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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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Let's blow a hole in this shit # Vanessa Walcott [+18]
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Recuerdo del primer mensaje :
Motel a las afueras de San Francisco || 16:30 aprox.
No tardamos demasiado en ponernos de acuerdo y está claro que antes de dirigirnos a Nebraska tenemos un asuntillo pendiente justo en dirección contraria, San Francisco. Además el motel de los horrores sólo está a unas horas de camino mientras que para llegar a Nebraska tardaremos días así que tomo asiento acariciando el volante con una sonrisilla triunfal y acto seguido ya estoy pisando el acelerador a través de las carreteras desoladas y abandonadas, dejando que Nessa se encargue de escoger nuestra banda sonora particular en forma de viejo cassette mientras yo me limito a ponerme unas gafas de aviador que encuentro por ahí tiradas cerca del cambio de marchas. Supongo que son suyas pero ya ves las desventajas de tener compañeros de viaje, se apalancan con todo... sobretodo cuando tienen tanto morro como yo.
Aprovechamos el viaje para ir mentalizándonos sobre lo que pasará una vez lleguemos allí y ahora tenemos claro que no podemos ser tan descuidados, de hecho será mejor intentar pasar desapercibidos para sorprenderles en lugar de a la inversa, como pasó la anterior vez. Deberían ser cuatro, uno de ellos con una mano agujereada, pero no descartamos que el grupo haya podido aumentar o incluso disminuir durante estos días. Ojalá se trate de lo segundo.
Cuando llegamos ni siquiera detengo el Impala en el motel, lo hago a muchos metros de distancia para que el ruido del motor y de las ruedas no los delate así que bajamos del vehículo, opto por ponerme una camiseta no sé muy bien porque y me hago con todas las armas de las que dispongo actualmente. No son tantas como hace unos días pero suficientes para defenderme y sobretodo silenciosas -Piensa bien lo que vas a llevar- advierto a mi compañera ya que ella sigue teniendo un puto arsenal ahí metido pero no puede cargar con todo y tendrá que elegir lo más útil. Si decide llevar una pistola espero que compense también con el arco, que bajo mi punto de vista nos vendrá mejor si conseguimos encontrar a alguno de esos cabrones separado del resto.
Cuando parece que ya se ha decidido inspiro aire y expiro un par de veces, asintiendo después de eso para ponernos en marcha hasta el edificio principal con toda la precaución que podemos permitirnos, avistando la zona previamente con unos prismáticos para asegurarnos de que no hay nadie merodeando por allí cuando nos acercamos. Quizá haya que subir por esas escaleras de las que parecieron proceder todos en la anterior visita, ya veremos.
Aprovechamos el viaje para ir mentalizándonos sobre lo que pasará una vez lleguemos allí y ahora tenemos claro que no podemos ser tan descuidados, de hecho será mejor intentar pasar desapercibidos para sorprenderles en lugar de a la inversa, como pasó la anterior vez. Deberían ser cuatro, uno de ellos con una mano agujereada, pero no descartamos que el grupo haya podido aumentar o incluso disminuir durante estos días. Ojalá se trate de lo segundo.
Cuando llegamos ni siquiera detengo el Impala en el motel, lo hago a muchos metros de distancia para que el ruido del motor y de las ruedas no los delate así que bajamos del vehículo, opto por ponerme una camiseta no sé muy bien porque y me hago con todas las armas de las que dispongo actualmente. No son tantas como hace unos días pero suficientes para defenderme y sobretodo silenciosas -Piensa bien lo que vas a llevar- advierto a mi compañera ya que ella sigue teniendo un puto arsenal ahí metido pero no puede cargar con todo y tendrá que elegir lo más útil. Si decide llevar una pistola espero que compense también con el arco, que bajo mi punto de vista nos vendrá mejor si conseguimos encontrar a alguno de esos cabrones separado del resto.
Cuando parece que ya se ha decidido inspiro aire y expiro un par de veces, asintiendo después de eso para ponernos en marcha hasta el edificio principal con toda la precaución que podemos permitirnos, avistando la zona previamente con unos prismáticos para asegurarnos de que no hay nadie merodeando por allí cuando nos acercamos. Quizá haya que subir por esas escaleras de las que parecieron proceder todos en la anterior visita, ya veremos.
Nota: Yo llevo todas las armas de las que dispongo ahora mismo porque no son muchas (granada, ballesta, cuchillo y destornilladores)
El jueguecito es infantil y pueril, para qué mentirnos, pero aún así resulta divertido y ambos nos reímos con bastantes ganas así que supongo que no hay nada de malo en ello, ¿verdad? Ella termina frotándose su larga melena cuidadosamente, no dudo que tendrá varios nudos por ahí distribuidos con los que yo acabaría haciéndole daño, así que la miro con interés porque a pesar de ser un gesto bastante natural a mí me da bastante morbo tenerla ahí desnudita y mojada tan cerca de mí así que disfruto con el pequeño espectáculo y el tacto de su firme trasero -Uff....- resoplo con fuerza al notar su cuerpo más cerca del mío y evidentemente miro hacia abajo para contemplarlo en toda su gloria. Y que no lo hayan tocado en todo un año... ¿soy algo así como un privilegiado?
En cuanto me distraigo ella "ataca" un poco con el champú pero esta vez me limito a inclinarme un poco dejando que se encargue de mi cabezota, riendo abiertamente mientras me sostengo en sus caderas mirando su ombligo... y lo que hay más abajo, para qué negarlo -¿Ya? Qué pena, podría acostumbrarme a que me des masajes...- entonces tira de mí y me limito a dejarme llevar, avanzando unos pocos pasos hasta que el agua vuelve a caer directamente sobre nosotros.
En ese momento me froto un poco la cabeza con energía pero no necesito gran cosa más para librarme de casi todo el jabón así que enseguida enredo el brazo libre alrededor del bajo de su espalda para acercarla más a mí en un intento de que tenga menos frío pero notar su piel de gallina y sus pezones duros... como que personalmente no me ayudan a relajarme demasiado, menos mal del frío para mantenerme a ralla.
-Me encanta cuando te pones así- admito con un tono de voz más bajo y aterciopelado de lo habitual que pretende ser algo así como sensual, aún así no especifico exactamente a qué me refiero pero no tiene nada que ver con el hecho de que esté desnuda y está claro que ahora mismo su actitud tampoco esta siendo ni siquiera sexual pero es que mi afirmación no tiene nada que ver con ese tipo de características.
Me inclino entonces y busco sus labios por enésima vez en lo que llevamos de día, mezclando la humedad de mi lengua con la del agua que nos recorre el cuerpo mientras acaricio su larga melena apretándola un poco hacia el final para que el champú se escurra con algo más de rapidez -Si encima empiezas a oler bien a ver quién se resiste- comento a modo de protesta mientras me aparto sólo un poco, lo suficiente para poder frotar sus brazos, su espalda y finalmente su vientre, subiendo hasta sus pechos para apretarlos un poco entre mis grandes manos con facilidad hasta que empiezan a descender hacia sus piernas y yo con ellas hasta quedarme con una rodilla en el suelo, sonriéndole maliciosamente desde abajo bastante convencido de que le gustará esa perspectiva momentánea, como si ella fuera la jefa o algo por el estilo. Entonces froto sus muslos y sus piernas con detenimiento hasta que me decido a morder una de sus piernas juguetonamente.
En cuanto me distraigo ella "ataca" un poco con el champú pero esta vez me limito a inclinarme un poco dejando que se encargue de mi cabezota, riendo abiertamente mientras me sostengo en sus caderas mirando su ombligo... y lo que hay más abajo, para qué negarlo -¿Ya? Qué pena, podría acostumbrarme a que me des masajes...- entonces tira de mí y me limito a dejarme llevar, avanzando unos pocos pasos hasta que el agua vuelve a caer directamente sobre nosotros.
En ese momento me froto un poco la cabeza con energía pero no necesito gran cosa más para librarme de casi todo el jabón así que enseguida enredo el brazo libre alrededor del bajo de su espalda para acercarla más a mí en un intento de que tenga menos frío pero notar su piel de gallina y sus pezones duros... como que personalmente no me ayudan a relajarme demasiado, menos mal del frío para mantenerme a ralla.
-Me encanta cuando te pones así- admito con un tono de voz más bajo y aterciopelado de lo habitual que pretende ser algo así como sensual, aún así no especifico exactamente a qué me refiero pero no tiene nada que ver con el hecho de que esté desnuda y está claro que ahora mismo su actitud tampoco esta siendo ni siquiera sexual pero es que mi afirmación no tiene nada que ver con ese tipo de características.
Me inclino entonces y busco sus labios por enésima vez en lo que llevamos de día, mezclando la humedad de mi lengua con la del agua que nos recorre el cuerpo mientras acaricio su larga melena apretándola un poco hacia el final para que el champú se escurra con algo más de rapidez -Si encima empiezas a oler bien a ver quién se resiste- comento a modo de protesta mientras me aparto sólo un poco, lo suficiente para poder frotar sus brazos, su espalda y finalmente su vientre, subiendo hasta sus pechos para apretarlos un poco entre mis grandes manos con facilidad hasta que empiezan a descender hacia sus piernas y yo con ellas hasta quedarme con una rodilla en el suelo, sonriéndole maliciosamente desde abajo bastante convencido de que le gustará esa perspectiva momentánea, como si ella fuera la jefa o algo por el estilo. Entonces froto sus muslos y sus piernas con detenimiento hasta que me decido a morder una de sus piernas juguetonamente.
- OFF:
- Me extrañaba que tardaras pero yo que sé, a veces pasa (?) xDDD
Estaba siendo un día de lo más aprovechado... Y raro, además de entretenido, habíamos recuperado las armas, hacía un buen rato me estaba ahogando en una piscina con una chiflada encima empeñada no solo en ahogarme si no en reventarme los ojos, Jared se había infectado, su nueva aparición de caballero al rescate, el revolcón en la habitación con hostia de regalo y los juegos del baño, quitando la primera parte, el drama, las hostias y todo lo que no tenía nada de divertido me podría acostumbrar a aquello, me había olvidado por completo de que puertas afuera de aquella habitación debía haber un cadáver flotando en una piscina, algunos muertos más y aún más allá miles de muertos andantes devoradores de carnes fresca. Así pues prefería seguir en mi mundo de puertas hacia adentro de aquella habitación.
Y así evadiéndome de aquella realidad continué aclarando mi pelo con ambas manos dejando que el agua continuase cayendo sobre mi piel, poco a poco ya me había acostumbrado a aquel frío mientras que escuchaba a Jared resoplar por lo que abrí los ojos con cuidado de que no me cayera champú en los ojos para ver como me miraba de arriba abajo y luego nos movíamos bajo el el grifo de agua que seguía abierto sobre ambos para aclararnos ambos el champú.
-Ya habrá más... ¿no?-Le respondí de forma traviesa mientras que le miraba fijamente aún con aquella diversión mientras que terminaba ya de quitarme el jabón del pelo y él me rodeaba con uno de sus brazos pegándome más a su cuerpo, me resulta curiosa aquella actitud de naturalidad como si aquello fuera lo más normal del mundo aunque a la vez no puedo, empezaba a sentir la necesidad de abalanzarme sobre él y... ¡Hostia qué frío! Finalmente conseguí deshacerme del jabón en el pelo a la vez que él me acercaba más y yo también me pegaba más sintiendo el calor de su cuerpo mojado contra el mío agachando la mirada para fijarme en cada detalle mientras que mordía ligeramente mi labio inferior. -¿Así cómo?-Pregunté alzando la mirada hacia él curiosa porque quería que especificara mientras que rodeaba sus brazos con los míos ascendiendo hasta sus hombros a la vez que él acercaba de nuevo sus labios a los míos y yo no me andaba con rodeos y seguía aquel beso con ganas aunque me supo a poco por la duración y me quedé quieta medio sonriendo por su comentario con los labios ligeramente separados.
-¡Hmmm... Y tu también!-Exclamé de golpe riendo divertida hundiendo mi rostro en su pecho oliéndole, distinguiendo también el aroma del jabón para acabar dándole un pequeño mordisco juguetón en el pecho y apartarme muy poco medio carcajeándome aún dejando que llevase sus manos por toda mi cuerpo estremeciéndome ante aquel tacto caliente y sensual viendo como se iba agachando y yo le iba mirando con aquella sonrisa pícara colocando una de mis manos sobre su cabeza soltando un leve suspiro al notar como muerde mi piel.
Observé como se había agachado y aún con mi mano sobre su cabeza la mí ligeramente hacia atrás para que él alzase la mirada hacia mi.
-Si... Y muy bien-Susurré aún refiriéndome a su olor y sin agacharme llegar a agacharme del todo acerqué mi rostro al suyo para rozar sus labios con los míos rozándolos con la punta de mi lengua y acabar besándolos de aquella forma intensa mientras sujetaba aún su cabeza con mi mano.
Y así evadiéndome de aquella realidad continué aclarando mi pelo con ambas manos dejando que el agua continuase cayendo sobre mi piel, poco a poco ya me había acostumbrado a aquel frío mientras que escuchaba a Jared resoplar por lo que abrí los ojos con cuidado de que no me cayera champú en los ojos para ver como me miraba de arriba abajo y luego nos movíamos bajo el el grifo de agua que seguía abierto sobre ambos para aclararnos ambos el champú.
-Ya habrá más... ¿no?-Le respondí de forma traviesa mientras que le miraba fijamente aún con aquella diversión mientras que terminaba ya de quitarme el jabón del pelo y él me rodeaba con uno de sus brazos pegándome más a su cuerpo, me resulta curiosa aquella actitud de naturalidad como si aquello fuera lo más normal del mundo aunque a la vez no puedo, empezaba a sentir la necesidad de abalanzarme sobre él y... ¡Hostia qué frío! Finalmente conseguí deshacerme del jabón en el pelo a la vez que él me acercaba más y yo también me pegaba más sintiendo el calor de su cuerpo mojado contra el mío agachando la mirada para fijarme en cada detalle mientras que mordía ligeramente mi labio inferior. -¿Así cómo?-Pregunté alzando la mirada hacia él curiosa porque quería que especificara mientras que rodeaba sus brazos con los míos ascendiendo hasta sus hombros a la vez que él acercaba de nuevo sus labios a los míos y yo no me andaba con rodeos y seguía aquel beso con ganas aunque me supo a poco por la duración y me quedé quieta medio sonriendo por su comentario con los labios ligeramente separados.
-¡Hmmm... Y tu también!-Exclamé de golpe riendo divertida hundiendo mi rostro en su pecho oliéndole, distinguiendo también el aroma del jabón para acabar dándole un pequeño mordisco juguetón en el pecho y apartarme muy poco medio carcajeándome aún dejando que llevase sus manos por toda mi cuerpo estremeciéndome ante aquel tacto caliente y sensual viendo como se iba agachando y yo le iba mirando con aquella sonrisa pícara colocando una de mis manos sobre su cabeza soltando un leve suspiro al notar como muerde mi piel.
Observé como se había agachado y aún con mi mano sobre su cabeza la mí ligeramente hacia atrás para que él alzase la mirada hacia mi.
-Si... Y muy bien-Susurré aún refiriéndome a su olor y sin agacharme llegar a agacharme del todo acerqué mi rostro al suyo para rozar sus labios con los míos rozándolos con la punta de mi lengua y acabar besándolos de aquella forma intensa mientras sujetaba aún su cabeza con mi mano.
No memories, no pain, no life...
- Spoiler:
Sonrío satisfecho cuando se muestra interesada en saber a qué me refería aunque aún así no le respondo de inmediato porque no estoy seguro de que sea algo que deba admitir en voz alta... pero si por algo destaco es por ir de cara y ser sincero así que tampoco debería ser diferente ahora -Así... cariñosa y contenta- especifico a pesar de lo rematadamente cursi que suena pero en fin, qué más da, si quiere reírse me da igual porque seguirá siendo uno de esos estados en los que me gusta verla, tan contrario al que la encontré en aquel psiquiátrico al principio del día. Hay que ver la de vueltas que da la vida, estuve a punto de morirme, creía que no sería capaz de volver a tocarla y hemos terminado por follar en un motel después de una vendetta personal. Si te paras a pensarlo es un poco raro pero no me puedo quejar porque me gusta la intensidad y hoy ha sido un día agitado, como mínimo.
-¡Ay...!- protesto de manera exagerada en cuanto me muerde el pectoral aunque en realidad es un gesto que me divierte bastante, precediendo a mi tacto por todo su cuerpo hasta terminar a sus pies, prácticamente de manera literal. Sujeta entonces mi cabeza levantándola un poco pero por esta vez la dejo "mandar", limitándome a dejarla hacer hasta que empieza a jugar con mis labios y entreabro la boca con una ligera sonrisa, recibiendo su beso como siempre, con ganas, mientras sostengo parte de su cabello mojado para que no nos moleste.
Después de jugar con sus labios y su lengua durante unos segundos termino por removerme con un pequeño escalofrío así que empiezo a incorporarme lentamente hasta quedarme de pie y entonces estiro los brazos por detrás de ella para cerrar los grifos -La próxima tiene que ser con calentador- comento antes de sujetar su pelo para apretarlo y escurrirlo. No sé como puede ir con todo eso colgando, tiene que ser mortalmente incómodo, aunque también es verdad que su melena es una de las partes que más me atrae de ella así que mejor como está y yo me quedo con la comodidad de mi rapado -Pero no vamos a quedarnos a dormir aquí, ¿no?- todavía es pronto y después de todo lo que hemos pasado aquí no me apetece arriesgarme a que lleguen refuerzos o algo así. Bueno en realidad eso ya lo hemos hecho pero... mejor no prolongarlo todavía más así que empiezo a salir de la bañera hasta aterrizar en la alfombrilla, empapada.
Agarro una toalla enrollándomela en la cintura y entonces la ayudo a salir a ella simplemente para que no termine resbalándose porque el suelo está más lleno de agua que la propia ducha. Miro un poco alrededor y finalmente la envuelvo con un albornoz que parece bastante limpio así que esperemos que no estuviera en uso o algo por el estilo.
Caminamos un poco como si de pingüinos retrasados se tratara, manteniéndome abrazado a ella desde atrás, y una vez en la habitación opto por dejarla tranquila de una vez y darle más espacio para que se seque ella solita mientras yo hago lo mismo -¿Dónde quieres ir? Bueno hay que ir en dirección a Nebraska...- recuerdo aquella lanzada de cuchara tan cutre encima del mapa -¿Pero dónde prefieres pasar la noche?- pregunto mientras me deshago de la toalla para empezar a vestirme, aunque esta vez sin ropa interior porque prefiero no fijarme en el estado en el que están esos calzoncillos ahora mismo. Lo cuál me recuerda que rompí parte de su ropa.
-Quédate mi camiseta de momento, cuando lleguemos al coche puedes cambiarte- allí tenemos varias mudas de ropa para los dos pero ahora mismo sólo contamos con un arsenal y lo que nos arrancamos en ese momento de arrebato del que evidentemente no me arrepiento. A menos que derive en "efectos secundarios"... pero joder, no voy a pensar en eso ahora, gracias.
Me quedé pensativa durante un rato y fruncí los labios cuando me dijo aquello, que la verdad tenía razón, me había vuelto un poco amargada en los últimos días, todo para evitar contagiar a alguien, que se me había dado muy bien por cierto, pensé con sarcasmo mientras que ambos salíamos de la ducha, él me ayudaba a no caerme porque el suelo estaba que daba pena. Cuando pisé la alfombrilla me abracé a mi misma porque hacía un frío de mil demonios y por tanto agradecí el albornoz con el que me envolvió, sonreí mientras estiraba de la tela cubriéndome con ella.
Avanzamos con cuidado hasta que salimos del baño y ya cada uno fue a su bola, me senté sobre la cama secándome con el albornoz mientras que miraba a Jared de reojo.
-Aunque no vengan a venir más... He aborrecido este sitio-Le iba diciendo mientras que terminaba de secarme y ya iba a por lo que quedaba de mi ropa.-Cualquier sitio estará bien... Debe de haber cualquier cosa en esa dirección-Añadía mientras me iba poniendo la ropa ya, que en comparación con la de Jared estaba impecable, mojada, pero bueno, parecía que no me había revolcado mucho en la sangre de otros...
Me ofreció su camiseta y la cogí recordando que de la mía no quedaban más que unos cuantos de jirones, chasqueé la lengua, me gustaba esa camiseta, aunque en el momento no le di mucha importancia, estaba como loca por que me la quitase, medio reí en silencio poniéndome de pie a la vez que dejaba el albornoz en el suelo y me ponía su camiseta encima como la otra vez...
-Voy a ir cogiendo las cosas-Acabé diciendo mientras que salía de la habitación, él podría llevar lo que había allí y cuando salía por la puerta recordé lo que había pasado no hacía tanto rato y como me había "regañado" por ir siempre por delante sin preocuparme mucho de lo que pudiera encontrarme, por lo que acabé volviendo sobre mis pasos para asomar la cabeza por la puerta y mirarle con los ojos entrecerrados.
-Bah...-Dije negando volviéndome de nuevo hacia el pasillo, recuperé las cosas que nos quitaron y las fui metiendo en la bolsa de deporte que también era mía, al bajar a la recepción descubrí la palanca de hierro atrancando la puerta. -¡Yo también te he echado de menos!-Exclamé tontamente para quitarla y meterla en la bota como de costumbre, que raro se me hacía ir sin ella, al abrir la puerta me encontré con el espectáculo, dos de esas cosas agachadas comiéndose a uno de esos tipos que ahora estaba atado en aquel poste.
Observé la escena un tanto alucinando, no era la primera vez que veía algo así, pero es que esa podría haber sido yo no hacía mucho, aún podía sentir los tirones en mi muñeca y la desesperación de no poder soltarme. Estaban bastante concentrados en su merienda por lo que dejé la bolsa a un lado y cogí el arco que estaba por ahí también, mierda, había que mirar bien para no dejarse nada, me había vuelto loca tirando las cosas por ahí, alcé el arma en mis manos y apunté con la flecha directamente a la cabeza del más cercano, unos segundos en los que me concentré y solté la flecha que salió disparada contra la cabeza del primero atravesando el cráneo limpiamente, el muerto cayó definitivamente muerto al suelo.
-Muy bien, ¡ahora!-Me dije con sarcasmo pues antes cuando era de más prioridad acertar fallé el tiro y encima mucho más cerca de lo que estaba ahora de aquel, el segundo zombie se percató de mi presencia. Y empezó a levantarse para ir en mi dirección, joder, casi me había olvidado de todo aquello.
Me quedé allí quieta viendo como se acercaba y cuando estuvo más cerca alcé el arco nuevamente disparando una segunda vez, apenas a un escaso metro de distancia cayó al suelo, recogí las cosas y fui directa hacia el coche, abrí el maletero y dejé allí la bolsa.
Avanzamos con cuidado hasta que salimos del baño y ya cada uno fue a su bola, me senté sobre la cama secándome con el albornoz mientras que miraba a Jared de reojo.
-Aunque no vengan a venir más... He aborrecido este sitio-Le iba diciendo mientras que terminaba de secarme y ya iba a por lo que quedaba de mi ropa.-Cualquier sitio estará bien... Debe de haber cualquier cosa en esa dirección-Añadía mientras me iba poniendo la ropa ya, que en comparación con la de Jared estaba impecable, mojada, pero bueno, parecía que no me había revolcado mucho en la sangre de otros...
Me ofreció su camiseta y la cogí recordando que de la mía no quedaban más que unos cuantos de jirones, chasqueé la lengua, me gustaba esa camiseta, aunque en el momento no le di mucha importancia, estaba como loca por que me la quitase, medio reí en silencio poniéndome de pie a la vez que dejaba el albornoz en el suelo y me ponía su camiseta encima como la otra vez...
-Voy a ir cogiendo las cosas-Acabé diciendo mientras que salía de la habitación, él podría llevar lo que había allí y cuando salía por la puerta recordé lo que había pasado no hacía tanto rato y como me había "regañado" por ir siempre por delante sin preocuparme mucho de lo que pudiera encontrarme, por lo que acabé volviendo sobre mis pasos para asomar la cabeza por la puerta y mirarle con los ojos entrecerrados.
-Bah...-Dije negando volviéndome de nuevo hacia el pasillo, recuperé las cosas que nos quitaron y las fui metiendo en la bolsa de deporte que también era mía, al bajar a la recepción descubrí la palanca de hierro atrancando la puerta. -¡Yo también te he echado de menos!-Exclamé tontamente para quitarla y meterla en la bota como de costumbre, que raro se me hacía ir sin ella, al abrir la puerta me encontré con el espectáculo, dos de esas cosas agachadas comiéndose a uno de esos tipos que ahora estaba atado en aquel poste.
Observé la escena un tanto alucinando, no era la primera vez que veía algo así, pero es que esa podría haber sido yo no hacía mucho, aún podía sentir los tirones en mi muñeca y la desesperación de no poder soltarme. Estaban bastante concentrados en su merienda por lo que dejé la bolsa a un lado y cogí el arco que estaba por ahí también, mierda, había que mirar bien para no dejarse nada, me había vuelto loca tirando las cosas por ahí, alcé el arma en mis manos y apunté con la flecha directamente a la cabeza del más cercano, unos segundos en los que me concentré y solté la flecha que salió disparada contra la cabeza del primero atravesando el cráneo limpiamente, el muerto cayó definitivamente muerto al suelo.
-Muy bien, ¡ahora!-Me dije con sarcasmo pues antes cuando era de más prioridad acertar fallé el tiro y encima mucho más cerca de lo que estaba ahora de aquel, el segundo zombie se percató de mi presencia. Y empezó a levantarse para ir en mi dirección, joder, casi me había olvidado de todo aquello.
Me quedé allí quieta viendo como se acercaba y cuando estuvo más cerca alcé el arco nuevamente disparando una segunda vez, apenas a un escaso metro de distancia cayó al suelo, recogí las cosas y fui directa hacia el coche, abrí el maletero y dejé allí la bolsa.
No memories, no pain, no life...
Asiento completamente de acuerdo con lo de aborrecer el motel. De hecho si puedo permitírmelo incluso los evitaré durante una temporadita porque ya he quedado servido para al menos unas semanas. Bueno, admito que el "premio final" valió la pena pero aún así paso de recordar la paranoia y el riesgo vividos aquí, sobretodo en la anterior ocasión, así que me daré un poco de tregua -Vaaale.... pues si te da igual elegiré yo- arqueo ambas cejas pero ella parece totalmente conforme con que la lleve dónde a mí se me ocurra así que empieza a salir de la habitación mientras yo resoplo sonoramente. Sabe que no me gusta, si se lo dije hace un momento... pero a veces es como una niña caprichosa. Lo cuál me lleva a pensar, ¿qué edad se supone que tiene? No creo que importe demasiado a estas alturas pero yo que sé, curiosidad.
-Ten cuidado... Si ves algo raro vuelve cagando hostias- dudo que vaya a hacerme caso pero al menos tenía que intentarlo, aún así me doy prisa en atarme las botas y ajustarme el cinturón para después caminar a grandes y rápidas zancadas, llegando a ver como guarda todo en la bolsa al igual que la palanca, pero entonces me detengo, justo en la entrada. A mis pies descansa la ametralladora del tipejo al que me cargué e incluso saboreé y no dudo en cogerla, encogiéndome de hombros para después apreciar el sonido sordo pero pesado de los cuerpos de los zombies cayendo al suelo. Aún así no interrumpo la escena y me limito a disfrutar de la imagen de Nessa en plan Amazona de la vida, siguiéndola poco después hasta llegar al Impala -Esto de souvenir- comento guiñándole un ojo mientras dejo el arma en mi montoncito, aunque teniendo en cuenta el "asalto" de un momento no creo que haya problema alguno en compartirlas según nos venga pero... por si acaso.
-Esa ya puedes tirarla- señalo vagamente con la cabeza la camiseta que lleva puesta, algo más seca pero igual de sucia que hace un rato, por mi parte rebusco en mi mochila hasta que empiezo a reírme y le tiro una blanca para que la coja al vuelo. En realidad es esa de Bob Esponja, o para ser más exactos de su colega rosa -Dudo que me la vuelva a poner así que si te hace gracia...- porque lo que tampoco voy a hacer es tirarla. Personalmente me conformo con una del grupo Pantera a la que arranqué las mangas previamente, como siempre. Suelen resultarme incomodas, manías mías.
Dejo que se vista tranquilamente y mientras tanto rodeo el coche para tomar asiento nuevamente frente al volante. En circunstancias normales lo dejaría para ella, básicamente porque es suyo, pero teniendo en cuenta que en realidad pertenecía a mi hermano y que yo elijo destino supongo que puedo tomarme esa libertad -No te estarás empolvando la nariz, ¿¿eh??- pregunto levantando un poco la voz sólo para incordiarla, aprovechando el momento para colocarme las gafas de sol, a las que ya estoy cogiendo cariño, y posteriormente una bandana que encuentro tirada por ahí y que probablemente ha usado para el pelo alguna vez ya que huele como ella... aunque mejor no decirlo en voz alta para no parecer un pervertido sexual o algo así.
Le sonrío de manera radiante en cuanto toma asiento, como si no hubiera pasado nada -Te dejo elegir música, para que luego digas que no soy detallista- en realidad me da igual porque sé que compartimos gustos muy parecidos es ese aspecto así que no me preocupa y enseguida arranco para volver a la carretera en dirección a Nebraska. Son bastantes kilómetros, quién sabe todo lo que podemos encontrarnos en ese viaje aleatorio o si llegaremos los dos enteros hasta allí... aunque quiero pensar que sí.
-Oye, una pregunta... se me ha venido a la mente hace un momento y me he quedado con la duda- admito mientras apoyo el brazo izquierdo en la ventanilla bajada, manteniendo el otro en el volante -¿Qué edad tienes...?- la miro de reojo e intuyo que tal vez veintidós o veintitrés... por ahí. La verdad es que estas cosas se me dan fatal.
-Ten cuidado... Si ves algo raro vuelve cagando hostias- dudo que vaya a hacerme caso pero al menos tenía que intentarlo, aún así me doy prisa en atarme las botas y ajustarme el cinturón para después caminar a grandes y rápidas zancadas, llegando a ver como guarda todo en la bolsa al igual que la palanca, pero entonces me detengo, justo en la entrada. A mis pies descansa la ametralladora del tipejo al que me cargué e incluso saboreé y no dudo en cogerla, encogiéndome de hombros para después apreciar el sonido sordo pero pesado de los cuerpos de los zombies cayendo al suelo. Aún así no interrumpo la escena y me limito a disfrutar de la imagen de Nessa en plan Amazona de la vida, siguiéndola poco después hasta llegar al Impala -Esto de souvenir- comento guiñándole un ojo mientras dejo el arma en mi montoncito, aunque teniendo en cuenta el "asalto" de un momento no creo que haya problema alguno en compartirlas según nos venga pero... por si acaso.
-Esa ya puedes tirarla- señalo vagamente con la cabeza la camiseta que lleva puesta, algo más seca pero igual de sucia que hace un rato, por mi parte rebusco en mi mochila hasta que empiezo a reírme y le tiro una blanca para que la coja al vuelo. En realidad es esa de Bob Esponja, o para ser más exactos de su colega rosa -Dudo que me la vuelva a poner así que si te hace gracia...- porque lo que tampoco voy a hacer es tirarla. Personalmente me conformo con una del grupo Pantera a la que arranqué las mangas previamente, como siempre. Suelen resultarme incomodas, manías mías.
Dejo que se vista tranquilamente y mientras tanto rodeo el coche para tomar asiento nuevamente frente al volante. En circunstancias normales lo dejaría para ella, básicamente porque es suyo, pero teniendo en cuenta que en realidad pertenecía a mi hermano y que yo elijo destino supongo que puedo tomarme esa libertad -No te estarás empolvando la nariz, ¿¿eh??- pregunto levantando un poco la voz sólo para incordiarla, aprovechando el momento para colocarme las gafas de sol, a las que ya estoy cogiendo cariño, y posteriormente una bandana que encuentro tirada por ahí y que probablemente ha usado para el pelo alguna vez ya que huele como ella... aunque mejor no decirlo en voz alta para no parecer un pervertido sexual o algo así.
- pintacas xD:
Le sonrío de manera radiante en cuanto toma asiento, como si no hubiera pasado nada -Te dejo elegir música, para que luego digas que no soy detallista- en realidad me da igual porque sé que compartimos gustos muy parecidos es ese aspecto así que no me preocupa y enseguida arranco para volver a la carretera en dirección a Nebraska. Son bastantes kilómetros, quién sabe todo lo que podemos encontrarnos en ese viaje aleatorio o si llegaremos los dos enteros hasta allí... aunque quiero pensar que sí.
-Oye, una pregunta... se me ha venido a la mente hace un momento y me he quedado con la duda- admito mientras apoyo el brazo izquierdo en la ventanilla bajada, manteniendo el otro en el volante -¿Qué edad tienes...?- la miro de reojo e intuyo que tal vez veintidós o veintitrés... por ahí. La verdad es que estas cosas se me dan fatal.
NOTA: ¿Nos podemos quedar el arma esa o qué? e.e
Me concentré en colocar las cosas de forma ordenada en el maletero, pues a este paso no cabría nada más, menos mal que el maletero de aquel coche era amplio, el puñetero bolsillo de Doraemon en coche. Eché hacia un lado las dos garrafas de gasolina que siempre llevaba en el coche y que iba llenando cada vez que podía para que el Impala no me dejase tirada en cualquier zona si me quedaba sin gasolina en el motor, que la verdad era un plan que me había funcionado medianamente, más de una vez me había quedado sin gasolina aún así, así que imagínate tu cuantas veces más me habría quedado tirada si no se me hubiera ocurrido aquello.
Tiré de una de las garrafas sacándola sin que me costase mucho, estaba vacía, la volví a meter y saqué la otra, por la mitad, habría que llenarlas, las guardé de nuevo y seguí ordenando un poco mientras que Jared venía y revoloteaba por mi alrededor haciendo vete a saber que. Yo terminaba con aquello casi tarareando la melodía del tetris... Cuando más o menos acabé, aquel desastre era aún bastante triste, pero no tanto como antes él me lanzó una prenda que cogí rápidamente para que no me diera en la cara, le miré alzando una ceja mientras que él ser reía y admitía que no se la iba a volver a poner más, ¿por qué, porque fuera blanca?. Me preguntaba mentalmente recordando la manía de algunos a vestirse siempre de negro, hasta que me fijé en el dibujo rosa que había en ella, lo miré mejor, era esa estrella con pantalones de flores que salía en los dibujos esos de la esponja amarilla, tardé un rato en recordar el nombre, lo tenía en la punta de la lengua, Bob Esponja, ese, pero este era... ¿Patricio?. Si, ese, me quedé la camiseta para mirarlo a él.
-¿Era tuya?, estarías para verte...-Dije en voz baja encogiéndome de hombros para quitarme la otra y ponerme esa misma, que me seguía quedando grande y bueno, seguía siendo una camiseta, allí detrás decidí aprovechando que tenía la ropa en el maletero decidí cambiarme sin ningún reparo, dejando la sucia, en un montón en el suelo, ¿para qué molestarse si estaba hecha polvo?
Iba a entrar en el coche cuando él ya se había puesto en el asiento del conductor, le miré por la ventanilla rodando los ojos, sabiendo que a partir de ahora me iba a ser más complicado conducir y entré por la otra puerta terminando de subirme las medias con tranquilidad.
-Si que eres detallista, si...-Dije con cierta ironía mientras con una mano terminaba y con la otra metía una cinta en la vieja radio, apenas dos segundos y no tardé en reconocer las primeras notas de Sweet Dreams de Eurythmics, esa canción me volvía loca y más cuando llevaba algunas copas de demás, medio reí llevándome una mano a la cabeza al recordar algunas de mis idas por la barra del el bar de Brandon.
Luego cuando ya por fin puso el coche en marcha me preguntó que cuantos años tenía, me volví hacia él dándome cuenta de que en verdad no lo sabía, él tendría veintiocho y yo seguía siendo menor de edad en aquel país. ¿Tanto se notaba que era una mocosa como Brandon me solía decir?, era cierto que en el grupo era la más joven, pero venga ya... Si era cien veces más sensata que Brandon mismo por ejemplo.
-¿Ahora te preocupa estar infringiendo la ley?-Pregunté con ironía mientras que rebuscaba por el salpicadero del coche algo que no encontré, malditos cigarrillos, siempre se acababan.-Antes mientras que me bajabas los pantalones no le diste mucha importancia...-Añadí con un sonrisa divertida, un tanto traviesa encontrando un mechero pero no cigarrillo...-...joder-Chasqueé la lengua mientras guardaba el mechero en el bolsillo de la chaqueta.-Diecinueve-Dejé caer mientras seguía rebuscando entre todo aquel desorden sin dar con nada.-Pues me quedo con las ganas-Susurré para luego coger el libro de carreteras y rebuscar en él la zona en la que debíamos estar.
-¿Sabes hacia dónde vas?-Pregunté alzando la mirada del mapa hacia él.
Tiré de una de las garrafas sacándola sin que me costase mucho, estaba vacía, la volví a meter y saqué la otra, por la mitad, habría que llenarlas, las guardé de nuevo y seguí ordenando un poco mientras que Jared venía y revoloteaba por mi alrededor haciendo vete a saber que. Yo terminaba con aquello casi tarareando la melodía del tetris... Cuando más o menos acabé, aquel desastre era aún bastante triste, pero no tanto como antes él me lanzó una prenda que cogí rápidamente para que no me diera en la cara, le miré alzando una ceja mientras que él ser reía y admitía que no se la iba a volver a poner más, ¿por qué, porque fuera blanca?. Me preguntaba mentalmente recordando la manía de algunos a vestirse siempre de negro, hasta que me fijé en el dibujo rosa que había en ella, lo miré mejor, era esa estrella con pantalones de flores que salía en los dibujos esos de la esponja amarilla, tardé un rato en recordar el nombre, lo tenía en la punta de la lengua, Bob Esponja, ese, pero este era... ¿Patricio?. Si, ese, me quedé la camiseta para mirarlo a él.
-¿Era tuya?, estarías para verte...-Dije en voz baja encogiéndome de hombros para quitarme la otra y ponerme esa misma, que me seguía quedando grande y bueno, seguía siendo una camiseta, allí detrás decidí aprovechando que tenía la ropa en el maletero decidí cambiarme sin ningún reparo, dejando la sucia, en un montón en el suelo, ¿para qué molestarse si estaba hecha polvo?
- Pues mis pintacas, camiseta de Patricio incluida (?):
Iba a entrar en el coche cuando él ya se había puesto en el asiento del conductor, le miré por la ventanilla rodando los ojos, sabiendo que a partir de ahora me iba a ser más complicado conducir y entré por la otra puerta terminando de subirme las medias con tranquilidad.
-Si que eres detallista, si...-Dije con cierta ironía mientras con una mano terminaba y con la otra metía una cinta en la vieja radio, apenas dos segundos y no tardé en reconocer las primeras notas de Sweet Dreams de Eurythmics, esa canción me volvía loca y más cuando llevaba algunas copas de demás, medio reí llevándome una mano a la cabeza al recordar algunas de mis idas por la barra del el bar de Brandon.
Luego cuando ya por fin puso el coche en marcha me preguntó que cuantos años tenía, me volví hacia él dándome cuenta de que en verdad no lo sabía, él tendría veintiocho y yo seguía siendo menor de edad en aquel país. ¿Tanto se notaba que era una mocosa como Brandon me solía decir?, era cierto que en el grupo era la más joven, pero venga ya... Si era cien veces más sensata que Brandon mismo por ejemplo.
-¿Ahora te preocupa estar infringiendo la ley?-Pregunté con ironía mientras que rebuscaba por el salpicadero del coche algo que no encontré, malditos cigarrillos, siempre se acababan.-Antes mientras que me bajabas los pantalones no le diste mucha importancia...-Añadí con un sonrisa divertida, un tanto traviesa encontrando un mechero pero no cigarrillo...-...joder-Chasqueé la lengua mientras guardaba el mechero en el bolsillo de la chaqueta.-Diecinueve-Dejé caer mientras seguía rebuscando entre todo aquel desorden sin dar con nada.-Pues me quedo con las ganas-Susurré para luego coger el libro de carreteras y rebuscar en él la zona en la que debíamos estar.
-¿Sabes hacia dónde vas?-Pregunté alzando la mirada del mapa hacia él.
- Off:
- Lo dudo è.e Aunque sería lo lógico, pero de todas formas yo no las querría ya con todo lo que llevo encima.
No memories, no pain, no life...
En cuanto toma asiento me quedo mirándole los muslos y esas medias super raras con evidente curiosidad. O no tan evidentemente teniendo en cuenta las gafas pero aún así está claro que me quedo mirando hacia esa zona porque parece como si faltara ropa. Quizá son paranoias mías y se supone que es la última moda, yo de esas cosas no entiendo una mierda, pero actualmente con que se vista como a ella le gusta supongo que es suficiente así que no le doy más vueltas y me limito a sonreír de lado al apreciar al puñetero Patricio entre su pelo revuelto.
-Uhhh, me acuerdo de esta canción en alguna peli de terror...- comento en cuanto empieza a sonar aunque la versión que yo digo era la de Marilyn Manson y no estaba mal pero yo también acostumbro a preferir las originales así que muevo un poco los dedos y la mano en la ventanilla e incluso canturreo algunas frases que me conozco de memoria -¿Quién ha dicho que me preocupe?- pregunto de manera retórica ya que una cosa es que tenga curiosidad y otra que vaya a cambiar las cosas por una simple cifra -Sería porque no opusiste mucha resistencia- la miro de reojo cuando menciona los pantalones y al final empiezo a reírme entre dientes hasta que lo hago abiertamente -Infectado, asesino, yonki, ladrón... ¿por qué no pedobear?- niego ligeramente con la cabeza debido a lo larga que se me está haciendo la lista de "cosas que no debería hacer" pero de ahí a que me importe hay un paso bastante largo. De hecho diría que sólo hay una cosa de la que me avergüenzo de verdad, y es precisamente la que no he dicho.
-¿Querías el cigarrillo de después? Pobrecita... si quieres te entretengo- le propongo cambiando las manos de posición para dejar la derecha libre, estirando el brazo un poco a ciegas hasta que la mano alcanza sus medias y tanteo su muslo, dándole unas palmaditas con evidente confianza y algo de morro, aunque como me dé coba no me corto un pelo, eso seguro, y menos todavía con la escasez de tráfico que tenemos.
-Eumm... dirección Nebraska, ¿hay que saber algo más?- me encojo de hombros centrándome durante un momento en la carretera ya que con el manoseo me he ido un poco de lado a lado pero enseguida vuelvo a estar en medio. Carriles, ¿para qué? -En cuando encontremos el desvío a alguna ciudad que me guste me meto, pero no nos quedaremos en ella- le explico para que vaya entendiendo un poco mejor mis intenciones -Siempre quise una de esas casas unifamiliares que salían en televisión así que normalmente me meto en la que más me guste. Suele haber restos de comida y son bastante cómodas- me justifico a pesar de que bajo mi punto de vista suena bastante coherente para pasar la noche, ¿no? Siempre hay que procurar revisar primero toda la casa y parte del vecindario pero vale la pena.
-¿Te parece bien?- pregunto pasados unos segundos porque estoy tan acostumbrado a ir de aquí para allá yo solo que hasta se me olvida que ella también debería opinar al respecto. Supongo que se sentirá más o menos igual y de todas formas dijo que le daba igual así que me lo tomé un poco al pie de la letra en este caso.
-Uhhh, me acuerdo de esta canción en alguna peli de terror...- comento en cuanto empieza a sonar aunque la versión que yo digo era la de Marilyn Manson y no estaba mal pero yo también acostumbro a preferir las originales así que muevo un poco los dedos y la mano en la ventanilla e incluso canturreo algunas frases que me conozco de memoria -¿Quién ha dicho que me preocupe?- pregunto de manera retórica ya que una cosa es que tenga curiosidad y otra que vaya a cambiar las cosas por una simple cifra -Sería porque no opusiste mucha resistencia- la miro de reojo cuando menciona los pantalones y al final empiezo a reírme entre dientes hasta que lo hago abiertamente -Infectado, asesino, yonki, ladrón... ¿por qué no pedobear?- niego ligeramente con la cabeza debido a lo larga que se me está haciendo la lista de "cosas que no debería hacer" pero de ahí a que me importe hay un paso bastante largo. De hecho diría que sólo hay una cosa de la que me avergüenzo de verdad, y es precisamente la que no he dicho.
-¿Querías el cigarrillo de después? Pobrecita... si quieres te entretengo- le propongo cambiando las manos de posición para dejar la derecha libre, estirando el brazo un poco a ciegas hasta que la mano alcanza sus medias y tanteo su muslo, dándole unas palmaditas con evidente confianza y algo de morro, aunque como me dé coba no me corto un pelo, eso seguro, y menos todavía con la escasez de tráfico que tenemos.
-Eumm... dirección Nebraska, ¿hay que saber algo más?- me encojo de hombros centrándome durante un momento en la carretera ya que con el manoseo me he ido un poco de lado a lado pero enseguida vuelvo a estar en medio. Carriles, ¿para qué? -En cuando encontremos el desvío a alguna ciudad que me guste me meto, pero no nos quedaremos en ella- le explico para que vaya entendiendo un poco mejor mis intenciones -Siempre quise una de esas casas unifamiliares que salían en televisión así que normalmente me meto en la que más me guste. Suele haber restos de comida y son bastante cómodas- me justifico a pesar de que bajo mi punto de vista suena bastante coherente para pasar la noche, ¿no? Siempre hay que procurar revisar primero toda la casa y parte del vecindario pero vale la pena.
-¿Te parece bien?- pregunto pasados unos segundos porque estoy tan acostumbrado a ir de aquí para allá yo solo que hasta se me olvida que ella también debería opinar al respecto. Supongo que se sentirá más o menos igual y de todas formas dijo que le daba igual así que me lo tomé un poco al pie de la letra en este caso.
OFF: Puedes hacer que llegamos al típico barrio residencial super cool de la vida xD
Me apetecía un cigarrillo desde esta mañana y más con toda la que se había montado después, ahora sabía porque no me lo había fumado antes, no había más, me encogí de hombros cuando mencionó lo de la canción, no puso pegas, es más pareció gustarle, normalmente no me dejaban poner música por aquellas cosas si quería escuchar aquella canción tenía que ser por obligación la versión más actual, se podría decir que Brandon tenía razón cuando solía decir que tenía que haber nacido unos veinte años antes, muchas de las canciones que me gustaban eran de los ochenta, noventa y por ahí...
Reí en voz baja por su respuesta mientras que insistía un poco más en encontrar un cigarrillo, pero no, no había forma, acabaría de dejando de fumar si o si, ¿cuándo fue el último? -No, no la puse...-Puse los ojos en blanco pensando en ello, ¿quién se opondría a aquello?. Miré hacia adelante viendo por un instante la carretera y seguidamente le miré a él que me daba sus "credenciales" y la verdad es que no eran muy distintos de los míos, aquel mismo día había matado a alguien con bastante mala leche, antes todo robaba cualquier cosa que pudiera, así por la cara, ¿drogas?, ¿había alguna vez que no me hubiera colocado en alguna de esas fiestas clandestinas Nico?, si me tenían ya una habitación en comisaría para dormir allí todos los sábados por la noches... Me dije con ironía. Aunque lo de la edad estaba de coña, que aquel país dijese que yo era menor de edad era otra cosa, podía haber gente mayor de veintiún años más idiota e infantil que yo, cuando llegué a Estados Unidos demostré lo responsable que podía llegar a ser, quitando las fiestas y los paseos por comisaría, tenía un piso, estaba estudiando, pagaba mis facturas, trabajaba a la vez para poder pagar los gastos de cada día... Y una larga lista de cosas más, incluso cuidaba de Brandon que era mi supuesto "padre", mi tutor legal cuando se jodieron las cosas...
Luego de aquellos pensamientos él colocó una de sus manos sobre uno de mis muslos por encima de las medias. -O el de antes...-Le miré alzando las cejas ligeramente mientras que colocaba mi mano sobre la suya y la apretaba contra mi piel, que para que disimular aquello tenía su morbo, pero no era el momento de tontear, no tardaría en oscurecer y deberíamos de llegar a alguna parte antes, conducir de noche era una mierda, bueno lo sería ahora para él, ¡tengo chófer!, me dije para mi demasiado feliz. Seguro que al igual que yo, sería demasiado cabezota como para dejar que condujese otro aunque se le estuvieran cerrando los ojos. Aparté su mano poco a poco mientras colocaba el libro de carreteras sobre mis piernas, antes de que se fuera a estrellar contra vete a saber que, aunque la carretera estaba totalmente despejada.
-Ya, pero digo si habrá alguna cosa en el camino, una gasolinera...-No gasolineras no.-...Algún punto de servicio...-Iba mirando el mapa y buscando con el dedo la zona.-Si, hay un pueblo más adelante y parece que una urbanización a las afueras, eh si, toma la siguiente salida, no debe faltar mucho-Alcé la mirada luego hacia adelante, efectivamente allí estaba, más adelante la urbanización, una de esos barrios bastante pijos en los que no habría podido vivir ni vendiendo mi casa por el triple de lo que la había vendido.
El lugar estaba desértico, al menos por ahora lo parecía, todas las casas estaban a una distancia bastante grande de las otras, había árboles entre ellas haciendo la separación más que evidente, avalladas y colocadas perfectamente, a simple vista todas parecían iguales, a excepción de detalles como ventanas y puertas, cristaleras... Supongo que la gente se habría largado a tanta prisa que ya no habrían muchas de esas cosas por ahí, el cielo se iba tornando más oscuro y el lugar se iba haciendo cada vez más siniestro, jardines mal cuidados, vallas rotas, juguetes abandonados por ahí, algún que otro coche chamuscado en mitad de la calle estrellado contra una de esas vallas... Lo normal de siempre en estos nuevos tiempos vamos.
-Aquí mismo... Esa casa no parece tan destrozada-Señalé una que me pareció menos siniestra que otras que a diferencia de aquellas no tenía ventanales rotos o incluso manchas que eran evidentemente marcas de sangre, no pude evitar penar en los pobres desgraciados que dejaron su vida allí y un escalofrío bastante molesto me recorrió todo el cuerpo. Aunque a saber si la mejor opción era ir a la casa que menos pinta tenía de haber sufrido el apocalipsis, ¿y si nos topábamos con más como los del motel?, entonces definitivamente mandaría a tomar por culo a mi maldita suerte.
-Vamos-Cuando paró el coche bajé de este recogiendo mis cosas, básicamente las armas, las dos katanas, descubriendo lo mucho que las había echado de menos, coloqué las fundas en mi espalda y me apoyé sobre el techo del coche para mirar a Jared.-¿No me vas a dejar ir delante verdad?-Pregunté seria pero con cierta molestia, no me gustaba sentirme un estorbo y empezaba a sentirme así, pero tampoco quería dar la lata con aquello. En los últimos días no había demostrado ser de mucha utilidad, así que para que negar lo evidente, empezaba a ser un estorbo.
Reí en voz baja por su respuesta mientras que insistía un poco más en encontrar un cigarrillo, pero no, no había forma, acabaría de dejando de fumar si o si, ¿cuándo fue el último? -No, no la puse...-Puse los ojos en blanco pensando en ello, ¿quién se opondría a aquello?. Miré hacia adelante viendo por un instante la carretera y seguidamente le miré a él que me daba sus "credenciales" y la verdad es que no eran muy distintos de los míos, aquel mismo día había matado a alguien con bastante mala leche, antes todo robaba cualquier cosa que pudiera, así por la cara, ¿drogas?, ¿había alguna vez que no me hubiera colocado en alguna de esas fiestas clandestinas Nico?, si me tenían ya una habitación en comisaría para dormir allí todos los sábados por la noches... Me dije con ironía. Aunque lo de la edad estaba de coña, que aquel país dijese que yo era menor de edad era otra cosa, podía haber gente mayor de veintiún años más idiota e infantil que yo, cuando llegué a Estados Unidos demostré lo responsable que podía llegar a ser, quitando las fiestas y los paseos por comisaría, tenía un piso, estaba estudiando, pagaba mis facturas, trabajaba a la vez para poder pagar los gastos de cada día... Y una larga lista de cosas más, incluso cuidaba de Brandon que era mi supuesto "padre", mi tutor legal cuando se jodieron las cosas...
Luego de aquellos pensamientos él colocó una de sus manos sobre uno de mis muslos por encima de las medias. -O el de antes...-Le miré alzando las cejas ligeramente mientras que colocaba mi mano sobre la suya y la apretaba contra mi piel, que para que disimular aquello tenía su morbo, pero no era el momento de tontear, no tardaría en oscurecer y deberíamos de llegar a alguna parte antes, conducir de noche era una mierda, bueno lo sería ahora para él, ¡tengo chófer!, me dije para mi demasiado feliz. Seguro que al igual que yo, sería demasiado cabezota como para dejar que condujese otro aunque se le estuvieran cerrando los ojos. Aparté su mano poco a poco mientras colocaba el libro de carreteras sobre mis piernas, antes de que se fuera a estrellar contra vete a saber que, aunque la carretera estaba totalmente despejada.
-Ya, pero digo si habrá alguna cosa en el camino, una gasolinera...-No gasolineras no.-...Algún punto de servicio...-Iba mirando el mapa y buscando con el dedo la zona.-Si, hay un pueblo más adelante y parece que una urbanización a las afueras, eh si, toma la siguiente salida, no debe faltar mucho-Alcé la mirada luego hacia adelante, efectivamente allí estaba, más adelante la urbanización, una de esos barrios bastante pijos en los que no habría podido vivir ni vendiendo mi casa por el triple de lo que la había vendido.
El lugar estaba desértico, al menos por ahora lo parecía, todas las casas estaban a una distancia bastante grande de las otras, había árboles entre ellas haciendo la separación más que evidente, avalladas y colocadas perfectamente, a simple vista todas parecían iguales, a excepción de detalles como ventanas y puertas, cristaleras... Supongo que la gente se habría largado a tanta prisa que ya no habrían muchas de esas cosas por ahí, el cielo se iba tornando más oscuro y el lugar se iba haciendo cada vez más siniestro, jardines mal cuidados, vallas rotas, juguetes abandonados por ahí, algún que otro coche chamuscado en mitad de la calle estrellado contra una de esas vallas... Lo normal de siempre en estos nuevos tiempos vamos.
-Aquí mismo... Esa casa no parece tan destrozada-Señalé una que me pareció menos siniestra que otras que a diferencia de aquellas no tenía ventanales rotos o incluso manchas que eran evidentemente marcas de sangre, no pude evitar penar en los pobres desgraciados que dejaron su vida allí y un escalofrío bastante molesto me recorrió todo el cuerpo. Aunque a saber si la mejor opción era ir a la casa que menos pinta tenía de haber sufrido el apocalipsis, ¿y si nos topábamos con más como los del motel?, entonces definitivamente mandaría a tomar por culo a mi maldita suerte.
-Vamos-Cuando paró el coche bajé de este recogiendo mis cosas, básicamente las armas, las dos katanas, descubriendo lo mucho que las había echado de menos, coloqué las fundas en mi espalda y me apoyé sobre el techo del coche para mirar a Jared.-¿No me vas a dejar ir delante verdad?-Pregunté seria pero con cierta molestia, no me gustaba sentirme un estorbo y empezaba a sentirme así, pero tampoco quería dar la lata con aquello. En los últimos días no había demostrado ser de mucha utilidad, así que para que negar lo evidente, empezaba a ser un estorbo.
No memories, no pain, no life...
Río entre dientes en cuanto me aprieta un poco más la mano entorno a su piel y me siento realmente tentado de deslizarla hasta la parte interna de su muslo y lo que esconde justo en medio pero me contengo, por ahora, y en cuando me aparta la mano con naturalidad me centro en la conducción sentándome un poco mejor. La verdad es que disfruto bastante con ello cuando no son excesivas horas y al haber sido mecánico aprecio un motor clásico y poco usual como el de este Impala, a pesar de correr el evidente riesgo de que nos deje tirados en el peor momento -Creo que ya te dije que era mecánico- no, en realidad no tengo ni puta idea, pero si no es así ahora ya lo sabe -Estos coches son bastante fáciles de reparar, ¿sabes? Es lo bueno que tienen, al no depender de piezas y conexiones electrónicas se pueden mantener en buen estado más tiempo si los cuidas bien. Te iré enseñando un poco con el tiempo- no estoy seguro de cuánto tiempo durará este viaje conjunto, puede que semanas, meses... ¿años? Tal vez eso sea demasiado decir pero al menos intentaré que pueda apañarse sola en el supuesto de que yo terminara muerto... o cabreado. A saber.
-Ahh... esta carretera no la conozco demasiado bien, para qué mentirte, las única que se me da bien es la 66 y las de Arkansas- admito por si alguna vez tuviéramos que "pasearnos" por aquella zona, siguiendo sus instrucciones de manera confiada para aminorar la velocidad una vez llegamos a la urbanización. Está bastante desierta y tranquila, lo cuál significa que hay pocos zombies porque debieron darse prisa en intentar salir de aquí. Tiene pinta de ser una zona incluso más acomodada de lo normal así que aquí debían estar todos listos con sus puñeteros Ferraris. De hecho veo algunos deportivos por la carretera y los jardines pero no me llaman la atención. Tal vez mañana podamos hacer alguna carrera con ellos pero de momento mejor dejarlos en su sitio.
Me detengo frente a la casa que me indica y no tardo en salir del Impala para dirigirme al maletero, algo más ordenado que la última vez que lo vi, curioso -¿Tantas ganas tienes de ser Dora la Exploradora? Habrá que conseguirte una camiseta de eso entonces...- río por lo bajo mientras cargo con la ballesta y mi fiel cinturón de herramientas con las armas blancas y el revólver. Pesa lo suyo pero vale la pena. Después añado el cinto con la espada y cierro con un golpe seco.
-Puedes ir delante, lo único que te pido es que me dejes cubrirte las espaldas. Ahora somos un equipo, ¿no?- le guiño el ojo y entonces señalo la casa vagamente con la cabeza para que se dé el gusto de tomar la iniciativa, siguiéndola un par de metros por detrás con la ballesta preparada por lo que pueda haber dentro... aunque estando tan limpio me atrevería a decir que estará bastante vacía, de hecho incluso la puerta principal permanece debidamente cerrada con llave así que en cuanto ella me mira yo me limito a encogerme de hombros.
-Tú mandas, jefa. Yo te sigo- apoyo una mano en mi propia pierna y me mantengo a la expectativa, todavía en los peldaños del porche, echando un vistazo rápido alrededor antes de volver a centrarme en ella. Yo tengo un par de ideas de lo que podríamos hacer pero prefiero que se explaye con las suyas propias ya que parece tener tantas ganas de... no sé, ¿probarse a si misma? Al menos espero que sea eso porque a mí no tiene que demostrarme absolutamente nada.
-Ahh... esta carretera no la conozco demasiado bien, para qué mentirte, las única que se me da bien es la 66 y las de Arkansas- admito por si alguna vez tuviéramos que "pasearnos" por aquella zona, siguiendo sus instrucciones de manera confiada para aminorar la velocidad una vez llegamos a la urbanización. Está bastante desierta y tranquila, lo cuál significa que hay pocos zombies porque debieron darse prisa en intentar salir de aquí. Tiene pinta de ser una zona incluso más acomodada de lo normal así que aquí debían estar todos listos con sus puñeteros Ferraris. De hecho veo algunos deportivos por la carretera y los jardines pero no me llaman la atención. Tal vez mañana podamos hacer alguna carrera con ellos pero de momento mejor dejarlos en su sitio.
Me detengo frente a la casa que me indica y no tardo en salir del Impala para dirigirme al maletero, algo más ordenado que la última vez que lo vi, curioso -¿Tantas ganas tienes de ser Dora la Exploradora? Habrá que conseguirte una camiseta de eso entonces...- río por lo bajo mientras cargo con la ballesta y mi fiel cinturón de herramientas con las armas blancas y el revólver. Pesa lo suyo pero vale la pena. Después añado el cinto con la espada y cierro con un golpe seco.
-Puedes ir delante, lo único que te pido es que me dejes cubrirte las espaldas. Ahora somos un equipo, ¿no?- le guiño el ojo y entonces señalo la casa vagamente con la cabeza para que se dé el gusto de tomar la iniciativa, siguiéndola un par de metros por detrás con la ballesta preparada por lo que pueda haber dentro... aunque estando tan limpio me atrevería a decir que estará bastante vacía, de hecho incluso la puerta principal permanece debidamente cerrada con llave así que en cuanto ella me mira yo me limito a encogerme de hombros.
-Tú mandas, jefa. Yo te sigo- apoyo una mano en mi propia pierna y me mantengo a la expectativa, todavía en los peldaños del porche, echando un vistazo rápido alrededor antes de volver a centrarme en ella. Yo tengo un par de ideas de lo que podríamos hacer pero prefiero que se explaye con las suyas propias ya que parece tener tantas ganas de... no sé, ¿probarse a si misma? Al menos espero que sea eso porque a mí no tiene que demostrarme absolutamente nada.
- Spoiler:
sin brazos por la vida
Alcé la mirada en su dirección con una sonrisa divertida pero silenciosa al ver que le daba igual, por lo que no dije nada más y avancé por el jardín cruzando la distancia que había hasta el porche no sin antes echar un vistazo a la fachada de la casa, hay algo que no me gusta y se suponía que esta era la que más me había gustado de todas, fui subiendo los escalones de madera con cuidado de no hacer mucho ruido mientras agudizaba el oído ante cualquier ruido o indicio de que había algo o alguien más por allí. Pero no, solo silencio, un silencio que se suponía que debía ser perfecto, pues eso indicaba que no habría nada, pero por el contrario, no sabía por qué, tal vez fuera mi maldita y chalada cabeza, no me gustaba nada.
Llegué hasta la puerta guardando las distancias con ella, recordando aquella vez que empujando una para que se abriera varios pares de manos rompieron los cristales desde el interior, aún podía sentir la presión de estas sobre mi brazo y los tirones que daban para acabar conmigo. Observé la puerta y me volví hacia Jared que se había agachado en los escalones, me encogí de hombros y fui directa a abrir la puerta, muchas veces estaban abiertas y te ahorrabas trabajos estúpidos por probar no iba a pasar nada, cerrada, me agaché para mirar la cerradura, por suerte no sería ni la primera vez ni la última que forzaba una cerradura, romper los cristales o forzar la cerradura con la palanca no me parecieron muy buenas ideas, el ruido solo sería una alarma y hablando de alarmas, no sería de extrañar que saltase alguna cuando entrásemos, por lo que con tranquilidad, o al menos la que podía empecé a forzar la cerradura con una improvisada ganzúa que Aaron hizo con un trozo de alambre, mucho antes de todo esto solíamos entrar en casas abandonadas, viejos almacenes, algunos pequeños comercios y todo ese tipo de lugares, si alguien no podía abrir la puerta le tocaba a otro probar, me volví un momento para mirar a Jared, me empezaba a poner nerviosa, entorné los ojos y me volví hacia la puerta para agarrar el pomo tirar de esta y mover el fino alambre dándole una pequeña vuelta, la puerta se abrió como si nada. De haberla forzado tal vez luego no se habría podido cerrar y eso podría ser un problema más adelante, empujé la puerta con lentitud poniéndome de pie y guardando el alambre en el bolsillo, rápida visualicé la enorme entrada, tanto blanco me dañó por un momento, el suelo de mármol blanco, las paredes del mismo color, las enormes escaleras en frente...
Entré rápidamente para mirar detrás de la puerta en busca de uno de esos aparatos que pudiese empezar a sonar en cualquier momento pero ni rastro, entonces me lo tomé con más calma. Me volví hacia Jared haciendo una mueca y fui adentrándome en la enorme entrada de aquella casa. Estaba bastante vacía, tal vez aún ni tuviera dueños y por tanto se explicaban muchas cosas... Pero no a la derecha había un arco, grande también que daba a lo que parecía una cocina, todo iluminado con la débil luz natural que entraba por las ventanas, oscurecía, no faltaría mucho, a la derecha otro arco, a un salón, en frente las escaleras y a cada lado una puerta.
Asentí varias veces, vaya choza y solo estábamos en la entrada, me acerqué a un pequeño mueble que había a la derecha y sin más cogí un jarrón que había, me volví hacia la entrada y lo lancé al pie de las escaleras rompiendo el silencio que allí había, esa técnica la iba a patentar... Me dije con sarcasmo.
-Ahora...-Susurré mientras que me colocaba delante de Jared sin taparle demasiado, unos segundos cruciales y gruñidos, de la cocina salió lo típico, un tipo alto y delgado, apenas sin heridas a excepción de la mordedura de su brazo que estaba medio cubierta con una venda, joder, casi no parecía ni que estuviera muerto a excepción de los ojos y aquel color de piel blancucho, azulado... Que no, que me distraje un poco "admirando" el estado en el que se encontraba, cuando llegó hasta mi alcé la katana rápidamente, la de mi mano derecha y la hundí en su boca guiando la afilada hoja hacia arriba hundiéndola mientras que con la otra mano empujaba al muerto en su intento de avanzar hasta que al fin alcancé aquella zona que había que dañar y se quedó inmóvil, por lo que lo solté dejando que el cuerpo cayera al suelo luego moví la cabeza para mirar a nuestro alrededor, nada, ni un solo ruido más.
-Bueno...-Susurré mientras que iba hacia atrás colocándome a un lado de Jared y acercando mi cara a él sin dejar de mirar hacia el frente.-Si hubieran más ya habrían salido, ¿no?-Pregunté mientras seguía observando el lugar.
Llegué hasta la puerta guardando las distancias con ella, recordando aquella vez que empujando una para que se abriera varios pares de manos rompieron los cristales desde el interior, aún podía sentir la presión de estas sobre mi brazo y los tirones que daban para acabar conmigo. Observé la puerta y me volví hacia Jared que se había agachado en los escalones, me encogí de hombros y fui directa a abrir la puerta, muchas veces estaban abiertas y te ahorrabas trabajos estúpidos por probar no iba a pasar nada, cerrada, me agaché para mirar la cerradura, por suerte no sería ni la primera vez ni la última que forzaba una cerradura, romper los cristales o forzar la cerradura con la palanca no me parecieron muy buenas ideas, el ruido solo sería una alarma y hablando de alarmas, no sería de extrañar que saltase alguna cuando entrásemos, por lo que con tranquilidad, o al menos la que podía empecé a forzar la cerradura con una improvisada ganzúa que Aaron hizo con un trozo de alambre, mucho antes de todo esto solíamos entrar en casas abandonadas, viejos almacenes, algunos pequeños comercios y todo ese tipo de lugares, si alguien no podía abrir la puerta le tocaba a otro probar, me volví un momento para mirar a Jared, me empezaba a poner nerviosa, entorné los ojos y me volví hacia la puerta para agarrar el pomo tirar de esta y mover el fino alambre dándole una pequeña vuelta, la puerta se abrió como si nada. De haberla forzado tal vez luego no se habría podido cerrar y eso podría ser un problema más adelante, empujé la puerta con lentitud poniéndome de pie y guardando el alambre en el bolsillo, rápida visualicé la enorme entrada, tanto blanco me dañó por un momento, el suelo de mármol blanco, las paredes del mismo color, las enormes escaleras en frente...
Entré rápidamente para mirar detrás de la puerta en busca de uno de esos aparatos que pudiese empezar a sonar en cualquier momento pero ni rastro, entonces me lo tomé con más calma. Me volví hacia Jared haciendo una mueca y fui adentrándome en la enorme entrada de aquella casa. Estaba bastante vacía, tal vez aún ni tuviera dueños y por tanto se explicaban muchas cosas... Pero no a la derecha había un arco, grande también que daba a lo que parecía una cocina, todo iluminado con la débil luz natural que entraba por las ventanas, oscurecía, no faltaría mucho, a la derecha otro arco, a un salón, en frente las escaleras y a cada lado una puerta.
Asentí varias veces, vaya choza y solo estábamos en la entrada, me acerqué a un pequeño mueble que había a la derecha y sin más cogí un jarrón que había, me volví hacia la entrada y lo lancé al pie de las escaleras rompiendo el silencio que allí había, esa técnica la iba a patentar... Me dije con sarcasmo.
-Ahora...-Susurré mientras que me colocaba delante de Jared sin taparle demasiado, unos segundos cruciales y gruñidos, de la cocina salió lo típico, un tipo alto y delgado, apenas sin heridas a excepción de la mordedura de su brazo que estaba medio cubierta con una venda, joder, casi no parecía ni que estuviera muerto a excepción de los ojos y aquel color de piel blancucho, azulado... Que no, que me distraje un poco "admirando" el estado en el que se encontraba, cuando llegó hasta mi alcé la katana rápidamente, la de mi mano derecha y la hundí en su boca guiando la afilada hoja hacia arriba hundiéndola mientras que con la otra mano empujaba al muerto en su intento de avanzar hasta que al fin alcancé aquella zona que había que dañar y se quedó inmóvil, por lo que lo solté dejando que el cuerpo cayera al suelo luego moví la cabeza para mirar a nuestro alrededor, nada, ni un solo ruido más.
-Bueno...-Susurré mientras que iba hacia atrás colocándome a un lado de Jared y acercando mi cara a él sin dejar de mirar hacia el frente.-Si hubieran más ya habrían salido, ¿no?-Pregunté mientras seguía observando el lugar.
- Off:
- Mi siente hacerte leer demasiadas tonterías (?), pero estoy sin imaginación y el rol me salió muy mal,
te aguantasè.e
No memories, no pain, no life...
Cuando saca esa especie de alambre retorcido arqueo ambas cejas pero me limito a ladear la cabeza para mirarla con curiosidad mientras hurga en la cerradura con insistencia -Pero si tenemos a McGuiver...- comento por lo bajo con una sonrisilla burlona, resoplando con cierta impaciencia cuando los minutos pasan y echando de menos en ese preciso instante un chicle. Qué chorrada, ¿no? Lo bueno de esos trozos de plástico es que no caducan, o tardan bastante, así que supongo que podría conseguir algunos...
Bajo de las nubes en cuanto la puerta se abre silenciosamente, dedicándole un corto y suave aplauso a modo de felicitación antes de seguirla de cerca, emitiendo un silbidito mientras giro sobre mí mismo para mirar la pedazo de casa -Si te digo la verdad las prefiero más humildes...- saco la linterna del cinturón de herramientas y enfoco las escaleras que ascienden de forma curva hacia el piso superior pero entonces Nessa estrella algo contra el suelo y me sobresalto tanto que no puedo evitar fulminarla un momento con la mirada -Joder con la sutilidad...- termino riéndome por lo bajo por el susto que me he pegado yo solo y no tarda en hacer acto de presencia un zombie al que me dedico a enfocar a la cara para molestarle y despistarle un poco, dejando que la rubia dé cuenta de él pero manteniéndome atento por si tuviera que intervenir.
-Qué morbazo das con las katanas- comento con total naturalidad, metiendo la cara entre su pelo para mordisquearle un momento el cuello mientras ella adopta esa faceta de chica responsable, o algo así -Eumm... sí, supongo que no habrán más pero será mejor comprobar toda la casa por si acaso. Después podemos ponernos a cenar algo decente- propongo empezando entonces a caminar, dejándola ir en primer lugar como jefa expedicionaria, o algo parecido.
La verdad es que a pesar de lo amplia que es la casa sólo encontramos a un par de muertos (del todo) en la sala de estar, probablemente los que contagiaron después al que nos acaba de atacar. En el piso de arriba hay como cinco habitaciones, dos vestidores y tres o cuatro baños pero todo igual de tranquilo, exceptuando el cadáver putrefacto de una mujer que al parecer se cortó las venas en una de las amplias bañeras.
-Voy a cerrar y atrancar las puertas y ventanas, mira si encuentras algo decente en la cocina- no tendría problema en que lo hiciera ella pero es más que evidente que si hay que arrastrar armarios y muebles se me dará mejor así que empiezo a silbar la típica melodía pegadiza y me dedico a bajar persianas y poner cortinas para no llamar la atención de zombies innecesarios, perdiendo en la tarea algo más de media hora debido a lo grande que es la casa. Joder, supongo que esa es la parte negativa pero cuando llego de nuevo a la cocina ya puedo dejar la ballesta encima de la isla central con un suspiro.
-¿Qué tal ha ido?- le pregunto alumbrando con la linterna porque básicamente no se ve una mierda aunque ya hemos encendido algunas velas y lámparas de aceite que llevábamos en el coche o hemos encontrado por aquí -Creo que iré a mirar si puedo conseguir que vuelva la luz, si es por el cableado o los fusibles puedo arreglarlo- aseguro mientras empiezo a abrir cajones con insistencia pero al final chasqueo la lengua porque no encuentro lo que buscaba. Aún así, antes de hacer lo que acabo de decir, me dedico a merodear por ahí para comprobar lo que está preparando, acercándome a ella por detrás para apoyar la barbilla en su hombro y las manos en sus caderas -¿Soy muy plasta?- le pregunto poniendo cara como de niño bueno, cosa que se me da bastante bien por cierto.
Bajo de las nubes en cuanto la puerta se abre silenciosamente, dedicándole un corto y suave aplauso a modo de felicitación antes de seguirla de cerca, emitiendo un silbidito mientras giro sobre mí mismo para mirar la pedazo de casa -Si te digo la verdad las prefiero más humildes...- saco la linterna del cinturón de herramientas y enfoco las escaleras que ascienden de forma curva hacia el piso superior pero entonces Nessa estrella algo contra el suelo y me sobresalto tanto que no puedo evitar fulminarla un momento con la mirada -Joder con la sutilidad...- termino riéndome por lo bajo por el susto que me he pegado yo solo y no tarda en hacer acto de presencia un zombie al que me dedico a enfocar a la cara para molestarle y despistarle un poco, dejando que la rubia dé cuenta de él pero manteniéndome atento por si tuviera que intervenir.
-Qué morbazo das con las katanas- comento con total naturalidad, metiendo la cara entre su pelo para mordisquearle un momento el cuello mientras ella adopta esa faceta de chica responsable, o algo así -Eumm... sí, supongo que no habrán más pero será mejor comprobar toda la casa por si acaso. Después podemos ponernos a cenar algo decente- propongo empezando entonces a caminar, dejándola ir en primer lugar como jefa expedicionaria, o algo parecido.
La verdad es que a pesar de lo amplia que es la casa sólo encontramos a un par de muertos (del todo) en la sala de estar, probablemente los que contagiaron después al que nos acaba de atacar. En el piso de arriba hay como cinco habitaciones, dos vestidores y tres o cuatro baños pero todo igual de tranquilo, exceptuando el cadáver putrefacto de una mujer que al parecer se cortó las venas en una de las amplias bañeras.
-Voy a cerrar y atrancar las puertas y ventanas, mira si encuentras algo decente en la cocina- no tendría problema en que lo hiciera ella pero es más que evidente que si hay que arrastrar armarios y muebles se me dará mejor así que empiezo a silbar la típica melodía pegadiza y me dedico a bajar persianas y poner cortinas para no llamar la atención de zombies innecesarios, perdiendo en la tarea algo más de media hora debido a lo grande que es la casa. Joder, supongo que esa es la parte negativa pero cuando llego de nuevo a la cocina ya puedo dejar la ballesta encima de la isla central con un suspiro.
-¿Qué tal ha ido?- le pregunto alumbrando con la linterna porque básicamente no se ve una mierda aunque ya hemos encendido algunas velas y lámparas de aceite que llevábamos en el coche o hemos encontrado por aquí -Creo que iré a mirar si puedo conseguir que vuelva la luz, si es por el cableado o los fusibles puedo arreglarlo- aseguro mientras empiezo a abrir cajones con insistencia pero al final chasqueo la lengua porque no encuentro lo que buscaba. Aún así, antes de hacer lo que acabo de decir, me dedico a merodear por ahí para comprobar lo que está preparando, acercándome a ella por detrás para apoyar la barbilla en su hombro y las manos en sus caderas -¿Soy muy plasta?- le pregunto poniendo cara como de niño bueno, cosa que se me da bastante bien por cierto.
- Spoiler:
Aquella casa era exagerada, yo podría vivir solo en la entrada y tan a gusto, si casi era tan grande como mi apartamento en Nueva York... Antes de que llegase el muerto me giré hacia Jared riendo por lo bajo por su reacción ante el golpe que había hecho con el jarrón, después de que acabase con el caminante y que le preguntase para que me diera su opinión de la situación se acercó a mi por detrás y noté como mordisqueaba mi cuello, me estremecí ligeramente con una sonrisa traviesa en mis labios mientras que le escuchaba y giraba algo mi cuerpo hacia él para mirarle de reojo.
tardamos bastante en comprobar que la casa estaba vacía, era gigantesca, pero finalmente vimos que no habían más zombies, bien, no había elegido tan mal, aún así encontramos varios cuerpos, en la sala y en uno de los baños, no me acercaría mucho por aquellas zonas, el olor y la imagen de todos los cadáveres no era muy agradable.
Al final nos separamos, él se fue a cerrar las puertas y ventanas, a atrancarlas y todo aquel tipo de cosas para convertir aquella casa en un lugar más seguro, yo me fui hacia la cocina que era increíble, como esas de los catálogos de las revistas de muebles, unas puertas con cristaleras que daban a un gran jardín, todo tan típico de las películas... Pero en vez de seguir admirando el lugar fui directa a lo importante, a las estanterías y muebles, para registrarlo todo a ver si daba con algo interesante de comer, tenía hambre y bastante me decía mientras me llevaba una mano a la barriga y como de costumbre me subía a la encimera para abrir los armarios de arriba, que no es que tuvieran gran cosa... Algún paquete de cereales, galletas, un bote de nutella que no tardé en abrir y hundir en él una cuchara que saqué de un cajón, me apetecía algo caliente, llevaba semanas comiendo cosas de estas... Aún con la cuchara en la boca bajé de la encimera y seguí rebuscando por ahí, fui reuniendo todo lo que encontraba en la isla que había en medio de la cocina, colocando las cosas de forma aleatoria sobre esa encimera.
Encontré algunas botellas de agua y sobres de comida instantánea, no es que fueran la mejor comida del mundo, pero al fin y al cabo comida eran y como ya me había dicho quería algo caliente así que allí medio tirada en el suelo empecé a mirar los sobres para ver cual me gustaba más, acabé decidiéndome por uno de puré de patata o al menos eso ponía en la caja, puse el agua y el contenido en un cazo no muy grande ni tampoco muy pequeña que encontré por allí y empecé a calentarlo en la típica cocina de gas, fue toda una suerte que funcionase bien, primero miré de que todo estuviera en su sitio y luego la encendí con el mechero que llevaba en el bolsillo.
-Supongo que bien...-Le contesté a Jared cuando entró en la cocina, la verdad que había encontrado al final más cosas de las que esperaba, todas a un lado de la encimera, las señalé con la mano libre mientras que con la otra meneaba la comida aún en el fuego. -Coge lo que te guste aún que no he apagado esto-Dije señalando los sobres mientras que él hablaba sobre la luz y que trataría de restaurarla.-Para ya, no importa, es más, creo que es mejor que no, solo llamaríamos aún más la atención y para una noche no es que haga mucha falta ¿no?-Le iba diciendo mientras que seguía concentrada con el fuego y la comida que empezaba a oler bastante bien.
Se colocó detrás de mi como antes apoyando su barbilla en mi hombro, sonreí al ver de reojo su expresión.-Será mejor que te quedes por aquí... Y tu mismo me dijiste que te recordase que no me dejases cocinar-Acabé diciendo con una sonrisa divertida de esas mías, apagando el fuego y volviéndome hacia él para mirarle aún con aquella misma expresión fijándome en sus brazos y en sus manos sobre mis caderas, colocando las mías sobre las suyas y deslizándolas hacia arriba lentamente por sus brazos rozando su piel con las yemas de mis dedos.
tardamos bastante en comprobar que la casa estaba vacía, era gigantesca, pero finalmente vimos que no habían más zombies, bien, no había elegido tan mal, aún así encontramos varios cuerpos, en la sala y en uno de los baños, no me acercaría mucho por aquellas zonas, el olor y la imagen de todos los cadáveres no era muy agradable.
Al final nos separamos, él se fue a cerrar las puertas y ventanas, a atrancarlas y todo aquel tipo de cosas para convertir aquella casa en un lugar más seguro, yo me fui hacia la cocina que era increíble, como esas de los catálogos de las revistas de muebles, unas puertas con cristaleras que daban a un gran jardín, todo tan típico de las películas... Pero en vez de seguir admirando el lugar fui directa a lo importante, a las estanterías y muebles, para registrarlo todo a ver si daba con algo interesante de comer, tenía hambre y bastante me decía mientras me llevaba una mano a la barriga y como de costumbre me subía a la encimera para abrir los armarios de arriba, que no es que tuvieran gran cosa... Algún paquete de cereales, galletas, un bote de nutella que no tardé en abrir y hundir en él una cuchara que saqué de un cajón, me apetecía algo caliente, llevaba semanas comiendo cosas de estas... Aún con la cuchara en la boca bajé de la encimera y seguí rebuscando por ahí, fui reuniendo todo lo que encontraba en la isla que había en medio de la cocina, colocando las cosas de forma aleatoria sobre esa encimera.
Encontré algunas botellas de agua y sobres de comida instantánea, no es que fueran la mejor comida del mundo, pero al fin y al cabo comida eran y como ya me había dicho quería algo caliente así que allí medio tirada en el suelo empecé a mirar los sobres para ver cual me gustaba más, acabé decidiéndome por uno de puré de patata o al menos eso ponía en la caja, puse el agua y el contenido en un cazo no muy grande ni tampoco muy pequeña que encontré por allí y empecé a calentarlo en la típica cocina de gas, fue toda una suerte que funcionase bien, primero miré de que todo estuviera en su sitio y luego la encendí con el mechero que llevaba en el bolsillo.
-Supongo que bien...-Le contesté a Jared cuando entró en la cocina, la verdad que había encontrado al final más cosas de las que esperaba, todas a un lado de la encimera, las señalé con la mano libre mientras que con la otra meneaba la comida aún en el fuego. -Coge lo que te guste aún que no he apagado esto-Dije señalando los sobres mientras que él hablaba sobre la luz y que trataría de restaurarla.-Para ya, no importa, es más, creo que es mejor que no, solo llamaríamos aún más la atención y para una noche no es que haga mucha falta ¿no?-Le iba diciendo mientras que seguía concentrada con el fuego y la comida que empezaba a oler bastante bien.
Se colocó detrás de mi como antes apoyando su barbilla en mi hombro, sonreí al ver de reojo su expresión.-Será mejor que te quedes por aquí... Y tu mismo me dijiste que te recordase que no me dejases cocinar-Acabé diciendo con una sonrisa divertida de esas mías, apagando el fuego y volviéndome hacia él para mirarle aún con aquella misma expresión fijándome en sus brazos y en sus manos sobre mis caderas, colocando las mías sobre las suyas y deslizándolas hacia arriba lentamente por sus brazos rozando su piel con las yemas de mis dedos.
No memories, no pain, no life...
-Umm... vale, supongo que tienes razón- tampoco insisto en lo de encender la luz ya que era por mera comodidad pero la verdad es que a estas horas y después del trajín de todo el puñetero día me siento bastante cansado así que empiezo a mover los brazos y los hombros repetidas veces para desentumecer la espalda, repitiendo el gesto con el cuello hasta hacerlo crujir. Después de eso me acerco a los múltiples sobres y latas que me ha señalado y mientras el estómago me ruge sonoramente debido al olor que desprende la cacerola que remueve me decido por una especie de risotto de setas o algo así... en teoría -Cuando todo empiece a caducarse será todavía más difícil- pienso en voz alta mientras dejo el sobre al lado de los fogones pero incluso teniendo hambre me despisto bastante en cuanto la tengo cerca.
-¿Será mejor o es que simplemente quieres que me quede contigo? A mí puedes decírmelo, no se lo chivaré a ese idiota de Jared...- le aseguro burlonamente antes de que se gire en redondo para mirarme. Le devuelvo esa sonrisa algo pilla y en cuanto sus manos ascienden lentamente por mis brazos siento como un pequeño cosquilleo que a su vez me provoca un escalofrío bastante agradable y eso me sirve de detonante para enrollar mis brazos entorno a su cuerpo, apretándola un poco para besarla intensamente obligándola a ponerse un poco de puntillas y apoyarse parcialmente en mí aunque enseguida aparto un poco la cara dejando que me busque para volver a empezar, moviéndola un poco de lado a lado hasta que me decido a soltarla para mirar los fogones, relamiéndome los labios antes de empezar a preparar lo que será mi propia cena.
-Me comería un caballo zombie, como se suele decir- me leo un poco las instrucciones de manera superficial pero evidentemente no me pongo a medir el agua exacta así que vierto una parte de una de las botellas que hay por ahí en una cazuela que no me molesto en limpiar y a esperar, dándome impulso con las manos para sentar el culo en la propia encimera de la cocina.
-¿Elegirás habitación para los dos o prefieres intimidad?- después de un año entero en solitario comprendo que quiera un rato para si misma después de todo el día de aquí para allá juntos. Yo por el momento no me he cansado pero sé que puedo ser muy pelmazo para determinados tipos de persona.
Después de eso nos centramos un poco en conseguir cubiertos y preparar lo básico en una mesa cercana a la cocina, sentándonos uno al lado del otro para compartir un poco de los dos platos que hemos preparado. La verdad es que los disfruto bastante, sería mejor con productos frescos pero eso pasó a la historia hace tiempo y desde luego resulta más sabroso que cualquier cosa que saques de una bolsa o envoltorio de plástico -Ahora puedes preguntarme cosas sobre Aaron, si quieres. Pero te advierto que habrá cosas que no te gustarán- suelto aparentemente sin venir a cuento y de hecho así es pero bueno. Sé que se quedó bastante aturdida el primer día que hablamos porque no le di muchas explicaciones pero ahora que nos conocemos mejor creo que puedo abrirme lo suficiente. Al menos puedo intentarlo.
-¿Será mejor o es que simplemente quieres que me quede contigo? A mí puedes decírmelo, no se lo chivaré a ese idiota de Jared...- le aseguro burlonamente antes de que se gire en redondo para mirarme. Le devuelvo esa sonrisa algo pilla y en cuanto sus manos ascienden lentamente por mis brazos siento como un pequeño cosquilleo que a su vez me provoca un escalofrío bastante agradable y eso me sirve de detonante para enrollar mis brazos entorno a su cuerpo, apretándola un poco para besarla intensamente obligándola a ponerse un poco de puntillas y apoyarse parcialmente en mí aunque enseguida aparto un poco la cara dejando que me busque para volver a empezar, moviéndola un poco de lado a lado hasta que me decido a soltarla para mirar los fogones, relamiéndome los labios antes de empezar a preparar lo que será mi propia cena.
-Me comería un caballo zombie, como se suele decir- me leo un poco las instrucciones de manera superficial pero evidentemente no me pongo a medir el agua exacta así que vierto una parte de una de las botellas que hay por ahí en una cazuela que no me molesto en limpiar y a esperar, dándome impulso con las manos para sentar el culo en la propia encimera de la cocina.
-¿Elegirás habitación para los dos o prefieres intimidad?- después de un año entero en solitario comprendo que quiera un rato para si misma después de todo el día de aquí para allá juntos. Yo por el momento no me he cansado pero sé que puedo ser muy pelmazo para determinados tipos de persona.
Después de eso nos centramos un poco en conseguir cubiertos y preparar lo básico en una mesa cercana a la cocina, sentándonos uno al lado del otro para compartir un poco de los dos platos que hemos preparado. La verdad es que los disfruto bastante, sería mejor con productos frescos pero eso pasó a la historia hace tiempo y desde luego resulta más sabroso que cualquier cosa que saques de una bolsa o envoltorio de plástico -Ahora puedes preguntarme cosas sobre Aaron, si quieres. Pero te advierto que habrá cosas que no te gustarán- suelto aparentemente sin venir a cuento y de hecho así es pero bueno. Sé que se quedó bastante aturdida el primer día que hablamos porque no le di muchas explicaciones pero ahora que nos conocemos mejor creo que puedo abrirme lo suficiente. Al menos puedo intentarlo.
No insistió en ello, la verdad es me daba igual que hubiera luz o no, ya me había acostumbrado a que aquello no era importante, llevaba días, había pasado meses enteros sin electricidad, no me iba a morir con ello y la luz de las lámparas era más que suficiente para mi.
Ya hubo una vez en la que me faltó babear al fijarme en su cuerpo, en sus brazos, ahora que le tenía más cerca y era consciente de ello no pude evitar dejar que mis manos se deslizaran por su piel hasta sus hombros dejando que él me acercase aún más, le miré fijamente con una pequeña sonrisa traviesa sin llegar a responder porque la respuesta me pareció más que evidente pero tampoco es que me dejase contestarle, antes de llegar a decir nada se acercó hasta el punto de besar mis labios una vez más en lo que llevábamos de día y yo la verdad es que no me cansaba de ello, todo lo contrario por lo que me eché hacia adelante colocando mis manos sobre sus hombros estirándome para llegar mejor a su boca.
Apenas se había separado y volví a insistir porque me gustaba el sabor de su boca y aún más el contacto de sus labios con los míos, pero finalmente se apartó y me vi obligada a negar con la cabeza para salir de aquel estado estúpido en el que me había metido yo sola, le miré de reojo mientras que volvía a encender los fogones y fui directa hacia la mesa llevando lo esencial.
-Me da igual-No, no me daba igual, me senté en la silla mientras que él acababa de cocinar aquello que había elegido y yo abría un paquete de galletas comiendo algunas mirándole de reojo a la vez en varias ocasiones, aquella casa era enorme y tampoco es que me hiciera mucha ilusión dormir cerca del cuerpo que seguía aún en esa bañera, no era la primera vez que veía a alguien que había tomada esa decisión.
Empezamos a comer de ambos platos, menos mal que encontré aquello me moría por algo caliente y no las típicas chocolatinas, galletas y esas cosas que había encontrado en los estantes de arriba, sustituí el pan por las galletas y aquella cena me pareció la más normal que había tenido en semanas, la verdad es que lo agradecía, no volví a decir nada hasta que él habló sobre Aaron, ahora la que no quería hablar de él era yo, hoy reviví todo aquello, pero si que era cierto que desde que conocí a Jared habían muchas preguntas en mi cabeza.
-Si te soy sincera no quiero hablar de él, pero si que me gustaría saber por qué os dejasteis de hablar, nunca nadie me habló de ti-Comenté en voz baja distante mientras que con la cuchara cogía un poco más de puré y me lo llevaba a la boca sin apartar la mirada del plato, preguntándome si Nico, Alex, o Nina sabían algo de él, porque nunca, nunca me dijeron nada respecto a ello, cuando salía el tema de las familias siempre había alguien que cambiaba de tema si él estaba cerca. Por lo que deduje que era algo de lo que no le gustaba hablar y que por tanto yo también empecé a evitar.
Ya hubo una vez en la que me faltó babear al fijarme en su cuerpo, en sus brazos, ahora que le tenía más cerca y era consciente de ello no pude evitar dejar que mis manos se deslizaran por su piel hasta sus hombros dejando que él me acercase aún más, le miré fijamente con una pequeña sonrisa traviesa sin llegar a responder porque la respuesta me pareció más que evidente pero tampoco es que me dejase contestarle, antes de llegar a decir nada se acercó hasta el punto de besar mis labios una vez más en lo que llevábamos de día y yo la verdad es que no me cansaba de ello, todo lo contrario por lo que me eché hacia adelante colocando mis manos sobre sus hombros estirándome para llegar mejor a su boca.
Apenas se había separado y volví a insistir porque me gustaba el sabor de su boca y aún más el contacto de sus labios con los míos, pero finalmente se apartó y me vi obligada a negar con la cabeza para salir de aquel estado estúpido en el que me había metido yo sola, le miré de reojo mientras que volvía a encender los fogones y fui directa hacia la mesa llevando lo esencial.
-Me da igual-No, no me daba igual, me senté en la silla mientras que él acababa de cocinar aquello que había elegido y yo abría un paquete de galletas comiendo algunas mirándole de reojo a la vez en varias ocasiones, aquella casa era enorme y tampoco es que me hiciera mucha ilusión dormir cerca del cuerpo que seguía aún en esa bañera, no era la primera vez que veía a alguien que había tomada esa decisión.
Empezamos a comer de ambos platos, menos mal que encontré aquello me moría por algo caliente y no las típicas chocolatinas, galletas y esas cosas que había encontrado en los estantes de arriba, sustituí el pan por las galletas y aquella cena me pareció la más normal que había tenido en semanas, la verdad es que lo agradecía, no volví a decir nada hasta que él habló sobre Aaron, ahora la que no quería hablar de él era yo, hoy reviví todo aquello, pero si que era cierto que desde que conocí a Jared habían muchas preguntas en mi cabeza.
-Si te soy sincera no quiero hablar de él, pero si que me gustaría saber por qué os dejasteis de hablar, nunca nadie me habló de ti-Comenté en voz baja distante mientras que con la cuchara cogía un poco más de puré y me lo llevaba a la boca sin apartar la mirada del plato, preguntándome si Nico, Alex, o Nina sabían algo de él, porque nunca, nunca me dijeron nada respecto a ello, cuando salía el tema de las familias siempre había alguien que cambiaba de tema si él estaba cerca. Por lo que deduje que era algo de lo que no le gustaba hablar y que por tanto yo también empecé a evitar.
No memories, no pain, no life...
No negaré que me decepciona un poco que se limite a darle igual dónde pasar la noche. A mí me hubiera gustado compartir habitación pero tampoco es que vaya a obligarla y como ya imaginaba supongo que necesita "su espacio" porque ya hemos estado pegados demasiadas horas durante el día de hoy así que me limito a resignarme con un encogimiento de hombros. A fin de cuentas yo también estoy acostumbrado a dormir solo así que no supone mucho problema, sólo que me hubiera gustado para variar un poco y todo eso.
La cena transcurre bastante silenciosa pero también tranquila así que me centro en el sabor de lo que estoy masticando hasta que me decido a lanzarle esa "oferta" y ella vuelve a hacer hincapié en esa cuestión en concreto. Es un poco difícil para mí porque significa hablar en voz alta de una parte de mi pasado que no me gusta y que muy pocas personas han llegado a conocer a lo largo de mi vida pero evidentemente no entraré en detalles. Tampoco creo que le interesen ya que probablemente espera una respuesta más simple de la que tengo que darle.
-Veamos... cuando tenía como nueve años encontré a mi padre ahorcado en nuestra propia habitación y me encargué de que ni mi hermano ni mi madre lo vieran pero digamos que fue algo que no me sentó demasiado bien así que aquello derivó en psiquiatras, psiquiátricos y evidentes problemas de conducta que fueron en aumento a medida que pasaron los años- procuro tomármelo como si en realidad hablara de otra persona, explicándolo todo muy de pasada y un poco deprisa -Nunca me sentí demasiado apoyado por ellos pero también es verdad que no se lo puse fácil así que supongo que no valía la pena esforzarse por mí... o algo así- tampoco es que esté muy seguro pero evidentemente esa es la sensación que me daba a mí, muy subjetiva, pero viendo que nunca le habló a nadie de mí supongo que no voy muy desencaminado.
-Cuando ingresé en el reformatorio, y de allí a prisión, dejé de verles. Mi madre me visitaba en alguna fecha señalada como cumpleaños y Navidades pero estaba claro que todo ese asunto no le gustaba así que le pedí que dejara de hacerlo- en realidad más bien se lo exigí para librarla de la carga que yo le suponía pero eso no viene al caso -Creo que todo era más sencillo simulando que la oveja negra no existía, ¿no? En fin... más o menos fue el cúmulo de todo eso- emito un hondo suspiro y no sé si ahora le surgirán más dudas o preguntas pero creo que le he dado suficiente información como para que se haga una idea al respecto así que vacío mi plato y el vaso de agua rápidamente y después de eso me quedo unos segundos en silencio con la mirada bastante perdida.
Después de eso me levanto de la silla arrastrándola un poco y me quedo con una de las lámparas que teníamos distribuidas por la cocina -Voy a acostarme, estoy bastante reventado- muevo un poco los hombros, intentando simular que la conversación de hace un segundo no ha sucedido, y entonces recojo mi mochila del recibidor para subir de nuevo las escaleras. Creo que me quedaré con una de las que no tenían balcón, por si acaso.
La cena transcurre bastante silenciosa pero también tranquila así que me centro en el sabor de lo que estoy masticando hasta que me decido a lanzarle esa "oferta" y ella vuelve a hacer hincapié en esa cuestión en concreto. Es un poco difícil para mí porque significa hablar en voz alta de una parte de mi pasado que no me gusta y que muy pocas personas han llegado a conocer a lo largo de mi vida pero evidentemente no entraré en detalles. Tampoco creo que le interesen ya que probablemente espera una respuesta más simple de la que tengo que darle.
-Veamos... cuando tenía como nueve años encontré a mi padre ahorcado en nuestra propia habitación y me encargué de que ni mi hermano ni mi madre lo vieran pero digamos que fue algo que no me sentó demasiado bien así que aquello derivó en psiquiatras, psiquiátricos y evidentes problemas de conducta que fueron en aumento a medida que pasaron los años- procuro tomármelo como si en realidad hablara de otra persona, explicándolo todo muy de pasada y un poco deprisa -Nunca me sentí demasiado apoyado por ellos pero también es verdad que no se lo puse fácil así que supongo que no valía la pena esforzarse por mí... o algo así- tampoco es que esté muy seguro pero evidentemente esa es la sensación que me daba a mí, muy subjetiva, pero viendo que nunca le habló a nadie de mí supongo que no voy muy desencaminado.
-Cuando ingresé en el reformatorio, y de allí a prisión, dejé de verles. Mi madre me visitaba en alguna fecha señalada como cumpleaños y Navidades pero estaba claro que todo ese asunto no le gustaba así que le pedí que dejara de hacerlo- en realidad más bien se lo exigí para librarla de la carga que yo le suponía pero eso no viene al caso -Creo que todo era más sencillo simulando que la oveja negra no existía, ¿no? En fin... más o menos fue el cúmulo de todo eso- emito un hondo suspiro y no sé si ahora le surgirán más dudas o preguntas pero creo que le he dado suficiente información como para que se haga una idea al respecto así que vacío mi plato y el vaso de agua rápidamente y después de eso me quedo unos segundos en silencio con la mirada bastante perdida.
Después de eso me levanto de la silla arrastrándola un poco y me quedo con una de las lámparas que teníamos distribuidas por la cocina -Voy a acostarme, estoy bastante reventado- muevo un poco los hombros, intentando simular que la conversación de hace un segundo no ha sucedido, y entonces recojo mi mochila del recibidor para subir de nuevo las escaleras. Creo que me quedaré con una de las que no tenían balcón, por si acaso.
Me quedé allí sentada escuchando cada una de sus palabras dándome cuenta de que él me había contado mil veces más de lo que me había llegado a contar Aaron en toda su vida sobre él mismo, nunca llegué a imaginar que su padre estuviera muerto y mucho menos que se hubiera suicidado, pensé que estaba en la cárcel y ni siquiera sabía por qué aquella idea me cruzó la cabeza, Aaron era bastante reservado con todo aquello, seguí escuchando a Jared sin llegar a interrumpirlo en ningún momento, pero es que no sabría que decirle, tampoco entendía como Aaron podía seguir con su vida como si nunca hubiera pasado nada con él, le recordé como solía ser de costumbre, yendo de un lado a otro riéndose con Nico y haciendo tonterías por todas partes, sentí cierta rabia hacia él, pero tampoco podía saber que fue lo que se le pasó por la cabeza, si, definitivamente Aaron era un cobarde y huía de todos los problemas que le superaban.
Alcé la mirada hacia Jared cuando pronunció las palabras reformatorio y seguidamente cárcel, pero no llegó a explicar por qué y me dio la sensación de que ni me lo iba a decir, cuando terminó de hablar me quedé callada, sin saber que responder, estando en su lugar detestaría un "lo siento", ¿de que coño servía eso ahora? Y más viniendo de mi que apenas tenía que ver en esa historia, pero si que era verdad que sentía lo que le había ocurrido, era un tema bastante delicado, jodido, de esos de los que no se quería hablar, ahora entendía su reacción cuando le pregunté la otra vez.
Sin contestarle él se levantó, estaba cansado, vale, pero junto a eso sabía que recordar aquellas cosas te deprimían, mi infancia comparada con la suya debió ser una fiesta y eso que la mía la detestaba. Me quedé allí sentada viendo como se iba, no quería dormir sola, no me daba igual, me puse de pie y apagué las luces que sobraban, al final las apagué todas y salí detrás de él siguiendo un poco la escasa luz que se veía de su lampara a lo lejos, para encontrarle en las escaleras.
-No quiero dormir sola...-Dije detrás de él haciendo una mueca y señalando el cadáver que había justo ahí tirado en el recibidor, olvidando la conversación que acabábamos de tener, bueno, omitiéndola, sabía que él lo quería así.-¿Te importa que te de la lata un rato más?-Pregunté de forma inocente mientras que subía detrás. Quería dormir con él.
Alcé la mirada hacia Jared cuando pronunció las palabras reformatorio y seguidamente cárcel, pero no llegó a explicar por qué y me dio la sensación de que ni me lo iba a decir, cuando terminó de hablar me quedé callada, sin saber que responder, estando en su lugar detestaría un "lo siento", ¿de que coño servía eso ahora? Y más viniendo de mi que apenas tenía que ver en esa historia, pero si que era verdad que sentía lo que le había ocurrido, era un tema bastante delicado, jodido, de esos de los que no se quería hablar, ahora entendía su reacción cuando le pregunté la otra vez.
Sin contestarle él se levantó, estaba cansado, vale, pero junto a eso sabía que recordar aquellas cosas te deprimían, mi infancia comparada con la suya debió ser una fiesta y eso que la mía la detestaba. Me quedé allí sentada viendo como se iba, no quería dormir sola, no me daba igual, me puse de pie y apagué las luces que sobraban, al final las apagué todas y salí detrás de él siguiendo un poco la escasa luz que se veía de su lampara a lo lejos, para encontrarle en las escaleras.
-No quiero dormir sola...-Dije detrás de él haciendo una mueca y señalando el cadáver que había justo ahí tirado en el recibidor, olvidando la conversación que acabábamos de tener, bueno, omitiéndola, sabía que él lo quería así.-¿Te importa que te de la lata un rato más?-Pregunté de forma inocente mientras que subía detrás. Quería dormir con él.
No memories, no pain, no life...
Evidentemente todo lo explicado deja a Nessa bastante pensativa y muy callada pero la verdad es que me conformo con que su expresión no se haya convertido en nada parecido al asco, al miedo o la desconfianza. Normalmente pronunciar la palabra "cárcel" ya te mete automáticamente en la lista negra de cualquier persona y de hecho puedo entenderlo, quizá hasta me lo merezca después de lo que llegué a hacer, pero actualmente todas esas cosas parecen haber perdido bastante sentido, ¿no? La gente puede cambiar y reformarse de verdad, aunque por norma general eso sea complicado y difícil de adivinar, pero creo que a estas alturas ya se lo he demostrado, aunque a veces peque de no saber controlarme con algunas cosas en concreto.
Aún así opto por darle un poco de tiempo por si quiere pensar sobre ello, ni siquiera tiene porque creerme ya que fue mi hermano con quién estuvo saliendo un tiempo y si me paro a pensarlo suena incluso un tanto... escalofriante. ¿Qué la lleva a tirarse a dos gemelos? Quiero creer que a estas alturas ya no tiene nada que ver con mi evidente parecido físico al de Aaron pero aún así resulta un poco extraño. ¿Se supone que soy un sucedáneo de él o algo parecido? Me gustaría pensar que no pero Nessa es tan rara y cerrada que no me siento capaz de adivinar lo que se le puede pasar por esa cabecita rubia y menos aún en lo que atañe sentimientos.
Me detengo en seco en mitad de las escaleras al escuchar como me sigue varios metros por detrás, levantando un poco la lámpara para verla llegar -Oh...- vale, supongo que no me esperaba que soltara eso en voz alta así que me quedo un poco con cara de idiota -No me das la lata, me gusta estar contigo- admito sin tapujos, dibujando una sonrisa confiada antes de seguir subiendo peldaños, esta vez un poco más despacio para que ella también disponga de iluminación mientras nos dirigimos a una de las grandes habitaciones dobles. No dispone de baño propio pero tampoco de balcón, me emparanoia un poco la posibilidades de que alguien acceda al interior por ahí.
Dejo la lámpara de gas substituyendo a la que había en la mesita de noche y mi mochila en un lado discreto -Tiene pinta de cómoda, ¿no?- me deshago de los distintos cinturones dejándolos a los pies de la cama y entonces sacudo las colchas levantando una buena nube de polvo que consigue hacerme toser pero a parte de eso está incluso limpia, sin cucarachas ni arañas. A veces me he encontrado sorpresas de ese tipo dentro.
Acto seguido empiezo a desvestirme con total naturalidad hasta quedarme en pelotas, básicamente porque no llevaba ropa interior, pero enseguida solvento ese detalle colocándome uno de esos bóxers anchos que no serán sexys ni mierdas por el estilo pero joder, qué cómodos. Me dejo caer entonces en el colchón con un pequeño suspiro y recojo el libro junto a la lámpara con curiosidad, hojeándolo distraídamente y curioseando el marcapáginas antes de empezar a leer la sinopsis. Nunca he sido demasiado de leer, creo que resulta obvio, pero en los tiempos que corren cualquier cosa vale -¿Qué tal te llevas con los libros?- pregunto entonces con curiosidad, levantando la vista para mirarla ponerse más cómoda, o lo que sea.
Aún así opto por darle un poco de tiempo por si quiere pensar sobre ello, ni siquiera tiene porque creerme ya que fue mi hermano con quién estuvo saliendo un tiempo y si me paro a pensarlo suena incluso un tanto... escalofriante. ¿Qué la lleva a tirarse a dos gemelos? Quiero creer que a estas alturas ya no tiene nada que ver con mi evidente parecido físico al de Aaron pero aún así resulta un poco extraño. ¿Se supone que soy un sucedáneo de él o algo parecido? Me gustaría pensar que no pero Nessa es tan rara y cerrada que no me siento capaz de adivinar lo que se le puede pasar por esa cabecita rubia y menos aún en lo que atañe sentimientos.
Me detengo en seco en mitad de las escaleras al escuchar como me sigue varios metros por detrás, levantando un poco la lámpara para verla llegar -Oh...- vale, supongo que no me esperaba que soltara eso en voz alta así que me quedo un poco con cara de idiota -No me das la lata, me gusta estar contigo- admito sin tapujos, dibujando una sonrisa confiada antes de seguir subiendo peldaños, esta vez un poco más despacio para que ella también disponga de iluminación mientras nos dirigimos a una de las grandes habitaciones dobles. No dispone de baño propio pero tampoco de balcón, me emparanoia un poco la posibilidades de que alguien acceda al interior por ahí.
Dejo la lámpara de gas substituyendo a la que había en la mesita de noche y mi mochila en un lado discreto -Tiene pinta de cómoda, ¿no?- me deshago de los distintos cinturones dejándolos a los pies de la cama y entonces sacudo las colchas levantando una buena nube de polvo que consigue hacerme toser pero a parte de eso está incluso limpia, sin cucarachas ni arañas. A veces me he encontrado sorpresas de ese tipo dentro.
Acto seguido empiezo a desvestirme con total naturalidad hasta quedarme en pelotas, básicamente porque no llevaba ropa interior, pero enseguida solvento ese detalle colocándome uno de esos bóxers anchos que no serán sexys ni mierdas por el estilo pero joder, qué cómodos. Me dejo caer entonces en el colchón con un pequeño suspiro y recojo el libro junto a la lámpara con curiosidad, hojeándolo distraídamente y curioseando el marcapáginas antes de empezar a leer la sinopsis. Nunca he sido demasiado de leer, creo que resulta obvio, pero en los tiempos que corren cualquier cosa vale -¿Qué tal te llevas con los libros?- pregunto entonces con curiosidad, levantando la vista para mirarla ponerse más cómoda, o lo que sea.
- Spoiler:
Le seguí escaleras arriba, no pareció importarle que quisiera dormir con él, pareció todo lo contrario, aunque la cara que puso no me dijo nada, si omitió un "Oh... Joder que pesada eres." O algo así por el estilo, pero el caso es que dijo que no, me encogí de hombros y subí tras él dándome más prisa para alcanzarle, antes di por hecho, no sabía por qué, que él prefería quedarse solo, supuse que todos nos habíamos vuelto unos antisociales acostumbrados a ir siempre solos por ahí, así que después de un día entero de lapa, di por sentado que querría su espacio, pero yo no me sentía así, por idiota que que pareciese, había pasado meses sola, podía simular que no tenía miedo, podía engañarme a mi misma, si, pero cuando anochecía perdía la máscara y me veía a mi misma atormentada por todo aquello que me había pasado, los recuerdos parecían tan reales que tenía la sensación de que si abría los ojos todo aquello me acabaría matando en esa oscuridad. La estúpida soledad era bastante traicionera, por eso si ahora la podía evitar pues trataría de darle esquinazo aunque me tuviera que agarrar a la pierna de Jared, vale eso ni de coña, me dije de golpe negando para mi misma.
Reformatorio, cárcel, aquellas palabras volvieron a mi cabeza de golpe como si él mismo las estuviera repitiendo, sentía curiosidad por saber cual sería la razón, era normal ¿no?, pero me vi a mi misma pasando del tema, la verdad es que tampoco me importaba mucho, solo era esa curiosidad y no más, casi que prefería ni saberlo, en menos de dos meses ya había perdido la cuenta de las veces que me había salvado la vida, ¿qué más daba lo de antes? Toda esa vida pasada quedó atrás, murió con todos aquellos que sabían algo, murió con ese dichoso virus.
Seguí sus pasos a una habitación más cerrada que el resto, cuando entramos cerré la puerta y coloqué un perchero de pie que había por ahí justo delante de la puerta, no se trataba de atrancarla si no de tener una improvisada alarma, desde aquel primer encuentro con los del motel me había puesto más paranoica, si solo fueran los muertos pues te acabarías despertando por los golpes, pero si se traba de alguna persona acabaría haciendo ruido al chocar la puerta con aquello, me volví hacia él para verlo completamente desnudo, le miré con los ojos abiertos de par en par porque no me lo esperaba sin disimular, ¡para qué!, mientras que él se ponía unos bóxers y seguidamente se dejaba caer sobre la cama.
Yo fui algo más rápida me quité las botas con los pies apartándolas a una esquina para luego dejar caer sobre ellas la chaqueta, la bolsa de deporte y las medias, con la misma camiseta que él me dio me dejé caer en la cama con un salto justo a su lado, medie riendo porque llevaba siglos sin dormir en una, o al menos a mi parecía una eternidad.
-Bastante bien, la verdad-Respondí mientras me echaba hacia un lado para ver el libro que había cogido.
-Desde pequeña siempre me gustó leer y escribir aún más, estaba estudiando periodismo cuando empezó todo...-Puse los ojos en blanco al recordar todo aquello que me parecía ya demasiado lejano.
Reformatorio, cárcel, aquellas palabras volvieron a mi cabeza de golpe como si él mismo las estuviera repitiendo, sentía curiosidad por saber cual sería la razón, era normal ¿no?, pero me vi a mi misma pasando del tema, la verdad es que tampoco me importaba mucho, solo era esa curiosidad y no más, casi que prefería ni saberlo, en menos de dos meses ya había perdido la cuenta de las veces que me había salvado la vida, ¿qué más daba lo de antes? Toda esa vida pasada quedó atrás, murió con todos aquellos que sabían algo, murió con ese dichoso virus.
Seguí sus pasos a una habitación más cerrada que el resto, cuando entramos cerré la puerta y coloqué un perchero de pie que había por ahí justo delante de la puerta, no se trataba de atrancarla si no de tener una improvisada alarma, desde aquel primer encuentro con los del motel me había puesto más paranoica, si solo fueran los muertos pues te acabarías despertando por los golpes, pero si se traba de alguna persona acabaría haciendo ruido al chocar la puerta con aquello, me volví hacia él para verlo completamente desnudo, le miré con los ojos abiertos de par en par porque no me lo esperaba sin disimular, ¡para qué!, mientras que él se ponía unos bóxers y seguidamente se dejaba caer sobre la cama.
Yo fui algo más rápida me quité las botas con los pies apartándolas a una esquina para luego dejar caer sobre ellas la chaqueta, la bolsa de deporte y las medias, con la misma camiseta que él me dio me dejé caer en la cama con un salto justo a su lado, medie riendo porque llevaba siglos sin dormir en una, o al menos a mi parecía una eternidad.
-Bastante bien, la verdad-Respondí mientras me echaba hacia un lado para ver el libro que había cogido.
-Desde pequeña siempre me gustó leer y escribir aún más, estaba estudiando periodismo cuando empezó todo...-Puse los ojos en blanco al recordar todo aquello que me parecía ya demasiado lejano.
- Spoiler:
No memories, no pain, no life...
Cuando la miro ya se ha desprendido de todo exceptuando esa llamativa camiseta que parece de chiste y evidentemente lo que hay debajo pero la verdad es que le da un toque bastante gracioso. Tal vez no le pegue demasiado ese apelativo viniendo de ella pero personalmente me gusta bastante, sobretodo cuando le puedo añadir el adjetivo "sexy" cada vez que se le asoman las braguitas por debajo.
Arqueo ligeramente la ceja ante esa visión pero por el momento no le doy mayor importancia y enseguida me centro en ella y en como se acomoda a mi lado. La verdad es que hay espacio de sobra, la cama es amplia y el colchón muy cómodo -¿En serio?- al principio la miro un poco incrédulo pero cuando me explica lo que estudiaba directamente arrugo la expresión con una cara bastante cómica -¿Eres una especie de listilla y me entero ahora? No lo hubiera adivinado ni en mil años...- admito mirándola de arriba a abajo como si ahora tuviera una nueva perspectiva pero qué va, yo sigo viendo a la misma chica alocada y algo arisca de siempre -Pues mira si te gusta y nos lo podemos llevar, yo no tengo mucha paciencia para estas cosas- se lo cedo dejando que lea la sinopsis. A mí me pareció interesante para un argumento de película pero para tener que estar leyéndolo... me temo que no, sólo lo hago cuando estoy desesperadamente aburrido y sin más opciones, y no es el caso.
Mientras ella empieza a leer yo me quedo parcialmente de lado, apoyando la mano bajo su vientre para acrariciarlo en un gesto ascendente que arremanga su camiseta hasta dejarla un poco por debajo del sujetador.
Observo su ropa interior un segundo pero enseguida me inclino para besar su ombligo y la piel de alrededor, acariciándola un poco con mi propia cara antes de coger el libro arrojándolo por el suelo sin mucho cuidado, ascendiendo por su cuerpo hasta poder besarla en los labios, por esta vez con suavidad.
Mientras eso ocurre sujeto uno de sus muslos ayudándola a enredar una de sus largas piernas entra las mías y entonces giro sobre mí mismo para dejarla encima, sonriéndola de manera traviesa antes de estirar el cuello para besarla de nuevo, esta vez mordisqueando su labio inferior de manera más juguetona antes de dejarme caer entre las almohadas con una especie de suspiro -¿Subes las mantas?- pregunto a modo de petición, ladeando la cabeza con un pequeño bostezo dispuesto a acomodarme o algo así. Depende básicamente de dónde decida quedarse ella, lo más probable es que me enrede en su cuerpo en plan lapa a menos que me aparte.
Arqueo ligeramente la ceja ante esa visión pero por el momento no le doy mayor importancia y enseguida me centro en ella y en como se acomoda a mi lado. La verdad es que hay espacio de sobra, la cama es amplia y el colchón muy cómodo -¿En serio?- al principio la miro un poco incrédulo pero cuando me explica lo que estudiaba directamente arrugo la expresión con una cara bastante cómica -¿Eres una especie de listilla y me entero ahora? No lo hubiera adivinado ni en mil años...- admito mirándola de arriba a abajo como si ahora tuviera una nueva perspectiva pero qué va, yo sigo viendo a la misma chica alocada y algo arisca de siempre -Pues mira si te gusta y nos lo podemos llevar, yo no tengo mucha paciencia para estas cosas- se lo cedo dejando que lea la sinopsis. A mí me pareció interesante para un argumento de película pero para tener que estar leyéndolo... me temo que no, sólo lo hago cuando estoy desesperadamente aburrido y sin más opciones, y no es el caso.
Mientras ella empieza a leer yo me quedo parcialmente de lado, apoyando la mano bajo su vientre para acrariciarlo en un gesto ascendente que arremanga su camiseta hasta dejarla un poco por debajo del sujetador.
- Spoiler:
Observo su ropa interior un segundo pero enseguida me inclino para besar su ombligo y la piel de alrededor, acariciándola un poco con mi propia cara antes de coger el libro arrojándolo por el suelo sin mucho cuidado, ascendiendo por su cuerpo hasta poder besarla en los labios, por esta vez con suavidad.
- Spoiler:
Mientras eso ocurre sujeto uno de sus muslos ayudándola a enredar una de sus largas piernas entra las mías y entonces giro sobre mí mismo para dejarla encima, sonriéndola de manera traviesa antes de estirar el cuello para besarla de nuevo, esta vez mordisqueando su labio inferior de manera más juguetona antes de dejarme caer entre las almohadas con una especie de suspiro -¿Subes las mantas?- pregunto a modo de petición, ladeando la cabeza con un pequeño bostezo dispuesto a acomodarme o algo así. Depende básicamente de dónde decida quedarse ella, lo más probable es que me enrede en su cuerpo en plan lapa a menos que me aparte.
Me dejé caer a su lado mirando fijamente el libro que sostenía en las manos hasta que me lo pasó a mi y lo sostuve entre mis manos ojeándolo por encima y luego girándolo para leer la sinopsis hasta que escuché sus palabras de asombro y me vi obligada a dejar de mirarlo para mirarle a él, frunciendo el ceño ligeramente por su comentario.
-Gracias... ¿Eh?-Le contesté seria con ironía, aunque luego me eché a reír en silencio volviendo a fijarme en el libro, parecía interesante, sin duda mucho mejor que los libros que llevaba ahora en el coche que ya me los sabía de memoria, asentí, me lo llevaría, ya tendría tiempo de leerlo, el tiempo era una cosa que me sobraba ahora bastante, la verdad que en ese sentido no estaba mal, mucho tiempo libre, antes no tenía tiempo para nada, todo eran prisas y ahora uno podía tomarse las cosas con más calma, siempre y cuando no tuviera que huir de nada que se lo quisiera comer.
Apenas me percaté de nada más hasta que colocó su mano sobre mi piel y la sentí cálida acariciándome a la vez que deslizaba la camiseta hacia arriba, definitivamente la atención que había captado el libro desapareció de golpe cuando Jared empezó con aquello, observé como besaba mi piel a la vez que yo mordía mi labio y colocaba una de mis manos sobre su cabeza acariciándola con las yemas de mis dedos de forma suave, me había olvidado hasta del libro que seguía en mi otra mano y que él mismo me quitó lanzándolo por ahí mientras que se deslizaba de nuevo hacia arriba, le miré por un momento fijamente curvando mis labios en una pequeña sonrisa por aquello para luego devolverle aquel beso dejándo que girase y se moviera de forma que acabé sobre su cuerpo notando mis piernas pegadas a las suyas. Más bien mi cuerpo entero pegado al suyo, sintiendo su propio calor que me resulta bastante confortante, me fijé en su sonrisa y luego en como volvía a besar mis labios sin poder evitar sonreír un poco sobre los suyos rozándolos con lentitud dejando que me mordisqueara hasta que echó su cabeza hacia atrás y me quedé mirándole durante unos segundos fijamente preguntándome el por qué de aquellos prontos tan raros...
Asentí frunciendo los labios y echándome hacia un lado para estirar de las mantas y taparnos a ambos volviendo luego a la postura de antes sobre él arrastrándome un poco hacia abajo hasta que practicamente las mantas me tapan la cabeza y apoyo mi cara sobre su pecho.
-¿Si me quedo así te molesto?-Le pregunto mientras que cierro los ojos y rodeo su cuerpo con mis brazos.
-Gracias... ¿Eh?-Le contesté seria con ironía, aunque luego me eché a reír en silencio volviendo a fijarme en el libro, parecía interesante, sin duda mucho mejor que los libros que llevaba ahora en el coche que ya me los sabía de memoria, asentí, me lo llevaría, ya tendría tiempo de leerlo, el tiempo era una cosa que me sobraba ahora bastante, la verdad que en ese sentido no estaba mal, mucho tiempo libre, antes no tenía tiempo para nada, todo eran prisas y ahora uno podía tomarse las cosas con más calma, siempre y cuando no tuviera que huir de nada que se lo quisiera comer.
Apenas me percaté de nada más hasta que colocó su mano sobre mi piel y la sentí cálida acariciándome a la vez que deslizaba la camiseta hacia arriba, definitivamente la atención que había captado el libro desapareció de golpe cuando Jared empezó con aquello, observé como besaba mi piel a la vez que yo mordía mi labio y colocaba una de mis manos sobre su cabeza acariciándola con las yemas de mis dedos de forma suave, me había olvidado hasta del libro que seguía en mi otra mano y que él mismo me quitó lanzándolo por ahí mientras que se deslizaba de nuevo hacia arriba, le miré por un momento fijamente curvando mis labios en una pequeña sonrisa por aquello para luego devolverle aquel beso dejándo que girase y se moviera de forma que acabé sobre su cuerpo notando mis piernas pegadas a las suyas. Más bien mi cuerpo entero pegado al suyo, sintiendo su propio calor que me resulta bastante confortante, me fijé en su sonrisa y luego en como volvía a besar mis labios sin poder evitar sonreír un poco sobre los suyos rozándolos con lentitud dejando que me mordisqueara hasta que echó su cabeza hacia atrás y me quedé mirándole durante unos segundos fijamente preguntándome el por qué de aquellos prontos tan raros...
Asentí frunciendo los labios y echándome hacia un lado para estirar de las mantas y taparnos a ambos volviendo luego a la postura de antes sobre él arrastrándome un poco hacia abajo hasta que practicamente las mantas me tapan la cabeza y apoyo mi cara sobre su pecho.
-¿Si me quedo así te molesto?-Le pregunto mientras que cierro los ojos y rodeo su cuerpo con mis brazos.
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