Come with me now || Thirteen + Jay

Recuerdo del primer mensaje :

- Tranquila, seguro que se ponen a jugar a las cartas y a hablar de futbol... - Puse los ojos en blanco porque ni yo misma me tragaba aquellas palabras. Cosa que Thirt tampoco hizo, Thirt, Thirteen o Katherine como la conocí yo aquella otra vez se subía al asiento copiloto del coche de Hal. Ambas dejábamos a los chicos en aquel motel. Hal y Kyle, junto a Lena, que era tal vez la que más pena me daba ahora, pues tendría que quedarse y aguantarlos. - Es Lena quien me preocupa tal vez más, a lo mejor cuando lleguemos los ha ahogado en la piscina o algo así... - Comenté con cierta sorna mientras arrancaba el jeep de Hal para alejarnos de aquella zona. - Creo que deberíamos buscar otro vehículo, el jeep no está nada mal, pero ya estamos un pelín justos, ¿no crees? - Pregunté mientras que cogía una de las cintas que había en el coche y la ponía en el radio cassette. - Por favor... - Me reí mostrándole a mi compañera una de las viejas cintas que había por ahí, que seguramente tendrían sus buenos años.

Tras nuestro encuentro en el almacén Katherine y su novio, porque estaba claro que era su novio se vinieron con nosotros al motel en el que nos habíamos refugiado estos días y la verdad es que la convivencia había resultado ser bastante agradable, en un principio tal vez algo complicada, pero a la larga estaba resultando ser buena, al menos por parte de Thirt, Lena y mía, Hal y Kyle eran otro asunto a parte... Y la pobre de Lena se había quedado con ellos para aguantarlos. - ¿Tienes el mapa por ahí? - Le pregunté a la morena señalando de reojo la guantera, cambiando de tema cuando quise revisar un poco la ruta mejor. - Es todo recto y en la siguiente intersección a la derecha seguir esa, ¿no? - Me había aprendido prácticamente aquel dichoso mapa de memoria y aún así seguía preguntado, porque me gustaba tenerlo todo bien controlado, tal vez demasiado. Ambas nos pusimos de acuerdo en que necesitábamos salir de aquel dichoso lugar y aprovechando la cercanía con el Estado de Kansas decidimos acercarnos hasta una de las granjas que salían en el mapa, no muy lejos de dicha frontera. Tanto Hal como Kyle estuvieron en total desacuerdo con nosotras, cosa que no nos importó para llevarnos el coche del primero y casi largarnos sin avisar de que nos íbamos. Y para salir pusimos como excusa acercarnos a una granja, con la esperanza de dar con comida, tal vez algún arma... En las granjas solían hacerse mucha comida en conserva, fue Thirteen quien sugirió ese lugar y lo cierto era que yo confiaba bastante en ella.

- Oye Thirt, te llamo así porque creo que escuché a Kyle decirtelo, ¿pero por qué Thirteen? - Pregunté mientras que mantenía la mirada fija en la carretera. Y es que ella se presentó como Katherine aquel día, pero en el motel Kyle la llamó Thirt y hasta al escuchar a Lena llamarla Thirteen entendí que de ahí venía lo de Thirt, pero tampoco sabía por qué aquel número y no otro, ¿su cumpleaños? Eso lo veía poco probable, la verdad. Pero a saber. El viaje se hizo bastante corto teniendo al lado a Katherine como compañera, hablamos de cuanto se nos ocurría y fue una conversación bastante amena, nada que ver con esas en las que mencionabas cualquier chorrada porque no sabías que decir. Había tenido mucha suerte de toparme con ella, era una muy buena compañera.

- Allí está, aparcaré ni muy lejos ni muy cerca, por si acaso... - Avisé mientras que reducía la velocidad al entrar por aquel camino de tierra, justo cuando cambiaba de marcha, a ver si iba a joder el jeep y darle otra razón más a Hal para matarme. - Última parada... La granja de los zombies - Susurré al ver de lejos los imponentes edificios. Seguidamente bajé rápida del coche para hacerme con mi mochila y cosas. Había detenido el coche bajo una arboleda, de tal forma que tampoco quedase muy a la vista, además había dado la vuelta, para que así estuviera listo para salir si era necesario hacerlo deprisa. - ¿Lista Thirt? - Le pregunté a mi nueva compañera mientras que ajustaba las correas de la mochila y empezaba a andar en dirección de aquel lugar. Conforme más nos acercábamos más se veían los destrozos de la fachada y aunque por ahora no hubiéramos visto a ninguno de esos muertos, el lugar parecía igual de siniestro.

No pude evitar mirar ligeramente mal a Thirteen cuando propuso no solo llevar el jeep, que eso era lo de menos y no me molestaba, si no que Jay, así se había presentado el chico, curase las herida que básicamente él mismo me había causado. Aún no había tanta confianza, ¿no? Pero la de Boston parecía ya hacerse a la idea de contar con la ayuda de alguien más, si, Katherine era tal vez demasiado confiada y pudiera ser que yo demasiado paranoica, pero aún me costaría fiarme de aquel chico. Pues seguía pareciéndome muy extraño todo aquello. Cuando escuché aquel terrible berrido, con esa mezcla extraña de golpe no pude evitar mirar de reojo a Jay, aunque la orden de Katherine fuera lo más prudente. El rubio se había cargado a un zombie con la guitarra, o al menos lo había intentado y ahora se lamentaba. - ¿Es qué no tenías nada mejor qué hacer? - Pregunté con sarcasmo a la par que me volvía para ocupar mi terreno. En cuanto ese zombie se acercó más de la cuenta actué rápida. Me hice con ambos kukris y los giré de forma hábil en mis manos para incrustar el primero en su cabeza a la vez que me ayudaba de mi pie para empujar su cadáver ya muerto y dejarlo caer al suelo.

En cuanto llegamos al jeep todos echamos a correr para subir en este, Jay y Katherine lo tuvieron más sencillo porque justo llegamos a su lado de las puertas, pero yo tuve que dar la vuelta para subir al asiento del copiloto. Un zombie se lanzó a por mi en el último momento que abría la puerta. Lancé las llaves hacia el interior para que Thirteen las cogieras mientras que golpeaba a aquel ser alejándolo de mi. Aquello me dio tiempo para subir y cerrar la puerta, momento en el que Thirteen arrancó y los tres salimos de allí a la mayor brevedad, dejando por fin aquella maldita granja atrás.

- Si, asqueada de tanto muerto, pero genial... - Comenté quitandole importancia al tema mientras que con ayuda de un pañuelo me limpiaba un poco la frente ensangrentada, no era mucho, un pequeño golpe que aquella loca me hizo. - Bueno, me duele un poco la cabeza - Añadí a la par que abría el espejo que el jeep tenía en el techo, justo en frente de mi. Me miré en él mientras me ayudaba a limpiarme la cabeza con ese trapo y algo de agua de mi botella. - No te creas, necesitábamos armas de fuego también casi como el comer - Iba diciendo mientras que me iba mirando en el espejo y me limpiaba. - He conseguido un segundo revólver y munición, uno que es bastante bueno, se lo daré a Kyle, él no lleva prácticamente nada - Le decía mientras planeaba la situación por encima, puesto que las armas no nos sobraban y estábamos bastante faltos de ellas, sobre todo de fuego, que eran necesarias para situaciones de riesgo, así que no me importaba compartir. - Y con la nueva pistola, el otro revólver se lo cederé a Hal cuando le haga falta, tú tienes un arma más de fuego, don Guitar Hero tiene esa recortada... - Con aquello estábamos casi todos cubiertos. Al decir lo de Guitar Hero me volví hacia el susodicho sonriéndole de forma algo burlona, llamándole así por su numerito de antes con la guitarra. - Hay que conseguirle algo a Lena y me quedaré tranquila - Anuncié finalmente terminando de limpiar mi herida. Cerré el espejo y me acomodé en el asiento mirando el reloj de mi muñeca. Pese a aquella aventura en la granja, estábamos regresando bastante pronto, llegaríamos un poco antes de la hora de comer y mi plan no era regresar hasta que anocheciera. Por lo que saqué el mapa de carreteras.

- Eh chicos, según esto hay un centro comercial no muy lejos de aquí, ¿qué decís? - Pregunté mientras que analizaba el mapa. - A... unos... cuarenta minutos creo - Seguidamente hice un circulo que rodeó el lugar y pasé el mapa a la parte de atrás para que Jay lo viera, pues supuestamente él era quien había estado por esta zona y tal vez lo conociera. - ¿Qué dices tú, sabes si merecería la pena? - Le miré de reojo entre los dos asientos una vez que le había entregado el mapa. - Tal vez haya ropa, comida... Cosas interesantes - Me encogí de hombros, a saber. Pero estaba segura de que armas ya no encontraríamos más, pues ya habíamos tenido mucha suerte. A Katherine ni le pregunté, pues ya con aquella última afirmación había dejado claro que ella tenía ganas de continuar la visita y aprovecharla para llevarnos cuanto pudiéramos de Kansas, cosa que no me parecía nada mal.

No tardamos en llegar a un jeep negro, los tres rápidamente subimos dentro del coche y es Thirteen quien lo pone en marcha para salir a toda prisa de ahí. No me puedo creer que esté dejando esa granja, la verdad, es casi como si me encontrase en otra realidad alternativa, y eso que el apocalipsis zombie ya parece algo sacado de ciencia ficción.

-¿Y la cabeza?- pregunto cuando Thea dice estar bien. -¿Ha sido katrina?, porque si te ha atizado esa bestia seguro que no será poco...- me encojo de hombros recostándome en el asiento mientras que Thirteen conduce a toda velocidad, sinceramente se me hace extraño todo esto, la verdad. -Anda ten- me apoyo entre los dos asientos delanteros a la vez que le paso un bote de pastillas que he sacado de mi mochila a Thea, pues dice que le duele la cabeza. -Con una irás sobrada- le comento guardando el bote cuando ella toma una. -Tranquila, no pienso drogarte ni nada por el estilo, ¿eh?- añado con algo de sarcasmo volviendo a echarme sobre el asiento. Me río por lo de Guitar Hero, aunque prefiero que se olviden de ello, no vayan ahora a ponerse a llamarme así. Si es que me quedo con ellas. Al mencionar a varias personas cuento que en total son unos cinco ellos, así que en cuanto a número de gente no ha variado la cosa.

-A ver, déjame que vea el mapa...- en cuanto Thea me lo pasa y veo el nombre sé que lugar es. Estuve allí antes de ir con el grupo de la granja. -Estuve allí hace un mes, pasé una noche en una tienda cuando encontré a los de la granja al día siguiente, había muchas tiendas de ropa, un supermercado y muchas cosas útiles, seguro que encontraríamos algo y lo mejor es que parecía desierto de zombies- en cuanto doy mi reseña termino por añadir. -En mi opinión no estaría mal pasarse si necesitáis más cosas- asiento devolviéndole el mapa a su dueña y me recuesto en el sillón trasero.

Así que finalmente nos movemos en dirección de ese lugar. Sonrío aliviado cuando distingo a lo lejos el parking del centro comercial totalmente vacío, ni un zombie y eso es buena señal, me angustiaba bastante llegar hasta aquí y tener que largarnos sin más. -Perfecto, aparca ahí mismo- comento como sugerencia y cuando el jeep se detiene bajo del coche rápidamente cogiendo mis armas. -Esto parece despejado, pero es mejor que no nos fiemos- apoyo la recortada en mi hombro mientras miro el edificio analizándolo. Está bastante deteriorado y aparentemente abandonado. -¿Vamos?- pregunto cuando ya he terminado de prepararme. Pero entonces le hago un gesto a la morena y vuelvo al coche, de mis cosas saco una gasa que humedezco en antiséptico y se la paso a Thea. -Date en la frente anda...- le pido, pues tiene una buena herida ahí arriba, así que lo mejor es que la limpie y desinfecte.

-¿Por qué no?-Pregunté sin más mientras tomaba la ruta correcta. Thea me indicó el camino y yo lo seguí. El rubio, es decir, Jay, señaló que no estaría nada mal dejarse caer.-Se aproxima el invierno y ya no solo son armas lo que necesitaremos, ropa, mantas...-Y mi voz se perdió en un bucle de infinito aburrimiento. Si me ponía a pensar en ello me acababa cansando, esta nueva vida era un asco, pero tampoco es que la anterior fuera mucho mejor. Así que aún no volveríamos al motel. -Esperemos que el centro comercial sea más tranquilo que esa granja...-Comenté mientras ponía aquel nuevo rumbo. Desde luego que si debíamos pasar por otra situación como la de enfrentarnos a esos indeseables... Íbamos a acabar bien, si... No pude evitar mirar de reojo por el espejo retrovisor para fijarme en Jay, el rubio. Aún me costaba asimilar que eramos tres y no dos las que íbamos en el jeep de Hal. Y mucho menos que fuera él, cuando la primera impresión que tuvimos fue menos que pésima. Cuando llegamos y nos encontramos con la entrada del Centro Comercial completamente despejada suspiré aliviada. Antes, con Kyle ya me había pasado que no fuimos capaces de poder ni siquiera cruzar las puertas de uno de ellos por ver la entrada atestada de zombies.

Aparqué el coche de forma que estuviera listo para marcharnos en cuanto lo necesitáramos, sin tener que dar vueltas. Cuando bajé con mis cosas Jay trataba de echarle una mano a Thea, sinceramente el rubio era buena gente, era algo que se le veía a distancia y bueno, en un principio la mala situación nos impidió verlo todo.

-Bueno, para empezar no tiene demasiada mala pinta...-Comenté mientras preparaba las cosas que llevaría de armas y ellos se ponían de acuerdo.-Acabemos de una vez, me muero de ganas por volver al motel y pasarme la noche entera durmiendo... Uno se mal acostumbra muy rápido, ¿eh?-Revisé la pistola que llevaba y la coloqué en el cinturón de mi pantalón, como en las películas. ¿Por qué no? Tenía algo de sueño, cosa curiosa, ya que antes que dormía menos me solía sentir más despierta, el problema había llegado, que en realidad no lo era, cuando nos encontramos con Thea, Hal y Lena. Resultando que ahora podíamos dormir mucho mejor, de ahí que me estuviera mal acostumbrando. Estar en un grupo tenía sus ventajas y la principal era sin duda la de poder dormir mucho mejor.-Haz caso al rubio, que sabe lo que se hace...-me reí al pasar por el lado de ambos y continué mi camino en la dirección del centro comercial.

El edificio estaba bastante deteriorado. El paso del tiempo era cruel con todo. Las puertas principales se mantenían a duras penas, los cristales estaban hechos mil añicos y habían rastros de sangre ya reseca por allí. Traté de empujar la puerta y abrirla sin éxito alguno, por lo que me volví hacia los otros dos y avisé de lo que había.-Habrá que colarse por aquí, la puerta no abre-Me agaché ligeramente y pasé por la parte inferior de las enormes puertas, que alguna vez fueron de cristal. El interior estaba igual de desolado, pero ahora lo que más me preocupaba era aquel rastro de sangre y es que aunque las puertas estuvieran rotas se veía claramente como algo o alguien había pasado por ahí. La entrada del edificio estaba llena de destrozos, escaparates, mesas tiradas por los suelos, basura... No me daba buena espina, pero había que intentarlo al menos.

Traté de ponerme cómoda en el rato que duró el viaje, cerré los ojos y eché la cabeza hacia atrás para tomar aire. Me fiaba bastante de las dotes de Katherine al volante y estaba algo cansada, tal vez mareada incluso por los golpes que aquella lunática me había dado. Así que prácticamente me quedé allí dormida hasta el momento en el que sentí que el coche se detuvo, momento justo en el que desperté con un pequeño respingo en el asiento. - ¿Ya? - No pude evitar preguntar mientras que me frotaba la cara con ambas manos y bajaba del coche al igual que ellos. - Cuando lleguemos al motel no pienso hacer ninguna guardia de vigilancia... - Susurré con un pequeño bostezo al par que me centraba en recoger mis cosas. Dejé la pistola y el nuevo revólver oculta bajo el asiento del jeep, ya que una no tenía balas y y la otra sería para Kyle, me quedé con el resto de las armas que tenía, el revólver, la munición, el cuchillo y los dos kukris que había encontrado. - Es curioso... - Empecé a decir mientras que además cogía una bolsa de deporte vacía de la parte de atrás y me la colgaba al hombro. - Siempre tuve interés por uno de estos y ahora tengo dos... - Sonreí mientras que avanzaba y desenfundaba ambas armas para hacerlas girar en mi mano y observar mejor la hoja. - Sin duda son buenos y ágiles... Me gustan - La sonrisa en mis labios se hizo mayor conforme empecé prácticamente a jugar con ambos en mis manos haciéndolos girar. - Según tengo entendido son muy poco comunes, así que me extraña que los tuvierais por allí... - Continuaba hablando prácticamente para mi sola, porque no sabía si me estaban escuchando, mientras guardaba ambos cuchillos en las fundas que había colocado en torno a mi cintura. - Son de Nepal, típicos de los gurkhas... - Alcé las cejas divertida, la verdad es que me fascinaba mi nueva adquisición, estaba como una niña con un juguete nuevo. Miré a Jay cuando se acercaba a mi. - ¿Has oído hablar de ellos? - Pregunté con interés, pero al rubio parecía importarle más otra cosa que mi nueva adquisición, es que de verdad, llevaba mucho tiempo queriendo hacerme con un par y los encontraba de aquella forma...

El rubio se acercó a mi con una gasa, casi como si siguiera siendo esa cría que tiene a su padre encima cuidando de ella. ladeé la cabeza con un pequeño resoplido, porque a nadie le apetecía seguir mi aburrido rollo, aunque para mi fuera interesante. Acepté la gasa de todas formas. - Gracias - Le dediqué una sonrisa amable mientras los seguía de cerca y me dedicaba a frotar con cuidado la herida de mi cabeza. Jay parecía haber echado algo de antiséptico y aunque escocía lo agradecí, al menos la herida no se infectaría. Cuando acabé lancé la gasa por ahí, pues dada toda la basura que había por el suelo algo más no llegaría a importar demasiado, en otros tiempos si que me habría molestado, pero... ¿Destruiría el mundo a caso algo más de contaminación?, me pregunté con sarcasmo mientras aligeraba el paso y adelantaba al chico.

Thirteen acababa de pasar por el hueco de la puerta, donde alguna vez habría habido un cristal, yo me agaché y la seguí con cuidado de no pisar demasiados cristales. - Vaya... - Susurré frunciendo los labios al ver el desastre del lugar. Me aparté de la puerta y seguí a la morena de cerca, volviéndome tan solo para comprobar que Jay venía con nosotras.

- Venga, cuanto antes mejor, al menos parece despejado... - Alcé la voz lo justo para ellos dos y aunque ya me había fijado en el rastro de sangre del suelo, en el que Thirteen estaba fijándose, el resto del lugar parecía estar bastante tranquilo y despejado. - Eh Guitar Hero... ¿Conoces el lugar? - Me volví de nuevo hacia el rubio con cierta burla al llamarle así. Según él, había visto el lugar antes, así que si queríamos ser rápidos Jay nos podría guiar bastante bien por aquellas tiendas, conociendo donde estaba lo más interesante para llevarnos. Katherine y yo seguíamos avanzando por la entrada que estaba llena de comercios de cadenas de restaurante que tiempo atrás fueron bastante conocidas y que ahora no eran nada. - Yo me encargo - Susurré cuando a mi derecha, en aquel Foster's Hollywood, un comensal no demasiado contento parecía haberse dado cuenta de cual querría que fuera su menú de hoy. Entré en el viejo local y subí sobre uno de los taburetes para acceder a la mesa y caminar sobre estas ganando así una ventaja para acercarme al zombie que trataba de subir también. Antes de que pudiera lograrlo me hice con uno de los kukris, quería estrenarlos. Alcé un pie para apartar algo al pesado cadáver y de forma rápida sin darle tiempo más que a estirar sus manos en mi dirección hundí una de las afiladas hojas en su cráneo. Con ayuda de mi pie empujé el cuerpo ya inerte hacia atrás bajando de la mesa de un salto. Como si nada, de aquella misma forma salí del viejo restaurante limpiando la hoja del arma en un trozo de tela que luego tiré. - ¿Seguimos? - Pregunté finalmente como si nada, balanceándome ligeramente sobre mis pies.

-Y ahí va Lara Croft, decidida, dura...- empiezo a decir como si fuera un comentarista cuando Thea dice que se encargará del zombie. -¡Y zas muerto estás!- suelto con sarcasmo cuando la morena acaba con el zombie y regresa, por lo que la recibo con una sonrisa traviesa para que no se tome demasiado en serio mis comentarios. Que son tan solo eso, una broma. Cuando regresa alzo un dedo y señalo una pared no muy lejana de nosotros. Ahí un cuadro enorme descansa cubierto de polvo. Con decisión me acerco y paso la mano por este para apartar un poco de a mierda y ver el plano que hay de las instalaciones bajo el polvo. -Pues... Si mal no recuerdo...- empiezo a decir con sarcasmo, pues lo cierto es que no me acuerdo ni de una mierda del lugar. -Hay varias tiendas de ropa en las plantas de arriba, si recuerdo que cuando pasé por aquí un poco más y echaba a hasta la primera papilla y... Aquí hay una tienda de deportes, estaba totalmente saqueada, pero podemos echar un nuevo vistazo, por si acaso- empiezo a decir mientras que voy mirando los lugares y seguidamente me limpio las manos en los vaqueros que aún están algo húmedos del baño con Katrina.

-Aquí y aquí, donde está el Mcdonalds y el otro bar huele a podrido, más que un muerto... Preparaos- explico al recordar que me puse enfermo hasta cuando me acerqué. -Esto es un H&M, esto es de ropa también, este es un supermercado, aquí abajo, ¿veis?, ahí tal vez podamos conseguir latas y cosas del estilo, así que por mi lo mejor es ir al super, a las tiendas de ropa y pasarse por aquí a ver que hay- evito ponerme a toser por el povo con un gesto extraño que acaba en un ruidoso estornudo, me limpio las manos en los vaqueros y las meto en los bolsillos de estos. -Las señoritas deciden que hacemos primero- me encojo de hombros y mientras avanzo hacia adelante para que ellas se decidan yo me acerco a la fuente que hay en el recinto y me siento en el borde de ella. Genial, ir de compras con dos tías en el fin del mundo tiene que ser tal vez la mejor cosa que hacer un fin de semana.

- ¿Tanto te has picado con lo de Guitar Hero? - Le pregunté cuando llegué a su altura en referencia a como me había llamado. Cosa que en verdad no me molestó, sencillamente me limité a dedicarle una pequeña sonrisa divertida mientras que nos acercábamos a un plano de pared que Jay mismo había descubierto. - Vamos, que no tienes ya ni puñetera idea... - Me mordí ligeramente el labio ocultando una sonrisa algo burlona mientras que me acercaba y miraba junto a ellos dos los lugares del centro comercial. Ya con más seriedad el rubio comenzó a explicarnos como estaban las cosas por allí. Imaginé que en aquel local de comida rápida por una vez no serían los zombies los que apestarían, si no la comida que se habría podrido y que estaría bien podrida tras tanto tiempo. Tan solo de imaginar el panorama o como estaría todo lleno de bichos conseguí que se me revolviera el estómago. Genial, yo y mi perfecta imaginación.

- Pues... Katherine necesitaba lencería nueva, ¿no? - Aguanté una risa burlona, pero eso si, con todo el cariño del mundo. No era cuestión de ofenderla, todo menos eso. - ¡Es broma, es broma! - Fui diciendo rápidamente mientras que alzaba ambas manos tratando de parecer inocente y seguidamente soltaba otra. - Kyle no bromearía con ello... - Me eché a reír al par que saltaba hacia un lado y corría ligeramente por el centro de las instalaciones, girándome hacia ellos luego mientras ya caminaba de espaldas con más calma. - ¡Vayamos primero a las tiendas de ropa! - Exclamé sin alzar demasiado la voz, tan solo lo justo para que ellos dos me escucharan. Si Jay decía que la última vez no encontró nada en aquella tienda de deportes es que ahora tampoco íbamos a encontrar nada, por tanto podría esperar. Me adelanté a ellos mientras que me acercaba a por uno de esos carros metálicos, pues ahí podríamos echar todo cuanto quisiéramos y así podríamos llevarlo de forma más cómoda. Ya más seria me moví en la dirección en la que Jay había señalado el supermercado. El carrito realizaba un pequeño ruido que no me gustó nada, así que decidí estar atenta y mirar en todas las direcciones. El supermercado estaba a mi derecha.

Un olor nauseabundo no tardó en llegarme cuando crucé la entrada, a mi derecha estaba una antigua frutería con cajas y cajas llenas de comida en mal estado. - Joder... - Me volví hacia los chicos mientras me tapaba la nariz y boca con el borde de la manga de mi camiseta. Señalé la dirección del fondo y continué atenta. Los altos techos estaban llenos de enormes ventanales que milagrosamente aún seguían en pie. Por lo que la luz natural era de gran ayuda en aquel lugar. Cuando me acercaba a la sección de libros no pude evitar volverme hacia Katherine para llamarla, sabía que aquello le gustaría demasiado, incluso a mi también que decidí parar un momento para echar un vistazo. Me encantaba leer y la verdad era que de haber tenido más tiempo seguramente me habría dedicado a ello más que a otras cosas. Ahora que era el fin del mundo, de vez en cuando tenía un rato libre, así que podría permitirme llevarme aunque fuera uno.

-¿Perdona?-Me giré de golpe hacia mi compañera que trataba de picarme con aquel comentario jocoso.-Thea, cariño... No lo tomaré en cuenta porque sé que en verdad me quieres pedir consejo para Hal-Reí con ganas por aquel comentario sin mala intención, en verdad me encantaba pasar tiempo con mi nueva amiga y era muy común que bromeásemos sobre cualquier cosa. -¿Pero no decías que a las tiendas de ropa?-Pregunté cuando vi como Thea caminaba en la dirección del supermercado, así que sin más con un suspiro la seguí. -Esta mujer me va a volver loca-Negué fingiendo resignación mientras que iba tras ella dejando un poco a atrás al rubio.

Al pasar por la zona de alimentos podrida me tapé la nariz y boca con ambas manos y me di más prisa en alcanzar a mi compañera. Que se dirigía a la sección de libros y me dedicaba una mirada llena de: ¡Mira...!

Sonreí cuando llegué a su altura.-En el fondo como me cuidas, ¿eh?-Le di una pequeña palmada en la espalda mientras que me adentraba en lo que podía considerar algo así como un hogar, pues siempre había vivido entre montañas y montañas de libros. Echaba de menos aquello. Aunque ahora tenía menos tiempo de leer, pero aún así lo hacía, yo sentía que era poco. Había pasado de pasarme todo el día leyendo a solo dedicarle un par de minutos al día. Ahora me sentía como una niña perdida entre juguetes. Eché un rápido vistazo y enseguida me hice con un libro, no más, pues aunque me encantasen nunca fui avariciosa y menos hoy en día, pues aunque ya no existiera aquello de robar, no me sentía a gusto llevándome más y además de que así sería mejor, pues al estar siempre en constante movimiento llevar más peso no era una buena opción.

-Me llevo este, ¿has decidido tú ya?-Pregunté con curiosidad mientras que me giraba y avanzaba por los estantes hasta dar con otro libro que seguidamente entregué a Thea.-Este te va a gustar, lo sé y cuando te lo acabes nos los podemos intercambiar-Sin más me fui directa al carrito dejando ambos libros para seguir avanzando. El lugar estaba muy bien iluminado gracias al techo y lo mejor es que parecía bastante tranquilo. Conforme seguimos y nos adentramos en uno de los pasillos empecé a coger cajas de galletas, cereales... Cosas que a lo mejor llevaban caducadas un par de meses y que aún así se podían comer. En definitiva comida, que no eran tiempos de ponerse finos y desperdiciarlo todo por un tiempo caducados, todo el mundo sabía que esas fechas en al menos esos artículos no querían decir apenas nada.

-Ahora lo que me faltaba...- me quejo sin que me escuchen mientras que me estiro la cara con cansancio cuando empiezan a hablar de... ¿Tíos? Genial, no solo voy de compras con ellas si no que ahora se ponen a hablar de tíos. Esto es la polla. -¿Lencería?, ¿por qué no simplemente llegáis en bolas?, no sabéis la de peleas que he tenido yo con el dichoso cierre del sujetador... Las cajas de seguridad deberían haber sido reforzadas con cierres de sujetadores, y ya nadie hubiera robado nada más- meto las manos en los bolsillos mientras empiezo a desvariar y hablar seguramente conmigo mismo porque estas dos están más ocupadas con sus cosas. Me sorprende cuando acaban en la sección de libros. Y lo cierto es que yo mismo me dedico a dar un par de vueltas por el lugar. A lo mejor hasta me pillo un libro para mi, hace ya un par de días que se me hace pesado leer las mismas frases de Baudelaire. Necesito aunque sea algo diferente y por eso me acabo haciendo con un libro que debió ser nuevo en 2012 y que ahora no me suena nada. Según la sinopsis va de un tipo que ha encontrado muerta a su hermana, al que acusan injustamente y tratará de escapar para resolver el crimen y demostrar su inocencia. Si, suena a bodrio total, pero lo que me interesa es dormirme mientras lo leo y curiosamente Baudelaire me gusta demasiado como para quedarme frito, así que echo el libro al carro que Thea lleva.

-¿Y ahora?, ¿no queríais ropa, comida...?, esas cosas importantes vamos- continúo avanzando con las manos en los bolsillos mientras que miro de reojo a nuestro alrededor, el supermercado es enorme y al menos se ve bien iluminado. Avanzo hacia la zona de ropa, que según los carteles del techo se encuentra dirección norte. La luz por esa zona comienza a escasear, el techo en esa dirección es techo, nada de esos enormes ventanales de atrás. Camino como si nada hasta que me empiezo a preocupar por lo que no puedo ver. Así que de la mochila saco mi vieja linterna e ilumino el frente. He llegado por fin a la sección indicada y todo parece bastante tranquilo, así que me vuelvo para llamar a Heidi y Clara, que siguen por la sección de libros. Apenas me vuelvo cuando una de esas cosas se abalanza en mi dirección. No me da ni tiempo a reaccionar, el muerto y yo caemos al suelo mientras que él trata de devorarme vivo y yo de alcanzar el puñetero machete para clavárselo en plena cabeza. Finalmente lo logro y me quedo ahí apenas un momento con el zombie encima. -Quita ya coño- me quito al muerto de encima y rápidamente me coloco de pie. -Lo siento Dan- susurro cuando en la chapa que lleva en su uniforme distingo tal nombre. Resoplo y me vuelvo de nuevo hacia esas dos, ¿es para hoy o qué?

Cuando Jay se acercó diciendo aquellos disparates no pude evitar darle una palmadita en el hombro a la vez que le miraba de reojo enarcando una ceja. Seguidamente me quedé con Thirteen en la sección de libros, hablando sobre ellos y otras cosas... - Claro que si, luego hablamos de ello en la sección de lencería - Le comenté bromeando justo cuando escuchamos el escándalo que Jay acababa de armar en la sección de enfrente. Tanto Katherine como yo echamos a correr en su dirección, encontrándonos con un zombie en el suelo y a él en plan el héroe americano. Al menos estaba bien. Tras aquello decidimos echar un vistazo por el lugar, llenamos el carro de comida y algunas que otras osas útiles para el grupo, ropa, agua, cocacola... Cosas del estilo. No fue sencillo, pero tampoco difícil, pues tuvimos algún que otro encuentro con más caminantes, pero ninguno de estos nos impidió continuar nuestro camino.

El Centro Comercial al final resultó la mejor de las opciones, habíamos conseguido dar con ropa de abrigo para este invierno, mantas, chaquetas... Y mudas limpias para este tiempo, además de conseguir algún que otro consejo de mi nueva mejor amiga y un par de prendas más.

Con la tranquilidad del lugar nos permitimos incluso comer un par de latas de comida preparada en una de las terrazas de los bares de la planta baja, habían tantas mesas que estuvimos allí a nuestras anchas un buen rato hablando hasta que creímos que ya era un buen momento para largarse. Cargamos en el jeep todo lo que habíamos conseguido y pusimos rumbo a Lamar, allí habíamos organizado un pequeño campamento base, aunque sabía que Hal quería marcharse ya de allí, pues no nos gustaba estar siempre en el mismo sitio, al menos no a él. Y a mi no me parecía mala idea, tampoco al resto.

El viaje fue bastante tranquilo, la verdad, nada más llegar fuimos a buscar a Kiley, Hal y lena para presentarles al rubio. Y claro al vernos llegar con él se quedaron un tanto perplejos, Hal tal vez fue al que menos gracia le hizo que nos lo hubiéramos traído, y eso que decidimos entre los tres contar una pequeña mentira sobre como nos lo encontramos, pues entonces si que no les habría hecho ni pizca de gracia. Supuestamente nos dejamos caer en una granja en la que él se refugiaba y tras un ataque de zombies se vino con nosotras. Pues decir que casi nos matábamos en un principio no habría sido el empujón que Jay necesitaba para entrar con buen pie. Tras ello tuvimos una charla todos, para organizarnos y decidir cuando dejaríamos el motel, lo interesante es que nos quedábamos a Guitar Hero.

- Pues bienvenido a la familia Guitar Hero - Le solté cuando le acompañé a la que sería su habitación, entonces miré hacia mi alrededor para ver que no había nadie por allí y me acerqué a él para susurrarle algo que quedaría entre nosotros. - Espero que no seas el típico capullo, o entonces la paliza que te di esta mañana no va a ser nada comparada con la que te daré - Sonreí ligeramente bromeando, pero con una evidente parte de: Eh, cuidado. Y así sin más me fui directa hacia mi habitación, pues estaba agotada de aquel día que estaba resultando ser de lo más largo ya.