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Estás solo, todo está destruído, la muerte quiere cazarte. Has sobrevivido al fin y eso no es todo: esta guerra sigue en pie, pues el fin supone un nuevo principio, uno más tormentoso donde tendrás que demostrar lo que vales. ¿Crees poder sobrevivir?, si no... Abandonad toda esperanza aquellos que os adentráis en este nuevo, virulento y destrozado lugar.
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En total hay 15 usuarios en línea: 1 Registrado, 0 Ocultos y 14 Invitados :: 1 Motor de búsquedaThea Grayson
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#Rescue
Tras poneros de acuerdo en esa Base militar habéis decidido aceptar el plan de Kenneth J. Wayland, os encontráis en lo alto de una colina, él acaba de bajar con uno de los coches a abajo, ha entrado en la cabaña y ya no le habéis vuelto a ver, han pasado diez minutos y estáis esperando:
- Referencia:
Podéis tomar como referencia la siguiente imagen sin contar con los caminantes que rodean la valla, se supone que el lugar por fuera está desierto.
Tenéis que esperar a que como Kenneth dijo se abrieran las puertas para que bajéis y paséis al interior, en la entrada la casa se separa en dos dejando ver en el centro una especie de hueco de ascensor, bajáis por este.
#Secuestrados
Los secuestrados os encontráis en una estancia de la compañía, en una planta cualquiera, todos estáis separados unos de otros en habitaciones individuales e idénticas, todas dispuestas a lo largo de un pasillo de color blanco hay habitaciones a los dos lados, todas las habitaciones están completamente vacías, solo estáis vosotros, una persona por habitación, estas son cuadradas y de color blanco, no tienen puertas, solo un cristal transparente en la pared que está en frente vuestra y da al pasillo, es una puerta, gracias al mando que hay en la entrada podéis abrirlas, los cristales se deslizan hacia arriba, en la habitación A10 solo hay sangre y restos humanos, en la A9 un AxeMan y en el resto todos vosotros.
Estado de los personajes:
Bajo ningún concepto podréis estar tan tranquilos, a algunos os han sacado sangre, con otros se han experimentado, si queréis cambiar de sangre, ese será el experimento, no habrá proyectos, solo cambios de sangre. Antes del primer post vuestro podéis hablar conmigo por MP y decir si queréis cambiar de sangre si no hacéis vuestro rol y solo os habrán sacado sangre y sedado, ninguno podrá estar despierto del todo, podéis elegir un estado para vuestro pj de estos tres:
Estado de los personajes:
Bajo ningún concepto podréis estar tan tranquilos, a algunos os han sacado sangre, con otros se han experimentado, si queréis cambiar de sangre, ese será el experimento, no habrá proyectos, solo cambios de sangre. Antes del primer post vuestro podéis hablar conmigo por MP y decir si queréis cambiar de sangre si no hacéis vuestro rol y solo os habrán sacado sangre y sedado, ninguno podrá estar despierto del todo, podéis elegir un estado para vuestro pj de estos tres:
1º Dormido:
Básicamente está inconsciente por la medicación, puede despertarse en algún momento, delirar y volver a quedar dormido.
2º Drogado:
Se podría decir que medio está dormido, pero puede caminar, aunque acabará cayendo al suelo, necesitan ayuda y delira.
3º Despierto/Drogado:
Puede caminar y levantarse, pero con ayuda de alguien, medio delira.
Sala: Haz Clic para ver el plano.
#Rescate
Cuando lleguéis a esta sala, ninguno de los secuestrados podrá irse solo por su propio pie. Si ninguna persona te ayuda a levantarte y no te llevan con ellos te quedas en la base.
#Normas
#Pueden postear siempre por debajo de cuatro posts que no sean suyos, deben de haber cuatro posts de otras personas entre los vuestros.
#No se inventen cosas "sobrenaturales."
#No se pueden causar grandes destrozos en la base, ni medianos, casi que ni chicos... Queremos conservar un poco más la base...
#Estos roles deben ser rápidos, por eso establecemos un mínimo de cuatro lineas, y un máximo de 35, sabemos que hay usuarios que muchas veces superan las cincuenta lineas y nos sentimos orgullosos, pero entonces los posts se hacen muy lentos.
#Pueden empezar con una pequeña reseña de todo lo ocurrido y como están actualmente.
#Se premiará la originalidad y el buen rol.
#No se inventen cosas "sobrenaturales."
#No se pueden causar grandes destrozos en la base, ni medianos, casi que ni chicos... Queremos conservar un poco más la base...
#Estos roles deben ser rápidos, por eso establecemos un mínimo de cuatro lineas, y un máximo de 35, sabemos que hay usuarios que muchas veces superan las cincuenta lineas y nos sentimos orgullosos, pero entonces los posts se hacen muy lentos.
#Pueden empezar con una pequeña reseña de todo lo ocurrido y como están actualmente.
#Se premiará la originalidad y el buen rol.
Cronología: Han pasado cuatro días desde lo ocurrido en el motel. Es plena mañana y hace bastante calor, estáis en pleno desierto de Nevada.
Enjoy the Silence 4.0 All rights reserved.
PÍDEME ROL + MP
- We are Enjoy the Silence 4.0:
Nueve años matando zombies... Y no nos cansamos. ¡GRACIAS A TODOS!
No se puede ser más gilipollas... ¡Va a entrar y saldrá con un puñetero ejército a por nosotros y como buenos idiotas le estaremos esperando a que nos la metan doblada...
Empiezo a decir mientras con los prismáticos veo como aquel tipo va hacia la base y entra como si nada. Se me había ocurrido la idea de que tal vez podríamos irnos a la otra colina que había al otro lado, tal vez así cuando salieran y fueran hacia aquí a nosotros nos daría tiempo a huir, pero entonces caí en la cuenta de que las puertas se abrirían y nosotros tendríamos que entrar.
Gilipollas no, lo siguiente... Nosotros solos nos vamos a dejar atrapar entrando ahí, maldita sea... Belikov espero que fuera un buen amigo,. porque joder...
Decía mientras le pasaba los prismáticos a otro para que mirase el lugar, estábamos todos tirados sobre la tierra en lo alto de aquella colina viendo como el rubio iba hacia el interior del mismísimo infierno.
Yo iré primero, seguidme de lejos, si veo que es una emboscado os hago alguna señal y salís por patas...
Acabé por decir entonces mientras ponía la mirada en blanco, con la vista fija en aquel sitio, había dejado al perro con Max, la verdad es que tan solo me fiaba de Mathias, Max, Hero, Fran y la desconocida esa... Vaya panorama, hasta el bebé actuaría con más cabeza que todos ellos juntos. Pero no nos íbamos a traer a Paco mal herido después de lo ocurrido, apenas habían pasado unos días, la cara de Hero al enterarse de que íbamos a Umbrella fue todo un cuadro, no hubo falta tratar de hablar con él para saber que no venía y Max aunque se empeñase era mejor que se quedase con el niño y que la médico cuidase de Fran.
No me importa, no es que tenga gran cosa... Anna, si ocurre así... No te olvides de sacar a Mathias a pasear.
Comenté de broma aunque sin muchas ganas de ella, pues la verdad es que para nada estábamos de humor.
¿Cuánto tiempo ha pasado ya?, ¿se ha ido a tomar café o qué?
Ahí dando a entender lo poco paciente que soy, pero es que con la situación... Que de menos.
Empiezo a decir mientras con los prismáticos veo como aquel tipo va hacia la base y entra como si nada. Se me había ocurrido la idea de que tal vez podríamos irnos a la otra colina que había al otro lado, tal vez así cuando salieran y fueran hacia aquí a nosotros nos daría tiempo a huir, pero entonces caí en la cuenta de que las puertas se abrirían y nosotros tendríamos que entrar.
Gilipollas no, lo siguiente... Nosotros solos nos vamos a dejar atrapar entrando ahí, maldita sea... Belikov espero que fuera un buen amigo,. porque joder...
Decía mientras le pasaba los prismáticos a otro para que mirase el lugar, estábamos todos tirados sobre la tierra en lo alto de aquella colina viendo como el rubio iba hacia el interior del mismísimo infierno.
Yo iré primero, seguidme de lejos, si veo que es una emboscado os hago alguna señal y salís por patas...
Acabé por decir entonces mientras ponía la mirada en blanco, con la vista fija en aquel sitio, había dejado al perro con Max, la verdad es que tan solo me fiaba de Mathias, Max, Hero, Fran y la desconocida esa... Vaya panorama, hasta el bebé actuaría con más cabeza que todos ellos juntos. Pero no nos íbamos a traer a Paco mal herido después de lo ocurrido, apenas habían pasado unos días, la cara de Hero al enterarse de que íbamos a Umbrella fue todo un cuadro, no hubo falta tratar de hablar con él para saber que no venía y Max aunque se empeñase era mejor que se quedase con el niño y que la médico cuidase de Fran.
No me importa, no es que tenga gran cosa... Anna, si ocurre así... No te olvides de sacar a Mathias a pasear.
Comenté de broma aunque sin muchas ganas de ella, pues la verdad es que para nada estábamos de humor.
¿Cuánto tiempo ha pasado ya?, ¿se ha ido a tomar café o qué?
Ahí dando a entender lo poco paciente que soy, pero es que con la situación... Que de menos.
-Muy bien Wayland... Vas a mandar a tomar por culo todo lo que te ha costado tanto conseguir...-Me decía con lentitud mientras el ascensor me llevaba hasta la primera planta, allí estaba el control y cuando me vieron todos sin la máscara y con el traje completamente destrozado se echaron a reir, en otra ocasión me habría echado a reír yo también, pero no era otra situación.
-Wayland tres días en volver, nuevo récord...-Decía el soldado de turno mientras apuntaba en una pizarra que tenía detrás una X más debajo de mi nombre, sonreí de forma forzada y caminé hacia adelante, ya habían un par de letras, cada una indicaba la de veces que me había quedado tirado arriba, que me daban por muerto y que regresaba sin máscara y con el traje destrozado.
-Smith se alegrará de verte-Comentó él de forma distraída mientras yo me acercaba y colocaba mi huella en una pantalla para marcar que estaba dentro de la base, era un registro cotidiano para saber quien entraba y salí. -¿Está en su despacho?-Pregunté.
-Si-Respondió mientras se encendía la luz verde y pasaba al interior. -Bien, iré a verle ahora mismo...-Comenté serio mientras echaba a caminar hacia el frente, recorriendo los pasillos que se habían convertido en mi hogar, no quería dejar aquel sitio, saludaba a mis conocidos y estos me saludaban a mi con alguna que otra sonrisa, pasé de largo de la sala de descanso en la que me solía reunir con mis compañeros de grupo a jugar a las cartas y me coloqué en la puerta del despachó de Smith, llamé y seguidamente entré, como siempre él estaba ahí sentado con la vista fija en uno de sus libros.
-Señor...-Me quedé en blanco, Smith era un buen jefe o a mi por lo menos me caía bastante bien y yo le iba a traicionar, me quedé dubitativo, no sabía que hacer, aún estaba a tiempo de rectificar. -Los tipos que escaparon del incidente en el motel están arriba, en la superficie, esperando, en la colina...
-Wayland tres días en volver, nuevo récord...-Decía el soldado de turno mientras apuntaba en una pizarra que tenía detrás una X más debajo de mi nombre, sonreí de forma forzada y caminé hacia adelante, ya habían un par de letras, cada una indicaba la de veces que me había quedado tirado arriba, que me daban por muerto y que regresaba sin máscara y con el traje destrozado.
-Smith se alegrará de verte-Comentó él de forma distraída mientras yo me acercaba y colocaba mi huella en una pantalla para marcar que estaba dentro de la base, era un registro cotidiano para saber quien entraba y salí. -¿Está en su despacho?-Pregunté.
-Si-Respondió mientras se encendía la luz verde y pasaba al interior. -Bien, iré a verle ahora mismo...-Comenté serio mientras echaba a caminar hacia el frente, recorriendo los pasillos que se habían convertido en mi hogar, no quería dejar aquel sitio, saludaba a mis conocidos y estos me saludaban a mi con alguna que otra sonrisa, pasé de largo de la sala de descanso en la que me solía reunir con mis compañeros de grupo a jugar a las cartas y me coloqué en la puerta del despachó de Smith, llamé y seguidamente entré, como siempre él estaba ahí sentado con la vista fija en uno de sus libros.
-Señor...-Me quedé en blanco, Smith era un buen jefe o a mi por lo menos me caía bastante bien y yo le iba a traicionar, me quedé dubitativo, no sabía que hacer, aún estaba a tiempo de rectificar. -Los tipos que escaparon del incidente en el motel están arriba, en la superficie, esperando, en la colina...
- Spoiler:
- No mires tanto...
Así que ha sido una perdida de tiempo... Comentó el líder de la base del desierto mientras miraba fijamente al interior de la habitación A6. No hay rastro del virus en su sangre, pero si que estaba antes... Se frotó la barbilla con una mano mientras miraba fijamente el cuerpo, el resto de personas estaban dormidas también, no tardarían mucho en volver a espabilarse.
Dentro de una hora envían a un grupo a que los vuelvan a sedar. Se volvió ligeramente decepcionado hacia el holograma de la cría que le miraba fijamente desde una distancia de un metro o cosa así. Pero bueno, la sorpresa está en los demás resultados de sangre... Tras decir aquello se volvió hacia un lado y caminó en dirección de la habitación A3. El sujeto A3 está infectado, su cuerpo está cargado del Virus T como lo estaría una persona recién infectada y aún así no da signos de llegar a transformarse. Garrett se quedó ahí plantado observando al tipo fijamente. Sería interesante realizar un escáner cerebral y hacerle más pruebas.
Smith avanzó varios pasos revisando a cada uno de los sujetos hasta acabar una vez más en la A6.
Quiero que le inyecten el virus T, directamente, puede que ocurra igual que con el A3... Es lógico que su sangre esté ahora limpia, no tuvimos en cuenta el virus. Esperad a que los vuelvan a sedar para hacer todo esto, no nos gustaría que hubiera algún conflicto, ahora podrían empezar a despertarse en cualquier momento y no es cuestión. Antes recoged varias muestras de sangre del A6 y mirad que pasa con el Virus T, luego depende de lo que ocurra actuaremos o no, las pruebas con el A3 siguen pendientes, el A5 no sirve para nada, le inyectáis el virus y comprobáis si el posible antídoto en este sirve, al resto les volvéis a extraer muestras de sangre y analizáis lo que ocurre al introducir una muestra del Virus T, además utilizaremos un sujeto al azar para el programa I, el sujeto A5 está ya descartado, el sujeto A3 es interesante tampoco nos vale, que sea el A2... El científico se quedó ahí plantado frente a la habitación A2, el sujeto que había en esta era un varón alto que serviría para el proyecto. Un nuevo Némesis sería interesante... pero mejorado, se operará mañana.
Caminó hasta llegar a la A10 Y limpiad eso de una vez... Comentó para salir entonces por la puerta.
Apenas unos minutos más tarde ya se encontraba en su despacho cuando Wayland entró de forma precipitada, alzó la mirada de uno de sus libros y miró al sujeto con una sonrisa amable.
Nunca te cazan... ¿Eh? Dijo sin más volviendo la mirada hacia el libro hasta que escuchó lo que el chico le tenía que decir y alzó la mirada hacia el joven interesado en sus palabras. Vaya... Nos traes un regalo... Se puso de pie y avanzó por la sala hasta quedar a unos pasos de él. Sé que no estás de acuerdo con esto y valoro tu esfuerzo, pero el mal de uno pocos no es nada comparado con lo que sería el mal de muchos, gracias a esos pobres desgraciados podemos avanzar en la investigación y salvar a la humanidad... Gracias Wayland Tras decir aquello mirando fijamente al tipo se dio la vuelta para acercarse a su escritorio. Llamaré a los UBCS para que se encarguen de traerlos, tu puedes ir a descansar te vendrá bien.
Dentro de una hora envían a un grupo a que los vuelvan a sedar. Se volvió ligeramente decepcionado hacia el holograma de la cría que le miraba fijamente desde una distancia de un metro o cosa así. Pero bueno, la sorpresa está en los demás resultados de sangre... Tras decir aquello se volvió hacia un lado y caminó en dirección de la habitación A3. El sujeto A3 está infectado, su cuerpo está cargado del Virus T como lo estaría una persona recién infectada y aún así no da signos de llegar a transformarse. Garrett se quedó ahí plantado observando al tipo fijamente. Sería interesante realizar un escáner cerebral y hacerle más pruebas.
Smith avanzó varios pasos revisando a cada uno de los sujetos hasta acabar una vez más en la A6.
Quiero que le inyecten el virus T, directamente, puede que ocurra igual que con el A3... Es lógico que su sangre esté ahora limpia, no tuvimos en cuenta el virus. Esperad a que los vuelvan a sedar para hacer todo esto, no nos gustaría que hubiera algún conflicto, ahora podrían empezar a despertarse en cualquier momento y no es cuestión. Antes recoged varias muestras de sangre del A6 y mirad que pasa con el Virus T, luego depende de lo que ocurra actuaremos o no, las pruebas con el A3 siguen pendientes, el A5 no sirve para nada, le inyectáis el virus y comprobáis si el posible antídoto en este sirve, al resto les volvéis a extraer muestras de sangre y analizáis lo que ocurre al introducir una muestra del Virus T, además utilizaremos un sujeto al azar para el programa I, el sujeto A5 está ya descartado, el sujeto A3 es interesante tampoco nos vale, que sea el A2... El científico se quedó ahí plantado frente a la habitación A2, el sujeto que había en esta era un varón alto que serviría para el proyecto. Un nuevo Némesis sería interesante... pero mejorado, se operará mañana.
Caminó hasta llegar a la A10 Y limpiad eso de una vez... Comentó para salir entonces por la puerta.
Apenas unos minutos más tarde ya se encontraba en su despacho cuando Wayland entró de forma precipitada, alzó la mirada de uno de sus libros y miró al sujeto con una sonrisa amable.
Nunca te cazan... ¿Eh? Dijo sin más volviendo la mirada hacia el libro hasta que escuchó lo que el chico le tenía que decir y alzó la mirada hacia el joven interesado en sus palabras. Vaya... Nos traes un regalo... Se puso de pie y avanzó por la sala hasta quedar a unos pasos de él. Sé que no estás de acuerdo con esto y valoro tu esfuerzo, pero el mal de uno pocos no es nada comparado con lo que sería el mal de muchos, gracias a esos pobres desgraciados podemos avanzar en la investigación y salvar a la humanidad... Gracias Wayland Tras decir aquello mirando fijamente al tipo se dio la vuelta para acercarse a su escritorio. Llamaré a los UBCS para que se encarguen de traerlos, tu puedes ir a descansar te vendrá bien.
Firma hecha por Vanessa.
- Spoiler:
Blanco… blanco… blanco… Todo era blanco a su alrededor. O eso creía, con los ojos abriéndose intermitentemente para contemplar sólo la blancura cegadora de dondequiera que estuviese. Incluso cuando los cerraba la luz era tan fuerte que veía destellos. Los párpados le pesaban. No podía mantener los ojos abiertos durante mucho tiempo y cuando lo hacía, ni siquiera se daba cuenta de ello. Todo formaba parte de un sueño delirante.
¿Estoy muerta? alcanzó a preguntarse. No sabía si lo había dicho en voz alta o no. Y si lo estaba, el cielo o el infierno o lo que fuera eso era extraño y decepcionante. Su mente funcionaba de manera extraña, recuperando los recuerdos de cómo había llegado allí y asiéndose a ellos como si fueran trozos de tela en medio de un vendaval. Fragmentados, incompletos, desordenados. Había soldados… muchos, como enormes cucarachas con sus armaduras negras. El logo de Umbrella, el sonido de helicópteros, los golpes, el pinchazo… luego todo se había borrado. Fundido a negro, y corten.
Y su machete… ¿lo tenía? ¿dejaban llevar armas en el purgatorio? Aferrándose a la idea de que necesitaba un arma, acentuada por la costumbre de vivir con miedo constante al peligro, empezó a mover su mano. Despacio, muy despacio… hasta llevarla al cinturón. Le costaba mucho moverse. Como si la gravedad fuera el triple de fuerte. El dolor que notó en el brazo al hacerlo le recordó que le habían dado muy fuerte ahí y le habían desarmado. Aún así, alcanzó la funda que colgaba de su cinturón. Vacía.
Tenía que moverse. Un momento de lucidez le asaltó. No estaba muerta ni en el purgatorio, y no tenía armas así que algo tenía que hacer. Luchando contra la pesadez de su cuerpo, empezó a incorporarse y a desplazarse casi arrastrándose por la habitación. Era una habitación, toda blanca, al menos ahora podía poner cierto orden en su cabeza. O intentarlo. Su mente vagaba rápido, como aquella vez que había tomado éxtasis, pero peor. Al parecer se había movido mucho, porque de repente notó unas náuseas terribles y antes de darse cuenta vomitó en una esquina.
Con los ojos lagrimeando y la garganta reseca pero el estómago más estable, se alejó de ahí e intentó andar. Un par de pasos vacilantes y de nuevo al suelo. Las piernas no le respondían bien. Alargó la mano y se quedó alucinada al tocar un cristal frío que parecía de otro mundo. En su cabeza la habitación se había formado como un sitio de cuatro paredes blancas, pero de repente ahí estaba, una pared de cristal, y en frente una habitación igual que la suya… Y ahí estaba ella, desastrosa y sucia de sangre y tierra, en un reflejo cruel… ¿Sería un espejo? ¿Estaba condenada a verse a sí misma durante toda la eternidad, en el interior del dado cósmico? Cinco caras y un espejo… Su mente estaba tan afectada por las drogas que ni siquiera era capaz de distinguir su difuso reflejo en el cristal de lo que había en la habitación de enfrente.
¿Estoy muerta? alcanzó a preguntarse. No sabía si lo había dicho en voz alta o no. Y si lo estaba, el cielo o el infierno o lo que fuera eso era extraño y decepcionante. Su mente funcionaba de manera extraña, recuperando los recuerdos de cómo había llegado allí y asiéndose a ellos como si fueran trozos de tela en medio de un vendaval. Fragmentados, incompletos, desordenados. Había soldados… muchos, como enormes cucarachas con sus armaduras negras. El logo de Umbrella, el sonido de helicópteros, los golpes, el pinchazo… luego todo se había borrado. Fundido a negro, y corten.
Y su machete… ¿lo tenía? ¿dejaban llevar armas en el purgatorio? Aferrándose a la idea de que necesitaba un arma, acentuada por la costumbre de vivir con miedo constante al peligro, empezó a mover su mano. Despacio, muy despacio… hasta llevarla al cinturón. Le costaba mucho moverse. Como si la gravedad fuera el triple de fuerte. El dolor que notó en el brazo al hacerlo le recordó que le habían dado muy fuerte ahí y le habían desarmado. Aún así, alcanzó la funda que colgaba de su cinturón. Vacía.
Tenía que moverse. Un momento de lucidez le asaltó. No estaba muerta ni en el purgatorio, y no tenía armas así que algo tenía que hacer. Luchando contra la pesadez de su cuerpo, empezó a incorporarse y a desplazarse casi arrastrándose por la habitación. Era una habitación, toda blanca, al menos ahora podía poner cierto orden en su cabeza. O intentarlo. Su mente vagaba rápido, como aquella vez que había tomado éxtasis, pero peor. Al parecer se había movido mucho, porque de repente notó unas náuseas terribles y antes de darse cuenta vomitó en una esquina.
Con los ojos lagrimeando y la garganta reseca pero el estómago más estable, se alejó de ahí e intentó andar. Un par de pasos vacilantes y de nuevo al suelo. Las piernas no le respondían bien. Alargó la mano y se quedó alucinada al tocar un cristal frío que parecía de otro mundo. En su cabeza la habitación se había formado como un sitio de cuatro paredes blancas, pero de repente ahí estaba, una pared de cristal, y en frente una habitación igual que la suya… Y ahí estaba ella, desastrosa y sucia de sangre y tierra, en un reflejo cruel… ¿Sería un espejo? ¿Estaba condenada a verse a sí misma durante toda la eternidad, en el interior del dado cósmico? Cinco caras y un espejo… Su mente estaba tan afectada por las drogas que ni siquiera era capaz de distinguir su difuso reflejo en el cristal de lo que había en la habitación de enfrente.
- Limpiad la A1 - aquella voz infantil resonó por toda la estancia mientras el holograma se acercaba lentamente al cristal y visualizaba bien el sitio, la joven acababa de vomitar, era la primera de los ocho sujetos en despertar, aquella reacción sería por culpa de los sedantes, llevaban ya varios días allí sin hacer nada más que dormir.
- Tirad las ropas que traen de fuera y ponedles un camisón, aún están aturdidos - las ropas que traían de la calle no resultaban ser funcionales a la hora de sacar sangre, realizar pruebas... Ya habían sido algunos sujetos cambiados, de ropa y limpiados, en el caso de la A1 no había ocurrido aún, pero apenas había terminado de hablar aquel ordenador cundo dos sujetos vestidos con trajes de riesgo biológico entraron en la A1, el cristal se levantó con cierta lentitud, uno colocó una inyección a la mujer, un sedante que no era demasiado fuerte, Smith ordenó que estos e hiciera más tarde, pero si esta despertaba no se podría hacer nada, uno de los sujetos limpió la habitación y otros dos se encargaron de quitarle la ropa y asear a la joven, varios empleados ya habían realizado este proceso con la mayoría de los huéspedes. Terminaron en poco tiempo y salieron dejando la A1 impecable mientras el cristal se cerraba. Los empelados de la compañía desaparecieron y el holograma los siguió con más calma a lo largo del pasillo, la puerta del fondo se cerró al tiempo que las luces se apagaban dejando una un poco más clara, se podía ver algo, pero la luz ya no resultaría tan cegadora, cuando el holograma llegó a la puerta cerrada desapareció sin más.
No volvió a visualizarse en ningún sitio, por ahora se concentraba en revisar las cámaras, una tras otra para comprobar que todo estuviera bien, se le informó de la llegada de Wayland y observó como este entraba en del despacho de Smith, tal vez el único lugar de la base en el que el ordenador no podía entrar sin permiso. Como si nada decidió revisar las cámaras de fuera, en la superficie y visualizó solo donde el perímetro le permitía, había un vehículo nuevo en la entrada, sin duda el coche que Wayland habría utilizado para llegar a la base y el ordenador ya no llegó a ver nada más.
- Tirad las ropas que traen de fuera y ponedles un camisón, aún están aturdidos - las ropas que traían de la calle no resultaban ser funcionales a la hora de sacar sangre, realizar pruebas... Ya habían sido algunos sujetos cambiados, de ropa y limpiados, en el caso de la A1 no había ocurrido aún, pero apenas había terminado de hablar aquel ordenador cundo dos sujetos vestidos con trajes de riesgo biológico entraron en la A1, el cristal se levantó con cierta lentitud, uno colocó una inyección a la mujer, un sedante que no era demasiado fuerte, Smith ordenó que estos e hiciera más tarde, pero si esta despertaba no se podría hacer nada, uno de los sujetos limpió la habitación y otros dos se encargaron de quitarle la ropa y asear a la joven, varios empleados ya habían realizado este proceso con la mayoría de los huéspedes. Terminaron en poco tiempo y salieron dejando la A1 impecable mientras el cristal se cerraba. Los empelados de la compañía desaparecieron y el holograma los siguió con más calma a lo largo del pasillo, la puerta del fondo se cerró al tiempo que las luces se apagaban dejando una un poco más clara, se podía ver algo, pero la luz ya no resultaría tan cegadora, cuando el holograma llegó a la puerta cerrada desapareció sin más.
No volvió a visualizarse en ningún sitio, por ahora se concentraba en revisar las cámaras, una tras otra para comprobar que todo estuviera bien, se le informó de la llegada de Wayland y observó como este entraba en del despacho de Smith, tal vez el único lugar de la base en el que el ordenador no podía entrar sin permiso. Como si nada decidió revisar las cámaras de fuera, en la superficie y visualizó solo donde el perímetro le permitía, había un vehículo nuevo en la entrada, sin duda el coche que Wayland habría utilizado para llegar a la base y el ordenador ya no llegó a ver nada más.
-¡Quieres dejar ya de quejarte!-Susurré de mala gana a la vez que le daba un codazo al tal Bécker, que tío más cansino joder, no se callaba ni debajo de agua, ni siquiera dejaba de criticar a Kenneth, al final decidimos darle un voto de confianza aunque muchos se negaban y no se fiaban de él. Los entendía a todos, incluso yo tenía mis dudas, pero le recordaba de Nueva York, era un amigo nuestro más, no podíamos simplemente tacharlo ya de delincuente, me salvó en el motel y si decía que nos iba ayudar con esto, yo le creería.
-Pues si, un buen amigo, de los buenos, sé que no me va a fallar...-No debe fallarme, confío en él, aunque en los últimos días dudase de todo, pero al final decidí confiar en Wayland, solo porque le conocía y no podía pensar que llegase a cambiar demasiado al estar en Umbrella o al menos eso esperaba yo.
Y Bécker seguía hablando, aunque dijo al final algo que fue bastante serio, todos o por lo menos yo le miré fijamente. Había que decir que era un buen tipo. -No hará falta, no nos la va a hacer...-Seguía insistiendo en aquella idea, Kenneth nos ayudaría, estaba seguro de ello y tras decir aquello y que el soldado siguiera insistiendo con sus tonterías me hice con unos prismáticos para mirar hacia la chabola.
-Pues si, un buen amigo, de los buenos, sé que no me va a fallar...-No debe fallarme, confío en él, aunque en los últimos días dudase de todo, pero al final decidí confiar en Wayland, solo porque le conocía y no podía pensar que llegase a cambiar demasiado al estar en Umbrella o al menos eso esperaba yo.
Y Bécker seguía hablando, aunque dijo al final algo que fue bastante serio, todos o por lo menos yo le miré fijamente. Había que decir que era un buen tipo. -No hará falta, no nos la va a hacer...-Seguía insistiendo en aquella idea, Kenneth nos ayudaría, estaba seguro de ello y tras decir aquello y que el soldado siguiera insistiendo con sus tonterías me hice con unos prismáticos para mirar hacia la chabola.
- Spoiler:
Había sido una suerte que le contactará su viejo conocido con las grandes limitantes tecnológicas del nuevo mundo. Más llamativo era el hecho de encontrarse con un grupo tan numeroso dispuesto a entrar en el ombligo de la bestia para rescatar a compañeros menos afortunados. La muerte había rondado tan cerca que incluso logró arrebatar gente en el camino. Y lo más inquietante, al menos para él, radicaba en el estado de los secuestrados. Seguramente Umbrella no perdería el tiempo, nunca lo perdía.
El calor rayaba en lo asfixiante, pero soportable si tomaba en cuenta sus días en oriente medio. Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la diestra, escuchando la impaciencia plagada en la voz de alguien. Había aprendido el valor de estar sereno ante las peores circunstancias, incluso cuando va de por medio el bienestar de los aliados mismos. Y hablando de aliados, jamás había trabajado con alguien de la farmacéutica, el simple hecho le ocasionó llevar la diestra al arma pensando en abrir un hueco en los sesos al soldado de Umbrella. Pero no era su operativo, simplemente iba como apoyo esta vez.
Calma, vaquero. Dijo en voz alta el ex director del MI6, echando un vistazo, a través de la mira de su rifle, a la instalación. No es que confiara en el hombre de la farmacéutica, pero sus opciones no eran mayores a decir verdad. Quizá fue por descafeinados para todos.
Trabajar en el desierto implicaba la facilidad de ver un imprevisto pero también que éste se perdiera en la inmensidad del horizonte. De haber tenido a Sonja a su lado, seguro una broma hubiese surgido de sus labios para tratar de aminorar la tensión. Una cosa era cierta: quería acabar con tantos sujetos de Umbrella como fuera posible. Aunque, como de costumbre, una misión de rescate se limitaba a entrar y salir a toda velocidad, tan furtivos y rápidos como fuera posible. Desde luego eran muchos... y desconocía cuán avanzados fueran los sistemas de seguridad a los que deberían enfrentarse aunque con "La Reina Blanca" le bastaba, si ésta rivalizaba con su amiga de Nueva York. Respiró hondo, aguardando a que su chivo espiatorio saliera... o a que todo saliera mal.
El calor rayaba en lo asfixiante, pero soportable si tomaba en cuenta sus días en oriente medio. Se limpió el sudor de la frente con el dorso de la diestra, escuchando la impaciencia plagada en la voz de alguien. Había aprendido el valor de estar sereno ante las peores circunstancias, incluso cuando va de por medio el bienestar de los aliados mismos. Y hablando de aliados, jamás había trabajado con alguien de la farmacéutica, el simple hecho le ocasionó llevar la diestra al arma pensando en abrir un hueco en los sesos al soldado de Umbrella. Pero no era su operativo, simplemente iba como apoyo esta vez.
Calma, vaquero. Dijo en voz alta el ex director del MI6, echando un vistazo, a través de la mira de su rifle, a la instalación. No es que confiara en el hombre de la farmacéutica, pero sus opciones no eran mayores a decir verdad. Quizá fue por descafeinados para todos.
Trabajar en el desierto implicaba la facilidad de ver un imprevisto pero también que éste se perdiera en la inmensidad del horizonte. De haber tenido a Sonja a su lado, seguro una broma hubiese surgido de sus labios para tratar de aminorar la tensión. Una cosa era cierta: quería acabar con tantos sujetos de Umbrella como fuera posible. Aunque, como de costumbre, una misión de rescate se limitaba a entrar y salir a toda velocidad, tan furtivos y rápidos como fuera posible. Desde luego eran muchos... y desconocía cuán avanzados fueran los sistemas de seguridad a los que deberían enfrentarse aunque con "La Reina Blanca" le bastaba, si ésta rivalizaba con su amiga de Nueva York. Respiró hondo, aguardando a que su chivo espiatorio saliera... o a que todo saliera mal.
-No Smith, no hace falta, les dije que cuando se abrieran las puertas podrían entrar, querían venir a por sus amigos y familiares-Iba diciendo sin dejar de perder la vista del director de la base que parecía bastante complacido con lo que le acababa de decir. -En cuanto se abran las puertas bajarán aquí abajo a por su gente y les vais a dejar irse con ellos.-Dije de forma tajante mientras él se acercaba al teléfono y yo sacaba la glock de mi cinturón para apuntar directamente a la cabeza del líder de la base.
-Vamos a dar un paseo Smith-Sin llegar a bajar el arma con la otra mano señalé el ordenador de su despacho. -Pero antes vas a desactivar todas las defensas de la Reina Blanca, ahora-Hablaba lo más serio que podía, detestaba aquella situación, no quería hacer aquello, pero era la vida de muchas personas la que estaba en juego. -Esas personas no son nada tuyo, son personas y ellas deben elegir su propio camino, no otros... Y a la mierda el bien global, ya la habéis jodido bastante, no pretendáis decir que ahora vais de buenos cuando la situación es ya insostenible.
Apenas unos minutos más tarde todas las defensas de la Reina Blanca estaban desactivadas, esto suponía que ahora no era más que un espectador que podía verlo todo sin llegar a hacer nada, Smith caminaba por el pasillo en dirección a la entrada y yo iba detrás sin dejar de apuntar a su cabeza con el arma, decenas de soldados y personal de la compañía se quedaban mirando la situación sorprendidos, pero nadie podía hacer nada porque Smith era tal vez la persona más importante de la compañía y por ahora de la investigación, él era el científico no los soldados. Llegamos a la entrada.
-Abre las puertas de la casa-Ordené al tipo a la vez que apuntaba Smith con el arma y el soldado dudaba. -Ahora o le vuelo la cabeza- Hablé con tanta rabia que seguidamente el tipo se acercó al panel de mandos y por la pantalla pude ver como las puertas de la casa se abrían. Ahora les tocaba a ellos bajar.
-Vamos a dar un paseo Smith-Sin llegar a bajar el arma con la otra mano señalé el ordenador de su despacho. -Pero antes vas a desactivar todas las defensas de la Reina Blanca, ahora-Hablaba lo más serio que podía, detestaba aquella situación, no quería hacer aquello, pero era la vida de muchas personas la que estaba en juego. -Esas personas no son nada tuyo, son personas y ellas deben elegir su propio camino, no otros... Y a la mierda el bien global, ya la habéis jodido bastante, no pretendáis decir que ahora vais de buenos cuando la situación es ya insostenible.
Apenas unos minutos más tarde todas las defensas de la Reina Blanca estaban desactivadas, esto suponía que ahora no era más que un espectador que podía verlo todo sin llegar a hacer nada, Smith caminaba por el pasillo en dirección a la entrada y yo iba detrás sin dejar de apuntar a su cabeza con el arma, decenas de soldados y personal de la compañía se quedaban mirando la situación sorprendidos, pero nadie podía hacer nada porque Smith era tal vez la persona más importante de la compañía y por ahora de la investigación, él era el científico no los soldados. Llegamos a la entrada.
-Abre las puertas de la casa-Ordené al tipo a la vez que apuntaba Smith con el arma y el soldado dudaba. -Ahora o le vuelo la cabeza- Hablé con tanta rabia que seguidamente el tipo se acercó al panel de mandos y por la pantalla pude ver como las puertas de la casa se abrían. Ahora les tocaba a ellos bajar.
- Spoiler:
- No mires tanto...
Me picaba la cabeza, así que me llevé una mano para rascarme con ganas, además tenía frío por lo que acabé revolcándome o rodando por el suelo, estaba cansado, mareado... No sé, era una situación rara, ni siquiera tenía ganas de abrir los ojos, pero lo acabé haciendo de forma lenta, el lugar me cegó y tuve que volver a cerrar mis ojos mientras me acurrucaba en el suelo e intentaba recordar.
Me llamo Josh Mcguire, soy actor, hay zombies, voy con Belikov, Francisco y ese coreano loco, ¿pero dónde están ellos ahora?, al pensar ene so me erguí rápidamente no sin sentir un mareo que acabó por hacer que me volviera a tumbar y me llevase ambas manos a la cabeza apretando estas con fuerza sobre mi piel.
-¡¡Aghhhh....!!-Grité con fuerza. El dolor de cabeza era insoportable, contra más trataba de recordar aquel dolor se hacía cada vez peor. Peor poco a poco los recuerdos llegaban, estaba Belikov, el coreano loco, Fran, Bécker, Max que resultó ser hermano de Vanessa... Que cosas más raras, el mundo es un pañuelo o las telenovelas de por la tarde se han acoplado a la vida real porque vaya dramones macho.
Y entonces sentía que me mareaba y sabía que faltaba algo más, ¿cómo había llegado a aquel sitio?, me empecé a levantar de forma costosa para entonces ver a lo lejos un hueco en la pared lleno de sangre, me asusté, eché a correr con todas mis fuerzas hacia adelante y... ¡¡¡POM!!! Hostia terrible contra un cristal, abrí los ojos de golpe aún más aturdido pegado al cristal igualito a una de esas ventosas, resbalándome con lentitud por este visualizando a una niña que se paseaba por el sitio, me quedé mirándola a la vez que abría la boca y lamía el cristal sin darme cuenta conforme caía, pegando tanto mi cara al cristal que al otro lado a saber que parecería para acabar completamente desmayado en el suelo a causa del golpe.
Me llamo Josh Mcguire, soy actor, hay zombies, voy con Belikov, Francisco y ese coreano loco, ¿pero dónde están ellos ahora?, al pensar ene so me erguí rápidamente no sin sentir un mareo que acabó por hacer que me volviera a tumbar y me llevase ambas manos a la cabeza apretando estas con fuerza sobre mi piel.
-¡¡Aghhhh....!!-Grité con fuerza. El dolor de cabeza era insoportable, contra más trataba de recordar aquel dolor se hacía cada vez peor. Peor poco a poco los recuerdos llegaban, estaba Belikov, el coreano loco, Fran, Bécker, Max que resultó ser hermano de Vanessa... Que cosas más raras, el mundo es un pañuelo o las telenovelas de por la tarde se han acoplado a la vida real porque vaya dramones macho.
Y entonces sentía que me mareaba y sabía que faltaba algo más, ¿cómo había llegado a aquel sitio?, me empecé a levantar de forma costosa para entonces ver a lo lejos un hueco en la pared lleno de sangre, me asusté, eché a correr con todas mis fuerzas hacia adelante y... ¡¡¡POM!!! Hostia terrible contra un cristal, abrí los ojos de golpe aún más aturdido pegado al cristal igualito a una de esas ventosas, resbalándome con lentitud por este visualizando a una niña que se paseaba por el sitio, me quedé mirándola a la vez que abría la boca y lamía el cristal sin darme cuenta conforme caía, pegando tanto mi cara al cristal que al otro lado a saber que parecería para acabar completamente desmayado en el suelo a causa del golpe.
Josh Mcguire
Only Mcguire
Only Mcguire
Aquí está el Tito Josh.
- Mcguire:
La cabeza me daba vueltas de tal forma que no sabía qué estaba arriba y qué estaba abajo, total, todo era blanco. No sabía decir tampoco cuanto tiempo llevaba ahí, en esa posición pegado contra una esquina del cuarto con la cabeza entre las piernas intentando que el cuarto se mantuviese quieto y dejase de girar o acabaría echando hasta la primera papilla.
Recordé algo, a ese cabrón inyectándome algo, y a partir de ahí, nada. Sinceramente esperaba que me hubiesen matado, pero no lo parecía, o al menos el infierno no era como me imaginaba porque sin duda yo no iría a otro lugar. Hice un gran esfuerzo por ponerme en pie, pero fue tan inútil que terminé resbalando por la pared hasta caer de bruces al suelo, entonces me fui arrastrando hasta chocar contra algo, alcé una mano y lo palpé. Cristal. Finalmente perdí el conocimiento, otra vez. Creo que nunca había estado tan mal.
Me despertó una voz, pero no sabía cuánto tiempo había estado sobando, podrían ser segundos, minutos, horas, días... Qué asco de vida. -Estás hecho mierda.-Susurró otra vez esa voz femenina. Rompí a reir, no sé muy bien porqué, pero me estaba descojonando solo. -Yo al menos estoy vivo.-Dejé escapar, casi como un susurro, había gastado todas mis ganas en esa carcajada sin razón. -Muy gracioso.-Respondió con cierto reproche ella, que se acercó hasta mi y entonces pude mirarla, pero la luz seguía siendo tan cegadora que no pude mantener la mirada. -Si vas a seguir sin echarme una mano hazme un favor y lárgate de vuelta a tu tumba, morena...-Cerré los ojos y cuando volví a abrirlos ya no estaba allí, no sabía si prefería flipar y hablar con muertos como el niño del sexto sentido o seguir con mi encierro en soledad, pero realmente lo único que quería es que acabase rápido, aunque fuese de un balazo.
Recordé algo, a ese cabrón inyectándome algo, y a partir de ahí, nada. Sinceramente esperaba que me hubiesen matado, pero no lo parecía, o al menos el infierno no era como me imaginaba porque sin duda yo no iría a otro lugar. Hice un gran esfuerzo por ponerme en pie, pero fue tan inútil que terminé resbalando por la pared hasta caer de bruces al suelo, entonces me fui arrastrando hasta chocar contra algo, alcé una mano y lo palpé. Cristal. Finalmente perdí el conocimiento, otra vez. Creo que nunca había estado tan mal.
Me despertó una voz, pero no sabía cuánto tiempo había estado sobando, podrían ser segundos, minutos, horas, días... Qué asco de vida. -Estás hecho mierda.-Susurró otra vez esa voz femenina. Rompí a reir, no sé muy bien porqué, pero me estaba descojonando solo. -Yo al menos estoy vivo.-Dejé escapar, casi como un susurro, había gastado todas mis ganas en esa carcajada sin razón. -Muy gracioso.-Respondió con cierto reproche ella, que se acercó hasta mi y entonces pude mirarla, pero la luz seguía siendo tan cegadora que no pude mantener la mirada. -Si vas a seguir sin echarme una mano hazme un favor y lárgate de vuelta a tu tumba, morena...-Cerré los ojos y cuando volví a abrirlos ya no estaba allí, no sabía si prefería flipar y hablar con muertos como el niño del sexto sentido o seguir con mi encierro en soledad, pero realmente lo único que quería es que acabase rápido, aunque fuese de un balazo.
Le habían abierto las puertas de la base justo como ella planeó, y sin hacer muchas preguntas le permitieron acompañarlos a la base de Nevada. Ahora Celeste miraba a través de su catalejo la pequeña casa bardeada por completo.
– En serio… ¿Cómo no sospechamos de eso? ¡Es una casa en medio de la nada! – hablaba por medio de su comunicador, alejada de todos para mantener su incognita.
– Nuestros satélites no la detectaban… de hecho siguen sin hacerlo capitana. ¿Nos ha dado las coordenadas correctas? – Control trabajaba a su ritmo, y en ocasiones olvidaba que se enfrentaba a Umbrella.
– ¿Te las repito por cuarta vez? – gruñó Celeste, para tranquilizarse respirando profundamente segundos después. – Lo siento… Es el calor. Voy a cortar la comunicación y estaré ausente, no entraré ahí con esta cosa en la oreja. – no esperó las típicas objeciones, apagó el comunicador y lo enterró junto a un pequeño cactus.
Celeste no llevaba su chamarra, ya que esta tenía el símbolo de Pandemonium y no deseaba llamar la atención, cargaba con un pantalón negro, y en los muslos dos fundas, una para el revólver, la otra para la beretta. Su cintura estaba llena de cargadores, y una blusa entallada cubría su torso. Además, Celeste cargaba un par de gafas oscuras.
Sabía que era una misión suicida y sobretodo, que nadie allí dentro era importante para ella, pero la información, los datos… eso podía animarla más que nada aunque por dentro se moría de miedo.
Suspiro ante el calor, sus brazos sudaban al igual que su frente, pero no había sombra que la tapase en ese lugar, solo esperaba que el tal Kenneth se apresurara, ya que fuese como fuese, la haría entrar a la base.
– En serio… ¿Cómo no sospechamos de eso? ¡Es una casa en medio de la nada! – hablaba por medio de su comunicador, alejada de todos para mantener su incognita.
– Nuestros satélites no la detectaban… de hecho siguen sin hacerlo capitana. ¿Nos ha dado las coordenadas correctas? – Control trabajaba a su ritmo, y en ocasiones olvidaba que se enfrentaba a Umbrella.
– ¿Te las repito por cuarta vez? – gruñó Celeste, para tranquilizarse respirando profundamente segundos después. – Lo siento… Es el calor. Voy a cortar la comunicación y estaré ausente, no entraré ahí con esta cosa en la oreja. – no esperó las típicas objeciones, apagó el comunicador y lo enterró junto a un pequeño cactus.
Celeste no llevaba su chamarra, ya que esta tenía el símbolo de Pandemonium y no deseaba llamar la atención, cargaba con un pantalón negro, y en los muslos dos fundas, una para el revólver, la otra para la beretta. Su cintura estaba llena de cargadores, y una blusa entallada cubría su torso. Además, Celeste cargaba un par de gafas oscuras.
Sabía que era una misión suicida y sobretodo, que nadie allí dentro era importante para ella, pero la información, los datos… eso podía animarla más que nada aunque por dentro se moría de miedo.
Suspiro ante el calor, sus brazos sudaban al igual que su frente, pero no había sombra que la tapase en ese lugar, solo esperaba que el tal Kenneth se apresurara, ya que fuese como fuese, la haría entrar a la base.
Seguía sujetando los prismáticos con fuerza mirando en la dirección de aquella maldita chabola, ¿de verdad podía estar todo eso allí abajo?, eran preguntas que me empezaban a causar hasta desesperación, ¿era Kenneth ahora la persona que yo llegué a conocer en Nueva York? El tiempo pasaba y sentía la impaciencia que me producía todo aquello, como siempre que hacía un trabajo, los nervios chocaban contra mi, pero ahora intentaba calmarme, la diferencia entre mi trabajo y lo que íbamos a hacer ahora suponía involucrar a los míos y eso me molestaba.
Pero al fin las puertas se abrieron y yo sentía que el corazón se me aceleraba con fuerza. - Ahí están... - Dije cuando las vi mejor. -Se han abierto, ¿lo veis?, nos toca a nosotros- Y sin más dilación me puse de pie, completamente serio, ahora nos quedaba otro paso, saber cual era el plan de Kenneth y ver si seguía siendo aquel tipo al que yo creía conocer.
-Bécker, iremos juntos...-Me giré hacia el resto. - Si hay algo que falla o que vaya mal daré un disparo hacia el cielo, lo escucháis y os largáis sin preguntar... Venga vamos-Bécker había dicho antes algo que era lógico, si aquello resultaba ser una trampa mejor que el resto fuera más atrás, por lo que sin más empezamos a bajar ambos por la colina en dirección a la entrada de aquella caseta.
Nada más entrar tuvimos que descender por un pequeño ascensor, al llegar a la entrada los vi mejor, Kenneth apuntaba con un arma al tal Smith, lo reconocía de nuestro encuentro en el motel y por fin respiré con más calma. Agarré el walkie con fuerza, no es que tuviera demasiado alcance, pero si lo suficiente como para llegar hasta el de Anna que estaba arriba. -Podéis bajar.
Pero al fin las puertas se abrieron y yo sentía que el corazón se me aceleraba con fuerza. - Ahí están... - Dije cuando las vi mejor. -Se han abierto, ¿lo veis?, nos toca a nosotros- Y sin más dilación me puse de pie, completamente serio, ahora nos quedaba otro paso, saber cual era el plan de Kenneth y ver si seguía siendo aquel tipo al que yo creía conocer.
-Bécker, iremos juntos...-Me giré hacia el resto. - Si hay algo que falla o que vaya mal daré un disparo hacia el cielo, lo escucháis y os largáis sin preguntar... Venga vamos-Bécker había dicho antes algo que era lógico, si aquello resultaba ser una trampa mejor que el resto fuera más atrás, por lo que sin más empezamos a bajar ambos por la colina en dirección a la entrada de aquella caseta.
Nada más entrar tuvimos que descender por un pequeño ascensor, al llegar a la entrada los vi mejor, Kenneth apuntaba con un arma al tal Smith, lo reconocía de nuestro encuentro en el motel y por fin respiré con más calma. Agarré el walkie con fuerza, no es que tuviera demasiado alcance, pero si lo suficiente como para llegar hasta el de Anna que estaba arriba. -Podéis bajar.
- Spoiler:
Trago saliva cuando veo aparecer a Bécker junto a Belikov y los miro fijamente en ningún momento he dejado de apuntar a Smith con el arma, en cuanto han llegado los demás ya una comitiva de soldados a los alrededores con sus rifles y armas apuntando en mi dirección, la situación es bastante tensa, pero como me dije el otro día... No había forma de entrar a la base sin llamar la atención, así que para entrar habría que hacerlo a lo bestia.
-Hablo para todos cuando digo que soy yo quien porta el arma, Belikov antes de seguir prométeme que ninguno de los tuyos disparará contra ningún miembro de Umbrella, ni atacarán a ningún miembro de la compañía, ni originarán destrozos o algún tipo de problema...-Empecé a decir de forma seria al tiempo que todo el mundo, tanto mis compañeros como los propios recién llegados se sorprendían, sujetando a Smith con la mano libre me volví hacia los soldados, los que eran mis compañeros y que ahora me apuntaban con las armas.
-Lo mismo va para vosotros, no atacaréis a ninguna de estas personas ni os interpondréis en nuestro camino o aquí mismo le vuelo la cabeza a Smith y ya sabéis lo valioso que es para corporación, un paso en falso y se acabó, sé que la organización estará dispuesta a soltar a unos rehenes sin importancia por mantenerle a él con vida, así que si alguno de vosotros comete algún error y Smith muere será por vuestra culpa y ya sabéis los castigos que hay...-Hablé con rabia a la vez que echaba caminar hacia adelante. -¡Vamos!-Empecé a decir para todos mientras íbamos poco a poco por los pasillos y descendíamos hacia la zona en la que deberían de estar los rehenes sin dejar de apuntar en ningún momento a Garrett con el arma, hasta que llegamos al sitio y le pedí que abriera la puerta principal, los soldados no podían seguir todos avanzando por lo que acabamos ante la enorme puerta los de fuera, Smith y yo, nos acercamos y pasó su tarjeta, seguidamente la puerta que daba a los secuestrados comenzó a abrirse.
-Hablo para todos cuando digo que soy yo quien porta el arma, Belikov antes de seguir prométeme que ninguno de los tuyos disparará contra ningún miembro de Umbrella, ni atacarán a ningún miembro de la compañía, ni originarán destrozos o algún tipo de problema...-Empecé a decir de forma seria al tiempo que todo el mundo, tanto mis compañeros como los propios recién llegados se sorprendían, sujetando a Smith con la mano libre me volví hacia los soldados, los que eran mis compañeros y que ahora me apuntaban con las armas.
-Lo mismo va para vosotros, no atacaréis a ninguna de estas personas ni os interpondréis en nuestro camino o aquí mismo le vuelo la cabeza a Smith y ya sabéis lo valioso que es para corporación, un paso en falso y se acabó, sé que la organización estará dispuesta a soltar a unos rehenes sin importancia por mantenerle a él con vida, así que si alguno de vosotros comete algún error y Smith muere será por vuestra culpa y ya sabéis los castigos que hay...-Hablé con rabia a la vez que echaba caminar hacia adelante. -¡Vamos!-Empecé a decir para todos mientras íbamos poco a poco por los pasillos y descendíamos hacia la zona en la que deberían de estar los rehenes sin dejar de apuntar en ningún momento a Garrett con el arma, hasta que llegamos al sitio y le pedí que abriera la puerta principal, los soldados no podían seguir todos avanzando por lo que acabamos ante la enorme puerta los de fuera, Smith y yo, nos acercamos y pasó su tarjeta, seguidamente la puerta que daba a los secuestrados comenzó a abrirse.
- Spoiler:
- No mires tanto...
Me sentía cansada, agotada, no tenía ganas ni de moverme, era una sensación bien rara, me dolía la cabeza bastante por lo que me llevé una mano a la frente para ver si tenía fiebre, sentía mi piel bastante caliente.
-Oh... Hoy no podré ir a trabajar...-Fue el primer pensamiento que tuve, lo dije incluso en voz alta mientras que trataba de alcanzar la almohada, ¿dónde estaría?, hasta el colchón resultaba incomodo, pero no tenía fuerzas de nada ni tan siquiera para levantarme y buscar mejor, tan solo me acurruqué como pude recordando el sueño tan horrible que había tenido, Isabella, mi hermana moría en mis brazos y a partir de ahí todo iba bastante mal. Era una pesadilla, no un sueño, Anna y yo acabábamos en Atlanta, a las afueras de la ciudad, escapando de muertos vivientes, aguantando como podía hasta que un día con Anna terminamos en un motel donde gente de negro, soldados de esa compañía horrible se llevaban a todos, a mi la primera... Y abrí los ojos de golpe, la luz me cegó, todo era tan blanco que apenas podía ver nada más que todo aquel blanco, en mi cabeza me repetía las mismas palabras, no es un sueño, es real, no es un sueño es real... Sentía nauseas, un mareo imposible, la cabeza me daba vueltas y todo parecía un sueño, pero eso si que era real. Me empecé a mover como podía gateando por la sala, no era capaz de ver que diablos había más, no tenía fuerzas, reprimí una ahorcada al tiempo que tosía y pegaba mi cabeza al suelo terminando por derrumbarme de nuevo.
-Oh... Hoy no podré ir a trabajar...-Fue el primer pensamiento que tuve, lo dije incluso en voz alta mientras que trataba de alcanzar la almohada, ¿dónde estaría?, hasta el colchón resultaba incomodo, pero no tenía fuerzas de nada ni tan siquiera para levantarme y buscar mejor, tan solo me acurruqué como pude recordando el sueño tan horrible que había tenido, Isabella, mi hermana moría en mis brazos y a partir de ahí todo iba bastante mal. Era una pesadilla, no un sueño, Anna y yo acabábamos en Atlanta, a las afueras de la ciudad, escapando de muertos vivientes, aguantando como podía hasta que un día con Anna terminamos en un motel donde gente de negro, soldados de esa compañía horrible se llevaban a todos, a mi la primera... Y abrí los ojos de golpe, la luz me cegó, todo era tan blanco que apenas podía ver nada más que todo aquel blanco, en mi cabeza me repetía las mismas palabras, no es un sueño, es real, no es un sueño es real... Sentía nauseas, un mareo imposible, la cabeza me daba vueltas y todo parecía un sueño, pero eso si que era real. Me empecé a mover como podía gateando por la sala, no era capaz de ver que diablos había más, no tenía fuerzas, reprimí una ahorcada al tiempo que tosía y pegaba mi cabeza al suelo terminando por derrumbarme de nuevo.
¿Que te parece?
Invitado, no intentes juzgar lo que ni siquiera puedes tocar.
Invitado, no intentes juzgar lo que ni siquiera puedes tocar.
- Sis!!:
Luz... Ugh... demasiada luz. Donde... ¿donde...? Mi mente no conseguía hacer pensamientos coherente, no conseguía desaturdirse de todo aquello.
Duerme... descansa... solo déjate llevar a los brazos de Morfeo. Pero no quería dormir, aunque mi cuerpo me lo suplicaba, como si el dormir fuera un anhelo que jamás hubiera conseguido...
Los parpados se me hacían tan pesados como el mas pesado de los aceros, pero los abrí levemente, para conseguir ver mas luz aún. Que...
Cerré los ojos y giré el rostro, despacio, buscando la sombra. Volví a intentar abrir los ojos, y vi que ya no llevaba mis ropas, si no una especie de vestido... no... era un camisón. Cerré los ojos, quería parpadear pero no podía, cada vez que cerraba los ojos era como volver a empezar a luchar para mantener la razón.
No... No me dejaré llevar... Morfeo solo es el disfraz de algo. Imágenes, vinieron a mi mente, inconexas, incoherentes, solo imágenes desordenadas de rostros de personas y escenas, como si fueran fotografías o unas escenas demasiado lentas. El rostro de Nessa... el de Josh... Anna a lo lejos... Francisco... y por ultimo lo vi. Nessa escondía algo, a un joven, y yo en mis brazos portaba a Yerik, quería ayudar, me acerqué al joven y le entregué a mi hijo, y luego... Las imágenes se sucedieron solas, provocandome un leve dolor de cabeza. Abrí los ojos.
-No... Ye... rik...-murmuré al tiempo que los volvía a cerrar, al tiempo que Morfeo me cogía en sus brazos y me acurrucaba en el mundo de los sueños, haciendo que mi cuerpo descansara, que mi mente, se apaciguara...
Duerme... descansa... solo déjate llevar a los brazos de Morfeo. Pero no quería dormir, aunque mi cuerpo me lo suplicaba, como si el dormir fuera un anhelo que jamás hubiera conseguido...
Los parpados se me hacían tan pesados como el mas pesado de los aceros, pero los abrí levemente, para conseguir ver mas luz aún. Que...
Cerré los ojos y giré el rostro, despacio, buscando la sombra. Volví a intentar abrir los ojos, y vi que ya no llevaba mis ropas, si no una especie de vestido... no... era un camisón. Cerré los ojos, quería parpadear pero no podía, cada vez que cerraba los ojos era como volver a empezar a luchar para mantener la razón.
No... No me dejaré llevar... Morfeo solo es el disfraz de algo. Imágenes, vinieron a mi mente, inconexas, incoherentes, solo imágenes desordenadas de rostros de personas y escenas, como si fueran fotografías o unas escenas demasiado lentas. El rostro de Nessa... el de Josh... Anna a lo lejos... Francisco... y por ultimo lo vi. Nessa escondía algo, a un joven, y yo en mis brazos portaba a Yerik, quería ayudar, me acerqué al joven y le entregué a mi hijo, y luego... Las imágenes se sucedieron solas, provocandome un leve dolor de cabeza. Abrí los ojos.
-No... Ye... rik...-murmuré al tiempo que los volvía a cerrar, al tiempo que Morfeo me cogía en sus brazos y me acurrucaba en el mundo de los sueños, haciendo que mi cuerpo descansara, que mi mente, se apaciguara...
Un parque, un bosque mejor, la humedad, el verde de los árboles, el frío en su piel, el aire que entra por su boca y le da vida, todo aquel tipo de cosas que hacen sentir a alguien vivo, esas y más son las que la envuelven ahora a ella, pero está ahí de pie sin llegar a visualizar nada en concreto porque no sabe distinguir que es árbol, que es suelo, que es tierra... La mirada está perdida en todas aquellas cosas maravillosas y ella no ve ninguna en realidad. Porque no sabe donde está y aunque todo parece tan real no lo es.
Aquella sensación que le producía sentirse libre cesó, el aire ya no resultaba tan fresco y frío como antes, todo lo contrario, se sentía encerrada y aún no había llegado a abrir los ojos. Sus manos se deslizaron de forma lenta y perezosa por el suelo acariciando con las yemas de sus dedos el frío y aséptico material que la rodeaba en esas tres paredes, más suelo y techo. Había un cristal en frente pero ni se había fijado en ello, tan solo se molestaba en tomar aire de forma normal y tranquila sin pensar en nada más que en seguir ahí, acurrucada y tumbada en el suelo como estaba.
Una fina tela apenas cubría su cuerpo, en alguna ocasión su piel fue más pálida, ahora tenía mejor aspecto, su cabello ya no era tan largo, pero seguía teniendo aquel color característico, todas las marcas que solían haber en sus brazos, las cicatrices, mordeduras... No había ni una.
Aquel sueño obligado la mantenía bastante débil, el tiempo pasaba para ella casi sin que se diera cuenta, se movía lentamente por la estancia, gateaba hacia una esquina, luego otra, volvía, se tumbaba en el suelo y lo volvía a acariciar...
Terminó por colocarse en el centro de la estancia, de rodillas, sentada sobre estas mirando sus manos fijamente, ambas entrelazadas con cierta tranquilidad sorprendente para lo que era la situación, alzaba la mirada hacia el cristal y podía distinguir que allí había alguien más, pero lo único que lograba recordar todo el rato era aquello mismo. No le dio importancia y tras estar un rato en aquella posición acabó por echarse de nuevo en el suelo, en el centro de la estancia una vez más, colocando una de sus mejillas sobre el frío suelo, rozándolo con las yemas de sus dedos una vez más, realizando dibujos invisibles en él, recordando las escenas de su sueño y tratando de repetirlas.
Hasta que aquel sueño obligado se volvía a apoderar de ella y la dejaban sumida en ese trance que no le permitía hacer nada más que dormir, su respiración seguía siendo tan normal como antes, el pasillo se volvía ahora más oscuro y ella ni se percataba de ello porque cerraba los ojos y dejaba que aquella sensación de cansancio se apoderase de ella misma una vez más. Se acurrucaba y se dormía igual que antes en el interior de la A6.
Aquella sensación que le producía sentirse libre cesó, el aire ya no resultaba tan fresco y frío como antes, todo lo contrario, se sentía encerrada y aún no había llegado a abrir los ojos. Sus manos se deslizaron de forma lenta y perezosa por el suelo acariciando con las yemas de sus dedos el frío y aséptico material que la rodeaba en esas tres paredes, más suelo y techo. Había un cristal en frente pero ni se había fijado en ello, tan solo se molestaba en tomar aire de forma normal y tranquila sin pensar en nada más que en seguir ahí, acurrucada y tumbada en el suelo como estaba.
Una fina tela apenas cubría su cuerpo, en alguna ocasión su piel fue más pálida, ahora tenía mejor aspecto, su cabello ya no era tan largo, pero seguía teniendo aquel color característico, todas las marcas que solían haber en sus brazos, las cicatrices, mordeduras... No había ni una.
Aquel sueño obligado la mantenía bastante débil, el tiempo pasaba para ella casi sin que se diera cuenta, se movía lentamente por la estancia, gateaba hacia una esquina, luego otra, volvía, se tumbaba en el suelo y lo volvía a acariciar...
Terminó por colocarse en el centro de la estancia, de rodillas, sentada sobre estas mirando sus manos fijamente, ambas entrelazadas con cierta tranquilidad sorprendente para lo que era la situación, alzaba la mirada hacia el cristal y podía distinguir que allí había alguien más, pero lo único que lograba recordar todo el rato era aquello mismo. No le dio importancia y tras estar un rato en aquella posición acabó por echarse de nuevo en el suelo, en el centro de la estancia una vez más, colocando una de sus mejillas sobre el frío suelo, rozándolo con las yemas de sus dedos una vez más, realizando dibujos invisibles en él, recordando las escenas de su sueño y tratando de repetirlas.
Hasta que aquel sueño obligado se volvía a apoderar de ella y la dejaban sumida en ese trance que no le permitía hacer nada más que dormir, su respiración seguía siendo tan normal como antes, el pasillo se volvía ahora más oscuro y ella ni se percataba de ello porque cerraba los ojos y dejaba que aquella sensación de cansancio se apoderase de ella misma una vez más. Se acurrucaba y se dormía igual que antes en el interior de la A6.
No memories, no pain, no life...
Llegamos hasta la colina acordada, todos tirados por el suelo polvoriento mientras el tal Kenneth toma la iniciativa de abrirnos paso, al menos en teoría. La mayoría no nos fiamos demasiado de él pero no teníamos muchas alternativas y personalmente ya no tengo demasiado que perder así que todo me da un poco igual y me limito a mirar a través de los prismáticos mientras algunos discuten entre ellos, se organizan, dan órdenes... No sé, todo ocurre muy rápido y la verdad es que les ignoro en completo silencio, convertido en prácticamente una sombra a pesar de que acepté venir aquí. Ahora ni siquiera estoy seguro de porqué lo hice, tal vez porque sería uno de los mejores finales que podría darme, porque no.
Bélikov toma la inicitiva de descender acompañado de otro tipo con complejo de teniente coronel o algo por el estilo, poco después nos indican que podemos seguirles y lo hago sin poder evitar mantener una expresión entre ausente y ceñuda, apretando con fuerza el M16 entre mis manos mientras palpo mi cinturón asegurándome de que todo sigue en su sitio, parece ser que sí.
Por desgracia parece que el espectáculo no va a ser tan divertido como creíamos al principio ya que Kenneth usa a alguien aparentemente importante de rehén abriéndonos paso por los pasillos pero no, no es que lo que yo tenía en mente. Aún así por ahora me mantengo en "son de paz" por el bien de los secuestrados, avanzando a una distancia prudencial de todo el cotarro, vigilando a los numerosos soldados armados dispuesto a abrir fuego en cuanto ellos lo hagan mientras las puertas se van abriendo una detrás de otra.
Bélikov toma la inicitiva de descender acompañado de otro tipo con complejo de teniente coronel o algo por el estilo, poco después nos indican que podemos seguirles y lo hago sin poder evitar mantener una expresión entre ausente y ceñuda, apretando con fuerza el M16 entre mis manos mientras palpo mi cinturón asegurándome de que todo sigue en su sitio, parece ser que sí.
Por desgracia parece que el espectáculo no va a ser tan divertido como creíamos al principio ya que Kenneth usa a alguien aparentemente importante de rehén abriéndonos paso por los pasillos pero no, no es que lo que yo tenía en mente. Aún así por ahora me mantengo en "son de paz" por el bien de los secuestrados, avanzando a una distancia prudencial de todo el cotarro, vigilando a los numerosos soldados armados dispuesto a abrir fuego en cuanto ellos lo hagan mientras las puertas se van abriendo una detrás de otra.
OFF: No estoy seguro de si podemos acceder ya a los secuestrados así que lo dejo aquí... D:
Y al final el hombre de Umbrella cumplió su palabra. Harrington había marchado en silencio detrás de los pioneros, cambiando el rifle por su escopeta, más efectiva a corto alcance. Si todo salía mal, bueno, nunca estaba de más poder cargarse a unos cuantos enemigos antes de reunirse con los ancestros. Aunque no era una opción, debía volver a encontrarse con Sonja. Luego pensaría en el retiro.
El recorrido turístico por las instalaciones de Umbrella fue tan libre de estrés como la espera sobre la colina. Lo cómico del asunto es que Alistar casi estaba seguro de que la gente de la farmacéutica les daría caza tan pronto soltaran al hombre encañonado por el soldado de Umbrella. Smith era el apellido, y quizá algo había leído en los reportes de Zach o sus propios datos en Londres, pero ahora esas memorias se veían demasiado distantes en su cerebro.
No dejaba de apuntar a cada soldado que daba señales de acercarse demasiado, pero el dedo en el gatillo se mantenía rígido, esperando el menor error de los paramilitares para poder empezar a disparar. Lo deseaba, su espíritu clamaba venganza a nombre del Reino Unido, sin embargo, gente viva corría peligro y no se dejaría guiar por los deseos de sangre.
The Belly of the Beast Murmuró el inglés al contemplar la puerta abrirse ante la autoridad de Smith.
Realmente estaba en el centro del demonio, o uno de sus centros. En la boca de la muerte podían suceder demasiadas cosas... demasiadas para predecirlas.
El recorrido turístico por las instalaciones de Umbrella fue tan libre de estrés como la espera sobre la colina. Lo cómico del asunto es que Alistar casi estaba seguro de que la gente de la farmacéutica les daría caza tan pronto soltaran al hombre encañonado por el soldado de Umbrella. Smith era el apellido, y quizá algo había leído en los reportes de Zach o sus propios datos en Londres, pero ahora esas memorias se veían demasiado distantes en su cerebro.
No dejaba de apuntar a cada soldado que daba señales de acercarse demasiado, pero el dedo en el gatillo se mantenía rígido, esperando el menor error de los paramilitares para poder empezar a disparar. Lo deseaba, su espíritu clamaba venganza a nombre del Reino Unido, sin embargo, gente viva corría peligro y no se dejaría guiar por los deseos de sangre.
The Belly of the Beast Murmuró el inglés al contemplar la puerta abrirse ante la autoridad de Smith.
Realmente estaba en el centro del demonio, o uno de sus centros. En la boca de la muerte podían suceder demasiadas cosas... demasiadas para predecirlas.
Bajaron todos una vez les dieron la señal. A decir verdad Celeste estaba asombrada porque Kenneth cumplió con su palabra. Ella jamás había conocido en persona a alguien de Umbrella, por lo que no sabía más que los mitos sobre la compañía, que por supuesto no eran nada alentadores. Aun así llegaron, y sorprendida, Celeste miró a Smith un poco más de lo que le hubiera gustado.
¿Es que era tan fácil amenazar a alguien tan importante? Celeste no lo creía, y solo podía pensar en un contraataque por parte de Umbrella, esto era demasiado fácil.
Una vez dentro, con todo el personal de Umbrella encañonándolos, Celeste tuvo que tomar su beretta para responder, y a la par que el hombre de la escopeta, no dejaba de encañonar a todo aquel que se acercaba. Obviamente no era el poder de disparo del arma cargada por el militar, pero podía atravesar cráneos, y Celeste se sentía con suerte, a pesar de todo.
– Abandona la esperanza si entras aquí – dijo como respuesta a Alistar, ya que le daba mucha pereza mencionar todo el texto de las puertas del infierno en la divina comedia, y le parecía muy certero con respecto a las palabras del hombre.
– ¿Benelli M4? – mencionó con respecto a la escopeta. Solía hablar demasiado cuando estaba angustiada… y en ese momento podía recitar la biblia sin cansarse.
¿Es que era tan fácil amenazar a alguien tan importante? Celeste no lo creía, y solo podía pensar en un contraataque por parte de Umbrella, esto era demasiado fácil.
Una vez dentro, con todo el personal de Umbrella encañonándolos, Celeste tuvo que tomar su beretta para responder, y a la par que el hombre de la escopeta, no dejaba de encañonar a todo aquel que se acercaba. Obviamente no era el poder de disparo del arma cargada por el militar, pero podía atravesar cráneos, y Celeste se sentía con suerte, a pesar de todo.
– Abandona la esperanza si entras aquí – dijo como respuesta a Alistar, ya que le daba mucha pereza mencionar todo el texto de las puertas del infierno en la divina comedia, y le parecía muy certero con respecto a las palabras del hombre.
– ¿Benelli M4? – mencionó con respecto a la escopeta. Solía hablar demasiado cuando estaba angustiada… y en ese momento podía recitar la biblia sin cansarse.
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