Un viaje de tres años [27/01/2016, mediodía]

Recuerdo del primer mensaje :

Nos movíamos a menudo.

Habíamos estado en cinco refugios diferentes a lo largo de más de tres años. En su mayoría, refugios pequeños, con poca gente. Unas veces, situaciones como la que vivimos saca a relucir lo mejor del ser humano. La solidaridad, la amabilidad, el altruismo. Otras, por el contrario, enseña la verdadera cara de las personas. Se quitan la máscara, dejan de ser el ciudadano ejemplar. Se convierten en monstruos. O, más bien, ya no les importa fingir, porque siempre lo han sido.

Hacía mucho que la humanidad había dejado de sorprenderme. Recuerdo que, antes de perder a mamá, acabamos en un refugio del ejército. Tío Tom se sentía aliviado de estar ahí. Eran sus hombres, sus camaradas. Sus amigos. Aunque no conociera a la mayoría. Yo le odiaba por haberse negado a volver con papá. Decía que ya estaba muerto, que era malgastar fuerzas, que debíamos pensar en nosotros, en sobrevivir, y mamá le había seguido la corriente. Me había decepcionado.

En aquel refugio habían dispuesto barracones y tiendas para los civiles. Eran grandes, y la gente se apelotonaba en camastros diminutos. Mirara hacia donde mirara, veía miedo, veía pánico. Veía tensión.

Llevábamos como una semana allí. Nos daban alimento racionado, agua, y un techo sobre nuestra cabeza. Tío Tom hacía turnos de guardia, y mamá ayudaba en labores que no comprendía. Audrey estaba casi siempre con el personal médico, y yo pasaba muchas horas sola. A veces deambulaba por el refugio, investigando, analizándolo todo, esperando el momento en el que uno de los refugiados resultase enfermo. Era lo que pasaba en todas partes.

Recuerdo salir a mear una noche. Hacía frío, y me había puesto la manta sobre los hombros. Podía ver el vaho tras cada exhalación. Los baños estaban lejos del barracón 7. Cuando salí, oí voces y cuchicheos entre las casetas. Dicen que la curiosidad mató al gato, y yo fui a ver qué pasaba. Me asomé, y vi a un par de soldados intercambiándose algún tipo de paquete. Estaba oscuro y no podía verlo bien. Entonces noté una mano en el hombro.


La huida fue confusa y caótica después de aquello. Tío Tom había matado a aquel hombre, y notaba la sangre pegajosa en la cara. Después me había sujetado por los brazos, clavándome los dedos con el gesto desencajado. Me dijo que lo que hacía ese hombre, ese soldado, estaba mal. Que no podía permitir que nadie me tocase de aquella forma. Me pidió que no se lo contara a mamá ni a Audrey, y yo asentí, asustada de la rabia que veía en sus ojos. Había miedo.


Me estoy yendo por las ramas.

He visto la cara oculta de la humanidad. Tío Tom prefiere que estemos solos los tres. Desde entonces había evitado el menor acercamiento a grupos grandes, o a grupos liderados por las fuerzas armadas. A mí tampoco me interesaba. Era feliz con el tío Tom y con Rey. Eran todo lo que me quedaba, y sabía que no necesitaba nada más. Aunque cada vez era más difícil conseguir comida.

Nos movíamos a menudo, y Audrey era la que conducía por la autopista en algún punto al sureste de California. Salíamos del estado sin rumbo fijo, o eso creía yo. Tío Tom llevaba una radio rota, que llevaba meses intentando hacer funcionar, y a veces se pasaba horas con el cachivache pegado a la oreja. Se turnaban entre ella y tío Tom para conducir, y a mí no me dejaban casi nunca al volante. Intentaba afinar las cuerdas desgastadas del ukelele. Las tres que le quedaban. Tocar así no era fácil, pero yo lo había conseguido.

No le importan las demás personas para ser honesto, así que lo que ellos hicieran poco me importaba, solo ha Is buscado algo de comida para el animal y algo de gasolina pero parecía que ellos estaban haciendo demasiado ruido y para ser honesto la mayor de las chicas se estaba portando como una idiota, tenía suerte de que no tuviera balas en la pistola o terminaría con un puto agujero en la cabeza

No estaba seguro de ¿Por qué me preguntaba donde iba? Quizas las personas le tenían demasiado a los zombies y por eso se morían tan rápido. Escuché a la chica mayor gritar y la miré de reojo ¿De verdad le daba tanto miedo un par de caminantes? No estaba seguro de porque pero parecían que ellos estaban llamando más la atencion de los caminantes que yo porque fueron directos hacia ellas. Note que la chica más joven había salido en plan heroína pero los demás salieron detrás de ella, solo pude pensar que viajar con una chica así, debía ser de lo más complicado

Pude ver cómo los zombies ignoraban a la pequeña y yo sonreí pero no era mí puto problema ¿No? Deje al zombie y note que la chica más grandes estaba en problemas y sin dudarlo, clave el cuchillo en la parte de atrás de su nuca para que cayera al suelo -si, siguen gritando de esa manera llamaran la atención de todos los puntos caminantes del mundo!- dije algo de mal humor y miré a la más pequeña -¿Te han mordido antes?-

No soy un puto experto en infecciones, pero algo se desde que me enteré que yo era un proyecto, yo era un portador del virus y había aprendido algunas cosas

Cuchillo militar:  [Daño: 10 + Fuerza]
Daño: 10 + 4= 14

Ataque Mich AC 3+8= 11 (exito)
Defensa Mich 3 + 2= 5


Ataque zombie 2 + 3= 5
Defensa zombie 1 + 9=10 (Fallo)
Vida [0/10] zombie Zombie muerto

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#2 'Números' :

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Todo sucedió tan rápido, que para cuando el tío Tom salió de la tienda acudiendo a nuestra ayuda, el señor del mapache ya se había cargado al otro no-muerto. Aquella cosa cayó a plomo mientras tío Tom me interceptaba. Me sujetó por los hombros y me echó un breve vistazo de arriba a abajo.

— ¿Estás bien?— preguntó y asentí mientras oía la pregunta del señor Mapache. Le miré de soslayo. Tío Tom también le miró, y luego se centró en Audrey—. ¿Estás herida?

No sabía si el señor Mapache me preguntaba si me había mordido el no-muerto que acababa de caer, o si me habían mordido alguna vez.

—No— contesté de forma escueta.

—Gracias— le dijo tío Tom para desviar la atención—. Soy Thomas— se presentó, y le tendió una mano de forma cordial.

El hedor que provenía del infectado era jodidamente asqueroso. Al tener la mandíbula colgante se apreciaba todo el interior de esta, le fue imposible no fijarse en sus dientes roñosos, en la saliva que le resbalaba por la bardilla, o como más abajo; ignorando la ropa tan sucia que portaba tenía la zona de las costillas al aire, sin piel que cubriese la zona. Ante su primer fallo al engancharla no tardó en empezar a moverse, arrastraba las piernas, tratando de llenarse las fauces con la carne de la morena. Ni de coña.

Incluso si su tío no llegaba a tiempo Rey era consciente de lo que tenía que hacer. Un golpe seco en la cabeza y todo terminaría, no podía permitirse errar, por su santa madre apuntaría mejor esta vez. Elevó el bate, oprimiendo con los nervios a flote el mango del arma. No hizo falta, aquel tipo apareció por la espalda del zombie y en un movimiento rápido se deshizo de el. El pecho que mantenía comprimido por inercia fue relajándose hasta hacerla suspirar. — Graci-... — La morena calló al instante al oírle, ¿pero que rayos? Razón no le faltaba, aún así no le molaba ni un pelo que le alzasen la voz, eso la ponía el triple de mal humor.

Imbécil, pensó. No lo dijo en voz alta porque entonces se liaría a golpes con el tiparraco de negro. Y saldría perdiendo, eso seguro. Audrey enarcó una de las cejas y sacó medianamente los morros, estaba picadísima. — Tranquilo, estoy bien, tío Tom. Él me ha echado una mano — Su mirada se posó en su tío, luego en su hermana pequeña. — Olivia, como vuelvas a hacer otra locura así buscaré una cuerda con la que amarrarte, ¿me oyes? No me hagas esto de nuevo, por favor — el corazón todavía le danzaba bajo el pecho. Perderla a ella sería perder las ganas de vivir.

Necesitaba calmarse, tomar una larga bocanada de aire, relajar todos los músculos de su cuerpo. Rey no abrió la boca ante la pregunta de si Liv había sido mordida, eso era secreto, y su hermana contestó bien mintiéndole. — Si la hubiesen mordido antes, no estaría ahora mismo con nosotros. Sería como ellos— un zombie. Esa era la lógica, una que se escapaba con Olivia. No lo entendían, pero tampoco podían darse el lujo de compartir esa información. Podría ser arriesgado.

Tío Tom no tardó en ser el centro de atención, presentándose.

No es que no me haya dado cuenta que la pequeña me ha Is ignorado de un principio para luego escucharla hablarme de muy mala manera, lo único que me decía es que si se sentían tan atacada por algo debía ser. No es que me importará estar con una infectada porque a mí no podían hacerme daño pero a los demás sí y era mejor que lo supieran pero... Si ellos no querían saber la verdad pues allá ellos, lo las seguro es que en algún momento aquello tuviera consecuencias y terminarán todos muertos.

El hombre parecía muy preocupado por las dos y por como lo llamaban, probablemente eran familia. Le di la mano al hombre y dije -soy Michael pero la mayoría de la gente me llama Mich- le dije mientras guardaba mí cuchillo en el cinturón. Y escuché como regalaban a la niña y dije -creo que es bueno que ella aprenda a defenderse- después de todo no era tan niña y en un mundo como ese era mejor que todos estuvieran preparados para lo que sea.

Me gire para caminar a la máquina de la gasolinera y escuché lo que la chica decía, una sonrisa se dibujó en mí rostro -no necesariamente. Puede ser inmune o puede estar infectada, ser una portadora del virus, aunque a ella no le afecte puede contagiar a otro. Y luego están los que asimilan el virus y los ayuda a mejorar- pero estaba seguro que si fuera una de los últimos, umbrella estaría tras ella.

Le pare frente a la bomba de gasolina y comencé a ver si algo le quedaba para sonreír -creo que tenemos algo de gasolina, necesitamos un par de bidones. ¿Podrían buscar dentro? Seguramente hay algo- seguramente más zombies aparecerían y aunque yo no tenía ningún problema de pelear con ellos pero no soy un animal y no puedo contra todo el mundo. -¿Van a algún lado en especial?- ya no me gastaba en hablar con las chicas, claramente eran bastante hostiles y yo no soy muy bueno haciendo sociales. Suficiente con que había evitado que mordieran a una

Tío Tom y yo intercambiamos una mirada cuando el señor Mapache enumeró todas aquellas posibilidades. Tanto él como Audrey conocían mi inmunidad, pero no entendí por qué sacaba todas esas conclusiones. Por qué preguntaba si me habían mordido, cuando él lo había visto todo. Quizá estuviera paranoica.

—Llevamos un par de bidones en el maletero— dijo tío Tom. Sabía que no quería hablar más de la cuenta, por eso no había hecho ningún comentario sobre si podía ser inmune, portadora, o una infectada más—. Audrey, ayúdame a traerlos, ¿quieres?— sugirió cogiéndola directamente del brazo y haciéndola caminar. Me guardé las tijeras en el bolsillo trasero del pantalón y vi alejarse a tío Tom y a mi hermana. Rey tenía que aprender a relajarse.

Aproveché el momento para acercarme al señor Mapache. Me humedecí los labios y me fijé un instante en el cuchillo que asomaba por su cinturón.

—Señor Ma...— me interrumpí. A veces no distingo los pensamientos de los comentarios en voz alta—. Digo, Mich...— rectifiqué. Me había llamado la atención eso último que había dicho, y prefería que mi familia no estuviera delante—. Eso de los que asimilan el virus y mejoran..., ¿qué significa?— pregunté a media voz.

— Audrey — dijo, dándose a conocer. Al menos eso le debía por salvarle el pellejo. — Y ella es Olivia. — Ojeó a su hermana, minutos atrás había gritado su nombre a pleno pulmón, seguramente Michael ya sabría de antemano quien era quien. — Mientras esté con nosotros no debería correr peligro — la sobreprotegía incluso cuando la pequeña ya sabía como defenderse. Su tío les había enseñado a ambas durante años. De igual manera si podía evitar colocarla en el frente, luchando contra zombies no dudaría en tomar su puesto.

Ver al rubiales sonreír de la nada logró inquietarla. Quizá se olía algo, pero no podía ser... ¿no? Segundos después vino toda aquella información que consiguió dejarla boquiabierta, con los ojos como platos y con el cerebro echándole humo. ¿Su hermana era inmune? ¿Una portadora del virus? ¡UN VIRUS! Qué cojones... ¿Qué se fumaba Mich? Sin embargo era posible, simplemente Rey no se había detenido a pensar con profundidad.

Hizo el intento de despegar los labios, tenía mil preguntas que hacerle. No se iba a despegar de su culo hasta saciar toda su curiosidad. — ¿Eh? Pero puedes ir tu sólo... — Ella quería quedarse cerca del tipo sabelotodo. No pudo ser, a regañadientes se dejó arrastrar por su tío de camino hacia la camioneta.

— Tío Tom, dime que todo esto también es nuevo para ti — Audrey por fin pudo articular palabra, estaban bajando los bidones del maletero. — Tenemos que reponer la gasolina — contestó su tío siendo evasivo.  ¿Era en serio? La morena rechistó molesta, que no fuese sincero era como clavarle un puñal. No necesitaban tener secretos entre ellos. Eran familia, joder. — Sí o no — le presionaría si hacía falta, no se iba a librar.

— Hablaremos una vez nos pongamos en marcha — declaró él, cogiendo uno de los bidones. El otro se lo dejó a Rey.


Dilema: ¿Sabrá nuestro tío Tom algo acerca del virus?

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'Dilemas' :

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El hombre no decia nada de lo que yo hablaba y eso solo quería decir que todos querían evitar el tema, pero estaba claro que algo pasaba, los zombies no ignoraban a alguien porque si a menos claro que estuvieras muy, muy pero muy jodido. Yo llevaba el virus conmigo y aún así esas mierdas me jodian. A veces me sorprendía que la gente no vieras las cosas que estaban en su frente, nad hacía notar que yo era un proyecto, bueno, estaba el color de mis ojos que eran extremadamente claros pero parecía que nadie lo notaba. Supongo que era lo bueno del fin del mundo, la gente estaba más preocupada por los zombies que por lo demás.

El hombre y la hermana mayo se marcharon mientras yo pensaba para donde seguir. Me metí en la camioneta y saqué un mapa para ponerlo sobre el capo y así mirarlo con detenimiento hasta que la más pequeña se acercó a mí -solo Mich... No me llames señor que me siento en mí maldita unidad- no digo que el hecho de que me hayan dejado no me había dado unas vacaciones divertidas, pero a ver ... Los hijos de puta ni dudaron en dejarme.

Me gire y me apoye en la camioneta -el virus no se hizo para que todos se volvieran zombis, se hizo para mejor a las personas, solo que no todas pueden- bueno, no ha todas las personas, sino a los soldados pero no era necesario decirle eso¿No? -quiero decir que quien lo asimila se vuelve más rápido, más fuerte y sus heridas curan mejor- no era necesario mostrarle nada - ¿Por qué lo preguntas? Osea, es obvio algo se guardan pero la verdad no es mí asunto, solo se una que otra cosa- me encogí de hombros.

Me crucé de brazos y dije - son nómadas o van a alguna parte?- no es que yo estuviera averiguando nada pero ya que estábamos o r ahí, prefería hablar. El mapache se asomó por la ventana y yo me levanté para abrirle la puerta -tienes cinco minutos para ver qué encuentras y nos vamos- debían haber más zombies así que estaba seguro que volvería en menor tiempo. Volví a mirar a la chica y dije - por lo general si hay zombies cerca el regresa y se esconde, así que mientras el esté suelto, todo estará tranquilo-

Escuché con atención todo lo que me contaba. Que el virus mejoraba a las personas, que las volvía más rápidas y más fuertes. La verdad es que ya no me cansaba tanto como antes, y siempre tenía hambre. Era raro, y prefería no asustar a mi familia. Me limité a encogerme de hombros cuando quiso saber por qué preguntaba. Pero siguió hablando.

—Vamos donde podamos encontrar comida— dije restándole importancia, porque así era. La cuestión es sobrevivir. Y estar juntos. No me importaba nada más.

Me quedé con que había dicho algo sobre una unidad. Tal vez formara parte de algún tipo de policía.

—Dentro no queda nada más— murmuré mientras tío Tom y Audrey volvían con los bidones. Le ofreció uno al desconocido Mich. Me guardé también eso de que el virus había sido fabricado, aunque no lo entendí muy bien.

—Vamos a llenar esto— comentó tío Tom.

Una vez estuviesen dentro de la camioneta se la iba a liar a su tío Tom. Lo tenía claro, clarísimo. Que supiese cosas y no las compartiese era una jodienda. Audrey llegó junto con los otros dos a paso firme, ceño fruncido y un jeto de mala hostia. — Echaré un último vistazo dentro por si las moscas, que Olivia te ayude con la gasolina — O el rubiales, daba igual. Al fin y al cabo tocaba repartirla.

Con suma cautela y bate en mano fue acercándose a la tienda, cualquier cosa serviría a tales alturas, era cuestión de agudizar la vista y a veces remover lo que había en el suelo tirado. Trató de no hacer ruido, aunque de fondo podía percibir un sonido extraño, como si un animal estuviese escarbando. En las estanterías pegadas a la ventana, en la repisa más próximo al suelo logró divisar café, varios botes. — Santa mierda— susurró, felicitándose así misma internamente. Eso le alegraría más de una mañana.

Tras una vuelta por todo el interior también encontró fideos instantáneos y unos casquillos para un arma de fuego. Ella no utilizaba ninguna, pero quizá a su tío Tom le eran útiles. Todo lo guardó en la mochila.

— ¿Todo listo? — No dijo en voz alta qué había encontrado, ¿para qué? — Michael, ¿eres científico o algo así? Sabes cosas que... bueno, nosotros no sabíamos. Ni pensábamos que podía ser posible — Quizá podía ayudar a Olivia, al menos alumbrarles a los Wilford algo más el camino. En cualquier caso se hizo un poco la tonta, con la anatomía de Mich más que científico parecía el típico repartetortas. Un guardaespaldas o algo así.

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'¿Qué hay ahí?' :

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Así que solo eran una familia de nómadas, no eran los primeros que me encontraba pero seguía sin entenderlos, su yo fuera una persona común, buscaría un lugar más lleno de personas, no solo por ser un animal social, sino porque mientras más personas hay, más posibilidades de sobrevivir se tiene. Probablemente ninguno de ellos se hubiera cruzado con un BOW todavía y aunque estos no estaban dirigidos en especial a las personas, muchas veces cuando se las cruzaba, terminaban con ellas. Ya les había dicho, así que preferí guardarme lo de los BOW y que ellos lo descubrieran por las malas, porque después de todo, no habían sido muy amables conmigo.

El hombre y la chica mayo no tardaron en llagar y yo tomé el bidón que me ofrecían para comenzar a llenarlo - si queda algo luego de que llenemos los bidones, deberían traer su auto y llenar el tanque- porque desaprovechar aquella gasolina sería realmente estúpido. El mapache salió del lugar y probablemente era porque le había asustado la presencia de la chica más grande. Se acercó hasta mí y yo lo mire -parece que no encontraste más nada ¿No? Vamos, supe a la camioneta- deje el bidón en el suelo dándole espacio al otro hombre y metí al macha en la camioneta quién no tardó en ponerse cómodo, definitivamente se había acostumbrado a mí y la comodidad. Así que cuando volviera a la base, volvería conmigo.

Una vez que lo metí en la camioneta escuché a la chica y me gire - en realidad era policía pero en el último tiempo trabaje para gente importante y se aprende mucho cuando prestas atención a lo que pasa a tu alrededor- me encogí de hombros mientras metía el bidón en la parte de atrás de la camioneta -me dejan darles un consejo? Intenten buscar un refugio, honestamente el mundo está bastante jodido para que se arriesguen a estar solos todo el tiempo- le dijo al hombre

Había dejado la mochila en el suelo y aunque mí mapache estaba en la camioneta, probablemente durmiendo ya, escuché un ruido y cuando lo vi, otro mapache se llevaba algo entre las manos -¿De dónde salió ese hijo de puta?- dije mientras lo veía irse hacía un lugar lleno de plantas, no sé porque pero comienzo a pensar que las personas me importan poco pero lo animales no, así que no hice nada, deja que se lo llevará y pensé que quizás su crían iban a necesitar eso más que yo. Aún así tomé la mochila del suelo para guardarla y asegurarme que mí compañero estuviera en la camioneta

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'Situaciones' :

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Asentí a Audrey. Tío Tom me pidió que acercase el coche, y me alegré de poder conducir aunque fuera medio minuto. Me di prisa en llegar al vehículo y entrar en el asiento del conductor. Tuve que subírmelo para poder ver correctamente por encima del volante. Siempre había sido bajita para mi edad, y así me había quedado. Detuve el coche detrás del de Mich, y apagué el motor para devolverle la llave al tío Tom, que acababa de llenar su bidón. Fue a meterlo en el maletero, y yo me quedé mirando al mapache-mascota. Me puse en cuclillas, sonriendo, y alargué una mano para que el animal se acercara a olerme si quería. Hice ruiditos con la boca para atraer su atención.

—Hola, bonito— le saludé a media voz.

Mich nos aconsejó encontrar un refugio, pero no dijo nada más sobre el virus. El mapache me olisqueó, pero luego me ignoró y subió a la camioneta. Entonces salió otro mapache corriendo a toda pastilla. Tuve que aguantarme la risa. Me acerqué a la camioneta del hombre y le hice carantoñas al mapache desde la ventanilla mientras el tío Tom llenaba el depósito.

—A veces los refugios son incluso más peligrosos que permanecer aquí fuera— le dijo tío Tom con resignación.


Dado: Enemigo del que probablemente tengamos que huir.
Dado invalidado. El monstruo es acuático.

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'Enemigos' :

Resultados :

Olivia se encargó de acercar nuestra camioneta al depósito de gasolina, lo hizo estupendamente y si fuese por ella la dejaría ya llevar el vehículo de vez en cuando, al menos cuando fuesen por autopista. La mascota de Mich hizo su aparición y entre trotes volvió al coche que utilizaba su dueño, cayó entonces en que los sonidos que había escuchado en la tienda podrían haber sido por culpa de ese bicho peludo. — Ya veo — Rey cruzó los brazos, oyéndole con total interés. — Con ese "trabajaste" asumo que ya no formas parte de ese grupo de "gente importante" — ¿Serían cerebritos especializados en todo esto del virus? ¿Peces gordos siendo protegidos, ocultos de todas las desgracias esparcidas por el mundo? Como dejase volar su imaginación se rallaría lo máximo.

Tío Tom se encargó de darle una respuesta clara en cuanto a buscar refugio, Audrey no estaba capacitada, más que nada porque se echó una buena risotada con el mapache chorizo. Le había robado al rubiales de sopetón, a lo ninja. Fue gracioso. — Lo que hay que ver, menudo ladronzuelo — no podía dejar de sonreír, en lo que su tío llenaba el tanque de la camioneta y su hermana le lanzaba miraditas al mapache de Mich, ella se dedicaba a observar alrededor. El cielo estaba medio nublado, y por el este se aproximaba una especie de humo, ¿niebla? Tuvo que enarcar una de las cejas, se extendía a gran velocidad. — Pero que... — Fuera lo que fuera aquella bruma se tragaría en cuestión de segundos la gasolinera. — ¿Es eso normal? — Preguntó entonces, señalando la neblina.

Dado: Enemigo del que probablemente tengamos que huir. De salir uno acuático o imposible de utilizar se usará la segunda opción.

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'Enemigos' :

Resultados :

Note como el mapache ladrón se marchaba y la chica más joven se reía así que me acerque un poco y dije -sabes lo que es peor? No es la primera vez que un mapache que no es el mío, me roba- deje salir una pequeña risa y le señale mí camioneta para que entendiera que iba a hablar del mío -no lo tomes a mal, es bastante independiente. A mí tampoco me presta mucha atención, a menos que tenga frío, entonces el cabron si se acerca y se hace el cariñoso- creo que fue exactamente si personalidad lo que hizo que decidiera curarlo y quedarme con el -al menos ya no muerde-

Mire al hombre cuando dijo que los refugios podían ser aún más peligroso y dije -no voy a negar eso, hay muchos hijos de puta pero créeme, hay más peligros que solo los zombies. No digo que se metan en un lugar así porque si, pero traten de buscar un lugar donde alguien les pueda cuidar las espaldas-

La chica más grande era algo hostil, y tomando en cuenta que la había salvado, al menos debería integrar ser algo más agradezco pero... Si ella quiere que sea así, entonces dije -con ese "trabaje" quiero decir. Qué te importa quienes son y si lo hago no también- tenía la impresión que la chica se comportaba así porque su tío y su hermana le permitían ser la amargada del grupo, pero no, conmigo eso no iba a funcionar, yo si había trabajado con amargados y si a ellos no le permitían que me tratarán así, menos a una niña con un bate -¿Sabes? Deberías mejorar tu actitud con las personas que no conoces, no sabes lo que son capaces de hacer-

Me gire para ver lo que decía la chica y note una niebla espesa -yo creo que no- metí lo que tenía en la camioneta y cerre los vidrios -si su auto no tiene vidrios, es mejor que se metan en el mio- entonces caminé hacia la niebla dispuesto a investigar que era, no necesite meterme mucho para empezar a toser y sentir como mis pulmones ardían -metanse a los autos, tapen.... Las ventanas, esta es tóxico- les dije mientras tosia y empezaba a trotar a mí camioneta


Mich [27/30]

No me lo tomaba a mal. El mapache alargaba una de sus garras para que le dejase en paz, o tratando de alcanzar el hilo suelto de mi abrigo. Le sonreí a Mich sin mostrar los dientes. Me había contado cosas que nadie más había hecho, sin preguntar demasiado, y sin evasivas. Además, nos había ayudado con aquellos muertos sin pedírselo. Al menos, se merecía el beneficio de la duda. Y me gustaba su mapache. Era un bicho feo y arisco. Como Rey.

No presté atención a la conversación hasta que oí a Mich ponerse a la defensiva con Audrey. Tampoco es que le hubiera dicho gran cosa, y yo estaba acostumbrada al humor de mi hermana. Me erguí cuando Rey preguntó, y fruncí el ceño al ver esa niebla que se acercaba.

—Mierda... ¡Subid al coche! ¡Rápido, rápido, rápido!— nos apremió tío Tom con su voz áspera y profunda. Obedecí a toda prisa mientras empezaba a toser. Teníamos que salir de ahí.


Oli 17/20