Misión BI: Bleed it out [Participantes]

Costó hacerlo despertar. Cuando llegó, hace ya algunas horas con los primeros rayos del fuerte sol, estaba tan cansado que apenas se podía su propio cuerpo. Había tenido que correr por mucho tiempo, tras separarse de su grupo para intentar alejar una horda de su campamento y terminó debiendo adentrarse en una pequeña ciudad, con la esperanza de encontrar donde esconderse.

Le tomó un tiempo, pero tras finalmente lograr perder a sus perseguidores, encontró un oasis de paz en la entrada de una facultad. Escuchaba gemidos en el exterior, pero supuso que estaría seguro temporalmente mientras no se hiciera notar. Si eso no bastaba, estaba jodido de todas formas porque el cansancio le estaba ganando.

En vez de quedarse a la luz del día pasó mirando sin mucho interés la estatua, revisó las puertas laterales, encontrándose con que una de ellas se abrió con facilidad y, dejando pasar el rebote de la cada vez más fuerte luz solar, pudo comprobar que estaba vacía y adornada con algunos cuadros. Se encogió de hombros y entró. Revisó los cuadros, no por real curiosidad, sino en un intento por despejar su mente de lo que le preocupaba, conforme se sacaba su chaqueta de cuero y la envolvía como un bolillo para improvisar una almohada.

Claramente no le costó ver la relación del cuadro mayor con la estatua de la sala central, pero en ese momento no estaba de ánimo para andar pensando.

En vez de eso, tomó los dos retratos de figuras académicas, incluyendo el del viejo cuyo nombre supuso que calzaba con las iniciales que firmaban el cuadro mayor y los usó para trancar las puertas, dejándolo tan apretado como pudo entre la manilla y el suelo, incluso con algunas ligeras patadas para afirmarlos en su lugar. Con ello, se despidió de los últimos haces de luz que esperaba ver por la próxima década, aunque bien sabía que no serían más que unas pocas horas.

Vivir en el apocalipsis causa estragos en tus horarios de sueño, obligándote a subsistir con mucho menos descanso que el que necesitarías normalmente. Así es cuando estás en una zona de guerra, y aún antes de ello Marshall se había acostumbrado a dormir con un ojo abierto por sus tiempos como detective encubierto.

Sin embargo, nada de eso se activó ese día, cuando el ruido de las balas, golpes, gritos, alaridos, machetazos y los gemidos grotescos comenzaron a colarse en la habitación. Fue más o menos a mitad de la acción, con algunos de los golpes de las tablas que el exdetective despertó de un brinco. No pudo siquiera recordar qué estaba soñando, porque esa otra vida fue rápidamente reemplazada por el flujo de recuerdos que de golpe le recordaron por qué estaba encerrado en una sala oscura.

Se sentó tratando de mantener la calma. Supuso que quienes estaban peleando afuera eran sobrevivientes. Eso podría representar un problema. Parte de él esperaba que se los comieran y después los zombies ignoraran su puerta. Otra parte esperaba que lograran sobrevivir y que fuesen amigables, pero esa era una apuesta que esperaba no tener que hacer. En cualquier caso, avanzó agazapado hacia la puerta, escuchando lo que pudo de sus conversaciones hasta que el ruido -en su mayoría- cesó.

Fue recién entonces que ahí, pegado a la puerta, pudo distinguir una voz familiar, aunque algo distorsionada por el eco de su máscara. Primero se sorprendió de que estuviera vivo. Luego se des-sorprendió porque recordaba que era de los miembros más competentes de su equipo así que no era realmente un plot twist. No sabía cuánta gente había afuera, pero supuso que al menos podría confiar en que él ayudaría a que no lo acribillen si salía. De todas formas, dio aviso oportuno de forma ordenada.

Se puso junto a la puerta y golpeó con los nudillos dos veces, despacio porque el silencio se encargaría de hacer llegar el sonido hacia los oídos de todos sin sonar más amenazante que la incertidumbre, pero supuso que sería mejor que salir de golpe. - Max... estoy aquí, voy a salir. - dijo con tono de advertencia, antes de zafar el cuadro y dejarlo en el suelo con tanta delicadeza y celeridad como pudo. Ahí recordó que sus manos temblaban.

Posteriormente abrió y, si nadie lo detenía, se mostraría con las manos en alto sin salir de la sala donde estaba, esperando que alguien lo alumbre con la luz que había visto por debajo de la puerta. Esperaba no estar equivocándose o tendría que cerrarla de golpe, trabarla rápido y destrabar la segunda puerta de una patada para salir corriendo hacia donde fuera.

Hola:

tok tok

La puerta iba abrir, pero pronto unos golpes de esta empecé a oir, pero aunque sorpresa empecé a sentir mis bromas deje salir.

-Ocupado.- dije como si fuera la puerta del baño aunque de pronto sonó una voz que no escuchaba desde antaño y por la cual podría necesitar un paño.

La puerta se abriría y un rostro familiar se mostraría por lo que mi mascara me quitaría.

-...Por el amor de mil hermosas damicelas, ¡Marshall!- baje mi arma y avanzo hasta él para estrechar su mano aunque a la altura del pecho. -Joder, tio. Me da casi tanta alegría verte como me alegraría ver una hamburgesa con queso y eso ya es decir mucho.-

Verlo vivo es dificil de creer y más si una si una coincidencia esto llego a ser, y como mis ojos se quieren humedecer de nuevo la mascara me voy a poner.  Hacia el resto miraba cuidando por si alguien le apuntaba, incluso con mi arma al aire sutilmente amenazaba -Está bien, no hay peligro. Él es una de las pocas personas fuera de mi familia en quien confió y esa lista es tan corta como mi paciencia-

Nuevamente al viejo agente seriamente le miré y con un nudo en el corazón le hablé.

-...Volví al viejo refugio hace tiempo...No te voy a preguntar que paso sobre eso aquí. Demasiados espectadores. Sólo te preguntaré una cosa...¿Con quienes vives o viajas ahora?-

Muchos rostros amables nunca serán vistos de nuevo,...pero ver algunos sería bastante bueno...aunque si le pasó algo a Triana me partirá un trueno.

-Tenemos algunos "amigos" allá afuera que insistieron en que visitáramos la universidad, tú sabes lo mucho que los zombis valoran unos cerebros saludables. ¿Nos acompañas a dar un tour?  -  Mientras a unirsenos lo invitaba el lugar iluminaba, aunque más concretamente en las pinturas me concentraba.

acciones:

Las cosas se estaban poniendo extrañas. Muchas personas habían desaparecido, incluyendo el zombi de los mil ojos. Poco a poco íbamos quedando cada vez menos sobrevivientes, como si algo o alguien quisiera separarnos para conseguir sus propósitos probablemente oscuros. Lo que me preocupaba era que entre los sobrevivientes siguiera estando el tipo de Umbrella. No podía meterle un tiro entre las dos cejas, aunque ganas no me faltaban.

Y, de repente, como si todo estuviera premeditado, apareció ese otro sujeto que, ¡vaya casualidad!, conocía al tipo de Umbrella. Mis sospechas se aclaraban y el dedo en el gatillo me temblaba. Matar a esos dos me pondría en la mira de los otros sobrevivientes, sin importar mis argumentos. Por ese motivo, no podía quedarme callado por más tiempo. Debía meter en los demás la semilla de la incertidumbre.

— ¿No les parece sospechoso?— hablaba a @BalioN y @Megan Vance—. Ese de ahí tiene un uniforme muy similar a los que usa Umbrella y por pura casualidad no ha desaparecido como todos los otros. Y ahora se encuentra con un amigo suyo que estuvo aquí todo el tiempo. Qué coincidencia, ¿no? Yo no me trago el cuento. A mí me parece que entre nosotros hay personas que nos quieren conducir a algo muy malo y no somos ninguno de nosotros tres.

Le apunté con mi arma a @Maximillian V. Alexandros.

Spoiler:

No le gusta estar sobrio y se nota, tras cerrar la última ventana se acerca a @Nicholas Robles para comprobar su estado, la cosa pinta mal, por lo que no tarda en ponerse a pensar y planear, se acerca al mostrador para buscar unos planos del lugar o cualquier información que pueda indicarle donde está la enermería, o al menos un laboratorio del cual extraer cualquier cosa que les sirva para mejorar su salud incluso aguantar un poco más.

Observa su alrededor comprendiendo dónde está y en que dirección debe moverse para poder encontrar lo que busca, no obstante, en el centro de la recepción dedica un largo minuto a observar la estatua con gesto de preocupación, no tarda en resoplar y frotarse la cara con ambas manos.
-Esto es una broma? Yo solo quería aprovisionarme de un puto centro comercial, no es al primero que entro...-Empieza su pequeño monólogo en voz baja de izquierda a derecha de la estatua paseando, no es hasta que escucha voces que deja de ensimismarse en sus pensamientos para acercarse con el resto a ver que sucede.

-Porqué no bajamos todos las armas?...-Se cruza de brazos poniendose de cara a Max y Marshall entre ellos y Nick-...Es cierto que ha desaparecido gente, Noa, la rusa, como también es bastante curioso el hecho de que haya un chaval que se parezca a un miembro de Umbrella, más coincidencia aún es que un amigo suyo se encontrara aquí dentro todo el tiempo...-Asiente con la cabeza varias veces-...A mí también me parece sospechoso, pero más demencial aún me parecería abrir fuego y seguir llamándoles diciéndoles en todo momento eh aquí estamos...-Mientras habla les mira a ambos a los ojos seriamente pero con una ligera sonrisa dibujada en el rostro, entonando cada palabra como una canción, tratando de distinguirse del estilo de Max.

-La cruda realidad que es completamente cierta y que todos sabemos es que necesitamos reabastecernos, vendar heridas, tomar antibioticos, analgésicos...-Niega con la cabeza, ha pasado demasiado tiempo solo-...Tenemos que buscar la enfermería o el laboratorio, en ese momento, sería genial conocerse y aclarar toda esta mierda, pero hasta entonces cada segundo que pasamos aquí charlando nuestro enemigo crece y se hace más poderoso...-Su voz se va atenuando cada vez más, mientras se acerca a ellos, pues ignorándolos se mete en la sala y empieza a observar con Max los cuadros.
-No os quito el ojo de encima, portaos bien...-Añade al final mientras va observando las pinturas, la decoración y va pensando en otro posible plan.

//OFF::

Volví:

Marshall se vio, repentinamente, en una situación más intensa de lo que esperaba y quería. Recibió el apretón de su amigo con igual entusiasmo y fuerza, acercándolo incluso para darle un abrazo. Max era de esos pocos vestigios que quedaban de los "mejores tiempos" que ha tenido desde que empezó el apocalipsis. Sin embargo, no alcanzó a responder a su oleada de preguntas cuando que uno de los acompañantes de su amigo había visto sus ánimos encrispados por su llegada.

En ese momento concluyó que, ya que nadie había demostrado confiar totalmente en Max, él tampoco tenía motivos reales para confiar en ellos. Con esto en mente, también era cierto que a nadie le beneficiaría un tiroteo. Su pulso comenzó a galopar y sintió un par de espasmos en sus manos. No porque tuviese miedo, la vida en ese momento tenía muy poco significado para Marshall fuera de pasarla bien con sus pocos amigos tratando de recuperar cuanto pudieran de lo que la vida les había arrebatado), sino por su condición médica que se acentuaba en situaciones como esas.

Con todo, cuando @Nicholas Robles apuntó con su arma contra @Maximillian V. Alexandros, Marshall se inclinó ligeramente mientras @BalioN hablaba, pero no para interponerse en nada, ya que cualquier movimiento brusco podría hacer que el barril de pólvora explote, sino para contener el brazo de su amigo y evitar que alce su arma contra el otro sujeto. Era una Desert Eagle, así que si la disparaba le avisaría a todo el mundo y su abuela que estaban encerrados ahí. Le dedicó una expresión de desinterés.

- Si les sirve de algo, estoy tan perdido como ustedes y desarmado salvo por una granada. Pueden revisarme si gustan -propuso hablando lentamente, mirando a los presentes que se habían mostrado menos interesados en ir a ver los cuadros, abriendo su abrigo y mostrando el óvalo de muerte comprimida colgando tranquilamente.

Omitió sus primeras conjeturas respecto de los cuadros, más que nada porque supuso que si aparentaba saber aunque sea un detalle sobre ese lugar haría saltar aún más las alarmas de Nicholas.

Acciones: