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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Un pueblo abandonado en el Desierto de Nevada.
Cinco de agosto de 2015.
Atardecer, día caluroso.
Los alrededores de Las Vegas no es que se encontraran en mucho mejor estado que los de esta misma ciudad. Todo lo contrario, la mayoría habían desaparecido bajo la arena del desierto, que había avanzado impasible.
Aquel pueblo no parecía en tan mal estado, aún se podía pasear por algunas de sus calles sin llegar a hundirte en la arena. Había logrado salir fuera de la base, en lo que se suponía que era una misión de reconocimiento de la zona. Supuestamente, pues la realidad era otra, sencillamente me apetecía salir fuera y respirar el aire puro. Había dejado el coche a las afueras de el pueblo y ahora caminaba con paso tranquilo por lo que parecía un pueblo fantasma.
El machete descansaba en mi cinturón y estaba atenta a cualquier mínimo ruido o movimiento, no quería que me tomaran por sorpresa. En cuanto fuera necesario me haría con él, aunque de primeras parecía que no había necesidad y eso era del todo sospechoso.
El sol se encontraba casi en las últimas horas de luz, y las temperaturas aún seguían siendo elevadas. Típicas de Nevada. Al menos ya se empezaba a sentir cierta brisa.
— ¡Bingo! — exclamé al ver la fachada de lo que parecía ser una comisaría. ¿Quedaría algo de utilidad allí? Eran preguntas que me llevaron a caminar hacia el interior del edificio, ajena a lo que podría estar ocurriendo en su interior. Sujeté el machete en mi derecha y empujé lentamente con la izquierda la puerta. Siempre atenta.
Para aquel día había elegido llevar ropa casual, nada de distintivos de Umbrella, ni otras marcas... todo para pasar desapercibida si se daba el caso.
Un pueblo abandonado en el Desierto de Nevada.
Cinco de agosto de 2015.
Atardecer, día caluroso.
Los alrededores de Las Vegas no es que se encontraran en mucho mejor estado que los de esta misma ciudad. Todo lo contrario, la mayoría habían desaparecido bajo la arena del desierto, que había avanzado impasible.
Aquel pueblo no parecía en tan mal estado, aún se podía pasear por algunas de sus calles sin llegar a hundirte en la arena. Había logrado salir fuera de la base, en lo que se suponía que era una misión de reconocimiento de la zona. Supuestamente, pues la realidad era otra, sencillamente me apetecía salir fuera y respirar el aire puro. Había dejado el coche a las afueras de el pueblo y ahora caminaba con paso tranquilo por lo que parecía un pueblo fantasma.
El machete descansaba en mi cinturón y estaba atenta a cualquier mínimo ruido o movimiento, no quería que me tomaran por sorpresa. En cuanto fuera necesario me haría con él, aunque de primeras parecía que no había necesidad y eso era del todo sospechoso.
El sol se encontraba casi en las últimas horas de luz, y las temperaturas aún seguían siendo elevadas. Típicas de Nevada. Al menos ya se empezaba a sentir cierta brisa.
— ¡Bingo! — exclamé al ver la fachada de lo que parecía ser una comisaría. ¿Quedaría algo de utilidad allí? Eran preguntas que me llevaron a caminar hacia el interior del edificio, ajena a lo que podría estar ocurriendo en su interior. Sujeté el machete en mi derecha y empujé lentamente con la izquierda la puerta. Siempre atenta.
Para aquel día había elegido llevar ropa casual, nada de distintivos de Umbrella, ni otras marcas... todo para pasar desapercibida si se daba el caso.
La ira lo tiene tan consumido, al estar tan cerca y a la vez tan lejos de poder qué? Acaso iba a matarla? Valdría la pena matarla para luego morir sin más? Adam está tan descontrolado que no ve cuales son las verdaderas intenciones de su enemigo.
Para cuando ella saca el paralizante ya es demasiado tarde para él, pues siente como la punta se clava ligeramente su muslo justo antes de que pueda apretar el émbolo trata de llevar la pierna atrás, rezando porque no hubiera sido demasiado tarde y la cantidad hubiera sido mucho menor o ínfima a poder ser.
No dice nada, solo sonríe altivo con los labios cerrados, esperando si realmente le hará efecto o no, por el brillo de sus ojos se puede ver lo satisfecho que está.
"A pesar de que soy la muerte, me he vuelto mortal, podría haber disparado o usado la distancia, pero he tenido el valor de enfrentarme a mi enemigo de igual a igual, o esa creía yo...Ya...No importa..."
Respira durante unos segundos, sintiendo el entumecimiento, pero se da cuenta rápidamente, lo ve todo desperdiciado en el suelo, mientras él, simplemente siente un leve hormigueo por el cuerpo.
-Joder...Diría que hasta has logrado calmarme, que se me pase un poco el dolor...-Se mira las manos-...Sí, ha estado bien...-Hace una mueca con los labios y después bombea la sangre con sus puños, por la cantidad de sudor y al ritmo que va la pelea, su condición física, no tardará en pasarse el poco efecto. No obstante siguen atados por el cinturón, lo que provoca que Jensen siga hasta una sonrisa completa.
-Tienes algo más? Algún As bajo la manga?...-
Dado Defensa 15
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Creyó que ya lo tenía hecho, sintió como la aguja se hundía en la piel de él, pero pese a ello, al moverse de aquella forma tan brusca la pistola se escurrió de sus manos liberando todo el contenido en el suelo. Ella seguía sobre él y no tuvo ni que mirar hacia el costado para verlo, todo el suelo paralizante había caído al suelo y en parte sobre su mano.
No le hizo ninguna gracia desperdiciar el suero de Umbrella de aquella forma. Sylvia respiró profundamente y mantuvo la calma, seguía en una posición aventajada.
— Al menos te lo pasas bien... ¿No? — hasta Sylvia se rió con él negando sarcástica. — No más sorpresas... — siguió sobre él, sujetándolo a través del cinturón, aunque eso los convirtiera en presos el uno del otro.
La pelirroja ni siquiera dio un paso más. Esperó a ver qué hacía él ahora, que supuestamente estaba tan relajado. Tal vez, unos minutos antes se hubiera molestado de nuevo por verle así, pero debía asumir que aquel hombre era diferente y puede que hasta igual de chalado que ella. Sus cambios de humor eran tan repentinos como los de ella.
— Al final, hasta vas a disfrutar de mi compañía — dio un suave tirón, con su brazo derecho para recordarle que seguían atados. Ella continuaba sobre su cuerpo, aferrándose a él con ambas piernas y su mano libre. Sentía que estaban en un empate en toda regla y si alguno se movía se quedaría en desventaja. No le gustaba la situación, pero poder compararse con uno de los juguetes rotos a los que tanto veneraba su padre era toda una victoria, aunque quería terminar de vencerlo. Eso, la molestaba, aunque no lo iba a demostrar.
— ¿Y ahora? — preguntó con interés.
No le hizo ninguna gracia desperdiciar el suero de Umbrella de aquella forma. Sylvia respiró profundamente y mantuvo la calma, seguía en una posición aventajada.
— Al menos te lo pasas bien... ¿No? — hasta Sylvia se rió con él negando sarcástica. — No más sorpresas... — siguió sobre él, sujetándolo a través del cinturón, aunque eso los convirtiera en presos el uno del otro.
La pelirroja ni siquiera dio un paso más. Esperó a ver qué hacía él ahora, que supuestamente estaba tan relajado. Tal vez, unos minutos antes se hubiera molestado de nuevo por verle así, pero debía asumir que aquel hombre era diferente y puede que hasta igual de chalado que ella. Sus cambios de humor eran tan repentinos como los de ella.
— Al final, hasta vas a disfrutar de mi compañía — dio un suave tirón, con su brazo derecho para recordarle que seguían atados. Ella continuaba sobre su cuerpo, aferrándose a él con ambas piernas y su mano libre. Sentía que estaban en un empate en toda regla y si alguno se movía se quedaría en desventaja. No le gustaba la situación, pero poder compararse con uno de los juguetes rotos a los que tanto veneraba su padre era toda una victoria, aunque quería terminar de vencerlo. Eso, la molestaba, aunque no lo iba a demostrar.
— ¿Y ahora? — preguntó con interés.
-Yo en realidad no quería perturbar la paz de este lugar, pero si tengo que elegir entre vengar a mi familia o complacerte a ti, prefiero vengar a mi familia...-Hace una pausa y respira hondo-Prefiero honrarles superando todo ese odio y privando a Umbrella de su influencia en el yermo, creo que matarte a ti solo me aportaría satisfacción personal, pierdo los papeles poque Umbrella me lo arrebató todo, así como también me lo dió...-
Aprovecha el momento, primero por hacerla rabiar y segundo, porque está cansado de pelear para ver que no va a lograr nada, de que le va a servir para acabar matándose? Está cansado de ese círculo vicioso, aun escuchando la música por el auricular mueve la cabeza ligeramente, respira con fuerza para que ella note toda la envergadura de su cuerpo, clava la mirada en ella y sin decir nada, con la mano libre pareciera que muy despacio fuera a hacerle algo, pero solo acaba dándole un fuerte azote en el culo y amasándolo entre sus manos con fuerza.
-Pasamos a mayores no? Creo que va siendo hora de ponernos serios...-Se encoge ligeramente de hombros, después baila con ella, frotándose tratándo o de incomodarla o de empezar a follársela, por como la trata y la mira, está deseando ponerla en el suelo como una perra y darle duro como castigo.
-Nunca he pensado en follarme a nadie por joder, lo digo en serio, pero a ti, te voy a follar por el culo hasta que no te puedas sentar, hasta que solo puedas abrir los ojos para buscar mi polla nosea que la hayas perdido de vista y te entre la ansiedad, me vas a venerar y a comer enterito como si fuera tu puto señor...No quiero matarte, quiero que te enamores de mí, que me ames y estés isponible cada vez que te reclame, quiero que pagues con placer y dolor al mismo tiempo día noche, putita...-Cualquiera diría que se ha calmado, mientras dice todo aquello, conm la voz más siniestra y cargada de odio, trata de mantenerla en la presa que ella misma ha generado, apretándo completamente su cuerpo contra el de esta, mientras el festival de azotes y apretujones se sigue sucediendo, a pesar de lo que está diciendo, la mira como si hubiera encontrado a su alma gemela, haciendo un esfuerzo sobrehumano por no empezar a besarla y perderse, quiere lograr mantener una distancia emocional con ella que cada vez se torna más complicada. Pareciera incluso que estuviera superando la muerte de su familia y solo quisiera destruir lo establecido.
"Si no puedo matarla...Será mi puta esclava"Se repetía una y otra vez en su mente, extasiado por la situación, Sylvia estando en tan buenas condiciones físicas es toda una delicia para él, le jode admitirlo, pero le excita de sobremanera, ademñas con ese tono de pelo.
OFF:
el dado de ataque es la tirada que ella debe superar para zafarse del agarre, en caso de querer zafarse xD, no dejo dado de defensa, porque por cuestiones de rol mi personaje no planea pelear, sino hacer el amor jajajaja
Dado (Combate 4)+9 = 13 a superar para liberarse del agarre.
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- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
¿Cómo era posible que de un segundo a otro todo aquello cambiara? Habían estado a punto de matarse y ahora él presionaba su cuerpo contra el de ella, de forma violenta, pero en un tono muy diferente.
— ¿Cree que me conoces, verdad? — Sylvia se había agachado lo suficiente como para prácticamente rozar la nariz de él contra la suya, le miraba fijamente, en ese mismo tono divertido de antes. Umbrella, umbrella, umbrella... ella jamás había tenido nada que ver en el pasado con Umbrella y sus planes. Es cierto que su empresa había hecho ciertos trabajos para ellos, pero poco más. Lo que pudiera ocurrir con la farmacéutica le daba igual, ella solo necesitaba un lugar donde refugiarse. Se aprovechaba y punto. Y la gente daba por hecho que era un perrito faldero de ellos. Le gustaba estar en el bando ganador y si eso molestaba a algunos...
— Oh... No has podido matarme, pero ya das por hecho, no que solo vas a follarme, si no que me voy a enamorar de ti... — la pelirroja rompió a reír a carcajadas. — Que iluso — susurró sarcástica aún muy cerca de su boca. — ¿Y si es al revés soldado? — sus labios se curvaron en una ligera sonrisa, cuando él comenzó a presionar sus manos contra el cuerpo de ella. Cada gesto y azote lograban en realidad excitarla. — Esperemos que folles mejor de lo que peleas — añadió sarcástica a la vez que ella también presionaba su cuerpo contra el de él. Sus caderas se movieron contras las suyas de esa misma forma brusca e intensa.
Sylvia continuó con aquel juego, como si fuera la segunda parte de su enfrentamiento, para ella resultaba tan excitante como antes. Tiró del brazo que estaba unido al de él, a través del cinturón, en un movimiento brusco, que llevase el brazo de él, a la espalda de ella. Quería impedir que la tomase de aquella forma. Iba a jugar, pero no permitiría que la humillase. Cada uno parecía querer joder al otro, de todas las formas posibles.
Suspiró con fuerza, dejando escapar todo el aire que había almacenado en un solo momento. Ella era consciente de lo que podía pasar en aquel momento, y se tuvo que controlar, sobre todo cuando mordió tosca el cuello de él. Podría haber apretado algo más y... se apartó de él cerrando los ojos durante un instante. Se contuvo, pues de lo contrario él acabaría muerto más tarde y ella se quedaría sin su nuevo juguete, quería que le durase un poco más. Trató de zafarse de él, lo justo para quitarle la camisa. Desde fuera observarlos podría resultar bastante extraño o curioso, ya que todos sus movimientos parecían de querer apartarse a la vez que de unirse más. Ella incluso trató de golpearle en el abdomen, pero en lugar de ello, quiso soltar su brazo del cinturón y arrancarle esa dichosa prenda. No lo logró, siguió aferrada a él, con la respiración cada vez más agitada.
DADO DEFENSA 4 + 8 = 12. FALLO.
— ¿Cree que me conoces, verdad? — Sylvia se había agachado lo suficiente como para prácticamente rozar la nariz de él contra la suya, le miraba fijamente, en ese mismo tono divertido de antes. Umbrella, umbrella, umbrella... ella jamás había tenido nada que ver en el pasado con Umbrella y sus planes. Es cierto que su empresa había hecho ciertos trabajos para ellos, pero poco más. Lo que pudiera ocurrir con la farmacéutica le daba igual, ella solo necesitaba un lugar donde refugiarse. Se aprovechaba y punto. Y la gente daba por hecho que era un perrito faldero de ellos. Le gustaba estar en el bando ganador y si eso molestaba a algunos...
— Oh... No has podido matarme, pero ya das por hecho, no que solo vas a follarme, si no que me voy a enamorar de ti... — la pelirroja rompió a reír a carcajadas. — Que iluso — susurró sarcástica aún muy cerca de su boca. — ¿Y si es al revés soldado? — sus labios se curvaron en una ligera sonrisa, cuando él comenzó a presionar sus manos contra el cuerpo de ella. Cada gesto y azote lograban en realidad excitarla. — Esperemos que folles mejor de lo que peleas — añadió sarcástica a la vez que ella también presionaba su cuerpo contra el de él. Sus caderas se movieron contras las suyas de esa misma forma brusca e intensa.
Sylvia continuó con aquel juego, como si fuera la segunda parte de su enfrentamiento, para ella resultaba tan excitante como antes. Tiró del brazo que estaba unido al de él, a través del cinturón, en un movimiento brusco, que llevase el brazo de él, a la espalda de ella. Quería impedir que la tomase de aquella forma. Iba a jugar, pero no permitiría que la humillase. Cada uno parecía querer joder al otro, de todas las formas posibles.
Suspiró con fuerza, dejando escapar todo el aire que había almacenado en un solo momento. Ella era consciente de lo que podía pasar en aquel momento, y se tuvo que controlar, sobre todo cuando mordió tosca el cuello de él. Podría haber apretado algo más y... se apartó de él cerrando los ojos durante un instante. Se contuvo, pues de lo contrario él acabaría muerto más tarde y ella se quedaría sin su nuevo juguete, quería que le durase un poco más. Trató de zafarse de él, lo justo para quitarle la camisa. Desde fuera observarlos podría resultar bastante extraño o curioso, ya que todos sus movimientos parecían de querer apartarse a la vez que de unirse más. Ella incluso trató de golpearle en el abdomen, pero en lugar de ello, quiso soltar su brazo del cinturón y arrancarle esa dichosa prenda. No lo logró, siguió aferrada a él, con la respiración cada vez más agitada.
DADO DEFENSA 4 + 8 = 12. FALLO.
El miembro 'Sylvia Weis' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
El tiempo sucede tan despacio por un instante, cuando ha terminado el forcejeo, se queda observando su mirada y claro, ha tomado una decisión, como no va a haberla tomado ya, hace tiempo que la tomó, tan solo que jamás había tenido la oportunidad de ponerla a prueba.
-Quiero que te largues, yo también me marcho...-Deja de usar la fuerza y tan solo libera el agarre que ha generado en el cinturón con ella.
La conoce bien, trata de dar un salto atrás para ganar distancia entre ellos, inlcuso medio de cuclillas.
-Si bien es tentadora la oferta de follarte como un animal, de alguna forma los recuerdos de mi familia vienen una y otra vez y es algo que no tiene remedio...-Niega con la cabeza y jadea, respirando hondo con fuerza, tratando de bajar el ritmo que tan abruptamente ha subido durante el combate.
-Quizá deberías plantearte dejar Umbrella, apartarte de todo eso y venir conmigo...-La mira a los ojos, y claro, intenta no reírse no por burlarse de ella ni nada, sino porque sabe que lo que está diciendo suena demasiado estúpido en primera instancia.
-Te lo digo por experiencia, solo es tarde cuando es demasiado tarde y ahora mismo...-Mira a izquierda y derecha-...No veo que nadie vaya a ponertelo difícil para tomar una decisión no te parece?...-Se encoge de hombros sin apenas haberse movido del sitio.
Ni uno, ni otro... Sylvia enarcó una ceja con molestia y se apartó también. ¿A qué estaba jugando aquel tipo? Igual aquello debería molestarla más aún. Dado que no le había dado ninguna de las dos cosas que se habían propuesto. Con un suspiro se giró para colocarse la ropa bien y limpiarse los restos de sangre de su rostro.
— ¿En serio...? — soltó al escuchar la propuesta de que dejase Umbrella, la pelirroja rompió a reír a carcajadas. — ¿Y qué más? — preguntó mientras se imaginaba los típicos finales felices de película. Ella tenía un propósito para estar en Umbrella, no se trataba de sumisión, ni nada platónico como otros idiotas hacían. Lo de seguir a pies juntillas a la compañía no iba con ella. Eso de esos soldados que se creían intocables, del club de los malotes... no. Ella tan solo se había propuesto estar del lado ganador y en aquel momento los que le proporcionaban comida, un baño caliente y cama, eran ellos. Además del sin fin de posibilidades a la hora de buscar a su hermana, Angy era el objetivo y después ya verían las hermanas hacia dónde iban.
— Gracias Jericho — en realidad apreció sus palabras. Deshizo la distancia entre ambos y se agachó lo suficiente para pegar su rostro al suyo. — Pero tengo otros planes... si la próxima vez es tarde, puede que alguno consiga matar al otro, o follárselo, depende de la situación — parecía divertida al hablar, pese al desplante se lo había tomado con humor.
No se iba molesta o mucho menos frustrada, había sido un reto toparse con él y el resultado ni había sido tan malo. Se daba por satisfecha por salir de allí con vida. Si él era quien decía ser... sí, era todo un logro que ni el mismísimo señor Weis se creería.
Pero para ello lo primero era lo poco que quedaba de su familia. Necesitaba tener a Umbrella ahí, aunque eso más adelante le conllevase problemas, los asumiría con gusto. Se apartó recogiendo sus cosas, para marcharse de allí con un gesto de mano, a modo de despedida. La pelirroja salió por el pasillo hacia el exterior y avanzó con calma, perdiéndose entre los edificios de aquel pueblo.
— ¿En serio...? — soltó al escuchar la propuesta de que dejase Umbrella, la pelirroja rompió a reír a carcajadas. — ¿Y qué más? — preguntó mientras se imaginaba los típicos finales felices de película. Ella tenía un propósito para estar en Umbrella, no se trataba de sumisión, ni nada platónico como otros idiotas hacían. Lo de seguir a pies juntillas a la compañía no iba con ella. Eso de esos soldados que se creían intocables, del club de los malotes... no. Ella tan solo se había propuesto estar del lado ganador y en aquel momento los que le proporcionaban comida, un baño caliente y cama, eran ellos. Además del sin fin de posibilidades a la hora de buscar a su hermana, Angy era el objetivo y después ya verían las hermanas hacia dónde iban.
— Gracias Jericho — en realidad apreció sus palabras. Deshizo la distancia entre ambos y se agachó lo suficiente para pegar su rostro al suyo. — Pero tengo otros planes... si la próxima vez es tarde, puede que alguno consiga matar al otro, o follárselo, depende de la situación — parecía divertida al hablar, pese al desplante se lo había tomado con humor.
No se iba molesta o mucho menos frustrada, había sido un reto toparse con él y el resultado ni había sido tan malo. Se daba por satisfecha por salir de allí con vida. Si él era quien decía ser... sí, era todo un logro que ni el mismísimo señor Weis se creería.
Pero para ello lo primero era lo poco que quedaba de su familia. Necesitaba tener a Umbrella ahí, aunque eso más adelante le conllevase problemas, los asumiría con gusto. Se apartó recogiendo sus cosas, para marcharse de allí con un gesto de mano, a modo de despedida. La pelirroja salió por el pasillo hacia el exterior y avanzó con calma, perdiéndose entre los edificios de aquel pueblo.
No tarda ni dos segundos en darse cuenta de que por supuesto va a rechazar su propuesto, pero claro, tenía que intentarlo.
Alza la vista desde el suelo, ya liberado del agárre y la deja hablar, comprende lo que le dice pero ahora mismo en su cabeza solo tiene la idea de marcharse, ha sido mucho ruido y tampoco es que haya encontrado gran cosa, pero mientras observa su ademán y su culo mientras se larga sonríe como si realmente hubiera ganado esa pelea.
-Bueno...Se va haciendo tarde...-Se acerca poco después a recoger sus cosas, a beber un poco de agua y tras volver a colocarse el auricular en la oreja se guarda además de lo que ha recogido, se guarda un trozo de tela de su chaqueta como trofeo, pues no llevaba identificación, mientras las suyas cuelgan con orgullo de su cuello.
-Un día...Cambiará el bando ganador, entonces me la comerás toda...-Tras colocarlo todo en el sitio decide marcharse definitivamente.
-O te meta un tiro en la cabeza, es como jugar a lanzar una moneda...-Se va escuchando un tema de rock que empieza a ponerlo a bailar de nuevo.
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