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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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¿Es un truco de magia? [Ashley B. Jones]
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17 de octubre de 2015
20:23 Hr. Silver Lake
20:23 Hr. Silver Lake
No daba crédito a lo que sus ojos veían. Aquel era un refugio, uno de verdad y K-Mart tuvo que frotarse bien la cara para darse cuenta de que no se trataba de un espejismo. Allí había gente, gente con vida.
— ¿K-Mart? — una voz la hizo dar un pequeño respingo y al girarse sus ojos azules se toparon con unos castaños muy bien conocidos. ¡Adrian! Era Adrian, del convoy de Claire. La muchacha se lanzó a los brazos del hombre, quien tampoco daba crédito a lo que sus ojos veían.
Un rato más tarde la joven se hallaba en una cabaña, sentada sobre una cama limpia, duchada y charlando con aquel hombre que le había brindado tal oportunidad. Terra Save seguía existiendo y ella se sentía la persona más afortunada en aquel momento. K-Mart había pasado los últimos años antes del apocalipsis colaborando con ellos. Así que por primera vez en muho tiempo se sentía en su lugar.
Se despidió de Adrian y se acurrucó en la cama dispuesta a conciliar el sueño. Seguía sin creerse lo que le estaba pasando.
- K-Mart:
— ¡¿Con nombre de supermercado?! — exclamó Ashley a la vez que se levantaba de la mesa prácticamente de un salto. La mujer asintió lentamente y ella sonrió ampliamente. Había conocido en el pasado a alguien así y si eran la misma persona... Ashley se entusiasmó tanto que salió corriendo hacia la cabaña que le habían indicado.
La morena llamó con mucha energía, tan emocionada que ni siquiera esperó a que respondieran. Entró veloz como un rayo en el interior de la cabaña.
— ¡K-Mart! Eres la única persona que conozco con nombre de... — calló en el último momento cuando se percató de que todo estaba a oscuras. — ¿K-Mart?
La morena llamó con mucha energía, tan emocionada que ni siquiera esperó a que respondieran. Entró veloz como un rayo en el interior de la cabaña.
— ¡K-Mart! Eres la única persona que conozco con nombre de... — calló en el último momento cuando se percató de que todo estaba a oscuras. — ¿K-Mart?
- Matt :
— ¡Ahhh...! — fue un grito rápido, lo suficiente para desahogarme por el susto que me acaban de dar. ¡¿Quién diablos entraba en una habitación cerrada con alguien durmiendo y se ponía a gritar? Resultaba ser la primera vez en semanas que lograba dormirme tranquila, confiada... Y ahora me despertaban así.
— Sí, soy yo y también se me conocerá como la que jamás volvió a dormir — encendí la luz y me desperecé. — Me has dado un susto de muer... te — terminé de decir, entrecortadamente, al fijarme en quien había sido la causante de todo aquello. — ¿Ashley? — mi voz sonó dudosa, pues no estaba para nada segura de que fuera ella, pero claro que lo era. Había pasado mucho tiempo desde aquella vez en Atlanta, pero jamás olvidaría el rostro de alguien que me había ayudado tanto.
— ¡Ashley! — esta vez fui yo quien se puso en pie y corrí hacia ella velozmente para abrazarla con fuerza. — ¡Pensé que...yo...! — sonreí. — ¡Estás aquí! — exclamé con gran alegría. Me separé apenas unos centímetros para observarla bien y entonces la volví a abrazar, pero esta vez con todas mis fuerzas.
Ashley me había ayudado muchísimo cuando me perdí del convoy, ella me había encontrado y llevado hasta Atlanta. Pero después de unos días allí tuve que partir y al volver no quedaba nada, todo estaba destrozado y creí que había ocurrido lo peor.
— Sí, soy yo y también se me conocerá como la que jamás volvió a dormir — encendí la luz y me desperecé. — Me has dado un susto de muer... te — terminé de decir, entrecortadamente, al fijarme en quien había sido la causante de todo aquello. — ¿Ashley? — mi voz sonó dudosa, pues no estaba para nada segura de que fuera ella, pero claro que lo era. Había pasado mucho tiempo desde aquella vez en Atlanta, pero jamás olvidaría el rostro de alguien que me había ayudado tanto.
— ¡Ashley! — esta vez fui yo quien se puso en pie y corrí hacia ella velozmente para abrazarla con fuerza. — ¡Pensé que...yo...! — sonreí. — ¡Estás aquí! — exclamé con gran alegría. Me separé apenas unos centímetros para observarla bien y entonces la volví a abrazar, pero esta vez con todas mis fuerzas.
Ashley me había ayudado muchísimo cuando me perdí del convoy, ella me había encontrado y llevado hasta Atlanta. Pero después de unos días allí tuve que partir y al volver no quedaba nada, todo estaba destrozado y creí que había ocurrido lo peor.
- K-Mart:
¿Cuánto había pasado desde la última vez que se vieron? Mucho. ¿Y por cuánto había pasado desde entonces? Otro tanto... Cuando K-Mart la reconoció y ambas confirmaron quiénes eran, la rubia la abrazó con tanta fuerza que Ashley no pudo sentirse más reconfortada y feliz por ver un rostro conocido. Aunque se hubieran conocido en mitad del apocalipsis. Ellas dos se habían conocido. Compartían algo y la mujer no pudo evitar romper a llorar. Tras lo de Atlanta, tras ver como el campamento había sido reducido a cenizas, todas las personas que había visto morir... La desaparición de su hermana, su prometido... Aquel fue un punto de inflexión. Se dio cuenta de que aún habiendo pasado tanto tiempo de aquel día, no había podido llorar, no se había podido desahogar, era triste, pero no había tenido ni tiempo, ni ganas de sincerarse con los otros pocos supervivientes. Compartía algo inexplicable con la rubia que la hacía sentirse muy cómoda.
Con cualquier otra persona se habría sentido violenta, se habría contenido, pero en cuanto cayeron las primeras lágrimas con K-Mart, Ashley rompió a llorar con más fuerza, en un llanto descontrolado, que por un lado era de alegría por ver que la joven seguía con vida y por el otro una catarsis muy necesaria después de todo por cuanto había pasado.
Con cualquier otra persona se habría sentido violenta, se habría contenido, pero en cuanto cayeron las primeras lágrimas con K-Mart, Ashley rompió a llorar con más fuerza, en un llanto descontrolado, que por un lado era de alegría por ver que la joven seguía con vida y por el otro una catarsis muy necesaria después de todo por cuanto había pasado.
- Matt :
— Ashley... — dije en un principio, pero en vez de insistir en que no llorase me limité a abrazarla con todas mis fuerzas. Aquello no sólo fue un desahogo para la morena, si no para mí también. No tardé en seguir su llanto y ambas nos quedamos allí de pie llorando sin más.
La última vez que nos vimos fue poco antes de que el campamento de Atlanta se destruyera. Después... no quedaba nada. Amigos, gente buena, familias...todos murieron aquel día.
— Ash — sujeté sus manos. — ¿Cómo llegaste hasta aquí? — pregunté. Cerré la puerta y la acompañé hasta la cama para sentarnos juntas y hablar con más calma. Tal vez, después de lo pasado, era mejor hablar.
La última vez que nos vimos fue poco antes de que el campamento de Atlanta se destruyera. Después... no quedaba nada. Amigos, gente buena, familias...todos murieron aquel día.
— Ash — sujeté sus manos. — ¿Cómo llegaste hasta aquí? — pregunté. Cerré la puerta y la acompañé hasta la cama para sentarnos juntas y hablar con más calma. Tal vez, después de lo pasado, era mejor hablar.
- K-Mart:
Finalmente acabamos por sentarnos en la cama. Al final, aquello me ayudó a sentirme un poco mejory se lo agradecía.
— Gracias — me limpié las lágrimas con el dorso de la mano, aquello había sido como librarme de un gran peso.
— Me perdí, con todo lo que pasó me perdí, me encontré con Nicolás y él estaba en un grupo, con el tiempo nos encontramos con esta gente y decidimos ayudarles... El resto es historia K — me encogí de hombros.
— ¿Y tú, qué ha sido durante todo este tiempo de ti? — pregunté.
— Gracias — me limpié las lágrimas con el dorso de la mano, aquello había sido como librarme de un gran peso.
— Me perdí, con todo lo que pasó me perdí, me encontré con Nicolás y él estaba en un grupo, con el tiempo nos encontramos con esta gente y decidimos ayudarles... El resto es historia K — me encogí de hombros.
— ¿Y tú, qué ha sido durante todo este tiempo de ti? — pregunté.
- Matt :
— Digamos que más de lo mismo... — suspiré con resignación. — Pero... aquí parecéis estar bien, ¿no? — no quise preguntar sobre su hermana o prometido, temía que hubiera pasado algo de lo que igual ahora no era el momento hablar. — Es decir, lo poco que he podido ver... está genial — no sabía cómo explicarlo. — Terra Save — terminó por decir a modo de explicación, sonrió. — ¿Sabes? Yo era voluntaria en Terra Save... hacían cosas increíbles por la población...
- K-Mart:
— Sí, por un momento creí que... — casi ni se atrevió a terminar la frase. — ...que caería, como todo lugar al que voy, es más cuando llegamos a este lugar pasaba por su peor momento... — de nuevo los ojos se le llenaron de lágrimas al hablar. — Umbrella acabó con un convoy de Terra Save... prácticamente se cargó a la gran mayoría de ellos... bueno, en realidad Terra Save atacaba primero — sonrió apenada. — Pero se lo merecían, se lo merecen — rectificó. — Y llegamos nosotros, creí que todo se iba a ir a la mierda como siempre... pero aquí seguimos, peleando cada día y dentro de nada volveremos a combatir a esos indeseables... por todo lo que nos hicieron — Ashley nunca había sido vengativa, parecía otra persona y ahora se sentía horrible.
Cuando inició su trabajo en Umbrella se sintió la persona más feliz del mundo, por fin trabajaba en lo que le gustaba y cuando se enteró de que había estado colaborando con toda esa atrocidad... había ayudado a todo ese mal, cuando ella solo quería contribuir a la sociedad. Así que sí, quería venganza. Umbrella se lo había quitado todo.
— K-Mart, podrías quedarte con nosotros... si has estado en Terra Save, esto te gustará, aunque... no sé si todo esto... — no sabía cómo digerir sus emociones. — Me odio por buscar venganza, pero aquellos que estaban antes aquí tenían un propósito, yo les vi morir y... he visto tanto daño por culpa de esa empresa... que ya me da igual todo, Umbrella sigue adelante como si nada hubiera pasado y eso no es justo — terminé de hablar, respirando muy hondo. Tampoco había tenido oportunidad de pensar qué estaba haciendo con su vida y por fin sus ideas se aclaraban en su cabeza al decirlas en voz alta.
— Aquí estarás a salvo y puedes ayudar en las tareas del día a día, ayudar a los niños con su aprendizaje... o cualquier otra cosa, no tienes por qué unirte a la rebelión — añadió rápidamente porque temió asustarla al hablar de tanta venganza. La última palabra se apagó, casi quedándose sin voz, de verdad que no deseaba asustarla.
Cuando inició su trabajo en Umbrella se sintió la persona más feliz del mundo, por fin trabajaba en lo que le gustaba y cuando se enteró de que había estado colaborando con toda esa atrocidad... había ayudado a todo ese mal, cuando ella solo quería contribuir a la sociedad. Así que sí, quería venganza. Umbrella se lo había quitado todo.
— K-Mart, podrías quedarte con nosotros... si has estado en Terra Save, esto te gustará, aunque... no sé si todo esto... — no sabía cómo digerir sus emociones. — Me odio por buscar venganza, pero aquellos que estaban antes aquí tenían un propósito, yo les vi morir y... he visto tanto daño por culpa de esa empresa... que ya me da igual todo, Umbrella sigue adelante como si nada hubiera pasado y eso no es justo — terminé de hablar, respirando muy hondo. Tampoco había tenido oportunidad de pensar qué estaba haciendo con su vida y por fin sus ideas se aclaraban en su cabeza al decirlas en voz alta.
— Aquí estarás a salvo y puedes ayudar en las tareas del día a día, ayudar a los niños con su aprendizaje... o cualquier otra cosa, no tienes por qué unirte a la rebelión — añadió rápidamente porque temió asustarla al hablar de tanta venganza. La última palabra se apagó, casi quedándose sin voz, de verdad que no deseaba asustarla.
- Matt :
— No te odies o hazlo, eso te hace ser más humana... Si nos mostrasemos indiferentes ante todo lo que ha hecho Umbrella, entonces sí que sería para preocuparse... — sujeté sus manos con fuerza. — Nos han hecho mucho daño Ashley, alguien debe devolverles el golpe — la miré fijamente. Cuando me hizo la oferta una parte de mi quiso gritar sí. Quería un hogar, una cama como aquella y lo más importante... Poder llamar familia a alguien, alguien de verdad.
La miré fijamente, con los ojos en blanco, porque la respuesta fue automática pese a todo.
— No — al instante solté sus manos. Seguía ensimismada, en mis recuerdos. Si me quedaba pasaría como con todos aquellos que me encariñaba. Morirían todos, es como si tuviese una maldición y todo eso de lo que hablaba Ashley se iría al garete.
— No puedo — añadí muy seria.
La miré fijamente, con los ojos en blanco, porque la respuesta fue automática pese a todo.
— No — al instante solté sus manos. Seguía ensimismada, en mis recuerdos. Si me quedaba pasaría como con todos aquellos que me encariñaba. Morirían todos, es como si tuviese una maldición y todo eso de lo que hablaba Ashley se iría al garete.
— No puedo — añadí muy seria.
- K-Mart:
— No, no... — Ashley respondió muy rápido, al darse cuenta de que K-Mart pareció agobiarse. — Lo entiendo perfectamente y lo siento — la miró dedicándole una sonrisa llena de cariño y entonces le dio un abrazo. — Pero prométeme que te pasarás por aquí de vez en cuando — se apartó suavemente de ella para mirarla fijamente. — Me ha alegrado mucho verte, así que me gustaría saber que sigues bien y sobre todo si necesitas cualquier cosa... ya sabes a dónde venir, ¿si? — la echaría de menos. Ashley había establecido un vínculo especial con aquella joven, sin saber por qué. Bueno... sí, la razón era que seguramente le recordaba a su hermana Elizabeth. A ella la añoraba tanto... que despedirse de KMart sería sin duda un acontecimiento muy triste.
— Pero bueno... ahora estás aquí. ¿Te han dado de comer? — cambió drásticamente de tema por algo no tan... delicado. Aprovecharía el tiempo que estuviera allí su amiga, después de todo... en el apocalipsis toparse dos veces con una misma persona podía ser todo un logro digno de celebrar por lo alto.
— Pero bueno... ahora estás aquí. ¿Te han dado de comer? — cambió drásticamente de tema por algo no tan... delicado. Aprovecharía el tiempo que estuviera allí su amiga, después de todo... en el apocalipsis toparse dos veces con una misma persona podía ser todo un logro digno de celebrar por lo alto.
- Matt :
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