- Welcome
- Basic
- Extra!
Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
Conectarse
Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 10 usuarios en línea: 1 Registrado, 0 Ocultos y 9 Invitados :: 1 Motor de búsquedaHarvey Black
Élite {50/54}
|
Hermanos
Directorios
|
₪ Primer Arma {O P C I O N A L}
Página 10 de 33. • Comparte
Página 10 de 33. • 1 ... 6 ... 9, 10, 11 ... 21 ... 33
Recuerdo del primer mensaje :
▧ Os regalamos el primer arma.
▧ El resultado es aleatorio y si no os interesa no es obligatorio que os quedéis el objeto.
▧ Podéis usar el arma aunque aún no esté actualizada en vuestro perfil, siempre y cuando hayáis hecho bien el registro.
▧ Sigue estos pasos, es muy sencillo:
1º Pulsa el botón responder, de abajo.
2º Escribe cualquier cosa en el mensaje.
3º Debajo de las opciones "Previsualizar" y "Enviar" escoge la lanzada de dados "Primer Arma", deja el número de dados en uno y dale a enviar.
4º A continuación de tu mensaje, saldrá una respuesta automática de Agent 4.0 con tu objeto ganado, si te interesa el objeto deberás editar tu mensaje y en él narrar como lograste el objeto.
Nota: Hay veces que a lo mejor responde otra persona cuando estáis haciendo esto y al enviar os sale eso de: "Se ha enviado otro mensaje mientras..." Y os da la opción de modificar o registrar, tenéis que modificar y volver a señalar el dado otra vez, porque al salir eso se desactiva la lanzada. Si no editáis el mensaje con un mínimo de cuatro lineas narrando como encontrasteis el objeto no se os colocará en el perfil.
Primer Arma
1º Pulsa el botón responder, de abajo.
2º Escribe cualquier cosa en el mensaje.
3º Debajo de las opciones "Previsualizar" y "Enviar" escoge la lanzada de dados "Primer Arma", deja el número de dados en uno y dale a enviar.
4º A continuación de tu mensaje, saldrá una respuesta automática de Agent 4.0 con tu objeto ganado, si te interesa el objeto deberás editar tu mensaje y en él narrar como lograste el objeto.
Nota: Hay veces que a lo mejor responde otra persona cuando estáis haciendo esto y al enviar os sale eso de: "Se ha enviado otro mensaje mientras..." Y os da la opción de modificar o registrar, tenéis que modificar y volver a señalar el dado otra vez, porque al salir eso se desactiva la lanzada. Si no editáis el mensaje con un mínimo de cuatro lineas narrando como encontrasteis el objeto no se os colocará en el perfil.
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Actualizado}#
Enjoy the Silence 4.0
Enjoy the Silence 4.0
Durante su estadía en aquella ciudad, se había separado nuevamente del grupo inicial. Su instinto de lobo solitario no hacía más que acrecentarse durante aquellos momentos, a pesar de que la misión consistía en eliminar a un… Cabo suelto, un fallo eliminable en el sistema, dentro de un edificio. “Se demoran mucho”, pensó el miembro de la USS, lo que provocó que en cierta instancia, cuando nadie se encontraba mirando, desapareciera en medio del manto oscuro que era la noche. Una noche más para el hombre del saco era la presente, a pesar de que las calles se encontraban albergando más de un solo horror en sus diversas moradas.
Los movimientos se sentían mientras el hombre, el cobarde objetivo, se arrastraba por el suelo. Sus piernas rasgadas, con signos de pelea en ambos brazos, y un pedazo de oreja fuera de lugar. Sus llantos no eran escuchados, pero lo que sí era discernible dentro de aquel macabro escenario eran los lentos y pesados pasos del hombre, cuyo único signo de presencia visible era la máscara de gas que poseía, y los lentes rojos que reflejaban la poca luz presente en aquella lúgubre habitación. Cuerpos de infectados se encontraban dentro de aquel desastre que era el escondrijo, líquido carmesí bordeando las paredes. “¡P-Por favor, detente. Puedo pagarte más que los malditos de Umbrella!”, aquello era lo que hizo detener al hombre enmascarado, sus respiros escuchados a través del filtro. Por un momento, el objetivo parecía haberse calmado. Sonreía mientras el hombre que podría haberle asesinado se alejaba de su localización como un milagro de quien estuviera allí arriba, en los cielos.
Sin embargo, nada había acabado.
Hound desapareció al ir a otra habitación, y mientras miraba lo poco que había ahí, encontró algo que le atrajo. Entre todo aquel desolado almacén de objetos y suministros escasos, un bate sobresalía en la multitud. Uno de aquellos que solían utilizarse en los ya inexistentes juegos de béisbol que jugaba con su hermano en los mejores tiempos. Sin embargo, en ese momento serviría otro propósito. Se acercó lentamente al instrumento deportivo, tomándolo con ambas manos mientras lo analizaba detrás de la cobertura facial. Su brazo bueno aún funcionaba como debería, por lo que no tomaría mucho tiempo. Se estaba cansando ya.
El antiguo científico, que miró con terror al hombre tras el mito, se dio cuenta de una cosa en aquel instante, mientras el bate se hundía en el cráneo múltiples veces con precisión quirúrgica. Se dio cuenta de una cosa, antes de que Fletcher saliera de la habitación, bate sucio en mano y mirada indiferente en su rostro, ya que había esperado que se rompiera en el proceso.
No se puede negociar con el hombre del saco.
Los movimientos se sentían mientras el hombre, el cobarde objetivo, se arrastraba por el suelo. Sus piernas rasgadas, con signos de pelea en ambos brazos, y un pedazo de oreja fuera de lugar. Sus llantos no eran escuchados, pero lo que sí era discernible dentro de aquel macabro escenario eran los lentos y pesados pasos del hombre, cuyo único signo de presencia visible era la máscara de gas que poseía, y los lentes rojos que reflejaban la poca luz presente en aquella lúgubre habitación. Cuerpos de infectados se encontraban dentro de aquel desastre que era el escondrijo, líquido carmesí bordeando las paredes. “¡P-Por favor, detente. Puedo pagarte más que los malditos de Umbrella!”, aquello era lo que hizo detener al hombre enmascarado, sus respiros escuchados a través del filtro. Por un momento, el objetivo parecía haberse calmado. Sonreía mientras el hombre que podría haberle asesinado se alejaba de su localización como un milagro de quien estuviera allí arriba, en los cielos.
Sin embargo, nada había acabado.
Hound desapareció al ir a otra habitación, y mientras miraba lo poco que había ahí, encontró algo que le atrajo. Entre todo aquel desolado almacén de objetos y suministros escasos, un bate sobresalía en la multitud. Uno de aquellos que solían utilizarse en los ya inexistentes juegos de béisbol que jugaba con su hermano en los mejores tiempos. Sin embargo, en ese momento serviría otro propósito. Se acercó lentamente al instrumento deportivo, tomándolo con ambas manos mientras lo analizaba detrás de la cobertura facial. Su brazo bueno aún funcionaba como debería, por lo que no tomaría mucho tiempo. Se estaba cansando ya.
El antiguo científico, que miró con terror al hombre tras el mito, se dio cuenta de una cosa en aquel instante, mientras el bate se hundía en el cráneo múltiples veces con precisión quirúrgica. Se dio cuenta de una cosa, antes de que Fletcher saliera de la habitación, bate sucio en mano y mirada indiferente en su rostro, ya que había esperado que se rompiera en el proceso.
No se puede negociar con el hombre del saco.
El miembro 'Benjamin Fletcher' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
Horas y horas pasaban luego del ataque de los zombies en New York, era de día y JJ estaba acostado en su cama pensando en que hacer luego de todo lo que pasó, su mirada estaba pegada al reloj que tenía en su pared, este daba las 10:14 de la noche, su puerta estaba cerrada con llave por si alguien quería entrar, había escuchado muchos ruidos y por su ventana veía a personas que saqueaban tiendas, se hubiese metido pero ellos tenían armas de fuego y eran grupos de al menos cinco personas mientras que él no tenía nada, eso pasa al no robarte las armas de la armada, que pendejo.
—Esa cosa horrorosa me mordió, era una gran plasta de mierda, iba a morir, estaba seguro que iba a morir, pero luego de varias horas sin cambiar o morir me sentí el hombre más afortunado en esta estúpida vida, hasta recé el Ave María como mi linda maita me enseñó (Es la tía de mi papá, o era porque ya se murió, ¿Tía abuela? ¡Algo así es!). Todo estaba muy bien hasta que me puse a recordar que dejé al ejército cuando estaban atacando a los muertos esos, mis panas me matarían si se enteran que sigo vivo, ¿Y si viene alguien acá, a mi departamento? ¿Alguien saldría vivo de esa masacre? ¡Uffs! Mejor me voy a la casa de mi prima segunda que vive en Chicago, ninguno sabe que tengo una prima en Chicago que puede que esté viva, ¡A la verga! ¿Y si está muerta? ¿Habrá dejado las llaves bajo el tapete o alguna roca falsa como hacen estos gringos que creen que uno no se da cuenta? Si son pendejos, es en donde primero vamos a buscar, dígalo, usted que me lee la mente, ¿Verdad que sí?.
El sonido de la manilla de su puerta lo sacó de sus pensamientos, —¡Mierda! ¿Qué coño fue eso?— Se sobresaltó sin recordar que estaba herido, le vino una punzada justo en el centro de la mordida que tenía vendada. Se levanto y se dirigió al lugar de donde provenía el ruido, era un hombre intentando entrar en esta, obviamente sin su consentimiento, estaba a punto de hacerlo, lo único que tenía en mano era un destornillador que había olvidado allí luego de terminar de arreglar unas estanterías. El hombre se adentró en su departamento sin previo aviso mientras que el latino se fue a esconder rápidamente en su clóset, esperando a que el gringo entrara en su alcoba para intentar asesinarlo con un débil destornillador, estaba jodido.
Un grito desgarrador fue lo único que escuchó antes de salir y ver como un zombie se comía al hombre, el muy idiota dejó la puerta abierta y su asesino entró. JJ agarró su destornillador y asesino al zombie al clavárselo en la cabeza y al hombre que tenía todas las tripas por el piso de su sala, una escena muy asquerosa, y no lo quería limpiar, mejor se iba a dormir porque en la mañana empacaría sus cosas y se iría de allí, la peste comenzaba.
—Esa cosa horrorosa me mordió, era una gran plasta de mierda, iba a morir, estaba seguro que iba a morir, pero luego de varias horas sin cambiar o morir me sentí el hombre más afortunado en esta estúpida vida, hasta recé el Ave María como mi linda maita me enseñó (Es la tía de mi papá, o era porque ya se murió, ¿Tía abuela? ¡Algo así es!). Todo estaba muy bien hasta que me puse a recordar que dejé al ejército cuando estaban atacando a los muertos esos, mis panas me matarían si se enteran que sigo vivo, ¿Y si viene alguien acá, a mi departamento? ¿Alguien saldría vivo de esa masacre? ¡Uffs! Mejor me voy a la casa de mi prima segunda que vive en Chicago, ninguno sabe que tengo una prima en Chicago que puede que esté viva, ¡A la verga! ¿Y si está muerta? ¿Habrá dejado las llaves bajo el tapete o alguna roca falsa como hacen estos gringos que creen que uno no se da cuenta? Si son pendejos, es en donde primero vamos a buscar, dígalo, usted que me lee la mente, ¿Verdad que sí?.
El sonido de la manilla de su puerta lo sacó de sus pensamientos, —¡Mierda! ¿Qué coño fue eso?— Se sobresaltó sin recordar que estaba herido, le vino una punzada justo en el centro de la mordida que tenía vendada. Se levanto y se dirigió al lugar de donde provenía el ruido, era un hombre intentando entrar en esta, obviamente sin su consentimiento, estaba a punto de hacerlo, lo único que tenía en mano era un destornillador que había olvidado allí luego de terminar de arreglar unas estanterías. El hombre se adentró en su departamento sin previo aviso mientras que el latino se fue a esconder rápidamente en su clóset, esperando a que el gringo entrara en su alcoba para intentar asesinarlo con un débil destornillador, estaba jodido.
Un grito desgarrador fue lo único que escuchó antes de salir y ver como un zombie se comía al hombre, el muy idiota dejó la puerta abierta y su asesino entró. JJ agarró su destornillador y asesino al zombie al clavárselo en la cabeza y al hombre que tenía todas las tripas por el piso de su sala, una escena muy asquerosa, y no lo quería limpiar, mejor se iba a dormir porque en la mañana empacaría sus cosas y se iría de allí, la peste comenzaba.
El miembro 'Javier J. Ventura' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
Actualizado}#
Enjoy the Silence 4.0
Enjoy the Silence 4.0
- Que difícil es la vida del soldado...:
Charlotte había olvidado lo que era poseer un arma de fuego en sus manos, y la forma de combate que había llevado hasta ese momento, había sido defenderse con cualquier cosa que tuviese el filo suficiente para atravesar un cráneo podrido.
Sin embargo, desde que el último cuchillo que había encontrado días atrás había terminado partido en dos, tuvo que comenzar a defenderse cuerpo a cuerpo, algo que evidentemente era una opción mucho más riesgosa que hasta incluso pelear con una rama.
Entro en una casa de un solo piso, con el fin de pasar la noche, ya llevaba mucho sin pegar una pestaña y su cuerpo, se notaba demasiado cansado para continuar. Busco cual era la habitación más segura de dicho lugar movió un par de cosas de las otras habitaciones y en su intento de volverla un poco más segura, vio algo que brillaba levemente ante los rayos del sol que anunciaban que la noche estaba por caer. Se acerco a aquel brillo tenue, y descubrió un sustituto para su cuchillo, un par de tijeras. —Por fin… —Murmuró con un leve halo de tranquilidad, sabiendo que tendría algo básico con lo que podría defenderse o incluso podría serle útil para otra cosa. Sin más luego de aquel descubrimiento, continuo asegurando el lugar donde pasaría aquella noche.
Sin embargo, desde que el último cuchillo que había encontrado días atrás había terminado partido en dos, tuvo que comenzar a defenderse cuerpo a cuerpo, algo que evidentemente era una opción mucho más riesgosa que hasta incluso pelear con una rama.
Entro en una casa de un solo piso, con el fin de pasar la noche, ya llevaba mucho sin pegar una pestaña y su cuerpo, se notaba demasiado cansado para continuar. Busco cual era la habitación más segura de dicho lugar movió un par de cosas de las otras habitaciones y en su intento de volverla un poco más segura, vio algo que brillaba levemente ante los rayos del sol que anunciaban que la noche estaba por caer. Se acerco a aquel brillo tenue, y descubrió un sustituto para su cuchillo, un par de tijeras. —Por fin… —Murmuró con un leve halo de tranquilidad, sabiendo que tendría algo básico con lo que podría defenderse o incluso podría serle útil para otra cosa. Sin más luego de aquel descubrimiento, continuo asegurando el lugar donde pasaría aquella noche.
El miembro 'Charlotte A. Rogers' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
Actualizado}#
Enjoy the Silence 4.0
Enjoy the Silence 4.0
- Que difícil es la vida del soldado...:
El miembro 'Connor Blacksmith' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
Era de noche, la luz de la luna hacía brillar el suelo húmedo a causa de la lluvia de los últimos días. El silencio de la ciudad era tan sepulcral que el simple echo de poder escuchar el latir de su corazón contra sus tímpanos la estaba sacando de quicio. Y no solo por eso... Verse sola en una ciudad tan grande destruida por el virus que había asolado al planeta, complicaba las cosas.
Había perdido todas sus pertenencias, sus armas, su botiquín y sus ganas de vivir y, lo único que le quedaba eran las chapas de identificación propias y las de su hermano junto con el uniforme que portaba y del que no se veía capaz de desprenderse. Si no fuera por eso, por el tintineo que colgaba de su cuello, ya hubiera perdido la cabeza...
El rugir que provenía del cielo le dio a entender que la lluvia no había terminado y, antes de preocuparse de otra cosa más como era el frío, corrió a refugiarse en lo que parecía una antigua oficina de correos donde la oscuridad era mucho más densa que en el exterior, pero mejor estar allí que bajo la gélida agua que se precipitaba con fuerza contra la desolada ciudad de California.
Allí dentro, en plena oscuridad y con el ensordecedor ruido de las gotas chocar se decidió por esperar tras el mostrador, sentada en aquella silla de ordenador que llevaba mucho tiempo anhelando volver a ser usada. Desde esa posición podría vigilar la puerta principal y la secundaria que daría al resto del edificio y, si las cosas se ponían serias, podría huir por cualquiera de las dos.
Así que, esperando sentada, se dedicó a curiosear el escritorio lleno de polvo, observando el ordenador que no volvería a funcionar jamás, la taza de café a medio beber sobre unos papeles que podrían haber sido importantes y la fotografía de una familia que sonreía feliz al cámara... Todas las cosas que creíamos importantes se quedaron obsoletas con la llegada del apocalipsis y, si ella lo hubiera sabido, tal vez hubiera dicho que si a la cita que le propuso uno de su escuadrón... Si al menos lo hubiera sabido, habría disfrutado más de lo que era el buen vivir...
Se recostó sobre el respaldo mientras barría con la mirada una vez más el escritorio hasta que vio las brillantes tijeras de metal en el pequeño jarroncito. Su mano se estiró y dudo en si tomarlas o no pero, a falta de un buen arma, aquello podría servirle tanto para defenderse como para cualquier otra cosa. Al menos mientras durasen.
Las colocó en el hueco de la pistola que no tenía y suspiró cerrando lentamente los ojos, dejando que Morfeo empezase a rodearla con sus brazos y a sumirla en un profundo sueño...
Había perdido todas sus pertenencias, sus armas, su botiquín y sus ganas de vivir y, lo único que le quedaba eran las chapas de identificación propias y las de su hermano junto con el uniforme que portaba y del que no se veía capaz de desprenderse. Si no fuera por eso, por el tintineo que colgaba de su cuello, ya hubiera perdido la cabeza...
El rugir que provenía del cielo le dio a entender que la lluvia no había terminado y, antes de preocuparse de otra cosa más como era el frío, corrió a refugiarse en lo que parecía una antigua oficina de correos donde la oscuridad era mucho más densa que en el exterior, pero mejor estar allí que bajo la gélida agua que se precipitaba con fuerza contra la desolada ciudad de California.
Allí dentro, en plena oscuridad y con el ensordecedor ruido de las gotas chocar se decidió por esperar tras el mostrador, sentada en aquella silla de ordenador que llevaba mucho tiempo anhelando volver a ser usada. Desde esa posición podría vigilar la puerta principal y la secundaria que daría al resto del edificio y, si las cosas se ponían serias, podría huir por cualquiera de las dos.
Así que, esperando sentada, se dedicó a curiosear el escritorio lleno de polvo, observando el ordenador que no volvería a funcionar jamás, la taza de café a medio beber sobre unos papeles que podrían haber sido importantes y la fotografía de una familia que sonreía feliz al cámara... Todas las cosas que creíamos importantes se quedaron obsoletas con la llegada del apocalipsis y, si ella lo hubiera sabido, tal vez hubiera dicho que si a la cita que le propuso uno de su escuadrón... Si al menos lo hubiera sabido, habría disfrutado más de lo que era el buen vivir...
Se recostó sobre el respaldo mientras barría con la mirada una vez más el escritorio hasta que vio las brillantes tijeras de metal en el pequeño jarroncito. Su mano se estiró y dudo en si tomarlas o no pero, a falta de un buen arma, aquello podría servirle tanto para defenderse como para cualquier otra cosa. Al menos mientras durasen.
Las colocó en el hueco de la pistola que no tenía y suspiró cerrando lentamente los ojos, dejando que Morfeo empezase a rodearla con sus brazos y a sumirla en un profundo sueño...
El miembro 'D. Jia Ivanova' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
Parado en medio de la calle, mientras miraba todo el caos que había a su alrededor con la boca abierta como un tarado y sin poder creerse todavía aquello, el chico argentino trataba de razonar en su quemado cerebro adicto a las drogas que era lo que en verdad estaba pasando…
La puta madre loco el corazón se me va a salir del pecho ¿Qué mierda está pasando? No lo entiendo ¿Dónde está el viejo Manuel? ¿Y Pablito? Las minitas, ellas salieron corriendo antes que yo, las que pudieron claro.
No podía ser tan cagon, no podía dejar a mis amigos así porque si ¿Por qué tenía que haber salido corriendo? ¿Y en qué momento Manuel había conseguido la pipa? Pate el suelo, no sabía que pateaba hasta que vi que era lo que estaba pateando. Lo confundí con una pelota ¡Que boludo! Era una cabeza redonda, de ojos que todavía se movían ¡Que cague de miedo chabón!
Mientras corría de vuelta al hotel donde ranchamos con los pibes buscaba algo en el suelo. Un revolver, hecho miera era decir muy poco para ver cómo estaba. No iba a funcionar pero ni ahí, ni por asomo, ni que le pusiera tres latas de W40 iba a volver a petardear el fierrito, pero al menos ya sabía cómo usarlo. No deje de correr desde que encontré el fierrito y al llegar al rancho agarre lo primero que tenía a mano, que era un palo de fierro o algo así ¿Qué importaba? Quería ver a Pablito, a Manuel, a los pibes de la banda.
¡Y pensar que anoche me había echado un buen polvito con la gringuita! ¿Acaso todavía estaba dormido? No podía ser que todo eso estuviera pasando —¿Manu? ¿Pablin?—. No me respondía nadie, seguí caminando adentro del local, por si me encontraba con alguno de esos dolapes locos de la noche pasada. Nada, no había nada de nada en el local, solo los pibes tirados ahí en el pasillo como si fueran gatos hechos moco. Estaba demasiado nervioso, o capaz que todavía me duraba el saque que me di la otra noche, seguí caminando con el pedazo de fierro en la mano y el caño en la cintura. Nada, me sentí tranquilo porque no estaba Manuel ¿Salió a buscarme? Agarre mi bolso, con mis cosas, me lo colgué al hombro y volví a salir a la calle. Había olor a quemado, arranque a caminar por la primera calle que tenía más cerca por que sabía que si seguía una avenida tarde o temprano iba a llegar a casa. Le rece al Gauchito Gil porque mama y mis hermanitos estuvieran bien.
@K-Mart ¡Editado guapa! La puta madre loco el corazón se me va a salir del pecho ¿Qué mierda está pasando? No lo entiendo ¿Dónde está el viejo Manuel? ¿Y Pablito? Las minitas, ellas salieron corriendo antes que yo, las que pudieron claro.
No podía ser tan cagon, no podía dejar a mis amigos así porque si ¿Por qué tenía que haber salido corriendo? ¿Y en qué momento Manuel había conseguido la pipa? Pate el suelo, no sabía que pateaba hasta que vi que era lo que estaba pateando. Lo confundí con una pelota ¡Que boludo! Era una cabeza redonda, de ojos que todavía se movían ¡Que cague de miedo chabón!
Mientras corría de vuelta al hotel donde ranchamos con los pibes buscaba algo en el suelo. Un revolver, hecho miera era decir muy poco para ver cómo estaba. No iba a funcionar pero ni ahí, ni por asomo, ni que le pusiera tres latas de W40 iba a volver a petardear el fierrito, pero al menos ya sabía cómo usarlo. No deje de correr desde que encontré el fierrito y al llegar al rancho agarre lo primero que tenía a mano, que era un palo de fierro o algo así ¿Qué importaba? Quería ver a Pablito, a Manuel, a los pibes de la banda.
¡Y pensar que anoche me había echado un buen polvito con la gringuita! ¿Acaso todavía estaba dormido? No podía ser que todo eso estuviera pasando —¿Manu? ¿Pablin?—. No me respondía nadie, seguí caminando adentro del local, por si me encontraba con alguno de esos dolapes locos de la noche pasada. Nada, no había nada de nada en el local, solo los pibes tirados ahí en el pasillo como si fueran gatos hechos moco. Estaba demasiado nervioso, o capaz que todavía me duraba el saque que me di la otra noche, seguí caminando con el pedazo de fierro en la mano y el caño en la cintura. Nada, me sentí tranquilo porque no estaba Manuel ¿Salió a buscarme? Agarre mi bolso, con mis cosas, me lo colgué al hombro y volví a salir a la calle. Había olor a quemado, arranque a caminar por la primera calle que tenía más cerca por que sabía que si seguía una avenida tarde o temprano iba a llegar a casa. Le rece al Gauchito Gil porque mama y mis hermanitos estuvieran bien.
El miembro 'Luciano Avellaneda' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
Finales de agosto, West Virginia.
La soledad es constante, hace ya al menos cuatro días que murió Jim el chocolatinas, antes fue Helena, la cocinera, antes que ella William, un joven atleta de salto de pertiga y antes de él Maria, una mujer que no se había recuperado del trauma de haber perdido a sus hijos a manos de los zombies.
"Se que hace tiempo que debí marcharme de este lugar, reunirme con el resto de mi unidad, pero no puedo dejar de pensar en los últimos acontecimientos, he perdido el rastro de Victoria, no consigo encontrarla, ella se llevó mi Mustang, terminaré encontrandola o eso espero al menos, Kyra...La única alma en este apocalypsis que vi con capacidad para la guerra también ha desaparecido, ni siquiera he podido volver a contactar con Jimmy lo cual..." Mientras que el desaliñado ex-teniente se dedica a rememorar, el ambiente no mejora.
Una vieja gasolinera de la que Jim ha estado extrayendo toda la gasolina posible antes de que esta termine por secarse. El lugar está desolado y completamente saqueado. Lo que quedara de comida se termino ayer, tan solo resta el contenido de una pequeña botella de agua a tan solo unas semanas de su límite de caducidad, la cual Adam parece guardar como si fuera oro.
"...Es una puta mierda como el monumento a Washington de alta, o lo que quede de él joder!..."Respira profundamente, sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, mirando las estanterias, lanzadas contra las ventanas para impedir que entre o salga nadie, la puerta, lleva ya unos diez minutos siendo golpeada por caminantes, los no-muertos tienen hambre y no parece haber descanso para Jensen, quien parece volver a la realidad ovservando la puerta, enfocando con los ojos el detalle de cuan desgastado está el eslavón de la cadena de acero que sujeta la puerta, así como el marco de la puerta, casi apostando por que cederá antes.
-Fue una idea de locos Jim, yo no soy ni he sido nunca un escritor retirado...-Con mucho esfuerzo, posa su diestra en el suelo, su cabello ha crecido hasta ser una melena que le cubre hasta la altura de los hombros, lleva casi 1 mes sin afeitarse, su barba ya es prominosa, va vestido con vaqueros y botas, su torso va cubierto por una chaqueta de motero tachonada con láminas de acero que Helena le ha coneccionado. Su aspécto es el de alguien a punto de morir de deshidratación e inanición.
-Siempre fui un asesino...-Las lágrimas empiezan a brotar de sus ojos, aprieta con mucha fuerza los dientes, recordando sus rostros. Como siempre Helena animaba a todos con sus historias, como era capaz de hacerte olvidar tu mal día con un plato de su sopa, caliente y reconfortante.
-Este lugar trajo paz a mi alma...-Con su siniestra apoya el puño en el suelo también, quien otrora fuera un marine invencible, parece por ahora completamente destruído, tanto física como mentalmente.
Consigue ponerse de rodilas con mucho esfuerzo, pero vuelve la vista al frente, la puerta aun no cede, por mucho que el la sigue mirando.
-Will...No te merecías morir así, no tan joven, estabas lleno de vida, lo siento chaval...Pero nunca te recuperaste de ver el dolor de Maria...-Cierra los ojos recordando el dolor de la mujer de mediana edad que apareció gritando y llorando porque sus pequeños habían muerto.
-Todos...Fue un placer y casi una segunda oportunidad de vivir junto a una nueva familia, pero...-Se pone de pié con un grito junto a un poco más de esfuerzo.
-Se...Que sabiendo la verdad os avergonzaría si me dejara comer...Por eso...-Medio tambaleándose se acerca hasta llegar al mostrador, deja caer el torso del cuerpo sobre este, extiende el brazo con un quejido propio de un zombie, alcanza una vieja caja de munición de la época de la guerra de vietnam, la atrae hacía él, arrastrandola por el mostrador, con sus últimas fuerzas.
-Gracias a esto, tu siempre conseguías darnos a todos una lección Jim, eso y esas sabrosas chocolatinas que siempre guardabas...
El sonido del marco rompiendose logra que trata de incorporarse del todo, al tiempo que escucha como se rompe el eslavón y todos caen al suelo por la fuerza del empuje estorbandose para volver a ponerse en pié y bloqueando la única salida posible.
Jensen se da la vuelta y apoyando la espalda contra el mostrador, con las rodillas temblando por el esfuerzo, abre la caja y de dentro, saca una granada, firmada por todos ellos, incluído Adam, quien solo ha revelado su nombre real a esas personas, aunque ahora muertas siempre vivirán su corazón.
-¡Vamos!-Su cuerpo, su voz su mirada, todo tiembla con furia, a causa del hambre y del estrés de la situación, se libera la última dosis de adrenalina que queda en su cuerpo, que solo se encarga de una cosa, darte lo necesario para moverte y sobrevivir una última vez.
-¡Ahhhh!-Quita la anilla a la granada, sin dejar que el percutor salga, manteniendo la granada bajo control. Corre, su arranque es ligeramente lento pero a cada paso gana velocidad y en 4 pasos está frente a sus cazadores quienes de alguna forma ya se van levantando para impedirle el paso.
Avanzan a por el tratando de rodearle incluso, pero al primero que pilla de frente le mete la granada en la boca, lo aparta con lo que queda de sus fuerzas y después se lanza contra la puerta, llevandose a otro más con los hombros, incapaz de morderle ante elfrenetismo del momento y la fuerza generada por el impacto. No es su primer baile con los zombies ni mucho menos, pero algo ha cambiado.
-¡Esta va por los locos de la montaña! ¡Esta va por las mejores personas que he concido!-sabe que en cuanto el zombie consiga morderla del todo la granada explotara, aun con la anilla en la mano se levanta y sujeta la cara de ese ser mientras se abalanza a por él, pone la anilla y estira de la granada para desatascarla mientras cae al suelo con su agresor.
-Tienes hambre cabrón!?-Grita poseído por la ira, sin imbargo por algún motivo no es capaz de acabar con ellos, de eliminarlos sin más como antes. No puede dejar de imaginar que es el zombie de Jim quien intenta comérselo, entre lágrimas de dolor, pena y gritos consigue quitárselo de encima, guarda la granada entre sus manos, inactiva, para su suerte y arrastrando una pierna, corre, corre como si no hubiera un mañana, sabe en que pueblo de West Virginia está, sabe dónde esconderse en su propia tierra.
"¡Porqué!? Porque me persigue el rostro de todos aquellos a los que he perdido?"
La soledad es constante, hace ya al menos cuatro días que murió Jim el chocolatinas, antes fue Helena, la cocinera, antes que ella William, un joven atleta de salto de pertiga y antes de él Maria, una mujer que no se había recuperado del trauma de haber perdido a sus hijos a manos de los zombies.
"Se que hace tiempo que debí marcharme de este lugar, reunirme con el resto de mi unidad, pero no puedo dejar de pensar en los últimos acontecimientos, he perdido el rastro de Victoria, no consigo encontrarla, ella se llevó mi Mustang, terminaré encontrandola o eso espero al menos, Kyra...La única alma en este apocalypsis que vi con capacidad para la guerra también ha desaparecido, ni siquiera he podido volver a contactar con Jimmy lo cual..." Mientras que el desaliñado ex-teniente se dedica a rememorar, el ambiente no mejora.
Una vieja gasolinera de la que Jim ha estado extrayendo toda la gasolina posible antes de que esta termine por secarse. El lugar está desolado y completamente saqueado. Lo que quedara de comida se termino ayer, tan solo resta el contenido de una pequeña botella de agua a tan solo unas semanas de su límite de caducidad, la cual Adam parece guardar como si fuera oro.
"...Es una puta mierda como el monumento a Washington de alta, o lo que quede de él joder!..."Respira profundamente, sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, mirando las estanterias, lanzadas contra las ventanas para impedir que entre o salga nadie, la puerta, lleva ya unos diez minutos siendo golpeada por caminantes, los no-muertos tienen hambre y no parece haber descanso para Jensen, quien parece volver a la realidad ovservando la puerta, enfocando con los ojos el detalle de cuan desgastado está el eslavón de la cadena de acero que sujeta la puerta, así como el marco de la puerta, casi apostando por que cederá antes.
-Fue una idea de locos Jim, yo no soy ni he sido nunca un escritor retirado...-Con mucho esfuerzo, posa su diestra en el suelo, su cabello ha crecido hasta ser una melena que le cubre hasta la altura de los hombros, lleva casi 1 mes sin afeitarse, su barba ya es prominosa, va vestido con vaqueros y botas, su torso va cubierto por una chaqueta de motero tachonada con láminas de acero que Helena le ha coneccionado. Su aspécto es el de alguien a punto de morir de deshidratación e inanición.
-Siempre fui un asesino...-Las lágrimas empiezan a brotar de sus ojos, aprieta con mucha fuerza los dientes, recordando sus rostros. Como siempre Helena animaba a todos con sus historias, como era capaz de hacerte olvidar tu mal día con un plato de su sopa, caliente y reconfortante.
-Este lugar trajo paz a mi alma...-Con su siniestra apoya el puño en el suelo también, quien otrora fuera un marine invencible, parece por ahora completamente destruído, tanto física como mentalmente.
Consigue ponerse de rodilas con mucho esfuerzo, pero vuelve la vista al frente, la puerta aun no cede, por mucho que el la sigue mirando.
-Will...No te merecías morir así, no tan joven, estabas lleno de vida, lo siento chaval...Pero nunca te recuperaste de ver el dolor de Maria...-Cierra los ojos recordando el dolor de la mujer de mediana edad que apareció gritando y llorando porque sus pequeños habían muerto.
-Todos...Fue un placer y casi una segunda oportunidad de vivir junto a una nueva familia, pero...-Se pone de pié con un grito junto a un poco más de esfuerzo.
-Se...Que sabiendo la verdad os avergonzaría si me dejara comer...Por eso...-Medio tambaleándose se acerca hasta llegar al mostrador, deja caer el torso del cuerpo sobre este, extiende el brazo con un quejido propio de un zombie, alcanza una vieja caja de munición de la época de la guerra de vietnam, la atrae hacía él, arrastrandola por el mostrador, con sus últimas fuerzas.
-Gracias a esto, tu siempre conseguías darnos a todos una lección Jim, eso y esas sabrosas chocolatinas que siempre guardabas...
El sonido del marco rompiendose logra que trata de incorporarse del todo, al tiempo que escucha como se rompe el eslavón y todos caen al suelo por la fuerza del empuje estorbandose para volver a ponerse en pié y bloqueando la única salida posible.
Jensen se da la vuelta y apoyando la espalda contra el mostrador, con las rodillas temblando por el esfuerzo, abre la caja y de dentro, saca una granada, firmada por todos ellos, incluído Adam, quien solo ha revelado su nombre real a esas personas, aunque ahora muertas siempre vivirán su corazón.
-¡Vamos!-Su cuerpo, su voz su mirada, todo tiembla con furia, a causa del hambre y del estrés de la situación, se libera la última dosis de adrenalina que queda en su cuerpo, que solo se encarga de una cosa, darte lo necesario para moverte y sobrevivir una última vez.
-¡Ahhhh!-Quita la anilla a la granada, sin dejar que el percutor salga, manteniendo la granada bajo control. Corre, su arranque es ligeramente lento pero a cada paso gana velocidad y en 4 pasos está frente a sus cazadores quienes de alguna forma ya se van levantando para impedirle el paso.
Avanzan a por el tratando de rodearle incluso, pero al primero que pilla de frente le mete la granada en la boca, lo aparta con lo que queda de sus fuerzas y después se lanza contra la puerta, llevandose a otro más con los hombros, incapaz de morderle ante elfrenetismo del momento y la fuerza generada por el impacto. No es su primer baile con los zombies ni mucho menos, pero algo ha cambiado.
-¡Esta va por los locos de la montaña! ¡Esta va por las mejores personas que he concido!-sabe que en cuanto el zombie consiga morderla del todo la granada explotara, aun con la anilla en la mano se levanta y sujeta la cara de ese ser mientras se abalanza a por él, pone la anilla y estira de la granada para desatascarla mientras cae al suelo con su agresor.
-Tienes hambre cabrón!?-Grita poseído por la ira, sin imbargo por algún motivo no es capaz de acabar con ellos, de eliminarlos sin más como antes. No puede dejar de imaginar que es el zombie de Jim quien intenta comérselo, entre lágrimas de dolor, pena y gritos consigue quitárselo de encima, guarda la granada entre sus manos, inactiva, para su suerte y arrastrando una pierna, corre, corre como si no hubiera un mañana, sabe en que pueblo de West Virginia está, sabe dónde esconderse en su propia tierra.
"¡Porqué!? Porque me persigue el rostro de todos aquellos a los que he perdido?"
El miembro 'BalioN' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
- OFF Rol:
- Que emoción, esta es la segunda vez que hago esto XD, y creo que me fue mejor que hace algunos años XD
Lo perdimos todo.
O al menos así se sentía cada vez que volteaba a ver lo que quedaba de nuestro grupo. ¡Rayos! Hasta hace unos cuantos días nuestro número se había incrementado y ahora podía contar fácilmente a cada uno de nosotros con los dedos de una mano. Algunos se perdieron tras el caos, a otros simplemente los vimos morir. Lo sucedido en la granja había sido un inmenso desastre y ahora era como si todos supiéramos que, sin importar los momentos de calma, el mundo estaba dispuesto a comernos. Literalmente.
Nadie decía nada pero todos lo sabían. Era como una verdad susurrada.
Habíamos llegado a una pequeña gasolinera, tratando de obtener un poco del líquido que nos permitiría continuar nuestro camino. Bajé del auto y miré a mi alrededor, tratando de observar algún peligro inminente, pero todo estaba tranquilo. Entonces entré a la pequeña tienda que se encontraba anexa. Tenía las ventanas y la puerta de cristal rota. Sobra decir que la mayoría de los productos habían desaparecido también y que todo apestaba a rayos. Y sin embargo, sobre una mesita detrás del mostrador, podía ver un pequeño botiquín de primeros auxilios. ¡Bingo! Eso podía ser de utilidad.
Caminé por un costado del mostrador con cautela, hasta que pude pasar detrás de él sólo para encontrar, como me temía, un cuerpo putrefacto tirado boca abajo en el suelo. Probablemente llevaba mucho tiempo así, pero yo no me podía dar el lujo de dar por sentado que estaba muerto (Es decir, realmente muerto), así que hice lo único que se me ocurrió hacer sin un arma a la mano: Pisé su cabeza con todas mis fuerzas. La cabeza crujió y en un segundo mi zapato estaba lleno de los restos de aquel hombre… ¿o era mujer? Ahora la duda se anidaba en mi cabeza.
Bien dicen que la curiosidad mató al gato, pero a veces la suerte te sonríe y aquella vez me sonrió a mí: tras voltear el cadáver pude ver que, en el suelo, debajo de él, se encontraba un viejo revólver.
Vaya sorpresa que me había llevado. Probablemente nadie lo había notado porque se encontraba debajo del cadáver y nadie se había querido acercar.
Me agaché al suelo, tomé el revólver y miré hacia el cuerpo. Era un chico, o al menos eso parecía. Tenía un mandil de color verde y un pequeño identificador con su nombre sobre el pecho del lado izquierdo.
- Gracias por el regalo Mark. Es lo más lindo que me han dado en estos días. Espero que no esperes una cita a cambio, es que suelo salir con hombres más animados… tú entiendes ¿no?- le sonreí, era lo menos que podía hacer tras recibir su obsequio.
Al fin me levanté, tomé el botiquín con la mano que tenía libre, y salí de aquel lugar con una sonrisa en el rostro. Era bueno saber que, a pesar de todo, seguía teniendo un buen sentido del humor.
El miembro 'Triana Knight' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Primer Arma' :
Resultados :
'Primer Arma' :
Resultados :
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
El sol comenzaba a ocultarse y en su lugar la luz blanca de la luna comenzaba a invadir el cielo, seguramente era cuestión de una hora como mucho, su mochila con el agua y los alimentos comenzaban a escasear y su cuerpo por otra parte estaba cansado, ella estaba cansada, deshidratada y agotada. Había caminado por varias horas, no sabía con precisión cuantas eran pero sus piernas pedían que se detuviera, si, podía agradecer que no tuviera que encontrarse con algún grupo de zombies en su camino, sabía que en este instante no encontraría la energía suficiente para enfrentarse a ellos y acabaría convirtiéndose en una de esas cosas aunque a lo mejor la suerte sería otra y solo seria su cena. De cualquier forma no importaba, estaba sola y a la redonda no parecía que alguna de esas cosas se encontrara. "A lo mejor la suerte a regresado conmigo" esa frase fue su primer pensamiento cuando visualizó lo que aparentaba ser una casa abandonada, todo estaba abandonado desde que esto comenzó, no era algo peculiar ni que le despertara cada señal de preocupación en su cabeza, no tenía mucho que perder y si mucho que ganar, para empezar un lugar donde pasar la noche y descansar para poder seguir su camino al amanecer y volver junto a Samantha y Abby...
Suspiro con pesadez y giró sus tobillos en dirección a la casucha, entre mirando lo que había en el lugar, ni un solo sonido más que el silbido del viento, una buena señal. Sus claros ojos pronto se centraron en buscar un objetivo, alguna especie de arma que pudiera servirle para protegerse durante la noche, por si acaso. No había nada, ni una señal de armas de fuego o armas blancas, ni un revolver, un cuchillo, alguna navaja. Suspiró frustrada subiendo al piso de arriba a ver si tenía mejor suerte allí...
Suspiro con pesadez y giró sus tobillos en dirección a la casucha, entre mirando lo que había en el lugar, ni un solo sonido más que el silbido del viento, una buena señal. Sus claros ojos pronto se centraron en buscar un objetivo, alguna especie de arma que pudiera servirle para protegerse durante la noche, por si acaso. No había nada, ni una señal de armas de fuego o armas blancas, ni un revolver, un cuchillo, alguna navaja. Suspiró frustrada subiendo al piso de arriba a ver si tenía mejor suerte allí...
Página 10 de 33. • 1 ... 6 ... 9, 10, 11 ... 21 ... 33
Página 10 de 33.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 20:13 por Harvey Black
» Sin city {St. Friedrich}
Hoy a las 20:04 por Harvey Black
» Bobbi — RS
Hoy a las 19:49 por Harley Køhler
» Highway to Hell
Hoy a las 19:39 por Harley Køhler
» En busca y captura • Ava Aiken
Hoy a las 19:35 por Harley Køhler
» ₪ Juego: ¿Adivinas la película?
Hoy a las 19:24 por Adrian J. Belikov
» Torneo mundial de los dados
Hoy a las 19:01 por Agent 4.0
» ₪ Juego: Chicas Vs. chicos
Hoy a las 18:59 por Leah Hadley
» Dedica un gif al de arriba
Hoy a las 18:58 por Leah Hadley
» ¡Soldado! Sigo con vida [0/1]
Hoy a las 18:53 por Leah Hadley