Pesadilla antes de Navidad [Participantes]

Recuerdo del primer mensaje :

Pesadilla Antes de Navidad

Del 21 al 28 de agosto de 2015 - Alaska.

■ Rol rápido/sorpresa. Mínimo de líneas cinco, máximo veinte.
■ Ya no se admiten nuevos participantes.
■ Los personajes podrán sufrir todo tipo de lesiones y heridas, si hay algo que no queráis que suceda, enviarme un MP con las restricciones.

Día 21 de agosto de 2015.
Como de costumbre sigues con tu camino y escuchas un ruido, decides investigar. No ves nada y de golpe una tela negra cae sobre tu cabeza, tratas de forcejear, pero es imposible, no ves nada y sientes un pinchazo, seguidamente nada más, te duermes.

¿Cuánto tiempo ha pasado? Te sientes pesado, mareado, quieres vomitar pero no hay nada en tu estómago, apenas puedes moverte... alguien carga contigo, te arrastran, te tiran al suelo, no ves nada, llevas un saco de tela negra en la cabeza, escuchas un ruido de motor, mareo y vuelves a dormirte.

Día 22 de agosto de 2015.
Hace mucho frío, un fuerte pitido resuena en tu cabeza hasta el punto de que crees que te va a explotar. Ya no llevas el saco en la cabeza, poco a poco vas abriendo los ojos, ves tu aliento al respirar, hace demasiado frío, el suelo está prácticamente congelado. Te das cuenta de que no estás solo, hay más gente tirada por el suelo. Es una habitación grande, laa paredes parecen de metal, oxidadas, cae una gotera en algún punto... Todos llevan el mismo collar, tú también, tratas de quitartelo, es imposible, una luz verde parpadea en todos los collares. La única puerta está cerrada a cal y canto.

Enjoy the Silence 4.0

Nada importante en el cuerpo de piers apareció lo cual me decepcionó pero al menos de la bufanda mi persona se apropió. Nuevamente por un rato estuvimos trabajando y a la italiana le seguí enseñando, aunque me preguntaba de que había estado cenando.

-¿Sólo has comido comida que ya estaba lista para comer hasta ahora?- Pregunté en italiano con un pimiento en la mano cual pronto rebano.

Eventualmente termina la jornada, cual se me hizo pesada por lo que miré a la italiana para ver si estaba cansada. Muchas cosas habían pasado y todo para nosotros había cambiado, por lo mismo a todos también los había mirado -¿Estás bien?-

Entonces al pabellón con el resto empiezo a caminar pensando que quizás nos deberíamos presentar, porque no se como empezarlos a llamar.

-Sólo la señorita Rowan se ha presentado, será mejor que lo hagamos todos si vamos
a seguir juntos un tiempo. Yo soy Maximillian, pueden llamarme Max- Les dije a todos de nuestros grupos presente con la inconveniencia de no saber en mente.

Una cena completa ante nosotros apreció y la carne mis boca humedeció aunque desconocía de donde procedió, por esto no me hice del rogar y de inmediato y la bandeja fui a tomar, con muchas prisas comencé a cenar.

-Uh. Dios. Nada como un buen trozo de carne. Está delicioso-

El alborotador el aparato en su cuello quitarse deseaba y yo también lo apoyaba, pero con mis pocos conocimientos a mucho me arriesgaba.

-Después del baño iré a explorar un poco las áreas que tenemos disponibles, tal vez hasta vaya a ver la película. ¿Alguien desea venir conmigo?-

No sé si de este lugar escaparíamos, pero desde luego con revisarlo nada perdíamos, quizás hasta nuestra llave de salida por ahí encontraríamos.

Trataba de centrarme en el trabajo. Nunca fui muy bueno en las labores de campo, pero gracias al refugio poco a poco me iba acostumbrando. Me causaba curiosidad saber a dónde irían a parar esos pimientos. No me sorprendería que fueran repartidos por todo el país a pequeños grupos de supervivientes, esto con dos evidentes metas: ganarse la confianza de la población civil que vería como salvadores a cualquiera que les dé comida, y/o expandir alguna nueva cepa del virus inyectada en los vegetales. Eran simples especulaciones, y tampoco es que yo pudiera hacer nada para evitarlo, sólo morderme la lengua y extinguir la frustración con el dolor.

Cuando la jornada laboral terminó, todos fuimos conducidos al siguiente pabellón. @Maximillian V. Alexandros por el camino intentó motivarnos a decir nuestros nombres. Yo sencillamente lo ignoré y pasé de largo. Lo conocía a él. De hecho era a la única persona que conocía en todo el complejo, pero no es como si pudiera confiar en alguien a quien sólo he visto un par de veces.

Devoré la comida que me brindaban. Sospechaba que nos drogaban con las raciones de alimento, pero es que ya no podía aguantar el hambre. Igual, ya estaba infectado con el virus, no podían volverme a infectar. Y es que no podía negarme a un delicioso pedazo de carne, un manjar de dioses que hace eones no pasaba por mi garganta.

El loco del coño que sufrió las consecuencias de su rebeldía, no había aprendido la lección. Seguía planeando cosas inútiles y lo peor es que las otras personas le seguían como si no hubieran visto lo que les pasa a quienes rompen las reglas. Levanté mi plato y me alejé de ellos. Tal vez luego me encontraría con Maximillian en el cinema.

— Creo que me llamaban Step, así que mucho gusto... ¿Supongo? Las circunstancias no lo son — fruncí el ceño. No estaba segura de hasta qué punto debía confiar en aquella personas, pero algo me decía que era mejor aquello a haberme enfrentado sola a esa situación, que por momentos se tornaba surrealista. Sujeté mi bandeja de comida hasta la mesa y me senté junto a ellos. Observé como el tipo del arañazo en el ojo se alejó de la mesa.

— Max, creo que te acompañaré a la sesión de cine, me quiere sonar ese título... tal vez recuerde algo — me encogí de hombros mientras que terminaba de cenar. — Eh... sí, desperté hace un par de semanas sin recordar absolutamente nada de nada... creo que alguien me dio una paliza para robarme mis cosas, pero tampoco recuerdo si tenía cosas... — puse los ojos en blanco mirando el plato. — Bueno, fue una sorpresa cuando vi al primer zombie, pero más o menos ya sé lo básico: no muertos malos, obra de umbrella, umbrella... — alcé la mirada al recordar que nos vigilaban en todo momento. — ¡Nos ha dado de cenar, que aproveche! — sonreí forzadamente y terminé el bol de sopa.

— No sé si primero debería ir a ducharme... la verdad que eso suena muy tentador — miré al tipo al que antes había ayudado (@Will Shafter). Disimulaba hablando acerca de un nuevo plan, yo hice lo mismo y negué lentamente a sus palabras a la vez que hablaba de tomar una ducha. Era mejor no meter la pata de nuevo con algo así, debíamos ser más cautos si queríamos escapar de allí y la solución no me parecía liarla a la primera de cambio: observar, atender a los detalles... y en base a ellos actuar.

Una voz conocida resonó a sus espaldas, provenía de alguien a quien no había visto en mucho tiempo pero que aun recordaba bien. Se giró para comprobar su hipótesis, y si, era la persona que estaba esperando: —Yeli… No te había visto, perdón— Se disculpo puesto a que era su culpa el no haberse fijado en las personas que habían en el lugar, hubiese saltado sobre ella si en ese momento no estuviese ayudando a la pelirroja que acababa de ser atacada, al acabar de ayudarla Anna se abalanzo en los brazos de la asiática que era su amiga desde hace mucho. —Luego hablamos…— Estaba emocionada, pero cuando volvieron al trabajo recordó que no estaban en un campo de flores en donde se estaban conociendo.

El rubio le estaba salvando el pellejo, realmente comenzaba a mejorar haciendo su trabajo, aunque no era la mejor haciendolo. —Bueno, antes del apocalipsis solo pedía mi comida y me era servida, luego de ello… Como lo que encuentre, pero no me dispongo a rebanarlos adecuadamente.— Respondí a su incógnita, no era fácil creer que una niña rica haya sobrevivido a una situación así (todo era gracias a prestar mucha atención al ver Discovery Channel).

El sudor aparecía en su frente y su muñeca comenzaba a molestarle pero gracias al cielo que ya había acabado, —Si… Solo que es la primera vez que trabajo.— Antes solo llamaban a su padre para que les diesen dinero y si solicitaban algo a los 5 minutos ya lo tenían (Por ello siempre estaban libres para sus actividades extracurriculares y salir con sus amigos), sabía que estaba mal eso pero Annabeth y Alessandra nunca hicieron nada, sabía que si le tocaría trabajar sería únicamente en la empresa de su padre y eso era lo primero que les enseñaron en casa.

Salieron del lugar de trabajo para dirigirse al comedor, Beth moría de hambre pero no podia pasar por alto la picazón que aun tenía. —Mi nombre es Annabeth, pero pueden llamarme Anna o Beth o como quieran.— Se presento ante los demás mientras agarraba una bandeja de comida para luego devorar su cena. Un baño y una película, aquello parecía una trampa pero no evitaba tener curiosidad, ya saben: La curiosidad mató al gato. —Yo iré, nunca he visto esa película.— Le respondió a Max mientras se encogía en hombros y le lanzaba una sonrisa, al igual que a Yeli y a Step, ignorando el nuevo plan del tipo que antes había sido electrocutado.

-Hablo con @Yeli Li un momento.
-Respondo las preguntas de @Maximillian V. Alexandros
-Sonrio a @Maximillian V. Alexandros, @Yeli Li y a @Stephanie Wayne
-Ignoro el plan de @Will Shafter.

MINI SITUACIÓN

El resto de trabajadores come mientras que charlan con sus compañeros, las conversaciones comienzan a resonar en la estancia. Algunos se muestran incluso animados, se rien a carcajadas y otros asienten divertidos a sus historias. Tampoco faltan las personas que se limitan a comer en silencio sin prestar atención a nadie o los grupos que hablan más discretamente. Los soldados de negro siguen paseando por la sala, ahora son más que antes, un total de diez.

— Recuerden depositar los utensilios sucios en los carros localizados al final de la sala — los avisos de White Queen resuenan en el lugar poco a poco. Algunas personas cuando terminan de comer se marchan hacia los otros pabellones libremente.

— ¿Entonces os hace echar una partida a las cartas después de la ducha? — pregunta un trabajador a otro, ambos pasan cerca de vuestra mesa y salen del pabellón.

— Tío estaba terminando el Halo III, hoy lo acabo, si quieres luego en las literas echamos una partida rápida antes de dormir — respondía otro.

— Mañana creo que a nuestro grupo le toca recoger pimientos, así que vosotros ireis a recoger aceitunas, tened cuidado con los olivos y no romper las ramas al varear, ¿eh? Que si no luego nos echan la bronca — un tipo delgaducho con un palillo de dientes se acerca a vuestra mesa. — Quitando eso... Bienvenidos — sonríe y se marcha tranquilamente.

— Son las 21:30 de la noche, el Pabellón A1 de baños acaba de ser abierto. Les recordamos que las duchas son comunes, como siempre en sus taquillas encontrarán sus útiles de aseo con toallas y ropa limpia, al finalizar deberán dejar las prendas en el cesto de la ropa sucia. Los turnos de ducha son cada diez minutos — la voz de White Queen vuelve a dar un aviso nuevo.

— Eh grupo nuevo, menuda cagada lo de Piers... Pero no os rayeis, siempre pasa con los grupos nuevos cuando asignan un anfitrión, seguramente en cuanto os lo asignaron él ya sabía que la iba a palmar, el problema es que ahora no tenéis a quién os explique cómo va esto... Haced caso a las megafonias y sed buenos, hasta luego — una chica rubia pasa por vuestro lado y tras decir esas palabras se despide lanzando un guiño y se marcha.

Trabajé duro, pero me preocupaban varias cosas, no saber si había médicos, si estaría a la merced de esa bruja que parecía una niña... O qué. El cielo me parecía un flipe, ojalá programar y hacer infraestructuras así. Cuando el pelirrojo se presentó admití que era una buena idea y me presenté cuando tuve oportunidad -Yo me llamo Erick-

Cuando nos llevaron a comer mis tripas rugieron, pero temí lo peor. Pasé de la salsa, por si acaso. Comí el filete lentamente junto a la sopa. Me daba miedo, no tener la insulina ni nada que me pudiera ayudar. -Me apunto a ver la película y la parte tecnológica igual sí, pero la mecánica no- musité dando vueltas a la sopa. Podía inhibir las señales igual, pero para eso debía saber algo sobre la programación de la niña...

-Voto por la ducha y después ir a la película, tiene pinta de que esto va para largo...- Cuando la chica rubia pasó a nuestro lado. Me terminé lo que me quedaba en el plato e intenté alcanzarla -Oye, por casualidad no sabrás dónde están nuestras taquillas ¿verdad?-

Acciones:

MINI SITUACIÓN

Antes de poder marcharse la rubia se para un momento, parece pensativa, resopla y se gira hacia Erick, esperándolo.

— Está bien... soy Darcy... — le hace un gesto para que la siga hacia el pabellón A1. — Si no me equivoco sois el grupo B13, así que tienes que buscar las taquillas de esa sección, cada sección pertenece a un grupo y dentro hay taquillas numeradas: B13-1, B13-2... Elige la tuya y si consigues un boli escribe tu nombre y talla, todos los días nos dejan ropa limpia de forma aleatoria, así que sí puede que te valga, puede que no, a no ser que indiques tu talla, puede que te toque ropa del gilipollas de al lado o la otra gilipollas... Suena asqueroso, pero te acostumbras y la verdad es que la ropa suele estar muy limpia, así que no lo pienses. Tienes una cesta con jabón, un peine, colonia, cepillo de dientes, pasta y desodorante. Cuando se te acabe alguna de esas cosas tendrás que esperar a que te dejen nueva, no la robes de otra taquilla, como ya sabrás White Queen observa... Al último le cortaron las manos, siguió trabajando un mes como podía y se acabó suicidando — Darcy se acerca a su taquilla, deja las zapatillas en ella y saca unas sandalias — el suelo también está limpio, pero por si acaso ponte unas para ti, las tendrás en tu taquilla supongo — la rubia se pierde entre las filas de taquillas y vuelve a aparecer — Erick vamos, comienza la ducha de las y diez, lleva el jabón y lo que te haga falta — las duchas se componen de una enorme habitación con baldosas blancas, la gente se desnuda y deposita su ropa en una cesta a la entrada, Darcy hace lo mismo y pasa al interior. Un contador en rojo indica los minutos que les quedan de agua caliente.

Luego de comer, por supuesto en una mesa diferente al del resto de mis... "compañeros", por llamar de alguna manera a las personas que despertaron conmigo, dejé mi bandeja y mis cubiertos en los carros indicados por la inteligencia artificial. Mientras caminaba por el comedor, pasando junto a las demás mesas, me percataba de que los únicos planeando estupideces eran los miembros de mi grupo, pues el resto parecía haberse acostumbrado a las comodidades o haberse resignado a estar ahí hasta el final de sus días. Supuse que se deshacen de los rebeldes y quedan sólo los conformistas.

El pabellón A1 fue mi siguiente destino. Allí me encontré con uno de los hombres que hacía parte de mi grupo, el diabético. Estaba hablando con una mujer que no conocía. Escuché la conversación y comprendí las mecánicas de los baños. Me ubiqué en la taquilla justo al lado de la que él escogió.

- Hola- saludé al hombre fingiendo una sonrisa. Ser demasiado arisco también sería sospechoso. Tenía que empezar a relacionarme de a poco con los demás.

Abrí la taquilla, saqué mis implementos de aseo, me puse las sandalias y me dirigí al baño. Diez minutos de agua caliente sonaban espectacular para mí.

Resumen:

Se sentó junto a los demás, no por gusto realmente, sino por miedo a la soledad, eso era algo que la princesa había evitado desde que tuviese memoria.
Todos platicaban, hacían planes o trataban de olvidar lo que les había ocurrido, pero Victoria simplemente no podía. Las cosas parecían muy sospechosas desde su punto de vista, la comida, los goces. ¿Por qué secuestrar y tener como esclavos a todos si los tenían tan bien cuidados? La carne se veía suculenta a decir verdad y Victoria no dudo en hundir el tenedor en el filete. La sangre salía al hacer presión y bañaba el platillo con mucha devoción. La deseaba, si, pero prefirió alejarla de sí para ponerla al centro de la mesa.

– Soy vegetariana – mintió, invitando a los demás a comer. Se tuvo que contentar con la sopa y el pan, que no eran suficientes, en realidad temía que le pusieran algo a la comida, así que la sacrificó por lo que imaginó sería lo mejor. Al final, si ella quisiera envenenar algo definitivamente sería lo que captaría más atención.

– Mi nombre es… Lorelai – volvió a mentir cuando comenzaron a presentarse. Sabía que nadie la reconocería porque estaba en un lugar tan bajo de la familia real que casi no hacía presentaciones, y cuando ocurría, eran los demás quienes se llevaban la atención, pero aun así prefirió ser precavida, se aferraba a la idea de que su título aun importaba. – creo que buscare un buen libro para leer, si me disculpan – dijo en alusión a la película. Se sentía mal y no podía permitir mostrarlo a los demás.

Tras preguntar a los guardias sobre como actuar, y recibir las indicaciones más despectivas que jamás le dieran tomó sus artículos y se dirigió al baño. Estaba realmente feliz por asearse, y con mucho recato entro a su taquilla para quitarse allí dentro la ropa, esperando que no molestara a la niña con su actuar, suponía que no tendría nada de malo, siendo todo tan armonioso como aparentaba. Tras escuchar el saludo de Nicholas, Victoria se confundió , pensando que le hablaban a ella.

– Hola… – se sintió como la tonta más grande del mundo al darse cuenta que el saludo no era para ella, y en silencio comenzó a llorar, ocultando todo con el agua de la ducha.

– Quiero irme de aquí – dijo en un intento de susurro, sin saber bien si alguien la escucharía.

Miento a todos sobre mi nombre. Regalo mi trozo de carne para que los demás puedan comérselo. Saludo por error a Nicholas (perdón Erick!) y me pongo a llorar.

Después de la ducha ire por un libro, si alguien quiere adelantar las cosas, por mi genial

La gente hablaba mucho pero nadie sonaba racional. Este grupo me daba a mi en la nariz que no iba a lograr mucho. Igual el diabético lograba algo, ser hacker le daba puntos en esta pequeña estupidez. Pero no veía como iba a lograr acercarse a un ordenador o algo que le ayudase con nuestros collares. Básicamente, no veía nada de lo que proponían factible.

Me terminé la cena y seguí al diabético. Su táctica había sido buena y vi que no era la única que había acabado donde él. Uno de los hombres del grupo, el silencioso, el que ni se inmutaba y le faltaba un ojo, y la chiquilla con la que había estado el diabético donde despertamos.

Llegué justa para escuchar lo que decía sobre las sandalias, era un puntazo haber escuchado siquiera algo. Saqué lo necesario de la taquilla, escogí la B13-6, los complementos del baño y no me dejé atrás las sandalias. Desnudarme ahí en medio, bueno, era pudorosa pero sólo había un rato de agua caliente así que no lo pensé mucho y entré a las duchas.

Uso la taquilla B13-6; No interactuo con nadie

En cuanto vi que la rubia me seguía el juego no pude evitar sonreír -¡Genial! Muchísimas gracias Darcy, yo soy Erick, es un honor- Igual me sobrepasé de zalamero, pero tras lo que le había pasado al otro... Me daba miedo que nadie quisiera hablarnos por temor a lo que les pudiera pasar.

Escuché atentamente todo lo que decía Darcy, eran muchas cosas, pero esperaba poder quedarme con todo lo importante. Eramos el grupo B13, necesitaba con urgencia un boli y no me podía olvidar nunca de las sandalias. Cuando desapareció me quedé delante de la taquilla que había escogido, la primera, B13-1. Al ser el primero podía escoger, me sentía privilegiado y todo.

En cuanto desapareció Darcy me sentí un poco perdido pero rápidamente volvió a aparecer y di gracias a todos los cielos. Recogí rápidamente lo que necesitaría para el baño y me dispuse a seguirla. Casi ni me había dado cuenta de que el tio sin ojo me había hablado -¡Hola! Oye perdóname, pero quiero enterarme bien de cómo va este sitio y ella es mi única respuesta- Dije rápidamente. No quería sonar borde, luego compartiría la información con todos, porque a todos nos venía bien.

Por el rabillo del ojo vi a la rubia a la que había hablado cuando nos despertamos y a la rubia a la que Piers había defendido. Quise parar a saludarlas, al menos a la primera rubia, pero Darcy seguía alejándose y era una buena oportunidad. Luego seguro tendría más tiempo. Así que me dispuse a alcanzar a Darcy lo más pronto que pude. -Oye Darcy, ¿sabes si hay algún médico al que pueda visitar?- pregunté despreocupadamente una vez desnudo y dentro de las duchas. Esto era un sueño cumplido, duchas comunes.

Acciones:

Una chica se acercó y el tema de Piers nos comentó, al parecer este ya sabía lo que le esperó.-Gracias por la info, entonces nos mostraron el palo y ahora la miel, o mejor dicho la carne.-

Erik por nuestras taquillas preguntaba y pronto a la dama de antes hablaba, por lo que yo muy de cercitas los acompañaba. A los baños pronto llegamos y el sistema nos explicaron, incluso al baño varios se largaron. Yo miré a las chicas que nos acompañaban mientras que las dudas me inundaban, pues de seguro a estos no estaban tan acostumbradas.

-Bueno. A mi realmente no me importa este tipo de cosas pues a veces no me quedaba más remedio que bañarme cuando y donde se podía junto a una prima mia incluso en la adolecencia desde antes del apocalipsis, pero entiendo que para otros puede que les tome más a hacerse a la idea. Como ya hay un grupo mixto los que estemos deacuerdo con esto podemos entrar y el resto puede ver si entrar en grupos dividido por genero despues-

Con esto una taquilla fuí a buscar, alguna que ropa que me fuera quedar y de ahí mismo me fuí a desnudar, mi taquilla es la B13-12 si se lo llegan a preguntar. Las miradas poco me llegaban a importar. Mi cuerpo algo musculoso estaba cubierto por innumerables cicatrices viejas, pero no al grado de causar quejas, quizás hasta a alguien les deje rojas las orejas.

Un baño rapido fuí dejando, mientras miraba quienes nos estaban acompañando.

-Señorita Darcy, ¿Hay otras areas, aparte de las mencionadas, que nosotros podamos o no podamos acceder? Además, escuché a gente hablando de juegos de cartas ¿Significa que hay manera de conseguir algunos objetos? Otra cosa. ¿Hay manera de ascender o hay puestos a los que podamos obtar? Cortar pimientos no es lo exactamente lo mio-

No hubo una conversación extensa, ¿la esperaba siquiera?. Yeli Li intentaba encontrar con que distraerse y por un momento pensó que si socializaba encontraría la forma de olvidar todo lo que estaba sucediendo, pero a su parecer la tensión no solo era de su parte. Se mantuvo en silencio a pesar de todo; siempre era muy sociable pero en este momento no le apetecía hablar. Si no se hubiese dejado llevar por la curiosidad ¿que estaría haciendo en este momento?.

Luego de haber comido decidió ir al pabellón asignado pero lo que mas deseaba en ese momento era encontrar donde dormir, estaba demasiado cansada. La idea de ir a cinema no le parecía mala, de hecho le parecía una forma perfecta para aliviarse de todo lo que estaba sucediendo. Después de elegir la taquilla B13-9, fue directo a ducharse, parecería estúpido pero con lo cansada y estresada que estaba enserio le emocionaba demasiado esa simple ducha.

Acciones:

MINI SITUACIÓN

El suelo comienza a temblar, un rugido se hace eco desde el final del pasillo, recorriendo todas y cada una de las estancias.

Némesis aparece al final del pasillo, camina decidido por este hacia el Pabellón A2 de comidas. La gente se sobresalta y se aparta de su trayectoria. Al llegar al pabellón los soldados corren hacia él, forman un pasillo y escoltan a la BOW hacia la puerta de los cultivos, que se abre; Némesis y los soldados se marchan hacia los cultivos, desapareciendo en la oscuridad de la noche. La puerta del pabellón vuelve a cerrarse.

SITUACIÓN

— Vaya tela... — Darcy suspira al verse rodeada por prácticamente todo el grupo de recién llegados.

— Ducharos, con calma, limpiaros bien, disfrutad del agua... ¡Y DEJADME EN PAZ DURANTE LA DUCHA! — apenas ha pasado un minuto de ducha, Darcy los señala con el dedo molesta. — Después, cuando me haya secado resolveré vuestras dudas — se aparta hacia un lado, acercándose a Erick. — Hay un médico, por el pasillo central, tiene un cartel que pone Consultorio, llama educadamente, cuando responda pasa y te sientas en su silla, él es buena gente, es de los nuestros... ella — señala al techo — es quien se puede enfadar si ve algo raro — y sin decir nada más se aleja de todos hacia el final de las duchas, para asearse tranquilamente.

(...)

— Son las 21:40 de la noche, el primer turno de ducha ha terminado — el agua se corta de golpe y todos los trabajadores salen fuera para dejar paso al siguiente grupo. Darcy se pasea por los baños desnuda hacia su taquilla, saca una tolla y comienza a secarse, al igual que el resto de trabajadores.

Darcy se encuentra frente a su taquilla, terminando de vestirse, con una toalla envuelta en su cabello.

— Señorita Darcy, buenas noches — la niña dulce e inocente aparece junto a la rubia que da un leve respingo al no esperarse su aparición.

— Ho-hola...

— Veo que ha ayudado a algunos miembros del nuevo grupo B13, me alegra mucho... así que la nombro oficialmente su coordinadora, ayúdelos Darcy — el holograma de White Queen desaparece con una sonrisa en los labios. Darcy vuelve a resoplar, su expresión es bastante seria, se acerca a su taquilla, recoge sus cosas y cierra de un golpetazo.

Camina notablemente molesta hasta llegar a las taquillas del grupo B13, guarda sus cosas en una taquilla libre y se sube encima del banco que hay frente a ellos. comienza a dar palmadas.

— ¡Eh novatos, aquí! — una vez que ha captado la atención de todos para de hacer ruido, pero sigue subida sobre el banco — Soy Darcy, White Queen me acaba de asignar a vuestro grupo como coordinador — los mira de mala gana — ...encima falta gente — niega lentamente — seré clara, no soy Piers, no pediré clemencia por ninguno de vosotros, si metéis la pata yo misma o mataré — su expresión es seria. Se baja del banco.

— ¿Habéis escuchado ese ruido de antes, ¿no? es una BOW, es Némesis, todas las noches a la misma hora es escoltado por los guardias hacia la zona de cultivos... no os interpongáis en su camino, no para ante nadie... — se quita la toalla del pelo y señala a @Maximillian V. Alexandros — Tú me preguntabas que si hay más zonas disponibles para nosotros: sí y no. Hay un consultorio médico por ese pasillo, una biblioteca... hasta ahí podéis ir libremente, siempre y cuando esté justificado, ¿quieres leer? ve a la biblioteca pero no te quedes allí mirando a las musarañas o chasquido, ¿estás enfermo, necesitas medicamentos? ve a ver a Roger al consultorio, pero que sea por una razón de peso o chasquido... ¿Quieres investigar qué más hay al final del pasillo, vale, ve... pero posiblemente chasquido. Se supone que son oficinas y solo puedes ir si te llaman — deja caer la toalla en el cesto de la ropa sucia.

— En el pabellón de ocio hay cartas, juegos de mesa, videojuegos, revistas... de todo para pasar el rato... no robéis nada nunca, no os llevéis nada de cualquier zona por error... o chasquido — hace una pausa — Algunos tienen barajas en los dormitorios, bolis... objetos propios, se los ganan, les hacen algún favor a algún guardia, a algún beta... Los beta son los que han ascendido, en vez de trabajar en los campos trabajan aquí: limpiando, lavando la ropa, preparando la comida... tienen una jornada de trabajo menor, tienen más tiempo libre por aquí y derecho a objetos propios. Solo White Queen elige a los beta y cuidado con confundir favor con soborno, White Queen no tolera el soborno y no permitirá que se sobornen a sus guardias. Son favores sencillos, la IA a veces los permite hasta que ve que algún guardia o beta se pasan... una vez uno de ellos se enamoró de una beta y él la intentó ayudar a escapar... en cuanto la IA vio el más mínimo indicio... BAM. La llevaron a ella delante de él. A ella la convirtieron en un j'avo y a él lo desarmaron y dejaron encerrado con ella, él la mató y luego le ejecutaron. Favores sencillos a cambio de objetos sencillos. Le limpias las botas a un guardia, ayudas a un beta con algo, le indicas algo que deba saber, te acuestas con él... y te dan un boli, unas cartas... Yo nunca hago favores, son peligrosos, porque nunca sabes cuando ella puede considerarlo apropiado o no — nada más señalar al techo su voz resuena en las estancias.

— Son las 22:00 de la noche, el Pabellón A3 de ocio se ha abierto y permanecerá así hasta las doce de la noche.

— A las doce menos cinco de la noche será mejor que estéis de camino todos hacia los dormitorios, nadie puede quedarse merodeando de noche por las instalaciones, ¿dudas? Vayamos mientras al Pabellón A3 — les hace un gesto para que la sigan. Darcy va por el pasillo hasta el lugar indicado, son los primeros en llegar y se trata de un pabellón enorme, incluso mayor que el comedor, el doble por lo menos. Lleno de sofás, asientos... mesas con juegos, estanterías, televisores con videojuegos y un sin fin de consolas, incluso lo que parece una barra con bebidas, con un cartel que indica "solo una consumición por día y persona" — Aquí es donde pasamos más tiempo — Darcy se acerca a uno de los sillones y se deja caer en él — Quitando que estamos aquí por obligación, no está tan mal comparado con el exterior... siempre y cuando no haya ningún capullo que se le ocurra guardarse un cuchillo en las pelotas...

La próxima actividad será en 48 horas.

El agua caliente caía sobre su espalda y de alguna manera le aliviaba las contracturas provocadas por la intensa descarga que había sufrido. Había cerrado sus ojos para disfrutar plenamente de esos diez minutos debajo de la ducha que pensaba extender a veinte y hasta a una hora si podía permitírselo, porque al fin y al cabo, era agua caliente y tenía el cuerpo casi congelado. Antes de meterse en la ducha, había mirado las uñas de sus dedos, que continuaban ligeramente azules. Después de todo, estar descalzo y sin una camisa en una tierra helada tenía sus contras.

De haber sido otro momento, quizás, el rubio se hubiera detenido a mirar de mala manera a las mujeres que había a su alrededor que también estaban desnudas debajo del agua. Después de todo, aquel era un sitio donde compartían duchas todos juntos, y aunque estuvieran mal alimentadas, un buen par de senos era un buen par y el agradecido echaría una grosera mirada.

Al final suspiro cuando el agua se acabó y se vio obligado a caminar en dirección a la salida, no sabia que salida era, probablemente se había perdido por separarse del resto del grupo. Obviamente el carroñero no quería hacer aquello, pretendía robarle el tiempo a alguna otra persona si podía, pero no encontraría manera alguna de lograrlo sin llevarse otra descarga fuerte que lo noquearía. Para compensarse, fiel a su actitud, le acabo robando una camiseta negra que tenía el dibujo de Mickey Mouse en el pecho. No había encontrado un calzado que le gustara, pero la camiseta era algo con lo que cubrirse al menos.

Entonces sintió el suelo temblando y arqueo una ceja, suspicaz, mirando hacia abajo y preguntándose qué diablos estaba sucediendo para que aquello comenzara a temblar. Al levantar la cabeza, vio la marea de personas corriendo despavoridas fuera del salón comedor y escucho disparos, tal vez…

Escucho las puertas cerrarse, todo quedarse tranquilo nuevamente. No le daba buena espina, era una sensación extraña, una calma que se sentaba en el estómago como si fuera el trago helado de alguna bebida que uno sabía que acabaría produciéndole gases. —¡Hey! ¡Niña blanca!—. Había dicho que miraba siempre atenta a todo, por lo que dio una fuerte patada a la pared más cercana para llamar la atención, tal cual había hecho al principio. —¿Qué ha sido eso que he visto y ha hecho temblar el suelo?—. Increpo, dando unas violentas patadas a la pared para hacer barullo. Algo grande, que hacía temblar el suelo y que la gente corriera espantada, no quería estar esperándolo sin ningún arma. Y ninguno de los idiotas que estaban allí con el sabían cómo aprovechar el collar como arma. Entonces, tuvo la idea más estúpida y probablemente más suicida de su maldita vida…

Más y más mensajes de la niña rara, personas charlando sobre juegos y a Anna por los momentos únicamente le importaba comer, tenía mucho tiempo sin comer así de bien y prefería disfrutarlo a estarse llenando la cabeza con dudas. Al terminar su cena se unió a @Erick A. Kraus que hablaba con una chica la cual le estaba explicando lo que necesitaban saber. Escogió la taquilla B13-10 junto la de @Yeli Li , y antes de ir a las duchas llamo su atención para poder hablar con la chica: —Yeli, lamento no haber hablado contigo antes, es que todo esto me da escalofríos por lo que preferí seguir trabajando. ¿Quieres charlar antes de dormir?— Sonreía, su anterior comportamiento había sido grosero por ello se disculpaba, no lo había hecho intencionalmente y sabía que Yeli no merecía algo así.

De su taquilla sacó lo que necesitaba para la ducha, se cambio sus zapatos por unas sandalias y siguió al grupo hacia las duchas. Mientras @Maximillian V. Alexandros se preocupaba por la privacidad de los demás, Beth comenzó a desnudarse para entrar a ducharse, no le importaba tanto las miradas de los demás porque se había acostumbrado a bañarse en un lugar así pues anteriormente, cuando vivió en Francia, las duchas de su campamento de verano eran así, claro que Alex no había ido con ella porque ella era más culta que Anna (Esto no le importaba a ella, era algo normal, decía). Lanzo su ropa en el cesto de ropa sucia y entro a las duchas sin pensarlo dos veces, caminando naturalmente sin percatarse si la miraban o no, resaltando su cuerpo que a pesar de no estar muy dotada en su pecho estaba bien ejercitado.

—No hay de qué avergonzarse, Max— Le comento en italiano al rubio que anteriormente la había ayudado. Estaba en una ducha continua a la de una pelirroja que decía llamarse Lorelai (@Victoria Mountbatten-Wind ), le parecía conocida de algún lado, ya en la noche se interesaría de ello, por los momentos estaba disfrutando una bien merecida ducha como las de antes. Al salir de la ducha Annabeth vuelve a su taquilla, se seca y se viste utilizando las cosas que habían en la taquilla que se había apropiado. Al terminar continúo su excursión mientras seguía a Darcy, escuchando todo lo que explicaba (Se confundía con ciertas cosas pero al final terminaba entendiendo todo, o eso creía).

Un BOW, favores, bolígrafos, cartas, betas, guardias, acostones, juegos, esas y otras muchas cosas que procesar y solo pensaba en quedarse unos días, el mundo no podía estar sin Annabeth Vittoria Santini. —Yo tengo una duda…— Decía la castaña mientras seguía al grupo, para llamar la atención de su coordinadora, —¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Te entregaron tus pertenencias ya o…?— Finalizo en decir cuando tuvo el voto. Le interesaban sus cosas, al menos su cuaderno donde técnicamente tenía toda su vida. Annabeth al entrar al pabellón se quedo totalmente sorprendida, y, como una niña de 4 años, salió corriendo hacia los videojuegos, —A ver, ¿Quién quiere jugar?—Dijo en general para llamar la atención de su grupo y así poder jugar con alguien.

*Escojo la Taquilla B13-10
*Le planteo mis dudas a Darcy.
*Hablo en general, a ver quien quiere una partida.

Ni siquiera puse atención a la mujer que me saludó creyendo que yo la había saludado a ella. No me interesaban los dramas de una niña que no termina de aceptar la situación en la que se encuentra sumergida. Ella era de ese tipo de personas que no viven mucho tiempo por su propia cuenta; eso podía saberlo por la manera en que lloraba por sólo haberse equivocado al saludarme. Problemática, sin duda alguna.

Por otro lado, el diabético prefirió dejarme de lado para perseguir a la despampanante rubia. Yo, sin pensarlo dos veces, los seguí fingiendo que estaba concentrado en otras cosas, para no llamar la atención. Ni siquiera me importaba el hecho de que el baño fuera mixto, simplemente me desvestí y entré a las duchas. Vale, que habían cuerpos hermosos en ese lugar, pero no estaba ahí para mirar pechos, sino para recaudar información.

Justo antes de que el turno para ducharse se acabara, el suelo tembló y el ambiente se tornó extraño. Los veteranos en la ducha lucían un velo de preocupación en sus rostros, pero no lo exteriorizaban con palabras o gestos, sólo se quedaron paralizados. ¿Qué acababa de suceder?

La ducha terminó y salí a mi taquilla para volver a vestirme. En ese momento Darcy apareció para darnos instrucciones. La escuché atentamente. Los B.O.W. no eran mis mejores amigos y en verdad me preocupaba que uno de ellos andase por los pasillos con tanta libertad. Por experiencia sé que esas cosas no son, digamos, la mata del raciocinio. Sin darme cuenta, mi pulso se había acelerado fruto de la angustia que me causaba estar tan cerca de esa cosa. No tenía mis armas.

— Ese tal Némesis... ¿no hay peligro de que se salga de control?— era la primera vez que hablaba en público desde que desperté. No me gustaba hacerlo, pero debía salir de la duda. Después de todo, Umbrella nunca se ha caracterizado por mantener a sus creaciones bajo control.

Por otro lado, lo de los beta y los favores sonaba interesante. Ya tendría tiempo para pensar si hacer parte de ese círculo de influencias era buena idea o no.

resumen:

SALUD

• @Maximillian V. Alexandros: Saludable.
• @Samantha Stryder: Saludable.
• @Rowan Fowler: Saludable.
• @Stephanie Wayne: Normal.
• @Annabeth V. Santini: Saludable.
• @Will Shafter: Preocupante.
• @Nicholas Robles: Normal.
• @Erick A. Kraus: Normal.
• @Victoria Mountbatten-Wind: Normal.
• @Yeli Li: Normal.

MINI SITUACIÓN

— ¡Eh tú, escoria, no aprendes! — uno de los soldados se acerca a @Will Shafter, White Queen también aparece al lado observando. El collar de Will se ilumina en rojo, la IA lo mira como si tuviera curiosidad. — No, otra descarga solo hará que se vaya a dormir y mañana ya se le habrá olvidado, preferiría algo que le recuerde que no debe robar ni dar golpes... — el soldado mira a White Queen, el hombre reacciona al momento y golpea con la culata del G-36 al hombre en la barbilla y después en la cabeza hasta tirarlo al suelo — Bien, llevenselo, esta noche dormirá en una de las celdas, tal vez eso le haga recapacitar — dos soldados agarran por los brazos a Will, le ponen una capucha en la cabeza y lo llevan prácticamente arrastrandolo por el pasillo hacia el final. Cuando vuelven a quitarle la capucha se encuentra en una celda blanca, sin absolutamente nada.

— Espero que esto le haga recapacitar, este es mi tercer aviso, no habrá más — la niña desaparece.

- Pabellón de Ocio -

Darcy observa a los recién llegados.

— Unos tres, cuatro meses... y no, creo que nunca nos han devuelto nada de antes. Cuando me refería a objetos personales es a cosas que ganamos aquí — Darcy se queda algo pensativa, ensimismada hasta que el hombre de la cicatriz pregunta. — ¿Que se salga de control? Es la mascota favorita de Umbrella... todas las noches diez soldados lo escoltan fuera — Darcy mira de reojo a su alrededor. — Es la forma perfecta de recordarnos que ellos tienen el control, como si hicieran falta más recordatorios... — se lleva la mano al collar y mira de reojo a su alrededor — Lo mejor que os puede pasar aquí si haceis algo mal es que os maten, porque la otra alternativa es que os lleven y no volvais, que os hagan lo mismo que le hicieron a él, que os torturen hasta convertiros en otra BOW más y eso les encanta, así que aprovechad.

Se deja caer en el sillón, entrecerrando los ojos. Los trabajadores van llegando a la sala, acercandose a las mesas de juegos, estanterias, el bar...

— Os recomiendo que no vayais a dormir muy tarde, a las seis de la mañana nos despiertan de nuevo — Darcy saca de un estante un tablero de un juego cualquiera y lo pone sobre la mesa. — Podemos jugar un rato y después ir a ver la película.

✘ @Will Shafter pierde un nivel de salud al ser atacado y es exiliado a una zona a parte, no podrá interactuar con el resto hasta que lo saquen de su celda.

¿Qué le estaba pasando? Se había puesto a llorar por una tontería, y bueno, podía comprender que estaba acostumbrada a las atenciones lloviendo por todos lados, aun tras perder su tierra, el pequeño ejército que quedaba la trataba como a toda una reina. Y comprendía que ella se había convertido en un estandarte para mantener la moral arriba… Un perro de paja.
Estaba de acuerdo con esa visión del mundo, incluso para ella se convertía en un símbolo de fuerza. Pero ahora estaba desnuda, sola, desprovista de toda nobleza junto a una muchedumbre de gente corriente que, al final, era igual a ella. ¿Sin eso que tenía? Era verdad, sola jamás hubiera sobrevivido.
Cuando comenzó a temblar, la escasa fuerza de Victoria se desvaneció, quedándose en cuclillas mientras buscaba un escondite en la nada. El agua caía sobre su espalda y los cabellos chorreaban mugre. Cerró los ojos con fuerza hasta que todo cesó, y cuando logró recobrar la compostura las regaderas habían cerrado.
Se tomó poco tiempo en reponerse, enjuagarse las lágrimas y taparse con la toalla que había dejado sobre la taquilla, jamás permitiría que le vieran desnuda. De eso estaba segura. Salió con el cuidado que tiene el ladrón en casa ajena. Y en silencio busco algo de ropa limpia dentro de la taquilla B13-3, no era mucho, solo un suéter holgado, una remera, pantaloncillos cortos y un pantalón andrajoso. Aun entre sollozos Victoria se decidió a vendar su pecho con la remera a modo de sostén cuando todos parecían marcharse para escuchar a Darcy, y acto seguido terminó por vestirse. Se acercó a los demás al tiempo que se cepillaba el cabello con los despojos de algún cepillo que seguramente en su tiempo fue la mar de agradable. No permitiría que su cabello se arruinara, o su imagen, por más haraposa que pudiera estar en ese momento.

Cuando su monologo cesó y la voz de la niña sonó por los altavoces, Victoria se dispuso a hablar. Su voz era débil, temerosa, estaba desecha como persona.

– Ruego me disculpen, preferiría aprovechar el tiempo con un…libro, si me disculpan – fue entonces a dejar el cepillo a su taquilla, en realidad deseaba quedárselo, y de hecho se quedó enfrente de la casilla con el cepillo entre sus dedos pegado al pecho, no quería que le pasara lo mismo que a Will, que de momento no parecía tan salvaje como hace unas horas, pero sentía que el cepillo era lo único que la ataría a su humanidad. Había escuchado de experimentos, de monstruos, de B.O.W.s, y recordaba que alguna vez escuchó a alguien hablar de ellos, de los verdaderamente peligrosos quería decir. Y tenía miedo. Mucho miedo.

– Disculpe… señorita… – no tenía otra forma de hablar a White Queen, no conocía su nombre – Si… si lo dejo aquí, ¿Estará a salvo? ¿Volveré a encontrarlo mañana? – realmente no hablaba del cepillo, sino de todo lo que significaba para ella ese pequeño destello de sentirse distinta a los demás.

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