₪ Primer Arma {O P C I O N A L}

No tenía nada. Nada para sobrevivir.

No aguantaría mucho sin un arma, Hunter me había enseñado un par de trucos y había muchas cosas cotidianas que se podían usar como un arma. ¿Pero qué podría usar mejor para mi como arma? Aquella era una buena pregunta, pues yo no sería capaz de utilizar cualquier cosa como arma.



Trataba de esconderme, de no ser vista, de huir de los peligros y no se me daba mal, tal vez yo estuviera hecha para eso y no para pelear. Paseaba cabizbaja por callejones, zonas aisladas... día tras día, noche tras noche...

Me refugiaba como de costumbre en una vieja casa, en apariencia estaba desierta, dos zombies aguardaban en el garaje, y no fui consciente de ello hasta que entré en aquella estancia. Cuando quise escapara fue tarde, logré distraer a uno, forcejear con otro y cuando todo lo daba por perdido... vi esa cosa en la mesa de trabajo: una palanca de hierro. Logré hacerme con ella.

Cuando salí de aquella casa manchas de sangre coagulada ensuciaban mi ropa, rostro y mi nueva adquisición. Sí, esa arma me resultaría útil.

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'Primer Arma' :

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@Phoenix Hemmer ¡Hecho!

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Necesitaba comida. Llevaba unos días sin comer, así que no quedaba más remedio. Me acerqué con el coche que aún le quedaba algo de gasolina a aquella zona que le gustaba tanto a Axel: Centro Comercial. Desde que tenía 8 años siempre quería celebrar ahí su cumpleaños... Excepto este último año, 15 años, él decía que era mayor para esas cosas....
Agité la cabeza para borrarlo momentáneamente de mi cabeza y centrarme en la comida.
La puerta de aquel centro comercial estaba abierta, miré de reojo a ambos lados y junto a unas papeleras brilló algo, me acerqué silenciosa y la cogí. Aquella palanca de hierro podría servirme como arma.

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Hacía ya muchísimo tiempo que había salido de New York, esa ciudad maldita para siempre. Bueno, si sólo fuese la ciudad... El resto de su escuadrón se había dispersado, habiendo desaparecido y, hasta el momento, no había recibido ninguna noticia de los mismos. ¿Su familia? Muertas, habían sido mordidos por una pareja de enfermos y, poco después, habían resucitado. ¿Su superior y mejor amigo? También había muerto. De hecho, se había sacrificado para que Eilán no fuese devorado por sus propias hija y mujer. Estaba bastante sólo en el mundo. En ese mundo que se caía, sin poder remediarlo, a pedazos, sucumbiendo ante las hordas de no muertos y otras horrendas criaturas.

De eso ya hacía varios meses, no sabía cuántos exactamente, pero había conseguido, misteriosamente, sobrevivir. Tal vez su entrenamiento habría ayudado a ello, es posible, pero incluso soldados mejor capacitados que él habían perecido. Quizá sólo habría tenido suerte y esperaba su final.

Un día consiguió llegar a un enorme chalet, apartado de lo que había sido una pequeña ciudad. Debía de pertenecer al alcalde o a alguien importante de esa ciudad, más pequeña que Raccoon City, antes de ser destruida por Umbrella. Allí no encontró ningún peligro, pero si reservas de comida que podrían durarle un par de semanas. Además, tenía un pequeño muro levantado alrededor de la casa, por lo que podría aguantar allí un tiempo, antes de seguir con su camino.

Entre las pertenencias de esa persona, había varios palos de golf. Nunca le había gustado ese deporte. Es más, lo encontraba bastante aburrido. Sin embargo, parecía estar hecho de un material resistente, así que... Bueno, básicamente podría servirle como arma de autodefensa. Después de todo, había perdido todo su equipo al huir de New York.

No muy lejos de allí, en lo que parecía ser un desván al que se accedía bajando unas escaleras presentes en el hall de la casa, pudo ver al que, según las fotografías que había ido viendo por todo el edificoo, era el dueño del mismo. Se trataba de un hombre de unos 50 años, de pelo canoso y ojos azules. Estaba colgado del techo con una soga que parecía a punto de romperse. Al verle, el aparente cadáver comenzó a moverse, como si quisiera comérselo. A modo de venganza, Eilán primero quiso humillar al no-muerto, por todo lo que éstos habían hecho, por lo que rápidamente agarró un par de pelotas de golf y comenzó a realizar varios lanzamientos, bastante malos por otra parte.

Sin embargo, en el momento en el que una de las pelotas de golf, la última que lanzaba, daba toda la cara del putrefacto y se incrustaba en una de sus mejillas podridas, la cuerda que mantenía su cuerpo suspendido en el aire se rompió. Lleno de rabia, Eilán descendió por las escaleras y atizó el cuerpo del zombie con el palo de golf en repetidas ocasiones, impidiéndole levantarse y asegurándose de romperle las piernas para que no se levantara. Instantes después, para acabar con él definitivamente, subió un par de escaleras y, con un salto ágil, dejó caer sus más de 90 kilos de peso sobre la frágil cabeza del infectado, terminando así con su miseria. Momentos después, rompió a llorar, acordándose de todo lo que había perdido y la rabía que le daba no poder hacer nada por ellos.

Pasadas unas semanas y después de enterrar al hombre muerto, se agenció el palo de golf, llevándoselo como una arma de protección que esperaba que no le fallara nunca. Al fin y al cabo, en este oscuro mundo, cualquier día podía ser el último...

Días después llegaría a su actual hogar, el campamento Silver Lake...

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@Will Shafter avisa cuando edites tu mensaje así se agrega el cuchillo de cocina.

Edito: Ya está actualizado el cuchillo de cocina en el inventario de Will.

- Un... cuchillo - eso no se lo esperaba. Honestamente, para tanto tiempo que había pasado sobreviviendo con su gente en esa tierra devastada, consideraba más apropiado alguna pistola, de preferencia 9mm que le parecían sumamente agradables, o un rifle... pero Sigismund decidió que le cuchillo sería una mejor opción.


Todo lo habían tomado tras un enorme saqueo programado a una pequeña banda de saqueadores que encontraron en una expedición, gente sin educación ni valor para la humanidad. Asesinos sin razón, ladrones... El asedio duró poco tiempo y el botín había sido escaso, más no desagradable, igual...

- ¿Me darás un cuchillo? ¿En serio? - la respuesta fue una leve sonrisa, el hombre no esperaba que ella quedara en ridículo con sus súbditos, pero en ocasiones era sumamente sobreprotector.



- Solo espero no terminar en la cocina... - dijo, imaginando la escena con cierta gracia.

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Necesitaba regresar junto a Sky…

No podía dormir. No podía pegar un ojo sabiendo que ella estaba sola en algún lado en esa pútrida ciudad. Eric pegó la frente a la pared sucia de su izquierda apretando los ojos en un vago intento de apartar la imagen de la horda de su mente.

Nada servía.

Se levantó del suelo con sus brazos cansados colgando de cada lado y emprendió marcha por el lugar con la esperanza de no encontrarse a ningun infectado. Por primera vez se consideraba suertudo, al menos dentro de su miseria, y fue cuando encontro un cuerpo sin vida apoyado de la pared. La luz de la luna hacía resplandecer un arma plateada, un tanto opaca, un revolver. Eric se acercó con cuidado para evitarse alguna sorpresa, pero su mano llegó al arma y el muerto era sólo eso.. un muerto. Eric se irguió rápidamente poniendo distancia con el arma en sus manos. El arma estaba vacía, lo sabía por el peso y suspiró mirando la silueta del caído. No podía seguir perdiendo el tiempo... debía encontrar a Sky.

El miembro 'Eric A. Yurievich' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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El cañón apuntaba la cabeza del infectado que poco a poco se acercaba a la joven agente de Umbrella. Era un disparo imposible de fallar. El reanimado seguía caminando en su dirección, a paso lento y cansado como si supiera que su esfuerzo era en vano pues Mick dispararía en cuanto cruzara la línea imaginaria de la meta. Faltaba poco para que el infectado llegara y la muchacha quitó el seguro del arma y puso el dedo en el gatillo.

3...
2...
1...

Apretó el gatillo, pero no hubo disparo. La sorpresa de no escuchar la detonación le dio una ventaja al muerto viviente que se abalanzó sobre la chica. El arma cayó al suelo con un ruido seco y se arrastró con un golpe de un pie torpe. Mick estaba contra la pared forcejeando con el pútrido hombre que intentaba poner sus dientes en su carne. La chica se apoyó de la pared para poner su bota en el torso del infectado y empujarlo lejos de ella. El plan funcionó y el infectado se alejó con torpeza permitiéndole correr a la cocina del viejo apartamento. Las gavetas crujieron cuando Mick las abrió con prisas, pero nada útil encontraba. Al final, un cuchillo apareció. Era un milagro. La joven se volvió sobre sus talones justo cuando el infectado se asomaba en la cocina y el cuchillo voló por el aire en línea casi recta incrustándose en el ojo del maldito.

Mick sonrió apoyándose del mostrador de la cocina respirando pesadamente. Estuvo bastante cerca...

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"Esas cosas parecen tener como punto débil la cabeza, si no les das ahí no dejan de moverse. Digno de una película de terror, mueres y te reanimas para luego comerte a los que están vivos de verdad. ¿Qué haría el si estuviese aquí.
#Pag 100"


No podía dejar de correr, eso significaría la muerte; la gente alborotada escapaba sin control intentando refugiarse en cualquier sitio. Algunos tomaban decisiones horribles y cometían acciones atroces, cosas que si la joven Yeli Li las hubiese visto antes del desastre podría ser una primicia, un gran titular de su programa; algo como "Hombre dispara a sangre fría a un niño de 12 años", pero ya todo no es como antes. El tumulto de gente se aglomeraba al final de la calle, no lograría pasarlos y probablemente sería alcanzada por los monstruos que los estaban correteando. Incluso los callejones que daban a lugares mas vacíos eran ocupados por esas cosas.

Y entonces el grito de dolor de una mujer la alertó; estaba siendo comida viva por tres de esas cosas, un hecho terrible pero la salvaría de esa situación tan alarmante en la que estaba. Mientras los zombies devoraban a esa mujer Yeli Li podía pasar sin problema por el callejón que estos habían dejado descubierto.

¿¡Quién lo diría!?, están muertos, pero no son tan idiotas. Uno de ellos se lanzó sobre ella e intentó morderla;no pudo evitar gritar de miedo al ver tan cerca su muerte. Cayó al suelo pero por suerte sus anteojos se mantuvieron en su cara, por otro lado sus intentos de pedir ayuda no serían escuchados, los gritos de la gente descontrolada eran suficientes como para evitar que alguien se percatara de lo que le sucedía y la ayudara.

Intentó tomar un cuchillo de cocina que estaba justo al lado (probablemente de la mujer que se estaban comiendo), pero por mas que intentó no lo logró. Estaba apunto de morir, pero en un breve instante logró empujarlo y quitárselo de encima. Empezó a arrastrarse horrorizada, aun gritando de miedo, pero aun así, sabía que no podía titubear en ese momento, estaba asustada pero estaba consiente y no quería morir ahí. Tomó aquel cuchillo y corrió lejos del lugar, esperando salir del infierno de ciudad en el que estaba atrapada.

El miembro 'Yeli Li' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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¿Feliz Navidad?