CIII: Madden

Chris Ford se sentía liberado. Detestaba la idea de un mundo en el que no estuviera Sarah Jackson. Ella era su fuerza, la persona que conoció después de que murieran sus padres y con el grupo musical le diera una vida nueva, la persona que estaba esperando cuando llegara de la guerra y le habían dado una hija maravillosa, que había conseguido sacar fuerzas de donde no las había tras lo sucedido en la mansión Spencer cuando perdió a sus compañeros o cuando su hogar fue completamente arrasado hasta las cenizas. Ella fue la fuerza que siempre tuvo y tras perderla sintió que ya nada tenía sentido y extravió completamente su camino.

Pero en ese momento se dio cuenta de que él no había muerto junto a ella, ella siempre estaría viva, aunque no la viera, ella estaría en su corazón siempre y todo lo que ella valoraba perviviría con él y después con su hija Kiara. Esos valores nunca jamás debían perderse y para eso debía seguir luchando hasta su último aliento.

Lo sabía porque incluso después de muerta ella había estado ahí para que aprendiera lo que necesitaba saber. Descubrir que aunque no hubiera podido salvar el mundo no era culpa suya porque lo había dado todo intentando salvarlo y eso nunca podría ser un error. Así era él y él único error había sido dejar de hacerlo, decirse que su vida pasada ya no existía y ya no había nada por lo que luchar. Siempre había algo por lo que luchar, el viejo mundo ya no existía, pero ahora tocaba por construir un nuevo mundo. Uno diferente al que Umbrella destruiría, uno de esperanza para lo que queda de humanidad. Sabía que ese era el sueño de Sarah Jackson y debía ser el suyo. Debía cumplir con la promesa que acaba de hacerle a su hija para hablarle de su madre y que debían seguir luchando en su nombre, jamás rendirse sin importar lo difícil que fuera la situación.


Chris le dio la espalda a aquella alucinación esperando que se disolviera como fantasmas en el aire. Pero los gritos de su hija le demostraron lo equivocado que estaba. No, no era su hija así que hizo fuerte a su corazón y no la salvo. Sabía que si se dejaba llevar por esa alucinación le estaría fallando a su verdadera hija.

Entonces los falsos pasos del falso Nemesis le confirmaron que avanzaba hacia él. Sabía que era una alucinación y no tenía miedo. Pasará lo que pasará no permitiría dejarse arrastrar por el miedo. Debía ser más fuerte que eso.

Así que simplemente se dio la vuelta sujetando con una mano su pistola five seven y con la otra mano la magnum y le dedicó una sonrisa confianza.
-Oh, ¿Quieres seguir jugando? -pregunto sin preocuparse porque como esa ilusión pudiera hacer daño de verdad capaz terminaba con un par de huesos rotos. Enseñó sus armas de fuego con un gesto de chulería y dijo -pues entonces ¡Vamos a jugar!

Lo afronto sin miedo, sin preocupaciones dispuesto a lo que sea con tal de romperle los dientes a aquella alucinación y volver  a la realidad. Entonces el bicho se desapareció en el aire y Chris sintió que su adrenalina contenida se dispara en una risa triunfal.
-¡OH, yeah! Chris Ford acaba de llegar al manicomio. Tiemblen, monstruitos  -dijo con divertida alegría mientras hacía girar sus pistolas en el aire. Luego se dio cuenta de lo que acababa de decir y se llevó una mano a la frente mientras su risa se contenía hasta ser una más contenida -la loca de mi hermana se partiría el culo de solo escucharme decir esa frase.

Puede que él también estuviera loco, con todo lo vivido y la influencia maligna de Rachel no sería nada extraño. Entonces escuchó varios gritos que hicieron que sintiera un escalofrío en la espalda. Sabía de quién eran, al menos uno de ellos. ¡Aguanta, niña psicópata, enseguida voy en tu ayuda!

Dijo apunto de correr por los pasillos, pero entonces escuchó una serie de ruidos detrás suya y se volteó justo a tiempo para ver a una criatura extraña. Bueno, como todas las criaturas que había visto desde lo de la mansión. La criatura tenía unos brazos y unas uñas alargadas, parecía rápida así que podría llegar a ser todo un problema de dejarla con vida. Ya antes de que el bicho se lanzará a tratar de morderlo descargó sobre él un disparo de revolver.

■ Defenderte y atacar [Lanza 4 dados].

"Eres una inútil... inútil... INÚTIL
Su voz resuena dentro de su cabeza a la vez que grita por el escozor que le producen las heridas de las sanguijuelas que saltaron sobre ella. Se sacude mientras su eco aún resuena. Vuelve a gritar, más fuerte, más alto y, como una llamada a su grito, la niña que estaba allí parece reaccionar.

"Que tenga que venir una niña a salvarnos... patético...
Trata de centrarse en lo que tiene que hacer más que en lo que escucha. Ve el reflejo pelirrojo de su pelo moverse hacia ella y, con movimientos mucho más ágiles que los suyos, se deshace de dos de esas viscosas babosas. "Inútil... Patética... Inútil... Patética..." No era la primera vez que lo escuchaba, pero si de los labios de la que se suponía que era Ella. Tan iguales y tan diferentes. Y ahora su voz de mezclaba con la de su tio Mark en un bucle vicioso que parecía volverla más loca aún. Zarandea la cabeza y gruñe molesta mientras resiste el quemazón que le produjeron esas asquerosas cosas. No debe dejar que le toquen, no más...

Trata de centrarse en la situación que, dadas las circunstancias, se ve bastante peligrosa y observa como las cuatro babosas repugnantes las rodean. Ahora si que no tenia escapatoria, ahora era a muerte y... para que negarlo, después de lo que había vivido, morir así le parecía una falta de respeto a la memoria de su padre. Él le enseño a defenderse, él le enseñó a disparar... Él le enseñó a sobrevivir. No podía fallarle. Se pone codo con codo con la muchacha y empuña con fuerza la ferrea arma y, sin poderlo evitar, grita alzando de nuevo la palanca para arremeter contra uno de los viscosos y escurridizos enemigos.

A pesar de su voz resonando en esa zona, puede escuchar el eco que llega desde varios pasillos sintiendo como se le eriza el vello del cuerpo. Ahí, vuelve escucharlo...

"Inútil. Patética"

Me pongo al lado de Ranza y ataco a una sanguijuela

El disparo sonó tan cerca de mi oído que un dolor intenso me invadió la oreja y un pitido molesto era lo único que escuchaba por ese lado. La bala había impactado en el suelo a mi lado izquierdo.

— ¡¡¡¡¡AAAAAADAAAAAAAAAAAM!!!!

Volví a gritar, esta vez más fuerte que la vez anterior. Necesitaba a mi compañero conmigo para ayudarme a quitar a este loco de encima. Entonces recordé que lo había dejado atrás, con la anciana que intentó apuñalarnos. ¿Estaría en problemas también? Maldita sea, este lugar realmente era un sitio de locos.

— Ashley... Por favor, ayúdame.

Sabía que ella no era real, sabía que era una fantasía, una alucinación o una broma pesada, pero aun así era lo único que tenía cerca, el único anclaje que me quedaba a la salvación. Si Ashley no me ayudaba, ese maldito loco del parche me iba a matar sin piedad. El próximo disparo no erraría como el anterior y así como podría darme en la cabeza, podría darme en el corazón o en un pulmón.

En medio del forcejeo la máscara del pirata se cayó, revelando que en realidad era como mirarse a un espejo, uno macabro y distorsionado. Sentía que el corazón se iba a salir por mi boca. Así es como me vería si Umbrella hubiera terminado de poner sus garras sobre mí. Lo intentaron en dos ocasiones y en ambas logré escapar por los pelos, pero las demás personas no eran tan afortunadas como yo. ¿Qué pasaría si había una tercera ocasión? ¿Iba a terminar así, con esa cara deformada por la maldad y la perversidad?

— No, esa nunca será la mejor opción— le respondí.

En medio del forcejeo saqué el arma que tenía guardada en mi cinturón, se la puse en la cabeza a mi versión maligna y jalé el gatillo dispuesto a matar esa posibilidad para siempre.

■ Defenderte y atacar [Lanza 4 dados].

Ver aquél disparo impactar en su difunta mujer le dio un vuelco al corazón, de hecho, cuando ambos intercambiaron la última mirada fue cuando dudó de verdad y pensó que quizás sw había equivocado, que de verdad seguía viva por alguna razón y... Acababa de matarla.-Jenna...-Trató de acercarse a ella para sujetarla antes de que cayera al suelo, pero cuando le quedaban apenas unos pasos, se desvaneció, como si fuera polvo, y él volvió a aquél infierno de hospital. Eso sí, le recibió un fuerte dolor de cabeza y un tremendo mareo que le hizo hincar la rodilla en el suelo para recuperarse, al menos un momento.

Pues cuando llevó la mirada a un lado, ahi había una especie de... ¿Qué mierda era eso? Era como una mujer, con el pelo gris y una forma un tanto perturbadora, pero sus garras... Esas garras fueron lo que más llamaron su atención, eso y ese humo azul que la rodeaba. ¿Era eso lo que le había hecho alucinar de aquella forma tan real?-Hija de puta...- Murmuró, tratando de ponerse en pie de nuevo, pero ella pareció darse cuenta de que ya no estaba bajo los efectos de lo que fuera ese humo, y se abalanzó sobre él, tirándole de nuevo al suelo. Intento forcejear con ella, aunque su rostro acabó con algún que otro arañazo, bastante doloroso.-¡¡HIJA DE PUTAAA!!-Ésta vez gritó de rabia, mientras la empujó con las piernas lo suficientemente fuerte como para darle tiempo y coger la escopeta, apuntar y disparar.

Opción: Luchar

Chris siente su piel cortarse por las afiladas uñas de la criatura. Maldición soltando una palabra en voz alta y acordándose de toda la familia de la criatura. Pero su disparo acierta de lleno en la cabeza del asqueroso ser.

-Yipi ka yei hijo de puta -le dice respirando aliviado mientras sopla su revólver en un gesto de victoria. Luego lo observa con cierta curiosidad y desprecio. -Así que tú eres el bicho que ha causado todo este lío, pues note quejes, recuerda que ya te avise de que te destruiría.

Tras eso comienza a correr por los pasillos buscando a esa niña psicópata y al resto del grupo con el que había llegado aquella locura de sitio. Corre con toda sus fuerzas esperando poder llegar a tiempo para salvarles. No ve al resto pero por fin encuentra a la niña pelirroja con una absoluta desconocida.

Eso hace que la adrenalina vuelva a su cuerpo y se concentre en llegar lo antes posible a la batalla. Acelera la carrera y cuando está a la distancia suficiente salta emitiendo un fuerte grito de guerra. Mantiene su hacha en ristre y cuando el salto lo coloca a la distancia suficiente para tratar de asestar un golpe contra una de esas sanguijuelas.

-Siento la tardanza. ¿Os encontráis bien?
Les pregunta con suma confianza a pesar de estar rodeado de enemigo, siendo para él un día más de trabajo. Pero finalmente se voltea para mirar directamente a Ranza señalando a la niña con el hacha, pues estaban lo suficiente separados para poder hacerlo.

-Y en cuanto a ti, si dijeras cómo te llamas tal vez dejaríamos de conocerte como la nenita.

Con el mismo movimiento con que señala a la nenita trata de hacer un movimiento giratorio para llevarse a uno de esas asquerosas sanguijuelas por delante.

La bala impacta en la cabeza de David, pero este no parece inmutarse por haber recibido un disparo del calibre cincuenta casi a bocajarro. Es más, no se mueve en absoluto y James mira horrorizado el rostro desfigurado de su hermano, por su culpa. Por su mano. La sangre salpica a todos lados y quema en su piel, quiere gritar pero antes de poder reaccionar David se abalanza contra él y James espera un impacto que nunca llega. Su hermano desaparece entre humo que hace que todo se vea desenfocado y él sólo quiere hundir la cara en la almohada y sollozar. James sabe que este no es el tipo de dolor que mañana estará olvidado.

Escucha la voz de Ranza del otro lado de la puerta, sin embargo, antes de poder reaccionar un chirrido metálico detrás de él llama su atención. Cuando se gira, le recibe una figura humanoide, grotesca y de ángulos demacrados. James suspira, intentando recuperar el control de los latidos de su corazón, y todo se tambalea en el borde de la existencia. Le duele la cabeza y está mareado, pero enfunda su revólver con una calma injustificada y se descuelga la escopeta del hombro. Retrocede hasta que su espalda choca contra la puerta y cuando la criatura se abalanza contra él, aprieta el gatillo.

■ Defenderte y atacar [Lanza 4 dados]