You can save me from the man I've become [Vanessa Walcott]

Recuerdo del primer mensaje :

Día caluroso, como era de esperar en pleno Cañón del Colorado aunque sería mucho peor si hiciera viento o lloviera porque entonces no habría quién pudiera salir de sus arenas arcillosas y algo inestables.

Conduzco a velocidad más moderada de lo habitual a sabiendas de lo inestable del terreno y de hecho ya he tenido que bajar en un par de ocasiones de la moto para empujarla a pulso por los peores tramos pero aún así no es nada preocupante y probablemente en un par de horas ya haya conseguido atravesarlo.

La verdad es que ahora mismo tampoco tengo prisa porque he vuelto a esa vieja rutina de no hacer ni esperar nada. Me muevo por inercia pero no tengo un objetivo ni rumbo concreto aunque a veces me siento tentado de seguir el camino que ya habíamos elegido días atrás pero parece todo tan lejano como si apenas hubiera sido un sueño, demasiado surrelista.

No mentiré, echo de menos a Nessa casi cada día en algún que otro momento pero el paso del tiempo ayuda a curar la herida, como siempre, y si ni siquiera se dignó a dejar que le diera una explicación tal vez no estábamos tan unidos como yo creía. O quería, según se mire.

Aminoro todavía más la velocidad y entrecierro los ojos al ver "algo" en la lejanía aunque evidentemente me voy acercando pero quiero tener el suficiente margen como para reaccionar al respecto. Según parece es algún tipo de coche que se ha quedado parado en medio del camino, aunque evidentemente éste no está ni asfaltado así que es normal que haya tenido problemas para pasar por ahí sin perder una rueda o que el motor prácticamente estallara. De todas formas lo más probable es que ya no haya nadie dentro y su conductor tuviera que huir para esquivar zombies o simplemente por falta de comida y bebida. Todo eso es lo que voy pensando según acorto distancias pero en cuanto aprecio que se trata de un Impala empiezo a ponerme muy tenso, apretando el manillar de la moto hasta detenerla por completo a varios metros de distancia.

Me quedo observando la matrícula con fijeza y evidentemente la reconozco así que contengo el aliento momentáneamente pero después me quedo dubitativo. Creo que esto va a ser incómodo para los dos y no me apetece recibir acusaciones, insultos y demás hostilidades por su parte pero supongo que tampoco puedo dejarla aquí tirada sin más, si es que realmente sigue por aquí. Ahora mismo ni siquiera estoy seguro de cuál de las dos opciones prefiero así que termino bajando de la moto para acercarme al jodido Impala del demonio comprobando su interior.

Spoiler:

La verdad es que hasta la fecha yo tenía la teoría de que este tipo de monstruos eran únicos, por decirlo de alguna manera. Algún tipo de mutación demasiado chunga como para entenderla pero ahora está claro que esa hipótesis no tenía ningún fundamento y aunque no son humanos, eso salta a la vista, la tontería irónica que suelta Nessa sobre su fabricación en serie hace que me quede pensativo un instante. No más porque no puedo permitírmelo, enseguida estoy rodando por el suelo para que no me partan por la mitad o algo parecido.

-¡De acuerdo...!- no es que me convenza del todo el plan pero me temo que no hay muchos donde elegir y de todas formas para entonces ella ya se ha largado corriendo a través del pasillo por el que vinimos. Dentro de lo que cabe a mí me ha tocado la parte más buena, tengo mucho más espacio para esquivar y sólo tengo que apartarle un poco de la puerta para salir al exterior así que corro hasta el mostrador de información y salto por encima del mismo, quedándome parcialmente parapetado ahí. Las balas del M16 no parecen hacerle gran cosa pero son un buen cebo así que disparo y para entonces el monstruo ya está corriendo en mi dirección así que hago lo mismo hacia la puerta.

Enseguida arrasa con el mostrador haciéndolo añicos como si apenas fuera de papel, por suerte para entonces yo ya estoy alejado unos metros así que empujo las puertas dobles de entrada y salgo precipitadamente del hospital para seguir corriendo hacia los coches aparcados y desperdigados por el amplísimo aparcamiento. Hay de todo tipo, muchos mal aparcados y con prisas, convirtiendo el lugar en un jodido laberinto de metales oxidados.

Cuando me giro parcialmente hacia atrás el engendro ya está por ahí y empiezo a pensar que esto ah sido una mala idea en cuanto golpea con brutalidad uno de los coches consiguiendo que salga volando a varios metros de distancia, por suerte no en mi dirección... al principio. En cuanto veo como levanta una furgoneta trago pesado -oh-oh...- me digo para mí mismo antes de empezar a correr en diagonal pero tengo que ir saltando por encima de los coches que me cortan el paso así que cuando lanza el vehículo... no me alcanza de milagro. Aún así consigue que me caiga por el suelo de la impresión mientras noto varios cristales clavándose por mis brazos y mi cara. Una simple molestia en comparación con lo que podría haber pasado.

En ese momento palpo mi cinturón repleto de armas a lo desesperado y lo único que encuentro suficientemente contundente es una de las granadas así que me hago con una de ellas, incorporándome de repente, y recibo una bestial bofetada que termina con todo mi cuerpo encima de un viejo Cadillac. Me quedo bastante aturdido y tengo que sacudir la cabeza para despejarme, entonces retiro la anilla de la granada y la lanzo hacia esa... cosa. Explota haciendo una pequeña reacción en cadena con un par de coches cercanos y yo vuelvo a salir despedido contra otro de los vehículos, una maldita ambulancia en este caso. Así que no hacía falta entrar... podíamos haber pillado suministros aquí.

Me quedo tan ido por la onda expansiva y el dolor de la espalda que tardo unos segundos en reaccionar y volver a ponerme en pie, para entonces varias sirenas de coches aparcados han saltado así que se oyen los gritos y quejidos de todos los putos caminantes que debe de haber en la ciudad acercándose a toda prisa -Me cago en mi suerte...- protesto mientras empiezo a correr de nuevo en dirección al hospital, con menos velocidad de la que querría debido a los numerosos golpes que me han dejado algo tocado pero aún así no me quejo, podría haber acabado hecho picadillo.

-Cariño, ¡acaba de maquillarte porque tenemos prisa!- espeto a modo de coña pero que en realidad va bastante en serio. Supongo que se oyen las alarmas desde aquí así que...

La verdad era que si salía de aquello me reiría luego, el gigante del hacha, los zombies... Y yo delante corriendo como una buena loca esquivando los constantes ataques de aquel bicho que se dedicaba a cortar el aire con el hacha y a intentar pillarme a mi por medio, en tres ocasiones tuve que agacharme mientras que corría, en la cuarta no tuve tanta suerte, bueno en realidad si, no sé como pasó pero me golpeó con un lado del arma en vez del hacha o la otra parte que parecía una especie de maza, solté un grito de dolor a la vez que me impulsaba contra una pared llevándome otro buen golpe y cayendo al suelo seguidamente.

Sabía que no debía parar por lo que casi a arrastras continué levantándome empezando a correr de nuevo como podía tambaleándome y disparando a algunos muertos que venían por delante, estaba tan aturdida que la mitad de los disparos no dieron en su sitio pero tras soltar una buena ráfaga acabé con los que estorbaban en mi camino. Llegaba hasta una de esas puertas azules típicas de los hospitales de dos hojas, ¿estaría cerrada?, porque no podría seguir más, era ahí o nada. Ni siquiera me molesté en disparar al muerto que estaba en la puerta, no supe por qué, supongo que mi intención era empujarle y entrar por ahí, pero no, se movió más rápido de lo que yo habría deseado y me agarró dispuesto a morder por lo que forcejeé y ambos acabamos tirados en el suelo. Maldije a gritos, eso le daba ventaja a mi amigo el grandullón.

Pero en aquellas milésimas de segundo decisivas la situación cambio bastante, el zombie y yo caíamos al suelo al par que el grandullón lanzaba el hacha contra mi y el muerto también con el que pataleaba para evitar la mordida, al caer ambos nos salvamos de que el hacha nos diera de lleno, esta pasó en horizontal por encima de nuestras cabezas chocando contra la puerta y destrozándola, medio me levanté para mirar lo que quedaba de la entrada, el hacha la había pasado y caído en la habitación siguiente. El zombie volvió a insistir y yo cogí uno de mis cuchillos hundiéndolo en su sien hasta que definitivamente estuvo muerto. ¿En serio me acababa de salvar la vida un muerto?, me pregunté aturdida, pero debía actuar rápido tenía al grandullón y los suyos ya demasiado cerca, me moví rápida pasando como pude por el agujero que se había formado en la puerta llegando a lo que habría sido una sala de espera, cadáveres por doquier, la enorme hacha en el suelo con la que para colmo acabé tropezando y algún que otro zombie que llegaba a saludar... Si, tu sigue así, a ver si estos te ayudan también. Me dije con ironía al par que hacía otro esfuerzo por levantarme, me sentía demasiado cansada después de aquella carrera, cansada y torpe. Pero como siguiera así acabaría muerta.

No estaba siendo un buen día desde luego que no, estaba bastante dolorida por aquel golpe, mientras miraba a mi alrededor cambiando las glocks en un rápido movimiento por las katanas, dándome cuenta de que al menos aquella cosa aún no tenía el hacha y parecía tomarse su tiempo en llegar hasta ella, en la sala había varios cadáveres, pero hasta ahora solo tres se movían y se acercaban hacia mi, más otros dos que iban junto al grandullón, me encargué de aquellos tres con las katanas rápidamente, era lo bueno de la práctica, guardé la espadas y volví a coger las glocks, los zombies ya habían entrado y el grandullón golpeaba algunas partes de la puerta para poder pasar, disparé a los muertos mientras corría hacia ellos, de nuevo otra jugada kamikace, una vez más dejé las glocks en su funda, para coger una de las katanas al par que esa cosa entraba a la sala de espera e iba a por su juguete. Un esfuerzo más por favor... En aquel preciso instante en el que se agachaba para coger el arma yo la pisé consiguiendo algo de altura para saltar y pisar una de sus propias rodillas que estaban flexionadas, antes de que pudiera levantar más el hacha o de que pudiera empujarme salté colocando una de mis manos sobre sus hombros, casi como una jugada de baloncesto sujeté la katana en vertical con la otra mano sobre su cabeza y la dejé caer sobre esta empujándola y hundiéndola con todas mis fuerzas.

Con un grito propio ambos caímos contra el suelo, yo parcialmente sobre el hacha y esa cosa sobre mi, estaba muerta, no me lo podía creer, no se movía estaba ahí aplastándome, me acababa de joder la espalda y de darme una buena leche contra el suelo, pero esa cosa estaba muerta, incrédula aún di otro grito ahogado con cierta rabia para apartarme de ahí, me costó un poco teniendo en cuenta que aquella cosa pesaba lo suyo y que yo estaba hecha polvo, pero al final logré ponerme de pie no sin esfuerzo y recuperar la katana con un pequeño tirón. Tomé aire mirando al enorme cadáver en el suelo, me costaba hasta respirar y medio reí, es que aún no me lo podía ni creer, entonces un fuerte estruendo que provenía de la calle me hizo tambalearme, hasta el suelo tembló ligeramente a causa de ya no una, si no varias explosiones seguidas.

Eché a correr casi sin pensarlo demasiado en la dirección de la que venía todo aquel ruido, tampoco es que pudiera ir demasiado rápido, sentía un fuerte dolor en el estomago, la espalda... Pero lo peor era todo el lado izquierdo, donde me había golpeado y eso que no me dio demasiado fuerte, ¿que habría pasado si hubiera sido peor? Suspiré algo relajada al escuchar a Jared en la entrada y salí para encontrarme con que tampoco es que estuviera mejor yo, fuera se podían escuchar los ruidos de todos aquellos que habrían sido atraídos por las explosiones.

-¿Qué has hecho ya?-Logré preguntar de forma costosa con cierta ironía mientras me acercaba y me agachaba parcialmente para recobrar el aliento, aunque no fuera el momento. -¿No vamos a poder ir por ahí, verdad?-Pregunté señalando la puerta mientras me ponía de pie una vez más, el coche estaba en la entrada, sería otra jugada kamikace, pero era necesario ir por ahí joder...-SI queremos largarnos necesitaremos los vehículos...-Alcé la mano con cierta resignación señalando la puerta al par que esta era golpeada.

Por suerte Nessa no tarda demasiado en hacer acto de presencia. No es que tenga su mejor aspecto con el pelo apelmazado por la sangre ajena además de parte de la ropa pero lo que cuenta es que sigue entera, aunque camine un poco raro y claramente dolorida. Lo raro hubiera sido que consiguiera salir de esa situación sin recibir ni un rasguño así que en momentos así me siento bastante experto en lo que a supervivencia y peleas se refiere. Sobretodo teniendo en cuenta que antes de toda esta mierda sólo participaba en peleas callejeras y cosas por el estilo pero aquí te adaptas o mueres, no hay término medio.

-¿Yo...? No sé de qué me hablas, no he hecho nada...- levanto un poco los brazos y niego con la cabeza, haciéndome el digno y el inocente. Evidentemente ambos sabemos que de eso tengo poco y no es la primera vez la lío pero es más divertido ironizar al respecto.

yo no he sido:

-Exacto, habría que coger los coches. Están muy cerca pero los más rápidos ya deben de estar llegando así que... Dejaste las llaves puestas, ¿no?- le miro inquisitivamente y espero una afirmación por su parte, entonces empiezo a acercarme a las puertas pero en cuanto ella se dispone a seguirme extiendo un brazo -No, tú no vienes. Hazme caso y confía en mí, puedo llegar hasta el Impala sin que me hagan caso. Lo he descubierto estos últimos días- días de borrachera o aburrimiento extremo en los que te arriesgas más de la cuenta a sabiendas de que ya no puedes estar más infectado ni terminar de convertirte en uno de ellos. Quién diría que eso me terminaría brindando algo de información útil, a la vez que escalofriante.

Me aseguro de que Nessa se quede quieta y apartada de la puerta, por una vez a ver si me hace caso, entonces atravieso al otro lado cerrando tras de mí mientras algunos zombies me miran con curiosidad pero la mayoría ni se inmuta mientras no me muestre hostil con ellos así que recorro los escasos metros hasta nuestros vehículos. Recojo las cosas de mi moto metiéndolas en el Impala y entonces arranco el motor. Ese ruido sí que llama la atención de los podridos pero para entonces ya estoy pisando el acelerador a tope así que atropello a más de uno antes de romper las puertas, metiendo el coche en medio del hall -Deprisa, ¡deprisa...!- seguro que eso no hacía falta que lo dijera pero como puede que se haya quedado flipando con la "aparición estelar" espero que así pueda reaccionar y se meta pronto dentro, aunque sea saltando por la ventanilla abierta que a fin de cuentas está muy flacucha.

Sea como sea en cuanto está medio dentro yo ya estoy haciendo marcha atrás derribando algún zombie más para largarnos de ahí a toda prisa.

Al igual que yo Jared parecía que también había recibido lo suyo, pero bueno, aún seguíamos enteros y teníamos que salir, no era el momento de quejarse ni cosas por el estilo, miré su gesto alzando una ceja medio sonriendo en silencio para negar luego, estábamos de acuerdo en todo aquello habría que realizar una jugada kamikace para salir ahí afuera e ir a por el coche, desde luego que aquello no me gustaba nada, casi no podía mantenerme en pie como para correr ahora y esquivar a todo bicho que se lanzase a por mi, pero no quedaría de otra manera, habría que volver a hacer otro gran esfuerzo. Joder, si aún no sabía ni como había acabado con aquella cosa...

Asentí, las llaves estaban puestas, normalmente no ls dejaba nunca, pero hoy dio la casualidad de que si. Le fui a seguir pero antes de que pudiera dar dos pasos Jared había extendido uno de sus brazos para no dejarme avanzar.

-¡¿Pero qué di...?!-Antes de que pudiera terminar la pregunta ya se había largado y yo eché a correr como pude quejándome del dolor hasta la puerta para ver a través del pequeño cristal como salía él y no pasaba nada, iba tan tranquilo, miré aturdida a los muertos, como si fuera uno más. -¡¿Pero qué ...?!-Otra vez la misma estúpida pregunta y cuando vi como conducía el coche hacia las puertas me aparté rápidamente, maldito loco, acabó estrellando el impala contra estas, si no fuera por la situación eso me habría molestado bastante, pero en vez de ello entré rápidamente al coche, con cierta torpeza y alguna que otra pequeña queja al dejarme caer sobre el asiento.

En cuanto estoy ahí adentro él ya había empezado a salir y yo a desear estar lejos de aquel lugar pero ya, no más hospitales por una buena temporada, vaya escarmiento y decepción más grande.

-¿Cómo has hecho eso?-Pregunto casi sin darme cuenta refiriéndome a su paseo por la entrada de hace un momento. ¿Era por el virus?, a mi no me pasaban esas cosas, ya no sabía ni que pensar y la cabeza me daba vueltas.

Nessa no duda en tirarse de cualquier manera por el asiento de copiloto, ya que ahora mismo lo importante es la velocidad, así que la miro de reojo mientras veo sus largas piernas por ahí a lo loco, teniendo que apartarle la bota de mi cara en algún que otro momento hasta que ya se sienta bien y yo consigo salir del aparcamiento del hospital dando cierto rodeo. Lo prefiero así para esquivar a la marabunta de zombies que corrían como niños psicópatas el día de Navidad, aunque eso también significa consumir más gasolina pero creo que eso ahora mismo es un detalle sin importancia.

-No... no sé, no estoy seguro- admito nerviosamente mientras me froto el pelo, provocando una pequeña nube del polvo que nos cayó antes encima -En realidad no he hecho nada, simplemente no he sido hostil y supongo que como estoy medio...- me quedo callado quedándome en blanco momentáneamente porque pararse a pensar en esos detalles me pone los pelos de punta. Medio qué, ¿muerto?, ¿infectado? Joder yo me siento muy vivo pero es verdad que a veces me entra esa hambre enfermiza e inexplicable...

-¿A ti no te pasa?- la miro entonces con cierto deje de preocupación que enseguida disimulo centrándome de nuevo en la carretera, conduciendo hacia las afueras por dónde vinimos hasta estar lo suficientemente lejos de esa ciudad como para detener el Impala cerca de una especie de tienda de souvenirs o algo así. Está hecha polvo aunque tampoco me importa porque no tengo intención de intentar desvalijarla.

-Y esa hambre...- lo dejo un poco en el aire porque aunque resulta un impulso que no puedo contener y que en cierto modo hasta disfruto, cuando me he saciado resulta asqueroso y moralmente problemático asimilarlo como si nada así que termino bajando la mirada mientras arrugo el ceño pero finalmente me decido a salir del coche inspirando aire hondamente -Necesito que me cuentes cuáles son los efectos secundarios de haber sobrevivido a esta mierda. Nunca lo hemos hablado pero últimamente estoy dándome cuenta de algunas cosas y no me apetecen más sorpresas- quién sabe cuando será la próxima vez que nos volvamos a ver así que prefiero tenerlo claro desde ya. Mientras tanto abro la puerta trasera y saco mi mochila y mis cosas dejándolas apartadas por el suelo, después me apoyo en el techo del coche y la miro desde ahí con una evidente mezcla de interés y preocupación. Supongo que deberíamos haber hablado de esta mierda mucho antes, pero nosotros y nuestra manía de pasar de todo...

-No, la costumbre es que se me tiren encima... No que pasen de mi-Acabé soltando casi sin pensar entornando los ojos mientras colocaba las manos sobre el salpicadero y sentía como la cabeza me iba a estallar en cualquier momento, necesitaba una aspirina o dormir hasta el día siguiente, dado los resultados de nuestra visita al hospital seguramente la opción más posible sería la segunda. Y para colmo lo de Jared, intentaba pensar en algo que fuera claro o lógico y tan solo conseguía que aquel dolor de cabeza se incrementase aún más.

Jared siguió conduciendo hasta parar en las afueras cerca de una tienda de la cual no es que quedase gran cosa, me llevé una mano a la frente sintiéndome mejor al notar mi propia mano fría contra mi piel pero entonces el dice algo que en un principio no me pareció gran cosa y que luego me hizo abrir los ojos de par en par y salir del coche con rapidez. Él estaba al otro lado.

-¿Hambre?-Pregunté casi con incredulidad, ¿a que se refería con hambre. Había algo en mi cabeza que me lo decía y que yo no quería ver, es más volví a omitirlo, ¿hambre? -Es que no hay más... A mi no me ha llegado a pasar nada, sé que puedo contagiar el virus y ya está, nada más... Solo hay eso-Dejé de hablar entonces al recordar el día en el que le contagié, no se lo había llegado a comentar, tampoco es que yo estuviera muy segura de ello, cuando me infecté yo me quedé dormida en el Impala, pensé que a mi me habría pasado algo así, pero ahora me daba cuenta de que de haber sentido aquel dolor que sintió él daba igual lo dormida que hubiera podido estar, lo habría sentido, ¿no? -Yo, no estoy segura, pero cuando me infecté a mi no pasó nada, como si nada, en cambio tu...-A él se le paró el corazón. Estaba muerto. Como los zombies, la persona moría y al rato resucitaba, perdiendo completamente la cabeza, sintiendo un hambre infinita que los llevaba a devorar a otras personas, hambre. Ahí tenía mi propia respuesta.

-Hambre... ¿Jared has llegado a...?-Me quedé con la boca abierta sin saber como continuar la frase, porque pensaba que iba a sonar muy estúpido, a lo mejor me lo estaba imaginando yo sola. Y era una tontería como cuando dejabas de fumar, estúpida comparación pero bueno. -Eso...-Alcé las manos dejando la pregunta en el aire.

La observo de manera un poco suplicante sin poder evitarlo, supongo que me gustaría encontrar a alguien que sepa decirme lo que me pasa o que al menos que lo comparta para no sentirme tan... ¿monstruoso? Supongo que esa es la palabra adecuada para definirme, después de todo, pero enseguida empieza a dejarme claro que su caso no tiene mucho que ver con el mío. Lo único que nos une es que ambos hemos sobrevivido a la infección pero de manera muy distinta. A ella no llegó a afectarla, simplemente la transmite, pero yo es como si estuviera podrido por dentro o qué cojones sé.

-Entonces no somos iguales- sentencio en voz alta simplemente para intentar asimilarlo. En un principio creíamos que se trataba de eso, aunque mi proceso de infección fue bastante confuso, pero con el paso de los días me doy cuenta de que mi caso no es tan sencillo, aunque en cierto modo pueda tener sus ventajas -Joder- mascullo por lo bajo sin saber demasiado bien qué más decir. Supongo que no hay nada más que añadir, si no sabe de lo que estoy hablando no es que vaya a entenderlo porque ya me dejó claro que lo ser comprensiva no va mucho con ella y esto es bastante... gordo. Por no decir preocupante.

Su última pregunta provoca que inspire aire hondamente antes de bajar la mirada, arrugando la barbilla claramente avergonzado y en realidad un poco asqueado, pero no es que pueda evitarlo -No he llegado a matar a nadie por eso, si es lo que preguntas- le aclaro antes de que saque conclusiones precipitadas, aunque eso no significa que mi necesidad deje de ser cuestionable y de hecho empiezo a preguntarme si no estaré convirtiéndome en uno de esos zombies pero de manera mucho más lenta de lo habitual. No sé, tengo la cabeza hecha papilla.

-Será mejor que me vaya- concluyo ahora bastante decidido porque tampoco quiero mezclarla con toda esta mierda así que me cuelgo la mochila a la espalda y recojo las armas -Cuando estábamos en el hospital vi una ambulancia. Si quieres suministros será menos peligroso conseguirlos ahí, si encuentras alguna- le recomiendo ya que al verla me sentí bastante idiota por no haberlo pensado antes, entonces rebusco dentro de mi tosco botiquín y rodeo el coche para tenderle algunas vendas y el desinfectante -Te hacen más falta a ti que a mí- miro de reojo la herida de su brazo para que se dé por aludida pero es tan cabezota que no sé si accederá.

Cuando respondió que no había llegado a matar a nadie por eso reaccioné, no era un estúpido mal entendido, era lo que empezaba a pensar y que no quería entender o llegar a aceptar, ¿qué era aquello? Además la respuesta me sorprendió, en aquel estado mío de aturdimiento no llegué a pensar que hubiera llegado a matar a alguien, es que ni lo pensé, mi pregunta iba relacionada eso del hambre, pero ya la había respondido e imaginé a Jared al instante devorando a alguien. ¿Porque era eso no?

-No pensaba que lo hubieras llegado a hacer... Hablaba de la... Comida-Me sentí un poco idiota al decir aquello, ¿cómo definirlo? Era un tema que se me escapaba, no lo entendía, no había llegado a ver nada similar, ¿qué le pasaba a él?, ¿se estaba convirtiendo en una de esas cosas poco a poco o era algo así como mitad y mitad? No estaba segura de nada y la cabeza me daba vueltas, pero aún así si, si que había algo de lo que estaba segura, era culpa mía.

-Jared...-Me llevé una mano a la cabeza, decía que se iba, pero antes rodeó el coche y me ofreció algunas vendas y desinfectante, las cogí y las metí en el coche. -Espera-Me volví de nuevo hacia él, ¿se suponía que ahora debía asustarme por todo aquello y salir corriendo?, no, quería ayudarle y que tampoco se fuera a ir así, no es que lo dijera pero se le veía bastante mal por todo aquello. No era una bonita situación.

-No sé que puede ser, no he visto nada parecido, ni siquiera estoy segura de lo que te pasa, pero... Debe de haber alguna forma de descubrirlo o incluso de curarlo...-Hablé con cierta desesperación, ¿debía creerme mis propias palabras?, es que ni siquiera estaba segura de ellas, no no las creía definitivamente no tenía ni idea de nada, ni sobre que decirle. -Joder... ¡Vale no!-Me volví hacia otro lado llevándome las manos a la cabeza. -No sé que hacer, pero es mi culpa, podría ser que el virus solo te afecte un poco... No como al resto, pero si un poco-Volví a mirarle, aquella idea ya me parecía más lógica, mejor que pensar que en un par de días andaría por ahí sin sentido alguno como el resto.

-Personas- puntualizo secamente en cuanto utiliza el término "comida" de manera tan sutil. Parece que le da tanto miedo como a mí decirlo en voz alta pero es algo que no puedo negar así que me limito a resoplar sonoramente después de haberlo hecho. Quizá me he desahogado un poco, me fuerzo a asumirlo, pero no resulta nada fácil. Para ser sinceros algunos sufrieron con ese proceso, aunque sólo los que bajo mi punto de vista "se lo merecían", o algo así.

Cuando acepta lo que le entrego me siento un poco más aliviado y más que dispuesto a "huir" pero me pide que espere y me detengo un momento antes de decidirme a mirarla dubitativo, momento en el que suelta una frase de ánimo tan poco propia de ella que no hay quién se la crea pero resulta lo suficientemente irónico como para arrancarme una sonrisa que se mezcla con una especie de sollozo. No, joder, no quiero que me vea así, por eso quería largarme y ya está.

Por suerte ella misma se gira y yo vuelvo a apoyarme en el tejado del Impala mientras me froto los ojos rápidamente. Que no me mate un puto mutante gigante con una hacha del tamaño de un coche y ahora me ponga a cagarme de miedo por mi propia infección es tan patético que me doy asco.

-Supongo- me encojo de hombros porque a fin de cuentas sólo es una hipótesis. Suena medianamente coherente y todo eso pero sólo podemos especular al respecto y no tenemos ninguna prueba sobre ello -O quizá me estoy convirtiendo en uno de esos podridos a paso de tortuga, quién sabe- finalmente expongo mi preocupación en voz alta y entonces escondo la cara entre mis propios brazos, apoyados en el coche, mientras emito un hondo resoplido.

Resulta curioso que el poco tiempo que estuvimos juntos apenas me di cuenta de todo ello, los zombies siempre se acercaban debido a su propia presencia y el hambre no me asaltó de la misma manera, quizá por el propio hecho de mantenerme más ocupado y con la cabeza en otro sitio, no sé.

Me mantengo varios segundos en esa posición sin decir nada más, limitándome a recobrar del todo mi propio autocontrol antes de volver a incorporarme, separándome un poco del coche. La miro pero enseguida bajo la atención hasta mis sucias botas para chutar alguna que otra piedrecilla distraídamente -¿Quieres que te acompañe al siguiente hospital...?- creo que sólo estamos prolongando lo inevitable pero no sé, no se me da bien quedarme quieto en un sitio sin más y menos después de esa conversación, algo más trascendental para mí de lo que me gustaría admitir.

Me siento bastante perdido, esa es la verdad, me temo que necesitaré algo de tiempo para ordenar las ideas y asimilarlas porque está claro que de no hacerlo terminaré pegándome un tiro sin más.

-Personas...-Repetí cuando él me lo dejó bien claro y la imagen de él devorando a alguien se hizo más nítida. No sabía tampoco como reaccionar ante todo aquello, ¿cualquier persona se habría asustado y salido corriendo?, ¿le tendrían miedo?, no me sentía así, de ninguna manera, me sentía mal por todo aquello y quería tratar de ayudarle, ¿pero cómo?, veo como se ríe con mi comentario aunque me da la sensación que de que incluso podría echarse a llorar, pero apenas logré distinguirlo, no me imaginaba a Jared llorando, tal vez hubiera sido mi imaginación, pero tampoco era así, nadie era tan fuerte como deseaba aparentar y el hecho de verle curiosamente me afectaba a mi también, me sentía bastante mal y no tardé en descubrir cual era su mayor preocupación.

Lo que más le preocupaba era acabar siendo una de esas cosas y aunque no quería haber dado esa idea yo también la pensé, me volví hacia él que había escondido su rostro entre sus brazos apoyados en el techo del coche y yo me acerqué a él en un principio dudando, porque tampoco sabía hasta que punto estaría molesto aún conmigo, al decir aquello en voz alta no pude evitar recordar como me sentí ese día en el hospital mental cuando di por hecho que despertaría muerto y ahora me sentí igual o incluso peor.

Seguía a su lado con la vista fija en el interior del coche pero sin pensar en otra cosa más que en sus propias palabras, ¿sería eso?, no sabía que decirle o que pensar más que en recordar a Aaron muerto, aunque ahora mismo él me daba exactamente igual, ¿era frívolo pensar aquello después de lo ocurrido?, no quería que a Jared le ocurriese eso, así de simple. Él pareció olvidarse de todo, sugirió ir a otro hospital y yo me volví hacia él negando.

-No... No acabarás así-Empecé a decir mirándole, alcé las manos, sentía que me costaba hablar, pero las ideas iban llegando a mi cabeza y me parecían del todo lógicas, me negaba a crear aquello y aunque solo fueran conjeturas prefería aferrarme a estas porque la otra idea me gustaba tanto como a él.-Mírate... ¿A caso se te cae la piel a tiras?-Le señalé. -Cuando ellos mueren su corazón se detiene para siempre, es es el proceso y se levantan muertos, su sangre se coagula, sus heridas empeoran y no llegan a curarse...-Di un paso hacia adelante quedando al lado de él y agarré su brazo, buscando los arañazos de la otra vez, ¿debería de tener alguna cicatriz por ahí, aunque encontrarla con tanta tatuaje sería complicado. -Tu has llegado a sangrar y tus heridas han cicatrizado, así que no, a ellos cualquier herida no les molesta y a ti si-No era ningún monstruo y ahí estaban las pruebas. Cuando ellos morían era así de simple, definitivo, el corazón dejaba de latir, debía ser eso, que el virus le hubiera llegado a afectar un poco.-El proceso de infección para ellos es la muerte y cuando se levantan su corazón no late, el tuyo si...-Le miré fijamente insistiendo en aquellas ideas y colocando una mano sobre su pecho y alzando una ceja rodando mis ojos para reír de forma amarga luego, aquella escena fue un poco estúpida.-... Bu... Bueno, yo ahora no noto nada, pero porque hay que mirarlo bien, que coño sé yo...-Llevé mi mano a su cuello y ahí estaba su pulso.-¿Ves?-Pregunté y tragué saliva para mirarle. -Digamos que el virus solo te ha afectado en una parte, no vas a morir...-No te convertirás en una de esas cosas, lo que ocurra después no lo sé, pero él no acabará así, me negaba a pensarlo y me había convencido yo sola con aquellas palabras, solo esperaba que a él también.

En cuanto niega con la cabeza después de mi pregunta me quedo un poco aturdido pero supongo que no debería sorprenderme, lo normal es que se sienta reticente, todavía más, a tenerme cerca. Pero luego se pone a hablar y resulta que no tiene nada que ver con lo que acabo de preguntarle, al parecer ella misma le está dando más vueltas a todo lo que acabamos de hablar y aunque en cierto modo me halaga no sé, no estoy seguro de querer seguir hablando de ello. Supongo que es más fácil hacerlo cuando se trata de otro afectado pero cuando pasa a terreno personal joder, me cuesta digerir toda esta mierda, no es que sea de piedra precisamente.

-Y-ya... pero no sé, joder, es muy raro- empieza a razonar cosas en voz alta, comparándome con esas cosas antes de cogerme el brazo buscando las distintas marcas y cicatrices que resultan más fáciles de encontrar con el tacto que con la vista pero de todas formas yo la miro a ella y no a mi estúpido brazo, eso lo tengo muy visto. Entreabro la boca para añadir algo más al respecto pero termino cerrándola con una especie de suspiro porque ella sigue explicando sus motivos para descartar esa teoría y la verdad es que parece muy convencida, desde luego más que yo.

-¿Cómo que no notas nada?- creo que de repente me quedo más pálido que la cera porque me emparanoio en cuestión de segundos llevándome yo mismo la mano al pecho hasta que opta por encontrarme el pulso en el cuello y niego con la cabeza -Sí, y si no tuviera pulso tampoco hubiera estado a punto de darme un ataque ahora mismo- apoyo una mano en la suya momentáneamente y en ese instante me quedo mirándola con fijeza pero enseguida me limito a apartar su tacto de mi cuello.

-Bueno, si estás tan convencida tendré que creérmelo...- en realidad no es tan sencillo pero al menos quiero que ella se quede un poco más tranquila. Personalmente sí que ha comentado varias cosas que me ayudan a recapacitar y ver cierta luz al final del túnel pero no sé, supongo que me convenceré si siguen pasando los días y mi piel sigue sana o el hambre no va en aumento. En realidad esa es una de las cosas que más me preocupa, poder llegar a atacar a alguien que no se lo merezca para comérmelo vivo. Antes me pego un tiro, eso seguro.

Finalmente emito un suspiro y siento la necesidad de abrazarla o cualquier gesto parecido que termine de recomponer mi necesidad de apoyo pero evidentemente me resisto y me limito a rascarme la nariz, mirando alrededor antes de centrarme en la tienda que tenemos al lado -¿Entonces qué?- pregunto de repente dado que al final lo del hospital se ha quedado bastante en el aire.

Aunque fueran conjeturas, aunque pudieran parecer estúpidas yo me las quería creer, me parecían al menos ideas bien razonadas pero para Jared no parecía del todo clara aquella idea, no es que lo llegara a decir aún así se notaba que no estaba del todo satisfecho con mis deducciones. Suspiré finalmente mirando hacia el suelo, a lo mejor aquello era algo ocasional y ya no le volvía a ocurrir, a lo mejor tenía razón él o yo o a lo mejor no era nada de eso, podría ocurrir cualquier cosa y de seguro que no estaba preparado para ninguna. Me vi por un momento a mi misma al ver que no moría tras aguantar mi primer día con aquella mordedura, buscando un arma con el que poder acabar antes de que la cuenta atrás llegase a cero y gracias a que no llegué a encontrar ningún arma de fuego, si la hubiera encontrado ahora no estaría aquí y yo sin saber que no me convertiría. Poco a poco fui aprendiendo sobre lo que me ocurría y a Jared le pasaría igual. Habría que esperar para saber, aunque fuera una tortura. No es que fuéramos muy pacientes... Fruncí el ceño aturdida al pensar en aquello. Me incluía en aquella idea sobre esperar cuando lo más seguro es que no estuviera, él seguiría su camino aunque yo quisiera ayudarle, ¿pero cómo podría ayudarle cuando no sabía que estaba ocurriendo?, yo era la que tenía la culpa. Y después de todo entendería que me quisiera bien lejos.

Conseguí asustarle al decir que no notaba nada aunque en seguida pareció calmarse cuando logré encontrar su pulso en su cuello, mordí mi labio inferior con una pequeña sonrisa por aquello y su comentario. -Y... Tampoco es que huelas muy bien, pero por ahora a muerto, como que no...-Añadí en voz baja medio bromeando aunque tampoco sin mucho ánimo.

Me había mantenido un poco a un lado guardando una pequeña distancia, que me resultaba bastante molesta, pero es que sin ella no sabría si acabaría todo a peor, así que también lo veía algo necesario y que me empezaba a desagradar y bastante, lo cual me hacía sentir bastante idiota, aunque después de todo... ¿Qué más daba aquello? Sin dar muchos rodeos acabé cogiendo su mano como antes pero esta vez para poder echarla a un lado, acercarme y abrazarle, sintiéndome un poco lapa, pero curiosamente mejor que hacía un rato. -Lo siento-Susurré en voz baja, ya no solo refiriéndome a su situación actual, de la que yo no podía evitar sentirme culpable, si no a todo en general, lo que había pasado y fue una disculpa bastante sincera, aunque también sabía que a veces las palabras no bastaban.

-No sé...-Contesté sin más en aquel mismo tono, ni siquiera estaba segura de si se refería a lo mismo que yo, y yo estaba bastante perdida como pensar en algo más.

-¡Eh....!- protesto arqueando una ceja cuando de la nada me suelta que huelo lo mío pero la verdad es que me lo tomo a broma. Aún así meto la nariz dentro de mi camiseta y quizá algo de razón sí que lleva, ¿pero quién huele bien hoy en día? Y después del trayecto por el maldito Gran Cañón tampoco creo que se me pueda culpar por sudar más de lo habitual, sin contar sangre y demás detalles que terminan convirtiéndose en la "colonia" habitual te guste o no. Yo he terminado por inmunizarme aunque sé que hay gente mucho más quisquillosa con esos detalles higiénicos.

Después de eso se produce un pequeño silencio que se me antoja un poco incómodo precisamente porque no sé muy bien qué se supone que debería hacer y al parecer ella tampoco. Parecemos un par de idiotas, para qué engañarnos, pero al estar en una situación similar digamos que estamos en igualdad de condiciones.

Contra todo pronóstico entonces me sujeta la mano pero antes de llegar a hacer nada se abraza a mi cuerpo y suspiro hondamente, devolviéndole el gesto inclinándome un poco hacia su pequeñajo cuerpo. Siempre he tenido la sensación de que podría aplastarla entre mis brazos si me lo propusiera pero aún así ha demostrado ser una renacuaja con recursos y habilidades -Yo también lo siento- no estoy seguro de el qué, supongo que siento que sencillamente todo se haya ido un poco a la mierda, confirmar que soy un monstruo... ese tipo de cosas que suelen evitar que puedas tener una relación normal con alguien. O todo lo normal que se puede en el mundo actual.

Acaricio su pelo y su espalda unos segundos, agradeciendo el gesto internamente porque me ha venido muy bien algo de apoyo y calor humano después de tantos días dándole vueltas a todo el asunto pero al final me obligo a soltarla. Tampoco es que pueda pasarme todo el día pegado a ella en plan garrapata -Bueno, estoy un poco cansado así que voy a asumir que no te importa llevarme un rato- dicho así suena menos serio, menos comprometido, así que podemos aprovechar ese trayecto para pensar cada uno en nuestras cosas. Por eso esta vez escojo el asiento de copiloto, dejando mis cosas detrás aunque tampoco son demasiadas, empezando a tumbar el respaldo para acomodarme todo lo posible, poniéndome las gafas de sol de aviador que conseguí en este mismo coche semanas atrás y dejando los pies por la ventanilla.

-Vamos chófer, antes de que empiece a llover- la animo para que se decida a ponerse en movimiento, seguramente le vendrá bien mantenerse un poco ocupada porque es evidente que se ha quedado un poco chafada por el "notición" que acabo de darle pero yo que sabía, creía que compartíamos dolencias y resulta que no, por eso parece un poco extraño que se lo haya tomado relativamente bien -¿No tienes miedo o algo así?- termino preguntando cuando ya empieza a arrancar porque si no reviento.

Medio reí un poco más al escuchar su queja, tampoco era para tomárselo muy en serio, estaba de broma y me había topado con gente que en ese aspecto la higiene había quedado como olvidada, del todo, en él no era un problema, lo normal y yo es que tampoco fuera oliendo muy bien y después de aquel día raro de calor, zombies, sangre, polvo... Menos todavía.

No me habría extrañado que me hubiera apartado de golpe, es más era una respuesta que medio temía y esperaba pero aún así le abracé y eso no ocurrió así que me calmé un poquito, la situación ya no era tan tensa como esta misma mañana. Su disculpa si que no supe por qué vino, él no tenía nada por lo que disculpase o al menos así lo veía yo que me sentía culpable de todo, es que seguro que si no le hubiera llegado a conocer estaría tranquilo y sano. -No...-Acabé por intentar decírselo, pero las palabras no salieron y preferí callarme, la verdad es que también prefería olvidarme un poco de todo eso, ya estaba bastante cansada y mareada por culpa de todos los problemas en el hospital como para seguir dándole vueltas a todo.

-Yo también estoy cansada...-Resoplé un poco volviéndome hacia el coche, Jared no tardó en meter sus cosas y entrar dentro mientras que yo me lo tomaba con cierta calma, habría seguido conduciendo un rato más, sin duda, pero no habría llegado a ir a ninguna parte, lo más seguro es que me hubiera quedado en el coche a dormir, tras aquella paliza en el hospital me costaría volver a querer entrar en alguna otra parte, así que como no me quedaba más remedio acabé subiendo al coche, en un principio no sabía ni hacia donde ir, aquel dolor de cabeza aumentaba por momentos.

Acabé arrancando y mirando hacia varios lados para salir de aquel sitio con el impala, como si fuera a pasar un coche, vaya cosas... Jared ya se había acomodado y me daba cierta envidia. -Ni siquiera sé a dónde ir...-Empecé a decir en voz baja mientras que él hacía la pregunta del millón. -Lo cierto es que no...-Respondí rápidamente, principalmente porque no me lo llegaba a imaginar, porque no sabía como funcionaba aquello, porque ahora me daba todo vueltas y finalmente porque no esperaba que me fuera a hacer daño, lo cual pensándolo mejor tampoco es que pudiera estar muy segura de ello, ¿hasta que punto podía él perder la cabeza?, ¿y si cuando pasaba directamente él no sabía lo que estaba haciendo?, esa era la pregunta crucial, pero aún así no.

Empecé a conducir ya por la carretera dejando atrás aquella tienda y la ciudad que se podía ver a lo lejos en el espejo retrovisor, haciéndose poco a poco cada vez más pequeña al contrario de aquel dolor de cabeza que comenzaba a molestarme cada vez más.

-Pues conduce hacia dónde te parezca, no sé- me encojo de hombros porque yo tampoco lo tengo muy claro pero al parecer lo del siguiente hospital ya ha quedado descartado por hoy y en realidad lo agradezco después de la experiencia previa así que empiezo a arremangarme la camiseta para comprobar los distintos golpes mezclados con los tatuajes. Hay varias zonas enrojecidas pero nada preocupante de verdad y de todas formas donde más me duele es en la espalda así que procuro no moverme demasiado. Quizá hasta me eche una siesta... o al menos esa es mi intención en un principio, hasta que responde a mi pregunta y giro la cabeza en su dirección para mirarla mejor.

Creo que ha sido sincera y eso me alivia bastante, me siento menos estorbo a pesar de que el peligro puede seguir estando ahí pero al menos tengo la certeza de que no podría infectarla -¿Estás bien? Tienes mala cara...- al fijarme mejor la noto un poco pálida y cansada, además el coche no va tan recto como es habitual en ella en la mayoría de ocasiones así que termino bajando las piernas de la ventanilla -Si quieres conduzco yo- propongo empezando a desplegar uno de sus numerosos mapas, el de la zona en la que nos encontramos, bostezando un poco mientras el estómago me empieza a rugir, todo a la vez.

Compruebo las carreteras y rutas en el papel pero la verdad es que lo único interesante que veo relativamente cerca es Las Vegas, al menos así que yo conozca. ¿No comentamos un día que molaría ir para allá? Aunque probablemente no sea el mejor momento para ello pero de todas formas parece la mejor opción -Anda, frena. Ya sé dónde podemos ir, conduzco yo- propongo con más convicción para que ceda, doblando el mapa en cuestión hasta dejarlo hecho un desastre, nunca se me dieron bien estas cosas pero creo que no se nota demasiado así que lo meto en el salpicadero un poco a presión y después me retuerzo un poco hasta alcanzar la mochila en la parte de atrás. La medio aplasto a ella y casi me desmonto entre quejidos pero la cuestión es que llego y vuelvo a sacar el tosco botiquín para dejar los analgésicos a su alcance -Me parece que buena falta te hacen. No tienes fiebre o algo así, ¿no?- le toco la frente, por si acaso, aunque tendría que tener mucha para que yo me diera cuenta de un aumento de temperatura corporal evidente.

Jared acabó por darse cuenta de que no estaba muy bien, simplemente negué a su pregunta y acabé frenando el coche con cierta calma para echarme sobre el volante, entre los golpes y aquel dolor de cabeza me sentía hecha polvo. -La verdad es que no...-Acabé por susurrar acompañado de un pequeño suspiro, cerrando los ojos con fuerza. Sentía el golpe aún y todo me daba vueltas, así cuando él se ofreció a llevar el coche vi el cielo abierto. Sonreí para mis adentros un poco porque no me apetecía nada llevar el coche, además de porque me hiciera el gusto. Que la verdad sería mejor porque no me veía muy capaz de seguir. -Vale-Dije sin más irguiéndome para ver como se echaba hacia atrás y yo hacia el otro lado para que no me aplastase demasiado, incluso soltando un pequeño quejido al pegarme a la puerta del coche por lo que me levanté un poco la camiseta para fijarme en la enorme marca que tenía en el costado izquierdo, justo donde me habían atizado.

-Ay...-Susurré pues casi dolía hasta mirarla. De la misma forma cuidadosa dejé la camiseta en su sitio y acepté los analgésicos tomándome uno solo, seguidamente él acabó por colocar una mano sobre mi frente y yo alcé la mirada hacia ella. -No sé...-La verdad era que ahora mismo no tenía ganas de nada, ni siquiera de pensar en esa posibilidad, tan solo de tumbarme y dormir. -Échate a este lado, anda...-Pedí con amabilidad. Y aunque lo más fácil habría sido salir y dar la vuelta al coche para cambiarnos de asiento yo acabé moviéndome hacia él con cuidado para intercambiarnos el sitio quedando parcialmente sobre Jared y quejándome para mi y mi interior de los golpes recibidos.

Cuando accede tan fácilmente se confirma que no debe sentirse para nada bien porque por norma general le gusta bastante conducir su Impala así que la miro de reojo cuando protesta y aprecio en su piel unas marcas bastante parecidas a las mías pero incluso algo más oscuras -¿Te duele mucho?- pregunta estúpida donde las haya pues es bastante evidente que sí pero me sale sin pensar -Diría que no tienes fiebre, o al menos no mucha, pero no se me dan bien estas cosas- al menos lo que puedo asegurar es que no tiene la suficiente fiebre como para ser preocupante así que sencillamente le habrá sentado algo mal, además de los golpes, o estará cansada. Espero que no se esté poniendo enferma porque joder, yo de enfermero sería peor que de cura.

-Pero no sería más...- nada, aunque empiezo a protestar porque sería más lógico salir del coche para intercambiar los sitios ya la tengo medio encima así que la sostengo riendo por lo bajo y aunque siento una gran tentación de quedarme así un rato, con ella encima, me obligo a moverme prácticamente haciendo malabarismos y revolcándonos un poco hasta que consigo llegar al asiento del conductor con un resoplido -¡Qué complicaciones!- apoyo las manos en el volante mirando la carretera y después a ella -Duerme si quieres, tardaremos bastantes horas en llegar así que mejor que descanses un poco- le alcanzo una manta que hay por el suelo de los asientos traseros y dejo que se cubra con ella mientras yo arranco de nuevo el vehículo para comenzar a conducir, mirándola de reojo de vez en cuando para asegurarme de que sigue... ¿durmiendo? No sé, supongo que simplemente para comprobar que no se pone peor, aunque tampoco podría hacer mucho al respecto.

La verdad es que yo también me siento un poco cansado y por eso el coche de vez en cuando se mueve un poco de lado a lado pero aún así puedo permitirme conducir sin demasiada dificultad por lo que tamborileo con los dedos en el volante canturreando por lo bajo para mí mismo ya que por el momento paso de poner música para que ella pueda descansar en condiciones.

OFF: No sé si cerramos y abrimos en otro sitio o seguimos aquí mismo haciendo un pequeño salto temporal... e-e

Según él también estaba cansado, por lo que me sabía un poco mal hacerle conducir a él, pero cuando al cambiar de sitio sentí aquel mareo acompañado del dolor en el brazo y lado izquierdo de mi cuerpo todas esas ideas desaparecieron de mi cabeza, no tenía ganas de nada más que de acurrucarme en aquel asiento y cerrar los ojos, si encima Jared llevaba el coche y estaba ahí mejor que mejor, podría dormir más tranquila sin la necesidad de estar viéndome obligada a abrir un ojo cada cinco minutos por cualquier ruido que llegase a escuchar.

Me limité a asentir cuando preguntó, además según él no tenía fiebre, o eso le parecía, ni siquiera me había dicho hacia dónde íbamos, tan solo se limitó a decir que tardaríamos bastantes horas, el asiento no es que fuera el más cómodo del mundo, pero ahora todos esos detalles me importaban bien poco, con quedarme ahí dormida me daba por satisfecha. Cuando me dolía la cabeza me solía dar sueño y los analgésicos tan solo aumentaban aquella sensación de cansancio.

Agarré la manta con las manos y me cubrí en ella acomodándome en el asiento, ya con los ojos cerrados pero medio sonriendo divertida por el gesto, aunque no es que prestase demasiada atención a nada más que no fuera la manta y concentrarme en quedarme dormida. Él había echado hacia atrás el asiento antes por lo que estaba mejor, yo me acabé por acomodar acurrucándome en el sitio y apoyando la cabeza sobre mis propias manos. Quedándome en aquel estado en el no sabes ya si estás despierta o no, pero en el que el tiempo parece pasar más rápido.

Off: