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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Vacaciones por año nuevo [A6]
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Recuerdo del primer mensaje :
— No vamos a conseguir nada — dejó caer los prismáticos en la mesa y se acercó al sofá que quedaba en pleno salón. Vestía un pesado abrigo que lo cubría prácticamente entero, con un gorro de lana y guantes. El invierno había llegado ya y el frío en aquella zona del mundo era aún más intenso.
— Bob, llevamos dos días en este piso sin saber nada, casi sin noticias de Umbrella, ¿debemos seguir espiando a los zombies desde aquí o de verdad va a pasar algo? — Callen parecía bastante frustrado. Los habían enviado a Canadá, a un antiguo piso franco de Umbrella, tuvieron que limpiarlo y desde entonces allí siguen, vigilando una calle. Se suponía que debía pasar algo y que cuando ocurriera... deberían informar a la base, pero no pasaba nada y Chase estaba cada vez más cansado.
— A este paso escribiré un libro: La psicología del buen zombie — comentó con sarcasmo mientras se dejaba caer en el sofá y se acurrucaba debido al frío que hacía. — Si no se me congelan antes los dedos — miró de reojo a la rubia, con diversión, ella seguía frente a la ventana, claro, como la buena jefa de división que era. — Sigue guardando la compostura, sí — le guiñó un ojo, aunque seguramente no le vería.
Para no recordar nada, ahora tenían un buen trato, sin embargo, atrás, muy lejos... en Nevada, había quedado su plan. Oculto en la lámpara del techo de su habitación, aguardando a que de nuevo las sospechas y sensaciones desagradables les invadieran. Tanto Callen como A6 habían tenido largos entrenamientos durante aquellas últimas semanas, como si Umbrella se hubiera percatado de que algo iba mal y entonces quisieran mantenerlos ocupados. Aquello era la clave del éxito para los Ice. En Bob tal vez funcionaba mejor, ella se había mostrado mucho más seria y distante. Él... se limitaba a cumplir órdenes.
Uno de enero de 2016
Regina, Canadá
Regina, Canadá
— No vamos a conseguir nada — dejó caer los prismáticos en la mesa y se acercó al sofá que quedaba en pleno salón. Vestía un pesado abrigo que lo cubría prácticamente entero, con un gorro de lana y guantes. El invierno había llegado ya y el frío en aquella zona del mundo era aún más intenso.
— Bob, llevamos dos días en este piso sin saber nada, casi sin noticias de Umbrella, ¿debemos seguir espiando a los zombies desde aquí o de verdad va a pasar algo? — Callen parecía bastante frustrado. Los habían enviado a Canadá, a un antiguo piso franco de Umbrella, tuvieron que limpiarlo y desde entonces allí siguen, vigilando una calle. Se suponía que debía pasar algo y que cuando ocurriera... deberían informar a la base, pero no pasaba nada y Chase estaba cada vez más cansado.
— A este paso escribiré un libro: La psicología del buen zombie — comentó con sarcasmo mientras se dejaba caer en el sofá y se acurrucaba debido al frío que hacía. — Si no se me congelan antes los dedos — miró de reojo a la rubia, con diversión, ella seguía frente a la ventana, claro, como la buena jefa de división que era. — Sigue guardando la compostura, sí — le guiñó un ojo, aunque seguramente no le vería.
Para no recordar nada, ahora tenían un buen trato, sin embargo, atrás, muy lejos... en Nevada, había quedado su plan. Oculto en la lámpara del techo de su habitación, aguardando a que de nuevo las sospechas y sensaciones desagradables les invadieran. Tanto Callen como A6 habían tenido largos entrenamientos durante aquellas últimas semanas, como si Umbrella se hubiera percatado de que algo iba mal y entonces quisieran mantenerlos ocupados. Aquello era la clave del éxito para los Ice. En Bob tal vez funcionaba mejor, ella se había mostrado mucho más seria y distante. Él... se limitaba a cumplir órdenes.
— ¡Yo me encargo de estos hijos de puta! — rápido como él solo, Callen alzó el arma y apuntó a la cabeza del primer zombie, pulsó el gatillo y este cayó automáticamente al suelo, a la par que la cabeza prácticamente estallaba. Acto seguido desvió el arma hasta apuntar al segundo y abrió fuego.
Había acabado con ambos, justo cuando se giraba y observaba a A6 pelear contra el último no muerto, ya que él en la distancia tenía más rapidez. No pudo ayudar a su compañera, ya que estaba ella de por medio y quería evitar pegarle un tiro.
— ¡EH, ATRÁS! — Callen alzó el arma hacia el psicópata que había salido a sangre fría y machete en mano a atacar a Bob. — ¡Baja el arma o te juro que no dudaré en volarte la cabeza! — Callen habló muy serio, notablemente enfadado y lo más extraño, estaba notablemente alterado. Sabía que no le pasaría nada a Bob, pero claro, eso no lo sabían esos idiotas. La mandíbula de Chase se tensó, tragó saliva sin parpadear, todos los músculos de su cuerpo estaban en tensión, listos para actuar a la más mínima señal.
— Acabamos de salvaros la vida, creo que eso es lo último que merecemos... — había logrado calmarse. Aunque fuera un poco, para tratar de dialogar con aquellas personas, apelando a unos sentimientos de los cuales no sabía su existencia.
— Vamos — suplicación y desesperación se hicieron eco en las palabras de Callen cuando el hombre se mantuvo en silencio durante un rato que al hombre se le hizo eterno.
— ¿Qué más te da? Ahora o después como una mal... — alzó el arma sobre A6 y Callen hizo lo propio sobre el hombre.
— ¡Quieto! — una de las mujeres lo apuntó detrás a él. — Bien, creo que estamos en tablas, ¿no? — aclaró Callen sin girarse, manteniendo la calma y apuntando al hombre. — No dejaré que le toques ni un solo pelo, te volaré la cabeza y entonces tus compañeros me matarán a mi, me da igual — ahora en sus palabras había absoluta frialdad. Su cara era de póker, estaba tratando de hacerlos entrar en razón, pero no parecían muy a favor de un plan pacífico. — Bob... ¿todavía te parece bien haber ayudado a estos gilipollas? — el hombre no dejaba de mirarla a ella y después a él. Callen sabía que el problema ahora eran los de atrás, por eso observó fijamente a su superior. — Y pensar que si no hubiéramos venido estaríais muertos... — no era un reproche, se lo estaba diciendo a A6 para que prestase atención, los de atrás no tenían balas, pues de haberlas tenido habrían abierto fuego contra los zombies. Tenía a tres tras él. ¿Lo comprendería ella?
Había acabado con ambos, justo cuando se giraba y observaba a A6 pelear contra el último no muerto, ya que él en la distancia tenía más rapidez. No pudo ayudar a su compañera, ya que estaba ella de por medio y quería evitar pegarle un tiro.
— ¡EH, ATRÁS! — Callen alzó el arma hacia el psicópata que había salido a sangre fría y machete en mano a atacar a Bob. — ¡Baja el arma o te juro que no dudaré en volarte la cabeza! — Callen habló muy serio, notablemente enfadado y lo más extraño, estaba notablemente alterado. Sabía que no le pasaría nada a Bob, pero claro, eso no lo sabían esos idiotas. La mandíbula de Chase se tensó, tragó saliva sin parpadear, todos los músculos de su cuerpo estaban en tensión, listos para actuar a la más mínima señal.
— Acabamos de salvaros la vida, creo que eso es lo último que merecemos... — había logrado calmarse. Aunque fuera un poco, para tratar de dialogar con aquellas personas, apelando a unos sentimientos de los cuales no sabía su existencia.
— Vamos — suplicación y desesperación se hicieron eco en las palabras de Callen cuando el hombre se mantuvo en silencio durante un rato que al hombre se le hizo eterno.
— ¿Qué más te da? Ahora o después como una mal... — alzó el arma sobre A6 y Callen hizo lo propio sobre el hombre.
— ¡Quieto! — una de las mujeres lo apuntó detrás a él. — Bien, creo que estamos en tablas, ¿no? — aclaró Callen sin girarse, manteniendo la calma y apuntando al hombre. — No dejaré que le toques ni un solo pelo, te volaré la cabeza y entonces tus compañeros me matarán a mi, me da igual — ahora en sus palabras había absoluta frialdad. Su cara era de póker, estaba tratando de hacerlos entrar en razón, pero no parecían muy a favor de un plan pacífico. — Bob... ¿todavía te parece bien haber ayudado a estos gilipollas? — el hombre no dejaba de mirarla a ella y después a él. Callen sabía que el problema ahora eran los de atrás, por eso observó fijamente a su superior. — Y pensar que si no hubiéramos venido estaríais muertos... — no era un reproche, se lo estaba diciendo a A6 para que prestase atención, los de atrás no tenían balas, pues de haberlas tenido habrían abierto fuego contra los zombies. Tenía a tres tras él. ¿Lo comprendería ella?
- DADOS:
- Callen no está al alcance de los zombies.
1º DISPARO: 5 + 10 = 15.
DEFENSA ZOMBIE: 2 + 4 = 6.
2º DISPARO: 5 + 6 = 11.
DEFENSA ZOMBIE: 2 + 5 = 7.
Vida 1º zombie 20 - 25 = -5.
Vida 2º zombie 20 - 25 = -5.
¿Decide el hombre calmarse o sigue empeñado en matar a Vanessa?
El miembro 'Chase Callen' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Números' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Números' :
#2 Resultados :
#1 'Números' :
#1 Resultados :
--------------------------------
#2 'Números' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
La tensión podía palparse en el ambiente. Después de haberlos salvado esa gentuza estaban dispuestos a acabar conmigo. Respiré hondo viendo la situación y no pude evitar mirar a Callen sin entender. ¿Qué estaba haciendo? Por un momento era como si hubiese perdido el juicio y no estaba actuando con ningún tipo de razón.
— ¡Por favor no! — dejé caer la katana repentinamente, porque estaba comenzando a ver lo que acabaría pasando si no poníamos un poco de sentido. — Nos estamos poniendo muy nerviosos, entiendan a mi... — por un instante dudé. — Compañero, él no quiere verme morir así y yo necesito asimilarlo, ambos, llevamos mucho tiempo juntos y... — tragué saliva. — Yo misma me pegaré un tiro, en cuanto empiece a sentirme mal, no me convertiré, pero necesitamos esto, necesitamos despedirnos y... no podemos enfrentarnos de esta manera, ustedes pueden salir heridos, pero él también y yo no quiero eso — las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. No debíamos poner en riesgo la misión y enfrentarnos solo empeoraría las cosas.
— Por favor... — sollocé.
— Maldita zorra mentirosa — no coló. De hecho alzó el arma nuevamente con afán de darme un golpe mortal. Todo sucedió muy rápido, en cuanto escuché su tono de voz me deslicé al suelo para recoger la katana y golpearlo con esta antes de que él me atacase a mi. Alcé el arma casi por inercia, ni siquiera me planteaba acabar con él, pero sucedió. El hombre se adelantaba a por mi cuando prácticamente él solo se dejaba caer sobre la katana, esta se hundió por completo en el corazón. Prácticamente ni se dio cuenta de que estaba muriendo, ya que fallecía en el acto. Me quedé en el sitio perpleja. Estaba acostumbrada a matar zombies, pero no personas, de hecho era la prime... parpadeé. No era la primera vez, pero no lograba recordar cómo. Y de nuevo Jared apareció en mis pensamientos, eso me resultaba familiar. No era la primera vez que recordaba ese nombre, ese rostro y me llevé una mano a la cabeza porque sentí ese fuerte pinchazo de dolor. El tipo cayó acto seguido a mi lado y aquel no era el mejor momento para eso.
— Mierda.
— ¡Por favor no! — dejé caer la katana repentinamente, porque estaba comenzando a ver lo que acabaría pasando si no poníamos un poco de sentido. — Nos estamos poniendo muy nerviosos, entiendan a mi... — por un instante dudé. — Compañero, él no quiere verme morir así y yo necesito asimilarlo, ambos, llevamos mucho tiempo juntos y... — tragué saliva. — Yo misma me pegaré un tiro, en cuanto empiece a sentirme mal, no me convertiré, pero necesitamos esto, necesitamos despedirnos y... no podemos enfrentarnos de esta manera, ustedes pueden salir heridos, pero él también y yo no quiero eso — las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. No debíamos poner en riesgo la misión y enfrentarnos solo empeoraría las cosas.
— Por favor... — sollocé.
— Maldita zorra mentirosa — no coló. De hecho alzó el arma nuevamente con afán de darme un golpe mortal. Todo sucedió muy rápido, en cuanto escuché su tono de voz me deslicé al suelo para recoger la katana y golpearlo con esta antes de que él me atacase a mi. Alcé el arma casi por inercia, ni siquiera me planteaba acabar con él, pero sucedió. El hombre se adelantaba a por mi cuando prácticamente él solo se dejaba caer sobre la katana, esta se hundió por completo en el corazón. Prácticamente ni se dio cuenta de que estaba muriendo, ya que fallecía en el acto. Me quedé en el sitio perpleja. Estaba acostumbrada a matar zombies, pero no personas, de hecho era la prime... parpadeé. No era la primera vez, pero no lograba recordar cómo. Y de nuevo Jared apareció en mis pensamientos, eso me resultaba familiar. No era la primera vez que recordaba ese nombre, ese rostro y me llevé una mano a la cabeza porque sentí ese fuerte pinchazo de dolor. El tipo cayó acto seguido a mi lado y aquel no era el mejor momento para eso.
— Mierda.
- DADOS:
- Subterfugio 2 + 1 = 3.
Empatía 3 + 6 = 9.
Usaremos los dados para ver si mi habilidad de subterfugio 2 logra engañar a la empatía de este PNJ, al que le pondremos 3 puntos, que es más o menos con lo que puede empezar alguien.
Lanzada de dados para siguiente ataque aquí.
Usaré las habilidades de los bandidos puestas en el listado de enemigos: A3 - D3 - CF3 - D10.
Port tanto:
Mi ataque 5 + 10 = 15 . Daño crítico.
Mi defensa 5 + 5 = 10.
Su ataque 3 + 3 = 6.
Su defensa 3 + 9 = 12.
El daño de mi katana es de 23, pero se duplica al sacar 10 = 46.
Su vida era de 30 - 46 = - 16. Muerto.
No memories, no pain, no life...
El miembro 'Vanessa A. Walcott' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Números' :
#1 Resultados :
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#2 'Números' :
#2 Resultados :
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#2 'Números' :
#2 Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Desde que despertó, había pasado por momentos complicados y tensos, pero aquel... se llevaba la palma. Callen observaba casi sin pestañear al hombre, como sujetaba su machete amenazando a Bob y ella como trataba de darle pena para evitar que la matase. No iba a ocurrirle nada, pero claro ellos no lo sabían y daba igual que se lo quisiéramos explicar, eso complicaría más aún las cosas. Pero claro, todo se podía complicar aún más y así fue.
— Me cago en la puta — soltó sin pensar en voz baja cuando vio como A6 atravesaba con su katana a ese gilipollas. Acto seguido, en cuestión de segundos el hombre se giraba hacia los otros tres y los apuntaba con su G36. Hizo bien, lo que acababa de ocurrir complicaba más las cosas.
— Quietos, creo recordar que no os quedan balas, ¿no? — no dejaba de apuntar con su armas. — Por eso tuvimos que venir a ayudaros con los zombies — Callen señaló lo obvio, aunque no estaba claro del todo. Ella, la mujer que lo amenazó, le apuntaba con un arma de fuego.
— No tiene por qué morir nadie más, cada uno irá por su parte, ya es suficiente, os hemos salvado la vida una vez... no hagáis que nos enfrentemos más — Callen trataba de sonar calmado. — Si fuéramos unos hijos de puta os habríamos dejado morir... siento lo de vuestro amigo, pero él la atacó primero y ella merece morir como desee — Callen, que sujetaba su arma con la izquierda, apartó levemente su derecha del gatillo, bajando apenas un poco el arma y mostrando que les daba un margen. Si tenían que enfrentarse... estaban jodidos, básicamente porque Umbrella necesitaba saber a dónde iban.
— Está bien, él ni siquiera nos gustaba, puede que hasta nos hayáis hecho un favor — la mujer bajó su arma tras unos segundos que se hicieron eternos. Callen incluso estuvo a punto de abrir fuego y mandarlo todo al carajo, pero no, no quería eso.
— Perfecto, salid, el camino está despejado, nosotros iremos después — ella asintió, alguien se acercó para quitarle unas cosas al cadáver, mientras que los otros dos se colocaban en la puerta, aún recelosos sin quitarles el ojos a A6 y Callen. Una vez que salieron Chase esperó, apuntando a la puerta, no terminaba de fiarse y al parecer ellos tampoco, porque todo el recorrido lo hicieron sin dejar de mirar hacia atrás.
— ¿Estás bien? — Callen se acercó a su compañera y alzó su brazo para ver la herida. — Nada que no cure un poco de antiséptico... — luego desvió la mirada hacia el cadáver. — Te habría matado y la misión de Umbrella sigue — Callen se asomó por una de las ventanas a la calle para ver como esos idiotas se subían a el vehículo de antes. — Listo — tras un suspiro se fue hacia un lado. — ¿Nos vamos ya o quieres echar un vistazo?
— Me cago en la puta — soltó sin pensar en voz baja cuando vio como A6 atravesaba con su katana a ese gilipollas. Acto seguido, en cuestión de segundos el hombre se giraba hacia los otros tres y los apuntaba con su G36. Hizo bien, lo que acababa de ocurrir complicaba más las cosas.
— Quietos, creo recordar que no os quedan balas, ¿no? — no dejaba de apuntar con su armas. — Por eso tuvimos que venir a ayudaros con los zombies — Callen señaló lo obvio, aunque no estaba claro del todo. Ella, la mujer que lo amenazó, le apuntaba con un arma de fuego.
— No tiene por qué morir nadie más, cada uno irá por su parte, ya es suficiente, os hemos salvado la vida una vez... no hagáis que nos enfrentemos más — Callen trataba de sonar calmado. — Si fuéramos unos hijos de puta os habríamos dejado morir... siento lo de vuestro amigo, pero él la atacó primero y ella merece morir como desee — Callen, que sujetaba su arma con la izquierda, apartó levemente su derecha del gatillo, bajando apenas un poco el arma y mostrando que les daba un margen. Si tenían que enfrentarse... estaban jodidos, básicamente porque Umbrella necesitaba saber a dónde iban.
— Está bien, él ni siquiera nos gustaba, puede que hasta nos hayáis hecho un favor — la mujer bajó su arma tras unos segundos que se hicieron eternos. Callen incluso estuvo a punto de abrir fuego y mandarlo todo al carajo, pero no, no quería eso.
— Perfecto, salid, el camino está despejado, nosotros iremos después — ella asintió, alguien se acercó para quitarle unas cosas al cadáver, mientras que los otros dos se colocaban en la puerta, aún recelosos sin quitarles el ojos a A6 y Callen. Una vez que salieron Chase esperó, apuntando a la puerta, no terminaba de fiarse y al parecer ellos tampoco, porque todo el recorrido lo hicieron sin dejar de mirar hacia atrás.
— ¿Estás bien? — Callen se acercó a su compañera y alzó su brazo para ver la herida. — Nada que no cure un poco de antiséptico... — luego desvió la mirada hacia el cadáver. — Te habría matado y la misión de Umbrella sigue — Callen se asomó por una de las ventanas a la calle para ver como esos idiotas se subían a el vehículo de antes. — Listo — tras un suspiro se fue hacia un lado. — ¿Nos vamos ya o quieres echar un vistazo?
- DADOS:
- ¿Logra Callen convencerlos de que se vayan cada uno por su lado?
Subterfugio 1 + 10 = 11.
Empatía 3 + 3 = 6.
El miembro 'Chase Callen' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Números' :
Resultados :
'Números' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
— Antiséptico — repetí una vez que estábamos a solas. Sonreí poniéndome firme. — Vámonos, no tengo ganas de seguir en esta ciudad de mierda — tal vez en antaño fuera de otra manera, ahora la experiencia solo me hacía querer largarme de allí a la velocidad del rayo.
— Bueno, hemos salvado la misión, no está mal, ¿no? — suspiré recogiendo mis cosas. — Vayámonos antes de que el ruido atraiga a más — avancé a hacia la puerta mientras pensaba en qué íbamos a poner en el informe. — Nos hemos tomado muchas libertades, ¿crees que está bien? — sí, tal vez con otros no comentaría algo así, no pediría opinión, pues no quería mostrar debilidad. Pero con Callen o Stephens, era de otra forma, no me importaba saber qué opinaban.
— Igual... no deberíamos mencionar lo ocurrido — en Umbrella nunca se sabía. La misión estaba bien, seguía, ¿qué más daba si era con uno menos? No tardamos en alcanzar el resto de cosas y una vez con ellas nos preparamos para regresar a Nevada, quedaba un largo viaje en el que podríamos pensar aún sobre lo sucedido y qué era lo que le contaríamos a la compañía.
— Bueno, hemos salvado la misión, no está mal, ¿no? — suspiré recogiendo mis cosas. — Vayámonos antes de que el ruido atraiga a más — avancé a hacia la puerta mientras pensaba en qué íbamos a poner en el informe. — Nos hemos tomado muchas libertades, ¿crees que está bien? — sí, tal vez con otros no comentaría algo así, no pediría opinión, pues no quería mostrar debilidad. Pero con Callen o Stephens, era de otra forma, no me importaba saber qué opinaban.
— Igual... no deberíamos mencionar lo ocurrido — en Umbrella nunca se sabía. La misión estaba bien, seguía, ¿qué más daba si era con uno menos? No tardamos en alcanzar el resto de cosas y una vez con ellas nos preparamos para regresar a Nevada, quedaba un largo viaje en el que podríamos pensar aún sobre lo sucedido y qué era lo que le contaríamos a la compañía.
No memories, no pain, no life...
— Igual no... — musitó. Ella tenía razón, aunque habían salvado la misión desconocían hasta qué punto habían metido la pata. ¿Y si el muerto era quién sabía hacia dónde ir o...? Suspiró. Después de recoger sus cosas y de equiparse, Callen fue el primero dirección el vehículo que tenían. Se trataba de un viejo ford, algo oxidado y que en apariencia no iba a arrancar. Esa era la gracia de no llamar la atención. El jeep de Umbrella hubiera sido demasiado llamativo. Aunque en la frontera con Estados Unidos, en un almacén seguro de Umbrella tenían uno esperando. No regresarían desde Canadá hasta Nevada en aquel trasto.
Una vez en el coche, abrió el maletero, allí oculto tenía una pequeña maleta, no contaba con ningún medicamento, pero sí algo de agua que les dieron en Umbrella. Rompió una camiseta limpia que había allí mismo y se dirigió hacia Bob.
— Espera prince... — Chase se estaba riendo, se disponía a tratar de limpiarle las heridas, aunque fuera con agua. Cuando sufrió aquella especie de... ¿De qué? — Princesa — repitió más serio. Al principio lo dijo como si nada, era la típica expresión que diría para chincharla a ella, pero entonces sufrió una especie de deja vu, no era la primera vez y aquello a ella le molestaba demasiado, hasta el punto de...
— Tú y yo... — se quedó con la botella de agua en la mano. La miraba fijamente y entonces como un acto reflejo le quitó la PDA, luego la suya y las lanzó lejos de allí. — ...hemos trabajado mucho juntos, pero... ¿Recuerdas alguna de nuestras salidas? — preguntó. — Desde principio a fin — añadió. ¿Por qué había hecho aquello, por qué lanzó las PDA? Se suponía que si no las encendían, no había comunicación con Umbrella. ¿Seguro? ¿Por qué estaba esperando entonces la voz de White Queen?
Una vez en el coche, abrió el maletero, allí oculto tenía una pequeña maleta, no contaba con ningún medicamento, pero sí algo de agua que les dieron en Umbrella. Rompió una camiseta limpia que había allí mismo y se dirigió hacia Bob.
— Espera prince... — Chase se estaba riendo, se disponía a tratar de limpiarle las heridas, aunque fuera con agua. Cuando sufrió aquella especie de... ¿De qué? — Princesa — repitió más serio. Al principio lo dijo como si nada, era la típica expresión que diría para chincharla a ella, pero entonces sufrió una especie de deja vu, no era la primera vez y aquello a ella le molestaba demasiado, hasta el punto de...
— Tú y yo... — se quedó con la botella de agua en la mano. La miraba fijamente y entonces como un acto reflejo le quitó la PDA, luego la suya y las lanzó lejos de allí. — ...hemos trabajado mucho juntos, pero... ¿Recuerdas alguna de nuestras salidas? — preguntó. — Desde principio a fin — añadió. ¿Por qué había hecho aquello, por qué lanzó las PDA? Se suponía que si no las encendían, no había comunicación con Umbrella. ¿Seguro? ¿Por qué estaba esperando entonces la voz de White Queen?
— ¿Me vas a hacer curita sa...? — la sonrisa desapareció de mi rostro a la vez que la de Chase esfumaba. Era como si hubiera pulsado un botón. — No... me gusta que me llamen así — tragué saliva, porque... había algo, algo que no lograba entender y él tampoco. Acto seguido comenzó a quitar mi PDA del brazo, la suya y las lanzó lejos. Yo observaba dejándome hacer, porque también entendía que algo iba mal, justo allí, delante del viejo ford. Cuestionando a Umbrella, que lo había hecho todo por nosotros. ¿Seguro? — Me llamo Vanessa, puedes decirme Nessa, pero no cualquier otra cosa y mucho menos princesa — las palabras brotaron de mis labios lentamente, sin apartar la mirada de Callen, acto seguido lo hicieron las lágrimas. — Me llamo Vanessa — sollocé. Tragué saliva y acto seguido respiré hondo, tratando de controlar las lágrimas, incluso me las limpié rápidamente con el dorso de la mano.
Le arrebaté la botella de agua y bebí de esta muy rápidamente. La cabeza me daba vueltas.
— No es la primera vez que te digo esto — desvié la mirada hacia donde había lanzado las PDA. — No es la primera vez que recuerdo esto — volví a observar sus ojos. ¿Misiones juntos? — Misiones juntos... Está la de la BOW, esta y... hemos estado mucho juntos, yo... una vez te curé unas heridas en el hangar y... — volví a beber agua, la cabeza me dolía demasiado. — Yo te conozco, pero... ¿Cuánto tiempo hemos estado realmente juntos? — respiré hondo. — Te gusta comer pizza y eres tal vez la única persona que conozco a la que le fascina la piña en la comida, la cerveza te encanta, pero sobre todo con lima, te fascina el rock clásico... te gusta leer cómics, cosa que no sabe nadie, es que ni yo sé como sé todo eso... — había muchas lagunas en mi cabeza. — Y son cosas que no me has contado, yo las he visto, las he vivido, pero... no me acuerdo — sí, tenía las imágenes en mi cabeza, estaban ahí, pero no las ubicaba en mi día a día. ¿Estaba perdiendo la cabeza? — Creo que me estoy volviendo loca — sentencié.
Le arrebaté la botella de agua y bebí de esta muy rápidamente. La cabeza me daba vueltas.
— No es la primera vez que te digo esto — desvié la mirada hacia donde había lanzado las PDA. — No es la primera vez que recuerdo esto — volví a observar sus ojos. ¿Misiones juntos? — Misiones juntos... Está la de la BOW, esta y... hemos estado mucho juntos, yo... una vez te curé unas heridas en el hangar y... — volví a beber agua, la cabeza me dolía demasiado. — Yo te conozco, pero... ¿Cuánto tiempo hemos estado realmente juntos? — respiré hondo. — Te gusta comer pizza y eres tal vez la única persona que conozco a la que le fascina la piña en la comida, la cerveza te encanta, pero sobre todo con lima, te fascina el rock clásico... te gusta leer cómics, cosa que no sabe nadie, es que ni yo sé como sé todo eso... — había muchas lagunas en mi cabeza. — Y son cosas que no me has contado, yo las he visto, las he vivido, pero... no me acuerdo — sí, tenía las imágenes en mi cabeza, estaban ahí, pero no las ubicaba en mi día a día. ¿Estaba perdiendo la cabeza? — Creo que me estoy volviendo loca — sentencié.
No memories, no pain, no life...
— Vanessa — una leve sonrisa apareció en sus labios, pues pudo ver como la joven parecía romperse. — Está bien... Nessa — ahora la sonrisa creció un poco más. Era evidente que aquel descubrimiento la hacía feliz, pero no era fácil. Sabía lo importante que resultaba para ella saber su nombre y lo más duro: ambos sabían que no era la primera vez que tenían esa conversación.
Observó como la luz roja aumentaba en el interior de sus pechos y eso lo alarmó. Y una vez más esa sonrisa amarga apareció en sus labios cuando ella comenzó a hablar de él.
— Todo es cierto, y lo peor es que hay cosas que ni siquiera yo sé, pero tú las sabes, no recuerdo haber comido piña nunca en la comida y sin embargo creo que me gusta aunque... sí, es posible que no me guste decirlo en alto... — iba asintiendo a sus palabras y chistó de golpe, al ver que la luz de la araña brillaba con más fuerza.
— Eh... calma, por favor, Bob — de nuevo utilizó el mote con el que solía identificarla. Ahora la necesitaba calmada y llamarla por su nombre real solo la pondría más sensible y alterada. Miró de reojo a las PDA, como las había lanzado. — No sé explicarlo, pero... necesito que te calmes, está todo bien, ¿si? — se llevó un dedo a los labios y agarró con la mano libre la de Bob, comenzó a andar hacia las PDA.
— Aquí White Queen, ¿me reciben? repito, aquí White Queen, reporte de misión... — la inconfundible voz de una niña no dejaba de sonar. — Mando, aquí Callen, hemos tenido un problema con una BOW nómada, la estamos despistando por fin, pero desconozco si estamos a salvo, nos sigue, procedemos a subirnos al ford para alcanzar el siguiente punto seguro. ¿Permiso aceptado? — Callen trató de mantenerse tranquilo, de hecho había conseguido calmar su respiración y con ella sus latidos. Miró a Bob y le hizo un gesto para que respondiera pausada.
— Permiso aceptado, no duden en pedir refuerzos si es necesario — respondió.
— Vale Bob, vamos a subirnos al coche, ¿estás preparada? No quiero que esa cosa nos encuentre ya — Callen le hizo una seña en sigilo, para que entendiera lo que pretendía, y luego señaló el coche.
Observó como la luz roja aumentaba en el interior de sus pechos y eso lo alarmó. Y una vez más esa sonrisa amarga apareció en sus labios cuando ella comenzó a hablar de él.
— Todo es cierto, y lo peor es que hay cosas que ni siquiera yo sé, pero tú las sabes, no recuerdo haber comido piña nunca en la comida y sin embargo creo que me gusta aunque... sí, es posible que no me guste decirlo en alto... — iba asintiendo a sus palabras y chistó de golpe, al ver que la luz de la araña brillaba con más fuerza.
— Eh... calma, por favor, Bob — de nuevo utilizó el mote con el que solía identificarla. Ahora la necesitaba calmada y llamarla por su nombre real solo la pondría más sensible y alterada. Miró de reojo a las PDA, como las había lanzado. — No sé explicarlo, pero... necesito que te calmes, está todo bien, ¿si? — se llevó un dedo a los labios y agarró con la mano libre la de Bob, comenzó a andar hacia las PDA.
— Aquí White Queen, ¿me reciben? repito, aquí White Queen, reporte de misión... — la inconfundible voz de una niña no dejaba de sonar. — Mando, aquí Callen, hemos tenido un problema con una BOW nómada, la estamos despistando por fin, pero desconozco si estamos a salvo, nos sigue, procedemos a subirnos al ford para alcanzar el siguiente punto seguro. ¿Permiso aceptado? — Callen trató de mantenerse tranquilo, de hecho había conseguido calmar su respiración y con ella sus latidos. Miró a Bob y le hizo un gesto para que respondiera pausada.
— Permiso aceptado, no duden en pedir refuerzos si es necesario — respondió.
— Vale Bob, vamos a subirnos al coche, ¿estás preparada? No quiero que esa cosa nos encuentre ya — Callen le hizo una seña en sigilo, para que entendiera lo que pretendía, y luego señaló el coche.
No entendía nada de lo que estaba pasando. Mi cabeza daba vueltas. ¿Habíamos vivido aquello antes? ¿Por qué lo olvidábamos? Entonces comencé a fijarme en como Chase observaba la araña en mi pecho, podía notar la luz a través de la tela. Brillaba con fuerza, casi como latía mi corazón. ¿Calma? ¿Cómo iba a mantener la calma? No estaba entendiendo nada, pero sí que confiaba en él. Así que cerré los ojos, respiré hondo y traté de tranquilizarme. Algo ayudó.
Observé, analizando la situación.
— Eh sí... — todo estaba sucediendo muy rápido, me fijé en sus gestos. — Espera un segundo, voy a revisar mi mochila, que esté todo en orden — disimulé, mientras asentía y avancé muy sigilosamente lejos de las PDA, hacia el coche. Donde ya no nos pudieran escuchar.
— ¿Quieres decir que nos controlan a través de nuestras constantes y lo que hablamos con las PDA? — observé que la luz del P30 parecía estable. — ¿Por qué iban a hacer eso? — susurraba, sin quitarle el ojo a las PDA en la lejanía, en el suelo. Observé las arañas. — ¿Y esto, y si...? — resoplé, giré sobre mis pies dándole la espalda a Callen, me llevé ambas manos a la frente. Aquello no tenía ningún tipo de sentido, pero dentro de lo extraño... parecía encajar en lo único normal que se ajustaba a todo lo que no tenía explicación. — ¿Y qué hacemos ahora? Si volvemos seguiremos en el mismo bucle, y sino, nos atraparán, será peor... ¿Cuántas veces habremos vivido esto? — sentencié con un chasquido, mis ojos estaban rojos y mis labios se curvaban en una sonrisa de resignación. — Vivimos el día de la marmota — alcé ambas manos y las coloqué en jarra sobre mis caderas. — Y es fantástico porque ni sé que es el día de la marmota... — resoplé nuevamente.
Observé, analizando la situación.
— Eh sí... — todo estaba sucediendo muy rápido, me fijé en sus gestos. — Espera un segundo, voy a revisar mi mochila, que esté todo en orden — disimulé, mientras asentía y avancé muy sigilosamente lejos de las PDA, hacia el coche. Donde ya no nos pudieran escuchar.
— ¿Quieres decir que nos controlan a través de nuestras constantes y lo que hablamos con las PDA? — observé que la luz del P30 parecía estable. — ¿Por qué iban a hacer eso? — susurraba, sin quitarle el ojo a las PDA en la lejanía, en el suelo. Observé las arañas. — ¿Y esto, y si...? — resoplé, giré sobre mis pies dándole la espalda a Callen, me llevé ambas manos a la frente. Aquello no tenía ningún tipo de sentido, pero dentro de lo extraño... parecía encajar en lo único normal que se ajustaba a todo lo que no tenía explicación. — ¿Y qué hacemos ahora? Si volvemos seguiremos en el mismo bucle, y sino, nos atraparán, será peor... ¿Cuántas veces habremos vivido esto? — sentencié con un chasquido, mis ojos estaban rojos y mis labios se curvaban en una sonrisa de resignación. — Vivimos el día de la marmota — alcé ambas manos y las coloqué en jarra sobre mis caderas. — Y es fantástico porque ni sé que es el día de la marmota... — resoplé nuevamente.
No memories, no pain, no life...
Bob, o mejor dicho Vanessa, le había entendido y Callen asentía en silencio a sus palabras sin dejar de observarla, hasta que se alejaron lo suficiente para hablar con calma.
— No lo sé, lo mismo hasta el P30 les ayuda a escucharnos y esto está siendo una farsa, pero... en principio creo que no — trataba de pensar muy rápido, qué iban a hacer y cómo proceder. — Voy a apuntar todo esto y lo guardaré en un lugar seguro en mi habitación... — sonrió, estaba dudando de decir aquello en voz alta, porque hasta esa conversación le sonaba haberla tenido antes. — En la lámpara, ¿verdad? — las habitaciones tampoco parecían ser un lugar seguro, era muy probable que ya les hubieran escuchado. Así que decidió otro lugar, aunque no se lo contase a Vanessa, él le guiñó un ojo.
— Volvamos a por las PDA, actuemos con normalidad, pero tú conduces de vuelta — él tenía un plan mientras que ella le llevase hasta la zona segura, para recoger el jeep. Una vez con las PDA encima, Callen solo decía cosas sutiles, lo normal. Se sentó en el asiento del copiloto y se hizo con una hoja de papel en la que comenzó a explicar todo. Era una hoja pequeña, así que escribió muy resumido, cuando estuvo todo la dobló lo más fina y pequeña que pudo. Habló de Vanessa, de cómo habían descubierto su nombre, de lo que recordaban sin saber cómo y de lo que no recordaban. Cogió el papel y lo introdujo en la funda del cuchillo. Cuando entraban a la base siempre debían dejar las armas, en un lugar seguro, alguien las solía revisar y siempre era la misma rutina: extraían el cuchillo, lo introducían en la funda nuevamente y al cajón. Cuando se lo devolvían no miraban nada, pero Callen siempre tenía costumbre de revisar que todo estuviera en su lugar y vería el papel. Mucho mejor que en una habitación donde White Queen tenía ojos.
— Bueno Bob, espero que la misión haya seguido a su ritmo, hemos cumplido — comentó. Tras tantos días por fin volvían a lo que creían su hogar. Pero en esta ocasión con la mayor de las incertidumbres. Por primera vez se sentía como si se adentrase en la boca del lobo. Bueno, él creía que era la primera vez que lo sentía.
— No lo sé, lo mismo hasta el P30 les ayuda a escucharnos y esto está siendo una farsa, pero... en principio creo que no — trataba de pensar muy rápido, qué iban a hacer y cómo proceder. — Voy a apuntar todo esto y lo guardaré en un lugar seguro en mi habitación... — sonrió, estaba dudando de decir aquello en voz alta, porque hasta esa conversación le sonaba haberla tenido antes. — En la lámpara, ¿verdad? — las habitaciones tampoco parecían ser un lugar seguro, era muy probable que ya les hubieran escuchado. Así que decidió otro lugar, aunque no se lo contase a Vanessa, él le guiñó un ojo.
— Volvamos a por las PDA, actuemos con normalidad, pero tú conduces de vuelta — él tenía un plan mientras que ella le llevase hasta la zona segura, para recoger el jeep. Una vez con las PDA encima, Callen solo decía cosas sutiles, lo normal. Se sentó en el asiento del copiloto y se hizo con una hoja de papel en la que comenzó a explicar todo. Era una hoja pequeña, así que escribió muy resumido, cuando estuvo todo la dobló lo más fina y pequeña que pudo. Habló de Vanessa, de cómo habían descubierto su nombre, de lo que recordaban sin saber cómo y de lo que no recordaban. Cogió el papel y lo introdujo en la funda del cuchillo. Cuando entraban a la base siempre debían dejar las armas, en un lugar seguro, alguien las solía revisar y siempre era la misma rutina: extraían el cuchillo, lo introducían en la funda nuevamente y al cajón. Cuando se lo devolvían no miraban nada, pero Callen siempre tenía costumbre de revisar que todo estuviera en su lugar y vería el papel. Mucho mejor que en una habitación donde White Queen tenía ojos.
— Bueno Bob, espero que la misión haya seguido a su ritmo, hemos cumplido — comentó. Tras tantos días por fin volvían a lo que creían su hogar. Pero en esta ocasión con la mayor de las incertidumbres. Por primera vez se sentía como si se adentrase en la boca del lobo. Bueno, él creía que era la primera vez que lo sentía.
— Sí, respecto a lo que te dije antes, diremos que todo en orden... omitiremos lo de ese gilipollas en el informe — preferí hablar de aquello otra vez, se suponía que no sabíamos que Umbrella escuchaban. Me pareció que hablar de algo que nos preocupaba mencionar a la corporación sería una buena tapadera.
Conduje el jeep durante horas, parando un par de veces para estirar las piernas, beber algo, despejarme... y luego proseguir el camino. Volvíamos a la que se suponía que era nuestra casa y algo me inquietaba enormemente, sentía que me adentraba en la boca del lobo, que todo estaba mal. Callen y yo rellenamos el informe de misión a la entrada de la base y después nos despedimos, lo único que quería era irme a dormir. Avanzaba por los pasillos mirando en todas direcciones, preocupada... había sido demasiado para mi. Vanessa, Vanessa... me repetía una y otra vez. ¿Se me iba a olvidar? ¿Cómo me iba a olvidar de mi nombre?
El hogar de Umbrella...
— Buenos días A6 — la imagen de la niña de Umbrella apareció junto a la cama y por poco se me saltaba el corazón. — ¿Cómo te encuentras hoy?
— Yo... bien — sentía un leve mareo, de hecho la cabeza me daba vueltas. Per sentía que era mejor no decir nada, que con empezar el día, realizar mis trabajos... todo pasaría.
— Tenemos buenas noticias A6, ya que eres una de las pocas personas que no tiene compañero dentro de la división Ice, hoy hemos decidido asignarle a alguien, se llama: Victor Andrews.
— ¿Compañero? — pestañeé. — Yo... no necesito compañero — contesté. ¿Para qué iba a necesitar un compañero? Si no lo había tenido... ¿no?
Tras haberme aseado, desayunado... fui directa al hangar, donde me encontraría con el tal Víctor. Una vez allí fui directa a uno de los jeep que me habían asignado para la salida. Era algo rutinario, de revisión, por ello quería acabar lo antes posible. Seguía un poco mosqueada, no quería al tal Andrews, yo podía hacerlo sola.
Conduje el jeep durante horas, parando un par de veces para estirar las piernas, beber algo, despejarme... y luego proseguir el camino. Volvíamos a la que se suponía que era nuestra casa y algo me inquietaba enormemente, sentía que me adentraba en la boca del lobo, que todo estaba mal. Callen y yo rellenamos el informe de misión a la entrada de la base y después nos despedimos, lo único que quería era irme a dormir. Avanzaba por los pasillos mirando en todas direcciones, preocupada... había sido demasiado para mi. Vanessa, Vanessa... me repetía una y otra vez. ¿Se me iba a olvidar? ¿Cómo me iba a olvidar de mi nombre?
El hogar de Umbrella...
~ Al día siguiente ~
— Buenos días A6 — la imagen de la niña de Umbrella apareció junto a la cama y por poco se me saltaba el corazón. — ¿Cómo te encuentras hoy?
— Yo... bien — sentía un leve mareo, de hecho la cabeza me daba vueltas. Per sentía que era mejor no decir nada, que con empezar el día, realizar mis trabajos... todo pasaría.
— Tenemos buenas noticias A6, ya que eres una de las pocas personas que no tiene compañero dentro de la división Ice, hoy hemos decidido asignarle a alguien, se llama: Victor Andrews.
— ¿Compañero? — pestañeé. — Yo... no necesito compañero — contesté. ¿Para qué iba a necesitar un compañero? Si no lo había tenido... ¿no?
~ Una hora después ~
Tras haberme aseado, desayunado... fui directa al hangar, donde me encontraría con el tal Víctor. Una vez allí fui directa a uno de los jeep que me habían asignado para la salida. Era algo rutinario, de revisión, por ello quería acabar lo antes posible. Seguía un poco mosqueada, no quería al tal Andrews, yo podía hacerlo sola.
No memories, no pain, no life...
— Buenos días — su voz sonó distante, Callen miraba a su alrededor, desorientado. AL verla a ella, comenzó a espabilar. Trabajaba para Umbrella, se acababa de despertar y tenía una misión. — Callen, buenos días, su compañero Andrew Steel estará en quince minutos en el hangar listo para iniciar una misión, los datos los tiene él, no le haga esperar — asintió y comenzó a prepararse.
No tardó en encontrarse junto a Steel, suspiró, no le caía nada bien, no se lo había dicho a nadie, pero sentía un desasosiego extraño, una sensación amarga de que algo no iba absolutamente bien. ¿Por qué? Apenas tenía nada en contra de él, ¿no? No, de hecho no recordaba que le hubiera hecho algo malo. Las misiones... eran borrosas en su cabeza, pero aún así, no, no le aguantaba.
— Callen, salimos ya, sube al coche — el hombre asintió y tras cargar el petate, preparado previamente, lo metió en la parte de atrás del jeep y fue directo al asiento copiloto. Ni le había preguntado por la misión, era como si le diera igual, había algo más que le hacía sentir intranquilo. Suspiró, llevándose por inercia la mano al cinturón de armas, en concreto a la funda de su cuchillo. No lo recordaba, ahí tenía las respuestas. Callen se apoyó en el cristal de la ventana del coche y observó por esta, más gente salía hoy de misión y no pudo evitar fijarse en una mujer rubia de cabello largo. Se quedó mirándola fijamente mientras que el coche avanzaba hacia la salida del hangar, que familiar le resultaba ella, ¿no la conocía, no? ¿O tal vez le recordaba a alguien? Sí, sería aquello. Callen se volvió mirada hacia el frente, sin darle mayor importancia, aunque algo en el interior de su pecho gritase que nada iba bien. Que sensación más extraña.
No tardó en encontrarse junto a Steel, suspiró, no le caía nada bien, no se lo había dicho a nadie, pero sentía un desasosiego extraño, una sensación amarga de que algo no iba absolutamente bien. ¿Por qué? Apenas tenía nada en contra de él, ¿no? No, de hecho no recordaba que le hubiera hecho algo malo. Las misiones... eran borrosas en su cabeza, pero aún así, no, no le aguantaba.
— Callen, salimos ya, sube al coche — el hombre asintió y tras cargar el petate, preparado previamente, lo metió en la parte de atrás del jeep y fue directo al asiento copiloto. Ni le había preguntado por la misión, era como si le diera igual, había algo más que le hacía sentir intranquilo. Suspiró, llevándose por inercia la mano al cinturón de armas, en concreto a la funda de su cuchillo. No lo recordaba, ahí tenía las respuestas. Callen se apoyó en el cristal de la ventana del coche y observó por esta, más gente salía hoy de misión y no pudo evitar fijarse en una mujer rubia de cabello largo. Se quedó mirándola fijamente mientras que el coche avanzaba hacia la salida del hangar, que familiar le resultaba ella, ¿no la conocía, no? ¿O tal vez le recordaba a alguien? Sí, sería aquello. Callen se volvió mirada hacia el frente, sin darle mayor importancia, aunque algo en el interior de su pecho gritase que nada iba bien. Que sensación más extraña.
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