CIII: Madden

El infierno se desató. Una de esas sanguijuelas le cayó encima y aunque trato de defenderse no pudo evitar que le golpeará produciéndole escozor. El dolor no le hizo detenerse y corrió hacia la puerta donde trato de cubrir a sus compañeros para que también pudieran escapar. Mientras sujetaba la puerta esperando para cerrarla.

Desde ahí aprovechó la luminosidad de un relámpago para disparar su pistola acertándole de lleno a una de ellas que estaba a un paso de caer sobre sus compañeros. La sanguijuela cayó pesadamente en el suelo y permaneció ahí tumbada sin vida. Se les podía matar, pero obviamente no era buena idea quedarse en esa habitación a arriesgarse a que los matarán.

El primero en salir escopetado de la habitación fue Drake, James se quedó rezagado y dio tal salto que Richard tuvo que soltar la puerta y apartarse un poco de ella para que no se estrellara contra él.

Pudo respirar tranquilo cuando James cerró la puerta interponiéndose entre ellos y las sanguijuelas. Asistió ante las palabras de James.
-Dijo que estaba a dos cuartos de la nuestra. -respondió Richard haciendo memoria y luego miró a todos muy seriamente -Pero debemos ser astutos y permanecer calmados cuando hablemos con él, atacarlo o alterarlo de cualquier modo no nos ayudaría en nada.

Les dijo tratando de mantenerse cuerdo ante esa situación. Era obvio que todos debían estar muy alterados y seguramente con ganas de acabar con todo lo que se les pusiera delante pero actuar de forma impulsiva en una situación que desconocían por completo no les ayudaría en nada.

-Drake, procura no pegarle un tiro al profesor Meade, matarlo no resultaría conveniente.

Le dijo directamente al rubio de la escopeta con seriedad, lo peor que podían hacer era herir o causar algún daño a aquel profesor, eso ya daría una excusa para matarlos a cualquier otro habitante de aquel lugar.

Ubicación: pasillo fuera de la habitación del profesor Meade.
Mención: James, Drake, Richard, Prof. Meade
Interacción: --

PV: 35

Outfit

Lo primero que se le vino a la cabeza es que estaban alucinando, que quizás la comida si estaba envenenada o que les habían puesto a oler alguna mierda a través de los ductos de ventilación. Pero, la sanguijuela mutante que le cayó encima al mechudo y le causó una herida antes de ser volada en pedazos por el arma del mismo le indicaba que, fuera alucinación o no, causaba daño.

Correr.

Bueno, esa era su vida. Todo demasiado genial para ser bueno, una tristeza que ya no se pudiera confiar en absolutamente nada que fuera "bueno", que fuera un salto al pasado cuando todos eran felices y no lo sabian. Tomó aire, se hizo velozmente a su mochila, sacó a Romeo del interior de la misma y se unió a la huida de los demás.

Estaban en el pasillo y buscaban al profesor aquel, al loco. Que ironia. Él había dicho que estaba en la habitación 214. ¿Era ya media noche? Alguien siquiera les iba a responder cómo mierdas habían entrado aquellas criaturas a una habitación completamente cerrada. Lo más posible es que no en aquel momento.

Se movió con los tres tipos, manteniéndose en medio de ellos como un bebé elefante en medio de la manada. La habitación 214 quedaba al final del mismo pasillo en que ellos estaban y justo allí giraba y se alargaba el pasillo mucho más. Maldición, lo más seguro es que el lugar fuera un puto laberinto, alguien que vivía allí debía conocer los peligros, por qué iba siquiera a querer ayudarlos para empezar. Sacó la linterna del lateral de su mochila y verificó que funcionara, pero no la dejó encendida. ¿Qué estaba sucediendo?

Una niña de siete años apareció y mis párpados empezaron a temblar sin control. Trataba de mantener la calma, pero el hecho que hubiera una niña en ese sitio de locos me ponía muy nervioso. Jerrow parecía un buen hombre, pero no creía que le estuvieran dando el mejor ejemplo a esa pequeña. Además, si la preocupación de Marcos por la madre era nula, con la niña sería peor, hasta el punto en que podría llegar a sacrificarla para salvar su culo.

Tuve que dejar temporalmente de lado mis pensamientos dirigidos a la niña. Ante nosotros se erguía una puerta llena de candados que conduciría hacia un nuevo reto para nosotros. Me imaginé lo peor tras esa puerta, desde una prisión perpetua hasta un grupo de muertos que nos devorarían vivos para diversión del grupo de dementes. Jamás me esperé que fuera la puerta hacia el pasillo que conecta con el otro edificio. Tampoco me esperaba que nos entregaran las armas para poder defendernos en ese lugar.

— No entiendo qué pretenden esos locos, pero no me da un buen presentimiento.

Daba igual lo que hubiera en ese otro edificio. Allí estaban James y Ranza e iría a rescatarlos. Si ese lugar era tan peligroso como afirmaban las reacciones de nuestros anfitriones, las vidas de mis amigos estarían en riesgo.

Corrí detrás de Balion con el revólver en las manos, listo para disparar a la más mínima señal de movimiento enemigo. No había nada, hasta ahora, pero el silencio del ambiente era como la calma antes de la tormenta.

— Cuando salgamos de aquí vamos a tener que volver— le dije a Balion cuando llegué hasta él—. Tenemos que salvar a esa niña y a sus padres. Con Marcos cerca todos corren peligro.

Dicho esto, seguimos avanzando hasta encontrarnos con una triple intersección. Tomar por la izquierda, por la derecha o seguir de frente podría ser la decisión que salve nuestro pellejo. Miré a Balion y le indiqué que fuéramos por la izquierda.

-No bajes la guardia Nick, esos James y Ranza de los que hablas creo que los conozco, es bueno ver caras conocidas en un infierno como este...-Espera a que este le siga, y cuando por fin pueden moverse, la maldita señora tiene que aparecer, impidiéndo que el Ex-navy Seal diga nada, por educación.

Da su tiempo a la mujer para que vaya guiándoles, mientras su mente está llena de otros pensamientos.
"Me encantaría matar a la vieja, plas, le rompo el cuello y nadie lo sabría, Nick me guardaría el secreto, todos salimos ganando..."Suspira fijándose en el alrededor por lo menos, pero al parar frente a la primera puerta de cualquier habitación y soltarles para sacar un puñal parece que su sueño se hace realidad por un instante.

-¡Señora no me joda!...Estése quieta!...-Trata de esquivar la puñalada y acto seguido tomar con su mano libre la muñeca de esta y tratar de inmovilizarla, poniendo esta en su espalda y su cara contra la pared, dejando el fusil de asalto colgando en su correa.

-Nick, hay que atarla!, no vamos a matar a una anciana joder!...-Sigue luchando por retenerla.


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//OFF:
→ Evelyne Meade os ha distráido, por lo que... solo una opción:
■ Defenderse y tratar de reducirla dificultad. Tres dados: el primero será tu defensa, el segundo tu ataque para reducirla y el tercero la defensa de ella. Ataque 2 - Defensa 2 - Condición física 1 - Daño 5.

Dado 1 Defensa Adam (Defensa 4)
Dado 2 Ataque Adam (Combate 3)
Dado 3 Defensa Evelyn (Defensa 2)

El miembro 'BalioN' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :


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#3 'Números' :

#3 Resultados :

La señora apareció de la nada, como un espectro que se aparece en las sombras. Diría que hay que temerle más a los vivos que a los muertos, pero en una situación como esta, ponía ese dicho entre dudas. De todas maneras no era un fantasma ni un zombi, sino una vieja loca que nos había confundido con quién sabe quién y ahora trataba de darnos... ¿coca-cola? Si es que de verdad era coca-cola, debía ser más caramelo rancio que bebida.

Nos dejamos llevar, confiados en que era una señora inofensiva y algo demente, además porque había mencionado nuevas visitas y esos posiblemente eran James y Ranza. Pero la esperanza de que me condujera a ellos terminó cuando sacó de su bolsillo un puñal con el que pretendía lastimarnos. Ambos éramos mucho más fuertes que ella físicamente, pero de todas maneras estaba armada y seguía siendo peligrosa. Balion actuó de inmediato pidiendo que la atáramos.

— No creo que sea necesario atarla ni matarla. Mírala, apenas y puede caminar. Además, ¿con qué carajo quieres que la ate si no tenemos cuerdas?

Me agaché ante ella mientras Balion la sostenía. Su mirada estaba perdida, como ausente. Su olor llegó hasta mi nariz y por poco me provoca el vómito, no porque oliera especialmente mal para los tiempos apocalípticos que corren, sino porque el olor de su carne vieja y arrugada no era compatible con mis ganas de comer carne fresca. Aun así, aguanté las ganas de vomitar y volví a mirarla a los ojos.

— ¿Por qué intentó matarnos, señora? ¿Quién es usted? ¿Qué es este lugar?

Traté de interrogarla mientras Balion la sostenía.

Resumen: Richard saca su Magnum Research BFR 45-70 Government antes de ir a buscar al profesor. Cuando las manos le arrastran tratan de cargarse a una disparándole a la cabeza con la magnum.

La situación era extrema. Unas malditas sanguijuelas gigantes habían conseguido expulsarlos de la habitación y ahora se encontraban en mitad del pasillo sin tener ni idea de a dónde podían ir. Todas las puertas estaban cerradas a cal y canto, ni siquiera podían abandonar aquel pasillo.

Tras haber ayudado a todos a salir de la habitación, tomaron la decisión de ir a buscar a Charles madden, el primer loco que se encontraron al llegar a aquel lugar. Estaba muy trastornado, pero podría saber información de vital importancia para que pudieran sobrevivir. Eso sin mencionar que había sido él quien cerró la puerta de entrada, así que era posible que tuviera las llaves que los sacaría de ese maldito sanatorio.

Sin embargo, la situación era tan complicada que había llegado el momento de que Richard usará su mejor arma hasta ese momento, ese fue la razón por la que abrió su bolsa de viaje y sacó su magnum, con expertos movimientos la cargo con cinco balas.
-¡Estoy listo! -anuncio mientras sujetaba su magnum con decisión y dispuesto para cargarse cualquier bicho que le apareciera en el camino.

Tras eso, llegaron a la habitación de Madden para encontrar abierta. El tipo no tardó en aparecer con absoluta tranquilidad, demasiada tranquilidad, si los ruidos de las sanguijuelas se escuchaban desde ahí. Ganas tuvo de ponerle la magnum delante de los ojos y amenazarlo con volarle su fea cabeza si no empezaba a contarles todo lo que sabía.

Pero unas extrañas manos, algunas armadas con cuchillos, lo agarraron y lo comenzaron a arrastrar a la habitación. Eran criaturas extrañas que Richard jamás había visto. Mil cosas pasaron por la cabeza de Richard, incluyendo escapar de ahí cuanto antes. Pero, ¿a donde ir? Estaban completamente perdidos en un lugar que no conocían. Su única pista para saber lo que sucedía era aquel profesor.

Sin embargo, no fue eso lo que hizo que tomará su decisión, fueron los gritos estremecedores de aquel loco. Sabía que si se quedaba quieto sin hacer nada luego sería una  cosa más que no lo dejaría dormir por las noches. Así que simplemente disparó su magnum tratando de acertar a una de aquellas cosas en la cabeza.

El miembro 'Richard Jackson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

Que intentase no matar a nadie, ¿en serio? Les habían tendido una trampa, de alguna forma tenían a ese monstruo guardado en algún sitio. Y ahora estaban en peligro por esos tíos raros, ¿de verdad le estaba pidiendo que no se cargara a quien se les cruzase y perteneciera a ese hospital? Porque ganas no le faltaban, si no lo hacía sería por la niña, y porque él no era ningún asesino loco... Si es que quién le mandaba meterde en un hospital psiquiátrico para refugiarse... Él y su maldita suerte.
Echaron a correr por el pasillo, en busca del tal Charles, aunque seguramente cualquier individuo les sería de ayuda. Lo que sí tenía claro Drake era que, pese a que no iba a matar a nadie, el interrogatorio no iba a ser nada agradable.

Y le encontraron.

Su normalidad jugó con su paciencia, aunque eso duró poco, ya que pareció darse cuenta de que estaban siendo perseguidos y trató de meterse a su habitación a toda prisa.-Puto cabrón, ¡vuelve aquí!- Pero vaya, parecía que el Karma actuó de esa forma tan rara y caprichosa que tenía a veces, y cuando se dirigió a su habitación, unas criaturas totalmente diferentes a la que les perseguía trataron de arrastrarle al interior, portando cuchillos, entre otras armas. Drake apuntó con la linterna de la escopeta para ver mejor y suspiró pesadamente.-Babosas mutantes, y ahora enfermeras... ¿Lo próximo que será? ¿Un puto Terminator?-Si por él fuera, seguiría huyendo, pero siendo realistas, no conocían el lugar ni sabían como salir de allí. Su única oportunidad era Charles, y no podían dejarle morir. Por eso, apuntó con la escopeta y abrió fuego.

Off:

El miembro 'Drake Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Ubicación: pasillo fuera de la habitación del profesor Meade.
Mención: General
Interacción: James

PV: 35

Outfit

- Es definitivo. O estamos putamente drogados o he quedado atrapada en una de las pesadillas de Donald - las palabras salieron de su boca, pero no estaban dirigidas a nadie en particular. Era evidente que estaba hablando consigo misma y no se había percatado que pensaba en voz alta.

El escalofrio que sintió al ver aquellas manos agarrar al señor Meade fue monumental. Primero las sanguijuelas que realizaban actos de aparición, puertas que se abrian y cerraban, gritos, llantos... No podía quejarse, era la mejor puta casa embrujada que hubiera podido pedir para pasar la noche de Halloween.

Mientras los demás comenzaban a disparar en contra de las criaturas aquellas sin volarle los sesos al profesor, ella retiró el Casco de Minnie que había cargado consigo desde Disney World y lo observó por unos instantes. Debió haberse quedado en aquel lugar. Por lo menos las personas allá no habían intentado matarlos ni usarlos de peones en algún tipo de juego macabro.

- Vamonos, por favor, necesitamos salir de aquí - le dijo a James sosteniendolo de la manga de su chaqueta. Comenzaba a sentir ese frio que se calaba en los huesos porque jamás se había quitado la ropa mojada - ¡a la mierda esta gente y su manicomio, prefiero estar en la tormenta! -

Las palabras que aquel disque profesor había dicho le dejaba más que claro que algo putamente extraño ocurría en aquel edificio y sus habitantes eran conscientes de aquello. A diferencia de una casa del terror aquellas criaturas no eran actores. Incluso si James se negaba a su petición, ella iba a empezar a correr en la búsqueda desesperada de una salida o una muerte más rapida, ya no podía con el suspenso de qué mierdas estaba sucediendo.

James casi se lleva por delante a Richard en su fructífero escape de la habitación. No pasa por alto la herida que se ha hecho cubriéndolos y asiente en su dirección, a modo de agradecimiento. Por supuesto, se gira cuando escucha la voz del susodicho profesor detrás de ellos. La puerta a su habitación está abierta y tiene ganas de maldecir en voz alta cuando ese hombre empieza a desvariar. ¿Qué demonios ha empezado? Entonces unas manos tiran de él y sus gritos son estremecedores. Son los gritos de alguien que no quiere morir y James sabe tan bien como el resto que si quieren salir de ahí, necesitan al tal Charles vivo.

La voz de Ranza le llega como un susurro angustiado antes de que pueda reaccionar. Cuando la mira, le recibe una mirada acongojada y tez pálida. —Por supuesto, por supuesto. Ahora mismo nos vamos. — la mano que tiene en su brazo sube hasta su hombro en una caricia tranquilizadora. Su voz es un susurro en medio del caos. —Pero para hacerlo necesitamos a ese hombre vivo y no podemos salvarle sin tu ayuda. — James estira el brazo y le pasa el viejo revolver que Ranza había encontrado aquella mañana en el motel, por la culata. —Necesito que nos cubras. Sujétalo muy fuerte y si se acerca algo, sólo apuntas… — James coloca sus manos alrededor del arma con dedos largos y entrenados. —… y disparas. Tranquila, sé que puedes hacerlo. Sé que puedes. Somos un equipo. — su mejilla es cálida contra la palma de James, y espera que escuche su silencioso “confío en ti”.

Cuando James se vuelve a girar, Ranza detrás y la muerte delante, el cañón de su Desert Eagle apunta a una de aquellas criaturas y aprieta el gatillo.

Off:
Primer dado: Mi ataque con armas de fuego ligeras
Segundo dado: Mi defensa
Tercer dado: Ataque de la enfermera mutante 3
Cuarto dado: Defensa de la enfermera mutante 3

El miembro 'James J. Yeager' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

¡No! No iba a permitir que alguien muriera delante de él si podía evitarlo. Bastante tenía con que en cierta forma todo lo que estaba sucediendo en aquel nuevo mundo era culpa suya por no haber podido detener a Umbrella.

No quería pensar en el pasado, solo en pegarle un tiro a esas cosas para salvar la vida de aquel hombre. Un hombre que a pesar de estar loco podría ser la clave para sacarlos de aquel horrible lugar.

Maldice en sus interior cuando esa cosa esquiva su disparo, debido a la poca luz y a su rápido movimiento, definitivamente había perdido práctica desde que usaba más armas blancas que de fuego para matar a los zombies.  

Aunque desde luego su pérdida de habilidad parecía ser compartida por su compañero Drake, quien armado con una escopeta también había fallado en el intento. ¿Realmente eran compañeros? Suponía que no, pero sí estaba claro que debían cooperar si querían salir de ahí con vida.

Los pensamientos de ¿Richard? ¿Chris? eran confusos y algo rápidos. En situaciones de peligro como aquella el pasado y el presente se mezclaban y no sabía quién era, los recuerdos se mezclaban con los recuerdos haciendo que ni siquiera supiera quién era en ese momento. Solo importaba una cosa sobrevivir y no volver a fallar.

Sintió a la niña asustada, era normal, se enfrentaba a situaciones que a los adultos con experiencia ya les costaba asimilar. También escuchó las palabras de James a su lado tratando de darle valor. Sí, necesitaban a Charles con vida. Por aquella niña, por sus compañeros y por sí mismo fue que levantó el arma y volvió a disparar sin importar nada más. No podía volver a fallar.

El miembro 'Richard Jackson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

El miembro 'Drake Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

Soundtrack

El sonido de los disparos, lo alerta al mismo tiempo, que escuchando la voz de la mujer, se imagina los peores escenarios mundanos posibles, mundanos? Probablemente esto tenga que ver con el miedo y el juego de poder, algo descontrolado, sumando fantismo y mientras observa a Nicholas como aprieta y aprieta para que ella le conteste, cuando el puñal ha caído al suelo va a dirigirse a la mujer, justo en ese instante se queda en silencio perplejo, incapaz de decir en voz alta lo que le acaba de pasar.
"¿Qué estás haciendo Adam?"

El sonido del rayo y la cama son poco alentadores, para alguien que preferiría estar escuchando más disparos. Por un instante le ha parecido escuchar la voz de Kennedy, por lo que quiere comprobar la radio, usa la mano que le queda libre sin soltar a la señora, pero la radio está en silencio, por lo que Adam se queda un segundo callado.
"¿Qué te ha pasado Adam?"

-¡Mierda!...-Se ha puesto nervioso, aunque empieza a sudar y a temblar ligeramente, trata de mantener la compostura, de sujetar bien a la señora com ambas manos para llevársela con ellos-...Volvamos al pasillo Nick...-Más calmado trata de centrar su atención en su alrededor, quiere ponerse a salvo con él y la anciana, averiguar que está pasando antes de continuar.
"Marcos...Que cojones es esta mierda!?...Espera...Recuerda...La habitación...La llave...Que cojones pasa?...No estoy colocado! Estoy jodidamente seguro!" Se sigue maldiciendo una y otra vez, habrá tomado la decisión correcta?