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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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La tormenta después de la calma [Matthew]
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Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Hacía apenas un día que habían salido de Silver Lake, ¿hacia dónde? en realidad no iban con un rumbo fijo. Ya que se trataba de una salida programada para recoger víveres y cualquier cosa útil para el campamento. Habían decidido que cuanto más lejos mejor, ya que solían ir por los alrededores de Silver Lake y últimamente no les funcionaba bien.
Ashley se había quedado dormida en el asiento del copiloto. No solía pasarle ese tipo de cosas con nadie más que Matt, con él se sentía segura pasara lo que pasara.
— ¿Hemos parado? — susurró repentinamente, cuando en un momento dado empezó a espabilarse. No sabía cuanto llevaba dormida, pero ya salía el sol. Se hacía de día poco a poco y la claridad inundaba el interior del vehículo. Al desperezarse se dio cuenta de que él no estaba allí. ¿Habría salido? El vehículo se encontraba aparcado a un lado de la carretera en mitad de la nada, junto a lo que parecía ser una gasolinera. ¿Habría ido Matt allí? Ashley se preparó para salir. Seguido de un leve bostezo, se estiró para recoger su cinturón de armas y colocárselo. Acto seguido bajó del vehículo, mientras se frotaba ambos brazos.
Aunque se acercaban días calurosos, el frío de la mañana se le clavó en la piel, así que se hizo con una chaqueta que se fue echando por encima mientras avanzaba hacia la gasolinera.
— ¿Matt? — Ahley se detuvo en silencio delante la puerta, esperando algún tipo de respuesta o algo. El silencio solo la puso más nerviosa y corrió hacia la puerta abriendo de golpe. No lo pudo evitar.
- Matt :
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Le había dicho que la llevaría como n el, sabía que el peligro era inminente pero ¿Cuando no? Incluso en el campamento ni estaba completamente a salvo y aunque desde que había vuelto de Atlanta, sentía que él había fallado protegiendo los suyos, no había dicho una palabra sobre eso. Sabía sumido en esos pensamientos mientras conducía por lo que había sido una carretera antiguamente, de reojo podía ver a Ashley quién parecía dormir tranquilamente ¿Que sucedería con el si no fuera capaz de protegerla? Por intentos hay una mano al pecho como si el propio corazón él estuviera doliendo con solo imaginar aquella situación.
El sol estaba saliendo o casi por salir cuando el estaciono la caminata en un costado de la carretera, había una pequeña gasolinera y lo más seguro es que está ya hubiera sido saqueada hacía mucho tiempo, lo bueno de esos lugares pequeños y perdidos en la nada era que por lo general no tenía muchos zombies, por lo que le pareció bastante seguro revisar el lugar con rapidez. Miro a Ashley pero no quiso despertarla, ella de verdad parecía estar disfrutando.
Cómo vive imaginado el lugar estaba completamente saqueado no había más que desperdicio allí, tampoco parecía haber ningún zombie en el lugar, si alguna vez lo hubo ya se había podrido o se había largado. Así que salió y decidió dar una vuelta por el lugar, pongan algunos autos viejos tirados por allí y quizás los respuestos servirían para algo.
De golpe un ruido en la gasolinera lo hizo apresurarse a volver -Ash- susurro mientras sacaba su arma de la muslera en su pierna pero para cuando entro ella estaba sola -¿Ashley? ¿Que sucedió?- la recorrió con la mirada -¿Está todo bien?- aún tenía el arma en la mano, no podía evitar estar un poco más paranoico.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— ¡Ufff...! — cuando vio el rostro de Matt su cuerpo se relajó por completo. — Perdona amor, me desperté... no te vi y me preocupé — fue directa a darle un suave abrazo. Resultaba inevitable no vivir en vilo, más estando fuera del campamento.
— No hay nada, ¿verdad? — echó un ojo a su alrededor, separándose un poco de Matt para mirar mejor. Por allí ya había pasado demasiada gente, y era más que evidente. Una gruesa capa de polvo cubría cada mueble, por no hablar de la gran cantidad de estanterías tiradas por el suelo, bolsas vacías de patatas fritas, galletas... demasiados envoltorios. — Da la sensación de que por aquí estuvo alguien refugiándose y no es mal sitio, en mitad de la nada, y seguro que en su momento tenía víveres — Ashley se agachó junto a una de las estanterías volcadas y miró debajo.
— Absolutamente nada... — Ashley suspiró y se puso en pie. — ¿Cómo sigues? ¿quieres descansar un rato, te sustituyo? — se acercó a Matt y colocó su mano en la mejilla de él. — Si quieres podemos hacer una pausa y comer algo — apenas acababa de terminar la frase cuando un sonido la alertó. Procedía de la parte trasera del edificio, tras una puerta al fondo de la tienda. Miró a Matt. — Que típico, ¿no? — tal vez ni hiciera falta asomarse, con salir sería suficiente. — Volvamos al coche y vayamos a otro lugar, es otra opción... — Ashley se encogió de hombros, en principio al estar la puerta cerrada ni tendrían que preocuparse, hasta podrían quedarse fuera. Si podían evitarse un riesgo mejor que mejor.
— No hay nada, ¿verdad? — echó un ojo a su alrededor, separándose un poco de Matt para mirar mejor. Por allí ya había pasado demasiada gente, y era más que evidente. Una gruesa capa de polvo cubría cada mueble, por no hablar de la gran cantidad de estanterías tiradas por el suelo, bolsas vacías de patatas fritas, galletas... demasiados envoltorios. — Da la sensación de que por aquí estuvo alguien refugiándose y no es mal sitio, en mitad de la nada, y seguro que en su momento tenía víveres — Ashley se agachó junto a una de las estanterías volcadas y miró debajo.
— Absolutamente nada... — Ashley suspiró y se puso en pie. — ¿Cómo sigues? ¿quieres descansar un rato, te sustituyo? — se acercó a Matt y colocó su mano en la mejilla de él. — Si quieres podemos hacer una pausa y comer algo — apenas acababa de terminar la frase cuando un sonido la alertó. Procedía de la parte trasera del edificio, tras una puerta al fondo de la tienda. Miró a Matt. — Que típico, ¿no? — tal vez ni hiciera falta asomarse, con salir sería suficiente. — Volvamos al coche y vayamos a otro lugar, es otra opción... — Ashley se encogió de hombros, en principio al estar la puerta cerrada ni tendrían que preocuparse, hasta podrían quedarse fuera. Si podían evitarse un riesgo mejor que mejor.
- OFF:
- He tirado el dado y hasta el dado ha dicho que nope... No entiendo
- Matt :
El miembro 'Ashley B. Jones' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'¿Qué hay ahí?' :
Resultados : 125
'¿Qué hay ahí?' :
Resultados : 125
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Definitivamente no era solo el quién andaba nervioso, Y aunque el mundo era una porquería y estaba lleno de muertos que caminaban por allí, tenía la sensación de que algo más está sucediendo, quizás solo era el trauma por lo que había sucedido en Atlanta pero en la época que vivían no había tiempo para traumas o para visitar psicólogos lo mejor era seguir adelante. Puedo ver en la forma que ella se relajaba al encontrarse con el -todo está bien preciosa- susurro mientras bajaba su arma y la ponía en su lugar. Pero aquella frase parecía más una forma de decirse las cosas a el.
Rodeo el cuerpo de Ashley con sus brazos -te veías muy tranquila durmiendo y la estación es muy pequeña, es poco probable encontrarse con un gran problema, así que echaba un vistazo.- le dijo mientras acariciaba con dulzura su espalda. Dejo que se separara de sus brazos y aunque él ya había echado un vistazo por allí, la dejo quitarse la duda mientras la seguía -estos lugares son pequeños y probablemente son los primeros en haber sido saqueados.-
Tenía la vista clavada en ella mientras la miraba buscar -estoy bien- por alguna razón tenía que debía probarse algo a si mismo aunque no supiera exactamente que. Pero el sonido detrás de ellos llamo la atención -espera- volvió a sacar el arma y camino lentamente a la salida. Abrió la puerta lentamente y algo se movió entre los antiguos tachos de basura.
Estaba seguro que había revisado aquel lugar justo antes de que ella llegará allí. Le quitó el seguro a su arma y entonces se aventuró a ver lo que había detrás del contenedor, para su sorpresa por primera vez no se trataba de un zombie o de algún na de las creaciones de umbrella. Frente a el había un perro, estaba bastante flaco y parecía no estar infectado ¿Cómo era posible? Los perros habían sido una de las primeras razas en ser completamente afectado pues por lo general su ladrido llamaba la atención de los zombies. El animal pareció desconfiado e cluso intento ladrarle pero este sonó casi afónico y apenas audible. Probablemente su dueño con el afán de que este animal sobreviviera había cortado sus cuerdas pero no parecía haber signos de que alguien más estuviera allí.
Casi como si fuera un niño sonrió -Ash, mira esto- inmediatamente se quitó la mochila y busco el sobre de comida que aún llevaba con el -mira lo que tengo para ti pequeño- podría notarse los signos de el abandono en el animal, estaba flaco y quizás un poco hacernos pero aún así no tenía signos de estar infectado con el virus. Abrir un sobre de comida y lentamente se agachó para que el animal notará el olor, se quedó en silencio y espero que esté se acercara de a poco.
Siempre le habían encantado los animales pero los perros tenían algo especial para el y desde que toda esa mierda salía desatado, la idea de tener una mascota se había perdido completamente a excepción de ese momento.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Se sentía algo inquieta, pues no terminaba de asegurarse de que Matt estuviera del todo bien. Suspiró con suavidad y se quedó en silencio cuando Matt le indicó que le hiciera. ¿Qué podría ser? Bueno, en realidad se hacía a una idea. — Tal vez... — negó, le iba a sugerir que no usara el arma de fuego, por el ruido, pero daba igual. Si atraían a zombies hasta aquel lugar, ya no estarían allí.
Se quedó tras él, expectante y cuando la llamó frunció el ceño. Su voz sonaba tranquila, hasta dulce. Ashley se acercó junto a él y asomó la cabeza, también sonrió, justo allí, frente a ellos había un perro. Uno vivo.
— Eso sí que es un milagro — susurró sorprendida, notó hasta como se le erizaba la piel. ¿Era normal que se emocionase tanto? Porque mientras Matt intentaba darle de comer ella seguía allí de pie, sintiendo que hasta podría llorar. Se llevó ambas manos a la cara y se frotó las mejillas. Algo tan simple y que en antaño era común de ver, ahora la emocionaba. Era una de esas pequeñas cosas, detalles del mundo sano que jamás creyó que volvería a ver. Claro que durante el apocalipsis había visto a algún que otro perro con vida, pero no así. No solo, no sobreviviendo sin nadie a su lado.
— Está asustado, ten cuidado... — susurró. No quiso moverse por si el can se asustaba y huía. Pero también temía que se pusiera agresivo con Matt. Y no, al contrario, se quedó frente a ellos y observó con recelo. Matt le ofrecía la comida y él parecía dudar.
— Traaanquilo — susurró de nuevo. Ashley se agachó también, lentamente para no sobresaltarlo. — ¿Eres un chico muy cuidadoso y listo, verdad? — preguntó con mucha suavidad, él seguía allí frente a ellos, pensando qué hacer. — Claro, sino, no estarías aquí. Vamos pequeño, puedes estar tranquilo — y ocurrió. Poco a poco se fue acercando y con mucha delicadeza empezó a comer. La sonrisa de Ashley aumentó. — Muy bien, chico, tenías hambre, ¿eh? — desviaba su mirada, llena de emoción a Matt y luego al perro. Que poco a poco iba prácticamente engullendo el contenido del sobre. — Tranquilo, nadie te lo va a quitar — alzó la mano con suavidad en su dirección, pero sin llegar a acercarse demasiado, quería acariciarlo, pero temía que reaccionase mal.
— Serías un gran activo en Silver Lake, ¿qué dices muchacho? — se rió en voz baja y volvió a mirar a Matt. — Intenta a acariciarle, tú le has encontrado y alimentado.
Se quedó tras él, expectante y cuando la llamó frunció el ceño. Su voz sonaba tranquila, hasta dulce. Ashley se acercó junto a él y asomó la cabeza, también sonrió, justo allí, frente a ellos había un perro. Uno vivo.
— Eso sí que es un milagro — susurró sorprendida, notó hasta como se le erizaba la piel. ¿Era normal que se emocionase tanto? Porque mientras Matt intentaba darle de comer ella seguía allí de pie, sintiendo que hasta podría llorar. Se llevó ambas manos a la cara y se frotó las mejillas. Algo tan simple y que en antaño era común de ver, ahora la emocionaba. Era una de esas pequeñas cosas, detalles del mundo sano que jamás creyó que volvería a ver. Claro que durante el apocalipsis había visto a algún que otro perro con vida, pero no así. No solo, no sobreviviendo sin nadie a su lado.
— Está asustado, ten cuidado... — susurró. No quiso moverse por si el can se asustaba y huía. Pero también temía que se pusiera agresivo con Matt. Y no, al contrario, se quedó frente a ellos y observó con recelo. Matt le ofrecía la comida y él parecía dudar.
— Traaanquilo — susurró de nuevo. Ashley se agachó también, lentamente para no sobresaltarlo. — ¿Eres un chico muy cuidadoso y listo, verdad? — preguntó con mucha suavidad, él seguía allí frente a ellos, pensando qué hacer. — Claro, sino, no estarías aquí. Vamos pequeño, puedes estar tranquilo — y ocurrió. Poco a poco se fue acercando y con mucha delicadeza empezó a comer. La sonrisa de Ashley aumentó. — Muy bien, chico, tenías hambre, ¿eh? — desviaba su mirada, llena de emoción a Matt y luego al perro. Que poco a poco iba prácticamente engullendo el contenido del sobre. — Tranquilo, nadie te lo va a quitar — alzó la mano con suavidad en su dirección, pero sin llegar a acercarse demasiado, quería acariciarlo, pero temía que reaccionase mal.
— Serías un gran activo en Silver Lake, ¿qué dices muchacho? — se rió en voz baja y volvió a mirar a Matt. — Intenta a acariciarle, tú le has encontrado y alimentado.
- Matt :
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Tenía la vista clavada en el perro cuando Ashley apareció en el lugar de solo en ese momento desvío suavemente la mirada para disfrutar de aquella expresión en la cara de la mujer que amaba. Sabía que un perro lo era lo más común de ver, quizás alguno que otro ha quedado en manos de algún dueño que se ha encargado de su seguridad pero verlos en la calle no era para nada normal. Quizás este había tenido algún dueño que había fallecido no hacía mucho tiempo. La verdad es que no importaba, en su mente Matt, ya había decidido quedarse con el.
Podía notar el miedo del animal pero era algo que compartía con cualquier persona que estuviera viva, así que se movía lentamente para no asustarlo más de lo que ya estaba. De su mochila saco algo de alimento para darle, sabía que mantener vivo a un perro no era fácil pero parecía que esté no podía ladrar con fuerza y eso no iba a llamar la atención de los muertos.
Sentía la dulzura con la que le hablaba y no pudo evitar sonreír, sabía que la vida con ella hubiera sido muy buena si no hubiera llegado el apocalipsis, pero el era uno de los pocos en el mundo que podía decir que a pesar de todo, tenía una buena vida. El tenía a su esposa y era más de lo que cualquiera podía decir.
Volvió la vista al perro quien se acercó muy lentamente a oler que lo que tenía en la mano y luego de asegurarse que era seguro, comenzó a comer con rapidez -es es chico. Tenías hambre verdad?- le dijo mientras levantaba la otra mano lentamente para tocar el costado de su rostro. Siempre le habían gustado los perros y había aprendido como no ser invasivo con ellos. Puso el resto del sobre en el piso y luego con la mano libre tomo la de ella para acercarla al perro. -toca su costado, no la cabeza. Así le muestras que quieres contacto y no dominarlo, ya si se deja acariciar vas avanzando- le explicó mientras sonreía.
Lentamente el perro se fue acercando y el lo siguió acariciando -¿Cómo crees que se llame?- en animal se acercó más a olerlos, buscando algo más de comida. Entonces Matt volvió a buscar en su mochila -creo que vamos a necesitar más comida - le dijo a Ashley, porque al final ese terminaría siendo un viaje de tres y no de dos.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
No se había percatado de ello, ni siquiera lo había pensado. Pero en aquel momento era auténticamente feliz. Ya de por sí solía serlo, Matt contribuía cada día a su felicidad, pero siempre había preocupaciones, alertas... y sin embargo en aquel momento tan inocente, junto a su marido y el animal. Todo ese mundo post apocalíptico desapareció. Disfrutar de los pequeños momentos. Verlo a él tan feliz, la situación...
— Entiendo — habló en voz baja, con suma delicadeza. Ambos estaban actuando con mucho cuidado de no asustar al perro. Ashley acarició el costado del perro tal y como Matt le había indicado y cuando sus dedos rozaron el pelaje de este, sonrió aún más.
— ¡Eres precioso, mira qué cara! — exclamó algo más emocionada. El perro incluso parecía mostrarse poco a poco algo más confiado. — Eres un muchacho desconfiado y eso es bueno, pero ya te hemos calado peque, eres un solete — Ashley continuó acariciando al anima, de reojo miraba a Mat, sin dejar de sonreir. Pegó su cuerpo contra el de su marido, apoyando la cabeza en su hombro.
— Me encanta, ¿crees que se dejará? — no era necesario hacer la pregunta completa. Seguro que Matt lo entendía a la perfección. Ese peludete tenía que irse con ellos, ya no lo podían dejar allí. — No sé... no tiene collar ninguno, ¿crees que viviría por aquí cerca? Tal vez... — ¿era posible que fuera con alguien más? Lo más seguro era que si alguien hubiera estado cuidando de él, ahora esa persona estuviera muerta. ¿Se encontraría cerca de ellos? Ashley suspiró.
— Deberíamos pensar en algún nombre para él, uno increíble — rió, el perro, por su parte, seguía comiendo y dejándose acariciar por Ashley. — Igual no deberíamos darle más comida, si lleva mucho comiendo poca cosa... tal vez hasta le siente mal — frunció el ceño. Ya hasta se preocupaba por esa carita peluda y triste. ¡Para no hacerlo con esos dos ojazos marrones! Sí, acababa de conocer a ese peludito y ya se había ganado a los dos.
— Entiendo — habló en voz baja, con suma delicadeza. Ambos estaban actuando con mucho cuidado de no asustar al perro. Ashley acarició el costado del perro tal y como Matt le había indicado y cuando sus dedos rozaron el pelaje de este, sonrió aún más.
— ¡Eres precioso, mira qué cara! — exclamó algo más emocionada. El perro incluso parecía mostrarse poco a poco algo más confiado. — Eres un muchacho desconfiado y eso es bueno, pero ya te hemos calado peque, eres un solete — Ashley continuó acariciando al anima, de reojo miraba a Mat, sin dejar de sonreir. Pegó su cuerpo contra el de su marido, apoyando la cabeza en su hombro.
— Me encanta, ¿crees que se dejará? — no era necesario hacer la pregunta completa. Seguro que Matt lo entendía a la perfección. Ese peludete tenía que irse con ellos, ya no lo podían dejar allí. — No sé... no tiene collar ninguno, ¿crees que viviría por aquí cerca? Tal vez... — ¿era posible que fuera con alguien más? Lo más seguro era que si alguien hubiera estado cuidando de él, ahora esa persona estuviera muerta. ¿Se encontraría cerca de ellos? Ashley suspiró.
— Deberíamos pensar en algún nombre para él, uno increíble — rió, el perro, por su parte, seguía comiendo y dejándose acariciar por Ashley. — Igual no deberíamos darle más comida, si lleva mucho comiendo poca cosa... tal vez hasta le siente mal — frunció el ceño. Ya hasta se preocupaba por esa carita peluda y triste. ¡Para no hacerlo con esos dos ojazos marrones! Sí, acababa de conocer a ese peludito y ya se había ganado a los dos.
- Matt :
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Por un momento se había olvidado de lo de Atlanta, luego de tantos días de culparse por lo que había sucedido, al fin había logrado dejar de pensar en eso aunque solo sea por unos minutos. Siempre le habían gustado los perros, pero para esa altura de su vida, ver un animal así ya era un milagro y sobre todo el hecho de que no estuviera infectado, lo hacía aún más espectacular.
De alguna manera habían logrado que el animal se acercara y la verdad es que no iba a arriesgarse que se marchara, de hecho en su mente comenzaba a pensar que debería buscar algo para el, quizás un collar o un pechera para llevarlo con ellos, aunque en ese lugar tan inhóspito probablemente no encontrarían nada, lo mejor sería improvisar por el momento.
Ambos estaban acariciando al perro, era quizás un momento muy pequeño en un mundo muy caótico pero aquello les daba paz, algo que cualquiera en ese mundo necesitaba con desesperación. -creo que el también necesita un descanso ¿No?- miro al perro y dijo -no es cierto chico? Tu necesitas alguien que te cuide también- claramente los dos habían tomado una decisión.
-Si tiene algún dueño ya tendría que estar acá y Honestamente no parece que haya nadie más que nosotros- a demás por el estado del animal, no es que a esas alturas pudieran encontrar mucho alimento para mascotas pero este parecía haber dejado de recibir cualquier tipo de alimento ya hacía tiempo, lo que significaba que era más que un milagro que no se hubiera alimentado de un cadáver y se hubiera contaminado.
Tuvo un pensamiento extraño pero lo dijo en voz alta -crees que sea inmune?- por supuesto que había oído hablar de inmune, pero jamás lo había pensado en algún animal. Sonrío al escuchar los planes de Ashley -probablemente ya tenía un nombre y nosotros vamos a tener que desifrarlo- levantó la mirada y todo seguía bastante tranquilo, así que se levantó -veamos si podemos darle agua y si logramos meterlo en la camioneta -
Porque a pesar de que todo parecía tranquilo lo mejor era mantenerse en un lugar seguro como lo era aquella camioneta que Balion había equipado para el.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— ¿Inmune? — Ashley que se había puesto en pie, volvió a agacharse y colocarse junto a Matt para observar al pequeño animal que cada vez se mostraba más confiado. — Podría hacerle unas pruebas, pero... preferiría no hacerle pasar por eso... como mucho tomar una muestra de saliva — los ojos de la científica seguían fijos en el animal, con algo más de intriga, pero negó rápidamente.
— Deberíamos quedarnos un rato más con él, que tenga confianza y entonces probamos a ver si sube al coche él solo, le podemos enseñar algo más de comida — Ashley, se fue en busca de agua y regresó no muy tarde después con una pequeña botella y un cuenco de plástico en el que echó una pequeña cantidad.
— Aquí tienes Matt — se lo entregó a su marido y después esperó a ver qué hacía el perro con este. Le causaba tanta ternura la escena que no podía dejar de observar, aunque de vez en cuando alzaba la mirada hacia su alrededor para asegurarse de que nada se acercaba hacia ellos en su tiempo de desconexión con el mundo. Aquel perrete necesitaba un buen baño, comer algo más... y estaría perfecto, no podía esperar a verlo en Terra Save, poder estar libre, sin miedo, recibiendo cariño de todo el mundo. Lo mejor era la expresión de su marido, tenía un brillo en la mirada que era sin duda lo que más entusiasmaba a Ashley.
— Deberíamos quedarnos un rato más con él, que tenga confianza y entonces probamos a ver si sube al coche él solo, le podemos enseñar algo más de comida — Ashley, se fue en busca de agua y regresó no muy tarde después con una pequeña botella y un cuenco de plástico en el que echó una pequeña cantidad.
— Aquí tienes Matt — se lo entregó a su marido y después esperó a ver qué hacía el perro con este. Le causaba tanta ternura la escena que no podía dejar de observar, aunque de vez en cuando alzaba la mirada hacia su alrededor para asegurarse de que nada se acercaba hacia ellos en su tiempo de desconexión con el mundo. Aquel perrete necesitaba un buen baño, comer algo más... y estaría perfecto, no podía esperar a verlo en Terra Save, poder estar libre, sin miedo, recibiendo cariño de todo el mundo. Lo mejor era la expresión de su marido, tenía un brillo en la mirada que era sin duda lo que más entusiasmaba a Ashley.
- Matt :
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Ella parecía algo sorprendida con eso y probablemente él también lo hubiera estado si alguien se lo dijera de buenas a primera. Pero el chico que había perdido en Atlanta le había dicho que el era inmune. Fue entonces que un pequeño chispazo se prendió en su mente ¿Y si el chico no estaba muerto? Por supuesto que el lugar era una mierda pero cabía la posibilidad ¿No? El no lo había visto morir. Trato de no seguir pensando en eso, pero al volver al campamento lo hablaría con Ligeia.
No debía perderse en su mente cuando estaba con su esposa, se había dicho a si mismo que esos momentos no eran de tortura, el ya era más afortunado que la mayoría de personas. -Tienes razón. A demás ¿De que serviría?- quizás umbrella tenía los recursos para buscar una cura o una vacuna pero ellos apenas lograban sobrevivir, esas cosas eran demasiado pedir. Y no se trataba de ser alguien deprimente, pero era la verdad con la que se manejaban.
Levantó la vista y sonrío -por alguna razón había imaginado que te traería a casa un cachorro para navidad. Pero creo que esto es mejor ¿No?- le dijo mientras se acercaba a ella para darle un beso suave. Luego de eso la dejo ir y volvió al cachorro - veamos ¿Que te parece Max?- pero por supuesto el animal ni lo miro. -creo que no- seguía pensando en los nombres más comunes.
Cuando Ashley volvió, tomo el cuenco de agua y lo bajo para ponerlo a la altura del perro -aquí tienes amiguito- el animal acercó su hocico y comenzó a beber, era claro que no había encontrado agua. Este bebió toda el agua y Matt sonrió -creo que le va a encantar el campamento- se quitó la mochila y busco una cuerda, que coloco alrededor del cuello del perro para llevarlo con ellos.
Si bien el lugar parecía tranquilo para ambos, los dos sabían que las cosas no siempre eran como se veían y era mejor no abusar -vamonos- como si el perro supiera que aquello era una ayuda comenzó a caminar con ellos, mientras Matt se acomodaba la mochila -no es lo que salimos a buscar pero creo que es mejor- definitivamente Ashley, no solo era un regalo de la vida, sino que parecía traerle suerte.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— En realidad... serviría — Ashley pronunció las palabras muy despacio, bien pensativa en aquello. ¿Serviría? De algo tendría que servir, de hecho, aunque sabía que tenía muchas carencias en el laboratorio, encontrar a un ser vivo inmune al virus T podría ser un gran punto a su favor. A favor de todos aquellos que luchaban contra ese virus, así que... Ashley se replanteó tomarle unas muestras de sangre.
— No es lo que vinimos buscando, pero sí... es mejor, es felicidad y esperanza — se podía ver cierto brillo en su mirada. Estaba realmente feliz. — ¿Volvemos al campamento ya entonces? — preguntó cuando vio como hacía que el animal fuera con ellos. Ashley lo miraba como una niña pequeña, con una emoción que hacía mucho no mostraba. El peludo los seguía con calma, era como si tras ver que le habían ayudado ya se fiase completamente de ellos y le dio mucha ternura.
— Es muy bueno — sonrió llegando hasta el vehículo, se apoyó en él esperándolos. — ¿Vemos si quiere entrar solo? — la mujer abrió la puerta del copiloto y apartó el asiento para hacerle hueco en la parte de atrás. — Podríamos acomodarlo en estas mantas y que descanse un poco mientras conducimos — Ashley tardó apenas unos minutos y cuando estuvo todo en orden salió, aún con esa mirada llena de felicidad.
— No es lo que vinimos buscando, pero sí... es mejor, es felicidad y esperanza — se podía ver cierto brillo en su mirada. Estaba realmente feliz. — ¿Volvemos al campamento ya entonces? — preguntó cuando vio como hacía que el animal fuera con ellos. Ashley lo miraba como una niña pequeña, con una emoción que hacía mucho no mostraba. El peludo los seguía con calma, era como si tras ver que le habían ayudado ya se fiase completamente de ellos y le dio mucha ternura.
— Es muy bueno — sonrió llegando hasta el vehículo, se apoyó en él esperándolos. — ¿Vemos si quiere entrar solo? — la mujer abrió la puerta del copiloto y apartó el asiento para hacerle hueco en la parte de atrás. — Podríamos acomodarlo en estas mantas y que descanse un poco mientras conducimos — Ashley tardó apenas unos minutos y cuando estuvo todo en orden salió, aún con esa mirada llena de felicidad.
- Matt :
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Levantó una ceja, jamás había dado mucha importancia al hecho, pero ahora que ella lo decía parecía ser una idiotez no haberlo mencionado antes -conoci a un chico, el decía que era inmune. Que lo habían mordido y no pasaba nada. Estábamos con Balcón, pensé que debía estar bromeando- explico, aunque se saltó la parte donde ambos habían tenido cierta desconfianza. Porque en la época que vivían se supone que si alguien te decía que lo había mordido, directamente le disparaba.
No era como había imaginado su vida, pero al final tenía a Ashley y ahora al parecer un perro -si, volvamos- se acomodo la mochila mientras seguía pensando en el nombre que podría llegar a tener el perro. Por un momento Matt pensó en el animal y en ¿Cómo había llegado a sobrevivir? Quizás había escapado de los zombies pero ¿Que demonios había comido que no estuviera completamente infectado?
Aunque estaba disfrutando del momento sabía que la paz se podía acabar en cualquier momento, así que aún llevaba la mano sobre el arma -podriamos llamarlo con un nombre interesante pero me da miedo pensar que pueda llamarse "Tofú" o alguna porquería asi- dijo sonriendo a modo de broma.
Casi como si el animal entendiera perfectamente, se subió al automóvil y comenzó a oler -creo que acabamos de agrandar la familia- porque aunque él siempre había soñado con hijos, ahora mismo sería una completa locura ¿No? Así que una vez que el perro se acomodo dijo -¿Kal?- inmediatamente el animal lo miro atento y el sonrió -mira Ash, creo que encontré el nombre- espero a que ella subiera y cerro su puerta para dirigirse a su lugar, pero un ruido lo hizo mirar a la pequeña gasolinera. Estaba seguro que no había visto nada allí, pero se habían distraído un buen tiempo, lo mejor es que salieran de allí.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
— ¿En serio? — Ashley que andaba algo distraída con el animal se dirigió a Matt volviendo en sí. — Habría sido muy interesante conocerle... — pobre chico, lo habría aburrido a preguntas y seguramente le habría rogado por muestras de sangre, saliva... — O igual no — se rió con suavidad y permitió que el recién bautizado como Kal pasara al interior del coche. ¡Qué emoción sentía!
— Kal, me encanta — pasó al interior del vehículo y se volvió hacia atrás, mientras esperaba a que Matt regresara. Ashley se entretenía diciéndole cosas bonitas, dándole muchos mimos y sonriendo como una idiota al nuevo miembro de los Kowalski Jones.
— Y cuando Matt ronque mucho, no te preocupes porque... — bromeaba justo cuando él entraba. Le guiñó un ojo a su marido mientras aún reía y acariciaba con ambas a manos la cara de Kal. — Os voy a mimar mucho a vosotros dos — se giró para acomodarse el cinturón y regresó la mirada a Matt algo más seria. — ¿Pasa algo mi vida? — su semblante se ensombreció al ver cómo él observaba el lugar aún, parecía preocupado. — Te inquieta algo... pero tranquilo, no hemos visto a nadie y de haber estado con alguien... ¿no lo tendría tan mal, no? — era evidente que Kal había pasado mucha hambre, que no estaba precisamente limpio y que apenas lo habían cuidado. Ella sabía que sobrevivir en el apocalipsis no era precisamente fácil, pero de haber estado con alguien... creía que hubiesen podido cuidar algo más de él. Higiene, alimentación... incluso buscarle un peine para cepillar esas greñas... Eran cosas en las que ya estaba pensando hacer en cuanto llegasen a Silver Lake. No es que Kal oliese precisamente a rosas y más cuando estuvieron dentro del coche cerrado, ahí lo pudo notar mejor.
— Kal, me encanta — pasó al interior del vehículo y se volvió hacia atrás, mientras esperaba a que Matt regresara. Ashley se entretenía diciéndole cosas bonitas, dándole muchos mimos y sonriendo como una idiota al nuevo miembro de los Kowalski Jones.
— Y cuando Matt ronque mucho, no te preocupes porque... — bromeaba justo cuando él entraba. Le guiñó un ojo a su marido mientras aún reía y acariciaba con ambas a manos la cara de Kal. — Os voy a mimar mucho a vosotros dos — se giró para acomodarse el cinturón y regresó la mirada a Matt algo más seria. — ¿Pasa algo mi vida? — su semblante se ensombreció al ver cómo él observaba el lugar aún, parecía preocupado. — Te inquieta algo... pero tranquilo, no hemos visto a nadie y de haber estado con alguien... ¿no lo tendría tan mal, no? — era evidente que Kal había pasado mucha hambre, que no estaba precisamente limpio y que apenas lo habían cuidado. Ella sabía que sobrevivir en el apocalipsis no era precisamente fácil, pero de haber estado con alguien... creía que hubiesen podido cuidar algo más de él. Higiene, alimentación... incluso buscarle un peine para cepillar esas greñas... Eran cosas en las que ya estaba pensando hacer en cuanto llegasen a Silver Lake. No es que Kal oliese precisamente a rosas y más cuando estuvieron dentro del coche cerrado, ahí lo pudo notar mejor.
- Matt :
Tirada rápida (ya edito)
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
El miembro 'Matthew Kowalski' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Situaciones' :
Resultados :
'Situaciones' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Intento disimular su rostro, que no se notará la tristeza pero estaba seguro que si esposa a esas alturas ya iba a notarlo, no solo porque era excesivamente inteligente sino porque ella siempre podía notar los pequeños detalles. -si, creo que te hubiera gustado conocerlo- Aiden había sido muy simpático y definitivamente todo un héroe. Tenía que dejar el tema de lado porque ya no valía mucho la pena, el muchacho ya no estaba en ese mundo y el mismo no había logrado salvarlo.
El perro parecía sanar cualquier mal pensamiento porque aunque intento ladrar y apenas se le escucho sonido, logro sacar a Matt de sus pensamientos caótico -¿Que crees que le haya pasado que no puede ladrar? - le dijo mientras miraba al animal ¿Sus dueños le habían hecho eso para salvarle la vida? Quizás si.
Había escuchado un ruido que lo hizo sospechar pero decidió que lo mejor no era ir a investigar sino marcharse de allí, la verdad es que ya habían tenido bastante suerte y no quería tentar al destino. Se subió la camioneta justo para escuchar aquello que Ashley estaba diciendo -yo no ronco- le sonrió mientras arrancaba, no quería decirle nada para que yo no se preocupara después de todo parecía que quizás solo podía llegar a ser un zombie o algo pasajero.
El día parecía bastante tranquilo así que tomo nuevamente la carretera -bueno, creo que no era lo que pensábamos encontrar pero definitivamente es un tesoro- quizás lo mejor hubiera sido tomar camino hacia silver lake pero no lo hizo, aún no habían conseguido provisiones y solo echarian una mirada más. Por su parte el perro se había echado en la parte de atrás en la camioneta, como si entendiera por fin que podía descansar en paz. Matt no presto atención a las nubes oscuras que parecían aparecer en el cielo. -a un par de kilómetros hay un pueblo, tenía un centro comercial y todo ¿Que dices? - todos esos lugares siempre podían ser potencialmente una sentencia de muerte pero ¿Quien sabe? Quizás podían encontrar algo valioso.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Ashley estaba distraída observando a Kal en la parte de atrás, que se recostaba, poniéndose cómodo. Eso la hizo sonreír.
— ¿A que tú no te escuchas, eh? — continuó con la broma, e incluso le sacó la lengua. Ashley se reía en silencio porque hasta él parecía divertido, aunque su semblante se ensombreció al oír su pregunta. — No lo sé... o casi que prefiero ni saberlo — se quedó pensativa ante las posibilidades que se le venían a la mente. A cada cual más terrorífica. ¿Pero había sido una muestra de odio o todo lo contrario? Era triste, pero en aquellos tiempos... tal vez fuera una muestra de preocupación. Una forma de proteger al animal para evitar que le encontrasen los zombies... o a saber. Lo volvió a mirar de reojo. Tal vez simplemente se hubieran preocupado por él. Aunque a Ashley le seguía pareciendo una forma espeluznante.
— ¡Pues vamos de tiendas! — exclamó Ashley con verdadero entusiasmo. Estuvieron un rato en el coche hasta que se acercaron al lugar del que Matt había hablado.
— Ya estamos llegando, tengo que mirar... — Ashley comenzó a estirarse hacia la parte de atrás buscando en su mochila algo. — Tengo una lista de cosas que hacen mucha falta en Silver Lake, ojalá encontrarlas — se volvió a incorporar en el asiento. Tenía una lista de papel que comenzó a estirar y leer, fue en ese momento que comenzó a escuchar algo de ruido y alzó la mirada.
— ¿Eso es el viento? — su rostro se ensombreció. El cielo era cada vez más oscuro, e incluso desde su ubicación pudo distinguir a lo lejos, muy a lo lejos... cosas en el cielo, empujadas por el aire, no distinguió el qué. — ¿Matt? Creo que algo va mal... deberíamos ponernos a cubierto.
— ¿A que tú no te escuchas, eh? — continuó con la broma, e incluso le sacó la lengua. Ashley se reía en silencio porque hasta él parecía divertido, aunque su semblante se ensombreció al oír su pregunta. — No lo sé... o casi que prefiero ni saberlo — se quedó pensativa ante las posibilidades que se le venían a la mente. A cada cual más terrorífica. ¿Pero había sido una muestra de odio o todo lo contrario? Era triste, pero en aquellos tiempos... tal vez fuera una muestra de preocupación. Una forma de proteger al animal para evitar que le encontrasen los zombies... o a saber. Lo volvió a mirar de reojo. Tal vez simplemente se hubieran preocupado por él. Aunque a Ashley le seguía pareciendo una forma espeluznante.
— ¡Pues vamos de tiendas! — exclamó Ashley con verdadero entusiasmo. Estuvieron un rato en el coche hasta que se acercaron al lugar del que Matt había hablado.
— Ya estamos llegando, tengo que mirar... — Ashley comenzó a estirarse hacia la parte de atrás buscando en su mochila algo. — Tengo una lista de cosas que hacen mucha falta en Silver Lake, ojalá encontrarlas — se volvió a incorporar en el asiento. Tenía una lista de papel que comenzó a estirar y leer, fue en ese momento que comenzó a escuchar algo de ruido y alzó la mirada.
— ¿Eso es el viento? — su rostro se ensombreció. El cielo era cada vez más oscuro, e incluso desde su ubicación pudo distinguir a lo lejos, muy a lo lejos... cosas en el cielo, empujadas por el aire, no distinguió el qué. — ¿Matt? Creo que algo va mal... deberíamos ponernos a cubierto.
- Matt :
Doce de mayo de 2016
En algún lugar de California
En algún lugar de California
Probablemente no fuera lo más inteligente seguir tentando el destino, porque bastante este les había sonreído con haber encontrado aquel animal y casi podía considerarse extinto. Muchos animales habían logrado sobrevivir en este planeta pero el perro al ladrar siempre llamaba demasiado de la atención. Probablemente el hecho de que no pudiera ladrar era el motivo por el que seguía vivo. Ya fuera que eso se lo hubiera hecho su dueño o no de cualquier manera le había jugado a suerte.
Ella dijo que prefería no saber ¿Cómo llego a no poder ladrar y el sonrió? A pesar de estar en medio de un apocalipsis, ella aún tenía un corazón dulce y lleno de amor para seres indefensos como el -tienes razón, mejor no pensar en eso- le dijo para el tampoco tratar de pensar lo que había vivido ese animal. El mundo ya estaba bastante podrido como para encima tratar de imaginar los detalles.
Dejo que el animal se acomodarse y sonrío por la emoción de ella. Quizás en el pasado ella también se habría emocionado por un día de comprás. No podía ni describir lo que extrañaba esos días. Donde creía que el estaba salvando al mundo junto a sus compañeros -a la tienda entonces- encamino la camioneta, esperaba que a demás de todo, pudiera conseguir un poco de gasolina también, aquello siempre era importante.
Un rato después, cuando estaban llegando, ella se estiró y comenzó a buscar en la mochila. El perro levantó la cabeza para mirarla. Pero el viento que comenzó a levantarse lo hizo preocuparse, el clima era de lo peor, como si los zombies también hubieran jodido e termostato del planeta. La miro sin tratar de mostrar preocupación -esperemos que haya un estacionamiento subterráneo- entonces comenzó a mover la camioneta.
No le gustaba la idea de tener que meterse en un lugar encerrado, no podía evitar pensar en la vez que habían quedado atrapados en un supermercado con Balion. Quiso insultar pero en cambio se metió en el estacionamiento, lo hizo lentamente. Podía ver la mayoría de los autos abandonados y un montón de tierra. -nos quedaremos aquí un rato. - busco dónde acomodarse y puso las trabas de la puerta a la camioneta. Entonces apagó la luces. Si había algo allí, lo mejor era no llamar la atención.
- Ashley:
- Wow:
- Uniforme:
Ashley se quedó quieta y en completo silencio cuando comenzaron a adentrarse en aquel aparcamiento. Se trataba de un subterráneo que perteneció al antiguo Centro Comercial, el cual se encontraba arriba. Podían ver coches abandonados por todas partes, incluso alguno volcado y tierra amontonada en otras zonas.
— ¿Crees que...? — le costó hasta hablar por temor de hacer el más mínimo ruido. — Me refiero a que si será seguro quedarnos aquí — susurró. ¿Cuál era la mejor opción? ¿Quedarse allí o aprovechar y salir a inspeccionar el Centro Comercial aprovechando que deberían quedarse allí al menos durante unas horas?
— ¿Y si echamos un vistazo? — miró a Matt con cierta preocupación. — Por lo menos para asegurarnos de que el remedio no ha sido peor que la enfermedad... y... tal vez encontremos algo — se mordió el labio pensativa. Ninguna de las opciones le gustaba nada. Kal, por otro lado se mostraba tranquilo tumbado detrás y Ashley pasó una de sus manos por su cabeza, casi más por tranquilizarse ella que a él.
— Por lo menos saber a qué atenernos... — en un impulso de valentía abrió la puerta con suma discreción y salió del vehículo sintiendo el aire frío. Hasta allí se podía sentir el aire, ligeramente fuerte, no quiso ni imaginarse cómo sería arriba. La visión a su alrededor estaba muy reducida por culpa de todos los vehículos que obstaculizaban su paso, pero moverse entre ellos poco a poco no era difícil. Se cubrió y miró hacia atrás haciendo señas a Matt para que la siguiera. Se asomó por el lateral de un antiguo volvo gris y observó. El Parking estaba prácticamente desierto en realidad, era como si los coches se hubieran agrupado allí antiguamente con la idea de refugiarse, pero algo no salió bien y allí se quedaron. Tragó saliva. Se trataba de un aparcamiento enorme, por el que quedaban aún algunos pocos coches muy diseminados a lo largo de su superficie, poca cosa. Vio un par de escaleras que ascendían a lo que será el Centro Comercial. De momento allí abajo parecía todo tranquilo. ¿Arriba?
Ashley retrocedió al grupo de coches y se asomó a uno que estaba abierto, había una mochila que sacó y abrió. Sacó algunas mudas de ropa, pero nada más interesante que lo que encontró a continuación.
— Vaya casualidad... — colocó todo en el suelo. Cuatro latas de comida para Kal, fideos instantáneos y fruta deshidratada. Buscó con la mirada a Matt y le enseñó una de las latas. — Voy a empezar a creer en el destino.
— ¿Crees que...? — le costó hasta hablar por temor de hacer el más mínimo ruido. — Me refiero a que si será seguro quedarnos aquí — susurró. ¿Cuál era la mejor opción? ¿Quedarse allí o aprovechar y salir a inspeccionar el Centro Comercial aprovechando que deberían quedarse allí al menos durante unas horas?
— ¿Y si echamos un vistazo? — miró a Matt con cierta preocupación. — Por lo menos para asegurarnos de que el remedio no ha sido peor que la enfermedad... y... tal vez encontremos algo — se mordió el labio pensativa. Ninguna de las opciones le gustaba nada. Kal, por otro lado se mostraba tranquilo tumbado detrás y Ashley pasó una de sus manos por su cabeza, casi más por tranquilizarse ella que a él.
— Por lo menos saber a qué atenernos... — en un impulso de valentía abrió la puerta con suma discreción y salió del vehículo sintiendo el aire frío. Hasta allí se podía sentir el aire, ligeramente fuerte, no quiso ni imaginarse cómo sería arriba. La visión a su alrededor estaba muy reducida por culpa de todos los vehículos que obstaculizaban su paso, pero moverse entre ellos poco a poco no era difícil. Se cubrió y miró hacia atrás haciendo señas a Matt para que la siguiera. Se asomó por el lateral de un antiguo volvo gris y observó. El Parking estaba prácticamente desierto en realidad, era como si los coches se hubieran agrupado allí antiguamente con la idea de refugiarse, pero algo no salió bien y allí se quedaron. Tragó saliva. Se trataba de un aparcamiento enorme, por el que quedaban aún algunos pocos coches muy diseminados a lo largo de su superficie, poca cosa. Vio un par de escaleras que ascendían a lo que será el Centro Comercial. De momento allí abajo parecía todo tranquilo. ¿Arriba?
Ashley retrocedió al grupo de coches y se asomó a uno que estaba abierto, había una mochila que sacó y abrió. Sacó algunas mudas de ropa, pero nada más interesante que lo que encontró a continuación.
— Vaya casualidad... — colocó todo en el suelo. Cuatro latas de comida para Kal, fideos instantáneos y fruta deshidratada. Buscó con la mirada a Matt y le enseñó una de las latas. — Voy a empezar a creer en el destino.
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