CIII: Madden

La carne estaba deliciosa. Había conseguido saciar un poco mi hambre, aunque no lo suficiente. Aun así, no podía permitir que ese tipo de cosas me distrajera de lo que realmente era importante: la situación en ese lugar no era normal. El tipo nos había pedido ayuda para ir a atacar a las personas que estaban en el otro patio, pero eso, con la cantidad de personas que había, era igual a una pequeña guerra que acabaría con muchas víctimas y con una horda de zombis tocando a la puerta. Además, James y Ranza seguramente estaban allá, ya que no estaban acá. ¿Estarían corriendo peligro? Debía ir al otro patio a advertirles.

Subimos a nuestra habitación, igual de sucia que el resto de lugares. Daba igual, no iba a dormir en ese sitio ni tenía intenciones de usar ese baño. Revisé en mis pertenencias y saqué el revólver que guardé en mi cinturón. Por si acaso, también me guardé un cuchillo.

— Intentaré llegar al otro patio— advertí a Balion mientras me ponía de pie—. No voy a dejar que estos locos maten a James y a Ranza.

Lentamente nos acercamos con Balion a las escaleras. Su radio sonó y la mujer de Talahassee habló sobre un ataque de Umbrella al último refugio militar del país. Ambos quedamos paralizados escuchando esas palabras. ¿Dónde quedaba ese lugar? De cualquier forma no podíamos ir a ayudarlos, porque para cuando pudiéramos salir de este maldito hospital, ya todos los militares debían estar muertos. Pero lo que en verdad me preocupaba era la posibilidad de que Umbrella, si había podido encontrar Fort Detrick, también pudiera encontrar Silver Lake.

— Tenemos que salir de aquí de inmediato. Iré por James y Ranza. Tú espéranos afuera. Ten listo el vehículo para salir por patas de este sitio de locos.

Bajé las escaleras corriendo hasta la puerta por donde entramos. Intenté abrirla... Cerrada...

— ¡Joder!

Spoiler:

Richard hizo de todo, o al menos de todo lo que se puede hacer en un baño. Se lavo los dientes, hizo sus necesidades disfrutando de poder limpiarse con papel higienico 100% limpio y luego se pegó la mejor ducha que se había dado en mucho tiempo.

Pudo usar ese gel por todo su cuerpo y el champú para la cabeza era tan irrisorio como algo que hacía tan poco tiempo se sentía tan cotidiano y ahora parecía que le había tocado la lotería al poder hacerlo, una lotería siniestra que podría acabar con su vida, pero eso ya sería problema del Richard del futuro. En ese momento fue gratificante y sumamente placentero sentir como el agua caía sobre su cuerpo recorriendo cada centímetro de su piel.

Le costó salir de la ducha pues bien sabía que podría ser la última de su vida. Literalmente.Era muy probable que mañana estuviera muerto y por tanto tenía que sacar el máximo partido de cada segundo en aquella habitación. Y si no moría es muy probable que una vez saliera de ese sanatorio no podría encontrar un baño en esas condiciones. Pero en fín, como se solía decir matar le matarán pero el buen rato que se acababa de dar no se lo podría quitar nadie.

Tras la ducha se secó con la toalla que le habían dispuesto y pudo ponerse una ropa más cómoda y apropiada para dormir. Tras eso tomo el hacha y se la coloco al hombro, la bolsa de viaje en su mano, el machete y la pistola colgadas a la cintura, cada una en un lado.

Abrió la puerta y lanzó un largo bostezo relajado:
-¡Qué a gusto me he quedado!
Dijo de forma despreocupada antes de ponerse más serio y centrado en la situación que estaban viviendo.
-Me alegra ver que las cosas por aquí están mucho más relajadas -dijo mirandolos a todos pero especialmente a Drake que se había sentado junto a la ventana, luego dirigió su mirada a los tres, uno por uno -Y bien, ¿cuál es el plan?

Soundtrack

Completamente inmerso en sus pensamientos, queda un momento ajeno, del caos a su alrededor,está tan distraído pensando en como? habrán llegado a Silver Lake? Como puede ser tanta casualidad? Kennedy parece estar bien, ella misma da el mensaje, ella misma da el mensaje, ella misma da el mensaje, no es hasta que Jerrow se acerca y le habla que consigue reaccionar.
"No es personal..."Esa frase queda grabada en su mente mientras mira a los ojos a su interlocutor. En ningún momento mira siquiera la escopeta, no es su primer día en el apocalipsis.
Se da completamente la vuelta, sin tocar el fusil en ningún momento.

Observa la situación con una mueca de seriedad, lentamente su mente se va relajando. Sabe lo que tiene que hacer y si Nick quiere salir con vida también deberá estar a la altura.
No dice nada hasta que traen a su compañero, y de nuevo ve a Marcos.
Ha preferido no decirle una mierda al más joven.
-Nose a que viene esto Marcos, no creo que hayamos sido unos malos huéspedes...-En ningún momento ha levantado las manos, no es esa clase de persona.

-Ahora mismo acaban de avisarnos por radio de que el mundo se va a la mierda parte 2, aquí no parece distinto, todo este jaleo...Y ahora, después de tratarnos de puta madre queréis divertiros con nostros...Que feo...Podriaís habernos pedido algo a cambio de vuestra hospitalidad, o habernos dicho, que nos largaramos, habernos disparado desde un princpio, así que sí...-Mira un instante a Jerrow-...Es personal...-Antes de reír ligeramente negando con la cabeza.

La chica se acerca, deja que ella empieza a quitarle el fusil, moviendo el cuerpo lo justo y despacio igual que los brazos para cooperar, sin quitarle la mirada de encima a Marcos.
-Así que te propongo yo un trato...-Respira hondo sintiendo como esa zorra toca su arma-...Tirad vosotros las armas! y puede que vivamos un día más!...-Al momento en que ella se inclina ligeramente hacía su pierna para tomar la pistola, trata de hacerle una llave e inmovilizarla por el hombro pasando el brazo por encima de este y el cuello, al tiempo que lleva su mano derecha tras el chaleco y coge la granada, a la altura de los riñones, liberando el velcro de seguridad, levantandola por encima de su cabeza, para que puedan verla bien todos, sin quitar aún la anilla pero con el pulgar metido dentro como claríssimo aviso.

-Apunatala a ella en la cabeza Nick! Si me disparan por miedo...Matanos a todos!...-Sonríe como un maníaco, bien podría él ser el jefe de este puto sitio, observando uno por uno la reacción de todos los que quieren capturarles, en especial Jerrow, que es claramente el beta del grupo.
-Que nadie se mueva! Vamos a calmarnos y hablar las putas cosas joder!...-

OFF:

El miembro 'BalioN' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Números' :

Resultados :

James escucha en silencio a Ranza y Drake, pensando en las posibilidades. Le parecía poco probable que todo fuera tan simple como gente entrando pegando tiros. Por qué si no molestarse en darles ropa limpia, comida y descanso. Y si bien es cierto que la actitud de Richard despierta en él más aprensión que agrado, todos han llegado a la conclusión que separarse en una situación como esta podría acabar costándoles la vida.

Suspira sentándose junto a Ranza, en la cama. Mira la botella de refresco medio vacía que tiene en las manos y vacila unos segundos antes de tragar ese mar de azúcar burbujeante. Nunca le ha gustado el sabor y James frunce el ceño, antes de pasársela a su compañera. Luego se quita la mochila y saca de ellas las tres barritas energéticas que le quedan. Le pasa una a Ranza y engulle las otras dos con avaricia.  

—Va a ser una noche muy larga. — escucha a Ranza y considera si decirle la verdad. La mira unos segundos, preocupado, pero aún así lo hace. —Sí, es lo más probable. — se pasa una mano por sus rasgos cansados. De verdad espera que Nicholas esté bien.

Cuando Richard sale del baño, ofensivamente relajado y apestando a limpio, James repite las palabras de Drake. Sin embargo, sólo la idea de intentar dormir en una situación así hace que sus nervios entren en erupción. Las pesadillas siempre le están esperando y mira a Ranza, respirando de forma irregular. Cuando un sollozo fractura la calma, en la lejanía, sabe que no dormirá en absoluto.

El silencio que le sigue a los pasos y los llantos es lo más ruidoso que ha escuchado nunca, y cuando los golpes a la puerta resuenan por toda la habitación James está en pié, revólver en mano y músculos en tensión.

Richard salió del baño completamente fresco y relajado preparado para partirle la cabeza a quien tuviera que partirsela. Llevaba su hacha al hombro, ese hacha que llevaba desde su última visita a la cabaña en el bosque. Un arma que realmente le había resultado útil desde aquel día. Le daba seguridad.

Noto las cosas mucho más relajadas que cuando metió en el baño, sobretodo Drake que se había sentado delante de  la ventana. Los miro a todos para preguntar cuál su sería su siguiente paso y fue James el que le informó de lo que habían estado hablando. Richard asistió de acuerdo con el plan:
-Bien, entonces yo haré la segunda guardia.
Dijo con seguridad mientras asistía con la cabeza. Colocá su bolsa al lado de la litera en la que pensaba dormir, sin embargo todos los pelos de su cuerpo se le ponen como escarpias cuando escucha lloros de bebé en la lejanía.




Inmediatamente entra en tensión mientras toma su arma preparándose para lo que tuviera que pasar. Los lloros de bebé se escuchan cada vez más cerca hasta que dejan paso a una serie de golpes que retumban por toda la habitación y que parece que van a echar la puerta abajo en cualquier momento.

Richard camina hacia atrás en posición de alerta mientras pasaba la pistola a la mano izquierda y la sujeta con decisión apuntando hacia la puerta. Con la derecha toma su hacha y la sujeta en posición de guerra, preparada para asestar un golpe a la primera cabeza que se le pusiera al alcance.

Ya no hay lugar para bromas, en un instante su cuerpo había pasado de una posición relajada a una alerta y en completa tensión, preparada para afrontar cualquier cosa que se atreviera a entrar por la puerta. No prestaba ninguna atención al resto de individuos en aquella habitación, sin embargo en su parte más interna se alegraba de que ellos también se hubieran preparado y pudieran defenderse por sí mismos.

Ubicación: habitación 212
Mención: --
Interacción: James, Drake y Richard

PV: 35

Outfit

Había deseado saltar al baño una vez el tipo de cabello largo saliera, pero el cabrón demoró tanto en hacerlo que para ese momento ya se le cruzaban los ojos del cansancio. No quería dormir, trataba de aferrarse a la realidad y al peligro que implicaba siquiera cerrar los ojos. Por otro lado, trataba de convencerse de que todo estaría bien, que solo estaba zucumbiendo a la paranoía colectiva del momento y ya.

Se acercó un poco más a James y apoyó su cabeza en el brazo del hombre, con su mano derecha le apretó la muñeca y luego asintió, buscando su mirada con la propia, en un silencioso "descansa, todo estará bien". Ella sabía bien lo que acosaba la mente del hombre, pero no podía quedarse despierto, estaba segura de que ese otro par conocía bastante bien de pesadillas.

No estaba segura en qué momento había terminado cediendo a la pesadez de sus párpados y había caído profundamente dormida. Solo sabía que el sonido de la ducha abierta la había despertado por unos segundos antes de volverse a dormir y luego los fuertes golpes en la puerta la pusieron en alerta. El llanto de bebés, un grito que desgarra la noche, todos en posición defensiva y luego, silencio. Un silencio tal que parecía que solo lo hubieran soñado. Y así lo creería de no ser porque era evidente que los demás también lo habían escuchado.

¿Qué mierdas había sido eso? Tragó saliva abundantemente y buscó la cercanía de James. Aquello era como en las películas, miraba la puerta y esperaba que la misma se abriera violentamente en cualquier segundo para dejar en el marco de esta el verdadero peligro, la verdadera razón de que hubieran sido acogidos. Nada sucedió, no en los instantes inmediatos.

La pelirroja salió de detrás del asiático, ¿quién sería el primero que se arriesgaría a mirar por la ventanita que tenían todas las puertas de aquel tipo de hospitales o de abrir la puerta y salir? Quizás lo mejor era ignorar los ruidos e intentar dormir de nuevo, solo debían esperar a la mañana para irse, los juegos o problemas que los habitantes del hospital tenían eran de ellos y solo de ellos, no sería inteligente intervenir.

- Podríamos solo ignorar los ruidos y no inmiscuirnos en lo que pase al interior de estas paredes ¿no? - Y aunque trataba de convencerse de que era lo mejor, se mesaba las manos, era demasiado humana para aceptar aquello en realidad, pero ¿realmente querían salir y jugar a los héroes de un lugar que desconocían por completo?

Intenté abrir la puerta de varias maneras, jalándola, empujándola, golpeando el seguro, pero nada, estaba totalmente cerrada y necesitaría la llave para salir de ahí, porque un par de patadas no iban a ser suficientes para derribar la puerta de seguridad de un hospital psiquiátrico. No me di cuenta de todo el ruido que estaba haciendo con la puerta hasta que escuché la voz del tipo grandote a mi espalda. Me giré hacia él con lentitud, soltando un suspiro de fastidio al suponer que las cosas no iban a ser tan sencillas como pedirle por favor que nos abra la puerta.

— Ha llamado el siglo XIX, dice que le devuelvas su chiste de homosexuales. ¿Sabías que estadísticamente hablando los que hacen chistes de ese tipo es porque reprimen su propia homosexualidad? No lo digo yo, lo dice la ciencia. A lo mejor eres maricón y te niegas a ti mismo.

Subí las escaleras fingiendo tranquilidad, pero en mi interior estaba hecho de los nervios pensando en la seguridad de James y Ranza, en Silver Lake y en Fort Detrick. Estos imbéciles no podían tenernos cautivos mucho tiempo o será demasiado tarde para salvarlos a todos. Yo entendía eso y confiaba en que Balion también lo hiciera. En ese momento lo que estaba en juego no eran nuestras propias vidas sino las de todos los demás. Umbrella había hecho su movimiento y había puesto a la humanidad entera en jaque.

Por suerte, Balion sí lo entendía y no tardó en hacer su movimiento tomando de rehén a la mujer. Algo me decía que estas personas no eran del tipo que se ponen sentimentales por la muerte de un compañero, por lo que apuntarle a la dama no haría ninguna diferencia. Capaz y hasta ellos mismos la mataban para no tener ese punto débil. Por esa razón lo que hice fue apuntar directamente a la cabeza de Marcos con mi revólver. Las cosas eran diferentes si el que corría el riesgo de morir era su jefe.

— Mueves un solo músculo y esa pared va tener una linda decoración de sesos.

Era consciente de la cantidad de armas que nos estaban apuntando en ese momento. Tendríamos que recurrir a la negociación o ambos saldríamos muertos de ese lugar.

— Hagamos esto: Vamos a ir abajo, tú nos abrirás la puta puerta, liberaremos a la mujer, nos largaremos por donde vinimos y todos contentos, ¿te parece?

Sountrack

Por un instante cree que lo correcto sería darle las armas, no parece nada realmente personal, pero que planean hacer con ellos es algo que preocupa demasiado a Adam, a él ya le da igual como lo vayan a torturar a estas alturas pero Nicholas, puede que no sea lo mismo. No importa si eres el dios de la guerra o un simple ciudadano, todos, tenemos un límite, cuando la mente se rompe nos muestra como realmente somos, Adam sabe que morirá luchando con uñas y dientes, a mordiscos como un puto zombie si hace falta y lo acepta, hace tiempo que lo aceptó, pero los demás...

-Ve corriendo con Jerrow, pero corre tan fuerte y tan rápido como para tumbarlo al suelo...No pienso dejar que me dispares con mi propio rifle, nos os hemos hecho nada, cuídalo bien...-Aunque ella no puede ver el rostro de Adam, este aprovecha la situación mientras Marcos habla, para fingir como que le está diciendo cosas lascivas, sonriendo y respirando muy cerca de su oído, gracias a haber pasado tanto tiempo con Jimmy sabe hacer que a oídos de los demás no se le entienda una mierda, aunque Jimmy no lo hacía a drede.

Aunque le ha dicho eso, la sujeta con fuerza, mirando a los demás, teniendo que tomar una decisión, como siempre otra vez una vida humana está en juego, ha jurado no matar, pero para volver a casa todo parece indicarle que debe hacerlo, será que Jensen al final también siente miedo como los demás, o quizá simplemente es porque no es solo su vida la que está en juego, allí está Nicholas también, muertos desde luego no podrá encargarse de que vuelva de nuevo a casa.
-¡¡¡TU GANAS!!!-Su grito es tan fuerte que probablemente haya retumbado por toda la planta, baja la mano y suelta el cuello de la chica, tras haber acabado todas las palabras.

Le pone la granada en las manos y después, sigue dándole armas, la espada, la navaja, la pistola, etc etc. Ya no le importa, cruje su cuello de un lado a otro después de tanta tensión en la escena y se relaja respirando hondo.
-Que viene ahora? Espero que sea original, hablas con un veterano de guerra, si crees que voy a suplicar o a gritar pierdes el tiempo, te arrancaré los ojos antes de dejar este mundo si me intentas joder...-Probablemente Adam Jensen jamás haya hablado tan en serio en su vida-...Y si le jodes a él lo que os haré a ti y a tu gente a los del otro lado y a todo ser criatura viviente o no que encuentre será tan incontable que probablemente ningún ser humano vuelva a dirigirme la palabra...Tu puedes quedarte con tus chistes de homosexuales y decir todas las gilipolleces que quieras, porque mientras que tu matarías a cualquiera de los tuyos por ganar yo moriría por cualquiera de los míos...Por no perder...-Probablemente, esta sea la segunda, se pone delante de Marcos, apartando sin darle importancia el cañón a Nick, haciendo fuerza si hace falta, con los ojos bien abiertos y la sonrisa de un demente.

//OFF:

■ [Hacer caso, bajar las armas y entregarlas].

Los fuertes golpes cesan de repente pero Richard no se deja engañar. Ignora las palabras del gato asustado y de la niña para concentrarse en hacer frente a cualquier cosa que pueda encontrar por la puerta. El silencio se hace eterno pero él no bajará la guardia. Sabe que confiarse sería un error fatal.

Estaba en lo cierto y se da cuenta de ello cuando la luz se paga dejando la habitación prácticamente a oscuras. Únicamente levemente por la luz de la luna y los relámpagos de la noche.

La puerta se va abriendo lentamente con un chirrido horrible que pone los pelos de punta. Richard respira hondo tratando de contener la expectación y la tensión que recorre todo su cuerpo. Cuando finalmente la puerta se abre está a un segundo de apretar el gatillo pero se contiene extrañado pues ahí no había nadie visible.

Entonces se vuelven a escuchar los llantos muy cerca de ellos y Richard se percata de que no son bebés son… criaturas que nunca antes había visto. Eso no le gustaba antes, cualquier cosa nueva que Umbrella inventara era monstruosa pero al menos con las otras Bows ya sabían lo que podían causar, con estas sanguijuelas gigantes no tenía ni idea y eso le causaba una alarma muy poderosa. Debía andarse con cuidado.

Ve a las sanguijuelas en el techo y una le salta encima a lo que reacciona por instinto moviendo su hacha en un intento de cortarla y evitar el daño.

No tarda ni cinco segundos en colgar su bolsa de viaje al hombro el hacha y salir corriendo hasta la puerta para sujetarla mientras mira a la habitación.

-¡Rápido! Salgan todos de ahí -les ordena con apremio pero seguridad en su voz mientras alza el arma y tratando de aprovechar la luz de un trueno dispara a una más de las babosas en un intento de cubrir la retirada de sus compañeros.

Off:

El miembro 'Richard Jackson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Números' :

#1 Resultados :


--------------------------------

#2 'Números' :

#2 Resultados :


--------------------------------

#3 'Números' :

#3 Resultados :


--------------------------------

#4 'Números' :

#4 Resultados :

La situación entera me ponía tan tenso que podía escuchar el bombeo de mi propia sangre latiendo en mi cabeza con un constante *bom-bom, bom-bom, bom-bom*. El hijo de puta ese estaba completamente loco, tanto como para ponerme mi arma en la cabeza y como para apuntar a su propia compañera. Yo tenía razón: a estos sujetos no les importa en lo más mínimo que muera un miembro de su equipo, serían capaces de matarse entre ellos.

— ¿Estás seguro que los enfermos mentales son los que están en el otro patio?— le solté burlón, quitando el seguro del arma y poniendo el dedo en el gatillo para que viera que no tendría miedo de dispararle. He matado a muchas personas antes, incluso con mis propios dientes. No me temblaba la mano para acabar con un gilipollas más.

Sin embargo, Balion no opinaba lo mismo. Lo miré sorprendido mientras soltaba a la mujer y entregaba todas sus armas. Sin su ayuda no iba a ser capaz de acabar con todos estos yo solo. Apreté los dientes con rabia y le dediqué a mi compañero una mirada mezcla de decepción y enojo. Mi dedo se afianzó al gatillo a punto de disparar y volarle la cabeza a Marcos. Había muchas más armas apuntándonos y dispararle a ese imbécil no haría más que adelantar nuestra muerte. Aun así en serio pensaba hacerlo, quería ver su sangre por todas partes, hasta que Balion se interpuso entre mi arma y la cabeza del idiota.

— ¡Me cago en todo! Está bien, aquí tienes— le puse el seguro al revólver, le quité las balas dejándolas caer al suelo, lo giré en mi mano y se lo entregué a Marcos. Aun así, seguía teniendo el cuchillo guardado entre mis ropas. A menos que me requisaran, lo mantendría ahí.

Respiré hondo, mantuve el aire unos segundos en mis pulmones y lo solté todo de lleno para intentar calmarme. No sabía qué se vendría ahora, pero me preocupaba perder demasiado tiempo con los jueguitos de un grupo de dementes. Además... empezaba a tener mucha hambre.

Drake ni siquiera tuvo tiempo para pensar en disparar, una vez vio pasar a aquellos bichos y no conseguir identificarlos con nada de lo que hubiera visto antes, decidió que lo mejor era no hacer caso al plan inicial y salir de allí echando leches, al menos de la habitación. Por eso, cogió su mochila, que era donde llevaba todas sus cosas, y echó a correr hacia la puerta, maldiciendo y deseando que no le cayese ninguna de esas criaturas en la cabeza. Hubiera querido en ese momento una buena granada, o mejor aún: Un lanzallamas... Sí, con uno de esos trastos, esos pequeños cabronazos arderían con gusto.

Pero la pregunta era, ¿de dónde habían salido?

Aquello era cada vez más extraño, no entendía nada, era una locura, una auténtica mierda, una movida de la leche.-¡Venga vamos!- Obviamente se dirigía a James y a la niña, porque el otro ya estaba en la puerta. Esperaba que Richard, que era el único loco capaz de enfrentarse a esas sanguijuelas, también dejara esa tarea como imposible y salir de allí también. En ese momento no era lo mejor, les habían pillado en un momento inesperado, y esa habitación, que parecía ser al principio su único refugio, se había convertido en una ratonera.[/color]

La luz se apaga y cuando el pomo de la puerta gira parece que lo hace a cámara lenta. Todo se vuelve perceptible; la tormenta, sus respiraciones, el chirrido de las bisagras al girar, los atronadores latidos de sus corazones. Y esos lamentos, que no lo son exactamente. El sonido de algo húmedo deslizándose y cuando James alza la mira y el destello de un relámpago ilumina la habitación se da cuenta que tienen un gran problema encima. Literalmente.

El plan de esperar a que amaine para irse cagando leches se esfuma con el disparo de Richard. James instiga a Ranza a salir primero con una mano en su espalda, y cuando una de aquellas criaturas, viscosas e increíblemente desagradables, cae entre él y la puerta, salta por encima y la cierra tras de sí. Sólo entonces mira a sus acompañantes, aún sujetando la manilla con una mano y su revólver y mochila en la otra. Qué segundos tan intensos.

—Vámonos de aquí. — se echa la mochila al hombro y llega en dos zancadas a la puerta que les separa de la escalera por la que habían subido con el tal Maeve, ¿o era Madeve? No obstante, está cerrada y no se molesta en sorprenderse. —¿Dónde demonios está ese profesor?

Elijo:
■ [Huir al pasillo y cerrar la puerta].

Soundtrack

La situación, es cuanto menos cabe inesperada para él, si ya se sentía mal por casi haber empezao una carnicería ahora se sentía peor, por suerte la sangre no ha llegado al río. Guarda silencio el resto del camino, viendo que no quieren hablar de ello, está claro que están asustados por como ha terminado todo, no los han atado, ni golpeado, por lo que quieren que vayan por su propia voluntad.
"Que cojones quieren de nosotros?..."Respira hondo observando la puerta con cadena y el pasillo al otro lado.

Cuando le devuelven sus cosas tan solo asiente agradecido y sin decir mucho va preparándose para seguir adelante, no es hasta que Cynthia y Jerrow se acercan a hablar con él que repara en decir algo relevante en voz alta.
-Gracias de todas formas por vuestra hospitalidad...-Agrega, para no delatar a quienes le están ayudando y de paso seguir haciendo creer a Marcos lo que opina al respecto de sus jueguecitos, pero Adam ya sabe que lo que ocurre aquí es algo bastante común, solo es gente desesperada, para bien o para mal, solo el futuro dirá en que dirección los ha llevado.

-Están tan acojonados o más que nosotros...Que cojones habrá aquí?...-Termina de recargar el M4A1 y enciende la linterna que lleva en el R.I.S del cañón del arma, avanzando lentamente. Da unos cuantos pasos hacía delante, pero se mueve veloz hasta el final del pasillo, cruzando de golpe al otro edifcio y se apoya contra la pared de la esquina para asomarse y comprobar si hay algún enemigo, también apunta al techo, al de todo el pasillo que ha recorrido y el de las esquinas y posibles pasillos que va a recorrer ahora.

-Empieza la fiesta Nick, hay que encontrar a tus camaradas y largarnos de aquí, como en ese burdel, matamos todo lo que no sea humano, ponemos a salvo el lugar, rescatamos a todos los civiles, buscamos el tesoro y a casa...-Sonríe-...Confía en tu jefe de tácticas especiales, tengo la impresión de que sea lo que sea que hay aquí será gordo, lo bastante como para tener a tanta gente así de acojanada, así de al límite...-Niega con la cabeza asomándose sobretodo a mirar al pasillo a mano izquierda, esperando a que su compañero esté listo para moverse.
-Aun así nose si nos han soltado aquí para que nos coman como a presas, o para que acabemos con todo, como putos gladiadores...-Va ajustando la culata el fusil, al espacio que cree que le van a dejar los pasillos.

Spoiler: