Rescue {Participantes}

Y fue así como la operación pronto adquirió el nombre de "Gatos en el Ducto". Cruzar por ahí difícil, sobre todo con gente semi inconsciente. Pero era eso o quedarse a disparar a diestra y siniestra contra la gente de Umbrella. No sonaba a un mal plan, de hecho le agradaba la idea, pero si llegaba a morir seguro Sonja iría hasta allá para volver a matarlo personalmente. Y morir una vez bastaba, dos se le antojaba demasiado exagerado.

Jugaremos como si fuera un día en el parque. Imagina que vas a alcanzar a Yerik en un tobogán, ¿de acuerdo?. Explicó el inglés a Amaya, esperando lograra escucharle o al menos reaccionar lo suficiente para desplazarse. Pero el tiempo apremiaba y decidía cargarla en brazos hasta la salida improvisada.

Al parecer tendría tiempo de una nueva ronda de disparos contra los de Umbrella, lo cual sonaba perfecto a sus oídos pero implicaba riesgos significativos para los cautivos. Huir y disparar, siempre un conjunto de actividades complicadas aunque necesarias en situaciones como aquella.

¿Qué? Exclamó deteniéndose un segundo al escuchar la noticia. Si se refería a la misma persona que conociera con un chihuahua mutante de por medio, entonces sabía por voz del resto que había muerto. La mitad de su mente trabajaba de la manera en que lo hiciera al ser un agente del MI6, mientras el resto era más humanitaria. No obstante, ambas llegaron a un consenso. Giró el rostro al tiempo que acercaba a Amaya al ducto. Te apuesto que podrás verla cuanto queramos si salimos de aquí. Por ahora hay que superar la sorpresa y sacarla como a los demás, ¡ya! Exclamó el británico.

Rápidamente introdujo a Amaya a través del conducto. Jugaban contra el reloj definitivamente.

¡Ahí va la primera! Avisó al hombre al otro lado del sistema de ventilación.

Vale... dije a Keneth ¿Entonces como evitamos que prendan a la puta reina blanca?

Decía esto terminando de revisar el cadáver del soldado de Umbrella, que no tenía nada de aparente valor si no podíamos camuflajearnos ante la seguridad.

Seguí avanzando por el pasillo observando como todos rescataban a sus conocidos, gente que yo tampoco conocía, pero era bueno que estuvieran juntos. Al abrirse el ducto de ventilación pasé por el mismo para llegar a otra habitación idéntica a la anterior. Completamente vacía.

Ahí va la primera gritaron con acento británico

Vale...aviéntenlos a todos, acá los recibo... Dije puesto en posición a recibir a los secuestrados, dejando mis armas a un lado, ya que el ducto no era para que 2 personas pudieran pasar. Siendo la primera a la que ayudaría a bajar y recostaría a un lado de mis armas una mujer.

¡El que sigue!

Había una niña… era pequeña, de cabello oscuro y vestía de blanco impoluto… y a su alrededor tenía como un ¿aura? Definitivamente estaba loca y alucinando, o soñando despierta. O estaba de verdad en el cielo y toda aquella locura paranoide era una prueba… Oh, joder. La niña-ángel-alucinación habló pero no pudo distinguir lo que decía. En lo que a ella le pareció poquísimo tiempo llegaron tres hombres sin rostro, envueltos en plástico. Desde donde estaba parecían gigantes. Gigantes de plástico que le pincharon y empezaron a quitarle la ropa. Miranda empezaba a marearse y quiso resistirse, al borde del llanto y temiendo lo peor. Iban a violarla y ella no podría hacer nada, murmurando “No, por favor, por favor…” una y otra vez en una voz tan baja que apenas se oía.

El tiempo transcurrió difuso, pero cuando aquellos hombres se fueron sólo alcanzó a comprender que no le habían hecho nada más que cambiarle de ropa. Pronto el sedante hizo todo su efecto y dejó de distinguir lo que era sueño de lo que no. Veía lo mismo dormida que despierta, pues no llegaba nunca a dormir del todo. La realidad estaba cubierta por una bruma.

El cristal se deslizó hacia arriba de nuevo, pero esta vez no era lo mismo, las voces eran diferentes… No pudo reaccionar, porque moverse le costaba aún más que antes. Se obligó a mantenerse lo más despierta que le era posible. Un chico de pelo oscuro la tomó en brazos. Su dispersa mente logró hacer las conexiones necesarias para saber que no se trataba de lo mismo que antes. Había mucha gente. Muchas voces.

- Tú… no eres…- Uno de esos hombres de plástico, quiso decir, pero las palabras le pesaban. Hablaba muy despacio y no llegó a terminar la frase. Le dolía la garganta al hablar como si hubiera estado mucho tiempo sin hacerlo, y su voz sonaba tan frágil como ella misma parecía. Iba a sacarla de allí. -Aquí… no sé dónde… dónde estoy… - Empezaba a atinar con las palabras, y entendía las preguntas. Tenía que concentrarse mucho, y le dolía la cabeza. Todo estaba borroso, pero al menos podía hablar. Y le dijo su nombre.- Miranda.

Un terrible dolor de cabeza me empieza a atacar en la sien, en la zona derecha de mi cabeza, siento nauseas y estoy por vomitar , pero parece que se pasan, oigo ruidos, incluso siento un momento como si el suelo temblase, pero se pasa rápido. Aún así cuando abro los ojos veo una cara familiar, es Belikov y me sujeta por los hombros zarandeándome.

-Dile a mi agente que hoy no trabajo, estoy de resaca y si ves a Rosa le daré una paga extra para cuando limpie el baño... No sabes como lo he dejado, así que no vayas a entrar...-Le pego una bofetada para que me deje tranquilo y me echo hacia un lado acurrucándome y colocando mi cabeza sobre las manos.

-Joder, como me han clavado con el colchón, es como dormir en el suelo o peor... ¡Y cierra la ventana joder!-Apenas he hablado cuando Belikov insiste y recuerdo algo, el motel, a Hero correr, a Francisco, a Vanessa, a Amaya...

-¡Ay!-Exclamo rápido mientras me levanto poco a poco con la ayuda de Belikov, tambaleándome y casi viniéndome abajo una vez más. -Adrian...-Exclamo con ese tono de voz débil mientras veo a mi amigo, no estoy seguro de si es mi imaginación o no, pero igualmente me ayudo de él para levantarme, costosamente. -La cabeza me da vueltas, si te vomito, que sepas que es sin querer y no como la otra vez... ¿Qué ha pasado?-Miro mis brazos y veo algún moratón de esos que salen cuando te sacan sangre y esas cosas, la verdad es que me duele bastante el brazo y me veo los pies descalzos, ¿por qué llevo un vestido?

-¿Pero qué...?-Echo un vistazo a la ropa como puedo, no es que esté muy bien precisamente y me doy cuenta de que es una especie de camisón similar a los de urgencias, seguro que con abertura por detrás porque noto el culo aireado. -Oye... Siento corriente en el culo... Cúbreme vale... ¿Y dónde están mis gallumbos?-Miro un poco hacia mi alrededor. -Es raro sentirme tan suelto, no me gusta...-Añado mientras muevo un poco la cintura hacia un lado y otro y me agarro a Belikov para no acabar por el suelo ya que me vuelvo a marear.

"Haces mal, como Baekho te pille te castigará y Nicholas igual" seguía comiéndome la cabeza con lo mismo, pero no podía quedarme quieta mientras escuchaba lo que paso cuando volvimos, tenía que ir a por Nicholas tenía que ayudarles a todos mientras pudiera. Así que cuando escuché que se iban a ir sin mi me metí en el coche, en el maletero, y esperé a que iniciaran el trayecto.

Esperaba detrás de todos intentando que no me vieran, por ahora había tenido suerte y no me había cruzado con Bae, pero parecía muy agitado. Entré con todos sin decir una palabra, no quería llamar la atención y además, estaba muerta de miedo. Una cosa era enfrentarse a zombies y otra muy distinta enfrentarse a humanos que aún estaban tan vivos como yo, eso era algo que aún no me habían enseñado a hacer y que no pensaba hacer hasta que mi vida corriese peligro.

Tras que se cerrara la puerta detrás de nosotros me quedé boquiabierta, una trampa, habíamos caido en una trampa... Iba a estallar era mucha información para mi, quizá habría hecho bien haciendo caso a Bae quedándome en casa, pero Nicholas... Empecé a reaccionar, Bae me había enseñado muchos trucos para mantener la calma y estaba resultando eficaces. Corrí por el pasillo buscando a Nicholas y cuando llegue a la A3 le encontré. -¡Nicholas!- exclamé nerviosa. Era la primera vez en todo el viaje que abría la boca. Miré a la chica que acababa de decir algo de pupilas dilatas o vete a saber qué -¿Está bien?- pregunté agachándome para ver a mi hermano "postizo" pero mi hermano.

Luego miré a la otra chica que había, Esmeralda... ¿Que relación tendría con Nicholas? Bueno, lo importante es que le estaba ayudando a salir y yo no podía hacer nada, era demasiado pequeña, era un estorbo para ellos lo más seguro. -¿Qué hago?- pregunté en un susurro -Soy muy pequeña y un estorbo, pero quiero ayudar- musité apagada mirando con cierta esperanza a Nicholas y después a Esmeralda. Pronto llegaría Bae y me castigaría y después ayudaría a la chica a llevar a Nicholas, llegaríamos a la base y me castigarían aún más pero al menos Nicholas estaría vivo. Mientras escuché algo extraño "Nessa está viva" ¿qué? A ver, a ver si no me equivocaba, Nessa era una de las chicas que conocí en México y que era genial junto a Anna ¿ cómo había muerto? y mejor aún ¿cómo había resucitado? ¿a lo Jesús, a los tres días?

La chica está consciente y despierta, lo cuál ya es algo, pero aún así se muestra bastante aturdida -No importa dónde estamos, lo que cuenta es que saldremos de aquí, ¿de acuerdo?- cuando llegamos hasta la pared donde se encuentra el conducto de ventilación ya hay algunos deslizándose hacia el otro lado así que dejo a la mujer con cuidado en el suelo, de pie, sosteniéndola por la cintura para ayudarla a mantener el equilibrio si se marea o cualquier efecto extraño similar. Resulta evidente que parece drogada o medio sedada pero los efectos parecen ir remitiendo así que con algo de suerte se despejará enseguida.

-Bien, Miranda, escúchame- le giro la cara hacia mí para que se centre ya que con tantos gritos y movimientos alrededor lo más probable es que termine todavía más confundida -Los soldados de Umbrella, los que te metieron aquí, nos siguen de cerca. Vamos a ir por ese agujero hasta el otro lado para poder esquivarles- señalo el conducto en cuestión y la ayudo a acercarse -Es muy fácil, te seguiré de cerca, vamos- intento infundirle algo de confianza y la apremio a la vez, intentando auparla para que apenas tenga que esforzarse y arrastrarse un par de metros hasta la siguiente sala no debería ser problema pero si es necesario la llevaré conmigo.

En ese momento miro detrás de mí comprobando que el resto tampoco parecen estar dándose mucha prisa y lo entiendo porque un encuentro con alguien conocido siempre es mucho más difícil y sentimental pero aún así hay que moverse -¡Daos prisa...!- espeto más que dispuesto a moverme hasta el otro lado en cuanto lo haga Miranda.

En ese momento me doy cuenta de que estamos resultando ser muy gilipollas, miro a Anna que se acerca y casi no le doy tiempo a llegar, recoger a Katherine en brazos que medio parece no reaccionar aún y voy por el pasillo lo más rápido que puedo.

Vamos ya, no hay tiempo de reencuentros y charlas, tenemos que salir, luego tendréis todo el tiempo del mundo para hablar, pero ahora: ¡A salir!
No digo nada más y me coloco delante del conducto esperando a que pasen algunos en cuanto está libre me asomo aún con Katherine en brazos.

No despierta, la voy a tumbar aquí y con cuidado la empujo hacia adelante, vosotros la sacáis.
Con sumo cuidado empiezo a hacer lo que he dicho, esperando que al otro lado la ayuden a pasar, de refilón me fijo en al niña que viene con nosotros, aún no puede entender que hace aquí, deberían de haberla dejado con Hero, Fran, Zenobia y Max.

¿Ya?, bien... Os paso al tipo este
No le conocía, pero parecía mucho más espabilado, había sido el tipo que golpeaba su propia celda para que le ayudásemos a salir. (Arthur)

Venga, que vas a pasar tu ahora, solo tienes que gatear un poco y llegarás con los demás, vamos.
Le digo con calma mientras ayudo a que se ponga de pie y en cuanto empieza a pasar no puedo evitar mirar hacia el sitio en el que Nacho está gritando algo.

¡¿Qué?!
En un principio pienso en si aquel tipo es idiota, porque esas bromas son para matarlo, pero cuando avanzo veo la figura rubia tendida en el suelo, el pelo rubio cubre su cara pero aparentemente es ella, todos están ahí mirando como pasmarotes, yo paso entre ellos agachándome a su lado para sujetarla por los hombros y levantarla haciendo que la pueda ver mejor. El corazón me da un vuelco, es ella.

¡Vanessa!
La miro sonriendo mientras que llevo una mano a su rostro, no entiendo nada pero está ahí, coloco mi mano en su cuello y siento unas pulsaciones normales, miro a los demás y asiento, está viva, pero no responde.

Eh rubia... Soy yo, el Capi, ¿Me oyes?
Pregunto entre que sigo insistiendo acariciando su cara y llamándola para que reaccione, pero no parece demasiado bien, me recuerda a Katherine que estaba completamente dormida, por lo que la cojo en brazos y camino hacia los demás.

Venga, vamos

Sus soldados, aquellos le habían acompañado desde la otra base a esta avanzaron dejandole a él detrás, portaban sus escudos con el logo de la compañía, no había empezado el fuego hasta que aquellos de fuera comenzaron a disparar contra ellos, algunos soldados cayeron abatidos por los disparos, pero nada demasiado grabe, pues todos portaban sus escudos y chalecos antibalas.

Los fugitivos entraron rápidamente en las ala cerrando las puertas, fue el grito de uno de sus soldados con las palabras "¡A cubierto!" lo que hizo que tanto lo soldados de aquella base como parte de sus soldados y él echasen a correr por el pasillo retrocediendo. La explosión causó cierto temblor en la zona, las llamas devoraron gran parte del pasillo y salieron por este de forma veloz mientras soldados suyos y de aquella basen huían de las llamas que crecían por el pasillo.

Sean se quitó la larga chaqueta que llevaba por encima mientras corría cubriéndose tanto la espalda como brazos y cabeza, hasta que giraron a un pasillo y se quedaron ahí viendo como las llamas comenzaban a extinguirse finalmente. Se escuchan algunos gritos de dolor, aquello parece el mismísimo infierno, algunas luces del pasillo tintinean, los estúpidos soldados de la base del desierto que estaban por la zona de curiosos no acabaron demasiado bien, pues los muy idiotas no se movieron, el olor era repugnante, pero aún así Sean comenzó a caminar de nuevo pro aquel pasillo, algunos soldados estaban por el suelo en llamas aún, sus soldados fueron más listos y habían corrido también antes de que esos pobres desgraciados causaran una especie de estampida, se taponasen ellos solos en el pasillo y no pudieran salir siendo devorados por las llamas, Umbrella ya tendría habitaciones libres para sus propios soldados se dijo con tranquilidad.

El nuevo director de la base avanzó con decisión hasta llegar a las puertas que daban a las celdas, uno de sus propios soldados se acercó al panel que la debía abrir y confirmó lo que él mismo ya sospechaba.

- Está bien... ¿Mi ordenador? - preguntó con aquella calma que provocaba en todos cierta incomodidad, él era así de tranquilo y frío para todas las situaciones, uno de los soldados le entregó una especie de tablet, Sean la cogió con rapidez, encendiéndola y navegando por los archivos hasta dar con los archivos de la base. - La Reina Blanca está desactivada, hay que volver a activarla, si no, apenas tendremos ventaja... Pero mientras... - sonrió ligeramente al decir aquello, estaba observando gracias a una de las cámaras de las celdas el interior de estas, presionó varios botones y entonces el cristal de la celda A9 comenzó a deslizarse hacia arriba liberando al BOW que había en ella, no contento con aquello pulsó otro botón y la luz que parpadeaba de color rojo al lado de la insignia A10 cambió a verde, el cristal comenzó a subir.

- Van a salir al otro lado de la base, rápido, vayamos a recibirlos... - apagó la tablet, se la entregó al mismo soldado y todos marcharon por aquel pasillo sin hacer caso a aquellos soldados que estaban agonizando.

La luz roja que parpadeaba al lado de el indicador A9 se volvió verde, entonces el cristal que encerraba a aquella criatura comenzó a subir hacia arriba lentamente hasta no quedar ni rastro de que allí hubiera algo así, en su interior una enorme criatura con cuerpo que podría ser similar al de un humano comenzó a avanzar hacia la salida de la celda. Arrastrando una enorme hacha que portaba en una de sus manos, con pasos decididos, sin llegar a ser torpes o parecerse a esos muertos que caminan si voluntad, este es todo lo contrario.


Casi al mismo tiempo la celda contigua a su derecha se abre de la misma forma, en el interior los restos de uno o varios cadáveres están esparcidos por la habitación, aparentemente no hay nada más que eso, pero la sangre parece empezar a moverse, un líquido viscoso cubre la gran mayoría del suelo, de un tono rojo fuerte, algunos trozos de carne empiezan a desaparecer, las marcas de sangre en el suelo van creciendo, como si algo las arrastrase, pero no se llega a ver nada más que la sangre, de esta decenas puede que incluso un centenar o más de motas de sangre comienzan a arrastrarse por el suelo de tal forma que las marcas en este siguen creciendo, conforme avanzan por el interior de la celda, trepando por las paredes algunas, llegando hasta el techo, se deslizan con rapidez fuera, no son motas de sangre, parecen insectos, escarabajos que se mueven con rapidez, uno de ellos bien rápido, el primero, trepa por el techo a una velocidad de vértigo, solo buscan una cosa, la carne humana, el insecto se deja caer con facilidad sobre el brazo de uno de esos tipos, (Belikov), se mueve con rapidez por la piel y en menos de un segundo desgarra parte de la piel introduciéndose debajo de esta. Los demás empiezan a avanzar por el pasillo cubriéndolo en poco tiempo, llenándolo todo a su paso de marcas de sangre, la sangre de esos desgraciados de los que ya no queda nada más que eso, y ahora ya han localizado a sus siguientes victimas.

El agua fresca de la ducha era una delicia, y la compañía de una jovencisima ayudante de laboratorio convertia aquella experiencia en un autentico paraíso, un paraíso que se interrumpió de golpe cuando ICO me alerto de un problema en las instalaciones.

-Señor, según los informes de seguridad se ha detectado una brecha en las instalaciones, la reina blanca ha sido inutilizada y los presos de las celdas de contención intentan huir, me temo que en el transcurso de la batalla el director Smith ha fallecido- Salí de la ducha rápidamente y despache a la jovencita antes de que pudiera ponerse su ropa interior, nuestro encuentro tendría que esperar a un segundo asalto -Si Smith esta muerto y la cría esta offline, ¿quien demonios se esta encargando de la seguridad de las instalaciones?- Me vestí rápidamente y accedí a mi ordenador personal, conecte las cámaras de seguridad y comprobé la situación. -Un agente desconocido se esta haciendo cargo de las fuerzas de seguridad, ha sido imposible contrastar su identidad, todas las búsquedas en los archivos Umbrella acaban en callejones sin salida, todo lo referido a ese hombre esta codificado al mas alto nivel, sea quien sea, es poderoso y peligroso, él sacrifico al Director Smith cuando intentaban usarle como rehén- -Genial, otra incógnita despiadada en el tablero, esperemos que sepa enfrentarse a la situación... ICO, intenta contactar con él, tendrá un sistema de comunicaciones, accede a su extensión y ponme con el, rápido- dije mientras buscaba en el sistema de monitores alguna actividad inusual. -Joder, ha activado los Bows de las celdas de contención 9 y 10, este tío apuesta fuerte- Tecleé un mensaje en el ordenador informando a los técnicos de laboratorio que mantuviesen las puertas bloqueadas y comprobando que los guardas de los laboratorios estaban en sus puestos y listos para cualquier imprevisto.

Me eché a reír con ganas cuando Josh empezó a moverse, estaba bien, o al menos lo parecía, en un principio deliraba pero finalmente se enteró del sitio en el que estaba, me volví a reír cuando se dio la vuelta y vi todo su culo, llevaba una de esas batas típicas de los hospitales.

-Tío no la airees demasiado que hay menos...-Señalé con la mirada a la niña que nos acompañaba y empecé a ayudar a Josh a que se pusiera de pie, tras decir aquello le asentí y me coloqué detrás para atarle la bata y que no fuera por ahí con todo el culo al aire.

-Venga vamos...-Dije mientras echaba a andar con él. -Eres un cabronazo con suerte...-Con cuidado salimos de la celda, eché un vistazo a la de enfrente, la A10, solo había sangre, alguien habría muerto allí y no de forma agradable, miré hacia otro lado y vi a Bécker sacando a Katheirne de una de las celdas, sonreí con cierta esperanza cuando entonces todos escuchamos las palabras mágicas: Nessa.

-¡¡¿Qué dices?!!-Exclamé rápido tirando de Josh con cierta brutalidad, olvidándome de que aún estaba un poco atontado y al llegar al extremo del pasillo la visualicé bien. -Es imposible... ¡Tu mismo lo miraste!-Pero no, allí estaba ella cuando de la nada algo cayó sobre mi brazo, di un respingo al ver a un insecto o cosa así y empecé a agitar el brazo, entonces como si nada cortó la piel y se metió bajo esta.

-¡¡¡¡¡AHHHHH!!!!-Grité de dolor soltando a Josh sin querer porque aquella cosa acababa de meterse ahí, como si nada. -¡¡Hijo de puta...¿Qué coño es esto?!!-Notaba como se empezaba a mover por el brazo hacia arriba al tiempo que me sacaba la camiseta y me movía de un lado a otro buscando el cuchillo militar en mi cinturón, fui directo a clavarlo sobre mi propia piel, pero no podía, el cuchillo se me acabó cayendo de las manos. -¡Sácalo, sálacalo!-Empecé a gritar como un condenado.

Me había dedicado a pasar gente al otro lado, a ayudarlos más que nada por su estado... Hasta ahora solo 3 personas habían pasado, 2 mujeres y 1 hombre y los había mantenido recostados a un lado, recargados en la pared...

Venga, rápido...el que sigue... que no tenemos todo el día
No acababa de decir eso cuando un grito desesperado de dolor se dejó escuchar desde la otra habitación...

¿Qué mierda pasa? Dije asomándome Por el ducto de ventilación... solo para ver como la gente que termina a de darse sus abracitos y cariñitos de reencuentro se acercaba al ducto para salir...Y a Belikov gritando de dolor intentando clavarse el cuchillo en el brazo...

Detrás de ellos se encontraba una figura con un hacha, como si de un videojuego se tratara y este fuera el Boss del nivel... una figura a la que nadie parecía prestar atención, y una...masa negra avanzando hacia ellos también.

¡¡¡Oigan cabrones!!! ¡Cuidado atrás! Dije ante mi imposibilidad de disparar, ya que tenía que sostenerme con ambas manos para ver el espectáculo, esperando que me escucharan...
Me soltaría para hablar con Keneth...

Umbrella no es estúpido...de seguro tiene formas de contener esas cosas si algo se sale de control, inclusive con la puta blanca apagada... y tú trabajabas para ellos.... ¿qué hay que hacer, y donde?

Nymeria me miraba con cierto recelo, la entendía, aquel lugar no era muy agradable, asentí mirando hacia la loba, el animal giró la cabeza hacia otro lado y me siguió por la entrada que daba a la casa, era una pequeña cabaña de madera, estaba daba acceso a Umbrella y yo quería volver a Smith, me pidió que regresara de vez en cuando para que no se asustara. Y eso hacía, le echaba de menos, era por así decirlo como la única familia que me quedaba.

– Vamos pequeña – Dije con ánimo para entrar ambas en el ascensor que daba a la primera planta de la compañía, no tardamos en descender por este hasta llegar al control, el tipo me miró realmente sorprendido y yo a él le observé con curiosidad, ¿por qué esa actitud?

– No llegas en muy buen momento pequeño... – Dijo este cuando yo ya me había acercado y colocaba mi dedo pulgar sobre la pantalla para que el escáner supiera que era yo. – ¿Está Smith ocupado? – Pregunté sin hacerle demasiado caso mientras miraba a mi alrededor, echaba un poco de menos las instalaciones de Umbrella, era ya la única casa que me quedaba. – ¡Y soy una niña! – Exclamé de mala gana mientras tiraba de Nymeria para que entrase conmigo, la loba se quedó ahí quita y tuve que empujarla. – ¡Vamos chica! – Iba diciendo con cierto esfuerzo. – No creo que te dejen pasar con eso – Decía el recepcionista. – Yo creo que si – Contesté sin más. – ¿Cómo estás tan segura? – Preguntó él al tiempo que Nymeria por fin me hacía caso y ambas entramos en Umbrella, pasando el control. – Fíjate bien, ya está dentro... – Dije con cierta burla mientras empezamos a avanzar ambas. – ¿Control?, ¿el tipo que ha llegado con los soldados acaba de matar a Smith, tenemos nuevo jefe – Aquella voz sonó a través de la radio de recepción, me volví de golpe al escuchar aquellas palabras, ¿Smith muerto? – Nuestro nuevo jefe se acaba de cargar al viejo... Esta compañía es de locos, están buscando a los fugitivos, tengo que ayudar te dejo... – Me quedé allí de pie completamente petrificada mientras Nymeria me rodeaba y daba vueltas intranquila para acabar ladrando, no fue hasta que hizo esto cuando reaccioné y eché a correr por el pasillo intrudociéndome más en el interior de la base, Smith no podía estar muerto.

Abrió los ojos de golpe y los clavó en aquel que le hablaba, le miró fijamente aturdida, sin llegar a decir nada, seria, con la mirada fija en los ojos de él, aquella sensación de frío había desaparecido al fin, no era algo que le llegase a molestar, incluso se sentía bien así, por eso ahora sabía que había algo que no iba bien y no le gustaba, un bostezo salió de su boca al tiempo que desviaba la mirada hacia otro lado y veía a más personas, el silencio se había roto, los golpes, gritos la rodeaban y la perturbaban, la voz amable de aquel que al miraba con fijeza resonó tan cerca que se volvió obligada a mirarle.

Alzó con lentitud su mano derecha, poco a poco hasta que sus dedos tocaron su cara y con la yema de estos acarició la piel de él igual que lo hacía con ella, entonces aquel ruido provocó ese horrible dolor de cabeza, le dolía con tanta fuerza que cerró los ojos soltando un pequeño grito que acabó finalmente ahogándose tan rápido como empezó. La mano que había alzado cayó rápidamente y ella acabó sumida una vez más en aquel sueño profundo y obligado en el que los sedantes volvían a hacer efecto. Ajena a todo aquello que estaba ocurriendo ahora, los ruidos, la muerte que iba a por ellos, las fugas, soldados, secuestrados...

Seguía en aquel sueño profundo volviendo a visualizar aquel bosque y todo lo que la rodeaba como antes, sin llegar a reconocer nada pero sientiéndose algo más tranquila que hacía tan solo un par de segundos.

– Dejame ayudarte con esto – dijo cargando con Esmeralda a Nicholas. No le conocía y no le importaba mucho la situación que pudiera tener el hombre, pero su indiferencia no podía llegar a Esmeralda, quien parecía tener una relación cercana con él – por la preocupación que había demostrado – y Celeste a pesar de todo, era leal a su amiga, y conservaba un poco de humanidad todavía.
Entre las dos pudieron llevarlo al ducto, donde una pequeña niña apareció, mirando anicholas y pidiendo ayudar… ¿Qué demonios hacía una cría en ese lugar?
Celeste no recordaba haberla visto, y se preocupó por su falta de atención… por su falta de importancia sobre esas personas.

Dejó a Esme y a Nicholas junto al ducto, listos para cruzar, y se arrodilló para ver a la pequeña – Ser pequeña es bueno querida, mira – le entregó su beretta. [color/cyan] - ¿Sabes usarla? Tienes que tomarla con ambas manos, los brazos flexibles pero procura no tomarlos con debilidad, te podrías golpear el rostro si disparas. Estas [/color] – le mostró los cartuchos del arma – son balas, si se te acaban tendrás que ponerlos por aquí para que tengas más disparos intentaba explicarle con rapidez pues sentía que el tiempo no estaba de su lado. Y como un llamado infernal, su pensamiento se volvió una realidad al abrirse la puerta y dejar salir al enorme B.O.W y a… la misma criatura que encontrara en la vieja base de Atlanta con Esmeralda.

– Dios… – miró aterrada, y tomó el rostro de la niña para que no pudiera ver lo mismo que ella – Tengo una misión especial para ti cielo – dijo con convicción, intentando hacerla sentir importante. – Vas a bajar con Nicholas y Esmeralda por ese ducto, los vas a proteger y vas a salir con vida de aquí ¿Entendido? Lo más importante es que salgas con vida de aquí, y si lo logras, en donde estuvimos esperando para entrar encontraras un pequeño cactus circular, busca ahí y encontraras un pequeño aparatito… tómalo, póntelo en la oreja, presiona el botón azul y pide que te recojan, di que Celeste te ha enviado. – La empujó por el ducto, enviándola al otro lado y mirando a Esmeralda y a Nicholas gritó

– Váyanse de aquí, nos veremos después ¿Entendido? Debes ponerte a salvo Esme – dio media vuelta sin buscar respuesta de su amiga, tomó el revolver en su mano y comenzó a disparar al grandote.

- ¡Usen granadas en el insecto ese! – gritó desesperada.

– Salgamos todos de aquí ¡YA!

-¿La chica muerta?-Pregunté dudoso asomándome por el conducto para visualizarlo todo mejor, era algo confuso pero más o menos sabía lo que era. -Dejadla, no es ella-Concluí sin más, aunque entendería que pasaran de mi idea, era una forma bastante fría de pensar, pero si la chica había muerto, seguía estando muerta, así que daba exactamente igual, a Umbrella le encantaba clonar gente para experimentos y cosas así por el estilo. A saber que habrían hecho con ella, pero nada por lo que podía ver al otro lado parecía que el tal Bécker la llevaba en brazos, rodé los ojos con desesperación, entendía que estuvieran mal por su perdida, pero eso tan solo era engañarse, como una sustitución, como cuando mi padre me compró otro hamster igualito a uno que se había muerto y yo no me enteré de que el primero estaba muerto hasta meses más tarde. Habría sido mucho mejor que no dieran con ella. Pero ya era tarde, se la querrían llevar. Ayudé al chico (Arthur) a sentarse en el suelo al igual que a Katherine y me asomé por el conducto.

-¡¿Qué pasa?!-Grité entonces cuando vi a Belikov moviéndose de un lado a otro como un completo gilipollas, así que rápido me lancé al conducto y gateando fui directo hacia ellos para ver a aquella cosa y detrás lo otro, esa masa negra avanzar, entendí rápidamente lo que el pasaba a Belikov, me lancé a por él recogiendo el cuchillo del suelo viendo como por su brazo una figura redonda subía en dirección al cuello, rápidamente hundí el cuchillo en esa zona de la piel sacando a esa especie de escarabajo y así lanzárla lejos, cuando Hiel me pedía instrucciones, le miré serio y con preocupación.

-Si... ¡¡CORRED MALDITA SEA!!-Empecé a gritar señalando el conducto y empujando a todos los que estaban por allí, el Bow iba a por nosotros y con ellos los bichos. -¡¡Disparad para distraerlo mientras pasaremos al otro lado a los demás, rápido joder!-Tiré de Josh que se había caído al suelo y empecé a empujarle hasta el conducto.

-Lo siento princesita, pero es hora de espabilar...-Como pude, porque el tío pesaba también lo suyo lo alcé y metí en el conducto para pasarlo al otro lado. -Vamos tirad de él-Me volví hacia atrás y me volví hacia Bécker.

-No os la llevéis, es un consejo, ella murió en el motel, no es la persona que está aquí, ni siquiera se podría decir que sea una persona, no seré yo quien os haga elegir que hacer, pero hacedlo rápido-Sin más saqué la carabina y empecé a disparar en la dirección de aquellos bichos, a los que se iban acercando demasiado.

-¡¡Nadie se quedará aquí, vamos ya, id pasando todos!!-Gritaba rápido mientras disparaba. -¡No podéis utilizar más granadas, de milagro no se ha venido la planta abajo antes con esa...!-Dije entonces cabreado, encima aquella estancia no era muy grande, eso acabaría con todos los que estábamos aún en la zona. -¡Id pasando cerraremos el conducto con la tapa, el grandote no podrá pasar y a los pequeñajos les costará un rato, vamos...-Insistía en aquello. Para cuando aquellas cosas lograsen salir al otro lado nosotros ya estaríamos fuera y la enorme puerta cerrada, si lo hacíamos bien aún podríamos seguir juntos.

Sonreí al ver a mi hermana, Bécker la llevaba en brazos en dirección al conducto, me acerqué a ambos y acaricié su rostro con una sonrisa amble en el mío, estaba bien, o al menos lo parecía, ayudé a que la llevaran a la otra parte y aún no me fui de allí, ya habían pasado al otro lado a una chica rubia, Jared también había ido, a la chica que parecía llamarse Nova también la ayudamos a pasar, un chico moreno, (Arthur), después otro tipo al que no conocía (Nicholas), y Josh. Fue Kenneth quien le ayudó a pasar, Belikov estaba gritando primero y Kenneth se acercó para hundir un cuchillo sobre la piel,me impactó entonces ver de lo que se trataba, Belikov que ahora sangraba del brazo no parecía estar muy bien, por lo que me acerqué hacia él para ayudarle a pasar, todos e acababa de ir a la mierda cuando se abrieron las celdas que no debían, solas.

Cuando Belikov pasó me fijé entonces en Bécker que sujetaba a alguien entre sus brazos, todo fue muy rápido, Kenneth decía que la dejásemos y Bécker la llevaba ahí, alcé una mano a mi boca impactada.
¡Noo, se viene con nosotros, es, es ella...! exclamé acercándome a ambos para verla mejor, era Vanessa, era ella y no la podíamos dejar allí no pensé en otra cosa, tiré de Bécker hasta el conducto y me metí en él como pude al tiempo que le ayudaba a él para poder pasar a Nessa por el conducto al otro lado, salí yo primero mientras escuchaba los disparos y tiré de Vanessa con cuidado para sacarla de ahí y sentarla en el suelo, mi hermana estaba al lado, me arrodillé ante ambas mirándolas casi a punto de romper a llorar, las di por muertas a ambas.

Kath, Nessa... Despertad por favor... dije con cierta desesperación en mi voz.

Estaba aún mirando a Nicholas, no parecía despertar y Bae no había aparecido aún. -Nick despierta- musité pellizcándole en la pierna, tenía que despertar, no me importaba si luego se enfadaba conmigo, tenía, debía, despertar. Prometió cuidarme como si fuera su hermana pequeña y si moría no cumpliría, es más me mataría. -Vamos hermanito, lo prometiste- musité.

Miré a la mujer (Celeste) que se había agachado delante de mi y miré la pistola que me tendía. Bueno, momentos desesperados medidas desesperadas o algo así ¿no? Asentí rápidamente asimilando lo que me decía -Pero no tengo buena puntería se me da mejor la katana- musité rápidamente. Suponía que a ella le importaba un bledo, que solo quería mantener con vida a la otra mujer y que por ello se había quedado pero no me preocupaba mientras sacáramos de aquí a Nicholas.

Guarde en un lugar accesible los cartuchos y en mi cinturón, donde había hecho unos arreglos para llevar dos espadas donde solo uno de ellos estaba ocupado, puse la pistola asegurada. Unos segundos después vi la cosa más enorme y más horrible que pudiera ver en cualquier lugar o momento, mi mente no iba a estar muy bien de esto. Si mi padre decía a bromas que necesitaba en su momento un psicólogo, ahora lo iba a necesitar de verdad. Iba a tener pesadillas con esa cosa enorme y horroroso.

En cuanto la mujer me cogió la cara la atendí olvidándome momentáneamente de la horrible bestia. Asentí a todas sus instrucciones con los ojos llorosos, ¿se estaba despidiendo? No podía despedirse, ella se había portado muy bien conmigo y no quería que nada malo le sucediese. Pero finalmente asentía todo lo que dijo y no pude evitar abrazarla -Gracias Celeste, haré todo lo que me has dicho- dije rápidamente. Luego me empujó por el conducto y me giré para ayudar a meter a Nicholas. -Vamos vamos- dije preparada para tirar de él. Siempre podría moverlo o dirigirlo en el trecho que había si lo empujaban por detrás.

Su mente estaba por las nubes de la Luna cuando noto como unas manos le tomaban los hombros, por un momento tuvo la sensación de querer darle un puñetazo a aquel que ose tocarla en ese instante mas su fuerzas estaban débiles y noto como era llevada- Nacho... Cowboy de pacotilla - exclamo antes de reírse por su insulto que lo dije de una forma algo vaga, fue en ese entonces cuando noto una voz extremadamente familiar, Esmeralda había llegado, dios era una vergüenza teniendo en cuenta que era una exploradora, rastreadora y cazadora por naturaleza. Pronto comenzó a mirar a su alrededor para ver a Miranda de refino a lo que la dejo en shock. Mientras era llevaba da de un sitio a otro sin que ella pueda hacer nada.