Un viaje de tres años [27/01/2016, mediodía]

Nos movíamos a menudo.

Habíamos estado en cinco refugios diferentes a lo largo de más de tres años. En su mayoría, refugios pequeños, con poca gente. Unas veces, situaciones como la que vivimos saca a relucir lo mejor del ser humano. La solidaridad, la amabilidad, el altruismo. Otras, por el contrario, enseña la verdadera cara de las personas. Se quitan la máscara, dejan de ser el ciudadano ejemplar. Se convierten en monstruos. O, más bien, ya no les importa fingir, porque siempre lo han sido.

Hacía mucho que la humanidad había dejado de sorprenderme. Recuerdo que, antes de perder a mamá, acabamos en un refugio del ejército. Tío Tom se sentía aliviado de estar ahí. Eran sus hombres, sus camaradas. Sus amigos. Aunque no conociera a la mayoría. Yo le odiaba por haberse negado a volver con papá. Decía que ya estaba muerto, que era malgastar fuerzas, que debíamos pensar en nosotros, en sobrevivir, y mamá le había seguido la corriente. Me había decepcionado.

En aquel refugio habían dispuesto barracones y tiendas para los civiles. Eran grandes, y la gente se apelotonaba en camastros diminutos. Mirara hacia donde mirara, veía miedo, veía pánico. Veía tensión.

Llevábamos como una semana allí. Nos daban alimento racionado, agua, y un techo sobre nuestra cabeza. Tío Tom hacía turnos de guardia, y mamá ayudaba en labores que no comprendía. Audrey estaba casi siempre con el personal médico, y yo pasaba muchas horas sola. A veces deambulaba por el refugio, investigando, analizándolo todo, esperando el momento en el que uno de los refugiados resultase enfermo. Era lo que pasaba en todas partes.

Recuerdo salir a mear una noche. Hacía frío, y me había puesto la manta sobre los hombros. Podía ver el vaho tras cada exhalación. Los baños estaban lejos del barracón 7. Cuando salí, oí voces y cuchicheos entre las casetas. Dicen que la curiosidad mató al gato, y yo fui a ver qué pasaba. Me asomé, y vi a un par de soldados intercambiándose algún tipo de paquete. Estaba oscuro y no podía verlo bien. Entonces noté una mano en el hombro.


La huida fue confusa y caótica después de aquello. Tío Tom había matado a aquel hombre, y notaba la sangre pegajosa en la cara. Después me había sujetado por los brazos, clavándome los dedos con el gesto desencajado. Me dijo que lo que hacía ese hombre, ese soldado, estaba mal. Que no podía permitir que nadie me tocase de aquella forma. Me pidió que no se lo contara a mamá ni a Audrey, y yo asentí, asustada de la rabia que veía en sus ojos. Había miedo.


Me estoy yendo por las ramas.

He visto la cara oculta de la humanidad. Tío Tom prefiere que estemos solos los tres. Desde entonces había evitado el menor acercamiento a grupos grandes, o a grupos liderados por las fuerzas armadas. A mí tampoco me interesaba. Era feliz con el tío Tom y con Rey. Eran todo lo que me quedaba, y sabía que no necesitaba nada más. Aunque cada vez era más difícil conseguir comida.

Nos movíamos a menudo, y Audrey era la que conducía por la autopista en algún punto al sureste de California. Salíamos del estado sin rumbo fijo, o eso creía yo. Tío Tom llevaba una radio rota, que llevaba meses intentando hacer funcionar, y a veces se pasaba horas con el cachivache pegado a la oreja. Se turnaban entre ella y tío Tom para conducir, y a mí no me dejaban casi nunca al volante. Intentaba afinar las cuerdas desgastadas del ukelele. Las tres que le quedaban. Tocar así no era fácil, pero yo lo había conseguido.

Otro año más. A tales alturas le parecía una gilipollez preguntarse en silencio cuando acabaría esta locura que no hacía más que engullir al mundo entero. ¿Para qué continuar dándole vueltas? Bastantes quebraderos de cabeza ya tenían encima la familia Wilford. Lo restante de ella. Las ventanillas del vehículo permanecían subidas, su tío en el asiento del copiloto trataba de discernir el sonido proveniente de la radio, y mientras tanto Olivia armonizaba el entorno con aquel Ukelele estropeado.

— Brfff — Rey abrazó con sus dedos entumecidos el volante, tiritaba aún cuando iba cubierta hasta el cuello. El frío se le metía en los huesos y por desgracia no tenían calefacción en la vieja camioneta que habían robado. — Terminaré convirtiéndome en un cubito de hielo — su nariz goteaba de vez en cuando, obligándola a sorber. El trayecto parecía interminable, quizá por las reducciones de velocidad cuando se topaban con otros vehículos abandonados en la carretera, o cuando tenía que rebasar los cadáveres expuestos sobre la calzada.

— Eres la más abrigada aquí dentro — comentó Tom, en su rostro se podía divisar una media sonrisa. — Según mis cálculos llegaremos antes del atardecer. Estamos a nada de quedarnos tirados, si no reponemos gasolina tendremos que seguir a pie. — El mapa que habíamos encontrado en la guantera estaba medio abierto, Tom no le quitaba el ojo. — Si estás cansada puedo relevarte — Audrey fijó la vista nuevamente en la carretera, negándose ante la oferta de su tío con un ligero deje. Podía seguir conduciendo unos cuantos kilómetros — No hace falta. No vaya a ser que te pierdas algo de lo que dice esa destartalada radio — expuso mordaz, seguidamente rió de forma nasal. Quizá corrían con suerte y además de gasolina, podían cubrir la escasez de suministros.

Bueno, no puedo decir que me iba se puta madre pero la verdad es que estaba disfrutando bastante de esas extrañas vacaciones. Ya que para el resto del puto mundo, eso era el infierno pero decir que lo era para mí, sería mentir y no soy muy aficionado a eso, sobre todo si voy hablando con un mapache sentado en mí asiento de copiloto, ya ha quedado más que claro que el animal se acostumbro a mí. Desde que lo encontre herido, el ha ido entendiendo que soy una fuente de comida y calor. No es que seamos especialmente cariñosos ninguno de los dos pero me hace compañía y supongo que yo a él -bueno ¿Qué piensas de la última? Esa mujer sí que tenía algo encontra tuya con eso de que podrías tener rabia- le dije al animal que ni siquiera me miro

-Pero mira que parecía que todos los puntos zombies se la querían comer y yo ahí, con un cuchillo. Vamos que no espere que me sirviera tanto, pero parece que si- metí la mano en la mochila que tenía mientras conducía mí hermosa camioneta y le saque unas barras de cereales que le di al animal para que comiera algo. Cuando llegara a Umbrella pensaba concervarla y al que no le gustará se podía ir a la mierda, al igual que el mapache. Seguramente me harían vacunarlo y todas esas mierdas pero me iba a quedar con el.de hecho, el animal solía avísame cuando algún peligro se acercaban, incluso antes que yo lo viera porque el venía conmigo.

Me detuve en una vieja gasolinera y no divisé ningún zombie por el momento así que deje un poco abierta la ventana y miré al mapache que comía las barras de cereales -ya vengo, voy a buscar algo de comida un ver si esta mierda aún tiene algo de gasolina- entre a lo que parecía un pequeña tienda y por supuesto ahí apareció el hijo de puta ¿De verdad estaban en todas partes? Esta vez no logré ni sacar el cuchillo, al menos no logro morderme pero estuvo muy cerca mientras yo salía de la tienda y cerraba la puerta -Hijo de puta! - dije mientras me preparaba para sacar mí cuchillo pero antes de volver a entrar escuché el ruido de otro motor que se acercaba ¿Sería mejor que me marchara? No, necesitaba la maldita gasolina o no llegaría muy lejos

■ Cuchillo militar:  [Daño: 10 + Fuerza]
Daño: 10 + 4= 14

Ataque Mich AC 3+4= 7 (fallo)
Defensa Mich 3 + 2= 5 (fallo)


Ataque zombie 2 + 9= 8 (éxito)
Defensa zombie 1 + 7=8 (exito)
Vida [10/10] zombie vivo

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#1 '¿Qué hay ahí?' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :


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#3 'Números' :

#3 Resultados :

Dejé de tocar las cuerdas para moverme de un lado a otro en el asiento trasero y observar por la ventana contraria. En la gasolinera hacia donde tío Tom giraba el volante había alguien. Ese alguien entraba en el edificio frente a los surtidores tras echarnos un vistazo. Lo que sea que había ahí dentro le suponía una mayor amenaza que nuestra presencia. Se me ocurrió que podíamos robar lo que tuviera en el Jeep, gasolina incluida. Mamá se enfadaría si supiera lo que pensaba, pero ahora imperaba la ley del más fuerte. O del más rápido.

—No parece que necesite ayuda— dijo el tío Tom mientras le hacía una señal a Audrey para que parara el coche. Entonces giró medio cuerpo para mirarme—. Quédate aquí, Oli— me pidió, aunque sonó más bien a una exigencia. Tío Tom era el único que siempre me había llamado Oli, y no Liv. Vio algo en mis ojos que le hizo pensárselo mejor, y miró a Rey—. Quedaos las dos. Si la cosa se pone fea, marchaos.

—No— repliqué rápidamente. Necesitábamos al tío Tom. No podíamos perder a nadie más. Alargué una mano y me aferré a la manga de su abrigo—. No nos separamos. Lo prometiste. No nos separamos— mascullé. Él suspiró, y finalmente asintió con la cabeza.

—Os quiero detrás de mí— añadió rozándome los dedos antes de bajar del vehículo. Dejé el ukelele en el asiento, y salí también—. Audrey, busca alguna entrada trasera— le dijo a mi hermana—. Si hay muertos, vuelve cagando leches.

Saqué las tijeras para estar preparada.


Dado de dilema 1: ¿Hay puerta trasera?
Dado de dilema 2: ¿Hay un zombie esperando a mi hermana del alma?

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#1 'Dilemas' :

#1 Resultados :


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#2 'Dilemas' :

#2 Resultados :

No eran los únicos en aquella gasolinera del diablo. Otro vehículo estaba aparcado, y no parecía del tipo abandonado. El instinto le decía que encendiese el motor, metiese la marcha y se largasen del inminente peligro. No sólo tenían como enemigos a los infectados, también a los de su especie, codiciosos e inhumanos. Era lo que tocaba con tal de sobrevivir, ¿no? Matar o ser matado. Audrey tragó saliva, volviéndose en el asiento para observar a tu tío Tom. — Y si la necesita tampoco iremos — era un extraño, no iba a poner en riesgo a su familia para luego llevarse una estacada en toda la espalda.

Ante la orden del mayor su entrecejo fue inevitable que quedase fruncido. Entreabrió los labios, más que dispuesta a negarse, sin embargo Liv terminó adelantándose. — Ya has oído a la peque, juntos — la última palabra la expuso con un tono severo, sus luceros observaban al tío Tom sin cavilación. No entraría a la tienda, encima con un jodido extraño. ¿Y si iba armado? ¿Y si lo tomaba como objetivo? Rey presionó ambos labios hasta formar una línea, estaba jodidamente nerviosa.

Momento de ponerse manos a la obra. Una vez fuera de la camioneta se alejó tanto de su hermana como de su tío, bordeando la tienda en busca de alguna salida trasera. Si la cosa se torcía podían tomarla como vía de escape; si la había claro. Por más que escudriñase con la vista no vislumbraba una puerta, tampoco ventanas. Se adelantó unos cuantos pasos, de vez en cuando ladeaba la cabeza con tal de mirar hacia atrás, pasaba de que un infectado le saltase por sorpresa.

— Pero que mie... — inmediatamente se tapó la boca. No estaba sola. ¡Cómo iba a estarlo? Estos cabrones estaban por todos lados. Hasta metidos bajo tierra temía. Inspiró, calmando los latidos de su corazón desbordado. Debía salir de ahí, y si podía hacerlo sin ser detectada, evadir un posible enfrentamiento con aquella cosa mejor. Aún así y por si las moscas deslizó el bate de madera que había enganchado tras su espalda, en la mochila.

Tirada de sigilo:
Ataque de Rey AC 2 + 10 = 12 (Éxito)
Defensa del Zombie: 1 + 9 = 10 (Fallo)

Parecía ir a cámara lenta, retrocedía paso a paso, sin hacer ni un minúsculo ruido. El zombie no la había detectado. Sólo necesitaba llegar a la esquina de la tienda, bordearla y salir pitando hacia donde estaban los Wilford.

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

¿En serio? Un puto zombie me iba a joder el día? No, me negaba a que eso sucediera así que saque el cuchillo del cinturón y abrí nuevamente la puerta -haber hijo de puta ¿Donde estás?- dije en voz alta y el no tardó en aparecer, creo que tenía la ropa de la tienda, debía ser un vendedor y si estaba allí significaba que también había algún cliente que podía haberlo infectado. Cuando vino hacía mí para morderme tome el cuchillo y lo clave con cierta gracia en su ojos. Claramente la hoja del cuchillo llegó hasta su cerebro porque quedó inerte y yo sonreí -a ver.. que más tienen para mi- probablemente la mayoría de las personas no se animaron a enfrentar a zombie con un solo cuchillo pero a mí me había ido bastante bien últimamente.

Guarde el cuchillo y entre para buscar dónde guardar gasolina. Lo bueno es que en ese lugar seguramente habían bidones para la gasolina. Encontré unos paquetes de harina de maíz y aunque no sabía para que mierda podía usarlo los guarde. Luego un bote de aspirinas, al menos es lo que pensé. No estaba seguro su esa mierda me podía ayudar en algo pero aún así lo metí en un bolsillo.

Fue cuando escuché el ruido afuera, definitivamente no estaba solo pero estaba seguro que nadie iba a llevarse la camioneta. No solo porque yo tenía la llave sino porque cualquiera que intentara meter la mano en la ventana terminaría mordido por el mapache así que me preparé en salir. Había un hombre cerca de la puerta y más lejos una niña, los dos preparados para atacar pero ellos no tenían idea de lo malo que eso podía ser. Levante las manos mientras sonreía confiadamente -calmados. Si están buscando comida, no hay mucho. Si buscan gasolina podemos dividir lo que haya pero si buscan joderme... Bueno ahí las cosas van a salir mal para ustedes-

No me la voy a tirar de santo, yo mataba si tenía que hacerlo pero estaba de vacaciones y no tenía muchas armas. Aunque se podía ver el arma en la pistolera que llevaba sobre el muslo, está estaba vacía aún, pero eso nadie lo sabía y servía bastante para asustar

 Cuchillo militar:  [Daño: 10 + Fuerza]
Daño: 10 + 4= 14

Ataque Mich AC 3+10= 13 (éxito)
Defensa Mich 3 + 10= 13 (exito)


Ataque zombie 2 + 6= 8 (fallo)
Defensa zombie 1 + 6=7 (fallo)
Vida [0/10] zombie muerto

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :

Pasé cerca del Jeep para echar un vistazo por las ventanas en el tiempo que Audrey se alejaba hacia la parte trasera del edificio y tío Tom sujetaba confirmeza su viejo fusil. Hacía como dos años que el cañón había quedado inservible. Estaba roto, pero tío Tom siempre lo tenía cerca.

Enarqué una ceja al ver un... ¿mapache? Ladeé la cabeza. El animal hizo el mismo gesto en sentido contrario, y solté una carcajada nasal. Giré la cabeza al oír un rugido procedente del edificio. Me acerqué al tío Tom con las tijeras aún en la mano, y por la ventana vimos a aquel individuo cargarse a un zombie de una puñalada. Tío Tom me impidió avanzar con un brazo. Fruncí el ceño cuando el desconocido salió y nos habló de aquella forma. No me gustó su forma de sonreír.

— ¿Primero pide calma y después amenaza?— preguntó el tío Tom, pero no le dio tiempo a responder. Levantó el arma en señal de paz—. Me parece bien que dividamos botín. Voy con dos niñas. Nos dirigimos al este. ¿Le importa si echamos un vistazo?— pidió permiso señalando la puerta con un cabeceo.

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'¿Qué hay ahí?' :

Resultados :

Apresuró el ritmo, los músculos los podía notar tensados bajo las capas de ropa. De momento sólo podía reencontrarse con los suyos e informar de lo que había visto en la parte trasera. No salida, sí zombies. Menuda putada. Rey no se separaba del bate, hacía presión con la palma en el mango como si su vida dependiese de ello. Una vez se aproximó a la entrada pudo divisar a su tío Tom y a su hermana, no estaban solos. La sangre se le calentó, como aquel bastardo hiciese un mínimo movimiento en falso saltaría cual fiera, ni se lo pensaría.

— ¿Va todo bien? — Audrey no apartaba la vista del desconocido, lo analizó de pies a cabeza en busca de armas, de cualquier cosa que pudiese usar en contra de los Wilford. — ¿Este tío no os deja entrar? — Por inercia frunció el entrecejo y se colocó frente a Liv, no estaba en posición para ponerse a escupir veneno por la boca pero ganas no le faltaban. Aún así prefirió usar las pocas neuronas que no tenía congeladas por el frío. — Debemos movernos rápido. No hay salida trasera ni ventanas, y he visto un zombie pululando. Pueden haber otros cerca — dejó caer, sin perder el contacto visual con aquel sujeto. ¿Qué más le daba? Joder, todos estábamos necesitados. Era ahora o nunca. Cuanto más tardasen, más todo se complicaría.

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'¿Qué hay ahí?' :

Resultados :

El hombre me miraba como si estuviera pensando en la posibilidad de atacarme o peor, como si creyera que yo iba a atacarlo. Y es que a mí no me interesaba pelear, simplemente le parecía una pérdida de tiempo y esfuerzo. No digo que no lo haría de ser necesario, solo digo que no me parecía necesario de ninguna manera. Mire a la chica con la misma sonrisa que ya traía cuando ella hablo y dije -cariño, no soy yo el que apunta con un arma- después de todo yo había salido con las manos en alto. Mis ojos volvieron al hombre cuando hablo, ahora sabía que había otra más -¿Donde esta la otra chica?-

Como yo mismo le había dicho que podíamos dividir las cosas y el bajo el arma dije -viajo solo, bueno con mí mascota- creo que ya podía llamar así al mapache que me había mordido un par de veces pero que ahora se quedaba conmigo por comida y que de alguna manera me alertaba de lo malo. Me hice a un costado mientras dejaba al hombre pasar y miraba a la niña ¿Como mierda sobrevivía una niña en el fin del mundo? Tenía bastante curiosidad pero no dije nada.

Llevaba puesto mí uniforme táctico negro pero le había quitado todos los parches de Umbrella, a lo largo de los días, había aprendido que no mucha gente tenía simpatía por umbrella y lo mejor es que no supieran nada de dónde pertenecía.

De golpe otra chica apareció con un bate en la mano y me encogí de hombros. Nuevamente yo no estaba armado pero si la chica intentaba lastimarme, pues me defendería como cualquier UBCS de Umbrella haría o quizás un poquito peor. Me reí cuando ella de manera amenazante pregunto si yo no los dejaba entrar -¿Sabes usar eso? - le dije y señale detrás de ella donde se iban acercando un par de zombies. Era normal que aparecieran por la calle y no venían muy rápido, pero si querían quedarse a buscar comida y gasolina teníamos que terminar con ellos.

Le di la espalda y caminé hasta mí camioneta con tranquilidad y abrí la puerta donde el mapache se acercó y yo suspire -lo siento amigo, solo encontré más de esa mierda de harina, creo que vamos a tener que cocinar- metí la mano al bolsillo y saqué la última barrita de cereal que me quedaba para entregársela. Luego busque un tazón que había encontrado y lo puse sobre el asiento antes de tomar mí única botella de agua y abrirla, le di un trago de agua y puse algo de esta en el tazón para que mí mapache tomara.

Una vez que hice eso cerré la puerta para notar que los zombies se estaban acercando mucho, lo sigue como para atacar. Fue hacia la chica y yo saqué mí cuchillo pero en un rapudo movimiento lo tome de lo que le quedaba de ropa y lo tiré al suelo, quería apuñalarlo pero el según vaya no directo a morderme

 Cuchillo militar:  [Daño: 10 + Fuerza]
Daño: 10 + 4= 14

Ataque Mich AC 3+1= 4 (falló)
Defensa Mich 3 + 1= 4 (exito)


Ataque zombie 2 + O= 2 (fallo)
Defensa zombie 1 + 5=6 (Exito)
Vida [0/10] zombie vivo

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :


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#3 '¿Qué hay ahí?' :

#3 Resultados :

¿Cariño? Fruncí más el ceño. Ese tío no era mi madre para llamarme cariño. Entonces nos dio paso y él se fue hacia el Jeep. Me quedé pensando en el mapache un instante, en el umbral de la puerta. Cuando era pequeña teníamos un gato. ¿Qué habría sido de Chispa? Me pregunté si seguiría vivo, comiéndose a los zombies caídos, como cuando traía a la puerta de casa ratones o pájaros muertos tras escaparse para cazar, o para buscar novia, como solía decir papá.

Apareció Audrey, interrumpiendo el hilo de mis pensamientos, y tío Tom asintió con la cabeza.

—Quédate en la puerta— le dijo tío Tom, y echó una mirada hacia el Jeep. Sabía que no lo decía por los zombies que pudieran llegar, sino por el hombre. La precaución primero, y siempre, solía decir el tío Tom—. Registraremos la tienda— añadió.

Entré tras él y me puse a rebuscar rápidamente, alerta para que nada me sorprendiera ahí dentro. La mordedura de la mano me picaba cada vez que pensaba en aquel momento.

Seguramente habíamos interrumpido al tipo del mapache, porque encontramos algunas cosas de utilidad. Había una caja de antibióticos que me guardé sin dudarlo. Luego encontré en el suelo una brújula de madera bastante bonita. No se parecía a la del tío Tom. Me pareció que podía darme un capricho, porque seguía siendo algo útil, así que me la quedé. Tío Tom encontró un tarro de miel, y un puñado de casquillos vacíos que guardó en su mochila. Tío Tom sabía hacer balas funcionales.

Me puse a ojear las revistas de unos estantes. La mayoría eran de tetas, de mujeres en posturas imposibles, y penes. Entonces oí jaleo fuera, y levanté la vista. Volví a sacar las tijeras para salir fuera.

— ¡Oli!— me llamó tío Tom. Solía decir que, si no suponían una amenaza inminente, lo mejor era no arriesgarse. No quería que nosotras nos arriesgáramos. Pero yo era inmune. Yo podía acercarme a esas cosas y matarlas sin acabar convertida. Rebasé a mi hermana, y fui a por el otro zombie.


Dado 1 Dilema: ¿Se ha quedado Olivia con alguna revista guarra?
Dado 2 Dilema: ¿El zombie ignorará a Olivia después del ataque? Por Infectada.

Tijeras Daño 3 + Fuerza 1 = 4
PV Oli 10/10
Ataque Oli AC 1 + 4 = 5 (fallo)
Defensa Oli 2 + 5 = 7 (éxito)

Ataque Zombi 2 + 0 = 2 (fallo)
Defensa Zombi 1 + 10 = 11 (éxito)
PV Zombi 10/10
Daño Zombi 5


La mandíbula le colgaba de un hilillo de carne. Era feo de cojones y tenía la piel mortecina y los ojos hundidos. Por desgracia era un no-muerto bastante alto, así que al intentar alcanzarle un ojo, no lo conseguí. El zombie sacudió un brazo para defenderse y desembarazarse de mí, casi con desgana. Evité que me golpeara agachándome un poco y retrocediendo. Me miró un momento, gruñendo, resollando como un cerdo cansado, y entonces desvió su atención hacia otra parte, caminando renqueante hacia Audrey. ¿Acababa de pasar de mí?

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#1 'Dilemas' :

#1 Resultados :


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#2 'Dilemas' :

#2 Resultados :


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#3 'Números' :

#3 Resultados :


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#4 'Números' :

#4 Resultados :

La tensión se palpaba en el ambiente. Estaba rígida, y alterada; odiaba toparse con otros supervivientes porque nunca sabía que les depararía esos infortuitos encuentros. Audrey alzó el mentón, el tipo ese le sacaba unos buenos centímetros. — Oh sí, ¿te gustaría comprobarlo? — Una pregunta por otra pregunta, sí que sabía usar el bate, puede que estuviese siendo violenta con él, pero es que le salía tan natural como el aire que respiraba. Tenía carácter. Una vez el rubio pasó por su lado ella se giró, observando los zombies que comenzaban a rodearlos. — ¡Hey! ¿Pero a donde vas? — Tremendos cojones tenía, ¿en serio iba a moverse fuera de la gasolinera solo?

Rey se mantenía en la puerta haciendo guardia, cumpliendo la orden de su tío. Recogió del suelo unas especies de paquetes, pudo leer algo sobre huevos, y polvo. Porquería seguro, aún así lo guardó en su mochila. Desde su posición podía ver al tipo vestido de negro, cerca de la camioneta. A saber que tenía dentro, ¿algo valioso? Los infectados arrastraban los pies, aproximándose a la tienda. Joder, joder... alzó a medias el bate, estaba más que preparada para reventar sesos, aunque el más cercano terminó matándolo aquel desconocido de una puñalada.

— ¡Tenemos que irnos! ¡Tenemos que largarnos ya! — A tomar por culo. No dejaría entrar a ninguno de ellos. Estaba lista para todo lo que le viniese, fue cuestión de segundos, un sólo momento; un descuido. Ver a Olivia en primera línea le heló la sangre. — ¡¡OLIVIA!! — Daba igual si ya había sido mordida una vez, ¿contaría con la misma suerte si volvían a herirla? No, ¡no! Audrey salió disparada detrás de su hermana. El tío Tom también salió de la tienda.

Lo que pasó a continuación fue jodidamente raro. El infectado ignoró a Liv, como si no existiese. El próximo objetivo fue ella misma. Se le venía encima aquel zombie. Sus luceros estremecidos se clavaron en su hermana, luego en aquel desconocido que también estaba matando a otros zombies. Necesitaba ayuda, ¡ni de coña quería morir! Apretó los dientes, tenía que defenderse cuanto antes o sería tarde.


Bate de madera: Daño 5 + FU 1= 6

Ataque de Rey AC 2 + 2 = 4 (fallo)
Defensa de Rey D 2 + 7 = 9 (éxito)
PV Audrey: 10/10

Ataque del Zombie: 2 + 4 = 6 (fallo)
Defensa del Zombie: 1 + 9 = 10 (éxito)
PV Zombie: 10/10
Daño 5

De nada sirvió esperar a tenerlo bien cerca, no pudo encajarle un buen batazo y para empeorar la situación, aquel zombie intentó hincarle un mordisco en el hombro. — ¡Tío Tom! — Aulló Rey, esquivando una mordedura por los pelos al retroceder sobre el sitio.

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#1 'Números' :

#1 Resultados :


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#2 'Números' :

#2 Resultados :