese idiota que fui una vez se dedicó a martirizar mi existencia sonriendo cuando debería de, simplemente, matar? James fue un maldito gilipollas. Se dedicó cada día de su triste existencia a sonreír, seguir adelante, sin detenerse en ningún momento. Se dejó pisar una y otra vez. Así es como vivió, como murió. Gracias a Natasha. A esa pelirroja que... Realmente había logrado alegrarme la vida. Me siento bastante orgulloso de como se la devolví. Y otra parte de mí también se alegra mucho.
¿Y qué haría ahora? Ahora que la venganza era tan cercana a mí. Otra de las tantas que tenía guardada. Mi ex mujer había muerto devorada y de ahí no tenía nada que aprovechar. Pero, ¿de ella? Oh, de ella tenía mucho material que sacar. Podía explotar su existencia por completo, divertirme al máximo. ¡Ser el único y verdadero ganador!
Ella se veía casi igual. El casi está claro en todos. La vida en el apocalipsis no trata a nadie bien. A mi ahora me trataba de fábula, eso sí... Cuando eres un hijo de puta el mundo te lo recompensa. Al fin consigo cosas buenas. La venganza era el orgasmo mental más fuerte existente. Corrí tras ella. Unas pocas zancadas y la agarré con fuerza.
—Tanto tiempo sin vernos, ¿eh? —miré su muñeca, la que retorcía. Esto era divertido. Miré su cara de sorpresa. Jamás esperó volver a verme. —No te creía tan siniestra como para acabar en un lugar así. Aunque con lo hija de puta que eras... —la miré de arriba a abajo. Sí... —Me jodiste mucho en su día, ¿eh? Me hiciste creer que eras una chica nueva y de golpe, puf. Me robas miles de dolares y simplemente desapareces. Muy buena esa. —tomé su rostro para mirarlo bien, con una alargada sonrisa. —Me voy a cobrar en ti hasta el último dólar, puta. —y empecé a reír. Esto sería divertido.
¿Y qué haría ahora? Ahora que la venganza era tan cercana a mí. Otra de las tantas que tenía guardada. Mi ex mujer había muerto devorada y de ahí no tenía nada que aprovechar. Pero, ¿de ella? Oh, de ella tenía mucho material que sacar. Podía explotar su existencia por completo, divertirme al máximo. ¡Ser el único y verdadero ganador!
Ella se veía casi igual. El casi está claro en todos. La vida en el apocalipsis no trata a nadie bien. A mi ahora me trataba de fábula, eso sí... Cuando eres un hijo de puta el mundo te lo recompensa. Al fin consigo cosas buenas. La venganza era el orgasmo mental más fuerte existente. Corrí tras ella. Unas pocas zancadas y la agarré con fuerza.
—Tanto tiempo sin vernos, ¿eh? —miré su muñeca, la que retorcía. Esto era divertido. Miré su cara de sorpresa. Jamás esperó volver a verme. —No te creía tan siniestra como para acabar en un lugar así. Aunque con lo hija de puta que eras... —la miré de arriba a abajo. Sí... —Me jodiste mucho en su día, ¿eh? Me hiciste creer que eras una chica nueva y de golpe, puf. Me robas miles de dolares y simplemente desapareces. Muy buena esa. —tomé su rostro para mirarlo bien, con una alargada sonrisa. —Me voy a cobrar en ti hasta el último dólar, puta. —y empecé a reír. Esto sería divertido.
·Mata. Roba. Sobrevive. Ese es el cometido de esta vida.·
- Hum:
On Rol el resto (?) XD
- A mock battle against the past:
- Cambié mi típicas ropas cómodas que usaba como mercenaria. Solté mi pelo. Después de mucho tiempo me miré a un espejo y miré mi rostro, sonreí y me acordé de quien era. "Theresa". Amaba como pronunciaba ese nombre. "Terry". Adoraba su calidez al susurrar detrás mía ese apodo. Roger y Scott. Mis adorados hermanitos. Aunque ambos eran mayores que yo. Aunque no nos unía la sangre ni un pasado en común. Acaricio mi temblorosa mano. Me dio mucho miedo el día en el que lo conocí. Roger... Acerqué mi mano a su pantalón, traté de sacar la cartera. Lo había hecho muchas veces, pero tuve un temor... Algo me dijo "cuidado", ese momento de vacilación hizo que se diera cuenta de mi intento de hurto. Me cogió de la mano y me llevó hasta allí. "Somos como una especie de mafia", me dijo. "¿Mafia? Gremio del crimen, como mucho". Tenía mi pecho congestionado de temor, pero era demasiado orgullosa como para hacerlo ver. Quería huir, hasta llorar. Decir "¿Por qué fui tan idiota de irme de casa? ¡Quiero volver!". ¿Qué habría sido de mi si hubiera deseado eso de verdad? Quizás una carrera. Un dulce hombre. Unos hijos a los que amar. Y después todo se iría al traste. Los perdería. Lo perdería todo. No, gracias.
Subí al coche, con todas mis armas, con todas mis pertenencias. Incluidos los peluches. Sonreí cuando vi el de Pícara. "Tú mereces el mismo apodo que ella, Terry", me dijo él, cuando me regaló el peluche. Yo aún estaba acostumbrándome. Había sostenido por primera vez una pistola. "Theresa, alza más el arma, coloca los hombros, ¡vamos!". Su voz era rígida y desprendía orgullo de líder, de maestro. Me acogieron, me enseñaron. Me trataron como a su princesa, la reina de ese palacio de ladrones. Me agasajaron con joyas y vestidos. Y yo los usé para urdir mejores tretas, engañar mejor, para robar más y de manera mejor. Les devolví todo y más. Y recordaré siempre sus palabras... "Roger, se más cariñoso con la chica o te tendré que patear". Y él dejó su orgullo y su rigidez y se colocó detrás mía. Colocó mi cuerpo para que pudiera apuntar bien, y disparé con su calidez por primera vez. Ambos sonrieron al ver donde dio la bala. "Tienes buen ojo, Roger, ha dado en el blanco". Elogió... Sonreí por primera vez con un arma entre mis manos. Las manchas de sangre de mi actual pistola... Cuestan que desaparezcan. Hay veces que siento que una calidez inunda el arma, me recuerda ese momento. Después me doy cuenta de que no es más que la calidez que mi propio cuerpo le da al metal. Y entonces vuelvo a sentirme sola.
"¡Ven con nosotros! ¡Deja atrás a ese abogaducho! Terry, ¡vamos!". Las palabras de Scott me recuerdan los momentos de duda que tuve. Cuando estaba con James, cuando añoraba mis tiempos con ellos. Cuando añoraba tanto ese palacio de ladrones en el que vivía... "No estás obligada... Pero nos encantaría que volvieras...", y él... Las dudas desaparecieron cuando lo dijo. Y me fui. Al poco tiempo dejé atrás a ese hombre que me había divertido tanto. Y no le eché de menos. Volví a lo que era mi trabajo. A lo que era mi vida. A tener otra vez conmigo a ellos dos. Volví a ser una princesa agasajada por mercenarios. Una reina en el palacio de los ladrones que realmente era feliz. Pero no todo es eterno, ¿verdad?
"Roger... Perdona, iré yo. No te preocupes por nada. " dijo él antes de que Roger se fuera enfadado. "Terry, cuida de él por si pasa algo y tardo demasiado en volver. Este hombre no sabe cuidarse solo sin nosotros. No sabes como era antes de que estuvieras aquí... Adiós, princesa. " Sus... Sus últimas palabras antes de irse. Recuerdo como me sonrió con tristeza. Se había peleado con Roger. Llevaba tiempo haciéndolo. Trataba de calmarlo todo... Pero se que solo metía la pata haciendo el tonto. "Theresa, para de una vez, no tengo tiempo para esto. ". Su contestación era parecida siempre. Con peor o mejor humor, siempre rechazaba mis intentos de provocarle, de hacerle sonreír... Como antes. Y él nunca más volvió.
Nos llegaron sus pertenencias. Morí. Morí por dentro mucho tiempo. Morí hasta que supe que era verdad. Traté de apoyarme con todas mis fuerzas en Roger, pero él necesitaba apoyarse en alguien. Era su hermano. Un pasado común. Un lazo de sangre. Eran algo de verdad. Y traté de ser fuerte. Por ambos. Porque él me había ayudado siempre. Porque le... Le quería alegre. Y sabía que si yo seguía marchitada por la pena no podría ser así. "Theresa... Necesito descansar, un poco... De todo esto. Solo eso. ". Mentía. Necesitaba alejarse para siempre. No volver a tomar entre sus dedos una pistola. No volver a sufrir la pérdida de alguien que quería. Pero ya no le quedaba nadie. Su familia no existía para él. Su hermano había desaparecido para siempre. Y no existía ni una tumba a la que llorarle. Ni un cuerpo. Solo ropa, armas... Jirones de su vida.
Tomando el último desvío sonrío con timidez. Hace mucho que no soy esa Theresa. Nadie me conoce como Theresa. Soy Terry... Una idiota y falsa Terry. Porque sin él ya no había felicidad. Y aun así, lo superamos... De algún modo, pero lo superamos. Volvimos a ser lo que eramos. Una princesa agasajada por una calavera y un mercenario. Una reina de un palacio de cadáveres. Nunca volvimos a ser lo que éramos. No podemos mentirnos.
Atesoro lo último que me regaló. Lo atesoro con todo mi corazón. Un vestido blanco. Era precioso... Nunca lo usé. Murió. Está ahí. Siempre está ahí... Junto a Pícara. "Eres una dulce flor... Pero recuerda, Terry, tú tienes las mejores espinas. ". Las palabras con las que me lo regaló... No terminé de entenderlas hasta no hace mucho. Sostuvieron mi cabeza de manera burda, me llamaron "princesa", "reina". Sonreí, sin embargo. Sumisa, como una cría desvalida que ha visto al lobo. Un lobo vestido de negro cuya manada está dispuesta a aceptarla. Sonreí con insolencia. Trataron de hacer algo impropio con mi ser. Me llamaron de una manera fría "Terry". Me dijeron con desdén "Theresa". La dulce y patética flor que querían pisar sacó sus espinas. Los maté. Acabé con su existencia. Sonreí. "Adiós, jefes", dije a sus cuerpos.
Durante casi dos años estuve al servicio de unos locos que pedían cabezas de zombis a cambio de parafernalia demasiado necesaria para mi... Y no me importaba. No estaba sola. No estaba sola nunca así... Nunca estuve sola hasta que se fue él. Creía que con James lo estuve. Creí que lo estuve cuando viví de carterista. Pero cuando Scott se fue... Sentí como si el mundo se desquebrajara a mi alrededor. Como si la tierra me tragara hasta donde nadie me alcanzara. Roger no estaba. Su mente estaba rota, más profundo que la mía. Y yo no podía sumergirme más para alcanzarle... Me di en cuenta entonces cuanto odiaba estar sola. Cuanto les necesitaba. Quería a mis hermanitos conmigo... Mis mercenarios. Mis ladrones. Roger y Scott... Daba igual el nombre... Sin ellos, siempre estaría sola... Fueron lo único que conocí realmente.
Por eso le busqué. Pagué lo indecible por encontrarle. Recé en quién no creía. Y cuando al fin le hallé... Ya no podía ir. Los muertos se pusieron en pie. Y él no estaba entre ellos... Scott, lo siento, de verdad. Quise venir. Pero me quedé sola. Roger se fue. Quizás ahora está contigo y yo quiero ir con vosotros dos. Pero debo de seguir aquí, no debo de perder eso que llaman esperanza. Pero creo que yo nunca entendí el significado de esa palabra.
Camino entre tumbas, vestida con una camisa blanca larga, que básicamente emulaba a un vestido. Escondidos por la camisa, tengo una pistola y un cuchillo. Y continuo pisando el campo santo. Tierra de mustio verde, entre grandes tumbas sin nombre. Sin noción avanzo, no se que hacer, pero sigo. "Theresa, el objetivo no va a estar siempre claro, pero tú, continua. Persevera, o nunca lo lograrás." Roger. Te prometo que lo hice. Perseveré... No se como lo hice... Pero continué aun así. Por no estar sola me uní a unos bastardos. Por no estar sola hice muchas cosas de las que no estoy segura si realmente pretendía hacerlas... Me divertí. Pero nunca como contigo. Nunca como con Scott... Él era más divertido... Lo siento, es verdad.
-No te enfades, Roger, pero eras muy rígido... Demasiado serio. Él era mucho más animado. -Le hablé al nublado cielo. Me acerqué a una tumba alejada, sin ninguna más alrededor. La miré, fijamente, notando como mi visión se nublaba. -Lo... Lo siento. -Susurré a la lápida, sin pestañear, evitando que las lágrimas salieran. -Quería venir. Pero tenía miedo. Miedo de no volver atrás después... -Hablo sin saber que decirle. -Te busqué... Por todos los medios que pude. Scott... -Noto por mis mejillas cálidos regueros de agua. Deseo que sea lluvia. Acaricio el nombre que está grabado en la tumba. Scott. -¿Por qué tuviste que morir? Me dejaste sola... Nos dejaste solos. A Roger. A mi... -Suspiré, tratando de organizar mis pensamientos, sentándome en el suelo... En la fría y húmeda tierra. -Te... Te quise. ¡Te quise de verdad! Te quise como a un hermano. Te quise como a un amigo... Te quise de verdad. ¡Quizás no como tú querías...! Pero... Te quise. Te necesitaba. Necesitaba tu calidez, tu apoyo. Necesitaba no estar sola. No estar sin vosotros... Roger no era persona sin ti. Y me pediste que le ayudara si volvías tarde... ¡¿Pero a mi quien me ayudaría?! Te necesitaba, idiota. Os necesitaba. Necesitaba aprender más. -Abracé mis piernas y me apoyé en la fría tumba, gimoteando. Miré a mi alrededor, viendo que estaba sola. -Nunca volviste. Y no supe cuidar de Roger... Y él ya no está. Y estoy sola. Todos se han ido. -Me limpié las lágrimas de la cara. -Perdóname. -Susurré, con la voz rota.
Mi mente no sabía que decir. Quería decirle que le odiaba por dejarme. Que le odiaba por dejar a Roger. Que le quería con toda mi alma por ser mi hermanito... Que le quería tantísimo y que lo necesitaba más... Que estaba sola y no sabía que hacer. Que sin su consejo no sabía seguir. Que no sabía a donde ir ahora.
Y recordé como adoraba que le llamase...
-Ca-riño...
Hoy era el día. Sin letras mayúsculas, sin frases bonitas. Sin ningún tipo de... Pomposidad. No era mi estilo, nunca lo fue. Soy de esas mujeres que jamás entendieron del todo el ser... Femeninas. Lo fui, por supuesto. Era mi trabajo. Estafar, mentir. Engañar en general. ¿Me arrepiento de haberme comportado así solo por dinero? No, jamás. Me alegro enormemente de ello. Me divertí tanto. Fui tan feliz con Scott y Roger...
¿Debía de arrepentirme de ser feliz? ¿De conseguir que mi vida fuera mejor mediante el mal de otros? Yo creo que no. Me siento bien con mi trabajo. No va a cambiar. Siempre fui una mercenaria, y no hay más que hablar... Soy feliz de esa manera, a mi manera. A la manera en la que ellos dos me enseñaron. Así viví. No veo otra manera de hacerlo.
Quizás de esa manera viví por una razón. Y no entendí necesidad de... Cambiar. Fui una reina de ladrones durante bastante tiempo. Gente que realmente me quiso. Que estuvo conmigo. A las que enseñé y que me enseñaron. Fue una vida... Bonita. Agradable. ¡Interesante! ¡Era mi vida! Y... Me alegro enormemente de haberla vivido como la viví. Si pudiera, repetiría todo. Todo menos permitir que Scott muriera. Le habría detenido, le habría retenido con nosotros, y jamás moriría. Seguiría con nosotros. Porque somos una familia.
Quizás el camino que tomé era malo. Pero para mí no. Así que, cuando vino un ángel redentor, le miré con sorpresa. Me agarró con fuerza, vestido como una sombra de mi pasado. Su cuerpo estaba marcado por la ira, la demacración y la muerte. Marcas de dientes por sus brazos, víctima de aquellos que siempre vuelven. Pero él no había vuelto. Él era especial. Su bendición por haber llevado el camino correcto, el que otros consideraban correcto.
Me dijo... Cosas desagradables Me dolía la muñeca de la que me apresaba. También la cara, obligándome a mirarle a los ojos. Pero yo no era eso que él me llamaba. Yo jamás fui nada que jamás deseé ser. Y no empezaría ahora. Nadie me pisaría. Nadie tendría oportunidad de menospreciarme, de tratarme como una mierda. Como lo hicieron ellos. Aquellos que decidieron ser mis "jefes". ¡Yo no tengo jefes! ¡Yo no soy la mujer de nadie! ¡Y todos acabarán igual que ellos si es preciso!
—Siento mucho lo que te pasó, Logan. —dije, únicamente. Tomé con la mano libre su arma. Había sido descuidado, me había menospreciado. La katana estaba en mi posesión y con un rápido movimiento recto la hendí en su cuerpo, mirándole a los ojos. —Lo tuyo es una falsa batalla contra el pasado. Con un único y verdadero vencedor. —y, entre maldiciones, trató de sacarse el arma, soltándome. Me alejé unos pasos, contemplándolo con pena. —Si te sirve de consuelo... Me divertí contigo. —y le dí la espalda, moviéndome entre las tumbas.
Era su lugar de reposo. Scott fue enterrado aquí. Hace tantos años de su muerte... ¡Y hoy era su cumpleaños! Tanto tiempo atrás... Tanto... Observé mi muñeca, donde se marcaba un suave moratón. Nunca me esperé que James llegase a ser tan desagradable en una situación como esta... Quizás en el fondo era culpa mía, pero... No me importaba. Era nuestro día.
Acaricié la tumba una y otra vez, cada grieta de la piedra, cada mota de polvo. Quedó limpia, algo que no parecía realmente posible. Me recosté contra ella, con una suave sonrisa en los labios, rememorando cada uno de aquellos maravillosos días que pasamos juntos. Scott, Terry y Roger. El trío del Gremio de Ladrones.
Lentamente, el sopor pudo conmigo. Me fui quedando dormida. No podía evitarlo, estaba muy cansada. Mi cuerpo no podía más por hoy. Era nuestro día. Podía permitirme descansar, dejar de trabajar por hoy... Era mi oportunidad de dormir.
Algo me desveló del sueño. Una mano amiga, de alguien a quien conocía. Esa delicadeza con la que me despertó... Tenía que ser él. No podía ser otra persona más que él. Con rapidez me desperecé y abrí los ojos, buscándole. Y ahí estaba. Tan imponente como siempre. Roger. Mi querido Roger. Me levanté rápidamente y me lancé a sus brazos, estrechándolo con fuerza contra mí. Besé su mejilla y le acicalé el pelo, devolviéndolo a su lugar de antes. No quería dejarle poco presentable para sus hombre.
—Me alegro tanto de verte, Theresa. —dijo con esa dura pero a la vez cálida voz.
—¡¿Theresa?! ¡Soy Terry! ¡Te lo repito una y otra vez! —inflé un moflete falsamente molesta. —Te... ¡Te echaba tanto de menos! —palpé cada centímetro de su cara, llena de júbilo. No me lo podía creer. Era increíble. Era... Sorprendente. No podía... ¡Era increíble!
—Theresa... Tanto tiempo sin verte... Es... No has cambiado nada, sin duda.
—Oh, ja, ja, ja. Dijo el señor trajeado. El frío como un témpano... Te he echado demasiado de menos. Durante tanto tiempo...
—Al menos llevas ese vestido que te regalé. Te queda genial, Terry.
Volví la vista atrás. Ojiplática. Estaba ahí. ¡Estaba ahí! Me lancé sin pensarlo, sin dudar en un segundo, a sus brazos. Le abracé con todas mis fuerzas, llorando de pura felicidad. Cogí con fuerza su rostro, mirándolo centímetro a centímetro, con miedo de que desapareciera. Era Scott. Estaba ahí.
—Al fin llegas, tardón... ¿Sabes cuantos años llevo esperándote? —suspiré.
—Pues ya estoy aquí, preciosidad. Siento haberte hecho esperar tanto.
—Qué bonito, hermano... ¿Ni un simple hola para mí?
—Vamos Roger, sabes que mi favorita siempre fue Terry.
Los tres reímos al unisono, en una compenetración bastante tonta. Les abracé a ambos a la vez. Con fuerza, con mucha fuerza. No quería que se fueran.
—Bueno, Theresa. ¿Nos vamos? Los chicos del gremio nos estarán esperando.
Parpadeé extrañada, miré hacia delante. Había más voces de lo que debería. Y allí estaban todos. Cada uno de los amigos que había tenido en el Gremio de Ladrones estaba ahí. Todas sus caras, mirándome sonrientes. Mirándonos a los tres. Todos ellos, las chicas que me enseñaron mis primeras estafas, los hombres que me enseñaron como romper unos cuantos dedos para obtener lo que quería de una persona... Todas esas personas que lograron que fuera feliz. Todos estaban allí.
—Sí... Vamos.
Entrelacé mis manos con las suyas, las apreté con fuerza. Con una gran sonrisa. Al fin volvía a casa.
Es curioso... Como la vida puede acabar así. De manera dulce, silenciosa, cumpliendo el mayor anhelo de una persona.
···I win the battle. I've been happy···
- CB Powah, Bitch:
- Wii arr ameizings (?):
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 13:42 por Agent 4.0
» ₪ Juego: Chicas Vs. chicos
Hoy a las 12:17 por Erica Ashcroft
» ₪ Juego: Confesionario
Hoy a las 11:09 por El Sombrerero Loco
» Dream of Spring [Antes Golden Blood, Confirmación & cambio botón]
Hoy a las 09:28 por Agent 4.0
» Shadows From The Past -Confirmacion Elite-
Hoy a las 09:28 por Agent 4.0
» ₪ Juego: una historia en tres palabras
Hoy a las 00:48 por Harper Voight
» Sangre y teorías [Sylvia y Ethan]
Hoy a las 00:45 por Harper Voight
» Tiempo pasado [D Leah]
Ayer a las 21:38 por Leah Hadley
» Hasta aquí — Max A. Walcott
Ayer a las 21:27 por Max A. Walcott
» Caminos inciertos [Ireth Haven]
Ayer a las 21:04 por Grey Seiffert