CIII: Madden

El miembro 'BalioN' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Ya era oficial, un hombre acababa de morir porque había sido incapaz de salvarlo. En esos instantes ya no importaba que fuera un maldito loco o que tal vez él sabía que los iban a matar y no le importaba, daba igual. Lo único que le importo durante los segundos en que escuchó sus gritos siendo asesinado es que había muerto por su culpa. Al igual que cientos de miles en todo el planeta lo habían hecho antes que él  porque no había sido capaz de detener a Umbrella cuando el mundo aún permanecía en pie. Ya que si tan solo hubieran sido mejores, tal vez si hubieran sido más rápidos…

¡No! No era momento para lamentarse por el pasado, eso tenía que quedar muy atrás junto con todo lo demás, ahora lo único que importaba es que estaba en el interior de un psiquiátrico siendo parte de un juego siniestro que desconocía por completo y si no era fuerte e inteligente no podría salir de esa trampa mortal. Las lamentaciones eran algo completamente inútil que solo servía para acabar muerto mucho antes.

De repente su corazón dio un fuerte vuelco por el que casi se le sale del pecho y su cuerpo se pone en tensión inmediatamente.
-¿Rachel?
Pregunto confuso al escuchar los gritos de su querida hermana Rachel pidiéndole ayuda. Inmediatamente nada más importó, solo que su hermana se encontraba en peligro. Se olvidó de donde se encontraba, de Charles y de todo lo que le rodeaba. Solo le importaba encontrar y salvarla.

¿Podría preguntarse cómo diablos había llegado su hermana hasta aquel lugar? ¿O que le habían hecho para que una persona como ella estuviera tan asustada? Alguien que por usual se había enfrentado a situaciones límite y siempre había mostrado una gran entera.

Necesitaba salvarla como diera lugar y fue por eso se movió deprisa hacia donde sonaba su voz sin importar por donde iba, lo que le pudiera salir por el camino o las personas que dejaba atrás. Solo le importaba Rachel pues todo lo demás había dejado de existir.
-¡Rachel! -grito alzando la voz y moviéndose desesperado por encontrarla mientras miraba a todos lados buscando que apareciera en cualquier momento -¡Rachel! ¿Dónde estás?

■ ¿Qué está pasando? [Investigar] → Lanzar cuatro dados.

El miembro 'Richard Jackson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Los estruendos de los disparos, encerrados en ese estrecho pasillo, repercute en su inminente dolor de cabeza. Es fácil ignorar el estridente pitido en sus odios hasta que la hoja que sostiene una de aquellas criaturas desaparece en el cuello del diminuto hombre. James ve a cámara lenta como sangre arterial se derrama a borbotones y la vida del profesor y sus secretos con ella. Entonces todo se vuelve perceptible y James corre hasta llegar junto a él. Intenta taponarle la herida con la mano y la sangre se derrama entre sus dedos en su fútil intento por ayudarle. Observa en primera fila como la vida de una persona se consume en cascadas de gotas rojas y él no puede hacer nada para impedirlo. Otra vez.

—No… — es apenas un susurro bajo los intentos de Maede para regatear por aire, quien acaba ahogándose en su propia sangre. Muere asustado y sufriendo, y James no puede pasar por alto el vacío que le oprime el pecho.

Lo recuesta en el suelo y se aleja nos centímetros, sin dejar de mirarle. Tiene las manos cubiertas de sangre y la respiración acelerada. De repente todo se tambalea en el borde de la existencia y para cuando quiere darse cuenta, una figura está de pie en la parte más alejada del pasillo. Le devuelve la mirada y está demasiado oscuro para ser discernible. Sin embargo, la vista es desconocida pero no extraña, como si fuera alguien que ya debe de haber visto antes pero que escapa a su memoria.

James se acerca dos pasos, tentativos, calculando las sombras esparcidas sobre esa figura hasta que el corazón le da un vuelco y el aire desaparece de sus pulmones. No era posible…

—¿David? — las sílabas se rompen y James quiere echar a correr y comprobar si está en lo cierto. Por un momento quiere estarlo, lo quiere como no ha querido nada en mucho tiempo. Hasta que la realidad le aplasta con implacable escepticismo. Su hermano estaba muerto, y quien quiera que fuese esa persona no era él, no podía serlo.

Se gira al instante, llevándose las manos a la cara. Estaba desvariando, se estaba volviendo loco. Retrocede hasta que su espalda choca con la pared más cercana y su corazón se tuerce por el esfuerzo de bombear oxígeno por todo su cuerpo. Intenta concentrarse en cualquier otra cosa para alejar las imagenes de su cabeza.

OFF:
Elijo: ■ Esto no es real. [Tratar de huir y prestar atención a tus compañeros]

El miembro 'James J. Yeager' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

El segundo disparo si dio de lleno a una de esas criaturas, o enfermeras mutantes o lo que demonios fueran, reventándola la cabeza. Pero aun así, pese a sus esfuerzos, no consiguieron salvar a Charles, que acabó desangrándose con un terrible corte en el cuello.-Joder...-Ni siquiera había sido una muerte rápida, era lo único que podía lamentar por ese individuo, que hubiera sufrido de esa manera... Nadie, excepto los psicópatas, merecía una muerte así... Quizás ese tipo solo estaba loco, loco de verdad, por alguna enfermedad mental o algo así... Nunca lo sabrían, y ahora tampoco sabrían como salir de ese hospital.

Pero parecía que la noche iba a ser aún más larga.

Quizás fuera solo su cabeza, producto de los nervios o que hubiera inhalado en algún momento algún gas, como esos de los que él hablaba antes de que la pesadilla empezase. El caso era que empezó a escuchar una voz en su cabeza, una voz además muy familiar, pronunciaba su nombre.-No puede ser...-No, no podía serlo... Pero ahí estaba, llamándole, y era tan clara como si escuchase a cualquier otro.-¿Jen?-Dudaba que fuera real, sin embargo, la duda estaba ahí... Él la mató, la mató al verla convertida en un monstruo... Por eso mismo no podía ser posible, ¿no?-¿Estáis escuchando lo mismo que yo? No me jodáis, que yo no me meto ninguna mierda al cuerpo.

Opción: ■ Esto no es real. [Tratar de huir y prestar atención a tus compañeros]

El miembro 'Drake Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Había estado en otro psiquiátrico y sabía que como no lo conocieras podría ser como un laberinto... Que irónico era todo, de un hospital a otro... pero las circunstancias así lo habían requerido. Llegó de casualidad, como todos los lugares que había visitado, pero este sitio se le presentó terriblemente acogedor y más tras el recibimiento: comida, agua, ropa limpia...!Hasta incluso había podido disfrutar de una ducha! Era un sueño. La señora Meade era agradable ¿su hijo? no tanto, pero aún así no parecía un mal lugar...
Ahora podía escuchar el siseo de esas cosas resonar dentro de la habitación que deja atrás mientras sus pasos toman fuerza por el pasillo dirección ninguna parte. No sabe donde va pero da igual, cualquier lugar parecía mejor que mantenerse allí a la espera de que algo la matase. Durante su recorrido pudo escucharlo: Primero, un disparo que hizo eco en todo el sitio, luego pasos y voces que llegaban como susurros a sus oídos. Luego, más disparos y más voces y luego un silencio horrible... Ha empezado la fiesta... Suena la voz en su cabeza y su rostro cambia el gesto afilandose.

Avanza por el pasillo apretando la palanca entre sus manos. Su corazón late fuerte y lento, como si se estuviese preparando para la explosión. Camina despacio. Escucha las voces de varios hombres pero no las entiende, esta tan tensa y concentrada esperando el momento del ataque que no presta atención a nada más. Las sombras están ahí, una se mueve hacia un lado y ella termina de cruzar el pasillo con la palanca en alto encontrándose el percal frente a sus ojos. Tres hombres y una niña pequeña, una puerta abierta con varios cuerpos tirados en el suelo que Dios sabrá que eran, y uno de los cuerpos era el hijo de la señora Meade. Por un momento se queda paralizada mirándole ahí tirado, con el cuchillo en clavado en el cuello. Por un momento la imagen se distorsionó y vio allí tirado a su tío, aquel que había abusado de ella y aquel que ella había matado.
Poco a poco baja la palanca mientras una sonrisa desquiciada y nerviosa se forma en su cara, riendo en voz baja mientras se olvida completamente de las personas que están allí

Lylian llegó una hora antes al psiquiátrico y había permanecido en su habitación hasta el momento de las sanguijuelas, saliendo de el y corriendo por pasillo hasta llegar al lado de Ranza, James, Richard y Drake

BalioN había empezado a comportarse extraño. Tal vez era el sonido de los disparos que se escuchaban en algún lugar del edificio. A mí también me ponía nervioso, pensaba en la seguridad de James y Ranza, pero no podíamos dejarnos descontrolar por algo así, no en este momento. Por eso agarré a BalioN de los hombros y lo sacudí para que entrara en razón, para que las órbitas de sus ojos volvieran a su lugar, para que no perdiera de vista lo importante: salir de aquí con nuestros compañeros sanos y salvos.

Juntos tomamos a la anciana. Yo dejé de prestar atención a lo que decía, pues evidentemente estaba loca. Salimos al pasillo con el fin de encontrar la habitación de la que ella hablaba y, con mucha suerte, hallar ahí a James y Ranza. Pero al final del pasillo...

— ¿Ashley? ¡¿Cómo rayos llegaste aquí?! ¿Estás bien? ¿Ha ocurrido algo? ¿Has visto a una niña acompañada de un chico asiático por aquí?

Pero Ashely no respondió a mis preguntas, en su lugar comenzó a acusarme, a juzgarme y a decir que todos estaban muertos. Empezó a caminar hacia mí, cubierta de heridas, fantasmagórica, casi tan magullada como un zombi. Ashley tenía razón... Umbrella seguía ahí afuera matando y haciendo lo que les place a sus anchas, ahora acabando con ese refugio militar, el último en el país. ¿Y Silver Lake? La radio de BalioN no había informado nada sobre California, ¿pero y si...?

— ¡¿Qué pasó con Silver Lake?! ¡Ashley, por favor respóndeme!

Solté a la anciana y corrí hasta el final del pasillo alejándome de BalioN

■ ¿Qué está pasando? [Investigar] → Lanzar cuatro dados.

El miembro 'Nicholas Robles' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Ubicación: pasillo fuera de la habitación del profesor Meade.
Mención: Richard, Drake.
Interacción: James, Lilyan

PV: 35

Outfit

Tomó el revolver que James le entregaba y asintió. Ya había usado armas como aquella antes, pero no le indicó aquello a su compañero. Solo le dio la espalda para poder ver los pasillos detrás de ellos y sostuvo el arma frente a ella. Los disparos le helaban la sangre y los gritos del profesor...

De repente algo como un siseo salido de la Cámara de los Secretos se dejó oír por todo el lugar; una lastima que no hablara parsel para entender si quería alimentarse de carne humana o solo deseaba una visita al odontólogo. Por su bienestar, asumiría lo primero.

"¿David?" La pregunta en la voz de James la obligó a voltearse, lo vio correr hacía la nada. Notó a Mechas y al tipo de la prisión desvariar y el profesor... Se le hizo un nudo en la garganta, el hombre estaba mal de la cabeza pero era un amor, le caía bien y le hubiera gustado mucho darle su escrito sobre sus aventuras.

Lo más inteligente hubiese sido dejar las emociones dentro y correr al cuerpo para intentar dar con las llaves, pero aquellos monstruos aún estaban allí y sus tres acompañantes se habían comido alguna especie de hongo alucinógeno - ay, virgencita de Guadalupe, ¿qué se supone que haga? - dijo para sí misma. La tormenta menguaba afuera, pero el desmadre iba en aumento al interior.

- Donald... - llamó acortando distancia entre ellos - ¡DONALD! - trató de llamar su atención a la realidad - ¡JAMES! James, no hay nadie ahí ¿con quién estás hablando? ¡Escuchame! - tiró de su brazo esperando que no le volara los cesos.

En ese momento escuchó pasos que se acercaban rápidamente y pronto se detuvieron a sus espaldas. Como escena de película de terror se giró lentamente para encontrar a una mujer que los miraba desde una corta distancia, barra de metal en mano y una sonrisa de loca que comenzaba a convertirse en risa. Solo le faltaba que se carcajeara y cayera un rayo justo en ese momento para hacer de aquel instante la cereza del puto pastel.

- ¡Hey! ¡Hey! Si, tu, la de la palanca, ¿puedes ayudarnos a salir de aquí? ¿Qué demonios está sucediendo? - estaba en un maldito manicomio, o mejor dicho, en un manicomio maldito, no podía esperar ayuda de nadie cuerdo a aquellas alturas de la situación. Mientras pudiera hablar y no intentara atravesarlos con esa barra, todo era aceptado.

¿Hola, me hacéis caso? [Tratar de llamar la atención de James] → Lanzar un dado.

El miembro 'Ranza Díaz' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Su hermana estaba viva. Si hubiera muerto él lo sabría. Algo como la muerte de su hermana o de su hija no se olvida, sabía por experiencia que era perder a un ser querido, ese recuerdo jamás se olvidaba. Sus recuerdos de cuando intentaron escapar de Washington D.C. eran confusos pero no tenía ni rastro de recuerdos de que les hubiera pasado algo, tampoco había visto sus cadáveres.

Solo desaparecieron, desaparecieron porque él había sufrido a causa de una mordedura de zombie y desde aquel día las había buscado sin hallar ni rastro. Finalmente perdió toda esperanza, supo que no las podría encontrar el mundo era muy grande y ya no había forma de comunicarse. Pero sabía que en algún lado de aquel mundo muerto se encontraban ellas vivas. Sí, tenían que estar vivas porque eran fuertes y valientes, podrían darle una patada a aquel mundo zombie y salir airosas.

Tenía esa esperanza, ellas estaban vivas aunque nunca jamás pudiera volver a verlas. Pero ahora su hermana estaba ahí, estaba llamándola e iba a encontrarla. Estaba en peligro pero él la salvarían, saldrían de ese lugar juntos y ya nada más importaría. Todo estaría bien.

Solo tenía que encontrarla y salvarla, cada vez más cerca y por fin… ahí estaba. Después de tanto tiempo sin saber de ella. Su corazón latía de forma tan acelerada y su juicio se había nublado de tal modo ante la posibilidad de alcanzar lo que tanto tiempo había soñado que ni siquiera presto atención a las señales de peligro. Esas señales que le decían que algo no estaba bien.

Ni siquiera presta demasiada a las palabras que le dedican y que harían que ese encuentro fuera mucho menos idílico. Simplemente se dejó llevar por sus emociones y se fundió en aquel abrazo tan reconfortante tras tanto tiempo ansiándolo.


¡Zas! Ese intenso dolor le sacude como si se hubiera caído de bruces en un lago helado. ¡Era un estúpido! ¡Era un maldito estúpido! ¿Cómo diablos podía ser ella? ¿Desde cuando Rachel Ford podía quedarse quieta aunque fuera cinco minutos? ¿Desde cuándo sería ella quién le esperaría en lugar de ponerse a correr por todo el pasillo? ¿Desde cuando podía pasarse cinco minutos sin ponerse a decir locuras o tonterías incluso en un reencuentro como ese? No, puede que toda esa situación fuera una locura pero  Rachel siempre estaría diez pasos por delante en esa categoría. Ni siquiera el apocalipsis podría cambiar eso.

-¡Mierda!

Grita Richard con dolor y frustración mientras observa a la criatura que se hizo pasar por su hermana. Pues no tenía que verle el aspecto demacrado, la dentadura negra y la piel llena de heridas para saber que no era ella. Solamente se había burlado de él y de su deseo más íntimo de reencontrarse con su hermana. Un sentimiento que hacía mucho tiempo no sentía comenzó a correr por sus venas, una furia que hacía tiempo que no veía motivos para sentir pero que ahora brillaba con toda intensidad.
-¡A tomar por culo! - gritó con furia mientras trataba de descargarle un disparo de su magnum a aquella abominación. Con la otra mano tomaba un pañuelo y hacía presión en la herida para que dejara de sangrar.

■ Has fallado tu defensa, pero tu ataque ha sido bueno, sin embargo... ¿Vas a matar a tu hermana? Puedes hacerlo, los dados te dejan, pero... atacarla es decisión tuya. [Lanza un dado para seguir]

El miembro 'Richard Jackson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

La cosa no mejoró cuando la voz se hizo más clara, en su cabeza o donde fuera que la estuviera escuchando. Sus palabras... Sus palabras eran las mismas que llevaban atormentándole en pesadillas muchas noches, eran las mismas palabras que decía la misma persona que ahora estaba escuchando, solo que ésta vez parecía muy real, demasiado. Ni si quiera recibió respuesta de sus compañeros, era como si hubieran desaparecido, o él se hubiera trasladado a un lugar diferente del hospital, fuera como fuese, estaba solo ante el peligro... O lo que fuera aquello.

Ver a Jenna ahí plantada, al darse la vuelta, le encogió el corazón. Estaba ahí, podía verla, y... Ni siquiera sabía qué le dolía más: Si ese terrible llanto que se metió en lo más profundo de su ser y lo removió con furia; o ver de nuevo a su esposa. Como ella había dicho, él la mató, y no terminaba de entender cómo era posible que siguiera ahí, después de tanto tiempo.-Lo hice porque no había otra opción, por su culpa, ellos te convirtieron en un monstruo.-Respondió, con un nudo en la garganta, intentando retroceder.-Quise salvarte, Jenn, de verdad que lo intenté...-No, no podía rendirse, debía luchar.-Sí, yo apreté el gatillo, aún recuerdo eso, cada día que me despierto... Por eso tú no puedes ser real... Porque te vi morir, y yo mismo te enterré.-Se llevó una mano al colgante, donde además de sus chapa identificativa, también colgaba el anillo de compromiso, lo agarró, como si fuera un amuleto que alejase los malos recuerdos, esperando que funcionase de alguna manera.

■ Esto no es real. [Lanza 5 dados].

El miembro 'Drake Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

La maldita vieja se le esfuma de entre los dedos, con un grito, empieza a golpear la pared, su mano siniestra la aporrea con fúria una y otra vez, sabe que algo extraño está pasando, o quizá no, lleva mucho sin drogarse cierto, pero no es la primera vez que tiene visiones de su propia mente, momentos jodidos de asimilar con el insomnio crónico, pero aun así esta vez es distinto.
-Blyad Cyka! Me cagon la puta! A le merde! Verloren! Vernunft Verloren!...-
«Adam... por favor, para ya con todo esto».

Ni todos los gritos en todos los idiomas que pueda conocer, ni odio y dolor pueden protegerle de sus propios demonios.
Ya no está en Redmoore, está en esa seca tarde de septiembre, frente a la puerta de su casa, en El Paso, Texas. Vestido con unos vaqueros y una camiseta verde, junto a su petate listo, siente las manos de Mariah acariciar su rostro. Está a punto de marcharse a su siguiente destino.
«No queremos que te hagas más daño».

Una fuerte punzada de dolor recorre su cabeza al tiempo que siente como le fallan las fuerzas, sabe que algo ha pasado, algo demasiado extraño de explicar. Aunque está en una situación de peligro le ocurre algo muy extraño, como si fueran diapositivas en movimiento comienza a recordar cosas que le eran imposibles, no puede moverse, sobrepasado por como la maldita realidad puede superar a la ficción.

"La mirada de su madre con todos esos adornos hippies, mientras lo aupa de su cuna jugando con él, con ese dulce olor a hierbas, la fuerte voz de su padre, con su corte de pelo tan recto y militar y lo estricto que sonaba siempre. Como empezó a hablar y andar, a montar en bici, sus primeros amigos y tocar por primera vez una guitarra..."
«Te estamos esperando cariño».

Pero con esa misma melodía, conforme va a tener su primer mal recuerdo, una sensación extraña lo saca de ese trance, mientras toma las manos de su difunta esposa y de Nirvana, su niñita, con quien juguetea con los dedos, mientras unas lágrimas brotan de su rostro, sabe que no es real, pero echa tanto de menos a la pequeña que el corazón se le acongoja al tiempo que las palabras.
-Sabes porqué tengo que volver cariño...-Recuerda perfectamente esa conversación mientras su respiración se acelera, espectador inútil en un dialaogo que sabe perfectamente como va a terminar.
-...Siguen suecuestrando niños, poniendo bombas en colegios y hospitales, torturan y crean el miedo...No les odio por tener miedo...Odio a los que atemorizan a los demás y amo pagarles con la misma moneda...-Las observa tratándo de agarrarse fuerte a lo que sea que le esté pasando.

Se estaba curando? Estaba recordando cosas, que le habían sido imposibles y hay una cosa que tiene muy clara, no puede parar ahora, necesita más, necesita llegar hasta el final.
-Sabes que lo acepto Mariah...Estoy dispuesto a hacer, lo que otros no pueden...No es patriotismo, ni por dinero ni tampoco para demostrarle nada a nadie, es porque tengo que hacer algo, siento que cada día cuando me levanto, todo por lo que estoy luchando no vale nada, que importa si me marcho o no?...Al final un día el conflicto llegará hasta casa y no habrá donde huir...-aun así trata de nuevo de aferrarse a lo que está viviendo, quiere más y le sobra rock n roll para lo que venga. Sabe que si quiere superar los problemas que le han ido persiguiendo desde que despertó amnesico en 2012 ha de hacerlo ahora, como sea.

Mariah es una mujer de origen latino(Por parte de madre), de unos 30 en ese entonces, de piel pálida, ojos verdes y cabello rojo. Atractiva, muy paciente y con un respeto y amor por todos los seres vivos incalculable. Amaba la tenacidad que su marido tenía, el respeto que poseía por la vida y la compasión que sentía en su entrega por los demás, es ahí cuando más queman esos tatuajes inscritos en su espalda.

Nirvana, su pequeña, su niñita, de cabello cobrizo y ojos claros también, delgada y alta, de unos diez años, fuerte y amable, siempre con una sonrisa en el rostro como su padre. Ambas con una voz muy suave y aterciopelada, los tres disfrutaban de cantar canciones juntos. La niña no se parece en nada a Adam físicamente, pero es clavada a su madre.

→ DESAFÍO:
■ Vale, voy. [Lanza un dado].

El miembro 'BalioN' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Números' :

Resultados :

Todavía puede recordarlo, el sonido del gorgoteo de la sangre que salía por su boca, sus ojos desorbitados dando vueltas por la habitación, el sonido que hizo el cuchillo al salir de su cuello... Revivirlo era como un subidón de adrenalina recorriendo su cuerpo, solo de imaginarse volviendo a empuñar ese cuchillo hacía que le temblaran las piernas, pero...

- ¡Hey! ¡Hey! Si, tu, la de la palanca...

La voz de la niña; la cual había olvidado por completo tras esa imagen; la saca de sus pensamientos y gira bruscamente la cabeza en su dirección. Dentro de ella algo pelea, algo dice no. Su sonrisa se ensancha.

- Niña...

Empieza hablando ignorando al resto de presentes, pero hace un gesto molesto con la cara como si algo le doliese y sacude la cabeza de lado a lado. Respira hondo y suspira. Su expresión corporal cambia a una más tranquila, relajando los hombros y flexionando un poco sus rodillas. Levanta el rostro en el cual se puede ver una mueca de preocupación y se acerca a ella despacio.

- Escúchame, este sitio no es seguro... - Uno de los hombres sale corriendo por un pasillo, otro de ellos empieza a hablar solo y, tras un parpadeo parecieron quedarse solas. Mira a su alrededor con el corazón a mil mientras Su voz resuena dentro de su cerebro

"¿Qué estas haciendo? Conseguirás que nos maten"
-¡Callate!  - Grita girando sobre si misma y luego vuelve a centrar la vista en la chiquilla terminando de acercarse a ella de dos zancadas. No quería asustarla, no quería hacerle daño... No, realmente no quería.

"¿Qué valor tiene una niña que no has visto nunca?"
- El mismo valor que podría tener yo si no hubiese pasado.. eso. - Para los ojos de los que estuvieran fuera, Lilyan estaba hablando sola pero, para ella, esa otra Ella vivía allí, en su interior, en ese agujero frío y profundo lleno de oscuridad. - Mira niña, no sé que es lo que esta pasando en este si-... - Su voz enmudece igual que la de Ella cuando el sonido de esas cosas viscosas llega a sus oídos. Se gira y las ve, cinco viscosos y asquerosos bichos con pinta de sanguijuela se arrastraban en su dirección.

"No dudes" Su mano aprieta el ferreo objeto entre sus manos "No puedes fallar" Cada vez están más cerca "Ataca" El sonido era tan molesto como un mosquito revoloteando alrededor de tu cabeza "Ataca... AHORA" - Lilyan alza la palanca y la baja con fuerza dispuesta a aplastar a la más cercana que se encontraba en la pared, para así, luego tratar de clavar el final del arma en dos que se encontraban en el suelo.

Se nombra: Richard, Drake y James
Dialogo con: Ranza
Opción: Atacar a 3 objetivos (12 daditos que me trago, así, para empezar fuerte)

PD: Perdoname Ranza, me apetecía mucho jugármela desde el principio XD