- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 15 usuarios en línea: 1 Registrado, 0 Ocultos y 14 Invitados :: 3 Motores de búsquedaThea Grayson
Élite {50/54}
|
Hermanos
Directorios
|
November rain [Matthew K.]
Página 1 de 1. • Comparte
25 de noviembre de 2015
Mariposa (mapa), California
Mariposa (mapa), California
La tranquilidad se rompió en mitad de la nada. En kilómetros de soledad no se veía nada, hasta llegar a aquel punto exacto en el que había un coche, sin gasolina y una mujer notablemente exasperada.
— Esto va a acabar conmigo — caminó hasta quedar frente al capó del jeep, colocó el mapa sobre este y comenzó a mirar con atención qué era lo más cercano que había hasta su posición. Se trataba de un pueblo, uno pequeño de menos de 2.000 habitantes: Mariposa. Estaría bien porque no habría demasiado población infectada, pero desconocía si encontraría gasolina para el coche, que la había dejado tirada en mitad de la nada. Solía ser muy pacífica, pero en aquel momento no le importaría pegarle una buena patada en el culo a quien usó el vehículo y luego no lo aprovisionó, se suponía que siempre había que hacer eso. Claro que también ella tenía su parte de culpa por no asegurarse antes de salir.
Con las manos en sus caderas se giró para mirar a su alrededor, el pueblo en cuestión no quedaba lejos, podría llegar y volver antes de que anocheciera. El problema era que no se sentía del todo segura al hacerlo. Lo que se había convertido en una sencilla misión de reconocimiento de los alrededores iba a acabar en algo mucho más complicado. Pero no sería la primera vez que ella se enfrentaba a algo así, y aún seguía viva, debía confiar más en sí misma, ¿no? Así que decidió que se acercaría a Mariposa.
Algo más de una hora más tarde por fin comenzaba a ver los edificios de aquel pueblo, Ashley sonreía al ver un cartel que señalaba una gasolinera no muy lejos de su posición. Tan solo esperaba que en aquella aún quedase combustible, o que funcionara la bomba del surtidor, cosa que no solía ocurrir demasiado... Ya había dado con un par de lugares en los que aún quedaba gasolina, pero con sus medios era imposible de sacar.
Se preguntaba si en Silver Lake, a estas alturas, se habrían percatado de su ausencia. No había avisado a nadie de su marcha porque sabía que querrían haberla acompañado y por ahora prefería seguir sola. ¿Que si aún lo prefería? sí, mientras las cosas no se complicaran aún más. Garrafa en mano fue capaz, por fin, de llegar hasta la dichosa gasolinera y sin encontrarse con ni un solo zombie. Eso la agradaba, aunque no la tranquilizara del todo, seguía alerta por lo que pudiera pasar. Una vez junto al surtidor, comprobó que este funcionara y ¡lo hacía! Lo que ahora le daba más pereza sería regresar al coche andando cargada con la garrafa. Pero iba a hacer de aquel día algo rentable, pese a aquella metedura de pata. Solo estaba inspeccionando la zona, pero si lograba encontrar algún supermercado y víveres para llevarse... ¡Aquello habría sido un éxito!
— Por fin algo de suerte — guardaría la ubicación de aquel lugar y más tarde se la pasaría a Nicholas, para que enviara a algún grupo en busca de más gasolina, pues no se trataba de algo fácil de obtener en aquellos días. A no ser que encontrase algún bidón o algo más para llenar. Mientras se llenaba la garrafa observaba su alrededor con atención, el aroma del combustible inundaba sus fosas nasales mientras que ella se fijaba en la fachada de uno de los edificios. Le había parecido ver algo; habría jurado que había alguien observándola tras una de las cortinas y que esta se había movido cuando puso la mirada en ella. Justo en frente, en lo que parecía un pequeño hostal. Dejó la manguera en su sitio para marcharse de allí lo más rápido posible, lo último que necesitaba eran más problemas, pero ah no... Estos llegaban ya. Fue cuestión de segundos, volvió su rostro en otra dirección, viendo como una llave inglesa no la golpeaba por los pelos. Esta impactó contra el surtidor y cayó al suelo.
La criatura en sí parecía uno de esos seres, un zombie más, pero no lo era, se trataba de otra de las atroces abominaciones de Umbrella. Portaba una llave inglesa y trataba de golpearla una segunda vez. Se tiró al suelo y pateó sus piernas para hacerle perder el equilibrio, la criatura cayó al suelo mientras que ella se ponía en pie. Tal vez no fuera muy astuto por su parte, pero ella nunca se había considerado con la suficiente preparación como para pelear directamente. Golpeó la llave de tal forma que quedase lejos del zombie, para evitar un nuevo ataque. Ahí es cuando se dio cuenta de que efectivamente no era un zombie normal y corriente, ya que su cara estaba llena de ojos. Así, sin más.
— ¡Dios santo! — exclamó porque no había palabras. Tenía que salir de allí lo más rápido posible, porque no estaba solo, llegaban más y el que tenía más cerca comenzaba a ponerse en pie. — Ahora si que me arrepiento de venir sola... — susurró a la vez que corría hacia el interior de la cafetería de la gasolinera. Sin olvidarse de la maldita garrafa, de eso igual se arrepentía, pero se trataba de su billete de salida. Aquel primer ataque no había sido más que una distracción para rodearla. La cafetería aparentaba desierta, corrió hacia la cocina, cerrando tras de ella. No tardarían en llegar. En el fondo de aquella estancia había un ventanuco, en la parte alta, era pequeño, pero lo suficientemente grande como para poder salir por él. Se subió a la encimera, golpeó el cristal hasta que se rompió, despejó los cristales rápidamente, como mejor podía, lanzó el pequeño bidón sobre unos arbustos y se impulsó para saltar por la ventana. Todo eso mientras que escuchaba los ruidos al otro lado, estaban ya ahí. Cayó al suelo de un aparcamiento trasero, llevándose un buen golpe en el costado. — Mierda... — maldijo llevándose una mano a la zona, dolía a rabiar, pero no podía detenerse allí. Sabía que no tardarían en aparecer, los zombies por lo general eran más idiotas, pero aquello que había visto junto al surtidor demostraba ser mucho más que un simple zombie y eso le llevó a preguntarse si sería capaz de regresar a Silver Lake. Y no contentos con todo lo que estaba pasando, las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer.
— Genial... — susurró sarcástica, mientras trataba de ponerse en pie, pese al dolor.
- Matt :
¡Al fin algo de maldita suerte! Había pensado Matt cuando pudo llenar el tanque de gasolina de la motocicleta que había encontrado. El problema es que no tenía donde llevar un poco más para el viaje así que había escondido la motocicleta y había decidido que buscaría por la zona. Al principio todo había parecido tranquilo, pero siempre era así, al principio todo era paz y de golpe todo se iba a la mierda ¿Y que era lo peor? Lo peor es que no tenía ninguna de las armas que había tenido, le había robado todo y necesitaba reabastecerse o todo terminaría saliendo muy mal para el.
Miro la cafetería pero no creía encontrar nada, luego pensó en el motel pero algunos ruidos lo alertaron y decido esconderse. Podía enfrentarse a algún zombie con las manos pero no a un grupo. Se encogió en la parte de atrás de cafetería pero lo que vio le causo cierto escalofríos, no eran zombies, no tenían ese aspecto pero definitivamente no eran humano, así que en ese momento estuvo seguro que nadie podía estar vivo allí. Sabía que tenía que marcharse de ese lugar lo más rápido posible porque no tenía con que enfrentar a esas cosas.
El problema era que el se había escondido al otro lado de la calle y había escondido su motocicleta. Para poder marcharse tenía que salir de su escondite. Quizás debería buscar algo con que enfrentarse a esas porquerías pero entonces noto que se alejaban de la gasolinera, quizás esa era su oportunidad. Pero lo que vio lo dejo frío, una mujer se acercó a la bomba de gasolina. No podía verla muy bien, pero ella le recordó al pasado y todo lo demás sucedió muy rápido, una de esas mierdas la atacó y ella se metió en el café, así que Matthew decidió rodear el lugar hasta donde escucho el ruido de los cristales rompiéndose.
Ella salió de allí pero se quedó en el suelo, la lluvia comenzó a caer y el fue hacia ella. El corazón golpeaba con fuerza su pecho y fue peor al ver su rostro -levantate- le dijo mientras iba hacia ella y la tomaba de un brazo para pasarlo por sus hombros y tomarla de la cintura. Con la otra mano tomo el bidón de gasolina y la levantó. Había tanto que decir y preguntar pero tenían que salir de allí. Casi como si esas cosas hubieran escuchado sus pensamientos salieron detrás de ellos. Tenían que apresurarse así que la llevo hasta donde estaba la motocicleta y le entrego el bidón -puedes sostenerte?- no estaba seguro que ella no estuviera herida pero no era el lugar para ver eso.
Se subió a la motocicleta y giró la llave mientras ella se subía, arranco a toda velocidad mientras esas cosas parecían querer perseguirlos. Ahora entendía porque había gasolina en ese pueblo, estaba seguro que muchos no ha Ian podido salir vivos de ahí. Cuando estuvieron lo suficiente lejos el freno al costado de la carretera y sin decir una palabra bajo ¿Que se supone que debía decir? -¿Estás herida?- pero antes incluso que ella respondiera dijo - ¿Dónde demonios estabas?- no había olvidado todo, pero también se había sentido sumamente culpable por ella
Miro la cafetería pero no creía encontrar nada, luego pensó en el motel pero algunos ruidos lo alertaron y decido esconderse. Podía enfrentarse a algún zombie con las manos pero no a un grupo. Se encogió en la parte de atrás de cafetería pero lo que vio le causo cierto escalofríos, no eran zombies, no tenían ese aspecto pero definitivamente no eran humano, así que en ese momento estuvo seguro que nadie podía estar vivo allí. Sabía que tenía que marcharse de ese lugar lo más rápido posible porque no tenía con que enfrentar a esas cosas.
El problema era que el se había escondido al otro lado de la calle y había escondido su motocicleta. Para poder marcharse tenía que salir de su escondite. Quizás debería buscar algo con que enfrentarse a esas porquerías pero entonces noto que se alejaban de la gasolinera, quizás esa era su oportunidad. Pero lo que vio lo dejo frío, una mujer se acercó a la bomba de gasolina. No podía verla muy bien, pero ella le recordó al pasado y todo lo demás sucedió muy rápido, una de esas mierdas la atacó y ella se metió en el café, así que Matthew decidió rodear el lugar hasta donde escucho el ruido de los cristales rompiéndose.
Ella salió de allí pero se quedó en el suelo, la lluvia comenzó a caer y el fue hacia ella. El corazón golpeaba con fuerza su pecho y fue peor al ver su rostro -levantate- le dijo mientras iba hacia ella y la tomaba de un brazo para pasarlo por sus hombros y tomarla de la cintura. Con la otra mano tomo el bidón de gasolina y la levantó. Había tanto que decir y preguntar pero tenían que salir de allí. Casi como si esas cosas hubieran escuchado sus pensamientos salieron detrás de ellos. Tenían que apresurarse así que la llevo hasta donde estaba la motocicleta y le entrego el bidón -puedes sostenerte?- no estaba seguro que ella no estuviera herida pero no era el lugar para ver eso.
Se subió a la motocicleta y giró la llave mientras ella se subía, arranco a toda velocidad mientras esas cosas parecían querer perseguirlos. Ahora entendía porque había gasolina en ese pueblo, estaba seguro que muchos no ha Ian podido salir vivos de ahí. Cuando estuvieron lo suficiente lejos el freno al costado de la carretera y sin decir una palabra bajo ¿Que se supone que debía decir? -¿Estás herida?- pero antes incluso que ella respondiera dijo - ¿Dónde demonios estabas?- no había olvidado todo, pero también se había sentido sumamente culpable por ella
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Prácticamente se arrastraba por el suelo, en esa fracción de segundos dudó de si podría volver al jeep. La parte de atrás de aquella gasolinera era una especie de aparcamiento, que comenzaba a llenarse de esos indeseables. Al menos eran zombies normales, uno, dos, tres, cuatro... y ella dejó de contar. Entre las nubes de lluvia un rayo de luz iluminó el aparcamiento cegándola por un instante. Hasta que una figura se movió a apenas escaso metro de su posición. Instintivamente, muy nerviosa, desenfundó el machete y trató de ponerse en pie, sujetando su costado con la mano libre.
Era humano, estaba vivo. Comprendió cuando la habló, pero esa voz... en aquel momento sintió que estaba delirando, era la explicación razonable a distinguir perfectamente la voz de Matt y no solo eso, aquel hombre era él. ¿Cómo era posible?
— ¿Ma-Matt? — logró decir. Ashley nunca había sido el prototipo de persona que sobrevivía al apocalipsis, ni siquiera ella apostó nada por si misma. Sin embargo, se había juntado con buenas personas, que la habían ayudado a aprender, a hacerse valer por si sola. Y en aquel preciso instante todo ese coraje que desprendía se resquebrajó en mil pedazos. El hombre la ayudó a ponerse en pie y la sujetó con fuerza para ayudarla a avanzar mientras que ella, dejándose llevar, le miraba con una mezcla de sorpresa y tristeza. Sentía tantas cosas. Vergüenza, tristeza, dolor... Matthew lo había sido todo para Ashley y lo que ocurrió, su engaño, había supuesto simplemente el mayor de los traumas para la mujer.
Ambos huyeron de allí en una moto que él tenía. Ashley ni siquiera prestó atención al camino que seguían, olvidándose del jeep y de todo. Se aferró a él y se quedó muy quieta hasta que se detuvieron y bajó de la motocicleta prácticamente tambaleándose. Se agachó a un lado del arcén y respiró hondo sin mirarle.
— Estoy bien, ha sido el golpe... ya apenas duele — en aquel momento se dio cuenta de que si no hubiera sido gracias a él, a estas alturas estaría muerta. Se puso en pie y se giró para mirarle. — Cuando atacaron el refugio... — empezó a explicarle, aunque al final se calló por completo y se quedó mirándole. Estaba algo cambiado, le veía diferente, el pelo, la barba, alguna herida... Ashley quería abrazarle, pero entonces recordó la última conversación que tuvieron, no había sido agradable. Y ahora temía que al acercarse la rechazase, no sabía cómo actuar.
— ¿Tú estás bien? — añadió al final. Se quedó muy quieta mirándole fijamente, casi con miedo hasta de pestañear, como si cualquiera de sus movimientos fueran a hacerle marchar.
Se encontraban en mitad de la nada, en una carretera rodeada por cultivos de trigo muy altos. Seguía lloviendo, no con tanta fuerza como al principio, pero sus ropas estaban completamente caladas. Ashley estaba tiritando y ni se había percatado de ello. Porque seguía mirándole a él y no supo qué fue lo que la hizo cambiar de idea, simplemente se adelantó hasta él y le abrazó con todas sus fuerzas, rodeandole con ambos brazos, aferrándose como si ese simple gesto pudiera cambiarlo todo. Después de tantos meses lo daba por perdido, después de tanto tiempo, lo necesitaba.
Era humano, estaba vivo. Comprendió cuando la habló, pero esa voz... en aquel momento sintió que estaba delirando, era la explicación razonable a distinguir perfectamente la voz de Matt y no solo eso, aquel hombre era él. ¿Cómo era posible?
— ¿Ma-Matt? — logró decir. Ashley nunca había sido el prototipo de persona que sobrevivía al apocalipsis, ni siquiera ella apostó nada por si misma. Sin embargo, se había juntado con buenas personas, que la habían ayudado a aprender, a hacerse valer por si sola. Y en aquel preciso instante todo ese coraje que desprendía se resquebrajó en mil pedazos. El hombre la ayudó a ponerse en pie y la sujetó con fuerza para ayudarla a avanzar mientras que ella, dejándose llevar, le miraba con una mezcla de sorpresa y tristeza. Sentía tantas cosas. Vergüenza, tristeza, dolor... Matthew lo había sido todo para Ashley y lo que ocurrió, su engaño, había supuesto simplemente el mayor de los traumas para la mujer.
Ambos huyeron de allí en una moto que él tenía. Ashley ni siquiera prestó atención al camino que seguían, olvidándose del jeep y de todo. Se aferró a él y se quedó muy quieta hasta que se detuvieron y bajó de la motocicleta prácticamente tambaleándose. Se agachó a un lado del arcén y respiró hondo sin mirarle.
— Estoy bien, ha sido el golpe... ya apenas duele — en aquel momento se dio cuenta de que si no hubiera sido gracias a él, a estas alturas estaría muerta. Se puso en pie y se giró para mirarle. — Cuando atacaron el refugio... — empezó a explicarle, aunque al final se calló por completo y se quedó mirándole. Estaba algo cambiado, le veía diferente, el pelo, la barba, alguna herida... Ashley quería abrazarle, pero entonces recordó la última conversación que tuvieron, no había sido agradable. Y ahora temía que al acercarse la rechazase, no sabía cómo actuar.
— ¿Tú estás bien? — añadió al final. Se quedó muy quieta mirándole fijamente, casi con miedo hasta de pestañear, como si cualquiera de sus movimientos fueran a hacerle marchar.
Se encontraban en mitad de la nada, en una carretera rodeada por cultivos de trigo muy altos. Seguía lloviendo, no con tanta fuerza como al principio, pero sus ropas estaban completamente caladas. Ashley estaba tiritando y ni se había percatado de ello. Porque seguía mirándole a él y no supo qué fue lo que la hizo cambiar de idea, simplemente se adelantó hasta él y le abrazó con todas sus fuerzas, rodeandole con ambos brazos, aferrándose como si ese simple gesto pudiera cambiarlo todo. Después de tantos meses lo daba por perdido, después de tanto tiempo, lo necesitaba.
- Matt :
No había pensado en lo que estaba haciendo, al verla simplemente había sentido que tenía que salvarla, sobre todo porque antes no había podido cuidar de ella y eso lo había hecho sentir culpable, al punto que no podía dormir por las noches imaginando lo que había pasado con ella. ¿Cómo era posible que tantos pensamientos se atiborraran en su mente? Una parte de él aún creía que ella sabía lo que iba a pasar y que se había quedado callada porque sino ¿Por qué dejar que el crea que era una simple maestra cuando era algo más? Aún así todo eso no importó cuando la vio en peligro, fue hacia ella y la ayudo a levantarse.
Pero cuando ella dijo su nombre sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo. El tono de su voz diciendo su nombre le recordó esas veces donde despertaba con ella en sus brazos y como si tuviera una roca en el pecho le costó respirar. Aún así no le contesto. No porque no quisiera, simplemente porque su voz no salía para nada. Ashley siempre le había parecido una mujer indefensa pero la ha Is visto sacar el machete y estar dispuesta a defenderse ¿Que había pasado con ella? Era posible que en realidad jamás la hubiera conocido?
Una vez arriba de la motocicleta salieron a toda velocidad porque más importante que cualquier pregunta o reclamo, era sobrevivir. Mientras conducía podía sentirla pegada a su cuerpo ¿La extrañaba? Su, extrañaba a la mujer que había amado con locura pero el problema era que no sabía si esa mujer había existido en verdad. Le había mentido en tanto que no tenía idea que era verdad y que no lo era.
Una vez que se detuvieron y bajaron el la miro y la idea de que la hayan mordido le paralizó el corazón, al menos hasta que ella dijo que sólo había sido el golpe, fue entonces cuando el comenzó a preguntarse ¿Dónde demonios había estado? Ella comenzó a explicarle pero termino por quedarse callada y entonces el silencio reino entre ellos, porque si había algo que tenía ese nuevo mundo era el silencio. Los dos se quedaron mirándose bajo la lluvia que había empapado por completo sus ropas. Ella se veía diferente, pero igual de hermosa que siempre. Por supuesto ese mundo hacía que todos cambiarán pero el seguía viéndola realmente hermosa.
Asintió con la cabeza cuando pregunto si el estaba bien ¿Que iba a decirle? "no, la verdad es que no puedo dormir desde que desapareciste y la única manera de hacerlo es ponerme ebrio" no, nada de eso tenía sentido, había querido todo con esa mujer y una parte de él seguía queriéndola mientras que la otra seguía diciéndole que ella era solo una extraña que le había mentido todo el tiempo
Vio como ella tiritaba y solo quería protegerla ¿Cómo iba a seguir con eso? Aunque dejó de preguntarse tantas cosas cuando ella se abalanzó a sus brazos, el la tomo entre ellos y la pegó a su cuerpo para darle algo de su calor mientras depósito un pequeño beso en su cabeza -Me has tenido preocupado- le susurró, porque quizás jamás volviera a confiar en ella pero la había necesitado mucho. Desde que el apocalipsis se había desatado pocas cosas traían un poco de paz a su mente así decidió aprovechar de aquello.
Pasó suavemente sus manos por sus brazos y luego volvió a abrazarla -necesitamos buscar un refugio- porque aunque no quería separarse de ella sabía que iban a congelarse ahí afuera. Se quitó la chaqueta del traje militar y la puso sobre ella para mantenerla caliente un poco más mientras levantaba la vista, volver al pueblo no era una opción así que tenían que seguir. Se subió a la motocicleta y espero que ella lo hiciera para volver a arrancar.
El camino parecía eterno hasta que vio una granja metida en el campo, parecía desolada así que se metió por el medio de la nada hasta llegar ahí. Estacionó a algo de distancia para asegurarse -hace unos días me quedé sin armas ¿Me prestas el machete? - por supuesto que el iba a ir a explorar la casa pero no lo haría con un destornillador en la mano
Pero cuando ella dijo su nombre sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo. El tono de su voz diciendo su nombre le recordó esas veces donde despertaba con ella en sus brazos y como si tuviera una roca en el pecho le costó respirar. Aún así no le contesto. No porque no quisiera, simplemente porque su voz no salía para nada. Ashley siempre le había parecido una mujer indefensa pero la ha Is visto sacar el machete y estar dispuesta a defenderse ¿Que había pasado con ella? Era posible que en realidad jamás la hubiera conocido?
Una vez arriba de la motocicleta salieron a toda velocidad porque más importante que cualquier pregunta o reclamo, era sobrevivir. Mientras conducía podía sentirla pegada a su cuerpo ¿La extrañaba? Su, extrañaba a la mujer que había amado con locura pero el problema era que no sabía si esa mujer había existido en verdad. Le había mentido en tanto que no tenía idea que era verdad y que no lo era.
Una vez que se detuvieron y bajaron el la miro y la idea de que la hayan mordido le paralizó el corazón, al menos hasta que ella dijo que sólo había sido el golpe, fue entonces cuando el comenzó a preguntarse ¿Dónde demonios había estado? Ella comenzó a explicarle pero termino por quedarse callada y entonces el silencio reino entre ellos, porque si había algo que tenía ese nuevo mundo era el silencio. Los dos se quedaron mirándose bajo la lluvia que había empapado por completo sus ropas. Ella se veía diferente, pero igual de hermosa que siempre. Por supuesto ese mundo hacía que todos cambiarán pero el seguía viéndola realmente hermosa.
Asintió con la cabeza cuando pregunto si el estaba bien ¿Que iba a decirle? "no, la verdad es que no puedo dormir desde que desapareciste y la única manera de hacerlo es ponerme ebrio" no, nada de eso tenía sentido, había querido todo con esa mujer y una parte de él seguía queriéndola mientras que la otra seguía diciéndole que ella era solo una extraña que le había mentido todo el tiempo
Vio como ella tiritaba y solo quería protegerla ¿Cómo iba a seguir con eso? Aunque dejó de preguntarse tantas cosas cuando ella se abalanzó a sus brazos, el la tomo entre ellos y la pegó a su cuerpo para darle algo de su calor mientras depósito un pequeño beso en su cabeza -Me has tenido preocupado- le susurró, porque quizás jamás volviera a confiar en ella pero la había necesitado mucho. Desde que el apocalipsis se había desatado pocas cosas traían un poco de paz a su mente así decidió aprovechar de aquello.
Pasó suavemente sus manos por sus brazos y luego volvió a abrazarla -necesitamos buscar un refugio- porque aunque no quería separarse de ella sabía que iban a congelarse ahí afuera. Se quitó la chaqueta del traje militar y la puso sobre ella para mantenerla caliente un poco más mientras levantaba la vista, volver al pueblo no era una opción así que tenían que seguir. Se subió a la motocicleta y espero que ella lo hiciera para volver a arrancar.
El camino parecía eterno hasta que vio una granja metida en el campo, parecía desolada así que se metió por el medio de la nada hasta llegar ahí. Estacionó a algo de distancia para asegurarse -hace unos días me quedé sin armas ¿Me prestas el machete? - por supuesto que el iba a ir a explorar la casa pero no lo haría con un destornillador en la mano
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
¿Y ahora? Cuando su mentira se destapó, Ashley comenzó a sentirse como si hubiera sido otra persona hasta ahora, como si ello hubiera influido en su vida hasta el punto de cambiarla de verdad. Y era sencillamente porque Matt la miraba de otra forma, como si hubiera desaparecido, como si fuera otra y eso le dolía tanto... Ella nunca quiso aquello.
Se refugió en la enorme chaqueta de Matthew y se recostó en su espalda. Ashley se abrazó a él y dejó que él siguiera el camino que creyera conveniente. No fue capaz de decir nada más, ¿qué podía decirle? Ella nunca quiso engañarlo, pero fue algo que surgió... y luego, no fue a nada mejor cuando resultó que su empresa había destruido prácticamente el mundo entero. Pareció que ocultaba algo, que ella había sido una cómplice directa de Umbrella, pero nunca fue así y ahora sus palabras no importaban mucho, porque eran las palabras de una mentirosa.
Una mezcla de sentimientos bastante dispares se mezclaban en su interior. Sentía una enorme alegría por verle vivo, aunque siempre creyó en que él seguiría vivo, pero otros como el miedo, el dolor... por todo cuanto había pasado se apoderaban de ella. No era una situación fácil, sabía que le había hecho daño y era lo que más la atormentaba, además de que había roto su confianza en ella.
La chaqueta la había ayudado a entrar en calor, al ser impermeable. Ashley se bajó de la motocicleta y le entregó el machete tal y como le había pedido. Observó la casa, anteriormente habría sido una granja, ahora se encontraba muy destartalada, pero serviría para refugiarse en ella de la tormenta.
Avanzó tras él hasta el porche. Las ventanas de la casa seguían intactas, en apariencia llevaba mucho tiempo abandonada y eso parecía buena señal, ¿pero hasta qué punto? En su cinturón, bajo la chaqueta llevaba una glock, aunque recordaba que no con demasiadas balas. Ashley se colocó a un lado de la puerta y le hizo una señal a Matt, ella le abriría la puerta y le cubriría. Había pasado mucho tiempo, en Silver Lake había aprendido a defenderse, a disparar... solía salir en búsqueda de útiles con más gente y en definitiva había aprendido a vivir en el apocalipsis. Todo muy diferente a cuando vivía en el refugio de Atlanta. Se había comprometido con la lucha de Terra Save y eso había supuesto muchos cambios en su vida. Necesitaba redimirse.
Empujó la puerta hacia el interior de la casa.
No se escuchó nada y Ashley pasó al interior. Era una entrada sencilla y polvorienta, unas escaleras ascendían a la siguiente planta, una puerta a la izquierda que daría a un garaje y a la derecha lo que parecía un salón. Olía a cerrado y humedad. Pero todo era mejor que la fuerte lluvia. Avanzó por el salón hasta otra puerta que daba a una cocina, Ashley inspeccionó rápido esa planta.
— Aquí hay otra puerta — habló desde la cocina, mientras que la abría. Unas escaleras se adentraban en un sótano oscuro del que salía un olor aún más desagradable, por experiencia la mujer cerró la puerta. — Creo que mejor quede cerrada... — añadió en un susurro mientras se acercaba a los muebles de la cocina y comenzaba a revisarlos.
— Matt... — fue colocando las cosas en la encimera, debían revisar la siguiente planta, aunque algo le decía que quienes vivieran allí antes ahora se encontraban en el sótano y no pudo evitar sentir lástima por ellos. — Yo... — empezó a decir mientras se acercaba a él. — Tuve que huir de Atlanta, cuando se calmó todo regresé, pero no quedaba nada, ni nadie... — agachó la mirada. — Te busqué y... — la mirada se le cambió, pues al recordar aquellos días: pensó en lo peor, ni siquiera pudo encontrar a su hermana Elizabeth, a nadie. Pero pese al miedo y a cierta incertidumbre, siempre creyó en Matthew, en que era imposible que hubiera muerto. — Encontré a un grupo de gente, ellos me acogieron y viajamos por el país hasta California, allí hay un refugio, mucho mayor de lo que fue el campamento de Atlanta — explicó hasta que tuvo que desviar la mirada hacia el techo; un ruido hizo que su conversación se detuviera. Acto seguido miró a Matt y su mano fue a parar a la funda del machete, recordando que ahora lo tenía él.
Se refugió en la enorme chaqueta de Matthew y se recostó en su espalda. Ashley se abrazó a él y dejó que él siguiera el camino que creyera conveniente. No fue capaz de decir nada más, ¿qué podía decirle? Ella nunca quiso engañarlo, pero fue algo que surgió... y luego, no fue a nada mejor cuando resultó que su empresa había destruido prácticamente el mundo entero. Pareció que ocultaba algo, que ella había sido una cómplice directa de Umbrella, pero nunca fue así y ahora sus palabras no importaban mucho, porque eran las palabras de una mentirosa.
Una mezcla de sentimientos bastante dispares se mezclaban en su interior. Sentía una enorme alegría por verle vivo, aunque siempre creyó en que él seguiría vivo, pero otros como el miedo, el dolor... por todo cuanto había pasado se apoderaban de ella. No era una situación fácil, sabía que le había hecho daño y era lo que más la atormentaba, además de que había roto su confianza en ella.
La chaqueta la había ayudado a entrar en calor, al ser impermeable. Ashley se bajó de la motocicleta y le entregó el machete tal y como le había pedido. Observó la casa, anteriormente habría sido una granja, ahora se encontraba muy destartalada, pero serviría para refugiarse en ella de la tormenta.
Avanzó tras él hasta el porche. Las ventanas de la casa seguían intactas, en apariencia llevaba mucho tiempo abandonada y eso parecía buena señal, ¿pero hasta qué punto? En su cinturón, bajo la chaqueta llevaba una glock, aunque recordaba que no con demasiadas balas. Ashley se colocó a un lado de la puerta y le hizo una señal a Matt, ella le abriría la puerta y le cubriría. Había pasado mucho tiempo, en Silver Lake había aprendido a defenderse, a disparar... solía salir en búsqueda de útiles con más gente y en definitiva había aprendido a vivir en el apocalipsis. Todo muy diferente a cuando vivía en el refugio de Atlanta. Se había comprometido con la lucha de Terra Save y eso había supuesto muchos cambios en su vida. Necesitaba redimirse.
Empujó la puerta hacia el interior de la casa.
No se escuchó nada y Ashley pasó al interior. Era una entrada sencilla y polvorienta, unas escaleras ascendían a la siguiente planta, una puerta a la izquierda que daría a un garaje y a la derecha lo que parecía un salón. Olía a cerrado y humedad. Pero todo era mejor que la fuerte lluvia. Avanzó por el salón hasta otra puerta que daba a una cocina, Ashley inspeccionó rápido esa planta.
— Aquí hay otra puerta — habló desde la cocina, mientras que la abría. Unas escaleras se adentraban en un sótano oscuro del que salía un olor aún más desagradable, por experiencia la mujer cerró la puerta. — Creo que mejor quede cerrada... — añadió en un susurro mientras se acercaba a los muebles de la cocina y comenzaba a revisarlos.
— Matt... — fue colocando las cosas en la encimera, debían revisar la siguiente planta, aunque algo le decía que quienes vivieran allí antes ahora se encontraban en el sótano y no pudo evitar sentir lástima por ellos. — Yo... — empezó a decir mientras se acercaba a él. — Tuve que huir de Atlanta, cuando se calmó todo regresé, pero no quedaba nada, ni nadie... — agachó la mirada. — Te busqué y... — la mirada se le cambió, pues al recordar aquellos días: pensó en lo peor, ni siquiera pudo encontrar a su hermana Elizabeth, a nadie. Pero pese al miedo y a cierta incertidumbre, siempre creyó en Matthew, en que era imposible que hubiera muerto. — Encontré a un grupo de gente, ellos me acogieron y viajamos por el país hasta California, allí hay un refugio, mucho mayor de lo que fue el campamento de Atlanta — explicó hasta que tuvo que desviar la mirada hacia el techo; un ruido hizo que su conversación se detuviera. Acto seguido miró a Matt y su mano fue a parar a la funda del machete, recordando que ahora lo tenía él.
- Matt :
El miembro 'Ashley B. Jones' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'¿Qué hay ahí?' :
Resultados :
'¿Qué hay ahí?' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
¿Por qué seguía esperando que dijera algo? Lo que sea, algo que explicara todas las mentiras que habían habido entre ellos dos. Pero esas palabras no llegaron, en cambio ella subió a la motocicleta y se abrazó a él. Retomó la carrera pero no siquiera el se dio cuenta que estaba sonriendo, porque aún la amaba. Quizás el hecho de haberla perdido, de haber pensado que todo podía haber terminado tan trágicamente lo había hecho quererla y odiarla más. Sabía que los sentimientos en caliente podían ser peligrosos pero habían pasado meses desde la última vez que habían estado juntos y sin embargo ahí todos los sentimientos estaban a flor de piel.
Una vez que llegaron a la granja ella le entrego el machete y el la miro algo más serio, no solo por lo que había pasado entre ellos, sino porque solía ponerse bastante serio cuando se trataba de hacer su trabajo. Subió al porche y miro a Ashley quién sacó una arma y se puso a un costado de la puerta ¿Que había pasado con ella? La última vez que se habían visto ella no sostenía ni siquiera un arma pero ahora parecia saber cómo trabajar en grupo. La idea de que ella siempre hubiera sabido todo eso lo hizo enojar ¿En que más le ha Is mentido?
Fue extraño pero deseo que dentro del lugar estuvieran algunos zombies o algo en lo que pudiera descargar la furia. Una vez que la puerta se abrió y ambos entraron noto que el lugar estaba bastante lleno de polvo, era seguro que nadie había estado por allí en bastante tiempo. También noto el olor fuerte que había por allí pero parecía que nada más se movía por el lugar. Había ido a buscar por la sala pero todo estaba en el suelo, quizás los que habían vivido en aquella casa se habían apurado por salir o eso fue lo que quiso pensar.
Escucho a Ashley en la cocina y fue con ella justo a tiempo para sentir el olor que venía del sótano -ponle seguro- quizás uno de esos muertos vivos estaba ahí abajo pero mientras no subiera a él no le molestaba para nada. Ella comenzó a sacar algunas cosas de los muebles y el las guardo porque aunque no estaban buscando provisiones. Era casi una costumbre para el hacer esas cosas.
Que difícil se le hacía hablar con ella porque no sabía que decirle -parece que sabes cómo actuar- su voz fue fría, estaba molesto porque pensaba que también lo ha Is engañado en eso. El había dejado su base para irse con ella pero parecía que todo era solo una mentira tras otra. Miro hacia otro lado y respiro profundo ¿De verdad podía creerle? No, pero no servía de nada seguir enojado. -Ashley ¿Entiendes que todo lo que me dices carece de sentido?-
Casi por instinto levantó la mano y le acarició la mejilla con la yema de los dedos -no importa, me alegra que estés bien- porque aunque estuviera molesto, no se podía mentir a si mismo, ella estaba ahí eso lo ha Is deseado desde que la había perdido. Se quedó mirándola a los ojos pero los ruidos arriba le hicieron levantar la vista. Se llevó un dedo a la boca para decirle que no hiciera ruido y tomo el machete para ir hacia las escaleras.
La planta baja estaba libre y esperaba que ella se quedará allí mientras el subía lentamente las escaleras. En la parte de arriba habían dos habitaciones y lo parecía ser un baño. Abrió la primera puerta y entró pero estaba vacía, tenían que revisarla cuando terminara eso, pero cuando salió al pasillo un zombie se abalanzó contra el y alcanzo a poner su brazo antes que este alcanzará a morderle el rostro. Ambos se fueron contra la pared y cuando puso Matt levantó el pie y lo pateo para alejarlo, tomando impulso clavo el machete en su cabeza y el zombie dejó de moverse.
-Mierda!- murmuró molesto y hizo fuerza para sacar el machete del cráneo. Entonces siguió buscando en las habitaciones -Esta despejado!- le gritó a la mujer para que pudiera subir. Abrió la puerta de la habitación principal y noto que en la mesa de noche había un arma y una caja con balas -bendito seas Dios- dijo llendo hacia ellas, al parecer ese zombie había sido el hombre de la casa y no ha Is llegado a cargar el arma, quizás para terminar con su vida luego de infectarse.
Probablemente el resto de la familia era la que estaba en el sótano, quizás escondiéndose de lo que había sido su propio padre. Se puso el arma en la pistolera que tenía en la pierna y guardo las balas en la mochila, luego abrió los roperos buscando algo y cuando encontró algunas toallas las tomo para ir con ella y darle una - es mejor que te seques o vas a enfermarte- Ambos se veían cansado -asi que... Ahora estás con otra gente?- ¿Que había esperado? Miro el lugar buscando una botella de alcohol pero no encontró nada. Así que se sentó en eso suelo -probablemente te estén buscando. Cuando la lluvia pase te llevaré con ellos- ahora sabía que ella estaba viva. Así que ya no tenía que preocuparse ¿No? Se odio porque en ese momento deseo que ella eligiera quedarse con el
Una vez que llegaron a la granja ella le entrego el machete y el la miro algo más serio, no solo por lo que había pasado entre ellos, sino porque solía ponerse bastante serio cuando se trataba de hacer su trabajo. Subió al porche y miro a Ashley quién sacó una arma y se puso a un costado de la puerta ¿Que había pasado con ella? La última vez que se habían visto ella no sostenía ni siquiera un arma pero ahora parecia saber cómo trabajar en grupo. La idea de que ella siempre hubiera sabido todo eso lo hizo enojar ¿En que más le ha Is mentido?
Fue extraño pero deseo que dentro del lugar estuvieran algunos zombies o algo en lo que pudiera descargar la furia. Una vez que la puerta se abrió y ambos entraron noto que el lugar estaba bastante lleno de polvo, era seguro que nadie había estado por allí en bastante tiempo. También noto el olor fuerte que había por allí pero parecía que nada más se movía por el lugar. Había ido a buscar por la sala pero todo estaba en el suelo, quizás los que habían vivido en aquella casa se habían apurado por salir o eso fue lo que quiso pensar.
Escucho a Ashley en la cocina y fue con ella justo a tiempo para sentir el olor que venía del sótano -ponle seguro- quizás uno de esos muertos vivos estaba ahí abajo pero mientras no subiera a él no le molestaba para nada. Ella comenzó a sacar algunas cosas de los muebles y el las guardo porque aunque no estaban buscando provisiones. Era casi una costumbre para el hacer esas cosas.
Que difícil se le hacía hablar con ella porque no sabía que decirle -parece que sabes cómo actuar- su voz fue fría, estaba molesto porque pensaba que también lo ha Is engañado en eso. El había dejado su base para irse con ella pero parecía que todo era solo una mentira tras otra. Miro hacia otro lado y respiro profundo ¿De verdad podía creerle? No, pero no servía de nada seguir enojado. -Ashley ¿Entiendes que todo lo que me dices carece de sentido?-
Casi por instinto levantó la mano y le acarició la mejilla con la yema de los dedos -no importa, me alegra que estés bien- porque aunque estuviera molesto, no se podía mentir a si mismo, ella estaba ahí eso lo ha Is deseado desde que la había perdido. Se quedó mirándola a los ojos pero los ruidos arriba le hicieron levantar la vista. Se llevó un dedo a la boca para decirle que no hiciera ruido y tomo el machete para ir hacia las escaleras.
La planta baja estaba libre y esperaba que ella se quedará allí mientras el subía lentamente las escaleras. En la parte de arriba habían dos habitaciones y lo parecía ser un baño. Abrió la primera puerta y entró pero estaba vacía, tenían que revisarla cuando terminara eso, pero cuando salió al pasillo un zombie se abalanzó contra el y alcanzo a poner su brazo antes que este alcanzará a morderle el rostro. Ambos se fueron contra la pared y cuando puso Matt levantó el pie y lo pateo para alejarlo, tomando impulso clavo el machete en su cabeza y el zombie dejó de moverse.
-Mierda!- murmuró molesto y hizo fuerza para sacar el machete del cráneo. Entonces siguió buscando en las habitaciones -Esta despejado!- le gritó a la mujer para que pudiera subir. Abrió la puerta de la habitación principal y noto que en la mesa de noche había un arma y una caja con balas -bendito seas Dios- dijo llendo hacia ellas, al parecer ese zombie había sido el hombre de la casa y no ha Is llegado a cargar el arma, quizás para terminar con su vida luego de infectarse.
Probablemente el resto de la familia era la que estaba en el sótano, quizás escondiéndose de lo que había sido su propio padre. Se puso el arma en la pistolera que tenía en la pierna y guardo las balas en la mochila, luego abrió los roperos buscando algo y cuando encontró algunas toallas las tomo para ir con ella y darle una - es mejor que te seques o vas a enfermarte- Ambos se veían cansado -asi que... Ahora estás con otra gente?- ¿Que había esperado? Miro el lugar buscando una botella de alcohol pero no encontró nada. Así que se sentó en eso suelo -probablemente te estén buscando. Cuando la lluvia pase te llevaré con ellos- ahora sabía que ella estaba viva. Así que ya no tenía que preocuparse ¿No? Se odio porque en ese momento deseo que ella eligiera quedarse con el
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
El miembro 'Matthew Kowalski' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Números' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Números' :
#2 Resultados :
#1 'Números' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Números' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Ashley no podía quedarse allí abajo sin más, igual en otra época, pero no ahora. No podía dejarle solo, pese a que supiera que podía defenderse perfectamente sin su ayuda. Subió tras él al tiempo que veía como el zombie se lanzaba contra él, ella dio un respingo nervioso al verlo y cuando Matt lo mató corrió a por él. Él estaba bien, estaba bien... Se repetía una y otra vez. Pero no podía evitar preocuparse por él.
— ¿Estás bien? — igual se acercó demasiado a él, tomó su rostro entre ambas manos y le miró fijamente. Se quedó un par de segundos quieta, completamente estática y terminó por apartarse. Seguía sin saber cómo proceder con él y era horrible. La estaba matando, todo era su culpa.
— Gracias — tomó la toalla y se quitó la chaqueta dejandola a un lado. — Ha pasado... mucho tiempo — Ashley se sentó en el borde de la cama. — ...y bueno... durante este tiempo he debido aprender algunas cosas — tragó saliva a la vez que se encogía de hombros, mientras se secaba con la toalla. Ashley no habría podido seguir de aquella forma, el miedo, las constantes pesadillas... Aún recordaba las salidas en el campamento, como en diferentes ocasiones se bloqueaba hasta el punto de que debían prácticamente empujarla para que reaccionase.
— Me llevarás... — repitió en un susurro con pesadez. ¿Se iban a separar de nuevo, así, sin más...? En aquel momento sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. No quería, no podía volver a separarse de él, no después de haberle encontrado, tras tantos meses de incertidumbre. No podía volver a pasar por ello. Pero al parecer Matt no quería estar con ella y eso era lo peor que le podía ocurrir. Desvió la mirada hacia otro lado evitando la de él, no quería que la viera llorar y disimuladamente se limpió con la toalla y el dorso de sus manos.
Ashley comprendió que no podrían volver a estar nunca más como en antaño, eso ya no se podría recuperar y si no había entendido mal, hasta pareció que él ya no quería saber nada de ella. — Matt... podrías quedarte con nosotros, es un buen lugar — una vez que se sintió algo más calmada le miró al hacerle aquella propuesta. No quería que volvieran a separarse. Se acercó hasta él y se sentó a su lado. — Es un sitio seguro — le dijo sin dejar de mirarle. — Por favor — pidió, con el corazón en un puño, porque la respuesta que le pudiera dar ahora podría terminar por destrozarla y algo le decía que no iba a ser fácil aún así. — Sé que ya no confías en mi, pero... — era incapaz de elegir las palabras, por más que le contara la verdad, que le dijera que nunca le había mentido en nada más que lo relacionado a su empleo, a Umbrella... entendía que Matthew se sintiera dolido y engañado. Que no supiera en qué podía creer o no.
— No sé qué poder hacer, o decir... — apoyó su cabeza con suavidad sobre el hombro de él, sus manos rodearon su brazo y cerró los ojos por un instante. Le había echado mucho de menos, tanto... que al tenerle ahora ahí delante se daba cuenta de que incluso había sido más de lo que ella creía. — Solo hay una cosa de la que me arrepienta ahora más que de haber trabajado para Umbrella, es no haberte dicho la verdad Matt — susurró. Aunque eso ya se lo había dicho cuando lo descubrió, cuando en el campamento discutía con su antiguo compañero Alec, la esposa de este estaba allí y le gritó a ambos que eran tan culpables como Umbrella de todo aquello, justo cuando aparecía Matthew, jamás iba a olvidar la cara que puso al oírlo.
— ¿Estás bien? — igual se acercó demasiado a él, tomó su rostro entre ambas manos y le miró fijamente. Se quedó un par de segundos quieta, completamente estática y terminó por apartarse. Seguía sin saber cómo proceder con él y era horrible. La estaba matando, todo era su culpa.
— Gracias — tomó la toalla y se quitó la chaqueta dejandola a un lado. — Ha pasado... mucho tiempo — Ashley se sentó en el borde de la cama. — ...y bueno... durante este tiempo he debido aprender algunas cosas — tragó saliva a la vez que se encogía de hombros, mientras se secaba con la toalla. Ashley no habría podido seguir de aquella forma, el miedo, las constantes pesadillas... Aún recordaba las salidas en el campamento, como en diferentes ocasiones se bloqueaba hasta el punto de que debían prácticamente empujarla para que reaccionase.
— Me llevarás... — repitió en un susurro con pesadez. ¿Se iban a separar de nuevo, así, sin más...? En aquel momento sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas. No quería, no podía volver a separarse de él, no después de haberle encontrado, tras tantos meses de incertidumbre. No podía volver a pasar por ello. Pero al parecer Matt no quería estar con ella y eso era lo peor que le podía ocurrir. Desvió la mirada hacia otro lado evitando la de él, no quería que la viera llorar y disimuladamente se limpió con la toalla y el dorso de sus manos.
Ashley comprendió que no podrían volver a estar nunca más como en antaño, eso ya no se podría recuperar y si no había entendido mal, hasta pareció que él ya no quería saber nada de ella. — Matt... podrías quedarte con nosotros, es un buen lugar — una vez que se sintió algo más calmada le miró al hacerle aquella propuesta. No quería que volvieran a separarse. Se acercó hasta él y se sentó a su lado. — Es un sitio seguro — le dijo sin dejar de mirarle. — Por favor — pidió, con el corazón en un puño, porque la respuesta que le pudiera dar ahora podría terminar por destrozarla y algo le decía que no iba a ser fácil aún así. — Sé que ya no confías en mi, pero... — era incapaz de elegir las palabras, por más que le contara la verdad, que le dijera que nunca le había mentido en nada más que lo relacionado a su empleo, a Umbrella... entendía que Matthew se sintiera dolido y engañado. Que no supiera en qué podía creer o no.
— No sé qué poder hacer, o decir... — apoyó su cabeza con suavidad sobre el hombro de él, sus manos rodearon su brazo y cerró los ojos por un instante. Le había echado mucho de menos, tanto... que al tenerle ahora ahí delante se daba cuenta de que incluso había sido más de lo que ella creía. — Solo hay una cosa de la que me arrepienta ahora más que de haber trabajado para Umbrella, es no haberte dicho la verdad Matt — susurró. Aunque eso ya se lo había dicho cuando lo descubrió, cuando en el campamento discutía con su antiguo compañero Alec, la esposa de este estaba allí y le gritó a ambos que eran tan culpables como Umbrella de todo aquello, justo cuando aparecía Matthew, jamás iba a olvidar la cara que puso al oírlo.
- Matt :
La manera en la que ella corrió hacia el y como lo miraba ¿Era posible? ¿Aún había algo entre ellos? No podía entenderlo y quizás no quería. Porque si la seguía amando no iba a poder separarse de ella aunque no confiara en ella y en lo que decía no quería separarse. Trato de evitar el contacto mientras buscaba algunas toallas y le daba una a ella para que se secara -abajo hay una chimenea. Creo que puedo encenderla para que nos calrntrmos- pero entonces la vio quitarse la chaqueta y se sentó en la casa. Aún era la mujer más hermosa que conocía, no solo por su sonrisa sino por su cuerpo perfecto.
Se odio a sí mismo por desearla de esa manera. Ella se sentó a su lado y el suspiro cuando dijo que había pasado mucho tiempo ¿Quién más que el podía decir aquello? Desde que se habían separado no había podido dormir ni una sola vez sin antes pensar en ella y en como se habían separado -eso es verdad- murmuró de forma suave y por un mero instinto se relajo un poco.
Ella había hablado de un campamento y supuso que ella quería ir de vuelta con quién sea que había estado esos meses. Incluso imagino que quizás se trataba de alguna basé de umbrella porque ella había pertenecido a esos hijos de puta ¿No? ¿Que le hacía pensar que ella no seguía con ellos? Cerró los ojos y se tranquilizó, luchaba por no hecharle en cara lo que había pasado allí. Le dijo que la llevaría de vuelta pero no estaba seguro de ser capaz de dejarla nuevamente ¿Cómo iba a hacer aquello? Quería que ella se negara a tal cosa.
La miro cuando ella dijo que podría quedarse con ellos ¿De verdad? No sabía si confiaba en ella y menos en aquellos desconocidos. -no estoy seguro que sea una buena idea- dijo sabiendo que muchas veces en los campamentos no aceptaban a nuevas personas. Pero cuando ella admitió que no confiaba en ella el suspiro -Ashley ¿Entiendes lo que pasó? Tu me mentiste cuando nos íbamos a casar ¿Que quieres que piense de todo eso?- porque de verdad había tratado de entender todo durante los meses que habían pasado pero aún así le había sido muy difícil.
Dejó que ella se apoyará en el y cuando se abrazó a su brazo el suspire y la atrajo a su cuerpo para besar su cabeza -no entiendo porqué Ashley, solo es lógico si tú escondieras toda esta mierda - le acarició suave el brazo y suspiró - pero todo está hecho y solo podemos mirar para adelante- no estaba diciendo que confiara en ella pero sí que intentaría no reprocharle más nada. Se levantó y busco algunos papeles y tomo la chaqueta -ven, voy a prender fuego o vamos a congelarnos-
La tomo de la mano y la llevo hacía abajo para sentarla en el sofá mientras buscaba algunas cosas por la casa. Después de un rato volvió con algunos periódicos viejos que un par de cosas de manera. Las puso en la chimenea y comenzó a encender el fuego -desde que te fuiste de Atlanta no me he quedado en ningún lugar... Supongo que soy menos confiado- de alguna manera era fácil hablar con ella así que u a vez que las maderas comenzaron a arder el se giró y dijo -¿Quieres quitarte la ropa para ponerla a secar? Te buscaré una manta arriba-
No espero mucho porque no quería verla quitarse la ropa, hacía solo unos minutos la había deseado y verla en ropa interior mejoraría nada. Tomo un par de mantas de la habitación y volvió para ponerle una encima y luego comenzó a desvestirse el quedando solo con la ropa interior y las chapitas de identificación del ejército. En esos meses se había ganado varias cicatrices pero ya tenía algunas otras de los combates. Se sentó al lado de ella y se tapó con la otra manera pero abrió los brazos por si ella quería acurrucarse con el. Se dijo a sí mismo que era supervivencia pero en realidad solo quería tenerla entre sus brazos.
Se odio a sí mismo por desearla de esa manera. Ella se sentó a su lado y el suspiro cuando dijo que había pasado mucho tiempo ¿Quién más que el podía decir aquello? Desde que se habían separado no había podido dormir ni una sola vez sin antes pensar en ella y en como se habían separado -eso es verdad- murmuró de forma suave y por un mero instinto se relajo un poco.
Ella había hablado de un campamento y supuso que ella quería ir de vuelta con quién sea que había estado esos meses. Incluso imagino que quizás se trataba de alguna basé de umbrella porque ella había pertenecido a esos hijos de puta ¿No? ¿Que le hacía pensar que ella no seguía con ellos? Cerró los ojos y se tranquilizó, luchaba por no hecharle en cara lo que había pasado allí. Le dijo que la llevaría de vuelta pero no estaba seguro de ser capaz de dejarla nuevamente ¿Cómo iba a hacer aquello? Quería que ella se negara a tal cosa.
La miro cuando ella dijo que podría quedarse con ellos ¿De verdad? No sabía si confiaba en ella y menos en aquellos desconocidos. -no estoy seguro que sea una buena idea- dijo sabiendo que muchas veces en los campamentos no aceptaban a nuevas personas. Pero cuando ella admitió que no confiaba en ella el suspiro -Ashley ¿Entiendes lo que pasó? Tu me mentiste cuando nos íbamos a casar ¿Que quieres que piense de todo eso?- porque de verdad había tratado de entender todo durante los meses que habían pasado pero aún así le había sido muy difícil.
Dejó que ella se apoyará en el y cuando se abrazó a su brazo el suspire y la atrajo a su cuerpo para besar su cabeza -no entiendo porqué Ashley, solo es lógico si tú escondieras toda esta mierda - le acarició suave el brazo y suspiró - pero todo está hecho y solo podemos mirar para adelante- no estaba diciendo que confiara en ella pero sí que intentaría no reprocharle más nada. Se levantó y busco algunos papeles y tomo la chaqueta -ven, voy a prender fuego o vamos a congelarnos-
La tomo de la mano y la llevo hacía abajo para sentarla en el sofá mientras buscaba algunas cosas por la casa. Después de un rato volvió con algunos periódicos viejos que un par de cosas de manera. Las puso en la chimenea y comenzó a encender el fuego -desde que te fuiste de Atlanta no me he quedado en ningún lugar... Supongo que soy menos confiado- de alguna manera era fácil hablar con ella así que u a vez que las maderas comenzaron a arder el se giró y dijo -¿Quieres quitarte la ropa para ponerla a secar? Te buscaré una manta arriba-
No espero mucho porque no quería verla quitarse la ropa, hacía solo unos minutos la había deseado y verla en ropa interior mejoraría nada. Tomo un par de mantas de la habitación y volvió para ponerle una encima y luego comenzó a desvestirse el quedando solo con la ropa interior y las chapitas de identificación del ejército. En esos meses se había ganado varias cicatrices pero ya tenía algunas otras de los combates. Se sentó al lado de ella y se tapó con la otra manera pero abrió los brazos por si ella quería acurrucarse con el. Se dijo a sí mismo que era supervivencia pero en realidad solo quería tenerla entre sus brazos.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Había pasado tanto tiempo sin él... y en todos esos meses, no había día que no se acordara de él, no había día en el que no se arrepintiera de todo lo ocurrido y además, constantemente se planteaba qué le iba a decir cuando volviera a verle, porque Ashley había estado convencida durante todo ese tiempo de que Matt seguía vivo y de que volvería a verlo. Él era un soldado, y una vez ella le hizo prometer que siempre volvería a casa, así que sí. Había ensayado un discurso, sus explicaciones, por qué pasó todo... y sin embargo ahora se había quedado en blanco y era incapaz de decirle nada más, a parte de sentirse dolida por algunos de sus comentarios. Ashley sabía que era su culpa, así que eso le hacía sentir peor, porque se lo había ganado ella solita.
Se había quitado la ropa quedando con la interior y tapado con la manta que Matt le había traído. No olían precisamente bien, si no a cerrado y humedad, pero el calor era sin duda mucho mejor. Así que no se quejó. Cuando vio como Matt abría los brazos, se acercó en silencio a él y le abrazó también, acurrucándose contra su cuerpo.
— Te he extrañado mucho — habló por fin, en un susurro. — Yo... — quería decirle algo más, ¿pero por dónde empezar? Sentía que si trataba de volver a explicarle, si le quería contar algo más, solo conseguiría ahuyentarlo y no quería eso. Igual debía esperar a que la llevase de verdad a Silver Lake para explicarle una vez allí lo que había estado haciendo en aquellos meses y que no era la persona que creía que era. Siempre había sido la misma, salvo que trabajaba para Umbrella, o eso era lo que Ashley creía, jamás le había engañado en nada más.
— Jamás... — iba a empezar a decírselo, pero calló. — Lo siento — terminó por decir, sintiendo las lágrimas en sus ojos, aunque se contuvo. Sentía un nudo en el interior de su pecho, en todo aquel tiempo no se había olvidado de él y ahora se daba cuenta de lo mucho que le seguía queriendo y de que le necesitaba. Pero ella sola se había ocupado de conseguir que nada volviera a ser igual.
— Por favor, ven conmigo a Silver Lake, es un lugar seguro, si vienes conmigo no dudarán en hacerte un lugar allí y ahora más que nunca necesitamos gente con tus conocimientos — estaba convencida de que aquello podría ser una buena idea. Tras la marcha de Dallas, o de la desaparición de Octavia, necesitaban gente con experiencia en seguridad y tener a Matt allí... cerca de ella... Ashley necesitaba que se quedase cerca de ella.
Se había quitado la ropa quedando con la interior y tapado con la manta que Matt le había traído. No olían precisamente bien, si no a cerrado y humedad, pero el calor era sin duda mucho mejor. Así que no se quejó. Cuando vio como Matt abría los brazos, se acercó en silencio a él y le abrazó también, acurrucándose contra su cuerpo.
— Te he extrañado mucho — habló por fin, en un susurro. — Yo... — quería decirle algo más, ¿pero por dónde empezar? Sentía que si trataba de volver a explicarle, si le quería contar algo más, solo conseguiría ahuyentarlo y no quería eso. Igual debía esperar a que la llevase de verdad a Silver Lake para explicarle una vez allí lo que había estado haciendo en aquellos meses y que no era la persona que creía que era. Siempre había sido la misma, salvo que trabajaba para Umbrella, o eso era lo que Ashley creía, jamás le había engañado en nada más.
— Jamás... — iba a empezar a decírselo, pero calló. — Lo siento — terminó por decir, sintiendo las lágrimas en sus ojos, aunque se contuvo. Sentía un nudo en el interior de su pecho, en todo aquel tiempo no se había olvidado de él y ahora se daba cuenta de lo mucho que le seguía queriendo y de que le necesitaba. Pero ella sola se había ocupado de conseguir que nada volviera a ser igual.
— Por favor, ven conmigo a Silver Lake, es un lugar seguro, si vienes conmigo no dudarán en hacerte un lugar allí y ahora más que nunca necesitamos gente con tus conocimientos — estaba convencida de que aquello podría ser una buena idea. Tras la marcha de Dallas, o de la desaparición de Octavia, necesitaban gente con experiencia en seguridad y tener a Matt allí... cerca de ella... Ashley necesitaba que se quedase cerca de ella.
- Matt :
No escondió la sonrisa se armó en sus labios al sentirla entre sus brazos, porque a pesar de estar molesto y de creer que ella tenía algo que ver con todo eso, la verdad era que la había extrañado todo ese tiempo. Se había muerto de ganas de verla y volver a sentirla tan cerca ¿A quien estaba engañando? Si la dejaba en un refugio lo más seguro es que el no pudiera ir ese, se quedaría cerca porque a pesar de las mentiras y el enojo, el aún quería cuidar de ella, asegurarse que iba a estar bien.
De golpe una idea entro en su mente ¿Y si Ashley tenía a alguien en ese campamento? No, ella no lo invitaría a quedarse cuando ella tuviera a otro, a menos que ella haya pasado de página y el no. El pensamiento de verla con otro hombre le molestó, pero ya no sabía exactamente que debía esperar con todo lo que pasaba.
Entonces sus palabras hicieron que la mirara y dejara atrás esas cosas que aparecían en su mente. Suspiró al escucharla que decir que lo había extrañado y quiso preguntarle ¿Por qué se había ido en Atlanta? Pero en cambio acarició suave su brazo y dijo -yo también te extrañe- dijo suave pero no la miro porque estaba seguro que si la miraba a los ojos iba a terminar por besarla, y el hecho de que supiera que debajo de la manta estaba su piel no ayudaba mucho.
Cerró los ojos cuando dijo que por favor la acompañara a su campamento -No lo sé. No sé si seré bienvenido pero puedo quedarme unos días. Quizás termine por quedarme- quizás no le quería decir que "si" tan fácil. Una parte de él aún quería castigarla y otra quería olvidar el pasado. Sucediera lo que sucedieron, estaban allí, dandose calor mientras la tormenta azotaba afuera. Lo más lógico sería mantenerse atento pero el no podía, no con ella ahí.
Con rapidez la acomodo en sus brazos para quedarse mirándola mientras el fuego le daba calor y aunque moría por volver a tocarla solo se quedó mirando sus ojos -te prohíbo volver a desaparecer así Ashley ¿Queda claro?- sin importar la desconfianza, el había pasado cada noche preguntándose si no había sido capaz de protegerla. Pasó una mano por su rostro con cierta ternura y negó -de verdad no entiendo lo que paso entre nosotros pero creo que es hora de avanzar. Tu me mentiste, trabajabas para una empresa peligrosa y jamás me lo dijiste, aún cuando íbamos a casarnos. La verdad es que no sé si puedo confiar en ti. No sé incluso si de verdad llegue a conocer a la verdadera Ashley-
Al menos podían hablar con un tono calmado -asi que solo me queda conocerte otra vez. Solo... No desaparezcas- dijo un poco más tranquilo y le movió un mechón de cabello y dijo -¿Tu? ¿Tienes a alguien en el campamento?- probablemente no era muy inteligente haber preguntado eso, pero la duda lo estaba matando
De golpe una idea entro en su mente ¿Y si Ashley tenía a alguien en ese campamento? No, ella no lo invitaría a quedarse cuando ella tuviera a otro, a menos que ella haya pasado de página y el no. El pensamiento de verla con otro hombre le molestó, pero ya no sabía exactamente que debía esperar con todo lo que pasaba.
Entonces sus palabras hicieron que la mirara y dejara atrás esas cosas que aparecían en su mente. Suspiró al escucharla que decir que lo había extrañado y quiso preguntarle ¿Por qué se había ido en Atlanta? Pero en cambio acarició suave su brazo y dijo -yo también te extrañe- dijo suave pero no la miro porque estaba seguro que si la miraba a los ojos iba a terminar por besarla, y el hecho de que supiera que debajo de la manta estaba su piel no ayudaba mucho.
Cerró los ojos cuando dijo que por favor la acompañara a su campamento -No lo sé. No sé si seré bienvenido pero puedo quedarme unos días. Quizás termine por quedarme- quizás no le quería decir que "si" tan fácil. Una parte de él aún quería castigarla y otra quería olvidar el pasado. Sucediera lo que sucedieron, estaban allí, dandose calor mientras la tormenta azotaba afuera. Lo más lógico sería mantenerse atento pero el no podía, no con ella ahí.
Con rapidez la acomodo en sus brazos para quedarse mirándola mientras el fuego le daba calor y aunque moría por volver a tocarla solo se quedó mirando sus ojos -te prohíbo volver a desaparecer así Ashley ¿Queda claro?- sin importar la desconfianza, el había pasado cada noche preguntándose si no había sido capaz de protegerla. Pasó una mano por su rostro con cierta ternura y negó -de verdad no entiendo lo que paso entre nosotros pero creo que es hora de avanzar. Tu me mentiste, trabajabas para una empresa peligrosa y jamás me lo dijiste, aún cuando íbamos a casarnos. La verdad es que no sé si puedo confiar en ti. No sé incluso si de verdad llegue a conocer a la verdadera Ashley-
Al menos podían hablar con un tono calmado -asi que solo me queda conocerte otra vez. Solo... No desaparezcas- dijo un poco más tranquilo y le movió un mechón de cabello y dijo -¿Tu? ¿Tienes a alguien en el campamento?- probablemente no era muy inteligente haber preguntado eso, pero la duda lo estaba matando
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Por un momento ella sintió que todo estaba en calma, que volvían a encontrarse en el hogar de su casa, una tarde de tormenta, tranquilos, sin que el mundo hubiera desaparecido. Se permitió cerrar los ojos y se sintió en paz, entre sus brazos, pero había cosas que no cambiarían, que no se podían esconder.
Esa calma se vio rota por las palabras de Matt, trayendo su cabeza de nuevo hasta allí, recordándole sus errores, su enorme metedura de pata...
— Cuando te conocí pensé: ¡Vaya! Que chico tan atractivo, y cuando me dijiste queras militar... supuse que eras de esos, de los que tenéis una chica en cada puerto, creíste que era profesora y no me molesté en corregirlo, pensé que no te volvería a ver... pero recuerdo que después estuvimos un buen rato hablando y que... quería cenar contigo, quería seguir charlando contigo... — Ashley empezó a hablar en voz baja, sonrió y se le iluminó el rostro al hablar del día en el que le conoció. — Debería decirle que simplemente estaba allí ayudando a una amiga, pero... volvías a hablar y me quedaba mirando esa sonrisa tuya, y simplemente daba igual, empezamos a salir, a vernos más... te fui conociendo mejor y arrastrando esa estúpida mentira, sabiendo que algún día me estallaría en plena cara, pero conforme fue pasando el tiempo ya no podía decirtelo, porque iba a ser malo de una forma u otra... y no quería perderte por algo así — Ashley agachó aún más la mirada. — Me había enamorado de ti sin darme ni cuenta a la vez que había ido creciendo mi mentira... aquel 27 de noviembre estaba saliendo de los laboratorios cuando sonó una alarma, estaba en el ascensor junto a Alec y se había bloqueado, ninguno tenía ni idea de lo que estaba pasando, nosotros llevábamos poco tiempo trabajando para Umbrella y éramos simples... — calló pensando en la palabra correcta. — Pardillos, realizando el trabajo sucio, analizando muestras sin saber exactamente en qué estábamos colaborando... logramos escapar de aquellos laboratorios a duras penas, vimos a gente morir, ser asesinados brutalmente por esa corporación por tal de callar un secreto que cobraba vida y se les escapaba de las manos... — las lágrimas habían comenzado a recorrer el rostro de la mujer al recordar todo aquello. — Cuando llegamos a Atlanta, Alec y yo solo queríamos olvidar lo ocurrido, apenas podíamos creernos lo que habíamos visto y eso que lo vivimos, trabajábamos para unos monstruos creyendo que lo hacíamos por el bien de la humanidad... — se limpió la cara con el dorso de la mano. — Y no hay día que no me pregunte que hasta qué punto ayudé con todo esto, y me odio, me odio muchísimo... así que cuando Atlanta cayó y no encontré a nadie... solo pensé en acabar con todo, pero entonces di con gente buena de verdad, acabamos en un viejo campamento que llevaba gente de Terra Save, ellos quieren destruir lo que queda de Umbrella y ahí encontré mi lugar de nuevo, una forma de compensar por todo el daño que he hecho — se miró ambas manos, en silencio durante unos segundos más. — Nunca te he mentido en nada más, jamás, fue una estúpida metedura de pata lo de mi trabajo, por llamarlo de alguna forma Matt — tenía que decirlo, necesitaba sincerarse con él, contarle todo lo que quiso contarle cuando se enteró por las malas de quién era de verdad.
Ashley alzó su mano derecha, mostrando su viejo anillo de compromiso.
— No he podido pensar en nadie más — las palabras se entrecortaron, sentía un nudo en el interior de su garganta. Temía perderlo, ella le había estado esperando durante todo aquel tiempo, había sido incapaz de fijarse en ningún otro hombre, porque le quería a él, porque estuvo a punto de casarse con Matt, y esa decisión no se tomaba por nada, le amaba. — Entonces no desaparezcas tú tampoco, quédate conmigo allí — su mano buscó la de Matt para aferrarse a ella con fuerza.
Esa calma se vio rota por las palabras de Matt, trayendo su cabeza de nuevo hasta allí, recordándole sus errores, su enorme metedura de pata...
— Cuando te conocí pensé: ¡Vaya! Que chico tan atractivo, y cuando me dijiste queras militar... supuse que eras de esos, de los que tenéis una chica en cada puerto, creíste que era profesora y no me molesté en corregirlo, pensé que no te volvería a ver... pero recuerdo que después estuvimos un buen rato hablando y que... quería cenar contigo, quería seguir charlando contigo... — Ashley empezó a hablar en voz baja, sonrió y se le iluminó el rostro al hablar del día en el que le conoció. — Debería decirle que simplemente estaba allí ayudando a una amiga, pero... volvías a hablar y me quedaba mirando esa sonrisa tuya, y simplemente daba igual, empezamos a salir, a vernos más... te fui conociendo mejor y arrastrando esa estúpida mentira, sabiendo que algún día me estallaría en plena cara, pero conforme fue pasando el tiempo ya no podía decirtelo, porque iba a ser malo de una forma u otra... y no quería perderte por algo así — Ashley agachó aún más la mirada. — Me había enamorado de ti sin darme ni cuenta a la vez que había ido creciendo mi mentira... aquel 27 de noviembre estaba saliendo de los laboratorios cuando sonó una alarma, estaba en el ascensor junto a Alec y se había bloqueado, ninguno tenía ni idea de lo que estaba pasando, nosotros llevábamos poco tiempo trabajando para Umbrella y éramos simples... — calló pensando en la palabra correcta. — Pardillos, realizando el trabajo sucio, analizando muestras sin saber exactamente en qué estábamos colaborando... logramos escapar de aquellos laboratorios a duras penas, vimos a gente morir, ser asesinados brutalmente por esa corporación por tal de callar un secreto que cobraba vida y se les escapaba de las manos... — las lágrimas habían comenzado a recorrer el rostro de la mujer al recordar todo aquello. — Cuando llegamos a Atlanta, Alec y yo solo queríamos olvidar lo ocurrido, apenas podíamos creernos lo que habíamos visto y eso que lo vivimos, trabajábamos para unos monstruos creyendo que lo hacíamos por el bien de la humanidad... — se limpió la cara con el dorso de la mano. — Y no hay día que no me pregunte que hasta qué punto ayudé con todo esto, y me odio, me odio muchísimo... así que cuando Atlanta cayó y no encontré a nadie... solo pensé en acabar con todo, pero entonces di con gente buena de verdad, acabamos en un viejo campamento que llevaba gente de Terra Save, ellos quieren destruir lo que queda de Umbrella y ahí encontré mi lugar de nuevo, una forma de compensar por todo el daño que he hecho — se miró ambas manos, en silencio durante unos segundos más. — Nunca te he mentido en nada más, jamás, fue una estúpida metedura de pata lo de mi trabajo, por llamarlo de alguna forma Matt — tenía que decirlo, necesitaba sincerarse con él, contarle todo lo que quiso contarle cuando se enteró por las malas de quién era de verdad.
Ashley alzó su mano derecha, mostrando su viejo anillo de compromiso.
— No he podido pensar en nadie más — las palabras se entrecortaron, sentía un nudo en el interior de su garganta. Temía perderlo, ella le había estado esperando durante todo aquel tiempo, había sido incapaz de fijarse en ningún otro hombre, porque le quería a él, porque estuvo a punto de casarse con Matt, y esa decisión no se tomaba por nada, le amaba. — Entonces no desaparezcas tú tampoco, quédate conmigo allí — su mano buscó la de Matt para aferrarse a ella con fuerza.
- Matt :
Ella había cerrado los ojos mientras estaba en sus brazos, pero habían cosas que tenían que hablarse de manera calmada. La última vez en Atlanta solo habían sido gritos y reproches, en ese momento solo quería que las dudas se disparan aunque no estaba seguro que eso pudiera pasar, ella ya le había mentido en el pasado ¿Por que abría de ser diferente de esta manera? Aún así se pidieron explicaciones, porque aún así quería escuchar lo que ella diría.
Una vez que ella empezó a hablar, el guardo silencio, porque la última vez no lo había hecho y se había dicho que si tenía la oportunidad de volver a verla, le daría la oportunidad de hablar. El también podía recordar el día que la ha Is conocido, ella se había vuelto la mujer más atractiva del mundo, recordaba su sonrisa y hasta como estaba vestida ese día - creo que me juzgaste mal- le dijo de forma suave pero el también sonreia ante el recuerdo de aquel día
Negó a sus palabras y dijo -no, jamás hubiera sido tan malo, quizás me hubiera sentido estúpido pero jamás me hubiera sentido tan traicionado- explicó con voz suave -es por eso que no logro entender- porque en su mente, ella ocultaba algo más, quizás si sabía lo que estaba haciendo, quizás por eso ella jamás había hablado de el. Podía estar muy enojado con ella pero jamás ha Is soportado verla llorar, eso le rompía el corazón, así que una vez que ella empezó a llorar el movió lentamente la mano para acariciar su mejilla y limpiarle las lágrimas.
"Solo pensé en acabar con todo" esa frase lo golpeó con fuerza ¿Había pensado en quitarse la vida? Aquello fue como un golpe que no había esperado jamás ¿Por qué? Quizás el había podido sobrevivir en ese mundo asqueroso solo por la idea que ella seguía en ese mundo, pero saber que en su mente ha Is pasado la idea de terminar con su vida le jodía el alma demasiado. Tenía que admitir que jamás hubiera esperado que ella luchará contra umbrella, la última vez que habían estado juntos, ella no tenía idea como se manejaba un arma pero al parecer ahora era toda una guerrera.
Miro la mano que ella levantaba y sonrió -el anillo de compromiso se lleva en la mano izquierda- aunque fue una fraseas distendida, ella no lo había olvidado, así como el jamás la había olvidado a ella. Le acarició la mejilla, tenía demasiado deseo de besarla. Respiro lentamente y dijo -ire contigo, tú y yo... Necesitamos volver a conocerlos- sonrió de costado mientras la miraba a los ojos, todo su cuerpo le pedía que la tomara allí, pero quería ir lentamente con ella así que se acerco a ella y le dio un pequeño beso en la mejilla - aún me hace sentir rato verte llorar- confesó con dulzura como un gesto de paz.
Levantó la mirada y dijo -esto no es fácil y tampoco sobrevivir, pero quiero que estés cerca de mí si hay que pelear- cerró los ojos y supo que quizás se estaba equivocado pero necesitaba un poco de paz, así que al abrir los ojos la miro algo diferente, como si buscará en ella algo, entonces una de sus manos fue a la nuca de ella y se acercó lentamente para besarla en los labios -no confío en ti- murmuró entre el medio del beso - pero me gustaría que le demuestres que estoy equivocado- si ella quería, quizas esa sería la oportunidad para ellos.
Una vez que ella empezó a hablar, el guardo silencio, porque la última vez no lo había hecho y se había dicho que si tenía la oportunidad de volver a verla, le daría la oportunidad de hablar. El también podía recordar el día que la ha Is conocido, ella se había vuelto la mujer más atractiva del mundo, recordaba su sonrisa y hasta como estaba vestida ese día - creo que me juzgaste mal- le dijo de forma suave pero el también sonreia ante el recuerdo de aquel día
Negó a sus palabras y dijo -no, jamás hubiera sido tan malo, quizás me hubiera sentido estúpido pero jamás me hubiera sentido tan traicionado- explicó con voz suave -es por eso que no logro entender- porque en su mente, ella ocultaba algo más, quizás si sabía lo que estaba haciendo, quizás por eso ella jamás había hablado de el. Podía estar muy enojado con ella pero jamás ha Is soportado verla llorar, eso le rompía el corazón, así que una vez que ella empezó a llorar el movió lentamente la mano para acariciar su mejilla y limpiarle las lágrimas.
"Solo pensé en acabar con todo" esa frase lo golpeó con fuerza ¿Había pensado en quitarse la vida? Aquello fue como un golpe que no había esperado jamás ¿Por qué? Quizás el había podido sobrevivir en ese mundo asqueroso solo por la idea que ella seguía en ese mundo, pero saber que en su mente ha Is pasado la idea de terminar con su vida le jodía el alma demasiado. Tenía que admitir que jamás hubiera esperado que ella luchará contra umbrella, la última vez que habían estado juntos, ella no tenía idea como se manejaba un arma pero al parecer ahora era toda una guerrera.
Miro la mano que ella levantaba y sonrió -el anillo de compromiso se lleva en la mano izquierda- aunque fue una fraseas distendida, ella no lo había olvidado, así como el jamás la había olvidado a ella. Le acarició la mejilla, tenía demasiado deseo de besarla. Respiro lentamente y dijo -ire contigo, tú y yo... Necesitamos volver a conocerlos- sonrió de costado mientras la miraba a los ojos, todo su cuerpo le pedía que la tomara allí, pero quería ir lentamente con ella así que se acerco a ella y le dio un pequeño beso en la mejilla - aún me hace sentir rato verte llorar- confesó con dulzura como un gesto de paz.
Levantó la mirada y dijo -esto no es fácil y tampoco sobrevivir, pero quiero que estés cerca de mí si hay que pelear- cerró los ojos y supo que quizás se estaba equivocado pero necesitaba un poco de paz, así que al abrir los ojos la miro algo diferente, como si buscará en ella algo, entonces una de sus manos fue a la nuca de ella y se acercó lentamente para besarla en los labios -no confío en ti- murmuró entre el medio del beso - pero me gustaría que le demuestres que estoy equivocado- si ella quería, quizas esa sería la oportunidad para ellos.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Sonrió al igual que él cuando le recordó que el anillo se llevaba en la mano izquierda. Ashley siempre había tendido a confundirse con ese tipo de cosas, sin embargo, ella se había acostumbrado a tener el anillo en aquella mano. Siempre, cada día, en algún momento lo frotaba con su mano izquierda o lo acariciaba con el mismo dedo anular o incluso durante varias veces al día. Porque así se acordaba de él, era como sentirle más cerca. Aunque seguramente hubieran estado separados, a kilómetros de distancia.
«No confío en ti». Aquellas palabras se clavaron en lo más hondo de ella, de su mente, le dolieron tanto... pero, ¿a caso se había ganado otra cosa? Contuvo la respiración en aquel beso. Las manos de ella se alzaron también para acariciar su piel, sin darse ni cuenta de aquel gesto, pues había echado tanto de menos a Matt... era como regresar a una época mejor, en la que el único problema era llegar a fin de mes.
Cuando se separaron, apenas unos milímetros ella rozó los labios de él con los suyos en una suave caricia.
— Te he echado tanto de menos... — susurró. Tenía los ojos cerrados y pegaba su frente contra la de él, bajando las manos hasta los hombros de Matt para abrazarle. Se iban a casar, vivían juntos, compartían una vida y... separarse de aquella forma. La había destrozado por completo. Fue un alivio escuchar que Matt la acompañaría a Silver Lake, le necesitaba a su lado. No solo era su pareja, era su mejor amigo, había sido su confidente... y poder volver a tener eso de estabilidad en su vida... no tenía precio. Le quería demasiado.
Apoyó la cabeza sobre su pecho, cerrando los ojos, todo sin dejar de acariciar su piel.
Le estaba costando un mundo contener las lágrimas. Pues había pasado mucho tiempo sin poder desahogarse como era debido, sin hablar apenas con nadie del tema. Ni si quiera pudo hablar con Elizabeth apenas y temía por ella tanto... ahora todos esos sentimientos se habían entremezclado, junto a la felicidad que sentía por encontrar a Matt, sano y salvo, porque fuera a Silver Lake con ella... era un sentimiento agridulce también, puesto que las cosas no eran tan sencillas. Sin embargo lo que más pesaba era saber que él estaba bien.
«No confío en ti». Aquellas palabras se clavaron en lo más hondo de ella, de su mente, le dolieron tanto... pero, ¿a caso se había ganado otra cosa? Contuvo la respiración en aquel beso. Las manos de ella se alzaron también para acariciar su piel, sin darse ni cuenta de aquel gesto, pues había echado tanto de menos a Matt... era como regresar a una época mejor, en la que el único problema era llegar a fin de mes.
Cuando se separaron, apenas unos milímetros ella rozó los labios de él con los suyos en una suave caricia.
— Te he echado tanto de menos... — susurró. Tenía los ojos cerrados y pegaba su frente contra la de él, bajando las manos hasta los hombros de Matt para abrazarle. Se iban a casar, vivían juntos, compartían una vida y... separarse de aquella forma. La había destrozado por completo. Fue un alivio escuchar que Matt la acompañaría a Silver Lake, le necesitaba a su lado. No solo era su pareja, era su mejor amigo, había sido su confidente... y poder volver a tener eso de estabilidad en su vida... no tenía precio. Le quería demasiado.
Apoyó la cabeza sobre su pecho, cerrando los ojos, todo sin dejar de acariciar su piel.
Le estaba costando un mundo contener las lágrimas. Pues había pasado mucho tiempo sin poder desahogarse como era debido, sin hablar apenas con nadie del tema. Ni si quiera pudo hablar con Elizabeth apenas y temía por ella tanto... ahora todos esos sentimientos se habían entremezclado, junto a la felicidad que sentía por encontrar a Matt, sano y salvo, porque fuera a Silver Lake con ella... era un sentimiento agridulce también, puesto que las cosas no eran tan sencillas. Sin embargo lo que más pesaba era saber que él estaba bien.
- Matt :
¿Que demonios estaba haciendo? La había besado y le había dicho que necesitaban empezar de nuevo pero ¿Estaba mal? No sabía si podía confiar en ella pero de verdad quería hacerlo, quería volver a empezar porque el mundo ya era una verdadera mierda y uno jamás sabía qué día le tocaba morir, así que ¿Por qué no querer disfrutar de las pocas cosas que son buenas en la vida? No estaba seguro cuanto tiempo habían estado separados pero no quería seguir así, por eso había dicho que iría a aquel refugio con ella, porque sabía que no estaría tranquilo dejándola sola.
El deseo termino por ganar y la beso muy suavemente, pegandola hacía su cuerpo para poder sentir su piel. Por supuesto que quería más, tal vez hacerla suya por completo pero el problema era que desde que se había enterado de su mentira, bastante le había costado conciderarla suya, pues no sabía quién era ella.
La miro a los ojos cuando dijo que lo había hechado de menos y está vez algo más suave decidió mostrarse un poco -yo también te Heche de menos - murmuró con suavidad, porque aunque estuviera molesto, el no pensaba decir que aquello había sido mentira. De hecho era todo lo contrario, había pasado cada día extrañandola y preguntándose si ella había alcanzado a escapar como el - siento no haberte esperando Ashley... Ya sabes en Atlanta- era era lo único que iba a decir de lo que había pasado antes.
Ella apoyo la cabeza en su pecho y el miro el fuego que había hecho, ese lugar era un asco pero tenerla en sus brazos era algo que había extrañado demasiado así que comenzó a acariciar su cabello -dejalo salir Ashley, pocas veces podemos mostrarnos como somos. - porque eso es lo que quería, saber la verdad de quién era ella. La tormenta parecía calmarse bastante y el sonrió -descansa, te despertaré cuando termine e iremos a ese campamento tuyo- porque solo quería verla dormir, luego de eso, el tiempo diría que pasaría entre ellos
El deseo termino por ganar y la beso muy suavemente, pegandola hacía su cuerpo para poder sentir su piel. Por supuesto que quería más, tal vez hacerla suya por completo pero el problema era que desde que se había enterado de su mentira, bastante le había costado conciderarla suya, pues no sabía quién era ella.
La miro a los ojos cuando dijo que lo había hechado de menos y está vez algo más suave decidió mostrarse un poco -yo también te Heche de menos - murmuró con suavidad, porque aunque estuviera molesto, el no pensaba decir que aquello había sido mentira. De hecho era todo lo contrario, había pasado cada día extrañandola y preguntándose si ella había alcanzado a escapar como el - siento no haberte esperando Ashley... Ya sabes en Atlanta- era era lo único que iba a decir de lo que había pasado antes.
Ella apoyo la cabeza en su pecho y el miro el fuego que había hecho, ese lugar era un asco pero tenerla en sus brazos era algo que había extrañado demasiado así que comenzó a acariciar su cabello -dejalo salir Ashley, pocas veces podemos mostrarnos como somos. - porque eso es lo que quería, saber la verdad de quién era ella. La tormenta parecía calmarse bastante y el sonrió -descansa, te despertaré cuando termine e iremos a ese campamento tuyo- porque solo quería verla dormir, luego de eso, el tiempo diría que pasaría entre ellos
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Sabía que no volverían a estar como en antaño, eso dolía, pero aquel encuentro y aquella conversación había ayudado bastante. Poco a poco, pensó. Matt tenía que ver que Ashley seguía siendo la misma persona que conoció en antaño, que no le había mentido en nada más. Ashley necesitaba a Matt de nuevo a su lado.
— Atlanta fue un caos Matt, pero estamos bien, es lo que importa — iba diciendo mientras acariciaba uno de sus brazos, lo recorría lentamente con la yemas de los dedos. Irían juntos a Silver Lake, le enseñaría su nuevo hogar. Hasta ahora era el único sitio que había podido llamar así. Estarían juntos de nuevo y eso la hacía sentirse demasiado bien.
Estar de nuevo junto a Matt la hacía sentirse segura de verdad. Nada podría pasarles si se mantenían juntos. Ashley cerró los ojos tal y como le pidió, se sentía tan bien entre sus brazos que no tardó en dormirse. Como en antaño, cuando no había zombies, cuando el mundo era algo más seguro.
Cuando despertasen se irían juntos a Silver Lake, allí podrían empezar de nuevo.
— Atlanta fue un caos Matt, pero estamos bien, es lo que importa — iba diciendo mientras acariciaba uno de sus brazos, lo recorría lentamente con la yemas de los dedos. Irían juntos a Silver Lake, le enseñaría su nuevo hogar. Hasta ahora era el único sitio que había podido llamar así. Estarían juntos de nuevo y eso la hacía sentirse demasiado bien.
Estar de nuevo junto a Matt la hacía sentirse segura de verdad. Nada podría pasarles si se mantenían juntos. Ashley cerró los ojos tal y como le pidió, se sentía tan bien entre sus brazos que no tardó en dormirse. Como en antaño, cuando no había zombies, cuando el mundo era algo más seguro.
Cuando despertasen se irían juntos a Silver Lake, allí podrían empezar de nuevo.
- Matt :
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 13:42 por Agent 4.0
» ₪ Juego: Chicas Vs. chicos
Hoy a las 12:17 por Erica Ashcroft
» ₪ Juego: Confesionario
Hoy a las 11:09 por El Sombrerero Loco
» Dream of Spring [Antes Golden Blood, Confirmación & cambio botón]
Hoy a las 09:28 por Agent 4.0
» Shadows From The Past -Confirmacion Elite-
Hoy a las 09:28 por Agent 4.0
» ₪ Juego: una historia en tres palabras
Hoy a las 00:48 por Harper Voight
» Sangre y teorías [Sylvia y Ethan]
Hoy a las 00:45 por Harper Voight
» Tiempo pasado [D Leah]
Ayer a las 21:38 por Leah Hadley
» Hasta aquí — Max A. Walcott
Ayer a las 21:27 por Max A. Walcott
» Caminos inciertos [Ireth Haven]
Ayer a las 21:04 por Grey Seiffert